AMPARO EN REVISIÓN 569/2015. QUEJOSA: **********. PONENTE: MINISTRO ALBERTO PÉREZ DAYÁN. SECRETARIA: GUADALUPE DE LA PAZ VARELA DOMÍNGUEZ. Vo. Bo. Sr. Ministro. México, Distrito Federal. Acuerdo de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, correspondiente al día VISTOS, para resolver el amparo en revisión identificado al rubro; y R E S U L T A N D O: PRIMERO. Demanda de amparo. Mediante escrito presentado el veintisiete de noviembre de dos mil catorce, en la Oficina de Correspondencia Común de los Juzgados de Distrito en Materia Administrativa y de Trabajo en el Estado de Jalisco, **********, por conducto de su apoderado legal, solicitó el amparo y la protección de la Justicia Federal en contra de las autoridades y respecto de los actos que a continuación se transcriben: “(…). III. Autoridades responsables: a) El H. Congreso del Estado de Jalisco. b) El C. Gobernador Constitucional del Estado de Jalisco. c) El C. Secretario General de Gobierno del Estado de Jalisco. d) El C. Secretario de Planeación Administración y Finanzas del Estado de Jalisco. IV. Ley o acto que de cada autoridad se reclama: Amparo en Revisión 569/2015 [2] De las autoridades señaladas con los incisos a) y b) (ordenadoras) se les reclama, en lo que respecta a las atribuciones legales de cada una de ellas, la discusión, expedición y aprobación y la promulgación de: 1. La Ley de Hacienda Municipal del Estado de Jalisco, publicada mediante decreto 11558, así como todos los Decretos reformatorios de la misma (específicamente el Decreto 16912), en lo que hace a los artículos 112, 113, 114, 115, 116, 117 y 121 de dicho ordenamiento que regulan lo relativo al impuesto sobre transmisiones patrimoniales. 2. El Decreto 24194/LX/12 que contiene la aprobación de las Tablas de Valores Unitarios de Suelo y Construcción de Guadalajara, Jalisco para el ejercicio fiscal de 2013, aplicable para el ejercicio fiscal 2014 y los anexos que se acompañan los cuales forman parte íntegra y, por ende, el artículo 26 primer párrafo y su Tabla N° 1 de la Ley de Ingresos del Municipio de Guadalajara, Jalisco, para el ejercicio fiscal del año 2014. De las autoridades señaladas con los incisos c) y d), se le reclama como actos por vicios propios, en lo que respecta a las atribuciones legales de ellas: 3. La omisión de refrendar de manera conjunta el Decreto 11558 que contiene la Ley de Hacienda Municipal del Estado de Jalisco, asimismo se reclama la omisión de refrendar de manera conjunta los decretos números 14131, 14235, 14568, 15029, 15311, 15315, 15463, 16138, 16912, 16975 y 17824 por los que se crean, reforman, derogan y adicionan diversas disposiciones de la referida legislación, específicamente en lo que hace a los artículos relativos al Impuesto Sobre Transmisiones Patrimoniales. (…)”. SEGUNDO. Derechos fundamentales violados. La quejosa señaló como derechos fundamentales violados los contenidos en los artículos 16 y 31, fracción IV de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; relató los antecedentes del caso y expresó los conceptos de violación que estimó pertinentes. TERCERO. Admisión. La demanda se turnó al Juzgado Primero de Distrito en Materia Administrativa y de Trabajo en el Estado de Jalisco, cuyo titular la admitió a trámite por acuerdo de veintiocho de noviembre de dos mil catorce, y ordenó su registro con el número **********. Amparo en Revisión 569/2015 [3] CUARTO. Celebración de la audiencia constitucional y sentencia. Seguidos los trámites legales, el Juez de Distrito celebró la audiencia constitucional el día trece de enero de dos mil quince, en la que dictó resolución en la que determinó sobreseer en el juicio con apoyo en el artículo 61, fracción XV de la Ley de Amparo, pues consideró que la parte quejosa no promovió el juicio constitucional dentro del plazo de quince días siguientes a aquél en que tuvo conocimiento del primer acto de aplicación de los preceptos combatidos, esto es, a partir del momento en que suscribió la escritura pública de la que derivó la aplicación y cobro del impuesto sobre transmisiones patrimoniales, por lo que existe un consentimiento tácito de las disposiciones que regulan esa contribución. QUINTO. Interposición del recurso de revisión. En contra de la resolución referida la quejosa interpuso recurso de revisión, del cual tocó conocer al Primer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Tercer Circuito, cuyo Presidente por acuerdo de once de febrero de dos mil quince, lo admitió a trámite y registró con el número **********. SEXTO. Resolución del Tribunal Colegiado y remisión de los autos a este Alto Tribunal. En sesión de treinta de marzo de dos mil quince, el Tribunal Colegiado dictó resolución en la que revocó el sobreseimiento en el juicio decretado por el Juez de Distrito, y puso a consideración de esta Suprema Corte la posibilidad de que reasumiera su competencia originaria para conocer del recurso de revisión; en dicha resolución sostuvo en síntesis lo siguiente: 1. En el considerando segundo tuvo por presentado de manera oportuna el recurso de revisión. Amparo en Revisión 569/2015 [4] 2. En el diverso considerando cinco calificó como fundados los agravios aducidos por la quejosa, esto es, determinó que el juicio de amparo se promovió de manera oportuna, bajo el argumento toral de que si bien la Segunda Sala en la jurisprudencia 2a./J. 5/2006, determinó que la retención que efectúa el notario público respecto del impuesto sobre adquisición de inmuebles constituye el primer acto de aplicación de las normas que regulan esa contribución, también lo es que el documento respectivo se puede tomar en cuenta para los efectos de la promoción oportuna del amparo, siempre y cuando se encuentre plenamente demostrado el momento en el cual el quejoso tuvo conocimiento de la liquidación y retención del impuesto, aun y cuando ese acto de aplicación corresponda a un acto jurídico celebrado entre particulares. Así como apuntó que de la lectura a la escritura pública que dio lugar al pago de la contribución, se desprende que en el cálculo respectivo no se señalaron los fundamentos legales de ello, por tanto, no es válido tomar en cuenta para efectos del cómputo del amparo, la fecha en que se protocolizó el contrato de compraventa, pues en la escritura ni siquiera se citan los fundamentos correspondientes; de ahí que contrariamente a lo considerado por el Juez de Distrito, no ha lugar a tener por actualizada la causal de improcedencia que invocó, por lo que revocó el sobreseimiento en el juicio. 3. Como consecuencia de lo anterior, con apoyo en el artículo 93, fracción I de la Ley de Amparo, procedió al estudio de las causales de improcedencia que se hicieron valer en el juicio; y así desestimó la aducida por las autoridades responsables relativa a la falta de interés jurídico, pues los argumentos planteados en ese sentido se involucran con el fondo del asunto, supuesto en el cual se privilegia el estudio de éste. Amparo en Revisión 569/2015 [5] 4. Por último, en el considerando sexto sometió a consideración de la Suprema Corte la posibilidad de que ejerciera la facultad de atracción o reasumiera su competencia originaria para conocer del recurso de revisión, en virtud de que la Primera Sala atrajo un asunto similar, esto es, un expediente en el que debía definirse si los decretos expedidos por un gobernador deben ser firmados por el secretario general de gobierno y por el titular del ramo a que el asunto corresponda, o únicamente por los dos primeros. SÉPTIMO. Trámite ante este Alto Tribunal. Recibidos los autos en esta Suprema Corte, su Presidente por acuerdo de trece de mayo de dos mil quince registró el expediente con el número 569/2015; así como determinó que este Alto Tribunal reasumiera su competencia originaria para conocer del medio de impugnación referido, sobre la base de que se combatieron normas de carácter general y porque la Segunda Sala en sesión privada seis de mayo de dos mil quince, adoptó una determinación similar. Asimismo turnó el expediente al Ministro Alberto Pérez Dayán para la elaboración del proyecto de resolución respectivo; y ordenó su envío a la Sala a la que se encuentra adscrito, a fin de que su Presidente dictara el acuerdo de radicación respectivo. OCTAVO. Avocamiento. Por acuerdo de nueve de junio de dos mil quince, el Ministro Presidente de la Segunda Sala ordenó que ésta se avocara al conocimiento del asunto, así como que se remitieran los autos a su Ponencia para la formulación del proyecto correspondiente. C O N S I D E R A N D O: PRIMERO. Competencia. Esta Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, es legalmente competente para Amparo en Revisión 569/2015 [6] conocer de este recurso de revisión, en términos de lo dispuesto por los artículos 107, fracción VIII, inciso a) y penúltimo párrafo, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; 81, fracción I, inciso e), de la Ley de Amparo; y 21, fracción II, inciso b) de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, y conforme a lo previsto en el punto tercero del Acuerdo General Plenario 5/2013, en virtud de que se trata de un recurso de revisión interpuesto en contra de una resolución dictada por un Juez de Distrito, respecto de la cual se determinó reasumir competencia originaria para conocer del recurso de revisión, sobre la base de que en la demanda de amparo se reclamó la Ley de Hacienda Municipal del Estado de Jalisco, concretamente los artículos 112, 113, 114, 115, 116, 117 y 121, y el Decreto 24194/LX/12 que contiene la aprobación de las Tablas de Valores Unitarios de Suelo y Construcción del Municipio de Guadalajara, Jalisco, para el ejercicio fiscal dos mil trece. SEGUNDO. Oportunidad y Legitimación. Por lo que hace a la presentación oportuna del recurso de revisión, debe decirse que resulta innecesario analizar ese aspecto de la litis, porque ya fue motivo de pronunciamiento por el Tribunal Colegiado que previno en el conocimiento del asunto. Y por lo que toca a la legitimación del autorizado de la quejosa hoy recurrente, éste tiene debidamente reconocida su personalidad en el presente asunto, tal y como se advierte de los autos del juicio de origen1, por lo que está legitimado para hacer valer el recurso de revisión en términos del artículo 12 de la Ley de Amparo. TERCERO. Antecedentes. A fin de resolver los planteamientos aducidos en la demanda de amparo, resulta conveniente referirse a los 1 Foja setenta y tres vuelta del juicio de amparo. Amparo en Revisión 569/2015 [7] antecedentes que el propio quejoso expuso en la demanda de amparo, que son del tenor siguiente: “(…). Primero. El día 7 de agosto del 2014, comparecí en representación de la Sociedad ‘**********’, ante la fe del Notario Público número 15 del Municipio de Tlaquepaque, Jalisco a celebrar un contrato de compra-venta, mediante el cual la sociedad a quien represento adquirió la propiedad del inmueble ubicado en el Municipio de