Tema 9: Visión social de las personas mayores Tema 9: VISIÓN SOCIAL DE LAS PERSONAS MAYORES Página 1 de 9 Unidad II: Modificaciones en las demandas de autocuidado de la persona mayor Índice Autoimagen y perfil psicosocial de las personas mayores Consideraciones sobre la jubilación Modelos de convivencia a partir de la tercera edad Participación y actividades comunitarias de las personas mayores Enlaces y Bibliografía Introducción En este tema se va a tratar la dimensión del papel de las personas mayores en la sociedad, es decir, los distintos cambios que la vejez comporta en relación con la situación y consideración social. Los cambios sociales que se producen con el envejecimiento se refieren principalmente al cambio de rol, tanto en el ámbito individual como en el contexto de la propia comunidad; así mismo, abarcan las diferencias generacionales existentes en el comportamiento social y la dificultad de adaptación e integración de la persona mayor a estos cambios. Cada etapa del desarrollo individual tiene su importancia y la vivencia de cada una de ellas debe favorecer el crecimiento de la persona en todas sus esferas. El desarrollo de la persona mayor, en cuanto al papel que tiene que jugar en la sociedad de la que forma parte, está sujeto a unas premisas fundamentales, no experimentadas de la misma forma por todos los individuos, ni con la misma aparición temporal. Estas premisas están íntimamente ligadas a la capacidad de adaptación y a la aceptación del proceso de envejecimiento; por tanto, el ser consciente de las limitaciones que implica la vejez ayudará a las personas mayores a establecer planes de vida satisfactorios. Para analizar los cambios que se dan en esta dimensión, vamos a tratar de conocer cuál es el perfil psicosocial actual de las personas mayores, cómo es su vida cotidiana, cuáles son sus intereses, en qué y cómo ocupan su tiempo libre después de la jubilación y, finalmente, las formas de convivencia familiar y su participación en la comunidad. Autoimagen y perfil psicosocial de las personas mayores La población envejece proyectando una imagen a la sociedad que tiene un reflejo que no se corresponde con lo que sus miembros piensan y sienten; en muchas ocasiones son imágenes distorsionadas que influyen negativamente en el comportamiento del grupo de las personas mayores. Un elemento indispensable para una buena calidad de vida de las personas mayores es su bienestar emocional, donde las relaciones intergeneracionales tienen un peso determinante. Los cambios sociales acaecidos en España, en la que hemos pasado de las pautas de la sociedad tradicional a las propias de una sociedad postmoderna, en prácticamente la mitad de tiempo que en los países de nuestro entorno, lleva a preguntarnos si las imágenes que proyectan unos grupos de edad sobre otros también han cambiado y cómo influyen estas percepciones en sus relaciones. En este sentido, en los últimos años, se han llevado a cabo distintas investigaciones dirigidas a conocer la imagen social de los mayores y cómo éstos son vistos por otros grupos etarios, sin olvidar la imagen que se proyecta en los medios de comunicación. Con respecto a éstos últimos, file://C:\WEBSHARE\WWWROOT\wwwategg\ategg\2_asignatura\temas\unidad2\9\9_vision_social_personasm ... 20/08/2005 Tema 9: Visión social de las personas mayores Página 2 de 9 la conclusión es la dualidad con que los massmedia muestran a las personas mayores: de un lado, proyectan una visión positiva, cuando se refieren a personas mayores con nombre propio; y, de otro, como colectivo, les presentan como un grupo anónimo, sin voz, sin rostro y tendente a la marginación. Dicha contraposición se basa en el dualismo actividad-inactividad: las personas mayores 'activas' tienen nombre propio y son percibidas como sujetos con valores positivos y pertenecientes a una sociedad desarrollada y moderna; mientras que los mayores 'inactivos' o jubilados se sitúan en estamentos sociales dependientes de los servicios públicos. La imagen que proyectan los medios de comunicación no parece tener un fundamento en la percepción que tienen de las personas mayores sus conciudadanos. En este caso, se ha dado una ruptura respecto de las imágenes anteriores que contemplaban el colectivo de mayores como un grupo homogéneo. Actualmente, la percepción que se tiene es precisamente la heterogeneidad. La sociedad concibe el envejecimiento como un proceso y, como tal, diferencia distintos