RIUT-BHA-spa-2015-Importancia de la ética y los DDHH en la

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LA IMPORTANCIA DE LA ÉTICA Y LOS DDHH EN LA FORMACIÓN DE LOS
ALUMNOS DE LA ESCUELA MILITAR DE SUBOFICIALES “SARGENTO
INOCENCIO CHINCÁ
JUAN JAIRO LOZANO CARVAJAL
YERIFE ANDREA PARRA OROZCO
Trabajo de grado como requisito parcial para optar al título de
Magister en Educación
Director
TOBIAS RENGIFO RENGIFO
Doctor en Ciencias de la Educación
UNIVERSIDAD DEL TOLIMA
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
MAESTRÍA EN EDUCACIÓN
IBAGUÉ- TOLIMA
2015
1
2
3
4
DEDICATORIA
A Dios todo poderoso que permite el paso del día y la noche, y así dar iniciativa y
culminación de todos nuestros proyectos; a mi hijo Juan David maestro de mi vida que
impulsa mi voluntad de todos los días, a mi padre Mario y madre Francia, referentes de
lucha inalcanzable; a mis hermanos Mauricio y Mariana, apoyo inquebrantable en toda
mi vida y mi ángel Jóse, quien creyó en mí e hizo parte de la culminación de este
proyecto.
Yerife Andrea Parra Orozco
Total agradecimiento a Dios por permitirme culminar este proyecto en mi vida; a mi
esposa Gloria por ser fuente de amor y dedicación; a mi hija Valentina motor principal de
mi vida y por su apoyo incondicional.
Juan Jairo Lozano Carvajal
5
AGRADECIMIENTOS
Total agradecimiento a nuestros docentes que hicieron parte de este proceso durante
dos años en especial al profesor Tobías Rengifo Rengifo por su generosidad al compartir
su valioso conocimiento, por su apoyo, ánimo y paciencia constante, total ejemplo de
conducta intachable y de su vocación como maestro. A la profesora Gladys Meza por su
acertado conocimiento acompañado de la gran humanidad que ofrece a sus estudiantes.
6
CONTENIDO
Pág.
INTRODUCCIÓN
14
1.
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
16
1.1
DESCRIPCION DEL PROBLEMA
16
1.2
FORMULACIÓN DEL PROBLEMA
19
2.
OBJETIVOS
20
2.1
OBJETIVO GENERAL
20
2.2
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
20
3.
JUSTIFICACIÓN
21
4.
REFERENTES TEÓRICOS
23
4.1
ANTECEDENTES DE LA INVESTIGACIÓN
23
4.2
FUNDAMENTACIÓN CONCEPTUAL
24
4.2.1 Formación ética
24
4.2.2 La Ética en la Formación Militar.
36
4.2.3 El Estado y la Libertad.
39
4.2.4 Ética y Vida Militar
42
4.2.5 Derechos humanos y Derecho Internacional Humanitario.
51
4.2.6 Pensamiento crítico y Formación Ética
61
4.3
63
TICs Y PROCESOS DE FORMACION
4.3.1 Las TICs en el Proceso Enseñanza Aprendizaje
68
5.
DISEÑO METODOLÓGICO
76
5.1
CATEGORÍAS DE ANÁLISIS
76
7
5.2
TIPO DE INVESTIGACIÓN
76
5.3
POBLACIÓN Y MUESTRA
77
5.4
TÉCNICAS
E
INSTRUMENTOS
DE
RECOLECCIÓN
INFORMACIÓN
DE
LA
78
5.4.1 La Entrevista
78
5.4.2 La Encuesta
78
5.4.3 Observaciones
78
5.5
ANÁLISIS Y PRESENTACIÓN DE LA INFORMACIÓN
78
6.
PROPUESTA
86
6.1
PLATAFORMA INTERACTIVA
86
6.1.1 Modulo Teórico
87
6.1.2 Modulo de Evaluación
87
6.1.3 Modulo de Calificación
87
6.1.4 Modulo de Reportes
87
6.2
PRESENTACIÓN LA PROPUESTA
88
6.3
MÓDULO 1. DELIMITACIÓN DE LA ÉTICA
89
6.3.1 Sesión 1. ¿Qué es la Ética?
89
6.3.2 Sesión 2. Juicios de Hecho y Juicios de Valor
93
6.4
96
MÓDULO 2. ALGUNAS TEORÍAS ÉTICAS
6.4.1 Sesión 3. Hedonismo
96
6.4.2 Sesión 4. La Ética Aristotélica
99
6.4.3 Sesión 5. Utilitarismo
103
6.4.4 Sesión 6. La Ética Kantiana
106
6.5
110
MÓDULO 3. ÉTICA Y VIDA MILITAR
6.5.1 Sesión 7. Ética y Autoridad
110
6.5.2 Sesión 8. Estado/Libertad Individual
115
6.5.3 Sesión 9. Ética y Vida Militar
118
6.5.4 Sesión 10. Derechos Humanos
119
8
7.
CONCLUSIONES
140
7.1 SUGERENCIAS
141
RECOMENDACIONES
142
REFERENCIAS
143
9
LISTA DE TABLAS
Pág.
Tabla 1. Punto de Vista del Alumno
79
Tabla 2. Enfoque de la Ética
79
Tabla 3. Ejes temáticos
80
Tabla 4. Temas a Profundizar en Ética
80
Tabla 5. Falencias en la Asignatura de Ética
81
10
LISTA DE FIGURAS
Pág.
Figura 1. Punto de Vista
82
Figura 2. El Enfoque de la Materia
82
Figura 3. Desarrollo de los Temas
83
Figura 4. Temas a Tratar
83
Figura 5. Falencias
84
Figura 6. Tipos de teorías
91
11
RESUMEN
El presente proyecto centra su atención en la importancia de la Ética y los Derechos
Humanos en el estudiante de la Escuela Militar Suboficiales “Sargento Inocencio Chincá”
Partiendo de una necesidad inminente de fortalecer este aspecto humanístico en
nuestros suboficiales se da como propuesta contenidos temáticos pertinentes a su
contexto que darán la apertura a espacios de dialogo y reflexión, asistida por actividades
de aprendizaje organizadas en un módulo interactivo, el cual les permitirá desde una
herramienta más didáctica como son las TICs, realicen una reflexión de su conducta
individual, ante su institución y la sociedad a la cual se deben.
Palabras Claves: Educación, Formación, Metodología, Didáctica, Tics, Ética, Derechos
Humanos, Conducta, Reflexión.
12
ABSTRACT
The present Project is focused on the role and benefit of Ethic and Human rights in the
studens of the military school “Sargento Inocencio Chincá” taking into account the
necessity to reinforce and build the humanistic aspects for our future non-commissioned
officers. To inclusión or this thematic will provide reflection and communication. These
learning activities are designed in order for the students to carry out positive reflections
about their society and institution.
Keyworks: Education, Training, Methodology, Teaching, tics, Ethics, Human Rights,
Conduct, Reflection.
13
INTRODUCCIÓN
Entendiendo la importancia de la ética en todos los procesos de formación y que es en
estos espacios de reflexión en los que se entran a estudiar y analizar las acciones buenas
y malas del hombre en los distintos contextos, bajo las normas que el mismo hombre ha
establecido de acuerdo a unas necesidades. Es de total interés y pertinencia entrar en el
campo de la ética y de los derechos humanos, desde un contexto que es tan importante
para nuestra sociedad como lo es un estamento de educación en la formación militar,
por ello nuestro objeto de estudio son los alumnos de la Escuela Militar de Suboficiales
Sargento Inocencio Chincá ubicada en el Departamento de Cundinamarca, Fuerte de
Tolemaida.
Partiendo de una problemática profunda e histórica, encontramos que la guerra es tan
antigua como el hombre mismo y que en esta necesidad fue necesario crear límites a la
guerra para tratar de humanizarla, lo que da creación a instrumentos como el comité de
la Cruz Roja, ente que es total mente neutral ante el conflicto; y normas entre las cuales
encontramos los convenios de Ginebra y de La Haya, este último que se encarga de
juzgar la conducta del combatiente durante el conflicto.
Lamentablemente, no nos hemos encontrado exentos de evidenciar una conducta
punible de nuestras fuerzas armadas ante la sociedad, lo que nos da el punto inicial a
esta investigación, la falencia de una formación ética y en los Derechos Humanos,
hallando como uno de los puntos de declive la orientación que se da en este aspecto
desde la escuela en la cual se forman.
Los alumnos de la Escuela Militar de Suboficiales permanecen en ella un tiempo de dos
años en los cuales se les forma en distintas áreas y una de ellas es en la parte
humanística en las cuales se encuentra la Ética y el Liderazgo, pero se encuentra que
en la parte ética solamente se asume de forma teórica y sin ninguna metodología en la
cual puedan apropiarse los contenidos desde un aspecto práctico. Lo anterior se ratifica
14
con una encuesta realizada a los alumnos de primer nivel que ya han culminado su
semestre.
Partiendo de estos resultados, se encuentra la necesidad de realizar un cambio en los
contenidos, en la metodología y en la forma de evaluarlos.
Para ello se da como propuesta la realización de un módulo desde una plataforma
interactiva en el cual los contenidos se abordan desde referentes teóricos que han
postulado los cimientos de la importancia de la ética para la humanidad, desde la
metodología la apropiación de las TICs en el cual el estudiante conozca, reflexione
dichas teorías desde un ámbito más didáctico y que su evaluación no sea la
memorización de contenidos, sino la aplicación de ellos a la vida práctica, entorno a su
persona y a la sociedad.
Bajo esta nueva propuesta en la formación ética del futuro suboficial del ejército se
pretende fundamentar cimientos éticos que transformen y promuevan espacios en la
profunda reflexión de una concepción de responsabilidad de su conducta ante sí mismo,
ante su institución y ante la sociedad.
15
1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
1.1 DESCRIPCION DEL PROBLEMA
Es necesario partir de la importancia indiscutible que tiene la Ética en los procesos de
formación, además de que existe una normatividad que obliga a la enseñanza de la
asignatura de ética en los distintos niveles de la educación en Colombia. Entre otras
normas, la Ley General de Educación, Ley 115 de 1994 establece como objetivo común
para todos los niveles de educación, en el artículo 13, inciso b: “proporcionar una sólida
formación ética y moral, y fomentar la práctica del respeto a los derechos humanos” (p.
4). En este sentido, la educación en Ética no es opcional en el territorio colombiano y en
el ámbito y ambiente escolar su cátedra es obligatoria.
Pero más que el cumplimiento de un requisito legal, la educación ética tiene como
propósito proporcionar espacios de reflexión en torno al comportamiento humano,
individual y grupal dentro de una sociedad, con el fin de reconocer y cimentar primero la
responsabilidad que se tiene frente a sí mismo y a los demás, con el fin noble de que se
lleve a la práctica la transparencia de los actos, se asuma la responsabilidad en todo y
permita la toma de decisiones para el cultivo de la humanidad; de tal manera que el ser
humano actué siempre en el marco de la justicia y el respeto, acate las normas que le
hagan bien como individuo y como integrante de una sociedad incluyente y multicultural;
además del acatamiento de los principios que rigen el Derecho Internacional
Humanitario.
La ética aparece en la historia de la humanidad como una necesidad de responder a los
desajustes que se van dando en las relaciones de los hombres entre sí y con el medio
social y natural. Uno de los indicadores de esos desajustes ha sido la guerra, expresión
innegable de la contradicción humana. La guerra es tan antigua como el mismo hombre;
al igual que la ciencia, la guerra ha tenido su evolución, desde una lucha de cuerpo a
cuerpo, con espadas y escudos en el campo de batalla, hasta el lanzamiento de bombas
16
químicas, sin importar las consecuencias para la vida en sus múltiples expresiones, sin
medir consecuencias en la población civil, desnuda de cualquier arma o protección para
estos hechos genocidas. La evolución del daño que se ha vivido de generación en
generación, se ha conocido históricamente por su múltiple etiología así como por las
consecuencias fácilmente reconocidas, lamentables y nefastas para la humanidad. En el
libro Recuerdo de Solferino Henry Dunant, (1862) presencia el final de la batalla entre
los ejércitos austriaco y franco-piamontés, que combatían en la guerra italiana. A manera
de crónicas o memorias describe el final de un escenario de dos bandos, en el que se
hallaban heridos, agonizantes y muertos que permanecían en el campo de batalla sin la
esperanza de ayuda; ahí evidenció un paisaje totalmente sangriento, lleno lamentos en
el que ya no importaba quién era el ganador o vencedor de aquel encuentro.
El traslado de los heridos, de Brescia a Milán, que se efectúa por la noche
(a causa del tórrido calor diurno), ofrece un espectáculo eminentemente
dramático y sobrecogedor, con esos trenes llenos de soldados mutilados,
y con la llegada a las estaciones, donde hormiguea una muchedumbre
triste y silenciosa, iluminadas por las pálidas luces de antorchas de resina,
y con esa compacta muchedumbre que, palpitante de emoción, parece
querer interrumpir la respiración para escuchar los gemidos o las ahogadas
quejas que, desde esos siniestros convoyes, hasta ella llegan (p. 24).
Si bien la guerra es expresión máxima del horror, no se puede dejar a su suerte a los
heridos o sobrevivientes en los campos de batalla; reflexión que da origen a la creación
de la Cruz Roja en 1864, con el propósito de superar la orfandad y abandono de los
soldados frente a cualquier ayuda humanitaria en el campo de batalla.
Definir la ética no es fácil, porque es un término, como muchos otros, polisémico, y eso
mismo hace de la educación ética una realidad apasionante, que no se deja encasillar
en una definición, sino que se mueve como toda realidad humana, que se inventa con el
amanecer y se cuestiona al atardecer para dar paso a un nuevo día que la concebirá en
la prolífica noche de las discusiones, que la engendrará en los debates que de ella se
17
hacen en las escuelas rurales y urbanas, en los jardines infantiles y en las universidades,
en los pregrados y en los posgrados; pero que se enriquecerá exponencialmente en la
medida en que se le permita a los ciudadanos participar, a la escuela con sus
comunidades educativas pensarla en la lógica de los esfuerzos académicos,
pedagógicos, didácticos y curriculares que acontecen en los recintos escolares,
incluyendo escuelas de educación técnica, tecnológica, superior y escuelas militares y
de policía.
En la administración del Estado, así como en la administración privada que hacen los
ciudadanos de sus empresas, la realidad en materia de corrupción ha superado a la
ficción. En todas las organizaciones se han delatado hechos de corrupción, desde las
iglesias, partidos políticos, estructura del Estado, incluyendo hasta las altas cortes que
administran la justicia, ministerios, entidades descentralizadas, entidades territoriales,
empresas privadas, hasta las Fuerzas Militares y de Policía. Los niveles de confianza en
el ciudadano del común es mínima, y no se ven cambios radicales que pongan en el
escenario u horizonte soluciones en el corto o mediano plazo. La experiencia de muchos
países que han recorrido historias paralelas, y que han logrado cambiar hacia mojones
de mayor confianza superando desajustes éticos como los de la corrupción, han indicado
como una constante la educación. De acuerdo con ello, es de vital importancia que en
un estamento militar, donde su misión constitucional está dirigida a proteger y
salvaguardar la soberanía de la Patria, su estabilidad y democracia, se enfatice en la
importancia de esta disciplina.
Al igual, ha sido de conocimiento público faltas éticas graves, como lo son los falsos
positivos, abusos hacia la sociedad civil, violación de los derechos humanos y del
Derecho Internacional Humanitario, donde el Estado ya ha sido condenado a pagar
nacional e internacionalmente, además de las condenas para los oficiales, suboficiales,
soldados y policías, amén de los temas de corrupción en las Fuerzas Militares y la Policía
Nacional. Todo esto puede indicar la falta de una formación más eficiente, eficaz y
efectiva en las escuelas militares donde se preparan los futuros comandantes, tanto a
nivel de los oficiales como de los suboficiales. Esta formación debe contener un gran
18
yacimiento de reflexiones éticas, que ayuden al militar a blindarse frente a situaciones
que se les presentarán en el campo de ejercicio de su profesión.
El militar que se prepara en la Escuela de Suboficiales lo hace por el espacio de escasos
dos años, con una orientación que hace énfasis en la instrucción de las disciplinas
militares, como estrategias para el combate, dejando la formación humana y ética
subordinada a menores momentos de reflexión. Como no depende de la voluntad de
unos investigadores la modificación de la estructura curricular, pensada y diseñada para
formar militares, con el propósito de que ellos tengan más amplios espacios de formación
ética; es necesario recurrir a las facilidades cada vez mayores que ofrecen las
tecnologías aplicadas a la educación, comúnmente conocidas como TICs; lo que
facilitaría una formación más eficiente, con la posibilidad de continuarla después de
egresar graduado como suboficial. Sin caer en la tentación de pensar que el uso de las
TICs en los procesos de formación genera cambios por sí mismos. Es necesario,
además, ubicar los temas más pertinentes con las metodologías más adecuadas, que
permitan una restructuración curricular que incluya a la Ética como política de formación
en un pensamiento crítico, reflexivo, analítico, que le permita al militar discernir y
proceder dentro del marco del respeto a los derechos humanos y al derecho internacional
humanitario, en un ambiente que propicie y mejore las condiciones de la democracia
actual, y que cuestione y pondere los valores que han caracterizado a los militares en su
larga historia heroica en Colombia.
1.2 FORMULACIÓN DEL PROBLEMA
 ¿Cómo fortalecer la formación ética de los estudiantes de la Escuela Inocencio
Chincá, haciendo uso de las TICs, y reorientando su formación desde una reflexión
crítica que les brinde herramientas eficaces en el respeto de los DDHH y en el respeto
al DIH?
19
2. OBJETIVOS
2.1 OBJETIVO GENERAL
 Proponer una formación ética, soportada en procesos de reflexión crítica, que ayude
a valorar y respetar los DDHH y el DIH, con el uso de las TICs para los estudiantes de
la Escuela Militar Inocencio Chincá.
2.2 OBJETIVOS ESPECÍFICOS
 Caracterizar la formación ética que se brinda en la Escuela Militar Inocencio Chincá,
especialmente en lo relacionado con el estudio de los DDHH y DIH.
 Identificar las posibilidades que brindan las TICs para la formación ética en DDHH y
DIH.
 Sistematizar la información brindada por los estudiantes para pensar y diseñar
procesos de reflexión crítica que permitan la apropiación de la comprensión los DDHH
y del DIH por parte de los alumnos de la Escuela Militar Inocencio Chincá.
 Diseñar con base en las TICs una propuesta de formación ética crítica que haga
pensar los DDHH y el DIH como fundamentales para el ejercicio profesional del Militar.
20
3. JUSTIFICACIÓN
A partir de este proyecto, se pretende el fortalecimiento en el campo metodológico de la
orientación en la ética militar, la transformación en una conducta que sea de total acierto
y el reconocimiento de su importancia y protagonismo, no solo en su contexto militar,
sino que se debe de igual modo a la patria y a la sociedad, entendiendo así que desde
estos pilares debe asumirse su formación.
Bases esenciales que desde el aspecto humanístico le brindara la ética en la
proclamación y ejecución por el respeto a los derechos humanos y ciudadanos,
entenderá que con su buen actuar logrará contribuir con la edificación firme de su
institución y de una sociedad Colombiana que tanto lo requiere y necesita.
Para ello será necesario llevar a cabo transformaciones en los procesos formales de
enseñanza que deben ser responsables y sensibles, por esta razón se hace
imprescindible un cambio en el currículo que permita asumir conscientemente la
importancia de la ética en la formación de las fuerzas militares y utilizar enfoques
modernos de la enseñanza, a partir de una sólida base metodológica y didáctica.
Teniendo en cuenta, que la Escuela Militar de Suboficiales es un estamento militar, en el
que se forman integralmente hombres que desarrollaran un rol vital en la sociedad
Colombiana, y que ellos serán servidores públicos dignos de mostrar, un ejemplo
intachable para su país es necesario buscar mecanismos que generen motivación hacia
el aprendizaje de la ética, en especial en una escuela militar, donde la ética es una
disciplina que direcciona el perfil y las conductas militares. Entonces, es pertinente llevar
a cabo una investigación, mediante la elaboración de una unidad didáctica utilizando las
TICs, donde se genere motivación hacia el aprendizaje de la Ética, a través de la
inclusión de temas concernientes al ámbito personal, social e institucional.
Un documento soporte para la materia de Ética donde se fundamenten temáticas y
actividades de aprendizaje teórico prácticas, llevando a cabo la interpretación, el análisis,
21
la argumentación, la producción y la reflexión en el mantener y/o reorientar sus acciones
de forma ética en el planteamiento y solución de problemas morales, además, ha de
tenerse en cuenta que serán comandantes líderes, (de acuerdo a su jerarquía militar),
transmitiendo un excelente ejemplo a sus subalternos.
22
4. REFERENTES TEÓRICOS
4.1 ANTECEDENTES DE LA INVESTIGACIÓN
La Escuela Militar de Suboficiales Sargento Inocencio Chincá utiliza como herramienta
para orientar la instrucción de Ética Militar, una carpeta denominada Carpeta del
Instructor organizada por tareas, (capítulos) los cuales a su vez contienen la siguiente
estructura: Introducción, Motivación, Enlace y Transversalidad. Cada tarea, (capitulo)
expone los siguientes temas, que son de índole meramente conceptual:
 Obediencia militar
 El patriotismo en el militar
 Reconocer los pilares fundamentales en el desempeño ético.
 El honor militar.
 Virtudes militares que fortalecen el espíritu de liderazgo.
 Dimensiones en la práctica de la ética.
En la metodología de manuales de las Fuerzas Militares se encuentra la publicación de
un Manual básico de Liderazgo, EJC 3-1 público. Donde se presenta una visión general
de los componentes del “liderazgo” pero solo se reflexiona al militar en el aspecto de una
aptitud de Don de mando. Los temas tratados conducen a la creación de un líder militar
con perfil humano y profesional, un militar que demuestre valores morales y éticos con
sentido de pertenencia hacia la institución, que sepa manejar su experiencia y
conocimiento dentro de un equipo de trabajo, con una comunicación asertiva que mueva
al subalterno al cumplimiento de tareas a través de pautas motivacionales. Se expone al
23
militar como un líder, como un individuo con conocimiento fundamental, estratégico y
táctico, con experiencia, ejemplo, fe en la causa y un hombre con buen trato hacia sus
hombres y otros elementos importantes que lo enmarcan. El elemento principal de la
potencia de combate es un liderazgo competente y confiable. El liderazgo le imprime
propósito, dirección y motivación en una situación de combate. La razón por la cual es
importante contar con liderazgo militar competente, sencillo y elocuente. La Estructura
presentada en el manual consta de los siguientes capítulos.
 Conocerse así mismo identificando fortalezas y debilidades como individuo.
 Identificar lo que un líder debe ser, conocer y hacer para guiar a sus soldados, equipos
y unidades para que puedan actuar eficazmente en todas las situaciones
operacionales.
 Entender los requerimientos especiales de liderazgo en combate
 Encontrar otras fuentes de información que lo ayuden a desarrollar sus propias
destrezas de liderazgo.
 Identificar los retos de liderazgo que existen en los distintos tipos de conflicto y los
medios para enfrentar esos retos.
Por disposición 040 del 14 de Octubre de 2005 se presenta el manual de Ética y Honor
de las Fuerzas militares FF-MM. 322 Público, primera edición. Su estructura se presenta
por unidades, capítulos, temas y subtemas, solamente de forma teórica.
4.2 FUNDAMENTACIÓN CONCEPTUAL
4.2.1 Formación ética
24
 Las Teorías Éticas. Las teorías éticas son todas prescriptivas o evaluativas. Se ocupan
de las acciones humanas, no tal como son, sino como deberían ser. Un enunciado
ético es, necesariamente, un enunciado valorativo. En este punto podemos, también,
diferenciar entre ética y metaética. La ética tiene que ver con el contenido del
enunciado, es decir, tiene que ver con lo que el enunciado refiere; la metaética, por
otro lado, hace referencia al enunciado moral en cuanto enunciado, por medio de un
análisis lógico de los principios éticos vigilando la validez de sus premisas y que de
éstas se sigan una consecuencia congruente y consistente.
Una teoría ética puede contener, por ejemplo, el siguiente enunciado: matar en caso de
defensa personal no es éticamente indebido, es decir que nos indica cómo debemos
actuar en una circunstancia particular. La metaética no nos dice cómo actuar, sino que
nos dice qué es lo que realmente hacemos cuando emitimos tal enunciado ético.
La metaética no se encarga de defender o de atacar teorías éticas como tales, sino más
bien de determinar si éstas son posibles, si la ética en general es posible. De este modo,
no afirma nada de lo que es moralmente correcto o incorrecto, pero sí en cambio, de qué
es lo que hacemos cuando juzgamos moralmente correcto o incorrecto un acto, y si la
moralidad puede tener, por ejemplo, una base objetiva.
A diferencia de otras disciplinas como la antropología, la sociología o la politología, que
estudian también la moral (entendida como el conjunto de creencias sobre lo justo o
injusto, bueno o malo, correcto o incorrecto), la ética trabaja necesariamente con juicios
de valor. La estructura general de los juicios de valor en los enunciados éticos es la
siguiente: se enuncia una acción y luego se emite una valoración sobre ella. Y decidir si
tales juicios son verdaderos o falsos o, en una palabra, decidir sobre su valor de verdad,
constituye la tarea fundamental de la meta-ética.
Los enunciados de la ciencia empírica, como los de la química, la física y la biología, son
claramente objetivos en tanto que podemos determinar, en principio, su valor de verdad
mediante la confrontación con la experiencia. Son juicios fácticos. Pero, ¿acaso pasa lo
25
mismo con los juicios de la ética? ¿Es posible determinar su verdad o falsedad mediante
la observación empírica? Sin entrar en detalles sobre esta cuestión de metaética,
podemos señalar lo siguiente. Si la respuesta a esta pregunta es ‘no’, entonces la ética
no es objetiva en tanto que no podemos establecer el valor de verdad de sus enunciados.
Y si no podemos establecer que enunciados como, por ejemplo, el enunciado ‘causar
dolor a un niño indefenso es malo’ es verdadero, entonces la moralidad, en general,
simplemente no tiene sentido porque realmente no tendríamos razones para actuar
moralmente.
En este caso, lo único que podemos hacer es limitarnos a las descripciones de un hecho.
Pero de una descripción, por espantosa que nos parezca, no se puede implicar nunca
una valoración; de lo que es no puede deducirse lógicamente lo que debe ser. Esto es lo
que se conoce como cometer la falacia naturalista. En 1903, el filósofo inglés Moore,
(1997) planteó esta falacia en su célebre libro Principia Ethica, y señaló que de una serie
de enunciados descriptivos no puede seguirse nunca una valoración sobre ella. La razón
que subsiste tras esta falacia es que, dado que en el mundo no hay nada como lo bueno
o lo malo, en el mismo sentido que existe este libro o una mesa, entonces no podemos
definir lo bueno y lo malo mediante descripciones del mundo. En el mundo no hay
valoraciones, en el mundo sólo hay hechos y materia. Como dijimos, no vamos a entrar
a considerar si la falacia naturalista es realmente una falacia o si hay alguna forma de
salir del problema planteado por Moore, de hecho nos vamos a limitar al estudio de
algunas teorías éticas. Por ahora, vale la pena señalar nuevamente la diferencia entre
juicios sobre lo que es (juicios de hechos) y juicios sobre lo que debe ser (juicios de
valor).

El Hedonismo. El hedonismo es una teoría ética que tiene sus raíces en la antigua
Grecia y cuyas influencias llegan hasta nuestra época. Su versión más antigua es la
desarrollada por Aristipo de Cirene en el siglo V y IV a. C. Si bien su obra, como la
de la mayoría de los presocráticos, no se conserva, podemos aproximarnos a ella
por medio de la obra de Diógenes Laercio en su libro Vidas, opiniones y sentencias
de los filósofos más ilustres. Fundador de la escuela de Cirene, de donde era
26
originario, opinaba que la felicidad era el fin último de la vida. A diferencia de
Sócrates, su maestro, éste siempre gustó de los lujos y de los placeres corporales.