Guadalajara, Jalisco; acto que quedó debidamente consignado en la escritura pública número **********. Segundo. En virtud de ello, fue hasta el día 4 de noviembre de 2014 en el que en representación de la sociedad quejosa enteré el pago del impuesto sobre transmisiones patrimoniales causado ante la Tesorería Municipal del Ayuntamiento de Guadalajara, Jalisco, pago que quedó consignado en el recibo oficial de pago número ********** mismo que se acompaña al presente en copia certificada. Tercero. De la lectura que Usted Juez realice del recibo de pago aludido, constatará que el mismo se encuentra expedido a nombre de la sociedad parte Quejosa y que en el mismo se hace referencia de la escritura pública por concepto de la cual se realiza el pago. Por tanto, es evidente que la sociedad promovente se encuentra dentro de los supuestos fácticos que prevén los artículos 112, 113, 114, 115, 116, 117 y 121 de la Ley de Hacienda Municipal del Estado de Jalisco. Se dice que la parte quejosa se autoaplicó el Decreto 24194/LX/12 que contiene la Aprobación de las Tablas de Valores Unitarios de Suelo y Construcción de Guadalajara, Jalisco para el ejercicio fiscal de 2013, aplicables para el 2014 (y, por ende, el artículo 26 primer párrafo y su TABLA N° 1 de la Ley de Ingresos del Municipio de Zapopan (sic), Jalisco, para el ejercicio fiscal del año 2014), aplicables por disposición expresa del artículo 115 fracción IV, tercer párrafo de nuestra Constitución Federal, 89 de la Constitución Política del Estado de Jalisco, 75 fracción I de la Ley del Gobierno y la Administración Pública Municipal del Estado de Jalisco, y 112 fracción I de la Ley de Hacienda Municipal del Estado de Jalisco, a partir de lo cual resulta incuestionable que las disposiciones de dicho Decreto que contiene las Tablas de Valores se aplicaron en perjuicio del impetrante de garantías al momento de calcular y pagar con el valor catastral actualizado con los valores unitarios vigentes en la fecha de causación del inmueble descrito en la escritura pública número **********. (…).” Amparo en Revisión 569/2015 [8] CUARTO. Precisión de la litis. En este apartado es necesario aclarar que los actos reclamados en la demanda de amparo consistieron en: 1. La Ley de Hacienda Municipal del Estado de Jalisco, publicada mediante Decreto 11558, así como todos los Decretos reformatorios de ésta (14131, 14235, 14568, 15029, 15311, 15315, 15463, 16138, 16912, 16975 y 17824), en lo que hace a los artículos 112, 113, 114, 115, 116, 117 y 121 de dicho ordenamiento que regulan el impuesto sobre transmisiones patrimoniales. Concretamente, la omisión de refrendar esos Decretos de manera conjunta por el Secretario General de Gobierno y por el Secretario de Finanzas del Gobierno de esa Entidad Federativa. 2. El Decreto 24194/LX/12 que contiene la aprobación de las Tablas de Valores Unitarios de Suelo y Construcción del Municipio de Guadalajara, Jalisco para el ejercicio fiscal de 2013, aplicables para el ejercicio fiscal 20142. 3. El Decreto 24714/LX/13 por el que se aprueba la Ley de Ingresos del Municipio de Guadalajara, Jalisco, para el ejercicio fiscal 2014, concretamente el artículo 26 primer párrafo y su tabla número 1. Asimismo, es importante indicar, que esos actos fueron calificados como ciertos por el Juez de Distrito, en el considerando tercero de la resolución recurrida. QUINTO. Conceptos de violación. En virtud de que el Tribunal Colegiado que previno en el conocimiento del asunto revocó el sobreseimiento en el juicio, esta Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, con apoyo en el artículo 93, fracción V de la 2 La vigencia de esas Tablas a 2014, como lo indica la quejosa, se desprende de la consulta a la página de internet del Ayuntamiento de Guadalajara, Jalisco, identificada como: http://catastro.guadalajara.gob.mx/. Amparo en Revisión 569/2015 [9] Ley de Amparo, procede al estudio de los conceptos de violación aducidos por la quejosa, quien argumentó en síntesis, lo siguiente: 1. Que los artículos 112, 113, 114, 115, 116, 117 y 121 de la Ley de Hacienda Municipal del Estado de Jalisco, publicada en el Decreto “11558” y los distintos Decretos que la reformaron, específicamente el diverso “16912”, que regulan el impuesto sobre transmisiones patrimoniales, es un acto viciado desde su creación, en virtud de que ninguno de esos Decretos satisfizo uno de los requisitos para la formación del acto legislativo, como lo es el refrendo del Secretario de Finanzas del Estado de Jalisco, hoy Secretario de Planeación, Administración y Finanzas; en otras palabras, las normas reclamadas son inconstitucionales porque los Decretos que las contienen no debieron ser refrendados únicamente por el Secretario General de Gobierno, sino también por el Secretario de Finanzas al corresponder a un asunto de su ramo y en estricta aplicación de lo dispuesto en el artículo 46 de la Constitución Política del Estado de Jalisco, que prevé como requisito de validez que todas las disposiciones que el Gobernador del Estado emita en uso de sus facultades, deberán estar firmadas por el secretario de despacho a que el asunto corresponda y que sin este requisito no serán obedecidas. Que del análisis sistemático de los artículos 46 con el 50, fracción I de la Constitución del Estado, se advierte que el Gobernador tiene entre otras facultades, las de promulgar y ejecutar las leyes que expida el Congreso local, función que lleva a cabo a través de la realización de uno de los actos que señala el artículo 46, a saber, la emisión de un decreto mediante el cual ordena la publicación de la ley o decreto que le envía la legislatura, lo que significa que los decretos promulgatorios, en cuanto actos del gobernador, les resulta aplicable lo dispuesto en ese precepto constitucional, en el caso, la obligación Amparo en Revisión 569/2015 [10] de contener el refrendo del Secretario General de Gobierno y por el funcionario del ramo al que el asunto corresponda. Y que no es óbice a lo anterior, lo dispuesto en los artículos 5 y 30, fracción II de la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo del Estado de Jalisco, que aluden exclusivamente al refrendo del Secretario General de Gobierno, pues ello implicaría desatender el numeral 46 de la Constitución local; por ende, aduce, el Decreto por el que se expidió la Ley reclamada y los diversos que contienen modificaciones a ésta son inconstitucionales, pues de su lectura se aprecia con claridad que sólo fueron refrendados por el Secretario General de Gobierno, no obstante lo dispuesto en el artículo 46 de la Constitución Política del Estado que alude al refrendo del funcionario del ramo; máxime que en atención al contenido de la Ley reclamada se advierte que debió ser refrendada por el Secretario de Finanzas, cuya entidad se encuentra prevista en la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo del Estado de Jalisco, concretamente en su artículo 31, lo que evidencia sin duda, el vicio en el procedimiento legislativo que originó las disposiciones reclamadas y que se refiere a un aspecto de constitucionalidad formal que no se respetó y que provoca la concesión del amparo. Agrega que refuerza lo esgrimido, el criterio sustentado por la Primera Sala en el amparo en revisión ********** de donde derivó la tesis de rubro: “REFRENDO DE LOS DECRETOS PROMULGATORIOS DEL GOBERNADOR DEL ESTADO DE ZACATECAS. PARA LA OBSERVANCIA Y VALIDEZ DE LEYES, DECRETOS, REGLAMENTOS Y DEMÁS DISPOSICIONES GENERALES, CORRESPONDE AL SECRETARIO GENERAL DE GOBIERNO Y AL TITULAR DEL RAMO A QUE EL ASUNTO CORRESPONDA.”. Amparo en Revisión 569/2015 [11] 2. El Decreto 24194/LX/12 que contiene las Tablas de Valores Unitarios de Suelo y Construcciones de Guadalajara, Jalisco, y el artículo 26, primer párrafo y la Tabla número 1 de la Ley de Ingresos del Municipio de Guadalajara, Jalisco, violan el principio de legalidad tributaria porque dichas Tablas no prevén los elementos para calcular la base del impuesto sobre transmisión patrimonial, concretamente los parámetros o criterios para clasificar el inmueble en determinado valor unitario; que lo anterior es así, porque el principio de legalidad tributaria exige que la carga impositiva esté prevista en una ley, esto para evitar que quede a criterio de la autoridad exactora la fijación del tributo y el particular pueda en todo momento conocer la forma cierta de contribuir al gasto público, pues estará en la ley el método y requisitos a observar. En el caso, el impuesto sobre transmisiones patrimoniales es una contribución cuyo objeto grava la riqueza manifestada por la adquisición de la propiedad o de los derechos de propiedad sobre un bien inmueble, por lo que se ubica en lo que se conoce como impuesto directo y real, supuesto en el cual se observa lo previsto en el artículo 115 constitucional, que alude a las tablas de valores unitarios de suelo y construcciones que sirven de base para el cobro de las contribuciones sobre la propiedad inmobiliaria, de donde se advierte que revisten una importancia fundamental en la integración de los elementos que conforman el impuesto de que se trata, ya que impacta en su base gravable; por tanto, aduce, las normas que contengan dichas tablas deben respetar los derechos que protege la fracción IV del artículo 31 constitucional. Que la lectura integral de los artículos 89 de la Constitución Política del Estado de Jalisco, 112, 113 y 114 de la Ley de Hacienda Municipal y 75 de la Ley del Gobierno y la Administración Pública Amparo en Revisión 569/2015 [12] Municipal del Estado de Jalisco, demuestran la vinculación que existe entre las tablas de valores unitarios del suelo o de construcción y la base del impuesto sobre transmisiones patrimoniales, consistente en el valor catastral actualizado con los valores unitarios vigentes en la fecha de causación, ya que este último se obtiene mediante la aplicación de los valores contenidos en las tablas, lo que evidencia que éstas forman parte de la base gravable y, por tanto, en su emisión se debe respetar el principio de legalidad tributaria. En ese contexto, argumenta que de la lectura a las Tablas de Valores que reclama, se advierte que en una primera fila se clasifican los tipos de construcción en siete categorías: a) moderno, b) semi moderno, c) antiguo, d) provisionales, e) alberca, f) áreas de piso sin techar, y, g) instalaciones deportivas. En una segunda fila se clasifica la calidad de la construcción en cinco categorías: a) lujo, b) superior, c) media, d) económica y e) austera. En la tercera fila se hace referencia al estado de conservación de la construcción en tres categorías: a) bueno, b) regular y c) malo. Por lo que siguiendo el método de selección de categorías en el orden señalado, se llega a la cuarta fila de la Tabla reclamada, la cual señala el valor unitario por metro cuadrado que le corresponde al bien respectivo. Agrega que en las propias Tablas se define