revist a de a..rte - Portal de Revistas Académicas de la

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REVIST A DE . A..RTE
.
Publicación bimestral de la Facultad
de Bellas Artes de la Universidad de Chile
, ,
AÑO 1
o
JUNIO - JULIO DE 1934
o
NÚM. 1
CULTURA ARTlSTlCA
EL prohlema fundamen/alqueencuentra en .Chile una /enfativa de renovación arfística.
es un problema de culEura. Un país nuevo. sin fradiciones esféficas ní helIos monumenEos que
en naciones más anEiguas consfi{uyen viva enseñanza y permanente ejemplo. necesifa la
· creación de Un ambienEepropicio. que recoja y difunda la irradiación de los centros cu/{urales
más evolucionados. dando estímulo al mismo fiempo a nuestros valores élrfísficos incipientes.
En esfecéimino.c;onsideramos un paso definifivo la incorporación de una Pacu/{ad de Bellas
Arfes a la Uni~~rs¡dad. que ha venido a si/uar la cultura estéfica en el cen/ro mismo de la
educación superior. como un rec¿nocimiento del valor frascenden/al del arte enfre las elevadas
disciplinas deÍ espíritu.
·
Desde esfaposición. que por si misma dignifica los esfudios arfís/icos. corresponde a la
· Pacu/{ad ser el núcleo que coordine y orienfe esta enseñanza. impulsándola con amplitud de
criferio y espírifu progresista. Pero no sólo esta misión está reservada.a la Pacul!ad de Bellas Arfes. La conciencia arlísfica de un pueblo no sólo se logra mediante le enseñanza de la
cáfedra. cuya acción se limita a quienes una especial vocación desfina al culfivo del arfe. Es
cierto que el acer/ado logro de esfas vocaciones repercu/irá indudablemen/e en la cul!ura
general. Pero es/a acción indirecfa no oblendrá /odo su frufo si conjun/amen/e no se procura
la comprensiva reacción del medio. sin cuya hase el artisfa se produciréi como un fenómeno
aislado. sin raigdmhre profunda con el alma de la co/ecfividad.
En es/e sen/ido. una verdadera cruzada de difusión arfísfica es hoy día necesaria. Y en
ningún dominio más urgente que en /odo lo que dice relación con la cultura plástica. Ella es
un terreno casi virgen aun. por la razón muy explicahle de que las artes plásficas. dada su
nafuraleza. no pueden difundirse fácilmenfe como la liferafura o la música. Se necesi/arían
huenos museos. hermosos monumen/os y consfrucciones arqui/ecfónicas de valor para mejorar
en eSle senfido el nivel del gusto público. Es posible que esfe ideal sea re¿dizado en el fufuro;
por el momenfo. dehemos recurrir a 105 medios a IJuesfro alcance. y ninguno falvez más opor/uno y eficaz que la edición de una revista de Arte.
Elia estará destinada a ser para el púhlico un guía comprensivo. que lo incite a interesarse
por los prohlemas artísficos. los cuales se propone desarrollar en vasto panorama histórico.
sin exc/uir nada que presenfe un aspecfo significativo. y dedicando especial atención a /oda
· manifestación valiosa del arle de nuestro país.
2
APUNTES
SOBRE
PABLO BURCHARD
U
.
extensas
NA actitud, un gesto muc1,as veces
inadvertido, nos suele revelar el
sentido total de una vida, los rasgos
perfilados de un carácter, COIl mayor
evidencia psicológica que prolijas y
· f'las. A SI,'
blogra
,
para nuestro pro po-
sito de esbozar la personalidad de ese puro
arti"ta, que es don Pablo Burchard, no des-
mane ció aún en su asiento. Pensamos que, Jada
la r~serva del artista y su repugnancia instintiv~< por la ,polémica, .11ubía esperado ese momento para darnos su opinión. Pero nos engañábamos. Con ese tono Íntimo.y confidencial
c;uacterÍstico d,e don Pablo, n~s dijo lo si,..,
guiente: «(Durante la discusión tle·estado observando ;tentamente la maravillosa luz de esa
su m:lyoría, que se habían congregado en una
ventana, y el talla gris platea,lo que da a l.,
atm6sfera de esta pieza sobre el fondo neutrO
de la muralla. Es admirable, 'y desearía viva-
sala de la Universidad para debatir problemas de arte. La discusión era apasionada, y
mente pintar aquí algunos estudios. ¿Me permitirían venir Je vez en cuando con mis
en medio de la vi veza de la argumentación y
pinceles y mi caballete?»
la prontitud ingeniosa de las réplicas, costaba
tmbajo hacerse oír. Don Pablo, sereno y concentrado, guardaba sile!lcJo, dejando vagar su
mirada por el lÍmbitode la sala. Cuando ter-
ComprenderÍa mal el espÍlt·itu del artista
quien interpretara este rasgo, tan hermoso y
espontáneo, como una muestra de orgulloso
minó la sesión, y todos hubieron salido, per-
por la opinión ajena. Nada más opuesto a la
deñaremos recordar
Ulla
pequeña anécdota.
F ué en una reunión de artistas, jóvenes .en
aislamiento, de displicencia condescendiente
3
plrItu es juvenil y sU arte nOs da
el ejemplo de tina continua renovación; pero en el incesante vaivén de
las teorb.s estéticas, conserva esa
miraJa penetrante y velaJa Je suave ironía Jel viejo lobo Je mar
CLU1Udo
el joven marino, sobre el
mapa Jesplegado, le inJica la ruta
y le previene de los peligros Jel
.
oceano.
La ley del atavismo art~stico se
com prueba una vez más en el caso
Je este pintor. Su paJre. don Tea"
Joro Burcl,a«l, fué un Jistinguido
arquitecto alem~~n, que se vió obligado a emigrar de su patria durante
los trastornos po1;ticos de mediados
Jel siglo 'tue pasó. LlegaJo a Cl,iBURCHARD.-«Begonias»
~~aliJ"JJe su carácter. Pocos artistas l,emos
:~pllociJ o que posean en tan alto graJo como
le, como muchos emigrados ilustres,
formó aquí su hogar, y puso su talento al
servicio de esta llueva patria. A él debemos
compás 'Je teoría,'i' más entusi~lstn8 que pro-
la con"trucción Je varias iglesias de estilo gótico, como el SalvaJor. la capilla J e la Asunción y los Doce Apóstoles Je Valparaíso,
elestruíJa por el terremoto Je 1906, edif¡cios
que permiten juzga,.]o como un arquitecto Je
indiscutible m~rito.
En el taller Je su paJre recibió el joven
BurcIlard su primera inicJlación artística. Su
padre quería hacer de él un arquitecto, y,
baJas, pr~blemas que para éll,a" sido vitales
aunque el despertar de su vocación pictórica
;:,rc:buscas, dolorosos ('omb:¡tes interiores, pre-
desbarató estos planes, esta inicial disciplina
;,fiere
estética Jejó para siempre profundas huellas
J'?11 Pablo esa. moJestia verJaJera, que provi'~né J10' JC',de,"i('on6anza' en su v:llor persona],
·.,i"o:Jo ,la granJeza ",isma Jel iJeal que se
11an p;op.tI~sto como fin de una vi,da cntera. Y
as; '~omo un, gran m.Ístico alemán decía: «Sólo
quien conoce .a Dios., snbe guardar si1encio:&,
don Pablo, cuamlo se JiluciJall ruiJosamente.
al
ab'stracl'se en 1:1 maravillosa luz que entra
por, tll1:1 ·vcntnna. Así como el movimiento se
'p¡-úeba :1Ilc1nndo, el al,tista,
si
en el espíritu del artista.
De su primer maestro Jan PeJro Lira,
cernos, no ticne mejor ar~llmel1to que mostrar COluerv:t, Burchnl-d, un recuerdo l1eno de grasu obr:¡creada. D"ítP"blo, simpatiza rOIl la . titucl y simpatíá\~ -«Lir:t), úó's dijo en ¿jeda
3u{lnc'i~ rellovnclora de los jÓVCJleS, pues su es- ocasión, era un profesor cOllciet1~uclo, I10nrado,
quiere conven-
4
que dominaba perfectamente su oGcio,pero
singularmente limitado en su visión de artista.
En sus últimos años, se acentuó en' 'él la ten-
dencia meticulosa a copiar el natural, de la
::ual se apartó un tanto di.l1'allte sUs peregri-
naciones n· Europa, época en que loealizó sus
obras de mejor estilo •.
Después llegó a Chile Alvarez de Sotomayor, el español que con su pincelada ágil
y fácil y sus asuntos de vivo carácter r.e,gi.ol~al"
o de seductora amplitud decorativa, atrajo a
la juventud y causó. en el reducido amb'iente
pictórico, una verdadera revolución. Todos
los
disc;pulos de Li"a desertaron. Don Pablo
fué el último en acudir al lluevo maestro.
_« El arte de Alvarez de Sotomayor nunca
me sedujo. Hay que l'et.'OIlQCer a este maestro el 'haber ensanchado el horizonte de la
juventud, mostrándole posibilidades ,más
_(!:Ninguna influencia apreciable Jejaron
en mi esp;ritll Lira ni Alvaroz de Sotomayor,
Aprend;, es cierto, de ellos la disc:pliña indispensable para la práctica del oGcio. Pero
la visión pictórica de' ambos maestros nunca
me satisfizo. Llt'a insistía eu la copia inme-
diata y servil de lanaturalez", mientras Alvarez de Sotomayo1', por el contrario, enseñaba
un estilo de composición absolutamente- con-
vencional. Elltre ambos polos oscilaba mi inxeperiencia juvenil. Pero una" ccrtidurr;bre
interior .me decía que en lli'ngti'na de esas d,irecciones .encontraría el 'verdacl'e'ro -arte. Mi
interrumpido aprendizaje de l~- ,~r'luitectura
me vino q dar una luz ~impre;vista en: esos mo-
mentos de incertidumbre. Se· trataba
,':',1
vastas· que ,las prometidas por ;tm arte tan
limitado como el de don Pedro Lira. Pero,
en otro sentido,
había, en
Lira más sinceri-
dad y honradez que en las' composiciones
atrayentes"
pero:,: .sin consistencia, de este
pintor de estilo fácil y, comercializado>,.
Esta es la breve histori;' del aprendiza.ie
escolar de don Pablo Burchard. La histot·ia aparente, exterior, que podría omitirse,
pues
110
nos da la clave de la formación
íntima y verdadera del artista, que es necesario ,buscarla en los senderos. solitarios
que él ]ln 1'ecan-ido con 1:1 cabeza ergui.da" '
ágil Y voluntarioso, rastrea-ndo su propIO
canuno.
Tratemos mlls bieIr de reproducir lns
palabras ,que en algunas. ocasiones.le hemos
csclIclJaJo, cargadas "de la expt'esió"n íntima
de
UIl
mISmo:
pensamiento "siempre sinccl'o .consigo
BURCHARD.-Ramos de flores
de s~,1ir
5
de la encrucijada que me proponía, por una
parte, una pintura naturalista, y por otra, un
convencionalismo que me causaba profunda
decepción.
Y
entonces compt:endí la enseñanza
que significa para un pintor un arte como la
arquitectura, no inspirada directamente en la
naturaleza,
y sin embargo, bella y expresiva
en su pura ordenación de formas. Este fué
punto
de
el
partida que orientó mis rebuscas . en
10
sucesivo. Nunca aJmitÍ, por lo Jel11ás. que
un arte como la' pintur.a\- que ti'ene' sus leyes
propias e ineludibles; debiera divorciar~e totalmente Je la naturaleZa, hasta el punto Je
convertirse en un lenjurtje conveilcionul y
ab~tracto. El 'pintor debe mU'l1tener un comercio constante con -lf.l:' Wl.turaleza, pues son el
i':
Je que la obra de arte fluye del artista y se
incorpora en una visión ol)jetiva.
.AsÍ planteado el problema Je la creación
pictórica, se robusteció eu mí la certidumbre
de que las leyes de esa creación no deben
buscarse en
los.
objetos naturales, sino en el
espíritu y sensibilidad del artista que ordena
los colores y las formas. Y estas leyes del
color y de la forma, a mí me parecen tan
clara, y evidentes como las que rigen la arquitectura o la compo$ic~Qt1. musical. Hay un
verJadero ~e!ltido musical del color, y quien
no lo sienta
CO.11
agudeza., debe renunciar a
la pintura.! Para-,mí,
una tela,
lo<':~i-~-~;o
los
colores «cantan:!> en
que cal~tan los instrumentos
en ulla sil1f~'f.lí_a.,-, Log-rar este canto' armonioso
recursos e:xp~esivos.:, pero:~l artista ~ebe 'dominar estos eJer:nentos 'para crear, 'su' obra, y no
Je los colores ha sido para mÍ. el objeto de
mis esfuerzos. Hay una satisfacción íntima y
profunda cU'::wcto se obtiene, y creo que el
ar'tl.8ta 110 ,debe a,~pl1'ar a 'otra recom,pensan.
limitarse a copiarlps como su esclávo fiel.
R'ecuerJo una experiencia 'ihe ·-fué para mí
decisiva en este set¡,t,ido:'(Jn"riu·de que, paseaba por el campo~",~-bserv~ una mata de cardos, y recibí ,una intel~$a' impresión de be1leza.
en
Acudí otro día a pil1t~~J~::'-pero tuve uria gran
ser meJitado.
fenómeno lumilloso
las formas" naturales la
fuen!e: inagotable ~e" SU i'nspitación _y de sus
La formació~~ de
nuestro arte
este maestro aparece
CO'-rÍlo un CtlfSO
único, digno
~s¡
de
l,abe~: salido del país,
(lecepción: la matade'Cardos"me pareció vul- :,exento de toda influencia '~tue directa o indigar, como si la obrqde ttllmalefi,io lahubi~"a rectamente pudiera guiar Slt labor, por los solQs
transformado. N o me '9~:,~';'niJ?'é p'ol' esto,' p;~l~:'( rec,íi:sos de Su sensibilidad y de.sll investigasando que, el fenóniell~:er"'tlebidó a un efect;~' ción concentrada, este autci.~didacta admirable
ele luz. y clurallte alg{¡n·Ú.etllP()' e'''pié _el ,111,0- l,a llegado:a descubrir un camino que, aunque
mento en qu.e los., t,ay,os .~ J:t~L_:.~QL xev.rstier.~'ú: perfectament"e "or-igi'nal ,-::";:~s,: el camino, mismo
nuevamente.·,,,! carclo de la belleza, que habb de todo el !1lOvimiento al'tÍstico moderno.·Con
entrevisto. 'Fué inútil; el milagro no se volvió ingenua espontaneidad, don P ,,1.10, después
a repetir. Esto 'me l1izo medit:ll' largo tiempo, de relatarnos el clu·ioso proceso, de sus rebus11asta que. adquirí la certidumbre de que esa cas estéticas, 110S decía: -«A veces pj,enso que
belleza ,no estaba en el e-ardo, ni tampoco en el largo ü-ab"jo 'lue me lle tomado para llegar
Jos rayos del sol, 81110 en Ulla cspecLul .dispo;. a n'u certiJumb~'e actual, es completamente
sición de mi espí-ritu' (pie eu un momento pr-o- inútil. Todo lo que lle encontrado tal vez
picio había armonizado ·1n. visión "exterior y estaba ya descubierto desde hace muchísimo
mi vida Íntima.
Eso
me confirmó ,en la· iJea
tiempo».
Si"
No lo creemos asÍ. Lo que para nosotros
da un alto precio a la pintura d,e Burchard,
es su acento inconfundible de sinceridad
y de creación original. Y esto no se logra
jamás con palabras aprendidas a otros maes-'
tras, por más grandiosas y evidentes que sea!1.
La pilltura de don Pablo no 1I0S recuerda a
otra pintura. La emoci.Ón que respira y los
hace mucIlos años, algunos cuadros de estt"
artista, que tuve oportunidad de ver expuestos
en un salón. Una fuente, árboles. jardines,
todo en una coloración clara y diáfana, de
una luminosidad pura, algo candorosa. Asocio
esta imagen a la de ciertos (fliedel'» alemanes,.
impregnados de virginal frescura.
Pnsó largo- tiempo antes de que volviera a
to.mar ,,:contacto
recursos de q1!e
se vale' para
con la obra de
expresarla son
este pintor que,
tínicamcnte su-
soli tario por
.
,
c·o n v 1 e e 1 o 1¡ ,
siempre ha es . .
