Corazón Scout - Guias y Scouts de Europa

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EL CORAZÓN SCOUT ES UN CORAZÓN EN CRISTO
7. Oración de corazón al Corazón.
CORAZÓN SCOUT ES UN CORAZÓN EN CRISTO
INTRODUCCIÓN
Recuerda cuáles son nuestros 5 fines:
1.- La salud
2.- La formación del carácter
3.- El senƟdo de lo concreto
4.- El servicio
5.- El senƟdo de Dios
«¡Oh aman simo Jesús mío! Que dijiste: Con ad en mí todos. A vos vengo agobiado por mi carga, con ando en vuestra Promesa, espero que me remedies.
A vuestro compasivo corazón encomiendo mi necesidad presente, mis deseos
actuales para que los consideres. Quiero glorificaros confiando en vuestro Corazón que tanto nos ama. Quiero descansar descuidado en el Seno Paternal
de vuestra amorosa Providencia. Mucho os he ofendido y no merezco que me
atendáis, pero sois bueno, perdonáis pronto y deseáis hacernos bien. Concedednos lo que os pedimos para que sea para mayor gloria vuestra y bien de
nuestras almas. Amén.»
Vivir estos 5 fines es educar el corazón, dotarle de un “alma” que hace de
nuestra vida algo verdadero, bello, bueno y fascinante.
La Guía y el Scout de Europa debe aspirar a tener corazón verdaderamente
iden ficado con el Corazón de Cristo.
Escribía san Ignacio de An oquía a san Policarpo de Esmirna, en los primeros empos del cris anismo: «Tened unos para otros un corazón grande,
con mansedumbre, como lo ene Dios para con vosotros» (Carta, 5, 1).
¿QUÉ SE ENTIENDE POR CORAZÓN?
Se en ende por corazón el conjunto de sen mientos, afanes, ilusiones, actudes, alegrías, dolores y esperanzas de la persona.
La san dad es fruto de la iden ficación humilde y gozosa del hombre con
Cristo. Es consecuencia del “dejar hacer” al Espíritu Santo en el alma. Es
enamorarse de Cristo, perfecto Dios y perfecto Hombre.
● Un corazón plenamente feliz —con la felicidad posible en esta erra—es
un corazón unido a Cristo en su Cruz y en su Resurrección.
● La alegría, la felicidad, la paz y la belleza que da el amor de Cristo en el
corazón no la puede dar nada ni nadie.
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6. Actos de reparación.
A) «Corazón de Jesús, fuente de vida y san dad, desde este Templo dedicado a
cantar las misericordias del Señor, queremos ofrecerte este acto de reparación.
Ayúdanos a ser tes gos de tu amor en el mundo, constructores de la civilización
de la vida y el amor.
Deseamos luchar con todas nuestras fuerzas contra el pecado que destruye al
hombre, contra todo lo que va contra la dignidad humana, contra las injus cias
de nuestro mundo.
Deseamos sembrar con nuestra vida, esperanza donde existe desilusión, alegría
contra la tristeza y el desaliento, caridad en todas las relaciones humanas.
Corazón de Jesús, deseamos reparar con amor todo el pecado del mundo, que
es lo que produce las injus cias de nuestra erra.
Desde nuestra diócesis de (indicar el nombre) anhelamos que nuestra gente te
ame con todas las fuerzas de su corazón, y haga realidad la civilización del amor,
que ene a tu Corazón como Centro y Fuente. Amén.»
B) «Corazón de Jesús, Tú nos amas de verdad con un amor autén co. Sabemos
que a te llega la ofensa del hombre, el pecado de la humanidad. Tú no eres
nunca indiferente.
Queremos reparar con go el pecado de la humanidad, el sufrimiento de los
hombres, el dolor de nuestra erra. Para hacer desaparecer el hambre y la guerra, el egoísmo que destroza las relaciones humanas y todo lo que hace nuestro
mundo inhabitable. Ayuda a los que luchan por un mundo más fraterno.
Corazón Divino de Jesús, por el Espíritu Santo te pedimos que mandes a nuestra
diócesis de (indicar el nombre) hombres y mujeres constructores del Reino de
Cristo, sembradores de esperanza y alegría, capaces de amar al extremo.
Del pecado del mundo líbranos Corazón de Jesús. De todo lo que amenaza a
la humanidad, líbranos Corazón de Jesús. De la falsificación del amor, líbranos
Corazón de Jesús. Amén.»
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MEDITACION
Medita este Evangelio.
Evangelio de San Mateo:
Entonces dirá el Rey a los que estén a su derecha: Venid, benditos de mi
Padre, tomad posesión del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo: porque tuve hambre y me disteis de comer; tuve sed y me
disteis de beber; era peregrino y me acogisteis; [estaba desnudo y me vessteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme. Entonces le
responderán los justos: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos de
comer, o sediento y te dimos de beber?; [38] ¿cuándo te vimos peregrino y
te acogimos, o desnudo y te ves mos? o ¿cuándo te vimos enfermo o en la
cárcel y vinimos a verte?.
Y el Rey en respuesta les dirá: En verdad os digo que cuanto hicisteis a uno
de estos mis hermanos más pequeños, a mí me lo hicisteis.
Mt 25,34-46
Pregúntate:
1. Si tratas de vivir las obras de misericordia corporales y espirituales
2. ¿Cuáles de ellas crees que puedes aplicar en nuestra pedagogía scout?