lo que debe entenderse por tipo de construcción moderno, semi moderno y austero, según los años de edad de la construcción; también se define lo que es el estado de conservación, bueno, regular y malo, según lo que ahí se precisa; sin embargo, en cuanto a la clasificación de la calidad de la construcción (lujo, superior, media, económica y austera), en ninguna parte de las Tablas de Valores Unitarios se especifican los parámetros que se deben tomar en consideración para clasificar un determinado inmueble según su calidad, lo que genera incertidumbre e inseguridad jurídica al contribuyente, pues subraya, los criterios para Amparo en Revisión 569/2015 clasificar o seleccionar la [13] calidad de las construcciones no se prevé en las Tablas reclamadas, ni en ninguna otra ley formal y materialmente legislativa. Asimismo argumenta que si bien las leyes no son diccionarios, también lo es que dicha clasificación no es clara y, por tanto, permite un margen de arbitrariedad a favor de la autoridad administrativa, en lo relativo a la determinación de un elemento que incide en la base gravable del impuesto sobre transmisiones patrimoniales, por lo que se viola la garantía de legalidad tributaria; incluso, consultando las definiciones que de esos términos contiene el Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia Española, se advierte la dificultad para clasificar determinada construcción en su categoría según la calidad. Que resultan aplicables por analogía las jurisprudencias de la Segunda Sala 2a./J. 65/2011 y 2a./J. 17/2012, de rubro: “IMPUESTO PREDIAL. LAS TABLAS DE VALORES UNITARIOS DE CONSTRUCCIÓN PARA LOS MUNICIPIOS DE CORREGIDORA, QUERÉTARO, PARA EL EJERCICIO FISCAL DE 2010 Y EL MARQUÉS, QUERÉTARO, PARA EL EJERCICIO FISCAL DE 2009, CONTENIDAS EN LOS DECRETOS PUBLICADOS EN EL PERIÓDICO OFICIAL DE LA ENTIDAD EL 17 DE DICIEMBRE DE 2009 Y EL 24 DE DICIEMBRE DE 2008, RESPECTIVAMENTE, TRANSGREDEN EL PRINCIPIO DE LEGALIDAD TRIBUTARIA.” y “PREDIAL. UNITARIOS, MUNICIPIO EJERCICIOS LAS TABLAS BASE DE DEL VALORES IMPUESTO TIJUANA, FISCALES DE BAJA 2010 Y CATASTRALES RELATIVO CALIFORNIA, 2011, PRINCIPIO DE LEGALIDAD TRIBUTARIA.” PARA PARA TRANSGREDEN EL LOS EL Amparo en Revisión 569/2015 [14] Precisa que en el caso, en las Tablas de Valores Unitarios reclamadas se observa que los valores fueron fijados por el legislador, sin embargo, los criterios para su aplicación a los distintos inmuebles según la calidad no fueron definidos por aquél, de ahí la violación al principio de legalidad tributaria. Y que no resulta óbice el hecho de que el artículo 21 del Reglamento de la Ley de Catastro Municipal del Estado de Jalisco, establezca los criterios para clasificar las construcciones según su calidad, toda vez que dicha circunstancia ya ha sido superada y declarada como inconstitucional por violación al principio de legalidad tributaria, esto en la jurisprudencia 2a./J. 25/2007, en cuya ejecutoria la Segunda Sala determinó que al tratarse de un elemento que incide en la base del impuesto, su regulación requiere encontrarse en una ley formal y material para cumplir con las exigencias del principio que se alega como violado, por lo que resulta aplicable esa jurisprudencia de rubro: “PREDIAL. LAS TABLAS DE VALORES UNITARIOS DEL SUELO, CONSTRUCCIONES E INSTALACIONES ESPECIALES, CONTENIDAS EN LOS DECRETOS NÚMEROS 292 Y 184, PARA EL MUNICIPIO DE SAN PEDRO GARZA GARCÍA, NUEVO LEÓN, PUBLICADOS EN EL PERIÓDICO OFICIAL DE LA ENTIDAD FEDERATIVA EL 30 DE DICIEMBRE DE 2002 Y EL 31 DE DICIEMBRE DE 2004, RESPECTIVAMENTE, TRANSGREDEN EL PRINCIPIO DE LEGALIDAD TRIBUTARIA”. En relación con lo anterior, insiste que en la ejecutoria de la que derivó esa jurisprudencia, se acredita que la Suprema Corte determinó tajantemente, en criterio firme y obligatorio, que aun y cuando en un artículo de un reglamento se establezca la clasificación de lo que debe entenderse por un determinado elemento o categoría para efecto de calcular el valor catastral, ello sigue contraviniendo el principio de legalidad tributaria, ya que al tratarse de un elemento que incide en la Amparo en Revisión 569/2015 [15] base del impuesto, su regulación requiere encontrarse necesariamente, en una ley formal y material para cumplir con las exigencias del principio de legalidad tributaria, de ahí que en el caso las Tablas reclamadas violen dicho principio y, por tanto, se deba conceder el amparo ante la violación aducida. 3. El Decreto 24194/LX/12 que contiene las Tablas de Valores Unitarios de Suelo y Construcciones de Guadalajara, Jalisco, y el artículo 26, primer párrafo y la Tabla número 1 de la Ley de Ingresos del Municipio de Guadalajara, Jalisco, en relación con los diversos 114, fracción I y 115 de la Ley de Hacienda Municipal son inconstitucionales por violar el principio de legalidad tributaria, porque de su lectura se advierte que los valores de construcción fueron determinados por tipo, estado de conservación y calidad, esto es, los únicos elementos que fueron tomados en cuenta para la determinación de los valores unitarios de construcción fueron tres: a) edad, b) estado de conservación y c) calidad en la mano de obra y acabados, pero no se alude a la “vida útil”, de ahí la inconstitucionalidad aducida. Que para sustentar lo anterior, es necesaria la lectura de los artículos 54 y 58 de la Ley de Catastro Municipal del Estado de Jalisco, de los que se desprende que para la determinación de los valores unitarios de construcción se tomarán en cuenta todos y cada uno de los siguientes elementos: 1. Edad (tipo: moderno, semi moderno, antiguo, provisional, etcétera); 2. Vida útil; 3. Estructura y estado de conservación (bueno, regular, malo); y, 4. Materiales empleados en la edificación, calidad en la mano de obra y acabados (lujo, superior, media, económica, austera), lo que se corrobora con el Reglamento Interior del Consejo Técnico Catastral del Municipio de Guadalajara, Jalisco, cuyo artículo 10, fracción III, dispone que, para Amparo en Revisión 569/2015 [16] el estudio, revisión y evaluación de los proyectos de nuevos valores unitarios de suelo, el Consejo Técnico Catastral Municipal actuará con base en la Ley y además, analizará toda clase de datos estadísticos, poblacionales, socioeconómicos, de infraestructura y equipamiento urbano, a fin de proceder a un cálculo más objetivo y preciso de los valores unitarios. Que no obstante lo anterior, la Legislatura del Estado de Jalisco para la determinación de los valores unitarios de suelo urbano, únicamente tomó en cuenta tres elementos o características cualitativas, esto es, la edad, estado de conservación y calidad, que si bien pueden influir en los valores de mercado o reales del bien, también lo es que no son todos y cada uno de los elementos o características que el legislador dispuso y que debieron tomarse en cuenta en el decreto de referencia, pues influyen en los valores de mercado otros conceptos, como lo es el de la vida útil de la construcción. SEXTO. Sobreseimiento en el juicio. Esta Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, con fundamento en el artículo 62 de la Ley de Amparo, determina de oficio, que debe sobreseerse en el juicio por lo que hace al artículo 26, primer párrafo de la Ley de Ingresos del Municipio de Guadalajara, Jalisco, para el ejercicio fiscal 2014, por configurarse la causa de improcedencia del juicio prevista en la fracción XXIII del artículo 61, en relación con el diverso 108, fracción VIII de la citada Ley, la que se procede a estudiar, sin que por tal motivo tengan que devolverse los autos del juicio al Tribunal Colegiado, en atención al principio de celeridad en la impartición de justicia, con base en el cual este Órgano Jurisdiccional se ocupa de resolver el asunto de manera integral, respetando con ello los principios de justicia pronta y expedita consignados en el artículo 17 de la Constitución Federal. Amparo en Revisión 569/2015 [17] En relación con lo anterior, es aplicable la jurisprudencia P./J. 122/99, del Pleno de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, que es del tenor siguiente: “IMPROCEDENCIA. ESTUDIO OFICIOSO EN EL RECURSO DE REVISIÓN DE MOTIVOS DIVERSOS A LOS ANALIZADOS EN LA SENTENCIA COMBATIDA. Es cierto que las consideraciones expuestas en la sentencia recurrida, que no son impugnadas en vía de agravio por el recurrente a quien perjudican, deben tenerse firmes para seguir rigiendo en lo conducente al fallo, pero esto no opera en cuanto a la procedencia del juicio de amparo, cuando se advierte la existencia de una causa de improcedencia diferente a la que el juzgador de primer grado estimó actualizada o desestimó o, incluso, de un motivo diferente de los apreciados en relación con una misma causa de improcedencia, pues en este caso, el tribunal revisor debe emprender su estudio de oficio, ya que sobre el particular sigue vigente el principio de que siendo la procedencia de la acción constitucional de orden público, su análisis debe efectuarse sin importar que las partes la aleguen o no, y en cualquier instancia en que el juicio se encuentre, de conformidad con lo dispuesto en el último párrafo del artículo 73 de la Ley de Amparo. Este aserto encuentra plena correspondencia en el artículo 91 de la legislación de la materia, que establece las reglas para resolver el recurso de revisión, entre las que se encuentran, según su fracción III, la de estudiar la causa de improcedencia expuesta por el Juez de Distrito y, de estimarla infundada, confirmar el sobreseimiento si apareciere probado otro motivo legal, lo que patentiza que la procedencia puede examinarse bajo supuestos diversos que no sólo involucran a las hipótesis legales apreciadas por el juzgador de primer grado, sino también a los motivos susceptibles de actualizar esas hipótesis, lo que en realidad implica que, a pesar de que el juzgador haya tenido por actualizada o desestimado determinada improcedencia, bien puede abordarse su estudio bajo un matiz distinto que sea generado por diversa causa constitucional, legal o jurisprudencial, o aun ante la misma causa por diverso motivo, pues no puede perderse de vista que las causas de improcedencia pueden actualizarse por diversos motivos, por lo que si el inferior estudió sólo alguna de ellas, es dable e incluso obligatorio que se aborden por el revisor, pues al respecto, no existe pronunciamiento que pueda tenerse firme”. (Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Pleno, jurisprudencia, tomo X, noviembre de 1999, tesis P./J. 122/99, página 28, número de registro IUS: 192902). Amparo en Revisión 569/2015 [18] Ahora bien, los artículos 61, fracción XXIII y 108, fracción VIII de la Ley de Amparo, establecen lo siguiente: “Artículo 61. El juicio de amparo es improcedente: (…). XXIII. En los demás casos en que la improcedencia resulte de alguna disposición de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, o de esta Ley”. “Artículo 108. La