LA TRAMITACIÓN DEL PROYECTO POR LAS ADMINISTRACIONES PÚBLICAS: UN PASO PREVIO A LA CONSTRUCCIÓN DE LA OBRA Eugenio Pellicer Armiñana(p) RESUMEN La comunicación plantea la transición de la fase de diseño a la fase de construcción del proceso proyectual. Se aborda la tramitación del proyecto por parte del promotor, desde la perspectiva de las administraciones públicas, tal y como viene regulada por la legislación vigente en materia de derecho administrativo (principalmente la Ley de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común y la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas). Esta tramitación del proyecto implica, en el caso más extenso, seis pasos consecutivos: Supervisión del proyecto. Información pública del proyecto. Visado del proyecto. Aprobación del proyecto. Replanteo del proyecto. Licencia municipal de obra. No siempre son necesarias estas seis actuaciones; de hecho, únicamente dos de ellas son siempre obligatorias: la aprobación y el replanteo del proyecto. Otras dos se producen en la mayor parte de casos en ingeniería civil, tanto por la magnitud de la obra como por su afección al territorio: la supervisión y la información pública del proyecto. Finalmente, el visado del proyecto y la licencia municipal de obra se tramitan, generalmente, cuando el proyecto es de edificación. La comunicación define cada uno de estos pasos y detalla las circunstancias en las que tienen que tramitarse. También se destaca la conexión existente entre la tramitación del proyecto y la preparación del expediente de contratación de la obra, dado que la mayor parte de documentación generada durante la tramitación del proyecto pasa a formar parte del expediente de contratación de la obra. ABSTRACT (ADMINISTRATIVE PROCEDURE OF DESIGN PROJECTS BY PUBLIC AGENCIES: A PREVIOUS STEP TO CONSTRUCTION) The paper outlines the transition from the design phase to the construction phase of the project cycle applied to civil engineering. The procedure is approached from the perspective of the public agencies, as it is regulated by the Spanish legislation. This administrative procedure implies, in the most extensive case, six serial steps: 211 Supervision of the design project. Public involvement of the design project. Professional certification of the design project. Approval of the design project. Geometric record of the site. Municipal permit. These six steps are not always necessary; in fact, only two of them are always mandatory: approval of the design project and geometric record of the site. Other two take place in most of the cases in civil engineering because of their work magnitude and their territorial impact: supervision and public involvement of the design project. Finally, certification of the design project by the engineering professional society and the municipal permit are processed when the design is a building, generally. The paper defines and details each one of these steps. It also stands out the connection between the administrative procedure of design projects and the entitlement and preparation of the construction contract; most of the documents generated during the administrative procedure of design projects become part of the entitlement and preparation of the construction contract. 1. SUPERVISIÓN DEL PROYECTO. Una vez finalizada la redacción del proyecto por el técnico competente o por la empresa consultora adjudicataria se encuadernan dos ejemplares completos del proyecto, como mínimo, y se entregan al servicio correspondiente del órgano de contratación. Los departamentos de la administración pública que tienen a su cargo la realización de obras disponen de oficinas de supervisión de proyectos (artículo 135 del Reglamento General de la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas, R.D. 1098/2001, en adelante RGLCAP). La supervisión de los proyectos municipales se puede llevar a cabo a petición del ayuntamiento, si éste no dispone de oficina propia, por las correspondientes oficinas de supervisión de proyectos de las respectivas diputaciones provinciales o comunidades autónomas (disposición adicional 9.3 RGLCAP). El órgano de contratación remite uno de los ejemplares a la oficina de supervisión de proyectos para que emita su informe preceptivo (artículo 128 de la Ley 2/2000 de Contratos de las Administraciones Públicas, en adelante TRLCAP), cuando se cumplen alguna de las tres condiciones siguientes: La cuantía de las obras proyectadas es superior a 300.506,05 € (art. 128 TRLCAP). Las actuaciones proyectadas afectan a la estabilidad, seguridad o estanqueidad de la obra, cualquiera que sea la cuantía del contrato (art. 128 TRLCAP). 