República de Colombia Corte Suprema de Justicia CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SALA DE CASACIÓN LABORAL CLARA CECILIA DUEÑAS QUEVEDO Magistrada Ponente SL17703-2015 Radicación n° 69712 Acta 43 Bogotá, D.C, dos (02) de diciembre de dos mil quince (2015). Decide la Corte el recurso de anulación interpuesto por el SINDICATO DE TRABAJADORES DE ALCANOS DE COLOMBIA S.A. E.S.P. –SINTRALCANOS- contra el Laudo Arbitral proferido el 22 de octubre de 2014 por el Tribunal de Arbitramento Obligatorio convocado para dirimir el conflicto colectivo suscitado entre el sindicato recurrente y la empresa ALCANOS DE COLOMBIA S.A. E.S.P. I. ANTECEDENTES 1 Radicación n° 69712 El 24 de junio de 2013, la organización sindical SINTRALCANOS presentó a la empresa Alcanos de Colombia S.A. E.S.P. el pliego de peticiones que dio origen al diferendo colectivo. Surtidas las conversaciones de rigor en la etapa de arreglo directo, las partes no llegaron a ningún acuerdo respecto de los 79 puntos planteados en el pliego, motivo por el cual, el Ministerio del Trabajo, ordenó la constitución e integración de un Tribunal de Arbitramento para que dirimiera el referido conflicto. El Tribunal se instaló el 14 de agosto de 2014, y una vez adelantado el trámite correspondiente, emitió laudo arbitral el 22 de octubre del mismo año. II. El Tribunal LAUDO ARBITRAL resolvió «aprobar» las peticiones 7ª (reconocimiento sindical), 12ª (procedimientos para despidos y sanciones), 17ª (premisos sindicales – comisión negociadora), 18ª literales a y b (permisos sindicales), 19ª (auxilios sindicales y ayuda económica para el sindicato), 24ª (cartelera), 29ª (descuentos convencionales), 43ª (en lo relacionado con el auxilio de anteojos), 47ª (auxilio de educación), 69ª (publicación de la convención) y 78ª (vigencia). 2 Radicación n° 69712 Las demás peticiones del pliego, esto es, la «primera, segunda, tercera, cuarta, quinta, sexta, octava, novena décima, once, trece, catorce, quince, dieciséis, veinte, veintiuno, veintidós, veintitrés, veinticinco, veintiséis, veintisiete, veintiocho, treinta, treinta y uno, treinta y dos, treinta y tres, treinta y cuatro, treinta y cinco, treinta y seis, treinta y siete, treinta y ocho, treinta y nueve, cuarenta, cuarenta y uno, cuarenta y dos, cuarenta y cuatro, cuarenta y cinco, cuarenta y seis, cuarenta y ocho, cuarenta y nueve, cincuenta, cincuenta y uno, cincuenta y dos, cincuenta y tres, cincuenta y cuatro, cincuenta y cinco, cincuenta y seis, cincuenta y siete, cincuenta y ocho, cincuenta y nueve, sesenta, sesenta y uno, sesenta y dos, sesenta y tres, sesenta y cuatro, sesenta y cinco, sesenta y seis, sesenta y siete, sesenta y ocho, setenta, setenta y uno, setenta y dos, setenta y tres, setenta y cuatro, setenta y cinco, setenta y seis, setenta y siete, setenta y nueve», las negó «de conformidad con las razones de hecho y de derecho expuestas en la parte motiva de este proveído». III. RECURSO DE ANULACIÓN Persigue el apoderado del sindicato recurrente que la Corte anule el laudo arbitral «y en su lugar se accedan a las peticiones plasmadas por la organización sindical en el pliego de peticiones». Empieza el recurrente por señalar que los árbitros negaron «oficiosamente la gran mayoría de las aspiraciones laborales de los trabajadores, no fallaron ni en equidad ni en justicia, olvidaron el espíritu de coordinación económica y equilibrio social que se deben tener en cuenta en las relaciones laborales». 3 Radicación n° 69712 En aras de demostrar esa aseveración transcribe cada una de las peticiones del pliego presentado por el sindicato, la motivación correspondiente del Tribunal y, a continuación, esgrime los siguientes argumentos: Peticiones 1ª y 2ª. Aduce que lo previsto en los arts. 467 y 470 del C.S.T. no es argumento para negar estas aspiraciones, pues la norma podía ser modificada en aras de limitar los beneficios convencionales solo a los afiliados de la organización sindical, y el sindicato quiere tener la seguridad de que la convención aplique a todos los trabajadores de la empresa, salvo algunos directivos. Petición 3ª. Sostiene que lo que pretende el sindicato con esta disposición es que se aplique la convención colectiva por ser la norma más favorable. Petición 4ª. Refiere que lo previsto en los arts. 67, 68, 69 y 70 del C.S.T. no es argumento para negar esta pretensión, pues las normas jurídicas no son pétreas ni inmodificables y lo que quiere el sindicato es tener seguridad de que en el evento de sustitución patronal se aplique la convención colectiva junto con las normas legales del C.S.T. Petición 5ª. Señala que el objetivo de esta previsión es que la empresa acepte y respete lo pactado en la convención. Petición 6ª. Asegura que la razón de ser de esta disposición era ratificar la prohibición de no discriminación. 