.
yos. Pero, en
virtud de la
esencia algo pa~
radojal de la
.,
creaCIon
.
.
quivado la pu"
blicidad. Sólo
en el salón de
1932, pudil110s
.
artls-
tlca, mIentras
más personal
admit'ar un ellvÍo que, a nuestro juicio,. ,:P1·e.-
sea la obra, con
mayor ft1erza
trasciende de su
marCo proplO,
"'" sentaba la ll1~S
bella calidad
para entroncar. .
se a las tradi~
ciones del gran
todos los all i
reunidos.. El
arte de todos los
tIempos. El
artista ele años
atr~s se hab; a
pintor, preocu-
pado de tradu-
transformado
1,asta el puní o
cir su espíritu
ele
con sujeción a
asombro. La
frescura de la
paleta y la in-
las leyes plásticas del color,
pictórica entre
BURCHARD.-Rett:ato de niño.
11u
logrado ese raro «JesiJel'atum.1> que consiste en realizar sobre la tela una pi'utul'a, que
es auténtica pintura, y nO algo que sea- más O
menos que una pIntura,
Recuerdo la impresión que me produjeron,
timidael Je la
causarnos
VISlon se conservaban exactas.
Perú .~u trabajo evidenci.aba mucho mayor
disciplina en la elaboración de las formas, y
sorprendente l'iqueza colorista animaba
su~ telas. P eque.iías 11atura lezas muertas, temas
sen~illos y ¡allDi Ides.~~alzado~. con"Ulla"t)laNtria ya segura de la plenitud de sus fuerzas.
Ulla
7
Una vez ad<Juirida esta madurez esplénse
cosas un destello de fugitiva belleza, sino con
gesto dominador, sabe, conferit· la belleza a
l,;,onuncia rápidamente. Así lo I,a"demostrado
~l>magl1i.fico envío al salón del riño pasado.
Como los buenos vinos, la pincelada de Bur-
su antojo a todos los' objetos que ilumina con
su mirada.
y cuando contemplamos esas pequeñas obras
¿l;da, l~' Ii~e~ ~~c~l1siol1al J~ '~ste' "p-ii~tor
~ilatJ se ha vuelto densa y capirosa.' Concentra la luz en los objetos y los llace irradiar
maestras que se titulan «Begonias», «( Ramo
de flores», «Guindas), o «Peras al soL), sen-
rÍlezclan en 1~ trama v.;viente de la ,composi-
timos que don Pablo ha conseguido el ansiado
milagro de hacer cantar los colores en la tela.
Canto varonil y vibrante que nos "llnce co-
ción en que toJo luce- espontáneo'~
mulgar con el espíritu nobilísimo del arti8ta.
como puros esmaltes, como ':finas ped'ierías en
,'{usÍ'ón. Rojos, amarillos, 4.zu]es brillantes, se
y," sin emhargo, sabiamente coordinado. El artista, <Jue
I-.il ,aprenJ iJo
"el secreto, ya
110
_espía en
las
"
"
BURCI-IARD.-«Peras al 501»
Cnrlos Humeres S.
8
ARTES DEL FUEGO
/
LA CERAMICA
A
.
.....
/'
LLA por la infancia Jel munJo.,
el hombre primitivo echaJo junto
a las cenizas Jel fuego que Jaba
lumbre a su guariJa, Jetuvo U11
día los ojos sobre Un acontecimiento nuevo para su obscuro y virgen entendimiento. Atónito miraba como el lecho Je
greJa Je su hoguera se había enJureciJo por
el contacto Je las llamas, y como esa Juctil
y suave materia_la greda_se tornaba de encenJiJo color rojo por obra y gracia del fuego. Quiz~s pasaron algunos milenios para que
sU ruda inteligencIa concibiera las toscas alfa ...
re·~ías que hoJ . día desentierrml los arqueólo ...
RAUL CARVAJ AL. -Tocador de acorde9n
OcciJental, algunas centurias antes Je la era
cristiana, se warea un salto prodigioso en el
incipiente arte cerámico. lU n vaso frágil y
poroso de tierra cocida es recubierto de un
flujo vÍtreo. Un segun Jo fuego se encarga Je
unir los dos elementos y ns~ aparecen las pri-
meras greJas viJriaJM • Los Jiestros alfareros
clúnos siguieron en su afán y pocos siglos después producen los primeros gres. De las gredas vidriadas 'atgres de 'los viejos' coreanos,
verdaderas proto-porcelanas, llay un avanCe
bien significativo. En el gres la acción del
gas entre otros testimonios dejados por las
fuego es m:is profunda: funJe la cubierta vítrea y llega a vitrificar] sin fundir, el cuerpo
terroso Je la pasta cerÚmica. U II gres fabri-
civilizaciones arcaicas. ¿Por qué caminos si-
cado con arcillas blancas-prioci palmente cao-
guió este arte que 110y día vive una época de
perfección?
En la antigua China O tal vez en el Asia
lín-y oh"as materias que no a porten
colora-
ción a la pasta. se deja atrav~.sar por los ra-
yos de la luz. Era ]a transparente pOl"celana,
•
secreto que los chinos supieron guardar al
precio de tortura y muerte para quienes lo
revelaran.
Entretanto, desde China, volvamos nuestros ojos hacia el Occidente.
Los artíEces de las viejas civilizaciones que
lloretier9n en torno nI ...t\sia Menor, buscaron
también en el fuego un seguro aliado para sus
creacion'es. Los ,egi pcios. vidriaron sus iJoli-
micas, adquiriendo un lustre mágico cuajado
de sorprendentes irizaciones. Las mayólicas
de España encontraron un eco en Italia, desarrollándose allí un arte de sello distintivo.
De Italia se extendieron al resto del continente y el Renacimiento encontró a las artes
,ce'rámicas en 'pleno d.esarrollo.
Los ceramistas renacentistas no alcanzaron
la milenaria técnica de los chinos, ,ni el colo-
110s de ,barro cocido. Los caldeos realizaron
sus frisos monumentales enladrillos esmaltados a fuego. Pero son los persas, los sabios
Q,1aes~J,'Qs, quienes Jan' a la cerámica un esplendor incomparable..Combin:\ll sus vidriados
eon d~fer~ntes c,o,mpuestos metálicos. Del' hierrO obtieheJ~" 'Jós 'rafas" ,oc~es" 'y amarillos; del
cobre ,Jo,$:.,v~r~es;' del' oro,,',,:,cal'mín, p~rptlras y
r~sas; A~;'mu1tiplical1;Í!'ág¡camente ~l color
y há~en;, 1m h~lIázgoJ,e larga'trasce,ndencia:
con ay';Ja',_del estaño .logran enconti:ar' un vidrio que al fundir revoca de un blanco nítido
y opalescente la superficie del barro cocido. El
artífic~ persa dispone así de un fondo ideal
para hacer jugar la transparencia del color.
Esta rama del arte persa se practica hasta hoy
d;a con el nombre de loza blanca estanHera o
mayólica.
El arte inimitable de los persas no trascendió a las civilizaciones de la EUNpa. Sólo
los árabes lograron llevar a España unos de
los elementos esenciales de la cerámica persa:
el esmalte blanco ,1 e estaño. Los árabes españoles, en sus mayólicas, no buscaron el juego
del color. Pero, en cambio, por medio de las
llamas lograron reducir al estado metálico los
compuestos del cobre que decoraban sus cerá-
rido persa; pero, sus obras en que se refleja
todo el espíritu de aquella época, afrontan
dignamente toda comparación.
Los portugueses comenzaron
comerciar
porcelana china por el siglo XII. Quimera
constante de brujos y alquimistas fué la de
reproducir esas «brujerías:& que venían del
oriente. En 1470 el alquimista veneciano
Antonio lograba fundir una especie de porcelana que lJamaFon .porcelana ficta •. Sólo en
1709, un buen día el alemán Boettger, tratando ele fabricar oro, encuentra (~asualmente
en el fondo de un crisol el precioso, secreto
de los chinos. ,Años más tarJe comienza a
fo.rmalizarse.I a ciencia química, y con la ap1 icnción de sus seguros métodos de investi,gacióll
,va .descorriendo paso a paso el velo al miste
rio chino, al ,árabe, al persa.
Hoy ~Jía el arte _.cerámico, fueilte, múltiple
y univer~al, vive una de las horas m&s inJende su historia.
Comienzmt en nuestro país los pt·i m eros..
balbuceos de una infancia. Y hay esperanzas
de alcanzar un arte joven y viril.
'::" ",,':'
,~---",
a
la
;as
René Mesa Campbell.
"---="--'""--~ '-~'~""""'"=='~"=.".=-==o,--==7.===_=====~.-,,,,,~~.
__
~.
10
EL VALOR CULTURAL DE LOS DISCOS
N todas Ls obras que analizan la
comprensión artística, se dice que la
música es un arte del tiempo: trans_
curren en -el tiempo sus manifesta. . .
E
ciones, y 1, inteligencia de ellas
depende del proceso subconsciente de reconstrucción, hecho en forma automática, al agrupar nuestra mente los sonidos en trayectorias
de diversos elementos; fórmulas equilibradas
de . trayectorias que sentimos COIl Causas y
efectos, y que llegan a darnos la evidencia de
esa arquitectura intangible que es la forma
musical.
El acontecer en el tiempo, hecllO que reLciona la música con sus 'históricas hermanas, -,
literatura y danza, I,a creado en la humanidad
la preocupación intensa de buscar expresiones
visibles que perpetúen la obra de arte y permitan reconstruirla. Fuerza es confesar ,que la
.',:uerte de estas tres artes es bien '·diversa:
mientras la literatu~a ha logrado, con la palabra escrita, hacer imperecederas sus creaciones, y la danza por su índole misma y por
el destino diverso que le l,a cabido en nuestra
cultura, 110 llega tod:1.vÍa a cristalizarse en
formas organizadas, la música sigue dependiendo de un sistema necesariamente imper ...
fecto, canto es la descripción gráfica y silenciosadel sonido.
Nada más evidente que el carácter fugitivo
de las manifestaciones musica1es que las bace
fatalmente perecederas. A través de un medio
incompleto como es la escritura, bay dos artes:
uno mudo, que habla a la imaginación del
inIciado, y el otro, que suena," exteriorizado~
comunicable, y en verdad, el· fin único de
algo destinado n. expresar la belleza forjable
en vibraciones acústicas.
Si pensamos en este carácter de cosa que
transcurre en breves minutos que tiene la mú-sica, si consideramos que una vez interrumpida
la tradición personal, nunCa escrita, y parte
obligada en la enseñanza del ejecuta;'te, no
],ay modo de volver a reconstituir el sonido
que fué, 110S explicaremos porqué la mUSlca
ha pasado tantos años 'por un arte joven y sin
historia, nomá. antiguo ''1ue el siglo XVIII
y lleno de obscuridad en la exacta comprensión ele las ob-ras de sus períodos pretéritos.
Este -carhcter perecedero ,le la mtísica, no
sólo debe considerarse respecto~ de']a. malli~·,
f¡'staciones de época~ lejanas; en realidad,
'alcanz~, a- tod~,.17<~j,e~~~~9n musical, que exig~
a cada paso elé;;;;,';if6~~ifíciles de reunir, y
cuyos resul tados dependen de circunstancias
imprevisibles, de disposiciones Íntimas del artista y de las condiciones del ambiente en que
se ejecuta la obra. Nada es tan deseable como el pocter conservar "en alguna forma, siquiera, estos momentos ,únicos de.la 'vida-·' musical.
La lucha del compositor para dejar esta",
pada en forma inequívoca su intención,. de
manera que ésta no dependa sólo de la inteligencia del ejecutante excepcional, 10 ha llevado
a buscar m;l maneras de auxiliar la 'escritura
musical, con frases y explicaciones que rebalsan los términos clásicos del italiano interna
cionulizado. Se recurre a asociaciones de -ideas,
a sugerencias extra musicales que hagan sitUÜ1'
la obra en un ambiente determinado.
Por esto, la idea de una ,.fotografía» del
sonido, que 110S permita en cualquier momentotener a nuestro alcance las obras musicales en
su forma más auténtica 1 y ejecutadas en las
cOlldíciolle,~ de mayor perfección, es un ideal
11
que Jos músicos del pasado sólo pudieron
.
'
lmagulur
en
-
suenos~
,-Pensar cómo ser,Ía ]~ historia musical SI
nOS quedara un medio de evocar la sonoridad
de las teorías de citarortas griegos~ en sus procesione.r; majestuosamente concertadas, el canto
(le
los monasterios
mectioeva]es o
los
misteriosos
conjuntos ·de la, época gótica.
Qué documento artístico más impresionlJllt,~
y evocaclor, sería tener a nu~stro alcance una
de esas ejecuciones dramáticas 'del Renaci-
miento, que 1111 Monteverdi, por ejemplo, dosilic;tba con tanto esmero, o'. alguna de las
grandes obras de Bach; interpretadas por él
mismo .. Desaparecerían toJas l1uestl'as Judas
acerca de la exacta siglliEcacióll ele esas pau-
tas escuetas, destinadas casi a simples ayudamemoria de intérpretes informados al detalle,
"<le lo que en la música no se creía indispensable consignar.
.
Fuerza es reconocer que el Jescl~brimiento
.le la grabación gramofónica abre posibilidades insospechadas, tanto eu 10 que s,e refiere
a la reconstitución del pasado y a su divulgación, como en 10 que toca al presente, que
se, conservará en ]o,s tiempos venideros con una
fidelidad y exactitud hasta ahora desconocidas.
Todavía 11ay otro aspecto importantísimo
entre las ventajas ele la música encerrada e-n
las matrices de acero que se reproducen casi
al infinito, y es la posibilidad de organizar
bibliotecas, en que las obras que no están de
actualidad o cuya ejecución supone medios
Jifíciles de reunir, puedan ser escucllaJas a
voluntad.
Si se piensa en la desproporción fantástica que lluy entre lo que yace en ,el silencio
.le las bibliotecas, y que de año en año se vuelve
objeto arqueológico, y el nÚtl)erl', ...~dllcidísimo
.de producciones musicales q~e:~'se .oyen en' los
conciertos, hay que convel1l1' que la música
encuentra, en su condic;=ión de tener que ser
exteriorizada y e11 el hecho de que esta exteriorización dependa, en buena parte, de las
preferencias del auditorio, uno de los mayores
obstáculos opuestos a su desarrollo.
;,Son, acaso, siempre los más perfectos preludios y fugas de Bach, las sonatas mejo,'
caracteriz,¡:¡das de' Beetl10ven, o ..las creaciones
m.i's salien;es Je ,mú~ica,_ de cá~ara las obras
que se inscriben en los programas? ¿N o llay
una incue.~tionable rutina en la composición
de estos «menús» estereotipados, que los ejecutantes, casi, siempre, hacen más que con fines
de dar a conocer el arte, COI1 el objeto de pre
sentar sus aptitudes frente al público, en obras
que ~ste conoce de sobra, y en las cuales
puede entregarse a su placer fnvorito, el de
los cotejos y comparaciones?
Al~n cuancIo; ':'gracias a" la enorn)'(! difu.~jón
que se ha logrado por ediciones de divulgación
y antologías excelentes,. y p0l," conci'ertos, que
deliberadamente toman aspectos eJucativos,
se ha progresado mucho frente a la limitación
de los programas, queda un enorme campo,
una suma incalculable de belIezas escondidas.
que no se revelarán suGcientemente mientras
no existan, siquiera en los conservatorios, bibliotecas S0110ras que permitan, al que está
animado del deseo de cultivarse, conocer de
otrO modo que por la simple lectura o la
transcrjpción inadecuada en el piano, las proJuccio~es musicales que se 0Jen de tarde en
tarde o que no se logran jamás ver inclu~Jas
en un conCIerto.
A
pesar de estas ventajas fácilmente comprensibles para el, que .. piense ,UU-')U10Illellto en
el aporte '[ue fué el descub,~·i~;;~llt() de un
12
medio como el gramófono)a grabación de discos ha encontra'do, de parte de muchos, una
oposición sistemática.
Desde luego, se han l,echo reparos de orden técnico que se dirigen a la forma de captación del sonido, a su reproducción. y a un
;.l1convenÍente bien serio como es el seCCiOl19.miento de la audición.
Otras criticas han ido al aspecto artístico.
La ·((música en conserva», COnTo·'se,'ha,llamado
despectivamente' en Alemania la grabación de
discos, ha venido, para muchos, a ser un enemigo de la afición musical y, junto con la
rad'io, (con la radio difusión artística. se. entiende) ha mermado el campo de la "hausmusik., la música del hogar, y con ello el
interés por estudiar, que antes daba medios de
vida a mucha· enseñanza particular.
