USUARIO COMERCIAL DE ZONA FRANCA. Por conducto de la

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REF: USUARIO COMERCIAL DE ZONA FRANCA.
Por conducto de la Oficina Asesora Jurídica de la Superintendencia de Industria y Comercio, se recibió su
comunicación radicada bajo el número 495.053-0, mediante la cual consulta:
l. Sí una sociedad extranjera domiciliada o no en la República de Colombia, por conducto de su apoderado puede
adquirir la totalidad de las cuotas sociales de una sociedad colombiana de responsabilidad limitada, que se
encuentra operando como usuario comercial en una zona franca.
2. Sí por consecuencia de lo anterior, la sociedad extranjera para operar dentro de los perímetros de la zona franca
como usuario comercial debe domiciliarse en la República de Colombia.
3. Sí en cualquiera de las actividades que desarrolle o llegue a desarrollar la sociedad extranjera domiciliada o no en
la República, debe contar con un visto bueno previo de alguna entidad competente.
l. Consideraciones Generales:
Al respecto, conviene señalar que las zonas francas industriales de bienes y de servicios, son áreas geográficas
delimitadas del territorio nacional, cuyo objeto es promover y desarrollar el proceso de industrialización de bienes y
la prestación de servicios, destinados primordialmente a los mercados externos; se rigen por el Decreto 2233 del 7
de diciembre de 1996, expedido por el Ministerio de Comercio Exterior, conforme al cual su ámbito de aplicación se
extiende a los desarrolladores y los usuarios que son de tres clases: operadores, industriales y comerciales.
Para los fines pertinentes, procede hacer una referencia muy general tanto del usuario operador como del
comercial, así:
a). En cuanto a los operadores, el citado decreto dispone que son personas jurídicas nacionales o extranjeras con
NIT propio que se constituyen con el fin de realizar exclusivamente dentro de la zona entre otras, las actividades
descritas en el artículo 14 Vr.Gr., las siguientes:
1 Promover, dirigir, administrar y operar una o varias zonas francas.
2. Adquirir, arrendar o disponer a cualquier título inmuebles con destino a las actividades de la zona
franca.
3. Construir directamente o mediante contrato con desarrolladores, la infraestructura y edificaciones de la
zona franca.
4. Calificar a quienes pretenden instalarse en la zona franca y hacer efectiva la pérdida de la calidad de
usuario en los eventos previstos en el acto de calificación.
5. Autorizar y llevar el control de las operaciones de ingreso y egreso de mercancías e inventarios de bienes de los
usuarios, para lo cual el usuario operador deberá establecer un sistema computarizado de control de inventarios y
efectuar inspecciones físicas a dichos inventarios y revisiones a los procesos productivos de los usuarios
industriales, cuando lo considere conveniente o cuando lo solicite el Ministerio de Comercio Exterior o la dirección de
Impuestos y Aduanas Nacionales, sin perjuicio de las facultades legales de estas entidades.
b) En cuanto al usuario comercial, el artículo 17 las define como personas jurídicas nacionales o
extranjeras legalmente constituidas en Colombia, que se instalan en la zona franca industrial de bienes y
servicios, con el objeto de realizar actividades de almacenamiento, conservación, manipulación, distribución,
empaque, reempaque, clasificación o limpieza de bienes, los cuales se podrán destinar a mercados externos o al
mercado nacional. Agrega en su inciso segundo que la calidad de usuario comercial se adquiere con el acto
de calificación expedido por el usuario operador.
ll. A las consideraciones que anteceden, deben agregarse las siguientes precisiones:
1) Que las actividades propias del usuario comercial a la luz del artículo 20 del Código de Comercio, constituyen
actos de comercio, por lo que debe concluirse que las personas jurídicas que se establecen como usuarios
comerciales, son personas jurídicas de carácter mercantil.
2)Que el usuario comercial, a la luz del artículo 17 del citado decreto, debe ser una persona jurídica nacional o
extranjera legalmente constituida en Colombia, instalada en una zona franca industrial de bienes y de servicios.