Afirmaba que ir tras la felicidad es recorrer un camino incierto, un camino que no
tiene un fin preestablecido, un camino alentado por el puro deseo sin que este pueda
llegar a ser satisfecho. Somos esclavos de este deseo y, pensaba el filósofo griego,
nuestro deber es emanciparnos de esta servidumbre mediante el acatamiento de las
necesidades y placeres del presente, sin que el pasado nos perturbe por lo que no
fue y sin desear un porvenir necesariamente incierto.
Para Aristipo, pensar en una felicidad distinta es un imposible. Después de todo, la
felicidad sólo vale por los placeres de que se compone, y el placer sólo es estimable por
su presencia inmediata, por lo que de él se disfruta. El bien es, pues, para Aristipo, el
placer de que se goza actualmente libre del cuidado del porvenir. La sabiduría (sabiduría
en el sentido de toda la filosofía griega como idea idéntica a la de virtud) consiste en
disfrutar del presente por medio de la razón, y el valor en librarse del deseo y del dolor.
El concepto de placer (en griego, hedoné) ha tenido pequeñas modificaciones a lo largo
de la historia. En la misma Grecia antigua, apenas un siglo después de que Aristipo lo
postulara por primera vez, Epicuro y sus discípulos defendieron la idea según la cual el
placer es el súmmum bonum, es decir, aquello que tiene más valor que el resto de cosas,
aquello que tiene un valor absoluto y no relativo con respecto a otra cosa. Para entender
mejor la idea de summun bonum podemos establecer la siguiente diferencia. Hay ciertas
cosas que tienen un valor intrínseco, que valen por lo que son. Dentro de este tipo de
bienes se encuentra la felicidad según el hedonismo; en contraposición con esto, hay
otro tipo de cosas que tienen valor instrumental, es decir, que valen sólo en cuanto sirven
para otra cosa, que valen como medios: un ejemplo típico de bien instrumental es el
dinero.
De este modo, siendo el placer no solamente valioso en sí mismo, sino lo único valioso
en sí mismo, Epicuro afirmó que todas las acciones pueden ser organizadas
jerárquicamente según produzcan placer. Sin embargo, el placer, tal como lo entendió
27
Epicuro, no era otra cosa que la satisfacción de las necesidades corporales y la
tranquilidad del alma. Es allí, en ese término medio entre ambos, donde reside el
verdadero estado de la felicidad. Y, así, para alcanzarla, debemos reducir al mínimo las
necesidades corporales. Por lo cual afirmó Epicuro, por ejemplo, que todos los extremos
son inconvenientes, (y que) el exceso de placer se convierte en vicio o que lo bueno o lo
malo del placer reside en cómo se busca y hasta donde llega, razón por la cual
recomendaban siempre actuar con prudencia y dominio de sí mismo: también en la
moderación hay un término medio, y quien no da con él es víctima de un error parecido
al de quien se excede por desenfreno o que “nada es suficiente para quien lo suficiente
es poco. En pocas palabras, el hedonismo es la teoría moral según la cual el hombre
tiene que procurar adquirir la mayor cantidad de placer posible, siendo este el mayor bien
de todos. La influencia de Epicuro perduró por más de 7 siglos después de su muerte.
En la edad media tal influencia cayó y sus escritos algunos se extraviaron y otros fueron
quemados.

Ética Aristotélica. Las teorías éticas pueden dividirse en las dos siguientes familias o
grupos de teorías: teorías consecuencialistas y teorías deontológicas. La diferencia
entre ellas es, básicamente, lo que ambas consideran como el factor éticamente
relevante en la evaluación de una acción. Mientras que para el primer grupo de
teorías lo que da el valor moral a una acción son las consecuencias (el tipo de
consecuencias que se han de buscar varía según la teoría ética) que dicha acción
tenga, para el segundo grupo de teorías, la eticidad de una acción está determinada
solamente por el cumplimiento de un deber, independientemente de las
consecuencias que se sigan de ella.
El hedonismo es una teoría de corte consecuencialista, porque es precisamente un tipo
de consecuencias, la felicidad, lo que las acciones deben perseguir, de tal modo que si
los efectos, resultados o consecuencias de una acción son la felicidad la acción es buena,
pero si los efectos de la acción son lo contrario a la felicidad, la acción es mala. La ética
aristotélica es una forma de hedonismo y, como tal, las consecuencias que hacen de una
acción una acción buena son la adquisición efectiva de la felicidad.
28
¿Pero cuál es la diferencia entre el hedonismo de Aristipo o de Epicuro y el de
Aristóteles? ¿Cuál es el tipo de felicidad que debemos buscar según Aristóteles?
Aristóteles parte de lo siguiente: todo lo que existe cambia o permanece en absoluta
quietud. A su vez, todo lo que cambia, todo lo que se mueve, se mueve para alcanzar un
fin. Es decir, se mueve, cambia, para llegar a algo.
Del mismo modo, el hombre tiene una voluntad libre. Esa voluntad le permite realizar
ciertas acciones. En este momento podemos preguntarnos, ¿qué es lo que mueve a la
voluntad humana, para que haga algo? Al igual que todas las demás cosas que cambian,
cuando la voluntad humana actúa lo hace con un fin, es decir, buscando algo. Ahora
bien, los fines pueden ser de dos tipos: fines que valen como medios para conseguir
otros fines, o fines que son fines en sí mismos, es decir, fines últimos. Un ejemplo de
esto se da cuando estudiamos para conseguir un empleo. Estudiar es un medio para otra
cosa, a su vez esa otra cosa puede ser un medio para otra. Es decir, buscamos un
empleo para ganar dinero. Queremos ganar dinero para adquirir posesiones.
Todos estos fines son fines que sólo tienen utilidad como medios. Pero si todo lo que
hacemos sólo valiese para otra cosa, nuestra vida resultaría absurda. Ante la
imposibilidad de conseguir algo que valga por sí mismo, nuestra voluntad se paralizaría.
Por ello, tiene que haber fines que valgan por sí mismos, lo que Aristóteles llama fines
últimos. Pues bien, el único fin último, según Aristóteles, es la felicidad. Ser felices no se
busca en función de otra cosa, sino por sí mismo. Sin embargo, podríamos preguntarnos
¿qué se entiende por felicidad? y seguramente cada persona contestará de manera
diferente. Lo mismo sucede si se pregunta cómo se alcanza la felicidad.
Por ello, antes de nada es pertinente explicar qué entendía Aristóteles por felicidad, y
cómo se consigue. Según Aristóteles la felicidad se encuentra en que cada cosa llegue
a ser lo que realmente es. En que la propia naturaleza de cada cosa se despliegue. Pues
bien, ¿en qué reside la auténtica naturaleza humana? Es decir, ¿qué es lo que hace al
hombre ser hombre? Según Aristóteles, lo que diferencia a los hombres de los demás
29
seres, es la voluntad libre y la razón. Por ello, la forma suprema de la felicidad se
encuentra en guiar su voluntad por el conocimiento racional. La felicidad está, pues, en
el conocimiento.
Aristóteles no desconocía que el hombre no es exclusivamente un ser racional. El
hombre tiene también un alma sensitiva, y en consecuencia, tiene apetitos nacidos de lo
conocido a través de los sentidos, tiene deseos, pasiones, emociones, etc. Esos deseos
y pasiones forman parte de la naturaleza humana, y son, según Aristóteles, (1980) los
que con frecuencia nos guían a la infelicidad; por lo que también debemos someter esos
deseos y pasiones a la razón. Al tipo de razón que se encarga de dirigir nuestro
comportamiento en relación con los deseos y pasiones, es llamado por Aristóteles
prudencia. Someter los deseos y pasiones a la razón y a la prudencia consiste en no
dejarnos arrastrar por ellos. Aunque como tampoco podemos eliminarlos, lo que hay que
hacer es controlarlos, esto es, impedir que nos arrastren de un lado para otro. A este
control de las pasiones lo describe Aristóteles como mantenerse en el camino del medio.
Por ejemplo, no debemos ser demasiado desvergonzados en el trato con los demás, ni
demasiado tímidos, ambas cosas son producto de una falta de control de nuestras
emociones. El control racional de nuestro trato con los demás nos llevaría en este caso
a ser modestos, que es el punto medio entre la desvergüenza y la timidez.
Aristóteles nos recomienda practicar determinadas costumbres, cultivando algunas
virtudes, que nos llevarán a ser felices. Una virtud es un hábito, una costumbre, positiva,
así como el vicio es un hábito negativo. Aristóteles agrupa estas virtudes en dos grupos:
Por un lado están las virtudes intelectuales: hay cinco costumbres de ejercitar nuestro
entendimiento que nos llevarán a ser felices. Cada una de estas costumbres se
corresponde con un tipo de razón. Así una virtud es el conocimiento técnico, otra la
prudencia, otra el conocimiento de los primeros principios de las cosas, otra la ciencia, y
otra la sabiduría.
Por otro lado, están las virtudes que Aristóteles llama morales: consisten en guiar las
pasiones, deseos y emociones por la prudencia, y mantenernos en el camino del medio.
30
Para cada tipo de pasión hay una virtud, es decir, un camino medio. A modo de ejemplo,
supongamos que nos encontramos en una batalla. La excitación del momento, la rabia
de ver morir a nuestros amigos, o el ansia de gloria pueden arrastrarnos de tal modo que
nos arrojemos salvajemente contra el enemigo sin pensar lo que hacemos. Esto puede
poner en peligro innecesariamente nuestra vida y la de nuestros propios compañeros de
lucha. A esta forma de dejarnos arrastrar por nuestras pasiones, le llamamos temeridad.
Puede suceder también que adoptemos la actitud contraria, vista la fiereza de los
enemigos y sus armas, podemos llenarnos de miedo y echar a correr. A esta forma de
dejarnos arrastrar por nuestras pasiones, le llamamos cobardía. Someter las pasiones a
la razón, a la prudencia, consiste en sopesar racionalmente la actitud que debemos
tomar. Esto es una virtud que llamamos valor.
 Utilitarismo. Quizá la teoría ética más influyente en la actualidad, junto con la ética
kantiana, sea el utilitarismo. Al igual que el resto de teorías éticas que hemos
examinado hasta el momento, el utilitarismo pertenece al grupo o familia de teorías
teleológicas o consecuencialistas que buscan la felicidad. Fue desarrollada por el
filósofo inglés Jeremy Bentham y posteriormente refinada por su discípulo Stuart,
(1994), su más importante representante.
Bentham, (1748) en su obra Introducción a los principios de moral y legislación, afirmaba
que el objetivo último de todas las acciones, normas o instituciones debía ser la
satisfacción de los placeres y el goce de la vida. De este modo, planteó lo que será
conocido en toda la tradición ética como el principio de utilidad, un principio que serviría
de base para juzgar cualquier acción en cualquier circunstancia. Esta doctrina afirmaba
que una acción era correcta desde el punto de vista moral si y sólo si sus efectos lograban
la mayor felicidad para el mayor número, y mala si producía lo contrario. Es decir, que el
grado de utilidad de una acción queda determinado en cuanta felicidad resulte para el
mayor número posible de beneficiados.
De esta forma, para determinar si mi acción es correcta o incorrecta desde el punto de
vista ético debemos entonces, según Bentham, realizar un cálculo que nos permita
31
decidir si, en última instancia, se produce más dolor o, en caso contrario, más placer.
Este cálculo llevó a pensar a Bentham, (1748) que, siendo la cantidad la misma, jugar
billar era tan bueno como, por ejemplo, realizar ejercicios de matemática. Esta es
precisamente la diferencia entre Bentham y Stuart, (2012) pues para este último existen
placeres que son cualitativamente distintos y más valiosos que otros, a los cuales llamó
placeres superiores.
Esta diferencia entre placeres superiores y placeres inferiores viene dada por la
naturaleza misma del ser humano. Los placeres superiores son aquellos que representan
la satisfacción de las facultades más elevadas de los individuos, de aquellas facultades
que nos diferencian del resto de los animales. Esto es precisamente a lo que se refería
Stuart, (1994) cuando sentenció, de manera célebre en su libro que lleva precisamente
el nombre de Utilitarismo, que ‘es mejor ser un humano insatisfecho que un cerdo
satisfecho, mejor ser un Sócrates insatisfecho que un necio satisfecho’.
Stuart, (1994) modificó el principio de utilidad de Bentham de la siguiente manera:
Una acción es buena si y sólo si aumenta la felicidad total o disminuye el
dolor más que cualquiera de sus alternativas. Por felicidad entendió la
satisfacción del placer y la ausencia del dolor, por infelicidad el dolor y la
ausencia del placer (p. 4).
Si nos extendemos en el racionamiento propuesto por el utilitarismo de Stuart,
podríamos afirmar que en esta teoría ética la felicidad de los individuos, de cada uno,
depende de la de los demás. Es decir, en la medida en que logro la felicidad de los demás
consigo también la propia, de manera que para un individuo resulta útil lograr la felicidad
del conjunto en el que se encuentra inmerso. Buscar lo útil consiste en ser práctico,
valorar las cosas de manera distinta según el uso que se haga de ellas. Un cuchillo en sí
mismo no es ni bueno ni malo, resultará bueno si le sirve al conjunto de los individuos
para cortar pan o tallar madera y malo si lo utilizan para matarse. Por tanto, lo malo es lo
inútil para conseguir la felicidad y lo bueno es lo útil para lograrla. No es correcto decir
32
que un cuchillo puede ser útil para matar, ya que el utilitarista, reserva el calificativo de
útil, tan sólo para aquello que, manejado de determinada manera, proporciona bienestar
al mayor número.
Teniendo en cuenta lo anterior, las preguntas que deben interesarnos en este momento
son ¿Cómo puede relacionarse la doctrina ética planteada por Stuart, (1994) con el
desarrollo de la vida militar?, ¿Es aceptable el ejercicio militar dentro de la doctrina
utilitarista? Para responder a esto debemos tener en cuenta que la formación de un
ejército nacional, sería justificable sólo en caso de que la felicidad general de los civiles
se vea de alguna manera maximizada, o con ello se minimice el dolor o infelicidad
general. En otras palabras, desde la ética utilitarista, la formación de un ejército sólo es
útil si tiene como fin defender a los ciudadanos de los ataques de otro ejército agresor o
invasor que intente alterar la soberanía del estado evitando que se ejerza coerción o
fuerza innecesaria sobre la población civil.
 Ética Kantiana. En contraposición con el resto de teorías que hemos visto hasta ahora,
la ética kantiana no es una ética consecuencialista sino deontológica. Lo cual quiere
decir que el factor éticamente relevante no está dado por las consecuencias que se
sigan de determinada acción sino por el simple cumplimiento del deber, de tal forma
que la acción es buena si y sólo si se cumple con él.
Pero antes de empezar de lleno con este breve resumen de la ética propuesta por Kant
hay que mencionar una distinción previa que él propone: la de éticas materiales y éticas
formales. Esta distinción se desarrolla así: son éticas materiales aquellas éticas que
afirman que la bondad o maldad de la conducta humana están ligadas a algo que se
considera un bien supremo para el hombre: las acciones serán, por tanto, buenas cuando
nos acerquen a la consecución de tal bien supremo, y malos cuando nos alejen de él.
Las éticas materiales suponen que hay bienes, cosas buenas para el hombre, y
determinan cuál es el bien supremo o fin último del hombre. Según Kant, (1998)
dependiendo de cuál sea el bien supremo, la ética establece normas o preceptos con el
fin de alcanzarlo.
33
Habiendo hecho la anterior aclaración, debemos afirmar que Kant rechaza las éticas
materiales, y presenta lo que según él constituyen sus errores. En primer lugar, las éticas
materiales son empíricas, o a posteriori, es decir, su contenido está extraído de la
experiencia; por lo que sus principios no pueden ser universales, pues sólo lo a priori
puede serlo. En segundo lugar, sus cánones son hipotéticos o condicionales. No valen
de manera absoluta, sino sólo de modo condicional para conseguir un cierto fin. Esto
impide también que sean universalmente válidas. Por último, son heterónomas. Es decir
la voluntad es determinada a obrar de un modo u otro por el deseo o inclinación a algo.
Kant, (1998) afirma que una ética que pretende ser universal y racional no puede ser
material, sino que debe ser formal. La ética ha de estar vacía de contenido, es decir, no
debe establecer ningún bien o fin que haya de ser perseguido. De este modo la ética
formal se limita a señalar cómo debemos obrar siempre, sin importar las consecuencias
de la acción. Para Kant, (1998) un hombre actúa moralmente cuando actúa por deber.
El deber es, según Kant, (1998) “la necesidad de una acción por respeto a la ley” (p. 26)
es decir, el sometimiento a una ley, no por la utilidad o la satisfacción que su
cumplimiento pueda proporcionarnos, sino por respeto a la misma.
Ahora bien, en la Fundamentación de la metafísica de las costumbres, Kant, (1998)
afirma que lo único bueno en sí mismo, es decir, aquello que constituye el summun
bonum, es la buena voluntad. La buena voluntad es precisamente buena porque se
somete, por sí misma, a la ley moral. Todo ser racional, por el hecho de ser racional, ha
de imponerse él mismo la ley moral. ¿Cómo se relaciona la razón y la moral? La conducta
moral tiene que ver con la Razón porque está sometida a principios y vinculada con lo
universal, y sólo la razón es capaz de permitir este vínculo. Se podría decir que la razón
tiene una doble vertiente según su uso: Teórica y Práctica; La Razón Teórica se ocupa
de conocer cómo son las cosas; mientras que la Razón Práctica se ocupa de cómo debe
ser la conducta humana; es decir, no le interesa el ser sino el deber ser. Por otra parte
la Razón Teórica formula juicios, proposiciones con la forma "A es B"; mientras que la
razón práctica formula preceptos con la forma “debes hacer X". ¿Pero en qué consiste
34
la ley moral q depende de la razón práctica? La ley moral es lo que manda el imperativo
categórico. Kant formuló 5 versiones del imperativo categórico, que a su vez dedujo de
nuestra racionalidad. Por ello, como seres racionales, se nos impone la ley moral. Las
versiones del imperativo categórico son las siguientes:
 Obra sólo de forma que puedas desear que la máxima de tu actuación se convierta en
una ley universal.
 Obra como si la máxima de tu acción debiera convertirse, por tu voluntad, en ley
universal de la naturaleza.
 Obra de tal modo que uses la humanidad, tanto en tu persona como en la de cualquier
otro, siempre como un fin, y nunca sólo como un medio.
 Obra como si por medio de tus máximas fueras siempre un miembro legislador en un
reino universal de fines.
 Obra según máximas que puedan al mismo tiempo tenerse por objeto a sí mismas,
como leyes universales.
De estos imperativos categóricos se desprenden unos deberes perfectos, deberes que
están por encima de las contingencias propias de la vida y que son de obligatorio
cumplimiento independientemente de las circunstancias que lo acompañen. Son deberes
perfectos todos aquellos cuya negación, al ser universalizada, constituye una
contradicción. Por ejemplo, si una persona realiza un préstamo con la intención de no
pagarlo, y si universalizamos esa máxima, el resultado evidente sería que ya nadie
prestaría dinero porque se sobreentiende que nadie tiene la intención de pagar.
Como vemos, para Kant, (1998) la moralidad ubica al hombre en el umbral de la religión.
Sin embargo, aunque lleva hacia ella, no es su objetivo porque el hombre no debe tender
a la felicidad, sino a la racionalidad. La religión sirve como esperanza para la moralidad.
35
4.2.2 La Ética en la Formación Militar. Es bastante frecuente encontrar la suposición
según la cual las normas o principios éticos dependen de alguna autoridad que instituye
de algún modo esas reglas. Dios, la cultura, el estado, la sociedad, etc., son distintas
autoridades que justifican teorías éticas tales como la teoría de las órdenes de Dios, el
culturalismo, y la teoría del relativismo moral, respectivamente.
Lo común en todas estas teorías es que las razones que deben conducirme a actuar
moralmente se encuentran afuera de mí, es decir, que yo como individuo moral estoy
sujeto a unas autoridades externas que me ordenan cómo debo actuar. En cierto sentido,
considerar la moralidad como esencialmente autoritaria tiende a restarle importancia a lo
que, paradójicamente, constituye la naturaleza de la moralidad: la libertad.
Decimos que las autoridades tienden a restarle importancia a la libertad porque lo que
debo hacer está prefijado, de tal forma que las razones que se tengan para actuar
moralmente no pueden residir en mi capacidad de seguir un curso de acción u otro, sino
simplemente en que mi acción se ajuste a lo que la autoridad permite. En este caso, no
puede haber deliberación y crítica, sino meramente sometimiento.
La libertad, entendida como libre albedrío, como la capacidad de tomar decisiones sobre
qué acciones seguir y qué acciones evitar, es un prerrequisito de la ética. En efecto, sin
esa capacidad de elegir la ética carecería de sentido. ¿Cómo alguien puede ser
responsable de una acción que él no eligió realizar? Una persona no puede ser
responsable de una acción que no eligió realizar, sólo puede ser responsable de cometer
un acto o de omitirlo cuando tenía la oportunidad de seguir una alternativa diferente, un
curso de acción distinto. De allí que si estamos determinados a actuar única y
exclusivamente de una sola manera, las nociones de culpabilidad, responsabilidad,
bueno y malo, y con ellas la ética entera, pierden todo sentido y carecerían de algún
significado medianamente inteligible.
36
Existen personas que insisten en considerar que la ética es esencialmente relativa a una
autoridad. Que lo bueno y lo malo dependen, como en el caso del relativismo cultural, de
las costumbres aceptadas por una cultura determinada. De este modo, si en una cultura
es costumbre extirpar el clítoris tal costumbre es buena, por lo menos en esa cultura, aun
cuando las mujeres de allí piensen lo contrario. Y aquella mujer que no desee someterse
a esa práctica carecerá, entonces, de las ‘buenas’ costumbres y será, por tanto, una mala
persona desde el punto de vista ético.
Pero detengámonos un poco más en la teoría del relativismo moral y mostremos cuáles
son sus principales falencias. Comúnmente, los relativistas argumentan de este modo:
 Para que la moralidad sea objetiva y no dependa de lo que cada cultura opine al
respecto, todas las culturas deberían tener el mismo sistema de códigos morales.
 Todas las culturas tienen costumbres y códigos morales distintos
 Por tanto, lo bueno, malo, justo o injusto, depende y debe ser relativo y depender de
lo que cada cultura piense.
A simple vista parece que el relativista tiene buenas razones para sostener su tesis. Sin
embargo, si examinamos el argumento un poco más de cerca, veremos que la premisa
número uno es falsa. El relativista se equivoca al suponer que la verdad o falsedad de
las valoraciones morales depende de lo que es aceptado. No tenemos que buscar un
código moral universalmente aceptado, porque lo que es verdad no depende de lo que
se es creído. De hecho, el consenso no implica en ningún modo la objetividad. Aunque
todos pensemos sobre un tema de manera unánime, sin discordia, ello no asegura que
lo que pensemos sea verdad. Puede que, con todo, todos estemos equivocados. Lo cual
quiere decir también que, a veces, el ejemplo de la sociedad y la cultura no es la mejor
guía para actuar. Necesitamos poner nuestra inteligencia en la deliberación sobre lo que
es correcto o no, aun cuando nuestra decisión choque con lo comúnmente aceptado.
Para actuar moralmente no es suficiente actuar según lo establecido.
37
Otro argumento de los relativistas tiene que ver con la tolerancia para con otras culturas.
Su opinión es que la aceptación del relativismo moral promueve la tolerancia entre las
culturas, mientras que la objetividad promovería lo contrario. Sin embargo, esto es un
error. Y esto por tres razones. En primer lugar, los relativistas confunden objetividad con
dominación. Por ejemplo, podemos afirmar que quizá sea moralmente incorrecto que un
país desarrolle armamento nuclear, pero de allí no se sigue que sea correcto moralmente
invadir o someter a ese país.
En segundo lugar, si debemos ser tolerantes con todas las culturas esto implica que,
objetivamente, esto es verdadero. Y, por último, hay que señalar que el argumento es
autodestructivo porque si, digamos, para una cultura es costumbre la esclavitud, el
racismo o la intolerancia frente a otras culturas, ¿qué se sigue de ahí? ¿Acaso no se
sigue que para ellos la intolerancia y el racismo son buenos? En ese caso, el argumento
a favor de la tolerancia se vuelve contra sí mismo.
Pero tal vez el peor defecto de esta teoría y de todas las que definen los términos
evaluativos en términos de una autoridad es que son teorías que responden a una
pregunta mal planteada. La pregunta no es quién define lo que está bien y lo que está
mal, sino qué factores hacen que una acción sea buena o mala.
En el desarrollo de la actividad militar es aceptado que los códigos de conducta éticos
sean propuestos y vigilados por ciertas figuras que representan la autoridad. Esto se
apoya en el valor de la obediencia, el cual será explicado más adelante, sin embargo es
imperativo que los militares profesionales puedan distinguir claramente entre los
intereses de los estados, naciones o gobiernos, y los intereses de la humanidad, y
establecer así una obligación de prioridad respecto de estos últimos. De este modo, es
importante construir una ética militar que concuerde con la exigencia de un principio de
humanidad.
Este principio se puede definir de la siguiente forma: "Todos los hombres, de cualquier
raza, nacionalidad, sexo, edad, opinión, religión, pertenecen a una humanidad común, y
38
todos ellos tienen un derecho imprescriptible al respeto de su vida, de su integridad y de
su dignidad" (Daventport, & Stockdale. p. 12).
Este principio, situado en el núcleo mismo del bien común del mundo globalizado,
contiene tres elementos: en primer lugar, la universalidad del hombre. En segundo lugar,
el valor de la persona humana, de su vida, de su integridad, de su dignidad. Y finalmente,
el imperativo de actuar por un mundo mejor. Los cuales deben ser tomados en cuenta
como los objetivos de cualquier código de ética militar.
4.2.3 El Estado y la Libertad. Parece natural al ser humano estar sujeto a algún tipo de
autoridad, o ejercicio de poder reconocido como Estado, el cual tiene la capacidad de
castigar a los individuaos según unas leyes antes establecidas; el problema surge al
aceptar como incorrecto el que un individuo viole la libertad de otro, mientras que
juzgamos como adecuado que el Estado restrinja libertades individuales en ciertos
casos. Este es el que podríamos llamar el problema de la libertad individual.
Antes de profundizar en este problema, es pertinente aclarar los conceptos involucrados
en el tema. En primer lugar, podríamos definir la libertad individual como el momento de
autonomía o libertad del individuo respecto a toda coacción por parte de otros individuos
o de alguna institución social hacia él. Tengamos en cuenta que la coacción implica la
intervención deliberada de otros seres humanos dentro del ámbito en que podría actuar
si estos no intervinieran. Este tipo de libertad es llamado en la filosofía política como
libertad negativa, y se define por la ausencia de imposición externa al individuo que
desee llevar a cabo un curso de acción determinado.
El segundo concepto involucrado en esta discusión es el de Estado. Muchos pensadores
de diferentes épocas han reflexionado sobre el estado intentando definir su esencia y su
función con respecto al individuo y a la sociedad. Sin embargo, este concepto político,
que siempre ha estado estrechamente ligado al concepto de poder, se utiliza
comúnmente para designar cierta forma de estructura social soberana y coercitiva,
compuesta por un conjunto de instituciones que tiene el poder de regular la vida nacional
39
en un territorio determinado por medio de un conjunto de leyes que intentan regir la vida
de los individuos habitantes de dicho territorio.
Otra manera de definir el concepto de estado, colocándolo en un contexto de funciones
y obligaciones, es como unidad de carácter institucional que en el interior de un territorio
monopoliza para sí el uso de la fuerza legal. Por ello se hallan dentro del Estado
instituciones tales como las fuerzas armadas, la administración pública, los tribunales y
la policía; adjudicándole así las funciones de defensa, gobernación, justicia, seguridad
y otras como las relaciones exteriores.
Resumiendo, el Estado es el conjunto de instituciones que se encarga, entre otras cosas,
de regular, por medio de leyes, los comportamientos de los ciudadanos; es decir, la
función del estado es restringir o ejercer algún tipo de coacción sobre lo que
anteriormente definimos libertad individual. ¿Pero cómo podemos justificar esto?.