Los reparos técnicos SOI1, en verdad, los
(lue tienen mayor fundamento. Cuando la grabación el,e discos se inició,. y sólo conocÍamos
aquellos aparatos .gangosos, provistos de gran-des cornetas y de unos discos en form" de tubo. 'fue ,se guardaba" entre algodones, o con
papeles estañados como los cllocolates, nadie
poJín, fuera de los iniciados, pensar que de
semejantes aullidos l,abía de salir algo artístico; pero pronto 'la cosa mejoró, los discos
planos y las victrolas trajeron un primer estado
de positivo valor cultuml. El repertorio cambió, aunque no se- grababan obras, enteras.
Fácil es recordar aquel!.". oberturas de los
Maestros Cantores en un lado de disco, recortadas sin piedad, o esas sinfonías de Beethoveu reducidas a sinopsis musicales.
El paso decisivo fué, sin duda, la implantación elel procedi miento eléctri co de grabación. La orquesta tomó volumeu) los instrumentos g.'ll1UrOil en claridad y ,el..repertorio
de las casas editoras se fué volviendo de día
,.
,
en (H1
J mas, wtcresante.
En el presente, a juzgar por ediciones recientes) scbre todo por ediciones de ciertos
países que han dado en el modo de hacer
1buenos discos, porque parece lulber algún secreto de fabricación que no se ha divulgado
en todas partes, la edición de grandes obras
va llegando a un estado bien satisfactorio.
La captación del sonido ha mejorado; ya
no son los micrófoIlo's-- puestos frente a cualquier orquesta corriente y multiplicados entre
los instruméntos menos sonoros, a: trueque ,de
deformar las proporciones del conjunto, ni
esos discos de canto en que' los artistas waglleriunos aparecían a flote en'el oleaje orquestal,
como si cantaran una cavatina rossinlana. Hay
ediciones recientes que son una tnaravilla de
claridad, de ponderación y de equilibrio mn·
sical.
La reproducción también ha mejorado
los modernos aparatos, que permiten una mayor extensión del sonido, que evitan el abultamiento del baj'o que hacía Sonal' cañonazos
en los pizzicatos de un instrumento de .cuerdas
grave. Los filtros ¡,an hecllO desaparecer todo
ruido de aguja, y procedimientos cuidadosos
permiten que las obras se oigan- exactamente
en su tonalidad original.
Si ha esto agregamos los muchos medios
destinados a evitar el seccionamiento d~ la
música, sin duda una de .las condiciones más
desagradables de toda audición de discos, co~
mo ser Jos aparatos de varios motores, y últimamente el sistema admirable de los d¡scds
lentos, debemos concluir que ya estamos próxi ..
mas a tener ,3 nuestro alcance verdaderos ins-trumentos con todas las posibilidades que pueden pedirse n una máquina artÍstica.
Quedan, sin duda, problemas por resolver:
falta aún claridad en ciertos instrumentos, ca ...
mo el piano, que siempre suena como un plano
malo; falta diferenciación entre los registros
en
de diversos grupos instrumentales~ e ir resueltamente a la grabación de las partituras tal
como los autores las han soñado, mejorando
aún el rendimiento de las orquestas corrientes.
Sabido es que hay siempre una diferencia
notable entre el contenido de una partitura y
su realización, diferencia que no es enteramente atribuible a defectos del conjunto, sino
a sonoridad es de planos distintos, idealmente
calculados, a Jetalles que se pierden en el total de la trama sinfónica. Esto puede corregirlo la grabación, y ya lo ha hecho en obras
que se oyen en los discos con una claridad
que nunca una orquesta llega a conseguir.
Ahora, pasando a la otra crítica fundamental contra la grabación de discos, que la señala
como enemiga de ]a ,afición musical, creemos
que tampoco tiene una base muy sólida. El
músico nunca' prescin-dirá ele una buena ejecución real, ni el que tiene verdadera vocación
por el arte se contentará con adquirir una biblioteca de discos en vez de estudiar pi.ano.
Lo que va desapareciendo sÍ es la señorita
que estudiaba por fuerza y que tocaba mal.
Tampoco se deduce de esto que se oiga menos
música que antes, p"tles donde hay amar por
el arte, se cultiva la música en todas sus forruas a la vez.
La música mec~nicamente reproducida no
podrá jamás substituir al ejecutante
en caU1~
bi o 'le dar~ un conocimiento general del arte,
que le ahorrará viajes, y. que lo h'ará estar
frente a un número tan considerable de obras
como nunca antes lograba.
No puede pensarse, en forma alguna, en
una oposición, ni ruenos en una competencia,
entre los medios mecánicos de captar la mú.sica y de reproducirla, y la ejecución reat
,ni aun cuan'do estos medios lleguen a una
perfección que todav;a no han alcanzado. Cada cosa tiene su plano y su lItilidaJ: ~l con1
cierto
COolO
concierto, en el que interviene
U11
factor único de transmisión personal" y los
Jiscos, ya sean oídos directamente o por radio, como difusión del concierto escogido y
como manera de conocer música. Hay que pensar que en las cusas1 hasta el descubrimiento
de la grabación gramofónica, no se familiarizaba
el aficionado sino con la producción pianística
abordable al común ejecut<lllte medio, o con
una que otru obra de música de cámara que
llegaba a o;rse en forma pasable; (no nos referimos aquí a los hogares excepcionales en
que existía un culto técnicamente perfeccionado
del arte), en cambio ahora es posible que llegue hasta nuestra intimidad toda la música:
la obra salística, los conjuntos de cámara, la
producción sinfónica y las ejecuclone... de grandes masas corales y orquestales. ¿Cuánto tiem-po habríamos tardado en Chile en conocer la.
obras de' Wagner, o los oratorios de Bach y
de HandeI, si no nos hubiesen llegado las
ediciones completas?
,p 01' esto, no es posible mirar la audición
de discos como substituyendo el concierto, sobre todo substituyendo el buen cOl,lcierto. El
disco es ya un auxiliar de la cultura y lo ser';
caJa día más.
•••
y
En varias revistas europeas se ha hablado
últimamente, de organizar en forma coordinada la difusión del disco bien editado. Existe,
como en toda cosa que es tomada por el ínt~­
rés comercial, doa enorme masa de grabaciones que no valen como arte, o que adolecen
de defectos técnicos; se tratarÍa de hacer un
catálogo general por autores, con opiniones
críticas realmente imparciales, un verdadero
libro oficial en el que se inscribieran sólo las
obras que puedan señalarse como auténticas
14,
PQr los entendí,dos o por los autores mismos,
i.nteresados' en' dejar estampada su intención
precISa.
La revista alemana .Melos', babIa de este
índice general y M. H~nry Prunie"es, en la
R~vue Musicale, propone la creación de un
«Museo de la Mí"ica», en el cual habría un
departamento ele gra baciones art~sticas . No es
la Discoteca del Estado, COmo existe en algunos ~,países, verdadero' amontonamiento de
todo ,10 que saje, si110 algo seleccionado y
bien dispuesto.
-. Es ésta una iJea de] mayor interés y que
no es iqtposible de realizar,;,-aull en países como
el
nuest~?
que carecen de 'industrias gramofó,.,
nicas propias. Todo está en que algún día
nuestros. hombres públicos, p'aUf quienes la
vida espiritual es artículo de lujo, sepan distinguir el disco bailable semanero" el dive
musi c »), de la obra seria,
bae pr~pianiente como' objeto comer,..
minutes of continuous
que no se
cía}
y
que debería ser fomentada en su venta
en, vez de pagar impuestos absurdos.
La organización de una buena biblioteca
musical seleccionada,~ debería comprender varias secciones, hoy. día ya clasificables. P rimeramente. un grupo de obras de' ;ndole his-
de mítsica)) hecha en Alemania; y la «História
de la música a través del ojo y del 0;.10", editada en cuatro albums por la Casa Columbia;
las ediciones francesas de los trovadores ''y de
los siglos XIII, XIV y XV; las colecciones de madrigalistas ingleses~ :italianos, y> en.
generaL de los polifonistas; las reconstituciones
de Arnold Dolmetsch, etc.: toJo un riqu;simo
material que ya existe.
Vendría luego una sección de música folklórica, tanto de índole primitiva como de los.
pueblos civilizados. Hay excelentes coleccio~
nesdel Oriente como la de Hornbostel,de
los pueblos africanos, de los negros 'de América, de
los
países eslavos, de las naciones
europeas. Nuestra ,tierra sólo está representada.
por bien pocas obras.
Luegohabrb que agregar la serie de grabaciones de obras interpretadas por difer~ntes
artistas y conjuntos, escogiendo' las que mejor
reflejen la intención del autor y q:,e hayan
resultado mejor editadas. Obras de todas las
ép oca8 y escuelas, interpretaciones de grandes
ejecutantes, fuentes únicas
.
nanZll.
ele
cultura yen_se,...
Como se ve, el trabajo de un aprovecha
miento verdadero de lo que ya ha sido reali-
tórica, reconstituciones del pasado en los ver-
zado en la grabación de discos, supone un
daderos instrumentos, ell 1:1. forma como van
cuidado muy inteligente que no es posible dejar para una fecha hipotética. La sign~fica­
ción cultural de lo hecho no puede ser hoy
desconocida, y exige de ·los artistas una aten-
siendo editadas cada día
,llumerosas
antologías
destinadas a la enseñanza. Cabrían aquí las
colecciones de obras griegas] las ediciones
gregorianas de Solesmes ,y María Laach, conventos benediCtinos que han hecho grabaciones
excelentes; las colecciones, como la «2 OOO años
ción' preferente.
Domingo Santa Cruo.
15
ALFONSO LENG, SU OBRA Y SU ESTETICA
(Apuntes para una Hiator¡a de la Múaica en Chile)
N
artístico, la diferenciación espon-
Si la creación de Lellg, fluye, siguiendo la
ley ineludible de diversas fuentes más o menos identificables en las primeras obras, luego
tánea que presentan las principales
se repliega en sí misma, se aÍsla] ajena a todo
figuras de la actual generación de
problema trascendental de orden estilístico o
técnico. El procesO es comple-
O ha escapado a la atención de
los conocedores de nuestrO ambiente
c'omposltores
chilenos, la primera que alcanza
una significación
y marca una ver·
tamente claro,
considerando que
este arte más que
dadera época en
exacta expresión
la evolución de
, .
de' un
estilo
o
Artistas contem-
época determinada, es una especie
poráneos, que re-
de adesahogoso-
siden en la -, mis-
nora)), por decir-
ma ciudad, respiran las mismas
influencias, libran
idénticas bata-
lo ast
nuestra mUSlca.
completa-
mente per.sonal y
subjetivo de un
espíritu enorme-
llas, ligados por
mente
estrecha amistad
en l~ mayoría de
los casos, guarda
cada uno, sin em-
que ~ntrega a las
mil posibilidades
del sonido sus
bargo, su sello
Clas.
propio de orientación estética
que los distingue
como personali-
dade~bien definidas.
Entre todos
ellos se destaca
solitaria, casi enigmática, la figura de Alfonso
sensible
Íntimas confiden-
E scapa aSl,•.
.$'ll~
que;erlo, a clasificaciones y terminologías, y to ...
do es paradójico
y excepcional en
este solitario mué'
Leng, a' CJ.uien dedicamos este esquemático es-
sicaI. Notable
profesional y hombre de ciencia, imaginamos
difícilmente' que en el sere,no reposo de la
tudio.
ciencia se abran paso los fuertes impulsos in-
teriores que suscitan sus creaciones musicales,
como magnifica taquigrafía de momentos inten-sos. Hay en él, desde este punto de vista,
algo que lo asemeja a esos maestros rusos del
«Grupo de los Cinco», como Borodine o Cé~
sal' Cui, quienes, después de ocuparse J,e
química o estrategia, se apasionaban ante la
de su arte, no puede faltar en el presente
esquema, juntamente para contribuir a la comprensión de sus recursos.
pauta. Nada más sorprendente que su posi--
compositor Leng, nos atrevemos a sugerir, entre otros, su ascendencia nórdica (alemana y
escandinava); su temperamento pasional, perO
ción ante el arte musical, explicada por él
mismo. De no constarnos su absoluta since-ridad, pensaríamos, que hace Una «boutade»
cuando afirma que no se siente «músico)) en
Si examina.mos, primeramente, cuáles de
aquellos factores, cuya caprichosa concurren
cia determinan la f onnación de un creador
artístico, son los que han influido en la del
fuerte ment.e disciplinado; su innata sensibilidad
el sentido completo y estricto dél vocablo.
El fruto de sus meditaciones ante el piano,
musical en pugna con una .incompleta preparación técnica, y, por último} la estrecha relación que guarda su arte con la vid,a 'inmediata
son estimados por este compositor como simples va:lores sonoros autobiográficos, hasta el
espiritual e íntima del artista.
De tod.ns estas determinantes, resulta no
punto que el interés despertado por ellos pa-
la Esura de un mí,sico brillante, impecable en
rece sorprenderle. Por eso vive, necesariamente, ajeno a esos «problemas)) musicales a
su «métierj)~ de labor temática
que hemos aludido. En efecto, Leng no ha
meditativo, a quien vivencias de extraordinaria
apresurado su evolución hasta hacerla coinci--
intensidad llevan a plasmar en el sonido, co-
dir con el lenguaje y la est~tica musical del
mo en pasta moldeable y generosa, impresiones de íntima calidad y ele Enura imponde-
momento. Cree, sinceramente, que esto no hace
falta para lo que él desea expresar, y si sus
creaciones resultan (cdemodées» para los muy
inquietos, no se altera por ello, y sigue meditando los sonidos que necesita para· plasmar
su personal vibración.
Así tenemos, por primera vez, un músico
de calidad a pesar suyo y, por ende, forzosamente sincero. Se encontró a sí mismo, en
una manera determinada, y se encontró con
nobleza. Mas, a pesar de SU posición personal ante la música, y del proceso especialísima que da savia a sus creaciones, desde el
momento en que se expresa en sonidos, pon~endo
en juego todas las complejas e ineludibles leyes de éste, su música no escapa a 1Ul análisis
de su carácter y de sus elementos constitutivos,
ni al estudio ele sus antecedentes. Y este análisis, aunque compromete la apl'etada síntesis
y
profusa,
pero sí la de un reEnado y sobrio artista
rable.
S" mí,sica, impregnada de ansiedad dolorosa (la «Sehnsuchb) germánica), es inquieta
en todo momento. Por esta causa ~ su espíritu
crítico lo ha llevado a huir de las obras de
gran amplitud, donde la tensión largamente
sostenida darÍa un 'caráctel' excesivamente de ...
presivo, y prefiere desenvolverse sobriamente
dentro de los límites razonables del Lied o
del Preludio.
Su producción cOlhienza en 1900: entre este
año y 1905, encontramos ya: «María», ópera
en un acto, basada en la novela del colombiano
Isaaes; tina romahza para violín y piano y
algunos trozos para piano solo. Es un período
de verdadera iniciación y ensayo, respecto de
cuyos productos se muestra el autor, no sin
cierto fundamento, bastante severo en la COIl-
17
cesi~n de' la paternidad. Dados los anteceasombrarnos la inevitable influencia de los
N.O 1, para piano, del año 1911, que pre'
cede a los ocho ( Lieder»), para canto y piano,
con textos en francés y en alemán. El ( Lie-
románticos alemanes, sobre todo de Schumann,
der»
dentes de raza
y temperamento,
110
es de
COll
palabras, según veremOs más ade-
y no hay casi nada que haga presentir su
lante, es la forma ideal parh nuestro com po-
evolución posterior, a excepcjóu, tal vez, de
su ya marcada preferencia por las atmósferas
cargadas de tensión dramática, y su carencia
sitor, pues aquí encuentra el terreno preciso
de elementos de dúctil y graciosa liviandad
o transparencia. En los años 1905 y 1906,
debemos situar sus primeras composiciones de
importancia: el Preludio N. ° 1, para orquesta
de cuerdas y el Preludio N.o 2, para orquesta
completa, respectivamente. Esta es ya producción «reconocida» por sU autor y también
por el público, pues, el segundo Preludio
donde desarrollar sus posibilidades dramáticas. En. todos ellos la voz es tratada con gran
sobriedad y pureza, como cantilena que Huye
necesariamente de los enlaces armónicos, purOs o figurados. Naturalmente, nada de oropel
y b,·illo vocales de "canto por el canto. y,
ante todo, música. Hay, tan sólo, tres cauciones 'con texto en francés: (ReVell, ~Broui­
]Jarel» y ('Chant d)automne», de un caráct·er
acaso algo más galante y dúctil que los otros,
Coló!1
en los que domina. invariablemente, esa Ilota de
de Buenos Aires, en 1918, obteniendo entusiastos elogios de parte de la crítica.
