Emergencias en la mar 8.1 ACCIDENTES PERSONALES. Tratamiento de urgencia de heridas, contusiones, hemorragias, quemaduras (incluidas las de sol), insolación y mal de mar o mareo: Heridas: Son traumatismos abiertos con hemorragia y, por consiguiente, riesgo de infección si no se realiza la cura y desinfección lo antes posible. El tratamiento de urgencia consiste en detener la hemorragia, limpiar la herida, quitando los cuerpos extraños, secarla y aplicar un antiséptico para evitar infección. Después se tapará la herida con gasa y un vendaje. Si la herida es profunda será necesario cerrarla mediante sutura o grapas, para facilitar su cicatrización. Posteriormente se levantará la cura cada 2 días, cambiando los vendajes y aplicando antiséptico. Contusiones: Son traumatismos cerrados, a veces con hemorragias internas, que pueden llevar al shock. Se tratan con reposo absoluto, tomando pulso y tensión arterial para comprobar si hubiera pérdidas de sangre. Si fuera así se paliará con la colocación de un gotero. Hemorragias: Pérdida de sangre por lesión vasos. Pueden ser internas o externas. I. Hemorragias externas: Pueden ser venosas (si la sangre es más oscura y sale de forma continua) o arteriales (si mana sangre de color rojo vivo y a borbotones, con el ritmo del pulso). Las primeras se procurarán cortar mediante compresión en la zona mientras que las segundas se atajarán con torniquetes, por encima de la zona dañada, que se aflojarán cada 20 minutos para evitar lesiones mayores. II. Hemorragias internas: Se debe evacuar al herido lo antes posible, manteniéndolo siempre con los pies elevados por encima del cuerpo para evitar el shock. Quemaduras: Pueden ser producidas por el calor, el frío, la electricidad o líquidos corrosivos. Su gravedad se mide en función de dos factores: I. EXTENSIÓN Y LOCALIZACIÓN: Se pueden contemplar como un solo factor ya que, dependiendo del lugar en que se haya producido la quemadura, aunque no sea demasiado extensa puede conllevar más gravedad (cara, cuello, genitales etc.) y peor evolución. II. PROFUNDIDAD: Cuanto más profunda sea la quemadura peor evolución y más gravedad. En base a éste factor se habla de quemaduras de: a) 1er grado: Piel enrojecida con dolor intenso. No dejan secuelas. b) 2do grado: Ampollas con liquido claro, dolor intenso, su evolución depende de la extensión y localización de la quemadura. c) 3er grado: Destrucción de la piel, tejidos, y, por tanto, terminaciones nerviosas lo que hace que no produzcan dolor. Son las más graves y suelen dejar secuelas permanentes. En cuanto a la intervención a quemados lo primero será alejarlo del fuego o sustancia que haya provocado la quemadura (así se minimizará la extensión y profundidad de ella y, por tanto, su gravedad), se limpiará con abundante agua fría la zona quemada desnudándola y, por último se aplicará pomada cicatrizante. Si la quemadura se debiera a una sustancia química, se retirará la ropa impregnada y se procederá al lavado de la zona con abundante agua limpia y fría, procurando quitar los restos de ropa que queden pegados a la piel. A continuación se pondrá pomada cicatrizante. En ambos casos, y como último paso, se aplicará un vendaje con precaución de que no quede apretado pues la zona quemada se inflamará. Para el dolor, si lo hay, se administrarán analgésicos. En cualquier caso, se tratará de reponer líquido al accidentado, poco a poco, bien con suero o administrando una solución azucarada o zumo diluido, para evitar la deshidratación. En caso de que la quemadura sea grave se procederá a la evacuación del accidentado lo antes posible. Quemaduras solares: Es posible que los primeros signos de una quemadura solar no aparezcan durante unas cuantas horas. El efecto total para la piel puede tardar en aparecer 24 horas o más tiempo. Los posibles síntomas abarcan: a) Piel roja y sensible que es caliente al tacto. b) Ampollas que aparecen de horas a días después. c) Reacciones graves (algunas veces llamadas alergia solar, incluso