UNIVERSIDAD DE LA HABANA FACULTAD DE DERECHO TESIS EN OPCIÓN AL GRADO DE ESPECIALISTA EN DERECHO PENAL TEMA: LOS MEDIOS DE PRUEBA PERSONAL: LA DECLARACIÓN DEL ACUSADO Y LOS TESTIGOS EN EL PROCESO PENAL CUBANO. Autor: Lic. José Miguel Roque Álvarez. Tutora: Esp. Emma Calderón Arias. PINAR DEL RÍO 2015 DEDICATORIA A mi hija, por ser el más grande motivo de inspiración de todos mis actos. AGRADECIMIENTOS A mi tutora Emma, por la ayuda ofrecida, y por su tiempo. A los compañeros Tamara, Ibarra, Reina María, y Villa, sin los cuales no hubiera sido posible. A los profesores de la Facultad de Derecho, que con sus orientaciones y consejos me ayudaron a la elaboración de esta tesis. A mis amigos, y a todos los que, desinteresadamente, me ayudaron a lograr este propósito. Abreviaturas utilizadas: Lecrim: Ley de Enjuiciamiento Criminal Española, de 14 de septiembre de 1882. LPP: Ley de Procedimiento Penal. Ley No. 5 de 13 de agosto de 1977. C.P.P.T.A.L: Código Procesal Penal Tipo para América Latina. CPPCR: Código Procesal Penal de 1996 de Costa Rica. CPPES: Código Procesal Penal de El Salvador 1997. CPPG: Código Procesal Penal de 1992 de Guatemala. TSP: Tribunal Supremo Popular de la República de Cuba. CGTSP: Consejo de Gobierno del Tribunal Supremo Popular. RESUMEN El Proceso Penal es desde sus orígenes, el mecanismo que la sociedad concibe para la solución de los conflictos en que se vulneran aquellas reglas de convivencia formalmente establecidas, en que por la magnitud del hecho, no tiene solución correctiva en otras esferas del derecho. En los países donde se sienta el origen de nuestra cultura jurídica, Grecia y Roma; el proceso penal primero fue privado y dispositivo, y posteriormente público y preceptivo, de tal suerte que el modelo de derecho penal contemporáneo no es otra cosa que el resultado de varios siglos de avatares entre intereses contrapuestos, en que se enfrentan de forma frontal, el interés por castigar a los culpables de delitos y el propósito de salvaguardar los intereses legítimos de los inocentes. La búsqueda de la verdad material es el fundamental objetivo al resolver los problemas de la comprobación de los hechos, "Prueba" es "todo medio jurídico de adquirir la certeza de un hecho o de una proposición", sostiene Máximo Castro, Tratado de la prueba en materia criminal, p. 72, en que llama "prueba" a la suma de motivos productores de la certeza. El propósito de llegar a la verdad objetiva ha sido motor impulsor para mejorar los métodos de investigación, se obtienen resultados con el uso de la robótica, la ingeniaría genética, la computación, la probatura psicológica etc. Para el estudio de la prueba, es necesario afiliarse a una teoría gnoseológica (estudia la naturaleza, el origen y el alcance del conocimiento), tan vieja como la propia filosofía , la afiliación en nuestro caso al materialismo dialéctico y su posición sobre la cognoscibilidad del mundo, que es posible, sin embargo, nuestra adhesión a esta idea de poder conocer la realidad, no resuelve por si sola otras consideraciones y valoraciones del problema del establecimiento de la verdad en el proceso penal, la prueba y su valoración conforma una problemática de características especiales que exigen un carácter particular. La Constitución de la República de Cuba, en su artículo 59, refrenda un conjunto de garantías dentro de los que se encuentra el derecho del acusado a la defensa, la prohibición de ejercer violencia y coacción sobre las personas para forzarlas a declarar y la nulidad de la declaración ofrecida con la violación de este precepto estando estas garantías objetivas y subjetivas responden al principio general del derecho ¨ Nemo damnetur nisi per lege judicium ¨ (La Ley penal solo puede aplicarse por medio de un procedimiento y con las formalidades y garantías que la le Ley establece ). No obstante ello, la práctica procesal cubana ha demostrado que la valoración de la prueba, obedece no siempre a un respeto a ultranza de estos derechos, en el sentido que no está matizada de la necesaria cientificidad y conocimiento para la valoración de la misma lo que para algunos ha sido considerado violatorio de los derechos mencionados a esta problemática va dirigido nuestro trabajo, identificando los elementos que limitan la valoración de los medios de prueba personal – la declaración del acusado y de los testigos - en proceso penal cubano, para, finalmente proponer las bases jurídicas para el estudio de la prueba personal y su correcta valoración ÍNDICE Pág. Introducción………………………………………………………………………………….1 Capítulo I. Los medios de prueba personal. Historia y concepciones teóricas... 1.1 La Prueba, Antecedentes Históricos, su clasificación……………………………….11 1.2 Las Fuentes y Los Medios de Prueba…………………………………………………24 1.2.1 La Prueba Personal, La Declaración del Acusado, La Declaración de los Testigos………………………………………………………………………………………..27 1.3. Una Mirada Comparativa de los Medios de Prueba Personales en América Latina…………………………………………………………………………………………..51 Capítulo II. Los Medios de Prueba la declaración del acusado y de los testigos en el contexto jurídico penal cubano…………………………………………………... 2.1 Los medios de prueba personal: la declaración del acusado y de los testigos. Antecedentes históricos y teóricos.……………………………………………………….58 2.2 La declaración del acusado de los testigos en el contexto jurídico penal cubano. Principales Limitaciones desde lo normativo y práctico………………………………….77 Conclusiones………………………………………………………………………………..80 Recomendaciones………………………………………………………………………….85 Bibliografía………………………………………………………………………………….86 INTRODUCCIÓN El Proceso Penal es desde sus orígenes, el mecanismo que la sociedad concibe para la solución de los conflictos donde se vulneran aquellas reglas formalmente establecidas, en que por la magnitud del atentado, no encuentran solución correctiva en el ámbito del derecho privado. En los países donde se sienta el origen de nuestra cultura jurídica, Grecia primero y luego Roma, el proceso penal fue privado y dispositivo, y luego público y preceptivo, de tal suerte que el modelo de derecho penal contemporáneo no es otra cosa que el resultado de varios siglos de avatares entre intereses contrapuestos, en que se enfrentan de forma frontal, el interés por castigar a los culpables de delitos y el propósito de salvaguardar los intereses legítimos de los inocentes. La norma jurídica debe aplicarse teniendo en cuenta disímiles y muchas veces contradictorias situaciones fácticas , situación conflictiva, pues el jurista no se limita a aplicar las normas jurídicas sino que debe saber elaborar la concatenación de hechos, al cual deben aplicarse esas normas, la revelación de la verdad como objetivo de este según señala KIRÁLY1 constituye… la conditio sine qua non de fines ulteriores, del procesamiento del culpable y de la protección del inocente, de la salvaguarda de los intereses de la sociedad y la ejecución de la prevención de los delitos… De aquí la trascendental importancia que conlleva una ponderada apreciación de la prueba en el proceso penal, proponiéndonos con nuestro trabajo no construir una camisa de fuerza sino sencillamente como problema científico está llamado a establecer los elementos que limitan la valoración de la prueba personal – la declaración del acusado y de los testigos - en proceso penal cubano, y realizar recomendaciones al respecto. 1 KIRALY TIBOR; Procedimiento Criminal, Verdad y Probabilidad Edit. De C. Sociales, La Habana, 1988 1 VOLTAIRE2 en su comentario sobre el Libro De los delitos y Las Penas, expresaba: “El parlamento de Toulouse tiene una costumbre muy singular en las pruebas por testigos. En otras partes admiten medias pruebas que no son en realidad más que dudas, pues es sabido que no existen medias verdades; pero en Toulouse se admiten unas cuartas y octavas partes de pruebas. Por ejemplo, un he oído decir, puede ser considerado como un cuarto de prueba, y otro he oído decir un poco más vago, como una octava parte; de modo que, ocho rumores, que no son en realidad más que el eco de un rumor mal fundado, pueden componer una prueba completa; y fue poco más o menos sobre este principio como Juan Calas fue condenado a la rueda “ La búsqueda de la verdad material es el fundamental objetivo al resolver los problemas de la comprobación de los hechos. Prueba es todo medio jurídico de adquirir la certeza de un hecho o de una proposición. El propósito de llegar a la verdad objetiva y ha sido motor impulsor para mejorar los métodos de investigación, se obtienen resultados con el uso de la robótica, la ingeniería genética, la computación, la probatura psicológica etc. Primeramente para el estudio de la prueba, es necesario afiliarse a una teoría gnoseológica(estudia la naturaleza, el origen y el alcance del conocimiento), tan vieja como la propia filosofía , la afiliación en nuestro caso al materialismo dialéctico y su posición sobre la cognoscibilidad del mundo ,que es posible ,sin embargo, nuestra adhesión a esta idea de poder conocer la realidad ,no resuelve por si sola otras consideraciones y valoraciones del problema del establecimiento de la verdad en el proceso penal ,la prueba y su valoración conforma una problemática de características especiales que exigen un carácter particular. 2 VOLTAIRE; “Comentario sobre el libro -De los delitos y de las penas-”; en De los delitos y de las penas; traducción de Juan Antonio de las Casas; Alianza Editorial; Madrid, 1968, p. 158. 2 Nuestra Constitución de la República en su artículo 59, refrenda un conjunto de garantías dentro de los que se encuentra el derecho del acusado a la defensa, la prohibición de ejercer violencia y coacción sobre las personas para forzarlas a declarar y la nulidad de la declaración ofrecida con la violación de este precepto estando estas garantías objetivas y subjetivas responden al principio general del derecho ¨ Nemo damnetur nisi per lege judicium ¨ (La Ley penal solo puede aplicarse por medio de un procedimiento y con las formalidades y garantías que la le Ley establece ). Desde el momento en que nuestra Carta Magna regula estos derechos, está llevando a su grado más alto la temática sobre la prueba en el Proceso Penal y las garantías sobre su obtención, teniendo en el proceso de concreción su reflejo en la Ley Procesal Penal cubana. No obstante ello, la práctica procesal cubana ha demostrado que la valoración de la prueba, obedece no siempre a un respeto a ultranza de estos derechos, en el sentido que no está teñida de la necesaria cientificidad y conocimiento para la valoración de la misma lo que para algunos ha sido considerado violatorio de los derechos mencionados a esta problemática, con toda humildad, a esta problemática, va dirigido nuestro trabajo. En las postrimerías de este siglo que ha sido testigo de horrores sin cuento, parece haber acuerdo entre los juristas en que el proceso penal, para ser un instrumento de justicia, debe reunir condiciones mínimas en lo que atañe a quién juzga, qué juzga, cómo juzga, qué intervención tienen las partes, qué remedios existen contra las resoluciones erróneas, en fin, todas las garantías que integran lo que ha sido llamado "debido proceso", "proceso legal", "proceso justo", "proceso en estricta conformidad con las leyes", entre otras denominaciones. 3 Resulta realmente paradójico que ya en pleno siglo veintiuno, después de la llegada del hombre a la Luna y mientras se exploran con avanzadísima tecnología otros planetas, se continúe bregando en la mayoría de las naciones por establecer en el proceso penal instituciones cuyos orígenes datan de la Alta Edad Media. La explicación de la paradoja se encuentra en que el proceso penal está íntimamente ligado a la concepción política predominante en la sociedad, como instrumento, el proceso penal puede cumplir fines que no necesariamente son los de la justicia, de allí su lenta evolución, en la que no faltan marcados retrocesos, como los protagonizados por los regímenes totalitarios que ensombrecieron buena parte del presente siglo. La expresión "debido proceso", además de ser la de mayor uso, tiene amplio, claro y profundo significado. No se trata tan sólo de que el proceso esté ajustado a derecho, que sea legal, puesto que la legalidad puede estar reñida con la justicia, sino de que sea adecuado, apropiado, conforme con un arquetipo. "Debido" hace referencia a lo que debe ser el proceso según los cánones que exige la dignidad del hombre, el humanitarismo, la justicia. La denominación que más se le aproxima es la de "proceso justo". El arquetipo es uno sólo, como una sola es la dignidad de todos los hombres, pero ese arquetipo, lejos de serlo de todos los aspectos del proceso, lo es sólo de sus condiciones mínimas, las que pueden y deben ser garantizadas por cada sociedad atendiendo sus propias particularidades. No se trata de uniformar el modus vivendi de las naciones, no se trata de destruir la cultura de cada pueblo, sin la cual es imposible la propia identidad; se trata de que el hombre, como sujeto pasivo de persecución penal, sea respetado como hombre doquiera sea sometido a proceso. Mucho menos se trata de seguir una moda establecida por una cultura hegemónica. La lucha por la dignidad del hombre no es patrimonio de ninguna civilización. 4 Por otro lado un peligro encubierto conspira contra el debido proceso: el olvidar que el proceso es un instrumento de justicia y no un instrumento de la impunidad. El no tomar en cuenta que el proceso no sólo debe aportar garantías al imputado, sino que también debe ser un medio de defensa social. En esta materia, como en todas, el éxito depende de encontrar el punto de equilibrio, el justo medio aristotélico. El garantismo también puede ser un vicio, y de él se aprovechan los sectores autoritarios para desacreditar el debido proceso. Traemos a Colación las palabras del profesor LUIS GRACIA MARTIN3 cuando señala que…en los últimos años, la doctrina del Derecho Penal dirige su mirada a ciertas regulaciones del Derecho positivo que parecen diferenciarse del Derecho Penal General, en virtud de determinadas características peculiares, las cuales motivarían o podrían motivar su agrupamiento e individualización como un particular corpus punitivo que podría identificarse con la denominación “Derecho Penal del Enemigo”… Por otra parte los intereses tutelados por el proceso penal son de tan alto rango para la colectividad que sobre ellos no puede haber libre disposición de las partes. No caben en él transacciones, limitación alguna sobre los alcances de la investigación, presunciones, verdades subjetivamente limitadas. Cuando de justicia penal se trata no debe quedar rincón alguno donde no penetre la luz. Por esa razón el debido proceso exige un idóneo régimen de la prueba, único medio de llegar a la verdad real. Un régimen de la prueba que, por lo que puede ser objeto de prueba o thema probandum, por las personas físicas que pueden ser órganos de prueba, por los medios de prueba previstos por el procedimiento probatorio y por el que el sistema de valoración de la prueba, constituya una amplia y luminosa avenida que conduzca a la verdad en la forma más directa y certera posible. 3 MARTIN GRACIA, Luis: Consideraciones críticas sobre el actualmente denominado derecho penal del enemigo. Revista Electrónica de Ciencia Penal y Criminológica Zaragoza, p. 19 5 Contrariamente a lo que sucede en el proceso civil, la regla en el proceso penal debe ser que ningún hecho esté exento de prueba, ni siquiera los que admita el imputado mediante confesión, la añeja polémica sobre la libertad o la taxatividad de los medios de prueba debe ser zanjada con miras a las necesidades probatorias del proceso, ninguna limitación que impida el acceso a la verdad real, que en el contexto del proceso penal se traduce en acceso a la justicia, debe admitirse. No obstante, cualquiera que sea el medio de prueba, nominado o innominado, dispuesto o no expresamente por la ley, debe respetar la dignidad humana en todos los aspectos que ella irradia. El concepto de prueba lícita no debe reducirse al de prueba admitida por la ley, sino identificarse con el de prueba no lesiva de derechos subjetivos, tengan éstos o no reconocimiento positivo. El Ministerio Público tiene la potestad de coadyuvar en la consecución de la verdad real, aunque ella favorezca al imputado, y la potestad de sustentar la imputación. Tratándose de un órgano público no cabe hablar de derecho subjetivo de probar, para referirnos al poder que tiene el ministerio público de aportar pruebas de cargo. Pero ello no puede significar que esa potestad le pueda ser lícitamente burlada por el juez, ya que la ley se la ha concedido en pro de la dialéctica del proceso, del contradictorio, camino óptimo para llegar a la verdad. El imputado, por su parte, en el debido proceso sólo tiene derechos en relación con la prueba, amparado como está por la presunción de inocencia que lo libera de la carga probatoria, sin embargo, una vez que el acusador ha sustentado con pruebas la acusación, corresponde al imputado respaldar de igual forma la negación de los cargos, aunque en este caso, para evitar la condena, no es necesario que la prueba aportada refute plenamente la de cargo. Basta con que dé lugar a la duda para que sea procedente la absolución con base en el principio IN DUBIO PRO REO, mediante el cual el afán de justicia contiene su ímpetu ante el horror de la condena del inocente. 6 Los derechos del imputado en lo que toca a la prueba constituyen un haz, entre los cuales está, en primer lugar, el derecho a conocer las pruebas de cargo, a efecto de poder refutarlas. Dichas pruebas deben ser puestas en conocimiento del acusado en el momento mismo de la intimación o instrucción de cargos, acto procesal cuyo contenido es tripartito: hechos que se imputan, pruebas que los fundamentan y derechos que le asisten al reo en relación con la imputación, basta la ausencia de uno de estos tres elementos para que no haya intimación, lo que significa en última instancia indefensión. Si bien el imputado no está obligado a probar su inocencia o su menor responsabilidad, como ya señalamos, tiene el derecho de hacerlo. Se desconoce tal derecho cuando las autoridades rechazan antojadizamente las pruebas ofrecidas por el inculpado. La vocación del juez por la justicia puede medirse por el grado de receptividad que muestre hacia la prueba de descargo, verdadera piedra de toque de cualquier cuadro probatorio incriminador. Esto no significa, sin embargo, para el juez el deber de recibir toda la prueba que ofrezca la defensa, aun la impertinente o inútil, también el camino de la injusticia puede estar empedrado de buenas intenciones; por eso, sólo la prudencia del juzgador podrá hacerlo llegar a puerto seguro en medio de las asechanzas que le tienden los persecutores rabiosos y los defensores sin escrúpulos, derecho a la prueba para el imputado es también el derecho de controlar la legalidad del procedimiento probatorio. La prueba no debe ser evacuada a espaldas de las partes, salvo aquella cuya práctica requiere condiciones especiales de concentración y tranquilidad, el imputado, como parte en el proceso, tiene el derecho de hacer la crítica de la prueba, es decir, de analizarla y refutarla o destacarla, según considere pertinente, el punto culminante de un régimen probatorio que satisfaga la exigencia de verdad real que procura el debido proceso es un sistema racional de valoración de la prueba. Sólo liberando al juez de los aherrojamientos del sistema de las pruebas legales y de la gran tentación para la arbitrariedad, que ofrece el sistema de conciencia o íntima 7 convicción es posible garantizar la recta administración de justicia, para valorar debidamente las pruebas, debe darse la circunstancia de inmediación del juez y de las partes en relación con ellas, esto sólo puede lograrse mediante la oralidad, la concentración de los actos del debate y la identidad física de quienes tienen a su cargo la crítica correspondiente. En tema de debido proceso, aun sobre un aspecto limitado como el de las pruebas penales, nunca se habrá dicho la última palabra, el debido proceso es un ideal al cual afanosamente algunos hombres tratan de llegar, a cada generación corresponde reforzar y ampliar el concepto, enriquecerlo, precisarlo, depurarlo, mientras conserve vigencia la fe en la administración de justicia. La norma jurídica como ya explicamos , debe aplicarse teniendo en cuenta disímiles y muchas veces contradictorias situaciones fácticas , situación conflictiva, pues el jurista no se limita a aplicar las normas jurídicas sino que debe saber elaborar la concatenación de hechos, al cual deben aplicarse esas normas, la revelación de la verdad como objetivo de este constituye la condición mas importante y vital de fines superiores ulteriores, del procesamiento del culpable y de la protección del inocente, de la salvaguarda de los intereses de la sociedad y la ejecución de la prevención de los delitos, de aquí la trascendental importancia que conlleva una ponderada apreciación de la prueba en el proceso penal ,proponiéndonos con nuestro trabajo no construir una camisa de fuerza, sino sencillamente como problema científico está llamado a analizando y comparando , establecer algunos elementos que limitan la valoración de la prueba personal – la declaración del acusado y la de los testigos - en proceso penal cubano, y realizar recomendaciones al respecto. Lo descrito anteriormente nos llevó a plantearnos el siguiente problema científico: ¿Cuáles son los elementos que limitan la correcta valoración de la prueba personal – la declaración del acusado y de los testigos - en el proceso penal cubano? 8 Objetivo General: Fundamentar la necesidad de perfeccionamiento de la valoración de los medios de prueba personal - la declaración del acusado y de los testigos – en el proceso penal cubano. Objetivos Específicos: a) Analizar histórica y doctrinalmente los medios de prueba personal: la declaración del acusado y de los testigos en aras de su correcta valoración en el proceso penal. b) Establecer las principales limitaciones que presenta la valoración de los medios de prueba personal en el proceso penal cubano en aras de proponer un conjunto de presupuestos teórico – jurídico, tendente al perfeccionamiento de la normativa vigente. Clasificación de la Investigación: Explicativa-Descriptiva: ya que no solo analizaremos la prueba personal en el proceso cubano actual, y su apreciación, sino que estableceremos la relación existente entre las variables de nuestra hipótesis. La presente investigación se sustentó en los siguientes métodos: el histórico-lógico, que posibilitó conocer la evolución histórica, el desarrollo y las definiciones que existen sobre la prueba personal , teniendo en cuenta sus elementos fundamentales; el teórico-jurídico, que permitió realizar un estudio de la doctrina existente sobre la prueba personal , hasta valorar lo preceptuado en la norma penal adjetiva en ese sentido; el exegético-analítico que al ser un método propio de las ciencias jurídicas hizo posible el análisis minucioso de la prueba personal y de lo establecido en La Ley de Procedimiento Penal Cubana Ley 5 de 1977 cubano sobre la declaración del acusado y del testigo; y el jurídico-comparado que fue utilizado para la valoración de los códigos procesales penales de otros países, y su análisis, lo que conllevó a extraer de los mismos varios elementos esenciales para la investigación. 