3. ¿Con cuáles te iden ficas más y por qué?
4. Piensa y comparte una experiencia de tu vida donde se vea claramente
reflejada una obra de misericordia .
EL CAMINO DE LA HUMILDAD
El primer paso en el camino de la humildad es reconocerse soberbio, orgulloso y vanidoso, dejando de jugar interiormente a un pin-pon de vanidad
con uno mismo (qué pensaran de mí, qué tal habré quedado...).
"Si pensáis que no sois vanidosos, es que sois vanidosos de verdad" (Lewis,
Mero CrisƟanismo, 141).
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4. Otra oración de consagración al Corazón de Jesús.
Dos manifestaciones de la soberbia:
• Soberbia clásica: es la soberbia que lleva a pensar: "yo no soy soberbio"; “con mi propio esfuerzo lograré ser humilde".
• Falsa modesƟa: es la soberbia disfrazada que lleva a un pesimismo radical que exagera los propios defectos y suele concluir en la desesperanza:
"tengo muchos defectos y fallo sin cesar, por eso, no ene sen do seguir
luchando".
Rasgos habituales de la soberbia:
• La soberbia es impaciente y compe va. Un hombre soberbio no sólo
ende a creerse muy listo y muy buen depor sta, sino "el más listo y el
mejor depor sta. La soberbia lleva a compararse con nuamente con los
demás –interna o exteriormente- buscando el placer de quedar con nuamente por encima del otro, al que se le considera con frecuencia un rival,
un contrincante.
• La soberbia está siempre insa sfecha: "no me basta con todo lo listo que
soy; tengo que ser mucho más listo que los demás; y cada día, más y más
y más".
La soberbia se disfraza conƟnuamente:
• Disfraces de miseria: "llevo una vida de perros, soy un pobre miserable y
ya no hay nada que hacer conmigo; no me compensa esforzarme”.
• Disfraces de ideales nobles y grandes, que en sí son buenos, pero que
se persiguen sólo para sa sfacer la propia vanidad: "me he propuesto ser
el más trabajador... (por el gusto de quedar el primero); a mí no hay nadie
que me gane a generoso (por el gusto de que todos piensen de mí: jate:
¡qué generoso es...!
«Corazón de Jesús, por el Corazón Inmaculado de María, quiero vivir consagrado a . Sé que esta consagración me debe llevar a vivir mi bau smo con todas
las consecuencias.
Al consagrarme al Corazón de Jesús, renuncio a todo lo que me aparte de tu
corazón, y reafirmo mi fe, para llevar a los hombres la alegría del Evangelio.
Corazón divino de Jesús, deseo volcarme en y por , llevar mi amor a los
hombres que sufren, a todos los que lo pasan mal y viven llenos de soledad y
de miedo.
Corazón de Jesús, me consagro siempre a , para vivir amando y entregando mi
vida. Amén.»
5. Oración al Corazón EucarísƟco de Jesús.
«Corazón Eucarís co de Jesús, que estás siempre vivo para interceder por nosotros.
Te pedimos por nuestra diócesis de (indicar el nombre) por su pastor y sus sacerdotes, por los laicos comprome dos como Iglesia en la construcción de tu
Reino.
Corazón Eucarís co de Jesús, que día y noche estás entregando tu vida para que
nosotros la tengamos en abundancia. Ayúdanos a servir siempre con nuestras
pobres manos a la humanidad que sufre y llora.
Que seamos tu “entrañable misericordia” para la gente que nos rodea. No nos
dejes caer en el desaliento y en el desánimo, haznos entregados y pobres.
Corazón Eucarís co de Jesús, atrae desde la Eucaris a a todos los hombres y
mujeres que viven sin ilusión y sin esperanza. Amén.»
La soberbia es cegadora. Es como un virus que estropea y oscurece toda
nuestra "pantalla interior". Lleva a evitar el propio examen y a rechazar cualquier po de crí ca.
La soberbia Ɵende a confundirlo todo.
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lante de tu altar: tuyos somos y tuyos queremos ser, y a fin de vivir más
estrechamente unidos con go, todos y cada uno nos consagramos en este
día a tu Sagrado Corazón.
Un hombre humilde culƟva el temor filial, el temor reverencial, el santo temor de Dios, que nace del amor y es un miedo bueno a ofender el gran amor
que Dios nos Ɵene.
Muchos por desgracia, jamás te han conocido, muchos despreciando tus
mandamientos, te han desechado, Jesús misericordioso, compadécete de
los unos y de los otros, y atráelos a todos a tu corazón.
Es el temor del hijo por haber disgustado a un padre que le quiere mucho y al
que quiere mucho.
Señor, sé rey, no sólo de los hijos fieles, que jamás se han alejado de , sino
también de los pródigos que te han abandonado; haz que vuelvan pronto
a la casa paterna, para que no perezcan de hambre y de miseria. Sé rey de
aquellos que, por seducción del error o por espíritu de discordia viven separados de : devuélvelos al puerto de la verdad y de la unidad de la Fe, para
que en breve se forme un solo rebaño bajo un solo pastor. Concede Señor,
libertad a tu Iglesia; otorga a todos los pueblos la paz en el orden; haz que
del uno al otro extremo de la erra no resuene sino esta voz: Bendito sea
el Corazón que es causa de nuestra salvación; a Él se entonen cán cos de
honor y de gloria por los siglos de los siglos. Amén.»