fiebre, escalofríos, náuseas o erupción cutánea). d) Peladura de la piel en áreas quemadas por el sol varios días después de la quemadura solar. e) Aunque los síntomas de la quemadura solar normalmente son temporales, el daño cutáneo con frecuencia es permanente y puede tener efectos serios a largo plazo, que incluyen cáncer de piel. Cuando la piel empieza a ponerse 66 dolorosa y roja, el daño está hecho. El dolor es peor entre las 6 y 48 horas después de la exposición al sol. I. FACTORES QUE HACEN MÁS PROBABLE LA QUEMADURA SOLAR: a) Los bebés y niños son especialmente sensibles a los efectos quemantes del sol. b) Las personas de piel clara tienen mayor probabilidad de sufrir una quemadura solar. Pero incluso la piel oscura y negra se puede quemar y debe protegerse. c) Los rayos del sol son más fuertes durante las horas de 10:00 de la mañana a 4:00 de la tarde. Los rayos del sol también son más fuertes en las grandes altitudes y latitudes bajas (más cerca de los trópicos). El reflejo del agua, la arena o la nieve puede intensificar los ardientes rayos solares. d) Las lámparas de sol pueden causar una quemadura solar grave. e) Algunos medicamentos puede hacer que usted sea más susceptible a las quemaduras solares. f) Algunas afecciones, como el lupus, pueden hacerlo más sensible al sol. II. TRATAMIENTO: a) Pruebe tomando una ducha fría o un baño o colocando paños fríos y húmedos sobre la quemadura. b) No utilice productos que contengan benzocaína o lidocaína. Éstos pueden causar alergias en algunas personas y empeorar la quemadura. c) Si se presentan ampollas, los vendajes secos pueden ayudar a prevenir la infección. d) Si la piel no presenta ampollas, se puede aplicar una crema humectante para aliviar la molestia. No use mantequilla, vaselina ni otros productos a base de aceite. Pueden bloquear los poros y de esta manera el calor y el sudor no pueden escapar, lo cual puede provocar una infección. e) Los medicamentos de venta libre, como el ibuprofeno o paracetamol, ayudan a aliviar el dolor causado por la quemadura. NO le dé ácido acetil salicílico (aspirinas) a los niños. f) Las cremas de cortisona pueden ayudar a reducir la inflamación. g) Se debe usar ropa holgada y de algodón. Insolación: Se presentan por la exposición al sol durante largo periodo de tiempo, a altas temperaturas y sin aireación. Se pueden presentar dos cuadros clínicos: I. Síncope: Con mareos, vómitos, sudoración, visión borrosa e, incluso, pérdida de conocimiento. tensión baja y taquicardia. En éste caso se trasladará al afectado a un sitio fresco aflojándole las ropas. II. Síndrome de gran acaloramiento: Con pérdida de consciencia y lesiones cerebrales. Aparece sólo si la temperatura supera los 42º C. Se debe bajar la temperatura con paños de agua fría, hasta los 38,5º C aproximadamente, y se dar masajes en los miembros inferiores para facilitar la circulación sanguínea. Mal de mar o Mareo: De todos es conocida esta sensación. En el mercado existe gran variedad de fármacos para evitarlo. Quizás el síntoma menos popular es la pérdida de interés por todo que invade a la persona, en los casos más graves, hasta el punto de que, a bordo, se recomienda no dejarlo solo en cubierta pues puede llegar a arrojarse a la mar. Además de mediante el uso de la estación radio de a bordo, forma de contactar con el Servicio Radio-médico español: telefonía móvil. Horarios: Esta asistencia médica de urgencia a distancia, en funcionamiento desde el 1 de mayo de 1979, se realiza en español, es gratuita y está a su disposición todos los días del año las 24 horas del día. Cualquier barco en navegación puede solicitar sus servicios a las estaciones costeras españolas o extranjeras, por medio de VHF canal 16, Onda Media, Onda Corta, Llamada Selectiva Digital o Inmarsat, indicando que la comunicación es para «consulta médica» (este tipo de comunicaciones es gratuito y tiene prioridad) y estas lo pondrán en contacto directo con el número 91 310 34 75, perteneciente a dicho servicio. Igualmente, y siempre que