demanda de amparo indirecto deberá formularse por escrito o por medios electrónicos en los casos que la ley lo autorice, en la que se expresará: (…). VIII. Los conceptos de violación”. Los artículos transcritos prevén que el juicio de amparo es improcedente en los distintos supuestos que enumera el artículo 61 referido, así como en los demás casos en que la improcedencia resulte de alguna disposición constitucional o de la propia Ley de Amparo; y que entre los requisitos de la demanda de amparo está, entre otros, la formulación de conceptos de violación. Por otro lado, de la lectura integral a la demanda que corre agregada a fojas dos a cincuenta y nueve del expediente de amparo, se desprende que la parte quejosa si bien, señaló como acto reclamado el artículo 26, primer párrafo de la Ley de Ingresos del Municipio de Guadalajara, Jalisco, para el ejercicio fiscal 2014, también lo es que esa disposición no la reclamó por vicios propios, ya que no expresó conceptos de violación específicos en su contra, lo que claramente se confirma con la síntesis que, de los conceptos de violación, se formuló en el considerando quinto de esta ejecutoria. Por tanto, procede sobreseer en el presente juicio de conformidad con el artículo 63, fracción V, en relación con los diversos 61, fracción XXIII y 108, fracción VIII de la Ley de Amparo, por lo que se refiere al artículo 26, primer párrafo de la Ley de Ingresos del Amparo en Revisión 569/2015 [19] Municipio de Guadalajara, Jalisco, para el ejercicio fiscal 2014, ya que en su contra no se expresaron conceptos de violación. En relación con lo anterior, resultan aplicables en lo conducente los criterios que a continuación se reproducen: “CONCEPTOS DE VIOLACION, FALTA DE. DEBE SOBRESEERSE EL AMPARO Y NO NEGARSE. Si se omite en la demanda de amparo expresar los conceptos de violación o sólo se combate el acto reclamado diciendo que es incorrecto, infundado, inmotivado, que no se cumplieron las formalidades del procedimiento u otras expresiones semejantes, pero sin razonar porque se considera así, tales afirmaciones, tan generales e imprecisas, no constituyen la expresión de conceptos de violación requerida por la fracción VII del artículo 166 de la Ley de Amparo, y la Suprema Corte no puede analizar el acto de autoridad combatido, lo cual determina la improcedencia del juicio, de conformidad con la fracción XVIII del artículo 73, en relación con el 166, fracción VII, de la Ley de Amparo, y con apoyo en el artículo 74, fracción III, de dicha ley, debe sobreseerse el juicio y no negarse el amparo”. (Semanario Judicial de la Federación, Octava Época, Segunda Sala, tipo de tesis: aislada, tomo IV, primera parte, julio-diciembre de 1989, página 171, número de registro IUS: 206488). “CONCEPTOS DE VIOLACION. NO EXPRESADOS, DEBE SOBRESEERSE EL AMPARO Y NO NEGARSE. Que el particular quejoso no exprese en la demanda ningún concepto de violación enderezado a impugnar el procedimiento que reclama, es causa de improcedencia al no ser posible, jurídicamente, hacer el examen de la constitucionalidad de dicho acto en caso de que el promovente sea un particular, en que el asunto es de estricto derecho; por ello se debe sobreseer el juicio y no pronunciar sentencia negando el amparo”. (Semanario Judicial de la Federación, Séptima Época, Segunda Sala, tipo de tesis: aislada, volumen 91-96, tercera parte, página 63, número de registro IUS: 238238). SÉPTIMO. Estudio. Los conceptos de violación referidos son en parte infundados y por otra, fundados, por las siguientes razones: En efecto, es infundado el primer concepto de violación en el cual la quejosa argumenta que los artículos 112, 113, 114, 115, 116, Amparo en Revisión 569/2015 [20] 117 y 121 de la Ley de Hacienda Municipal del Estado de Jalisco publicada en el Decreto “11558” y los distintos Decretos que la reformaron, específicamente el diverso “16912”, que regulan el impuesto sobre transmisiones patrimoniales, es un acto viciado desde su creación, en virtud de que ninguno de esos Decretos satisfizo uno de los requisitos para la formación del acto legislativo, como lo es el refrendo del Secretario de Finanzas del Estado de Jalisco, hoy Secretario de Planeación, Administración y Finanzas; en otras palabras, las normas reclamadas son inconstitucionales porque los Decretos que las contienen no debieron ser refrendados únicamente por el Secretario General de Gobierno, sino también por el Secretario de Finanzas al corresponder a un asunto de su ramo y en estricta aplicación de lo dispuesto en el artículo 46 de la Constitución Política del Estado de Jalisco que prevé como requisito de validez que todas las disposiciones que el Gobernador del Estado emita en uso de sus facultades, deberán estar firmadas por el secretario de despacho a que el asunto corresponda y que sin este requisito no serán obedecidas. Lo anterior es así, porque esta Segunda Sala al resolver el amparo en revisión **********3, en sesión de once de febrero de dos mil quince, determinó que el artículo 46 de la Constitución Política del Estado de Jalisco, no puede servir como fundamento para afirmar que todas las leyes emitidas por la legislatura de esa Entidad, deben ser refrendadas por el Secretario General de Gobierno y por el secretario del despacho del ramo correspondiente, toda vez que el acto de refrendo corresponde únicamente al primero de los nombrados, lo que tiene sustento en el artículo 50 de la propia Constitución local, y en los diversos 11, fracción III y 13 de la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo del Estado de Jalisco, así como 1 y 4 del Reglamento Interior de la Secretaría General de Gobierno del Estado de Jalisco. 3 Bajo la Ponencia de la Ministra Margarita Beatriz Luna Ramos, por unanimidad de 4 votos, con salvedades del Ministro Alberto Pérez Dayán. Amparo en Revisión 569/2015 [21] Al respecto, el Decreto “11558”, en el segmento conducente, es del tenor siguiente: Decreto 11558 “Enrique Álvarez del Castillo, Gobernador Constitucional del Estado Libre y Soberano de Jalisco, a los habitantes del mismo hago saber; Que por la Secretaría del H. Congreso del Estado se me ha comunicado el siguiente: DECRETO Número 11558: El Congreso del Estado decreta: LEY DE HACIENDA MUNICIPAL DEL ESTADO DE JALISCO (…). Por tanto, mando se imprima, publique, circule y se le dé el debido cumplimiento. Dado en Palacio del Poder Ejecutivo del Estado, a los diecinueve días del mes de marzo de mil novecientos ochenta y cuatro. El Gobernador Constitucional del Estado Lic. Enrique Álvarez del Castillo El Secretario General de Gobierno Lic. Eugenio Ruiz Orozco”. Cabe agregar que el resto de Decretos combatidos presenta la misma redacción, con la consecuente modificación por lo que hace al nombre de los funcionarios que los suscribieron. Ahora bien, en el precedente ya indicado, esta Segunda Sala formuló las siguientes consideraciones por lo que toca al problema jurídico que se analiza, las cuales son del tenor siguiente: “(…). SEXTO. Acorde al considerando precedente, debe analizarse el Decreto 21804 que contiene la Ley del Agua del Estado de Jalisco y sus Municipios, únicamente por lo que hace al artículo 99, así como del Decreto 24364 publicado en el Periódico Oficial del Estado de Jalisco el veintidós de diciembre de dos mil doce, que contiene la Ley de Ingresos del Municipio de Puerto Vallarta, Jalisco, específicamente el artículo 62, pues además de que dicho Decreto fue el impugnado, es el que efectivamente se aplicó. Amparo en Revisión 569/2015 Antes de dar respuesta a los agravios debe conocerse su texto, a saber: Decreto 21804 (Se transcribe). Decreto 24364 (Se transcribe). Como puede advertirse, el Congreso de esa entidad federativa emitió los Decretos en comento los cuales establecen que los derechos por el abastecimiento del agua potable, drenaje, alcantarillado, tratamiento y disposición final de aguas residuales deben pagarse conforme a las cuotas y tarifas aprobadas por los Consejos Tarifarios Municipales u organismos operadores, las cuales comprenderán todos los servicios y usos referidos en la Ley del Agua para el Estado de Jalisco y sus Municipios. Como previamente se había expuesto, la quejosa ahora recurrente esgrime que tomando en consideración que dichos Decretos fueron refrendados sólo por el Secretario General de Gobierno y no por el Secretario de despacho que correspondía, resultan inconstitucionales, pues el artículo 46 de la Constitución Política del Estado de Jalisco exige que las disposiciones que emita el Gobernador del Estado deben estar firmadas por el Secretario de despacho a que el asunto corresponda; por ende, señala la inconforme, no son aplicables las jurisprudencias en las que se apoyó el Juez de Distrito de rubros: ‘REFRENDO DE LOS DECRETOS PROMULGATORIOS. CORRESPONDE ÚNICAMENTE AL SECRETARIO DE GOBERNACIÓN EL DE LAS LEYES APROBADAS POR EL CONGRESO DE LA UNIÓN’ y ‘REFRENDO DE LOS DECRETOS PROMULGATORIOS DE LAS LEYES. EL ARTÍCULO 13 DE LA LEY ORGÁNICA DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA FEDERAL NO VIOLA EL ARTÍCULO 92 CONSTITUCIONAL’, y sí lo es el criterio sostenido por la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la jurisprudencia de rubro: ‘REFRENDO DE LOS DECRETOS PROMULGATORIOS DEL TITULAR DEL EJECUTIVO DEL ESTADO DE QUERÉTARO. CORRESPONDE AL SECRETARIO DE GOBIERNO Y AL SECRETARIO DEL RAMO RELATIVO’, así como la tesis de la Primera Sala de ese Alto Tribunal de rubro: ‘REFRENDO DE LOS DECRETOS PROMULGATORIOS DEL GOBERNADOR DEL ESTADO DE ZACATECAS, PARA LA OBSERVANCIA Y VALIDEZ DE LEYES, DECRETOS, REGLAMENTOS Y DEMÁS DISPOSICIONES GENERALES, CORRESPONDE AL SECRETARIO GENERAL DE GOBIERNO Y AL TITULAR DEL RAMO A QUE EL ASUNTO CORRESPONDA’. En este sentido, afirma la recurrente, el Secretario de Finanzas y el de Desarrollo Urbano debían haber refrendado los Decretos impugnados y al no haberlo hecho, transgreden los derechos de legalidad y seguridad jurídicos contenidos en los artículos 14 y 16 constitucionales. [22] Amparo en Revisión 569/2015 Como punto de partida debe precisarse que si bien pueden resultar orientadores para la Segunda Sala, los criterios emitidos por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, lo cierto es que no son obligatorios, motivo por el cual su existencia no puede sustentar la revocación de la sentencia sujeta a revisión, máxime si como en el caso, la tesis citada por la recurrente alude a Decretos de una entidad federativa distinta a la problemática que ahora se presenta y a supuestos diferentes. Asimismo, debe ponderarse que la jurisprudencia de la Segunda Sala citada en el escrito de agravios como aplicable, fue emitida con una integración diferente de los Ministros integrantes de dicho órgano jurisdiccional, motivo por el cual puede determinarse no idónea para resolver el presente recurso, o bien en una reflexión diferente, abandonarse el criterio ahí sostenido, pese a que el criterio