9 Como técnicas de investigación utilizamos, la revisión bibliográfica y el análisis de documentos, las cuales permiten estudiar y realizar consideraciones de las informaciones recogidas de toda la bibliografía consultada, así como Instrucciones del Tribunal Supremo Popular de la República de Cuba, haciendo posible formar y consolidar los conocimientos, para realizar las valoraciones que contiene la investigación sobre el tema; en función de lograr demostrar la necesidad de perfeccionamiento de la norma penal en lo relacionado a la prueba Personal , y la sistemática a seguir . Para un apropiado estudio y comprensión de la investigación, la misma se estructuró en dos capítulos, el Primero: Trata sobre Los medios de prueba personal, La Declaración del Acusado y los Testigos. Historia y concepciones Teóricas, así como un estudio de derecho comparado con Legislaciones Procesales de Centroamérica. El Segundo: Los medios de prueba: la declaración del acusado y los testigos en el contexto jurídico penal cubano Ley de Enjuiciamiento Criminal Española de 1889 ,La Ley de Procedimiento Penal de 1973 y por último, La Ley 5 de 1977 Ley Procesal vigente respectivamente, esto de manera valorativa y comparativa . Llegando a proponer los siguientes resultados: - Ofrecer los principales presupuestos históricos, teóricos y tendencias que existen sobre La valoración prueba Personal, Declaración de acusado y Testigos. - Establecer las deficiencias fundamentales que presenta el Proceso Penal Cubano, en cuanto a la valoración de la misma - Aportar un material bibliográfico actualizado sobre el tema para ser utilizado en estudios de pre y post-grado. Además de contar con las conclusiones y las recomendaciones, donde se precisan los aportes esenciales del trabajo y su utilidad práctica. 10 CAPÍTULO I: LOS MEDIOS DE PRUEBA PERSONAL. HISTORIA Y CONCEPCIONES TEÓRICAS El presente capítulo se propone analizar desde el punto de vista histórico y doctrinal, los medios de prueba personal: la declaración del acusado y de los testigos en aras de su valoración en el proceso penal. 1.1 ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LA PRUEBA Y SU CLASIFICACIÓN Señala el profesor CAFERATA NORES4… La prueba penal no ha evolucionado siempre acompañando los adelantos de la civilización, sino que más bien, superados ciertos estadios de primitivismo, ha seguido los vaivenes de los sistemas políticos vigentes en los distintos momentos de la historia. Sin embargo, a muy grandes rasgos, es posible establecer Dos momentos netamente definidos. En el primero se ponía a cargo de la divinidad el señalamiento del culpable, y los tribunales se limitaban a practicarlos actos necesarios para que aquélla se manifestara (v.gr., juicios de Dios, ordalías, etc.). En el segundo se impuso a los jueces el deber de formarse por sí mismos el convencimiento sobre la culpabilidad del acusado, mediante la utilización de su capacidad intelectual: aquí apareció la prueba, en este último contexto. La prueba penal, en nuestros días, puede caracterizarse por la utilización de las novedades técnicas y científicas (especialmente captadas por la prueba pericial) para el descubrimiento y la valoración de los datos probatorios, y la consolidación de las reglas de la sana crítica racional en la apreciación de sus resultados. Todo ello, dentro de un marco de respeto por la persona del imputado y de reconocimiento de los derechos de todas las partes privadas. Por cierto que todo el tema de la prueba se halla íntimamente vinculado con el modelo de proceso penal que se acepte. Si 4 CAFERATA NORES, JOSÉ IGNACIO Ediciones Talcahuano 494 La Prueba en el Proceso Penal. Buenos Aires 1998 p. 4,5. 11 está influido por el paradigma inquisitivo, la prueba tiene una importancia relativa, pues como el modelo político autoritario que lo sustenta presupone la culpabilidad del imputado por la apariencia de culpabilidad que funda la imputación o que ésta ocasiona, el proceso se legitima como un castigo en sí mismo (especialmente por medio de la estigmatización que genera o de la prisión preventiva), mientras procura, sin verdadero interés, reconfirmar una culpabilidad que por ser presupuesta va siendo pre-castigada. Si el modelo, en cambio, es como el que estatuye nuestro sistema constitucional, dado que éste parte de un estado de inocencia, la prueba cobra relevancia sustancial, porque es la única forma legalmente autorizada para destruirlo: no se admite otro modo de acredita la culpabilidad. La prueba en el proceso penal a lo largo de la historia, está sin lugar a dudas marcada por las condiciones económicas, sociales y políticas de cada época. La prueba en el proceso penal ha sufrido una notable transformación, especialmente cuando el procedimiento penal logró independizarse del proceso civil; es factible afirmar que el progreso científico y la ideología predominante, en un momento y lugar determinados, han sido factores definitivos para fijar el género de prueba más a tono con la realidad social, y también la incidencia de factores como la superstición, el fanatismo religioso y político, así como la ideología de los poderosos, en tanto, la necesidad de esclarecer los sucesos criminales, como condición para la imposición del castigo y el restablecimiento del orden, estuvo frenada durante largo tiempo por la incapacidad del hombre para investigar y explicar los fenómenos naturales y su propia conducta. Aquí jugó sin lugar a dudas en un momento determinado de desarrollo de la sociedad y las fuerzas productivas, los medios de prueba donde intervenían personas lo que se conoce como prueba personal, cuando hablamos de pruebas personales nos referimos a la persona en el sentido del hombre, con la capacidad mental suficiente para trasmitir un acontecimiento pasado o presente en el proceso con posibilidad de dársele crédito por los Jueces).Esta situación produjo la aparición de prácticas 12 horribles como la tortura, con la cual el Estado, conociendo la insuficiencia humana para descubrir la verdad y justificando su proceder en poderes divinos y creencias religiosas, las convierte en un deber de veracidad impuesto al propio procesado. También, como consecuencia de la repercusión de estos factores, aparecieron métodos con los cuales la ley, como la más genuina expresión de poder, para evitar la falibilidad del juez, y de modo imperativo, abstracto y apriorístico, reemplazó a éste en la valoración de las evidencias concretas. Por todo ello – y por mucho más – Para FRANCESCO CARRARA5,… "prueba" es todo lo que sirve para dar certeza acerca de la verdad de una proposición. Señala también que… "en los siglos bárbaros se creía que la prueba no era esencial para el juicio, pues en esos tiempos se pensaba que sólo la acusación bastaba para obligar al reo a justificarse [...] pero el progreso de la civilización hizo que se rectificara ese absurdo concepto. Por ejemplo, puesto el acusado en presencia del cadáver, si de éste manaba sangre se juzgaba que ello era una señal divina de que aquél era culpable, según FREDAS PRIETO6… se ha llegado a decir que la búsqueda de la verdad en los juicios penales ha transitado a través de un camino sembrado de espinas, empapado de sangre y regado de lágrimas… Creemos que la investigación en lo relativo a la prueba de manera sistémica, se inicia a partir del siglo XVIII, teniendo la revolución francesa ,como punto divisor de dos grandes períodos, el primero un periodo empírico con sus orígenes en la edad antigua marcado por oscurantismo ausencia de cientificidad y con presencia de la crueldad, la superstición y la religiosidad en la búsqueda de la verdad, el segundo periodo se iniciará con la llegada de la burguesía al poder y está marcado por el análisis, estudio de toda la evolución precedente de la prueba y por la creación de una teoría sobre la prueba en el proceso penal. 5 CARRARA FRANCESCO. Programa de Derecho Criminal, tomo. II, Ediciones Siglo XXI.B Aires.1992. p. 900 6 PRIETO FREDAS en la Introducción a la obra de EUGENIO FLORIAN: De las Pruebas Penales, Tomo I, De la Prueba en General, tercera reimpresión de la tercera edición, editorial Temis S.A., Santa Fe de Bogotá, Colombia, 1998, p. 21. 13 La primera forma de enjuiciar que aparece es la acusatoria, los griegos, los romanos y los germanos conocieron de esta manera de hacer valer la justicia, los últimos muy primitivamente, en Roma el impulso procesal no podía ser de oficio, sino que era necesario la acusación por parte del ofendido ,quien debía además presentar las pruebas que justificaran su pretensión de no ser así podía el acusado ser declarado absuelto, quedaba así legitimada la actuación judicial, consistente en hacer comparecer al acusado a una controversia matizada por la oralidad, en un acto público donde ambas partes tenían igualdad de condiciones para alegar y probar, y donde además se examinaban los medios de prueba, entre los medios más usados estaban, los testigos y los juramentos, medios libremente valorados por el juez sin regla alguna a la que atenerse. En cuanto a este tópico EUGENE PETIT7 señala que… el demandado estaba exonerado de producir prueba directa, su papel se limitaba a refutar las presentadas por el adversario, sólo en caso de plantear alguna excepción, debía correr con la carga de probar los hechos en que esta se basaba… En la Republica Romana, en las causas criminales el pueblo dictaba sentencia influenciado por el cargo o actividad del sujeto, o por los servicios políticos prestados. Naturalmente, se atendía a algunos medios de prueba como: los testimonios emitidos por los laudores (quienes, entre otros aspectos de ponían acerca del buen nombre del acusado), la confesión y el examen de documentos. Debido a ausencia de reglas precisas en materia de prueba, propiamente no se hacía un examen jurídico de la misma, por no existir separación entre los aspectos de hecho y de derecho de ésta disciplina, en las quaestiones perpetuas, los tribunales aceptaban el resultado del tormento aplicado al acusado y, a pesar de la existencia de algunas normas (especialmente tratándose de los testigos), siguieron resolviendo los procesos conforme a los dictados de su conciencia. Durante el imperio cayeron en desuso los tribunales populares, los jueces apreciaban los medios de prueba 7 PETIT, EUGENE, Tratado Elemental de Derecho Romano, Ed. Saturno Calleja S.A., Madrid, s.f., p. 671). 14 establecidos por las constituciones imperiales, acatando algunas reglas concernientes a su aceptación, rechazo y trámite. La otra forma de enjuiciar, es conocido históricamente como sistema inquisitivo, su creación se atribuye a la iglesia católica de la edad media, tuvo su punto álgido en la figura de Inocencio III con la Decretal de Qualiter et Quando, aunque tiene antecedentes en instituciones jurídicas nacidas en la Roma imperial, como lo son los interrogatorios con tormentos, (quaestiones) y también antecedentes en procederes de funcionarios como de aquellos a quienes se le confiaba las pesquisas en procesos o procedimientos ordinarios, (nunciatores), entre las razones que provocaron el cambio del sistema acusatorio al inquisitivo se hayan circunstancias económicas y políticas de la época donde imperó el sistema inquisitivo, tales como las crisis económicas que están que estremecieron Europa, fundamentalmente en los siglos XIV y XV, la crisis originada por un conjunto de causas entre las que están las epidemias que redujeron considerablemente la población y la intolerancia religiosa a la herejía y al judaísmo. Por otra parte ante el crecimiento de conductas delictivas y de cambios en su propia estructura ,el sistema acusatorio de la época presentaba desventajas o limitaciones ante el nuevo escenario histórico que se presentaba, como lo fueron la publicidad de debates que en su momento impedía la recolección de la información y el aseguramiento de los indicios del delito y la responsabilidad del ofendido de cargar sobre sí la punición de los hechos delictivos siendo más sensible esta limitación como se comprenderá en los hechos de prueba difícil, en los que se desconocía la identidad del ofensor además el momento de crisis propició en determinados momentos la corrupción y la prevaricación ,a grosso modo los rasgos más sobresalientes del sistema inquisitivo era que la duración de este no estaba determinada ,por lo que era indispensable la escritura, en el proceso probatorio, la más estricta secretividad, para evitar represalias del procesado, y la reglamentación de los medios de demostración para cada delito, siendo los medios de prueba más utilizados la confesión y el testimonio, estando la tortura legitimada con un método de prueba siendo usada comúnmente para obtener la confesión del 15 acusado, siendo esta última considerada la reina de las pruebas, podemos encontrar interesantes textos sobre aspectos básicos de los testimonios (exactitud y certeza, procedimientos, credibilidad, tipos de testigos...) en los procedimientos arbitrados por la Inquisición. El sistema inquisitivo reglamentaba las directrices en torno al interrogatorio de los acusados y testigos, ejemplo de ello son los disposiciones que Nicolás Aymerich, Inquisidor General de Aragón en el siglo XIV, propuso en el manual del inquisidor Directorium Inquisitorum publicado en 1376 (La primera edición impresa fue realizada en Barcelona en 1503). Aymerich también describe las formas de extraer una confesión, incluyendo formas de manipulación psicológica primitivas, además de simple tortura, de Manera interesante y contradictoria, en cuanto a la tortura, afirmaba «Quaestiones sunt fallaces et inefficaces», es decir, «la tortura es engañosa e ineficaz». Sin embargo es el primer inquisidor que se salta la prohibición de la Iglesia Católica de torturar a una persona dos veces. Interpretó la directiva de forma laxa, permitiendo sesiones de tortura separadas para cargos distintos de herejía. El Directorium Inquisitorum establecía, que al establecerse el Tribunal del Santo Oficio, los primeros procedimientos consistían en una ceremonia llamada de "Juramento", en la que como lo dice el nombre, los asistentes juraban denunciar a todas las personas que consideraran sospechosas y prestar al tribunal la ayuda que pidiese, pero además, al concluir esa ceremonia se daba lectura a un edicto de los inquisidores, llamado Edicto General de Gracia, por el cual se conminaba a quienes se sintieran culpables a denunciarse dentro de un plazo fijado so pena de excomunión mayor. En el edicto se indicaban con minuciosidad los hechos considerados punibles y se le prohibía a los confesores dar la absolución a los que de algún modo no hubieren cumplido con aquel mandamiento, toda denuncia incluso anónima, era válida. Una vez recibida, se abría de inmediato una investigación secreta que al revelar algún indicio, por débil que fuera, conducía al apoderamiento de la persona indiciada y al aseguramiento de sus bienes. Se le tomaba enseguida 16 una declaración que incluía siempre preguntas sobre su familia y su origen, sobre su conocimiento de los dogmas y prácticas sobre la religión católica, y sobre si tenía alguna sospecha acerca del motivo de su prisión. Por lo general el acusado manifestaba total ignorancia a ese respecto, temeroso de implicarse en algún hecho que no figurara en la denuncia, situación que agravaba su caso. Si después de preguntarle tres veces el acusado persistía en la misma respuesta se le declaraba "negativo" y se abría propiamente hablando el proceso. Durante toda la secuela de éste –que a veces tardaba años- el acusado permanecía incomunicado en la llamada cárcel del secreto y ni siquiera podía hablar con él uno de los inquisidores si faltaba alguien que pudiera servir de testigo. El acusado nunca era informado del nombre de quienes declaraban en el proceso, no había por supuesto la posibilidad de careos y el recurso de tachar a un testigo por ser enemigo del acusado, solo podía hacerse efectiva una oposición del acusado contra un testigo parcializado, si este adivinaba durante el proceso quien había declarado en su contra. A todos los testigos se les exigía el juramento del secreto. El sistema de la tarifa legal de las pruebas, en lo que respecta a la materia penal, fue introducido junto con el proceso penal inquisitorio que sustituyó al primitivo sistema acusatorio posterior a la caída de] imperio romano. Se consideró como una exigencia del proceso inquisitorio, puesto que, concediéndosela en él todo poder, de iniciativa de investigación y de decisión, y quedando el acusado desprovisto de su propia defensa, el legislador intervino para limitar los poderes del juzgador en el momento culminante, en el cual este debía proceder a absolver o condenar, tomando como base los resultados obtenidos en su propia investigación. Por ello, este método, antes que una coerción en la conciencia del juez, se interpretó como una eficaz defensa del acusado y también como un poderoso auxilio prestado al juzgador, de una experiencia amplia y profunda, de una experiencia secular y colectiva, de una experiencia, por decirlo así, codificada, (lo que en la práctica constituyo una experiencia horrible para los derechos del acusado) , de esa manera la obsesión persecutoria contra los enemigos del poder y la fe católica quedó sin dudas 17 institucionalizada, BECCARIA8 señaló que, en este proceso … el juez se hace que enemigo del reo, de un hombre encadenado, presa de la suciedad, de los tormentos y de la expectativa más espantosa; no busca la verdad del hecho, busca sólo el delito en el encarcelado,… VOLTAIRE en sus comentarios a la obra de BECCARIA, señalaba vemos la contrariedad, la dureza, la incertidumbre, la arbitrariedad. En este siglo queremos perfeccionarlo todo; tratemos pues de perfeccionar las leyes de que dependen nuestras vidas y fortunas. Respecto a esta característica AYLLÓN DULANTO9 señala que: Se exigía al reo guardar total reserva de los hechos sucedidos durante su permanencia en las instalaciones inquisitoriales… El proceso se realizaba en el mayor secreto posible y tanto los procesados como sus acusadores y los propios funcionarios y servidores del Santo Oficio se veían obligados a no revelar nada de lo sucedido. En caso de que violasen esta prohibición se les trataba con una severidad similar a la usada con los herejes. AYLLÓN DULANTO relata así el modo en que se llevaban a cabo las testificales: La presentación de pruebas la solía iniciar el fiscal con sus testigos de cargo, a los cuales previamente se les sometía a juramento para que declarasen solamente la verdad. Su testimonio era tomado de manera reservada e individualmente. Cada testigo era interrogado sobre los asuntos que estaban contenidos en el escrito acusatorio del fiscal. Los inquisidores hacían constar expresamente la conveniencia de mantener en secreto las identidades de los declarantes para prestarles las seguridades que los pusiesen a salvo de cualquier represalia. Sólo podían asistir al interrogatorio, además de los testigos, los inquisidores, el notario, el alguacil, el receptor u otros oficiales del Santo Oficio. Los testigos concluían su declaración afirmando la veracidad de lo manifestado, después de lo cual se les preguntaba si el 8 BONESANA CESARE: De los delitos y de las penas; traducción de Juan Antonio de las Casas; Alianza Editorial; Madrid, 1968, p. 59. 9 AYLLÓN DULANTO. Historia de los Tribunales del Santo Oficio. Editorial Parks. Buenos Aires, p. 5 18 acusador actuaba por odio o animadversión contra el supuesto hereje. Entre los tipos de tormentos usados contra el acusado se citan: a) Tormento in caput propium Era el que se empleaba para obligar a confesar al reo en lo referente a su propia causa. b) Tormento in caput alienum Era utilizado para que un reo declarase como testigo en un proceso ajeno. Solamente se empleaba cuando el reo se negaba a informar sobre los hechos que los inquisidores, por las demás pruebas que tenían reunidas, daban por seguro que aquel conocía10. VOLTAIRE alarmado porque todavía en el siglo XVIII se empleara esta horrenda práctica, alzó su voz contra la misma en los siguientes términos: …La ley no los ha condenado aún, y se da, en la incertidumbre en que se está de su crimen, un suplicio mucho más terrible que el de la muerte, a la que no se les condena sino cuando se está seguro de que la merece. ¡Cómo Ignoro aún si eres culpable y te atormentaré para saberlo; y si eres inocente, no expiaré las mil muertes que te hecho sufrir, en lugar de una sola que te preparaba¡ Cada cual se estremece con esta idea. En el proceso civilizatorio de la humanidad, la intención sobre la búsqueda de la verdad y de las pruebas necesarias para llegar hasta esta en el proceso penal de manera ordenada aparecen en la segunda mitad del siglo XVII en las obras de Voltaire y Beccaria, el primero en su obra tratado sobre la tolerancia en ocasión de la muerte de Jean Calas, pone de relieve la crueldad y el fanatismo de la época, con la caída de la formación económico social feudal, y el advenimiento del capitalismo, en su momento con concepciones revolucionarias, con consignas sociales que preconizaban la razón, la paciencia y el humanitarismo, se propone modificar el carcomido y despótico proceso criminal inquisitivo y centra su crítica en los puntos más oscuros de dicho sistema de enjuiciamiento, como la tortura, la secretividad de 10 AYLLÓN DULANTO. Procedimientos jurídicos de los Tribunales del Santo Oficio, p. 15. 