se esté dentro del área de cobertura, se podrá contactar con el Centro Radio-Médico mediante telefonía móvil en el número antes citado. Aunque, como ya se ha dicho, el servicio cubre las 24 horas del día durante 365 días al año, es recomendable realizar las consultas no urgentes o de control entre las 9,00 y las 15,00 horas (hora de Madrid), por la mayor disponibilidad para atender consultas en esa franja horaria, reservando el resto para consultas urgentes o para barcos que no puedan establecer contacto a otras horas por problemas de comunicación. Tenga en cuenta que sólo hay un médico de guardia en el CRME. La dirección postal del Centro Radio-Médico Español es: Instituto Social de la Marina - Centro Radio-Médico Español C/ Génova, 20, 4ª planta 28004 MADRID 67 Importancia de llevar la guía sanitaria del ISM a bordo y cómo conseguirla: la Guía Sanitaria a bordo es editada y distribuida gratuitamente por el Instituto Social de la Marina y comprende los conocimientos básicos que deben tener los responsables sanitarios de los buques así como un catálogo práctico de procedimientos a seguir, pero siempre a indicación de los facultativos del Centro Radio-Médico del Instituto Social de la Marina. Desde hace un tiempo también está disponible en Internet en la página que se cita a continuación, donde se puede realizar su consulta e incluso imprimir la/s parte/s de ella que se necesite: CENTRO RADIO-MÉDICO ESPAÑOL http://www.seg-social.es/ism/gsanitaria_es/presentacion.htm 8.2 VARADA INVOLUNTARIA. Descripción de las medidas a tomar para salir de la embarrancada: Antes que nada haremos uso de las señales recogidas en el Reglamento para Prevenir los Abordajes en la mar para marcar nuestra condición de buque varado. Independientemente de la causa, la varada nos plantea tres cuestiones: Estabilidad del barco. Resistencia del casco. Reflote de la embarcación. En una varada la estabilidad suele quedar disminuida hasta el punto de hacerse negativa con el efecto de la marea, pudiendo llegar el barco a escorarse tanto que haga agua por las escotillas o a dar la vuelta A veces se puede aprovechar los momentos cercanos a la bajamar para apuntalar la embarcación exteriormente, evitando así que escore en demasía. Durante la bajamar se podrán repara algunas averías que se hayan producido al varar y hayan quedado a la vista.. En cuanto a la resistencia del casco, dependiendo del punto de varada, el barco puede sufrir una mayor flexión, así que procederemos a trasladar pesos, achicar tanques y/o aligerar carga para que esto afecte lo menos posible. En cuanto al intento de reflotado del barco, sólo se debe hacer cuando se esté seguro de que la flotabilidad no está en precario. Deberemos revisar bien el casco taponando vías de agua, achicaremos el agua que haya podido entrar, y confirmaremos que la hélice no toca fondo si la hacemos girar, pues de lo contrario será complicado el reflote y se pueden ocasionar averías de diverso tipo. Durante la bajamar, o con ayuda de una embarcación auxiliar, fondearemos el ancla por popa, a la mayor distancia posible. Una vez hecho lo anterior arrancaremos y daremos atrás para intentar salir de la varada. En ese momento podemos virar del/de las anclas lo que ayudará al reflote. Al igual que en el caso de abordaje, tomaremos cuantos datos referente a la varada creamos necesarios, anotándolos en el Diario de Navegación, para que quede constancia de cómo ocurrió el hecho y se dará parte de lo ocurrido a la Autoridad Marítima, al llegar a puerto. 