DOCUMENTO DE USO INTERNO V08 28/07/11 DESARROLLO DE LAS ENERGÍAS RENOVABLES EN CHILE POSICIÓN DE LA ASOCIACIÓN GREMIAL DE GENERADORAS DE CHILE 1. INTRODUCCIÓN El 1 de Abril de 2008 se publicó la Ley N° 20.257 (“Ley ERNC”) que introduce modificaciones al DFLN°4 del 15 de Febrero de 2007, incorporando, entre otros, el Artículo 150° bis que obliga a las empresas eléctricas, que efectúen retiros desde sistemas eléctricos con capacidad instalada superior a 200 MW, a acreditar que una cantidad de energía equivalente a un 10 % de sus retiros en cada año calendario haya sido inyectada a cualquiera de dichos sistemas, por medios de generación renovables no convencionales, sean propios o contratados y que se hayan interconectado a los sistemas eléctricos con posterioridad al 1 de Enero de 2007. Esta obligación regirá por 25 años a contar del 1 de Enero del año 2010. De lo anterior se desprende que la obligación de acreditación rige para las empresas generadoras, que son las únicas que pueden efectuar retiros de energía, que operan en el Sistema Eléctrico Interconectado Central, en adelante SIC, y en el Sistema Interconectado del Norte Grande, en adelante SING (ambos sistemas cuentan con capacidad instalada superior a 200 MW y reúnen el 99% de la capacidad instalada del país). La normativa señala que este porcentaje exigido a las empresas eléctricas se logrará gradualmente, de forma tal que, entre los años 2010 y 2014 será de 5%, incrementándose en un 0,5% anual a partir del 2015, hasta alcanzar el 10% el año 2024. Las generadoras que no cumplan con esta obligación deberán pagar un cargo de 0,4 UTM por cada MWh de energía renovable no convencional no acreditado, el que aumentará a 0,6 UTM en los casos de empresas que reincidan en el incumplimiento dentro de un periodo de 3 años. Se dispone además, que dichos cargos que surjan por el incumplimiento de la obligación se destinarán a los clientes finales (no regulados y regulados) cuyos suministros hubieren cumplido la obligación prevista. La ley señala que las Energías Renovables No Convencionales (ERNC) corresponderán a centrales hidroeléctricas con menos de 20 MW de potencia máxima (aunque para efectos de la acreditación de la obligación las centrales mayores a 20 MW y hasta 40 MW son reconocidas con un factor decreciente), y a proyectos que aprovechen la energía de la biomasa, la geotérmica, la solar, la eólica, la mareomotriz, entre otras. A pocos años de la entrada en vigor de la ley, ya han surgido diferentes iniciativas legislativas tendientes a modificarla. Por ejemplo, en Septiembre de 2010, un grupo de senadores propusieron la moción de establecer una meta de 20% de generación por ERNC al año 2020 (Boletín 7201-08). El Gobierno también manifestó en el 2010 su apoyo a la meta denominada 20/20 que implica que para el año 2020 el 20% de la matriz energética sea de energías renovables no convencionales. Sin embargo, estableció que es preciso buscar los instrumentos adecuados para lograr tal propósito. A este respecto, en el primer trámite de la discusión del Boletín 7201-08 indicó que es más conveniente otorgar incentivos que imponer obligaciones y recordó que existen contratos vigentes que consideran las condiciones establecidas en la Ley actual, y, por tanto, puede producirse un aumento en los costos de las inversiones si se modifica el Artículo 150° bis del DFLN°4. El primer trámite del Boletín 7201-08 ha seguido avanzando en el Honorable Senado y se han introducido nuevas indicaciones a la moción original, tal como la introducción de un precio 1 DOCUMENTO DE USO INTERNO V08 28/07/11 “estabilizado” para la energía generada por fuentes no convencionales. Sobre estas nuevas indicaciones, la Asociación opina que es necesario tener un debate informado e inclusivo. 