212 Es una variante propuesta por el posible adjudicatario al proyecto licitado por la administración, cualquiera que sea la cuantía del contrato (art. 137 RGLCAP). Los dos primeros casos incluyen la mayor parte de las actuaciones de ingeniería civil. En los casos no explicitados previamente, la supervisión del proyecto y el informe correspondiente son opcionales (art. 128 TRLCAP). Las oficinas de supervisión de proyectos tienen las siguientes funciones (art. 136.1 RGLCAP): Comprobar que se han tenido en cuenta las disposiciones generales de carácter legal o reglamentario, así como la normativa técnica aplicable a cada tipo de proyecto. Examinar que los precios de los materiales y de las unidades de obra son los adecuados para la ejecución del contrato. Verificar que el proyecto contiene el estudio de seguridad y salud (o el estudio básico de seguridad y salud, en su caso). Proponer al órgano de contratación criterios y orientaciones de carácter técnico para su inclusión, en la norma o instrucción correspondiente. Las demás funciones que les encomienden los titulares de los departamentos de la administración pública. Como puede observarse la legislación vigente no especifica el alcance de la supervisión (ni en intensidad ni en magnitud), excepto en los tres casos citados previamente: normativa, precios y seguridad y salud. Las oficinas de supervisión de proyectos también tienen la obligación de examinar los estudios informativos, anteproyectos y modificaciones de proyectos, recabando las aclaraciones, ampliaciones de estudios o rectificaciones que crean oportunas y exigiendo la subsanación de los defectos observados (art. 136.2 RGLCAP). Los informes de las oficinas de supervisión de proyectos tienen que declarar expresamente que el estudio, proyecto o modificación cuya aprobación se propone, reúne los requisitos exigidos por la legislación vigente de aplicación (art. 136.3 RGLCAP). El plazo máximo para redactar el informe es un mes, contado a partir de la recepción del proyecto. Si se advierten defectos en el proyecto, éstos pueden ser subsanados por la propia oficina de supervisión (cuando son de poca importancia y fáciles de rectificar) o se devuelve el proyecto a su autor para que proceda a la rectificación. Una vez vez corregidos los defectos advertidos, el informe de supervisión positivo se incorpora al expediente de contratación (art. 136.4 RGLCAP). Una vez se dispone de informe de supervisión favorable, el órgano de contratación puede realizar una aprobación provisional (también denominada inicial o técnica, variando la nomenclatura según las administraciones). Aunque se trata de un caso poco frecuente, algunas administraciones públicas (por ejemplo, la Consejería de Obras Públicas de la Junta de Comunidades de Castilla – La Mancha) utilizan empresas consultoras externas que actúan como oficinas de 213 supervisión de proyectos, por medio del correspondiente contrato de consultoría y asistencia. 2. INFORMACIÓN PÚBLICA DEL PROYECTO. Si el proyecto afecta a terceros o su ejecución se realiza en suelo de dominio público el artículo 86 de la Ley 30/1992 de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común (en adelante LRJAP) plantea la posibilidad de dar audiencia a todos los posible afectados habilitando un período de información pública. El citado artículo especifica: “El órgano al que corresponda la resolución del procedimiento, cuando la naturaleza de éste lo requiera, podrá acordar un período de información pública. A tal efecto se anunciará en el Boletín Oficial del Estado, de la comunidad autónoma o de la provincia respectiva, a fin de que cualquier persona física o jurídica pueda examinar el procedimiento... El anuncio señalará el lugar de exhibición y determinará el plazo para formular alegaciones, que en ningún caso puede ser inferior a veinte días (hábiles)... Quienes presenten alegaciones u observaciones en este trámite tienen derecho a obtener de la administración una respuesta razonada, que podrá ser común para todas aquellas alegaciones que planteen cuestiones sustancialmente iguales...”