INDICE CAPITULO V: Reformas, Acuerdos y Regulaciones.............................................................................. 203 Regulación Bajo Corrupción.................................................................................................................. 206 Reformas y Economía Política: Apuntes Sobre Negociaciones Entre Los Poderes del Estado............... 214 Proceso de Crisis y Reforma del Sistema Financiero: El Caso Uruguayo................................................ 217 La República Dominicana y Los Acuerdos con el Fondo Monetario Internacional (Primera Parte)...................................................................................................................................... 225 La República Dominicana y Los Acuerdos con el Fondo Monetario Internacional (Segunda Parte)..................................................................................................................................... 235 Reformas, Acuerdos y Regulaciones Regulación Bajo Corrupción Por María del Carmen Cassá E l nuevo paradigma del accionar gubernamental no ve más al Estado como productor y/o proveedor de bienes y servicios, sino más bien como agente regulador de las actividades económicas, tratando de lograr la eficiente y justa asignación de recursos. No obstante, el Estado “regulador” también ha manifestado ineficiencias cuyos orígenes se focalizan en las falencias institucionales y en la corrupción burocrática. Sin embargo, no se encontraron trabajos empíricos que contrasten las hipótesis que relacionan corrupción y regulación. Este artículo pretende explorar dicha relación, primero de manera teórica y posteriormente de forma empírica. Particularmente se pretende poner a prueba la hipótesis de que la corrupción incide negativamente sobre la calidad y la capacidad de la regulación, con el objetivo de verificar la legitimidad del Estado regulador en un contexto de elevada corrupción. Si la evidencia mostrase que esta última podría estar incidiendo sobre el fracaso de la primera, la implicancia inmediata sería la necesidad de atender prioritariamente la superación de las debilidades institucionales, o bien replantear nuevamente las funciones del Estado (si se aceptase que la corrupción es inherente al aparato público). En primer lugar se presentará una breve caracterización de la corrupción para después realizar una síntesis acerca del Estado regulador y posteriormente evaluar cómo la corrupción puede afectarlo. Finalmente las hipótesis derivadas se verificarán mediante un estudio econométrico basado en índices subjetivos1 que reflejan la calidad de la regulación y el nivel de corrupción en diferentes países. I. Corrupción En un sentido amplio, la corrupción se entiende como un conjunto de “faltas a la probidad que se observan tanto en el sector público como en 1 Construidos en base a encuestas y/o sondeos que generalmente evalúan la percepción de los agentes en torno a variables que no son verificables empíricamente. 205 empresas privadas (…) se puede entender como la utilización de un cargo en beneficio propio o de terceros y en contra de los intereses de la institución” (ILADES 1997), aunque su acepción más generalizada es la referente a su actuación al sector público: “es el abuso del poder público para el beneficio privado” (Tanzi 1998). Vista desde una perspectiva de la teoría económica, Shleifer y Vishny (1993) plantean la corrupción como un problema de principal-agente, al analizar la relación entre un principal (altas esferas gubernamentales o votantes) y el agente (el empleado público) que acepta los sobornos de los individuos privados interesados en algún bien o servicio ofertado por el gobierno. Así, las condiciones necesarias para la existencia de corrupción deben resumirse en que debe haber una divergencia de intereses entre el agente y el principal, deben existir asimetrías de información (que permitan que el agente mienta al principal acerca de sus actos) y deben existir rentas asociadas a la actividad que lleva a cabo el agente (Weinnschelbaum 1999), lo cual conduce a un comportamiento estratégico de su parte. En términos propios de la teoría de juegos (bajo la cual se analiza el aspecto económico de la corrupción) se trata del incentivo del agente (regulador) para adoptar una estrategia que implique desviarse del objetivo de su principal (asociado al bienestar social) en pos del cumplimiento de su propio objetivo (asociado al bienestar privado). En consecuencia, la corrupción se constituye en una variable que puede alterar el nivel óptimo de la ley, puesto que si los encargados de hacerla cumplir son corruptibles, las condiciones de optimalidad se verán modificadas. Esto puede extrapolarse al marco de las políticas económicas: la corrupción altera las condiciones bajo las cuales estas serían óptimas. II. El Estado Regulador Tradicionalmente, las funciones asignadas al estado son: mejorar la eficiencia en la asignación Banco Central de la República Dominicana 206 de recursos (ante las fallas de mercado como son las externalidades, los monopolios naturales y las asimetrías de información), la redistribución del ingreso y la estabilización de la actividad económica. A lo largo del tiempo lo que ha variado es la manera de lograr estos objetivos, al buscarse una participación menos directa del Estado, otrora productor de ciertos bienes y servicios, y actualmente encargado de controlar que estos se provean de manera adecuada y de controlar las situaciones en las cuales el mercado no genera una asignación eficiente de los recursos: el Estado regulador. Adicionalmente, el estado es el encargado de hacer cumplir las leyes, reglas y contratos, así como de erigir un marco jurídico y reglamentario que fomente la eficiencia. No obstante, a esta visión tradicional se opone la del “Public Choice” asociada a la escuela de Chicago que, a grandes rasgos, sostiene que los funcionarios públicos se comportan como maximizadores de su propio bienestar, ya sea mediante el incremento de sus ingresos monetarios, concentrando en sus manos mayor poder, o logrando un mayor prestigio. Se rompe así el supuesto del gobierno benevolente y se abre la posibilidad de la corrupción en cuanto se explican los incentivos a desviarse del objetivo de bienestar social. En la misma línea de la teoría del “Public Choice”, se plantea la teoría de la “captura” o de los “grupos de interés” que afirma que en un contexto en el que existen asimetrías de información se genera una situación en la que el regulador tendrá poder discrecional y la capacidad de beneficiar a los grupos afectados por sus decisiones. Adicionalmente, la multiplicidad de objetivos de los organismos públicos hace difícil establecer prioridades en la toma de decisiones, lo que facilita al regulador dar más importancia al control de alguna variable estratégica para él. También genera esta situación la difícil medición de los resultados del regulador que hace más factible el comportamiento oportunista (Tirole 1994). Departamento de Programación Monetaria e Investigación Económica III. Corrupción y Regulación En la búsqueda de los orígenes de los posibles fallos de la regulación, dos aspectos que han recibido particular atención en la literatura han sido la corrupción y las falencias institucionales. En un ambiente de corrupción, en el que no existen los controles suficientes, las organizaciones y los oficiales encargados pueden tener la capacidad de crear leyes y regulaciones favorables a determinados sectores, o ambiguas en el sentido de que puedan manipularse a su conveniencia y, generalmente, exigir sobornos a los agentes involucrados (Shleifer y Vishny 1993). La corrupción genera reglas del juego menos claras y por lo tanto incertidumbre en cuanto a la aplicación del marco regulador. Esto hace que se vean atraídos al mercado regulado inversionistas menos adversos al riesgo o con la captación de rentas como objetivo primordial. El resultado puede ser el comportamiento oportunista, tanto de las empresas reguladas como de los agentes reguladores (Bitrán y Saavedra 1993). Desde un punto de vista más global, para poder ser efectiva, la regulación necesita un marco institucional sólido. Un factor importante es contar con un sistema judicial eficiente que asegure los derechos de los agentes involucrados, que sea capaz de exigir que se cumplan las leyes y que sea independiente de las presiones que sobre él pudiera ejercer el poder político (Saavedra y Soto 2000). Visto desde la perspectiva del comportamiento estratégico de los agentes involucrados, la corrupción se genera en el momento en que el principal y el agente tienen objetivos diferentes y los esquemas de incentivos existentes no son capaces de compatibilizarlos. Así, los organismos reguladores, en principio creados para subsanar las ineficiencias asignativas o distributivas de los mercados, pueden derivar en nuevas ineficiencias, generándose un resultado sub-óptimo en presencia de corrupción (Laffont-Tirole 1993, Cap. 11). Oeconomia 207 Breves ensayos sobre Economía y Finanzas Finalmente, cabe mencionar que el vínculo entre corrupción y regulación también ha sido indagado en sentido contrario. La ya mencionada escuela de Chicago concluye que un mayor nivel de regulación (entendida en sentido amplio como intervención pública en las decisiones económicas privadas) conlleva mayores niveles de corrupción a partir de la conducta maximizadora de los propios objetivos asumida para los funcionarios públicos (Rose-Ackerman 2001). En síntesis, el costo social de la corrupción en términos de mala regulación puede estar determinado por aspectos diversos y complejos: la existencia de un marco legal inadecuado, favorable a ciertos grupos de interés o, simplemente, que distorsione las reglas de juego; la subordinación de esas reglas de juego a los intereses del poder político de turno; la necesidad de elevar el pago a la agencia reguladora, tanto para superar lo que estaría dispuesto a pagar una empresa regulada como para reducir el atractivo de los burócratas de favorecerlas para recibir una oferta laboral en el futuro; el incremento en el número necesario de agencias y, por lo tanto, el costo de la regulación; la reducción de la presión competitiva, tanto limitando la entrada de rivales como manteniendo precios protegidos; y la ineficiente asignación de recursos, tanto en el corto como en el largo plazo. Para medir el nivel de corrupción se utilizó el Índice de Percepción de la Corrupción (CPI) de Transparencia Internacional para el año 2003.2 En cuanto a la calidad de la regulación, el Banco Mundial ha elaborado recientemente una extensa base de indicadores de governance,310 entre los cuales se seleccionaron los denominados “efectividad del gobierno”, “calidad regulatoria” y “cumplimiento de la ley” por entenderse que incorporan dimensiones importantes del rol regulador del Estado. Se utilizaron además variables de control que buscan medir el nivel de desarrollo de los países y la capacidad de juzgar la acción gubernamental y exigir mejores resultados. Así, se incluyó el PIB per cápita en dólares ajustado por PPP para el año 2001, proveniente del Human Development Report 2003, y de la misma fuente se utilizó la tasa de alfabetismo adulto (% de 15 años o más) para el 2001, como indicadores del nivel de instrucción de cada país. Finalmente se construyó una variable Dummy para América Latina, en busca de otros efectos “regionales” que pudieran afectar el desempeño del Estado regulador. Variables independientes Constante Corrupción IV. Análisis Empírico: Efectos de la Corrupción sobre la Regulación No existe en la literatura consultada un modelo estructural que respalde la relación existente entre el nivel de corrupción y el éxito de la regulación. Sin embargo, en base a una revisión bibliográfica de el tema y de trabajos empíricos de este tipo de variables se intuye la relación existente y puede plantearse en un modelo de forma reducida (Cassá 2004). Para evaluar empíricamente esta relación se utilizó una muestra de corte transversal de 129 países, aplicando el método de Mínimos Cuadrados Ordinarios. Las principales variables son el nivel de corrupción y la calidad de la regulación, las cuales se miden en base a índices de percepción, ampliamente reivindicados en la literatura que hace uso de ellos. Cuadro 1 Efectividad del Gobierno Regresión 1 Regresión 2 Regresión 3 Regresión 4 Regresión 5 -1.6384 (-26.3016) 0.4149 (32.1697) -1.5831 (-24.4646) 1.9598 (-14.1634) -1.9458 (-14.4957) -1.7949 (-12.1777) 0.4094 (31.9423) 0.3980 (28.0258) 0.3890 (27.6039) 0.3384 (13.0246) 0.0047 (2.5878) 0.0054 (3.0565) 0.0044 (2.4714) -0.2386 (-3.0084) -0.2209 (-2.8191) Alfabeti zación -0.2053 (-2.5314) América Latina (Dummy) 1.45E -05 (2.3004) PIB per cápita 2 R ajustado Observaciones 0.8898 129 0.8943 129 0.8962 129 0.9009 129 0.9072 129 2 El CPI varía entre 0 y 10, indicando un menor número una mayor percepción de la corrupción entre los encuestados, mientras que un mayor récord implica una percepción generalizada de menor corrupción. 3 Se define governance como “las tradiciones e instituciones en base a las cuales se ejerce la autoridad en un país. Esto incluye (1) el proceso mediante el cual los gobiernos son seleccionados, monitoreados y reemplazados, (2) la capacidad del gobierno de formular efectivamente e implementar políticas sensatas, y (3) el respeto de los ciudadanos y el Estado hacia las instituciones que gobiernan las interacciones económicas y sociales entre ellos” (Kaufmann, Kraay y Zoido-Lobatón, 1999, p.1). Banco Central de la República Dominicana 208 Del análisis econométrico de los datos surge una relación estadísticamente significativa y positiva entre un menor nivel de corrupción y la efectividad del gobierno (Cuadro 1).411 Esta relación se mantiene cuando en las regresiones se incluyen la alfabetización, la dummy para América Latina, el PIB per cápita o todas ellas conjuntamente. Se observa igualmente que la tasa de alfabetización de la población adulta resulta significativa e incide positivamente sobre la efectividad del gobierno. Esto puede deberse a dos fenómenos. Por un lado, mientras menor sea el nivel general de educación, menor será la posibilidad de formar cuadros especializados para gestionar con eficiencia las distintas instituciones gubernamentales. En el caso de la regulación suele requerirse un conocimiento bastante especializado en las áreas de actividad con las que se trabaja, lo cual demanda un previo y alto nivel de formación general. Por otro lado, una población más educada tendrá una mayor capacidad de monitorear el accionar gubernamental y exigir mejores resultados, por lo que el gobierno se esforzaría en llevar a cabo eficientemente políticas que satisfagan las necesidades del conjunto de la población. Circunscribiéndonos al ámbito de la regulación, el monitoreo de la ciudadanía a los organismos encargados puede ser fundamental para que ésta se lleve a cabo de manera efectiva y limitar así la arbitrariedad de la burocracia. Resulta interesante resaltar que el hecho de que un país sea latinoamericano incide negativamente, con un alto nivel de significancia, sobre la variable analizada, con lo cual se podría inferir que hay características comunes a los países de esta región que estarían determinado una menor capacidad de los gobiernos de llevar a cabo adecuadamente sus políticas. Este fenómeno podría explicarse por la velocidad con la que han sido sometidas estas economías a reformas estructurales, que significaron un nuevo papel para el Estado. Dichas El signo es positivo, pues un mayor índice, es decir una percepción de menor corrupción, incide positivamente sobre la efectividad del gobierno. 