3. Oración de Consagración al Corazón de Jesús.
«Corazón de Jesús, amigo inseparable en los caminos de la vida, por medio
del Corazón Inmaculado de María, me consagro a , Dios hecho hombre.
Me uno a la Eucaris a de este día, con mis sufrimientos y alegrías de hoy,
para reparar mis pecados y los pecados de la humanidad.
Corazón de Jesús, haberte conocido a , ha sido lo mejor de mi existencia.
Quiero vivir por y para al servicio de mis hermanos, especialmente los
más necesitados. Vivir sembrando fraternidad, apagando odios, encendiendo esperanzas.
Quiero vivir totalmente unido a , por la Redención del mundo, y colaborar
con go a la implantación de la civilización del amor. Amén»
Un hombre soberbio confunde ese temor con un temor que no nace del amor
a Dios, sino del amor propio: el temor a ser cas gado por Dios. Es el temor
de una persona por haber fallado ante sí mismo y ante un ser lejano que le
puede cas gar.
Confunde la imagen de Dios; en vez de ver en Él lo que es: un Padre justo
y amoroso, dispuesto siempre al perdón, el soberbio proyecta en Dios su
propia miseria y lo concibe como un rano dominador.
El soberbio empequeñece en su alma el amor de Dios.
La soberbia lleva a un perfeccionismo malo.
Es el caso de las personas que quieren mejorar obsesivamente "cada vez
más y más", para "estar en regla con Dios"; para demostrarse a sí mismas
que son capaces de ser buenas.
No les importa realmente el triunfo de Dios en su vida, sino su triunfo personal: más que amar a Dios, se obsesionan en lograr la meta que se había
propuesto. Llevan con nuamente "la cuenta" de sus errores y nunca están
sa sfechas, porque no buscan el amor sino el éxito.
Eso les lleva a lamentarse y reprenderse interiormente por sus propios fallos.
El hombre humilde, por el contrario, busca la perfección del amor, que es
algo muy alejado del perfeccionismo.
El hombre humilde se ama a sí mismo, porque sabe que Dios le ama tal
como es; y procura amar cada vez más a Dios, quiere alegrar a Dios, no por
amor propio, sino por amor a un Padre que le ama tanto.
El hombre humilde con a en Dios, y le deja actuar en su vida, de forma
ac va, cooperando con la gracia, con la acción del Espíritu Santo. No con a
tanto en lo que él mismo hace sino que espera sobre todo en lo que Dios
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quiere hacer en él. El modelo de humildad es la Virgen María, que dijo:
"Hágase en mí según tu palabra".
El humilde piensa: "tengo estos defectos y estas virtudes. Soy hijo de Dios,
y Dios me dará la gracia para darle gloria en mi vida, aceptando y luchando
contra estos defectos y cul vando estas virtudes".
EL CORAZÓN EN CRISTO
NUESTROS SENTIMIENTOS Y EL RESPETO A LOS DEMÁS
El crisƟano desea poner su corazón en Cristo; idenƟficar sus senƟmientos
con los del Corazón de Cristo. Para eso debe aprender primero a educar
sus propios senƟmientos
El cris ano busca iden ficar sus sen mientos con los sen mientos del Corazón de Cristo. El Compendio del Catecismo, 93, explica el sen do de la
devoción al Corazón de Jesús: "Cristo nos ha conocido y amado con un corazón humano. Su corazón traspasado por nuestra salvación es el símbolo del
amor infinito que Él ene al Padre y a cada uno de los hombres".
Hay diversos Ɵpos de senƟmientos:
— Ante un bien: amor (simpa a, es ma, admiración), deseo, gozo.
— Ante un mal: odio (an pa a, repugnancia, fas dio), aversión (huída),
tristeza.
— Ante un bien di cil de alcanzar: esperanza, desesperación.
— Ante un mal di cil de superar: temor, audacia, ira.
Conviene disƟnguir en primer lugar entre:
• El respeto que debemos a todos los seres humanos sin excepción , porque
todos son hijos de Dios (y de todas los seres creados por Dios o que Dios ha
puesto al servicio del hombre, incluidos los gatos).
• Y la manifestación del respeto que debemos a cada mujer, a cada hombre
en par cular, según su circunstancia.
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sus inferiores, y de estos para con sus superiores y entre ellos mismos.
De todos los jefes, soberanos y gobernantes de todos los pueblos, Naciones
y Estados para con todos los otros Estados y Naciones para con sus vasallos
y súbditos, y de todos éstos con respecto a sus gobernantes y a los otros
pueblos.
De los patronos todos, jefes, gerentes, directores de todas las empresas
económicas en pro de sus dependientes y obreros y de éstos todos con respecto a sus jefes, principales y patronos.
De todos los padres de familia para con sus esposas, hijos y servidumbre, y
de éstos todos con respecto de ellos y también entre sí.
De todos los ricos y poderosos; de todos los que disponen de cualesquiera
medios con que poder socorrer a los necesitados, aliviar a los que sufren, liberar a los oprimidos, apoyar a los indefensos, consolar a los tristes y amargados, y de todos los desgraciados para con sus bienhechores.
Que todos los ofendidos y maltratados aprendan del corazón de vuestro
Hijo a devolver bien por mal, a perdonar a sus deudores y a rogar por sus
enemigos.
Que toda la sociedad humana y redimida por la sangre del Verbo Encarnado
sea, en fin, inflamada con las mismas ansias que ardían en la Hoguera de
Caridad del Corazón de vuestro Hijo Jesucristo, rey y Señor del Universo.
