“Por su destacada labor apoyando y documentando la aplicación de los derechos humanos en Asia”. BASIL FERNANDO / Comisión Asiática de Derechos Humanos (Hong Kong, China) Basil Fernando es un destacado defensor de los derechos humanos en Asia. En una carrera que abarca tres décadas, ha sido fundamental vinculando a ciudadanos en lucha por los derechos humanos en las bases de la sociedad, con las instituciones que trabajan por la reforma estructural a nivel de políticas públicas. Fernando y la Comisión Asiática de Derechos Humanos (Asian Human Rights Commission, AHRC) que dirigió durante casi dos décadas, han desarrollado uno de los más sofisticados sistemas de “llamados urgentes” del mundo. A través de su Escuela de Derechos Humanos e iniciativas de formación, la AHRC ha educado a un sinnúmero de abogados y activistas en los principios de juicio justo y estado de derecho, mejorando así en gran medida el movimiento asiático para la realización de los derechos humanos para todos. De Sri Lanka a Hong Kong: los primeros años de Basil Fernando Basil Fernando nació el 14 de octubre de 1944. Se graduó en Derecho en la (entonces) Universidad de Ceilán, en 1972. Fue profesor de inglés en la universidad durante ocho años, antes de ejercer – a partir de 1980 – como abogado penalista. Fernando veía con preocupación y comenzó a resistir la perniciosa politización y corrupción del sistema público de justicia en Sri Lanka, lo que socavaba la profesión legal. En 1989, cuando decenas de miles de personas ya habían “desaparecido”, su nombre fue colocado en una lista negra, lo que lo obligó a huir a Hong Kong. Durante tres años, Fernando trabajó como consejero para los refugiados vietnamitas en Hong Kong, en el marco de un proyecto patrocinado por el ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados). Posteriormente, entre 1992 y 1994, trabajó para el componente de derechos humanos de la Autoridad Provisional de las Naciones Unidas de Camboya y el Centro de Derechos Humanos de la ONU. Estas experiencias contribuyeron a moldear el enfoque de derechos humanos que Fernando adoptó cuando aceptó dirigir la Comisión Asiática de Derechos Humanos, y su asociado Centro Asiático de Recursos Legales. Comisión Asiática de Derechos Humanos: un nuevo enfoque para el trabajo en derechos humanos Basil Fernando era el único empleado de tiempo completo de la Comisión Asiática de Derechos Humanos cuando se unió a la organización en 1994. Su enfoque de los derechos humanos significó un cambio radical respecto del trabajo que en la materia se había desarrollado en la región hasta ese momento. En lugar de promover los derechos humanos en los centros urbanos, se concentró en asistir a las víctimas y a activistas que desde las comunidades apoyaban a esas víctimas. Por otra parte, empezó a analizar con precisión por qué y cómo los principios de derechos humanos no se estaban incorporando e implementado a través del sistema nacional y público de justicia. Además, comenzó a hacer lobby y promoción de los derechos humanos desde fuera del país, donde los abusos a esos derechos se trataban mediante el apoyo y la protección a las víctimas e informantes. Para lograr esto, Fernando se propuso el fortalecimiento de la AHRC -mediante contratación y capacitación del personal y de las organizaciones asociadas- para crear capacidades que permitieran realizar ese tipo de trabajo en los países en los que la Comisión estaba involucrada. La AHRC hoy trabaja activamente en 12 países asiáticos: Bangladesh, Birmania, Camboya, China, Indonesia, India, Pakistán, Nepal, Corea del Sur, Sri Lanka, Tailandia y Filipinas. En 2010, Fernando dejó el puesto de Director Ejecutivo de la AHRC y actualmente se desempeña como su Director de Políticas y Programas. Documentación de violaciones a los derechos humanos y promoción de soluciones adecuadas Basil Fernando y sus colegas de la AHRC han documentado minuciosamente las violaciones a los derechos humanos en los países en los que trabajan y las han publicado en los informes anuales de la AHRC. Fernando y el equipo de AHRC han producido varias obras monumentales que incluyen el libro “Narrativa de Justicia en Sri Lanka contada a través de historias de víctimas de tortura” que documenta 1.500 casos de tortura policial en ese país entre 1998 y 2011; y “Artículo 2”, una revista trimestral que analiza la evolución de la aplicación de las normas de derechos humanos en Asia. “Tortura. Perspectivas asiáticas y globales” y “Ética en Acción” son también publicaciones periódicas. La AHRC, bajo la dirección de Fernando, ha realizado una amplia labor de asistencia a las víctimas y de denuncia y reducción del número de desapariciones forzadas. Las desapariciones son documentadas en un “Cementerio