2. LA OPINION DE LA ASOCIACIÓN a) Sobre el Abastecimiento de Energía Eléctrica en Chile En Chile existe actualmente una capacidad instalada de casi 16.000 MW que deberá llegar a 30.000 MW como mínimo para satisfacer la demanda por energía en un plazo no mayor a los 15 años. Además, según todas las proyecciones, para los siguientes 10-12 años la capacidad instalada se deberá duplicar nuevamente, es decir, hacia el 2040 Chile debería contar con una capacidad instalada entre los 50.000 y los 60.000 MW. Esto implica un desafío prácticamente sin precedentes en la historia económica del país y que involucra a todos los actores con responsabilidad en estas materias a hacer su contribución. Posiblemente existen muy pocos desafíos-país más relevantes que este si queremos asegurar un mejoramiento continuo en el bienestar de los chilenos. Este crecimiento deberá estar fundado en principios de eficiencia, confiabilidad y sustentabilidad, usando instrumentos de mercado que permitan el flujo y asignación de recursos necesarios en forma transparente y eficiente, y enmarcarse en una normativa que cautele el cumplimiento de estos principios y que facilite y promueva la inversión privada y el desarrollo de la oferta de energía que requiere el país. Este aumento importante en la oferta de energía que requiere el país en las próximas décadas debe hacerse considerando, entre otras, características de sustentabilidad y cumpliendo en forma estricta con la normativa medioambiental. Asimismo, el país no puede permanecer ajeno al desafío que presenta el calentamiento global aplicando el principio de las responsabilidades comunes pero diferenciadas en sus futuros compromisos. En relación a esto, es importante dar a conocer a la ciudadanía que cada tecnología de generación eléctrica conlleva costos y beneficios, así como ventajas e inconvenientes, de modo de generar un debate informado y productivo. Por otro lado, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero es un desafío que requiere de esfuerzos conjuntos en todos los sectores de la economía, y no sólo del sector eléctrico. Aun cuando Chile presenta una composición de la generación eléctrica con mayor presencia de fuentes renovables que el promedio mundial1, la promoción de un mayor desarrollo de generación en base a energías renovables eficientes en el país es un objetivo deseable y que cuenta con el apoyo de la Asociación. Desde la industria de la generación de energía eléctrica ya planteamos algunas iniciativas en éste ámbito a la Comisión Asesora para el Desarrollo Eléctrico, las cuales son plenamente aplicables en el contexto de las ERNC. La Asociación Gremial de Generadoras de Chile propone el desarrollo de todas las fuentes de energía que sean económicamente eficientes y en las cuales el país tenga ventajas comparativas y en particular las energías renovables. b) Sobre las Energías Renovables No Convencionales (“ERNC”) En base al sistema de cuota establecido en la Ley ERNC, aproximadamente 580 MW de fuentes ERNC han sido desarrollados (440 MW ya están en operación y 140 MW lo harán antes de fines del 2012). Sobre el 50% de la capacidad aportada por estos proyectos, incluidos los principales parques de generación eólica y una parte relevante de la mayor inversión en centrales de pasada y 1 De acuerdo a la International Energy Agency, en su Key World Energy Statistics 2010-pag. 24, a nivel mundial en el año 2008 sólo el 18,7% de la generación de electricidad es con base en fuentes renovables (principalmente hidroelectricidad con un 15,9%). Por su parte, información oficial de CDEC-SIC y CDEC-SING indica que en ambos sistemas la producción de electricidad con fuente hidráulica y eólica alcanzo en el mismo año una participación superior al 41% (no considera generación con biomasa). 2 DOCUMENTO DE USO INTERNO V08 28/07/11 mini hidráulicas, corresponde a desarrollos emprendidos por las compañías miembros de la Asociación. Tipo ERNC Total Nacional MW Eólica 198.7 Hidráulica 250.0 Biomasa 130.8 Total 579.6 Total AGG MW 172.2 114.1 12.7 299.0 % 87% 46% 10% 52% Fuente: Elaboración Propia AGG (datos de asociados). Como Asociación, consideramos que es importante desarrollar fuentes renovables no convencionales y, en general, estimamos que la Ley ERNC basada en el concepto de cuota ha operado razonablemente bien aunque compartimos que requiere ajustes para lograr la efectividad requerida. En este contexto, las políticas que el país defina para apoyar su crecimiento deben considerar a nuestro juicio algunos elementos importantes, entre los que destacamos: Se requiere determinar el verdadero potencial de energías renovables no convencionales disponible