Haced en fin, que reine en el corazón de los superiores y de todos los miembros de esta humilde Congregación, informándolos, vivificándolos, inflamándolos, para que venga a cons tuir una miniatura, lo más perfecta posible, dentro de la Iglesia Católica militante, del Reino de Jesucristo aquí en
la erra, que venga a consumarse en la Iglesia triunfante allá en los cielos,
donde con El reináis en la unidad del Espíritu Santo, por todos los siglos de
los siglos. Amén.»
2. Ofrecemos la fórmula compuesta por el Beato Juan XXIII, uƟlizada en
la ceremonia de renovación de la Consagración de España al Corazón de
Jesús, el día 21 de junio de 2009, en el Cerro de los Angeles.
«Jesús bueno, Redentor del mundo, míranos humildemente postrados de23
ALIMENTA AL
HAMBRIENTO
«Diles: Al atardecer comeréis Ex 16,12
carne, y por la mañana os saciaréis de pan. Así sabréis que
yo soy Yahvé vuestro Dios».
COMPASIÓN ANTE «Yahvé le dijo: “He visto la Ex 3, 7
LA ESCLAVITUD DE aflicción de mi pueblo en EgipISRAEL
to; he escuchado el clamor
ante sus opresores y conozco
sus sufrimientos».
EL RESPETO HACIA LAS PERSONAS SE MANIFIESTA EN:
• El esfuerzo por tratar a cada persona diferente de modo diferente.
• El empeño por no encasillar, cri car, "arañar", ridiculizar o injuriar a nadie.
• Cul var el buen humor, evitando la burla, la zafiedad, la ironía y los comentarios que irritan a los demás.
• Velar y preservar la in midad de todos, sin airear detalles que no interesan a nadie.
• Aprender a disen r, sin llegar nunca a los ataques personales.
ANEXO DE ORACIÓN
1. Oración por el Reinado Social del Corazón de Jesús.
«Oh Dios de amor, rey de la eterna gloria, que habéis establecido el corazón
divino de vuestro Hijo Jesucristo por “Rey y centro de todos los corazones”:
haced os suplicamos que este corazón sagrado reine efec va y eficazmente
en toda la sociedad humana, para que por El se ex enda por todo el mundo, informándolo y san ficándolo, vuestro reino celes al que es “Reino de
Verdad y de Vida, de San dad y de Gracia, de Jus cia, de Amor y de Paz”.
Haced pues, ¡Oh Padre Celes al!, que los ideales, las aspiraciones, las preocupaciones, los deseos, los afectos, las delicadezas, las ternuras, los amores,
las misericordias del generosísimo y pacien simo Corazón de vuestro Hijo
Jesús inspiren e informen las intenciones, los sen mientos, las ac vidades,
la vida toda:
Del Padre Santo con respecto a toda la cris andad y de toda la cris andad
con respecto del Padre Santo.
De toda la Jerarquía eclesiás ca para con sus subordinados, y de éstos para
con todos los que la componen.
De todo el clero parroquial y de todos los sacerdotes para con los fieles que
les están encomendados y de todos éstos para con ellos.
• Saber agradecer los favores que nos hacen.
• El respeto hacia los padres.
— El modelo de un cris ano joven es Cristo adolescente y Cristo joven,
que obedecía a María y a José, con pleno respeto, cariño y confianza.
• El respeto hacia los hermanos.
— El respeto hacia los hermanos mayores se manifiesta tratándolos
como lo que son: mayores. Esa ac tud de respeto lleva a un diverso trato y consideración.
— El respeto hacia los hermanos pequeños se manifiesta en la disponibilidad, en el afán por darles buen ejemplo y en no servirse de ellos,
abusando de su edad y de su ingenuidad para que nos hagan de“mandaderos”, dándoles encargos y tareas que no les corresponden.
Tengan la edad que tengan, se les debe el respeto adecuado a su edad,
aunque no se den cuenta. Por ejemplo, sería una falta de respeto lavar al
hermano pequeño en la cocina, junto con los platos...
• El respeto lleva a desterrar la prepotencia, el malhumor y la autosuficiencia en el trato con los demás.
De todas las Congregaciones religiosas entre sí; de sus superiores para con
• El respeto lleva a valorar las opiniones de los demás, aunque no se compartan, sin querer imponer las propias con malos modos.
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• Lleva a decir siempre la verdad con caridad; y no decir lo que puede ser
una falta de caridad, por verdadero que sea.
• “Decir todo lo que se piensa, todo lo que brota en el corazón” no es ser
sincero, ni espontáneo; es ser poco prudente, poco maduro, poco carita vo
y generoso. Una persona así, no manifiesta afecto por los demás; y el afecto,
el respeto y admiración mutua son base de la verdadera amistad.
MANIFESTACIONES DEL RESPETO HACIA TODOS
El respeto lleva a tratar a cada persona con la misma consideración con la
que uno espera ser tratado.
La burla, el desprecio, son faltas de respeto hacia uno mismo y hacia los
demás.
La virtud del respeto ene muchas manifestaciones, y se conjuga con muchas virtudes, como las siguientes:
• La amabilidad con todos, sin dis nción, sea cual sea su situación, posición social, trabajo, carácter, sin poner en evidencia los defectos de los
demás: su incultura, su torpeza, su inexperiencia, etc.
• La puntualidad, que manifiesta respeto hacia el empo y las ac vidades de los demás.