Aparentemente las creencias como que la existencia de un Estado es necesaria y que
está bien que un grupo o entidad tenga la legitimidad de aplicar sanciones, se encuentran
en el imaginario de todas las sociedades. A continuación miraremos las razones teóricas
que justifican la existencia del Estado.
Hobbes, (2011) en su obra Leviatán, justifica la existencia del Estado a partir de la
descripción de un ejercicio imaginario denominado Estado de Naturaleza. En este
Estado, no existe ninguna organización o forma de gobierno, ni mecanismo para regular
las acciones de los hombres. Hobbes presupone que todos los hombres están en iguales
condiciones, por lo que tienen los mismos derechos; además de esta característica,
sostiene que la razón primordial que motiva de manera egoísta la conducta humana es
la satisfacción de sus deseos.
Las dos condiciones sumadas, la igualdad y el egoísmo, piensa Hobbes, convergerían
en una inseguridad generalizada, ya que nadie podría estar seguro de conservar sus
posesiones; lo que daría origen a una guerra sin ningún tipo de restricción moral, ya que,
40
nos dice el autor, el derecho fundamental es el de preservar la vida propia, por lo que
estaría permitido que un individuo haga cualquier cosa a otro sin recibir castigo alguno.
En este momento se propone la creación de un Estado civil, a partir de la realización de
un convenio o contrato. En dicho convenio el Estado deber tener el poder sobre los
individuos y el uso de la fuerza debe ser monopolizada, aquí el gobierno administra, por
decirlo de alguna forma, los derechos de cada individuo.
El problema de la propuesta de Hobbes es que esto limita de muchas maneras la
libertad individual, y se corre riego de que el Estado actúe de manera arbitraria. Aceptar
la necesidad del Estado, –en particular el Estado propuesto por Hobbes- es aceptar que
la libertad individual debe estar restringida por mecanismos que propendan por los
intereses colectivos.
En 1685, el filósofo británico John Locke, escribió Carta sobre la tolerancia, en el cual se
afirma que la validez de un Estado radica en el grado de aceptación que la sociedad
tenga de él, en otras palabras, un Estado se justifica si los ciudadanos están de acuerdo
con él. Por otra parte, como lo expresa Locke, (2001) el Estado, de manera legítima,
puede utilizar su poder de coerción únicamente para impedir que un individuo viole los
derechos de otro.
Teniendo en cuenta lo anterior, la pregunta más lógica podría ser ¿pero qué pasa,
entonces, con la libertad individual? Frente a esta cuestión, debemos responder que la
coacción del Estado tiene unos límites que no está autorizado a traspasar; así como la
libertad individual, aunque parezca una contradicción, debe estar regulada por la mano
estatal para garantizar que no se sobrepase ocasionando perjuicio a otros individuos de
la sociedad. La libertad en sentido estricto, así como el papel regulador absoluto del
estado, son conceptos que deben ser degradados y matizados en pro de la normal
convivencia social.
41
4.2.4 Ética y Vida Militar. Y las nuevas guerras, en consecuencia, son actos bélicos
nomádicos que realizan empresas privadas en connivencia o no con los Estados, poco
importa que no buscan obtener territorio ni someter a las poblaciones; tan sólo afianzar
recursos estratégicos y obtener beneficios inmediatos a cualquier coste Mbembe.
Más que la mayoría de las otras profesiones, la profesión militar exige de sus practicantes
adoptar una postura moral seria dado que sus decisiones pueden significar terminar la
vida de una o varias personas en una sola acción. El militar debe constantemente pensar
en la conservación de los derechos de sus ciudadanos. Sin embargo, antes de empezar
a discutir el tema en cuestión, es importante recordar una distinción que anteriormente
fue mencionada.
Es preciso diferenciar entre las normas éticas, por un lado, y las leyes, códigos y
reglamentos por el otro. Es importante señalar estas diferencias porque las que entran
en el campo jurídico o militar utilizan el medio coercitivo para hacer cumplir la ley,
sancionando lo legal y lo no legal. Por el contrario, la ética no tiene una base jurídica
vinculante que alcance niveles de penalidad jurídica.
Como se planteó en apartados anteriores, Kant, (1998) afirmaba que nuestra capacidad
de razonar demanda de nosotros un trato imparcial hacia las demás personas; no hay
razón para pensar que podemos vernos como una excepción de la regla. Todos, si
tenemos la capacidad de razonar, estamos comprometidos a seguir el imperativo
categórico. Una buena voluntad es aquella que se somete libremente a la ley moral de
tal imperativo; así mismo afirma que la razón nos demanda un trato digno y respetuoso
hacia las demás personas.
De acuerdo con lo enseñado por Kant, (1998) un militar que exige lealtad de sus
subordinados, debe tomar la función de evaluarlos con responsabilidad y de manera
justa; debe tratarlos con dignidad y respeto; obedeciendo y actuando bajo los principios
morales que la razón nos indica. Del mismo modo si un superior legítimo nos ordena
hacer algo inmoral, como por ejemplo matar gente inocente, no es posible tener la
42
obligación moral de obedecer esa orden: y si uno obedece, tal obediencia no es virtuosa
sino viciosa.
Los seres humanos dentro de su contexto social, construyen sus propios valores, su ética
y su moral basándose en su cultura, sus creencias religiosas, o alguna ideología
filosófica. De la misma forma, las instituciones militares crean sus valores morales con
base en los deberes u obligaciones que la ley prescribe, al prestigio institucional y a las
virtudes castrenses. Estos elementos y el concepto del deber proporcionan al militar las
fuerzas necesarias para cumplir con las innumerables exigencias de su trabajo y las más
grandes dificultades, aun aquellas que pongan en peligro su vida, en
pro de la
conservación de su institución y el de su patria.
A pesar de que su obligación es para con la patria, todo miembro de las fuerzas militares
vigila a sus subordinados y es vigilado por sus superiores, o por los códigos que
reglamentan su conducta y el curso de sus acciones. Por lo que se hace necesario el
desarrollo colectivo de un pensamiento crítico que ayude a completar las ausencias y los
casos no contemplados en los códigos, y a desarrollar una conciencia reflexiva en el
militar que le permita reaccionar de forma autónoma conforme a una línea de
pensamiento moral.
Este pensamiento crítico solamente puede desarrollarse a partir de una educación cívica
y política. Ella debe responder a las cuestiones básicas del tipo por qué hacer parte del
ejército y por qué luchar, y presentar imparcialmente los diferentes tipos de respuesta.
Esta educación política debe basarse en el ejemplo propio, ya que es la mejor forma de
enseñar a los subordinados los valores políticos y sociales necesarios para el buen
desarrollo de su actividad, una educación política bien orientada a la que se añade una
idea concreta del orden constitucional liberal y democrático de la nación.
Otro aspecto importante que debemos tener en cuenta, es que la fuerza militar que se
encarga al ejército por el Estado no tiene la opción de actuar inmoralmente. Por lo tanto,
ordenar es una actividad que va más allá del mando y la legalidad. Es hacerlo también
43
de una determinada manera, consiente, razonable y, a la vez, con inclinación hacia las
leyes, de una manera que es valorada y seguida por sus subordinados. Es decir, cuando
el mando se ejerce de esa forma es también liderazgo. De ahí que un mando que piense
cómo hacer las cosas, cuidando el seguimiento de las pautas éticas que caracterizan la
profesión militar, jamás transformará a las Fuerzas Armadas en un instrumento de
violación de los derechos humanos. ¿Pero cuáles deberían ser las pautas éticas de la
profesión militar? La primera a ser considerada es la valoración de la paz por sobre la
guerra.
En apariencia, esto sugiere la negación o contradicción de la profesión militar. Pero no
es realmente así. Ya que concentrarse en desarrollar y mantener un estado pacífico no
tiene por qué obstaculizar la preparación de un ejército para actuar eficientemente. Sin
embargo, esto sí cambia el enfoque acerca de cómo cumplir una misión. Según este
enfoque, el militar cumple mejor su misión cuando impide la guerra que cuando entra a
un estado de beligerancia, por ejemplo.
La segunda pauta ética se puede definir como: preferir la paz enfatiza la virtud de la
contención. La contención es el componente primordial de un uso controlado de la fuerza.
La contención es una virtud de los fuertes; pues esta requiere la capacidad del
autocontrol mediante la voluntad y la razón. El monopolio del uso de la fuerza es un poder
que sólo las fuerzas militares tienen en la sociedad, y su uso debido es producto de la
contención. No sólo para inhibirse de obtener ventajas indebidas del poder político, sino
para usarlo sólo contra el enemigo y no contra civiles o no-combatientes. La contención
expresa poder y responsabilidad, y forma parte integral del concepto de guerra justa.
Mientras más poderío militar se tiene, mayor es la exigencia de contención. Ejercer la
máxima contención en el uso de la fuerza, empleando sólo la necesaria para cumplir con
los objetivos trazados.
En tercer lugar encontramos la obediencia como una virtud militar y una obligación moral
al mismo tiempo. La razón nos indica que nadie debe realizar acciones que puedan
catalogarse de inmorales. Sin embargo, todo militar tiene entre sus obligaciones recibir
y emitir órdenes, pero como cualquier ser humano, un militar es un individuo de la
44
sociedad, y por más estricto que sea su papel en la estructura militar, no puede ignorar
sus obligaciones como miembro de la sociedad para llevar a cabo acciones que puedan
catalogarse como incorrectas moralmente. Se actúa moralmente al obedecer a un
superior legítimo. Como no se permite a los seres humanos hacer algo que es inmoral,
como por ejemplo matar injustificadamente, una orden de ese tipo no es obligatoria, y es
inmoral obedecerla. Recordemos pues que los actos no son buenos o malos por una
orden sino por lo que son en sí mismos o por sus resultados.
En el campo militar la obediencia que se debe es a la autoridad legítima, y ella está
siempre especificada en las normas de organización de la rama. Los rangos indican una
jerarquía de autoridad y los enlaces internos delimitan las zonas de mando legítimo. Las
órdenes legítimas que provienen de autoridades legítimas en áreas donde ellas tienen la
autoridad para tomar decisiones y dar órdenes, deben someterse siempre a la restricción
de que ellas no sean inmorales. Por lo tanto, es de la ética elemental de quien ejerce el
mando no dar órdenes inmorales. Se deben obedecer todas las órdenes legítimas, pero
sólo las legítimas. Y se debe tratar a los subordinados como seres racionales y morales,
dignos de respeto y nunca ordenarles algo inmoral.
Una cuarta pauta a ser considerada es la responsabilidad del mando. Las órdenes no
siempre son instrucciones para realizar una tarea específica, sino disposiciones amplias.
Señalan un objetivo y recomiendan el uso de los medios pertinentes. En la profesión
militar, donde la operación es realizada por un grupo de personas que deben estar
sincronizadas, la formación de los recursos humanos está orientada a una aceptación
inconsciente y rutinaria de las órdenes. Además, las órdenes se van descomponiendo
en acciones a medida que descienden en la cadena de mando estableciendo una cierta
discrecionalidad respecto de los medios.
Por ello el mando superior es responsable moralmente del sentido y de los resultados de
la cadena de actos que inicia. Un buen comandante debe preocuparse de cómo se
realiza finalmente una tarea, fijar sus límites y deliberar si sus órdenes son justificables
y si se pueden realizar moralmente. Por todo lo anterior la formación estricta de un oficial
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en el respeto de los derechos fundamentales de los ciudadanos y de sus subalternos es
esencial en una institución jerarquizada, porque cuando se da una orden se delega
autoridad, pero nunca la responsabilidad, la que permanece con el que da la orden.
Quien ejerce el mando es responsable de lo que ordena y de cómo se llevan a cabo sus
órdenes.
Para terminar esta sección, podríamos considerar que la última pauta ética a tener en
cuenta es la del ejemplo como una virtud esencial del liderazgo. Las Fuerzas Armadas
son preparadas para cumplir órdenes que implican reacciones inmediatas y obedientes
frente a un superior. Sin embargo, hay quienes afirman que de cierto modo es
contradictorio introducir consideraciones morales; pues con ello no se tiene en cuenta la
naturaleza de la profesión ni el significado de una orden en el funcionamiento de una
institución armada y jerarquizada.
A pesar de esto, la obediencia que se espera de un soldado es perfectamente compatible
con negarse a hacer algo inmoral. En primer lugar, no todas las órdenes requieren una
reacción inmediata. En segundo lugar, ellas se derivan a espacios operativos menores
generando ámbitos o grados de discrecionalidad en los medios, que obligan a quienes
las ejecutan a pensar en cuáles son los medios más apropiados para llevar a cabo el
cumplimiento de una orden. Es aquí cuando se manifiesta la formación integral del
militar, su profesionalidad, su capacidad de mando y liderazgo, y los códigos de conducta
a que está sujeto. El automatismo irracional sería lo contrario a la contención y a la
razonabilidad que se exige incluso en situaciones extremas. El asunto central a ser
considerado aquí, es que un militar nunca debe ordenar a los subordinados hacer lo que
él mismo no haría en situación similar.
 Los Valores Militares. Los siguientes valores son tomados, en su gran mayoría, del
Manual de Derechos Humanos para las Fuerzas Armadas.
 Honor. Debe ser considerado el principio fundamental del sujeto militar. Puede
considerarse como el reflejo de los valores del grupo con el que la persona se
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identifica, pues expresa una valoración de sí mismo en los mismos términos que se
emplean para valorar a los demás. Además de ser un valor esencial para articular un
grupo, el honor militar es un honor moral, derivado del íntimo convencimiento de la
virtud profesional. Por lo tanto, no es una apariencia sino una realidad, y se refiere
fundamentalmente al comportamiento en sí y no sólo al juicio de los otros.
El honor militar es colectivo, y participan de él los que visten uniforme. Como obligación
recae en cada uno de los miembros del grupo y se simboliza en aquellos elementos que
los miembros del grupo portan, como banderas, emblemas, escudos de armas o
uniformes, a través de los cuales se reconocen entre sí. El honor se relaciona de una
manera muy estrecha con la forma como una organización militar estructura su carácter
para el uso de la fuerza. Como la articula y la somete a las reglas para su empleo. El
carácter en el uso de la fuerza es una expresión cultural, que forma parte del sujeto
ligado a la institución.
Ello tiene una estrecha relación con los elementos normativos, es decir con la legalidad
de su uso, que es la primera de las reglas a respetar. Pero el tema va más allá y se
adentra hasta las raíces más profundas del Código de Honor del militar: Un militar lo será
toda la vida. El valor de la contención, es decir la capacidad de abstenerse en el uso de
la fuerza o usarla de una manera reflexiva y austera no es un problema de legalidad sino
de cultura o educación individual. Y es determinante en la capacidad de una institución
militar para conectarse y armonizar con otros intereses de la sociedad, entre ellos la
defensa de los derechos humanos, sin perder el centro de su obligación profesional.
 Profesionalismo. La gran mayoría de los militares teóricos coinciden en señalar que
para que las fuerzas armada puedan alcanzar un nivel de desarrollo reconocido como
profesionalidad, las Fuerzas Armadas deben
recorrer un largo camino llamado
proceso de profesionalización.
La profesión militar es una carrera completamente desarrollada, que contiene las
características de una profesión. Estas pueden ser definidas como: destreza,
corporatividad y responsabilidad. Según esta línea de pensamiento, los militares deben
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cumplir con sus órdenes sin tener en consideración inclinaciones políticas u otras
consideraciones no militares. Por otro lado, podríamos definir el proceso de
profesionalización como aquel en el cual los miembros de una labor siguen un
procedimiento de aprendizaje y adquieren un conjunto de conocimientos técnicos y un
conjunto de normas operativas.
Debemos agregar que estas destrezas son reconocidas como necesarias por la
sociedad. Lo esencial es que las Fuerzas Armadas son una institución con normas y
reglamentos propios, con un principio de diferenciación que se traduce en conocimientos
y capacidades relativos al uso de la fuerza como violencia legítima; es decir, una violencia
sujeta a ciertas reglas, que la distinguen de otros grupos o sectores de la sociedad. Ese
proceso se desarrolla en una íntima relación con el Estado, que es la unidad política de
referencia y legitimidad para la institución militar.
La profesionalización está vinculada a la creación de las Academias de Guerra y los
Estados Mayores como elementos formantes de la institución militar. Las academias de
guerra, y los estados mayores, determinaron que todos aquellos que poseyeran los
niveles exigidos de conocimientos técnicos, instrucción y valentía, pudieran acceder a
altos grados del Ejército. Ese fue un enorme salto de igualdad ciudadana. Mientras más
integrada Socialmente sea una sociedad y mayor su cultura política, más intensa será el
profesionalismo de sus militares. Y más lejana la posibilidad de que adopten conductas
indebidas en relación con la tarea que se les ha encomendado.
 Obediencia. La obediencia tiene relación directa con la profesionalización y es
fundamental para evaluar el comportamiento de los miembros de las Fuerzas Armadas
con relación al poder civil. Puede ser definida como aquella que se presta sin reclamar
los motivos y razones del que manda. La obediencia debida es la que se rinde al que
es superior jerárquicamente y que exime de responsabilidad a los subalternos. Por
otra parte, encontramos que un instrumento básico para objetivar el tema de la
obediencia es siempre el Reglamento de Disciplina de las instituciones armadas o
códigos de comportamiento. En él están contenidas de manera explícita tanto las
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normas como valores que sustentan a la obligación. Lo que no está en los reglamentos
de disciplina es la forma en que se usa la fuerza.
Últimamente se ha expresado la tesis de la obediencia forzada frente a violaciones de
derechos humanos. Ella podría ser definida como la obediencia debida por jerarquía y
por amenaza, cuando el contenido inmoral de una orden es señalado al superior que
manda pero que debe cumplirse dado que no existe otra salida. La aceptación de esta
tesis, que busca reconocer la no culpabilidad individual en determinadas circunstancias,
requiere, para ser aplicable, que se reconozca que existe, al momento de la infracción,
un estado institucional de comisión de delitos, en el que la obligación no es para con un
oficial superior sino con la institución, por la cual responde todo el alto mando. Es decir,
sólo existe una traslación de responsabilidad a todo el mando superior. Ello porque el
monopolio del uso de la fuerza que tiene el Estado, cuyo ejercicio se confía a las Fuerzas
Armadas, forma parte de la personalidad moral del Estado y no puede ser usado de
manera ilegítima.
 No Deliberación Política. En primer lugar, debemos definir el término deliberar como
examinar y discutir oralmente un asunto, y resolver después de una discusión. Más
concretamente, el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española dice que
deliberar es Considerar atentamente el pro y el contra de los problemas de una
decisión, antes de adoptarla, y resolver una cosa con premeditación. Teniendo en
cuenta esta definición podemos afirmar la no deliberación militar en asuntos políticos
como una obligación en todos los sistemas democráticos. Es decir, la no consideración
y la no resolución de un asunto que está fuera de las competencias técnicas de los
militares. El militar no debe mezclarse en política y se le prohíbe pertenecer a
asociaciones de carácter político y concurrir a actos de esta índole.
En la institución militar existen ámbitos muy definidos para elaborar las peticiones y un
conducto regular para hacer reclamaciones. Es de la esencia de una institución
jerarquizada la existencia del conducto regular. Se entiende por tal la serie de
autoridades directas, jerárquicamente escalonadas, que forman el camino normal que
49
deben seguir las reclamaciones en el sentido inverso y que es considerado como un
medio de las funciones militares. Nunca ocurrirá que no exista el instrumento de la
reclamación que permite que la función militar se desarrolle de manera normal. Por lo
tanto, el concepto del conducto regular da forma y cierra el círculo respecto de los
principios ordenadores en el funcionamiento de las instituciones militares.
 Justicia. La justicia es un valor que inclina a obrar y juzgar, teniendo por guía la verdad.
Tengamos en cuenta que no existe moral sin la verdad, por ser la verdad el
fundamento principal de la moral. En consecuencia, el militar debe rendir culto a la
verdad como una asociación indispensable en su desarrollo profesional. Todo ello
proveerá a los miembros de las fuerzas armadas con la suficiente moral para actuar y
decidir correctamente. Para que la justicia pueda existir, se debe observar una
imparcialidad absoluta, donde se le dé a cada quien lo que le corresponde. La justicia
como valor democrático es un nivel que se desea alcanzar y está vinculado
estrictamente al valor del bien general. Para que la Justicia pueda existir debe existir
la voluntad de todos los ciudadanos y miembros de las fuerzas armadas de respetar
el derecho de los demás y así respetar el propio.
La Justicia como valor militar sirve para lograr el equilibrio entre las distintas partes, para
asegurar que más allá de las diferencias, tengamos los mismos derechos y obligaciones
y para que se tome en cuenta el interés general, no sólo el de las partes. La justicia obliga
a que la ley sea igual para todos y se aplique a todos por igual sin privilegios de ningún
tipo. En el estudio del concepto de justica, podemos encontrar diferentes definiciones.
Algunas de ellas son: la justicia legal que corresponde al Estado a través de las leyes
que tiendan a buscar el bien común. El cumplimiento de las normas de la justicia legal,
obligan tanto al ciudadano, como a los gobernantes y miembros de las fuerzas armadas
a cumplir el mandato de las leyes. Su principal objetivo es atender el cumplimiento de las
leyes.
Por otro lado, la justicia social: se fundamenta en la idea del bien general, entendiendo
por esto el bien para todos los miembros de la sociedad, sean militares o ciudadanos,
50
proponiendo una visión de justicia con igualdad para todos. Por último, encontramos la
justicia distributiva; esta genera cargas y reparto equitativo y proporcional entre los
grupos sociales a través de políticas e instituciones generadas por el Estado y tiene por
objeto proteger los derechos individuales de las personas y velar por que éstos cumplan
sus deberes.
 Fortaleza. La fortaleza es la capacidad que nos permite mantenernos fieles a nuestras
convicciones y hacerles frente con firmeza y energía a las diferentes situaciones con
que nos encontramos en la vida. Son personas aplomadas y serenas, que conservan
la compostura tanto en los buenos como en los malos momentos, pero sobre todo en
estos últimos, infundiendo confianza y tranquilidad a la ciudadanía. No debemos
confundir, sin embargo, la fortaleza con la inflexibilidad, el cerramiento de espíritu o
la dureza de corazón. Gracias a la fortaleza, aprendemos también a resistir la
adversidad, las enfermedades y el dolor en sus distintas formas y a luchar contra ellos
sin amargura, poniendo todo de nuestra parte, seguros de que vamos a salir adelante.
4.2.5 Derechos humanos y Derecho Internacional Humanitario. Podemos definir los
Derechos Humanos como aquellos que los hombres poseen por el simple hecho de ser
hombres, por ser parte de la humanidad. Son inseparables de las personas y se
proclaman sagrados, inalienables, imprescriptibles y fuera del alcance de cualquier
poder político. Algunas veces se considera que los derechos humanos fueron propuestos
bajo los ideales del derecho natural. Sin embargo, existe una escuela de pensamiento
jurídico que sostiene la postura contraria. Para algunos, los derechos humanos son una
constante histórica, con clara presencia en el mundo clásico; para otros, son fruto del
cristianismo y de la defensa que éste hace de la persona y su dignidad.
Los Derechos Humanos son el conjunto de privilegios inseparables de la naturaleza de
la persona, cuya realización resulta indispensable para el desarrollo integral del individuo
que vive en una sociedad jurídicamente organizada. Estos derechos, establecidos en la
Constitución y en las leyes, deben ser reconocidos y garantizados por el Estado. La tarea
de proteger los Derechos Humanos representa para el Estado la exigencia de proveer y
51
mantener las condiciones necesarias para que, dentro de una situación de justicia, paz
y libertad, las personas puedan gozar realmente de todos sus derechos.
Las características fundamentales de los derechos humanos pueden ser enumeradas
así: en primer lugar, son universales porque pertenecen a todas las personas, sin
importar su sexo, edad, posición social, partido político, creencia religiosa, origen familiar
o condición económica. En segundo lugar, son incondicionales porque únicamente están
sujetos a los lineamientos y procedimientos que determinan los límites de los propios
derechos, en otras palabras, hasta donde comienzan los derechos de los demás o los
justos intereses de la comunidad. En tercer lugar, son inalienables porque no pueden
perderse ni transferirse por propia voluntad; son inherentes a la idea de dignidad
humana.
Dejando claro lo anterior, podemos pasar a considerar qué tipo de conducta puede ser
considerada como una violación de los Derechos Humanos. Son consideradas
violaciones de los derechos humanos aquellos delitos que atentan contra los derechos
fundamentales del hombre, que se encuentran definidos en la Declaración Universal de
los Derechos Humanos, y que son realizadas por el Estado de manera directa,
indirectamente o por omisión. De esta manera, el Estado anula su finalidad esencial y
provoca la inexistencia del estado de derecho.
Dentro de la vida militar las violaciones de los derechos humanos deben ser tan
repudiadas y rechazadas como cualquier otra orden que pueda atentar contra la
conducta ética que caracteriza a la institución. Ya que la existencia de hechos como
tortura y de malos tratos infligidos por las fuerzas de seguridad del Estado no constituye
un accidente ni es un hecho anómalo en las autoproclamadas sociedades democráticas.
Algunos temas relacionados con la violación de derechos humanos por parte de las
Fuerzas Armadas son:
 Tortura. En 1984 la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles,
Inhumanos o Degradantes en su primer artículo da una acertada definición del vocablo
52
tortura y cómo debe entenderse en materia de Derechos Humanos: A los efectos de
la presente Convención, se entenderá por el término tortura todo acto por el cual se
inflija intencionadamente a una persona dolores o sufrimientos graves, ya sean físicos
o mentales, con el fin de obtener de ella o de un tercero información o una confesión,
de castigarla por un acto que haya cometido, o se sospeche que ha cometido, o de
intimidar o coaccionar a esa persona o a otras, o por cualquier razón basada en
cualquier tipo de discriminación, cuando dichos dolores o sufrimientos sean infligidos
por un funcionario público u otra persona en el ejercicio de funciones públicas, a
instigación suya, o con su consentimiento o aquiescencia. No se considerarán torturas
los dolores o sufrimientos que sean consecuencia únicamente de sanciones legítimas,
o que sean inherentes o incidentales a éstas.
De la anterior definición del concepto de tortura podemos separar los siguientes
apartados:
 Todo acto por el cual se inflijan intencionadamente a una persona dolores o
sufrimientos graves, sean físicos o mentales.
Esto significa que la agresión contra la integridad física o psíquica del prisionero debe
cumplir con dos características agravantes que le darán el carácter de tortura. Estas son:
la gravedad que ésta tiene y la intencionalidad de infligirla. Es por eso que no podría
considerarse tortura las incomodidades que el preso cumple en la cárcel, las cuales son
algo inherentes al confinamiento.
 Con el fin de obtener de ella o de un tercero información o una confesión, de castigarla
por un acto que haya cometido, o se sospeche que ha cometido, o de intimidar o
coaccionar a esa persona o a otras, o por cualquier razón basada en cualquier tipo de
discriminación.
La finalidad que tiene el acto son generalmente una o varias de las señaladas en la
definición, ya que a no ser que se trate de un acto sádico, la tortura tiene un fin de por sí
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y es lograr de manera rápida castigar o forzar a alguien a autoinculparse. Se incluye
además cualquier razón basada en cualquier tipo de discriminación.
 Cuando dichos dolores o sufrimientos sean infligidos por un funcionario público u otra
persona en el ejercicio de funciones públicas, a instigación suya, o con su
consentimiento o aquiescencia.
Aquí podemos notar la connotación de política de estado que adquiere la tortura, ya que
ésta es generalmente cometida por los estados para llevar a cabo sus propias políticas.
En el artículo segundo de la Convención se establece que no podrá invocarse como
excusa el estado de necesidad o de guerra en que se hayan producido estos hechos, así
como tampoco acepta como evasión de responsabilidad el haber obedecido una orden
superior en caso de los militares, lo cual tiene directa relación con la función policial.

