Combustible Combustible, sustancia que reacciona químicamente con otra sustancia para producir calor, o que produce calor por procesos nucleares. El término combustible se limita por lo general a aquellas sustancias que arden fácilmente en aire u oxígeno emitiendo grandes cantidades de calor. Los combustibles se utilizan para calentar, para producir vapor con el fin de obtener calor y energía, para proporcionar energía a los motores de combustión interna, y como fuente directa de energía en aviones y cohetes a propulsión. En los casos en que el combustible debe proporcionar su propio oxígeno, como ocurre en ciertos cohetes y en la propulsión a chorro, se le añade a la mezcla de combustible un agente oxidante como el peróxido de hidrógeno o el ácido nítrico. Las reacciones químicas de la combustión suponen la combinación del oxígeno con el carbono, hidrógeno o azufre presentes en los combustibles. Los productos finales son dióxido de carbono, agua y dióxido de azufre. Las demás sustancias presentes en los combustibles no contribuyen a la combustión, pero salen en forma de vapor o permanecen después de la combustión en forma de ceniza. La eficacia del combustible, o capacidad calorífica, se mide normalmente en términos de energía térmica (calor) desarrollada cuando una cantidad dada del combustible se quema bajo condiciones estándar o patrón. Las capacidades caloríficas de los combustibles sólidos y líquidos se miden en julios por kilogramo o metro cúbico. A veces se hace una distinción entre capacidad calorífica superior, que es el calor total desarrollado durante la combustión, y capacidad calorífica inferior, que es el calor neto desarrollado, descontando el calor perdido en la evaporación del agua durante la combustión. Las capacidades caloríficas superiores aproximadas de los combustibles sólidos comunes son (J/kg): carbón, de 28 a 35 millones; lignito, de 14 a 17 millones; coque, 29 millones, y madera seca, 20 millones. Para los combustibles líquidos comunes son: alcohol, 25 millones; aceite combustible, 44 millones; petróleo, 48 millones, y parafina, 46 millones. Para los combustibles gaseosos son: acetileno, 55 millones; gas de altos hornos, 3,5 millones; monóxido de carbono, 12 millones; gas de horno de coque o gas de hulla, unos 22 millones; hidrógeno, 12 millones; gas natural, de 39 a 82 millones; gas de petróleo, 19 millones, y gas pobre, 5 millones. (Véanse artículos individuales sobre la mayoría de estos combustibles). Véase también Recursos energéticos; Combustible gaseoso; Gaseo; Energía nuclear; Petróleo; Energía solar. Combustible gaseoso Combustible gaseoso, cualquier mezcla gaseosa empleada como combustible para proporcionar energía en usos domésticos o industriales (véase Combustión). Los combustibles gaseosos están formados principalmente por hidrocarburos, es decir, compuestos moleculares de carbono e hidrógeno. Las propiedades de los diferentes gases dependen del número y disposición de los átomos de carbono e hidrógeno de sus moléculas. Todos estos gases son inodoros en estado puro, igual que ocurre con el monóxido de carbono (tóxico) que a veces contienen. Por eso es corriente añadir compuestos de azufre al gas comercial; estos compuestos, que a veces están presentes de forma natural en el gas, tienen un olor desagradable y sirven para advertir un escape en las tuberías o en los aparatos de gas. Además de sus componentes combustibles, la mayoría de los combustibles gaseosos contienen cantidades variables de nitrógeno y agua. Los dispositivos empleados para quemar gas y producir calor o iluminación constan de una tobera de combustión y de algún sistema para mezclar aire con el gas antes de llegar a la tobera, como sucede por ejemplo en el mechero Bunsen, inventado por el químico alemán Robert Wilhelm Bunsen (véase Lámpara). Los combustibles gaseosos empleados en la actualidad son el gas de hulla, obtenido por destilación destructiva del carbón (véase Coque), los gases de productor y de alto horno, resultado de la interacción de vapor de agua, aire y carbón, el gas natural, extraído de yacimientos subterráneos de gas, y los gases embotellados, compuestos por los hidrocarburos más ligeros. 2. GAS DE HULLA Los procesos de gasificación de hulla más importantes están destinados sobre todo a la producción del gas denominado 'de tipo gasoducto', cuyas propiedades son más o menos equivalentes a las del gas natural. El gas procedente de la hulla, además de cumplir las especificaciones de bombeo y calentado, debe satisfacer límites estrictos en cuanto al contenido de monóxido de carbono, azufre, gases inertes y agua. Para cumplir estas normas, la mayoría de los procesos de gasificación de hulla culminan con operaciones de limpieza y meta nación del gas. En la actualidad se utilizan diversos métodos de hidrogasificación en los que el hidrógeno reacciona directamente con carbón para formar metano; estos procesos evitan el paso intermedio consistente en producir gas de síntesis, hidrógeno y monóxido de carbono antes de producir metano. Otros métodos son el proceso de aceptores de dióxido de carbono, que emplea dolo mita¸ un material calizo, y el proceso de sal fundida. Otros gases fabricados en el pasado a partir de carbón y coque, como el gas del alumbrado o el gas de horno de coque, apenas tienen importancia hoy día. 3. GAS DE PRODUCTOR Y DE ALTO HORNO El gas de productor es un tipo de gas de agua, un término que se aplica a los gases obtenidos mediante procesos de vapor de agua. Se produce quemando combustible de baja calidad (como lignito o carbón