8.3 ABORDAJE. Medidas a tomar y reconocimiento de averías: Abordaje es la colisión entre buques, entre un buque y otro artefacto flotante, un buque contra un muelle y, últimamente, el Derecho Marítimo toma como abordaje los daños producidos a otros barcos o instalaciones, al entrar y salir de puerto, con la resaca de las hélices. Una vez que se ha producido el abordaje, y antes de separar los buque, se realizará una inspección exhaustiva del interior del casco para ver si hay vías de agua, su gravedad y posibilidad de taponarlas. Se revisarán las sondas de los tanques pues una variación importante en ellas implicaría vía de agua en dicha zona, etc. En resumen, estudiaremos cómo está la situación desde el punto de vista de la flotabilidad. Si se ve que la/las embarcaciones tienen grave riesgo de hundimiento se deberán abandonar, perfectamente equipados y coordinados. Si se cree que no será éste el caso, se minimizarán los daños, en lo posible, y se procederá a separar los barcos. Para posteriores acciones ante Juzgados, se tomarán cuantos datos, horas y demás circunstancias que creamos importantes y que ayuden a esclarecer el caso, describiendo los acontecimientos lo más exactamente posible, y se anotarán en el Diario de Navegación, que servirá como documento escrito de lo acontecido una vez que hayamos puesto los hechos en conocimiento de las Autoridades Marítimas, dentro de las 24 horas siguientes a la llegada a puerto. 68 8.4 VÍAS DE AGUA E INUNDACIÓN. Puntos de mayor riesgo, bocina, limera del timón, orificios y grifos de fondo, manguitos y abrazaderas: Las vías de agua son agujeros producidos en el casco por debajo de la línea de flotación, aunque también se pueden considerar vías de agua los abiertos por encima de dicha línea, y que dejarían entrar agua de manera incontrolada inundando zonas del barco que deberían permanecer estancas. Como es fácil imaginarse todos los puntos citados en el enunciado son posibles vías de agua si se producen en ellos averías que causen entrada de agua al barco. Medidas a tomar tras la vía de agua: Achique con bomba manual y/o eléctrica (uso e importancia de un buen mantenimiento): Las medidas a tomar estarán relacionadas con el lugar donde se produjeran las vías de agua, y así: Si se hubiesen producido en el casco: Cambiaríamos los calados del barco hasta dejarlas al exterior o lo más altas posible y, a continuación, la taponaríamos con cuñas o tapones al efecto. Si se hubiesen producido en una tubería: Se colocarían bridas, frisas de goma etc. abrazando a la tubería y conteniendo, en lo posible, la fuga. Si se hubiesen producido en el casco, en la parte baja: Se puede intentar colocar un pallete de colisión (colchoneta o manta que se coloca, por el exterior del casco, taponando la vía de agua ayudado por la presión que ejerce el agua sobre el casco), lo cual es muy complicado. Si se hubiera abierto la vía por el interior se pueden colocar colchonetas o mantas liadas sobre cuñas tapando la vía y apuntalándolas para aplicarles mayor presión. Mientras se intenta taponar la vía se irá achicando el agua que haya entrado mediante una bomba de achique, ya sea manual o eléctrica. PALLETE DE COLISIÓN BOMBA DE ACHIQUE 69 8.5 PREVENCIÓN DE INCENDIOS Y EXPLOSIONES. Lugares de riesgo: Cocinas, cámaras de motores, tomas de combustible, baterías, instalación eléctrica, pañol o cofre de pinturas: COCINAS: Aquí los incendios son muy frecuentes, ya sea por pérdida de gas en las conducciones, que al entrar en contacto con chispas o fuego provoca el desastre, ya sea por falta de limpieza en los conductos de salida de humo, que se van llenando de grasas que entran en combustión espontánea con la temperatura alcanzada al cocinar. Prestaremos sumo cuidado en cerrar las válvulas de alimentación de gas a la cocina una vez que esta no se use, repasaremos conexiones que se pueden aflojar debido a los balances y cabezadas y mantendremos limpias las salidas de humo. CÁMARA DE MOTORES: Es uno de los espacios en el que más acumulación de gases se puede producir ya que en ella existe gran cantidad de sustancias y materiales de fácil combustión (gasolina, gasoil, pinturas, gases) así como por la posibilidad de que queden trapos empapados en combustibles o grasas, residuos ciertos trabajos, que entran en combustión espontánea debido a la alta temperatura que, normalmente, existe en este espacio. Evitaremos riesgos proporcionando una buena ventilación de la cámara, revisando conducciones de líquidos combustibles para que no