segmentos de personas mayores que anteriormente se habían pretendido englobar en el grupo único deTercera Edad. Lo dicho supone que la sociedad actual está potenciando una visión de rejuvenecimiento que gira alrededor del eje activo-inactivo y que lleva imágenes implícitas, positivas y de integración social, de las personas mayores hasta bien entrados los 80 años de edad. La creencia de que la sociedad tiene una visión negativa de los ancianos, en particular los jóvenes, no se sustenta con los resultados obtenidos en las investigaciones realizadas por el IMSERSO: la sociedad diferencia muy bien entre el proceso de envejecimiento y la vejez, que asocian a la pérdida de autonomía, pero la visión que tienen de las personas mayores, hasta ese momento, es una imagen de vitalidad y de utilidad, caracterizada por la alta valoración de las actividades que llevan a cabo. Por otra parte, las personas mayores se perciben revitalizadas, tomando conciencia de las ganancias en salud, del aumento de su calidad de vida, respecto de épocas pasadas, y de la capacidad productiva que todavía poseen. n VIDA COTIDIANA: OCUPACIÓN DEL TIEMPO LIBRE Se tiende a pensar que las personas mayores tienen mucho tiempo libre y que no ocupan en actividades gratificantes una buena parte de ese tiempo. Los modelos vitales que se han ido imponiendo en la sociedad moderna han hecho que se asuman los estereotipos que ligan la vejez con una progresiva falta de interés por las actividades y tareas cotidianas, con el descenso generalizado del ritmo vital y con una actitud de pasividad creciente. Suele ocurrir con los estereotipos que la realidad, o al menos la realidad percibida, termina por parecerse extrañamente a ellos. Uno de los hallazgos que han revolucionado la sociología de la vejez es la constatación de que el colectivo de personas definidas oficialmente como personas mayores presenta una creciente tendencia a la diferenciación, y que esta diferenciación se produce no únicamente en función de causas objetivas (género, estado civil, nivel de ingresos, etc.), sino también, y en forma cada vez más perceptible, por razones subjetivas; porque las personas no aceptan las imágenes estereotipadas que predican su uniformidad y defienden sus propios espacios de creatividad y autonomía. Estas actitudes personales contrastan, sin embargo, con la escasez de oportunidades objetivas de ejercicio del ocio, con la aridez de una existencia cotidiana en la que los estímulos exteriores se han reducido enormemente. El gran cambio que supone para la mayoría de las personas entrar en la categoría de persona mayor radica en que se pasa a disponer libremente del tiempo que anteriormente se dedicaba al trabajo productivo. Tanto el tiempo libre como el que se dedica a actividades como el cuidado personal y las obligaciones hogareñas, crecen de forma importante y lo mismo ocurre con el tiempo que se dedica a las actividades de ocio de carácter pasivo (ver TV, escuchar la radio, etc.). Sin embargo, a pesar de la mayor disponibilidad de tiempo, se constata una caída en los índices de participación en actividades organizadas y en otras actividades de ocio que requieren una participación activa (salir al cine o al teatro, viajar, realizar excursiones, hacer deporte, etc.). Según datos aportados en el informe Envejecer en España (IMSERSO-Observatorio de mayores, 2002), entre las actividades que realizan los mayores destacan, por encima de todas, la audiencia de los medios de comunicación de masas: nueve de cada 10 mayores ve la televisión todos los file://C:\WEBSHARE\WWWROOT\wwwategg\ategg\2_asignatura\temas\unidad2\9\9_vision_social_personasm ... 20/08/2005 Tema 9: Visión social de las personas mayores Página 3 de 9 días y uno de cada dos escucha la radio. Es cierto que la audiencia de medios constituye una actividad pasiva, sin embargo, no debe pasar desapercibido que el seguimiento de los medios permite realizar otras actividades al mismo tiempo, desempeña una función positiva en aquellos mayores que se sienten o están solos y permite articular el tiempo, cuando ya ni la vida laboral ni las obligaciones familiares pueden hacerlo. En relación con los hábitos de lectura, uno de cada cinco mayores lee el periódico todos o casi todos los días, lo que representa un descenso frente a la población adulta (30%), situación en la que influyen factores como el nivel de estudios, el acceso a los puntos de venta e incluso la dificultad para leer