bituminoso) en un recipiente cerrado denominado productor por el que se hace pasar al mismo tiempo un flujo continuo de vapor de agua y aire. El gas resultante contiene alrededor de un 50% de nitrógeno, derivado del aire presente en el productor, y su poder calorífico es aproximadamente el 30% del correspondiente al gas de horno de coque. El gas de alto horno, producido por la interacción de caliza, mineral de hierro y carbono en los altos hornos, tiene un cierto poder calorífico debido a su contenido en monóxido de carbono, pero contiene un 60% de nitrógeno. Durante el funcionamiento de los hornos se producen cantidades enormes de este gas; la mayoría se emplea para calentar el chorro de aire para el horno y hacer funcionar los compresores que impulsan dicho chorro. El poder calorífico del gas de alto horno es un 16% del correspondiente al gas de horno de coque. 4. GAS NATURAL Los yacimientos de petróleo casi siempre llevan asociados una cierta cantidad de gas natural, que sale a la superficie junto con él cuando se perfora un pozo. Sin embargo, hay pozos que proporcionan solamente gas natural. Éste contiene elementos orgánicos importantes como materias primas para la industria petrolera y química. Antes de emplear el gas natural como combustible se extraen los hidrocarburos más pesados, como el butano y el propano. El gas que queda, el llamado gas seco, se distribuye a usuarios domésticos e industriales como combustible. Este gas, libre de butano y propano, también se encuentra en la naturaleza. Está compuesto por los hidrocarburos más ligeros, metano y etano, y también se emplea para fabricar plásticos, fármacos y tintes. 5. GAS EMBOTELLADO Varios hidrocarburos como el propano, el butano y el pentano, o mezclas de esos gases, se licúan para emplearlos como combustible. Gracias a los llamados gases embotellados, que suelen almacenarse en bombonas o tanques metálicos, pueden utilizarse cocinas o estufas en localidades carentes de suministro centralizado de gas. Estos gases embotellados se producen a partir del gas natural y el petróleo. Véase también Recursos energéticos; Combustible sintético. Combustible sintético, combustible gaseoso o líquido producido a partir de carbón, formaciones de esquisto micáceo, arenas de alquitrán o recursos renovables de biomasa (como cosechas agrícolas o residuos animales), que se emplea como sustituto del petróleo o el gas natural (véase Combustible gaseoso). Por ejemplo, existen cuatro métodos para convertir carbón en gas o petróleo: 1) la síntesis de gas, mediante un proceso inventado en la década de 1870, en el que el carbón se pulveriza y se mezcla con oxígeno y vapor de agua a altas temperaturas y a continuación se purifica; 2) la carbonización o calentamiento del carbón en ausencia de aire; 3) la extracción, que consiste en disolver el carbón en un líquido orgánico y exponerlo a hidrógeno; y 4) la hidrogenación, en la que se combina el carbón con hidrógeno a alta presión, generalmente por la acción de un catalizador. Una tonelada de carbón puede producir 340 metros cúbicos de gas mediante el método de síntesis; con los otros métodos puede producir tres barriles de petróleo. Puede extraerse petróleo de algunos tipos de esquisto micáceo calentando el mineral en ausencia de aire, por un proceso llamado pirolisis; también puede extraerse petróleo de arenas de alquitrán mezclando la arena con agua caliente y vapor de agua. El gaseo es una mezcla de gasolina con etanol o metanol; estos alcoholes pueden destilarse a partir de desechos de madera o de cosechas agrícolas. Todos estos procesos son todavía demasiado caros para competir comercialmente con los combustibles obtenidos por los métodos habituales, pero es posible que en el futuro haya que utilizarlos para satisfacer el aumento de la demanda de energía. Combustible sintético, combustible gaseoso o líquido producido a partir de carbón, formaciones de esquisto micáceo, arenas de alquitrán o recursos renovables de biomasa (como cosechas agrícolas o residuos animales), que se emplea como sustituto del petróleo o el gas natural (véase Combustible gaseoso). Por ejemplo, existen cuatro métodos para convertir carbón en gas o petróleo: 1) la síntesis de gas, mediante un proceso inventado en la década de 1870, en el que el carbón se pulveriza y se mezcla con oxígeno y vapor de agua a altas temperaturas y a continuación se purifica; 2) la carbonización o calentamiento del carbón en ausencia de aire; 3) la extracción, que consiste en disolver el carbón en un líquido orgánico y exponerlo a hidrógeno; y 4) la hidrogenación, en la que se combina el carbón con hidrógeno a alta presión, generalmente por la acción de un catalizador. Una tonelada de carbón puede producir 340 metros cúbicos de gas mediante el método de síntesis; con los otros métodos puede producir tres barriles de petróleo. Puede extraerse petróleo de algunos tipos de esquisto micáceo calentando el mineral en ausencia de aire, por un proceso llamado pirolisis; también puede extraerse petróleo de arenas de alquitrán mezclando la arena con agua caliente y vapor de agua. El gaseo es una mezcla de gasolina con etanol o metanol; estos alcoholes pueden destilarse a partir de desechos de madera o de cosechas agrícolas. Todos estos procesos son todavía demasiado caros para competir comercialmente con los combustibles obtenidos por los métodos habituales, pero es posible que en el futuro haya que utilizarlos para satisfacer el aumento de la demanda de energía. Par que es útil el combustible Para nosotros, también para las motos y carros.