4 Radicación n° 69712 Petición 7ª. Expresa que «no se acepta, en tanto que la organización sindical si es mayoritario, representa no solo a los trabajadores sindicalizados sino a todos los trabajadores de la empresa, quienes además, tendrían que pagar cuota sindical por beneficiarse de la convención colectiva, por lo que se aspira a que se consagre como fue pedida en el pliego de peticiones». Petición 8ª. Sostiene que la libre afiliación sindical es un derecho consagrado en la ley y, en esa medida, con mayor razón, debió quedar en la convención. Petición 9ª. Señala que los argumentos de los árbitros no son atendibles, en tanto que no era necesario acreditar la existencia de prestaciones extralegales para que éstas continuaran vigentes al pactarse la convención colectiva. Añade que si existen deben continuar vigentes en desarrollo y aplicación de los derechos adquiridos, y las que se otorguen en el futuro deben ser para todos los trabajadores. Peticiones 10ª y 11ª. Aduce que estas aspiraciones no pueden depender del reglamento interno de trabajo y su consagración busca garantizar cierta estabilidad laboral a los trabajadores. Petición 12ª. Refiere estar de acuerdo con lo resuelto. Peticiones 13ª, 14ª, 15ª y 16ª. Recalca que el razonamiento del Tribunal es eminentemente patronal y nada atendible, pues la finalidad de las convenciones es superar lo previsto en la ley en aras de mejorar las 5 Radicación n° 69712 condiciones laborales de los trabajadores, lo cual no implica coadministración de la empresa. Petición 17ª. Puntualiza que el Tribunal al resolver, modificó sustancialmente esta petición en cuanto al número de negociadores del pliego y los viáticos para el traslado durante el conflicto colectivo, lo que dificulta su negociación. En tal sentido, señala que la empresa debe suministrar y pagar viáticos a los cuatro negociadores principales y a sus suplentes. Petición 18ª. Asevera que el Tribunal redujo de forma drástica los permisos y negó otros, sin ofrecer mayores argumentos. A ese respecto, señala que «treinta días al año para repartirlos entre doce directivos y más cuando existen seccionales y comité, queda truncado el derecho de asociación sindical, en cuanto no podrán reunir ni siquiera la junta directiva para atender a sus afiliados. La cantidad de permiso se debe ampliar como se pide en el pliego de peticiones». Petición 19ª. Manifiesta estar de acuerdo con lo decidido. Peticiones 20ª y 21ª. Aduce que no son suficientes los diez millones concedidos, pues los gastos de administración son altos y el número de afiliados es poco, por lo que aspira a que esos elementos sean otorgados, sobre todo cuando su entrega es única. 6 Radicación n° 69712 Petición 22ª. Señala que los argumentos de los árbitros no son de recibo, «ni siquiera en equidad». Refiere que «si necesitan algunas instalaciones para sus actos, no es inconveniente que les presenten las instalaciones apropiadas; por lo que se consideramos (sic) que deben prestarlas con las condiciones normales». Peticiones 23ª y 24ª. Afirma estar conforme con lo decidido. Petición 25ª. Alega que los árbitros se refirieron únicamente a los auxilios para la acción cultural, los cuales «si bien están siendo concedidos extralegalmente y de manera unilateral por la empresa, constituye un argumento de más para que queden consagrados en la convención colectiva de trabajo y no queden sometidos al parecer del empleador. Deben quedar pactados en la convención colectiva de trabajo». Petición 26ª. Señala que debió concederse de acuerdo a los convenios 87, 98 y 135 y la recomendación 143 de la OIT. Peticiones 27ª y 28ª. Solicita sea concedida dentro de los parámetros de libertad y autonomía sindical, ya que el pliego fue aprobado por los trabajadores y por lo tanto ellos manifiestan cómo deben pagarse las respectivas cuotas sindicales, con independencia de lo previsto en la ley. Petición 29ª. Afirma estar de acuerdo con lo resuelto. 