El tema de los recursos naturales es algo que nos concierne a todos; mas ahora en la actualidad que tanto se habla del calentamiento global y todos los efectos que este nos provoca. No se sabe quien fue la primer persona que nos menciono el termino ¨calentamiento global¨, pero desde finales del sig. XIX el geólogo Arrenos comenzó a hablar que al aumentarse el dióxido de carbono; por las combustiones se cerraría la puerta de radiación, lo que causaría un aumento en la temperatura según el comentaba. El, fue el primero en alertarnos del tema desde tiempos atrás, donde tal vez el problema era aun más reducido. Calentamiento global y efecto invernadero no son sinónimos como algunas personas lo piensan. El efecto invernadero aumentado por la contaminación puede ser, según algunas teorías la causa del calentamiento global. En la siguiente década la teoría de Arrenos no fue más tomada en cuenta y fue sustituida por la de Callendar un tecnólogo especialista en vapor quien decía que el CO2 no fluía de la temperatura del planeta sino, específicamente del vapor del agua. Dijo también la capacidad de los océanos de absorber CO2. Aun que todo sonaba muy bien no había ninguna evidencia científica solo teórica; hasta que en 1958 Charles Keeling represento el comportamiento del dióxido de carbono. Como por ejemplo, calculaba los niveles de CO2 en la troposfera. El dióxido de carbono; un gas incoloro, inodoro y con un ligero sabor ácido, cuya molécula consiste en un átomo de carbono unido a dos átomos de oxígeno (CO2). El dióxido de carbono se produce por tres diferentes procesos: por combustión u oxidación de materiales que contienen carbono, como el carbón, la madera, el aceite o algunos alimentos; por la fermentación de azúcares; y por la descomposición de los carbonatos bajo la acción del calor o los ácidos. La atmósfera contiene dióxido de carbono en cantidades variables, aunque normalmente es de 3 a 4 partes por 10.000, y aumenta un 0.4% al año, el cual es utilizado por las plantas verdes en el proceso conocido como fotosíntesis. En el calentamiento global, el dióxido de carbono es el principal gas que da lugar al “efecto invernadero”. Este gas, subproducto de la combustión de los combustibles fósiles, había permanecido estable durante siglos. Los automóviles son ahora responsables de alrededor de un 15% o 400 millones de toneladas de nuestra producción total de carbonos. Los científicos saben que si la cantidad de autos aumenta en la misma proporción actual, existirá más de un billón en circulación para el año 2025. Como todos sabemos, los animales inhalan oxígeno y exhalan dióxido de carbono (CO2). Las plantas y los microorganismos, como el plancton del océano, hacen exactamente lo opuesto; convierten el CO2 en oxígeno a través de la fotosíntesis. Se estima que la fotosíntesis convierte alrededor de 60 billones de toneladas de dióxido de carbono cada año; de hecho, es la manera más efectiva para reducir los niveles de carbono. Sin embargo, está casi perfectamente equilibrado con la cantidad de C02 que exhalan los animales. Esta es la razón por la que la destrucción de los bosques selváticos es tan crítica en la alteración del ecosistema terrestre. En 1992 se celebró en Río de Janeiro la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, también conocida como la Cumbre de la Tierra, donde más de 150 países acudieron con esto se logró aprobar la Convención Marco sobre el Cambio Climático para tratar de estabilizar las emisiones de gases de efecto invernadero a un nivel aceptable. En 1997 se comenzó a redactar el protocolo de Kioto sobre el cambio climático cuyo objetivo era reducir las emisiones de los principales gases de efecto invernadero: dióxido de carbono, metano, óxido nitroso, hexafluoruro de azufre, hidrofluorocarbonos, perfluorocarbonos. No entró en vigor hasta noviembre de 2004 cuando fue ratificado por Rusia. Para revertir los efectos del calentamiento mundial, la gran mayoría de los científicos y gobiernos están de acuerdo que necesitamos tomar acciones de peso. Tenemos que reducir las emisiones de carbono de todo el mundo, recortar la producción de CFC y otros químicos destructores de la capa de ozono y también detener la deforestación. Estudios han demostrado que en los glaciares y los hielos de las altas montañas ocurre una gran pérdida histórica. Ya que, cuando la nieve llega a superficie terrestre, traé una gran cantidad de polen, polvo, cenizas volcánicas y partículas de gases invernadero. Al solidificarse y convertirse en hielo, es posible adquirir por medio de taladros, los llamados (por científicos) “núcleos de hielo”, que son masas cilíndricas de hielo obtenidas de cortes transversales de la superficie congelada. Estos son el mejor archivo climatológico para estudiar el clima mundial, ya que llegan a tener información de hasta medio millón de años atrás. Desgraciadamente, cuando los hielos se derriten, consecuencia lógica del calentamiento global, es imposible poder obtener los núcleos, y se está perdiendo una información muy valiosa. Hay que tener muy en claro además, que las emisiones de gases no son solamente provocadas por las fábricas y los automóviles, sino también por aquellas “pequeñas” emisiones; que van desde el humo del cigarro, los insecticidas, pesticidas, fertilizantes y el gasto excesivo de energía eléctrica, y en algunas ocasiones, provocan más daño que los grandes autos y fábricas. Pero la emisión de gas no es el único factor que afecta este gran problema. Hay muchas otras causas, entre ellas la principal es la explosión demográfica que provoca una reacción en cadena, o sea al haber más gente se necesita aumento de recursos y más espacio y con el crecimiento de las ciudades se provoca una sobreexplotación de los recursos naturales como por ejemplo erosión del suelo, la tala de árboles y se crean nuevos campos de cultivo, ocasionando un desequilibrio ecológico grave que influye en los constantes cambios de clima. No es extraño entonces que en lugares regularmente fríos se presenten temperaturas elevadísimas y en lugares donde el calor era perpetuo, ahora sea helado. En la actualidad el calentamiento global es considerado el mayor problema relacionado con el medio ambiente, porque aunque hay otros muchos, como el cuidado del agua, la tala excesiva de árboles, la cacería ilegal de animales en peligro de extinción, la quema descontrolada de áreas forestales, entre muchos otros; el aumento en la temperatura de la Tierra es un problema que no conocemos, puesto que es la primera vez en toda la historia de la humanidad que se presenta y debemos atacarlo y aportar nuestro grano de arena en lo que a cada uno nos constituya. Es por eso, que al ser un área poco estudiada, hay gente que no le ha tomado la importancia que se merece, como consecuencia lógica, pocas personas son las que hacen algo por solucionar, o al menos intentar ayudar en la colaboración para la detención del aumento de la temperatura de nuestra tierra. Las temperaturas terrestres han aumentado 0.6°C durante los últimos 140 años. Puede que esta cantidad suene a nada, pero si las temperaturas siguen creciendo a este paso acelerado, las consecuencias para el 2050 serían terribles como por ejemplo inundaciones, el avance de desiertos a través de Europa, terremotos y gigantescas oleadas son algunos de los terribles desastres que nos podrían esperar para el futuro si continuamos así. En el año 2000, una de cada 30 personas alrededor del mundo fue afectada por catástrofes naturales. Los investigadores consideran que muchos de esos incidentes se debieron al clima y esta situación empeorará en el futuro. En de 50 años, tormentas de viento, inundaciones y sequías nos afectarían a todos. Los bosques; Cuando los hielos se derriten, el aumento en el nivel del nivel del mar no es la prioritaria consecuencia, los bosques también padecen al calentamiento global. Un ejemplo son los 48 millones de hectárea de bosques en Alaska que están desapareciendo gradualmente porque algunos insectos, como los escarabajos han incrementado su población. Es casi imposible creer que un simple insecto esté acabando con miles de hectáreas boscosas, pero les cierto, éstos escarabajos proliferan en ambientes cálidos, y con el aumento en la temperatura llegan hasta llegar a ser una plaga, que está atacando los bosques. Estas plagas se han manifestado en Kenia, donde los escarabajos invadieron todas las cabañas de los campesinos, obligándolos a irse de la ahí. Además, científicos comprobaron que los escarabajos acabaron con un millón de hectáreas, por lo que Kenia es ahora un área de ramas y troncos secos. También los bosques y selvas se están reduciendo en Indonesia, donde en los últimos años se han presentado varias sequías, en contraste con las inundaciones presentadas en el que todas conocemos. África, donde las incesantes lluvias han ocasionado epidemias de cólera, la incomunicación de pueblos y la prolongación de la malaria. Se creen que el ascendente nivel del mar; o sea los temidos tsunamis, tendrá serias consecuencias que podrían ser más decisivas que el clima. El peso adicional de millones de kilómetros cúbicos de agua podría causar tensión en los puntos más débiles de la corteza terrestre, conocida como litosfera (según dicen los científicos y geólogos). Esto también podría traernos terremotos y erupciones volcánicas, así como fallas geológicas que causarían devastación y mandarían gases dañinos y escombros a la atmósfera. Pero el mayor riesgo sigue siendo el de los tsunamis. Estas olas gigantes son generadas por terremotos submarinos y pueden viajar miles de kilómetros alrededor del mar a velocidades de hasta 800 kilómetros por hora. Lo peor de todo es que se nos aparecen sin previo aviso y con olas de hasta 30 metros de altura, aterrorizando y devastando a la población que afecta. Un ejemplo es el volcán de La Palma en las islas Canarias que podría explotar en algún momento en el futuro. El resultado es que podría mandar un mega tsunami de 500 metros de altura a través del Atlántico que podría tragarse partes del Reino Unido. El calentamiento global es un fenómeno mundial; nadie vive totalmente aislado. Los resultados de la conducta irresponsable del hombre y los desastres naturales resultantes, nos afectan y afectarán a todos. En el 2004 en una reunión de las Naciones Unidas en la cual participaron 154 países lo único que pudieron acordar o la única