Lima, tres de noviembre Del año dos mil ocho.- LA SALA

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 Lima, tres de noviembre Del año dos mil ocho.‐ LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA, Vista la causa número cinco mil ciento noventa y ocho ‐ dos mil siete, en Audiencia Pública de la fecha, y producida la votación con arreglo a Ley emite la siguiente sentencia; MATERIA DEL RECURSO: Se trata del Recurso de Casación interpuesto por Néstor Valdivia Capuena mediante escrito de fojas doscientos quince, contra la resolución emitida por la Sala Civil Mixta de la Corte Superior de Justicia de Loreto, de fojas doscientos cinco, su fecha veintidós de junio del año dos mil siete, que revocando la resolución apelada que declaraba fundada la demanda y reformándola la declaraba infundada; FUNDAMENTOS DEL RECURSO: Que, concedido el Recurso de Casación, fue declarado procedente por resolución del siete de marzo del año dos mil ocho, por la causal prevista en el inciso tercero del artículo trescientos ochenta y seis del Código Procesal Civil, esto es, la contravención de las normas que garantizan el derecho a un debido proceso describiendo que en el caso de autos se han fijado puntos controvertidos determinados; refiere que entre sus medios probatorios se encuentra la liquidación efectuada por Petróleos del Perú, con lo que acredita su derecho a la CTS; este documento ha sido tachado por la demandada, pero fue desestimado por el A quo y confirmado por la Sala; además, adjunta las cartas de requerimiento a la demandada; mientras que ésta ultima, al absolver la demanda, ofrece el movimiento de la CTS al veintiséis de febrero del año mil novecientos noventa y nueve, que es inexacta en el tiempo; asimismo, solicita la exhibición de las cartas notariales cuando estas ya han sido ofrecidas en su demanda, incluso ha probado los abonos efectuados por los demandados, con la liquidación efectuada por ella; por ende, esta debidamente probado que la demandada, al amparo de los artículos mil setecientos cincuenta y seis, mil ochocientos catorce, mil ochocientos diecinueve, mil ochocientos treinta, mil ochocientos treinta y dos, mil ochocientos treinta y cuatro, mil ochocientos treinta y siete y mil ochocientos cuarenta y ocho del Código Civil debe devolverle los depósitos de CTS; es más, la demandada no ha probado que se hayan efectuado retiros, durante su relación laboral y luego de su cese; CONSIDERANDO: PRIMERO.‐ Que, el Recurso de Casación tiene como fines esenciales la correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional de la Corte Suprema de Justicia, conforme se señala en el artículo trescientos ochenta y cuatro del Código Procesal Civil; SEGUNDO.‐ Que, el actor interpone demanda de Devolución de Dinero (Obligación de Dar Suma de Dinero) a fin que la demandada cumpla con devolverle el dinero de su CTS la cual asciende a doce mil ochocientos treinta y nueve con noventa centavos de dólares americanos, más los intereses legales, costas y costos. Indica que el recurrente es un ex‐trabajador de Petro Perú habiendo cesado el veintiuno de setiembre del año mil novecientos noventa y cuatro; y durante el tiempo de servicios en el (período del mes de febrero del año de mil novecientos noventa y tres a marzo de mil novecientos noventa y cinco) su empleador le abrió la cuenta número tres nueve cero ‐ seis cinco seis seis cuatro ocho – uno ‐ cero nueve de CTS a su favor en la entidad bancaria demandada, habiendo depositado, semestralmente, su CTS en forma regular, los cuales ascendían a doce mil ochocientos treinta y nueve con noventa centavos de dólares americanos. Al momento de su cese su ex empleador le comunicó a la entidad demandada, mediante carta de fecha veintisiete de setiembre del año mil novecientos noventa y cuatro, dicha situación, ordenándole que pague al recurrente las sumas depositadas, que en ningún momento, hasta la fecha, ha devuelto. Dice que al amparo del artículo cuarenta y ocho del Decreto Legislativo número seiscientos cincuenta el Banco ten ía setenta y dos horas para hacer efectivo el pago, sin que hasta la fecha haya acontecido ello; TERCERO.‐ Que, luego de admitida a trámite su demanda, el Banco demandado absuelve el grado, e indica que es cierto que la ex empleadora del demandante abrió una cuenta al actor, en la que depositó, en diferentes periodos, un total de cinco mil ochocientos uno con veinticuatro centavos de dólares americanos, lo cual generó trescientos ocho con cincuenta y uno centavos de dólares americanos de intereses, tal como lo acredita con el movimiento de la CTS, conforme se advierte a fojas cuarenta y ocho; Indica que durante el periodo que el actor afirma, el monto del depósito efectuado no era de doce mil ochocientos treinta y nueve con noventa centavos de dólares americanos sino de cinco mil ochocientos uno con veinticuatro centavos de dólares americanos, según el reporte obtenido y comunicado al actor, oportunamente; el actor presento a la recurrente la