. Por otra parte, la Ley 6/2001 de Evaluación de Impacto Ambiental, en su artículo 3, señala como preceptivo el sometimiento del estudio de impacto ambiental, conjuntamente con el proyecto del que forme parte si así se prevé, al trámite de información pública. Las modificaciones a la Ley introducidas como consecuencia de la Directiva 97/11/CE, amplían sustancialmente los proyectos sujetos a evaluación de impacto ambiental obligatoria. Los grupos 2, 6, 7, 8 y 9c del anexo I de la Ley incluyen la mayor parte de las actuaciones de ingeniería civil. Habitualmente, en grandes proyectos de ingeniería civil, el estudio de impacto ambiental se redacta conjuntamente con el estudio informativo o con el anteproyecto (o proyecto básico), lo cual presenta algunas ventajas: El estudio de impacto ambiental influye en el planteamiento de las alternativas y en la justificación de la solución adoptada. En el posterior proyecto de construcción pueden recogerse las conclusiones de la declaración de impacto ambiental, tanto en el diseño como en la valoración y exigencia de las medidas correctoras y protectoras. Es por ello que, en estos casos, el período de información pública tiene lugar, habitualmente, durante la tramitación del estudio informativo o del anteproyecto (o proyecto básico) y, por lo tanto, el proyecto de construcción no requiere un período de información pública adicional. La mayor parte de legislación administrativa referente a infraestructuras contempla y regula la obligatoriedad de la información pública. A continuación, se incluye una relación de las referencias que se han considerado más significativas, indicando el período de exposición pública propuesto en cada una de ellas: 214 Ley 16/1987 de Ordenación del Transporte Terrestre (art. 16) y Reglamento de la Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres (art. 228): 30 días hábiles. Ley 22/1988 de Costas (art. 42): no especifica período. Ley 25/1988 de Carreteras (art. 10): 30 días hábiles. Ley 27/1992 de Puertos del Estado (art. 20 y 21): no especifica período. Reglamento 849/1986 del Dominio Público Hidráulico (art. 109): 20 días hábiles. Una vez superado el período información pública se procede a contestar razonadamente las alegaciones efectuadas. Es posible que, algunas de ellas, tengan que ser asumidas e incorporadas al proyecto. Por otra parte, hay que tener siempre en cuenta que la declaración de impacto ambiental es la consecuencia del período de información pública del estudio; tal y como hemos comentado previamente, las especificaciones incluidas en la declaración también pueden afectar a la solución adoptada y, por lo tanto, pueden dar lugar a modificaciones en el proyecto. En los casos en que estas alegaciones sean de suficiente entidad, el proceso vuelve a retomarse desde su redacción y dirección/revisión, lo que implica también la necesidad de un nuevo informe positivo de la oficina de supervisión de proyectos. La aprobación del expediente de información pública por el órgano de la administración correspondiente supone, además, la finalización de la vía administrativa (art. 109 LRJAP). Tal y como prevé el artículo 86 de la LRJAP, la información pública puede aparecer en otras etapas del proceso proyecto-construcción. Así por ejemplo, en la fase de diseño del proceso proyecto-construcción, la Ley 6/1998 de Régimen de Suelo y Valoraciones (art. 6) y la diferente legislación autonómica obligan a un período de información pública (normalmente de 30 días naturales) para la aprobación del correspondiente plan general de ordenación urbana o de las normas subsidiarias de planeamiento municipal. Por otra parte, en la fase de construcción del proceso proyecto-construcción, el artículo 18 de la Ley de Expropiación Forzosa (de 16 de Diciembre de 1954) establece como preceptiva la información pública (15 días hábiles, en contradicción con la LRJAP) previa a la expropiación de bienes y derechos afectados por un determinado proyecto; además, establece la publicación paralela de la relación de bienes y derechos afectados en un periódico de la provincia y en cada ayuntamiento afectado. 