las pequeñas letras de los diarios. Lo mismo ocurre con la lectura frecuente de libros, hábito que sólo tienen un 3% de los mayores. Pero la proporción de mayores que realizan otras cosas que requieren una mayor actividad también es considerable: el 70% suele dar paseos, y una proporción similar, hacer la compra o recados. Por otra parte, en las personas mayores se produce una diferenciación de las actividades de ocio en función del género que, en algunos casos, puede ser de bastante entidad. Por lo general, las mujeres conectan de una forma más natural, mientras que los varones se plantean mayores necesidades de sustitución de la actividad laboral a través del ocio. Diferentes estudios muestran claramente esta diferenciación, las ocupaciones más citadas por las mujeres son estar en casa y realizar tareas hogareñas, pero también muestran una actitud más abierta a participar en actividades nuevas (conferencias, talleres de manualidades, etc.). Los hombres salen más a la calle, simplemente a pasear o para reunirse con amigos en una cafetería o un centro de mayores. Las diferencias son, por el contrario, mínimas en cuanto a compartir el tiempo libre con niños y jóvenes, realizar trabajos voluntarios o hacer ejercicio. En cuanto a la asistencia a centros de mayores, aproximadamente la cuarta parte de las personas de 60 y más años declaran que acuden a ellos con mayor o menor asiduidad, siendo la proporción sustancialmente mayor en el caso de los hombres. Otras características del colectivo actual de mayores son el sentimiento de religiosidad y la elevada práctica religiosa, que claramente están condicionadas por la herencia histórica puesto que en nuestro país el proceso de secularización de la sociedad es todavía un fenómeno muy reciente. Finalmente en cuanto al interés que prestan los mayores por uno de los aspectos más novedosos de las sociedades de nuestros días, las nuevas tecnologías, parece que en términos generales no se muestan muy inclinados, especialmente en lo relativo a internet y el correo electrónico, que sienten muy alejados de su vida cotidiana. Algo más de interés muestan por el ordenador personal, al que consideran útil, pero entre todos estos recursos destacan el teléfono móvil del que disponen más de un 17%, si bien casi la mitad lo usan de forma poco frecuente. La razón principal que argumentan para no hacer uso de las nuevas tecnologías de la información es la creencia de que son demasiado mayores para aprender a menejarlas. En definitiva, nuestra forma de vida, el tipo de actividades en las que ocupamos nuestro tiempo y las actitudes y valores que tenemos frente a lo que ocurre a nuestro alrededor, están condicionados, en buena medida, por nuestro nivel de formación. En este sentido, todavía hoy el nivel de instrucción de los mayores es sustancialmente inferior al de otros grupos de edades, siendo previsible que en no muchos años esta situación se modifique sustancialmente. Consideraciones sobre la jubilación La contribución individual del hombre al grupo de pertenencia puede tener amplias perspectivas, sin embargo, la sociedad en general valora tan solo al hombre activo, aquél que aporta trabajo y que genera riqueza. En el rol laboral, el gran cambio viene dado por el momento de la jubilación, de ahí que se explique la importancia de esta nueva situación con las modificaciones que comporta y las alternativas que se pueden desarrollar para evitar al máximo las consecuencias negativas. El término jubilación proviene del vocablo latino jubilare cuyo significado es alegrarse, regocijarse y también retiro. Sin embargo, la transición del trabajador a jubilado es uno de los cambios más significativo y difícil que tienen lugar en la última etapa del ciclo vital de los file://C:\WEBSHARE\WWWROOT\wwwategg\ategg\2_asignatura\temas\unidad2\9\9_vision_social_personasm ... 