7 Radicación n° 69712 Petición 30ª. Señala que los mínimos legales pueden ampliarse por medio de la convención; que, en ese sentido, se puede ampliar el número de afiliados, «por lo que no es impedimento que los citados artículos 405 y 406 regule la garantía del fuero sindical, para que a partir de ellos, se pueda ampliar esta garantía supraconstitucional». Peticiones 31ª, 33ª y 34ª. Comienza por precisar que no es cierto que la creación de estos beneficios corresponda a los negociadores, pues, en efecto, fue pedida en el pliego de peticiones; que si esta prestación fue otorgada por la empresa, con más razón tenía que ser establecida en la convención colectiva «y no quede en el futuro al parecer de la empresa». Agrega que Alcanos se encuentra entre las quinientas empresas más rentables del país, la sexta en el departamento del Huila y para el año 2013 obtuvo ganancias por 49.919 millones, según el periódico La Nación. Petición 32ª. Asegura que a través de la convención se puede ampliar el mínimo de derechos, por lo que es procedente el incremento en el monto de la prima legal de servicios. Petición 35ª y 36ª. Sostiene que mediante la convención se pueden ampliar las prestaciones extralegales no contempladas en la ley, que es lo que pretende la organización sindical con esta previsión. 8 Radicación n° 69712 Petición 37ª. Asegura que si esta prestación fue otorgada por la empresa, con mayor fuerza tenía que ser establecida en la convención colectiva, para que «no quede en el futuro al parecer de la empresa»; que esta prestación «no se paga en la realidad y no significa una mayor erogación para la empresa en tanto ya se está reconociendo y pagando un bono», sobre todo cuando la compañía obtuvo en el 2013 ganancias netas por 49.919 millones de pesos y es la sexta mejor empresa del departamento. Peticiones 38ª, 39ª, 40ª, 41ª, 42ª y 44ª. Sostiene que el hecho de que esos beneficios estén en la ley, no es óbice para mejorarlos. Clarifica respecto a pretensión 42ª que el Tribunal no decidió acerca de su parágrafo segundo, el cual es de amplia significación económica para los trabajadores, dado que al ser la compañía una E.S.P.D., sus trabajadores deben recorrer toda la ciudad para atender las necesidades de 31.381 suscriptores y, para esos efectos, se movilizan a través de sus motos y vehículos propios, incurriendo en gastos de gasolina y los derivados del desgaste de los automotores. Agrega que, en caso contrario, la empresa debe suministrar los medios de transporte para la prestación del servicio, «razón por la que se solicita le reconozcan y paguen 20 días de salarios al mes a aquellos trabajadores que presten sus vehículos; auxilio de rodamiento que pagan todas las empresas de servicios públicos domiciliarios». 9 Radicación n° 69712 Petición 43ª. Asegura que el hecho de que este en la ley el auxilio de medicina, ello no es óbice para negarlo, «pues al fin y al cabo, la razón de existencia de las organizaciones sindicales es mejorar las condiciones laborales de los trabajadores». Petición 45ª. Refiere que la empresa puede patrocinar estudiantes para que estudien en el SENA, pero ello no indica que en esa institución sean admitidos ipso facto, de manera que «lo que se pretende es que del listado de patrocinados, estén familiares de los trabajadores de ALCANOS» . Petición 46ª. Asegura que la capacitación para un mejor desempeño se puede pactar en la convención, y la ley no lo prohíbe. Petición 47ª. Luego de transcribir la petición, el recurrente guarda silencio respecto a lo decidido por el Tribunal. Peticiones 48ª, 49ª, 50ª y 51ª. Sostiene que los árbitros deben fallar en equidad y no en términos económicos, máxime en este caso en donde Alcanos es una de las empresas más rentables del país. En este contexto, señala que estas previsiones tenían como finalidad