primer inventario nacional de plantaciones forestales en

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PRIMER INVENTARIO NACIONAL DE
PLANTACIONES FORESTALES EN MACIZO
IMPORTANCIA Y POTENCIAL DE LAS PLANTACIONES
FORESTALES
En la actualidad la Argentina es un fuerte importador de productos forestales por
un valor aproximado de 1.500 millones de pesos al año. Sin embargo, el país
posee por lo menos veinte millones de hectáreas de tierras con aptitud forestal y
las plantaciones presentan altos crecimientos, similares o superiores a los de
países con un fuerte sector forestal, tales como Chile y Nueva Zelanda. El área de
tierras forestables de Argentina es muy superior a la que cada uno de esos países
tiene forestada hasta el día de hoy. En resumen, la Argentina reúne las
condiciones necesarias para convertirse en un importante país forestal. Por lo
tanto, si se mantiene el aumento del ritmo actual de forestación y se establece un
parque industrial adecuado para procesar la materia prima, en unos pocos años la
balanza comercial de productos forestales del país podría lograr un balance
positivo.
Por otra parte, el aumento de la superficie forestada produce un efecto positivo
sobre la situación social de las comunidades circundantes, dado que resulta en un
importante incremento en la demanda de mano de obra. En líneas generales, las
labores culturales asociadas a la plantación, los tratamientos intermedios tales
como podas y raleos, más las tareas de cosecha requieren la creación de un
puesto permanente de trabajo cada dos nuevas hectáreas. A esto hay que
agregarle la demanda de mano de obra de las empresas que se instalan para
manufacturar la madera y otros productos del bosque. En varias regiones, como
por ejemplo en la Patagonia, las plantaciones pueden también producir un efecto
beneficioso sobre el medio ambiente, cuando se establecen sobre suelos que
están sufriendo procesos erosivos, generalmente originados por el sobrepastoreo.
Para evaluar y prevenir cualquier impacto negativo que pudieran tener las
plantaciones industriales sobre el medio ambiente y la vida silvestre, la nación
exige a las empresas y productores que solicitan el apoyo económico no
reintegrable para forestar, que realicen un estudio de impacto ambiental. Por
último, el aumento de la producción de madera de los bosques implantados
presenta la ventaja de disminuir la presión existente sobre los bosques nativos.
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Figura 1. Superficie plantada anualmente con el Régimen de Promoción a las
Plantaciones Forestales otorgado por la Secretaría de Agricultura, Ganadería
Pesca y Alimentación de la Nación entre 1992 y el año 2000 en hectáreas.
Los bosques implantados de la Argentina, representados fundamentalmente por
especies exóticas de rápido crecimiento, se encuentran en un período de
expansión. Desde mediados de los noventa el ritmo de forestación se ha
incrementado en forma progresiva, hasta cuadruplicar la tasa de forestación del
año 1992. En 1996 se plantaban poco más de 30.000 hectáreas por año y
actualmente esta superficie se acerca a las 100.000 hectáreas y continúa en
aumento (Figura 1). Esto ha sido el resultado de una política nacional de incentivo
a la forestación que, si bien se implementó por primera vez en los años 60, se
reforzó notablemente a comienzos de los noventa, con un significativo aumento en
los montos destinados a los aportes no reintegrables para la forestación. En el año
1.999 se promulgó la ley 25.080 de inversiones para bosques cultivados. Esta ley
no sólo garantiza la continuidad de los apoyos no reintegrables para plantaciones
durante 10 años a partir de su promulgación, sino que además otorga ventajas
impositivas a los forestadores.