• La lealtad, que lleva a no cri car nunca, y menos de espaldas al interesado. Hay personas que se molestan mucho si se enteran que las han
cri cado, y que cri can a otras a sus espaldas. Esa lealtad se ex ende
también a los profesores, porque ser alumno no es una excusa para hablar mal de ellos.
• La versa lidad, que lleva a tratar a cada persona diferente de modo
diferente; a cada uno como debe ser tratado según su situación
— Todos los hombres y mujeres merecen respeto, pero no hay que manifestárselo del mismo modo. Ese igualitarismo en el trato significaría una
falta de respeto hacia la personalidad de cada uno, porque todos somos
hijos de Dios, iguales en dignidad, pero no iguales en circunstancias.
a) Un corazón traspasado por la lanza.
«Pero al llegar a Jesús, como lo vieron ya muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza, y
al instante salió sangre y agua. El que lo vio lo ates gua y su tes monio es
válido, y él sabe que dice la verdad para que también vosotros creáis» (Jn
19, 33-35).
b) Un corazón que ama a los hombres.
«Porque ¿qué cosa puede presentársenos más digna de nuestra devoción
amante que el Corazón aman simo de Jesús? ¿qué cosa más dulce, más
erna, y más amable? En este sacra simo Corazón están escritos, digámoslo así, o impresos los infinitos beneficios, que Jesús ha hecho a los hombres. Allí se miran sagradamente esculpidos los inmensos trabajos, dolores
y penas, que padeció por todo el género humano. Miremos compasivos el
Corazón Sagrado de Jesús oprimido por amor de los hombres con tantos
y tan acerbos dolores, que puede asegurarse con toda verdad que sólo él
padeció por nuestro amor más que todos los otros miembros juntos de su
sacrosanto Cuerpo. Es indubitable que la pasión de Jesús en lo interior fue
más penosa incomparablemente que en lo exterior; como también es cierto
que toda la pena interior fue en el Sagrado Corazón, al cual, como a su centro, concurrieron todos los dolores de su alma san sima».
2.- El An guo Testamento está lleno de gestos de amor de Dios hacia los
israelitas. Coged el An guo Testamento y busca textos donde se muestra
gestos del corazón misericordioso de Yahvé frente al pueblo hebreo.
ACTITUD DE YAHVÉ
AMOR DE ESPOSO
AMOR DE MADRE
TEXTO
CITA BÍBLICA
«Por eso voy a seducirla: voy a Os 2,16
llevarla al desierto y le hablaré
al corazón».
«¿Acaso olvida una mujer a Is 49, 15
su niño, sin dolerse del hijo de
sus entrañas? Pues, aunque
esas personas se olvidasen, yo
jamás te olvidaría».
— Por tanto no se debe tratar igual a un anciano que a un niño; a un en8
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Decir, pues, Corazón de Jesús desde la Sagrada Escritura es afirmar la persona de Jesús, que es Dios amando con su corazón humano. En consecuencia,
todo el Evangelio se sinte za en la persona de Jesús de Nazaret, que nos ha
revelado el amor del Padre y nos da su Espíritu Santo que forma en nosotros sus sen mientos. Por consiguiente, la verdadera devoción al Corazón
de Jesús es trinitaria en tanto en cuanto nos habla del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo. Es Jesús de Nazaret el que nos ofrece incesantemente su
amistad. ¿y qué es esa amistad sino el “te amo” de Dios Padre? ¿Y quién
forma en nosotros el Corazón de Cristo, sino el Espíritu Santo?
En resumen, la verdadera devoción al Corazón de Jesús es una amistad ofrecida incansablemente. Jesús no es alguien muerto hace dos mil años, sino
una persona viva, por lo tanto la vida cris ana no es una “ideología”, es una
relación personal de un creyente de corazón a Corazón.
fermo igual que a una persona sana; a un mujer embarazada que sube al
autobús igual que a un joven de veinte años que viene de hacer deporte.
— Las novatadas, la burla hacia el "nuevo" son una gran falta de respeto
hacia el recién llegado
• La caridad, que lleva a no encasillar, cri car, ridiculizar, injuriar. El respeto lleva a no clasificar a nadie, ni “encasillarlo” de forma permanente: éste es un frívolo irremediable; ése es un vago que nunca cambiará.
Lleva también a no tratar a nadie como un caso o un número más, y no
como a un hijo de Dios.
• La caridad y el respeto llevan también a no ridiculizar nunca a ninguna
persona: en clase, en el deporte, etc. Esto se aplica también a los profesores (no u lizar motes si son despec vos o hirientes); a los polí cos y
personalidades públicas (no difundir bulos, insultos, etc).
• Un borracho, una persona desiquilibrada que camina por la calle, un
criminal, etc., merecen siempre respeto por el hecho de ser hijos de
Dios, aunque con sus actos no se hagan merecedores en algún momento
de ese respeto.
• El buen humor, que debe conjugarse con el respeto. El verdadero buen
humor es compa ble con el respeto. Una persona con buen humor es
aquella que ha aprendido a reirse con los demás y no a reirse de los demás; que no hace bromas que hieran, y sabe descubrir las bromas que
alegran al otro.
Cons tuye siempre una falta de caridad y de respeto reirse de los fallos y
defectos ajenos. Por eso conviene estar atentos a comentarios, chistes y
pelícilas que circulan en la red, para no caer en:
— bromas de carácter racista.