se produzcan fugas y manteniendo un buen estado de limpieza, recogiendo de inmediato cualquier derrame de sustancia problemática así como restos sólidos susceptibles de combustión espontánea. TOMAS DE COMBUSTIBLES: Suelen ir en cubierta para facilitarles una buena ventilación. Hay que evitar que los gases de los posibles derrames al hacer combustible, penetren en el interior del barco. Obviamente, mientras no se esté tomando combustible, las tomas permanecerán herméticamente cerradas. BATERÍAS: El riesgo está en el proceso químico que se desarrolla en su interior, que produce gases explosivos y venenosos, por lo tanto deben ir estibadas en lugares bien ventilados. INSTALACIONES ELÉCTRICAS: Deben ofrecer garantía de protección, firmeza y ajuste en sus conexiones, para que no salten chispas, ya que cualquier aparato al no quedar ajustado en el enchufe las puede producir, y si entran en contacto con gases, pueden provocar una explosión. Igualmente, este chisporroteo aumenta la temperatura del circuito pudiendo provocar un incendio al quemarse las protecciones exteriores de los cables si, por cualquier causa, no se activan los interruptores térmicos. PAÑOL O COFRE DE PINTURAS: Las pinturas, así como otros líquidos utilizados en estos trabajos como son decapantes, diluyentes y líquidos usados en la limpieza de los útiles propios de estas labores, son altamente peligrosos pues desprenden gases inflamables a temperatura ambiente. Todo ello nos lleva a concluir que el pañol destinado a estos productos, además de estar bien ventilado, debe estar alejado de cualquier foco de calor. Factores que han de concurrir para que se produzca un incendio: Teoría del tetraedro del fuego: Los investigadores han concluido que el combustible se combina con el oxígeno en una serie sucesiva de etapas, que es lo que se conoce como reacción en cadena, en las que se forman moléculas inestables llamadas radicales libres. Se ha experimentado que al hacer desaparecer estos radicales libres se detiene la reacción, y por tanto se sofoca el fuego. Por tanto, la antigua teoría de que los factores necesarios para la concurrencia de un incendio forman el “triangulo del fuego”, cuyos lados eran OXIGENO, COMBUSTIBLE y TEMPERATURA, ha pasado a ser la teoría del “tetraedro (o cuadrilátero) del fuego” cuyas caras o lados son OXIGENO, COMBUSTIBLE, TEMPERATURA y REACCIÓN EN CADENA. Haciendo desaparecer uno de ellos desaparece el fuego. Clasificación UNE de los incendios, definir las siguientes clases: A, B, C y F: Según la norma UNE los incendios se clasifican según el tipo de combustible, y así se definen incendios: Clase A: Fuegos de combustibles sólidos que se queman formando brasas. Clase B: Fuegos de combustibles líquidos o sólidos licuables Clase C: Fuegos de gases, combustibles que, en condiciones normales de presión y temperatura, están en estado gaseoso. Clase D: Fuegos de metales, normalmente, alcalinos o alcalinotérreos aunque también se dan en los metales de transición. Clase F: Son fuegos que tienen por combustible aceites y grasas, tanto vegetales como animales, y que se encuentran principalmente en cocinas industriales, de restaurantes o domésticas. 70 El agua como agente extintor, precauciones: El agua es el mejor enfriador, y más abundante en la mar evidentemente, sobre todo si se usa en forma de niebla. Además se convierte fácilmente en vapor, actuando también como agente sofocador (eliminando el oxígeno). Otro de los usos de la niebla, ante un incendio, es a modo de pantalla de protección contra el calor, lo que ayuda al personal que ataca al fuego. La niebla es indicada, también, para extinguir incendios tipo “B”, enfriando la superficie del líquido combustible a la vez que, con el vapor que se produce, actúa como sofocador. Pero si se usa en este caso, NUNCA SE LANZARÁ COMO CHORRO DE AGUA, pues produce salpicaduras que agrandarán la superficie del incendio. Ante compartimientos incendiados sí se usará como chorro de agua, para inundarlo. Sin embargo está TOTALMENTE