Entre 1906 y 1914, se escalona la composición de las cuatro «Doloras»" para piano
tensa y honda desolación que ha hecho célebre
ya el (Lass meille Traenen fliessen». En
.Sehnsucht>" poema de Goethe, es increíble
la expresión que alcanza con escuetos elementos.
solo. Estas obras han merecido justa fama y
popularidad. A ello COlItribuye la rara niti-
sostienen el Íntimo cantar. La armonía y
mereció, incluso, ser ejecutado en el
Dos invariables notas blancas en cada compás
la
armónicos como melódicos, quienes en una
noble línea de la voz hacen el milagro dentro
de la rítmica. Las otras. canciones que com-
apretada síntesis se unen para formar un am--
pletan la colección, son: (Du»,
biente neto, de excepcional estabilidad, precisión tonales y diafanidad . melódica, que
llega, según veremos más adelante, hasta la
frase de tal calidad expresiva (Dolol'a N.O 3)
y "Lotus blumc>,.
dez de todos sus elementos, tanto rítmicos,
que rara vez ha sido superada en otras
obra~
chilenas. Estas composiciones representan un
verdadero perÍodo de transición, donde Cam-
los
fragsb)
Los textos, siempre cortos, describen estados de
difusas
penumbras
de
espíritu, ansie-
dacles y desesperanzas. En uno J,e ellos,
«Brouill a l'd)), se muestra "Leng poeta, autor
de poema y mílsica.
Su única canción basada en poema caste.-
110
llano es, hasta el momento, "Cima>, (1922),
prestigios ,¡;chumal1ianos,
aní mando magistralmente ese ambiente de he-
pea un romanticismo de buena al cU1'nia,
ajeno todavía a
(Du
aunque, no obstante, ya
el
carhcte1' (Lengll
es inconfundible, sostenido por el
uso de
peculiares recursos, especialmente armónicos
(acordes de séptimas menores, retardos infe-
riores, notas agregadas, etc.)
Entre estas composiciones está
rida y montaña que agita
las
palabras. de la
Mistral. Se publica en este n{lm'ero Como "'suplemento.
Si hay algo que lamentar verdaderamente
en la producción de "Leng es su exagerada pre-
el
Estudio
ferencia por las lenguas extranjeras en la elec-
18
ción de slls.textos .. ' El ejemplo magníflco de
,~Cima» nos lleva a ]a suposición de que liada
pierde si se 'expresa en nuestro idioma, sobre
todo si es un poeta de la talla de Gabriela
Mistral, la llama ánimadora.
En 1921 escribe Leng su poema sinfónico
paragr.an orquesta: .Alsino., nacido de sU
comunión artística con Pedro 'Prado, autor de
la obra literaria del mismo nombre, cuya apa~
rición produjo entonces gran revuelo y eutu--siasmo, especialmente en la juventud, que veía
concretarse allí muchos de sus ideales y pen~
samielltos. Esta es, hasta el momento, la obra
de mayor consistencia en su obra total. La
realización orquestal 110S hace admirar pro~
fundamente a Leng como autodidacta y como
músico ulato». Pues hay que serlo, en realidad para llegar a Ipanejar la peligrosa .pasta
sinfJni ca » con el· -instinto seguro y la paleta
firme que en él presiden sus realizaciones del
colorido sonoro. Esto nos demuestra que el
sentido ot:,questal es, en música, lo menos sus-
ceptible de .enseñarse., aunque posible, n~
turalmente, de depurarse. Es algo amasado en
el set', que estalla espontáneamente, como ocurrió en nuestro· compositor, quien no tuvo otra
guía que su instinto y una que otra consulta a
algún '«tratado» de orquest.ación, para tener
la índispe~sable documentación sobre las po~
sibílidades y características técnicas de los di~
versos, instrumentos.
Más adelante consideraremos nuevamente
su orquesta al detener el análisis en el el~
mento ,<Colorido. de su arte. Por el momento
observ;remo'~ que esta es la única composición
en que el autor se excede de sus límites habituales, aventurándose en desarrollos algo pl'Olanga dos y en proporciones que, según hemos
visto, conviene!l poco a su estilo y pe~sa.miento.
Es por eso,- que para disminuir la excesiva
tensión que ~lca,n2a durante varios momentos
de culminació'u dramática, - los' que acaso
pod-L"Ían reducirse a uno s010-,. nos aventu,..
ramos a Creer qüe Q: Alsino») _llO p~rded,a en
absoluto su gran valor intrÍl1seco-, ,si ~ 'los COr...
tes que ya el autor ha hecho, agregara algu,
110S mas.
Un pequeño trozo para quinteto: ,< Traurigkeit. (1923) y el Preludio N.O 5, para
cuarteto con piano (193 O) forman su único
aporte hasta la fecha en el. dominio de
la música llamada genéricamente de c<cámarail,.
Guardando siempre un preponderante sentido
vertical y esencialmente armónico. las comhi...
naciones instrumentales escogiJas~ no pretenden
sino envolver en la blanda sonoridad d·e las
cuerdas, el mismo fondo doloroso.
Entre 1924 y 1925 hay que sítuar la
composición de los cuatro Preludios.,para piano solo. El primero, con su insistente figuración, que crea una atmósfera de rara trans--parencia dentro del estilo siempre caraéterÍs~
tico de Leng, es uno de los que mej 0< nos da
la sensación de un Preludio. En el segundo,
verdadera canción sin palabras, surge ,,i'hespe,,~
rada mente u;'a idea melódica de la njás alta
calidad y nobleza, que alterna, en verdadera
lucha¡ con un elemento rítmico de gran .agita:
ción; algo también exclusivamente' .Leng». El
tercer Preludio es casi un corto bosquejo de
intención exclusivamente armónica~ ,'donJ~ se
insinúa sobre todo ese sentido del matiz variado
microscópica mente, en el total blQck, ,sOlloro.
El cuarto y último Preludio es Ull diflcilísimo
trozo, de inquietante agitación rítmica, cuyo
caráctet' general e ,intrínseco y valor pianÍsticp
le asemeja más bien a un «Estudio».
A partir de 1932, con el. Poema. para
piano, creernos presentir un nuevo camb'io ,en
la expresión, el l1acimiento, de una lluevÍl,,-,c<ma-llera», poi' decirlo así, donde el hondo cantar
surge en medio d,e una movilidad y anarquía
tonale.llevadas al extremo, de una agudización máxima. en los pequeños choques y aristas de los agregados armónicos y de una ma-
yor prescindencia, de la línea melódica orgánica y flúida. Es el estado actual del lenguaje
sonOrO de Leng, quien nos ha dado última-
mezquinos alientos, pero e~ las de Leng significan maximum de rendimiento como minimum de material. Sin duda '1ue un técnico d emasiadopurista puede encontrar algo que no
le satisfaga J pero no dejará nunca de reconocer en esas obras un «no
sé qué», una vibra-
mente, además del poema citado, sus dos oto-
ción que escapa al bisturí avezado, así como
ñales para pian<> (1932) y un Lied con texto
siempre en alemán: «F'rühlinglust •.
Si agregamos la orquestación de un .Canto
de Invierno. de 19.32, excepcional dentro de
el elemento último vital escapa a las más doc-
y sus con-
bajo expresivo, y en el hecho, casi toda su
obra está basada en él. En esto ha sido,qui~
este estilo actual, por su Íntima paz
tornos de alta melodía; una adaptación actnal
de una obra. antigua; el «Presto dramático>.),
y «lln «Andante», ambos para piano solo;
hemos agotado el catálogo de las tinas confidencias transmutadas que nos lega Alfonso
Leng.
•••
Nada. hay más i!1grato que hacer disección
de frutos de belleza. Ensayaremos, empero,
poner bajo una rápida lente de análisis esa
bullente vida de arte que nos ocupa, cuyas
verdaderas heridas parecen defenderse de ser
tocaJas y observadas con :importunos microscop~os. El mismo autor desconfía de todo pro_
cedimiento· analítico respecto de sus obras,
no ceJe fácilmente a nuestra
y
inquisición cuan-
do ha si ,lo indispensable. Leng, según lo expresamos ya, es un autodidacta admirable. (1),
se ocupa más del fondo que de la forma y no
concede el menor interés a ]a anatomía externa
que pueda pl'esentar su música, permaneciendo
indiferente y escéptico ante todo cruel desmenu:¡,-,amiento. Es cierto que los elementos empleados son sencillos y limitados. Ec otras
manos no habrían llegado a engendrar sino
(1) En realidad.
su paso fugaz por
el Conservatorio yal-
g'uno que otro corto período de estudios particulares, constituyen todo su "en trenamlen to" .
torales audacias.
De todos los primarios elementos musicales
es, sin duda, el armónico el más útil a sU tra-
zás, menos il1fl~enciado por la época, que p~r
su innata sensibilidad hacia la infinitesimal
gradación ele matiz, que- él siente profundamente... Acaso, ]a corriente impresioni~ta~ llegada, por cierto, tardíamente' a Chile, y que
coincide con el período inicial" de su carrera
artística (1) fué un generoso ventanal, donJ~
nuestro artista sintió el paso ele nuevos e insospechados vientos, venidos, especialmente, ,de
tierras de Francia. Pero esto no autoriza para
cla.!ificarlo como un impresionista, pues, aunque valorice tanto como 'éstos el elemento
armónico, narta hay" menos evidente en la
mÚsica de Leng, que influe:llcias directas de
Debussy, Ravel u otros gr4ndes maestros de
la época, yesto no sólo desde el punto de vista
técnico, por la ausencia en ella de muchbs .Y
fundamentales recursOS armónico-tonales (escalas por tonos enteros, pentáfonas 1 eclesiást¡cas, exóticas u orientales) sino, sobre todo,
por su espíritu. Los impresionistas, en' el usa
de la armonía son sensibles, sin duda, al efecto
del acorde velado y misterioso, que prolongan
por diversos medios a manera de atmósfera,
pero siempre dentro de un suave y elegante
(1) Esto en la época en que Leng', en un reducido y casi
esotérico cenáculo •. del que formahan, parte Lavín. Allende.
García Guerrero y otros. «descubrll},» $o Dehussy y Jos mo-dernos.
20
colorismo, algo (credondo'J, diluido, casI perfumado, por decir a8í. Y nada de esto enco,","
tramos en la armonía de Leng, la que si
alguna vez] inciJentJmente, usa alguna combinación impresionista, es más bien concentra~
ción, tenso agregado de sonidos precisos, seve.-
ros, hasta algo duros algunas veces, y de un
curioso estatismo. Esto se percibe ya en algu~
nas de sus primeras coro posiciones, aunque,
naturalmente, se produce en él-esa inevitahle
evolución armónica que experimenta tod~ crea-
dor musical, desde la neta claridad armónica
de las obras iniciales, hasta la densidad y
abstracci6n en épocas de madurez artística.
das por este compositor, ni tampoco ele.mento
musical alguno que diga relación con algún
pueblo determinado, como reflejo de su música
popular, absolutamente ajena a su arte, que es
totalmente universal y subjetivo a un tiempo.
Tampoco encontramos esas sonoridaJes crista-Jinas, ,puras, derivadas del uso de sucesiones
de acordes sin terceras o de enlaces de' acor-des de quintas sucesivas en el registro agudo
inst.rumental (en el registro bajo se eucuentran
a menudo) como son tan frecuentes en "1as obl'as
impresionistas. Jamás hay inEltración de aire
en esas macizas sonoridades de desolación.
A
un lenguaje así tiene que ser,
ademá~l
Así, nada más diverso en Leng. que el ambiente armónico de las .Doloras» y el de las
• Otoñales», por ejemplo. En las primeras,
tanto la estabilidad tonal, propicia a la claridad de la (cfunción armónica'J, como la íntima
forzosamente extraño todo recurso polifónico,
y orgánica fusión entre' armonía y melodía,
puntística, Leng no ha recurrido a tan generosa posibilidad musical, aunque imaginamos
hacen posible todo análisis estricto. Podríamos
basado en el juego elástico de diversos planos
melódicos, verticales y' superpuestos. Sin du-..
da, por esta razón, y no por simple insuficiencia técnica en ]a difícil disciplina contra-
constantes, tales como el uso básico del acorde
el partido que podrí:l haber sacado de ella.
Habría sido una sobria polifonía, a la que esa
dura desesperanza habría infundido ásperos
choques y teñido con desusados cromatismos.
Hindemith, Honneger, Schoenberg, han
vuelto a la polifonía, y no por cierto para
decirnos sólo cosas de ,(amable y galante siglo
de séptima menor, que da un verdadero am. . .
biente fundame11tal a casi toJas sus composi-
XVIII •.
Otro elemento
hacer un esquema armónico bien definido de
la Dolora N.O 1, por ejemplo. Esta Lbo< se
va difi,~ultando, no obstante, a medida que
avanzamos cronológic!lmeilte en la', obra de
Leng. Sin embargo, encontramos siempre algunos recursos caracterÍsticos, más
ciones.
O
menos
El
acorde de séptima mayor, en cambio, de sonoridad .agridulce. y que tanto
pl~ímario: la melodía luega
un rol más discreto en la obra de Leng, to-
seduce a Rave], no es usado sino en raras
mada en conjunto. Y esto a pesar de que en
los casos en que, ceJe a ella se revela uu me-
ocasiones Muy peculiar en Leng, es, tamhién,
lodista de la más alta condición. Tal ha sido
el uso de retardos inferiores y notas agregadas
el caso en algunos momentos de (cAlsÍno», en
nI acorde' básico, así comO el ya anotado esta-
el ,(Preludio
lismo de aJgunas sucesiones de acordes con
«Canto de invierno:),) y, sobre toJo) en las
10
• Doloras». Estas llegan a hacer plena demos-
varios sonidos comunes, y otros movibles,
N.O
2,), en ,(Traurigkeir., en el
y pureza de
que da lugar a minúsculos cambios de mati-
tración de que espontaneidad
zación sonora. T oualidades al'caicas u exóticas>
según ya observamos, no han sido jn más usa-
melodía sOI1 atributos de juventud de todo
compositor. Ya al referil'llos a la tercera de
1.1
ella, hemos expresado nuestra opinión de
. que pocas veces en Chile· se ha encendido Ja pauta con ideas de más calidad y
hondura.
En las obras de canto, un verdadero (, Quasirecitativo», más libre, flexible y apto a la
'expresión dramática, substituye a la melodía
de· carácter regular. Siempre los acordes básicos' juegan un rol decisivo en la generación de
estos recitativos.
Como la melodía no constituye un fin ex-
clusivo en la obra de Leng, una idea no se
desenvuelve completamente en desarrollos con-
céntricos alrededor de un eje melódico" sino
que, tras breve exposición, es arrasada por otro
elemento de agitación rítmica] con el cual
lucha.
Tampoco el elemento ritmo] como valor en
sí mi.~mo, alcanza especial ponderación en. el
sentido colorista, brillante, arrebatador, que
los compositores de hoy le han asignado, .y
cuya culminación es el verdadero (<clemonismo1J
strawinskyano. Lo que no significa, naturalmente, que haya monotonía ,rítmica.
a las más dramáticas obsesiones, cuando en el
piano subraya la dolorosa cantinela de la voz
que dice el Lied, o cuando a manera de febril
dibujo musical de la mano izquierda, en las
ob'ras puramente piimÍsticas, anima el puñado
de notas implacables que sostiene la mano
derecha. La lucha de dos o.más elementos
alternados, que observamos al analizar la melodía, adquiere todo su dramatismo por medio
de las correspondientes contraposiciones rÍt.....,
micas que IIegan a constituir así una mo'dali-
dad especial de dicho elemento en este compositor.