19 las actuaciones, la parcialidad y la prueba tasada. Por su parte el italiano Cesare Bonesana, Marqués de Beccaria, publicó el libro De los delitos y las penas (1764), que incluye un capítulo específico sobre los testigos y otro sobre Interrogaciones sugestivas, y deposiciones (declaraciones). La llegada al poder de la burguesía trajo en lo relativo a la regulación de la prueba en el proceso penal el asentamiento de los principios de producción de la prueba en juicio oral, y de libre apreciación de la prueba o íntima convicción unido a esto, el tercer y final tipo de enjuiciamiento, conocido como sistema mixto, es también fruto de un proceso que se inicia con la Revolución francesa de 1789 a partir de las fuertes críticas que durante el siglo XVIII formularon prestigiosos humanistas al modo de hacer justicia por el Santo Oficio y la cruel inquisición. Dicho proceso se inicia con en el decreto de 8 de octubre de 1789 y en la Ley de 16 de agosto de 1790. Con estas legislaciones se hizo patente el deseo del legislador revolucionario de instituir nuevamente en Francia el sistema acusatorio, cuyo referente más cercano se hallaba en Inglaterra, nación que por fortuna y por razones históricas y políticas no había conocido la rudeza y crueldad del enjuiciamiento inquisitivo. Empero, los cambios resultaron demasiado bruscos, para una sociedad colonizada durante siglos por una cultura basada en la represión y en la omnipresencia y omnipotencia de los jueces. Al quedar definitivamente estatuidas las normas de procedimiento penal en el Código de Instrucción Criminal de 1808, que entró en vigor en 1811, aparece el modelo mixto de enjuiciamiento como una fórmula de compromiso entre los dos sistemas de justicia penal que le habían antecedido. Este modelo fue el que más tarde hicieron suyos los restantes países de Europa continental en su tránsito al capitalismo. Las características principales de este modelo son: a) la estructuración del proceso en dos grandes etapas: la fase instructiva o de investigación, regida fundamentalmente por principios de carácter inquisitivo (escritura, secretividad de las actuaciones, oficialidad, etc.), y la fase de juicio oral, en la que predominan los 20 principios de naturaleza acusatoria (publicidad, oralidad, carga de la prueba para la acusación, etc.); b) la separación de las funciones procesales: instruir, acusar y juzgar; c) la previsión de la garantía de la inviolabilidad de la defensa; d) el reconocimiento de los principios de legalidad de los medios de prueba (personales y reales), producción de la prueba en el juicio oral (se reconoce sólo por excepción valor probatorio a los actos de investigación) y el de la libre valoración de ésta; y e), al surgir el sistema a partir de la Revolución Francesa, debido a la: ideología imperante en la época, vino a erigirse como profundamente racional, normal, como explica FURNO11: "El criterio sobre el cual el legislador funda su valoración, es un criterio de uniformidad o de normalidad, obtenido de id plerunque accidit.” Normal es que quien reconoce hechos en su contra diga la verdad; normal es que el documento público atestigüe fielmente la verdad de los, actos que constituye; normal es que, según la ley de causalidad jurídica necesaria, la existencia de ciertos hechos demuestren la existencia de otros hechos diversos y distintos; normal, en fin, es que quien presta juramento bajo compromiso de honor, por solicitud del adversario o por disposición del juez o bajo el riesgo de incurrir en una sanción penal, no jure en falso". A medida que esos conocimientos sicológicos fueron desarrollándose, se fueron abandonado aquellos medios singulares y extravagantes a los que se tenía que recurrir para la investigación de las verdades legales: las ordenanzas, los combates judiciales, los juramentos expurgatorios, las torturas. Los procedimientos dejaron de ser un juego de azar o escenas de juglería; la lógica reemplazo a los exorcistas y a los verdugos; el hombre vigoroso que había defendido cien injusticias con el hierro en la mano, no se atreve a afrontar, en presencia del público, las miradas inquisitorias de un juez. De esta manera, frente a una valoración del juez, que a menudo podía ser arbitraria, la fijación por el legislador de reglas concretas y precisas para valorar la prueba, vino -a constituir un avance trascendental al sustituir 11 FURNO; “Teoría de la Prueba Legal”, Edit. Revista de Derecho Privado, Madrid, España, 1954, p. 231 21 los medios bárbaros anteriores. No obstante, debe significarse que el movimiento de reforma del siglo XIX en Europa continental no produjo los cambios pretendidos en toda su magnitud y profundidad, en tanto, la vigencia del principio de investigación oficial, la débil presencia del Ministerio Público durante las pesquisas o fase instructiva, así como la figura del juez de instrucción y las extraordinarias atribuciones que conserva el juzgador durante la fase de debate con relación a la actividad probatoria, en la que incluso puede hasta producir prueba de oficio (no propuestas por las partes), son rasgos que reproducen lo que precisamente se pretendió consistente en ,erradicar: el compromiso y la contaminación de la imparcialidad y objetividad de la función jurisdiccional. Por eso puede coincidirse con el profesor argentino MAIER12, cuando al referirse a este proceso de tránsito hacia el enjuiciamiento mixto, señala… haciendo una comparación geométrica, que el cambio de derrotero no fue completo- 180º-, sino tan sólo parcial -90°-, pues conservó las características principales del sistema anterior … No obstante la doctrina nacida de los representantes de iluminismo sentó bases para la futura dogmática y que fueron. a) Conceder a la razón humana y no a la razón divina el destino del desarrollo del enjuiciamiento criminal, b) la búsqueda de la verdad como la meta del proceso penal, c) en el caso de la prueba, el establecimiento de garantías para su consecución, d )que la verdadera actividad probatoria tuviera su momento más álgido en un juicio oral público y contradictorio como requerimiento indispensable de la declaración de culpable para un acusado, e) la abolición del sistema de prueba tasada y la instauración del sistema de libre valoración de la prueba. La doctrina procesal contemporánea se centra en lo fundamental en cuestiones como los principios de producción de pruebas en el juicio oral, y de la libre 12 MAIER, JULIO., Derecho Procesal Penal, T.I Fundamentos, Editores del Puerto, Buenos Aires, 2° ed., 1996, pp.257 s.s. 22 apreciación de estas, ante las distintas doctrinas, unas que plantean dudas acerca de la cognoscibilidad y el establecimiento de la verdad del proceso penal, consideramos que el proceso penal está estructurado al efecto de lograr la verdad completa, no es necesario para tal fin abundar en la cuestión discutida por los filósofos de si el hombre puede conocer la realidad plena o únicamente símbolos, se ha tratado de llevar esta controversia del campo de la filosofía teórica al de la indagación procesal de los hechos, la determinación del estado de los hechos en el proceso tiene que partir siempre de la base de que en principio es posible captar la verdad, que es asequible en el proceso la llegada la verdad material. Con el Profesor DOHRING13 consideramos que… si se quisiera cargar al averiguador procesal con dudas puramente académicas, se embotaría innecesariamente su voluntad de esclarecer y se enervaría decisivamente en su espíritu emprendedor… No obstante es menester plantear que la antedicha controversia está estructurada por dos fundamentales posturas desde el punto de vista doctrinal y que son. 1-la con concepción psicologista y subjetivista sobre la prueba y la íntima convicción, para ellos el proceso penal no tiene por fin la demostración y verificación de la realidad de un suceso sino sencillamente la persuasión de los jueces y su convencimiento desde el punto de vista psicológico. 2-los que plantean la objetivación y confiabilidad del conocimiento de enjuiciar, así como al garantismo de la actividad probatoria en el proceso penal. Solo queda añadir que asumimos la postura del profesor ARRANZ CASTILLERO14… cuando dice que la suscripción en nuestro caso de las tesis gnoseológicas del materialismo dialéctico (cognoscibilidad del mundo, ley universal del cambio, propiedad reflectante de la materia, capacidad del hombre de conocer la verdad, 13 DOHRING ERICH. La Prueba su Practica y apreciación Revista de Divulgación Jurídica La Habana 1985, p. 25. 14 ARRANZ CASTILLERO VICENTE JULIO .Cuestiones Teóricas Generales Sobre la Prueba En El Proceso Penal Cubano, p. 148 23 cualidad supra subjetiva de ésta, etc.) conlleva por vía deductiva a la inobjetable conclusión de la capacidad del juez para conocer la realidad. Sin embargo, la admisión de este postulado no soluciona por sí mismo sin otras consideraciones y valoraciones el problema del establecimiento de la verdad en el proceso penal. Pues este comprende cuestiones de naturaleza metajurídicas y jurídicas. Consecuentemente, el proceso cognoscitivo en el enjuiciamiento penal (la prueba y su valoración) conforma una esfera especial de situaciones que exigen de un análisis particular justificativo del estudio de este tema. 1.2 LA PRUEBA, FUENTES Y MEDIOS DE PRUEBA. ¨Una ruda manera de juzgar es el índice de una sociedad que todavía no es culta” (FRANCESCO PAGANO)15. El hombre para conocer el mundo en que vive, le es difícil admitir la existencia de ideas innatas es por eso la importancia de la prueba, tanto en el terreno científico como en la praxis social, la misma necesidad que representa la prueba en la vida diaria del hombre, se cumple en el campo del derecho donde diariamente es necesario acreditar o justificar ciertos sucesos con el fin de crear, modificar o cesar relaciones jurídicas, la mayoría de los autores señalan su carácter insustituible en el proceso penal para determinar la inocencia o culpabilidad del acusado, Doctrinalmente falta consenso, ya que los autores ponen su centro en uno o varios de los subconceptos que integran esta institución, otros hacen énfasis en los problemas gnoseológicos en el proceso penal, y finalmente, existen quienes defienden una conceptualización integral. A manera de ejemplificación, pueden mencionarse entre los primeros a KARL MITTERMAIER16 quien en su tratado de la 15 PAGANO FRANCESCO, MARIO Saggi politici (Ensayos políticos). Editorial Akal. 1989, p. 67 16 MITTERMAIER KARL . Tratado de la prueba en materia criminal, Editorial Hammurabi, Buenos Aires, 1979, p. 57 24 Prueba en materia criminal expone… cuando un individuo aparece como autor de un hecho al que la ley señala consecuencias aflictivas, y siempre que se trata de hacerle aplicación de ellas, la condena que ha de recaer descansa en la certeza de los hechos, en la convicción producida en la ciencia del Juez, dándose el nombre de prueba a la suma de los motivos que producen la certeza”… CARNELUTTI17 señaló: “Puesto que en el juicio saca del presente el pasado o el futuro o en otras palabras, de la certeza la probabilidad, la materia sobre la cual opera o con la cual se realiza, es el presente mismo, o en otras palabras, la especie la cual en cuanto además de la certeza de sí proporciona la probabilidad de otro diferente de sí, se llama prueba”. Y otras pueden agruparse, conforme a la orientación cognitivo filosófico que suscriben o que subyace en sus puntos de vista, según lo antes analizado, en dos corrientes: en la subjetivista y en la objetivista. La prueba en el proceso penal acusatorio está constituida por aquella actividad que han de desarrollar las partes en colaboración con el Tribunal a objeto de desvirtuar el estado de no culpabilidad respecto del delito que se le atribuye o derecho a la presunción de inocencia, el cual es el punto de partida de toda consideración probatoria en un proceso penal que se inicia con la verdad provisional o interina de que el imputado es inocente. Los caracteres básicos de la prueba en el proceso penal acusatorio son los siguientes: 1.- Carga material de la prueba corresponde a la parte acusadora. 17 CARNELUTTI FRANCESCO Lecciones sobre el Derecho Procesal, T-I, Ediciones jurídicas Europa América, Bosch y Cia, Editores, trad. de Santiago Sentis Meledo, Bs, As, 1950, p. 288 25 2.- Sólo tiene el carácter de prueba las practicadas en el juicio oral, bajo los principios de inmediación, contradicción, publicidad e igualdad. 3.- Las pruebas deben de haber sido obtenidas por medios lícitos. 4.- Las pruebas requieren de cierta entidad, no bastando las conjeturas o las meras sospechas 5.- La libertad en los medios de prueba. 6.- libre valoración de la prueba. Por mi parte suscribo la opinión del Profesor ARRANZ CASTILLERO18 que plantea que , prueba… en Proceso penal son: los actos procesales regulados por la ley procesal penal que desarrollan las partes y el juzgador, fundamentalmente, en el juicio oral, por iniciativa de aquélla a la que corresponde la función o potestad de ejercer la acción con la finalidad de que el órgano jurisdiccional adquiera la certeza plena y fundamentada sobre la hipótesis inculpatoria que conlleva la aplicación de la ley penal sustantiva, o en su defecto, declare la probabilidad de la tesis inculpatoria y se pronuncie consecuentemente a favor del reo. Otro de los puntos que debemos aclarar, en relación a las cuestiones de concepto de la prueba, es lo relacionado con la naturaleza de las diligencias practicadas durante la fase preparatoria, algunos autores conocidos como Carlos Viada, le reconocen naturaleza de actos de prueba, otros como Leonardo Prieto Castro las consideran diligencias investigativas, consideramos acertada la segunda opinión, que distingue entre fuentes de prueba y medios de prueba, las fuentes de prueba son los elementos de la realidad objetiva que existen independientemente del proceso y que son anteriores al mismo. Según SENTIS MELENDO19…Son fuentes de prueba todos aquellos datos que, existiendo con independencia del proceso, se incorporan a éste a través de los distintos medios de prueba… 18 ARRANZ CASTILLERO, OP. CIT. 169 MELENDO SENTÍS, "Fuentes y medios de prueba". Revista Argentina de Derecho Procesal, 1968-p. 11-40 19 26 Mientras que los medios de prueba es la actividad regulada procesalmente, desplegada por las partes para incorporar la fuente al proceso penal. Así el Profesor CAFFERATA NORES20 establece que… medio de prueba es el procedimiento establecido por la ley tendiente a lograr el ingreso del elemento de prueba en el proceso, su regulación legal tiende a posibilitar que el dato probatorio existente fuera del proceso penetre en él para ser conocido por el tribunal y las partes, con respeto del derecho de defensa de éstas…, opinión que a la que enteramente nos adherimos. 1.2.1 LA PRUEBA PERSONAL: LA DECLARACIÓN DEL ACUSADO Y DE LOS TESTIGOS. La búsqueda de la verdad material es hoy el principal objetivo al resolver los problemas de la comprobación de los hechos; el deseo vivo de avanzar hasta llegar a la verdad objetiva ha probado ser un poderoso método para mejorar los medios de investigación ,desarrollar las pesquisas que prometen buenos resultados hasta el campo donde anteriormente no se había logrado nada positivo ,la investigación moderna trabaja cada vez con mayor precisión obteniéndose resultados con el empleo de los últimos avances de la ciencia y la tecnología, en campos que han ido más allá de lo insospechable tal es el caso de la robótica, la computación, la ingeniería genética y la biotecnología. Unido a este fenómeno el jurista no se conforma con la constatación de hechos formales y estando sujeta la prueba a su criterio racional, sigue detenidamente por Ej. los pasos del perito con reservas y dudas, internándose cada vez en terrenos que les son desconocidos, aunque allí tenga considerable dificultades para formarse un juicio, desde luego nunca ha de perderse de la posibilidad real y objetiva que le 20 CAFFERATA NORES, José. La Prueba en el Proceso Penal Ediciones de Palma Buenos Aires 1998, p. 234 27 permite continuar analizando el proceso relacionado con el resto del material probatorio que durante las pesquisas se han logrado acumular, de lo que se desprende que deberán de analizar de manera profunda cada una de las pruebas para poner en claro hasta qué punto merecen fe diversos elementos probatorios, testificaciones, documentos, indicios, si el testigo ha expuesto como los sucesos tal y lo fueron, si una fotografía refleja realmente los puntos sustanciales, determinar la profesionalidad y experiencia del perito para estar en mejores condiciones de valorar si merece crédito su informe, así se convierte el papel de averiguador en una insaciable luchar por alcanzar la verdad. La Mayoría de los tratadistas agrupan a los testigos, y acusados dentro de las pruebas personales que se caracterizan porque entre el averiguador y el estado los hechos medía un ser humano, un portador de noticias, esa persona participa en el averiguamiento con las peculiaridades propias de su carácter y temperamento que influencian y posiblemente adulteren el cuadro que ella traza, aquí hay que contar con declaraciones falsas, dolosas o no, que el receptor trata de descubrir y rectificar con ayuda de los síntomas de fidedignidad y de un mayor o menor caudal de experiencia, en muchos casos suele recurrirse a la prueba personal y sobre todo a las testificaciones debido a la frustración de otros medios probatorios, a veces es necesario llamar al testigo para completar el material en algún aspecto, si se quisiera prescindir de ellos, gran número de las circunstancias importantes no podrían esclarecerse . Los estudios especializados sobre las posibles fuentes de fallas en las testificaciones no han logrado poner duda sobre la utilidad de la prueba personal, pero sí se ha puesto en evidencia las posibilidades de error a que estaba expuesto el declarante, Ej. si se hacen converger un grupo de personas en determinado lugar y al efecto de conocer los resultados de su dicho se realiza experimentalmente un evento que sea capaz de llamar la atención de los mismos ejemplo una explosión se apreciaría que cada uno de ellos daría una versión distinta del suceso 28 En lo que se refiere a la prueba personal pueden establecerse en buena medida determinadas reglas para lograr resultados positivos, es importante que el que va a interrogar reúna en su persona, actividad, agilidad y espíritu crítico debe tener conocimiento de sí mismo y conocer sus deficiencias, el interrogador también debería aprovechar cada oportunidad para observar a sus colegas en su labor, esto lo hará ver cómo en determinados momentos la tarea puede cumplirse de otra manera y contará con diversos métodos, otra cuestión importante es la previsión del desarrollo del interrogatorio, cuánto mejor esté preparado el operante más estará en condiciones de conducir correctamente el interrogatorio, cuando el interrogatorio no se funda en un plan lógico ,se induce a las evasivas y a la demora, el averiguador no podrá darse el lujo de enojar al testigo si quiera avanzar en su objetivo, otro aspecto importante es no turbar al declarante, que no se trabe su flujo de pensamiento. Es válido mencionar en el análisis de la prueba personal, aspectos generales del interrogatorio pues la táctica que ha de seguirse a cada caso ha de tener en cuenta la singularidad de la causa y la idiosincrasia del exponente, quien emplea el mismo modo siempre de interrogación, tiene menos perspectivas de llegar a la meta ,que uno que puede modificar su proceder y adecuarlo a cada situación, un método mecánico es demasiado inseguro, muchas veces es aconsejable no dirigir preguntas directas, pueden efectuarse preguntas situacionales en los casos que sea imprescindible confirmar la certeza de lo dicho, cuando el declarante ha hecho relato ficticio las preguntas adicionales le harán tomar más tiempo para la reflexión que la persona que reproduce fielmente lo sucedido, en este caso es aconsejable acelerar el ritmo de las preguntas para que el individuo sólo cuente con el tiempo indispensable para responder, cabrá esperar que si el declarante ha mentido no podrá dada la brevedad del tiempo de reflexión que se le concede, mantener a la larga libre de contradicciones su madeja de mentiras, si el declarante ha mentido se verá en dificultades, otro aspecto muy importante es tener en cuenta la idiosincrasia del declarante, a las personas sensibles hay que tratarlas de modo diferente a las 29 rudas, tampoco se podrá equiparar un simplón a un inteligente, a un testarudo que a un individuo manejable etc. en nuestro trabajo nos proponemos abordar ,únicamente (por lo amplio del tema) la declaración del acusado ,los testigos, así como cuestiones relacionadas con la declaración del menor, este último con su declaración, valladar muchas veces infranqueable para la defensa. LA DECLARACION DEL ACUSADO Primeramente, no queríamos pasar por alto en nuestro trabajo lo relativo a la confesión del acusado en el proceso penal, por la importancia que reviste y constantes y diversos, puntos encontrados doctrinalmente hablando en relación a ella. Se conceptualiza como toda manifestación espontánea formulada por el imputado en un proceso penal, por la que admite su intervención activa en la comisión del hecho delictuoso, la confesión es el reconocimiento que una persona hace contra sí misma de la verdad de un hecho. La confesión puede ser judicial o extrajudicial, según ante quién se haga; por la forma de la declaración puede ser expresa o tácita; por su complejidad simple o calificada y por su naturaleza lógica divisible e indivisible. El término "confesión" proviene del latín confessio, que quiere decir declaración que uno hace de lo que sabe, espontáneamente o preguntado por otro o declaración al confesor de los pecados que uno ha cometido, o declaración del litigante o del reo en el juicio. Del significado gramatical se tiene la noción de declaración espontánea o preguntada por otro de lo que sabe respecto de un hecho que la ley tiene como delito, en causa criminal, no es tampoco la declaración del reo en el juicio, porque no siempre se identifica aquella con la confesión. Lo cierto es que la confesión del delito no puede atribuirse a otro que no sea el acusado, si se quiere, al que se encuentra imputado de un delito en una causa 30 criminal, el imputado, como sujeto esencial de la relación procesal, tiene derechos y deberes, sobresaliendo entre aquéllos los que se refieren a su defensa material, a los fines de hacer valer esa defensa material, el acusado cuenta con la declaración testimonial, por medio de la cual expresa todas las razones que hace referente a su defensa (medio de defensa ), pero puede ocurrir, no obstante, que con ocasión de la instrucción , el reo no niegue la imputación, sino que, por el contrario, la admita, en este supuesto, su declaración se presenta más bien como (medio de prueba aprovechable) que de defensa, estamos ya, frente a la confesión. También es posible que el imputado niegue el hecho en la instrucción y lo admita con posterioridad, y de nuevo nos encontramos con la confesión, por tanto, la confesión consideramos se puede clasificar por la forma o el modo en que es obtenida, doctrinalmente se plantea que la confesión puede ser llana o con cargo. a. La confesión es llana cuando el acusado confiesa, una vez que es informado sobre las circunstancias de la causa, sin indicársele las pruebas de cargo. Es el caso del imputado que se le hace conocer que se le atribuye la muerte de tal persona ocurrida en determinada fecha y confiesa, ignorando o por lo menos sin que se le haga conocer si existen elementos serios de cargos. RODOLFO LOVATON, KADAGAND21 señala en cuanto a este tipo de confesión… Para TULIO SAUCHELLI, "la confesión se nos presenta como toda manifestación espontánea formulada por el imputado en causa criminal, por la que admite su intervención activa en la producción del hecho que se tiene por delito, aceptando o no su responsabilidad"… b. La confesión con cargo es, por el contrario, la efectuada después que al acusado se le ha puesto de manifiesto las circunstancias de la causa y las pruebas que los indican como autor. Es el caso en que al acusado se le dice que se le imputa tal homicidio y que tales o cuales elementos probatorios lo presentan como responsable, igualmente LOVATON, KADAGAND citando a LESSONA dice que… 21 KADAGAND LOVATON, RODOLFO. Las Pruebas Legales y no Legales en Derecho Procesal Penal. Ed. Rodhas. 