20/08/2005 Tema 9: Visión social de las personas mayores Página 4 de 9 individuos. Es fácil suponer que lo que existe actualmente ha existido siempre, sin embargo, la jubilación es un fenómeno relativamente nuevo. Hasta hace unas décadas, el rico se retiraba y los demás tenían que seguir trabajando hasta que por motivos de salud abandonaban el mundo laboral. Tampoco ha afectado por igual a la mujer y al hombre. Varios son los factores que han contribuido al desarrollo de la jubilación y la han convertido en un fenómeno característico de las sociedades industriales de nuestro tiempo, entre ellos destaca el aumento de productividad debido a los avances tecnológicos, que ha permitido que se pueda reducir el tiempo total del trabajo sin disminuir el potencial productivo. Actualmente, por tanto, la jubilación se ha convertido en un fenómeno social y es considerada como la situación de una persona que tiene derecho a una remuneración o pensión, después de haber cesado parcial o totalmente en su profesión u oficio. Es un permiso social para desligarse del trabajo, que se obtiene por el hecho de haber cumplido una edad previamente reglamentada. En todos los países se ha dado prioridad al aspecto económico, sin tener en cuenta otros aspectos que comportan el fenómeno de la jubilación, ni tampoco al difícil proceso de adaptación de la persona a su nueva situación. La jubilación significa distintas cosas para las personas: ¡ ¡ Aspectos positivos: mayor libertad, estar abierto a innumerables opciones, incluyendo la oportunidad de realizar nuevos proyectos, viajes, aficiones, etc. Aspectos negativos: pérdida de poder adquisitivo, de relaciones sociales, de una base para la identificación personal, etc. Consideremos más detalladamente algunos de estos aspectos: n Base para la identificación personal Para muchos individuos, el rol que desempeñan en el trabajo es el papel central a través del cual es definida y conservada su identidad. Mediante este papel son definidos la clase y el prestigio. El trabajo es el recurso más importante para dar sentido a sus vidas. Sin la oportunidad de trabajar, la vida parece vacía y sin interés. Es lógico que dada la importancia del trabajo, la pérdida o la modificación del rol laboral tenga consecuencias importantes para la salud y el bienestar de los mayores. Sin embargo, son relativamente pocas las personas que manifiestan divertirse con las tareas que realizan en sus empleos, aunque les gusten las relaciones sociales que proporciona el ámbito laboral, el sentido de utilidad, los ingresos que obtienen, etc. De esta forma, se ha comprobado que los dos factores más claramente vinculados a la decisión de jubilarse pronto, más que permanecer como un miembro activo, son los ingresos y la salud física. n Poder adquisitivo Es el factor más importante que diferencia a los que se jubilan pronto y los que no se jubilan, siendo aquellos que tienen buenos ingresos los que tienen tendencia a jubilarse antes. Aparte de las numerosas discusiones sobre la importancia de que la vida tenga sentido, de tener un estatus relacionado con el trabajo, etc., lo que los jubilados echan más de menos es la pérdida de poder adquisitivo. El miedo mayor a la jubilación que manifiestan las personas mayores es el conocimiento de que el salario va a reducirse. La Ley de Regulación de las Pensiones (B.O.E. 16119 de 1 de agosto/85) determina la existencia de dos tipos de pensiones a cargo de los Presupuesto Generales del Estado: 1. Pensiones contributivas file://C:\WEBSHARE\WWWROOT\wwwategg\ategg\2_asignatura\temas\unidad2\9\9_vision_social_personasm ... 20/08/2005 Tema 9: Visión social de las personas mayores l Página 5 de 9 Jubilación e invalidez Prestación económica que el individuo percibe a partir de la jubilación, es decir, cuando alcanza los 65 años de edad o por invalidez; si bien se pueden producir también jubilaciones anticipadas y jubilaciones obligatorias a los 70 años para algunos tipos de trabajadores. La cantidad percibida en concepto de pensión es proporcional a la cotización del trabajador durante su etapa laboral. Las cuantías mínimas están cercanas al salario mínimo interprofesional. l Viudedad Prestación económica que percibe el cónyuge o pareja del trabajador que ha cotizado a la Seguridad Social. Las cuantías varían dependiendo de la edad y de las cargas familiares. 2. Pensiones no contributivas El individuo las percibe por el hecho de haber llegado a determinada edad aunque no hubiera cotizado a la Seguridad Social. En este apartado también se incluye el Seguro obligatorio de viudedad e invalidez (SOVI). El Pacto de Toledo garantiza a través de una de sus Recomendaciones que debe mantenerse el poder adquisitivo de las pensiones mediante revalorización automática de las mismas en función de la evolución de Índice de Precios al Consumo (IPC). Es evidente que esta cobertura ha mejorado la situación económica de muchos jubilados, pero todavía no se ha alcanzado el nivel suficiente como para dejar de ser una preocupación justificada, ya que la media de ingresos