— juicios denigrantes de las personas por su país o lugar de procedencia;
1.- Hacer una lec o divina comparando dos textos, uno de la pasión según
San Juan y otro extractado del libro “Tesoro Escondido” de los PP. Juan de
Loyola y Bernardo de Hoyos.
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— bromas sobre las deformidades o taras sicas o psíquicas (enanismo,
tartamudez, ceguera, etc.).
— cualquier manifestación irrespetuosa un sen miento religioso, una
convicción noble, una orientación polí ca, profesión, opción cultural
respetable, etc. Por ejemplo: ridiculizar el ayuno de los musulmanes o
9
el modo de orar de los judíos; descalificar por principio a todas las personas de un determinado par do polí co; insultar a colec vos profesionales, etc.
caridad con la que Dios entregó a su Unigénito para redimir a los hombres y
con las que Cristo nos amó tan ardientemente que se inmoló a sí mismo por
nosotros en la Calvario como víc ma cruenta: «Cristo nos amó y se entregó
por nosotros como oblación y víc ma de suave aroma» (H.A. 44).
El 21 de junio de 2009 hubo una renovación de la Consagración de España
al Corazón de Jesús en el Cerro de los Ángeles. Enunciaremos cinco claves
para comprender mejor el sen do de esta renovación:
a) Volver al “amor primero”. En realidad nuestra consagración fundamental
tuvo lugar en el bau smo. La consagración que hacemos ahora es una toma
de conciencia de nuestra pertenencia a Dios. Lo más gozoso es el regreso al
Corazón de Dios, para comprobar que nuestro nombre estaba inscrito en él
desde toda la eternidad.
b) Llamada a la reparación: La reparación es una especie de llamada para
ejercer de nuevo de Simón de Cirene, y así ayudar a cargar sobre nuestros
hombros la cruz de Cristo.
c) Fundarlo todo en Cristo. Sólo si fundamos en Cristo la jus cia social, somos capaces de reconocer la dignidad de todo ser humano, especialmente
de los pobres, enfermos, desamparados.
EL RESPETO A LA INTIMIDAD
• El respeto a la in midad lleva a proteger la in midad de los demás: a no
contar cosas que los otros nos han dicho en esa in midad y que —aunque
no tengan importancia— no desearían que contáramos a otras personas.
Por ejemplo, supone una falta de respeto hacia los demás enviar a amigos
que no se conocen entre sí un e-mail donde aparezcan todas las listas de sus
correos electrónicos.
• Lleva a no airear la in midad propia o ajena. Esto significa, además de una
falta de pudor, una falta de respeto.
Algunos ejemplos concretos:
— En numerosos medios de comunicación y en diversos programas de
televisión se aprecia esa falta de respeto, al airear por dinero o de forma
gratuita aspectos impudorosos de la in midad propia o ajena. Esa falta
de respeto es doble: del que la comete y del que ve el resultado de la
10
d) Proposición, no imposición. La Consagración de España al corazón de Jesús es una invitación, no una imposición, dirigida a todos y a cada uno de los
españoles. Es un recuerdo de las famosas palabras del libro del Apocalípsis:
“Ten en cuenta que estoy a la puerta y voy a llamar y, si alguno oye mi voz y
me abre, entraré en su casa y cenaremos juntos los dos” (Ap 3,20).
e) Desde dentro hacia fuera: Las verdaderas revoluciones brotan del interior
del hombre y llegan a transformar las estructuras exteriores. Dice el profeta
Ezequiel: “Os daré un corazón nuevo, infundiré en vosotros un espíritu nuevo, quitaré de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de
carne” (Ez 36,26).
Cuando confesamos el amor de Dios en la imagen del Corazón de Jesús, en
el fondo, estamos manifestando nuestra fe en que el amor de Dios nos hace
nacer a una vida nueva. El corazón de Cristo es la imagen del amor materno
de Dios que, en su potencia regenera va nos sana, nos rescata, nos rehace,
nos perdona. En consecuencia, no debemos dejar de confesar: ¡Sagrado
Corazón de Jesús, en Ti con o!
19
SOBRE EL CORAZÓN DE JESÚS
El mensaje de Santa Margarita Mª de Alacoque (1647-1690) en Paray le Monial es clave en la devoción al Corazón de Jesús en la época moderna. Esta
mujer de la Congregación religiosa de las Salesas, vivió mirando al Corazón
de Jesús, el cual le mostró que ardía de amor redentor hacia todos los hombres. En su adoración eucarís ca la santa contempló cómo el Corazón de
Jesús le revelaba este Corazón “que tanto ha amado a los hombres y que en
recompensa es despreciado”.
Es precisamente desde este mensaje desde donde se ex ende a toda la
Iglesia el culto al Sagrado Corazón, que es una llamada de atención a que los
hombres y mujeres de nuestro empo fijen sus ojos en este Corazón que se
entrega y ama sin reservas.
Por otra parte en España son muy importantes las apariciones del Corazón
de Jesús al P. Hoyos (1711-1735) que era jesuíta. El P. Hoyos recibió del
Corazón de Jesús la promesa consoladora, ante el desconocimiento de esta
devoción en España, de que reinaría en España y con más veneración que
en otras muchas partes. La devoción al Corazón de Jesús se consolida como
una llamada a vivir las ansias redentoras del Corazón de Cristo, que “arde en
amor” para que los hombres encuentren la vida eterna.
El Magisterio de la Iglesia también se ha pronunciado sobre esta devoción.