1995, p. 397 31 "la confesión es la declaración, judicial o extrajudicial (provocada por interrogatorio de la parte contraria o por el juez directamente), mediante la cual una parte, capaz de obligarse y con ánimo de proporcionar a la otra una prueba en prejuicio propio, reconoce total o parcialmente la verdad de una obligación o de un hecho que se refiere a ella y es susceptible de efectos jurídicos"… Sostienen algunos, que la confesión que merece pleno valor es la del examen (llana) porque el confesante lo hace en forma espontánea. Mirando así considero que es una posición errada pues se olvida que el imputado es, antes que un órgano de prueba, un sujeto de la relación procesal, si se le debe dar al acusado la oportunidad de defenderse, nada más lógico que hacerle conocer cuáles son las pruebas existentes en su contra para que pueda contrarrestarlas. Si para darle pleno valor a la confesión se circunscribiera a que el imputado respondiera (confesando) ante el conocimiento de que se le atribuye tal delito, no podría ejercer su defensa con eficacia, toda vez que ésta tendría que limitarse a sostener que no es autor, sin poder destruir la prueba de cargo, porque no la conoce. Si estimamos que la instructiva exige que se ponga en conocimiento del imputado no sólo el hecho atribuido, sino también las pruebas existentes en su contra, no se ve la razón por la cual se diga que es superior la confesión sin cargo, si todas las garantías se han respetado. No debemos pensar que la confesión con cargo vulnera el principio constitucional de que nadie está obligado a declarar contra sí mismo, porque éste se refiere a que el imputado, -como órgano de prueba, es un sujeto incoercible. ¿Qué medio violento o coercitivo es el de que sepa cuáles son los elementos de cargo? ¿Acaso cuando se lo somete a proceso no comprende que alguna prueba existe en su contra, porque de lo contrario no ocuparía tan incómodo lugar? Hablando de medio coercitivo. ¿No sería acaso peor aquel que se encierra en la insidia, toda vez que el imputado no sabe con qué se le ataca y se vea en el dilema de confesar o no?. 32 Ya no se admite la doctrina que negaba a la confesión la condición de medio de prueba, pues si la antigua teoría procesal procuraba a toda costa obtener la confesión del reo, la reacción que se operó fue tan extrema que se cayó en el error de negarle todo valor probatorio, porque se decía que no era natural que el imputado se acusara, sino que se defendiera. Se considera en la legislación actual a la confesión como un medio importante de prueba, aprovechable que a veces se puede omitir la recepción de otras (pruebas) si constare aquélla, (posición esta que en nada no compartimos y que está reñida con el artículo 1 de nuestra ley procesal penal vigente). En el proceso penal no se puede hablar del allanamiento, instituto propio de todo procedimiento cuyo contenido es disponible para las partes. Ese criterio sería verdad si la ley no autorizara a recibir otras pruebas una vez producida la confesión. La apreciación de la confesión. La confesión sincera, siendo un medio de prueba, queda sometida a las mismas críticas de la prueba en general, y en forma especial a la de la testimonial. En un sistema absolutamente acusatorio, la confesión tiene el valor del allanamiento, toda vez que frente a la aceptación de la acusación por el reo, el juez debe admitir la imputación. En ese sistema el proceso es una lucha entre el acusador y el acusado. Aquél procura la prueba de cargo, y éste la de descargo. "El juez es un espectador silencioso, que se limita a resolver conforme a lo alegado y probado. La confesión termina con el juicio". El juez no hace más que poner al acusado en conocimiento de los motivos alegados y en situación de articular la justificación. Él no debe arrancar una confesión sino el acusador, y si la obtiene éste, el juicio termina como en lo civil, toda vez que nada debe probar el acusador ante la confesión del acusado. En el procedimiento inquisitivo, en cambio, es diferente, pues se busca la verdad real, La confesión es un medio importante de convicción, siempre que las 33 circunstancias la ratifiquen. Como es un medio eficaz de prueba, el Juez puede usar cualquier medio para procurarla. Hoy la confesión es un medio de prueba aprovechable, y su valor depende de una serie de circunstancias. CARNELUTTI22 dice que… es el coronamiento de la prueba que es la reina de las pruebas... Sobre la eficacia de la confesión se dan por un lado razones lógicas, y por el otro, motivos psicológicos. Existe una serie de motivos lógicos y psicológicos por los cuales el imputado se ve en la necesidad de decir la verdad. Estos motivos son de un orden ordinario en la naturaleza humana. Cuando se confiesa falsamente, se lo hace por motivos extraordinario. La Criminología moderna enseña los motivos específicos por los cuales el imputado es conducido a la confesión cierta. En el hombre hay el instinto simpático hacia la verdad que se opone a la mentira; frecuentemente este instinto, ayudado por el remordimiento del delito cometido, se hace irresistible, venciendo la fuerza del interés contrario que impulsa a mentir. Por otra parte, en el ánimo del reo se verifica generalmente una especie de conmoción psicológica ante el recuerdo del propio delito, lo que no le permite la necesaria tranquilidad para mentir, la mentira es hija de la reflexión. Podrá empezar mintiendo, pero pronto, ante un útil interrogatorio, descubrirá la inconsistencia de sus afirmaciones, terminando por confesar. En tercer lugar, en el ánimo del imputado se aquieta el temor de verse perjudicado con la pruebas y la esperanza de mejorar su situación confesando. Por último, la necesidad de confesar la siente el acusado no sólo por el temor de las pruebas ulteriores, sino por las actuales, hasta el punto que comprende la inutilidad de su negativa. En tal supuesto confiesa, esperanzado que así predispone el ánimo del juez a su favor. 22 CARNELUTTI, FRANCESCO, Estudios de Derecho Procesal, Buenos Aires, 1952, V.II, p.112. 34 Hoy se sostiene además, que el delincuente político confiesa con verdadero orgullo, porque la confesión es un índice de su personalidad. El delincuente político confiesa porque eso está en su programa, él ha pensado y ha realizado el acto por ejemplo, en contra de algún jefe de gobierno. Luego tenemos al delincuente ocasional, al que una serie de factores externos parecen constreñir a la delincuencia. Comete el delito, en un estado de "daltonismo moral", influenciado por las circunstancias que no le permiten apreciar justamente la magnitud del delito cometido. Generalmente este delincuente confiesa la verdad, porque privado muchas veces de su libertad, desaparecen esas circunstancias que lo dominaban. También está después el delincuente débil mental o sugestionado. Luego de cometido el delito confiesa ampliamente. En todos estos tipos de delincuentes la confesión aparece como la verdad de lo ocurrido. En cambio, la falsa confesión se da con frecuencia en los delincuentes que la doctrina denomina, habituales y natos, en los dementes y en los alcohólicos, Después de lo expuesto, debe concluirse que la confesión sigue siendo una prueba importante, toda vez que por motivos muy excepcionales la misma se presenta falsamente: el padre puede confesarse autor para salvar a su hijo; el individuo que lo hace para preparar una coartada; el pobre diablo que se confiesa autor de un hecho del cual está imputado un adinerado, etc. La experiencia judicial, la práctica diaria enseña la verdad que expresa FOSCHINI23, de que… la confesión seguirá siendo uno de los medios probatorios más eficaz. "El coronamiento de la prueba", al decir de CARNELUTTI24… Ya expresaba MITTERMAIER que nunca se muestra más convencido de la culpabilidad del acusado, que cuando sabe (el pueblo, jurado o juez) que ha emanado de él una confesión completa… 23 FOSCHINI, "L'interrogatoriodell'imputato", (publicado originalmente en "Annali di diritto e procedura penale", 1943). "L"imputato. Studi", Milano Giuffré, 1956, p. 49-58. 24 CARNELUTTI FRACESCO, Lezioni sul processo penale, 2a. ed., I, Roma, Ateneo, 1949, p.269. 35 Lo cierto es que la experiencia nos enseña que raramente el imputado confiesa falsamente, y que cuando lo hace, el juez, teniendo los conocimientos que le proporciona la lógica de la prueba y la psicología criminal, advertirá el engaño. Antes, con el sistema de la prueba legal para saber si una confesión hacía plena prueba era necesario que el juez verificara ciertas condiciones y si éstas estaban llenadas, esa confesión hacía plena prueba. Desde luego que en la apreciación de esa prueba actuada la conciencia del juez, pero ésta debía acomodarse, debía estar conforme con ciertos presupuestos establecidos por la ley. Hoy, de problema legal se ha convertido en lógico y psicológico. El juez debe apreciar la confesión teniendo en cuenta el sujeto que la presta, la forma en que se recibió y el contenido de la misma. La confesión y el cuerpo del delito. Aquí examinamos hasta dónde la confesión puede constituir prueba del cuerpo del delito. Es criterio general que si la confesión es la única prueba para acreditar la materialidad del delito, ella no es suficiente para tener por histórico el hecho criminoso. Es el caso de quien se presenta espontáneamente confesando que en tal oportunidad y lugar cometió un determinado delito, sin que por otros medios aparezca como cierta tal manifestación. Si sostiene que lesionó, por ejemplo, a una persona y de ello no se cuenta con otros elementos, pues ni siquiera aparece la supuesta víctima, no consiente la doctrina que con la sola confesión se pueda dar por acreditado el cuerpo del delito. La confesión que reúna los requisitos formales y substanciales puede ser el medio eficaz para comprobar el cuerpo del delito cuando las circunstancias de hecho no la contradigan. Con ello se quiera significar que otros elementos de prueba se agregan a la confesión para acreditar la materialidad del delito. Si en los ejemplos anteriores aunque no se encuentre a la víctima el confesante indica el lugar en que lo lesionó, donde se verifican manchas de sangre, exhibe el 36 arma empleada, describe a la víctima, y un testigo dice haber visto pasar por las proximidades del lugar a la misma persona perdiendo sangre, parece que la confesión del reo debe admitirse como prueba suficiente de la materialidad del hecho de lesiones, aunque el grado de éstas deberán aceptarse en la mínima expresión penal, toda vez que a la confesión se agregan esas otras circunstancias de hecho. Otro supuesto. El imputado sostiene haber dado muerte a una persona mediante estrangulamiento y que después la abandonó en un lugar solitario. Para admitirse tal confesión como prueba de la materialidad criminosa, es suficiente con acreditar que en el lugar indicado está una persona muerta, aunque imposible, por la descomposición, de diagnosticar su identidad y el motivo de su muerte, si no existe prueba en contrario demostrativa de que con posterioridad a la fecha indicada por imputado de la muerte ha sido vista-la persona que dice fue su víctima. Otro ejemplo. El imputado dice haber dado muerte a determinada persona y luego hecho desaparecer su cuerpo, quemándolo. Si las circunstancias de hecho no contradicen tal confesión, ésta sirve para acreditar el cuerpo del delito. Si en el lugar en que quemó el cuerpo existen rastros de haberse quemado algo y se acredita que tal persona existía antes de la techa indicada por el reo como la del crimen y después, no se la vio más, son estos elementos o circunstancias que determinan aceptar la verdad de la confesión en cuanto a la existencia del cuerpo del delito. Por supuesto que partimos de una comprobación cierta o, mejor dicho, de una firme convicción de que el reo no ha confesado en falso por motivos de mejorar su posición en otro proceso o por deformación mental. Aquí no mencionamos los casos de confesión falsa para salvar a un ser querido de la pena o el pagado para hacerse cargo del crimen, toda vez que partimos del supuesto de que no esté acreditado el cuerpo del delito. Estos otros supuestos se refieren a la imputación del hecho y no a la demostración que tal hecho ha existido. La doctrina no puede exigir tanto para que el juez llegue a convicción razonada de que existe el cuerpo del delito por la confesión recibida en forma, si las circunstancias de hecho que ella señala no son contradichas por otras pruebas. 37 Es verdad que la jurisprudencia ha tratado de disminuir los efectos del sistema de la prueba legal, pero para ello ha tenido que recorrer mucho. Lo cierto es que dicho sistema reclama la más urgente reforma, pues la experiencia ha enseñado cuan superior es el de la libre convicción razonada. En doctrina este último no aparece ante los espíritus con sus méritos tan nítidos como cuando se ofrece en su plena actuación. Los principios que hemos desenvuelto son válidos para un sistema, pues, que deja la certeza en la cabeza del juez y no en la ley, porque entonces habría que recurrir a ésta para verificar si el cuerpo del delito puede probarse mediante tal confesión. Pero cuando el juez resuelve de acuerdo a su convicción razonada (suministra las razones de su convicción), la ley no le pone ningún límite para su fuente de conocimiento, salvo, como es lógico, que esa fuente guarde tas condiciones extrínsecas de las pruebas, es decir, que haya sido recibida de acuerdo a las formas establecidas por la ley. Para ese tipo procesal, el juez debe tener en cuenta hasta dónde la confesión puede ser fuente del conocimiento del cuerpo del delito Condiciones de validez de la confesión. La confesión, para que tenga el valor que le hemos apenado, es menester que reúna los requisitos que la doctrina enseña como referida al sujeto, al objeto o contenido y a la forma, tal como ocurre respecto del testigo propiamente dicho. 1. Valuación en cuanto al sujeto: El sujeto de la confesión, lo hemos dicho, es el imputado, quien narra hechos de su experiencia. Como primera condición tenemos la referida al estado mental. Si el confesante tiene las facultades mentales alteradas, es lógico que pierda todo el valor la confesión como medio de prueba. A la inversa, si es una persona que razona con toda tranquilidad y con pleno goce de su estado mental, la confesión cobra la condición de ser plenamente comprendida por el confesante. 38 Si el estado del imputado al cometer el hecho era de exaltación emocional, es posible que su confesión no sea todo lo precisa posible, pues muchas veces en ese estado se suelen escapar una serie de circunstancias o verlas algo deformadas. Muchos son los casos que resultan con tales deficiencias en los homicidios cometidos bajo un estado de emoción violenta. Si el confesante es una persona que le debe una serie de favores al sospechoso como autor; o si es un familiar de grado muy próximo; o si es un "pobre diablo" y el sospechoso es una persona de cierta posición económica, disminuye el valor que pueda darse a la confesión, Puede disminuir y hasta quitarle todo valor a la confesión si el imputado presenta ciertos defectos físicos que no han permitido actuar como refiere. Sí la víctima murió estrangulada, dejando las huellas de la presión de ambas manos en el cuello y resulta que al acusado le falta una, es forzoso concluir que ha confesado en falso, pues le falta una cualidad en su persona para ser el autor. Lo mismo si fuere sordo y afirmara haber escuchado tal o cual palabra, o grito, ese defecto, físico hace disminuir el valor de la confesión, etc. 2. Condiciones objetivas de valuación: 1. Se refiere a la credibilidad del contenido y al modo que lo conoció. Si, por ejemplo, dice que dio muerte a su semejante pasándole la lámpara de alumbrado próximo a la cara, su confesión no tendría valor por ser increíble el hecho. Si sostiene que en una habitación cerrada y de noche vio a la víctima que esgrimía un arma, es un hecho increíble, porque no puede ver en tales condiciones. Lo mismo ocurre cuando relata hechos mediante propias deducciones o suposiciones. 2. Se requiere, en segundo término, que la confesión se refiera a hechos verosímiles, es decir, lo que de ordinario suele ocurrir. Por ejemplo, si afirma que él solo transportó la caja fuerte, cuando por el peso no es posible o probable que ello hubiera ocurrido, a menos que demuestre tener cierta fortaleza o que se sirvió de 39 algún mecanismo. Lo ordinario es que no se pueda trasladar la caja fuerte por un hombre de fuerza término medio. 3. En tercer lugar, hay que tener en cuenta la naturaleza del hecho o cosa observada, que por sus propias particularidades puede inducir a error, Por ejemplo, no es lo mismo calcular la velocidad de un vehículo si se lo ve de frente o de costado. Ello puede determinar en el confesante una falsa apreciación. 4. En cuarto lugar, debe existir uniformidad y persistencia en la confesión, o sea que no tiene que encerrar una contradicción en su contenido sobre los hechos esenciales, ya sea en la misma confesión o entre varias del mismo acusado. Si expresa que mató a balazos y luego sostiene que lo hizo a puñaladas. Si la contradicción lo es sobre circunstancias secundarias y pueden éstas ser explicadas por la propia forma de observación, no quitan valor a la confesión. Por ejemplo, si el imputado cometió el hecho en un estado de emoción, lo que no le permitió observar con certeza las circunstancias secundarias; ropas que vestía la víctima, las palabras que pronunció, etc. 5. En quinto lugar, debe haber determinación precisa. Tendrá superior valor la confesión como medio probatorio, cuando el confesante determine con mayor precisión los hechos y sus circunstancias. Por ejemplo, si sostiene que lesionó a una persona, sin recordar la fecha o el lugar o ubicación de las heridas, su confesión disminuye el valor en la misma medida en que la pierde en la determinación de lo observado. 6. Por último, tiene que mediar concordancia con las otras pruebas. El valor de la confesión en cuanto a su contenido está en relación con las otras pruebas, " según la corroboren o la contradigan. Condiciones formales de valuación: Estas son las condiciones más importantes de valuación, porque la práctica nos enseña que a ellas se refieren las mayores impugnaciones de la confesión. Estas condiciones se refieren: a) Que se preste en juicio oral ante el juez de la causa, 40 b) Que se haga con precisión del lenguaje. c) Que sea espontánea o libre. a. La condición de que la confesión debe ser judicial, es una de las garantías formales más valiosa para otorgarle el lugar que le corresponde en el conocimiento del juez. La práctica nos hace conocer que la autoridad policial muchas veces procura obtener la confesión del acusado en la Fase Investigativa, ahora bien para hacerlo valer en contra del acusado debe haber guardado las garantías y por otra parte, la confesión judicial será solo de valor si se formula directamente al Tribunal . b. Precisión en el lenguaje: Esta condición, en realidad, está referida a toda la prueba aportada o asumida por medio del lenguaje. Es interesante al respecto anotar que cuando el lenguaje en que se expresa el confesante no es el nacional, la intervención del intérprete hace disminuir el valor probatorio. Lo mismo ocurre si fuere un sordo o un mudo o un sordomudo, lo que obliga a recurrir a la escritura si sabe leer o escribir, o bien de nuevo al intérprete si es analfabeto o extranjero. Se comprende en estos casos que dicha prueba no tenga todo el valor que es de desear, como suele ocurrir en la testifical de terceros. Aparte de tales supuestos, cuando el confesante se expresa con mayor precisión en el lenguaje, superior será el valor de la prueba en estudio. Hay casos de individuos que carecen de tal noción de los significados de las palabras, que a veces expresan lo contrario de lo que quieren exponer. Esto es tanto de mayor importancia en el juicio oral, donde se exige que la declaración sea consignada en la forma más fiel a lo relatado por el imputado, usando en lo posible las mismas palabras. c) Espontaneidad o libertad: Esta es condición que ha suscitado las mayores discrepancias entre los estudiosos. Se entiende que hay espontaneidad cuando el confesante depone sin estar bajo el influjo de coerción alguna para tal fin. No es posible admitir todos los medios que se usaban en una época no muy remota para "arrancar" al imputado su confesión. Los tormentos están hoy proscriptos como medios para el fin expuesto. Si alguien confiesa bajo los efectos de los golpes que se le propinan o el proveniente de un estado de sufrimiento, como ser privación de agua y de descanso, aquella no 41 merece valor. Llama la atención que en nuestros tiempos se sostenga que "si existiese un medio de coerción que ofreciese tales garantías de revelar un secreto sin ocasionar notables daños al cuerpo del inquirido, no habría ninguna razón para que no fuese acordado". Hoy es una cuestión aceptada de que el juez y con mayor razón los funcionarios policiales no pueden valerse del uso de medio coercitivo de orden físico o psíquico encaminado a obtener la confesión. En tal virtud, el hipnotismo, "el suero de la verdad", o sea barbitúricos inyectables, el registro gráfico del pulso y la respiración, el reflejo del examen galvano-psíquico (máquina atrapapillos), etc., son medios prohibidos para la finalidad expuesta. Tal prohibición en nuestro orden jurídico no resulta sólo de la posición que el imputado ocupa en el proceso, como sujeto, sino por prescripción de nuestra Carta Magna. En el artículo 59 se establece que: Nadie puede ser encausado ni condenado sino por tribunal competente en virtud de leyes anteriores al delito y con las formalidades y garantías que éstas establecen. Todo acusado tiene derecho a la defensa. No se ejercerá violencia ni coacción de clase alguna sobre las personas para forzarlas a declarar. Es nula toda declaración obtenida con infracción de este precepto y los responsables incurrirán en las sanciones que fija la ley La confesión tampoco debe ser obtenida mediante preguntas capciosas o sugestivas. Estas