3. APROBACIÓN DEL PROYECTO. El órgano de contratación puede proceder a la aprobación del proyecto una vez superada, en su caso, la correspondiente información pública y supervisado favorablemente el proyecto (art. 134 RGLCAP). La resolución aprobatoria contiene la declaración expresa indicada en el informe emitido por la oficina de supervisión de que el proyecto reúne todos los requisitos exigidos por la TRLCAP y el RGLCAP. La aprobación del proyecto implica la declaración de utilidad pública y la necesidad de ocupación de bienes y adquisición de derechos correspondientes, a los fines de expropiación, de ocupación temporal o de imposición o modificación de servidumbres. 215 La declaración de utilidad pública y la necesidad de ocupación se refiere también a los bienes y derechos comprendidos en el replanteo del proyecto y en las modificaciones de obras que puedan aprobarse posteriormente, tal y como viene indicado en la legislación específica vigente (art. 130 y 131 de la Ley 1/2001 de Aguas, art. 45 de la Ley 22/1988 de Costas, art. 22 de la Ley 27/1992 de Puertos del Estado, art. 8 de la Ley 25/1988 de Carreteras y art. 153 de la Ley 16/1987 de Ordenación de los Transportes Terrestres). 4. VISADO DEL PROYECTO. La Ley 2/1974 de Colegios Profesionales afirma: Artículo 3.2: “Es requisitio indispensable para el ejercicio de las profesiones colegiadas hallarse incorporado al colegio profesional correspondiente”. Artículo 5: “Corresponde a los colegios profesionales el ejercicio de las siguientes funciones en su ámbito territorial:... q) Visar los trabajos profesionales de los colegiados, cuando así se establezca expresamente en los estatutos generales. El visado no comprenderá los honorarios ni las demás condiciones contractuales cuya determinación se deja al libre acuerdo de las partes”. Las “Normas de visado de trabajos profesionales del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos” (aprobadas por el Consejo General del Colegio el 3 de Diciembre de 2002) incluyen entre otras, las siguientes prescripciones: “Acreditación del visado por lo que se refiere al trabajo profesional en sí: La figura de trabajo profesional de que se trata. Que cumple los requisitos formales que le son propios, tiene la prestación adecuada y define suficientemente su objeto. Que es de la competencia técnica de los Ingenieros de Caminos. Que de los documentos sometidos a visado existe constancia en el archivo del Colegio. Que cumple la normativa colegial de aplicación. Que se ha invocado por el colegiado el cumplimiento de la normativa específica aplicable al objeto del trabajo. Con respecto a lo indicado en el apartado anterior, el Colegio obra en base a la documentación facilitada por el autor, el cual es enteramente responsable del trabajo realizado. Obligación de visado: los colegiados someterán, de conformidad con los estatutos vigentes, al visado colegial la totalidad de sus trabajos profesionales y sus modificaciones, ya sean realizadas total o parcialmente. Visado de trabajos: los trabajos que vayan a ser tramitados ante las administraciones públicas deben ir visados.” 216 Tal y como puede apreciarse, el Colegio obliga a sus asociados a visar los trabajos, aunque el promotor sea una administración pública, amparado por la legislación vigente sobre colegios profesionales. Es por ello que, el visado del proyecto plantea problemas de competencia y de interpretación en función de la legislación vigente: Por una parte, la Ley 2/1974 de Colegios Profesionales y la legislación autonómica correspondiente, obligan a los profesionales a colegiarse; además los estatutos y normas colegiales obligan al visado (amparados por la Ley 2/1974) de todos los trabajos realizados por los profesionales colegiados, aunque sea el cliente la administración pública. Por otra parte, la Junta Consultiva de Contratación Administrativa en su informe 64/1996 de 18 de diciembre afirma que “en cuanto a la necesidad o no de visado del colegio profesional para los contratos de consultoría y asistencia que tienen por objeto la elaboración íntegra de proyectos de obras,... en los supuestos de obras del estado, organismo autónomos y entidades locales basta la intervención de la oficina de supervisión de proyectos o la aprobación técnica de la entidad correspondiente,... sin que, en estos casos, resulte procedente