proteger a los discapacitados y a los menores de edad, cuyos derechos tienen un trato especial. Peticiones 52ª, 53ª, 54ª, 55ª, 56ª, 57ª, 58ª, 59ª, 60ª, 64ª, 66ª, 67ª y 79ª. Argumenta fundamentalmente que la 10 Radicación n° 69712 convención pretende el mejoramiento de los mínimos, de suerte que por medio de este instrumento se pueden ampliar las prestaciones extralegales no contempladas en la ley. De igual modo, sostiene que los árbitros deben fallar en equidad, sobre todo en este caso donde, reitera, Alcanos viene siendo una de las empresas más rentables del país. Peticiones 61ª. Señala que esa petición es viable en términos de equidad y con ella se pretende darle materialidad al principio a trabajo igual, salario igual. Peticiones 62ª y 63. Al respecto, asevera que «en el evento que se anule el presente laudo y se accedan al reconocimiento y pago de las primas extralegales que se piden en el pliego de peticiones, ellas se tendrán en cuenta como factor salarial». Petición 68ª. Asegura que si esta prestación venía siendo reconocida por la empresa, con más cabida tenía que ser establecida en la convención colectiva, para que «no quede en el futuro al parecer de la empresa». Agrega que ello no significa una mayor erogación de la empresa pues actualmente la viene pagando. Petición 70ª. Sobre el particular, recalca que «es una una obligación de todo empleador el dar constancias sobre el cargo, salario y demás emolumentos que reciba el trabajador y ello no tiene nada que ver con el estatuto tributario». 11 Radicación n° 69712 Petición 71ª. Precisa que no es cierto que se pretenda coadministrar la empresa o atentar contra sus facultades, ya que al sindicato como representante de los trabajadores le compete su bienestar laboral y que se les tenga en cuenta para los ascensos por mérito. Petición 72ª. Manifiesta lo siguiente: «No, porque se están colocando unas condiciones, que sea absuelto dentro de los 180 días siguiente, y no es una petición justa y en equidad». Petición 73ª. Explica que lo solicitado es justo y equitativo, toda vez que no solo beneficia a los trabajadores sino a la empresa. Señala que es una obligación ineludible de la empresa ofrecer seguridad industrial a sus trabajadores. Petición 74ª. Refiere que lo pedido es diferente a la petición 19ª, pues lo que acá solicita no es un auxilio para el sindicato, sino para el fondo de solidaridad de los empleados. Petición 75ª. Aduce que la petición sirve para evitar contratiempos en el futuro y en el evento que la fusión sindical se llegue a dar. Petición 76ª. Manifiesta estar conforme con lo decidido. Petición 77ª. Señala que el art. 65 del C.S.T. no tiene nada que ver con lo pedido por el sindicato, pues su 12 Radicación n° 69712 solicitud consiste en una indemnización por despido, no por mora. Petición 78ª. Asegura que la vigencia del laudo no puede ser a partir del 1º de enero de 2013, en tanto el sindicato para esa fecha no existía en la vida jurídica y el pliego tampoco se había presentado, por lo que aspira a que la vigencia del laudo sea de dos años, a partir del 24 de junio de 2013. IV. OPOSICIÓN La sociedad Alcanos asegura que el laudo fue en equidad y el Tribunal expresamente indicó las razones de hecho y de derecho en que fundamentó su decisión. Expone que la negociación fue la primera que se dio entre el sindicato minoritario recién creado y la empresa, «punto que es fundamental para entender la actuación del Tribunal en atención a las limitaciones que impone el artículo 458 del CST» . Precisa que las peticiones no fueron aceptadas por la empresa, lo que impidió un acuerdo por la vía del arreglo directo. Tras señalar que Alcanos es una empresa de servicios públicos, sometida a un control tarifario y a las modificaciones de los entes reguladores, se opone a cada una de las peticiones del sindicato. V. CONSIDERACIONES 13 Radicación n° 69712 Antes de abordar el estudio del recurso, considera la Sala indispensable recordar e insistir acerca de las características que definen al recurso extraordinario de anulación, desde dos puntos de vista: (1º) la competencia decisoria de la Sala; (2º) los motivos que provocan la anulación del laudo y el carácter dispositivo de