Con relación a la forma, hay poco que
agregar aún. Hemos observado ya, que el
.Lied. con o sin palabras, sencillo o más o
menos complejo, es la forma simple que ,él
mejor cultiva y la que más orgánicamente conviene a su naturaJez,a" posibilidades técnicas,
atavismo. racial y carácter. Y esto último,
porque si en verdad no es un verdadero im-presionista, ni mucho menos un clásico (acaso
esto es ]0 único que I,eng no 11a sido ni será
jamás) en cambio se acerca mucho a 10 que
En realidad, ya hemos dicho el arte de ,'podemos llamar un fino músico romántico, pues
y subjetivo es ajeno a to·do
su laborar es íntimo, personal, lleno de ansias
brillo. Además, se ha substraído a influencias
de los ritmos populares del jazz y de músicas
exóti~as. Por este motivo, a excepción Jel
~Preludio N.o4", el .Estuclio",las (,Otoña-
e inquietudes, de dramatismos y anhelos casi
metafísicos.
En cuanto a su orquesta, consielerada ele
lllento de coloración sonora, 110 pretende sino
ser justo receptáculo del pensamiento y nece-
Leng, interior
les», entre otras obras, donde el rasgo pianí's-
ralmente, o en partes acentuadas de un tiem-
sidades interiores. Tampoco busca el .color
por el color» de la música actual. La orquesta
de Leng es densa, normal, equilibrada y emerge. del cuarteto de cuerdas (otra diferencia
coq",,'Ja orquesta, n~oderna que afirma' sU consis
ten~l-~ en el grup~ ele Jos instrumentos de viento) COIl un macizo (,canevas» de fondo de los
bronces y agitada movilidad que prestan las
figuraciones de las cuerdas. También raza y
po. Estas importantes figuraciones alcanzan
temperamento acercan a esta orquestaclon, en
tico es un bullir palpitante, una viva agitación
(que no podría llamarse vivacidad), el ritmo
se insinúa en este compositor, sobre toJo, en
forma ele rica figuración, con interesantes y
variadas disposiciones de distintas Egu;ras r;tmicas combinadas (valo.res si mples ,contra tre~
sillos, etc;) y que dan gran vida a los acordes
colocados en tiempos fuertes del compás, gene-
..
22
a
algunos' momentos, fó'rmulas 'no ,l~janas a al~
gunas deW agner y Richard Strauss,
Tanto la seguridad que de~uestra Lengen
el ,~so' ·de 'la orquesta, así como su . fina ver,bu
corto, 'de acción y "_paI~bN,i iÍlte~siva', <(.":uya
falta hasta este mom~'nto 'par~ce:'-' s,er 10 ,ú'nico
d~ani.·átic~; le hacen' especialmente "apto como
que detiene sú lab~r.
'
Es de desear que launánime:yalt,~ valo~
rizació'~ 'e 'interés que ,el1;t_~e"nosotros ha ~abido
compositor d~ 'poemas 'sinfónicos y dramas
despertar su no11~ carrera de' ':música
musicales. Ya que nos hadado .Alsino,) es~
peramos ahora que, Alfonso Leng Heve a cabo
gré' lui,), le sirvan de e~tímuloy le dején com~
prometid'o pata ello.
viejos' proyectos en
el
terreno de- l~ "ópe'ra,
apúrando, sobre todo, la búsqueda de ese texto
,_'1-
«maL.
J o r ge
U rr u tia ,B l'on del.
CHARLES DESPIAU
D
OS principios están ell lucba en
la estatuar,ia moderna: la visión natural e Íntima ele las formas, por
Pero, entre esta estética puramente cere-
bral y los moldes académicos que a veces no
desdeña el art~ actual, queda sitio para las
una parte, y por otra~ la tendencia
expresiones sinceras de
estilística.
lidad.
La inteligencia de la plástica monumental
no procede boy día de ningún tipo de arqui-
tilla
Jiscreta sensibi-
¿Y qué escultor es más sensible que Des-
cánones
piau, y al mismo tiempo de mayor encanto
Íntimo y púdica contención expresiva? Fué
antiguos. Cuando un escultor desea orientarse
Rodin quien lo descubrió en 1903. En esa
bacia el estilo, lo bace siempre en el sentido
época, el joven escultor se esforzaba por des-
de la tradición greco-romana; a menos que,
pojar los volúmenes de todo lo accidental y
superfluo: iba bacia un modelado libre lleno
de franqueza. Desde su comienzo babía repudiado toda estilización, todo ornato puramente
tectura: se apoya únicamente en
108
llevado de un gusto arcaizante, no adopte la
ingenuidad o el balbuceo del simbolismo prinllnvo.
I
j
j
j
j
j
j
j
j
j
j
j
j
j
j
j
j
j
j
pESPIAU.-BustÚ de 1a condesa Gilh," de
j
j
",,~.iI
25
decorativo, toda ejecución sumarla. Mas, no
por eso dejó de concebir la forma con la clarielad de la realización estilística, y traducirla
con 1"1 lógica rigurosa de las materias nobles:
bronce ° granito labrado.
Nada hay más sabría que la construcción
Je Despiau: ,const,rucción interna que resume
e intensí~ca los planos, simplifica ermodelado
y acusa su viviente frescura por transi~~~~es
sutiles. La sensación se desarrolla en toda su
ingenuidad, y las carnes, na aprisionadas por
UI1 ritmo simétrico, que sólo conviene a las
estructuras monumentales, p~lpitan con un apasionado sentÍ do humano. Los dedos del artista,
con ardor ,tem'bloroso, se esfuerzan por plasmar la observación aguda de las formas y de
sus relaciones. Así, gracias a un análisis penetrante, las .propo'rciones, normales por 10
demás, adquieren una amplitud ideal: la imagen se revela en toda su gracia l11ist.eriosa y
se a111ma plenamente de las vibraciones d, la
vida.
El amor a 10 verdadero exaspera la labor
de Despiau. Pero, mientras más trabajados
aparecen sus bustos, más 110S maravillan por
su frescura 'y fuerza expresiva. Frente a su
grave elegancia y serenidad, Rondan y aun
Donutello acuden a nuestra imaginación. Despian es el más gran retratista que, desde la1'go
tiempo, l1aya surgiJo en la escultura. Por
med.io de cualidades puramente plásticas, sus
fisonomías afirman un poderoso carácter; por
una lógica intuitiva de tocIos los elementos ,de
la construcción: líneas, planos y volllmel1es,
se compone esa viviente armonía en la cual
los detalles no S011 ornamentos, sino l"e]ieves
que acentúan la profundidad, mientras la luz
ordena y. concentra las masas.
Sus desnudos son modelaelos con la misma
soltura. Tienen el mismo ritmo, profundamente
sentido y 110 mecánico. El mismo sent.i.c1,Q i11-
nato de las proporciones (L~ a las supe:rfi('i~s
una curva nerv.iosa y fJexibil.iJücI a los contornos; encuentra los equilibrios inst.intivos, los
movimientos, graciosos; cOl1Eere a los 'Volúmenes la claridad de los pertles. La casta belleza de las líneas realza la solide" de las siluetas. Nada l",y aquí del tormento d e las
esculturHs rodinÍallas; unu frescura ingenua,
una ondulante claridad, envuelven COIl su caricia voluptuosa las {ol'mas en reposo.
La.s efigies que 11uce vivir Despiau afirman
la misma vel·Jad llUmal1il que la t.iernas tguras
de Corot. Estos dos maestros muestran, por
Jo demás, U11 parentesco innegable. Opuesto
a las composiciones de temas nobles, al paisaje
l1eroico de Jos l)SeuJo~ clásicos, Corot concibió
una pintura de un objetivismo tan ingenuo
como real, trasponiendo la naturaleza. con esa
intimjdad de visión que caracteriza a este genio lírico. En Despinu, 'hallamos igualmente
l~1' visión directa de
las
cosas, y l1q un lenguaje
de formas sobrecargadas por un estilo de imitlción. Este escultor huye también en la mis~
ma forma de la grandilocuencia mOJ)umental.
No está poseíJo por las visiones titánica8
de BourdelIe, ni pretende a su potencia. T aOlpoco tiene la medida ideal de un Maillo!' sU
sentido de los volúmenes ordenados, de sus
estructuras arquitectul"a]es. Pero 11a vuelto a
hallar el modelado apasionado de Rodill_al
cual siempre dedicó un culto EliaI_ese modelado que tÍene la virtud de hacer vibrar la
forma.
Su personalidad se impone más y más a
los escultores de la nueva ,generación. Estos
ac1miran, en el mismo grado, sU sensibiliJad
y generoso lirismo que la concisión belél1ica
de MaíIlol, o que la fogosidad y las expresiones patéticas de BourdeIle.
Si la viviente escritura de Despiau se complace en las líneas asimétricas, su modelado
26
nervioso dibuja' dé esta manera mucllo 'mejor
la realidad interior que emana ele sus formas
InriJa(l, un Despiau surge para oponer al pa~
s~brias.
(::ura y, la: p~'enitud de su, visión?
Un arte semejante
cautiva por su
110S
111-
tensidad y su riqueza. Tanta espontaneidad
110
pUNle
SetO
sino
la
flor
de
una gran
tradi-
ción, el fruto de una civili:mción sec~laL"
,
tetismo llueco- o al estilo mecanizad,o, la fres ...
Un ar.ti~'ita semejante, nos vuelve
L cualíJa(lltumaua del arte.
traer a
COIl él, todo for-
malismo estético se bOl'ra en presencia de una
psicología, profunda.
..
ll'
y, en
este punto tocamos
al carácter eminentemente moderno ele este
En Despiau la expresividad plástica está
exenta de ,ostentación. Guarda siempre la caL
mn que conviene a tod·u· gran escultura. Sin
embargo, la fuerza dramática no está e,n ella
ausente. El fuego de la pasión bulle siempre
bajo el modeln<lo sereno y sencillo. U na naturalidad que muchas veces 110 excluye cierta
torpeza, permite asimilar este escuhor a un
maestro primitivo, menos preocupad~ de la
perfección de las formas que de su espiritualidad, y de insuflar en la obra un poco de la
suavidad de su alma. Arte eminentemente i11trospectivo~ que con medios muy 806rios pe17
netra hasta el fondo mismo de la sensibilidad.
gran" talento.
Aunqüe,-como tuve, ocasión de expresarlo
en ( La Peiitture, religión :nouv~l]e))-",~pe'ns,al1Jo
en un b-usto de Despjau expuesto
med-io de
en
un conjuutodecubi$ter.íasdislocadas:--'~ La
sobriedad siempre sufrirá.cn laveci~dad de
acentos exa3crados. ..
Sin embargo, el hom-
bre o la mujer que modela Despiau 8011 .de
la misma raza, de la misma llUmauidad que
las figuras expresivas de los maestros góticos;
por su elegancia nerviosa y la rique:za' de 'vida
interior que las anima, desprenden un encanto
tan grande corno el Je.las formas concisas y
sensuales al mismo tiempo, que crea el arte de
Maillol,impregnadas de uua belleza griega
auténtica».
¿No es signiGcativo que en una época en
la. 'cüal -la pintura y'la escultura demuestran
tauta turbulencia y afán exasperado de singu~
Adolphe Bnsler.
(Traducido espel,!¡almente)
27
HOLANDA
YLA
NUEVA
ARQUITECTURA
'.',
J. J. P. aUD.-Colonia obrera eÍl Rútterdam
E
,
L movimiento producido en Holanda alrededor de 1920, con motivo
(le la crisis que obligó .:~ construir
escala,
el grupo de habitaciones <,Rosehage., en
Harlem, obra de Van Loghem, y la colonia
de empleados ele Papaverlof, por Jan Wils.
en la Haya. Desde entonces, la Holancla I,a
puede considerarse como' uno' de los
continuad-o como uno dc'los.,principales cam-
habitaciones 1'a1'ata8 en
gran
focos principales de la renovación arqu;itectóniea moderna. La ausencia de una 'tradición
muy definida, y lascondiciones.mismas del
'clima~ que exigen en
-Holanda- ,eI: niáximum
Je ap.t;ovecbamiel1to d.e la radiación~ solar,
franquearon el camino a
pos de expe~imel1tacióll de las nuevas foxmas
constructivas, especialmente en lo que se re'fiere a l~s' h-~I)itaciones obreras a bajo. precio,
aspecto en. . el cual la arql~itectul'a ]1.o1alldesa
puecle sel>~ol1síJera{la como
U11
modelo.
las
nuevas ¡(leas de construcción,
que en otros países se Jlan
impuesto sólo
muy
lenta-
mente.
Las
.1ii.'lnie~as
ciones ',J-e " este
manifesta-
movimiento
fueron la <;ollstrucción J,e (los
poblaciones obreras en Rotterdam <,Spangen,) (1919)
y <,Tuschendyken,) (1920),
proyectadas por el notable
arquitecto J. J .. P. 0ud.
Después l1ay que mencionar
J. J. P OUD,-Colonia obrera en Rotterd8m
28
en ese
el m
[l
riguroso] ha sit10 también re-
suelto en forma inmejorable. El arquitecto
11a
pel1sa<lo que la calefacción por me<lio de
ruclla¡tül'es de agua caliente, en la disposición
U,HIaJ en los ed,ificios modernos, es inadeCWH1:l
que
en uua sala aÍreacla en la abundancia
reqlllcre
este
tipo
de
escue~h, por
la
raú)n de que inevitablemente se producirían
corrientes ele aire. Para salvar este incon..,
venientc) Duiker
JIU
d-Íspuesto un sistema de
tuberías en toda la extensión del techo de
las salas, con
DUIKER.-E~cuela
en- Amsterdam
Otro problema e11 el cual
los
llOlan(leses
hall aportaJ,Q brillantes soluciones; es en el
de la construcción de «Escuelas
-al aire libre)).
Como una magnifica muest.ra pueJ,e citarse la
escuela Duil,er. e11 Amsterdam. El clistinguido arquitecto Duiker se ha
esforzad,Q en este
10
cual obtiene
Ulla
tempera-'
i
tura unifor m e.
P ero la arquitectura (le Holanda no sólo:
se Ila distinguiclo en estos tipos de construcCi()l1, como puede juzgarse por la gran fábrica
Van Nelle, ele Rotterclam (1931), obra de
los arquitectos Brinlunan 'yVan eler Vlugt,
que es tllJ. llcrmosQ ejemplo de un problema
de construcción mod,erl1a' bien resuelto.
eclaiclo,
fundamentalmente, por res . . .
ponder a todas las exigencias
de la higiene moderlla es~
colar,
en relación
arquitectura.
tanas,
la
C011
Gl'andes ven--
abiertas
constante--
mente en el costado del edilicio opuesto a la direccÍ,Óll
cl-el
Viento,
aseguran
una
amplia ventilación y a
vez,
un
chamicllto
completo
la
i
aprove"
(le la r:u:lillCi(Jl1
solar. El problema de la
calefacción: muy il11poi'tante
.,
ESCUELA Dl]IKER.---5aJa de clases
,o.
CRONICA
NOTICIAS DEL EXTRANJERO
ARTES PLASTICAS
un montíc'ulo. Las influencias de
ARQUITECTURA
CASA DE RETIRO PARA RELIGIOSAS
ciedad de los Independien tes ha
Steineder han sido definidas por
invitado este año a exponer a te-
él mismo: «Le Corbusier en cuan to
a la lógica ~ MendeIsohn y Behrens
das los artistas que concurrieron a
en lo que se refiere
POR HANS STE¡NEDER.
al
sentimiento».
«The Architectural Review»,
London. U-19M.
su primet salón que se verificó el
año 1891, es decir, cinco años def:pués de su fundación. Con este mctlvo muchos pintores de _prestigio
que exponen habitualmente en el
Hans SteÍneder es uno de los jó...
venes arquitectos nlás interesan-
Salón de Otoño
tes de Ausuia: :odumno de Pett::',(
Herías, han vuelto a concurrir a los
Behrens, ha cons1:ruído una cscue
LABORATORIO DE ,.pRODUCTOS
RE~TALES EN MAD¡~ON.
M
FO-
(W,s-
cons'n. (U. S. k):
Este espléndido edificio ha sido
construído a la orilla de un bosque.
y
está destinado
laboratorio'.s
y
a
tiro y
(Au.stria) ,
la lista que a continuación damo,s se
puede deducir el interés que ha tenido esa exposición.
Han concurrido: Pierre Bonnard
servicios gubernatienen
Desvallieres, Dufrénoy, Dufy, d'Espag'nat. Frieez, Flendrin, Girieud,
Las bandas
Guerin. Labasque, Lhote, Marquet,
que
hor,lzontales y verticales de los mu-
Manguin. Luc~Albert Moreau, Hen-
ros exteriores son en albañilería de
r1 Mahsse. Segonzac. Edouard Vui-
ladrillos recubiertas de estuco de
lIard. Labbagb. Landuraeau. An-
cemen to ~ las ven tanas son de ma-
tral. Charlemagne, Vlaminck,
El volumen edificado es su-
penor a 68.000 m. c.