haya sido reiterado en diversos asuntos. Aclarado ese aspecto resulta indispensable señalar que en la jurisprudencia 95/2011, la Segunda Sala de este Alto Tribunal sostuvo: ‘REFRENDO DE LOS DECRETOS PROMULGATORIOS DEL TITULAR DEL EJECUTIVO DEL ESTADO DE QUINTANA ROO. CORRESPONDE AL SECRETARIO DE GOBIERNO Y AL FUNCIONARIO DEL RAMO RELATIVO’. (Se transcribe). De la ejecutoria relativa se advierte que la decisión se sustentó básicamente en el análisis de los siguientes artículos: (Se transcribe). Del estudio de esas normas jurídicas se arribó a la conclusión de que tanto las leyes y decretos expedidos por la Legislatura del Estado de Quintana Roo, como los decretos, reglamentos y acuerdos de carácter general expedidos por el titular del Ejecutivo de dicha entidad federativa, debían ser refrendados por el secretario de Gobierno y por el encargado del ramo al que el asunto correspondiera para ser obligatorios; por ende, si el artículo 91, fracción II y 93 de la Constitución Política del Estado de Quintana Roo, disponía que el gobernador del Estado tenía, entre otras facultades, la de publicar las leyes y decretos que expidiera la Legislatura Estatal, función ésta que llevaba a cabo a través de la realización de uno de los actos señalados en el artículo 93 del citado ordenamiento, a saber, la emisión de un decreto mediante el cual ese alto funcionario ordenara la publicación de la ley o decreto que le enviara la Legislatura del Estado; luego, los decretos mediante los cuales el titular del Poder Ejecutivo del Estado de Quintana Roo disponía la publicación de leyes o decretos expedidos por la legislatura de dicha entidad federativa, constituían actos de los comprendidos en el artículo 93 en cita, pues al utilizar este precepto la locución: "Toda ley o decreto será refrendada por el secretario de Gobierno y por el funcionario del ramo relativo.", era incuestionable que su texto literal no dejaba lugar a dudas [23] Amparo en Revisión 569/2015 acerca de que también a dichos decretos promulgatorios, en cuanto actos del gobernador, era aplicable el requisito de validez previsto en el referido precepto, a saber, que para ser obedecidos debían estar firmados o refrendados por el secretario de Gobierno y por el funcionario del ramo relativo al que el asunto o materia del decreto correspondía. La jurisprudencia en cuestión fue aplicada también por la Segunda Sala al resolver los amparos en revisión **********, ********** y ********** referentes a ordenamientos legales del Estado de Querétaro, resaltando que también en esta entidad federativa se señalaba en la Constitución local y en la Ley Orgánica de la Administración Pública estatal, de manera expresa, que todos los decretos promulgatorios del Gobernador del Estado de Querétaro se encuentran comprendidos dentro de la obligación constitucional local de ser ‘firmados por el Secretario de Gobierno y por el secretario o secretarios del ramo que correspondan’. Con base en esas consideraciones es que la ahora recurrente sostiene que debe concederse la protección constitucional solicitada, pues afirma que la Constitución Política del Estado de Jalisco, en su artículo 46, establece la ineludible obligación de que las leyes deben estar refrendadas por el Secretario competente en la materia y sin ese requisito no deben ser obedecidas, pues todas las disposiciones mediante las cuales el titular del Poder Ejecutivo del Estado de Jalisco manda a la promulgación de leyes o decretos expedidos por la Legislatura de dicha entidad federativa, constituyen actos comprendidos en el referido artículo 46, pues su texto literal no deja lugar a dudas. En las relatadas condiciones, señala, a diferencia del ámbito federal en que el refrendo por parte del Secretario de despacho a que el asunto corresponda se exige para reglamentos, decretos, acuerdos y órdenes del Presidente de la República, en el caso de Jalisco se extiende a las leyes o decretos expedidos por la Legislatura estatal. A fin de verificar si es o no correcta esa afirmación, es indispensable atender al texto del referido artículo 46 de la Constitución Política del Estado de Jalisco y de los preceptos legales relacionados, a saber: CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL ESTADO DE JALISCO REFORMADO, P.O. 28 DE ABRIL DE 1997) ‘Artículo 46’. (Se transcribe). De esa transcripción se aprecia, de manera opuesta a lo que afirma la recurrente, que no se establece de manera literal que no deje lugar a dudas, que las leyes o decretos que emita tanto el titular del Poder Ejecutivo como la legislatura estatal, deban ser refrendadas por el secretario del despacho del ramo que se les encomiende. En efecto, lo único que señala ese precepto constitucional es que las disposiciones que el Gobernador del Estado emita en uso de sus facultades deberán estar firmadas por el secretario de [24] Amparo en Revisión 569/2015 despacho a que el asunto corresponda, y sin este requisito no serán obedecidas. En esa tesitura, el referido artículo 46 de la Constitución Política del Estado de Jalisco no puede servir como fundamento para la determinación tocante a que todas las leyes emitidas por la Legislatura de dicha entidad federativa, deben estar refrendadas no sólo por el Secretario General de Gobierno, sino también por el Secretario del despacho del ramo correspondiente; por tanto, resultan infundados los argumentos expresados en lo particular en el escrito de agravios. Aunado a esa precisión, resulta conveniente enfatizar que la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo del Estado de Jalisco dispone que las Secretarías tienen dentro de sus atribuciones refrendar reglamentos, decretos y acuerdos emitidos por el Gobernador del Estado, pero la Secretaría General de Gobierno tiene obligación de refrendar todas las leyes, decretos, reglamentos y demás disposiciones que el Gobernador promulgue o expida para que sean obligatorias, requisito sin el cual no pueden surtir efecto legal, tal como se aprecia del artículo 11, que establece: ‘Artículo 11’. (Se transcribe). Además, el artículo 13 de ese ordenamiento legal prevé de manera literal que corresponde al Secretario General de Gobierno refrendar las leyes y decretos del Congreso del Estado, como se demuestra de su texto, a saber: ‘Artículo 13’. (Se transcribe). En este sentido es innegable que en términos de la legislación del Estado de Jalisco, corresponde únicamente al Secretario General de Gobierno refrendar los decretos promulgatorios de las leyes o decretos expedidos por el Congreso de esa entidad federativa, tal como en la especie sucedió. Encuentra sustento a dicha afirmación lo previsto en los artículos 1° y 4 del Reglamento Interior de la Secretaría General de Gobierno que sobre el particular señala: ‘Artículo 1’. (Se transcribe). (REFORMADO, P.O. 4 DE SEPTIEMBRE DE 2010) ‘Artículo 4’. (Se transcribe). De esa transcripción se aprecia que las atribuciones conferidas al Secretario General de Gobierno del Estado de Jalisco son las que expresamente están señaladas en la Constitución local y en la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo del Estado de Jalisco dentro de las cuales se encuentra la citada con antelación, es decir, la de refrendar las leyes y decretos del Congreso del Estado. En las relatadas condiciones, si conforme lo previsto en el artículo 50 de la Constitución local, el Gobernador del Estado tiene dentro de sus facultades la de promulgar, ejecutar y hacer que se ejecuten las leyes y hacer observaciones a éstas; y, la ley orgánica a la que se ha venido haciendo referencia establece de manera expresa que corresponde al Secretario General de Gobierno refrendar las leyes [25] Amparo en Revisión 569/2015 y decretos del Congreso del Estado; resulta indudable que no puede sostenerse que las leyes emitidas por la legislatura estatal, para ser obligatorias, deban indefectiblemente estar refrendadas por el secretario del despacho que corresponda al ramo, pues esta última obligación sólo está referida a las disposiciones que emita el Gobernador del Estado, y no a los actos del Congreso. En otras palabras, las órdenes que dicte el Gobernador del Estado de Jalisco para la promulgación de las leyes y decretos que expida la legislatura estatal, requieren para su obligatoriedad de la firma del Gobernador del Estado y del refrendo del Secretario General de Gobierno. En efecto, de la lectura integral de los Decretos impugnados se aprecia que constan de dos partes fundamentales: la primera, que se limita a establecer por parte del Gobernador del Estado de Jalisco, que el Congreso de la entidad le dirigió un decreto por el que se reformaron, adicionaron y derogaron diversos artículos de la Ley de Ingresos del Municipio de Puerto Vallarta Jalisco para el ejercicio fiscal de dos mil trece y de la Ley del Agua del Estado de Jalisco y sus Municipios, y la segunda parte, a ordenar su publicación. Dichos Decretos promulgatorios se encuentran firmados por el Gobernador y por el Secretario General de Gobierno, ambos del Estado de Jalisco. Esta precisión pone de manifiesto que la materia de estos Decretos promulgatorios está constituida en rigor por la orden del titular del Poder Ejecutivo para que se publique o dé a conocer los Decretos que le dirigió el Congreso de la entidad; de ahí que conforme a las disposiciones de la Constitución local mencionadas, para su obligatoriedad se requiere, además de la firma del Gobernador del Estado, la del Secretario General de Gobierno, pues por identidad de razones, resulta particularmente aplicable al caso la jurisprudencia visible en el Semanario Judicial de la Federación, Tomo I, Primera Parte-1, enero a junio de 1988, página 160, IUS: 206091, Octava Época, emitida por el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que enseguida se reproduce: ‘REFRENDO DE LOS DECRETOS PROMULGATORIOS. CORRESPONDE ÚNICAMENTE AL SECRETARIO DE GOBERNACIÓN EL DE LAS LEYES APROBADAS POR EL CONGRESO DE LA UNIÓN’. (Se transcribe). El análisis del criterio reproducido conduce a sostener lo siguiente: El Presidente de la República (que para los efectos que se analizan se equipara al Gobernador del Estado) tiene como facultad y obligación promulgar y ejecutar las leyes que expida el Congreso de la Unión (que en la especie se equipara a la legislatura estatal). Esa función la lleva a cabo ordenando la publicación de la ley o decreto que le envía el Congreso de la Unión. La materia del decreto promulgatorio se constituye por la orden del Presidente de la República para que se publique o dé a conocer la ley o decreto para su debida observancia, por lo que no puede [26] Amparo en Revisión 569/2015 afirmarse que se rija por la materia de la ley o decreto aprobado por el Congreso de la Unión. Si la materia del decreto promulgatorio no se constituye por la materia de la ley, sólo requiere para su validez de la firma del Secretario de Gobernación (que se equipara en la especie al Secretario