la argumentación. (1º) Competencia decisoria de la Sala El art. 143 del C.P.T. y S.S. prevé: ARTICULO 143. - D. 1818/98 art. 195. Homologación de laudos de tribunales especiales. El laudo que profiera un tribunal especial de arbitramento, cuando el arbitraje fuere de carácter obligatorio, será remitido con todos sus antecedentes al Tribunal Supremo del Trabajo (hoy Sala Laboral de la Corte Suprema), para su homologación, a solicitud de una de las partes o de ambas, presentada dentro de los tres días siguientes al de su notificación. El tribunal, dentro del término de cinco días, verificará la regularidad del laudo y lo declarará exequible, confiriéndole fuerza de sentencia, si el tribunal de arbitramento no hubiere extralimitado el objeto para el cual se le convocó, o lo anulará en caso contrario. Si el tribunal hallare que no se decidieron algunas de las cuestiones indicadas en el decreto de convocatoria, devolverá el expediente a los árbitros, con el fin de que se pronuncien sobre ellas, señalándoles plazo al efecto, sin perjuicio de que ordene, si lo estima conveniente, la homologación de lo ya decidido. A partir de una lectura de esa disposición pueden derivarse tres (3) actuaciones que le corresponde adelantar a esta Sala de la Corte al momento de resolver un recurso de anulación: (I) declarar exequible el laudo, confiriéndole fuerza de sentencia o, lo que es lo mismo, NO anularlo; (II) 14 Radicación n° 69712 anularlo cuando aparezca fundado un motivo de invalidez; (III) devolver el expediente al Tribunal cuando los árbitros hayan omitido decidir sobre algunos puntos para los cuales fueron convocados. De la mano con esas tres posibilidades de orden legal en las que puede desembocar el resultado el recurso, y de forma muy excepcional, la jurisprudencia de esta Corporación, en aras preservar la voluntad de los árbitros y, en esa medida, salvaguardar el arbitraje como uno de los medios eficaces y óptimos para la solución de los conflictos colectivos, ha aceptado la viabilidad de introducir (IV) «[…] precisos elementos que modifiquen el significado, alcance, o entidad de una cláusula, para despojarlas de los rasgos jurídicos o económicos que la hacen ilegal o inequitativa» (CSJ SL, 15 may. 2007, rad. 31381). Con ello, se busca conservar el contenido esencial de algunas cláusulas, mediante la precisión, modificación o aclaración de algunas notas o frases que, de no existir, hacen que la disposición sea perfectamente rescatable. Evidentemente, para que ello sea así, debe existir un pronunciamiento positivo de los árbitros respecto a algún punto del pliego de peticiones, que, en aras de su asepsia, la Corte pueda entrar a condicionar o modular para despojarlo de los elementos que lo hacen abiertamente inequitativo o ilegal. De esta forma, el abanico de decisiones que puede adoptar la Corte al resolver el recurso de anulación es un 15 Radicación n° 69712 tanto restringido, pues se contrae a esas tres posibilidades (anula, no anula o devuelve) y a una cuarta muy excepcional (condiciona o modula). Por las mismas razones, no podría entrar a anular una cláusula y a continuación, dictar una decisión de reemplazo, dado que su competencia, por disposición legal, se agota en la anulación. Al respecto, en sentencia CSJ SL13016-2015, esta Sala explicó: […] la competencia de la Corte se contrae a (i) invalidar una determinada decisión cuando exhiba un motivo de anulación o (ii) declararla exequible en caso contrario; o (iii) a devolver el expediente a los árbitros cuando hayan omitido pronunciarse respecto de un punto sobre el cual se encuentren en el deber de hacerlo. Pero en definitiva no tiene atribuciones para dictar un fallo de reemplazo, sustituyendo el deber de los árbitros de decidir en equidad. Siendo ello es así, es de advertir que el recurso de anulación propuesto por la organización sindical no puede tener éxito, puesto que, en últimas, lo que se persigue con él es que esta Sala, por vía del recurso extraordinario, anule parcialmente unas disposiciones del laudo y conceda unos auxilios y beneficios no reconocidos expresamente por el Tribunal de Arbitramento. (2º) Motivos de anulación y carácter dispositivo del recurso De