«L' Ossaturé M eta!lique"
Bruxelles, Il-.1934.
Capilla para religiosas en
KresmUn,SN;l:
presen tu
grandes cualidades de composición
Ostedind, Urba-in, Oguiss, Waro,
quieto, Phm50n,
,HoJ'y.
Co-:,lHH. Pou-
celcr, Cha p e1ain Mid y y su presid..::nte S;gnac.
BELLAS ARTES
FRANCIA
45°. SALÓN
DE;, LOS JNDEPf.~NDIENTES
y _C1NCUENTENARIO DE SU FUN-
DACIÓN.
Para cdcbnH' el qUl~TllCnQ8{:~;lmo
Laboratorio de productos forestales
an¡ve:rs~,rjo Je su
fUl1dé:'!.ción, la' 50-
La-
vreux, KvapiI. Coubine, Bompard..
y de distrihución. El })l'oblema era
delicado: se tdl.to,6a de constr\.i;r
en el llanco de una colina, sobre
habían
iniciado en las luchas artísticas. De
por 'misión
dera.
la y un club muy bien logrados.
Independien tes donde se
Tu-
Baigneres. Asselin. Maurice Denis,
productos forestales.
Su nueva .obra, una Casa de R~~
en el de las
contribuir al mejoramiento de los
men tales
Casa de retiro para religiosas
albergar los
y
MARQUET.-E! Sena
30
OTRAS DOS OBRAS DE BOURDELLE
cho d'e, sistem.á tíco y de cien tHico ~
EN EL MUSEO DEL LUXEMBUR-
despierta admiraci'ón pero dej a fria.
GO.
Toda la obra ~e este artista perma..
nece ex terior a nosotros.
y organizada por la Dirección de
Oda6n Redon es algo muy di-
los Museos ,Nacionales se ex pone
!eren te. No' se puede permanecer
una selección de dibujos y pintu . .
ras de Daumter. Simultáneatnen,te
El Museo del Luxetnburgo se ha
visto enriquecido por dos nuevos
bronces de Bourdelle.
Se
trata de
dos de las grandes figuras angulares
del
monumento
al
General
lflsensible ante su delicadeza depurada. 'su rara sutileza. la riqueza
DOS
En
EXPOSICIONES
DE
DAUMIER.
el Pabellón de «l'Orangerie»
en la Sala Mazarino 'de la Biblia..
teca Nacional se exhibe una selec-
Alvear. erigido en Buen'os Aires.
ción de sus litografías que posee el
RETROSPECTIVA
SIGNAC y
Gabine te de las· Estam pas de ese
Museo.
ODIL6N
REDON.
En el Petit Palaie se han abierto
VIAJE A GREf;IA POR LOS ALUMNOS
simultáneamente dos exposiciones
DE LA ESCUELA DEL LQUVRE.
rintor Signac
la de Odilón Redcn. He aquí có-
Para escultores y arqui tectos per-
mo se expresa res¡;ecto a elh:s un
tenecien tes a la ,Escuela del Lcu vre
eminente crítico francés:
ha sido qrganiz.ado un ,viaje de es-
retrospectivas: la del
y
tudio ,,~ Grecia. La partida tu:vo
lugar ~I '13 de Abril a bordo del
«Esta exposición tiene el mérito
de mostrar en forma
resante
evolución
clara la in te ..
de
estos
Patris
dos
toque característico gris y tierno
que
luego se
torna
rectangular.
luz y de sol.
El desarrollo', Je esta técnica es
'sin: duda. interesante en sí. pero.
desgraciadamente. hay en' ella mu-
Esta expedición artística
va, d.~ri~ida por el eminente helenista Mario. Meunier.
maestros. Signac. empieza con su
más su ti!. se aclara y llega a lo que
es hoy:; como pequeños trozos de
n.
H. MATISSE.-Mujer en bata
orien tal de, los tonos en sus con..
chas y en'~~s'flores de un poder fas ..
cinador. 'Lástima que el especta..
dar se sienta a veces inclinado aré:'
EXPOSICIÓN DE LA PINTU~A' FRAN. CESA DEL
1900.
La Galería Braun ha abierto una
exposición de muy ,buena pintura
sistirse debido a una considerable
dos~s de literatura que hay en estas
obras., Pero en
que
sus
aguafuertes.
están d~spojadas de todo las-
tre litera~io. el espectador se entre_
ga por en tero.
O. FRIEZ.--Fernanu Fleuret
VLAMINCK.-Nat'.-lraleza muerta
DUNOYER DE SECONZAC.-Paisaje
..
31
Fra'ncesa del 1900. En ,dla se encuentran. representaqo~ los mejores
RENACiMIENTO DEL
LOUVRE
tesoros. Por otra parte, era lamentable abandonar un marco tan
EL MUSEO DEL LOUVRE SE REJUVE-
magnífico como el de este Palacio.
El «Museo Central de las Ar-
productos' de la Ac~demia dé: ,Be-
Bonn~'t, Bouguereau.
CaroItis -' DUl;'and, De tailIe. "Henner.
llas Artes;:
tes». abierto. por la Con venci6n.
data de 1793. No ocupaba en aquel
NECE"
etC. Frente a ellos sus temibles 'rivales. los de la moderna p{ñtura
francesa:" CezanL~.
nard, l1onet •., ,etÓ.
Much'os críticos
Renoir.
califican
Desde largo tiern-po las persona-
en tonces sino uno de sus grandes
no presentaba sino 50
Bon..
lidades más auwrÍzadas deplora-
Galería.s
esta
ban las instalacion~~, defectuosas y
la falt~ '-de luz en el' 1\1 useo del
telas y 150"objetos de Artes.: B~jo
Napoleón 1. gracias, a los trabajos
y
inicia ti v~ de mall:vola y no exenta
de ciert~' crueldad. ¿ Es realmente
Louvre.
y es justamente en 1934. duran--
comodidad y método. Las colec-
necesario;· pr~gunta ,uno de' 'ellos.
te un período duro. fln que todo esfuerzo' 'se .di:fi~ufta co:'" llas múltiples
ciones iban en continuo aumento:
com_plicaciones materiales que sur-
tos de excavaciones. etc. Hoy día
el conjunto de obras que allí se
,''-
comprohar un,a-,-'~:vez 'más' la"'a-plas..unte superioridad de los segundos:
su perioridad ,de alma y de técnica,
que ordenó se consiguió_ un poco de
sobre la habilidad indiscutible. pero
gen por todas partes. que han 'sido
realizadas con éxito. t~ansformacio­
hueca de los primeros?
nes reclamadas ya por varias gene-
ITALIA
donaciones. adquisiciones. produc-
encierran alcanza a la fantástica
suma de 173,000...
raciones .. Es cierto que estas trans-
Era pues de toda necesidad obrar.
formaciones han sido dirigidas por
por respeto a la cultura y por' amor
propio nacional. Y esto ha sido he-
EL NUEVO MUSEO ETRUSCO DE FE-
un hombre. ne.? solamente erudito
y de hüen gusto. sino también
enérgi~o.,
Henri Verne, Director
RRARA.
de los Museos Nacionales de Fran-
M:
cla.
Ciertament~ el Palacio del Lou-
cho de manera sobresalien te: cuarenta salas nuevas o restauradas.
claras. luminosas. en donde los objetos y las pin turas ya, no se ven
vre' no ha sidQ edificado para expo-
apiladas y donde s~ ha producido
una atmósfera apropiada a 18;. con-
po 'proyectado. Contendrá aproxi-
ner pinturas y esculturas.
templación de las obras de arte. Es-
mad~mente 10.000 objetos encon-
comprende el deseo de muchos admiradores de las artes plástic,as de
crear uno - o varios museos moder..
Ferrara tendrá al fin su Museo
de arte Etrusco, -desde much,o tiem ..
trados en las excavaciones de Spina
y. estará - ubicado en el Palacio de
Ludovico el Moro. Se le dotará
además. d'~ una muy completa Bi-
y se
mos,. donde se 'instalarían todos sus
tas primeras modificaciones. pronto
le seguirán otras. han sido efec'tuadas en las salas destinadas al arte
antiguo: griegos. romanos, egipcios,
blioteca y. de una colección foto ..
gráhca de arte etrusco.
ESTADOS UNIDOS
EXPOSIcióN INTERNACIONAL DE FOTOGRAFÍA Y GRABADO.
Oiganizada por el Art Institute
oL Chicag'o, tendrá lugar en 'esa
ciudad la 4.v. Exposición Internacian'al de' Fotografía y Grabado.
S~
'abrirá ,,1 público el 1." de Ju-
lio 'pr6ximo.
Sala de los Primitivos, antes de la transformación
32
y orientales. a las Esculturas' de la
Edad Media y del Renacimien tú, a
los Primitivos italianos y a la 'pintura moderna. En el segundo piso
han sido transformadas siete salas
a fín de colocar a los Maestros.del
Siglo XI X. desde Chasscrian has1:&1
los Impresionis.tas,. a
los
que se
les agrega la Colección Moreau-Né ...
laton aceptada últimamen te en el
Louvre. Muros claros. hertnosa luz,
telas bien espaciadas. Los Corot. los
Dégas, los Manet. los Monct, los
Cézanne. los Renoir ... se encuen-
tran ahora dignamente presentados.
Sala de
H. B. C.
La
criúca
ha
los Primitivos. (Presentaci6n actual)
comen tado
con
elogios un Poema de 'Barrau:l in...
MUSICA
terpretado por la Sin{6nica de Pa-
FRANCIA
E~te: gran director esh,en6 también
questa~ Alfred' Cortot hizo ejecu-
el Triple Con~ierto. (violín,
tar ambas obras en sus audiciones
VlO-
nos traen el eco de in tercsan tes pri..
listas. Bonicci. Casella en el piano
meras ejecuciones tan to en
minio tea nal como en
música
sin{6nica
y
de
el
el
de
do~
la
cám.a,ra.
Iv: arcel L clc:unay estrenó una «Sinfonía» y una «Rapsodia» para
las noticias :musicales dé Francia
temporada
trumentfltción.
rís dirigida por, Pierre Monteux.
loncelo y piano). de Alfredo Casella' en', el que actuaron como so-
Durante la última
con un sen tiJo finísimo de la ins-
y
Poltronieri. violinista.
Lcuis Auéert ha presentado «Tres
rn.~10dí2s» para canto 'y orquesta
01'-
pri vadas to:mando él a su cargo la
parte-de davedn.
El gran com posi tor polaco
I<arol
Szyrnanou·sky. dió a conocer en
París. bajo la direcci6n de Monteux
IV
su
Sinfonía para piano y or-
questa actuando él como solista~
La
obra tuvo un éxito resonante.
J aCC;tles Itert
en la «Sociedad de
Conciertos del Conserva torio'» hizo oír su «Concert pour flute et
orchcsüe»
que se estima una de
las mejores
producciones de este
cumpomt()1·. I~fual éxito 06tuvo en
los conciertos de Cortot el «Concel't'ino» para piano y orquesta del joven
Iean ¡"rancai.x que h. crítica
valo-
considet'u uno de los po-s;tivos
res de
la
generación nueva.
Mme. Croiza e 1 yonne Gal tu ...
VJernn 8
r>U
CH.rgo coma cantantes
la mterpretación de ~,Le cercle des
heurcs» de Custare ¿'amazeHilh. poema inspirado en
e1
«Jard-il1 des ca...
resses» de Franz Toussaint. La or""
Una sala de plntllfW:l de! sigJo XIX
questa es una evocación oriental.
33
precisa y minuciosa «como una pintura
china»). P. O. Ferrou1
una «Suite»
hizo oír
de su ballet ({J~unesse».
Tibor /larsanyi estrenó «La ;oie
ITALIA
Se acaba de celebrar en París el
Congreso N a'cional del Can to l~nau ..
gurado por el Director General
Bellas ,Artes. bajá
En Florencia se acaba de (~e!e­
de
la presidencia de
XII Fcstiv~1 de la Sociede Música Con-
br&r el
de vivre» entretenimiento cinema-
Thomas de Salignac y de un comite
tográfico musical destinado a ser-
de personalidades políticas y m usi-
temporánea
vir de paráfrasis a 'dibujos anima-
cales. Se leyeron importantes na-
diciones contuvIerOll un único con-
dos.
bajos como
NOTICIAS DIVERSAS.
Nicolás Obouhow presentado por
M usícale,
dió un concierto
de sus obras mÍstlcas, en la Sane
(S. l. M. C.).
Las au-
cierto orquestal cuya obra cumbre
a
de la
del Dr. Wicart; «Higiene de la voz
fué
que canta»
Labarraque;
el «Salmo» de 19or Markewitsch.
</Gimnasia de la voz» de M. Sou-
Este joven compositor es saludado
dieux:
como la verdadera revelación
del
Dr.
Escritura vocal,
Enseñan-
za libre, C~'n to coral.
un
La Or.luesta Sinjénica de París
Henry Prunieres. el Director de la
Revue
«Emisión fisiológ~ca»
dad Interna.ci.onal
juicio unánime
genio
formidable.
desde el estreno
para permitir a los jóvenes composi-
Strawinsky.
tores oír sus obras antes de ser es-
instrumento radio-eléctrico inven-
trenadas en público.
de
genio que
produjo una creación no superada
ha organizado ejecuciones privadas
Gaveau.- dando a conocer el nuevo
critica,
del
de
"Sacre"
No es una obra de misticismo
opaco, es la visión exaltada de un
fe ,poderosa
tado por el ingeniero francés Michel
alma iluminada por una
Binaudot 'lla.mado «Cruz Sonora'.".'
capaz de hacer milagros. El Salmo
M.
Mme. Goin han
hecho cons-
truir en su residencia
particular,
y
dotada de una sala de conciertos,
el órgano más completo y perfec..
to que tal vez hasta ahora se posea en
en el mundo. Reune las cualidades
sonoras de los antiguos y todos los
progresos modernos.
La Casa
Pa thé
en su producción
reciente «Los Miserables» de Víctor Hugo estrenada hace poco, en..
cargó la sincronización musical a
Arthur Honeggcr.
El único autógrafo de Lully des-
GRAN BRETAÑA
fué acogido con adlTIiración por parte del público y con, resistencia por
Acaba de fallecer a los 76 añm~
una de las más venerables :figuras
lTIu,sicales de Inglaterra. Sir Edward
EIgar.
Elgar representa para los
algunos elementos afectos a un arte
tradicionalista.
En los conciertos de música de
cámara se dieron a·conocer algunas
obras interesantes como
recorrido por el arte britán~co la
trica para CU3rteto de cuerdas:> de
Alban
Spinner. austríaco alumno
fuerzo se debió en gran palOte el
'del
conocimiento y ,apreciación de las
una
obras de Li.szt y Wagner sobre
viola y violoncelo
LO-
Berg,
de
:figura inicial del verdadero renacimien to de la m úsica. A su es-
alemán
obras
Rudolph
Fantasía
Leopold
de Pisk.
Holzmann,
para oboe,
del
vioIín-
inglés
Ben_
do de este último del cual fué un
jamín
apóstol entusiasta.
francbs Henry Marte!lt, obra seve-
SUB
poemas sin-
BrÍtten,
un
cuancto
cubierto no hace mucho tiempo y
fónicos y obras corales desconoci-
ra y
el sentido de rehabi-
dos para el público chileno cuentan
rica que contrastó con
comentado en
la «Suite
que miran desde fuera el camino
del
de una escritura trabada
y
el 'Trío de
litar la reputación del músico, se
entre lo más valioso que tiene
ha venido a descubrir que es falso.
música inglesa.
M. Prunieres. su panegirista hace
de la Britísh Corporation (B. B. C.) dieron a cono-
fa: yola
cer últimamente variél.s obras sin-
obra de PirandeIlo asociada a la
las retractaciones del caso.
Charles van den Borren, el céle··
la
su compatriota Jean
Francalx.