sigue siendo baja y existen diferencias muy significativas en la cuantía de los ingresos de unos a otros. Los motivos económicos son objeto de inquietud por parte de las personas mayores porque aunque el dinero no solucione de por si los problemas que comporta el envejecimiento, si mejora algunos aspectos como la salud, la vivienda, la soledad, etc. n Relaciones interpersonales Las relaciones sociales que proporciona el trabajo han sido consideradas como uno de los factores más importantes de la satisfacción personal y por la misma razón, una de las mayores pérdidas que se sufre con la jubilación. A medida que se acerca la jubilación, el trabajador se da cuenta de que en la empresa se está empezando a pensar en su sucesor y funciona como si ya no estuviera. n Salud física La jubilación es considerada socialmente como la puerta de entrada a la vejez y, de acuerdo con la impresión que se tiene de ésta, se tiende a identificarla con el comienzo de problemas o alteraciones en la salud física. De hecho, es la salud el otro factor que los individuos contemplan como más importante a la hora de adoptar una jubilación precoz. Es frecuente escuchar que alguien gozaba de muy buena salud hasta que se jubiló, sin embargo los hallazgos de diversas investigaciones sugieren que la mayoría de los individuos que enferman o incluso mueren poco después de su retiro estaban en mala situación de salud antes del mismo. La mala salud dificulta el ajuste a la jubilación y es la causa de bajos niveles de satisfacción con la vida de los jubilados. Por otra parte, dada la naturaleza especialmente estresante de la jubilación es sorprendente que la mayoría de los individuos renuncien al trabajo sin sufrir serias dificultades físicas y/o emocionales. n Tiempo libre El tiempo libre que podría valorarse por muchas personas como un aspecto positivo puede file://C:\WEBSHARE\WWWROOT\wwwategg\ategg\2_asignatura\temas\unidad2\9\9_vision_social_personasm ... 20/08/2005 Tema 9: Visión social de las personas mayores Página 6 de 9 convertirse en un factor negativo si el jubilado no sabe estructurar de nuevo su tiempo. La pérdida de la rutina diaria, que trae consigo el cese de la actividad laboral, suele dar lugar a un exceso de tiempo libre que requiere una reorganización de la vida cotidiana y una utilización de los recursos personales y culturales para evitar la angustia que produce el no hacer nada. No tener horarios y obligaciones puede hacer caer al individuo en el aburrimiento y como señala Julián Marías, aburrirse es besar la muerte. Probablemente los más afectados por este problema, al menos hasta ahora, son los hombres, ya que las mujeres tienen el recurso de amas de casa, recurso que empieza a perderse cuando los hijos abandonan el hogar para independizarse. Las consecuencias de la jubilación en la mujer se deben valorar bajo dos puntos de vista: el de la mujer que ha trabajado fuera del hogar, además de tener la responsabilidad de los quehaceres domésticos, en cuyo caso la jubilación no difiere en muchos aspectos de la del hombre, sólo que ésta no corta de forma brusca su actividad ya que sigue ejerciendo de ama de casa, aunque si puede echar de menos, como el hombre, sus relaciones laborales y su realización personal, en tal caso se plantea el mismo problema. El otro punto de vista es el de la mujer que únicamente ha trabajado en las tareas del hogar, en este caso los problemas que se plantean vendrán dados por la jubilación del marido. La mujer ha adquirido costumbres de relativa independencia en el manejo de la vida diaria durante las horas que el marido o pareja trabajaba, e inevitablemente se producirán cambios en las relaciones entre ellos, aunque sólo sea por el hecho de disponer de más tiempo para estar juntos. En muchos casos el hombre participa en las tareas cotidianas, a pesar de que éstas no llegan a repartirse siempre, por lo que ella puede sentirse invadida en lo que hasta ese momento ha sido su medio y área de decisión. Es necesario, por tanto, que el paso de la vida activa a la de jubilado esté apoyada por actividades de ocio, estando en relación el grado de satisfacción del individuo con su preparación para la jubilación. Por este motivo, algunas empresas están ya poniendo en marcha programas dirigidos a trabajadores que tienen como objetivo preparar a los futuros jubilados. Estos programas se orientan generalmente sobre la base de tres áreas de contenidos: l l l Cómo proyectar el