4 Departamento de Programación Monetaria e Investigación Económica reformas no estuvieron necesariamente adecuadas a las características institucionales y económicas de cada país, y por lo tanto su efecto no ha sido el esperado. En cuanto al PIB per capita, vale decir que, aunque el coeficiente tiene el signo esperado (incide positivamente sobre la efectividad del gobierno), su incorporación al análisis no mejora significativamente el ajuste global de la estimación. Esto puede deberse a la relación existente entre la corrupción y el PIB (Mauro 1995), en el sentido de que la corrupción incide negativamente sobre la inversión y, por lo tanto, disminuye el crecimiento económico, y posiblemente este último incida en la efectividad del gobierno mediante su efecto positivo en la reducción de la corrupción. Variables independientes Constante Corrupción Cuadro 2 Calidad Reguladora Regresión 1 Regresión 2 Regresión 3 Regre sión 4 Regresión 5 -1.4238 (-15.9299) 0.3712 (20.0608) -1.4564 (-15.3453) 0.374499 (19.9463) -1.9295 (-9.7705) 0.3447 (17.0066) 0.0073 (2.8 522) -1.9340 (-9.7659) 0.3476 (16.7205) 0.0071 (2.7282) -1.7821 (-8.1036) 0.2967 (7.6538) 0.0061 (2.2952) 0.0774 (0.6618) 0.0952 (0.8146) Alfabetización 0.1212 (1.0201) América Latina (Dummy) 1.46E -05 (1.5515) PIB per cápita 2 R ajustado Observaciones 0.7582 129 0.7583 129 0.7711 129 0.7701 129 0.7726 129 Similares comentarios pueden realizarse cuando la variable explicada es la calidad reguladora. De hecho, todos los coeficientes estimados tienen el mismo signo que en el caso anterior, aunque ahora algunos no resulten estadísticamente significativos. Como puede observarse en el Cuadro 2, la calidad reguladora se ve también afectada por los niveles de corrupción. Una menor percepción de la corrupción incide de manera positiva y significativa sobre la calidad de la regulación, es decir, determina una mejor incidencia de las políticas de control de los mercados, así como mejores percepciones acerca de las cargas impuestas por la regulación La calidad de la regulación se ve afectada también de manera positiva por la tasa de alfabetización de la población. Una población más educada contará Oeconomia 209 Breves ensayos sobre Economía y Finanzas con funcionarios con niveles de educación más altos y, por lo tanto, serán capaces de asegurar que las políticas sean coherentes con los mercados que buscan regular y con las características socioeconómicas de la población, no imponiendo cargas excesivas sobre esta última. Sin embargo, en este caso, la variable que expresa la pertenencia del país a Latinoamérica no es significativa, como tampoco lo es la inclusión del PIB per cápita para la explicación de la calidad de la regulación. Cuadro 3 Cumplimiento de la Ley Variables independientes Regresión 1 Regresión 2 Regresión 3 Regresión 4 Regresión 5 Constante -1.6962 (-24.4769) -1.6437 (-22.6495) -1.9098 (-12.1991) -1.897 (-12.337) Corrupción 0.4187 (29.1777) 0.4134 (28.797) 0.4074 (25.3573) 0.3991 (24.7297) -1.7279 (-10.2252) 0.3425 (11.498) 0.0031 (1.5194) 0.0037 (1.8631) Alfabetización América Latina (Dummy) -0.1952 (-2.1482) -2.2184 (-2.4041) PIB per cápita R 2 ajustado Observaciones 0.8692 129 0.8728 129 0.8705 129 0.8752 129 0.0026 (1.3035) -0.1986 (-2.2105) 1.62E -05 (2.2476) 0.8791 129 Finalmente, del Cuadro 3 se deriva también una relación significativa entre un menor nivel de corrupción y un mayor cumplimiento de la ley. En general, una corrupción más extendida contamina no sólo la confianza de los individuos en torno a las normas, sino que también resta capacidad a las instituciones encargadas de crear dichas normar y hacerlas cumplir. Bajo altos niveles de corrupción, el poder judicial suele no ser independiente y, por lo tanto, su actuación puede verse comprometida. Se observa que la tasa de alfabetización no resulta significativa en las regresiones en que se incluye, a diferencia de lo que sucede en los casos anteriores. En sentido inverso, el hecho de que el país sea latinoamericano sí incide negativamente en el cumplimiento de la ley. Esto puede deberse a factores idiosincráticos que determinan una baja confianza en las normas establecidas lo que genera un menor nivel de compromiso con su cumplimiento. Esto último, a su vez, puede deberse a la trayectoria de los gobiernos latinoamericanos, que en su mayoría han estado marcadas por altos niveles de ineficiencia y una escasa cultura democrática. De la misma manera, esto puede indicar también, para este grupo de países, una capacidad limitada de las instituciones para hacer cumplir las regulaciones vigentes. Por último, un mayor PIB per cápita incide positivamente en el nivel de cumplimiento de la ley, aunque la capacidad explicativa de esta variable es bastante reducida en el modelo considerado, por las razones explicadas en lo relativo a la efectividad del gobierno. Conclusiones En síntesis, la evidencia empírica avala la intuición que vincula a la calidad de la regulación con la corrupción y el nivel de educación. En primer lugar, puede concluirse que la calidad de la regulación se ve significativamente afectada por los niveles de corrupción. Una mayor corrupción determina que la efectividad del gobierno para implementar políticas sea más baja, al igual que la adecuación de las normas regulatorias y el cumplimiento de la ley. Bajo un ambiente corrupto, los funcionarios públicos, tanto de alto como de bajo rango, no cuentan con un esquema de incentivos adecuado, lo que favorece que cedan a las presiones de los grupos o individuos que buscan alterar las decisiones gubernamentales y el cumplimiento de las normas para su beneficio propio. Estos agentes, lejos de desear el entorno de competencia que busca establecer el regulador, hacen de la corrupción el vehículo para sacar partido de las imperfecciones de los mercados que merman el bienestar social. Es interesante también resaltar que la calidad de la regulación se ve igualmente influenciada por el nivel de educación de la población. Como ya se comentó, la educación posibilita a los individuos la capacidad de interpretar adecuadamente el accionar gubernamental, sabiendo discriminar entre las políticas que los benefician y las que no. Adicionalmente, aumenta su capacidad para exigir a los agentes gubernamentales que rindan cuenta de sus acciones, a la vez que tienen un mayor Banco Central de la República Dominicana 210 criterio para interpretar las normas establecidas. Sin embargo, de acuerdo a los resultados observados, el nivel de educación no parece afectar el cumplimiento de la ley. Por otro lado, resulta significativo para este estudio el hecho de que la condición de país latinoamericano afecta negativamente la efectividad de las políticas gubernamentales, así como el cumplimiento de la ley. En su gran mayoría, los países latinoamericanos tienen una trayectoria de desempeño institucional muy débil, motivada por la persistente inestabilidad política, una cultura democrática muy pobre y altos niveles de corrupción que afectan no sólo a la clase política y a la burocrática, sino también al conjunto de la población. La importancia de estos resultados reside en hacer explícito el vínculo entre la calidad del desempeño del estado regulador y el nivel de corrupción existente, al determinarse que a mayor corrupción menor será la calidad de la regulación. Adicionalmente, se resalta la importancia de la educación y, por lo tanto, la necesidad de que los gobiernos hagan énfasis en las políticas dedicadas a este sector, lo que contribuiría a mejorar el entorno institucional. No obstante, debe tenerse presente que el alcance de estos resultados está limitado por la metodología utilizada. Por un lado, implica aceptar variables cargadas de subjetividad, debido a que el método de encuestas utilizado para construirlas puede determinar cierto sesgo. Por otro lado, el método de regresión que evidencia el vínculo entre las variables en juego no ofrece por sí sólo un sentido de causalidad, por lo que a las especulaciones comentadas en los párrafos anteriores pueden oponerse otras que encuentren la relación en el sentido inverso, como se comentó anteriormente. Departamento de Programación Monetaria e Investigación Económica Bibliografía Bitrán, Eduardo; Saavedra, Eduardo (1993). “Algunos Comentarios en Torno al Rol Regulador y Empresarial del Estado”. En: Muñoz, Oscar (ed.). Después de las Privatizaciones: Hacia el Estado Regulador, CIEPLAN. Cassá, María del Carmen (2004). “Corrupción Bajo Regulación”, Tesis del Master of Arts in Economics ILADES/ Georgetown University. ILADES (1997). “Análisis Económico de la Corrupción”, Informe TASC No. 76, Abril. Kaufmann, Daniel; Kraay, Art; Zoido-Lobatón, Pablo (1999). “Governance Matters”, Policy Research Working Paper 2196, The World Bank (October) Laffont, Jean-Jacques; Tirole Jean (1993). 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Cabe decir que el Consenso de Washington puede considerarse la Agenda del Reformador, es decir, el parámetro respecto al cual se mide el grado de éxito en la aplicación de un programa de reformas. Tanto en República Dominicana como en el resto de los países reformadores de América Latina, una gran parte de las reformas fueron discutidas y finalmente aprobadas en las Asambleas Legislativas. Las relaciones entre los Poderes Ejecutivo y Legislativo, en este espacio, es el centro del interés del resto del artículo. 2,000 1,000 2004 2002 2000 1998 1996 1994 1992 1990 1988 1986 1984 1982 1980 1978 1976 1974 1972 1970 - La crisis económica en que se encontraba el país a principios del año 1990 generó un conjunto de incentivos que hicieron posible el diseño y la implementación de las reformas. Asimismo, las reformas se ejecutaron en un entorno político e institucional que marcó el proceso, dejando ver la alta concentración de poder que se produjo durante la implementación de las mismas. Aunque es mucho lo que se ha escrito sobre las reformas económicas dominicanas, el debate sobre sus efectos positivos, el costo de su implementación, sus ganadores y perdedores aún se mantiene inconcluso. En este artículo se trata de contribuir a ese debate analizando los costos que enfrenta el Poder Ejecutivo (PE) al negociar reformas económicas con los miembros del Poder Legislativo (PL). Las reformas económicas en el contexto de este trabajo son aquellas políticas que establecen al mercado como el principal mecanismo de asignación de recursos. En esa línea, estas políticas desmantelan regulaciones y procedimientos estatales, reducen la protección efectiva y disminuyen o eliminan los subsidios a sectores particulares, entre otras medidas. I. Relación Ejecutivo-Legislativo en los procesos de reforma Al abordar las relaciones entre los poderes Ejectivo y Legislativo en el contexto de la aprobación de un conjunto de reformas económicas es necesario establecer la importancia del costo de producir mayorías legislativas. Como en el proceso de aprobación de cualquier ley, las reformas económicas enfrentan la oposición de fuertes grupos de interés. En la República Dominicana, las reglas establecidas para los procesos de toma de decisiones están bien definidas. Por un lado, una parte de las decisiones de políticas son responsabilidad exclusiva del Poder Ejecutivo. Por otro lado, otras reformas necesitan aprobación legislativa, bien sea por mayoría simple o por mayorías especiales y con ratificación legislativa o aprobación municipal. El régimen institucional que existe en la República Dominicana genera conflictos entre el PE y el PL, los cuales solo pueden ser resueltos a través de la negociación política. Estos conflictos, según la teoría política, pueden aumentar o disminuir por la influencia del sistema de partidos. En resumen, los niveles de conflicto deberían disminuir cuando el PE es ejercido por un gobierno unificado o cuando existe baja fragmentación del sistema de partidos. 