En Roma se puso en escena la
Los conciertos
de Arnold Bax que la crítica
ópera de
Francesco A1alipiero «1,2-
del :figlio cambia to». Esta
de uno de los vaJores
bre lTIusicólogo acaba organizar un
fónicas
conjunto «Pro lTIúsica antical>. de
considera uno de Jos com posi tores
más sólidos del arte italiano recibió
violas, arpas, laudes Rautas y trom ..
más auténticamente ingleses, Jun-
una acogida llena
bones. con él ha presen tado programas del siglo XV, obras de Binchois,
to a estas producciones se ejecutó
te del público reac-cÍonó violen ta ...
el
mente so pretexto de la crudeza
Dufay, Arnold
de
Lantin, etc.
poema
«Morning Heroes»
Ari:hul" Bliss.
de
vena creadora
del lenguaje
de zozobras: pa:l.'-
y hnWmen te
la
cenSll-
24
«Mathis del' Maler» (Mathis el
pintor) de Paul H,indemith. "Esta
mento Musical del Estado». Fur-
La música
es señalada por la crítica como una
obra basada, en la vida de Matías
Ihlert. Secretario. Esta oficina está
de las' mejores obras de Ma1ipiero.
Grunewald. el íns pirado au tal' de los
dividida en ocho grandes secciones.
fué
con
retablos de Colmar, reune en forma
gran éxito.
sinfónica tres momentos· principa-
Sección A) Compositores. dirigida
por Str~uss. Seccón B) de los;
El Gobierno Italiano ha hjado
desde el 8 al 16 de Septiembre
les de una futura ópera. No se tra..
músicos con cargos o'flciales. diri-
ta de una sinfonía en el sen tiJo ca. .
gida por
1'a prohibió la representación por
escrúpulos políticos...
estrenada en
Alemania
twangler.
Vicepresidente,
Heins
H vemann. dividida a
~u.
Fiesta lntern"--
rriente. sino del ensamble 'de trozos
vez en diversas ramas como ser-
cional de Música, «Biennale d'A . . -
orquestales construídos libremente
músicos de
te», Han sido invitados diversos
y
compositores actuales como Alban
del tiem po de Bach. Furtwangler
Berg, con una Sui te Lírica para
dirigió la obra.
próximos la III
Cuarteto:; Honegger. con una ,com-
llamados sinfonía en la acepción
orquesta;' de' cámara.
directores
música evangélica
y
solistas.
y
música cató-
lica; Sección C) para organización
\Y!olfgang Fortner dió
a cono'(:er
posición para pequeña orquesta de
un Concierto para dos violines. vio..
cá'mara; Ra vel, con tres canciones:¡
lonceJo y orquesta de cuerdas.
Strawinsky, con una·nueva compo-
profesores.
Conrad Beck estrenó una Sinfo-
de c.~nciertos., dirigi~'~" por S€lll~­
chop,p; dividida en un prganismo
directivo de toda clase de festivales y agrupación de em presarios
sición de cámara:; además Constan t
nía para orquesta de cuerdas
aca-
musicales; Sección D) Sociedades
Lambert. Pau} Kadosa, Martínu,
ba de. terminar un Oratorio que se
corales. 'dirigida P9r Stein; Sec-
PopoH., Szymanowsk y
ejecutará en
Ci'ón E) Asoci,ación de editores de
música alemanes; Sección F) Sin-
y
Krenek
Basilea en
y
Junio.
que estrenará como Malipiero y
Allano
óperas
critas para
espec·ialrnente
es-
Richard Strauss ha terminado.
los dos primeros actos de su próxi-
RUSIA
Del 20 al 30 de Mayo tu vieron
lugar en Leningrado los festivales
des'tin~'do h pres'~ntar la historia de
la' música
dicato de comercjantes de música;
NOTICIAS DIVERSAS.
el festival.
r'us~
a partir de Borodi-
ne. hasta, nuestros dfas. Entre los
autores modernos que se ejecutarán
se cuentan ProkoheH", Steinberg,
Schost~kowitsch. Scherbalin. Seher...
batschew,' Schitow,
Schaporin
y
Kniepper.
El Concierto para piano y orques...
ta del compositor Schostakowitsch
acaba de ser ejecutado en Leningrado con qrítica muy favorable.
ALEMANIA
ESTRENOS IMPORTANTES.
El 5 de Mayo se ejecutó por prllUcra vez en Duisburg la sinfonía
ma ópera. ·,La mujer silenciosa»
(Die 'schu:eigsame Frau) , texto de
Sección G) Sindicato de Fabricantes de instrumentos y Sección H)
Agrupación deJos impresores y comercian tes de discos.
Stefan Zweig. El 11 "de Junio cumplirá 'el maestro' sus 70 años
ESPAÑA
y
como. un homenaje se preparan :diversos festivales: .la Opera de Berlín anuncia siete ejecuciones diversas de Strauss. de las cuales 'él dirigirá tres. En Dresden. en donde el
La Orquesta Sinfónica de Ma<
drid ba~.o J~a dirección de Arbos.
estrenó con mucho éxito varias
se organiza una «Semana Strauss»
obras. Entre estas merecen se"
ñalarse «Variaciones» de Joaquín
Serra, y «Molinos Isleños» de A.
en la cual él dirigirá dos veces la
nueva presentación' del Caballero de
aniversario del nacimiento de Al'-
corn posi tor 'pasará 'su aní versaría
la Rosa.
El nuevo estado alemán ha
dado una organización im ponen te
Duo Vital.
Para celebrar el 70
bos se ejecutó la «Sinfonía de los
Salmos» de Strawinsky cantada por
] a masa coral de Benedi (o.
a la dirección de los a.·mntos musicales en el Retch. Dividido en diver-
Perez Casas. al fecnte de la 01'''
questa Filarmónica eS1:l'cnó «Cua-
sas secciones y de partamen tos. se
creó un verdadero Ministerio de la
tro Preludios» de Manuel Palau:. un
«Concierto Mili tal'» para violín,
Música. cuya org'3.niz:tción en líneas
de P.tttaluga y el «Concierto para
generales es como sigue: Richard
Strauss, Presidente del «Departa-
de Salvador Bacarisse.
p¡ano y orquesta en Do Mayor»""
35
ESTADOS UNIDOS
'tos ha llegado a afectar institucio-
La New York Oratorium .society- para conmemorar
tlU
60 aniver-
sario, celebró un festival dedicado
a Bach, Hizo oír dos canta taso el
Magni-ficat. obras de órgano y
m,úsica de cámar~ y la primera
ejecución fnteg'ra en
EE. UU.
de
la Pasión según San Mateo.
La crisis de los grandes conjun-
claramenTe en
la
producción
de
nes. tan sólidas como la Orquesta
René Meza: una que
Filarmónica de New York. El Presidente de la Sociedad ha hecho
llamar ceramísticn pura, en que el
un llamado público a fin de im pe_
recursos na turaIes de la
podríamos
artista aprovecha al máximun los
técnica.
dir la disolución de la orquesta me-
En ella "las formas snn puras, !1e-
diante la subscripc-.·Ó 1 de un fondo
neralmen te torneadas o geométri_
de g'aran tía de 500.000 dólares.
cas;
pues el débCÍt de esta temporada
vechando la beUeza natural de los
sube ya de 150,000...
eamal tes vítreos de una precios ...
la decoración es simple, apro_
materia.
Esta
tendencia está en
honor entre los mejores ceramistas
MOVIMIENTO ARTISTICO NACIONAL
europeos. La otra es la de la cerá-
En esta dase de
trabajos colaboran con é], un esco-
mjca decorada.
EXPOSICIONES DE ARTISTAS
NACIONALES·
los trabajos de
de
Chile. han dejado de manifiesto
ceramista pone en manos de, sus
EXPOSICIÓN RENÉ MEZA CAMPBELL.
la
interesante labor
colaboradores un~ materia preciO-
por
él como profesor de ese es,tabJe-
En la Casa Cori.
la Escuela de Ar...
gido grupo de artistas. ya creando
tes Aplicadas de la Universidad
formas o decorando. Para ello el
desarrollpda
cimiento.
En la Casa Cori. Roné Meza
Este es
S3.
que usada con gusto permi t e
producir trabajos de un gran inte-
el
resultado de una con-
CampbeIl ha expuesto un intere-
tinuada labor de in vestigación per-
sante grupo de cerámicas dq una
sonal y de vastos estudios realiza-
rés artístico.
Héctor Banderas
C.
y
Arturo
Adriazola. se distinguen como buenos modeladores y decoradores de
cerámicas.
«Patiches» de Mesa Campbdl
Un rincón de la 'Exposición del pintor Pablo Vidor
Banderas ha realizado un modelo
técnica correcta y de un depurado
gusto artÍstico.
El
público aficio-
nado a las cosas de arte había t:e-
dos en escuelas
peas,
bajo
de
cerámica euro-
especialmente
en
Vierjou,
para el material; con igual acierto
eminent:e
decora un pie de lámpara en tono:;;
el 6ltimo SaJón
ve,
dOl·
ci~r
el grado de
né Meza CampbeU profesa verda_
zado
por este
parte,
dml
perfecc~ón alcan-
artista.
Por otra
exposiciones anuales c!e
cebido en forma muy apropi.ada
la dirección de Marco Larche-
OllciaJ de Artes Plásticas. de apre-
nido ocasión, en
de madona de planos sim pIes con-
sabio e
investiga-
en la materia y por
el cual Re-
dera gracitud y vene1'8ción.
Dos
tendencias se
manifiestan
verdes con un dj6ujo hno.
Las decoraciones realizadas
algunos potiches
y en un
en
pencan
de azulejos por Arturo Adriazola
revelan una vez; más
la. porterosa
ción,
se
reconocerá
un
progreso
de ba
imaginación plástica de este Joven
eVldénte, fruto del estudio y
artista.
continuas rebuscas que caracteri-
Igualmente interesantes son los
modelos de Peter Horn y de la Srta.
Marin.
zan a los artistas convencidos.
teb.s de tamaño más bien pequeño: pero de ·gran
con tenido
pi::'-
tónco.
Dotado de un poderoso ,sentido
El1.tre los primeros trabajos de
de apreciaclón plástica, este artista
este artlsta que tuvimos ocasi6n de
puede pintar un tema con deteni-
}:\Jo rp..~cremns t,:!';r,nnn.2-r es t:-~ CrÓ-
aprecia1-, recQ1,damos eSFccialmen te,
miento y aún dejarse l1eve.r por su
10
nica sin ]Jama!' )8, Rtención sobre
los grabados. interesf',ntes estudios
emo.ivídad sin temor de cGl.er en
una obra de verd:;~dc:ro aliento. Nos
de organización y sus conSCIentes
friamen te descri pl:i vo ni en la sen-
referirnos a una fuente de azule.ios
dibujos q\.le daban la impresión de
síble':"ía
realizada
por encargo de un par ...
un arte serlo. Su pmtUl'a tuerte'"
siem pre de una alta calidad Plc-
ticular.
men te sombreada de negro a tr2 ve-
tórica.
En ella René Meza ha hecho obra
saba pOr una etapa común a mu-
Je Qrqu;tec to y de ceramista pro-
chos
yectando la fuente y ejecutando los
mente transitoria. La fascinación
azulejos que son comparables a
pintores y
también común-
1i terarlu.
La realización es
Una hna sensibilidad y. un claro
d;scernimien to
artís tico
han
per-
mitido a Jorge Letelier hacer un
105
de la paleta y el poder expresivo
viaje de estudio por Europa. resi-
,mejores en su género. El motivo
del color, patrimonio emotivo por
dir en París, centro de la actividad
de SHl1. Francisco que la adorna es
excelencia del arb pictórico, ter-
artística mundial. e interesarse por
obra de Héctor Banderas C.
minan siempre por subtraer al pin-
todas las manifestaciones del ane
tor de esa inú1.il rebusca del voht-
sm
men, que es la elocuencia de las
ninguna de las escuelas en boga.
EXPOSICIÓN
PABLO VIDOR.
(En la
Sala Rivas)
artes del espacio.
Es
así cómo la
pintura Vidol" entra en una etapa
El interés por la producción artística y la importancia que se le
in tensamen te colorista.
sacrihcar su
El estilo
a
de este pintor, cu.ya obra
da siem pre una sensación de espon taneidad"
Desde ese mamen to será esa la
personalidad
acusa gran a hnidad
estética con el art.e de los i-mpresio-
la virtud
otorga en los países más cultos son
caracteris.tica de su arte; pero aun
nistas. de los cuales posee
factores
dentro de ella seguirá evolucionan-
de transmitir viva y palpitante la
el sentida de una mayor
emoción del artista ante las cosas
determinantes
del
gran
movimien'w artístico europeo. Los
do en
artistas que surgen en ese ambiente
claridad y organización.
tan proplCio, como los que han es~
él.
de la na tUt;"aleza. Por otra parte
En efecto. si se le podía reprochar
una e hcaz ordenación de los ele-
se
que el exceso de colorido de calidad
men"tOs
caracterizan p,or la laboriosidad, el
uniforme en sus teJ as hacía perder
en sus cuadros. y que revela una
en tusiasm) y la fe con que se de ...
a este elemento su poder expresivo.
profunda com'prensión de las disci-
dican a las prácticas de su pro~
sus
feaión.
N.O 1,
tado en contacto íntimo con
Pablo Vido!', pinto~ europeo de
tendenciaEi modernas, llegó a Chile en
1m;
albores
de
nuestro movi ...
plásticos que intervienen
N.O 17, Cactus~ el
plinas constructivas. contribuye a
Retra-.:o de la Srta. Anita
dar claridad de expresi6n a su len-
cuadros
Greve Mol!; el N." 39, Calle de
ArrabaL de su última exposición.
demuestran
(lue este. artIsta
guaje pictórico.
Para que una obra pict6rica He ...
ha
gue a reunir estas dos condiciones
a'nti-academista
conseguido con trolar su fougue co-
en forma tan natural como las reu-
y como era natural. f1.18 L'ecibido
lorística. dándole variedad de cali-
ne la pintura de Jorge Letelier es
con gran simpa.tÍa por los artistas
dad y de velor.
necesario. además de
mien to
plct6rico
jóvenes. Se radicó en
el país, donde
lleva más de diez años de interesan'"
te
labor.
Si .rccol,danlOs y comparam.os sus
ohras de aqcdi.a é'púca c()n las que
e",h'¡be en su más reciente 'cxpos'i-
verdaderas
condic:ones naturales. una mentalí:'
EXPOSICI{~N DEL PINTOR JORCF
I.ETr.<:LlER.
(En la Sab. Eyzaguirre)
Jorge Letel{er
ha expuesto en la
Sala Ey,zagu,irre una clocuenwna de
dad
artística
muy cult~vada.
exposlción que nos
es el fruto
L<l..
ha presentado,
de una COílstantc
y
bien
controlada labor y con ella convence enteramente,,- R. D,
37
LAS AUDICIONES DE LA ASOCIACION NACIONAL DE CONCIERTOS· SINFONICOS QUE
PATROCINA LA UNIVERSIDAD DE CHILE.
TEMPORADA DE OTOÑO
PRIMER CONCIERTO SINFÓNICO,. FESTIVAL ITALIANO.
Los Conciertos Sinfónicos de la
temporada de otoño se iniciaron ,el
especie de atmósfera claustral. pro'"
pic~a
al recogimiento.
Su versión, en el concierto que
comen tamos, . como la que se dió
Como estreno se tocó también,
de la Obertura de «Los maestros
el Concierto para cuatro violines,
cantores», podría recordarse sola_
orquesta de' arco
órgano, de Lo-
men te' como una discreta lectura a
ca telli. La musicalidad de esta producción sólo logra desenvolverse
primera vista. En cam bio, a partir
de las «Noches en Jos jardines de
dentro de los límites de lo correcto.
El resto del cartel con tenía unas
tuación ascenden te has ta culminar
'y
España», la- orquesta '(uvo una ac_
impresiones de Malipiero. el Concierto para violín y orquesta en do
con el «Bolero» de Ravel cuya eje_
mayor de VivaIdi Kreisler, q"e Víc..
Palacios.
tor Tevah interpretó anotándose en
esta oportunidad la mejor labor de
nado de la obra de Manuel de Fa-
cución
fué
magníhca.
perfectamente
Armando
posesio_
lla, y de la parte píanística, su po
9 de Abril. en el Teatro Central.
su brillante carrera artística. y la
agregar esos timbres sonoros que en
con una audición ·dedicada en su
Scarlattiana de CaselJa, cuya parte
fácil am~lgama se funden con las
totalidad, a-l repertorio orquestal
de piano realizó Herminia Racca-
'italiano, tanto antiguo como rnd-
gnl con suma: claridad y maestría.
notas del conjunto orquestal para
formar un todo homogéneo, ex_
derno.