solicitud número uno uno tres cero cinco cinco tres siete en la que peticionaba el movimiento de su cuenta; este pedido es absuelto por carta de fecha veinticuatro de agosto del año dos mil cuatro, en donde se le informó el movimiento desde la apertura de la cuenta hasta su cancelación en el mes de marzo del año mil novecientos noventa y cinco; luego el diez de setiembre del año dos mil cuatro el actor vuelve a presentar una solicitud a la recurrente (número uno uno tres dos dos tres dos ocho) en donde objeta la respuesta anteriormente dada; la recurrente le vuelve a responder, mediante carta del veinticuatro de setiembre del año dos mil cuatro, que el sistema registra sólo las operaciones descritas y le recomienda que el actor requiera a su empleadora la certificación de depósitos efectuados; El once de febrero del año dos mil cinco el actor vuelve a presentar un reclamo ante la recurrente (número uno uno tres nueve nueve ocho cinco cero) en donde les requiere, en el plazo de setenta y dos horas, el pago del monto reclamado; Sin embargo, la recurrente le respondió lo que venia diciéndole en las otras oportunidades; refiere que el total de ingresos era de cinco mil ochocientos uno con veinticuatro centavos de dólares americanos, lo cual genero trescientos ocho con cincuenta y uno centavos de dólares americanos de intereses, con retiros por seis mil ciento nueve con setenta y cinco centavos de dólares americanos, los cuales son retiros de libre disponibilidad efectuados por el actor, periódicamente, lo que hace que su saldo sea cero dólares americanos; también existe confusión en cuanto al tipo de moneda, ya que el empleador se refiere a soles mientras que el actor a dólares; CUARTO.‐ Que, luego de realizadas las audiencias respectivas el A quo resuelve el conflicto intersubjetivo de intereses y declara FUNDADA la demanda sosteniendo que el actor ha acreditado la existencia de depósitos (CTS) efectuados en la entidad demandada con la presentación de la liquidación de Petróleos del Perú, como se advierte a fojas siete; lo cual queda corroborado con la planillas de depósitos realizadas por el empleador del actor (fojas ciento cincuenta y uno) existiendo concordancia entre dichos documentos. Más bien el demandado no ha presentado medios probatorios que acrediten que el actor ha retirado los depósitos de CTS, como dice en su contestación, limitándose a señalar que los depósitos efectuados a favor del actor no son por el monto que éste reclama sino por un monto inferior. Conforme el artículo mil ochocientos catorce y mil ochocientos treinta y cuatro del Código Civil. Por ende, el demandado no ha demostrado haber hecho entrega del bien depositado a quien debe restituirlo, por lo que conforme al inciso primero del artículo mil doscientos diecinueve del Código Civil se debe amparar la demanda. Al pago de intereses se le aplica lo dispuesto por el artículo mil doscientos cuarenta y cuatro y mil doscientos cuarenta y cinco del Código Civil; QUINTO.‐ Que, esta resolución es apelada por el Banco demandado, quien reitera los argumentos de su contestación y la Sala Superior, al absolver el grado resuelve REVOCAR la apelada en el extremo que declara FUNDADA la demanda y reformándola declara INFUNDADA la demanda, sosteniendo que teniendo presente lo dispuesto por el inciso quinto del artículo ciento treinta y nueve de la Constitución Política y el artículo ciento noventa y seis, ciento noventa y siete, y doscientos del Código Procesal Civil, se señala que ninguna pretensión puede ampararse con el solo dicho de la parte afirmante, sino que este debe sustentarse en medios probatorios. El hecho fundamental de la controversia radica en que el Banco, hasta la fecha, no ha devuelto los depósitos efectuado a favor del actor, por CTS, a pesar de haber cesado el veintiuno de setiembre del año mil novecientos noventa y cuatro; la prueba que acreditaría esto seria el movimiento de la CTS (como se advierte a fojas siete) en donde el ex empleador entrega a actor el movimiento de su CTS depositado en diferentes entidades financieras; pero el juez, erróneamente, concluye que el demandado no ha presentado pruebas que acrediten que el actor haya retirado sus depósitos de CTS, cuando del propio documento denominado movimiento de depósitos de CTS, ofrecido por el actor (fojas ocho), y emitido por la demandada, se determina que el actor tenia una cuenta de CTS en la demandada y que en diferentes momentos se le consignaron hasta un monto total de cinco mil ochocientos uno con veinticuatro centavos de dólares americanos lo que generó trescientos ocho con cincuenta y uno centavos de dólares americanos por concepto de intereses, y frutos de diversas operaciones de retiro, se retiró la suma de seis mil ciento nueve con setenta y cinco centavos de dólares americanos, motivo por el cual el saldo es cero dólares americanos; Por ende, este medio probatorios no ha sido valorado por el Juez, lo cual modifica la relación de hecho, debiéndose revocarse la apelada; SEXTO.