214 Banco Central de la República Dominicana Departamento de Programación Monetaria e Investigación Económica Por el contrario deberían aumentar cuando el sistema de partido está compuesto por muchas organizaciones políticas o cuando existen bajos niveles de disciplina partidaria. una tasa de ITBIS de solo 6% al sector de la publicidad mientras todos los otros sectores de la economía enfrentaban una tasa de 12 por ciento. El estudio de cómo lograr mayorías legislativas puede abordarse a partir de diferentes teorías. En el caso particular de este estudio, se trata de analiza una visión sobre como se realiza la búsqueda de votos legislativos por parte del Ejecutivo. El argumento principal es que en un sistema institucional basado en la división de poderes, el apoyo legislativo a las iniciativas del Ejecutivo debe ser buscado en cada paso y en cada ley que el Ejecutivo quiere aprobar. Otro ejemplo durante la misma reforma, es el caso de los pequeños comerciantes y el pago del llamado Anticipo sobre el Impuesto a la Renta de las Empresas. Esta comisión de 1.5% sobre los ingresos brutos mensuales fue propuesta inicialmente para ser cobrada a todas las empresas cuya venta anual excediera RD$2 millones. Sin embargo, luego que la ley fue promulgada, los comerciantes como grupo de presión, lograron que el gobierno (mediante amenazas de huelga) incrementara el margen de excepción hasta los RD$6 millones. Es evidente que la producción de mayorías legislativas depende de la capacidad de negociación que tenga el PE. En consecuencia, este poder debe asumir la negociación como un proceso dinámico en el cual influyen las preferencias de políticas de los diferentes grupos de interés en diferentes momentos del tiempo. Cuando el legislador es del partido de gobierno, la búsqueda de mayoría legislativa en el Congreso presenta costos asociados a un componente spot y costos asociados a un componente inter-temporal. Este último tiene que ver con las posibilidades de futuros beneficios en la carrera política del legislador dentro del partido, para lo cual la influencia del Ejecutivo pudiera ser relevante. II. Algunas precisiones sobre el caso dominicano El análisis de las reformas dominicanas en este estudio procura identificar las concesiones que desde el Poder Ejecutivo se han realizado a fin de poder asegurar la aprobación exitosa de las in ciativas del gobierno. Estas concesiones dan origen a un conjunto de enclaves no liberales, cuya aceptación es fundamental para poder impl mentar las reformas en otras áreas de política. Un ejemplo que ilustra este fenómeno es lo ocurrido durante la reforma tributaria del año 2001. En esta reforma se otorgó la concesión de Estos casos son evidencia de que a lo largo del proceso de una reforma se produce un conjunto de “intercambios” que son la expresión de negociaciones que permiten la aprobación de leyes en el Congreso, y que de otro modo, hacen más difícil y a veces hasta no posible, su proceso de debate y aprobación. Para el PE, es imprescindible tomar en consideración el costo de producir mayoría legislativa en el Congreso a la hora de aprobar iniciativas económicas. Por esta razón debe considerar aspectos tales como: 1) La cuantía de legisladores necesaria para aprobar leyes en el Congreso; 2) Los mecanismos de que dispone el Ejecutivo para retribuir el apoyo legislativo; y 3) La composición partidaria de las Cámaras Legislativas. Al analizar estos elementos, es posible estimar el costo que significa para el Poder Ejecutivo la presencia de cada legislador con el objetivo de producir mayoría legislativa en el momento en que debaten las leyes de reformas, y al mismo tiempo, de qué recursos y en que cuantía, el Ejecutivo dispone para hacer frente a la situación. III. En torno a la aprobación de reformas En la República Dominicana la aprobación de reformas legales requiere del voto del 50% + 1 de los legisladores. Es en base a esta premisa que el Oeconomia 215 Breves ensayos sobre Economía y Finanzas Ejecutivo debe decidir su estrategia de busqueda de votos legislativos. Es importante tomar en cuenta que bajo esta estrategia, el PE solo debe concentrarse en los votos necesarios para aprobar la reforma y no en el apoyo de todo el Congreso. Es obvio que el PE puede hacer uso de diferentes formas de retribuir a los Congresistas con el fin de obtener mayoría. Una de estas vías es retribuir al Congresista su apoyo aceptando modificaciones a los proyectos originales o comprometiéndose el Presidente con la sanción de alguna iniciativa que proceda del Congreso. Otra vía posible es ofrecer concesiones en regulaciones, lo cual es una atribución del Gobierno Central. Una tercera forma de negociar votos sería realizar obras o ejecutar transferencias a las provincias de donde provenga el legislador. El PE también puede recurrir a su capacidad de incidir en la carrera política del legislador. Con su poder e influencia, podría premiar al legislador de su partido dentro de la estructura partidaria. En caso que los congresistas pertenezcan a partidos de oposición, el PE podría evaluar la posibilidad de realizar nombramientos convenientes al legislador en el tren gubernamental. Una posibilidad que descartamos y preferimos no tocar por razones éticas, es la corrupción o la posibilidad de aplicar mecanismos de transferencias individuales en beneficio del Congresista. En general existen dos tipos de concesiones que pueden ser realizadas por el Ejecutivo. Unas, implican transacciones que producirían una variación de importancia en el curso de las políticas que el gobierno busca implementar. Las otras, son concesiones que no afectan la estrategia del Programa de Gobierno del PE. El PE debe mantener las negociaciones con los legisladores dentro del ámbito de las segundas concesiones. Al negociar con miembros de su partido, el PE dispone de más instrumentos para realizar retribuciones y de este modo afectar favorablemente el curso de las reformas. Por tanto, es de vital importancia conocer la composición partidaria del Congreso, pues este elemento va a influir poderosamente en el costo del voto legislativo y a la vez, en la importancia y participación de los diferentes partidos en el proceso de transacción de las reformas. En el proceso de negociación, el Ejecutivo debe tener en cuenta que el costo del voto legislativo de los legisladores de su partido es el único que está compuesto por un precio spot y por un componente estructural. Este precio spot es la capacidad que posea el Ejecutivo para afectar, la carrera política del legislador. Asimismo, el Presidente puede valerse de por lo menos dos elementos que harían económico el voto legislativo del legislador del partido de gobierno. Por un lado, los intereses políticos del legislador del partido de gobierno están colocados próximo a los del Ejecutivo por lo que se asume que no es una tarea muy costosa hacer creíble para el legislador, el compromiso del Ejecutivo. Por otro lado, existen estructuras institucionales en el seno del partido que facilitan este nivel de negociaciones. El PE también puede hacer mayoría legislativa con legisladores de los partidos de oposición. El proceso, sin embargo, es más costoso por el hecho de que es necesario tomar en consideración el costo de oportunidad del legislador en términos de su carrera política en la organización a la que pertenece. Esto hace que el precio spot de este legislador sea mas elevado y que el PE se concentre inicialmente en obtener los votos de los Congresistas de su partido. IV. Conclusión Se puede afirmar que en las relaciones entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo durante el proceso de aprobación de reformas económicas, existen dos puntos extremos claves. En un punto, el PE cuenta con el necesario 50% + 1 de legisladores dispuesto a proveer mayoría legislativa. En el otro punto, al menos el 50% de los legisladores es renuente a proveer mayoría legislativa, incrementando el costo de manera tan alta, que el PE carece de instrumentos para perseguir esa mayoría. Banco Central de la República Dominicana 216 El costo de la aprobación de reformas que se encuentren en el primer punto es virtualmente cero. El costo de pasar reformas que se discutan en un contexto como el descrito en el segundo punto de este escrito es muy alto. En consecuencia, las reformas en el primer punto serán aprobadas. Todo lo contrario ocurrirá con las reformas del segundo punto. A final de cuentas, desde el punto de vista de la economía política, estos puntos extremos no son interesantes. Los casos más relevantes se encuentran en los infinitos puntos intermedios localizados entre ambos extremos. Todos estos puntos conllevan costos diferentes para el Ejecutivo y de acuerdo a los beneficios potenciales de la reforma, el Gobierno estaría dispuesto a cubrirlos. Sí el Ejecutivo cuenta con los instrumentos que le permitan solventar los costos que representan el 50% + 1 de los legisladores, con los cuales se hace mayoría, entonces las reformas pasarán en el Congreso Nacional y el Poder Ejecutivo obtendrá el objetivo de llevar a cabo su Programa Económico de Gobierno. Referencias Brousseau, Kenneth R., Michael J. Driver y Rikard Larsson (2006), “El Estilo de Toma de Decisiones de los Directivos Experimentados”, Harvard Deusto Business Review, Mayo, No. 146. Buckingham, Marcus (2005), “Lo Que Hacen los Grandes Lideres”, Harvard Deusto Business Review, Junio, No. 136. Denfeld, Jack (2005), “El Lado Irracional de la Adopción de Decisiones”, Harvard Deusto Business Review, Abril/Junio, No. 91. De la Torre, Rodolfo (1990), “Conversación con Rudiger Dornbusch: Un Economísta Pragmático”, Trimestre Económico, Volumen LVII, Números 225. Departamento de Programación Monetaria e Investigación Económica Kramer, Roderick M. 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Proceso de Crisis y Reforma del Sistema Financiero: El Caso Uruguayo Por Julio Alfredo Victoria N. 217 L a economía uruguaya ha venido experimentando una transformación gradual en el ámbito de su política económica, pasando de un modelo de crecimiento bastante cerrado, que hizo crisis en la década de los sesenta, hacia un modelo más abierto, tanto en términos comerciales como financieros a partir de la década de los setenta. Luego de la crisis bancaria de los años ochenta (1981-1985), Uruguay emprendió importantes reformas financieras, que se ejecutaron junto con un fortalecimiento de las normas prudenciales regulatorias y la estabilización monetaria. Sin embargo, al ser una economía pequeña y expuesta a las dificultades de los países vecinos, la bonanza que llegó a experimentar se fue desvaneciendo a medida que finalizaba el siglo XX e iniciaba el siglo XXI. Esto se verifica con los sucesos ocurridos en Brasil y Argentina a partir del 1999 y del 2001, los cuales modificaron el panorama económico uruguayo y confluyeron en una inédita debacle financiera, cuyas consecuencias se expresaron en una importante fuga de capitales y depósitos, en un alza desmedida del riesgo-país y en la eventualidad de ingresar a un período de “default”, o cesación de pagos de su deuda externa. ¿Cómo era el comportamiento económico que antecedió la crisis?, ¿De qué forma estaba constituido el sistema bancario de Uruguay en el momento del estallido?, ¿Cuáles fueron las acciones que la desencadenaron?, ¿Qué medidas se tomaron a la hora de transformar el sistema financiero? Para responder a cada una de estas interrogantes nos damos la tarea de realizar este sencillo pero completo análisis sobre el proceso de crisis y reforma del sistema bancario y financiero de la República Oriental del Uruguay. I. Descripción Del Entorno Macroeconómico Antes De La Crisis La década del noventa fue un período de crecimiento económico que contrastó con la evolución de largo plazo del país: entre 1991 y 1998 el PIB aumentó a una tasa promedio anual de 4.4% (Cuadro 1). El crecimiento alcanzado entre 1990 y 1994 el PBI registró valores crecientes, permitió un importante aumento de las exportaciones tradicionales. El repunte inflacionario que se registraba desde la década anterior, paulatinamente se fue reduciendo a instancias de la estabilidad cambiaria y el marco externo favorable. En particular, si bien el logro de la estabilidad de precios, se sujetó a un tipo de cambio “ancla”, ello no perjudicó el flujo más importante de exportaciones, ya que éstas se concentraban principalmente en la región (Brasil y Argentina), quienes también llevaban adelante planes de estabilización con apreciación cambiaria. De modo que en comparación con sus socios comerciales, el tipo de cambio no dificultaba el comercio uruguayo. Sin embargo, la conjunción de la política cambiaria y la de apertura redujeron la capacidad de competir de las exportaciones uruguayas y además estimuló el crecimiento de las importaciones. En consecuencia, se produjo un significativo déficit de Balanza Comercial y de Cuenta Corriente, sólo contablemente financiado con ingresos de capitales desde el exterior. Desde el punto de vista de la política comercial y la cambiaria, y por ello de la Banco Central de la República Dominicana 218 fiscal, la captación de capitales se tornó un factor central. Por lo tanto, el éxito de este modelo quedó muy condicionado por el sector externo. Para la segunda mitad de la década, los ejes de la política económica siguieron con el mismo patrón, con la salvedad de que se realizaron en circunstancias más favorables. En este contexto, se hizo más énfasis en la profundización de los lazos comerciales con los países vecinos y la entrada de capital financiero para cubrir el déficit externo. La década se cerró con un nivel de inflación de un dígito, por lo que desde esta perspectiva, la Política de Estabilización tuvo un resultado exitoso. En cuanto al nivel de actividad, si bien sufrió una retracción hacia 1995 retomó la senda de crecimiento hasta 1999. Sin embargo, cuando la economía de los socios comerciales comenzó a atravesar mayores dificultades y se interrumpieron los flujos de capital hacia la región, las repercusiones en la actividad interna del país fueron inmediatas y determinantes. La pérdida de dinamismo de la economía uruguaya hacia 1999, como reflejo de los problemas externos, evidenció la vulnerabilidad del estilo de crecimiento del conjunto de la década. II. Descripción del Entorno Bancario al Momento de Crisis. Como consecuencia de los programas de ajuste estructural de los noventa, Uruguay presentó un alto grado de “bancarización” que se mantuvo durante todo el período. La suma de los créditos y depósitos de residentes en relación al PIB que era 67% en 1990, se elevó a 78% en 1998 y en el 2000, se ubicó en 90%. El nivel de actividad de los bancos, medido tanto a través de la evolución de los depósitos como de los créditos al sector privado, se expandió significativamente. Los depósitos totales en el sistema bancario casi se duplican entre 1995 y 2000, pasando de US$8.000 a más de US$13.000 millones. Departamento de Programación Monetaria e Investigación Económica Los depósitos en moneda extranjera determinaron la evolución de los depósitos totales: durante casi toda la década pasada representaron entre el 80 y 85% de los depósitos totales. Ello responde tanto a la dolarización de los depósitos de residentes (hasta 1995 entre el 22 y 24% de los depósitos de residentes se encontraban en moneda nacional) como al incremento de los depósitos de no residentes. Entre 1995 y 2000, éstos últimos se incrementaron a una tasa acumulativa anual de 19%, los de residentes a una tasa del 10% y los depósitos en moneda nacional sólo variaron al 3,3% acumulativo anual. La banca privada captaba cerca del 60% de los depósitos totales, incrementándose dicha participación al 64% hacia el año 2001. El Banco República (BROU) captaba el 30% de los depósitos totales hasta 1998. Entre 1999 y 2001 esa participación se reduce al 24%. Del total de depósitos en moneda extrajera, 60% llegó a estar en manos de no residentes en los años 2000 y 2001 ubicándose posteriormente en torno al 40-50%. La banca privada captaba el 85% del total de depósitos de no residentes (sin considerar la actividad de las Instituciones Financieras Extranjeras). En el BROU el nivel de depósitos en moneda extranjera es similar al de la banca privada: 85% del total en 1990 y 89% en 2001. Los depósitos de no residentes correspondieron aproximadamente a 10% de ese total, y dicha proporción se redujo a lo largo del período 1990 – 2000. Tanto en el BHU como en las cooperativas de ahorro y crédito, los depósitos en moneda extranjera representan una proporción inferior que en la banca privada y el BROU durante todo el período. Por La banca pública la integraba el Banco Central del Uruguay, quien cumple la función de autoridad monetaria y ejerce el control del sistema financiero a través de áreas especializadas (Superintendencia de Instituciones de Intermediación Financiera, de Seguros y Reaseguros, Área de Control de Administradoras de Fondos de Ahorro Previsional