Pío XI escribió en 1928 Miseren ssimus Redemptor afirmando que la devoción al Corazón de Jesús hace presente en el mundo el espíritu de la redención y lleva a tomarse en serio el amor del Corazón de Cristo.
Pero la encíclica sin duda más importante fue la del Papa Pío XII “Haurie s
Aquas” promulgada en 1956 en la que habla de la verdadera devoción al
Corazón de Jesús. Esta encíclica no ha perdido actualidad. Es muy interesante la síntesis que hace esta encíclica que pasa de la contemplación del
costado abierto al corazón de Jesús:
«Lo que aquí se afirma del costado de Cristo herido y abierto por el soldado,
eso mismo hay que decir de su corazón herido, sin duda por el golpe de la
lanza, ya que el soldado la enarboló con la intención de tes ficar de modo
cierto la muerte de Jesucristo crucificado.
acción (revistas, fotogra as, programas de televisión).
— Ese respeto se ex ende a los cuerpos de los fallecidos, a los encarcelados, a los enfermos en determinados estados de su enfermedad, a las
personas a las que se auxilia en tareas de solidaridad: no se les puede
tratar como objetos sin importancia, o como elementos curiosos para
contemplar.
— Es una falta de respeto fotografiar a un moribundo, a un accidentado,
a un anciano etc., u lizando su imagen como mero reclamo publicitario
para la curiosidad morbosa; o interrogar a una persona que ha sufrido un
gran shock por cualquier causa –un accidente- y en esos momentos no
posee un control de sus emociones y de sus palabras.
— Es una falta de respeto mostrar en los medios de comunicación determinados cadáveres de personas que han fallecido en accidentes o en
situaciones violentas.
— Exponer un feto o un cadáver dentro de un museo, sólo como objeto
de curiosidad, supone una falta de respeto. En este sen do, resulta denigrante una exposición con cadáveres embalsamados que circula por
Europa.
— Y por el contrario, supuso una manifestación de respeto a la dignidad
humana el retorno y posterior en erro en su país africano de origen, del
cadáver momificado de un hombre de raza negra que estuvo expuesto a
lo largo del siglo XX en un museo europeo.
APRENDER A DISENTIR CON RESPETO DE LOS DEMÁS
• Hay que aprender a disen r dis nguiendo entre el error —que se puede
reba r— y la persona equivocada, que merece todo el respeto.
• El respeto lleva a no hacer argumentaciones ad hominen (argumentaciones en contra del hombre, de la persona, y no de los argumentos que defiende) con frases del po: Tú me argumentas eso, pero en el fondo me lo
dices por que tú eres un egoísta que...
Por eso la herida del Sacra simo Corazón de Jesús muerto ya a esta vida
mortal ha sido a través de los siglos, una viva imagen de aquella espontánea
• El respeto lleva a no hacer públicos los hechos nega vos del pasado de las
personas, por conocidos que sean, salvo que se trate de un juicio, de una
verdadera obligación de jus cia, etc.
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EDUCACIÓN Y RESPETO: ͏QUÉ ES LA BUENA EDUCACIÓN?
• La buena educación no es un mero formalismo, ni lleva a comportarse
habitualmente de forma envarada, an natural o ceremoniosa, como si se
estuviera en el cortejo académico de una Universidad inglesa.
La buena educación es manifestación amable, sencilla, cercana, de respeto,
de delicadeza, simpa a y caridad cris ana.
Cristo valoraba los detalles de educación y cortesía, como manifestación de
amor.
El cris ano maduro comienza a ser independiente cuando supera los respetos humanos y procura verse desde los ojos de Dios: cuando es ésa la única
mirada que realmente importa.
Que no turbe mi conciencia
la opinión del mundo necio;
que aprenda, Señor, la ciencia
de ver con indiferencia
la adulación y el desprecio.
José María Pemán
Evangelio de San Lucas:
Y vuelto hacia la mujer, dijo a Simón: ¿Ves a esta mujer? Entré en tu casa
y no me diste agua para los pies; ella en cambio ha bañado mis pies con
sus lágrimas y los ha enjugado con sus cabellos.
No me diste el beso; pero ella, desde que entré no ha dejado de besar
mis pies. No has ungido mi cabeza con óleo; ella en cambio ha ungido
mis pies con perfume. Por eso te digo: le son perdonados sus muchos
pecados, porque ha amado mucho. Aquel a quien menos se perdona
menos ama.
Entonces le dijo a ella: Tus pecados quedan perdonados. Y los convidados comenzaron a decir entre sí: ¿Quién es éste que hasta perdona los
pecados?
El dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado; vete en paz.
Lc 7, 44 ss.
Los modos usuales de educación son manifestaciones de respeto.
• El uso del ves do adecuado. La elección del ves do y el pudor en el ves r
denotan respeto y consideración hacia los demás: hay que aprender a ves r
según las situaciones.
• Lo importante, en general, no son las prendas en sí, sino lo que esa prenda
significa. No se trata de llevar o no llevar una determinada prenda de ropa,
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reacción desproporcionada.
• El verdadero respeto lleva a saber comportarse con los demás, con flexibilidad, de acuerdo a su situación.
La buena educación lleva a adaptarse a la situación del otro, sin crear barreras o distancias innecesarias, intentando hablar en el lenguaje de cada uno.
