Rokko Naturaleza y Espiritualidad Esta pequeña capilla ubicada cerca a Kobe, en el Monte Rokko, completa la trilogía de edificios de culto (cristiano) diseñados por Tadao Ando a mediados de los ochenta. Si bien no goza de la fama de la Iglesia sobre el Agua o la Iglesia de la Luz, la capilla en el Monte Rokko viene a ser una síntesis de sus predecesoras en la búsqueda del arquitecto por establecer un vínculo entre los ámbitos religiosos y el contacto con la naturaleza. Emplazamiento La capilla en Rokko es un recinto para la celebración de matrimonios; pertenece a un hotel. Su diseño es posterior al de sus hermanas (iglesia sobre el agua, iglesia de la luz). Su ubicación en el monte Rokko le otorga magníficas vistas de la bahía de Osaka. Concepto T. Ando utiliza el vocabulario de geometría simple, juego de luz y sombra, superficies moduladas de concreto aparente las cuales dialogan con el metal y vidrio así como un delicado estudio de la iluminación natural. En esta capilla incluye elementos occidentales como el campanario, el cual cumple más un rol formal como contrapunto vertical a una composición predominantemente horizontal, que una función de campanario. En música, contrapunto es una técnica de composición que evalúa la relación existente entre dos o mas voces independientes, con la finalidad de obtener un equilibrio armónico (polifonía). Confróntese por ejemplo, las partituras del canto gregoriano con una sinfonía. En ambos casos la armonía se logra, pero de diferentes maneras. Tras atravesar el hall del hotel, se recorre un jardín ambientado con un pequeño estanque (típico arquitectura japonesa). Para llegar a la capilla se desciende caminando a un nivel más bajo. Como en otras iglesias, T. Ando evita un acceso directo y pomposo. En su lugar, utiliza una largo pasaje de concreto de aproximadamente 40 metros de largo recubierto de vidrio mate turquesa, sobre el que se ha dispuesto una bóveda, cuya estructura de acero se halla cubierta de vidrio curvo. Este túnel liviano conduce procesionalmente a la capilla, reforzando la majestad de la aproximación nupcial. La visual de este túnel no culmina en el edificio, ni en un acceso monumental. Enfoca la experiencia en el trayecto (sin distracciones) donde el ambiente lo crea la luz natural. El remate visual del túnel es la naturaleza (zen), ya que la capilla se emplaza a un lado de la circulación. A continuación se halla un vestíbulo oscuro, definido por una pared curva que invita al visitante a ingresar a la capilla estableciendo una transición entre la penumbra y la luz, entre el espacio cotidiano y el área de rito. Atravesando el vestíbulo, el espacio se amplía brúscamente, generando el espacio central. Se trata de un cubo de 6.5 m de lado en la que una de sus paredes ha sido sustituida por una gran ventanal, utilizando la estructura para representar el tema de la cruz. De esta manera T. Ando logra el contacto virtual de este espacio con la naturaleza, a través de una visual enmarcada al paisaje y un pródigo despliegue de luz. El efecto es reforzado por el colorido de la naturaleza contrastando con la monocromía solemne del salón. El área del altar se baña en cataratas de luz gracias a unas delgadas y alargadas ranuras ubicadas en la unión de la pared con el techo. Este recurso permite un siempre variante juego de luz sobre la áspera superficie de concreto, cuya apariencia cambia según la hora del día y el día del año. El mismo efecto puede ser observado en la parte posterior de la iglesia, donde el arquitecto usa la luz rasante para reforzar el carácter las paredes del cubo como elementos compositivos "libres" al separarse virtualmente de su estructura. Detalles compositivos: Modulación, descomposición de la forma geométrica. Baño de luz en elementos verticales y horizontales reforzando la composición formal. Los contrastes de luz, genera un ambiente que habla por si solo, sin necesidad de decoración figurativa (tan presente en la arquitectura occidental religiosa). El mobiliario es también simple, coherente con el diseño general, eliminando elementos innecesarios del diseño interior e invitando al visitante a centrar su vista en los elementos de la composición. Sustituye la madera por el metal en el mobiliario. Los floreros en forma de cono invertido, levitando sobre planchas metálicas, la austera mesa del altar y las sillas de respaldo a largado son ejemplos del austero amoblamiento de la capilla. El dominio sobre la luz, el empleo sabio del concreto, su simplicidad, hace que esta obra arquitectónica adquiera cualidades etéreas.