preguntas son maniobras de las cuales la justicia no debe usar, porque con ellas, en realidad, solo se atrae al imputado a decir los hechos mediante engaños. Cuando la confesión padece de tales defectos pierde valor como medio probatorio. Si tal forma de interrogar no debe usarse con el testigo, con mayor motivo sería improcedente con respecto del imputado, quien goza de las garantías constitucionales anotadas. Resumiendo y como hemos expresado ,que las normas generales del derecho establecen que es función del averiguador corroborar el dicho del imputado estando 42 obligado a probar su culpabilidad, principio elemental que han acogido en nuestra Ley de Procedimiento art 1 ( y posición doctrinal de nuestro TSP) penal cuando establece que la sola declaración del acusado no dispensa de la obligación de practicar las pruebas necesarias para la comprobación de los hechos, este valor relativo que la ley da a la declaración del acusado no equivale como erróneamente alegan algunos letrados, que la confesión no trace prueba contra su defendido, el derecho moderno lo que ha hecho es quitarle el carácter de reina de las pruebas, reduce su valor pero no lo anula, el hecho de contemplarla como un medio más de prueba, revela su importancia procesal, ante una confesión hay que analizar si el acusado tenía motivos para asumir hechos que no había cometido, por otra parte deberá hacerse un cotejo entre sus declaraciones y el resto de las pruebas acumuladas para confirmar su dicho, sí ha ofrecido detalles de cómo realizó los hechos que coinciden totalmente con la forma de ejecución, está claro que el valor probatorio es superior al que confiesa sin tener tales elementos, en la determinación de la veracidad en la declaración del acusado ha de apreciarse la forma en que el imputado presta su declaración, la actitud que tome al hacerlo, si expone con claridad y firmeza, la forma en que asume su responsabilidad, las contradicciones en que incurrió, el énfasis y la convicción con que describe lo sucedido, cuando la exposición de los hechos por parte del inculpado no parece estar calculada para salvar sus intereses, su credibilidad gana prestigio cuando el acusado niega su participación en los hechos y ofrece argumentos lógicos, aun cuando la existencia de estos no haga imposible su condición de autor del delito, constituye un elemento a su favor que hace que la prueba tenga que ser más convincente, en cambio sí por ejemplo la cuartada es falsa y así se comprueba, entonces la declaración se vuelve contra sí y constituye un indicio de culpabilidad definido por FRANCOIS GORPHE25 como indicio de mala justificación, en su obra La apreciación de la Prueba, este autor señala… Si en lugar de explicar su presencia en lugar del suceso donde figura su 25 GORPHE, FRANCOIS; Apreciación judicial de las pruebas, Traduc. Jorge Guerrero, Ed. Temis, Bogotá, 1985 pag 262 43 impresión digital niega o busca una falsa coartada , se colocará en actitud sospechosa que puede equivaler a una confesión o al menos surge contra él un indicio de mala justificación… En torno a la apreciación de la confesión es de interés también tratar lo relacionado con el Valor probatorio declarado por un coacusado respecto al resto de los acusados, algunos tratadistas consideran que dicha declaración debe valorarse también como prueba testifical , consideramos que cuando el declarante no ha sido juzgado, sus alegaciones forman parte de la declaración de los acusados que es el término utilizado por nuestra ley procesal para definir la conocida prueba de confesión, su declaración se realiza como acusado bajo las reglas establecidas para estos, voluntariedad de declaración y no obligación de decir la verdad, al momento determinar el Valor probatorio de las imputaciones de un co imputado con relación a otros acusados está determinado por factores adicionales lógicos consecuentes, cuyas relaciones esta en correspondencia con el material práctico acumulado durante la fase de investigación, y el propiamente reproducido en el acto del juicio oral, entre estos factores debemos señalar la existencia de discrepancias personales anteriores al hecho, o el interés de beneficiarse tratando de recaer la culpa sobre su consorte en la causa, no tienen la misma fuerza la declaración de quien niega su participación en los hechos y se la atribuye a otro acusado y la de quien reconoce ser el autor principal de tales hechos y señala que junto a él participaron el resto de los con imputados, o de aquel que dentro de su declaración inicial da a conocer el resto de los autores de un hecho y la de aquel que en represalia por esta confesión trató de hacer recaer la culpa sobre el primero. Por nuestra parte ratificamos el criterio de que la confesión debe ser valorada de manera armonizada y conjunta con las demás pruebas, que existan en el proceso, siendo necesario este particular para que pueda considerarse un medio de prueba, porque como dijimos anteriormente el dicho del acusado, debe comprobarse mediante otras diligencias probatorias, con independencia de que el imputado sea res iudicanda o sea objeto del proceso y res uidicans (instrumento de juicio). 44 LA DECLARACION DEL MENOR No podemos pasar por alto en nuestra tesis aludir aunque fuere someramente lo relativo a la Declaración del Menor en el Proceso Penal Cubano, regulada al efecto por la Instrucción 173 del 2003 del TSP, que más adelante abordaremos por su importancia en sus señalamientos fundamentales. Cuando se tome declaración a un menor deberá realizarse en un ambiente adecuado de una manera no muy llamativa, debe establecerse con él una conversación informal abordando primeramente cuestiones secundarias para finalmente caer en el tema central, entonces es aconsejable una exposición continua, observando detenidamente las reacciones del menor, su semblante, no deben darse señales de prisa, hay que observar en el lenguaje del niño sí es propio o revela palabras que parece que fueron transmitidas por mayores, si el niño va a declarar sobre aspectos que pudieran afectarlo deberá cuidarse de no forzarlo a dar detalles que lo afecte, el Profesor DOHRING26 decía que… si el niño juega aun con sus muñecos, es mejor que se le diga que señale en el muñeco como obro el imputado, sería bueno dominar por grupos de edades los principales elementos que integran sus intereses, su grupo afectivo, medio familiar… Teniendo en cuenta las consideraciones realizadas es conveniente analizar algunos principios en el desarrollo de la entrevista infantil brindarle al niño un clima de aceptación, confianza y seguridad, puede ser útil indagar en sus actividades de la escuela sus amigos u otro aspecto de interés, consideramos que es importante que las partes han de haber analizado profundamente el caso, y los resultados que se obtuvieron de la exploración del menor en la fase sumaria, quien le realizó una exploración inicial y el lenguaje empleado para plasmarla, y que los niños tienen un mundo cargado de fantasía por tanto la confiabilidad de su dicho es relativa, por tanto las preguntas no deben ser sólo hubo relativas al hecho en particular si no colaterales también de manera que nos permitan conocer y valorar el alcance y 26 DOHRING, Erik Dr., La Prueba su Practica y Apreciación .Editorial MINJUS 1986, p. 345 45 lógica de su análisis para que luego podamos en justa medida saber que damos por probado de su dicho. -en la entrevista debemos formularle al niño preguntas cercanas a su mundo interno de una manera clara y precisa el pensamiento los niños es concreto y no es hasta la adolescencia que se comienza a manejar conceptos abstractos, hay que prestar atención al niño que comienza manejarlos en la entrevista porque esto puede ser el resultado de un proceso influenciado por un adulto . -los niños poseen un código interno de lealtad por tanto no debemos formular preguntas que amenace a sus ideales, Padres o amigos, debiendo evitar preguntas donde el niño pueda refugiarse con respuestas que den poca información. LA DECLARACION DE LOS TESTIGOS Concepto de testigo y caracteres de la prueba testifical Si genéricamente el concepto testigo hace referencia a toda persona que testifica, porque tiene conocimiento directo y, supuestamente, verdadero sobre algo, desde el punto de vista jurídico, es decir, en el mundo del Derecho, el término tiene una doble utilización y significado. Por una parte, por testigo se entiende a toda aquella persona que la ley determina como necesaria de cara a poder testificar de la celebración y validez de determinados actos jurídicos. Es el caso de los matrimonios civiles o el otorgamiento de algunos testamentos, por citar dos ejemplos muy generalizados y bien conocidos por todos. La segunda acepción de testigo en el campo del Derecho es la que se refiere a las personas que testifican sobre hechos objeto de litigiosidad de los que conocen por diferentes razones y que pueden servir de prueba en la resolución judicial de los mismos. En el primer caso, los testigos vienen a ser una especie de solemnidad que la ley otorga al acto para los que se exigen, queriendo significar con ello la aprobación por presencia de algunos representantes de la comunidad en la que se integra el acto social al que concurren o sobre el que dejan constancia testimonial. Es, sin embargo, la segunda de esas acepciones sobre las que disertará la presente exposición, según 46 la cual el testigo es un medio de prueba antiquísimo y generalizado en el ejercicio de la resolución de conflictos por la vía judicial. En este terreno es importante mencionar las características de la prueba testifical, cuyo fundamento último ha de ser, por un lado, la consciencia humana, es decir, la capacidad intrínseca que las personas tienen de darse cuenta de lo que ocurre en su presencia y, por otro, la veracidad, o capacidad de testificar correcta y bienintencionadamente sobre las cosas presenciadas. Uno de los caracteres destacados en la prueba testifical y que justifica el que deba ser sancionada por el justo arbitrio judicial es la falibilidad en el sentido de riesgo o posibilidad de engañarse o errar que tiene una persona, defecto a subsanar siempre en este tipo de pruebas, tanto por razones de expresa intencionalidad de mentir, como por la potencialidad natural de cualquier humano en el sentido de poder cometer errores y equivocarse sin previa mala intención. Existen diferentes tipos de testigos, siendo su clasificación más habitual la que hace referencia al sentido mediante el cual perciben el objeto del que ofrecen testimonio jurídico o judicial .En tal sentido, podemos hablar de: testigos oculares o presenciales, para referirse a aquellos que han presenciado el asunto sobre el cual testifican. Serán testigos de oídas o de referencia quienes lo hacen tomando como referencia lo oído a otros .Los testigos no son otra cosa más que personas que dan fe de lo que perciben. De ahí que la clasificación más generalizada es la que los referencia por razón del sentido, o los sentidos empleados en la percepción del objeto o instrumento sobre el cual ofrecen testimonio. Estima el Profesor LINO ENRIQUE PALACIOS27 que… La prueba testimonial o de testigos es aquella que consiste en la declaración, prestada ante un órgano judicial, por personas físicas que no sean sujetos necesarios del proceso, acerca de sus percepciones y deducciones de hechos pasados concernientes al objeto sobre el cual aquél versa…La prueba testifical es actualmente la más utilizada, no porque la 27 PALACIO LINO, ENRIQUE, La Prueba En el Proceso Penal Editorial Abeledo Perrot, Buenos Aires pag 162 47 ley le otorgue a ella un mayor valor probatorio sino porque generalmente durante la etapa de investigación, se hace poco uso del resto de las pruebas existentes Establece CAFERATA NORES28 que…se trata de una consecuencia natural del empleo de la palabra hablada como forma de comunicación entre los hombres, el testimonio es un medio de prueba "tan viejo como la humanidad", y "el más antiguo, junto con la confesión “‘.La posterior aparición de nuevos tipos de prueba con pretensiones de mayor eficacia conviccional (como el documento, la pericia, etc.) no ha ocasionado una limitación sustancial en el uso del testimonio. Hoy en día, la prueba más común en los procesos penales sigue siendo la testimonial… b) Se ha dicho que el fundamento probatorio del testimonio tiene "por base la experiencia, la cual muestra que el hombre, por regla general, percibe y narra la verdad, y sólo por excepción se engaña y miente ,sin embargo, la afirmación precedente ha sido contradicha puesto que se ha señalado que tal presunción sería contraria a la realidad, ya que el hombre es instintivamente mendaz, no sólo cuando tiene directo interés de serlo, sino también cuando supone que el no decir la verdad pueda favorecerlo perjudicar a otros. -entre los factores que conducen a la generalidad de la prueba testifical tenemos: 1-el tradicionalismo, por haberse usado más este tipo de prueba desde el surgimiento mismo del derecho penal dado el escaso desarrollo de la ciencia y la técnica 2-facilidad en la obtención, en contraposición con el hecho de detectar la huella levantar la fijarla y determinar su correspondencia con el sujeto imputado. 3-La permanencia y durabilidad de la prueba: a menos que muera el testigo que conoce de un hecho, podemos llamarlo en cualquier momento para que deponga 28 CAFFERATA NORES, JOSÉ IGNACIO, La Prueba en el Proceso Penal Ediciones Depalma Buenos Aires 1998, p. 112 48 sobre el particular, en tanto que las pruebas periciales y documentales están sujetas a infinidad de factores que conspiran contra su preservación y validez en el tiempo. 4-Poco costo de su obtención: Se obtiene mediante la interrelación entre el averiguador y el testigo, con el empleo de una computadora o máquina de escribir, en su defecto hasta manuscrita, a diferencia de la pericial que requieren el empleo de personal especializado, y el empleo de técnicas costosas . Para conocer el valor probatorio de la declaración de un testigo es necesario determinar la correspondencia de su dicho con la realidad objetiva y conocer que factores influyen en la misma, estando matizado ello por dos razones esenciales, la primera LA VOLUNTAD DE NO DECIR LA VERDAD es decir presupone una actitud consciente y deliberada a ocultar todo o en parte sobre lo que versa su testimonio. 1-La conducta puede estar matizada por el particular de que el testigo tuvo participación en el hecho, (tiende a tergiversar la realidad para salvar su responsabilidad), puede ayudar también a un imputado que participo en el mismo. 2-El testigo es responsable del incumplimiento de normas administrativas, por negligencia, facilitador de las causas y condiciones del evento criminal (en este caso casi siempre altera parte del relato del hecho que pudiera comprometerlo, o simplemente omite esos detalles. 3-La relación de parentesco, dependencia, amistad o enemistad con el acusado, el verdadero culpable o el denunciante perjudicado. 4-El miedo a la venganza o represalia: Su incidencia esta en correspondencia con el carácter antisocial del acusado, de sus familiares y amistades y las características personales del testigo, (es difícil que un recluso declare contra otro a menos que tenga manifiesto interés en el asunto). La segunda gran razón que incide en que la declaración del testigo difiera de la verdad esta dadas POR FACTORES YA AJENOS A SU VOLUNTAD, como pueden ser. 49 1-Capacidad de Observación, dado por el estado de los sentidos del sujeto, (es dudosa la declaración del débil visual que describe detalles que escapan a su posibilidades.). 2-Condiciones de Percepción: relativos al lugar y al momento en que ocurren los hechos, comprende iluminación, distancia, acústica (esto es importante no solo cuando se afirma algo que difícilmente haya sido captado, sino también cuando se niega algo que caía en el ámbito de los sentidos). 3-Desviación de la Atención (la ocurrencia simultanea de varios hechos o la existencia de algún incidente que desvíe la atención del testigo puede provocar que no aprecie elementos importantes 4-Grave excitación puede estar motivada por el miedo o el susto; así tenemos que la víctima de la violación puede tender a la exageración del suceso. 5-El cansancio y la carga psíquica; el estado anímico, el fuerte cansancio pueden disminuir la facultad de recepción y percepción en un testigo e influir en su capacidad reproductiva. 6-Rapidez en el desarrollo de los acontecimientos, en la medida que el tiempo disponible para observar es menor, las posibilidades perceptivas se reducen, es decir hay una relación directamente proporcional. Hasta aquí nos hemos remitido a resumir algunos de los puntos de vista que de manera histórica y teórica sentaron las bases de los medios de prueba personal sobre la declaración del acusado y los testigos, pasando a continuación a un estudio comparado sobre el tema. 1.3. UNA MIRADA COMPARATIVA DE LOS MEDIOS DE PRUEBA PERSONALES EN AMÉRICA LATINA. Aun cuando no fuera perfecto, es posible afirmar que Cuba a partir de 1889,con la promulgación de la Ley de Enjuiciamiento Criminal española de 14 de septiembre 1882 (LECrim, en lo adelante, hecha extensiva a Cuba en 1889), la solución de los 50 conflictos penales, estuvo marcada por un proceso cuyo centro es el Juicio Oral, lo que nos distinguió para bien sin dudas, de los modelos de enjuiciamiento en Latinoamérica, marcados por rasgos inquisitivos donde predominada el secreto y la escritura, cuando los aires de reforma procesal (instauración del juicio oral y público) corren en Latinoamérica nuestro país tenía ya una tradición de 100 años en la misma. Traemos a Colación las palabras del Profesor GONZÁLEZ ÁLVAREZ29, Presidente de la Sala de Casación Penal de Costa Rica cuando señala... al igual que en el resto de Latinoamérica, los países centroamericanos atraviesan por un proceso de reforma del sistema de administración de justicia penal, como parte de la transformación democrática que se observa en las otras áreas de organización del Estado y la sociedad… Realizando un estudio comparativo con nuestra Ley Procesal Penal Ley 5 de 13 de Agosto de 1977, nos remitimos a Códigos Procesales Centroamericanos como el Código Procesal Penal de 1996 de Costa Rica (en adelante se citará como CPPCR); en El Salvador son recogidos en el Código Procesal Penal de 1997 (en adelante se citará como CPPES); y en Guatemala en el Código Procesal Penal de 1992 (en adelante CPPG).Así como el Código Procesal Penal Tipo para Iberoamérica. (En lo adelante se citara como CPPT). Asumiendo una concreta y similar posición en cuanto a la declaración del acusado durante el proceso penal, en términos muy similares los códigos centroamericanos recogen el principio de libertad de la prueba, al disponer en Guatemala que: “se podrán probar todos los hechos y circunstancias de interés para la correcta solución del caso por cualquier medio de prueba permitido. Regirán, en especial, las limitaciones de la ley relativas al estado civil de las personas...” (Art. 182 CPPG); en El Salvador que: “los hechos y circunstancias relacionados con el delito podrán ser 29 ÁLVAREZ GONZÁLEZ, DANIEL Ciencias Penales, Año 12, No.17, marzo, 2000, revista de la Asociación de Ciencias Penales de Costa Rica. La prueba en los procesos penales centroamericanos 51 probados por cualquier medio legal de prueba, respetando las garantías fundamentales de las personas, consagradas en la Constitución de la República, y demás leyes...” (Art. 162 CPPES); y en Costa Rica que “podrán probarse los hechos y las circunstancias de interés para la solución correcta del caso, por cualquier medio de prueba permitido, salvo prohibición expresa de la ley” (Art. 182 CPPCR). Estas redacciones siguen las recomendaciones del Código Tipo, al estatuir que en el proceso penal “...se podrá probar todos los hechos y circunstancias de interés para la correcta solución del caso y por cualquier medio de prueba permitido...” (Art.148 CPPT). Con ello soluciona un problema debatido por la doctrina sobre la existencia de tal principio y aclara algunas confusiones terminológicas. En efecto, de acuerdo con esa formulación normativa, “en materia penal, todo hecho, circunstancia o elemento, contenido en el objeto del procedimiento y, por tanto, importante para la decisión final, puede ser probado y lo puede ser por cualquier medio de prueba”. Para esos efectos la fórmula reconocida en los códigos admite probar todos los hechos y circunstancias de interés, por cualquier medio de prueba, pero si éstos se apresuran a indicar “salvo prohibición expresa de la ley...” (Arts. 182 CPPCR y 148 CPPT), como una clara limitación, o resaltando que los hechos y las circunstancias pueden ser probados en la medida que se utilice “...cualquier medio legal de prueba...” (Art. 162 CPPES) o bien utilizando un “...medio de prueba permitido...” (Arts. 180 y 182 CPPCR; y 182 CPPG). Aunque se establecen precisas limitaciones frente a aquella declaración abierta que permitiría probar cualquier hecho, con utilización de cualquier medio, durante el proceso penal. A tal propósito se dispone en Guatemala que “un medio de prueba, para ser admitido, debe referirse directa e indirectamente, al objeto de la averiguación y ser útil para el descubrimiento de la verdad. Los tribunales podrán limitar los medios de prueba ofrecidos para demostrar un hecho o una circunstancia, cuando resulten manifiestamente abundantes. Son inadmisibles, en especial, los elementos de prueba obtenidos por un medio prohibido, tales como la tortura, la 52 indebida intromisión en la intimidad del domicilio o residencia, la correspondencia, las comunicaciones, los papeles y los archivos privados” (Art. 183 CPPG) también reseñado en el artículo 15 del mismo cuerpo legal dentro de las Garantías Procesales cuando se señala que El imputado no puede ser obligado a declarar contra sí mismo ni a declararse culpable. El Ministerio Público, el juez o el tribunal, le advertirá clara y precisamente, que puede responder o no con toda libertad a las preguntas, haciéndolo constar en las diligencias respectivas. En similares términos se pronuncian los códigos salvadoreño y costarricense (Arts. 15, 162 CPPES; y 180, 181, 183 CPPCR).- resumiendo. La prohibición no recae en esta subcategoría en el medio de prueba, él está permitido, no así el modo de llevarlo a cabo, es decir, la forma de practicarla. Se basa en la exclusión de prácticas lesivas a los bienes y valores humanos fundamentales (la vida, la salud, la dignidad, etc.), punto coincidente sin dudas con el art 166 de nuestra LPP Ley 5 de 1977, que refrenda, la nulidad de las declaraciones de los acusados obtenidas por violencia o coacción de clase alguna. Otra de las coincidencias en los Códigos Procesales Centroamericanos, es de la llamada Defensa Técnica, o presencia del Abogado Defensor durante la declaración del acusado, desde el mismo momento que se inicia el proceso penal. En el (Art. 81 CPPG) se señala, en las declaraciones que preste durante el procedimiento preparatorio será instruido acerca de que puede exigir la presencia de su defensor y consultar con él la actitud a asumir, antes de comenzar la declaración sobre el hecho. En el Artículo 84.