y Gerencia de Mercado de Valores); el Banco de la República Oriental del Uruguay (BROU), banco comercial del Estado y que participa con el 30% del mercado financiero; el Banco Hipotecario del Uruguay (BHU) cuya Carta Orgánica (1915) determina que actúe como institución financiera especializada en el crédito hipotecario y el Banco de Seguros del Estado (BSE). La banca privada (incluyendo las casas financieras o casas bancarias) en su gran mayoría corresponde a bancos internacionales (de origen estadounidense o europeo). Oeconomia Breves ensayos sobre Economía y Finanzas lo tanto, puede decirse que la evolución de los depósitos por institución está determinada por su participación en la captación de depósitos en moneda extranjera y de no residentes. Durante toda la década, la banca privada incrementó sus depósitos en 50% y la banca pública en 22%. El crédito acompaña la evolución de los depósitos, por lo que durante la segunda mitad de la década del noventa se expande en moneda extranjera (entre 1995 y 2000 los créditos pasan de US$ 7.000 a US$ 11.000 millones), debido al mayor costo de los créditos en pesos, que cubría el riesgo cambiario. Los créditos representan entre el 55 y 60% de los depósitos en la primer mitad de la década, el 70% en el año 2000. La participación de las instituciones en el mercado del crédito, al igual que en los depósitos, se caracteriza por una creciente importancia de la banca privada. III. Descripción De La Crisis Hacia fines de 1998 el proceso de crecimiento comenzó a revertirse y, cuando Brasil devaluó su moneda en enero de 1999, afectando fuertemente a las exportaciones uruguayas, se inició una prolongada recesión. La participación de las exportaciones de Uruguay hacia Brasil bajó desde más de un tercio en 1998 a poco más de 20% en 2001. A pesar de la severa pérdida de competitividad con respecto a Brasil (principal socio comercial en ese entonces) Uruguay mantuvo su política cambiaria. Durante 2001, la economía uruguaya sufrió un agravamiento de la recesión y un deterioro de las perspectivas de corto plazo. A las tendencias recesivas predominantes se agregó la crisis financiera en Argentina que tuvo un gran impacto sobre su desempeño macroeconómico. En diciembre de 2001, luego de muchos meses de sufrir un drenaje de depósitos bancarios, Argentina congeló todos los depósitos bancarios y su gobierno declaró el “default” de la deuda pública. En medio de una gran inestabilidad política Argentina dejó flotar su 219 moneda, lo que provocó una fuerte depreciación de la misma y una mejora significativa en su competitividad. Estos acontecimientos afectaron a la economía uruguaya de dos maneras. En primer lugar, la reducción del nivel de actividad en Argentina, las restricciones al acceso al crédito y los cambios en los precios relativos con dicho país tuvieron un impacto negativo sobre las exportaciones uruguayas de bienes y servicios. En segundo lugar, la crisis Argentina tuvo efectos relevantes sobre la actividad financiera en Uruguay. Durante la segunda mitad de 2001, el stock de depósitos de no residentes en el sistema bancario uruguayo había alcanzado su máximo histórico, puesto que ante la inestabilidad y las restricciones argentinas, los inversionistas buscaban refugio en Uruguay. Sin embargo, la desconfianza sobre la solvencia en el país hizo que también en Uruguay comenzara la fuga de depósitos, a través del retiro de los depósitos de no residentes. Esta salida de capitales fue magnificada por gigantescos fraudes cometidos en tres de los principales bancos privados (muy involucrados en negocios con Argentina). Hacia el mes de agosto, el stock de depósitos en el sistema bancario uruguayo se había reducido en 50% en comparación con el de comienzos del año. A partir del 2002, la economía uruguaya experimenta su mayor episodio de crisis, que afectó de múltiples formas a la sociedad, principalmente a través de su impacto en el empleo, la emigración y los ingresos reales de los hogares. El persistente retiro de depósitos de argentinos debilitó la liquidez de los bancos y la posición de reservas internacionales del Banco Central. La corrida se extendió luego a los depósitos de residentes y afectó cada vez más a los bancos públicos. El país perdió la calificación “investment grade” y el riesgo-país creció vertiginosamente y determinó el cierre de los mercados de financiamiento voluntario. Ante el debilitamiento de las reservas internacionales, el 20 de junio el gobierno abandonó la política de “ancla cambiaria” que se venía aplicando desde diciembre de 1990. La pronunciada devaluación del peso que se verificó en los meses siguientes agudizó la Banco Central de la República Dominicana 220 Departamento de Programación Monetaria e Investigación Económica recesión, golpeó a los deudores en dólares y afectó la situación patrimonial de los bancos acreedores. Todo ello aceleró aún más la corrida bancaria y la pérdida de reservas internacionales. para la resolución eficaz de crisis financieras 2 y, para comienzos de 2004, el programa de reestructuración lograba importantes avances en la dirección correcta. En estas condiciones, el gobierno dispuso un feriado bancario entre el 30 de julio y el 2 de agosto, para evitar una quiebra masiva del sistema financiero. Durante el transcurso del mismo, alcanzó un nuevo acuerdo con el FMI (el tercero del año) y definió una nueva estrategia para enfrentar la crisis bancaria, que contó con el apoyo del departamento del Tesoro de Estados Unidos y del FMI. El punto crucial para la recuperación de la crisis fue la disposición mostrada por los organismos multilaterales de propiciar respaldo financiero a Uruguay. Esto se debió a dos razones: en primer lugar, se percibía que la crisis uruguaya era un contagio de la argentina; en segundo lugar, y quizá más importante, Uruguay no declaró la cesación de pagos de sus obligaciones de deuda externa con el sector privado, sino que mantuvo un enfoque amigable con los acreedores que culminó en un canje exitoso de deuda en mayo de 2003. Este se planteó en términos voluntarios, lográndose el acuerdo de los tenedores de más del 90% del total de la deuda con agentes privados (aunque el endeudamiento con las instituciones financieras internacionales continuó siendo muy elevado y con vencimientos muy importantes en los años 2005 y 2006). También influyó que las autoridades uruguayas pudieron adoptar decisiones de política económica que no penalizaron a los bancos extranjeros. Los resultados negativos no se hicieron esperar. Durante el 2002 el PIB cayó 11.0%, reduciéndose la actividad de todos los sectores productivos. La cuenta corriente de la balanza de pagos registró un superávit de 10 millones de dólares en el primer semestre de 2002, como consecuencia de la disminución de las importaciones de bienes y servicios. La inflación se aceleró notoriamente desde julio, debido a la devaluación de la moneda uruguaya, a una mayor emisión monetaria y por el significativo incremento del precio internacional del petróleo. El desequilibrio fiscal global ascendió a 5% del PBI en los últimos doce meses terminados en mayo de 2002 como consecuencia del déficit del Gobierno Central, afectado por la fuerte caída de la recaudación como consecuencia de la recesión. La cotización del dólar en el mercado local experimentó un marcado incremento y una elevada volatilidad, debido a la decisión de adoptar el régimen de flotación cambiaria. Finalmente, las restricciones de liquidez que afectaron a los bancos, así como los cambios bruscos de las tasas de interés determinaron una brusca reducción del crédito al sector privado. IV. Resolución De La Crisis Y Reformas Implementadas Contrario al caso argentino, las autoridades de Uruguay, si bien enfrentaron importantes dificultades, se ajustaron a tres principios esenciales Las autoridades uruguayas asignaron prioridad a preservar el sistema de pagos y contener la pérdida de confianza de los depositantes. No obstante, un importante error de la respuesta de política inicial fue tratar la crisis como un problema de liquidez y no como un problema de solvencia sistémica. Por lo tanto, los principales esfuerzos se centraron en proporcionar liquidez a los bancos mediante distintos instrumentos que el banco central en su carácter de prestamista de última instancia tenía a su disposición. Durante las tres olas de corridas bancarias que tuvieron lugar de febrero a junio de 2002, el banco central proporcionó asistencia significativa en materia de liquidez, sobre todo a los bancos identificados como cruciales para el funcionamiento del sistema de pagos. Este grupo incluía los dos bancos públicos, cuatro bancos 2 Voluntad política para canalizar fondos no inflacionarios a la resolución de la crisis, asegurar que los responsables de la crisis absorban la mayor parte de los costos de la reestructuración y tomar medidas inmediatas para evitar que los bancos del sistema no sufran un contagio sistémico. Oeconomia 221 Breves ensayos sobre Economía y Finanzas privados y algunas cooperativas. Los bancos extranjeros autofinanciaron sus salidas de depósitos con activos líquidos que tenían en el exterior. Sin embargo, pese a que se amplió la banda cambiaria móvil, la provisión de liquidez se tradujo en grandes pérdidas de reservas de divisas, un tipo de cambio debilitado y un aumento de la tasa de inflación. A medida que las reservas internacionales registraban una abrupta caída, se intensificaron los temores del mercado de que pudiera producirse un resultado similar al de Argentina. Es más, la función del banco central como prestamista efectivo de última instancia perdió credibilidad a medida que se desplomaba la razón entre las reservas internacionales y los depósitos. Las autoridades, que todavía pensaban que estaban enfrentando una crisis de liquidez, crearon el Fondo de Fortalecimiento del Sistema Bancario (FFSB) en junio de 2002. Este fondo, inicialmente financiado con recursos del Fondo Monetario Internacional (FMI), tenía por objeto complementar la provisión de liquidez del banco central. Dado que algunos bancos estaban experimentando problemas de solvencia, el fondo también tenía por objeto proporcionar respaldo a la capitalización. No obstante, poco después de su creación se hizo evidente que la magnitud del FFSB no era suficiente para resolver los problemas. Cuando las reservas internacionales bajaron a menos de US$1.000 millones, fue evidente que el sistema bancario estaba padeciendo una crisis de solvencia sistémica. El FFSB sentó las bases para ordenar la devolución de depósitos y evitar así la desintegración del sistema financiero. Este nuevo orden legislativo dictó entre otras cosas, una reprogramación de la devolución de los depósitos a plazo fijo en dólares en los bancos estatales, fijada a 3 años. Con el objetivo de reducir el gasto publico, se decretó la supresión de algunas agencias estatales, la fusión entre ministerios, la reubicación de personal y el cierre de algunas embajadas. Esta Reforma buscó modificar exclusivamente los niveles de gasto, no así los ingresos del país. A partir de este hecho, las autoridades uruguayas pudieron conseguir fondos creíbles para financiar la ejecución de un programa integral de reestructuración. El éxito de la estrategia de estabilización de los depósitos radicó en la capacidad de las autoridades uruguayas para negociar rápidamente un programa con el FMI. El programa tenía los siguientes objetivos: i) financiar el FFSB con suficientes recursos para respaldar plenamente los depósitos a la vista y de ahorro en dólares de los principales bancos nacionales; ii) reprogramar los vencimientos de los depósitos a plazo en dólares en los bancos públicos y iii) reestructurar los bancos nacionales intervenidos. El cambio de marcha de las acciones de política de las autoridades uruguayas, que pasaron de un programa que utilizaba la liquidez del banco central como fuente principal de financiamiento a un programa destinado a reestructurar el sector bancario con fondos no inflacionarios, cumplió con los principios básicos para la resolución exitosa de crisis. A principios de 2003 se creó un nuevo banco con los activos solventes de tres bancos liquidados. Este nuevo banco fue diseñado como un banco totalmente comercial, temporalmente en manos del gobierno pero bajo administración privada. Con el fin de celebrar el compromiso con los organismos internacionales, el Presidente Jorge Batlle presentó un proyecto de Ley de Rendición de Cuentas que se concentró en un drástico recorte del gasto público. También se aprobó a mediados de diciembre del 2003 el proyecto de Reforma Financiera destinada a dar un corte definitivo a la crisis. Esta reforma estableció un marco normativo transparente, único en América Latina, en el que destaca la entrega de poderes “extraordinarios” a la Superintendencia del Banco Central. Además se decretó la obligación, por parte de los empleados de empresas controladas por el Banco Central, de informar en caso de infracción a la ley o conocimiento de irregularidades en el marco del ejercicio de sus funciones. V Conclusiones Julio María Sanguinetti, Presidente de Uruguay entre 1985 y 1995, comentó en una ocasión que Banco Central de la República Dominicana 222 el sistema bancario nunca conduce al paraíso pero sí puede llevarnos al infierno en una sola tarde, palabras que aún tienen eco en una América Latina que trata de hacer más resistentes sus sistemas financieros y evitar o minimizar los costos de las crisis. Al examinar la experiencia de este episodio de crisis bancaria en la República Oriental del Uruguay, se extrae una lección importante. La buena gestión de una crisis bancaria debe comenzar con los tres principios básicos expuestos. El repaso de las experiencias de reestructuración de bancos en América Latina indica que la clave de un programa exitoso es el firme compromiso de observar estos tres principios. Por otra parte, los bancos extranjeros también pueden desempeñar un importante papel durante una crisis bancaria sistémica. En la medida en que se perciba que los bancos extranjeros son relativamente más fuertes que los bancos locales, las corridas bancarias pueden limitarse a un traspaso de depósitos de bancos locales a extranjeros, lo que reduce la fuga de capitales. Y la experiencia demuestra que si las políticas de las autoridades locales tienen por objeto preservar el sistema de pagos y lograr una rápida resolución de la crisis sin cambiar las reglas de juego, las casas matrices de los bancos extranjeros podrían proporcionar servicios de prestamista de última instancia a sus subsidiarias e incluso fondos para capitalizarlas, con lo que se limita el costo de la crisis. Así ocurrió en Uruguay y pudiera ser un patrón a seguir para los países que presenten crisis en sus sistemas financieros. Sin embargo, la economía uruguaya todavía tiene retos por delante. El grado en que se logre plenamente la solución de la crisis dependerá de las cuestiones aún no resueltas, ligadas a la reestructuración de los bancos públicos y a la venta de los activos remanentes de la liquidación de los bancos insolventes. En Uruguay es esencial mejorar la solidez de los bancos públicos para que la restauración del sistema bancario se convierta en un logro permanente. Departamento de Programación Monetaria e Investigación Económica Referencias ________ (2005) Guía país Uruguay. Elaborada por la Oficina Económica y Comercial de España en Montevideo. Banco Central del Uruguay (2002): Boletín Estadístico. No. 258, Agosto-Septiembre 2002. Montevideo. Bittencourt, Gustavo (2002): “La Economía Uruguaya a Fin de Siglo: Para un Diagnóstico Global y Prospectiva”. CEPAL (2002): Balance preliminar de las economías de América Latina y el Caribe, 2002. Santiago de Chile. Cintra, M. A. 