manera preliminar al estudio de los motivos de anulación, conviene recordar que a partir de la entrada en vigencia de la L. 712/2001, el antes denominado recurso de homologación pasó a ser un recurso extraordinario orientado a la anulación de los laudos arbitrales, lo que significa que su nueva caracterización presupone dos cosas: (i) la necesidad de concretar los motivos de anulación; y (ii) el 16 Radicación n° 69712 carácter dispositivo de su argumentación, en cuya virtud se deben aportar las razones de la solicitud de anulación y la Corte debe ceñirse a las causales invocadas. Hecha esta aclaración y revisadas también en el acápite precedente las actividades que puede adelantar la Corte al resolver un recurso de anulación (resultado del recurso), conviene ahora precisar cuáles son los motivos que puede provocar la decisión de la Sala en uno u otro sentido (motivos de anulación). Al respecto, el Código Sustantivo del Trabajo (art. 458), el Código Procesal del Trabajo y de la Seguridad Social (art. 143) y la jurisprudencia de esta Sala, han establecido las causales o motivos que pueden esgrimirse en el recurso extraordinario, en función de lo que se persigue a través de él, así: (I) Anulación del laudo arbitral: legalmente los motivos de anulación se condensan en los arts. 143 del C.P.T. y S.S. y 458 del C.S.T., que establecen que hay lugar a la anulación del laudo arbitral: (a) cuando el Tribunal de Arbitramento «hubiere extralimitado el objeto para el cual fue convocado» o, puesto en otros términos, cuando la decisión no se circunscriba a los puntos que quedaron por fuera de los acuerdos logrados entre las partes en la etapa de arreglo directo; y (b) cuando afecte derechos o facultades de las partes reconocidos por la Constitución Política, las leyes o normas convencionales vigentes. 17 Radicación n° 69712 A partir de una construcción jurídica elaborada desde los valores y principios que inspiran el ordenamiento jurídico del trabajo, la jurisprudencia de esta Sala ha consensuado en la posibilidad excepcional de anular algunas normas dispuestas en los laudos arbitrales, cuando (c) se exhiban manifiestamente inequitativas; con lo cual se abre el espectro de los motivos de anulación y se incluye una tercera de carácter excepcional. (II) Devolución del expediente al Tribunal de Arbitramento: de acuerdo con la regla prevista en el apartado segundo del art. 143 del C.P.T. y S.S., si la Sala «hallare que no se decidieron en el decreto de convocatoria, devolverá el expediente a los árbitros, con el fin de que se pronuncien sobre ellas». En este orden, es enteramente plausible que, ante decisiones inhibitorias, el recurrente persiga a través del recurso, no la anulación del laudo sino su devolución al Tribunal para que éste decida un tema de su competencia. (III) Modulación o condicionamiento del laudo arbitral: dado que la intención de quien recurre en estos eventos es la de conservar la esencia de la decisión de los árbitros y obtener la eliminación o supresión de aquellos elementos o rastros de ilegalidad o inequidad vertidos en la cláusula, los motivos que deben argüirse son los mismos previstos para la anulación del laudo, pero con un enfoque aséptico, es decir, orientado no a obtener la anulación total de las disposiciones sino a salvaguardar su contenido primordial mediante la modificación o supresión de aquellos aspectos 18 Radicación n° 69712 accesorios que entren en contradicción con el orden jurídico y mínimos estándares equidad. Conforme a todo lo expuesto, cabe concluir entonces que mientras los motivos de anulación hacen referencia a las causales y argumentos en que se apoya el recurrente con el propósito de obtener la invalidación del laudo o la corrección de algunas de sus cláusulas para preservar su vigencia y esencia (cuestión de validez), la solicitud de devolución en cambio versa sobre una cuestión de competencia y su argumentación debe estar encaminada a demostrar a la Corte que el Tribunal omitió pronunciarse expresamente sobre un punto para el cual tenía plenas facultades. (3º) Solución al caso concreto A la luz de las reflexiones precedentes, el recurso de anulación, en gran parte, está mal encaminado. 