- (Asistencia). Durante el procedimiento preparatorio se le comunicará verbalmente al defensor el día y la hora en que se le tomará declaración al sindicado. Se podrá permitir, con anuencia de éste, la asistencia del querellante o de las partes civiles. El CPPCR, por su parte refrenda en su ARTICULO 13.- Desde el primer momento de la persecución penal y hasta el fin de la ejecución de la sentencia, el imputado tendrá derecho a la asistencia y defensa técnica letrada. Para tales efectos, podrá elegir a un defensor de su confianza, pero, de no hacerlo, se le asignará un defensor público, el derecho de defensa es irrenunciable. 53 Se entenderá por primer acto del procedimiento cualquier actuación, judicial o policial, que señale a una persona como posible autor de un hecho punible o partícipe en él .Por su parte el CPPES establece en su Art. 10.- Que todo imputado gozará del derecho irrenunciable a la asistencia y defensa de un abogado, desde el momento de su detención o desde que tenga la calidad de imputado hasta el fin de la ejecución de la sentencia. Si el imputado detenido no designa un defensor, se solicitará de inmediato el nombramiento al Procurador General de la República y el defensor público que se nombre deberá personarse dentro de las doce horas de recibida la solicitud. Situación que difiere de nuestra LPP, que en sus artículos del 247 al 249 regula el aseguramiento del acusado, y que solo al imponérsele a este, algunas de las medidas cautelares previstas en le ley procesal (art 249) puede el imputado nombrar Defensor y ser este parte en del Proceso. Luego de un análisis de los Códigos Procesales mencionados consideramos hacer mención especial a la Ley Procesal Costarricense, por lo avanzado de sus postulados, El Código Procesal Penal de 10 de abril de 1996 (CPPCR), vigente desde el 1ro de enero de 1998, sustituyó al de 1973, el cual rigió a partir de 1975, y se inspira en el Código Tipo para América Latina (1988). Entre los principios y garantías procesales que proclama el CPPCR, hago notar la regla que impone la interpretación restrictiva de toda disposición legal que coarte la libertad personal, prohibiendo la interpretación extensiva y la analogía mientras no favorezcan la libertad del imputado Los artículos citados sin alusión al cuerpo legal al que pertenecen, corresponden al Código Procesal Penal de 10 de abril de 1996 de Costa Rica. Dos preceptos estimo de tanta trascendencia que me permito su transcripción: El Artículo 12. Inviolabilidad de la defensa. Es inviolable la defensa de cualquiera de las partes en el procedimiento. 54 Con las excepciones previstas en este Código, el imputado tendrá derecho a intervenir en los actos procesales que incorporen elementos de prueba y a formular peticiones y observaciones que considere oportunas, sin perjuicio de que la autoridad correspondiente ejerza el poder disciplinario, cuando se perjudique el curso normal de los procedimientos. Cuando el imputado esté privado de libertad, el encargado de custodiarlo trasmitirá al tribunal las peticiones u observaciones que aquel formule, dentro de las doce horas siguientes a que se le presenten y le facilitará la comunicación con el defensor. Toda autoridad que intervenga en los actos iniciales de la investigación deberá velar porque el imputado conozca inmediatamente los derechos que, en esa condición, prevén la Constitución, el Derecho Internacional y el Comunitario vigentes en Costa Rica y en esta ley. Artículo 13. Defensa técnica. Desde el primer momento de la persecución penal y hasta el fin de la ejecución de la sentencia, el imputado tendrá derecho a la asistencia y defensa técnica letrada. Para tales efectos, podrá elegir a un defensor de su confianza, pero, de no hacerlo, se le asignará un defensor público. El derecho a la defensa es irrenunciable. Se entenderá por primer acto del procedimiento cualquier actuación, judicial o policial, que señale a una persona como posible autor de un hecho punible o partícipe en él. Con todo respeto considero que la inclusión de ambas normas en torno a la defensa penal es plausible. La primera (art. 12) comprende el derecho de participación del imputado en los actos de investigación, a transmitir peticiones u observaciones al tribunal en perentorio plazo cuando esté privado de libertad y a contar con la debida instrucción desde los actos iniciales. La otra (art. 13) preceptúa la defensa técnica obligatoria, ya sea por un defensor de confianza o un defensor público, desde el primer acto del procedimiento hasta el fin de la ejecución de la sentencia. 55 Nuestra Ley, LPP Ley 5 de 1977, no posee (según mi criterio) normas con dicha extensión: la presencia del acusado asegurado en los actos de incorporación de prueba queda limitada a determinados supuestos; ejemplos, arts. 132, 178, 213, 214, 236 y 237. En caso de estar privado de libertad el acusado, quien lo custodia no tiene obligación por la ley de transmitir sus peticiones a la autoridad competente. Sí está recogido el deber de instruir al acusado de los derechos que le asisten (art. 2 de la LPP), en juicio ordinario– solo autoriza la presencia del defensor, durante la fase preparatoria, en el caso de acusado asegurado, y luego de transcurrir varios plazos que pueden llegar hasta las 168 horas. La defensa se torna obligatoria en la fase judicial, limitada a la celebración del juicio oral, no a los recursos; y en la de ejecución no aparece autorizada expresamente, cuestión que más adelante analizaremos como una de las posibles deudas de nuestro ordenamiento procesal penal. CAPÍTULO II: LA DECLARACIÓN DEL ACUSADO Y DE LOS TESTIGOS EN EL CONTEXTO JURÍDICO PENAL CUBANO. En este último capítulo de la investigación nos trazamos como objetivo esencial establecer las principales limitaciones que presenta la valoración de los medios de prueba personal en el proceso penal cubano en aras de proponer un conjunto de 56 presupuestos teórico – jurídicos tendentes al perfeccionamiento de la normativa vigente. 2.1 LOS MEDIOS DE PRUEBA PERSONAL: LA DECLARACIÓN DEL ACUSADO Y DE LOS TESTIGOS. ANTECEDENTES HISTÓRICOS Y TEÓRICOS. Un momento cumbre en la historia del Derecho Procesal Penal en Cuba, lo es el 1ro de enero de 1889, en que entra en vigor la monumental Ley de Enjuiciamiento Criminal española, de 14 de septiembre de 1882 (LECrim en lo adelante), hecha extensiva a la Isla por Real Decreto de 19 de octubre de 1888, obra fruto del movimiento codificador del siglo XIX. Antes, habían llegado al suelo patrio el Código Penal de 1870, la Ley de Enjuiciamiento Civil de 1881 y el Código de Comercio de 1885.Con posterioridad a la citada fecha, se reciben el Código Civil de 1888 y la Ley Hipotecaria de 1893. Este conjunto de legislaciones marcó un cambio sustancial del Derecho feudal al burgués. Poco conocida es la historia de la justicia penal en nuestro país antes de 1889. Según los estudios de RODRÍGUEZ SOLVEIRA30 …rigieron “la Novísima Recopilación, que no derogó, sino que dejó subsistentes con carácter supletorio el Fuero Juzgo, que le precedió en doce siglos, y Las Partidas, que le antecedió en seis, y por si todo esto fuera poco, tenían vigencia con carácter supletorio las Leyes de Indias”…, a lo que se unía el ejercicio de la costumbre. El juzgamiento en materia penal en el señalado período, estuvo caracterizado por un proceder propio del sistema inquisitivo: justicia delegada, juez activo, acusado como objeto del proceso, limitación de la defensa, secreto y escritura, prisión provisional como regla, y prueba tasada. 30 RODRÍGUEZ SOLVEIRA, M., “Cien años de Derecho en Cuba”. Revista Cubana de Derecho, La Habana, 1(1):69-105, enero, 1972. 57 La mencionada LECrim, dio un viraje a la expresada situación. Este cuerpo legal, constituyó un paradigma de proceso para su época, al ser expresión de una fórmula de compromiso, entre las ideas del liberalismo, y la costumbre secular de enjuiciar a los delincuentes, fundada en un modelo inquisitivo. Entre sus principales notas distintivas se encuentran, una clara separación entre las funciones de instrucción acusación y el juzgamiento. La primera etapa, denominada “del sumario”, con predominio de los caracteres del sistema inquisitorial, permitía reunir las pruebas para fundar la sospecha sobre delito y autor, siendo ésta su única finalidad, pues las diligencias obtenidas no podían servir de base a la sentencia; la otra, con notas dominantes del sistema acusatorio, conocida como “del juicio oral”, acto público y contradictorio, donde con cierta paridad entre acusación y defensa ante los mismos Jueces de forma concentrada e ininterrumpida, se recibían las pruebas fundamento exclusivo de la final decisión⎯ y, luego de su libre apreciación, se pretendía la búsqueda de la verdad histórica, que continuaba siendo la meta del proceso. El Tribunal, junto a la Fiscalía, era responsable de su obtención, en virtud del principio de obligación judicial de esclarecimiento. La comentada Ley rigió por espacio de ochenta y cinco años (hasta enero de 1974) y fue objeto de múltiples e importantes modificaciones, aunque estas no quebraron su sistemática esencial, entre ellas encontramos las sufridas bajo la intervención norteamericana por órdenes militares, como la referida al recurso de casación (Orden No. 92 de 1899), la que abolió casi radicalmente el secreto sumarial (Orden No. 109 de 1899),o las que establecieron el Hábeas Corpus (Orden No. 427 de 1900)y la justicia correccional (Orden No. 213 de 1900). Otras mutaciones datan de la época de la República, previa al triunfo Revolucionario en 1959; ejemplos lo son la creación de los Tribunales y el procedimiento de urgencia, así como las provocadas por la Constitución de 1940 y, finalmente, las que realizara el nuevo Gobierno a partir del 1ro de enero de 1959. 58 No es posible pasar por alto en este breve recuento legislativo, al Derecho Mambí, nacido en la manigua durante las guerras de 1868 y 1895, expresión de lo cual fue la Ley Procesal de Cuba en Armas, de 28 de julio de 1896, y que tuvo su continuación en el constituido en la Sierra Maestra, en la lucha contra la dictadura batistiana .Aun con sus imperfecciones, es posible afirmar que en Cuba, a partir de 1889, la solución de los conflictos penales se realiza a través de un proceso cuyo centro lo es el juicio oral y público, lo que nos distinguió de los modelos de enjuiciamiento que rigieron en la mayor parte de los países hermanos de Latinoamérica ,matizados por el secreto y la escritura. Según ha reiterado el prestigioso profesor argentino JULIO MAIER31,…el núcleo de la reforma procesal en dicha región, a partir de la década de 1980, lo constituyó la instauración del juicio oral y público. Este acto para el ciudadano cubano, forma parte de su cultura jurídica, en mayor o menor grado… El Gobierno Revolucionario, no enfrentó de manera precipitada la reforma de la legislación burguesa imperante, en sentido general, y la procesal penal, en particular; modificó lo indispensable con el propósito de continuar su obra. La LECrim mantuvo su vigencia para el conocimiento de los delitos comunes, por el procedimiento ordinario regulado en la misma. En cuanto a los delitos contrarrevolucionarios, por una Ley de 1959 (Ley No. 634, de 20 de noviembre de 1959), se dispuso que fueran juzgados sumariamente por los Tribunales Revolucionarios y mediante el procedimiento establecido, en la mencionada Ley Procesal de la República de Cuba en Armas, con las modificaciones que aquella le introdujo. El 25 de junio de 1973 (LPP de 1973 en lo adelante) nacía la Ley 1251, Ley de Procedimiento Penal, acordada por el Consejo de Ministros la cual derogó la LECrim 31 MAIER, JULIO, Derecho Procesal Penal, T.I Fundamentos, Editores del Puerto, Buenos Aires, 2° ed., 1996, pp.257 s.s. 59 española, que dominó en nuestro país los destinos del juzgamiento en materia penal por más de ocho décadas. La nueva Ley, a pesar de la influencia de la legislación del campo socialista europeo de aquel entonces ⎯en especial del procedimiento criminal en la URSS⎯ cuyas bases estuvieron presentes, llevó en su génesis a la derogada Ley española. La Ley de 1973, siguió la orientación de la anterior, al mantenerla afiliación al sistema mixto, formulándose tres propósitos cardinales o de fondo: Primero, ofrecer las garantías necesarias, tanto a los inculpados, como a la sociedad, de modo que las sentencias absolutorias o sancionadoras resultaran justas, eficaces y educativas. Segundo, concentrar las actuaciones y el juicio para el logro de una justicia pronta, sin merma de ninguna garantía. En Cuba, en la Ley de Procedimiento Penal de 25 de junio de 1973 (LPP), se responsabilizó a la policía con la etapa de instrucción, asistida del Ministerio Fiscal, sin perjuicio de las facultades del tribunal para designar un juez instructor que continuara las investigaciones en determinados casos; también el tribunal conocía del recurso de queja durante la fase preparatoria. En la Ley de Procedimiento Penal de 13 de agosto de 1977, la fase preparatoria se realiza por el Instructor de la Policía, del Departamento de la Seguridad del Estado o de la propia Fiscalía, bajo el control del fiscal. La comentada Ley de 1973 tuvo efímera vigencia, y sólo sufrió una modificación, referida a la suspensión de la sentencia firme de muerte, estableciéndose un término de diez días para que el Gobierno decidiera sobre la ejecución, o la conmutación, de dicha sanción (Ley No. 1290, de 22 de febrero de 1975).A esta Ley le siguió en el tiempo la Ley en vigor (Ley No. 5),aprobada por la Asamblea Nacional del Poder Popular el 13 de agosto de 1977; que se dictó con el propósito de: poner en correspondencia las normas procesales con la nueva organización de los Tribunales; definir el juzgamiento de los funcionarios de los nuevos cargos creados por el proceso de institucionalización; modificar lo concerniente al aseguramiento del 60 acusado; y redefinirla competencia de los Tribunales militares cuando delincan, de conjunto, militares y civiles. En su obra El Juicio Oral Antecedentes en la LECrim, Ideas para Una Nueva Formulación el Profesor DANILO RIVERO GARCÍA32 expone…De la comparación de los tres cuerpos legales, en sus líneas generales, se advierte similar sistemática. En cuanto a los dos últimos, casi igual estructura y contenido de sus normas… Realizado este breve bosquejo histórico sin el cual no podría ser posible entrar a analizar nuestra Ley Procesal penal vigente nos proponemos a realizar un estudio histórico teórico (procesalmente hablando) de las 3 leyes procesales en cuanto a la prueba personal ,acusado y testigos , comparado con nuestra vigente Ley Procesal Penal, Ley 5 de 1977 . En cuanto a las pruebas, específicamente la personal su práctica y apreciación, en el de la LECrim no aparecía expresamente un orden para la práctica de las pruebas durante el acto del juicio Oral (artículo 701) , ( como lo hacen las leyes de 1973 ,y de 1977 esta última en el art 311), el orden de la práctica de las pruebas , era propuesto por las partes, aunque sí preceptuaba que el Presidente podía alterarlo cuando así lo considerara conveniente para el mayor esclarecimiento de los hechos , el orden en la práctica de las pruebas debían proponerlo las partes en sus escritos de calificación, en correspondencia con sus intereses y estrategia, y no estaba preestablecido en la ley. De considerarse la declaración del acusado un medio de prueba, este tenía el derecho de dirigir la palabra al tribunal al inicio y al final del debate, lo que no podía ser variado 32 GARCÍA RIVERO, Danilo, El Juicio Oral Antecedentes en la LECrim Ideas para Una Nueva Formulación EDICIONES ONBC .La Habana 2005, p. 6. 61 En cuanto a la Declaración de los acusados estaban regulados en los Artículos 688 al 700 de la LECrim, y 317 de la LPP de 1973. Los mencionados artículos de la ley española, que conforman la sección primera bajo el rubro “De la Confesión de los Procesados y Personas Civilmente Responsables”, perteneciente al Capítulo III del Título III del Libro Tercero, sufrieron importantes modificaciones luego de la vigencia de la citada ley en la Isla, inicialmente por la Orden Militar No. 109 de 13 de julio de 1899. Luego varios de ellos fueron declarados inconstitucionales, por contrariar lo establecido en el artículo 26 de la Constitución de 1940. El artículo 700 quedó redactado teniendo en cuenta la situación creada por la declaración de inconstitucionalidad de algunos de los artículos precedentes, pero el contenido de su formulación final constituye el antecedente del artículo 31233 de la ley procesal vigente. En su primitiva redacción, la LECrim solo se regulaba la confesión cuando la pena pedida era correccional; si la solicitada era más grave no se regulaba, pero la jurisprudencia estableció que podían las partes proponerla como prueba. El artículo 312 de nuestra LPP, postula una garantía esencial de rango constitucional, la declaración del acusado, que en nuestro ordenamiento constituye un medio de defensa y, a su vez, un medio de prueba aprovechable en ciertas circunstancias, estableciendo meridianamente la posibilidad del acusado de declarar o no, en su propia causa. El legislador de 1973 quiso evitar que la referida declaración se considerara la reina de las pruebas, y consagró en el artículo 3 que: “Todo delito debe ser probado independientemente del testimonio del acusado, de su cónyuge, y de sus familiares hasta el cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad” (así aparecía en el 33 ARTICULO 312. Ningún acusado tiene obligación de declarar en su propia causa. El Presidente del Tribunal le preguntará si desea prestar declaración, previamente advertido del derecho que le asiste de hacerlo o no. Si el acusado quisiera hacerlo, manifestará lo que entienda necesario en relación con los hechos. Después pueden preguntarle los que sean parte en el proceso, comenzando por el Fiscal o el acusador, y está obligado a contestar o a expresar que se abstiene de dar respuesta a la pregunta que se le haya formulado. 62 artículo 26 de la Constitución de 1940). Esa disposición se mantiene en el artículo 134 de nuestra actual ley procesal, así como Las garantías que están preceptuadas para la fase preparatoria en los artículos 160 al 166, en lo que resulten aplicables, rigen para el juicio oral. Ejemplo, durante el juicio, el acusado tiene el derecho, o no, a prestar declaración, en el período de Fase Preparatoria, cuantas veces lo solicite del Instructor, y no sólo al inicio y al final, como se ha entendido muchas veces en la práctica (véase artículo 161).Resulta interesante la autorización del Art 700 de la LECrim que facultaba expresamente al Tribunal a preguntar al acusado, no así (como ya hemos expuesto) en el art 312 de la LPP, que no lo hace si este no lo desea, teniendo esta potestad El Tribunal , en relación con los testigos y peritos (ver artículos 320 y 33335). Es interesante y a mi modesto modo de ver, constituye una limitación de nuestra Ley Procesal vigente, lo regulado en el Artículo 16136 puesto que ,al realizar cualquier 34 ARTICULO 1. (Modificado)…Se presume inocente a todo acusado mientras no se dicte fallo condenatorio contra él. Todo delito debe ser probado independientemente del testimonio del acusado, de su cónyuge y de sus familiares hasta el cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad. En consecuencia, la sola declaración de las personas expresadas no dispensará de la obligación de practicar las pruebas necesarias para la comprobación de los hechos… 35 ARTICULO 320. Una vez instruido el testigo por el Presidente de la obligación de decir la verdad y de la responsabilidad penal en que incurriría si faltare a ella, así como de preguntársele por sus generales y sobre si conoce al acusado y al ofendido, así como con respecto al parentesco, amistad, enemistad o relaciones que tenga con alguno de ellos, se procederá a su interrogatorio por la parte que lo propuso. A continuación puede ser interrogado por las demás partes y miembros del Tribunal. Puede, además, ser repreguntado por los que lo soliciten del Presidente. ARTICULO 333. La prueba pericial en el juicio oral se practica con la asistencia de uno o tres peritos. Los peritos serán examinados juntos cuando deban informar sobre los mismos hechos y contestarán en la misma forma señalada para los testigos a las preguntas y repreguntas que las partes y los miembros del Tribunal les dirijan. 36 ARTICULO 161. Ningún acusado tiene obligación de declarar en su contra. El Instructor, cumplida la formalidad a que se refiere el Artículo anterior, estará en el deber de hacerle saber de qué se le acusa, 63 estudio sobre la Declaración del acusado hay que partir de la garantía constitucional del derecho a no declarar en su contra, recogido así expresamente en el arriba mencionado artículo de nuestra ley de Trámites, así como expresa además que el Instructor está en la obligación de hacerle saber de qué se le acusa, por quién y los cargos que se le imputan y apercibirlo de su derecho a no declarar si lo desea, nuestra Ley Procesal no refiere término en el cual se le debe tomar declaración al acusado, una vez que es detenido, siendo más precisa en este aspecto la Ley de Enjuiciamiento Criminal Española la cual concedía, un término de veinticuatro horas a partir de la detención del acusado, pudiéndose prorrogar sólo por causas graves otras cuarenta y ocho horas. Recientemente la Instrucción No. 211 del 2011 del TSP, acertadamente agrega condiciones a mi criterio acertadas para la práctica de la declaración del acusado y su participación durante el juicio Oral, que reproducimos en parte de acuerdo al tema de nuestra tesis en lo referente a la declaración del acusado. Apartado II: colocación del tribunal, las partes, testigos, peritos, público y piezas de convicción c) Siempre que resulte posible, el acusado se colocará en el asiento (banquillo) del mismo lado del defensor y próximo a este. En los casos en que el acusado asista al juicio encontrándose detenido o privado de libertad por otra causa, los funcionarios de la Dirección de Establecimientos Penitenciarios del Ministerio del Interior se ubicarán sentados detrás de él. d) El presidente de la sala, a solicitud del representante legal del acusado, y es- cuchado el criterio del fiscal, podrá excepcionalmente autorizar que el acusado permanezca temporalmente sentado al lado del abogado, durante el desarrollo de la por quién y los cargos que se le dirigen, e instruirlo del derecho que le asiste para prestar declaración, si quisiera hacerlo, lo cual podrá realizar en cualquier momento y cuantas veces lo solicite. 