SENDERISMO.PRESA RIO AULENCIA

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Un pantano tóxico, abandonado en el Parque Regional del Guadarrama
El fiscal investiga el origen de los 300.000 metros cúbicos de lodos con
metales, hidrocarburos o materia orgánica, que llenarían un tercio del
Bernabéu.
ESTHER SÁNCHEZ Colmenarejo 11 SEP 2013 - 08:52 CET
Los 300.000 metros cúbicos de lodos contaminados con metales y materia
orgánica que ocupan el 80% del vaso de la presa del río Aulencia, ubicada
entre los municipios de Colmenarejo y Valdemorillo y dentro del Parque
Regional del Curso Medio del río Guadarrama, llevan años esperando que
alguien acometa su limpieza. En 2006, la Confederación Hidrográfica del Tajo
(CHT), organismo del Ministerio de Medio Ambiente y responsable de su
mantenimiento, anunció que estaba estudiando el mejor sistema para
deshacerse de los residuos. Siete años después, el fango tóxico (que llenaría
un tercio del estadio de fútbol Santiago Bernabeú) continúa en el mismo lugar,
dos kilómetros por debajo de la potabilizadora del pantano de Valmayor. En sus
orillas siguen también los carteles que prohíben el baño por tratarse de aguas
cenagosas.
El agua de la presa rebosa cuando se producen fuertes precipitaciones
La Fiscalía de Medio Ambiente de Madrid, encabezada por Antonio Vercher, ha
abierto una investigación de oficio que trata de concretar la procedencia de los
lodos y las razones por las que se produjeron. Las diligencias practicadas se
dirigen a diferentes instituciones, entre las que se encuentran el Canal de
Isabel II y la CHT. Fuentes de la Confederación explican que están a la espera
de que la Fiscalía finalice sus indagaciones.
El embalse está prácticamente colmatado por el fango.
Un informe del Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas
(CEDEX), encargado por el Patronato del Parque Regional, advirtió del estado
de las aguas en 2005. En ese momento, se detectaron restos de 12 metales
(como cadmio, cromo, cobre, hierro o manganeso), 74 contaminantes
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(derivados de jabones, hidrocarburos, disolventes y productos textiles, entre
otros) y 31 compuestos en el residuo sólido, como hidrocarburos o azufre. Los
residuos habían inutilizado el estanque, eliminando la fauna piscícola, además
de producir malos olores.
Su naturaleza, añadía el texto, “parece corresponder” a restos procedentes de
la estación potabilizadora que trata las aguas del embalse de Valmayor y de las
residuales de Colmenarejo. El Canal de Isabel II niega que hayan salido lodos
de la planta en ningún momento. La CHT mantiene, sin embargo, que esas son
la procedencias de los contaminantes, que llegaron al embalse después de que
la presa, construida en 1945 para abastecer de agua potable, se cerrase en
1975 al entrar en servicio el embalse de Valmayor.
En el último control de la calidad físico-química de las aguas del presa, que la
CHT realiza periódicamente, se aprecia que el exceso de concentración de
manganeso se ha ido reduciendo hasta llegar a cero en la última campaña,
“posiblemente debido a la no remoción de fangos”. Al mismo tiempo, fuentes
del organismo indican que la carga contaminante del embalse no se transmite
por vía subterránea y que el estado ecológico del tramo fluvial del río ubicado
aguas abajo de la presa es calificado como bueno o muy bueno. Tampoco
existe peligro en cuanto al abastecimiento de agua potable, porque los
municipios ya no se nutren del embalse, dicen.
“Teóricamente los lodos se quedan abajo, pero cuando hay lluvia fuerte o
tormenta las aguas rebosan y salen aguas abajo”, mantiene Carlos GonzálezAmezúa, concejal de Alternativa por Colmenarejo y miembro de Ecologistas en
Acción. Se queja de que: “El fango sigue ahí a pesar de las denuncias que se
han interpuesto a lo largo de los años". Santiago Martín Barajas, de la misma
organización conservacionista, añade que si la presa se rompiera por el empuje
los lodos, estos invadirían el cauce del Aulencia, afluente del Guadarrama, que
desemboca en el Tajo. “Sería un desastre”, asegura. Y si alguna persona
cayera al embalse, no podría salir debido a que los lodos se lo impedirían.
Los ecologistas advierten del peligro si los lodos se escaparan
La alcaldesa de Colmenarejo, Nieves Roses, del PP, aclara que han hecho
todo lo posible dentro del ámbito municipal para la recuperación de la presa.
Valdemorillo también se suma a la petición de rescate del embalse. Todo el
mundo está de acuerdo en que hay que limpiar los lodos. Ahora queda saber
quién lo hará, de qué forma y la fecha concreta.
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