Violaciones Militares a los Derechos Humanos. En este punto es conveniente
agregar una resumida definición de diversos conceptos concernientes a este
problema. En primer lugar, encontramos el genocidio: este se puede definir como los
actos perpetrados con la intención de destruir total o parcialmente a un grupo
nacional, étnico, racial o religioso como tal. Entre dichos actos se incluye la matanza
de miembros del grupo, las medidas destinadas a impedir nacimientos en el seno del
grupo, el traslado por la fuerza de niños del grupo a otro grupo, etc. En segundo lugar
encontramos los crímenes de lesa humanidad, los cuales se definen como cualquiera
de los actos siguientes cuando son cometidos como parte de un ataque generalizado
o sistemático contra una población civil: asesinato, exterminio, deportación, tortura,
violación, etc. Por último están los crímenes de guerra, estos pueden ser definidos
como los crímenes cometidos durante una guerra violando convenciones
internacionales que protegen a la población civil y los prisioneros de guerra.
En general, es una violación de los usos y costumbres de la guerra, que podría consistir
en asesinatos, malos tratos, deportación y trabajos forzados a civiles y prisioneros,
ejecución de rehenes y destrucciones no debidas a razones militares. De manera más
54
amplia, podemos intentar definirlos como las violaciones graves del derecho
internacional humanitario, es decir, de los convenios, normas y usos aplicables a los
conflictos armados internacionales o internos, que implican una responsabilidad penal
internacional. Así pues, estos crímenes son infracciones graves de los Convenios de
Ginebra de 12 de agosto de 1949, a saber: matar intencionalmente, someter a tortura o
a otros tratos inhumanos, incluidos los experimentos biológicos, destruir bienes, tomar
rehenes, etc.
Queremos exponer la posición de las Fueras Armadas sobre los crímenes anteriormente
mencionados y su correspondiente responsabilidad en la cadena de mando según la
Revista de la armada en su edición 88:
Los crímenes de guerra y los crímenes de lesa humanidad, dondequiera y
cualquiera que sea la fecha en que se hayan cometido, serán objeto de una
investigación, y las personas contra las que existen pruebas de culpabilidad
en la comisión de tales crímenes serán buscadas, detenidas, enjuiciadas
y, en caso de ser declaradas culpables, castigadas.
Todo Estado tiene el derecho de juzgar a sus propios nacionales por
crímenes de guerra o crímenes de lesa humanidad. (Resolución 3074
(XXVIII) de la Asamblea General, de 3 de diciembre de 1973, p. 1)
El militar debe tener en cuenta
 Los tribunales Internacionales designados por las Naciones Unidas se ha convertido
en norma legal.
 Responsabilidad personal por crímenes cometidos en su área de jurisdicción u
operaciones.
 Todos los comandantes son responsables por los crímenes cometidos por sus
subordinados.
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 Las violaciones serias de la ley de conflictos armados y otras violaciones de los
derechos humanos deben estar sujetas a la jurisdicción de una corte”.
 Además, según los artículos 41 y 42, dictamina, respectivamente, que los deberes y
prohibiciones del militar son:
 Deberes
 Cumplir y hacer que se cumplan los deberes contenidos en la Constitución Política,
los tratados de Derecho Internacional Humanitario, la ley, los decretos, los estatutos
de la Institución, los reglamentos, los manuales de funciones, las decisiones judiciales
y disciplinarias y las órdenes superiores emitidas por funcionario competente.
 Comportarse con orgullo y dignidad.
 Ser veraz en todos los actos de la vida.
 Ser modelo de ciudadano, hijo ejemplar y cumplido caballero.
 Ser leal y respetuoso con los superiores, subalternos y compañeros.
 Usar el uniforme con pundonor y pulcritud.
 Buscar en la disciplina del cuerpo la superación del espíritu.
 Velar por el mantenimiento y la conservación de los elementos puestos bajo su
responsabilidad.
 Ejercer el mando con respeto a la dignidad humana
 Respetar y enaltecer la condición de militar.
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 Preocuparse en adquirir y perfeccionar los conocimientos necesarios para el ejercicio
de la carrera militar.
 Cuidar y conservar los elementos pertenecientes a las Fuerzas Militares.
 Observar absoluta discreción en todos los asuntos relacionados con el servicio y
guardar la debida reserva de ley.
 Asistir con puntualidad al servicio
 Portar el uniforme de acuerdo con las normas reglamentarias.
 Mantener con otros organismos armados relaciones de armonía y dispensar a sus
miembros el respeto y las consideraciones debidas.
 Respetar y tratar cortésmente a la población.
 Observar estrictamente el conducto regular en el trámite de solicitudes, informes,
reclamos y demás asuntos del servicio que lo requieran o restablecerlo.
 Dar cuenta de los cambios relacionados con el estado civil, con el domicilio o
residencia y con el núcleo familiar.
 Asumir las responsabilidades propias del cargo y jerarquía.
 Es deber del superior estimular a quienes se destaquen en el cumplimiento de sus
obligaciones y sancionar a quienes las infrinjan, de forma justa, oportuna y
proporcional a los hechos por los cuales se aplican.
 Servir de ejemplo y guía a sus subalternos, estimular sus sentimientos de honor,
dignidad, lealtad y abnegación; fomentar su iniciativa y responsabilidad y procurar su
bienestar.
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 Conocer y estimular los esfuerzos de sus subalternos para mantener el espíritu de
trabajo y el deseo de superación.
 Cumplir la misión asignada con valor.
 Guardar el debido respeto a los símbolos patrios.
 Mantener el comportamiento adecuado durante las actividades académicas, militares,
administrativas, culturales, religiosas, deportivas y sociales que desarrolle la
institución.
 Prohibiciones
 Incumplir los deberes o extralimitar las funciones contenidos en la Constitución
Política, los tratados internacionales ratificados por el Congreso, las leyes, los
decretos, los estatutos de la Institución, los manuales de funciones y las decisiones
judiciales y disciplinarias.
 Usar, permitir y tolerar la murmuración y la crítica destructiva.
 Contraer deudas que no puedan cancelarse o compromisos que no puedan cumplirse.
 Intervenir consuetudinariamente en juegos de suerte y azar.
 Emplear vehículos, embarcaciones o aeronaves, armamento, equipo, o cualquier
elemento de dotación oficial en asuntos diferentes del servicio.
 Emplear en beneficio propio o de terceros, personal militar o civil u otros medios
pertenecientes a las Fuerzas Militares.
 Suministrar o difundir información sobre las Fuerzas Militares, o hacer publicaciones
de la entidad, sin previa autorización del superior competente.
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 Interferir en las actividades de Reclutamiento y Movilización.
 No cumplir o negar el conducto regular.
 Incumplir, desatender o entrabar el cumplimiento de las órdenes e instrucciones
legalmente emitidas por sus superiores jerárquicos.
 Ejecutar dentro o fuera de la Institución actos que atenten contra los principios, valores
y virtudes militares.
 Irrespetar los símbolos patrios o negarse a rendirles los honores que corresponden.
 Realizar conductas que atenten contra el prestigio de la Institución o contra el respeto
debido a sus insignias, distintivos, condecoraciones, medallas, cursos de combate,
banderas, estandartes, escudos y demás símbolos militares.
 Participar en actividades contrarias a la disciplina militar, así como promoverlas,
propiciarlas u organizarlas.
 Ejecutar actos de violencia o utilizar expresiones irrespetuosas, injuriosas o
calumniosas contra superiores, subalternos, compañeros o personal civil.
 Proporcionar datos o documentos personales inexactos a la Institución.
 Faltar al servicio o asistir en forma impuntual.
 Salir sin permiso de la guarnición o de las instalaciones militares.
 Incurrir en acciones u omisiones que pongan en riesgo la vida o la integridad personal
de sus superiores, subalternos, compañeros y demás servidores de la Institución.
 Realizar actos de discriminación racial, étnica, regional, religiosa, o de cualquier otra
índole.
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 Utilizar prendas, elementos, joyas, accesorios, cortes y pinturas de cabello, diferentes
a las contempladas en el reglamento de uniformes.
 Incurrir en acciones u omisiones que pongan en riesgo el éxito de las operaciones o
la misión institucional.
 No dar cumplimiento a las medidas de seguridad”.
4.2.6 Pensamiento crítico y Formación Ética. Pensar la Ética para estudiantes de la
Escuela Militar Inocencio Chincá, necesariamente obliga a contextualizar la realidad
problemática, para que a la luz de las diferentes teorías éticas, y con base en la formación
personal y las diferentes experiencias de vida de cada estudiante, se pueda analizar con
criterio e iluminar posibles respuestas desde la óptica de la educación militar superior.
Es en este nivel de educación donde se concreta o fragua la esperanza de una nación
sin los desajustes sociales que hacen lóbrego el paisaje de la cotidianeidad y que llevan
a las Fuerzas Militares y de Policía a enfrentar a diario situaciones al límite. La formación
ética en el estamento militar atraviesa por una crisis, como sucede con toda la nación y
el Estado, lo que la favorece en cuanto es ocasión propicia para replantear su heroica
labor en cuanto que el Militar, por las particularidades del Estado-nación, en muchas
ocasiones se encuentra entre la espada y la pared. Tiene que defender más los intereses
de las multinacionales que al pueblo de donde emerge el soldado, ante el cual es enviado
a operar como represión, sabiendo que la mayoría de las veces los campesinos,
estudiantes y trabajadores salen a reclamar sus legítimos derechos. Ante esto al militar
no le es dado pensar, sino obedecer. ¿Hasta qué punto es permitido mantener de manera
irreflexiva esta situación, legitimando un statu quo, que marginaliza al pobre y tranquiliza
a quien le quita los derechos al pobre?.
Ideal sería desde la clase de Ética fundamentar y sustentar para todos los estudiantes
de la Escuela Inocencio Chincá, y en todos los ámbitos, la importancia del cultivo de la
humanidad como garantía de la real defensa de los derechos humanos y la observancia,
aplicación y respeto por el Derecho Internacional Humanitario. En la Ética del deber,
60
pensar soluciones innovadoras ante la realidad angustiante del mundo actual debiera ser
el gran cometido de la formación superior y militar. Más daño hace el militar que no piensa
por obedecer que aquel que reflexiona porque conoce y defiende los derechos, y en esta
perspectiva entiende su verdadera misión constitucional; además, en observancia y
respeto de los Derechos Humanos logra resguardarse de los posibles problemas
judiciales que le vendrían en caso de la inobservancia y respeto de los mismos.
Algunos pensadores (Hans Küng) creen que la crisis financiera, ecológica, política y
económica mundial parte de una desorientación ética; pues aunque muchos
protagonistas del desorden mundial actúan con base en la normatividad, han infringido
el marco ético, afectando el bien común y el de cada persona. ¿Para qué formar militares
sin referentes éticos, que sirvan de meridiana garantía en su ejercicio profesional?
¿Puede la Escuela Militar Inocencia Chincá seguir promoviendo una racionalidad
instrumental, para garantizar a través de los militares las enquistadas formas
burocráticas de dominación; contentarse con graduar profesionales militares que se
dediquen a garantizar tranquilidad precisamente a los que generar o son causa directa e
indirecta de los desajustes éticos, gobernados, no por democracias, sino por sistemas
guiados casi exclusivamente por la lógica del cálculo económico?.
Ahora impera una nueva concepción de la soberanía: la de aquellos actores
internacionales que deciden quién debe vivir y quién debe morir en un
momento dado, atendiendo a criterios estrictamente económicos. Y las
nuevas guerras, en consecuencia, son actos bélicos nomádicos que
realizan empresas privadas –en connivencia o no con los Estados, poco
importa...– que no buscan obtener territorio ni someter a las poblaciones;
tan sólo afianzar recursos estratégicos y obtener beneficios inmediatos a
cualquier coste.
La necropolítica ha conseguido transformar a los seres humanos en una
mercancía intercambiable o desechable según dicten los mercados. Esta
nueva forma de gestión de las poblaciones quizás más evidente en el
61
denominado tercer mundo y, en particular, en el continente africano es un
paso más respecto de la biopolítica enunciada por Foucault. Una nueva
manera de entender la realidad en la que la vida pierde toda su densidad y
se convierte en una mera moneda de cambio para unos poderes oscuros,
difusos y sin escrúpulos (Mbembe, 2011. p. 1).
En la formación ética, que a veces se restringe solo a una clase magistral de Ética, debe
quedar claro que no siempre el progreso en el conocimiento militar y general implica
necesariamente un progreso moral, que no se puede seguir siendo indiferente frente a
la miseria y la injusticia. El avance técnico sin una ética humana construirá el reino de
una necesidad inhumana. El progreso cultural, la educación universal y la formación
crítica, como indicadores de un mundo más equilibrado, son los horizontes hacia los que
debe empeñar todo su esfuerzo el Estado-Nación; para eso, la clase de Ética tiene
mucho que aportar en la concientización de la necesidad de asumir comportamientos
racionales y razonables.
4.3 TICs Y PROCESOS DE FORMACION
Las instituciones educativas, llevan sus modelos de enseñanza a las posibilidades
educativas que ofrecen las TICs como medio de a poyo para el proceso de enseñanza y
de aprendizaje. Esto ha significado desarrollar y planificar modelos de enseñanza más
flexibles y accesibles, donde el profesor asume un rol orientador en el proceso de
aprendizaje, facilitador de recursos y herramientas que permitan al estudiante explorar y
elaborar nuevos conocimiento de forma efectiva, responsable y comprometida con el
propio aprendizaje.
Las tecnologías de la información y comunicación (TICs) entraron de lleno a los distintos
procesos de enseñanza y de aprendizaje en los diferentes niveles de enseñanza, en las
diferentes Instituciones Educativas se observa como los profesores se encasillan en
ciertos instrumentos que ya no son novedad para los alumnos, por ejemplo
presentaciones en powerpoint, búsqueda de información en Internet, uso de software
62
planos sin mayor interactividad o donde el resultado es entregado de forma inmediata y
no deja tiempo a pensar. Por otro lado los jóvenes muestran mayor interés por las
tecnologías que les permiten comunicarse con otros, ya sean celulares, chat, messenger,
foros, etc.
Ellos muestran una gran habilidad a la hora de utilizar estos recursos. Es así como se
evidencia el usos de las TICs desde dos perspectivas, por un lado los profesores y por
otro los alumnos, entonces cabe la pregunta si estos recursos que los alumnos dominan
con destreza, y que los utilizan más para divertirse, pueden ser utilizados por el profesor
en su proceso de enseñanza y de aprendizaje.
Uno de los temas de mayor preocupación de las instituciones educativas es la integración
de las TICs a los procesos de enseñanza y de aprendizaje, pero una vez que se posee
la tecnología el tema que surge es cómo los profesores pueden usarla, y de qué manera
la van a integrar al currículo.
Los profesores mantienen sus métodos de enseñanza tradicional. En conversaciones
informales han manifestado algunos, falta de conocimiento y habilidades para
acompañar a sus estudiantes en el proceso de enseñanza y aprendizaje mediado por el
uso de las TICs, mostrando incluso actitudes y opiniones dispares hacia su uso y
efectividad.
Las TICs en muchos de los casos no son usadas como una herramienta esencial para
tener acceso a la información; no podemos desconocer que la educación en Colombia
hace parte de la globalización y exige aumentar infraestructura y uso de las TICs como
una herramienta que contribuya a determinar la calidad de vida de los ciudadanos, las
condiciones de trabajo y la competitividad global de la industria y los servicios.
El volumen de tecnologías de la información con que nos encontramos en la actualidad
es considerablemente superior al de hace muy pocos años, las tecnologías se están
disparando y están naciendo y muriendo a una velocidad como no había ocurriendo
63
anteriormente; al vídeo, la televisión y los cassettes de audio, se han incorporado los
multimedia, internet, los DVD, MP3… Estos medios vienen a configurar experiencias,
entornos y posibilidades educativas, motivadas por las nuevas posibilidades que ofrecen,
y ello no sólo para incrementar el volumen de información que puede ser puesto a
disposición de los estudiantes y profesores, o la ampliación de las herramientas de
comunicación para comunicarse de forma sincrónica y asincrónica entre los diversos
miembros de la comunidad educativa, sino también para la eliminación de las barreras
espacio-temporales, y la creación de escenarios interactivos.
Las investigaciones actuales nos han constatado que el uso de las TICs representa un
nuevo marco de relación en los procesos de enseñanza y de aprendizaje, no sólo con
los contenidos de los aprendizajes, sean estos cuales sean, sino también con los sujetos
que hacen uso (profesores y alumnos), y como los utilizan. Sin embargo aunque la
tecnología ya lleva un largo proceso de relación con la educación, algunas áreas del
currículum se mantienen reticentes a su incorporación. No en vano es un tema que se
ha profundizado a nivel mundial, como lo demuestra el documento de Dakar de abril de
2000 el cual sostiene que:
Es preciso aprovechar el potencial de las TIC para mejorar el acopio y el
análisis de datos y fortalecer los sistemas de gestión, desde los ministerios
centrales a la escuela, pasando por las instancias subnacionales; para
mejorar el acceso a la educación en comunidades remotas y
desfavorecidas; para apoyar la carrera profesional, tanto inicial como
continua, del docente; y para ofrecer oportunidades de comunicarse a
través de las aulas y las culturas (Organización de las Naciones Unidas
para la Educación, la Ciencia y la Cultura, 2000, p. 15).
En el documento Visión 2019, del Ministerio de Educación Nacional, se afirma:
No cabe duda de que saber manejar computadores es una competencia
esencial en el mundo de hoy, pero mucho más importante es saber
64
utilizarlos con sentido: para aprender, para solucionar problemas, para
mejorar la productividad del trabajo. Las TICs no sólo ponen al alcance de
docentes y estudiantes grandes volúmenes de información, sino que
promueven el desarrollo de destrezas y habilidades esenciales como son
la búsqueda, selección y procesamiento de información, así como la
capacidad para el aprendizaje autónomo. También amplían las fronteras
del aprendizaje al poner a disposición nuevos recursos así como la forma
para aprender con otros, incluyendo comunidades remotas (p. 4).
Galvis, citado en el documento 2019 del Ministerio de Educación Nacional, propone usos
educativos de las TICs, teniendo en cuenta las siguientes dimensiones y herramientas:
Mejorar la productividad individual, utilizando como herramientas la comunicación
escrita, cálculo y análisis de datos numéricos, administración de bases de datos,
procesamiento gráfico, procesamiento de video y sonido y presentaciones; Interacción
con otros mediado por herramientas como el correo electrónico, chats, diarios digitales
(blogs) y, foros; Exploración de objetos de estudio por medio de: simuladores, cursos
virtuales y lecciones interactivas. Con el fin de crear nuevos objetos de estudio y ampliar
y preservar el acervo cultural.
La incorporación de TICs en el proceso de enseñanza y de aprendizaje en el contexto
Colombiano, no se puede ver limitada a la dotación de equipos y acceso a internet. Es
necesario capacitar a los docentes de tal manera que puedan aprovechar el enorme
potencial que le ofrece su uso en los procesos pedagógicos, y de esta forma poder
orientar a los alumnos en el buen uso de las herramientas tecnológicas, desarrollando el
trabajo colaborativo y poniendo al descubierto el uso de las TICs no solo como
herramienta de información sino convertirla en conocimiento.
El desarrollo de actitudes docentes efectivas y el uso de las TICs, le imprime al profesor
las destrezas necesarias para realizar actividades en el proceso de enseñanza y
aprendizaje, a través de las cuales los alumnos pueden experimentar la globalización, al
acceder y entregar información, vivenciar nuevas experiencias en comunidad virtual,
65
acceder a simuladores de la realidad; lo que les permite trabajar con las tecnologías de
la información y la comunicación como recursos de construcción de aprendizajes
significativos y nuevos conocimientos, en un marco de colaboración y cooperación que
potencia el trabajo en equipo, donde dichos aprendizajes y conocimientos se materializan
a través de actividades interactivas y donde tanto el docente como el alumno tienen el
control sobre la acción existiendo una acción reacción con las nuevas tecnologías y con
otros sujetos.
Sin lugar a dudas, en la actualidad las TICs crean nuevos entornos, tanto humanos como
artificiales de comunicación, y establecen nuevas formas de interacción de los usuarios
con las máquinas donde uno y otra desempeñan roles diferentes a los clásicos de
receptor y transmisor de información, y el conocimiento contextualizado se construye en
la interacción que sujeto y máquina establezcan. Ello plantea cambio y resignificación de
los roles tradicionalmente desempeñados por las personas que intervienen en el acto
didáctico, llevando a los profesores a alcanzar dimensiones más importantes, en el
proceso de enseñanza y de aprendizaje.
Es preciso considerar que las nuevas formas de concebir la enseñanza y el aprendizaje
con el apoyo de los recursos tecnológicos, están provocando diversas actitudes y opinión
frente al uso y aprovechamiento para lograr un rendimiento académico óptimo. Por tanto,
los profesores deben poseer los niveles de conocimiento y habilidades necesarias para
acompañar a sus estudiantes durante este proceso, y asumir que la incorporación de
estas herramientas tecnológicas facilitará su quehacer pedagógico y administrativo,
además de enriquecer los ambientes de aprendizaje.
4.3.1 Las TICs en el Proceso Enseñanza Aprendizaje. Las TICs son medios,
herramientas diseñadas para facilitar el aprendizaje, el desarrollo de habilidades y
desarrollar distintas formas de aprender, con estilos y ritmos diferentes dependiendo del
sujeto (profesor-alumno), pero en ningún momento las TICs se deben considerar como
un fin; la tecnología es utilizada para acercar al sujeto a la realidad.
66
Hoy en día el uso de las TICs es más cotidiano en el quehacer pedagógico, lo que ha
implicado un cambio en la sociedad; ya es común escuchar “estamos en la era de la
sociedad de la información, o sociedad del conocimiento”. Sociedad y cambios a los que
no podemos ser ajenos, ya sea por nuestro trabajo como docentes o como padres, es
difícil entender que nosotros estamos en una época de transición.
Educados en una sociedad industrial y hoy en día tenemos que educar en una sociedad
de la información, que sin duda ha transformado la forma de educar, ha dado paso a una
innovación educativa, acompañada de múltiples facetas en donde intervienen factores
políticos, económicos, ideológicos, culturales y sicológicos, afectando a diferentes
niveles contextuales, desde el aula de clase hasta la misma sociedad. Esta innovación
exige que los diferentes actores que participan en el proceso educativo adopten e
interpreten el uso de las nuevas tecnologías como una herramienta propia del quehacer
diario en busca de producir cambios en el interés de los sujetos (alumnos), como lo afirma
Cabero (2004):
Cambios
que
responden
a
un
proceso
planeado,
deliberativo,
sistematizado e intencional, no de simples novedades, de cambios
momentáneos ni de propuestas visionarias. Como proceso que es supone
la conjunción de hechos, personas situaciones e instituciones, actuando en
un periodo de tiempo en el que se dan una serie de acciones para lograr el
objetivo propuesto (p. 8).
Este proceso se caracteriza por la complejidad derivada del hecho de introducir cambios
representativos en los diferentes sistemas educativos, implicando nuevas formas de
comportamiento y una consideración diferente de profesores y alumnos frente al proceso
de educación, y a su propia evaluación.
El cambio de las organizaciones analizado por varios autores se ha establecido
básicamente en tres etapas: La primera, Movilización, por la que el sistema es preparado
para el cambio. La segunda, Implantación, en la cual el cambio es introducido. La tercera,
Institucionalización, cuando el sistema se estabiliza en la nueva situación. Uno de los
67
principales inconvenientes para el cambio de las organizaciones no son las herramientas,
pues los medios y la tecnología existen, y cada día nos presentan nuevas alternativas,
para mejorar el proceso de enseñanza y de aprendizaje, la dificultad surge en el
desarrollo y uso que hagan los profesores de estas herramientas, por lo cual se ven
abocados a adquirir nuevas destrezas, comportamientos y prácticas asociadas con el
cambio, que les permitan romper paradigmas tradicionales y empezar a apropiarse de
estas nuevas tecnologías de la información y la comunicación para utilizarlas como
herramientas que faciliten su quehacer diario.
Echevarría, (1998) hace referencia al mudo virtual como tercer Entorno como un espacio
de interacción social en el que se pueden hacer cosas, y para ello son necesarios nuevos
conocimientos y destrezas. Además de aprender a buscar y transmitir información y
conocimiento a través de las TIC (construir y difundir mensajes audiovisuales), hay que
capacitar a las personas para que también pueda intervenir y desarrollarse en los nuevos
escenarios virtuales.
Seguirá siendo necesario saber leer, escribir, calcular, tener conocimientos de ciencias
e historia, pero todo ello se complementará con las habilidades y destrezas necesarias
para poder actuar en este nuevo espacio social telemático. Con esta consideración que
origina o posibilita los nuevos instrumentos tecnológicos y la globalización económica y
cultural no deja otra alternativa que empezar a cerrar esa brecha digital con la
alfabetización digital de profesores, (para este caso particular, porque esta alfabetización
compete a cualquier ciudadano).
Hoy en día los jóvenes saben más, y aprenden más cosas fuera de la institución
Educativa, por lo tanto es un reto que el profesor y las Instituciones Educativas deben
asumir, para poder integrar estas nuevas tecnologías en los procesos de enseñanza y
de aprendizaje.
Rol del Profesor, en los procesos de enseñanza y de aprendizaje mediados por las TICs.
Como profesionales de la enseñanza, los profesores deberíamos desarrollar
competencias para crear materiales didácticos adecuados para las nuevas exigencias
68
de la educación en la sociedad del siglo XXI. Ésta se caracteriza por una mayor
autonomía en los alumnos, incrementando el tiempo dedicado al autoestudio a la
resolución de actividades por su cuenta. Los materiales ya no son un apoyo a la
explicación dada en clase, sino que deben ser completos y autocontenidos; deben
motivar al estudiante, facilitarle la adquisición de las competencias que requieren
nuestras
asignaturas. En ocasiones, si tenemos un buen manual, basta con una
pequeña guía para orientar al alumno sobre cómo debe abordar la materia.
Pero en otros casos nosotros mismos tendremos que elaborar los materiales necesarios.
Y para ello debemos seguir una serie de guías o recomendaciones para conseguir unos
materiales pedagógicamente bien construidos.
En la tarea educativa, el profesor es quien realmente gestiona y regula el proceso de
aprendizaje de los alumnos, incluso en aquellas ocasiones en las que el aprendizaje sea
abierto y autónomo, o en modelos centrados en los estudiantes. Los procesos de
enseñanza y aprendizaje son procesos intencionales, en los que tanto educador como
educando participan de forma consciente, aun cuando no hay contacto físico entre
profesores y alumnos, como es el caso de la Educación a distancia entre otras,
practicando la teoría del diálogo didáctico mediado donde se sustituye parcialmente el
diálogo con el profesor por el diálogo con los propios materiales, siempre y cuando éstos
sigan unas pautas determinadas en su estructura y contenidos.
El diálogo didáctico (aquel que tiene como objetivo el aprendizaje) puede clasificarse
atendiendo a diversos criterios.
 En función de la intermediación
 Presencial, cuando la comunicación es cara a cara, compartiendo el mismo espacio
 No presencial, o mediatizada a través de algún medio de comunicación.
69
 En función del tiempo
 Síncrono, cuando la emisión y recepción del mensaje tienen lugar al mismo tiempo
 Asíncrono, en el caso de que la relación no se produzca a la vez.
 En función del canal
 Real, si se da entre dos personas directamente o a través de algún medio
 Simulado, como el existente entre el escritor de un libro y un posible lector.
En el caso de la enseñanza, el autor de los materiales suele ser el propio profesor (o un
experto). Es la comunicación, o el diálogo didáctico mediado, la que proporciona la
flexibilidad en los procesos de aprendizaje, ya se trate de una institución a distancia o
presencial, en la que el alumno elige el tiempo, espacio y ritmo de sus aprendizajes.
Es decir, los medios son los que permiten que el aprendizaje sea flexible. TICs y sus
ventajas en el proceso de enseñanza y de aprendizaje La integración de recursos
tecnológicos en la educación está brindando un potencial importante para ofrecer una
formación adaptada a diferentes contextos y necesidades, presentando múltiples
ventajas tanto desde el punto de vista del estudiante como de los profesores.
Al respecto, Área, (2002) señala como ventajas de su uso, la gran cantidad de
información interconectada manipulable; la individualización y flexibilización del proceso
instructivo acorde a las necesidades particulares del usuario; las múltiples formas
expresivas motivantes, de representación y transmisión de información; y la superación
de las limitaciones temporales y/o distancias geográficas, favorables para un proceso de
enseñanza aprendizaje con reciprocidad.