futuro financiero: información sobre pensiones, planes de jubilación, bonificaciones en cuotas de servicios básicos, etc. Cómo ocupar el tiempo libre: la mayoría de los investigadores coinciden en admitir la influencia que tiene el nivel socioprofesional en esta reorganización del tiempo libre. De forma, que los trabajadores manuales se adaptan peor a la jubilación que los trabajadores intelectuales. Características del proceso de envejecimiento y problemas de salud que pueden presentarse con la edad: en este apartado se hace especial hincapié en la necesidad de adquirir hábitos de vida saludable y realizarse controles periódicos de salud. En definitiva, estos programas persiguen como meta que los individuos aprendamos a envejecer satisfactoriamente. En cualquier caso, la adaptación a la jubilación está relacionada con diversos factores que es necesario tener en cuenta: I. II. III. IV. V. VI. VII. Si se produjo en la secuencia normal de la vida (era esperada) Si fue voluntaria o forzosa (jubilación anticipada) Actitudes del jubilado hacia la jubilación Situación socioeconómica (cuantía de la pensión de jubilación, cargas familiares, etc.) Significación atribuida al empleo anterior (pérdida de estatus profesional) Si se han desarrollado o no anteriormente otros intereses en la vida Factores personales (nivel de salud, imaginación, creatividad, etc.) Modelos de convivencia a partir de la tercera edad file://C:\WEBSHARE\WWWROOT\wwwategg\ategg\2_asignatura\temas\unidad2\9\9_vision_social_personasm ... 20/08/2005 Tema 9: Visión social de las personas mayores n Página 7 de 9 Modo de vida de las personas mayores Aunque existe una cierta tendencia a pensar que son muchas las personas mayores institucionalizadas, lo cierto es que la mayor parte de ellas vive fundamentalmente en familia, en los hogares que ellas fundaron, en compañía del cónyuge o pareja y en menor medida con hijos y otros familiares. Sólo una de cada diez personas mayores vive en casa de hijos u otros familiares y entre el 14 y 16 % viven solas. La situación de nido vacío se da cuando el hijo menor se emancipa. Sin embargo, es un fenómeno bastante reciente que los hijos abandonen el hogar familiar cada vez más tarde, lo que está relacionado con la actual dificultad de los jóvenes para encontrar el primer empleo y poder independizarse económicamente, y con un mayor nivel de permisividad de los padres en la convivencia familiar. Mientras sobreviven ambos cónyuges, cada uno atiende las necesidades del otro, pero cuando uno fallece, el otro, o bien permanece solo o pasa a vivir con alguno de sus hijos emancipados, más frecuentemente con las hijas, que suelen asumir la responsabilidad de su cuidado. En la medida que la salud es buena las personas mayores prefieren vivir solas o con su pareja, y son ellas las que prestan su apoyo a los otros miembros de la familia, vivan o no en el mismo hogar. Los mayores proporcionan un considerable apoyo a los hogares de sus hijos, hasta el punto de que prácticamente la mitad de los niños de menos de 5 años queda regularmente al cuidado de sus abuelos cuando sus padres, por razones laborales o de ocio, no pueden hacerlo. La mayor parte de las veces estos abuelos no viven en la misma casa de sus nietos, lo que no es un obstáculo para que presten ese servicio familiar. Esto demuestra que aún cuando se ha incrementado de forma importante la tipología de los ancianos que viven solos, los lazos de solidaridad familiar se mantienen. La tendencia actual de los mayores a vivir solos puede valorarse desde dos perspectivas bien distintas, una optimista, que enfatiza el hecho de que las personas que viven solas pueden ejercitar su autonomía de una forma que hasta hace poco les estaba vedada, debido sobre todo a su precaria economía, y cabe también una valoración pesimista, que pone su acento en los sentimientos de soledad y aislamiento que se asocian al hecho de vivir solo. Sin embargo, según los datos del Informe 2000 elaborado por el IMSERSO-CIS, los mayores que viven solos lo hacen mayoritariamente obligados por las circunstancias y sólo tres de cada diez están satisfechos con su condición de solitarios. El que las circunstancias obligan a la vida en solitario queda apoyado por el hecho de que, entre los que viven solos, el 30% no tiene hijos, frente al 13% de los que viven en compañía. El deseo de independencia es mayor entre las mujeres que entre los hombres. Por otra parte, y con