Por lo tanto, solo pueden instalarse en la referida zona franca, las personas jurídicas extranjeras o nacionales
definidas las primeras como personas jurídicas constituidas conforme a la ley de otro país y con domicilio principal
en el exterior (al artículo 469 del Código de Comercio); las segundas, como aquellas constituidas por escritura
pública de acuerdo con el artículo 110 del Código de Comercio, dentro de las cuales de acuerdo con el artículo 71 de
la ley 222 de 1995, se encuentran las empresas unipersonales, creadas por personas naturales o jurídicas mediante
la destinación de parte de sus activos, a fin de realizar una o varias actividades de carácter mercantil, previa su
inscripción en el registro mercantil.
3) Que el hecho de instalarse en una zona franca para actuar como usuario de la misma supone la realización de
actividades de carácter permanente, de acuerdo con lo previsto en el artículo 474 del Código de Comercio.
lll) Así pues, de acuerdo con la legislación mercantil, cuando una sociedad extranjera adquiere las cuotas
sociales en una sociedad de responsabilidad limitada, independientemente del hecho de que tenga o no
sucursal en el país, es la sociedad extranjera quien adquiere la titularidad de las cuotas sociales y por tanto como
resultado de la negociación debe efectuarse el cambio en la titularidad de las mismas, pero en ningún caso cambia
la persona jurídica que ostenta la condición de usuario comercial, que en el caso planteado corresponde a la
sociedad de responsabilidad limitada, calificada como usuario comercial por el operador respectivo.
En este sentido, puede afirmarse respecto del primer interrogante, que en efecto, una sociedad extranjera con o
sin sucursal en el país puede adquirir la totalidad de las cuotas sociales pertenecientes a una sociedad de
responsabilidad limitada que se encuentre instalada en una zona franca industrial de bienes y de servicios.
La referida operación no solo es viable, sino que está jurídicamente consagrada en el artículo 81 de la ley 222 de
1995, cuando dispone: "CONVERSIÓN EN EMPRESA UNIPERSONAL: Cuando una sociedad se disuelva por reducción
del número de socios a uno, podrá, sin liquidarse, convertirse en empresa unipersonal, siempre que la decisión
respectiva se solemnice mediante escritura pública y se inscriba en el registro mercantil dentro de los seis meses
siguientes a la disolución. En este caso, la empresa unipersonal asumirá, sin solución de continuidad, los derechos y
obligaciones de la sociedad disuelta. "
Para responder el segundo interrogante, debe tenerse en cuenta que para adquirir la calidad de usuario
comercial el interesado debe ser una persona jurídica nacional o extranjera legalmente constituida, por tanto la
segunda inquietud, difiere de la primera, pues en este caso quien pretende ser calificado como usuario comercial es
directamente la sociedad extranjera, lo que implica de acuerdo con los artículos 470 y 471 del Código de Comercio,
en concordancia con el artículo 17 del Decreto 2233 del 7 de diciembre, que esté legalmente constituida en el país,
situación que respecto de la sociedad extranjera solo puede concebirse en la medida en que se hubiere incorporado
al país a través de una sucursal para desarrollar las actividades propias del usuario comercial, para obtener la
respectiva calificación previa solicitud al operador, en los términos del artículo 18 del Decreto 2233 de
1996.
El tercer interrogante se resuelve a la luz de la Constitución Política, en la que expresamente el constituyente del
año de 1991, dispuso en el artículo 333 que la actividad económica y la iniciativa privada son libres, dentro de los
límites del bien común. Agrega la referida disposición que para su ejercicio, nadie podrá exigir permisos previos ni
requisitos, sin autorización de la ley. Lo anterior significa a juicio de este Despacho que el usuario comercial no
requiere autorización distinta de la relacionada directamente con la calificación proferida por el usuario operador,
previa solicitud del interesado en los términos del artículo 18 del Decreto 2233 de 1996.
En los anteriores términos considero haber atendido su inquietud, la que de antemano se advierte tiene los efectos
del artículo 25 del Código Contencioso Administrativo.
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