El 'anuncio de este1concierto despertó inusitado entusiasmo en nues-
La concertación de los números
presivo y perfectamente subordi-
"tro ambiente artístico por oír. pre..
ferentemente,
aquellas
obras
de
sinfónicos que se ofrecieron en este
nado
interesante. Festival. 1 taliano estu-
Con seguridad.
vo a cargo. del maestro Armando
Carvajal quien, como siempre, su-
ondulaciones rítmicas de excelente
realización llegó al término de la
el
Q.
las intenciones del autor.
buena técnica y
autores contemporáneos cuya nom-
po, transmitir
contenido de cada
suite hasta lograr compartir con el
bradía ha trasmon'tado las cumbres
parti t1;lra haciendo gala de :fideli-
de la 1 talía para extenderse, sin especial propaganda. por los centros
dad y buen gusto.
maestro Armando Carvajal el premio de una cariñosa y prolongada
salva de aplausos.
A continuación. el animador de
más importantes del orbe musical.
En esta ocasióri. el maestro Ar..
mando Carvajal dió. a conocer la
suite de Ottorino Respighi que lleva por nombre «Vetrate di Chiesa»
cuyas cuatro impresiones sinfóni..
cas ostentan a la vez, los siguientes
títulos: «La huída de Egipto»,
«San Miguel Arcángel», «Los maitines de- San ta Clara» y «San
Gregorio el Grande».
Exceptuando el enfático trozo
denominado «San 'Gregorio el Grande», los otros números de la Suite
proporcionan al oyente momentos
de arrobadora sentimentalidad e
instantes de verdadera exaltación
heroica.
SEGUNDO CONCIERTO SINFÓNICO
Schubert, Wagner. Albéniz, 'Ma-
Fana y
la Sinfónica hizo oír dos obras de
Albéniz, o.rquestadas por Fernán...
dez Arbós: ,« El Albaidn», que se
-Aso-
daba como estreno, y la popularísima «Triana». Nadie mejor que
ciación Nacional de Conciertos Sin-
Fernández Arbós podría verter a la
fónicos para,dar. con sus obras más
difundidas, la segunda audición
orquesta una producción de Albé-
nuel de
Mauricio Rave] fue-
ron los autores elegidos por la
orquestal de la.temporada de otoño.
Importante programa en' cuyo
desarrollo encontramos a dos _auto ...
niz. Es un violinista de fuste y un
concertador. que ha practicado lar_
gos años frente al mejor conjunto
orquestal de España.
res que, en buenas cuentas, son los
represen.tantes extremos de toda-la
etapa romántica del siglo diecinue_
ve: Schuber,t .y Wagner.
La ~ Inconclusa'»" no- ·se d~staca
por.}a, nobleza de sus ideas, sino más
La obra está escrita con prodiga'"'
liJad de esfumados timbres sono ...
-bien por esa innegable Intención
·dramática_'que se advierte a
ros que dejan en el ambiente una
go de todo
lo
lar-
el JesarrQllq .de ¡" obra.
TERCER CONCIERTO SINFÓNICO. FESTIVAL RUSO.
Un festival sinfónico que se hace con el hn de d.ar a conocer las
obras, orquestales de un determi...
nado país. a través de su evolución
38
musical. interesa como exponente
de un fenómeno histórico y tam-
to de Prokofieff y de la sttite del
«Páj aro de fuego».
bién como estudio de un arte que
todos sus detalles. las múhip!..:.::s Le;;:llezas que con tiene la obra ven cien ...
do esas dihcultades que sólo los instrumentistas profesionales pueden
puede ser exclusivamente nativo o
llevar el sello de una expresión universalizada.
Del repertorio operístico ruso se
CUARTO CONCIERTO SINFÓNICO
aquilatar con exactitud.
El Concierto Sinfónico del lunes
Como estreno se interpretó tam ...
bién la «Tonada» para tres voces y
ejecu taran en este concierto dos
30 de Abril se realizó con obras del
fragmentos verdaderam.ente meri-
rep/;'lrtorio
germano:
la
Sinfonía
torios: la Obertura del «Príncipe
N.O 2 de Beethoven. cuya versión
Igor» y una suite con trozos selec-
no podría señalarse como un acier-
cionados del «Zar Saltan», de
Rimsky-Korsakoff. La segunda par-
to: el «Concierto en la menor»,
para cuatro pianos y orquesta, de
te contenía «L'oiseua de feu» de
Antonio Vivaldi arreglado por Bach
en el que intervinieron como intér...
'Strawinsky y un estreno absoluto
orquesta. de P. Humberto Allende.
obra que el año pasado obtuvo el
primer premio en el Concurso instituido por la Universidad de Chile.
En la realización lírica de este
trozo nacional intervinieron las
cantantes Adriana Herrera de Ló..
pez, Emma Bunster y Fedora Be-
para Chile: el «Concierto en do
pretes las señoritas Herminia Rac-
rríos. admirables intérpretes cuyo
mayor» para piano y orquesta del
aporte a la difusión del arte rehna..
moderno.
cagni. Inés Santader. Julia Searle
y Rebeca Cherchilnitzky-:-:-todas,
Sergio Prokofieff.
Esta obra es, sin duda, una coro ...
posición de alíen ta llamada a ocu-
alumnas sobresaEentes de la maestra Rosita Renard- y dos emocionantes obras wagnerianas: el «Eri-
Una delicada ejecución de la
«Alborada del gracioso» de Ra vel
par un puesto preferente en el re-
cantamiento del Viernes Santo)) y la
compositor
y
pianista
pertorio de los mejores concertistas.
«Despedida de Wotan» y «Fuego
Su elaboración es modernísima, ri-
Mágico». de la ópera « Las W alkirias)).
ca en fantasía y en giros rítmicos
puso término al concierto.
SEXTO CONCIERTO SINFÓNICO
El' último Concierto Sinfónico,
originales. Dej a adivinar fácilmente que se trata de una obra realizada por un hábil pianista que a la
do en Chile. nadie desconoce.
QUINTO CONCIERTO SINFÓNICO
vez está en posesión de todos aque-
de la temporada de otoño se veri..
ficó con todo éxito el día 14 de
Mayo.
Para celebrar el feliz término de
llos conocimientos técnicos que permiten escribir sin caer en lugares
En esta audición orquest'al oímos como primicia la Obertura de
,comunes ni en virtuosismos extem-
la ópera «Fidelio». Aquí la dramaticidad beethoviana toma un realce
esta verdadera cruzada de arte or..
questal. cuyo triunfo se debe en
gran 'parte al esfuerzo desplegado
prete Hugo Fernández dominó por
extraordinario y presagia el ad ve..
nimiento del drama lírico que luego
en ella por el maestro concertador
de la Sinfónica, se dió un Festi..
completo las grandes dihcultades
que presenta la obra dé Prokofieff.
tomará mayor consistencia en la
obra de Weber para desenvolverse
val S trauss.
«Don Juan». «Muerte y Trans-
anotándose un triunfo que puso en
evidencia. por iguales partes. el ta-
después con todo su elocuencia emo-
figuración». «Ti11 Eulenspiegeh y
cional en las óperas de Ricardo
Wagner. Ella representa un punto
«la Burlesca» que el pianista Hugo
Fernández ejecutó con sorprenden..
de partida. un jalón musical de
te .perfección. fueron los poemas de
Ricardo Strauss que dieron opor...
poráneos de ninguna especie.
Frente al piano. el joven intér...
lento del ejecutante como la sagacidad pedagógica y musical de su
maestro. Alber~o Spikin.
Armando Carvaj al se hizo a plau..
dir frenéticamente al término de
cada una de las obras que anotaba
-el programa. dando pruebas de pe-
signi:hcación histórica.
No menos interesante. dentro de
tunidad al maestro Carvajal para
su austeridad. nos pareció el «Concierto en re mayor») para violín y
reafirmar su bien ganado prestigio
orquesta de Beethoven. El maes ..
questales.
netración interpretativa, especial-
tro Carvajal y el
mente, como animador del Concier-
Tevah se encargaron de revelar. en
de: certero modelador de masas or-
violinista Víctor
A. A.
39
NOTAS DE CINE
traen a Chile, en la actualidad casi
enteramente circunscrito
FALTA SELECCIÓN ARTÍSTICA E;N EL
al
reper...
torio de las casas norteamericanas.
de 'los trajes y de la decoración no
disimulan la falta de grandeza y
comprensIvo
talento
que
se
re-
qUlere para tratar un asunto se...
CINE
mejante.
La in tensa producción cmematográ:hca de hoy día, una de las ma-
PELícULAS HISTÓRICAS
No nos extenderemos sobre la
román tica in triga in ven tada gra..
yores industrias del mundo actual.
El auge del género hist6rico en
tuitamente a Cristina de Suecia.
que ofrece tan bellas posibilidades
la literatura actual. se ha extendi-
sin más raz6n hist6rica que la de
de realizac~ón artística. vemos que,
do también al cine. Desgraciada-
dar oportunidad de lucimiento a
en la gran mayoría de los casos se
mente
una estrella cinematog'rii.:hca como
la
tendencia espectacular
orienta más bien a servir los inte-
de este arte ha primado sob"e la
reses comerciales que no los de un
sutileza y la versac,i6n profunda
que exige el tra tamien to de los
verdadero arte. Al menos. ésta es la
impresión. que deja el balance de
temas de este carácter. Así lo helas películas exhibidas en nuestro
mos comprobado en tres películas
país. En la lista de centenares de
ofrecidas en el presente año: «Voltaire», «Enrique VIII» y «Crisfilms que hemos visto desarrollarse desde años atrás en los diversos
tina de Suecia». En estas tres obras
teatros. apenas podríamos recorla falta de respeto al carácter hist6dar una docena que merezcan le- ri.::o de 105 personajes es igualmente
gítimamente el título de obras de
notorio. En «Voltaire»," el li16sofo
arte, y en este escaso número. cosa escéptico y demoledor se ha convercuriosa. algunas han pasado des .. ' tido en un iluminado entusiasta.
apercibidas del. público por falta
una especie de tribuno de la plebe,
de una inteligente propaganda. Y
que arriesga su situaci6n y hasta
en este capítulo de la propaganda su vida por convertirse en el paes necesario detenerse: la estrepi- ladín de una muchacha. Por muy
tosa «réclame » comercial que acombuena que sea la caracterizaci6n de
Greta Garbo.
LA REVE/.-ACIÓN DE UNA ACTRIZ
CINEMATOGRÁFICA
El éxito de Ca tharine He p burn
ha sido fulminan te, y lo que es
raro en el campo de la especulaci6n
cmesca. legítimamente merecido.
Hemos tenido ocasi6n de admirar..
la este año en dos películas: «Su
día de gloria» y «Hacia la altura».
En la primera, el argumento que
trata de una joven actriz aficiona..
da, que, después de dolorosas experiencias logra irn poner su talen..
to y triunfar de la incomprensi6n
paña inevitablemente la producci6n de películas. ofusca y desorienta al público que. en muchas oca ..
George Arliss. algo exagerada y 51miesca en algunos momentos, no
de los empresarios. resulta una pá..
gina vivida en la carrera de Catha-
podernos excusar esta incompren..
rine Hepburn, y
siones, .necesi ta ser guiado por la
si6n absoluta de la ligura célebre
ella encarna el papel de una mane...
apreciaci6n serena
por esta razón
esclarecida
de Voltaire que denota el argumen-
ra perfecta, haciendo de esta pelícu-
de un crítico. Sin ella, todos los
valores cinematográhcos se con-
to de la película.
No es más afortunada en este
la una indiscutible creaci6n de ar-
funden. y el in terés de la cultura se
sen tido «Enrique VIII». Charles
Laugh ton ha hecho una encarna..
dos. en un concurso reciente, han
considerado esta obra como la me ..
ci6n física admirable del monarca.
jor del año, dando el premio a la
nueva y genial actriz. Es de lamen...
y
perjudica. Debería existir en nuestros perí6dicos una secci6n permanente
de
crítica cinematográfica
hasta el punto que puede confundír-
que hasta ahora s610 ha a parecido
sele con el famoso retrato de Hol..
de una manera esporádica. Así el
bein. Pero en cambio, qué distante
de la evocaci6n histórica nos pare ..
público no se llevaría las muchas
decepciones que hoy experimenta
ce este rey y su corte de opereta.
te. Con justicia, en Estados Uni...
tar que en la segunda de las películas mencionadas, «Hacia la altura», la intriga poco afortunada no
dé :margen a la artista a desplegar
donde ni la decapitaci6n de tres reinas cobra sentido trágico. ni emo_
la intensidad concentrada y huma"
podría· conseguir, mediante la campaña inteligente de los críticos, mej orar el material de lilms que se
ciona al espectador. Puro espectáculo, en el cual el barniz brillan te
impresionante belleza.
en el cine, y al mismo tiem po, se
na de su temperamento con tan
En la balanza mudable de la
40
gloria cinematográfica', Catharine
Hepburn, según lo que hemos tenido ocasión de leer en las revistas
ción puede desplegarse a su an to ...
objetos naturales que reproduce.
jo. venciendo todas las trabas a
que inevitablemente está sujeta la
En cambio, en una obra de pura
creación como los dibui os anima..
norteamericanas. ocupa hoy el lu-
técnica fotográhca. Lo imprevisto
dos. el color sólo necesita estar de
gar más alto. Se la prefiere aún a
es aquí la regla. y el espectador
acuerdo con la fantasía del artista.
Greta Garbo y a Marlene Dietrich.
apenas puede seguir las múltiples
cuya supremallía hasta ahora se
transformaciones a que somete al
mantenía sin contrapeso. En las
mundo visible el- capricho del di-
ceptuamos
críticas que esto afirman. se hace
bujante. Hay que reconocer que los
fiesta de Old King Cole" y ,Silly
ver la superioridad de la Hepburn
dibujantes norteamericanos han da..
para plasmar un carácter dramá ....
do prueba, en este arte.
·tico ,que la posee por en tero. hasta
bilidad genial.
de. una
Dos
películas
de
este
género
hemos visto en Santiago que conobras
maestras:
«La
Simphony». En la primera. vemos
ha ..
surgir. por arte de magia, de las
páginas de grandes libros. todos los
El progreso de esta técnica ha
con, rapidez creciente.
castillos.' guerreros. hadas y brujas
de las leyendas infantiles, al s'on
al servicio de la idea que encarna,
Primero se adaptó a él el descubri..
de la música de las «nursery rymes».
a diferencia de Greta o de Marlene.
mien to del cine sonoro. que con tri ....
el punto de hacernos olvidar la
personalidad del in tér.prete. puesta
marchado
que a través de sus múltipl~s in-
buyó a intensificar la vida de este
canciones populares de la infancia
en Inglaterra. «Silly Simphony»
terpretaciones
mismas. con su inconfundible per-
reino de siluetas gesticulan tes. Ahora en el presente año, hemos visto
nos muestra una fábrica gigan tesca"
donde Santa Clauss. ayudado por
sonalidad y sus gestos peculiares.
surgir un nuevo perfeccionamiento.
legiones de diligentes enanitos. fa ...
que dan, en conjunto. cierta mono..
que da a estas creaciones un valor
brica los juguetes destinados a los
tanía a su trabajo artístico.
artístico ·definitivo: la a plicaci6n
niños en Pascua.
del color. Si la técnica del color
Es una visión hermosa. no logra ..
da hasta ahora, el de este mundo de
son
siempre
ellas
en el cine corrien te ha sido hasta
U no de los más fecundos cam pos
ahora un fracaso. en las películas
de dibujos animados conscituye un
éxito. Y la razón es ·muy obvia: el
de experimentación artística en el
CÍ'ne fotO,g'ráfico no podrá encontrar.
cine actual lo constituyen los di...
hasta que se perfeccione definiti..
bujos animados. Obra de pura crea..
ción del ar·tista. en ellos la imagina..
vamente la fotografía en colores,
el tono cromático exacto de 10'8
LOS DIBUJOS ANIMADOS EN COLORES
Imp. Nascimen¡".-Ahumada 125-Santiago
finas viñetas .coloreadas con de1icadeza. que' se animan,' actúan, ha..
blan y cantan acompañadas por
una música adaptada admirable ..
mente a todas las peripecias del
desarrollo fantástico.
H.
•.
ALFONSO LENG.
el
MA
PARA CANTO Y PIANO
POEMA 010
GABRIELA MISTRAL
EDICIONES DE LA "REVISTA DE ARTE"
FACULTAD DE BELLAS ARTES DE LA UNIVERSIDAD
DE CHILE
Año 1934
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Dedicado a' la- Sra; Marta Petit
de Huneeus y a la Srta. Marra Eugenia Cuevas Matkenna.
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Letra de GABRIELA MISTRAL
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