Los gobiernos necesitan conocer las características de las plantaciones
industriales, tales como su superficie, ubicación, especies, volúmenes,
productividad, etc., para poder planificar un uso racional de las mismas mediante
la implementación de políticas adecuadas. Hasta hoy, el gobierno nacional y la
mayoría de las administraciones provinciales debían implementar las políticas de
desarrollo en base a estimaciones del recurso forestal implantado. Con la
aplicación de tecnologías avanzadas se puede lograr una estimación objetiva de
las superficies y volúmenes de los bosques con un grado de error conocido. Por
este motivo la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación
(SAGPyA) a través del Proyecto Forestal de Desarrollo financió e implementó a
partir de 1997 la ejecución del primer inventario nacional de plantaciones de la
Argentina. Éste se llevó a cabo utilizando imágenes satelitales y midiendo más de
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1200 plantaciones en el campo. También se utilizó información proveniente del
Régimen de Promoción a la Forestación de la SAGPyA. Cada una de las
provincias con más superficie de plantación: Misiones, Corrientes, Entre Ríos y
Buenos Aires, se consideraron como una región. Las provincias con menos
superficie de plantación se agruparon de a tres o de a cuatro. Así, la región
Noroeste abarca Jujuy, Salta y Tucumán, la región Centro está constituida por las
provincias de Santa Fe, Córdoba y La Pampa y la región Sur incluye las provincias
de Mendoza, Neuquén, Río Negro y Chubut. La información recopilada para el
inventario es, además, el punto de partida de un sistema de actualización
permanente del recurso forestal implantado del país.
SUPERFICIE Y UBICACIÓN DE LAS PLANTACIONES
Los resultados del inventario indican que la superficie de bosques implantados en
macizos mayores de 5 hectáreas de Argentina, a fin del año 1998, era de 780.400
hectáreas, concentradas fundamentalmente en las provincias de la Mesopotamia y
Buenos Aires (Figuras 2 y 3). Existe un predominio de los pinos sobre el resto de
las especies (Figura 4).
La Figura 2 permite visualizar cómo se distribuyen las plantaciones en el país.
Éstas se concentran en la Mesopotamia, con patrones de distribución diferentes
en las distintas provincias. En Entre Ríos las forestaciones se ubican a lo largo del
río Uruguay y en el Delta de este río y el del Paraná, mientras que en Corrientes y
Misiones, las plantaciones no están tan concentradas en la franja costera. En la
provincia de Buenos Aires, las forestaciones se encuentran dispersas en toda su
superficie. En Patagonia empieza a ser visible una franja ubicada de Norte a Sur,
que se desarrolla entre el bosque nativo al Oeste y la estepa patagónica al Este.
No están representadas en el mapa las cortinas forestales del valle de Río Negro y
Mendoza que no fueron incluidas en el inventario.
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Figura 2. Mapa de las plantaciones forestales en macizo de la República Argentina
en 1998.
4
Noroeste 20,1
Centro 47,1
Sur 32,6
Misiones 254,3
Buenos Aires
91,9
Entre Ríos
116,8
Corrientes
217,7
Figura 3. Superficie de plantaciones existentes en 1998 en las distintas regiones
del país expresadas en miles de hectáreas.
Poco menos de las dos terceras partes de las plantaciones del país se concentran
en dos provincias de la Mesopotamia: Misiones y Corrientes. El otro tercio de las
forestaciones está repartido fundamentalmente en Buenos Aires y Entre Ríos. La
mayoría de las regiones, incluso varias de las que actualmente tienen una escasa
superficie forestada, tienen un enorme potencial para la actividad forestal que aún
no ha sido desarrollado.
5
2WUDV FRQtIHUDV
2WUDV ODWLIROLDGDV
6DOLFiFHDV (XFDOLSWRV 3LQRV Figura 4. Superficie de plantaciones por grupos de especies en miles de hectáreas
en 1998.
Casi el 90 % de las forestaciones se hacen con distintas especies de pino o
eucalipto. A través de la ley 25.080 se alienta la plantación de otras especies
capaces de producir madera de alta calidad y precio.