el país. Esta información es básica para poder determinar si el país podrá cubrir efectivamente las exigencias que se autoimponga. En general, la energía aportada por las tecnologías no convencionales son volátiles y con bajos factores de planta (si bien, para efectos de la Ley, la inversión realizada hasta hoy en ERNC en términos de energía es más del 5% objetivo para los primeros años de aplicación, ésta sólo representa en torno al 2% del consumo total de los sistema eléctricos), por lo que para cumplir con los objetivos de confiabilidad y de eficiencia se deben considerar los respaldos necesarios para reemplazar el aporte cuando éste se reduzca naturalmente (periodos de bajos caudales de agua, horarios de baja disponibilidad de viento, horarios de baja radiación solar), la respuesta de la demanda, los requerimientos de transmisión, que pueden aumentar exponencialmente en sistemas con centrales de bajo factor de utilización, y una adecuada coordinación de su operación. Su promoción no garantiza alcanzar el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Esto se debe principalmente a que la volatilidad origina que en las horas que estas centrales no operan, siempre se terminan despachando centrales térmicas para suplir la demanda o en algunos casos podría poner en riesgo la seguridad de suministro. Por lo tanto, se debe lograr un desarrollo armónico entre los diferentes tipos de generación de modo de no poner en riesgo la confiabilidad del sistema y a su vez establecer mecanismos adecuados que permitan recuperar los mayores costos de inversión y operación que estos desarrollos pueden significar. Los proyectos de generación de ERNC, y los proyectos de transmisión asociados, están sometidos a las mismas trabas y dificultades crecientes de tramitación y obtención de permisos que el resto de los proyectos de generación convencional. Estas barreras (en particular las referentes a la transmisión) son mucho más relevantes en el caso de proyectos ERNC (generalmente más pequeños y aislados que los convencionales), pudiendo hacer inviable su desarrollo. Por lo tanto, si no se corrigen estas dificultades y se reducen los crecientes retrasos en este proceso, los proyectos de ERNC encontrarán muchas dificultades para desarrollarse, incluso para cumplir el cronograma contemplado en la Ley ERNC. Es necesario desarrollar una metodología adecuada para cuantificar su aporte a la reducción efectiva de costos de operación del sistema. Más que reducir los costos medios y marginales de operación, parece existir suficiente evidencia de que el incremento de la generación con fuentes de ERNC, tendría como efecto un alza en los costos de producción 3 DOCUMENTO DE USO INTERNO V08 28/07/11 de la energía, dado los actuales costos de inversión que estos tipos de tecnología presentan y al sobrecosto adicional de la reserva en generación convencional que requieren para asegurar y mantener la confiabilidad del suministro. Entendemos que la promoción de fuentes de generación de energías no convencionales apunta tanto a objetivos inmediatos de diversificación como a metas de más largo plazo tales como la reducción de gases de efecto invernadero. Es de esperar que en el largo plazo se logre un desarrollo tecnológico que permita a los proyectos de ERNC alcanzar costos medios totales de desarrollo que compitan con el costo medio total de desarrollo de la tecnología de expansión sumado el costo de neutralizar sus emisiones comprando su equivalente en bonos de carbono en el mercado mundial. La promoción de la ERNC no debiera tener como consecuencia retrasar otros proyectos de energía renovable tan eficientes como los hidráulicos. Recientes estudios indican que esta es una consecuencia posible y no deseada de la Ley 20.257. Independientemente de la definición de ERNC que ha utilizado la Ley 20.257, creemos que en su aplicación debe estar incorporada necesariamente la hidroelectricidad en cualquiera de sus modalidades, toda vez que el uso de ellas refleja directamente una disminución de la generación en base a combustibles fósiles, y la consiguiente reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, además que nuestro país posee un enorme potencial de desarrollo de estas