PROHIBIDO SU USO EN CASO DE INCENDIOS QUE SE HAYAN PRODUCIDO EN OBJETOS ALIMENTADOS POR CORRIENTE ELÉCTRICA, debido a su gran capacidad de conducción de la electricidad. Extintores: Extintores válidos para la extinción de incendios clase B, utilización básica de un extintor de polvo seco, uso óptimo y cómo atacar las llamas. Comprobaciones básicas periódicas de mantenimiento: Los extintores son dispositivos presurizados que contienen sustancias (agentes extintores) de diversos tipos, utilizables a la hora de apagar un incendio. Según el tipo de incendio que se deba atacar así se elegirá el agente extintor a utilizar. En el caso concreto de los incendios clase B el más adecuado es el polvo seco aunque también se puede usar el llamado polvo seco polivalente y, como último recurso, el CO2 o el agua pulverizada. MEDIDAS DE SEGURIDAD EN LA UTILIZACIÓN DE LOS EXTINTORES: I. Leer las inscripciones del extintor antes de utilizarlo. II. No golpear el extintor, ya que es un recipiente a presión. III. No situarse encima del extintor, habrá que inclinarlo ligeramente. IV. Realizar la extinción a favor del viento, siempre que sea posible. V. No perder de vista la zona extinguida. VI. No acercase excesivamente al fuego. VII. Coger el extintor por el sitio adecuado, especialmente en el caso de extintores de CO2. VIII. Precaución de no proyectar el extintor sobre los ojos. PAUTAS DE ACTUACIÓN ANTE UN INCENDIO: I. Averiguar el tipo de combustible, origen del incendio. II. Elegir el tipo de extintor adecuado. III. Situarse de espaldas al viento. IV. Revisar que el manómetro se encuentre en la zona verde, indicando una presión adecuada. V. Quitar el precinto de seguridad. VI. Presurizar si fuera necesario. VII. Realizar un disparo de prueba antes de acercarse al fuego. VIII. Aplicar el extintor a la base de las llamas. IX. Siempre que sea posible actuar por parejas. MANTENIMIENTO: I. Por parte del usuario. Cada tres meses hay que realizar las siguientes actuaciones. o Comprobación de la accesibilidad del extintor. o Comprobación visual de los precintos, seguros, inscripciones de placa y etiqueta de características, posibles grietas en las mangueras, desperfectos en el cuerpo del extintor. o Comprobación del estado de carga (peso y presión) del extintor y del botellín de gas impulsor si existiera. o Comprobación del estado de las partes mecánicas: boquilla, válvulas, mangueras, etc. II. Por parte del personal especializado: o Cada año verificación: estado de la carga (peso y presión), agente extintor (presión), estado mangueras, boquillas, lanzas, válvulas, etc. o Cada 5 años prueba de presión del extintor, caducidad del mismo 20 años. Modo de proceder al declararse un incendio: Una vez que el incendio se ha declarado, se debe proceder a su localización, luego su confinamiento y por último su extinción. LOCALIZACIÓN: Se entiende por tal no sólo ver dónde se ha producido sino hacer un estudio de las circunstancias que rodean al fuego, qué se está quemando, qué área cubre, presencia de combustible en las inmediaciones y cualquier otra circunstancia que nos ayude a decidir cómo atacar el incendio y con qué agente extintor, así como las medidas a tomar para evitar su propagación y las explosiones debidas a su presencia. 71 Es decir, su aislamiento. Para ello impediremos los modos de propagación del calor (radiación, conducción y convección); así, enfriaremos las zonas próximas al fuego (evitamos la radiación), cerraremos portas y portillos para impedir que se propague (evitamos la conducción) y cerraremos los conductos de ventilación parando ventiladores (evitamos la convección). EXTINCIÓN: Para proceder a ella nos basaremos en la clasificación o tipos de incendios: CONFINAMIENTO: Procedimientos de extinción: Conocimiento básico de las técnicas de enfriamiento, sofocación, dispersión o aislamiento del combustible e inhibición de la reacción en cadena: Ya se dijo antes que suprimiendo uno de los lados del “tetraedro del fuego” apagaríamos el incendio. Por tanto, los