64 práctica de las pruebas, a fin de permitir la adecuada y necesaria comunicación entre el acusado y el abogado, para facilitar el ejercicio de la defensa. Apartado IV: práctica de las pruebas a) El presidente de la sala manifestará: Se procede a la práctica de las pruebas; y expresará: ¡Acusado, póngase de pie¡ Le indicará que se coloque frente al tribunal, le preguntará su nombre y apellidos, sobrenombre (si lo tiene), edad, grado de escolaridad, ocupación, lugar donde trabaja, estado civil, si tiene hijos, dónde vive y cuanto dato le resulte útil para la solución del caso. Después le impondrá del derecho que le asiste a declarar o abstenerse, y le preguntará por cuál de esas opciones se decide. 1. Si el acusado opta por acogerse al derecho de no declarar y a no responder preguntas de las partes y del tribunal, se consignará en el acta esta decisión, y se le ordenará sentarse, no se le exhortará a declarar y, menos, a ser veraz. Si el acusado se acoge al derecho de no declarar y, en cualquier momento del juicio, manifiesta la voluntad de hacerlo, el presidente de la sala accederá a esa petición, realizándole las advertencias o previsiones legales anteriormente mencionadas. 2. Si el acusado manifiesta su deseo de declarar, el presidente de la sala le indicará que exponga lo que en relación con los hechos, crea conveniente. Se debe evitar, si no lo ha solicitado el acusado, que se proceda directamente al interrogatorio de las partes, antes de que el encausado ex-ponga lo que estime conveniente. Cuando el presidente lo considere pertinente, permitirá que el acusado brinde lectura de su declaración o consulte notas durante su exposición. 3. Concluida la libre exposición del acusado, el fiscal, el abogado y los miembros del tribunal podrán formularle preguntas; no obstante, el acusado puede abstenerse de contestar alguna o todas las interrogantes y así lo hará saber (artículo 312 de la Ley de Procedimiento Penal). Con relación a la declaración de los testigos los cuerpos procesales penales legales que han regido en nuestro país poseen posturas muy similares, La LPP Ley 5 de 65 1977 vigente regula en su Capítulo III - Del examen de los testigos. Artículo 31437. Todos los que, con arreglo a lo dispuesto en el artículo 167, están obligados a declarar, lo harán concurriendo ante el Tribunal, sin otra excepción que las personas mencionadas en el artículo 191, a las que se les notificará a través del Ministerio de Relaciones Exteriores la fecha de la celebración del juicio oral, por si desean prestar declaración, teniendo sus antecedentes de similar confección en los Artículos 702 y 707 de la LECrim, y 319 de la LPP de 1973. No queríamos dejar pasar por alto un polémico tema, y es en cuanto a que conceptualmente, el Testigo es quien debe dar a conocer su percepción sobre los hechos investigados ante el Tribunal competente, esto por medio de una declaración. El artículo establece una regla y consiste en que la declaración se presta oralmente ante el Tribunal. Hay excepciones Ej. La LPP establece en su Artículo 315. Si las personas mencionadas en el artículo 188(Los miembros del Buró Político del Partido Comunista de Cuba; el Presidente, Vicepresidente y Secretario de la Asamblea Nacional del Poder Popular; los miembros del Consejo de Estado; los miembros del Consejo de Ministros; el Presidente y Vicepresidente del Tribunal Supremo Popular; el Fiscal General de la República y los Vice fiscales Generales; los Jueces y Fiscales de categoría superior a los del Tribunal que corresponda conocer de la causa; los jefes máximos de los distintos cuerpos de los institutos armados.) han tenido conocimiento por razón de su cargo de los hechos que sean objeto de la causa, pueden consignarlo por medio de informe escrito, al que se le dará lectura 37 ARTICULO 314. Todos los que, con arreglo a lo dispuesto en el Artículo 167, están obligados a declarar, lo harán concurriendo ante el Tribunal, sin otra excepción que las personas mencionadas en el Artículo 191, a las que se les notificará a través del Ministerio de Relaciones Exteriores la fecha de la celebración del juicio oral, por si desean prestar declaración. ARTICULO 315. Si las personas mencionadas en el Artículo 188 han tenido conocimiento por razón de su cargo de los hechos que son objeto de la causa pueden consignarlo por medio de informe escrito, al que se le dará lectura inmediatamente antes de proceder al examen de los demás testigos. 66 inmediatamente antes de proceder al examen de los demás testigos teniendo sus el citado cuerpo legal en el Artículo 703 de la LECrim y 320 de la LPP de 1973.mi criterio es que ya no sería prueba Testifical ,sino documental pues pierde el carácter de prueba personal ,de inmediata apreciación por el Tribunal, tal y como lo apreciaba la LECrim, en su artículo 703 la El acta que contiene la declaración a la que se refiere esta norma, constituye una prueba documental ,no testifical. En cuanto a la presencia de los testigos en el acto del Juicio Oral nuestra Ley Adjetiva Penal vigente, tiene sus antecedentes en los Artículos 704 de la LECrim y 322 de la LPP de 1973. La ley española se refiere a los testigos que hayan de declarar a los que no se le permitirá su presencia en la sala, y no a los que ya han declarado como regula el art 31738 de la LPP Ley 5 de 1977 , siendo mi criterio que nuestro cuerpo procesal debía impedir tanto la presencia en la sala de los testigos que hubieren de declarar, como el de los que ya lo hubieren hecho, en el primero de los casos por razones obvias evitando una declaración viciada, en el segundo previendo que el testigo pudiere ser llamando de nuevo a prestar declaración por el Tribunal en cualquier momento durante la celebración del acto del Juicio Oral . En cuanto a la obligación de los testigos de declarar y decir la verdad durante el Juicio Oral, en nuestra LPP está recogido en el Artículo 31939, y es aplicable lo dispuesto en los artículos que regulan la declaración de los testigos durante la Fase 38 ARTICULO 317. En ningún caso se permitirá a los testigos, después de haber declarado, permanecer en la Sala en que se celebre el juicio o lugar próximo desde el cual puedan conocer su desarrollo, mientras no se haya terminado la práctica de todas las pruebas admitidas. ARTICULO 318. Lo dispuesto en los Artículos que anteceden es también aplicable en el caso en que el testigo deba declarar o practicar cualquier reconocimiento en lugar distinto de aquel en que la audiencia se celebre. 39 ARTICULO 319. Respecto a la obligación de los testigos de comparecer, declarar y decir verdad en el juicio oral, es aplicable lo dispuesto en los Artículos 167 a 173. 67 Preparatoria del 167 al 173, es decir el art 319 sólo es comprensible al dominar el contenido de los artículos 16740 al 173, que tratan los aspectos siguientes: quienes están obligados a concurrir para declarar como testigos (artículo 167), quienes están exentos de declarar (artículo 168), quienes pueden excusarse de dicha obligación (artículo 17041), o no es necesario recibirle declaración en tal concepto (artículo 171); 40 ARTICULO 167. Todas las personas que residan en el territorio nacional, que no estén impedidas ni exceptuadas, tienen la obligación de concurrir al llamamiento de autoridad competente para declarar como testigos… ARTICULO 168. Están exentos de declarar como testigos: 1) Las personas privadas del uso de la razón; 2)los funcionarios públicos, tanto civiles como militares, de cualquier clase que sean, sobre determinado particular o extremo de los hechos que no puedan revelar sin violar el secreto que por razón de sus cargos estén obligados a guardar. ARTICULO 169. Si en el caso del Apartado 2) del Artículo anterior se ofrecen dudas sobre la inviolabilidad del secreto, y el particular a que se refiera puede ser determinante de la culpabilidad o grado de ésta, o de la inocencia del acusado, se acudirá al superior jerárquico… 41 ARTICULO 170. (Modificado) Pueden excusarse de la obligación de declarar:1) Los ascendientes y descendientes del acusado, su cónyuge y demás parientes hasta el cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad;2) el Abogado del acusado respecto a los hechos relativos al proceso que éste le haya confiado en su calidad de Defensor, el testigo comprendido en las relaciones indicadas en los Apartados 1) y 2) del párrafo anterior con uno o más de los acusados, está obligado a declarar en cuanto a los otros con respecto a los cuales no concurran dichas circunstancias, a no ser que su declaración pueda afectar a su pariente o defendido. ARTICULO 171. (Modificado) No será necesario recibir declaraciones como testigos a los que: 1) Participen con tal carácter en la práctica de registros domiciliarios o de lugares públicos, inspecciones del lugar o reconstrucciones de los hechos hayan emitido dictámenes periciales, auditorías, u otros escritos, cuyos resultados consten claramente de actas o informes indubitados. ARTICULO 172. Ningún testigo puede ser obligado a declarar acerca de una pregunta cuya contestación pueda perjudicar material o moralmente y de una manera directa o importante a su persona, honra o intereses… ARTICULO 173. (Modificado) El testigo debidamente citado que, sin motivo justificado y previamente alegado, deje de acudir al llamamiento de autoridad competente en la oportunidad señalada… incurrirá en multa de cincuenta pesos; y si persistiere en su resistencia, se deducirá testimonio por el delito procedente, en el primer caso se librarán, además, las órdenes necesarias 68 asimismo, sobre la no obligatoriedad del testigo de responder preguntas cuya contestación pueda perjudicar a su persona o a la determinados parientes cercanos (artículo 172), y por último, como proceder con el testigo que deje de acudir al llamamiento del Tribunal, o que se niegue a declarar en todo o en parte, o lo haga en forma evasiva (artículo 173),y tiene sus antecedentes en los Artículos 706, 707 y 716 de la LECrim y artículo 324 de la LPP de 1973. Es de necesario señalar lo regulado en el art el artículo 17842 de la LPP se establece que los testigos (en Fase Preparatoria ) declararán separada y secretamente, sin permitirse la presencia de persona ajena "..A las del Fiscal, las demás partes y sus representantes, si asistieren, el Instructor, el Secretario y cualquiera otra que resulte imprescindible como intérprete o con otro carácter legal." En cuanto a este precepto es imprescindible señalar que se establece expresamente una condición para este acto que es relativamente contradictoria con la posibilidad de participación de las "demás partes"; pero respecto a éstas, también resulta dudoso el precepto cuando señala "si asistieren”, sin especificar que el actuante esté obligado a citarlas, al menos, en algunos casos o para determinadas declaraciones que sí deban ser del interés de éstas. El Artículo 320 de la LPP señala que una vez instruido el testigo por el Presidente de la obligación de decir la verdad y de la responsabilidad penal en que incurriría si faltare a ella, así como de preguntársele por sus generales y sobre si conoce al acusado yal ofendido, así como con respecto al parentesco, amistad, enemistad o relaciones que tenga con alguno de ellos, se procederá a su 42 ARTICULO 178. Los testigos declararán separada y secretamente, sin permitirse la presencia de persona ajena a las del Fiscal, las demás partes y sus representantes, si asistieren, el Instructor, el Secretario y cualquiera otra que resulte imprescindible como intérprete o con otro carácter legal. ARTICULO 320. Una vez instruido el testigo por el Presidente de la obligación de decir la verdad y de la responsabilidad penal … sus generales y sobre si conoce al acusado y al ofendido, así como con respecto al parentesco, amistad, enemistad o relaciones que tenga con alguno de ellos, se procederá a su interrogatorio por la parte que lo propuso. A continuación puede ser interrogado por las demás partes y miembros del Tribunal. Puede, además, ser repreguntado por los que lo soliciten del Presidente. 69 interrogatorio por la parte que lo propuso. A continuación puede ser interrogado por las demás partes y miembros del Tribunal, puede, además, ser repreguntado por los que lo soliciten del Presidente. En sentido similar y como antecedente se pronunciaban los arts. 706 y 708 de la LECrim y artículo 325 de la LPP de 1973, en la LECrim (artículo 708) se debía autorizar el interrogatorio del testigo por los miembros del Tribunal, a través de quien preside el acto, y no por sí mismo. Una aclaración similar no aparece en lo relacionado con las preguntas al acusado (artículo 700). La invocada limitación no se reprodujo en las leyes posteriores. En cuanto a la Declaración del Menor, está regulada en Cuba por la Instrucción 173 del 2003 del TSP puesto que la LPP cubana, solo señala que los menores víctimas de delito durante la Fase Preparatoria, serán examinados por vía de exploración (art 17943), sin precisar otros detalles. La Instrucción regula lo que, ha sido una cuidadosa práctica de los Tribunales cubanos y es nuestro criterio que cualquiera que sea la fórmula que se adopte para el examen del menor, debe estar relacionado con los principios generales del juicio oral como lo son los de inmediación y contradicción. Este último postula el derecho que tienen las partes de controlar el elemento de prueba, que sirve de base a la sentencia, en entrevista realizada en pleno los jueces entrevistados son del criterio de examinar al menor en juicio oral, salvo razón de fuerza mayor, está Instrucción, no tiene antecedentes en la Lecrim ni en la LPP de 1973 y pasa a ser una novedosa regulación a tono con las regulaciones internacionales contemporáneas que protegen los Derechos del niño. 43 ARTICULO 179. El testigo manifestará primeramente su nombre, apellidos, naturaleza, edad, estado civil y ocupación; si conoce o no al acusado y al acusador particular, en su caso, y si tiene con ellos relaciones de parentesco, amistad, enemistad o de otra índole; si tiene interés personal en el asunto, explicando, en caso afirmativo, en qué consiste. Seguidamente se le advertirá de la obligación en que está de decir la verdad, sin ocultar lo que sepa, y la responsabilidad penal en que incurriría si faltare a tales deberes. Si se tratare de un menor de dieciséis años, no se le hará esta advertencia y se le examinará por vía de exploración 70 Esta Instrucción establece reglas con el propósito de hacer compatible el interés del Estado en la persecución de los delitos donde deban ser examinados menores en el juicio, y la protección a estos de los perjuicios que se puedan derivar de dicho examen y es compatible con La Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, de la cual Cuba es parte, apropiadas en su caso para promover la recuperación física y psicológica de todo niño víctima, en un marco de respeto a su dignidad. Y Se deja establecido un principio: sólo se procede al examen del menor cuando ello no le perjudique y resulte imprescindible para el esclarecimiento de la verdad, pudiendo adoptar el Tribunal alguna de las siguientes variantes: Examinar la filmación de su declaración sumarial o darle lectura a la misma; Explorarlo mediante un especialista, fuera del Tribunal; Examinarlo en el Tribunal; Si el menor está imposibilitado de concurrir a la sede del Tribunal (artículos 328 y 32944) de la LPP, será examinado en su domicilio o en el centro donde se encuentre en cualquier lugar del territorio nacional, salvo que se libre despacho al Tribunal correspondiente, lo antes expuesto es también de aplicación para el examen de aquellas personas cuya edad mental es inferior a los 16 años. 44 ARTICULO 328. Si el testigo estuviere físicamente impedido de acudir a la citación para declarar, su examen se efectuará en una oportunidad posterior que no exceda de diez días hábiles, sin perjuicio de continuar practicándose las demás pruebas; pero si la imposibilidad pudiera prolongarse por un término dilatado, el Tribunal se constituirá por sí, o designará uno o más de sus miembros, según la mayor o menor importancia que se le atribuya a la declaración, para que se constituyan en el domicilio o lugar en que el testigo se halle, con asistencia de las partes, a fin de practicar la diligencia, siempre que con ello no se ponga en peligro la vida del testigo. El Secretario extenderá diligencia, haciendo constar las preguntas que se hayan hecho al testigo, las respuestas de éste y los incidentes que hubieren ocurrido durante el acto. Este último requisito no es exigible cuando sea el propio Tribunal el que practique la prueba. ARTICULO 329. Si el testigo imposibilitado de concurrir a la sesión no reside en la localidad en que la misma se celebre, se libra despacho al Tribunal correspondiente para que sea examinado. En este caso, las partes pueden solicitar que en el despacho se consignen las preguntas, las que, siendo pertinentes, se incluyen en aquel. 71 Por su parte el artículo 321 de la LPP. Le otorga la facultad al Presidente de la Sala para encausar el debate y hacer observar el orden y la compostura debidos, y nadie (salvo el presidente) puede interrumpir al testigo mientras declare, no teniendo antecedentes este artículo en la Lecrim, y si en la LPP de 1973 en el art 326.El citado artículo 321 constituye una aclaración sobre las atribuciones del Presidente, entre las que se encuentra el conducir el debate, evitando discusiones impertinentes, en cuanto a las preguntas o repreguntas capciosas, sugestivas o impertinentes realizadas al testigo y su regulación ni permitiéndolas por parte del Presidente del Tribunal, tienen un muy similar contenido tanto en el Lecrim Artículos 709 y 721 y artículo 327 de la LPP de 1973,en la LPP vigente está recogido en su artículo 322 45. El Artículo 323 de la LPP actual señala… Los testigos expresarán la razón de su dicho y, si fueren de referencia, precisarán el origen de la noticia, designando por su nombre y apellidos, o por las señas con que fuere conocida, a la persona que se la haya comunicado, y tiene sus Antecedentes en los Artículos 710 de la LECrim y 328 de la LPP de 1973, (dichos artículos tienen una idéntica redacción en las tres leyes).Es a mi criterio una norma de una importancia extraordinaria para la valoración del testimonio y significa que el testigo exponga el modo en que obtuvo la Información que está brindando al Tribunal; si la observó, escuchó, etc. y que exprese de dónde y cómo obtuvo la información. La norma permite el testigo de referencia, no presente en otros ordenamientos, pero lo obliga a precisar el origen de la noticia, lo que pretende el legislador con esta disposición, es proporcionar a las partes los elementos que permitan apreciar la credibilidad del testimonio, sobre este 45 ARTICULO 321. Salvo la facultad del Presidente para encauzar el debate y hacer observar el orden y la compostura debidos, nadie puede interrumpir al testigo mientras declare. ARTICULO 322. El Presidente no permitirá que el testigo conteste a preguntas o repreguntas capciosas, sugestivas o impertinentes… ARTICULO 323. Los testigos expresarán la razón de su dicho y, si fueren de referencia, precisarán el origen de la noticia, designando por su nombre y apellidos, o por las señas con que fuere conocida, a la persona que se la haya comunicado. 72 particular deseamos comentar que existen unos difusos y disgregados principios, sobre los que más adelante comentaremos en nuestra tesis que de alguna manera deberían estar más uniformemente establecidos. Los artículos 32446 (examen de testigos sordomudos o que no conozcan el idioma español) ,325 (que las partes puedan solicitar que el testigo reconozca cualquiera de las piezas de convicción ocupadas) de la vigente LPP, tienen una similar redacción (en las tres leyes) respectivamente con los artículos 711 de la LECrim y 329 de la LPP de 1973 y Artículos 712 de la LECrim y 330 de la LPP también del año 1973. Sin lugar a dudas, se le concede una gran importancia a la declaración prestada en Fase de Instrucción por el testigo, donde, por lo general está ausente el defensor para su control, cuando difieren de las vertidas en Juicio Oral en sedes penales y apreciadas por la Sala Sentenciadora que deberá pronunciarse en uno u otro sentido. En los Códigos Procesales anteriormente vigentes podemos exponer que los artículos 714 de la Lecrim y 331 de la LPP de 1973 lo regulaban, dichos artículos presentaban una similar redacción al 326 de la LPP vigente , El propósito del precepto consiste en inquirir al deponente, a explicar las esenciales diferencias o contradicciones que se muestren entre ambas declaraciones, esto sin dudarlo para valorar el testimonio, sin constituir una vía para incorporar a la sentencia declaraciones sumariales ausentes de todo control por las partes. También, puede emplearse este precepto para el testigo que manifiesta no recordar el hecho sobre el que se investiga. Lo regula así en la LPP el Artículo 326. Si la declaración del testigo en el juicio oral difiere 46 ARTICULO 324. Los testigos sordomudos o que no conozcan el idioma español se examinan del modo prescrito en los Artículos 192 y 193. ARTICULO 325. Las partes pueden solicitar del Tribunal que el testigo reconozca cualquiera de las piezas de convicción ocupadas. ARTICULO 326. Si la declaración del testigo en el juicio oral difiere sustancialmente de la prestada en cualquier momento de la fase preparatoria del proceso puede pedirse por alguna de las partes la lectura de ésta y, hecho que sea, el Presidente requerirá al testigo para que explique la diferencia o contradicción que se observe entre ambas declaraciones. 73 sustancialmente de la prestada en cualquier momento de la fase preparatoria del proceso, puede pedirse por alguna de las partes la lectura de ésta y, hecho que sea, el Presidente requerirá al testigo para que explique la diferencia o contradicción que se observe entre ambas declaraciones. Sobre esta cuestión la Instrucción del TSP No 81 de 13 de Enero de 1979 en su apartado VIII señala y regula sobre los deberes del juez ponente. Será deber del ponente prestar especial atención a las contradicciones que puedan ofrecerse entre las declaraciones de los testigos en el juicio oral y las que hayan prestado en las actuaciones de la fase preparatoria, a fin de que por el que presida pueda adoptarse las disposiciones a que hace referencia el artículo 326 cuando no lo hayan solicitado las partes y resulte así conveniente para el mejor esclarecimiento del hecho justiciable, a cuyo efecto cuidará, con antelación, haber quedado suficientemente impuesto del contenido de tales declaraciones previas. Muy relacionado con lo anteriormente explicado, en la praxis muy asidua cuestión, es en lo relativo a la forma de proceder contra los testigos como presuntos autores del delito de perjurio, cuando la declaración falsa sea la prestada en el juicio y no en la fase preparatoria, es sancionable la falta de veracidad de la declaración; es decir, la insinceridad del testimonio, y no de que éste se corresponda o no con la verdad material. Estaba recogido en la LECrim Artículo 715 y 332 de la LPP de 1973 presentando una gran similitud en la LPP actual Artículo 32747. 