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Entre las complejas actividades del Fondo, la principal consiste en conceder ayuda financiera a los países miembros que afrontan dificultades de balanza de pagos. Los países miembros deben fomentar condiciones fundamentales y ordenadas, tanto económicas como financieras, y un sistema monetario que no tienda a producir perturbaciones erráticas. Deben también evitar manipular los tipos de cambio o el sistema monetario internacional para impedir el ajuste de la balanza de pagos u obtener ventajas competitivas desleales frente a otros países miembros. 225 diciembre de 1945. A partir de esta fecha ha firmado acuerdos en diversas ocasiones, con el objetivo de corregir distorsiones en la economía. En 1959, durante la tiranía de Rafael Leonidas Trujillo, República Dominicana firma el Acuerdo de derecho de giro (Stand-by), mediante el cual obtuvo US$9.0 millones. Este acuerdo no tuvo muchas repercusiones en el país. Para esta fecha el país aún no había entrado en el proceso acelerado de endeudamiento y la balanza comercial y de pagos estaba más o menos equilibrada; aunque ya la economía entraba en crisis. Fue a partir de la muerte de Trujillo cuando la República Dominicana comenzó a incrementar su deuda externa y tener diferencias negativas entre las importaciones y las exportaciones. Durante el primer cuatrimestre de 1964, en el gobierno de Donald Reid Cabral, el país había acumulado atrasos por el monto de unos US$60.8 millones en el pago de las cobranzas en el marco de una verdadera crisis cambiaria en la que ya el Banco Central no estaba captando las divisas que ingresaban a la economía nacional. Es por esto que se recurre al FMI, negociándose un Acuerdo de derecho de giro o Stand-by de cierta importancia para el país, en el que el gobierno recibió del Fondo US$20.0 millones. Entre las funciones principales del Fondo están: fomentar la cooperación monetaria internacional, facilitar la expansión y el crecimiento equilibrado del comercio internacional, fomentar la estabilidad cambiaria, procurar que los países miembros mantengan regímenes de cambios ordenados, y aminorar el grado de desequilibrio de las balanzas de pagos de los países miembros. Se acordó un período de duración de un año. Esto permitió que la República Dominicana tenga acceso a un paquete financiero mediante tres préstamos contratados, uno con el FMI por US$25.0 millones, otro con la pool de bancos comerciales extranjeros por US$30.0 millones y el tercero con el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos de América por US$6.3 millones, representando un total de US$61.3 millones de recursos con los cuales el Banco Central debería limpiar los atrasos en el pago de las cobranzas, acumuladas hasta finales del mes de mayo de 1964. La República Dominicana inició las relaciones con el Fondo Monetario Internacional el 28 de Dentro del programa de estabilización, el gobierno se comprometió a financiar los presupuestos de los años 1964 y 1965, sin recurrir al crédito bancario ∗ El autor agradece la colaboración de Anais Peña y Joan C. Henríquez Banco Central de la República Dominicana 226 y sin disminuir sus depósitos en el Banco de Reservas. Se comprometió también a no exceder los gastos mensuales en RD$15.0 millones y a pagarle al Banco Central la suma de RD$650.0 millones, como parte de la amortización de la deuda que tenía con esa institución. A finales del 1982, en el gobierno de Salvador Jorge Blanco, se inicia el proceso de ajuste de la economía dominicana, debido al deterioro financiero en que se encontraba el país. Las principales manifestaciones consistían en que las reservas internacionales netas del Banco Central eran negativas en DEG 615.2 millones, el crédito externo estaba prácticamente paralizado y las finanzas públicas debilitadas. La actividad económica del país, medida a través de las Cuentas Nacionales, mostraba una reducción en su ritmo de crecimiento. En 1982 la tasa de crecimiento promedio del Producto Interno Bruto (PIB) en términos reales alcanzó un escaso aumento de 1.6%. Se adoptaron una serie de medidas importantes entre las cuales se encuentra la limitación de los gastos corrientes del gobierno, que incluyó una reducción en los salarios; también la aplicación de nuevos impuestos tendentes a evitar la dependencia presupuestal de los ingresos provenientes del comercio exterior y la flexibilización de la política cambiaria para lograr institucionalizar el mercado paralelo de divisas y reducir la brecha de la balanza de pagos. Luego, para 1983, República Dominicana firma un tercer acuerdo, el Acuerdo de Facilidad Ampliada, que permitiría girar DEG 123.75 millones anuales y durante tres años (DEG 371.25 millones). En este se buscaba renegociar el pago de la deuda externa. Se pautó su vigencia desde el 21 de enero de 1983 al 20 de enero de 1986, pero se canceló el 17 de enero de 1985. Se continuó controlando el déficit fiscal a través de una limitación en los gastos corrientes y Departamento de Programación Monetaria e Investigación Económica aumento de los ingresos por nuevos impuestos. Entre esos nuevos impuestos surge el Impuesto de Transferencias de Bienes Industrializados (ITBI). El país se comprometió a contraer la demanda y modificar la estructura tributaria para restaurar la viabilidad de pagos internacionales y fortalecer las finanzas públicas. Las principales medidas adoptadas, del lado de la demanda, fueron el traspaso al mercado libre de ciertas importaciones de bienes y servicios. Algunas de estas metas no pudieron ser alcanzadas al finalizar 1983. No se logró estabilizar el tipo de cambio ni el nivel de precios. El 25 de enero de 1984, la Junta Monetaria tomó la medida de dejar flotar oficialmente la moneda nacional para que la tasa de cambio dependiera de las fuerzas del mercado y se institucionalizó un nuevo mercado cambiario, permitiéndoles a los bancos comerciales operar en el mercado libre y creando la figura de los bancos de cambio. En abril de 1984, el aumento de los precios de ciertos productos básicos, trajo como consecuencia serios disturbios sociales y políticos. Es por esto que el 24 de mayo se dio a conocer la suspensión de las relaciones con el FMI. Para agosto del mismo año el Gobierno Dominicano asumió un compromiso al que el Fondo denominó “Acuerdo Puente”; este representó el programa de política económica preparado por las autoridades nacionales, y aceptado por el FMI, pero sin recursos de ese organismo. El programa transitorio o “Acuerdo Puente” se estructuró con el propósito de dar tiempo a las autoridades dominicanas para formular un programa financiero que pudiera ser apoyado en 1985 con los recursos del FMI. Trataría de frenar las emisiones inorgánicas y reducir el déficit fiscal. El 28 de febrero de 1985 se firma nuevamente un acuerdo con el Fondo. Esta vez se acuerda que durante el período comprendido entre el 15 de abril de 1985 y el 14 de abril de 1986, la República Oeconomia Breves ensayos sobre Economía y Finanzas 227 Dominicana tendría derecho a efectuar compras al Fondo por un monto equivalente a DEG 78.5 millones. 23 de enero de 1985 los productos del petróleo se vendieran con precios que tienen en cuenta el costo de importación. Se buscaba iniciar el proceso de volver a una situación financiera externa e interna viable para de esta forma, facilitar la movilización de los recursos necesarios para financiar las operaciones corrientes y las actividades de inversión. Para aminorar el crecimiento de la liquidez interna, este programa prevé que no habrá una expansión neta del crédito del sistema bancario al sector público durante 1985, y se prevé una contracción importante de los activos internos netos del Banco Central. Entre los objetivos principales del programa financiero para 1985 se encontraba el reducir la proporción del déficit de cuenta corriente de la balanza de pagos con respecto al PIB a 0.6%, en lugar del 4.3% registrado en 1984, y conseguir un aumento en las reservas internacionales netas de 109 millones de dólares. Además, reducir la relación entre el déficit fiscal consolidado y el PIB a 4.9% en 1985, en lugar del 7.5% registrado en 1984. En la política fiscal, un elemento clave del programa fue una mejora importante en la hacienda pública. La principal medida que se tomó con relación al ingreso fue la aplicación de impuestos a las exportaciones tradicionales y no tradicionales de bienes y servicios, a razón de 36% y 5% respectivamente. Esa medida permitiría generar RD$712.0 millones, o aproximadamente un tercio del ingreso fiscal central total en 1985. Por el lado del gasto, se buscaba controlar estrictamente las erogaciones corrientes y de capital, y se estableció que no habría aumentos de sueldo a menos que el Congreso aprobara medidas compensatorias por el lado del gasto o del ingreso. Este programa financiero prevé reformas fundamentales en el sector de las empresas públicas, con el objeto de restablecer la viabilidad financiera a mediano plazo. Se efectuaron varios aumentos de precios que afectaron a los productos alimenticios vendidos por el Instituto de Estabilización de Precios (INESPRE), a los productos del petróleo, y a otros bienes y servicios sujetos a control de precios. Esto trajo como consecuencia que a partir del Para favorecer la movilización del ahorro interno, se ajustó al alza los tipos de interés sobre los certificados financieros, y se redujeron las denominaciones mínimas. En cuanto al sector externo, la principal medida fue la unificación del sistema de cambios y la aprobación de un sistema de tipo de cambio de flotación libre. El Banco Central indicó que no intervendría en el mercado de divisas. Como la República Dominicana enfrentó un problema grave de deuda, el programa colocó límites estrictos a los desembolsos de préstamos no concesionarios garantizados por el sector público o por el Gobierno. El 5 de julio de 1991 se firmó un Acuerdo de facilidad ampliada (Stand-by) con el FMI por un período de 19 meses (del 28 de agosto de 1991 al 27 de marzo de 1993) y por un monto de DEG 39.2 millones, equivalente a 35% de la cuota de nuestro país. Este acuerdo permitiría refinanciar pagos de deuda externa por unos US$1,516.9 millones. Planearon financiar el déficit global de balanza de pagos proyectados en US$148.1 millones, y mejorar las reservas internacionales en US$80.0 millones. Los elementos centrales de ese programa son una notable mejoría en las finanzas del sector público y el establecimiento de un sistema cambiario unificado, flexible y sin restricciones, apoyado por las políticas monetarias y salariales adecuadas. Banco Central de la República Dominicana 228 Dentro de los beneficios derivados del acuerdo con el FMI están: la reducción importante del nivel de inflación, la estabilidad de la tasa cambiaria, la estabilización del Producto Interno Bruto en 1991 y su recuperación y crecimiento a partir del próximo año. Asimismo permitiría realizar operaciones de reducción de la deuda externa a través de recompra o cambio de deuda; eliminándose de esta forma la brecha financiera de la balanza de pagos a partir del año 1993 hacia delante. Todas esas acciones permitirían también restablecer y mejorar sustancialmente la posición crediticia del país internacionalmente. El uso del Crédito Interno Neto, medido como los flujos resultantes del crédito neto a depósitos del sector público en el Banco Central y el Banco de Reservas, alcanzó a fines de 1990 un nivel de RD$6,301.6 millones. El límite establecido para esta variable fue de no crecimiento durante el año sobre los niveles registrados en 1990. Se esperaba que los activos internos netos del Banco Central, medidos como la diferencia entre los incrementos de los billetes de circulación y de las variaciones en las reservas internacionales netas, redujeran en RD$500.0 millones durante enerodiciembre de 1991. Las estimaciones en las cuentas del Gobierno Central, para fines de 1991, permitirían un incremento del gasto corriente en RD$1,804.7 millones, y en el gasto de capital un incremento de RD$721.5 millones, con relación al monto ejecutado durante el año 1990. En el sector público consolidado se contemplaba una reducción importante del déficit global como porcentaje del Producto Interno Bruto, del 5.1% del PBI (RD$3,101.8 millones) en 1990, a un 2.1% en el 1991 (RD$2,006.6 millones). Se esperaba también un aumento en el ahorro nacional, a 13% del PBI en 1991 y a un 15.5% en 1992. Departamento de Programación Monetaria e Investigación Económica En 1991 no habría financiamiento del déficit público, sino que más bien se tendría un superávit después de reprogramar los intereses a pagar por la deuda externa. Se notó una tendencia a la baja en las tasas de interés, con la menor inflación que se observaba en esos momentos. El Banco Central dispuso una sustancial rebaja en sus tasas activas y pasivas; y de esta forma redujo el pago de intereses en Certificados de Participación de un 38% a un 24 % en las tasas pasivas y las activas de un 43% a 30%. En el Banco de Reservas las tasas activas y pasivas iniciaron un proceso de rebajas sustanciales, pasando de un 43% a un 36%. El Gobierno acordó que no intervendría en la determinación de los sueldos y salarios del sector privado, pero consideraba que las políticas macroeconómicas que se estarían aplicando, ayudan a moderar el ritmo del crecimiento en los salarios. Se reconoció la necesidad de reducir los controles de precios para disminuir las distorsiones económicas de la época, y en consecuencia de redujo el ámbito de los controles de precios, particularmente en el último año. Las políticas financieras y estructurales para aplicarse en 1992 buscarían consolidar los logros alcanzados durante 1991. Se proyectaba que el PBI en términos reales creciera en un 3% y que la inflación se redujera en una tercera parte. El déficit en la cuenta corriente externa se estrecharía a un 1.9% del PBI y las