tecnologías. Así, debiera analizarse la aplicación de la Ley ERNC considerando el aporte de la generación hidroeléctrica convencional hasta los límites de generación utilizados en otros países que, en todo caso, superan los límites de capacidad instalada incluidos en la norma actual. Cambios en la actual Ley 20.257 deben ser planteados considerando los efectos en las inversiones ya realizadas y en los contratos vigentes, los que consideran las condiciones establecidas en la Ley actual, de manera de no introducir incertidumbre a los inversionistas y al financiamiento de estos proyectos. Cabe señalar que en el marco de las licitaciones de suministro de las Empresas Distribuidoras, que permitieron suscribir contratos a largo plazo, los precios ofertados reconocieron la obligación porcentual de ERNC que la Ley vigente define. Si hay un cambio de esta obligación debería haber un ajuste de precios que lo refleje. En general, dada la naturaleza de las inversiones en generación eléctrica, caracterizadas por altos montos de inversión y extensos horizontes de recuperación del capital, es necesario garantizar, en función de lograr los objetivos de desarrollo y crecimiento planteados como país, una estabilidad jurídica y regulatoria a los actores que toman las decisiones de inversión. Cambios radicales como la incorporación de un sistema de incentivo por precio garantizado como las propuestas del tipo “precio estabilizado” deben ser cuidadosamente analizadas y diseñados para evitar la entrada indiscriminada o con consecuencias no deseadas de nuevas fuentes ERNC, o bien, para no generar una falta de inversiones si el precio estabilizado no refleja adecuadamente los costos. Por otra parte, una señal de precio podría tender a privilegiar una tecnología determinada, cuestión que debe ser debatida adecuadamente. Por otra parte, este cambio resulta a la larga incompatible con el mecanismo de cuota vigente (en la medida que la oferta se regula por el precio estabilizado y no por la cuota) y por tanto cualquier modificación debe contemplar los mecanismos de transición necesarios para no afectar a las inversiones ya realizadas en base a las reglas actuales. Para la Asociación, en línea con la promoción del desarrollo de ERNC en el país, existe espacio de revisión y mejoramiento de la actual Ley 20.257 en materias tales como la contabilización (balance de ERNC a cargo de los CDEC) y la transacción de las acreditaciones de los respaldos (actualmente convenios bilaterales acreditados ante el CDEC). Es posible pensar en un “mercado de certificados”, cuyo producto transable sea 4 DOCUMENTO DE USO INTERNO V08 28/07/11 estandarizado y definido como un atributo de la energía generada por medios renovables y no convencionales, que pueda ser vendido y comprado permanentemente y donde el precio sea la única variable de acuerdo entre las partes. La Asociación estima que existe aún un gran espacio para el desarrollo de la I&D e innovación. Este espacio puede ser llenado por nuevos instrumentos que promuevan el desarrollo de tecnologías o su adaptación en el mercado chileno, a través de la cooperación público-privada o la asociación con entidades internacionales y universidades. Este es un ámbito dónde existen avances e iniciativas en todo el mundo y es una oportunidad para la industria y los centros de investigación del país para vincularse a una tendencia en pleno desarrollo. Como iniciativa coherente con el objetivo de alcanzar el 20/20, la Ley ERNC podría contemplar que una fracción reducida (por ejemplo 5 a 10%) de la obligación de cada empresa eléctrica pudiera ser acreditada en base a aportes para I&D e innovación en fuentes ERNC. Finalmente, la Asociación considera necesario conocer la experiencia internacional en relación con la materia. Tener en cuenta la opinión de expertos que hayan participado en la implementación de políticas y mecanismos de incentivo de ERNC en sus respectivos países, entendiendo cuales fueron sus motivaciones para tales incentivos y los resultados de la evaluación “expost” que ellos hayan realizado, nos permitirá extraer las lecciones aprendidas, para evaluar y mejorar las políticas y mecanismos en nuestro país. Santiago, 28 de Julio de 2011 5