47 ARTICULO 327. Siempre que los testigos que hayan declarado en la fase preparatoria comparezcan a declarar sobre los mismos hechos en el juicio oral, sólo habrá lugar a mandar proceder contra ellos, como presuntos autores del delito de perjurio, cuando la declaración falsa sea hecha en dicho juicio. Fuera del caso previsto en el párrafo anterior, en los demás podrá exigirse a los testigos la responsabilidad en que incurran con arreglo a las disposiciones de la ley penal sustantiva. 74 En la LPP se establece, Artículo 328 si el testigo estuviere físicamente impedido de acudir a la citación para declarar, su examen se efectuará en una oportunidad posterior que no exceda de diez días hábiles, sin perjuicio de continuar practicándose las demás pruebas; pero si la imposibilidad pudiera prolongarse por un término dilatado, el Tribunal se constituirá por sí, o designará uno o más de sus miembros, según la mayor o menor importancia que se le atribuya a la declaración, para que se constituyan en el domicilio o lugar en que el testigo se halle, con asistencia de las partes, a fin de practicar la diligencia, siempre que con ello no se ponga en peligro la vida del testigo. El Secretario extenderá diligencia, haciendo constar las preguntas que se hayan hecho al testigo, las respuestas de éste y los incidentes que hubieren ocurrido durante el acto. Este último requisito no es exigible cuando sea el propio Tribunal el que practique la prueba, este artículo 32848 de la LPP, tiene sus antecedentes en los Artículos 718 de la LECrim y 333 de la LPP de 1973 de similar redacción. Artículo 329. De la LPP Si el testigo imposibilitado de concurrir a la sesión no reside en la localidad en que la misma se celebre, se libra despacho al Tribunal correspondiente para que sea examinado. En este caso, las partes pueden solicitar que en el despacho se consignen las preguntas, las que, siendo pertinentes, se 48 ARTICULO 328. (Modificado) Si el testigo estuviere físicamente impedido de acudir a la citación para declarar, su examen se efectuará en una oportunidad posterior que no exceda de diez días hábiles, sin perjuicio de continuar practicándose las demás pruebas; pero si la imposibilidad pudiera prolongarse por un término dilatado, el Tribunal se constituirá por sí, o designará uno o más de sus miembros, según la mayor o menor importancia que se le atribuya a la declaración, para que se constituyan en el domicilio o lugar en que el testigo se halle, con asistencia de las partes, a fin de practicar la diligencia, siempre que con ello no se ponga en peligro la vida del testigo. El Secretario extenderá diligencia, haciendo constar las preguntas que se hayan hecho al testigo, las respuestas de éste y los incidentes que hubieren ocurrido durante el acto. Este último requisito no es exigible cuando sea el propio Tribunal el que practique la prueba. ARTICULO 329. Si el testigo imposibilitado de concurrir a la sesión no reside en la localidad en que la misma se celebre, se libra despacho al Tribunal correspondiente para que sea examinado. En este caso, las partes pueden solicitar que en el despacho se consignen las preguntas, las que, siendo pertinentes, se incluyen en aquel… 75 incluyen en aquél. Esto forma parte de la facultad del propio Tribunal para practicar por sí la prueba en cualquier lugar del territorio nacional, de alguno de los modos que establece el artículo precedente, cuando lo estime necesario, con antecedentes en los Artículos 719 de la LECrim y 334 de la LPP de 1973 (estos artículos presentan similar redacción en las tres leyes). 2.3 LA DECLARACIÓN DEL ACUSADO Y LOS TESTIGOS EN EL CONTEXTO JURÍDICO PENAL CUBANO. PRINCIPALES LIMITACIONES DESDE LO NORMATIVO Y PRÁCTICO. Considero retomando la Frase Aristotélica… el derecho no es como el Fuego que arde lo mismo en Persia que en Grecia… y recordando una magistral conferencia dictada por la profesora Mayda Goite Pierre, Que nuestra Ley de Procedimiento Penal Ley 5 de 1977, es bastante avanzada, novedosa si se compara con la Legislación Procesal Penal que imperó en nuestra hermana América Latina heredera esta ultima de reminiscencia inquisitivas ,donde la oralidad no precisamente primaba, considero con todo respeto que de existir un proceso en estricta conformidad con las leyes procesales vigentes, garantiza una adecuada defensa sin menoscabo de los derechos y garantías del acusado, no obstante considero que desde el punto de vista normativo y practico aplicando la dialéctica marxista que preceptúa que todos los procesos están sujetos a cambio y transformación y comparando con las legislaciones procesales ya reformadas , cercanas desde el punto de vista geográfico y cultural, considero como como principales limitaciones, en nuestro contexto jurídico que: 1- Desde el primer momento de la persecución penal y hasta el fin de la ejecución de la sentencia, el imputado no tenga derecho a la asistencia y defensa técnica letrada, y para tales efectos pueda elegir a un defensor de su confianza, de no hacerlo, se le asigne un defensor público, puesto que el derecho a la defensa es irrenunciable. Entendiéndose por primer acto del procedimiento cualquier actuación, judicial o 76 policial, que señale a una persona como posible autor de un hecho punible o partícipe en él. Con todo respeto considero que la inclusión de estas normas en torno a la defensa penal es plausible, que contenga el derecho de participación del imputado en los actos de investigación, a transmitir peticiones u observaciones al Instructor en rápido plazo cuando esté privado de libertad y a contar con la debida asesoría letrada desde los actos iniciales, ya sea por un defensor de confianza o un defensor público, desde el primer acto del procedimiento hasta el fin de la ejecución de la sentencia. Nuestra Ley 5 de 1977, no posee (según mi criterio) normas con dicha extensión: la presencia del acusado asegurado en los actos de incorporación de prueba queda limitada a determinados supuestos; ejemplos, arts. 132, 178, 213, 214, 236 y 237. En caso de estar privado de libertad el acusado, quien lo custodia no tiene obligación por la ley de transmitir sus peticiones a la autoridad competente, y solo autoriza la presencia del defensor, durante la fase preparatoria, en el caso de acusado asegurado, y luego de transcurrir varios plazos que pueden llegar hasta las 168 horas. La defensa solo se torna obligatoria en la fase judicial, limitada a la celebración del juicio oral. 2- Es interesante y a mi modesto modo de ver constituye una limitación de nuestra LPP , lo regulado en el Artículo 16149, puesto que ,al realizar cualquier estudio sobre la Declaración del acusado hay que partir de la garantía constitucional del derecho a no declarar en su contra, recogido así expresamente en el arriba mencionado artículo de nuestra ley de Trámites, así como expresa además que el Instructor está 49 ARTICULO 161. Ningún acusado tiene obligación de declarar en su contra. El Instructor, cumplida la formalidad a que se refiere el Artículo anterior, estará en el deber de hacerle saber de qué se le acusa, por quién y los cargos que se le dirigen, e instruirlo del derecho que le asiste para prestar declaración, si quisiera hacerlo, lo cual podrá realizar en cualquier momento y cuantas veces lo solicite. 77 en la obligación de hacerle saber de qué se le acusa, por quién y los cargos que se le imputan y apercibirlo de su derecho a no declarar si lo desea, nuestra Ley Procesal, no refiere término en el cual se le debe tomar declaración al acusado una vez que es detenido, pudiéndose prorrogar, hasta siete días como en nuestra legislación ,la Lecrim establecía un término de hasta 24 horas donde se le DEBIA tomar declaración al acusado . 3- No queríamos dejar pasar por alto un polémico tema, y es en cuanto a que conceptualmente, el Testigo es quien debe dar a conocer su percepción sobre los hechos investigados ante el Tribunal competente, esto por medio de una declaración, se establece una regla y consiste en que la declaración se presta oralmente ante el Tribunal. Hay excepciones Ej. La LPP establece en su Artículo 315. Si las personas mencionadas en el artículo 188 (Los miembros del Buró Político del Partido Comunista de Cuba; el Presidente, Vicepresidente y Secretario de la Asamblea Nacional del Poder Popular; los miembros del Consejo de Estado; los miembros del Consejo de Ministros; el Presidente y Vicepresidente del Tribunal Supremo Popular; el Fiscal General de la República y los Vice fiscales Generales; los Jueces y Fiscales de categoría superior a los del Tribunal que corresponda conocer de la causa; los jefes máximos de los distintos cuerpos de los institutos armados) han tenido han tenido conocimiento por razón de su cargo de los hechos que son objeto de la causa pueden consignarlo por medio de informe escrito, al que se le dará lectura inmediatamente antes de proceder al examen de los demás testigos, mi criterio con el debido respeto es que ya no sería prueba Testifical, sino documental pues pierde el carácter de prueba personal ,de inmediata apreciación por el Tribunal, por tanto el acta que contiene la declaración a la que se refiere esta norma, constituye una prueba documental, no testifical. 4- Que no esté refrendado preceptivamente en el articulado de nuestra LPP Ley 5 de 1977 , que el actuante (Investigador o Instructor) esté obligado a citar a las partes, al momento de tomar declaraciones a los testigos, al menos, en algunos casos o para 78 determinadas declaraciones que sí deban ser del interés de éstas, pues de la forma en que está legislado (Art 17850 de la LPP resulta inoperante),puesto que se establece expresamente una condición para este acto, que es relativamente contradictoria con la posibilidad de participación de las "demás partes"; pero respecto a éstas, también resulta dudoso el precepto cuando señala "si asistieren”, considero que se establece expresamente una secretividad contradictoria por lo ya expuesto. 5- Que sobre la apreciación de la prueba testifical que es actualmente la más utilizada, por ser la más tradicional, por tener mayor facilidad en la obtención, (en contraposición con otras) por ser la de mayor permanencia y durabilidad y por tener poco costo en su obtención, para su valoración no estén refrendadas determinadas y sencillas recomendaciones, (algunas vertidas en nuestra investigación) que hoy tienen sin discusión carácter científico, totalmente alejado mi criterio del sentido de establecer una camisa la de fuerza para el órgano Juzgador, pero que quizá en carácter de Instrucción del TSP, (semejante a la 115 de 1984 que establece pautas en cuanto a la aplicación del art 8.2 del Código Penal vigente ), que primeramente fueran una guía, ante la falta de experiencia mucha veces del personal operador del derecho, pues existen principios como los son: 1-Valoración en conjunto y equitativamente de todos los elementos aportados por las partes. 2-Libre apreciación de la prueba. 3-La sana crítica (observación objetiva, análisis y discusión detallada, ponderación y equidad). 4-Libre conciencia. 5-La prudencia. 6-La experiencia común. 50 ARTICULO 178. Los testigos declararán separada y secretamente, sin permitirse la presencia de persona ajena a las del Fiscal, las demás partes y sus representantes, si asistieren, el Instructor, el Secretario y cualquiera otra que resulte imprescindible como intérprete o con otro carácter legal. 79 7-El razonamiento lógico. 8-Convicción colectiva y personal. 9-Obediencia estricta a la ley. Aunque se encuentran muy disgregados en nuestra legislación (contenidos en los artículos 1, 2, 336, 338, y 357 de la LPP, artículo 2 de la Ley de los Tribunales y 122 de la Constitución de la República) como se puede apreciar faltos de uniformidad puesto que, el tribunal para dictar sentencia, como órgano colegiado independiente e imparcial que solo debe obediencia a la ley, arriba a conclusiones mediante su arbitrio judicial, de tal manera el Tribunal pueda arribar con certeza y justicia, por sí mismo, a la necesaria convicción interna. Aunque para ello se auxilien prudencialmente y con reservas, de los fundamentos que tanto las partes litigantes, como los investigadores, instructores, peritos y otros especialistas le brinden en esferas que no sean del dominio del tribunal, esto a mi modesto entender es la consecuencia de que nuestra Ley Procesal no posee un espacio exclusivo concentrado que regule lo relativo a la prueba, su práctica, lo que de manera negativa influye en su correcto manejo por parte de operadores del derecho y partícipes en el proceso penal. 80 CONCLUSIONES Que de la prueba personal, con especial énfasis en la Declaración del acusado y los testigos, su estudio histórico y teórico doctrinal, su formulación y regularidades en la legislación penal adjetiva cubana, podemos arribar a las siguientes conclusiones: PRIMERA: Que la norma jurídica se aplica teniendo en cuenta disímiles y muchas veces contradictorias situaciones fácticas, situación conflictiva, pues el jurista no se limita a aplicar las normas jurídicas por lo que es importante que deba saber elaborar la concatenación de hechos, al cual deben aplicarse esas normas, llegar a la revelación de la verdad como objetivo, como fin máximo, para en su caso, procesar al culpable y proteger al inocente, salvaguardar los intereses de la sociedad, de aquí la trascendental importancia que conlleva realizar una ponderada apreciación de la prueba en el proceso penal. SEGUNDA: Que alrededor de la prueba personal caracterizada porque entre el averiguador y el estado de los hechos media un ser humano, (la más utilizada a lo largo de la Historia), han girado diferentes concepciones, en su práctica y apreciación, marcados por los diferentes modelos de enjuiciar (acusatorio, inquisitivo y mixto) a lo largo del proceso civilizatorio de la humanidad, en relación e indudablemente por las condiciones económicas, sociales y políticas de cada época, sufriendo una notable transformación con la llegada de la burguesía al poder, el advenimiento del Derecho Penal clásico y las concepciones humanistas de los Iluministas de la época. TERCERA: Que ante las concepciones psicologistas y subjetivistas sobre la prueba donde para ellos, el proceso penal no tiene por fin la demostración y verificación de la realidad de un suceso sino sencillamente la persuasión de los jueces y su convencimiento desde el punto de vista psicológico, nos afiliamos a las posturas del 81 materialismo dialectico, sobre que es posible conocer el mundo, que el hombre posee la capacidad de conocer la verdad ,lo que conlleva a conlleva por vía deductiva a la inobjetable conclusión de la capacidad del juez para conocer la realidad, de ahí la importancia del proceso cognoscitivo en el enjuiciamiento penal (la prueba y su correcta valoración). CUARTA: Que es necesario manejar correctamente los conceptos (pues se tratan indistintamente) de, a- fuentes de prueba (concepto metajuridico, existente antes de incoarse el proceso, la fase de instrucción va encaminada a la búsqueda y descubrimiento de estas fuentes) , b-medios de prueba, que son los que nacen con el proceso, teniendo por tanto una naturaleza jurídico procesal, y que no son más que la aportación oportuna al proceso por mediación de las partes acusadora y acusada de las fuentes a través de la ley. Que los actos de investigación constituyen actos de obtención de las fuentes de prueba y no tienen por si mismos eficacia probatoria, hasta su valoración por el órgano jurisdiccional, donde mediante actos procesales desarrollados por las partes ante el mencionado órgano llegan a la categoría de prueba. QUINTA: Que cuando hablamos de pruebas personales nos referimos a la persona en el sentido del hombre, con la capacidad mental suficiente para trasmitir un acontecimiento pasado o presente en el proceso penal, con posibilidad de darle crédito por los Jueces, que las pruebas personales se caracterizan porque entre el averiguador y el estado los hechos media un ser humano, un portador de información, siendo la declaración del acusado la manifestación espontánea formulada por el imputado en un proceso penal, por la que admite o no, su intervención activa en la comisión del hecho delictuoso. Y que la declaración del testigo o prueba testifical consiste en la prestación de una declaración de conocimiento que emite una persona, que no es parte en el proceso, con finalidad probatoria, sujetas estas pruebas a determinados principios científicos en cuanto a 82 su apreciación, producto del desarrollo del estudio teórico doctrinal multidisciplinario, y no solo procesal penal. SEXTA: Que los Códigos Procesales comparados de América Latina (específicamente de Centroamérica), reformados a partir de la reforma procesal de la década de los 90 del pasado siglo XX, son el producto de un proceso de cambios del sistema de administración de justicia penal, donde los procesos penales marcados por rasgos inquisitivos (secretividad, escritura, ausencia de juicio oral, etc.) han dado paso al sistema acusatorio, con determinas garantías para el acusado y con algunos avances, fundamentalmente comparado con nuestra ley procesal concerniente a la llamada defensa técnica, consistente en el derecho del acusado a nombrar defensor desde el mismo momento en que se considera sujeto al proceso penal, imbricándose el llamado sistema mixto. SEPTIMA: Que los medios de prueba personales y su regulación en nuestro país, son el producto de nuestra herencia procesal penal (con rasgos mixtos donde el juicio oral ocupaba un lugar cimero en lo referente a la prueba) como lo es la monumental Ley de Enjuiciamiento Criminal española, de 14 de septiembre de 1882 (LECrim en lo adelante), obra fruto del movimiento codificador del siglo XIX. La Ley de Procedimiento Penal de 1973, que dio paso a nuestra ley procesal vigente la Ley 5 de 1977, y que de la comparación de los tres cuerpos legales, en sus líneas generales, se advierte similar sistemática (con diferencias claro está), en cuanto a la regulación de la prueba personal, consistentes las mismas en que: a) La LECrim no establecía un orden en cuanto a la práctica de la prueba en el acto del juicio oral como si lo hace nuestra LPP vigente. b) la LECrim estableció un término de 24 horas donde se le debía tomar declaración a un acusado durante la Fase Preparatoria (prorrogable extraordinariamente por otras 48) nuestra Ley Procesal vigente no establece expresamente termino para esto. 83 ,C) La Ley de Enjuiciamiento Criminal facultaba expresamente al Tribunal a interrogar al acusado durante el Juicio Oral, nuestra LPP establece como derecho del mismo, declarar o no hacerlo. d) En cuanto a las excepciones de los testigos que no prestan declaración en el acto del juicio oral ,como los que nuestra LPP establece en su Artículo 315 nuestra ley los contiene como prueba testifical , lo apreciaba la LECrim, como documental pues según el criterio del legislador español perdía el carácter de prueba personal ,de necesaria e inmediata apreciación, e) Que en cuanto a los testigos presentes en el acto del juicio oral La ley española regulaba a los testigos por declarar en la vista oral a los que no se le permitía su presencia en la sala, y no a los que ya han declarado como regula la LPP Ley 5 de 1977. OCTAVA: Que dentro de las principales limitaciones de nuestro ordenamiento procesal penal vigente se considera consisten en que el imputado no tenga derecho a la asistencia y defensa técnica letrada, desde el primer momento de la persecución penal y hasta el fin de la ejecución de la sentencia, entendiéndose por primer acto del procedimiento cualquier actuación, judicial o policial, que señale a una persona como posible autor de un hecho punible o partícipe en él, esto contribuiría a un mejor ejercicio de la justicia y de los derechos del acusado, a no estar indefenso en la llamada” prueba anticipada”, o sencillamente a evitar que fungiendo en condición de acusado se encuentre(en la práctica) indefenso al no imponérsele medida cautelar, no teniendo además nuestra ley procesal penal vigente un espacio delimitado para la prueba y su regulación. 84 RECOMENDACIONES Teniendo en cuenta las conclusiones abordadas y en correspondencia con las valoraciones y el enjuiciamiento crítico realizado al Código Penal cubano, se formulan las siguientes recomendaciones: PRIMERA: Proponer a la Comisión de Asuntos Constitucionales y Jurídicos de la Asamblea Nacional del Poder Popular sea valorado lo siguiente: - La incorporación a la Ley 5 de 1977 de dos artículos donde quede plasmado y se sugiere pueda quedar redactado de la siguiente forma: Artículo 1 de nuestra LPP Ley 5 de 1977, (modificado, agregar)…El derecho a la defensa es irrenunciable. Se entenderá por primer acto del procedimiento cualquier actuación, judicial o policial, que señale a una persona como posible autor de un hecho punible o partícipe en él. Artículo 249 (modificar el primer párrafo) Desde el primer momento de la persecución penal y hasta el fin de la ejecución de la sentencia, el imputado tendrá derecho a la asistencia y defensa técnica letrada. Para tales efectos, podrá elegir a un defensor de su confianza, pero, de no hacerlo, se le asignará un defensor público. SEGUNDA: A las Facultades de Derecho del país que propicien la realización de investigaciones que tengan como objetivo el estudio de la prueba su práctica y apreciación TERCERA: Que nuestra Ley Procesal Penal dedique un espacio exclusivo a la prueba y su regulación (al menos esta sugerencia analizada a mediano plazo), y con análisis (a corto plazo) Al Consejo de Gobierno del TSP en forma de Instrucción establecer una serie de reglas, (a semejanza de la Instrucción 115 de 1984) que sirvan de guía para la valoración de la prueba personal, sin limitar la libre apreciación de la prueba por parte del Tribunal. 85 BIBLIOGRAFÍA --ARRANZ CASTILLERO, Vicente Julio.; ¨La Prueba en el Proceso Penal Generalidades en Colectivo de Autores Temas de Estudio Para el Derecho Procesal Penal Editorial Félix Varela, La Habana 2004. --ARRANZ CASTILLERO, Vicente Julio; CUESTIONES TEÓRICAS GENERALES SOBRE LA PRUEBA EN EL PROCESO PENAL CUBANO, Tesis presentada en opción al grado científico de Doctor en Ciencias Jurídicas Literatura de la Facultad de derecho, Ciudad Habana, 2003. --ARRANZ CASTILLERO, VICENTE; “Los Sujetos y las Partes en la Fase Preparatoria del Juicio Oral. 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