reservas internacionales netas en conjunto crecerían a un ritmo similar al del año anterior. El ahorro interno se incrementaría reflejando en parte un fortalecimiento adicional de las finanzas públicas, en tanto que el déficit global del sector público consolidado declinaría a un 1.6% del PBI. En el 1993 se firma un Acuerdo Stand-By con el FMI que tendría vigencia desde el 9 de julio de 1993 al 28 de marzo de 1994. Firmado por el gobierno del doctor Balaguer, por un monto de DEG Oeconomia Breves ensayos sobre Economía y Finanzas 31.8 millones, de los cuales sólo desembolsaron DEG 16.8 millones, el cual estableció limites de cumplimiento de algunas variables monetarias hasta los montos que permitieran mantener la estabilidad interna, cumpliendo con los compromisos de pagos externos, mientras se continuaba dando curso al proceso de renegociación de la deuda externa con aquellos acreedores que, por la naturaleza de la misma, fuera preciso realizar negociaciones de pagos a presente y futuro. En este año se incremento el ITBIS de 6% a 8% (no se explica si fue por el acuerdo con el FMI). Este buscaba reducir la deuda pública externa global, incrementar las reservas de divisas y corregir el déficit de la Balanza de Pagos. Las cifras preliminares del 1993 presentan un balance para la deuda pública externa de US$4,523.5 millones, que representa un incremento de 2.5%, con respecto al 1992. Estas cifras determinan un flujo neto positivo de US$37.0 millones, contrario a lo ocurrido en 1992, cuando las amortizaciones superaron los desembolsos en US$41.2 millones, principalmente por el aumento de los recursos recibidos por el Acuerdo con el FMI, tanto por el acuerdo Stand-by como por el Acuerdo Compensatorio. Después de un periodo de fuerte crecimiento y baja inflación durante la última década, desde 2001 se desarrollaron tensiones en la economía como resultado de un deterioro en el entorno externo y, seguido de esto, debido a la quiebra por acciones fraudulentas de un importante banco privado (Baninter) y a las debilidades encontradas en otros bancos del sistema. En este sentido, el Banco Central tuvo que proveer de liquidez a los bancos, en forma sustancial. En consecuencia en el 2003, el peso se había depreciado y la inflación había aumentado, mientras que la deuda del sector público y el costo de su servicio, se habían incrementado considerablemente. Para enfrentar esta situación, el 5 de agosto de 2003, la República Dominicana solicita al FMI la concertación de un acuerdo Stand-by de 24 meses, por un monto de DEG$437.8 millones. Este 229 acuerdo estaba basado en tres pilares principales: 1) medidas para el fortalecimiento de la confianza en el sistema bancario; 2) acciones para reformar las finanzas públicas y asegurar la sostenibilidad de la deuda; y 3) el funcionamiento de un régimen de cambio flexible acompañado de una estricta disciplina fiscal. Para desarrollar estas medidas, se diseñó una amplia estrategia para fortalecer la confianza de los depositantes en el sistema bancario que buscaba mejorar la transparencia y proporcionar un marco jurídico de resolución bancaria que proteja de manera efectiva a todos los depósitos del sistema. Descansa en cuatro pilares: 1) abordar los problemas de bancos débiles identificados; 2) asegurar la buena gestión en el sistema bancario, incluyendo buenas salvaguardias contra el fraude; 3) aplicar un marco mejoratorio de resolución bancaria; y 4) fortalecer las regulaciones prudenciales y la supervisión bancaria. El primer pilar implica acciones inmediatas para abordar los problemas de tres bancos débiles de forma que se minimice el riesgo sistémico y se limite el impacto fiscal. En el caso de Baninter, los depósitos legítimos -no de partes vinculadasse transfirieron al Scotiabank. Todos los demás depósitos estaban siendo compensados por el Banco Central. Otros dos bancos, Bancrédito y Mercantil, sufrieron deficiencias administrativas e incurrieron en préstamos excesivos a partes vinculadas. En el caso de Bancrédito, se sometió a un plan de restructuración y vendido y el Mercantil, se sometió a un plan de restructuración que implicaba cambios en la alta gerencia, recapitalización y un plan de negocios que permitiera el repago del apoyo de liquidez del Banco Central. El segundo pilar buscaba fortalecer la buena gestión en las instituciones financieras, tomando medidas inmediatas para asegurar que no existiesen problemas de irregularidades contables en otros bancos. Esto incluye una declaración jurada de los principales accionistas en cuanto a la exactitud y cobertura de los estados financieros. También un amplio proceso de auditorías, con Banco Central de la República Dominicana 230 asistencia internacional a todos los bancos, que buscaba detectar malas prácticas contables. Otro aspecto relevante es la decisión del Gobierno de confrontar de manera decisiva los casos de fraude y mala administración de instituciones financieras, basado en la LMF, procesando judicialmente los responsables de los fraudes bancarios. El tercer pilar fortalece el marco legal para la resolución bancaria, con el envío al Congreso Nacional de un proyecto de Ley que buscaba proteger la estabilidad bancaria. El proyecto aplicaba a bancos considerados de importancia sistémica. Los bancos que calificaran serían disueltos de acuerdo con los procedimientos que decidiera la Junta Monetaria tras un estudio de viabilidad conducido por expertos externos que reportarían a la Superintendencia de Bancos. Si el banco se consideraba viable y poseía un coeficiente de requerimiento de capital por encima del 50% del requisito mínimo, los accionistas privados conservarían su participación mayoritaria y se utilizaría un fondo público de recapitalización para llevar el capital del banco hasta el mínimo exigido por las regulaciones. Se establecerían condiciones estrictas para la recapitalización con fondos públicos en un memorando de entendimiento que definiría los procedimientos de salida con limitaciones de tiempo para el sector público. En caso de que el banco no fuese viable, este sería cerrado y disuelto según los procedimientos establecidos en la LMF. El cuarto pilar fortalece las regulaciones prudenciales y la supervisión bancaria, con asistencia del Fondo y de otras organizaciones internacionales. Se priorizaron los reglamentos relacionados con el acceso a los mecanismos de prestamistas de última instancia y a un fondo de garantía de depósito. Se elaboró un plan para mejorar los recursos humanos, tecnológicos y financieros. Como parte del esfuerzo por mejorar la calidad de supervisión bancaria, se nombró un panel de expertos independientes para que reporten cualquier falla de parte de las autoridades monetarias y supervisoras que pudo haber contribuido a los problemas de ese entonces, especialmente en Baninter. Departamento de Programación Monetaria e Investigación Económica Los problemas del sector bancario generaron un aumento de la deuda pública. Es por esto que un objetivo clave del acuerdo era estabilizar y reducir la deuda a mediano plazo. Para garantizar la sostenibilidad de la deuda se limitaría el déficit del sector público al 3.5% del PIB en el 2003, al 2.5% en el 2004 y al 1% en el 2005. El esfuerzo fiscal se concentraría en el sector público no financiero, puesto que el déficit cuasifiscal del Banco Central permanecería alto durante ese período. Se restringiría el gasto y se impusieron límites estrictos a las compras de transferencias y de bienes y servicios. Los proyectos de capital de baja prioridad se recortaron a fin de limitar los gastos de inversión pública a cerca del 5% del PIB en el 2003 y 2004. El salario mínimo del sector público se ajustó en enero del 2003 y cualquier ajuste se haría en 2004 acorde con la inflación esperada. El gobierno buscaría la aprobación del Congreso para una reforma impositiva en el 2004. El objetivo era establecer una fuerte base de ingresos para asegurar la sostenibilidad de la deuda a mediano plazo. Para esto se trabajó en una propuesta de reforma del sector público. Esta reforma buscaría la reestructuración de la administración pública para asegurar una fuerza laboral más profesional, bien entrenada y eficiente, así como una racionalización de la política salarial, incluyendo la eliminación de los salarios múltiples en el sector público. La reforma también estimularía la transferencia de empleo del sector público al sector privado. Además tendrían como objetivo realizar iniciativas para fortalecer el manejo financiero público. Esas iniciativas pretenderían asegurar la eficiencia, transparencia y rendición de cuentas respecto a los gastos de gobierno. En cuanto a las políticas cambiarias y monetarias, el gobierno debía unificar los mercados cambiarios antes de finales del 2003 y estaba comprometido a mantener un tipo de cambio de libre flotación. El Fondo suministraba asistencia técnica respecto a las regulaciones para el mercado cambiario privado de forma que se asegure una transición ordenada a un mercado unificado. La política monetaria se Oeconomia Breves ensayos sobre Economía y Finanzas restringió con el objetivo primario de asegurar la estabilidad de precios. El crecimiento de la base monetaria sería limitado a no más de 27% en el 2003 y 12% durante 2004. De acuerdo con esto, el programa incluye topes cuantitativos que limitan la expansión de los activos netos internos del Banco Central. La política monetaria será ejecutada mediante una mayor dependencia de instrumentos indirectos orientados al mercado. Una ventana de depósitos de un día (overnight) y una ventana tipo Lombarda serán creadas a finales de septiembre 2003. Se espera que la salida de capitales disminuya en la segunda mitad de 2003 y más aun en el año 2004. Los desembolsos del Banco Mundial y del BID se espera que sumen más de US$600.0 millones hasta mediados de 2005. Las reservas internacionales brutas serán de más del doble, por encima de US$1,300 millones, para finales del programa. El Gobierno trabajaba para mitigar los efectos adversos de la crisis sobre los grupos sociales vulnerables. La estrategia de reducción de la pobreza ayudaba a mejorar la coordinación de los programas sociales de la época, particularmente programas de educación, salud y nutrición, redes de seguridad social e infraestructura básica para los hogares pobres. El acuerdo de 24 meses sería monitoreado sobre la base de ocho revisiones, en forma bimensual en el 2003 y trimestral posteriormente. Un asesor de supervisión bancaria del FMI suministraba asistencia técnica al Gobierno para la implementación de las reformas del sector financiero y se solicitó que se ubique un miembro del equipo del Fondo en Santo Domingo para ayudar a monitorear la ejecución del programa. Una continuación de este acuerdo es solicitado al fondo en el 2004, debido que en el 2003 no se cumplieron con algunas de las metas ya establecidas para ese año y sobre esta base la Republica Dominicana solicita ciertas dispensas por el incumplimiento de estas. 231 Desde el principio de su ejecución surgieron desviaciones significativas con respecto a las metas del programa original. Las dificultades legales para poner en ejecución algunas medidas fiscales consideradas en el programa, junto con una demanda interna más débil de lo previsto, contribuyeron a un déficit en el gobierno. La adquisición de dos compañías de distribución de electricidad y la necesidad de proporcionar ayuda adicional a los bancos también contribuyeron a generar nuevas presiones fiscales. Un déficit en los desembolsos externos deterioró aun más la posición de liquidez del gobierno, no pudiéndose evitar la acumulación de atrasos con los acreedores y los generadores de electricidad, ni tampoco se pudo acumular reservas internacionales según lo programado. La falta de confianza, salidas de capitales privados y la presión sobre el peso incluyendo la aparición temporal de un mercado cambiario paralelo- han agravado los problemas financieros del sector energético y se han sumado presiones fiscales. Aunque se han hecho progresos considerables para aliviar las preocupaciones que dieron origen a la crisis en el 2003, el Gobierno reconoce que aun queda mucho por hacer para lograr una restauración más amplia de la confianza en la economía y en el marco de las políticas económicas. Para lograr los nuevos objetivos trazados, el programa se enfoca en las políticas fiscales y la sostenibilidad de la deuda. En la parte fiscal el objetivo clave, es asegurar una reducción de la deuda del sector público consolidado, la cual ha crecido hasta llegar al 57% del PIB en el 2003 como resultado de la ayuda del Banco Central a los bancos comerciales, el apoyo del gobierno al sector energético y la depreciación real del peso. Se pusieron en vigencia (I) medidas impositivas, como el aumento del impuesto selectivo al consumo de alcohol, tabaco y otros productos, eliminación de las exenciones del impuesto sobre la renta a los intereses que devengan las empresas de los certificados del Banco Central de la República Dominicana 232 Banco Central y en la renta de las asociaciones de ahorros y préstamos, un impuesto de 5% sobre las exportaciones de bienes y servicios durante 6 meses, un 2% de recargo a la importación y un aumento del impuesto de salida de los aeropuertos. (II) Medidas sobre Gastos, reducción en los gastos de capital y del gasto corriente con respecto al PIB, limitando el gasto público a que se encuentre por debajo del 16% del PIB, sin embargo se ha protegido el gasto social respaldándolo con préstamos del BID para que este permanezca cerca del 7% del PIB, por otra parte se plantea mejorar la administración tributaria para enfrentar la evasión fiscal. (III) Se eliminaron los subsidios en el gas y en la electricidad para negocios y usuarios de alto consumo, en el programa se estipula un subsidio al sector energético de un 0.9% del PIB, que todavía deja un déficit de 0.6% a las distribuidoras estatales pero que esta contemplado dentro de la meta de déficit global del sector público. La política monetaria se enfocó en mantener los niveles de inflación en un solo dígito, tomando medidas decisivas para desacelerar el crecimiento de la base monetaria, elevando la tasa de interés de los depósitos a corto plazo (overnight) al 45% y la de sus préstamos Lombard al 55%, pero el control de la base monetaria dependía considerablemente de la emisión de certificados de participación a corto plazo del Banco Central, a sus vez este procurará alargar el vencimiento de sus certificados con operaciones de mercado. En el mercado cambiario la unificación se producirá a finales de enero 2004, luego de que algunos atrasos externos del Gobierno no reprogramables, sean liquidados utilizando las reservas del Banco Central. La tasa de cambio para estas transacciones estará acorde con la del mercado privado, garantizándose