70
Se puede señalar que algunas instituciones educativas han desarrollado innovaciones
principalmente en sus formas de impartir la docencia incorporando las nuevas
tecnologías como recursos mediadores en los procesos de enseñanza, inclusive han
unido esfuerzos para hacer efectiva y eficiente la mejora de la calidad de la educación;
estas experiencias demuestran que las tecnologías de la información y comunicación
están originando un nuevo paradigma en la adquisición de conocimiento y en el
aprendizaje, lo que está demandando nuevas formas de enseñanza, manejo de nuevos
lenguajes, creación de nuevos espacios, requiriendo un estudiante con autonomía e
independencia, para que administre su tiempo y diseñe su propia metodología de
estudio.
Este nuevo paradigma está constituido por las Redes Informáticas, las cuales permiten
con la interacción de los computadores, ampliar la potencia y funcionalidad que tiene en
forma individual, proporcionando no sólo procesar la información almacenada en soporte
físicos, sino también acceder a recursos y servicios prestados por los computadores
situados en formas remotas (Cabero, 2000).
Un ejemplo de este nuevo paradigma lo ofrece Internet, dando posibilidades educativas
que difícilmente se pueden conseguir con otros medios de difusión de información, tal es
el caso de los entornos virtuales de enseñanza conocidos como aula virtual, cursos on
line, teleformación, e- learning.
Los resultados de las experiencias señaladas están contribuyendo a que las instituciones
educativas, se den cuenta de las posibilidades que las nuevas tecnologías ofrecen para
producir cambios, tanto en su estructura como en las metodologías de enseñanzas, roles
de profesores y estudiantes, concediendo especial importancia a la formación continua
y permanente, dedicándole programas específicos que integren las nuevas tecnologías
emergentes, permitiendo el desarrollo de la enseñanza individualizada. Igualmente, el
desarrollo de estas experiencias permite reflexionar sobre su quehacer educativo
empleando la tecnología para construir y desarrollar modelos de enseñanza más flexible,
donde prime más la actividad y la construcción del conocimiento por parte del alumno a
71
través de un aprendizaje constructivista, colaborativo e interactivo, lo que implica una
transformación en el proceso de aprendizaje.
Al respecto, Rakes, (1996) propone un Modelo de aprendizaje basado en recursos que
va muy de la mano con el nuevo paradigma, en que destaca las siguientes
características:
 El estudiante es capaz de construir su aprendizaje.
 El profesor es facilitador y guía del conocimiento.
 Las nuevas y variadas herramientas son parte central del proceso de aprendizaje.
 Una metodología de aprendizaje innovadora, participativa e interactiva; cuyo énfasis
está en el proceso y no en el producto, en la estrategia y trabajo colaborativo.
 El aprendizaje está orientado hacia el desarrollo de habilidades, solución de
problemas, construcción del conocimiento y la creatividad.
 Una evaluación cualitativa (de proceso) De acuerdo a este modelo de aprendizaje, las
TICs ofrecen al sistema educativo , el reto de pasar de la docencia convencional a una
más flexible y abierta, donde el profesores ya no es el gran depositario de los
conocimientos relevantes de la materia, puesto que la información situada en grandes
bases de datos permite ser compartida entre diversos estudiantes que no
necesariamente están en un mismo lugar, dando la posibilidad de un aprendizaje más
autónomo, en el que se desarrollen criterios de selección, destrezas de recuperación,
análisis y aplicación de la información encontrada, de esta manera se da lugar a
nuevas metodologías de enseñanza y nuevos roles docentes.
Al respecto, Cabero, (2002) coincide al señalar que gracias a las tecnologías de
información y comunicación se están creando entornos de enseñanza que facilitan a los
72
usuarios (profesores/estudiante) realizar actividades formativas independientemente del
espacio y el tiempo en el cual se encuentren situados, ofreciendo al estudiante una
elección real respecto a cuándo, cómo y dónde estudiar, favoreciendo un proceso de
aprendizaje individual, a su propio ritmo y en sus propias circunstancias.
Considerando lo anterior, la implementación de ambientes de aprendizajes apoyados
con recursos tecnológicos implican una diversidad, y estos pueden verse alterados en
gran medida por las necesidades y estrategias de enseñanzas que los profesores
apliquen.
Escudero, (1992) señala que al adoptar algún medio tecnológico en el sistema de
aprendizaje es necesario definir cuáles han de ser los criterios, los valores y los intereses
a los que estos recursos deben servir a la educación, y por ende, definir los procesos en
que se planifiquen, desarrollen y controlen las decisiones y actuaciones más acordes
para un verdadero uso pedagógico de los recursos, lenguajes y símbolos
correspondiente a las nuevas tecnologías de la información y comunicación.
Las tecnologías de información y comunicación están desafiando los ambientes
educativos, promoviendo la interacción personal, la discusión, la reciprocidad inmediata
y completa de los intercambios comunicacionales e informacionales, favoreciendo la
pluralidad de los puntos de vista y las relaciones directas entre profesores y estudiantes
que
actúan
como
emisores
o
receptores
indistintamente,
provocando
una
descentralización de los conocimientos. No obstante, los recursos tecnológicos por sí
mismos no son una garantía de un cambio real y poderoso en el ámbito educativo,
demandando resguardar otros desafíos, como el diseño diferente de programas de
asignaturas incluyendo las TICs, controlando la calidad de los materiales y servicios
virtuales , mejorando la didáctica para su uso, formando y entrenando a los docentes.
73
5. DISEÑO METODOLÓGICO
5.1 CATEGORÍAS DE ANÁLISIS
En la presente investigación se pretende Proponer una formación ética, soportada en
procesos de reflexión crítica, que ayude a valorar y respetar los DDHH y el DIH, con el
uso de las TICs para los estudiantes de la Escuela Militar Inocencio Chincá. Además,
para ello es necesario caracterizar la formación ética que se brinda en la Escuela Militar
Inocencio Chincá, especialmente en lo relacionado con el estudio de los DDHH y DIH;
así como identificar las posibilidades que brindan las TICs para la formación ética en
DDHH y DIH, sistematizar los procesos de reflexión crítica que permitan la apropiación
de la comprensión los DDHH y del DIH por parte de los alumnos de la Escuela Militar
Inocencio Chincá, y, diseñar con base en las TICs una propuesta de formación ética
crítica que haga pensar los DDHH y el DIH como fundamentales para el ejercicio
profesional del Militar. Para lograrlo se ha diseñado una metodología que combine y
entrecruce diferentes maneras de aproximarse a la realidad objeto de esta investigación.
Las categorías de análisis que se utilizan en la realización de este trabajo son:
 Formación ética
 Formación militar

DDHH y DIH
5.2 TIPO DE INVESTIGACIÓN
Por las características particulares de esta investigación se hace necesario ubicar este
proyecto en el amplio campo de la investigación cualitativa, porque se busca comprender
un fenómeno, indagar a las personas involucradas, tratar de entender los sentidos que
esas personas le dan a su formación ética, con el fin de proponer una formación ética
más pertinente y que les ayude a blindarse en el ejercicio de su profesión en cuanto
74
conocedores de los derechos humanos, se conviertan los militares en los primeros
observadores y defensores de los mismos. Por lo que la investigación, además de
moverse en el campo de lo cualitativo, se limita también a lo etnográfico, lo que implica
unas dinámicas especiales de revisión y ajustes sobre la marcha. También es necesaria
la descripción, que “busca especificar las propiedades importantes de personas, grupos,
comunidades o cualquier otro fenómeno que esté sometido al análisis” (Hernández,
Fernández & Baptista, 1991, p. 5).
5.3 POBLACIÓN Y MUESTRA
Escuela Militar de Suboficiales Sargento Inocencio Chincá del Ejercito Nacional, con
sede en el cantón Militar de Tolemaida, (Cundinamarca). La escuela está dividida en tres
Batallones el primer batallón cuenta con cuatro compañías, cada compañía posee
aproximadamente 150 alumnos; el segundo batallón, dividido a su vez en alumnos de
segundo y tercer semestre, cuenta con 0cho compañías con un aproximado de 150
alumnos por compañía y el tercer Batallón de Dragoneantes en el cual cursan su último
semestre, es conformado por una sola compañía.
Este estudio se realizará con los alumnos de segundo semestre del Batallón de Alumnos
N°2, los cuales ya han recibido una orientación en la asignatura de Ética con una
intensidad de 40 horas durante un mes.
La población con la cual se efectuará la aplicación, son los alumnos de segundo semestre
del Batallón de Alumnos N°2 de la Escuela Militar de Suboficiales Sargento Inocencio
Chincá del Ejercito Nacional, para un total de ciento cuarenta y seis (146) alumnos.
El objetivo de trabajar con esta población es que ya han conocido algunos contenidos
teóricos referentes al campo de la ética militar y han sido observadores y participantes
de la metodología orientada.
5.4 TÉCNICAS E INSTRUMENTOS DE RECOLECCIÓN DE LA INFORMACIÓN
75
La amplitud de la investigación cualitativa favorece el uso de múltiples técnicas e
instrumentos. Lo más importante es la rigurosidad en el uso de los instrumentos para
lograr confiabilidad en los resultados.
5.4.1 La Entrevista. Como posibilidad de contrastar la información dada en las encuestas,
y como una manera muy importante para indagar por los sentidos de la formación ética,
tanto la que ya traen como a la que aspiran en un ambiente específico. Además, porque
se aplicara a estudiantes que ya han recibido la clase de Ética.
5.4.2 La Encuesta. Que será utilizada en esta investigación con un mayor énfasis que
los otros dos instrumentos, servirá para recoger la información que se requiere y
precisarla un poco a través de preguntas con opciones cerradas.
5.4.3 Observaciones. Que corresponden a la actividad del investigador, para que pueda
tener una manera más holística y complementaria en su investigación.
5.5 ANÁLISIS Y PRESENTACIÓN DE LA INFORMACIÓN
Una vez recogida toda la información y procesada, se presenta y analiza a continuación:
Pregunta 1. La asignatura de Ética, desde su punto de vista ha sido orientada en la
Escuela Militar de Suboficiales desde un aspecto:
a. Práctico
b. Teórico
c. Teórico – Práctico
76
Tabla 1. Punto de Vista del Alumno
Opción
Alumnos
Porcentaje
A
Práctico
32
22%
B
Teórico
95
65%
C
Teórico-Práctico
19
13%
Total
146
100%
Fuente: El autor
Pregunta 2. La asignatura de Ética ha sido enfocada a:
a. La Institución
b. La vida personal
c. Ejercicio de la vida militar
Tabla 2. Enfoque de la Ética
Opción
Alumnos
Porcentaje
A
La Institución
48
33%
B
Vida Personal
36
25%
C
Ejercicio De La Vida Militar
62
42%
Total
146
100%
Fuente: El autor
Pregunta 3. Le gustaría que los ejes temáticos se desarrollaran en:
a. Conferencia
b. Clase Magistral
c. Módulo didáctico
77
Tabla 3. Ejes temáticos
Opción
Alumnos
Porcentaje
A
Conferencia
38
26%
B
Clase Magistral
22
15%
C
Módulo didáctico
86
59%
Total
146
100%
Fuente: El autor
Pregunta 4. ¿Que temas le gustaria profundizar en la asignatura de Ética?
a. Violaciones a los Derechos Humanos.
b. El aborto
c. Principios Éticos
Tabla 4. Temas a Profundizar en Ética
Opción
Alumnos
Porcentaje
A
Violaciones a Los Derechos Humanos
51
35%
B
El Aborto
41
28%
C
Principios Éticos
54
37%
Total
146
100%
Fuente: El autor
Pregunta 5. ¿En cuál de los siguientes aspectos a mencionar encuentra falencias en la
asignatura de Ética?
a. En el desarrollo de los Contenidos.
b. En la aplicación de las teorías a la vida práctica.
c.
En la metodología de Enseñanza.
78
Tabla 5. Falencias en la Asignatura de Ética
Opción
Alumnos
Porcentaje
A
En el desarrollo de los contenidos
42
29%
B
En la aplicación de las teorías a la vida práctica
69
47%
C
En la metodología de enseñanza
35
24%
Total
146
100%
Fuente: El autor
Una vez recolectada la información, para identificar las falencias en la asignatura de Ética
militar se proceden a identificar los resultados.
La encuesta fue dirigida a los alumnos de segundo semestre del Batallón de Alumnos
N°2 de la Escuela Militar de Suboficiales.
A continuación se presentan los resultados estadísticos de la aplicación del instrumento.
Figura 1. Punto de Vista
PRACTICO
TEORICO
Series1;
PRACTIC
O; 22;
PRACTICO Y TEORICO
22%
13%
65%
Fuente: El autor
79
El 65% de los alumnos encuestados opinan que la asignatura de Ética ha sido tomada
de una manera Teórica, el 22% de los alumnos que es práctica y el 13% que es práctico
teórico.
Figura 2. El Enfoque de la Materia
LA INSTITUCION
Fuente: El autor
El 42% de los alumnos encuestados opinan que la asignatura de Ética ha sido enfocada
hacia el Ejercicio de la vida Militar, el 33% de los alumnos hacia la institución y el 25%
de los alumnos hacia la vida personal
Figura 3. Desarrollo de los Temas
CONFERENCIA
CLASE MAGISTRAL
Fuente: El autor
80
MANUAL
El 59% de los alumnos encuestados opinan que en la asignatura de Ética se deberían
manejar los ejes temáticos apoyados o por medio de un manual, el 26% de los alumnos
en la implementación de conferencias y tan solo el 15% con clase magistral.
Figura 4. Temas a Tratar
VIOLACIONES A LOS DERECHOS HUMANOS
EL ABORTO
PRINCIPIOS ETICOS
Fuente: El autor
El 37% de los alumnos encuestados opinan que el tema de los Principios Éticos es
fundamental, el 35% opinan que las Violaciones a los Derechos Humanos y el 28% que
el Aborto.
Figura 5. Falencias
EN EL DESARROLLO DE LOS CONTENIDOS
EN LA APLICACIÓN DE LAS TEORÍAS A LA VIDA PRÁCTICA
EN LA METODOLOGÍA DE ENSEÑANZA
Fuente: El autor
81
El 24% de los alumnos opinan que la principal falencia que encuentran es la aplicación
de las teorías a la vida práctica, el 29% en el desarrollo de los contenidos y el 24% en la
metodología de enseñanza.
 Confrontación de los datos obtenidos con los propósitos de los investigadores. Una
vez aplicados y recolectados las encuestas obtenidas por la población objeto, se
procedió a efectuar la graficación e interpretación cualitativa de las respuestas sobre
las falencias de la asignatura de Ética, por lo tanto, se considera pertinente, realizar
un análisis de acuerdo a las preguntas formuladas.
Los resultados nos demuestran que la gran mayoría de los alumnos opinan que la
asignatura ha sido abordada de una forma teórica, acarreando las consecuencias que
esto implica, falta de atención, monotonía y desinterés en el desarrollo de los temas, se
hace notoria la necesidad de manejar las herramientas de apoyo que sean necesarias
para que la asignatura sea más práctica y donde se integre el conocimiento de teorías
con el desarrollo de módulos aplicados a la vida y a su quehacer militar.
El enfoque de la materia según la opinión de los alumnos encuestados sea dirigido
principalmente hacia el ejercicio de la vida Militar, lo cual es fundamental en la formación
de los futuros suboficiales del Ejército Nacional, pero se ha dejado en un tercer puesto
la vida personal, se nota la falta de equidad en el enfoque de la asignatura hacia estos
aspectos.
Se da así la necesidad de elaborar una herramienta de estudio, un módulo y que éste se
desarrolle haciendo uso de las TICs, como una guía efectiva en las temáticas de la
asignatura de Ética, se hace notoria según la opinión de los alumnos encuestados.
Los temas a reforzar o a incluir en la asignatura, deben ser de interés de los alumnos y
que correspondan a la orientación de su formación militar, el mayor porcentaje refleja
que los principios éticos son base fundamental para el desarrollo de la asignatura, en
82
segundo lugar los temas de actualidad en su parte laboral como las violaciones a los
Derechos Humanos y de interés para su vida personal como el Aborto.
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6. PROPUESTA
De acuerdo con los objetivos planteados, y soportados en los resultados obtenidos con
el diseño metodológico, en el cual se pondera la participación de los investigadores como
profesores de Ética en el ámbito militar, con amplia experiencia, se presenta esta
propuesta buscando dar solución, por lo menos en parte, a lo planteado como problema;
convencidos de la importancia de aquilatar la formación ética que repercuta en actitudes
de responsabilidad de los militares en el ejercicio de su profesión.
Se considera que el resultado de los datos recopilados a través de la investigación
realizada y su respectivo análisis, arroja la necesidad de crear un texto base, que sirva
como guía de estudio en el proceso educativo del futuro suboficial en el campo ético.
Para la realización, se propone la organización de un texto por módulos, en los cuales
se traten temas específicos de acuerdo a las necesidades arrojadas por la encuesta y la
orientación doctrinal sugerida para la formación en ética militar, se darán a conocer
teorías que cimienten las bases conceptuales de la ética, se aplicaran los conceptos en
la ejecución de talleres, donde el alumno se apropiara del conocimiento y posteriormente
aplicarlo en su vida militar y personal. Se tratará de una plataforma interactiva, que
rebase la clase y pueda tener acceso desde distintos lugares, incluyendo las áreas de
operación militar.
6.1 PLATAFORMA INTERACTIVA
La plataforma interactiva es una herramienta digital que permitirá implementar el
contenido temático de la cartilla de ética planteada en este proyecto, aprovechando al
máximo los recursos audiovisuales y de interacción que las TIC proporcionan; La
plataforma ofrecerá una experiencia de auto-aprendizaje y auto-evaluación de
contenidos teórico-prácticos al estar sustentado bajo el concepto de aprendizaje ELEARNING.
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La robustez de la plataforma interactiva permitirá aprender temáticas de manera cómoda
y entretenida
gracias a una interface amigable con el usuario que proporciona la
tecnología HTML5.
La plataforma interactiva consta de los siguientes módulos:
6.1.1 Modulo Teórico. El módulo teórico permitirá a los alumnos estudiar las temáticas
planteadas en la cartilla de ética, aplicando contenidos multimedia que faciliten el
aprendizaje del estudiante.
6.1.2 Modulo de Evaluación. El módulo de evaluación implementa una serie de preguntas
y cuestionarios que el estudiante tendrá que realizar/contestar al finalizar cada temática
de la cartilla de ética que plantea esté proyecto.
6.1.3 Modulo de Calificación. El módulo de calificación permitirá al estudiante conocer en
tiempo real sus resultados de calificaciones obtenidas en la evaluación de cada temática;
esté modulo ilustrara al estudiante las respuestas acertadas y las respuestas no
acertadas.
Esté modulo calificará las respuestas en una escala de 0 a 5, siendo 0 el puntaje más
bajo y 5 el puntaje más alto.
6.1.4 Modulo de Reportes. El módulo de reportes permitirá al docente o instructor
encargado, conocer la calificación obtenida por el estudiante al finalizar el curso de ética
en cada temática realizada.
 Link: demoeticamilitar.esy.es
 Usuario: demoeticamilitar
 Password: Newgeminis.22
85
6.2 PRESENTACIÓN LA PROPUESTA
El presente Modulo de ética pretende introducir a los estudiantes en el estudio de la ética,
se ocupa del conocimiento que sirve de base para evaluar, orientar y dirigir las acciones
de los individuos. Y como es irrebatible que las personas con sus actos se afectan
mutuamente, y dada la necesidad de regular esas afecciones, es evidente que la ética
se constituye en una disciplina de suma importancia y de abordaje obligado para todas
las personas, independientemente de su condición social, religiosa, étnica o de clase.
Pero este módulo, a diferencia de otros manuales sobre el tema, incorpora una
dimensión especial. Al ser pensado como parte de la instrucción especialmente para
militares, nos hemos detenido -sin descuidar por supuesto la exposición de algunas
teorías éticas clásicas- en la relación entre el comportamiento ético de los militares y el
servicio a la patria mediante la obediencia y la subordinación a las órdenes militares
superiores.
No se trata de pensar la ética meramente enfocada a las acciones de los individuos, sino
de las acciones de las instituciones militares entendidas como un todo. Las instituciones
militares tienen gran influencia en la vida pública de un país, de allí que se considere
ineludible el actuar ético de quienes la componen. Con este Modulo queremos, entonces,
contribuir en la consolidación de los procesos de democratización mediante el
fortalecimiento de las instituciones militares que derivan del Estado. Básicamente, el
propósito del mismo es poner a disposición de sus destinatarios un conjunto de
reflexiones sobre la ética que permita, no sólo la comprensión conceptual del tema, sino
su apropiación como valor central en la conducta profesional y personal del militar.
Así pues, el Modulo de ética lo hemos preparado para 10 Sesiones -en las que se
incluyen unas actividades de aprendizaje y refuerzo y una bibliografía sugerida, divididas
en 3 Módulos más amplios de la siguiente manera: el primero se encarga de introducir al
estudiante en la materia propiamente dicha, delimitando el estudio de la ética y
diferenciándola de otros conocimientos. Luego, en el segundo módulo, presentamos
algunas teorías éticas que han hecho historia y permiten comprender mejor la esencia
86
de esta disciplina. El tercer y último módulo, se encarga de presentar algunos elementos
de lo que sería una ética militar. Para ellos analizamos la interrelación entre los conceptos
de libertad y autoridad, los valores y virtudes de la vida militar, y los vínculos de las
Fuerzas Armadas con el Estado, del cual forma parte indisoluble, y con la sociedad en
su conjunto. Elemento rector de estas relaciones funcionales lo constituyen los derechos
humanos, al que dedicamos una reflexión final.
6.3 MÓDULO 1. DELIMITACIÓN DE LA ÉTICA
6.3.1 Sesión 1. ¿Qué es la Ética?
 Objetivos Actitudinales
 Fomentar el interés por el estudio de la ética
 Objetivos Conceptuales
 Diferenciar entre el concepto de ética y el de moral
 Desarrollo Temático. Sin lugar a dudas, la moral es un tema por el que la mayoría de
las personas se han interesado en algún momento de su vida. Y todas ellas, si se les
pregunta al respecto, afirmarán sin dilación que debemos actuar moralmente y que lo
contrario es digno de reproche y vergüenza. ¿Por qué? En este punto, las respuestas
son evidentemente más variadas: por convivencia, porque ello nos hace más
humanos, porque nos vemos obligados por la sociedad, porque así nos educaron
nuestros padres, por nuestra religión, y por un largo etcétera. Lo común en estas
respuestas, no obstante, es la apelación a una autoridad ajena al sujeto que realiza la
acción, la que se supone es quien establece las normas que deben seguirse. Más aún,
si preguntamos a aquellas personas en qué consiste la ética se verán en grandes
apuros. O aunque tal vez avancen en la idea de que la ética es el estudio de las
acciones según sean buenas o malas, su definición sobre qué es precisamente
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aquello que hace de una acción una acción buena o mala no es, en la gran mayoría
de los casos, una definición consistente y debidamente elaborada.
Para empezar esta asignatura, entonces, vale la pena hacer unas aclaraciones previas
que nos permitirán entrar luego en detalles. En primer lugar, estos dos términos, ética y
moral, proceden uno del griego y otro del latín, pero tienen la misma significación original.
Ética, deriva de la palabra griega (ethos) que se interpreta como costumbre. Y Moral del
término latín (mos-moris) que es también interpretado como costumbre. Ambos tienen,
pues, la misma raíz semántica. Por ello Ética y Moral, etimológicamente, se identifican y
se definen como la ciencia de las costumbres; sin embargo, con el tiempo, ambos
vocablos han evolucionado hacia significaciones distintas, pero que se complementan.
Es decir, desde un punto de vista práctico, frecuentemente ética y moral son términos
que se utilizan en el mismo sentido, como sinónimos; sin embargo, estos términos hacen
referencia a dos niveles distintos del comportamiento humano. La moral hace referencia
a las costumbres, a los sentimientos y al carácter que determinan el modo de ser y, por
tanto, de actuar de una persona. Por tanto, la moralidad tiene que ver más con el
acatamiento de las normas por parte de un individuo que con las normas mismas; es
decir, la moral se dirige a las reglas o normas por las que se rige la conducta de un ser
humano en relación con la sociedad y consigo mismo. Por tanto, la moral se relaciona
con el estudio de la libertad y abarca la acción del hombre en todas sus manifestaciones.
Los conceptos y creencias sobre moralidad son generalizados y codificados en una
cultura o grupo y, por ende, sirven para regular el comportamiento de sus miembros. La
conformidad con dichas codificaciones es también conocida como moral y la civilización
depende del uso generalizado de la moral para su existencia. Por otro lado, la ética, sí
tiene que ver directamente con las normas o principios que guían nuestras acciones.
Consiste en aclarar qué debe ser lo moral, cómo se fundamenta racionalmente una moral
y cómo se ha de aplicar ésta posteriormente a los distintos ámbitos de la vida social.
En la vida cotidiana constituye una reflexión sobre el hecho moral, busca las razones que
justifican la utilización de un sistema moral u otro. Del mismo modo, la ética estudia los
principios o normas bajo los cuales debemos regirnos. La ética, propiamente dicha, hace
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referencia a las teorías sobre el ‘deber ser’ y es, en consecuencia un saber práctico y
normativo. A diferencia de la moral, la ética no nos dice cómo es una acción, es decir, no
describe ningún hecho del mundo sino que, de manera prescriptiva, nos indica cómo
debemos actuar en una situación determinada. El siguiente cuadro nos permite
diferenciar entre tipos de teorías.
Figura 6. Tipos de teorías
Teorías
Empíricas o científicas
Éticas
Sobre cómo es el mundo.
Son representativas o
descriptivas. Acá se
incluyen las costumbres y
la moral.
Sobre cómo debemos
actuar en el mundo. Son
normativas o prescriptivas.
Se evalúan las costumbres
como buenas o malas.
Fuente: El autor
Grandes pensadores de todos los tiempos han desarrollado sistemas éticos con base en
la definición de lo bueno y lo malo, pretendiendo con ellos resolver problemas que se nos
presentan en la vida cotidiana. Cuestiones relativas a la eticidad del aborto, de prácticas
eugenésicas, de la homosexualidad, del suicidio, del derecho de los animales, de la
eutanasia y todo tipo de comportamiento social; incluyendo la formación de ejércitos e
incluso la vida militar como constituyentes del dominio de las teorías éticas.
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 Actividades de aprendizaje
Explica el significado de las expresiones siguientes:
 Tengo la moral por los suelos
 Éticamente no puedo hacerlo
 Es una cuestión de moral
 Robar es inmoral
 Es preciso moralizar la administración
Busca algún discurso de un político en donde se haga referencia a la moral o a la ética
y comenta la utilización de estos términos.
 ¿Crees que la pregunta ¿qué debemos hacer? lleva implícita la pregunta ¿qué es
valioso en la vida?
Explica la diferencia entre estas dos afirmaciones:
 Haz el bien
 Da de comer a los pobres
Cuando se habla de acciones que pueden hacer referencia a la ética o la moral se suelen
poner ejemplos como la eutanasia, el homicidio, el robo, el aborto, el suicidio… La
mayoría de ellos no son problemas que se nos planteen con mucha frecuencia. ¿Quiere
esto decir que nuestra vida está exenta de problemas morales? Sugerimos hacer una
lista de todos aquellos actos que creas pueden hacer referencia a la moral y que nos
atañen directamente a nosotros. En esta lista nos podemos encontrar con simplezas
como ‘ayudar a un ciego a cruzar la calle’, ‘beber alcohol’, ‘copiar en los exámenes’.
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Estos problemas pueden no merecer una reflexión ética. Establece una relación entre
estos actos, la moral y la ética.