el visado del colegio profesional, aunque las obras se dirijan por profesionales que no sean funcionarios públicos”. Dada esta contradicción legislativa, en la práctica real, sólo algunas administraciones públicas exigen que el proyecto sea visado por el colegio profesional del técnico redactor. En los restantes casos (que son mayoritarios) las administraciones públicas no visan el proyecto, lo que supone un ahorro económico para la administración y, también, para la empresa consultora, si es el caso. 5. REPLANTEO DEL PROYECTO. El replanteo supone el contraste del proyecto con la realidad y, por lo tanto, consiste en comprobar (art. 129.1 TRLCAP): La realidad geométrica de la obra proyectada. La disponibilidad de los terrenos precisos para su normal ejecución. Cuantos supuestos figuren en el proyecto elaborado y sean básicos para el contrato a celebrar. La Ley 13/95 de Contratos de las Administraciones Públicas exigía la disponibilidad de los terrenos previamente al inicio de la licitación, en todos los casos. Esto suponía, de hecho, realizar el replanteo del proyecto al mismo tiempo que la expropiación, con la consiguiente mejora en la exactitud del replanteo. Sin embargo, la promulgación de la Ley 13/95 dio lugar a un período de estancamiento de las obras públicas debido a la cuasi paralización de la actividad; las administraciones públicas no podían adjudicar y formalizar contratos de obra sin disponer de la expropiación de la totalidad de terrenos necesarios. Con el fin de agilizar la contratación administrativa en las grandes obras lineales, se añadió el apartado 2 del artículo 129 a la TRLCAP. Esta incorporación ha permitido que la tramitación de los expedientes de contratación referentes a obras de infraestructura hidráulica y del transporte terrestre, esté dispensada del requisito previo 217 de disponibilidad de los terrenos, si bien su ocupación efectiva debe ir precedida de la formalización del acta de ocupación. En los casos de cesión de terrenos o locales por entidades públicas es suficiente, para acreditar la disponibilidad de los terrenos, la aportación de los acuerdos de cesión y aceptación por los órganos competentes (art. 129.3 TRLCAP). El replanteo del proyecto es un acto interno del órgano de contratación por el que se examina la posibilidad de la contratación y la viabilidad de la ejecución. Es indispensable para la adjudicación del contrato, independientemente del tipo de procedimiento de contratación a emplear. Estos tres aspectos (comprobación de la realidad geométrica, disponibilidad de los terrenos y viabilidad del proyecto) deben quedar reflejados en el acta de replanteo del proyecto. El acta la levanta, normalmente, el funcionario del órgano de contratación que ha dirigido las operaciones indicadas en la misma e incluye la fecha y lugar de celebración. En ocasiones también la firma el autor del proyecto. 6. LICENCIA MUNICIPAL DE OBRA. La Ley 6/1998 de Régimen del Suelo y Valoración y la Ley 38/1999 de Ordenación de la Edificación establecen que todo acto de edificación requiere la preceptiva licencia municipal. Aunque el promotor sea otra administración pública, si la obra a ejecutar es un edificio, es necesario solicitar licencia. Las restantes infraestructuras no están sujetas a licencia municipal. El otorgamiento de la licencia municipal de obras produce consecuencias de índole fiscal, dado que el promotor de la obra está obligado a pagar al ayuntamiento una determinada cantidad en concepto de tasas, excepto en el caso de que las ordenanzas fiscales municipales declaren la exención de pago. REFERENCIAS - Martín Rebollo, L. Leyes Administrativas. Ed. Aranzadi, Cizur Menor (Navarra), 2002. - Pellicer Armiñana, E., Catalá Alís, J., Sanz Benlloch, A. La administración pública y el proceso proyecto-construcción. Actas del VI Congreso Internacional de Ingeniería de Proyectos, Departamento de Proyectos de Ingeniería de la Universidad Politécnica de Cataluña y AEIPRO, Barcelona, 2002, página 35. CORRESPONDENCIA Eugenio Pellicer Armiñana, Profesor Titular de Universidad, Departamento de Ingeniería de la Construcción y Proyectos de Ingeniería Civil, Universidad Politécnica de Valencia, Camino de Vera s/n, 46022, Valencia, teléfono 963.879.562, fax 963.877.569, correo electrónico [email protected]. 218