independencia de la vida en solitario, los mayores no se sienten particularmente solos, aunque la proporción aumenta con la edad y el género femenino. Finalmente, y según también los resultados de dicho Informe, los mayores suelen residir en viviendas de su propiedad (84,6%), grandes, con algunas deficiencias en cuanto a equipamientos, destacando la falta de calefacción central y teléfono. También carecen de los equipamientos tecnológicamente más avanzados y recientes, como el vídeo, el microondas o el lavavajillas. n La persona mayor en la familia actual La familia es, sin duda, uno de los factores más importantes a la hora de condicionar, para bien o para mal, la calidad de vida de la gente mayor. El entorno familiar es precisamente dónde, en la mayoría de los casos, la persona mayor satisface sus necesidades emocionales y obtiene el apoyo y la ayuda necesarios para resolver los problemas que le comienzan a crear, tanto el propio proceso de envejecer, como la mayor incidencia de problemas de salud. Uno de los principales problemas para definir la familia contemporánea es su multiplicidad de formas y la coexistencia de estructuras muy diversas. Prácticamente abandonado el modelo patriarcal, excepto en zonas rurales, la familia de hoy se estructura de manera nuclear y con frecuencia a través de uniones libres, acoplamientos, divorcios, separaciones, nuevos matrimonios con o sin hijos de anteriores parejas, con o sin hijos de la nueva pareja. Con lo que abuelos, que realmente no lo son pasan a ejercer de tales, pudiendo los nietos tener varias parejas de abuelos. Influencia, según los sociólogos, no siempre negativa, pero que sin duda ha implicado la necesidad de una rápida adaptación de los mayores a estas nuevas formas de vida, hábitos y relaciones. Las relaciones entre la persona mayor, sus hijos y nietos pasan en general por dos etapas file://C:\WEBSHARE\WWWROOT\wwwategg\ategg\2_asignatura\temas\unidad2\9\9_vision_social_personasm ... 20/08/2005 Tema 9: Visión social de las personas mayores Página 8 de 9 diferentes. En un primer momento, cuando el anciano es independiente y no tiene problemas de salud, los contactos con los hijos son frecuentes y satisfactorios. También lo son con los nietos y otros familiares. Probablemente nos encontramos con que los mayores son poco exigentes en sus relaciones sociales o han comprendido las transformaciones familiares de los últimos años, unas relaciones más libres, en las que nadie tiene una posición conquistada a priori; es posible también que se sientan agradecidos por lo que reciben, especialmente de sus hijos. En esta etapa, es habitual que los mayores dediquen parte de su tiempo a ayudar a sus hijos, realizando pequeñas tareas domésticas, ejerciendo de recaderos y, muy especialmente, encargándose del cuidado de los nietos, con los que suele establecer una relación de complicidad. Aproximadamente, el 5,6% de los mayores de 65 años se dedica diariamente y de forma no remunerada al cuidado de niños, y el 6,4% al de adultos. Entre ellos, como es previsible, las mujeres son mayoría, aproximadamente hay siete mujeres por cada tres hombres. Uno de cada cuatro de estos cuidadores de adultos dedica a esta tarea 60 o más horas a la semana. En el momento en el que aparecen problemas de salud y de dependencia, se inicia la segunda etapa y se produce un cambio en las relaciones familiares, que tienden a invertirse: la persona mayor pasa de proporcionar ayuda a recibirla, de cuidar a ser cuidado; por tanto, esta persona no tiene el mismo peso específico dentro de la familia y no se cuenta con él como se contaba anteriormente. Es en este momento cuando suelen ocurrir rupturas en la convivencia y la familia puede plantearse el ingreso del anciano en alguna institución; situación que puede generar en éste un sentimiento de rechazo y de abandono, porque se da cuenta que sus opiniones y decisiones ya no tienen valor. En cualquier caso, cada familia actuará en función de sus propios valores y creencias, así como sobre la base de distintos factores: económicos, laborales, de espacio, de relación, etc., que la llevarán a tomar la decisión que consideren más adecuada en su situación, sin que personas fuera del ámbito familiar deban emitir juicios de valor sobre la conveniencia o no de su actuación. Participación y actividades comunitarias de las personas mayores Aunque la familia desempeña un papel fundamental en la vida de los mayores, casi la mitad de