6.3.2 Sesión 2. Juicios de Hecho y Juicios de Valor
 Objetivos Conceptuales
 Diferenciar entre los juicios fácticos o de hecho y los juicios valorativos
 Objetivos Procedimentales
 Aprender a identificar los enunciados éticos como enunciados valorativos
 Desarrollo Temático. Las teorías éticas son todas prescriptivas o evaluativas. Se
ocupan de las acciones humanas, no tal como son, sino como deberían ser. Un
enunciado ético es, necesariamente, un enunciado valorativo. En este punto
podemos, también, diferenciar entre ética y metaética. La ética tiene que ver con el
contenido del enunciado, es decir, tiene que ver con lo que el enunciado refiere; la
metaética, por otro lado, hace referencia al enunciado moral en cuanto enunciado, por
medio de un análisis lógico de los principios éticos vigilando la validez de sus
premisas y que de éstas se sigan una consecuencia congruente y consistente.
Una teoría ética puede contener, por ejemplo, el siguiente enunciado: ‘matar en caso de
defensa personal no es éticamente indebido’, es decir que nos indica cómo debemos
actuar en una circunstancia particular. La metaética no nos dice cómo actuar, sino que
nos dice qué es lo que realmente hacemos cuando emitimos tal enunciado ético.
La metaética no se encarga de defender o de atacar teorías éticas como tales, sino más
bien de determinar si éstas son posibles, si la ética en general es posible. De este modo,
no afirma nada de lo que es moralmente correcto o incorrecto, pero sí en cambio, de qué
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es lo que hacemos cuando juzgamos moralmente correcto o incorrecto un acto, y si la
moralidad puede tener, por ejemplo, una base objetiva.
A diferencia de otras disciplinas como la antropología, la sociología o la politología, que
estudian también la moral (entendida como el conjunto de creencias sobre lo justo o
injusto, bueno o malo, correcto o incorrecto), la ética trabaja necesariamente con juicios
de valor. La estructura general de los juicios de valor en los enunciados éticos es la
siguiente: se enuncia una acción y luego se emite una valoración sobre ella. Y decidir si
tales juicios son verdaderos o falsos o, en una palabra, decidir sobre su valor de verdad,
constituye la tarea fundamental de la metaética.
Los enunciados de la ciencia empírica, como los de la química, la física y la biología, son
claramente objetivos en tanto que podemos determinar, en principio, su valor de verdad
mediante la confrontación con la experiencia. Son juicios fácticos. Pero, ¿acaso pasa lo
mismo con los juicios de la ética? ¿Es posible determinar su verdad o falsedad mediante
la observación empírica? Sin entrar en detalles sobre esta cuestión de metaética,
podemos señalar lo siguiente. Si la respuesta a esta pregunta es ‘no’, entonces la ética
no es objetiva en tanto que no podemos establecer el valor de verdad de sus enunciados.
Y si no podemos establecer que enunciados como, por ejemplo, “el enunciado ‘causar
dolor a un niño indefenso es malo’ es verdadero”, entonces la moralidad, en general,
simplemente no tiene sentido porque realmente no tendríamos razones para actuar
moralmente.
En este caso, lo único que podemos hacer es limitarnos a las descripciones de un hecho.
Pero de una descripción, por espantosa que nos parezca, no se puede implicar nunca
una valoración; de lo que es no puede deducirse lógicamente lo que debe ser. Esto es lo
que se conoce como cometer la falacia naturalista. En 1903, el filósofo inglés George
Edward Moore planteó esta falacia en su célebre libro Principia Ethica, y señaló que de
una serie de enunciados descriptivos no puede seguirse nunca una valoración sobre ella.
La razón que subsiste tras esta falacia es que, dado que en el mundo no hay nada como
lo bueno o lo malo, en el mismo sentido que existe este libro o una mesa, entonces no
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podemos definir lo bueno y lo malo mediante descripciones del mundo. En el mundo no
hay valoraciones, en el mundo sólo hay hechos y materia. Como dijimos, no vamos a
entrar a considerar si la falacia naturalista es realmente una falacia o si hay alguna forma
de salir del problema planteado por Moore, de hecho nos vamos a limitar al estudio de
algunas teorías éticas. Por ahora, vale la pena señalar nuevamente la diferencia entre
juicios sobre lo que es (juicios de hechos) y juicios sobre lo que debe ser (juicios de
valor).
 Actividades de Aprendizaje. Diferenciar entre las siguientes afirmaciones, las que son
de hecho y las que son de valor:
 Mi hermano tiene los ojos azules
 Este hombre es blanco
 No es bueno comer demasiado
 La droga es perjudicial para la salud
Construya dos diálogos a partir de las siguientes situaciones (sugerimos un mínimo de 8
intervenciones por personaje)
 Dos amigos discuten sobre el color del mar. X dice que es verde, Y dice que es azul
 Un padre riñe a su hija porque cree que sale demasiado con sus amigos
Enumere 10 actos que pueda realizar una persona durante un día que sean susceptibles
de valoración moral y 10 que no lo sean cuando una película se pone en pantalla existen
diversas formas de censura. Una de ellas es la catalogación: película X, S…, apta para
mayores de 14/18, etc. ¿Crees que este criterio está basado en cuestiones de hecho o
en cuestiones de valor?
Se dice que describir es ya valorar y que el hecho de definir una situación es realizar su
valoración. Juzga, a partir de esta afirmación, si existen, o no, juicios de hecho. En el
caso de que tu respuesta sea afirmativa, pon ejemplos concretos.
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¿Son correctas las siguientes deducciones? argumenta tu respuesta
 X debe dinero a Y; por lo tanto, X debe pagar su deuda a Y
 X ha hecho una promesa a Y; por lo tanto debe cumplirla
6.4 MÓDULO 2. ALGUNAS TEORÍAS ÉTICAS
6.4.1 Sesión 3. Hedonismo
 Objetivos Conceptuales
 Reconocer la importancia de la felicidad en el desarrollo moral de los individuos
 Objetivos Actitudinales
 Asumir la responsabilidad por su felicidad como un deber moral
 Desarrollo Temático. El hedonismo es una teoría ética que tiene sus raíces en la
antigua Grecia y cuyas influencias llegan hasta nuestra época. Su versión más antigua
es la desarrollada por Aristipo de Cirene en el siglo V y IV a. C. Si bien su obra, como
la de la mayoría de los presocráticos, no se conserva, podemos aproximarnos a ella
por medio de la obra de Diógenes Laercio en su libro Vidas, opiniones y sentencias
de los filósofos más ilustres. Fundador de la escuela de Cirene, de donde era
originario, opinaba que la felicidad era el fin último de la vida. A diferencia de Sócrates,
su maestro, éste siempre gustó de los lujos y de los placeres corporales. Afirmaba que
ir tras la felicidad es recorrer un camino incierto, un camino que no tiene un fin
preestablecido, un camino alentado por el puro deseo sin que este pueda llegar a ser
satisfecho. Somos esclavos de este deseo y, pensaba el filósofo griego, nuestro deber
es emanciparnos de esta servidumbre mediante el acatamiento de las necesidades y
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placeres del presente, sin que el pasado nos perturbe por lo que no fue y sin desear
un porvenir necesariamente incierto.
Para Aristipo, pensar en una felicidad distinta es un imposible. Después de todo, la
felicidad sólo vale por los placeres de que se compone, y el placer sólo es estimable por
su presencia inmediata, por lo que de él se disfruta. El bien es, pues, para Aristipo, el
placer de que se goza actualmente libre del cuidado del porvenir. La sabiduría (sabiduría
en el sentido de toda la filosofía griega como idea idéntica a la de virtud) consiste en
disfrutar del presente por medio de la razón, y el valor en librarse del deseo y del dolor.
El concepto de placer (en griego, hedoné) ha tenido pequeñas modificaciones a lo largo
de la historia. En la misma Grecia antigua, apenas un siglo después de que Aristipo lo
postulara por primera vez, Epicuro y sus discípulos defendieron la idea según la cual el
placer es el súmmum bonum, es decir, aquello que tiene más valor que el resto de cosas,
aquello que tiene un valor absoluto y no relativo con respecto a otra cosa. Para entender
mejor la idea de summun bonum podemos establecer la siguiente diferencia. Hay ciertas
cosas que tienen un valor intrínseco, que valen por lo que son. Dentro de este tipo de
bienes se encuentra la felicidad según el hedonismo; en contraposición con esto, hay
otro tipo de cosas que tienen valor instrumental, es decir, que valen sólo en cuanto sirven
para otra cosa, que valen como medios: un ejemplo típico de bien instrumental es el
dinero.
De este modo, siendo el placer no solamente valioso en sí mismo, sino lo único valioso
en sí mismo, Epicuro afirmó que todas las acciones pueden ser organizadas
jerárquicamente según produzcan placer. Sin embargo, el placer, tal como lo entendió
Epicuro, no era otra cosa que la satisfacción de las necesidades corporales y la
tranquilidad del alma. Es allí, en ese término medio entre ambos, donde reside el
verdadero estado de la felicidad. Y, así, para alcanzarla, debemos reducir al mínimo las
necesidades corporales. Por lo cual afirmó Epicuro, por ejemplo, que ‘todos los extremos
son inconvenientes, (y que) el exceso de placer se convierte en vicio’ o que ‘lo bueno o
lo malo del placer reside en cómo se busca y hasta donde llega’, razón por la cual
95
recomendaban siempre actuar con prudencia y dominio de sí mismo: “también en la
moderación hay un término medio, y quien no da con él es víctima de un error parecido
al de quien se excede por desenfreno” o que “nada es suficiente para quien lo suficiente
es poco”. En pocas palabras, el hedonismo es la teoría moral según la cual el hombre
tiene que procurar adquirir la mayor cantidad de placer posible, siendo este el mayor bien
de todos. La influencia de Epicuro perduró por más de 7 siglos después de su muerte.
En la edad media tal influencia cayó y sus escritos algunos se extraviaron y otros fueron
quemados.
 Actividades de Aprendizaje. En un texto corto responde las siguientes peguntas: ¿por
qué es deseable el placer? ¿El placer es un bien intrínseco? ¿Es el summun bonum
de la vida?
Es indiscutible que el hombre busca la mayor felicidad posible y que todas sus acciones
se dirigen hacia ese fin. Partiendo de ese presupuesto, responde:
 ¿Pueden coincidir felicidad y placer? Pon ejemplos concretos
 Pueden ser antagónicos, es decir, que aquello que nos produzca placer nos haga
infelices, y que aquello que nos haga felices nos cause dolor? Pon ejemplos
 Si una acción considerada normalmente inmoral produce placer, ¿crees que este
placer justifica la acción?
 Describe una postura egoísta. ¿Crees que el hedonismo tiene que ver algo con el
egoísmo?
 ¿Cuál crees que sea la postura de un hedonista frente al problema de la esclavitud?
Si tuvieras que asignar una finalidad en la vida del hombre. ¿Sería el placer la que
propondrías? Si respondes negativamente, ¿cuál sería? Explica tu respuesta en ambos
casos.
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6.4.2 Sesión 4. La Ética Aristotélica
 Objetivos Conceptuales
 Identificar las primeras teorías éticas en la historia de la humanidad
 Objetivos Procedimentales
 Que el estudiante identifique el desarrollo intelectual con la búsqueda de la felicidad
 Objetivos Actitudinales
 Que el estudiante asuma la responsabilidad por su felicidad como un deber moral
 Desarrollo Temático. Las teorías éticas pueden dividirse en las dos siguientes familias
o grupos de teorías: teorías consecuencialistas y teorías deontológicas. La diferencia
entre ellas es, básicamente, lo que ambas consideran como el factor éticamente
relevante en la evaluación de una acción. Mientras que para el primer grupo de teorías
lo que da el valor moral a una acción son las consecuencias (el tipo de consecuencias
que se han de buscar varía según la teoría ética) que dicha acción tenga, para el
segundo grupo de teorías, la eticidad de una acción está determinada solamente por
el cumplimiento de un deber, independientemente de las consecuencias que se sigan
de ella.
El hedonismo es una teoría de corte consecuencialista, porque es precisamente un tipo
de consecuencias, la felicidad, lo que las acciones deben perseguir, de tal modo que si
los efectos, resultados o consecuencias de una acción son la felicidad la acción es buena,
pero si los efectos de la acción son lo contrario a la felicidad, la acción es mala. La ética
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aristotélica es una forma de hedonismo y, como tal, las consecuencias que hacen de una
acción una acción buena son la adquisición efectiva de la felicidad.
¿Pero cuál es la diferencia entre el hedonismo de Aristipo o de Epicuro y el de
Aristóteles? ¿Cuál es el tipo de felicidad que debemos buscar según Aristóteles?
Aristóteles parte de lo siguiente: todo lo que existe cambia o permanece en absoluta
quietud. A su vez, todo lo que cambia, todo lo que se mueve, se mueve para alcanzar un
fin. Es decir, se mueve, cambia, para llegar a algo.
Del mismo modo, el hombre tiene una voluntad libre. Esa voluntad le permite realizar
ciertas acciones. En este momento podemos preguntarnos, ¿qué es lo que mueve a la
voluntad humana, para que haga algo? Al igual que todas las demás cosas que cambian,
cuando la voluntad humana actúa lo hace con un fin, es decir, buscando algo. Ahora
bien, los fines pueden ser de dos tipos: fines que valen como medios para conseguir
otros fines, o fines que son fines en sí mismos, es decir, fines últimos. Un ejemplo de
esto se da cuando estudiamos para conseguir un empleo. Estudiar es un medio para otra
cosa, a su vez esa otra cosa puede ser un medio para otra. Es decir, buscamos un
empleo para ganar dinero. Queremos ganar dinero para adquirir posesiones.
Todos estos fines son fines que sólo tienen utilidad como medios. Pero si todo lo que
hacemos sólo valiese para otra cosa, nuestra vida resultaría absurda. Ante la
imposibilidad de conseguir algo que valga por sí mismo, nuestra voluntad se paralizaría.
Por ello, tiene que haber fines que valgan por sí mismos, lo que Aristóteles llama fines
últimos. Pues bien, el único fin último, según Aristóteles, es la felicidad. Ser felices no se
busca en función de otra cosa, sino por sí mismo. Sin embargo, podríamos preguntarnos
“¿qué se entiende por felicidad?” y seguramente cada persona contestará de manera
diferente. Lo mismo sucede si se pregunta cómo se alcanza la felicidad.
Por ello, antes de nada es pertinente explicar qué entendía Aristóteles por felicidad, y
cómo se consigue. Según Aristóteles la felicidad se encuentra en que cada cosa llegue
a ser lo que realmente es. En que la propia naturaleza de cada cosa se despliegue. Pues
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bien, ¿en qué reside la auténtica naturaleza humana? Es decir, ¿qué es lo que hace al
hombre ser hombre? Según Aristóteles, lo que diferencia a los hombres de los demás
seres, es la voluntad libre y la razón. Por ello, la forma suprema de la felicidad se
encuentra en guiar su voluntad por el conocimiento racional. La felicidad está, pues, en
el conocimiento.
Aristóteles no desconocía que el hombre no es exclusivamente un ser racional. El
hombre tiene también un alma sensitiva, y en consecuencia, tiene apetitos nacidos de lo
conocido a través de los sentidos, tiene deseos, pasiones, emociones, etc. Esos deseos
y pasiones forman parte de la naturaleza humana, y son, según Aristóteles, los que con
frecuencia nos guían a la infelicidad; por lo que también debemos someter esos deseos
y pasiones a la razón. Al tipo de razón que se encarga de dirigir nuestro comportamiento
en relación con los deseos y pasiones, es llamado por Aristóteles prudencia. Someter los
deseos y pasiones a la razón y a la prudencia consiste en no dejarnos arrastrar por ellos.
Aunque como tampoco podemos eliminarlos, lo que hay que hacer es controlarlos, esto
es, impedir que nos arrastren de un lado para otro. A este control de las pasiones lo
describe Aristóteles como mantenerse en el camino del medio. Por ejemplo, no debemos
ser demasiado desvergonzados en el trato con los demás, ni demasiado tímidos, ambas
cosas son producto de una falta de control de nuestras emociones. El control racional de
nuestro trato con los demás nos llevaría en este caso a ser modestos, que es el punto
medio entre la desvergüenza y la timidez.
Aristóteles nos recomienda practicar determinadas costumbres, cultivando algunas
virtudes, que nos llevarán a ser felices. Una virtud es un hábito, una costumbre, positiva,
así como el vicio es un hábito negativo. Aristóteles agrupa estas virtudes en dos grupos:
Por un lado están las virtudes intelectuales: hay cinco costumbres de ejercitar nuestro
entendimiento que nos llevarán a ser felices. Cada una de estas costumbres se
corresponde con un tipo de razón. Así una virtud es el conocimiento técnico, otra la
prudencia, otra el conocimiento de los primeros principios de las cosas, otra la ciencia, y
otra la sabiduría.
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Por otro lado, están las virtudes que Aristóteles llama morales: consisten en guiar las
pasiones, deseos y emociones por la prudencia, y mantenernos en el camino del medio.
Para cada tipo de pasión hay una virtud, es decir, un camino medio. A modo de ejemplo,
supongamos que nos encontramos en una batalla. La excitación del momento, la rabia
de ver morir a nuestros amigos, o el ansia de gloria pueden arrastrarnos de tal modo que
nos arrojemos salvajemente contra el enemigo sin pensar lo que hacemos. Esto puede
poner en peligro innecesariamente nuestra vida y la de nuestros propios compañeros de
lucha. A esta forma de dejarnos arrastrar por nuestras pasiones, le llamamos temeridad.
Puede suceder también que adoptemos la actitud contraria, vista la fiereza de los
enemigos y sus armas, podemos llenarnos de miedo y echar a correr. A esta forma de
dejarnos arrastrar por nuestras pasiones, le llamamos cobardía. Someter las pasiones a
la razón, a la prudencia, consiste en sopesar racionalmente la actitud que debemos
tomar. Esto es una virtud que llamamos valor.
 Actividades de Aprendizaje
 Señala las principales diferencias entre la moral hedonista y la aristotélica, teniendo
en cuenta que las dos son consecuencialistas
 Resuelve, si cabe, el aparente círculo vicioso que encontramos en Aristóteles: para
ser virtuosos debemos realizar actos virtuosos; ahora bien, ¿cómo puede realizarse
actos virtuosos si no se es ya virtuoso?
 ¿Qué crees que es preferible: que cuando se es joven se aprovechen todos los
placeres aunque a veces se pueda dañar a alguien o que se sea siempre un virtuoso
aunque esto exija muchos sacrificios? Razona la respuesta
 ¿Cómo puede entenderse que las virtudes se transformen en vicios por una simple
diferencia cualitativa?
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 ¿Crees que en la ética de Aristóteles la búsqueda de la felicidad como bien supremo
puede incorporar en su esquema la ley según la cual el fin justifica los medios?
6.4.3 Sesión 5. Utilitarismo
 Objetivos Conceptuales
 Que el estudiante identifique las diferencias entre el utilitarismo y las otras versiones
del hedonismo
 Objetivos Procedimentales
 Que el estudiante identifique el desarrollo intelectual con la búsqueda de la felicidad
 Objetivos Actitudinales
 Que el estudiante asuma la responsabilidad por su felicidad como un deber moral
 Desarrollo Temático. Quizá la teoría ética más influyente en la actualidad, junto con la
ética kantiana, sea el utilitarismo. Al igual que el resto de teorías éticas que hemos
examinado hasta el momento, el utilitarismo pertenece al grupo o familia de teorías
teleológicas o consecuencialistas que buscan la felicidad. Fue desarrollada por el
filósofo inglés Jeremy Bentham y posteriormente refinada por su discípulo John Stuart
Mill, su más importante representante.
Bentham, en su obra Introducción a los principios de moral y legislación, afirmaba que el
objetivo último de todas las acciones, normas o instituciones debía ser la satisfacción de
los placeres y el goce de la vida. De este modo, planteó lo que será conocido en toda la
tradición ética como el principio de utilidad, un principio que serviría de base para juzgar
cualquier acción en cualquier circunstancia. Esta doctrina afirmaba que una acción era
101
correcta desde el punto de vista moral si y sólo si sus efectos lograban ‘la mayor felicidad
para el mayor número’, y mala si producía lo contrario. Es decir, que el grado de utilidad
de una acción queda determinado en cuanta felicidad resulte para el mayor número
posible de beneficiados.
De esta forma, para determinar si mi acción es correcta o incorrecta desde el punto de
vista ético debemos entonces, según Bentham, realizar un cálculo que nos permita
decidir si, en última instancia, se produce más dolor o, en caso contrario, más placer.
Este cálculo llevó a pensar a Bentham que, siendo la cantidad la misma, jugar billar era
tan bueno como, por ejemplo, realizar ejercicios de matemática. Esta es precisamente la
diferencia entre Bentham y Stuart, (2012) pues para este último existen placeres que son
cualitativamente distintos y más valiosos que otros, a los cuales llamó placeres
superiores.
Esta diferencia entre placeres superiores y placeres inferiores viene dada por la
naturaleza misma del ser humano. Los placeres superiores son aquellos que representan
la satisfacción de las facultades más elevadas de los individuos, de aquellas facultades
que nos diferencian del resto de los animales. Esto es precisamente a lo que se refería
Bentham y Stuart, (2012) cuando sentenció, de manera célebre en su libro que lleva
precisamente el nombre de Utilitarismo, que ‘es mejor ser un humano insatisfecho que
un cerdo satisfecho, mejor ser un Sócrates insatisfecho que un necio satisfecho’.
Bentham y Stuart, (2012) modificó el principio de utilidad de Bentham de la siguiente
manera:
Una acción es buena si y sólo si aumenta la felicidad total o disminuye el
dolor más que cualquiera de sus alternativas. Por felicidad entendió la
satisfacción del placer y la ausencia del dolor, por infelicidad el dolor y la
ausencia del placer (p. 9).
102
Si nos extendemos en el racionamiento propuesto por el utilitarismo de Mill, podríamos
afirmar que en esta teoría ética la felicidad de los individuos, de cada uno, depende de
la de los demás. Es decir, en la medida en que logro la felicidad de los demás consigo
también la propia, de manera que para un individuo resulta útil lograr la felicidad del
conjunto en el que se encuentra inmerso. Buscar lo útil consiste en ser práctico, valorar
las cosas de manera distinta según el uso que se haga de ellas. Un cuchillo en sí mismo
no es ni bueno ni malo, resultará bueno si le sirve al conjunto de los individuos para cortar
pan o tallar madera y malo si lo utilizan para matarse. Por tanto, lo malo es lo inútil para
conseguir la felicidad y lo bueno es lo útil para lograrla. No es correcto decir que un
cuchillo puede ser útil para matar, ya que el utilitarista, reserva el calificativo de útil, tan
sólo para aquello que, manejado de determinada manera, proporciona bienestar al mayor
número.
Teniendo en cuenta lo anterior, las preguntas que deben interesarnos en este momento
son ¿Cómo puede relacionarse la doctrina ética planteada por Mill con el desarrollo de
la vida militar?, ¿Es aceptable el ejercicio militar dentro de la doctrina utilitarista? Para
responder a esto debemos tener en cuenta que la formación de un ejército nacional, sería
justificable sólo en caso de que la felicidad general de los civiles se vea de alguna manera
maximizada, o con ello se minimice el dolor o infelicidad general. En otras palabras,
desde la ética utilitarista, la formación de un ejército sólo es útil si tiene como fin defender
a los ciudadanos de los ataques de otro ejército agresor o invasor que intente alterar la
soberanía del estado evitando que se ejerza coerción o fuerza innecesaria sobre la
población civil
El Utilitarismo está expresamente desarrollado en los fundamentos teóricos de este
proyecto de investigación.
 Actividades de Aprendizaje
 ¿Se puede deducir de la doctrina utilitarista la afirmación maquiavélica de que el fin
justifica los medios? ¿Crees que es recomendable esta postura? ¿Por qué?
103
 ¿Consideras que aquello que es preferido por la mayoría suele coincidir con lo mejor?
Si no coincide, ¿crees que la mayoría tiene derecho a hacer prevalecer sus derechos?
 Distingue entre la utilidad personal y la utilidad para la mayoría
 Realiza un texto breve del utilitarismo en el cual expongas sus principales virtudes y
defectos
 El utilitarismo de se plantea diversos problemas. En primer lugar, si el hombre debe
buscar aquello que produzca mayor felicidad a la mayoría, ¿quién es quien debe
decidir que una cosa da más felicidad que otra? Bentham y Stuart, (2012) afirmó que
esto debe hacerse por sufragio de la mayoría más culta, aquella que ha tenido más
oportunidades, los mejores. Bentham creía que debía ser por sufragio universal. Es
decir, el primero introduce la cualidad frente al recuento únicamente cuantitativo del
segundo. ¿Qué postura te parece más justa? ¿Por qué?
6.4.4 Sesión 6. La Ética Kantiana
 Objetivos Conceptuales
 Que el estudiante identifique las diferencias entre el utilitarismo y las otras versiones
del hedonismo
 Objetivos Procedimentales
 Que el estudiante identifique el desarrollo intelectual con la búsqueda de la felicidad
 Objetivos Actitudinales
 Que el estudiante asuma la responsabilidad por su felicidad como un deber moral
104
 Desarrollo Temático. En contraposición con el resto de teorías que hemos visto hasta
ahora, la ética kantiana no es una ética consecuencialista sino deontológica. Lo cual
quiere decir que el factor éticamente relevante no está dado por las consecuencias
que se sigan de determinada acción sino por el simple cumplimiento del deber, de tal
forma que la acción es buena si y sólo si se cumple con él.
Pero antes de empezar de lleno con este breve resumen de la ética propuesta por Kant
hay que mencionar una distinción previa que él propone: la de éticas materiales y éticas
formales. Esta distinción se desarrolla así: son éticas materiales aquellas éticas que
afirman que la bondad o maldad de la conducta humana están ligadas a algo que se
considera un bien supremo para el hombre: las acciones serán, por tanto, buenas cuando
nos acerquen a la consecución de tal bien supremo, y malos cuando nos alejen de él.
Las éticas materiales suponen que hay bienes, cosas buenas para el hombre, y
determinan cuál es el bien supremo o fin último del hombre. Según Kant, dependiendo
de cuál sea el bien supremo, la ética establece normas o preceptos con el fin de
alcanzarlo.
Habiendo hecho la anterior aclaración, debemos afirmar que Kant rechaza las éticas
materiales, y presenta lo que según él constituyen sus errores. En primer lugar, las éticas
materiales son empíricas, o a posteriori, es decir, su contenido está extraído de la
experiencia; por lo que sus principios no pueden ser universales, pues sólo lo a priori
puede serlo. En segundo lugar, sus cánones son hipotéticos o condicionales. No valen
de manera absoluta, sino sólo de modo condicional para conseguir un cierto fin. Esto
impide también que sean universalmente válidas. Por último, son heterónomas. Es decir
la voluntad es determinada a obrar de un modo u otro por el deseo o inclinación a algo.
Kant (1998) afirma que una ética que pretende ser universal y racional no puede ser
material, sino que debe ser formal. La ética ha de estar vacía de contenido, es decir, no
debe establecer ningún bien o fin que haya de ser perseguido. De este modo la ética
formal se limita a señalar cómo debemos obrar siempre, sin importar las consecuencias
de la acción. Para Kant, (1998) un hombre actúa moralmente cuando actúa por deber.
105
El deber es, según Kant, “la necesidad de una acción por respeto a la ley” (p. 16) es
decir, el sometimiento a una ley, no por la utilidad o la satisfacción que su cumplimiento
pueda proporcionarnos, sino por respeto a la misma.
Ahora bien, en la Fundamentación de la metafísica de las costumbres, Kant afirma que
lo único bueno en sí mismo, es decir, aquello que constituye el summun bonum, es la
buena voluntad. La buena voluntad es precisamente buena porque se somete, por sí
misma, a la ley moral. Todo ser racional, por el hecho de ser racional, ha de imponerse
él mismo la ley moral. ¿Cómo se relaciona la razón y la moral? La conducta moral tiene
que ver con la Razón porque está sometida a principios y vinculada con lo universal, y
sólo la razón es capaz de permitir este vínculo. Se podría decir que la razón tiene una
doble vertiente según su uso: Teórica y Práctica; La Razón Teórica se ocupa de conocer
cómo son las cosas; mientras que la Razón Práctica se ocupa de cómo debe ser la
conducta humana; es decir, no le interesa el ser sino el deber ser. Por otra parte la Razón
Teórica formula juicios, proposiciones con la forma "A es B"; mientras que la razón
práctica formula preceptos con la forma “debes hacer X". ¿Pero en qué consiste la ley
moral q depende de la razón práctica? La ley moral es lo que manda el imperativo
categórico. Kant formuló 5 versiones del imperativo categórico, que a su vez dedujo de
nuestra racionalidad. Por ello, como seres racionales, se nos impone la ley moral. Las
versiones del imperativo categórico son las siguientes:
 Obra sólo de forma que puedas desear que la máxima de tu actuación se convierta en
una ley universal.