ciberespacial”, disponible en www.disappearances.org. Dada la ausencia de un estatuto gubernamental en materia de derechos humanos en Asia, y conociendo los argumentos contra los derechos humanos sobre la base del relativismo cultural, la AHRC puso en marcha una serie de consultas, que duraron varios años, para desarrollar consenso sobre un código de derechos humanos. La resultante Carta Asiática de Derechos Humanos, carta de los pueblos que representa el acuerdo de la sociedad civil asiática, fue adoptada en Corea del Sur en 1998. Al tiempo que suscribe a la universalidad de los derechos humanos, demuestra los enfoques particulares utilizados en Asia para el tratamiento de los derechos humanos, y está disponible en varios idiomas. Siguen vigentes los esfuerzos para elaborar una carta asiática sobre el estado de derecho. El inicio de una campaña en toda Asia contra la tortura y los malos tratos, como respuesta al uso generalizado de la tortura en los países asiáticos, se ha convertido en una de las actividades básicas de AHRC. Esto ha resultado en la conformación de la Alianza Asiática contra la Tortura y el Maltrato (Asian Alliance Against Torture and Ill-Treatment, AAATI), que también lleva a cabo reuniones de parlamentarios de los países asiáticos para alentarlos a desempeñar un papel activo en la eliminación del uso de la tortura. El sistema de llamados urgentes Durante el liderazgo de Fernando, la AHRC desarrolló uno de los más amplios programas de llamados urgentes de la región asiática para ayudar a las personas que sufren abusos contra los derechos humanos. Este programa está organizado para poder recibir reclamos de forma rápida y hacer veloces intervenciones a nivel local, nacional y de las Naciones Unidas. Asimismo, esa información se puede difundir ante un amplio auditorio en todo el mundo. Más de 350 llamados urgentes desde diferentes países asiáticos son recibidos y tramitados por la AHRC anualmente. Este sistema ha conducido exitosamente a la liberación de mucha gente común, salvándola de sufrir nuevos abusos contra los derechos humanos. Educación en derechos humanos La AHRC, bajo la vigilancia de Fernando, ha establecido una escuela de los derechos humanos con el fin de desarrollar una nueva forma de educación en el tema basada en la aplicación de los principios de derechos humanos a los problemas actuales, adoptando el método danés Folk School de educación a través del diálogo. La escuela lleva a cabo sesiones en vivo en diferentes países de la región, e incluso mediante una escuela por correspondencia se difunden lecciones a las organizaciones locales de derechos humanos. Lo mismo se hace vía Internet. La escuela de los derechos humanos ha sido ampliamente reconocida por la comunidad internacional de derechos humanos, con más de 200 personas accediendo a los módulos cada mes. En 1995, la AHRC inició un programa directo de capacitación para abogados chinos sobre los principios y pruebas de un juicio justo. Este programa de capacitación se repitió anualmente. La AHRC ha logrado tener un impacto significativo en la promoción del estado de derecho en China, el establecimiento de alianzas con un notable número de abogados, profesores de derecho, académicos y activistas. Sobre la base de una gran cantidad de datos reunidos a lo largo de muchos años, la AHRC ha identificado que los sistemas públicos de justicia son arcaicos y extremadamente atrasados: la policía, las fiscalías, las instituciones judiciales y penitenciarias son el principal impedimento para la vigencia de los derechos humanos en los países de Asia. Para superar este importante obstáculo, la AHRC promueve la reingeniería de los sistemas justiciales como otra de las prioridades de su trabajo. Reconocimiento Basil Fernando es Senior Ashoka Fellow y Sohmen Visitor of Law en la Universidad de Hong Kong. En 2001 recibió el Premio Gwangju para los Derechos Humanos, en Corea del Sur. Es también un poeta de renombre y creativo escritor, que escribe en cingalés, su lengua materna, e inglés. Cita: “La gente quiere cambios. Exige que sus derechos humanos sean respetados por los gobiernos, pero no con palabras sino con verdaderas mejoras en las instituciones públicas; quieren que la justicia sea algo real, tangible y accesible. Una forma inteligente de lidiar con esto es que los gobiernos faciliten tales cambios. Este es el único camino abierto para poner fin a la violencia y alcanzar la paz en todas partes del mundo. Los países más desarrollados deberían demostrar mayor sabiduría aportando a esos cambios, y no apoyando la represión”. Datos de contacto: Asian Human Rights Commission Unit 1 & 2 12/F. Hopeful Factory Centre 10-16 Wo Shing Street Fotan, N.T. Hong Kong, China www.humanrights.asia