VOLUMEN DE MADERA
El volumen de madera del país supera los 94.000.000 m3. Es necesario tener en
cuenta que este volumen corresponde exclusivamente a plantaciones forestales
en macizo, o sea que no incluye aquel correspondiente a cortinas forestales. Al
igual que la superficie, el volumen de madera está concentrado en las provincias
de la Mesopotamia y Buenos Aires. Esta última provincia tiene más volumen que
Entre Ríos a pesar de tener menos superficie plantada porque los árboles de las
plantaciones de Buenos Aires tienen mayor diámetro; Entre Ríos tiene una alta
proporción de plantaciones recientes con árboles de poco diámetro (Figura 5). Dos
tercios del volumen de la madera del país corresponde a especies coníferas, un
tercio a eucaliptos, y una escasa proporción a salicáceas (sauces y álamos) y
otras latifoliadas. (Figura 6).
6
6XU %XHQRV $LUHV
1RURHVWH &HQWUR 0LVLRQHV (QWUH 5tRV &RUULHQWHV
Figura 5. Volumen de madera hasta 10 cm en punta fina por región en miles de
metros cúbicos.
Este volumen constituye un formidable patrimonio, que crece en forma continua y
es procesado en el país, produciendo puestos de trabajo, aportando al desarrollo
de las economías del interior y sustituyendo onerosas importaciones.
La mayor parte de la madera que está creciendo en el país proviene de distintas
especies de pino (Figura 6), que se usan para hacer papel, madera aserrada y
otros productos de mayor valor agregado. Los eucaliptos se utilizan para la
construcción de distintos tipos de tableros, papel, madera aserrada y otros usos.
Las salicáceas (sauces y álamos) también tienen uso industrial en la fabricación
de papel y otros productos. Todas estas maderas son la base de una industria que
emplea en el país más mano de obra que la industria automotriz.
7
Salicáceas 3,2
(3,4%)
Otras
latifoliadas 1,0
(1,0 %)
Eucaliptos 29,9
(31,7%)
Coníferas 60,2
(63,9%)
Figura 6. Volumen hasta 10 cm en punta fina por grupos de especies en miles de
metros cúbicos.
BALANCE ENTRE LA CORTA Y EL CRECIMENTO
El volumen de madera cosechado anualmente en la Argentina es de
aproximadamente 560.000 m3. Este valor es inferior al crecimiento anual del
bosque que equivale por lo menos a unos 806.000 m3. Esto significa que el país
se está capitalizando al aumentar su cantidad de materia prima y que el recurso se
está manejando en forma sostenible (Figura 7).
Misiones y Buenos Aires son las regiones forestales donde el volumen de madera
que la industria procesa anualmente se acerca más al volumen correspondiente al
crecimiento del bosque.
En provincias como Corrientes y Entre Ríos, la explosión en el ritmo de forestación
provocará un aumento de la cantidad de materia prima comercial en pocos años
más, cuando los árboles alcancen un tamaño de cosecha. En la actualidad, la
madera que se está acumulando en las plantaciones jóvenes ya supera la
cantidad de materia prima que se procesa. Por lo tanto están dadas las
condiciones para que la industria forestal tenga un importante crecimiento en un
futuro cercano.
La relación entre la corta y el crecimiento de la región Sur no se presenta dado
que la mayoría de las plantaciones de coníferas no han alcanzado aún el turno de
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corta. El volumen de lo cosechado corresponde fundamentalmente a madera
proveniente de cortinas de álamo que no se incluyeron en el presente inventario.
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0L
VLR
QH
V
V
Figura 7. Volumen de madera cosechado anualmente y volumen de madera
producto del crecimiento anual de las plantaciones de cada región.
La figura 7 muestra la relación entre lo que se corta anualmente y el crecimiento
de las plantaciones jóvenes (que en el año 2001 tienen por lo menos 6 años de
edad). Si se considera también el aumento del ritmo de forestación que se ve en la
Figura 1, podemos ver que el patrimonio forestal del país está creciendo y que la
industria forestal tiene un enorme potencial de desarrollo. Este desarrollo se
notará cuando el aumento en la superficie plantada se refleje en mayores
volúmenes disponibles. La Argentina forestal continúa creciendo.
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