 Obra como si la máxima de tu acción debiera convertirse, por tu voluntad, en ley
universal de la naturaleza.
 Obra de tal modo que uses la humanidad, tanto en tu persona como en la de cualquier
otro, siempre como un fin, y nunca sólo como un medio.
 Obra como si por medio de tus máximas fueras siempre un miembro legislador en un
reino universal de fines.
106
 Obra según máximas que puedan al mismo tiempo tenerse por objeto a sí mismas,
como leyes universales.
De estos imperativos categóricos se desprenden unos deberes perfectos, deberes que
están por encima de las contingencias propias de la vida y que son de obligatorio
cumplimiento independientemente de las circunstancias que lo acompañen. Son deberes
perfectos todos aquellos cuya negación, al ser universalizada, constituye una
contradicción. Por ejemplo, si una persona realiza un préstamo con la intención de no
pagarlo, y si universalizamos esa máxima, el resultado evidente sería que ya nadie
prestaría dinero porque se sobreentiende que nadie tiene la intención de pagar.
Como vemos, para Kant, la moralidad ubica al hombre en el umbral de la religión. Sin
embargo, aunque lleva hacia ella, no es su objetivo porque el hombre no debe tender a
la felicidad, sino a la racionalidad. La religión sirve como esperanza para la moralidad.
 Actividad de Aprendizaje. De las siguientes situaciones indica cuál sería para Kant
una acción moral y cuál no lo sería:
 Un hombre se ha quedado sin trabajo y tiene que alimentar a su familia. Su situación
es muy miserable. Por la calle se cruza con un señor al que en ese instante se le cae
la cartera del bolsillo. Aún a sabiendas de que con el dinero que contiene la billetera
puede alimentar a su familia, decide devolverla porque piensa que es su deber
 Una persona está presenciando una disputa callejera entre tres hombres. Al cabo de
un rato abandona el lugar y se echa a andar. De pronto, ve pasar corriendo a uno de
los hombres mientras es perseguido por los otros dos para asesinarle. Ya que le han
perdido de vista, estos hombres le preguntan por la dirección que tomó aquel, y él,
pensando en salvar a aquel hombre, miente sobre ello.
Un hombre que está muy bien situado y que ve que hay otros que se encuentra en la
miseria y que necesitarían su ayuda, adopta la máxima de no preocuparse por los demás.
¿Puede este hombre hacer de esta máxima una ley universal?
107
¿Te parece bueno el siguiente argumento?: el suicidio no puede ser universalizable,
porque si así fuera se acabaría con la raza humana. Por consiguiente, según Kant, no
podemos tomar la castidad como norma moral, sino que debemos rechazarla.
Un hombre en una situación angustiosa sólo puede librarse del apuro formulando una
promesa que no tiene la intención de cumplir. ¿Está bien que la formule? Responde esta
pregunta según tu propio criterio de moralidad y luego aplica el imperativo categórico a
esta situación y valora los resultados.
Pon dos ejemplos en los que se actúe conforme al imperativo categórico y otros dos en
los que se actúe por respeto a él.
6.5 MÓDULO 3. ÉTICA Y VIDA MILITAR
6.5.1 Sesión 7. Ética y Autoridad
 Objetivos Actitudinales
 Reconocerse como único agente moral responsable moralmente de sus actos
 Objetivos Conceptuales
 Diferenciar entre las éticas autónomas y las éticas basadas en autoridades
 Desarrollo Temático. Es bastante frecuente encontrar la suposición según la cual las
normas o principios éticos dependen de alguna autoridad que instituye de algún modo
esas reglas. Dios, la cultura, el estado, la sociedad, etc., son distintas autoridades
que justifican teorías éticas tales como la teoría de
las órdenes de Dios, el
culturalismo, y la teoría del relativismo moral, respectivamente.
108
Lo común en todas estas teorías es que las razones que deben conducirme a actuar
moralmente se encuentran afuera de mí, es decir, que yo como individuo moral estoy
sujeto a unas autoridades externas que me ordenan cómo debo actuar. En cierto sentido,
considerar la moralidad como esencialmente autoritaria tiende a restarle importancia a lo
que, paradójicamente, constituye la naturaleza de la moralidad: la libertad.
Decimos que las autoridades tienden a restarle importancia a la libertad porque lo que
debo hacer está prefijado, de tal forma que las razones que se tengan para actuar
moralmente no pueden residir en mi capacidad de seguir un curso de acción u otro, sino
simplemente en que mi acción se ajuste a lo que la autoridad permite. En este caso, no
puede haber deliberación y crítica, sino meramente sometimiento.
No obstante, la libertad, entendida como libre albedrío, como la capacidad de tomar
decisiones sobre qué acciones seguir y qué acciones evitar, es un prerrequisito de la
ética. En efecto, sin esa capacidad de elegir la ética carecería de sentido. ¿Cómo alguien
puede ser responsable de una acción que él no eligió realizar? Una persona no puede
ser responsable de una acción que no eligió realizar, sólo puede ser responsable de
cometer un acto o de omitirlo cuando tenía la oportunidad de seguir una alternativa
diferente, un curso de acción distinto. De allí que si estamos determinados a actuar única
y exclusivamente de una sola manera, las nociones de culpabilidad, responsabilidad,
bueno y malo, y con ellas la ética entera, pierden todo sentido y carecerían de algún
significado medianamente inteligible.
No obstante lo anterior, existen personas que insisten en considerar que la ética es
esencialmente relativa a una autoridad. Que lo bueno y lo malo dependen, como en el
caso del relativismo cultural, de las costumbres aceptadas por una cultura determinada.
De este modo, si en una cultura es costumbre extirpar el clítoris tal costumbre es buena,
por lo menos en esa cultura, aun cuando las mujeres de allí piensen lo contrario. Y
aquella mujer que no desee someterse a esa práctica carecerá, entonces, de las ‘buenas’
costumbres y será, por tanto, una mala persona desde el punto de vista ético.
109
Pero detengámonos un poco más en la teoría del relativismo moral y mostremos cuáles
son sus principales falencias. Comúnmente, los relativistas argumentan de este modo:
 Para que la moralidad sea objetiva y no dependa de lo que cada cultura opine al
respecto, todas las culturas deberían tener el mismo sistema de códigos morales.
 Todas las culturas tienen costumbres y códigos morales distintos
 Por tanto, lo bueno, malo, justo o injusto, depende y debe ser relativo y depender de
lo que cada cultura piense.
A simple vista parece que el relativista tiene buenas razones para sostener su tesis. Sin
embargo, si examinamos el argumento un poco más de cerca, veremos que la premisa
número uno es falsa. El relativista se equivoca al suponer que la verdad o falsedad de
las valoraciones morales depende de lo que es aceptado. No tenemos que buscar un
código moral universalmente aceptado, porque lo que es verdad no depende de lo que
se es creído. De hecho, el consenso no implica en ningún modo la objetividad. Aunque
todos pensemos sobre un tema de manera unánime, sin discordia, ello no asegura que
lo que pensemos sea verdad. Puede que, con todo, todos estemos equivocados. Lo cual
quiere decir también que, a veces, el ejemplo de la sociedad y la cultura no es la mejor
guía para actuar. Necesitamos poner nuestra inteligencia en la deliberación sobre lo que
es correcto o no, aun cuando nuestra decisión choque con lo comúnmente aceptado.
Para actuar moralmente no es suficiente actuar según lo establecido.
Otro argumento de los relativistas tiene que ver con la tolerancia para con otras culturas.
Su opinión es que la aceptación del relativismo moral promueve la tolerancia entre las
culturas, mientras que la objetividad promovería lo contrario. Sin embargo, esto es un
error. Y esto por tres razones. En primer lugar, los relativistas confunden objetividad con
dominación. Por ejemplo, podemos afirmar que quizá sea moralmente incorrecto que un
país desarrolle armamento nuclear, pero de allí no se sigue que sea correcto moralmente
invadir o someter a ese país.
110
En segundo lugar, si debemos ser tolerantes con todas las culturas esto implica que,
objetivamente, esto es verdadero. Y, por último, hay que señalar que el argumento es
autodestructivo porque si, digamos, para una cultura es costumbre la esclavitud, el
racismo o la intolerancia frente a otras culturas, ¿qué se sigue de ahí? ¿Acaso no se
sigue que para ellos la intolerancia y el racismo son buenos? En ese caso, el argumento
a favor de la tolerancia se vuelve contra sí mismo.
Pero tal vez el peor defecto de esta teoría y de todas las que definen los términos
evaluativos en términos de una autoridad es que son teorías que responden a una
pregunta mal planteada. La pregunta no es quién define lo que está bien y lo que está
mal, sino qué factores hacen que una acción sea buena o mala.
En el desarrollo de la actividad militar es aceptado que los códigos de conducta éticos
sean propuestos y vigilados por ciertas figuras que representan la autoridad. Esto se
apoya en el valor de la obediencia, el cual será explicado más adelante, sin embargo es
imperativo que los militares profesionales puedan distinguir claramente entre los
intereses de los estados, naciones o gobiernos, y los intereses de la humanidad, y
establecer así una obligación de prioridad respecto de estos últimos. De este modo, es
importante construir una ética militar que concuerde con la exigencia de un principio de
humanidad.
Este principio se puede definir de la siguiente forma: "Todos los hombres, de cualquier
raza, nacionalidad, sexo, edad, opinión, religión, pertenecen a una humanidad común, y
todos ellos tienen un derecho imprescriptible al respeto de su vida, de su integridad y de
su dignidad". Este principio, situado en el núcleo mismo del bien común del mundo
globalizado, contiene tres elementos: en primer lugar, la universalidad del hombre. En
segundo lugar, el valor de la persona humana, de su vida, de su integridad, de su
dignidad. Y finalmente, el imperativo de actuar por un mundo mejor. Los cuales deben
ser tomados en cuenta como los objetivos de cualquier código de ética militar.
 Actividades de Aprendizaje
111
 Explica cómo fundamentarías el quinto mandamiento de la ley de Dios ‘no matarás’
no desde la religión sino desde la ética
 ¿Crees que el deber está fundado sobre los valores? Si respondes afirmativamente,
pon ejemplos concretos; si respondes negativamente, razona también tu respuesta
 El relativismo ético puede darse desde distintas perspectivas. Una de ellas, la que
arriba hemos mencionado, es el llamado relativismo cultural según el cual distintas
culturas tienen diferentes normas morales, que la moral está en función de la cultura
de cada sociedad. Pon 5 ejemplos en donde esto se haga patente y donde se constate
que muchas de las normas morales que nuestra cultura tiene como inamovibles, en
otras culturas no sólo están permitidas, sino que además constituyen su ley.
 En una película se ponía en evidencia el problema de un testigo de Jehová: su hija
sufre un accidente y para salvar su vida es preciso practicarle una transfusión de
sangre. El padre se niega a ello ya que su religión no se lo permite; su hija fallece.
Valora este hecho desde el punto de vista del relativismo.
 Si se considera inmoral matar, ¿es justificable la acción de un gobierno que mantiene
la pena de muerte?
 Si toda la moral nos viniese a través de la educación, de la cultura, de la sociedad…,
nuestra libertad y voluntad quedarían reducidas a nada porque cualquier conducta
podría justificarse desde el exterior. Analiza esta afirmación y juzga su grado de
verdad o de falsedad.
6.5.2 Sesión 8. Estado/Libertad Individual
 Objetivos conceptuales
 Identificar el carácter de los conceptos de Estado y de libertad individual.
112
 Objetivos procedimentales

Identificar la correlación y la conjugación de los conceptos de Estado y de Libertad
individual.
 Objetivos Actitudinales

Asumir su libertad con relación a su responsabilidad con la sociedad.
 Desarrollo Temático. Parece natural al ser humano estar sujeto a algún tipo de
autoridad, o ejercicio de poder reconocido como Estado, el cual tiene la capacidad de
castigar a los individuaos según unas leyes antes establecidas; el problema surge al
aceptar como incorrecto el que un individuo viole la libertad de otro, mientras que
juzgamos como adecuado que el Estado restrinja libertades individuales en ciertos
casos. Este es el que podríamos llamar el problema de la libertad individual.
Antes de profundizar en este problema, es pertinente aclarar los conceptos involucrados
en el tema. En primer lugar, podríamos definir la libertad individual como el momento de
autonomía o libertad del individuo respecto a toda coacción por parte de otros individuos
o de alguna institución social hacia él. Tengamos en cuenta que la coacción implica la
intervención deliberada de otros seres humanos dentro del ámbito en que podría actuar
si estos no intervinieran. Este tipo de libertad es llamado en la filosofía política como
libertad negativa, y se define por la ausencia de imposición externa al individuo que
desee llevar a cabo un curso de acción determinado.
El segundo concepto involucrado en esta discusión es el de Estado. Muchos pensadores
de diferentes épocas han reflexionado sobre el estado intentando definir su esencia y su
función con respecto al individuo y a la sociedad. Sin embargo, este concepto político,
que siempre ha estado estrechamente ligado al concepto de poder, se utiliza
comúnmente para designar cierta forma de estructura social soberana y coercitiva,
113
compuesta por un conjunto de instituciones que tiene el poder de regular la vida nacional
en un territorio determinado por medio de un conjunto de leyes que intentan regir la vida
de los individuos habitantes de dicho territorio.
Otra manera de definir el concepto de estado, colocándolo en un contexto de funciones
y obligaciones, es como unidad de carácter institucional que en el interior de un territorio
monopoliza para sí el uso de la fuerza legal. Por ello se hallan dentro del Estado
instituciones tales como las fuerzas armadas, la administración pública, los tribunales y
la policía; adjudicándole así las funciones de defensa, gobernación, justicia, seguridad
y otras como las relaciones exteriores.
Resumiendo, el Estado es el conjunto de instituciones que se encarga, entre otras cosas,
de regular, por medio de leyes, los comportamientos de los ciudadanos; es decir, la
función del estado es restringir o ejercer algún tipo de coacción sobre lo que
anteriormente definimos libertad individual. ¿Pero cómo podemos justificar esto?
Aparentemente las creencias como que la existencia de un Estado es necesaria y que
está bien que un grupo o entidad tenga la legitimidad de aplicar sanciones, se encuentran
en el imaginario de todas las sociedades. A continuación miraremos las razones teóricas
que justifican la existencia del Estado.
Thomas Hobbes, en su obra Leviatán, justifica la existencia del Estado a partir de la
descripción de un ejercicio imaginario denominado Estado de Naturaleza. En este
Estado, no existe ninguna organización o forma de gobierno, ni mecanismo para regular
las acciones de los hombres. Hobbes presupone que todos los hombres están en iguales
condiciones, por lo que tienen los mismos derechos; además de esta característica,
sostiene que la razón primordial que motiva de manera egoísta la conducta humana es
la satisfacción de sus deseos.
Las dos condiciones sumadas, la igualdad y el egoísmo, piensa Hobbes, convergerían
en una inseguridad generalizada, ya que nadie podría estar seguro de conservar sus
114
posesiones; lo que daría origen a una guerra sin ningún tipo de restricción moral, ya que,
nos dice el autor, el derecho fundamental es el de preservar la vida propia, por lo que
estaría permitido que un individuo haga cualquier cosa a otro sin recibir castigo alguno.
En este momento se propone la creación de un Estado civil, a partir de la realización de
un convenio o contrato. En dicho convenio el Estado deber tener el poder sobre los
individuos y el uso de la fuerza debe ser monopolizada, aquí el gobierno administra, por
decirlo de alguna forma, los derechos de cada individuo.
El problema de la propuesta de Hobbes es que esto limita de muchas maneras la
libertad individual, y se corre riego de que el Estado actúe de manera arbitraria. Aceptar
la necesidad del Estado, en particular el Estado propuesto por Hobbes- es aceptar que
la libertad individual debe estar restringida por mecanismos que propendan por los
intereses colectivos.
En 1685, el filósofo británico John Locke, escribió Carta sobre la tolerancia, en el cual se
afirma que la validez de un Estado radica en el grado de aceptación que la sociedad
tenga de él, en otras palabras, un Estado se justifica si los ciudadanos están de acuerdo
con él. Por otra parte, como lo expresa Locke, el Estado, de manera legítima, puede
utilizar su poder de coerción únicamente para impedir que un individuo viole los derechos
de otro.
Teniendo en cuenta lo anterior, la pregunta más lógica podría ser ¿pero qué pasa,
entonces, con la libertad individual? Frente a esta cuestión, debemos responder que la
coacción del Estado tiene unos límites que no está autorizado a traspasar; así como la
libertad individual, aunque parezca una contradicción, debe estar regulada por la mano
estatal para garantizar que no se sobrepase ocasionando perjuicio a otros individuos de
la sociedad. La libertad en sentido estricto, así como el papel regulador absoluto del
estado, son conceptos que deben ser degradados y matizados en pro de la normal
convivencia social.
115
 Actividad de aprendizaje
 En el “periódico” del día de 1 de agosto de 1983 aparecía la siguiente noticia:
Testigo de Jehová, muerto por no querer sangre
Valencia. El testigo de Jehová Francisco Rubio, falleció en el hospital clínico de Valencia
al negarse a recibir una transfusión de sangre tras sufrir un accidente de tráfico. Los
padres y hermanos del fallecido se habían dirigido a las autoridades para que obligaran
a Francisco Rubio a recibir el tratamiento adecuado sin resultado alguno, ya que su
esposa estuvo de acuerdo con la decisión del marido, que deja a tres huérfanos menores.
¿Crees que se debe respetar la libertad de este individuo antes que intentar salvar su
vida.
 Juzga la frase: “mi libertad termina donde empieza la del prójimo.
 Busca ejemplos en los que consideras que entran en conflicto las normas del Estado
con la libertad individual. Explica tu respuesta
 ¿Crees que el estado, en pro del bien común, debe coartar las libertades individuales?
Explica tu respuesta.
6.5.3 Sesión 9. Ética y Vida Militar
 Objetivos conceptuales

Identificar los valores y virtudes de la vida militar.
 Objetivos procedimentales
116

Reconocer el actuar ético de los militares siguiendo la cadena de mando.
 Objetivos actitudinales

Asumir con su libertad con relación a su responsabilidad con la institución.
 Desarrollo Temático. Más que la mayoría de las otras profesiones, la profesión militar
exige de sus practicantes adoptar una postura moral seria dado que sus decisiones
pueden significar terminar la vida de una o varias personas en una sola acción. El militar
debe constantemente pensar en la conservación de los derechos de sus ciudadanos. Sin
embargo, antes de empezar a discutir el tema en cuestión, es importante recordar una
distinción que anteriormente fue mencionada.
Es preciso diferenciar entre las normas éticas, por un lado, y las leyes, códigos y
reglamentos por el otro. Es importante señalar estas diferencias porque las que entran
en el campo jurídico o militar utilizan el medio coercitivo para hacer cumplir la ley,
sancionando lo legal y lo no legal. Por el contrario, la ética no tiene una base jurídica
vinculante que alcance niveles de penalidad jurídica.
Como vimos en apartados anteriores, Kant afirmaba que nuestra capacidad de razonar
demanda de nosotros un trato imparcial hacia las demás personas; no hay razón para
pensar que podemos vernos como una excepción de la regla. Todos, si tenemos la
capacidad de razonar, estamos comprometidos a seguir el imperativo categórico. Una
buena voluntad es aquella que se somete libremente a la ley moral de tal imperativo; así
mismo afirma que la razón nos demanda un trato digno y respetuoso hacia las demás
personas.
De acuerdo con lo enseñado por Kant, un militar que exige lealtad de sus subordinados,
debe tomar la función de evaluarlos con responsabilidad y de manera justa; debe
tratarlos con dignidad y respeto; obedeciendo y actuando bajo los principios morales que
la razón nos indica. Del mismo modo si un superior legítimo nos ordena hacer algo
117
inmoral, como por ejemplo matar gente inocente, no es posible tener la obligación moral
de obedecer esa orden: y si uno obedece, tal obediencia no es virtuosa sino viciosa.
Los seres humanos dentro de su contexto social, construyen sus propios valores, su ética
y su moral basándose en su cultura, sus creencias religiosas, o alguna ideología
filosófica. De la misma forma, las instituciones militares crean sus valores morales con
base en los deberes u obligaciones que la ley prescribe, al prestigio institucional y a las
virtudes castrenses. Estos elementos y el concepto del deber proporcionan al militar las
fuerzas necesarias para cumplir con las innumerables exigencias de su trabajo y las más
grandes dificultades, aun aquellas que pongan en peligro su vida, en
pro de la
conservación de su institución y el de su patria.
A pesar de que su obligación es para con la patria, todo miembro de las fuerzas militares
vigila a sus subordinados y es vigilado por sus superiores, o por los códigos que
reglamentan su conducta y el curso de sus acciones. Por lo que se hace necesario el
desarrollo colectivo de un pensamiento crítico que ayude a completar las ausencias y los
casos no contemplados en los códigos, y a desarrollar una conciencia reflexiva en el
militar que le permita reaccionar de forma autónoma conforme a una línea de
pensamiento moral.
Este pensamiento crítico solamente puede desarrollarse a partir de una educación cívica
y política. Ella debe responder a las cuestiones básicas del tipo por qué hacer parte del
ejército y por qué luchar, y presentar imparcialmente los diferentes tipos de respuesta.
Esta educación política debe basarse en el ejemplo propio, ya que es la mejor forma de
enseñar a los subordinados los valores políticos y sociales necesarios para el buen
desarrollo de su actividad, una educación política bien orientada a la que se añade una
idea concreta del orden constitucional liberal y democrático de la nación.
Otro aspecto importante que debemos tener en cuenta, es que la fuerza militar -que se
encarga al ejército por el Estado- no tiene la opción de actuar inmoralmente. Por lo tanto,
ordenar es una actividad que va más allá del mando y la legalidad. Es hacerlo también
de una determinada manera, consiente, razonable y, a la vez, con inclinación hacia las
118
leyes, de una manera que es valorada y seguida por sus subordinados. Es decir, cuando
el mando se ejerce de esa forma es también liderazgo. De ahí que un mando que piense
cómo hacer las cosas, cuidando el seguimiento de las pautas éticas que caracterizan la
profesión militar, jamás transformará a las Fuerzas Armadas en un instrumento de
violación de los derechos humanos. ¿Pero cuáles deberían ser las pautas éticas de la
profesión militar? La primera a ser considerada es la valoración de la paz por sobre la
guerra.
En apariencia, esto sugiere la negación o contradicción de la profesión militar. Pero no
es realmente así. Ya que concentrarse en desarrollar y mantener un estado pacífico no
tiene por qué obstaculizar la preparación de un ejército para actuar eficientemente. Sin
embargo, esto sí cambia el enfoque acerca de cómo cumplir una misión. Según este
enfoque, el militar cumple mejor su misión cuando impide la guerra que cuando entra a
un estado de beligerancia, por ejemplo.
La segunda pauta ética se puede definir como: preferir la paz enfatiza la virtud de la
contención. La contención es el componente primordial de un uso controlado de la fuerza.
La contención es una virtud de los fuertes; pues esta requiere la capacidad del
autocontrol mediante la voluntad y la razón. El monopolio del uso de la fuerza es un poder
que sólo las fuerzas militares tienen en la sociedad, y su uso debido es producto de la
contención. No sólo para inhibirse de obtener ventajas indebidas del poder político, sino
para usarlo sólo contra el enemigo y no contra civiles o no-combatientes. La contención
expresa poder y responsabilidad, y forma parte integral del concepto de guerra justa.
Mientras más poderío militar se tiene, mayor es la exigencia de contención. Ejercer la
máxima contención en el uso de la fuerza, empleando sólo la necesaria para cumplir con
los objetivos trazados.
En tercer lugar encontramos la obediencia como una virtud militar y una obligación moral
al mismo tiempo. La razón nos indica que nadie debe realizar acciones que puedan
catalogarse de inmorales. Sin embargo, todo militar tiene entre sus obligaciones recibir
y emitir órdenes, pero como cualquier ser humano, un militar es un individuo de la
119
sociedad, y por más estricto que sea su papel en la estructura militar, no puede ignorar
sus obligaciones como miembro de la sociedad para llevar a cabo acciones que puedan
catalogarse como incorrectas moralmente. Se actúa moralmente al obedecer a un
superior legítimo. Como no se permite a los seres humanos hacer algo que es inmoral,
como por ejemplo matar injustificadamente, una orden de ese tipo no es obligatoria, y es
inmoral obedecerla. Recordemos pues que los actos no son buenos o malos por una
orden sino por lo que son en sí mismos o por sus resultados.
En el campo militar la obediencia que se debe es a la autoridad legítima, y ella está
siempre especificada en las normas de organización de la rama. Los rangos indican una
jerarquía de autoridad y los enlaces internos delimitan las zonas de mando legítimo. Las
órdenes legítimas que provienen de autoridades legítimas en áreas donde ellas tienen la
autoridad para tomar decisiones y dar órdenes, deben someterse siempre a la restricción
de que ellas no sean inmorales. Por lo tanto, es de la ética elemental de quien ejerce el
mando no dar órdenes inmorales. Se deben obedecer todas las órdenes legítimas, pero
sólo las legítimas. Y se debe tratar a los subordinados como seres racionales y morales,
dignos de respeto y nunca ordenarles algo inmoral.
Una cuarta pauta a ser considerada es la responsabilidad del mando. Las órdenes no
siempre son instrucciones para realizar una tarea específica, sino disposiciones amplias.
Señalan un objetivo y recomiendan el uso de los medios pertinentes. En la profesión
militar, donde la operación es realizada por un grupo de personas que deben estar
sincronizadas, la formación de los recursos humanos está orientada a una aceptación
inconsciente y rutinaria de las órdenes. Además, las órdenes se van descomponiendo
en acciones a medida que descienden en la cadena de mando estableciendo una cierta
discrecionalidad respecto de los medios.
Por ello el mando superior es responsable moralmente del sentido y de los resultados de
la cadena de actos que inicia. Un buen comandante debe preocuparse de cómo se
realiza finalmente una tarea, fijar sus límites y deliberar si sus órdenes son justificables
y si se pueden realizar moralmente. Por todo lo anterior la formación estricta de un oficial
en el respeto de los derechos fundamentales de los ciudadanos y de sus subalternos es
120
esencial en una institución jerarquizada, porque cuando se da una orden se delega
autoridad, pero nunca la responsabilidad, la que permanece con el que da la orden.
Quien ejerce el mando es responsable de lo que ordena y de cómo se llevan a cabo sus
órdenes.
Para terminar esta sección, podríamos considerar que la última pauta ética a tener en
cuenta es la del ejemplo como una virtud esencial del liderazgo. Las Fuerzas Armadas
son preparadas para cumplir órdenes que implican reacciones inmediatas y obedientes
frente a un superior. Sin embargo, hay quienes afirman que de cierto modo es
contradictorio introducir consideraciones morales; pues con ello no se tiene en cuenta la
naturaleza de la profesión ni el significado de una orden en el funcionamiento de una
institución armada y jerarquizada.
A pesar de esto, la obediencia que se espera de un soldado es perfectamente compatible
con negarse a hacer algo inmoral. En primer lugar, no todas las órdenes requieren una
reacción inmediata. En segundo lugar, ellas se derivan a espacios operativos menores
generando ámbitos o grados de discrecionalidad en los medios, que obligan a quienes
las ejecutan a pensar en cuáles son los medios más apropiados para llevar a cabo el
cumplimiento de una orden. Es aquí cuando se manifiesta la formación integral del
militar, su profesionalidad, su capacidad de mando y liderazgo, y los códigos de conducta
a que está sujeto. El automatismo irracional sería lo contrario a la contención y a la
razonabilidad que se exige incluso en situaciones extremas. El asunto central a ser
considerado aquí, es que un militar nunca debe ordenar a los subordinados hacer lo que
él mismo no haría en situación similar.