estos frecuenta casi a diario contactos con personas ajenas a su núcleo familiar, particularmente vecinos, pero también amigos que no son vecinos, siendo valoradas estas relaciones de forma muy satisfactoria. Con respecto al trato que los mayores reciben del resto de la sociedad, en términos generales, parecen bastante satisfechos, si bien también algunos piensan que no ocupan en la sociedad el puesto que realmente les corresponde. A los mayores les gustaría estar más presentes en las instituciones políticas y sociales, particularmente en los ayuntamientos, en las asociaciones de vecinos y en los órganos de gobierno de los centros de mayores. Una proporción importante de las personas mayores está dispuesta a seguir realizando aportaciones a la sociedad: trabajar, transmitir parte de sus conocimientos profesionales a otros o cuidar a personas que lo necesiten, etc. Por otra parte, y a pesar de que los mayores manifiestan un menor interés general por la política, son los que más votan en las elecciones. Los mayores no sólo votan más que otros grupos, sino que, además, son más fieles en sus decisiones que otros grupos de edad. Sin embargo, algunas personas sufren un proceso de desarraigo social a medida que envejecen y que les lleva a desvincularse de una participación activa en la sociedad. Estas personas pueden tener una sensación de no pertenencia al grupo escogido, al mismo tiempo que los jóvenes y adultos no son capaces de integrarlas como elementos activos de la sociedad. Las costumbres, el estilo de vida y la concepción de la misma separan las generaciones e inciden negativamente en el mutuo reconocimiento de los individuos que las componen. Como consecuencia de este rechazo, actualmente proliferan grupos paralelos formados únicamente por personas mayores, lo que puede ser causa de un mayor distanciamiento intergeneracional. Estas asociaciones quieren hacer oír su opinión reclamando un mayor protagonismo social, porque se trata de un colectivo que no tan sólo se enfrenta a problemas como la soledad, la marginación y la escasez de recursos, sino que quiere debatir su forma de aportar algo a la sociedad y de canalizar el gran potencial que posee. file://C:\WEBSHARE\WWWROOT\wwwategg\ategg\2_asignatura\temas\unidad2\9\9_vision_social_personasm ... 20/08/2005 Tema 9: Visión social de las personas mayores n Página 9 de 9 Recuperación del anciano por la sociedad actual La consideración social de tareas específicas asociadas a cada fase de la vida tiende a clasificar a las personas según su grado de productividad en la sociedad. Al mayor no se le adjudica ninguna tarea específica y, por tanto, tiende a ser un elemento improductivo del grupo al que pertenece. Sin embargo, según afirma Ruffier, "los viejos son un elemento indispensable a la buena integración y al equilibrio de la sociedad; y fundamentalmente de su cédula base, la familia". La importancia social de las personas mayores viene determinada por su papel en varios ámbitos de la vida: l l l l Familia: los mayores proporcionan una ayuda indispensable y mantienen unidos los lazos familiares. Economía: son un segmento de la población en alza, lo que explica en parte que numerosa publicidad vaya enfocada a fomentar su consumo. Política: representan un electorado cada vez más numeroso, de forma que sus intereses están siendo objeto principal de debate en los comicios políticos. Sociedad:su participación es creciente, aportando su experiencia en muy diversas actividades: asesores seniors en empresas, guías culturales en museos, voluntarios de ONGs, etc. BIBLIOGRAFÍA n n n n n IMSERSO-Observatorio de mayores. Envejecer en España. 2.002 IMSERSO-CIS. Informe 2000. Las personas mayores en España. SEGG. Geriatría XXI. Análisis de necesidades y recursos en la atención a las personas mayores en España. Madrid: EDIMSA; 2000, pp 55-83. García M, Torres P, Ballesteros E. Enfermería Geriátrica. 2ª ed. Barcelona: Masson; 2000, pp 38-44. García M V, Rodríguez C, Toronjo A. Enfermería del anciano. Madrid: DAE; 2.001, pp 71-93 RECURSOS ELECTRÓNICOS n n IMSERSO. CIS. Portal de mayores. Las personas mayores en España. Informe 2000 IMSERSO. Observatorio de mayores. Envejecer en España. II Asamblea mundial sobre el envejecimiento. Abril 2002 © M Luisa Martínez Martín × VISIÓN SOCIAL DE LAS PERSONAS MAYORES × Actualizado a 20/08/2005 file://C:\WEBSHARE\WWWROOT\wwwategg\ategg\2_asignatura\temas\unidad2\9\9_vision_social_personasm ... 20/08/2005