3.1. En primer lugar, nótese que la pretensión del recurrente es que la Corte anule el laudo arbitral y, en su lugar, «acceda a las peticiones plasmadas por la organización sindical en el pliego de peticiones». Naturalmente, esta petición es improcedente, toda vez que, la competencia de la Sala se extingue con la anulación del laudo o de algunas de sus cláusulas, por lo que no puede, a continuación, reemplazar a los árbitros y emitir un pronunciamiento en equidad. 19 Radicación n° 69712 Cabe recordar que la decisión que adopta la Corte, por oposición a la de los árbitros, es estrictamente de regularidad o legalidad del laudo, es decir, el recurso se desata desde un enfoque de derecho, en cuya virtud se confrontan las disposiciones del laudo con el ordenamiento jurídico en aras de salvaguardar las facultades y derechos asignados a las partes y los límites que deben observar los árbitros. Por supuesto, la equidad como principio general del derecho también es un parámetro para la Corte, pero no para pronunciarse sobre la viabilidad de los puntos del pliego de peticiones, sino para anular o no anular determinada cláusula ya previamente establecida por la justicia arbitral. En segundo lugar, es de advertir que, de cara a las funciones de la Corte y su imposibilidad de reemplazar a los árbitros, la solicitud del sindicato no conduce a nada, pues de anularse los apartados de la resolución del Tribunal mediante los cuales negó la mayoría de las peticiones del pliego, simplemente el laudo quedaría vacío, por lo que en términos prácticos quien recurre no obtendría ninguna ventaja. En este caso, debe recordarse que el Tribunal negó expresamente, tanto en la parte motiva como resolutiva las peticiones «primera, segunda, tercera, cuarta, quinta, sexta, octava, novena décima, once, trece, catorce, quince, dieciséis, veinte, veintiuno, veintidós, veintitrés, veinticinco, veintiséis, veintisiete, veintiocho, treinta, treinta y uno, treinta y dos, treinta y tres, treinta y cuatro, treinta y cinco, treinta y seis, treinta y siete, 20 Radicación n° 69712 treinta y ocho, treinta y nueve, cuarenta, cuarenta y uno, cuarenta y dos, cuarenta y cuatro, cuarenta y cinco, cuarenta y seis, cuarenta y ocho, cuarenta y nueve, cincuenta, cincuenta y uno, cincuenta y dos, cincuenta y tres, cincuenta y cuatro, cincuenta y cinco, cincuenta y seis, cincuenta y siete, cincuenta y ocho, cincuenta y nueve, sesenta, sesenta y uno, sesenta y dos, sesenta y tres, sesenta y cuatro, sesenta y cinco, sesenta y seis, sesenta y siete, sesenta y ocho, setenta, setenta y uno, setenta y dos, setenta y tres, setenta y cuatro, setenta y cinco, setenta y seis, setenta y siete, setenta y nueve», las cuales intenta equivocadamente el sindicato que por esta vía le sean concedidas, como si la Corte pudiera fallar en equidad cada uno de los puntos del pliego. En tercer lugar, el discurso del sindicato es extremadamente abierto, pues no se encauza por alguno de los precisos motivos de anulación con su correspondiente sustentación, como tampoco en él se plantea un tema de competencia que obligue a la Corte a devolver el expediente al Tribunal. Antes bien, parece más un alegato propio del trámite arbitral, en el que se habilitan espacios propicios para esbozar argumentos relacionados con lo que es más o menos equitativo o en torno a cuál es la fórmula o construcción más adecuada del laudo. Y si bien, en algún apartado sostiene que el Tribunal no se refirió al parágrafo segundo de la petición 42ª, con lo cual pareciera que el tema se plantea desde una omisión de los árbitros, lo cierto es que éstos sí se pronunciaron 21 Radicación n° 69712 expresamente en torno a esa disposición en los términos que siguen: Analizada esta petición, los árbitros de común acuerdo deciden no acceder a ella, porque dicho beneficio se encuentra consagrado en la ley. A su alcance se remiten los árbitros, observándose además que se encuentra regulado en el Reglamento Interno de Trabajo. (Art. 2 de la Ley 15/59, Decreto Reglamentario 1258/5; y la Ley 1ª de 1963). En consecuencia, la aspiración relacionada con el auxilio de rodamiento sí mereció una reflexión por parte de los árbitros, quienes estimaron darle una respuesta negativa por tratarse de un aspecto regulado en la ley y el reglamento interno de trabajo. 