cosa que podían realizarse era la eliminación del empleo de petróleo y de la gasolina tan pronto como sea posible. Es indiscutible saber que el aumento en las temperaturas de todo el globo significa un peligro inminente, pues aunque ya se ha logrado acordar algunas soluciones, se ve que no son totalmente definitivas, pero las consecuencias ya están presentes en el medio ambiente y, va a resultar muy difícil y complicado tomar una solución verdadera. Es muy importante hacer conciencia de que aunque toda la población para evitar que siga el efecto invernadero, son las grandes potencias mundiales, como Estados Unidos; países que representan el mayor daño a nuestra atmósfera, porque son de los pocos países que no quieren colaborar con los acuerdo internacionales para la solución del calentamiento global. Como quieran verlo, no está de más que los ciudadanos comunes hagamos algo para detener el calentamiento de la Tierra. Si no tenemos los recursos necesarios para lograrlo, tenemos en nuestras manos la completa obligación y las posibilidades de contribuir un poquito. Y sí podemos actuar de manera responsable, a sabiendas de que si no se hace algo ya, estaremos destinados a enfrentar un grave problema el cual desconocemos y al que no estamos preparados para hacerle frente tal vez en un futuro. Siempre es posible ayudar a nuestro medio ambiente; por esto es necesario saber ciertas recomendaciones que nos ayudaran a la reducción de la producción de dióxido de carbono. Cambiar las bombillas tradicionales por otras de bajo consumo (compactas fluorescentes, o LED's). Las CFL, consumen 60% menos electricidad que una bombilla tradicional, este cambio reduciría la emisión de dióxido de carbono en 140 kilos al año. Gran ayuda! Poner el termostato con dos grados menos en invierno y dos grados más en verano. Ajustando la calefacción y el aire acondicionado se podrían ahorrar unos 900 kilos de dióxido de carbono al año. Evitar el uso del agua caliente. Se puede usar menos agua caliente instalando una ducha-teléfono de baja presión y lavando la ropa con agua fría o tibia. Utilizar un colgador/tendedero en vez de una secadora de ropa. Si se seca la ropa al aire libre la mitad del año, se reduce en 320 kilos la emisión de dióxido de carbono al año. Comprar productos de papel reciclado. La fabricación de papel reciclado consume entre 70% y 90% menos energía y evita que continúe la deforestación mundial. Comprar alimentos frescos. Producir comida congelada consume diez veces más energía. Evitar comprar productos envasados. Si se reduce en un 10% la basura personal se puede ahorrar 540 kilos de dióxido de carbono al año. Utilizar menos los aparatos eléctricos; al menos, los encaminados exclusivamente al ocio. Desconectar los aparatos de radio, televisión, juegos, etc. a los que no se esté prestando atención en ese momento. Elegir un vehículo de menor consumo. Un vehículo nuevo puede ahorrar 1.360 kilos de dióxido de carbono al año si este rinde dos kilómetros más por litro de combustible (lo mejor sería comprar un vehículo híbrido o con biocombustible). Conducir de forma eficiente: utilizando la marcha adecuada a la velocidad, no frenar ni acelerar bruscamente, y en general intentar mantener el número de revoluciones del motor tan bajo como sea posible. Evitar circular en horas punta. Usar menos el automóvil. Caminar, ir en bicicleta, compartir el vehículo y usar el transporte público. Reducir el uso del vehículo propio en 15 kilómetros semanales evita emitir 230 kilos de dióxido de carbono al año. Elegir una vivienda cerca del centro de trabajo o de educación de nuestros hijos. No viajar frecuentemente ni lejos por puro placer. Desde hace unos 20 años el hábito de viajar en avión se ha extendido de tal forma, y en ocasiones a precios tan bajos, que las emisiones de gases debidas a los aviones se han incrementado en más de un 200%. Revisar frecuentemente los neumáticos. Una presión correcta de los neumáticos mejora la tasa de consumo de combustible en hasta un 3%. Cada litro de gasolina ahorrado evita la emisión de tres kilos de dióxido de carbono. Plantar árboles. Una hectárea de árboles, elimina a lo largo de un año, la misma cantidad de dióxido de carbono que producen cuatro familias en ese mismo tiempo. Un solo árbol elimina una tonelada de dióxido de carbono a lo largo de su vida. No es una buena decisión dejar de búscar soluciones para el futuro o para cuando se hagan fuertemente necesarias estas soluciones. La atmósfera y los procesos que mantienen sus características no tienen tiempos de reacción muy rápidos en comparación con los procesos humanos. Las soluciones a los problemas del adelgazamiento de la Capa de Ozono, al Calentamiento Global, y a las alteraciones climáticas devastadoras, no son cuestión de años, y ni siquiera décadas. Por esto tenemos que preocuparnos de inmediato, no se podrá esperar a que los efectos se vean claros, porque seguramente en ese momento ya va a ser muy tarde para actuar buscando soluciones. UNIVERSIDAD LATINOAMERICANA DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA FACULTAD DE ODONTOLOGÍA Pensamiento Critico ¨CALENTAMIENTO GLOBAL¨ ENSAYO ELABORADO POR: Christina Chaves Evans MARZO 2009.