así que no se cree una práctica de tipo de cambio múltiple. El Gobierno se comprometió a tomar medidas administrativas informales o de otra índole que conciernan al mercado cambiario, tendentes a influir en la tasa de cambio a través de mecanismos que no sean de mercado. Departamento de Programación Monetaria e Investigación Económica Se continuo poniendo en ejecución la agenda de reformas bancarias para garantizar el retorno de la confianza en el sistema, como la aprobación de los reglamentos de la ley monetaria y financiera en las áreas de sanciones, fondo de contingencia para la resolución bancaria y condición de prestamista de última instancia, y se fortaleció la administración de activos y la superintendencia de bancos, entre otras. Referencias Documento del Fondo Monetario Internacional. Banco Central de la República Dominicana. Santana, Santiago 1992. “Evaluación y proyecciones de la economía dominicana bajo el acuerdo Stand-by con el FMI”. Serrulle, José y Boin, Jacqueline. “Fondo Monetario Internacional: Capital Financiero - Crisis Mundial.”, Gramil, tercera edición, Memoria Anual. Banco Central de la República Dominicana. Años 1959-60, 1993-94. Saladín Selin, Roberto B. 1990, noviembre, “¿Cómo fue la RD al Fondo?”, Periódico Hoy. Lorenzo, David R. (11 diciembre, 1990) “RD firmó acuerdo FMI en 1959 por primera vez”, Periódico La Noticia. Guiliani Cury, Hugo. “Políticas de Estabilización”. “Programa de Estabilización Económica de la República Domincana: Acuerdo Stand-By con el Fondo Monetario Internacional.”, 2003, agosto. Fuente de Datos: Fondo Monetario Internacional, www.imf.org. Oeconomia Breves ensayos sobre Economía y Finanzas 233 Banco Central de la República Dominicana 234 Departamento de Programación Monetaria e Investigación Económica La República Dominicana y los Acuerdos con el Fondo Monetario Internacional (Segunda parte) Por: Ivanhoe Núñez Méndez P oco después de instaurarse en el 2004, el gobierno implementó un conjunto de medidas de ajuste dirigidas a corregir el desequilibrio fiscal heredado, los atrasos en el servicio de la deuda pública y los problemas de liquidez. Estas medidas incluyeron entre otras: a) promulgación con efectividad al 1ro. de octubre 2004, aumento de la tasa del ITBIS del 12% al 16% y elevar los impuestos selectivos al alcohol y los tabacos; b) actualización en el ajuste por inflación del impuesto selectivo al consumo de gasolina; c) focalización del subsidio al GLP; y d) reducción de la nómina del Gobierno Central. Ya en el período de transición, el gobierno electo inició los contactos para un acuerdo con el FMI. En enero de 2005, somete a la consideración del Director Gerente de ese organismo un programa económico por un período de 28 meses y un monto equivalente a DEG$437.8 millones (US$670 millones). Además solicitan la cancelación del acuerdo existente al ser aprobado este acuerdo. Los principales supuestos del programa son: crecimiento del PIB en 2.5%, para 2005 y 4.3%, para 2006. La meta de inflación se fija entre 11% -13%, para 2005 y 8%, para el 2006. El resultado de la cuenta corriente sería de 1.8% para 2005 y de 0.4%, para 2006. Las reservas internacionales netas, según definición del Acuerdo serian de US$350 millones para 2005 y de US$650 millones para 2006. Además el compromiso del gobierno de mejorar el balance global del SPNF a -0.7% del PIB en 2005, hasta un superavit de 0.7% del PIB en 2006. Este nuevo acuerdo incluía políticas y ajustes en diferentes aspectos de la economía nacional: sector fiscal, políticas de financiamiento, políticas cambiaria y monetaria. También reformas estructurales en el sector fiscal, reformas del sector financiero y el sector energético. En el aspecto fiscal, el Congreso Nacional aprobó el presupuesto de Ingresos y Ley de Gastos Públicos para 2005 consistente con un balance global de -0.7% del PIB para el SPNF. Las políticas principales 235 que sustentaban el presupuesto son las siguientes: incremento de 30% en los salarios en al Gobierno Central, en dos pagos parciales; aumento del gasto social en términos reales (programas de ayuda social Comer es Primero y Desayuno Escolar); aumento en las transferencias corrientes al sector energético, pago de pensiones y a entidades públicas, además, el subsidio al GLP y la implementación de unas 500,000 tarjetas magnéticas a familias de escasos recursos. El gasto de capital se destinará a proyectos prioritarios. Por su lado la política de financiamiento se centra en resolver el problema de liquidez a corto plazo, compatible con la sostenibilidad de la deuda, al tiempo que se cumplía el compromiso del país con los acreedores del Club de París para obtener un tratamiento comparable de la deuda que no pertenece al Club de París. El Gobierno planeaba abordar la brecha financiera proyectada para 200405 de aproximadamente US$330 millones a través de: (i) la reestructuración del perfil de pago de los bonos externos; (ii) la reprogramación de deudas con bancos comerciales y suplidores externos; (iii) la reprogramación de las obligaciones con los acreedores del Club de París previas a la fecha límite que vence en 2005, y (iv) la obtención de nuevos financiamientos provenientes de un consorcio de bancos privados nacionales. El gobierno liquidó la mayor parte de los atrasos con acreedores oficiales y liquidaría los atrasos restantes en los próximos días. Los únicos atrasos externos restantes eran con un puñado de bancos y suplidores extranjeros, y ascendían a menos de US$50 millones. El gobierno había desarrollado e iniciado una estrategia para regularizar estos atrasos mediante un proceso de reprogramación negociada. El Gobierno sometió al Congreso un proyecto de ley que permitía el refinanciamiento de ciertas obligaciones internas que vencían en 2005, incluyendo el refinanciamiento parcial de bonos emitidos a suplidores nacionales en 1999 y la emisión de bonos para cubrir atrasos con suplidores nacionales acumulados hasta 2003. El proyecto de ley sobre financiamiento también permitía el uso de bonos para la recapitalización del Banco Central y Banco Central de la República Dominicana 236 del Banco de Reservas. Se esperaba que el Congreso apruebe este proyecto de ley en febrero de 2005. El Gobierno había identificado medidas posibles para mitigar los efectos de la expiración de las cuotas textiles bajo el ATC (Acuerdo sobre Textiles y Vestidos), principalmente mediante la negociación, ratificación e implementación del CAFTA, para garantizar un acceso continuado al mercado. Sin embargo, simultáneamente a la solicitud de un nuevo Acuerdo Stand-by de parte del FMI, el Gobierno estaba solicitando la activación del Mecanismo de Integración Comercial (TIM) del Fondo en caso de que el efecto de la eliminación de estas cuotas resultara ser mayor de lo proyectado. Por el lado de la política monetaria, el Banco Central continuaría conduciendo dentro de un régimen cambiario flexible. El programa monetario sería compatible con la reducción de la inflación a una tasa de 11–13 % durante 2005 y a 8 por ciento durante 2006, observando límites estrictos sobre los agregados monetarios, al mismo tiempo permitiría un aumento de las reservas internacionales. El instrumento principal de la política monetaria seguirían siendo las subastas de los certificados del Banco Central. El Banco Central establecería su política de tasas de interés según sus objetivos de crecimiento monetario e inflación, y seguiría aplicando sus facilidades permanentes (ventanilla Lombarda y depósitos de corto plazo) para indicar la dirección de su política monetaria. Para fomentar la competencia y transparencia en el mercado cambiario, el Banco Central apoyaría la adopción de una plataforma electrónica de transacciones para septiembre de 2005, que dispondría de cotizaciones sólidas y datos públicos sobre las transacciones cambiarias. En un esfuerzo para reducir el déficit cuasifiscal del Banco Central y los riesgos de renovación de sus certificados, la Junta Monetaria aprobó el uso de certificados indexados a más largo plazo. Los nuevos instrumentos, con vencimientos que oscilaban desde 1½ a 5 años, serían indexados a la inflación o tendrían una tasa flotante vinculada Departamento de Programación Monetaria e Investigación Económica a las tasas bancarias pasivas. La emisión de estos instrumentos se realizaría principalmente mediante subastas públicas, y la colocación directa sería limitada en volumen y llevaría como referencia la tasa de subasta. Para fortalecer la capacidad del Banco Central para alcanzar los objetivos inflacionarios, el Gobierno desarrollaría para marzo de 2005 un plan detallado para recapitalizar el Banco Central y reducir su déficit cuasifiscal. Como primer paso, el Gobierno sometió al Congreso un proyecto de ley para emitir un bono que devengaba interés equivalente a US$65 millones, efectivo al 1ro. de enero de 2005. Además, el gobierno estaba comprometido a cumplir su obligación de transferir al Banco Central una porción (1.75 puntos porcentuales) de los ingresos provenientes del impuesto a la comisión cambiaria para ayudar a reducir el déficit cuasifiscal. Finalmente, las ventas de activos del Banco Central, incluyendo los transferidos desde el gobierno, también desempeñarían un papel para reducir la carga de deuda del Banco Central y restaurar su patrimonio neto. El acuerdo también contemplaba un paquete de reformas estructurales tanto en el sector fiscal como en el sistema financiero y energético. En el aspecto fiscal, el Gobierno desarrollaría, con la asistencia técnica del FMI, los detalles de un paquete de reforma tributaria para marzo de 2005, y para junio de 2005 acordaría una estrategia para su implementación, que podría ser adelantada dependiendo de la fecha de la aprobación del CAFTA. El Gobierno desarrollaría un programa detallado de reformas, con la asistencia técnica del Fondo y de otras instituciones, para abril de 2005. La reforma incluirá medidas para fortalecer la capacidad institucional de la autoridad tributaria (mediante, entre otras cosas, capacidades mejoradas de planificación y control en las sedes, y la automatización de los procedimientos básicos), si bien fortaleciendo los procedimientos de auditoria y ejecución y mejorando la valoración e inspección Oeconomia Breves ensayos sobre Economía y Finanzas aduanales. El Gobierno presentará un proyecto de ley que convierten el fraude y la evasión fiscal en delitos criminales para marzo de 2005. Para mejorar la eficiencia, transparencia y responsabilidad al rendir cuentas de la gestión fiscal, el Gobierno ha desarrollado, en colaboración con el BID, un proyecto de ley para reformar las actuales prácticas de presupuesto, compras gubernamentales, Tesorería, deuda pública y Sistemas de Gestión Financiera. Los objetivos principales de la agenda de reforma aparecen a continuación: La reforma de la Ley Orgánica de Presupuesto garantizará que la responsabilidad sobre todos los aspectos de la gestión presupuestaria, incluyendo ingresos, gastos y financiamiento, esté centralizada bajo una determinada secretaría de Estado; La reforma de la Ley sobre Compras Gubernamentales impondrá a todas las compras públicas de financiamiento interno y externo, los contratos y otras adquisiciones públicas, reglas estrictas de oferta pública, basadas en las normas internacionales; El objetivo de la reforma de la Tesorería es mejorar, mediante el uso de una sola cuenta del Tesoro, la administración de flujos de caja y el proceso de proyección y ejecución del presupuesto; entre otros. La estrategia bancaria se propone fortalecer (i) el sistema financiero, a través, entre otras cosas, de un programa bien estructurado de re-capitalización bancaria; y (ii) el marco institucional, así como fomentar una mejor gestión de gobierno, que incluye el otorgar al Banco Central y a la Superintendencia de Bancos una mayor independencia y rendición de cuentas. Para lograr estos objetivos, las autoridades monetarias y financieras han desarrollado una estrategia para la re-capitalización de los bancos, sobre la base de la regulación actual sobre la evaluación de activos locales (vigente hasta el 31 de diciembre de 2004), sin gradualidad. En este sentido, la Superintendencia de Bancos emitió recientemente una circular que especifica los criterios que se aplicarán para calcular el patrimonio neto regulador de los bancos, correspondiente a finales de diciembre de 2004. 237 Esta estrategia, que es compatible con el marco legal, se basa en los principios fundamentales que siguen: para fines reguladores, todas las pérdidas determinadas sobre la base de las reglas existentes, sin gradualidad, han sido registradas desde el principio; los bancos sub-capitalizados deberán ser llevados, por los accionistas, a un coeficiente de capital del 10 por ciento de los activos ponderados en función del riesgo para diciembre de 2004; las contribuciones de capital deberán satisfacer plenamente las mejores prácticas internacionales, las normas contables internacionales y las regulaciones nacionales, incluyendo el trato de buen nombre; entre otros. Desde enero de 2005 hasta diciembre de 2007, el sistema bancario hará una transición de las mejoras prácticas nacionales a las mejoras prácticas internacionales para valoración de activos. La transición de las reglas nacionales a las reglas internacionales para valoración de activos requerirá de la adhesión al cronograma siguiente: para abril de 2005, todos los bancos deberán entregar sus estados financieros a diciembre de 2004 (auditados por una firma contable de renombre internacional, con la participación de un socio de un país de grado inversión); Para mayo de 2005, todos los bancos deberán entregar planes de negocios a cinco años, basándose en el suplemento a los estados financieros, que demuestren su solvencia y viabilidad durante un período de transición de tres años; para julio de 2005, la Superintendencia de Bancos concluirá la evaluación de los planes de negocios (con ayuda de asesores externos de renombre internacional) y las negociaciones de memoranda de entendimiento con los altos gerentes de los bancos, comprometiéndoles a mantener el coeficiente de solvencia requerido; entre otros. En un esfuerzo por fortalecer la Junta Monetaria y aumentar la independencia y la capacidad de rendir cuentas del Banco Central y la Superintendencia de Bancos, el gobierno entregará al Congreso para julio de 2005 un proyecto de modificaciones a la Ley Monetaria y Financiera, dirigido principalmente a: (i) alargar el mandato de los miembros de la Junta Banco Central de la República Dominicana 238 Monetaria, incluyendo al Gobernador del Banco Central y al Superintendente de Bancos, a por lo menos cinco años; (ii) someter la designación del Gobernador del Banco Central y del Superintendente de Bancos a la ratificación del Senado; y (iii) lograr la armonización