procedimientos de extinción serán: Enfriamiento; Supresión de la TEMPERATURA (energía de activación del incendio). Sofocación; Supresión del OXIGENO (comburente). Eliminación de combustible o Desalimentación; Supresión del COMBUSTIBLE. Inhibición de la reacción en cadena; Supresión de la REACCIÓN EN CADENA. Socairear el fuego, rumbo para que el viento aparente sea cero: La expresión “socairear el fuego” significa que la parte incendiada quede a sotavento, así las llamas irán hacia fuera, lo que impedirá que se extienda el fuego. Para conseguir que el viento aparente tenga “fuerza cero” tendremos que poner popa al viento real y ajustar nuestra velocidad hasta que las llamas, o el humo, asciendan en vertical. 8.6 ABANDONO DE LA EMBARCACIÓN. Medidas a tomar antes de abandonar la embarcación: Es importante decir que la decisión de abandonar el barco debe recapacitarse bien, en especial si no contamos con balsas o botes salvavidas, pues la permanencia en la mar hasta ser rescatados es dura y peligrosa. Si, al final, se decide el abandono del barco, los últimos momentos serán para preparar dicha operación: Actuar siempre con la máxima calma posible. Estudiar rumbo y distancia más directos a tierra. Colocarse los chalecos correctamente y hacer acumulo de cuantos objetos podamos llevarnos y que nos puedan ser útiles durante la permanencia en la mar a la espera de los servicios de rescate. Destrincar a bordo todo lo que pueda flotar. Dar a conocer nuestra intención de abandono a los demás barcos y al centro de Salvamento Marítimo correspondiente, bien por VHF canal 16 o al número gratuito 900 202 202 de éste Estamento público si estamos dentro del área de cobertura de telefonía móvil automática. Forma de abandonar la embarcación: Supuesto de un abandono sin disponibilidad de balsa salvavidas: Una vez tomadas las medidas citadas en el apartado anterior abandonaremos el buque teniendo en cuenta, si es posible que: Con buen tiempo, se debe hacer por barlovento, para evitar que debido al abatimiento el barco se nos eche encima una vez en el agua, y con mal tiempo por la amura o aleta de sotavento, así aprovecharemos el socaire proporcionado por el barco y evitaremos, un tanto, golpes contra el costado debido a la mar. Si los costados son muy altos, no se saltará directamente a la mar, sino que nos descolgaremos por cabos, escalas, etc. Si saltáramos directamente al agua lo haríamos siempre de pie, con una de las piernas doblada por la rodilla para proteger los genitales (especialmente en los varones) y el cuerpo recto, sujetando el chaleco salvavidas con una mano y con la otra tapando la nariz para evitar entrada de agua. Iremos totalmente vestidos, si es posible la cabeza cubierta, y descalzos pero con calcetines. Una vez en el agua nos alejaremos del barco para evitar el efecto de succión en el hundimiento, así como el riesgo de explosión o incendio. Permanencia en el agua después de un abandono: Siempre que podamos, deberemos: Actuar con tranquilidad y ahorrar energía. Adoptar posición fetal para conservar lo más posible la temperatura corporal. Permanecer agrupados, si hay varios náufragos, moviendo brazos y piernas para evitar su entumecimiento, pero sin hacer grandes esfuerzos. 72 Mantener la cabeza cubierta para evitar insolaciones. Procurar estar siempre orientados. Reunir cuantas cosas veamos a flote, pues nos servirán para llamar la atención de otros barcos a la vez que nos ayudarán a permanecer a flote con el mínimo esfuerzo. Uso de las señales pirotécnicas: Las señales pirotécnicas es una de las cosas más importantes que debemos llevar con nosotros en el abandono del barco. En cuanto al modo de usarlas, se hará siguiendo las instrucciones que, de forma indeleble, vienen impresas en las propias señales teniendo presente que los cohetes se deben lanzar hacia sotavento, para evitar que nos caigan encima y producirnos quemaduras, y que sólo activaremos estas señales cuando tengamos la completa certeza de que habrá alguien que las pueda ver. 73