 Los Valores Militares. Los siguientes valores son tomados, en su gran mayoría, del
Manual de Derechos Humanos para las Fuerzas Armadas.
 Honor. debe ser considerado el principio fundamental del sujeto militar. Puede
considerarse como el reflejo de los valores del grupo con el que la persona se
identifica, pues expresa una valoración de sí mismo en los mismos términos que se
121
emplean para valorar a los demás. Además de ser un valor esencial para articular un
grupo, el honor militar es un honor moral, derivado del íntimo convencimiento de la
virtud profesional. Por lo tanto, no es una apariencia sino una realidad, y se refiere
fundamentalmente al comportamiento en sí y no sólo al juicio de los otros.
El honor militar es colectivo, y participan de él los que visten uniforme. Como obligación
recae en cada uno de los miembros del grupo y se simboliza en aquellos elementos que
los miembros del grupo portan, como banderas, emblemas, escudos de armas o
uniformes, a través de los cuales se reconocen entre sí. El honor se relaciona de una
manera muy estrecha con la forma como una organización militar estructura su carácter
para el uso de la fuerza. Como la articula y la somete a las reglas para su empleo. El
carácter en el uso de la fuerza es una expresión cultural, que forma parte del sujeto
ligado a la institución.
Ello tiene una estrecha relación con los elementos normativos, es decir con la legalidad
de su uso, que es la primera de las reglas a respetar. Pero el tema va más allá y se
adentra hasta las raíces más profundas del Código de Honor del militar: Un militar lo será
toda la vida. El valor de la contención, es decir la capacidad de abstenerse en el uso de
la fuerza o usarla de una manera reflexiva y austera no es un problema de legalidad sino
de cultura o educación individual. Y es determinante en la capacidad de una institución
militar para conectarse y armonizar con otros intereses de la sociedad, entre ellos la
defensa de los derechos humanos, sin perder el centro de su obligación profesional.
 Profesionalismo. La gran mayoría de los militares teóricos coinciden en señalar que
para que las fuerzas armada puedan alcanzar un nivel de desarrollo reconocido como
profesionalidad, las Fuerzas Armadas deben
recorrer un largo camino llamado
proceso de profesionalización.
La profesión militar es una carrera completamente desarrollada, que contiene las
características de una profesión. Estas pueden ser definidas como: destreza,
corporatividad y responsabilidad. Según esta línea de pensamiento, los militares deben
122
cumplir con sus órdenes sin tener en consideración inclinaciones políticas u otras
consideraciones no militares. Por otro lado, podríamos definir el proceso de
profesionalización como aquel en el cual los miembros de una labor siguen un
procedimiento de aprendizaje y adquieren un conjunto de conocimientos técnicos y un
conjunto de normas operativas.
Debemos agregar que estas destrezas son reconocidas como necesarias por la
sociedad. Lo esencial es que las Fuerzas Armadas son una institución con normas y
reglamentos propios, con un principio de diferenciación que se traduce en conocimientos
y capacidades relativos al uso de la fuerza como violencia legítima; es decir, una violencia
sujeta a ciertas reglas, que la distinguen de otros grupos o sectores de la sociedad. Ese
proceso se desarrolla en una íntima relación con el Estado, que es la unidad política de
referencia y legitimidad para la institución militar.
La profesionalización está vinculada a la creación de las Academias de Guerra y los
Estados Mayores como elementos formantes de la institución militar. Las academias de
guerra, y los estados mayores, determinaron que todos aquellos que poseyeran los
niveles exigidos de conocimientos técnicos, instrucción y valentía, pudieran acceder a
altos grados del Ejército. Ese fue un enorme salto de igualdad ciudadana. Mientras más
integrada Socialmente sea una sociedad y mayor su cultura política, más intensa será el
profesionalismo de sus militares. Y más lejana la posibilidad de que adopten conductas
indebidas en relación con la tarea que se les ha encomendado.
 Obediencia. La obediencia tiene relación directa con la profesionalización y es
fundamental para evaluar el comportamiento de los miembros de las Fuerzas Armadas
con relación al poder civil. Puede ser definida como aquella que se presta sin reclamar
los motivos y razones del que manda. La obediencia debida es la que se rinde al que
es superior jerárquicamente y que exime de responsabilidad a los subalternos. Por
otra parte, encontramos que un instrumento básico para objetivar el tema de la
obediencia es siempre el Reglamento de Disciplina de las instituciones armadas o
códigos de comportamiento. En él están contenidas de manera explícita tanto las
123
normas como valores que sustentan a la obligación. Lo que no está en los reglamentos
de disciplina es la forma en que se usa la fuerza.
Últimamente se ha expresado la tesis de la obediencia forzada frente a violaciones de
derechos humanos. Ella podría ser definida como la obediencia debida por jerarquía y
por amenaza, cuando el contenido inmoral de una orden es señalado al superior que
manda pero que debe cumplirse dado que no existe otra salida. La aceptación de esta
tesis, que busca reconocer la no culpabilidad individual en determinadas circunstancias,
requiere, para ser aplicable, que se reconozca que existe, al momento de la infracción,
un estado institucional de comisión de delitos, en el que la obligación no es para con un
oficial superior sino con la institución, por la cual responde todo el alto mando. Es decir,
sólo existe una traslación de responsabilidad a todo el mando superior. Ello porque el
monopolio del uso de la fuerza que tiene el Estado, cuyo ejercicio se confía a las Fuerzas
Armadas, forma parte de la personalidad moral del Estado y no puede ser usado de
manera ilegítima.
 No deliberación política. en primer lugar, debemos definir el término deliberar como
"examinar y discutir oralmente un asunto", y "resolver después de una discusión". Más
concretamente, el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española dice que
deliberar es "Considerar atentamente el pro y el contra de los problemas de una
decisión, antes de adoptarla", y "resolver una cosa con premeditación". Teniendo en
cuenta esta definición podemos afirmar la no deliberación militar en asuntos políticos
como una obligación en todos los sistemas democráticos. Es decir, la no consideración
y la no resolución de un asunto que está fuera de las competencias técnicas de los
militares. El militar no debe mezclarse en política y se le prohíbe pertenecer a
asociaciones de carácter político y concurrir a actos de esta índole.
En la institución militar existen ámbitos muy definidos para elaborar las peticiones y un
conducto regular para hacer reclamaciones. Es de la esencia de una institución
jerarquizada la existencia del conducto regular. Se entiende por tal la serie de
autoridades directas, jerárquicamente escalonadas, que forman el camino normal que
124
deben seguir las reclamaciones en el sentido inverso y que es considerado como un
medio de las funciones militares. Nunca ocurrirá que no exista el instrumento de la
reclamación que permite que la función militar se desarrolle de manera normal. Por lo
tanto, el concepto del conducto regular da forma y cierra el círculo respecto de los
principios ordenadores en el funcionamiento de las instituciones militares.
 Justicia. La justicia es un valor que inclina a obrar y juzgar, teniendo por guía la verdad.
Tengamos en cuenta que no existe moral sin la verdad, por ser la verdad el
fundamento principal de la moral. En consecuencia, el militar debe rendir culto a la
verdad como una asociación indispensable en su desarrollo profesional. Todo ello
proveerá a los miembros de las fuerzas armadas con la suficiente moral para actuar y
decidir correctamente. Para que la justicia pueda existir, se debe observar una
imparcialidad absoluta, donde se le dé a cada quien lo que le corresponde. La justicia
como valor democrático es un nivel que se desea alcanzar y está vinculado
estrictamente al valor del bien general. Para que la Justicia pueda existir debe existir
la voluntad de todos los ciudadanos y miembros de las fuerzas armadas de respetar
el derecho de los demás y así respetar el propio.
La Justicia como valor militar sirve para lograr el equilibrio entre las distintas partes, para
asegurar que más allá de las diferencias, tengamos los mismos derechos y obligaciones
y para que se tome en cuenta el interés general, no sólo el de las partes. La justicia obliga
a que la ley sea igual para todos y se aplique a todos por igual sin privilegios de ningún
tipo. En el estudio del concepto de justica, podemos encontrar diferentes definiciones.
Algunas de ellas son: la justicia legal que corresponde al Estado a través de las leyes
que tiendan a buscar el bien común. El cumplimiento de las normas de la justicia legal,
obligan tanto al ciudadano, como a los gobernantes y miembros de las fuerzas armadas
a cumplir el mandato de las leyes. Su principal objetivo es atender el cumplimiento de las
leyes.
Por otro lado, la justicia social: se fundamenta en la idea del bien general, entendiendo
por esto el bien para todos los miembros de la sociedad, sean militares o ciudadanos,
125
proponiendo una visión de justicia con igualdad para todos. Por último, encontramos la
justicia distributiva; esta genera cargas y reparto equitativo y proporcional entre los
grupos sociales a través de políticas e instituciones generadas por el Estado y tiene por
objeto proteger los derechos individuales de las personas y velar por que éstos cumplan
sus deberes.
 Fortaleza: La fortaleza es la capacidad que nos permite mantenernos fieles a nuestras
convicciones y hacerles frente con firmeza y energía a las diferentes situaciones con
que nos encontramos en la vida. Son personas aplomadas y serenas, que conservan
la compostura tanto en los buenos como en los malos momentos, pero sobre todo en
estos últimos, infundiendo confianza y tranquilidad a la ciudadanía. No debemos
confundir, sin embargo, la fortaleza con la inflexibilidad, el cerramiento de espíritu o
la dureza de corazón. Gracias a la fortaleza, aprendemos también a resistir la
adversidad, las enfermedades y el dolor en sus distintas formas y a luchar contra ellos
sin amargura, poniendo todo de nuestra parte, seguros de que vamos a salir adelante.
 Actividad de aprendizaje
 ¿Cómo se entiende la responsabilidad moral en la cadena de mando? ¿Por qué?
 ¿Qué relación existe entre el honor militar y la obligación?
 El mando como atributo jerárquico ¿es sinónimo de liderazgo? ¿Por qué?
 ¿Puede la moral individual colisionar con la obediencia militar?
6.5.4 Sesión 10. Derechos Humanos
 Objetivos conceptuales
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 Definir y analizar la importancia de los Derechos Humanos.
 Objetivos procedimentales
 Reconocer los límites de su actuar militar y profesional.
 Objetivos actitudinales
 Reconocer la importancia de los Derechos Humanos.
 Desarrollo Temático. Podemos definir los Derechos Humanos como aquellos que los
hombres poseen por el simple hecho de ser hombres, por ser parte de la humanidad.
Son inseparables de las personas y se proclaman sagrados, inalienables,
imprescriptibles y fuera del alcance de cualquier poder político. Algunas veces se
considera que los derechos humanos fueron propuestos bajo los ideales del derecho
natural. Sin embargo, existe una escuela de pensamiento jurídico que sostiene la
postura contraria. Para algunos, los derechos humanos son una constante histórica,
con clara presencia en el mundo clásico; para otros, son fruto del cristianismo y de la
defensa que éste hace de la persona y su dignidad.
Los Derechos Humanos son el conjunto de privilegios inseparables de la naturaleza de
la persona, cuya realización resulta indispensable para el desarrollo integral del individuo
que vive en una sociedad jurídicamente organizada. Estos derechos, establecidos en la
Constitución y en las leyes, deben ser reconocidos y garantizados por el Estado. La tarea
de proteger los Derechos Humanos representa para el Estado la exigencia de proveer y
mantener las condiciones necesarias para que, dentro de una situación de justicia, paz
y libertad, las personas puedan gozar realmente de todos sus derechos.
Las características fundamentales de los derechos humanos pueden ser enumeradas
así: en primer lugar, son universales porque pertenecen a todas las personas, sin
importar su sexo, edad, posición social, partido político, creencia religiosa, origen familiar
127
o condición económica. En segundo lugar, son incondicionales porque únicamente están
sujetos a los lineamientos y procedimientos que determinan los límites de los propios
derechos, en otras palabras, hasta donde comienzan los derechos de los demás o los
justos intereses de la comunidad. En tercer lugar, son inalienables porque no pueden
perderse ni transferirse por propia voluntad; son inherentes a la idea de dignidad
humana.
Dejando claro lo anterior, podemos pasar a considerar qué tipo de conducta puede ser
considerada como una violación de los Derechos Humanos. Son consideradas
violaciones de los derechos humanos aquellos delitos que atentan contra los derechos
fundamentales del hombre, que se encuentran definidos en la Declaración Universal de
los Derechos Humanos, y que son realizadas por el Estado de manera directa,
indirectamente o por omisión. De esta manera, el Estado anula su finalidad esencial y
provoca la inexistencia del estado de derecho.
Dentro de la vida militar las violaciones de los derechos humanos deben ser tan
repudiadas y rechazadas como cualquier otra orden que pueda atentar contra la
conducta ética que caracteriza a la institución. Ya que la existencia de hechos como
tortura y de malos tratos infligidos por las fuerzas de seguridad del Estado no constituye
un accidente ni es un hecho anómalo en las autoproclamadas sociedades democráticas.
Algunos temas relacionados con la violación de derechos humanos por parte de las
Fuerzas Armadas son:
 Tortura. En 1984 la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles,
Inhumanos o Degradantes en su primer artículo da una acertada definición del vocablo
‘tortura’ y cómo debe entenderse en materia de Derechos Humanos: “A los efectos de
la presente Convención, se entenderá por el término "tortura" todo acto por el cual se
inflija intencionadamente a una persona dolores o sufrimientos graves, ya sean físicos
o mentales, con el fin de obtener de ella o de un tercero información o una confesión,
de castigarla por un acto que haya cometido, o se sospeche que ha cometido, o de
intimidar o coaccionar a esa persona o a otras, o por cualquier razón basada en
128
cualquier tipo de discriminación, cuando dichos dolores o sufrimientos sean infligidos
por un funcionario público u otra persona en el ejercicio de funciones públicas, a
instigación suya, o con su consentimiento o aquiescencia. No se considerarán torturas
los dolores o sufrimientos que sean consecuencia únicamente de sanciones legítimas,
o que sean inherentes o incidentales a éstas.”
De la anterior definición del concepto de tortura podemos separar los siguientes
apartados:
 Todo acto por el cual se inflijan intencionadamente a una persona dolores o
sufrimientos graves, sean físicos o mentales.
Esto significa que la agresión contra la integridad física o psíquica del prisionero debe
cumplir con dos características agravantes que le darán el carácter de tortura. Estas son:
la gravedad que ésta tiene y la intencionalidad de infligirla. Es por eso que no podría
considerarse tortura las incomodidades que el preso cumple en la cárcel, las cuales son
algo inherentes al confinamiento.
 Con el fin de obtener de ella o de un tercero información o una confesión, de castigarla
por un acto que haya cometido, o se sospeche que ha cometido, o de intimidar o
coaccionar a esa persona o a otras, o por cualquier razón basada en cualquier tipo de
discriminación.
La finalidad que tiene el acto son generalmente una o varias de las señaladas en la
definición, ya que a no ser que se trate de un acto sádico, la tortura tiene un fin de por sí
y es lograr de manera rápida castigar o forzar a alguien a autoinculparse. Se incluye
además cualquier razón basada en cualquier tipo de discriminación.
 Cuando dichos dolores o sufrimientos sean infligidos por un funcionario público u otra
persona en el ejercicio de funciones públicas, a instigación suya, o con su
consentimiento o aquiescencia.
129
Aquí podemos notar la connotación de política de estado que adquiere la tortura, ya que
ésta es generalmente cometida por los estados para llevar a cabo sus propias políticas.
En el artículo segundo de la Convención se establece que no podrá invocarse como
excusa el estado de necesidad o de guerra en que se hayan producido estos hechos, así
como tampoco acepta como evasión de responsabilidad el haber obedecido una orden
superior en caso de los militares, lo cual tiene directa relación con la función policial.
 Violaciones Militares a los Derechos Humanos. En este punto es conveniente agregar
una resumida definición de diversos conceptos concernientes a este problema. En
primer lugar, encontramos el genocidio: este se puede definir como los actos
perpetrados con la intención de destruir total o parcialmente a un grupo nacional,
étnico, racial o religioso como tal. Entre dichos actos se incluye la matanza de
miembros del grupo, las medidas destinadas a impedir nacimientos en el seno del
grupo, el traslado por la fuerza de niños del grupo a otro grupo, etc. En segundo lugar
encontramos los crímenes de lesa humanidad, los cuales se definen como cualquiera
de los actos siguientes cuando son cometidos como parte de un ataque generalizado
o sistemático contra una población civil: asesinato, exterminio, deportación, tortura,
violación, etc. Por último están los crímenes de guerra, estos pueden ser definidos
como los crímenes cometidos durante una guerra violando convenciones
internacionales que protegen a la población civil y los prisioneros de guerra.
En general, es una “violación de los usos y costumbres de la guerra”, que podría consistir
en asesinatos, malos tratos, deportación y trabajos forzados a civiles y prisioneros,
ejecución de rehenes y destrucciones no debidas a razones militares. De manera más
amplia, podemos intentar definirlos como las violaciones graves del derecho
internacional humanitario, es decir, de los convenios, normas y usos aplicables a los
conflictos armados internacionales o internos, que implican una responsabilidad penal
internacional. Así pues, estos crímenes son infracciones graves de los Convenios de
Ginebra de 12 de agosto de 1949, a saber: matar intencionalmente, someter a tortura o
130
a otros tratos inhumanos, incluidos los experimentos biológicos, destruir bienes, tomar
rehenes, etc.
Para concluir este Manual queremos exponer la posición de las Fueras Armadas sobre
los crímenes anteriormente mencionados y su correspondiente responsabilidad en la
cadena de mando según la Revista de la armada en su edición 88:
“Los crímenes de guerra y los crímenes de lesa humanidad, dondequiera y cualquiera
que sea la fecha en que se hayan cometido, serán objeto de una investigación, y las
personas contra las que existen pruebas de culpabilidad en la comisión de tales crímenes
serán buscadas, detenidas, enjuiciadas y, en caso de ser declaradas culpables,
castigadas”. “…Todo Estado tiene el derecho de juzgar a sus propios nacionales por
crímenes de guerra o crímenes de lesa humanidad”.
El militar debe tener en cuenta
 Los tribunales Internacionales designados por las Naciones Unidas se ha convertido
en norma legal.
 Responsabilidad personal por crímenes cometidos en su área de jurisdicción u
operaciones.
 Todos los comandantes son responsables por los crímenes cometidos por sus
subordinados.
 Las violaciones serias de la ley de conflictos armados y otras violaciones de los
derechos humanos deben estar sujetas a la jurisdicción de una corte”.
Además, según los artículos 41 y 42, dictamina, respectivamente, que los deberes y
prohibiciones del militar son:
131
 Deberes
 “Cumplir y hacer que se cumplan los deberes contenidos en la Constitución Política,
los tratados de Derecho Internacional Humanitario, la ley, los decretos, los estatutos
de la Institución, los reglamentos, los manuales de funciones, las decisiones judiciales
y disciplinarias y las órdenes superiores emitidas por funcionario competente.
 Comportarse con orgullo y dignidad.
 Ser veraz en todos los actos de la vida.
 Ser modelo de ciudadano, hijo ejemplar y cumplido caballero.
 Ser leal y respetuoso con los superiores, subalternos y compañeros.
 Usar el uniforme con pundonor y pulcritud.
 Buscar en la disciplina del cuerpo la superación del espíritu.
 Velar por el mantenimiento y la conservación de los elementos puestos bajo su
responsabilidad.
 Ejercer el mando con respeto a la dignidad humana
 Respetar y enaltecer la condición de militar.
 Preocuparse en adquirir y perfeccionar los conocimientos necesarios para el ejercicio
de la carrera militar.
 Cuidar y conservar los elementos pertenecientes a las Fuerzas Militares.
 Observar absoluta discreción en todos los asuntos relacionados con el servicio y
guardar la debida reserva de ley.
132
 Asistir con puntualidad al servicio
 Portar el uniforme de acuerdo con las normas reglamentarias.
 Mantener con otros organismos armados relaciones de armonía y dispensar a sus
miembros el respeto y las consideraciones debidas.
 Respetar y tratar cortésmente a la población.
 Observar estrictamente el conducto regular en el trámite de solicitudes, informes,
reclamos y demás asuntos del servicio que lo requieran o restablecerlo.
 Dar cuenta de los cambios relacionados con el estado civil, con el domicilio o
residencia y con el núcleo familiar.
 Asumir las responsabilidades propias del cargo y jerarquía.
 Es deber del superior estimular a quienes se destaquen en el cumplimiento de sus
obligaciones y sancionar a quienes las infrinjan, de forma justa, oportuna y
proporcional a los hechos por los cuales se aplican.
 Servir de ejemplo y guía a sus subalternos, estimular sus sentimientos de honor,
dignidad, lealtad y abnegación; fomentar su iniciativa y responsabilidad y procurar su
bienestar.
 Conocer y estimular los esfuerzos de sus subalternos para mantener el espíritu de
trabajo y el deseo de superación.
 Cumplir la misión asignada con valor.
 Guardar el debido respeto a los símbolos patrios.
133
 Mantener el comportamiento adecuado durante las actividades académicas, militares,
administrativas, culturales, religiosas, deportivas y sociales que desarrolle la
institución.
 Prohibiciones
 Incumplir los deberes o extralimitar las funciones contenidos en la Constitución
Política, los tratados internacionales ratificados por el Congreso, las leyes, los
decretos, los estatutos de la Institución, los manuales de funciones y las decisiones
judiciales y disciplinarias.
 Usar, permitir y tolerar la murmuración y la crítica destructiva.
 Contraer deudas que no puedan cancelarse o compromisos que no puedan cumplirse.
 Intervenir consuetudinariamente en juegos de suerte y azar.
 Emplear vehículos, embarcaciones o aeronaves, armamento, equipo, o cualquier
elemento de dotación oficial en asuntos diferentes del servicio.
 Emplear en beneficio propio o de terceros, personal militar o civil u otros medios
pertenecientes a las Fuerzas Militares.
 Suministrar o difundir información sobre las Fuerzas Militares, o hacer publicaciones
de la entidad, sin previa autorización del superior competente.
 Interferir en las actividades de Reclutamiento y Movilización.
 No cumplir o negar el conducto regular.
 Incumplir, desatender o entrabar el cumplimiento de las órdenes e instrucciones
legalmente emitidas por sus superiores jerárquicos.
134
 Ejecutar dentro o fuera de la Institución actos que atenten contra los principios, valores
y virtudes militares.
 Irrespetar los símbolos patrios o negarse a rendirles los honores que corresponden.
 Realizar conductas que atenten contra el prestigio de la Institución o contra el respeto
debido a sus insignias, distintivos, condecoraciones, medallas, cursos de combate,
banderas, estandartes, escudos y demás símbolos militares.
 Participar en actividades contrarias a la disciplina militar, así como promoverlas,
propiciarlas u organizarlas.
 Ejecutar actos de violencia o utilizar expresiones irrespetuosas, injuriosas o
calumniosas contra superiores, subalternos, compañeros o personal civil.
 Proporcionar datos o documentos personales inexactos a la Institución.
 Faltar al servicio o asistir en forma impuntual.
 Salir sin permiso de la guarnición o de las instalaciones militares.
 Incurrir en acciones u omisiones que pongan en riesgo la vida o la integridad personal
de sus superiores, subalternos, compañeros y demás servidores de la Institución.
 Realizar actos de discriminación racial, étnica, regional, religiosa, o de cualquier otra
índole.
 Utilizar prendas, elementos, joyas, accesorios, cortes y pinturas de cabello, diferentes
a las contempladas en el reglamento de uniformes.
 Incurrir en acciones u omisiones que pongan en riesgo el éxito de las operaciones o
la misión institucional.
135
 No dar cumplimiento a las medidas de seguridad”.
 Actividades de aprendizaje
 Imagina la siguiente situación: Las Fuerzas Armadas capturan un miembro de un
grupo fuera de la ley que viene delinquiendo por muchos años contra la población civil.
Si se logra sacar información de este hombre, probablemente podrían apresar más
miembros de ese grupo. Es evidente que el hombre no confesará por las buenas.
Responde explicando tus razones:
 Si vivieras en este país que ha sufrido, ¿qué pedirías que hicieran con este hombre?
 Si tú fueras la Fuerza Armada, ¿qué harías en ese caso?
 Si supieras que este hombre va a declarar con sólo aplicarle unas ligeras torturas
físicas
 Si no tuvieras que hacerlo personalmente, ¿permitirías que se lo hicieran?
Elabora una redacción de mínimo 10 hojas relacionando:
 La libertad del militar respecto a la obediencia militar
 La libertad del individuo respecto al Estado
 La ética, la política y los Derechos Humanos
136
7. CONCLUSIONES
Después de trasegar este campo investigativo. Quizás la primera tiene que ver con la
necesidad inaplazable de pensar una ética contextualizada, tanto en el ámbito político
colombiano, como jurídico y judicial; así como en el contexto de la guerra permanente y
no reconocida oficialmente, pero que genera muchos muertos, soldados, personas al
margen de la ley, campesinos y ciudadanos en general, especialmente niños. No se trata
simplemente de escribir y proponer un módulo interactivo; es mucho más que eso.
Quizás la pregunta más importante es. ¿Hasta dónde es posible, necesario y urgente
proponer una formación ética desde las corrientes críticas que ayuden al militar a
legitimar mucho más su actuar y a entenderse dentro de un complejísimo mundo donde
el Estado y los ciudadanos cada vez son menos protagonistas y más las multinacionales?
Es decir, unas Fuerzas Militares puestas al servicio de intereses diferentes de la
población civil a la que se deben constitucionalmente.
Se dieron a conocer algunas teorías filosóficas, utilizando un lenguaje sencillo y practico
en el cual, el alumno pueda conocer distintos fundamentos éticos que sirvan de base a
su interpretación clara de los contenidos ofrecidos en el manual, para el posterior análisis
y desarrollo de los talleres.
Se plantearon problemas Éticos de actualidad, teniendo en cuenta las necesidades de
la fuerza, problemas y situaciones donde el alumno pueda interpretar y analizar dichas
realidades de acuerdo a sus contextos, costumbres, valores y principios.
Se desarrollaron planteamientos éticos, en los cuales el alumno tiene la oportunidad de
dar su punto de vista, ofreciéndosele en este manual las herramientas necesarias para
que sus criterios los desarrolle, exprese y ejecute de una forma argumentada y pueda
discernir claramente entre lo bueno y lo malo, y encamine siempre sus acciones
éticamente.
137
7.1 SUGERENCIAS
Con la elaboración de este manual, las teorías, ejes temáticos y los problemas morales
que se desarrollan en él, como las violaciones a derechos humanos y demás y el aborde
apropiado y necesario que se le da a los temas, es de seguro evidenciar en estos
alumnos la reafirmación en su vocación como futuros suboficiales del ejército de
Colombia, ya que entenderán y asimilaran con convicción la gran responsabilidad que
llevan en todas sus actuaciones como ejemplo y modelos a seguir de una sociedad y
acrecentando sus valores y principios cada día como servidores públicos intachables de
su país.
138
RECOMENDACIONES
 El trabajo surge de una eminente necesidad, por lo cual el modulo desarrolla unos
contenidos temáticos muy precisos que requieren ser orientados por profesionales en
las áreas de humanidades, para así ofrecer un idóneo conocimiento en dicha área.
 Los estudiantes de la Escuela Militar de suboficiales “Sargento Inocencio Chincá”
utilicen materiales multimedia de apoyo a los contenidos para que fortalezcan sus
aprendizajes
 Debe desarrollarse cada unidad en el orden que se propone ya que tiene un orden y
una intención para el proceso efectivo en el alumno.
 Debe orientarse el módulo de ética porque enriquece en conocimientos en una
profunda y responsable reflexión a los futuros suboficiales del ejército, sobre su
quehacer en su conducta como persona individual y social.
 Beneficiará a todo un país que tanto requiere una transformación en la conducta ética
de sus militares.
139
REFERENCIAS
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http://www.armada.mil. co/?idcategoria=89274
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Educación de la Universidad de La Laguna. Bilbao. Recuperado de: http://servidoropsu.tach.ula.ve/profeso/dossier/imagenes/archivos/TEMA%202/Educar%20en%20la%
20sociedad%20de%20la%20informaci%C3%B3n.pdf
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Madrid.
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