General de Gobierno) cuyo ramo administrativo resulta afectado por dicha orden de publicación, toda vez que es el acto que emana de la voluntad del titular del Ejecutivo y, por ende, el que debe ser refrendado. No debe exigirse además, la firma del secretario o secretarios de estado a quienes corresponda la materia de la ley o decreto que se promulgue o publique (se equiparan a los secretarios del despacho del ramo a que corresponda) porque implicaría refrendar un acto que ya no proviene del órgano ejecutivo, sino del legislativo. Es corolario de lo anterior, que si en términos del artículo 46 de la Constitución Política del Estado de Jalisco se faculta y obliga a los secretarios del despacho a que el asunto corresponda, a refrendar sólo las disposiciones del Gobernador del Estado y no los decretos o leyes expedidos por la legislatura estatal, atribución que sí se otorga en forma expresa al Secretario General de Gobierno, conforme lo previsto en la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo del Estado de Jalisco; resulta innegable que los Decretos 24364 y 21804 emitidos por el Congreso del Estado de Jalisco que se impugnan que contienen respectivamente la Ley de Ingresos del Municipio de Puerto Vallarta Jalisco (artículo 62) y la Ley del Agua del Estado de Jalisco y sus Municipios (artículo 99), que como puede corroborarse se encuentran firmados por el Gobernador del Estado y por el Secretario General de Gobierno, respetan los derechos fundamentales que la recurrente estima violados. Lo anterior pues además, la materia del decreto promulgatorio se constituye por la orden del Gobernador para que se publique la ley para su debida observancia, mas no por las materias de los decretos aprobados por la legislatura estatal; de ahí que para su validez requiera sólo de la firma del Secretario General de Gobierno y no la del o los secretarios del despacho de la materia respectiva. En esas condiciones, son infundados los agravios que se expresan en el escrito de revisión en cuanto sostienen que fue incompleto el proceso legislativo del que surgieron los decretos que se combaten, pues se insiste, si bien el artículo 46 de la Constitución Política del Estado de Jalisco señala que todas las disposiciones que el Gobernador emita en uso de sus facultades deben estar firmadas por el secretario de despacho, las leyes contenidas en los Decretos reclamados se emitieron por el Poder Legislativo y no por el Ejecutivo estatal; y si el refrendo referido opera para las disposiciones que emita el Gobernador en uso de sus facultades, en la especie no era obligatorio el refrendo por parte del secretario del ramo, ya que fueron aprobadas y emitidas por el Congreso, acorde a lo previsto en el artículo 35, fracción I, de la Constitución [27] Amparo en Revisión 569/2015 [28] Política del Estado de Jalisco y el diverso numeral 109 de la Constitución Federal, consecuentemente no requería el refrendo de mérito, sino el del Secretario General de Gobierno, de conformidad con lo establecido en el artículo 30 de la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo del Estado de Jalisco. (…)”. De la transcripción que antecede se desprende con claridad que esta Segunda Sala consideró que, si conforme a lo previsto en el artículo 50 de la Constitución local, el Gobernador del Estado tiene dentro de sus facultades las de promulgar, ejecutar y hacer que se ejecuten las leyes y hacer observaciones a éstas; y, la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo del Estado de Jalisco establece de manera expresa que corresponde al Secretario General de Gobierno refrendar las leyes y decretos del Congreso del Estado, resulta indudable que no puede sostenerse que las leyes emitidas por la legislatura estatal, para ser obligatorias, deban indefectiblemente estar refrendadas por el secretario del despacho que corresponda al ramo, pues esta última obligación sólo está referida a las disposiciones que emita el Gobernador del Estado, y no a los actos del Congreso. No es óbice a lo antedicho, el criterio que invoca la quejosa en apoyo de sus argumentos, emitido por la Primera Sala en la tesis de rubro: “REFRENDO DE LOS DECRETOS PROMULGATORIOS DEL GOBERNADOR DEL ESTADO OBSERVANCIA Y VALIDEZ REGLAMENTOS Y DEMÁS DE DE ZACATECAS. PARA LA LEYES, DECRETOS, DISPOSICIONES GENERALES, CORRESPONDE AL SECRETARIO GENERAL DE GOBIERNO Y AL TITULAR DEL RAMO A QUE EL ASUNTO CORRESPONDA.”4 Esto porque esa tesis no obliga a este Órgano Colegiado pero, sobre todo, porque en relación con el problema jurídico específico, 4 Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Décima Época, Primera Sala, tipo de tesis: aislada, libro V, febrero de 2012, tomo 1, tesis 1a. VI/2012 (10a.), página 661, número de registro IUS: 2000271. Amparo en Revisión 569/2015 [29] existe criterio de esta Sala que se refiere a la interpretación de la legislación del Estado de Jalisco en materia de refrendo. Por tanto, el concepto de violación de que se trata resulta infundado, porque contrariamente a lo que aduce la quejosa, los Decretos combatidos no adolecen del vicio formal que les atribuye, por lo que ha lugar a negar el amparo respecto de la Ley de Hacienda Municipal del Estado de Jalisco, publicada mediante Decreto 11558, así como todos los Decretos reformatorios de ésta (14131, 14235, 14568, 15029, 15311, 15315, 15463, 16138, 16912, 16975 y 17824), en lo que hace a los artículos 112, 113, 114, 115, 116, 117 y 121 de dicho ordenamiento que regulan el impuesto sobre transmisiones patrimoniales. Cabe agregar que el criterio referido, fue reiterado por esta Segunda Sala al resolver el diverso amparo en revisión **********5, en sesión de cinco de agosto de dos mil quince. En cambio, es fundado el segundo de los conceptos de violación en el que se aduce que el Decreto 24194/LX/12 que contiene las Tablas de Valores Unitarios de Suelo y Construcciones de Guadalajara, Jalisco, y el artículo 26, primer párrafo y la Tabla número 1 de la Ley de Ingresos del Municipio de Guadalajara, Jalisco, viola el principio de legalidad tributaria porque no prevén los elementos para calcular la base del impuesto sobre transmisión patrimonial; es decir, las Tablas definen lo que debe entenderse por tipo de construcción moderno, semi moderno y austero, según los años de edad de la construcción; también se define lo que es el estado de conservación, bueno, regular y malo, según lo que ahí se precisa; sin embargo, en cuanto a la clasificación de la calidad de la construcción (lujo, superior, 5 Bajo la ponencia de la Ministra Margarita Beatriz Luna Ramos, por unanimidad de votos. Amparo en Revisión 569/2015 [30] media, económica y austera), en ninguna parte de las Tablas de Valores Unitarios se especifican los parámetros que se deben tomar en consideración para clasificar un determinado inmueble según su calidad, lo que genera incertidumbre e inseguridad jurídica al contribuyente. Los actos reclamados en la demanda de garantías que refiere la quejosa en su concepto de violación, son del tenor siguiente: Decreto 24194/LX/12 que contiene la aprobación de las Tablas de Valores Unitarios de Suelo y Construcción del Municipio de Guadalajara, Jalisco para el ejercicio fiscal de 2013, aplicables para el ejercicio fiscal 2014. (Tabla) ********** Decreto número 24714/LX/13, que contiene la Ley de Ingresos del Municipio de Guadalajara, Jalisco, para su ejercicio fiscal 2014 “CAPÍTULO II Impuestos sobre la producción, el consumo y transacciones SECCIÓN PRIMERA Del impuesto sobre transmisiones patrimoniales Artículo 26. Este impuesto se causará y pagará, de conformidad con lo previsto en el capítulo correspondiente de la Ley de Hacienda Municipal del Estado de Jalisco, aplicando la siguiente: Tabla N° 1 Límite inferior Límite superior Cuota fija Tasa marginal sobre excedente límite inferior $0.01 $373,658.00 $0.00 2.50% $373,658.01 $622,763.00 $7,473.16 2.55% $622,763.01 $1'245,525.00 $12,579.81 2.60% $1'245,525.01 $1'868,290.00 $25,657.81 2.65% $1'868,290.01 $2'491,050.00 $39,047.26 2.70% $2'491,050.01 $3'113,815.00 $52,747.98 2.80% $3'113,815.01 $3'736,575.00 $67,071.58 2.90% $3'736,575.01 En adelante $82,017.82 3.00% Amparo en Revisión 569/2015 [31] (…)”. El concepto de violación de que se trata es fundado, porque esta Segunda Sala al resolver el amparo en revisión **********6, en sesión de cinco de agosto de dos mil quince, analizó la misma problemática jurídica y determinó que las Tablas de Valores Unitarios reclamadas violan el principio de legalidad tributaria porque el criterio para clasificar los tipos de construcción, atendiendo a su calidad de: lujo, superior, media o económica, no se encuentra establecido en las Tablas reclamadas. Para evidenciar lo anterior, es necesario reproducir lo considerado por esta Sala, en el precedente referido, en el que se sostuvo lo siguiente: “(…). SEXTO. En el agravio segundo el recurrente esgrime que nunca se quejó de que no se haya contemplado un procedimiento de creación y elaboración de las tablas unitarias de construcciones, sino que reclamó la falta de definición en éstas y en cualquier otro ordenamiento legal, de las clasificaciones de calidad a) Lujo, b) Superior, c) Media, d) Económica y e) Austera, lo que evidencia una violación al principio de legalidad que exige que todos los elementos de la contribución se encuentren establecidos en una ley en sentido formal y material, sin que obste, afirma, que el artículo 21 del Reglamento de la Ley de Catastro Municipal del Estado de Jalisco establezca los criterios para clasificar las construcciones según su calidad, pues la segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ya se ha pronunciado en el sentido de que por tratarse de un elemento que incide en la base del impuesto, su regulación requiere encontrarse en una ley formal y material para cumplir con el principio tributario de mérito. Para resolver ese planteamiento, es necesario precisar en primer término en qué consiste el principio que se estima vulnerado. El artículo 31, fracción IV de la Constitución Federal, establece que es obligación de los mexicanos, contribuir al gasto público de la manera proporcional y equitativa que dispongan las leyes. Por su parte, la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha expresado el contenido y alcance del principio de legalidad tributaria, entre otras, en las jurisprudencias, cuyos rubros 6 Bajo la Ponencia de la Ministra Margarita Beatriz Luna Ramos, por unanimidad de votos. Amparo en Revisión 569/2015 establecen: ‘IMPUESTOS, ELEMENTOS ESENCIALES DE LOS. DEBEN ESTAR CONSIGNADOS EXPRESAMENTE EN LA LEY.’ e ‘IMPUESTOS, PRINCIPIO DE LEGALIDAD QUE EN MATERIA DE, CONSAGRA LA CONSTITUCIÓN FEDERAL’. De acuerdo con las consideraciones plasmadas en esos criterios, el respeto a la garantía de legalidad tributaria exige que la carga impositiva esté prevista en una ley, por las siguientes razones: - Para evitar que quede margen para la