‐ Que, el recurrente en casación, denuncia una falta de valoración de los medios probatorios. Para esto, es preciso sostener que este Supremo Tribunal ya ha considerado que el inciso tercero y quinto del artículo ciento treinta y nueve de la Carta Magna señalan que es principio y derecho de la función jurisdiccional: la observancia del debido proceso y la tutela jurisdiccional y la motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas las instancias, excepto los decretos de mero trámite, con mención expresa de la ley aplicable y de los fundamentos de hecho en que se sustentan. Dichas normas constitucionales son los cimientos que nos permiten concluir que la valoración parcial de los medios probatorios puede generar una flagrante violación al debido proceso, ya que la sentencia no esta debidamente motivada en los elementos que las partes, al amparo del principio dispositivo, ofrecen al proceso, independientemente del oferente; SÉTIMO.‐ Que, es en esas circunstancias el artículo ciento noventa y siete del Código Procesal Civil es una norma genérica que encierra todo el sistema valorativo probatorio de nuestro Ordenamiento Procesal Civil, de donde la doctrina ha señalado que el Código Adjetivo se sujeta a un razonamiento judicial distinto a la legislación adjetiva derogada, es decir, legalmente, se ha evolucionado del silogismo elemental, a través del método deductivo, a la escuela del derecho libre para arribar al razonamiento dialéctico, en donde “(…) las reglas serían: en primer lugar determinar, con precisión cual es el problema; lo que en nuestro ordenamiento llamamos fijación de puntos controvertidos, o sea conocer de qué estamos hablando, qué tenemos que resolver. En Segundo lugar, la argumentación, vale decir, la confrontación de posiciones, el debate que es esencial en la dialéctica para logra la solución justa. En la etapa de la deliberación, lo que hace el juez es verificar los hechos, interpretarlos y al mismo tiempo establecer el sentido de la norma aplicable. Finalmente (…) el juez toma una decisión y le pone termino a la deliberación con la sentencia (…)” (La Valoración Razonada de las Pruebas; Juan Luis Avendaño Valdez; Revista Peruana de Derecho Procesal; Lima‐ Perú; marzo de mil novecientos noventa y ocho; página trescientos treinta y seis); OCTAVO.‐ Que, de la revisión y análisis jurídico de la sentencia de vista se desprende, con claridad y objetividad, que esta no se ha emitido una decisión que se ajuste a la ley, puesto que no se ha efectuado la valoración probatoria del conjunto de medios probatorios actuados dentro del proceso, es decir, no se ha cumplido con el procedimiento probatorio, en virtud del cual se sopesan y comparan los medios probatorios ofrecidos por las partes para arribar a una conclusión, siendo, si es necesario, emitir un pronunciamiento sobre la viabilidad o no de los medios probatorios en la resolución de la controversia; NOVENO.‐ Que, es así que en este caso, el Colegiado Superior, independientemente de la decisión que adopte, no debe estar orientado a analizar, valorar y responder sobre los medios probatorios de una de las partes sino de ambas en conjunto, puesto que la posición de ambas partes procesales es antagónica, con lo que se requiere de un pronunciamiento analítico que satisfaga a las partes, respecto de los derechos discutidos; DÉCIMO.‐ Que, por otro lado, no es coherente que el Colegiado Superior otorgue eficacia probatoria a un medio probatorio, mediante una declaración de improcedencia de una tacha y, sin embargo, no lo valore dentro de su resolución, independientemente del resultado al que se pueda concluir como consecuencia de dicha evaluación, a la que se deberá de aplicar el procedimiento de valoración antes aludido; DÉCIMO PRIMERO.‐ Que, por ende, el vicio procesal y la consecuente violación de las normas adjetivas mencionadas, se ha configurado en este caso, debiendo la Sala revisora Superior renovar el acto procesal de sentencia y efectuar un nuevo análisis de la controversia, sopesando y valorando, el conjunto de medios probatorios, empelando una apreciación razonada; por las razones descritas, de conformidad con el inciso primero del artículo trescientos noventa y seis del Código Procesal Civil, declararon: FUNDADO el Recurso de Casación interpuesto por la Néstor Valdivia Capuena; En consecuencia declararon NULA la sentencia de vista de fojas doscientos cinco y ORDENARON que el Ad Quem vuelva a expedir una nueva resolución con arreglo a ley; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por Néstor Valdivia Capuena en los seguidos con el Banco de Crédito del Perú sobre Devolución de Dinero; y, los devolvieron Vocal Ponente Señor Palomino García.‐ S.S. SOLIS ESPINOZA PALOMINO GARCIA CASTAÑEDA SERRANO MIRANDA MOLINA VALERIANO BAQUEDANO rcd CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA SALA CIVIL TRANSITORIA CASACIÓN 5198‐2007 LORETO DEVOLUCIÓN DE DINERO PAGE PAGE 1 
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