Una persona que trata a otra de menos formación cultural con prepotencia,
sin adaptarse a la sencillez de su lenguaje, usando términos cultos para humillarle, es irrespetuosa; del mismo modo que si se dirigiera a una persona
relevante de forma chabacana.
sino de llevar la prenda adecuada en cada caso, como manifestación de respeto a los demás
• Las normas de urbanidad en la comida, en el deporte, en el trato, etc., son
manifestación de caridad y de respeto.
— Dejar pasar primero a los mayores, abrirles las puertas, etc.
— No intervenir en las conversaciones ajenas sin permiso.
— No cortar una conversación de forma abrupta: “esto es así y ya no
hablo más”.
En el primer tercio del siglo XX, durante una visita real a una zona muy
deprimida de un país europeo, el rey invitó al alcalde de un pequeño
pueblo a comer con él y con el séquito que le acompañaba.
— No alzar la voz a nadie.
El alcalde del pueblo desconocía el uso de la fuente con agua para
limpiarse los dedos y comenzó a usarla como un vaso más para beber. Los que le acompañaban come eron la falta de educación y de
respeto de reirse de él, olvidando que no tenía por qué conocer esa
costumbre.
— Tratar a cada persona con amabilidad y corrección, valorando y respetando su trabajo (conductor de autobús o guagua, limpieza vial, etc.)
y facilitándoselo.
El rey, al ver lo ocurrido, como signo de respeto comenzó a usar también la fuente como un vaso y todos los comensales se vieron obligados a hacer lo mismo.
— Saludar y despedirse, con los modos adecuados en cada caso.
— No empezar a comer hasta que no se hayan servido los demás es un
detalle de delicadeza y corrección.
— Atender a las personas mientras hablan...
— Evitar cualquier po de arrogancia: "No sabe usted con quien está
hablando".
— Saber disen r de forma amable.
EL FALSO RESPETO: "EL RESPETO HUMANO"
— Saber dar las gracias. Cristo valoraba mucho el agradecimiento
• Hay un respeto mal entendido llamado respeto humano que lleva a no
actuar por temor a contristar.
Evangelio de San Lucas:
• Ese falso respeto nace de la cobardía, de la incoherencia, de la falta de
personalidad, de la tendencia a vernos con los ojos de los demás.
Muchos adolescentes y jóvenes, dependen casi por completo de la opinión
de su novia, de sus amigos, de su clase, de la moda...
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Y sucedió que, yendo de camino a Jerusalén, atravesaba los confines de
Samaria y Galilea; y, cuando iba a entrar en un pueblo, le salieron al paso
diez leprosos, que se detuvieron a distancia y le dijeron gritando: Jesús,
Maestro, ten piedad de nosotros.
Al verlos, les dijo: Id y presentaos a los sacerdotes. Y sucedió que mientras iban, quedaron limpios. Uno de ellos, al verse curado, se volvió glo13
rificando a Dios a gritos, y fue a postrarse a sus pies dándole gracias. Y
éste era samaritano.
• Se suele respetar habitualmente a las personas que se respetan a sí mismas. Esas personas se ganan el respeto de los demás.
Ante lo cual dijo Jesús: ¿No son diez los que han quedado limpios? Los
otros nueve ¿dónde están? ¿No ha habido quien volviera a dar gloria a
Dios sino sólo este extranjero?
• Una persona que no se respeta a sí misma (que se pone en circunstancias
donde pierde la dignidad) acaba siendo menos respetada por los demás:
por ejemplo, una persona que se emborracha en público, una chica que
expone su in midad a todas las miradas.
Y le dijo: Levántate y vete; tu fe te ha salvado.
Lc 17, 11-19
• El respeto se gana con:
• Humildad, comprensión, sencillez y cercanía: El respeto lleva a no sin hacer dis nciones entre las personas, tratándolas a todas por igual en cuanto
a su dignidad de hijos de Dios, y de modo dis nto, conforme a sus circunstancias personales:
A todas las personas por igual en cuanto a su dignidad: no se puede tratar
con menos respeto a una persona por tener determinada profesión (árbitro,
guardia de tráfico, etc.); o por estar en determinada situación (emigrante,
encarcelado, novato, etc.).
De modo dis nto, conforme a su circunstancia. El respeto lleva a tratar de
dis nto modo a un niño que a un anciano, a un enfermo que a una persona
sana.
• Cordialidad y amabilidad: El respeto a todos lleva a ser amable con todos,
y a ser cordial con todos sin dis nciones de situación, condición social, inteligencia, etc..
• El respeto no es un formalismo, ni se queda en simple “urbanidad”
• El respeto no consiste en tratar a las personas de modo formal, con simple
corrección externa.
CÓMO SE GANA EL RESPETO
• El respeto nace de tomarse a sí mismo y a los demas en serio. Esa seriedad
nace de considerar la dignidad de la persona.
• Tratar a una persona - sin un mo vo que lo jus fique- de forma fría y distante (el funcionario que maltrata a los que le preguntan algo que no saben,
por ejemplo) , es una falta de respeto hacia la propia singularidad de cada
persona.
• Cada persona es un hijo de Dios; y todo hombre y mujer ene, por el hecho de ser persona, una gran dignidad, tenga lo que tenga, sea lo que sea, y
esté en la situación que esté.
• El respeto es más que urbanidad: lleva al reconocimiento, al afecto hacia los demás. No hay ninguna situación que jus fique la falta de respeto
(por ejemplo, un fallo del conductor de un autobús; un fallo en un arbitraje
depor vo; una broma en una fiesta.) Nada jus fica el insulto, la burla, la
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