arbitrariedad de las autoridades exactoras, en la fijación del tributo, quienes sólo deberán aplicar las disposiciones generales de observancia obligatoria dictadas antes de cada caso concreto. - Para evitar el cobro de impuestos imprevisibles. - Para evitar el cobro de impuestos a título particular. - Para que el particular pueda, en todo momento, conocer la forma cierta de contribuir al gasto público, al ser el legislador y no otro órgano quien precise los elementos del tributo. Como ya se había hecho mención, el impuesto sobre transmisiones patrimoniales es una contribución que grava la adquisición o transmisión de la propiedad o de derechos de copropiedad de bienes inmuebles, por cualquier acto o contrato, ya sea que comprendan el suelo, las construcciones, o el suelo y las construcciones adheridas a él, incluyendo los accesorios y las instalaciones especiales que pertenezcan al inmueble, por lo que dicha contribución encuadra en la clasificación de los denominados ‘impuestos reales’. La estructura normativa que regula la integración de sus elementos no se encuentra exclusivamente en la legislación ordinaria, sino que además tiene fundamento en el artículo 115 constitucional. Por su parte, la fracción IV del artículo referido, establece la integración y libre administración de la hacienda de los municipios, la cual se conforma entre otros ingresos, de las percepciones obtenidas por las contribuciones que los Estados impongan a la propiedad inmobiliaria, entre las cuales destaca el impuesto sobre transmisiones patrimoniales. Asimismo, el referido precepto dispone que los ayuntamientos en el ámbito de su competencia propondrán a las legislaturas estatales las cuotas y tarifas aplicables a los impuestos, derechos, contribuciones de mejoras y las tablas de valores unitarios de suelo y construcciones que sirvan de base para el cobro de las contribuciones sobre la propiedad inmobiliaria. Cabe señalar que las tablas de valores unitarios a las que hace referencia el precepto mencionado, revisten una importancia fundamental en la integración de los elementos que conforman el impuesto de que se trata, ya que impactan la base gravable de la contribución, por lo que las normas que contengan dichas tablas deben respetar las garantías constitucionales de justicia tributaria previstas en el artículo 31, fracción IV, constitucional. [32] Amparo en Revisión 569/2015 En el asunto que nos ocupa, el artículo 26 de la Ley de Ingresos del Municipio de Guadalajara, Jalisco, establece que para efectos del cálculo del impuesto debe remitirse a la Ley de Hacienda Municipal de esa entidad federativa, la cual prevé que la base del impuesto será el valor catastral actualizado con los valores unitarios vigentes en la fecha de causación, incluyendo en su caso, el valor de los accesorios y las instalaciones especiales que pertenezcan al inmueble; y, que el impuesto referido se causará y liquidará aplicando la tasa o tarifa que establezca la ley de Ingresos de cada municipio a la base determinada en los términos citados. De lo anterior, se advierte claramente la estrecha vinculación que existe entre las tablas de valores catastrales unitarios y la base del impuesto sobre transmisiones patrimoniales consistente en el valor catastral del inmueble, ya que éste último se obtiene mediante la aplicación de los valores unitarios vigentes en la fecha de causación, contenidos en las tablas referidas, de ahí que estas últimas, al formar parte integrante de la base gravable, deban respetar los principios constitucionales que rigen a las contribuciones. Resulta importante destacar que el impuesto referido, al tratarse de una contribución que grava el traslado del dominio de una propiedad o de los derechos de copropiedad sobre bienes inmuebles, refleja en su base gravable una cuantificación numérica, que es expresión de la capacidad contributiva de los sujetos pasivos, y que se aprecia atendiendo a las características del bien inmueble de que se trate, lo que se concreta por medio del establecimiento de las referidas tablas de valores catastrales unitarios. Sobre esas premisas, resulta indispensable reproducir los artículos de la Ley de Hacienda Municipal del Estado de Jalisco que establece el impuesto sobre transmisiones patrimoniales; las Tablas de Valores de Construcción (para dos mil trece, aplicables también, como se aclaró, para dos mil catorce) y el artículo 26 de la Ley de Ingresos del Municipio de Guadalajara, Jalisco, para el ejercicio fiscal de dos mil catorce, a saber: Ley de Hacienda Municipal del Estado de Jalisco (vigente en dos mil catorce) Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales (…). Art. 112. (Se transcribe). (…). ‘Art. 113’. (Se transcribe). (…). ‘Art. 114’. (Se transcribe). (…). ‘Art. 115’. (Se transcribe). (…). [33] Amparo en Revisión 569/2015 ‘Art. 116’. (Se transcribe). (…). ‘Art. 117’.- (Se transcribe). ‘Art. 121’. (Se transcribe). Decreto 24194/LX/12 (Se transcribe). DECRETO NÚMERO 247141 LXI 13. LEY DE INGRESOS DEL MUNICIPIO DE GUADALAJARA, JALISCO, PARA SU EJERCICIO FISCAL 2014 CAPITULO II Impuestos sobre la producción, el consumo y transacciones SECCIÓN PRIMERA Del impuesto sobre transmisiones patrimoniales Artículo 26. (Se transcribe). Del análisis de las tablas de construcción se advierte que en la primera fila se clasifican los tipos de construcción en siete categorías: a) Moderno; b) Semi moderno; c) Antiguo; d) Provisionales; e) Alberca; f) Áreas de piso sin techar y g) Instalaciones deportivas. En la segunda fila se clasifica la Calidad de la construcción en cinco categorías a) Lujo; b) Superior; c) Media; d) Económica y e) Austera. En la tercera fila se clasifica el Estado de Conservación de la construcción en tres categorías: a) Bueno, b) Regular y c) Malo. La cuarta fila de la tabla señala el Valor Unitario por metro cuadrado que le corresponde al bien respectivo. En esas condiciones, siguiendo el orden referido es innegable que debe conocerse primero qué tipo de construcción está adherida al predio; moderno, semi moderno, antiguo, provisional, alberca, área de piso sin techar o instalación deportiva; segundo, determinar la subclasificación según su calidad; lujo, superior, media económica o austera, y tercero, determinar a su vez la subclasificación que corresponde según su estado de conservación: bueno, regular o malo. En las propias Tablas de Valores de Construcción se define lo que debe entenderse por tipo de construcción moderno, semi moderno y austero acorde a los años de la construcción, y también se aclara lo que debe entenderse por estado de conservación bueno, regular o malo, atendiendo a si el inmueble es nuevo, remodelado, construido, requiere reparaciones sencillas o reparaciones importantes; sin embargo, por lo que respecta a la calidad, sólo se señala que la calidad de austero se aplica para inmuebles que carezcan de acabados y que sin reunir requisitos mínimos de habitabilidad, se encuentren habitados. Lo anterior evidencia que el criterio para clasificar los tipos de construcción, atendiendo a su calidad de lujo, superior, media o económica no se encuentra establecido en las Tablas de Valores Catastrales Unitarios analizadas, y si bien es cierto que las leyes no [34] Amparo en Revisión 569/2015 son diccionarios, también lo es que dicha clasificación no es clara, puesto que permite un margen de arbitrariedad a favor de la autoridad administrativa en lo relativo a la determinación de un elemento que incide en la base gravable del impuesto sobre transmisiones patrimoniales, lo que resulta violatorio del principio de legalidad tributaria. A efecto de demostrar lo anterior, se estima pertinente tomar en consideración la definición que en relación con los conceptos de lujo, superior, media y económica contiene el Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia Española, que en las partes que interesan, se transcriben a continuación: Lujo. Del lat. luxus). 1. m. Demasía en el adorno, en la pompa y en el regalo. 2. m. Abundancia de cosas no necesarias. 3. m. Todo aquello que supera los medios normales de alguien para conseguirlo. Superior. (Del lat. superĭor). 1. adj. Dicho de una cosa: Que está más alta y en lugar preeminente respecto de otra. 2. adj. Dicho de una cosa: Más excelente y digna, respecto de otras de menos aprecio y bondad. 3. adj. Que excede a otras cosas en virtud, vigor o prendas, y así se particulariza entre ellas. 4. adj. Excelente, muy bueno. Mediano, na. (Del lat. mediānus, del medio). 1. adj. De calidad intermedia. 2. adj. Moderado, ni muy grande ni muy pequeño. Económico, ca. (Del lat. oeconomĭcus, y este del gr. οἰκονομικός). 1. adj. Poco costoso, que exige poco gasto. De las definiciones anteriores se advierte la dificultad para clasificar determinada construcción en cada una de las categorías previstas, pues los parámetros que debe observar la autoridad administrativa para efecto de clasificar determinado bien por lo que hace a la calidad de los tipos básicos de construcción (lujo, superior, media o económica) no están establecidos en la norma, lo que genera incertidumbre e inseguridad jurídica al contribuyente, pues no se establecen en la ley los factores necesarios para determinar a qué categoría de calidad corresponde la edificación de que se trate, provocando que uno de los elementos de la contribución pueda ser elegido discrecionalmente por la autoridad administrativa. En efecto, los criterios para clasificar la construcción adherida a un predio no están definidos en la norma, lo que implica que el contribuyente del impuesto sobre transmisiones patrimoniales no pueda saber en qué tipo de construcción se ubica su inmueble, ni los criterios que toma en cuenta la autoridad administrativa para efecto de clasificar determinado bien en su categoría, lo que genera [35] Amparo en Revisión 569/2015 incertidumbre e inseguridad jurídica al gobernado, provocando que uno de los elementos de la contribución pueda ser elegido discrecionalmente por la referida autoridad administrativa. En este sentido, tomando en consideración que la garantía de legalidad tributaria exige que todos los elementos de la contribución se encuentren establecidos en una ley en sentido formal y material y, por otra parte, tal como se analizó en párrafos anteriores, los valores unitarios por metro cuadrado de construcción constituyen un elemento que incide en la base gravable del impuesto en comento, por ser uno de los factores que se integran al cálculo del valor catastral, resulta lógico concluir que los criterios conforme a los cuales resulta aplicable uno u otro monto, también deben estar contenidos en ley. Sirven de apoyo a lo anterior, por identidad de razones, las jurisprudencias 2ª./J.65/2011, 2ª./J.25/2007 y 2ª./J.17/1012, sustentadas por la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, cuyos rubros establecen: ‘IMPUESTO PREDIAL. LAS TABLAS DE VALORES UNITARIOS DE CONSTRUCCIÓN PARA LOS MUNICIPIOS DE CORREGIDORA, QUERÉTARO, PARA EL EJERCICIO FISCAL DE 2010 Y EL MARQUÉS, QUERÉTARO, PARA EL EJERCICIO FISCAL DE 2009, CONTENIDAS EN LOS DECRETOS PUBLICADOS EN EL PERIÓDICO OFICIAL DE LA ENTIDAD EL 17 DE DICIEMBRE DE 2009 Y EL 24 DE DICIEMBRE DE 2008, RESPECTIVAMENTE, TRANSGREDEN EL PRINCIPIO DE LEGALIDAD TRIBUTARIA.’, ‘PREDIAL. LAS TABLAS DE VALORES UNITARIOS DEL SUELO, CONSTRUCCIONES E INSTALACIONES ESPECIALES, CONTENIDAS EN LOS DECRETOS NÚMEROS 292 Y 184, PARA EL MUNICIPIO DE SAN PEDRO GARZA GARCÍA, NUEVO LEÓN, PUBLICADOS EN EL PERIÓDICO OFICIAL DE LA ENTIDAD FEDERATIVA EL 30 DE DICIEMBRE DE 2002 Y EL 31 DE DICIEMBRE DE 2004, RESPECTIVAMENTE, TRANSGREDEN EL PRINCIPIO DE LEGALIDAD TRIBUTARIA.’ y ‘PREDIAL. LAS TABLAS DE VALORES CATASTRALES UNITARIOS, BASE DEL IMPUESTO RELATIVO PARA EL MUNICIPIO DE TIJUANA, BAJA CALIFORNIA, PARA LOS EJERCICIOS FISCALES 2010 Y 2011, TRANSGREDEN EL PRINCIPIO DE LEGALIDAD TRIBUTARIA’. Cabe destacar que la Segunda Sala ha sostenido que la facultad otorgada a la autoridad administrativa para obtener un valor que incida en la base del impuesto, no implica una violación a la garantía de legalidad tributaria, siempre que se trate de un valor obtenido por un órgano técnico con base en los datos observados a lo largo del tiempo y mediante un análisis comparativo. No obstante lo anterior, en el caso no debe perderse de vista que como se señaló anteriormente, la facultad para establecer los valores catastrales unitarios se encuentra regulada en el artículo 115 constitucional y deriva de una coordinación entre los Ayuntamientos y las legislaturas estatales, aunado a que del análisis de las tablas de valores catastrales unitarios de mérito se [36] Amparo en Revisión 569/2015 [37] observa que dichos valores fueron fijados por el legislador; sin embargo, los criterios para su aplicación, a efecto de determinar la calidad que corresponde a determinado inmueble, no fueron definidos. De lo hasta aquí expuesto se advierte que las tablas de valores de construcción para el Municipio de Guadalajara, Jalisco, para los ejercicios fiscales de dos mil trece y dos mil catorce, emitidas mediante decreto 24194/LX/12, transgreden la garantía de legalidad tributaria, razón por la cual resulta innecesario dar respuesta al tercero y último agravio que se expresa en relación a que procedía la reposición del procedimiento, en atención a que no se dio vista al quejoso con el contenido del informe justificado rendido por el Congreso del Estado de donde se advertía la intervención de las autoridades que emitieron las tablas de valores de construcción, con la finalidad de poder ampliar la demanda de amparo y señalarlas como responsables, toda vez que aunado a que en realidad carecen de tal carácter, pues sólo proponen al Congreso del Estado las tablas en cuestión, éstas se han declarado violatorias del principio de legalidad. No obstante la inconstitucionalidad mencionada, no implica que los contribuyentes dejen de pagar el impuesto sobre transmisiones patrimoniales, sino que atendiendo a que la violación constitucional se genera por virtud de la falta de certeza en cuanto a la base aplicable a un determinado inmueble, el efecto de la declaratoria referida consiste en que se aplique el monto de menor cuantía. En términos casi idénticos la Segunda Sala resolvió, por unanimidad de cinco votos, las Contradicciones de Tesis ********** (siete de febrero de dos mil siete); ********** (dieciséis de marzo de dos mil once), y ********** (uno de febrero de dos mil doce). (…)”. De la lectura a la transcripción que antecede se evidencia la declaratoria de inconstitucionalidad de las Tablas combatidas en el segmento indicado, esto es, porque en ellas no se establece criterio o parámetro alguno para clasificar los tipos de construcción atendiendo a su calidad de lujo, superior, media o económica, lo que provoca que uno de los elementos de la contribución sea determinado discrecionalmente por la autoridad administrativa. Cabe agregar que no es óbice, como lo apunta la quejosa, que en el artículo 21 del Reglamento de la Ley de Catastro Municipal del Amparo en Revisión 569/2015 [38] Estado de Jalisco, se establezcan los criterios para clasificar las construcciones según su calidad. El precepto referido es del tenor siguiente: “Artículo 21. La edad y calidad de las construcciones se clasifican según las siguientes tablas de elementos de construcción: Amparo en Revisión 569/2015 [39] De la lectura a la reproducción que antecede, se desprende que en las tablas respectivas se formula una clasificación de elementos característicos consistentes en acabados, instalaciones, Amparo en Revisión 569/2015 [40] complementos y estructuras, por cada calidad, es decir, por lujo, superior, medio, económico y austero, sin embargo, como se apuntó esos elementos se encuentran contenidos en un Reglamento y, en este sentido, rige el criterio consistente en que al tratarse de elementos que inciden en la base del impuesto, su regulación requiere encontrarse en una ley formal y material, para respetar así, el principio de legalidad tributaria. En este sentido, resulta aplicable por analogía y en lo conducente la jurisprudencia de esta Segunda Sala que a continuación se reproduce: “PREDIAL. LAS TABLAS DE VALORES UNITARIOS DEL SUELO, CONSTRUCCIONES E INSTALACIONES ESPECIALES, CONTENIDAS EN LOS DECRETOS NÚMEROS 292 Y 184, PARA EL MUNICIPIO DE SAN PEDRO GARZA GARCÍA, NUEVO LEÓN, PUBLICADOS EN EL PERIÓDICO OFICIAL DE LA ENTIDAD FEDERATIVA EL 30 DE DICIEMBRE DE 2002 Y EL 31 DE DICIEMBRE DE 2004, RESPECTIVAMENTE, TRANSGREDEN EL PRINCIPIO DE LEGALIDAD TRIBUTARIA. Las tablas de valores unitarios contenidas en los Decretos referidos, establecen en la segunda y tercera columna las características del inmueble objeto del impuesto predial que permiten su clasificación en un tipo determinado de bien, mientras que en la cuarta columna se señala el valor unitario por metro cuadrado de suelo o construcción que le corresponde al bien respectivo, conforme a tres posibles montos aplicables que corresponden a una mínima, media y máxima revelación de capacidad contributiva; sin embargo, los parámetros que la autoridad administrativa debe observar para el efecto de clasificar determinado bien en su categoría no se encuentran establecidos en ley, por lo que queda al arbitrio de la autoridad administrativa establecer los criterios de clasificación respectivos, lo que resulta violatorio de la garantía de legalidad tributaria prevista en la fracción IV del artículo 31 constitucional, pues se permite un margen de arbitrariedad para la determinación de la base gravable del impuesto. Lo anterior no implica que los contribuyentes dejen de pagar el impuesto predial sino que, atendiendo a que la violación constitucional se genera por la falta de certeza en cuanto a la base aplicable a un determinado inmueble, el efecto de la declaratoria de inconstitucionalidad consistirá en que, en cada rango de la tabla de valores, se aplique el monto de menor cuantía establecido en la cuarta columna, a los inmuebles con las características detalladas en dicho rango”. (Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Amparo en Revisión 569/2015 [41] Segunda Sala, jurisprudencia, tomo XXV, marzo de 2007, tesis 2a./J. 25/2007, página 493, número de registro IUS: 172956). Por último, es importante subrayar que al igual y como se sostuvo en el precedente que se invoca, la inconstitucionalidad de las Tablas reclamadas, no implica que los contribuyentes dejen de pagar el impuesto sobre transmisiones patrimoniales, sino que atendiendo que la violación constitucional se genera por virtud de la falta de certeza en cuanto a la base aplicable a un determinado inmueble, el efecto de la declaratoria referida consiste en que se aplique el monto de menor cuantía. Como consecuencia de lo razonado, resulta innecesario el estudio del resto de argumentos que se hicieron valer en la demanda de amparo, pues la conclusión alcanzada no variaría con el análisis de estos. Al respecto, resulta aplicable la tesis que a continuación se reproduce: “CONCEPTOS DE VIOLACION, ESTUDIO INNECESARIO DE LOS. Si al examinar los conceptos de violación invocados en la demanda de amparo resulta fundado uno de éstos y el mismo es suficiente para otorgar al peticionario de garantías la protección y el amparo de la justicia federal, resulta innecesario el estudio de los demás motivos de queja”. (Semanario Judicial de la Federación, Séptima Época, Tercera Sala, tipo de tesis: aislada, volumen 175-180, cuarta parte, página 72, número de registro IUS: 240348). Por las razones expuestas, lo procedente es negar el amparo por lo que hace a la Ley de Hacienda Municipal del Estado de Jalisco, publicada mediante Decreto 11558, así como todos los Decretos reformatorios de ésta (14131, 14235, 14568, 15029, 15311, 15315, 15463, 16138, 16912, 16975 y 17824), en lo que hace a los artículos Amparo en Revisión 569/2015 [42] 112, 113, 114, 115, 116, 117 y 121 de dicho ordenamiento que regulan el impuesto sobre transmisiones patrimoniales. Y conceder la protección constitucional en contra del Decreto 24194/LX/12 que contiene la aprobación de las Tablas de Valores Unitarios de Suelo y Construcción del Municipio de Guadalajara, Jalisco para el ejercicio fiscal de 2013, aplicables para el ejercicio fiscal 2014, en los términos precisados en los párrafos que anteceden. Por lo expuesto y fundado se resuelve: PRIMERO. Se sobresee en el juicio respecto del artículo 26, primer párrafo de la Ley de Ingresos del Municipio de Guadalajara, Jalisco, para el ejercicio fiscal 2014. SEGUNDO. La Justicia de la Unión no ampara ni protege a **********, contra los Decretos que contiene la Ley de Hacienda Municipal del Estado de Jalisco. TERCERO. La Justicia de la Unión ampara y protege a **********, contra el Decreto 24194/LX/12 que contiene la aprobación de las Tablas de Valores Unitarios de Suelo y Construcción del Municipio de Guadalajara, Jalisco para el ejercicio fiscal de 2013, aplicables para el ejercicio fiscal 2014, en los términos fijados en el último considerando de esta ejecutoria. Notifíquese; y con testimonio de esta resolución, devuélvanse los autos al Juzgado de su origen y, en su oportunidad, archívese el toca. En términos de lo dispuesto por el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en su sesión del veinticuatro de abril de dos mil siete, y conforme a lo previsto en los artículos 3, fracción II, 13, 14 y 18 de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, así como en el segundo párrafo del artículo 9º del Reglamento de la Suprema Corte de Justicia de la Amparo en Revisión 569/2015 [43] Nación y del Consejo de la Judicatura Federal para la aplicación de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, en esta versión pública se suprime la información considerada legalmente como reservada o confidencial que encuadra en esos supuestos normativos.