de la Ley Monetaria y Financiera y la Ley sobre Riesgo Sistémico. Los detalles del proyecto de ley serán desarrollados en consulta con el equipo del FMI. En el sector energético, a pesar del reciente considerable aumento de la tarifa eléctrica, las finanzas permanecen bajo presión debido a las altas pérdidas en la distribución, las bajas tasas de cobro de facturas, los altos precios de importación de combustibles y las dificultades financieras del gobierno para hacer transferencias al sector. Como resultado, el sector ha venido generando pérdidas importantes -que, en ausencia de medidas correctivas, estarían en exceso de US $600 millones anualmente- lo que conduce a largos apagones y escasez de electricidad a nivel nacional que han sometido a la población a grandes penurias. Además, los subsidios energéticos le han creado una carga pesada a las finanzas públicas, reduciendo así la capacidad del Gobierno para satisfacer otras necesidades sociales importantes. Para abordar la crisis del sector de electricidad, el gobierno ha desarrollado un plan amplio de reforma del sector energético, en consulta con el Banco Mundial, el BID y la USAID. Este plan tiene el propósito de reducir sustancialmente a corto plazo el déficit del sector y asegurar su viabilidad financiera a mediano plazo. El desafío más importante descansa en la estabilización del suministro de electricidad, una condición necesaria para mejorar las tasas de cobranza. Para este fin, y para evitar una carga excesiva a las finanzas públicas, el gobierno procurará satisfacer cerca del 70 por ciento de la demanda diaria de electricidad. El plan a corto plazo incluye un calendario para: mejoramiento del índice de recuperación de efectivo de las compañías de distribución mediante la reducción de las pérdidas de las líneas de transmisión a alrededor de 30 por Departamento de Programación Monetaria e Investigación Económica ciento y el mejoramiento de las tasas de cobranza a cerca de 90 por ciento hacia finales del año 2005; aumento del promedio de ingresos de las compañías de distribución en cerca de 30 por ciento (en términos de dólares de EUA) con relación a septiembre de 2004; mejoramiento del marco regulador; renovación del monto de los atrasos con los operadores privados; administración del racionamiento del suministro de electricidad; y reducir el costo de generación de electricidad. Servicios Financieros del FMI Con los años el FMI ha creado varios instrumentos de crédito o “servicios financieros”, acordes a las circunstancias específicas de sus países miembros. Los países de bajo ingreso pueden obtener préstamos a una tasa de interés concesionaria por medio del Servicio para el Crecimiento y la Lucha contra la Pobreza (SCLP) y el Servicio para Shocks Exógenos (SSE). Se otorgan asimismo préstamos no concesionarios principalmente mediante los acuerdos de derecho de giro (stand-by), y ocasionalmente a través del Servicio Ampliado del FMI (SAF), el Servicio de Complementación de Reservas (SCR) y el Servicio de Financiamiento Compensatorio (SFC). Además, el FMI proporciona asistencia de emergencia para apoyar la recuperación del país con posterioridad a un desastre natural o un conflicto, en algunos casos a tasas de interés concesionarias. Salvo el SCLP y el SSE, todos los servicios financieros están sujetos a la tasa de interés del FMI, denominada “tasa de cargos”, que está basada en el mercado; en algunos servicios se cobra una “sobretasa”. La tasa de cargos se basa en la tasa de interés del DEG, que se revisa semanalmente para tener en cuenta las fluctuaciones de las tasas de interés de corto plazo en los principales mercados monetarios internacionales. Los préstamos de gran cuantía están sujetos a una sobretasa. El monto que un país puede obtener en préstamo del FMI -su “límite de acceso”- varía con el tipo de préstamo, pero por lo general es un múltiplo de la cuota que aporta el país al FMI. En circunstancias excepcionales, algunos préstamos de la institución pueden exceder estos límites. Oeconomia Breves ensayos sobre Economía y Finanzas Servicio para el Crecimiento y la Lucha contra la Pobreza (SCLP). Es el servicio mediante el cual el FMI ofrece préstamos a los países de bajo ingreso a bajo interés. Los programas respaldados por el SCLP se basan en estrategias integrales de reducción de la pobreza formuladas por los países mismos. El mayor número de préstamos del FMI en los últimos años fue concedido en el marco del SCLP. Estos préstamos están sujetos a una tasa de interés de solo 0,5% y su plazo de reembolso es de 5½ a 10 años. Un país habilitado normalmente puede recibir un préstamo máximo de 140% de su cuota en el FMI en virtud de un acuerdo a tres años, aunque puede incrementarse hasta el 185% de la cuota en circunstancias excepcionales. Servicio para Shocks Exógenos (SSE). Proporciona apoyo a la política económica y asistencia financiera a los países de bajo ingreso que enfrentan shocks exógenos. Pueden utilizar este servicio los países habilitados en el marco del Servicio para el Crecimiento y la Lucha contra la Pobreza (SCLP) -el instrumento primordial del FMI para prestar asistencia financiera a los países de bajo ingresopero que no cuentan con un programa respaldado por el SCLP. Las condiciones de financiamiento son equivalentes a las de un acuerdo en el marco del SCLP y más concesionarias que en el marco de cualquier otro servicio de financiamiento de emergencia del FMI. Como en el caso del SCLP, la tasa de interés anual de los préstamos en el marco del SSE asciende al 0,5%. Los reembolsos se efectúan semestralmente a partir de los 5½ años del desembolso y terminan a los 10 años del mismo. Acuerdos de derecho de giro (stand-by). Forman el núcleo de la política de crédito del FMI. Un acuerdo de derecho de giro ofrece la seguridad al país miembro de que podrá girar hasta una determinada cantidad, para hacer frente a un problema de balanza de pagos a corto plazo. En general, tienen una duración de 12 a 24 meses, y el reembolso debe efectuarse en un plazo de 2¼ a 4 años. Se aplican sobretasas cuando los montos son elevados. 239 Servicio Ampliado del FMI (SAF). Este servicio fue creado en 1974 para ayudar a los países a resolver problemas de balanza de pagos de más largo plazo que requieren reformas económicas fundamentales. Por consiguiente, el plazo de los acuerdos ampliados es más largo (3 años por lo general) y el reembolso debe efectuarse en un plazo de 4½ a 7 años. En el acuerdo ampliado, los países deben presentar, al inicio de un acuerdo, un programa de ajustes de mediano plazo, detallando los objetivos del programa y las políticas a ser aplicadas a lo largo del período contemplado en el acuerdo. Se aplican sobretasas cuando los montos son elevados. Servicio de Complementación de Reservas (SCR). Este servicio fue establecido en 1997. Ofrece a los países miembros financiamiento adicional a corto plazo si experimentan dificultades excepcionales de balanza de pagos debido a una pérdida súbita y amenazadora de confianza del mercado que conduzca a una salida de capital. Se prevé que los países reembolsen los préstamos en un plazo de 2 a 2½ años, pero pueden solicitar una prórroga de hasta seis meses. Todos los préstamos en el marco del SCR están sujetos a una alta sobretasa de 3 a 5 puntos porcentuales. Servicio de Financiamiento Compensatorio (SFC). El SFC fue creado en 1963 para proporcionar asistencia a los países afectados por una insuficiencia repentina de sus ingresos de exportación o por un aumento del costo de las importaciones de cereales, con frecuencia como resultado de la fluctuación de los precios mundiales de los productos básicos. Las condiciones financieras de este servicio son semejantes a las que se aplican a los acuerdos de derecho de giro, excepto que no se aplican sobretasas. Asistencia de emergencia. Surge en 1962 para ayudar a los países miembros a superar los problemas de balanza de pagos debidos a catástrofes naturales repentinas imprevisibles; el servicio se amplió en 1995 para tener en cuenta ciertas situaciones surgidas en un país miembro tras un conflicto que haya alterado su capacidad institucional y administrativa. Banco Central de la República Dominicana 240 Los préstamos de emergencia están sujetos a la tasa de cargos básica, aunque los países con derecho al SCLP pueden solicitar una posible subvención de la tasa de interés, y deben reembolsarse en un plazo de 3¼ a 5 años. Desde mayo de 2001, en el caso de los países en situación de posconflicto que pueden participar en el Servicio para el Crecimiento y la Lucha contra la Pobreza (SCLP) del FMI, se otorgan subvenciones que han reducido la tasa de interés de los préstamos al 0,5% anual; la subvención de los intereses está financiada por donaciones de fuentes bilaterales. Referencias Documento del Fondo Monetario Internacional. Banco Central de la República Dominicana Santana, Santiago 1992. “Evaluación y proyecciones de la economía dominicana bajo el acuerdo Stand-by con el FMI”. Serrulle, José y Boin, Jacqueline. “Fondo Monetario Internacional: Capital Financiero - Crisis Mundial.”, Gramil, tercera edición,. Memoria Anual Banco Central de la República Dominicana. Años 1959-60, 1993-94. Departamento de Programación Monetaria e Investigación Económica Saladín Selin, Roberto B. 1990, noviembre, “¿Cómo fue la RD al Fondo?”, Periódico Hoy. Lorenzo, David R. (11 diciembre, 1990) “RD firmó acuerdo FMI en 1959 por primera vez”, Periódico La Noticia. Guiliani Cury, Hugo. Estabilización”. “Políticas de “Programa de Estabilización Económica de la República Domincana: Acuerdo Stand-By con el Fondo Monetario Internacional.”, 2003, agosto. Fuente de Datos: Fondo Monetario Internacional, www.imf.org Oeconomia 241 Breves ensayos sobre Economía y Finanzas Anexos Acuerdos de la República Dominicana con el Fondo Monetario Internacional (FMI) Facilidad Financiera Stand-by Fecha 29 de agosto de 2003 al 31 de enero de 2005 Monto Aprobado 437.80 Desembolsado 131.34 Principales Características Este acuerdo se basaba en tres pilares: 1) medidas para el fortalecimiento de la confianza en el sistema bancario; 2) acciones para reformar las finanzas públicas y asegurar la sostenibilidad de la deuda y 3) el funcionamiento de un régimen de cambio flexible acompañado de una estricta disciplina fiscal. Dentro de los cuales se destacan: • Abordar los problemas de bancos débiles identificados. • Asegurar la buena gestión en el sistema bancario, incluyendo buenas salvaguardias contra el fraude. • Aplicar un marco mejoratorio de resolución bancaria. • Fortalecer las regulaciones prudenciales y la supervisión bancaria. • El déficit del sector público al 3.5% del PIB en el 2003 al 1% en el 2005 • Se restringiría el gasto y se impusieron límites estrictos a las compras de transferencias y de bienes y servicios • Propuesta de reforma del sector público que buscaría la reestructuración de la administración pública para asegurar una fuerza laboral más profesional, así como una racionalización de la política salarial, incluyendo la eliminación de los salarios múltiples en el sector público. También estimularía la transferencia de empleo del sector público al sector privado. Además de realizar iniciativas para fortalecer el manejo financiero público. • En cuanto a las políticas cambiarias y monetarias, el gobierno debía unificar los mercados cambiarios antes de finales del 2003 y estaba comprometido a mantener un tipo de cambio de libre flotación. El crecimiento de la base monetaria sería limitado a no más de 27% en el 2003 y 12% durante 2004. • La política monetaria será ejecutada mediante una mayor dependencia de instrumentos indirectos orientados al mercado. Una ventana de depósitos de un día (overnight) y una ventana tipo Lombarda serán creadas a finales de septiembre 2003. • Se espera que la salida de capitales disminuya en la segunda mitad de 2003 y más aun en el año 2004. Las reservas internacionales brutas serán de más del doble, por encima de US$1,300 millones, para finales del programa. Banco Central de la República Dominicana 242 Stand-by Stand-by Departamento de Programación Monetaria e Investigación Económica • PIB caerá -1.0% en el 2004 y crecerá fuertemente después de eso • En la medida que la confianza aumente y la demanda empiece a recuperarse el superavit de la cuenta corriente deberá moderarse. • La inflación llegará a menos de 14% en el 2004 y a un solo dígito en el 2005. • Recuperación moderada de las RIN • Reducción de la deuda el sector público consolidado. • Modificación al alza de varios impuestos (selectivo al alcohol y tabaco, impuesto sobre la renta, entre otros). • Reducción del gasto de capital con relación al PIB y del crecimiento del gasto corriente discrecional. • Se incorpora un subsidio a la electricidad. • Incremento de las tasas overnight y Lombard. • Se procurará alargar el vencimiento de los certificados con operaciones de mercado. • Unificación el mercado cambiario y tasa de cambio de libre flotación. 2004 31 de enero 2005 al 30 de enero 2008 Aprobado DEG 437.8 Desembolsado DEG 437.8 • Políticas macroeconómicas y estructurales dirigidas a fortalecer la estabilidad de precios y asegurar la reactivación del crecimiento sostenido: crecimiento del PIB en 2.5%, para 2005 y 4.3%, para 2006. La meta de inflación se fija entre 11%-13%, para 2005 y 8%, para el 2006. • Un ajuste en la política fiscal para mejorar las cuentas públicas y reducir la deuda pública, que garantice su sostenibilidad a mediano plazo: el compromiso del gobierno de mejorar el balance global del SPNF a -0.7% del PIB en 2005, hasta un superavit de 0.7% del PIB en 2006. • Una estrategia de financiamiento que permita al sector público superar su déficit de liquidez a corto plazo, conforme a la sostenibilidad de la deuda a mediano plazo: El Gobierno planea abordar la brecha financiera proyectada a través de: (i) la reestructuración del perfil de pago de los bonos externos; (ii) la reprogramación de deudas con bancos comerciales y suplidores externos; (iii) la reprogramación de las obligaciones con los acreedores del Club de París previas a la fecha límite que vence en 2005, y (iv) la obtención de nuevos financiamientos provenientes de un consorcio de bancos privados nacionales. • Estrategia de fortalecimiento del sistema bancario para establecer una sólida intermediación financiera; • Un plan para mejorar la eficiencia del sector energético para asegurar así su viabilidad financiera. • Reforma de las instituciones en el área de finanzas públicas para mejorar el diseño y la ejecución de las políticas fiscales y permitir el logro de los grandes y necesarios ajustes fiscales. • Mayor fortalecimiento del banco central y de la entidad supervisora de bancos, a fin de mejorar la implementación de la política monetaria y de garantizar la estabilidad de un sistema financiero que funcione bien.