3.2. En cuanto a las peticiones respecto de las cuales el Tribunal se pronunció afirmativamente y frente a las que el recurrente muestra algún grado de insatisfacción (peticiones 7ª, 17ª, 18ª, 43ª, 78ª), la Sala responde: 3.2.1. De cara a la petición 7ª del pliego, los árbitros dispusieron: RECONOCIMIENTO SINDICAL: A partir de la vigencia de la presente Convención Colectiva de Trabajo, la empresa ALCANOS DE COLOMBIA S.A. E.S.P., reconoce al Sindicato de Trabajadores de Alcanos […] como entidad representativa de los trabajadores sindicalizados de la empresa. El sindicato no acepta esta cláusula, puesto que «la organización sindical si es mayoritario, representa no solo a los trabajadores sindicalizados sino a todos los trabajadores de la empresa, quienes además, tendrían que pagar cuota sindical por 22 Radicación n° 69712 beneficiarse de la convención colectiva, por lo que se aspira a que se consagre como fue pedida en el pliego de peticiones». Lo resuelto por el Tribunal no vulnera ningún derecho o facultad de las partes, puesto que ello se acompasa con la actual condición minoritaria del sindicato (fl. 108), por cuya virtud la convención colectiva solo les es aplicable a los trabajadores sindicalizados. Claro está, tal previsión no excluye la posibilidad de que el día de mañana la convención aplique a todos los trabajadores de la empresa, en el evento que el sindicato adquiera la condición de mayoritario o por acuerdo entre las partes se haga extensivos sus beneficios a la universalidad de los trabajadores de la empresa. En consecuencia, no se anulará esta disposición. 3.2.2. En torno a las peticiones 17ª y 18ª, el Tribunal dispuso conceder (i) «permiso permanente y remunerado a la comisión negociadora por el tiempo que dure la etapa de arreglo directo, resultante de la presentación del pliego petitorio por parte de SINTRALCANOS. Esta comisión estará conformada por 4 integrantes de SINTRALCANOS, en calidad de principales» , y (ii) «30 días al año de permiso sindical remunerado, para que la organización distribuya este tiempo y escoja entre sus asociados a quienes hagan uso de este permiso para realizar actividades que el sindicato considere necesarias para su funcionamiento», de igual modo, ordenó a la empresa conceder algunos permisos remunerados para las reuniones de junta directiva y para asistir a congresos regionales y nacionales. 23 Radicación n° 69712 Sobre el particular, el recurrente se muestra insatisfecho, pues estima que debió ampliarse el número de negociadores y los días de permiso, incluirse los viáticos y concederse otros permisos, tal y como fue pedido en el pliego. Sin embargo, no expone un motivo específico de anulación, ni suministra ante esta Sala las razones por las cuales lo resuelto por el Tribunal de alguna manera exhibe vicios de ilegalidad. De hecho, el discurso del sindicato es planteado en términos de lo que considera es la medida de justicia óptima o lo que más se merece, olvidando que precisamente esa es labor de los arbitradores y que la Corte solo puede entrar a anular lo laudado cuando sea contrario al orden jurídico, o lo dictado sea sin competencia o manifiestamente inequitativo. Por cierto, este último concepto no se acompasa con simples discrepancias subjetivas en torno a grados o niveles de equidad. Al respecto, esta Sala en sentencia CSJ SL4391-2015 adoctrinó: […] la Corte ha sido insistente en señalar que las fórmulas construidas por los árbitros, para reflejar la salida más equilibrada y justa del conflicto colectivo, no pueden ser sujeto de un juicio de legalidad por esta Sala, para, por ejemplo, tergiversarlas, modificarlas o sencillamente imponer otra medida de justicia diferente. Ello con la salvedad de que se advierta una vulneración de derechos o facultades exclusivas de las partes, consagrados en la Constitución o la ley, se excedan los límites de la competencia de la justicia arbitral o se prohíje una solución manifiestamente inequitativa, que no puede ser meramente especulativa, sino que debe estar debidamente soportada en el proceso, casos en los cuales, vale decir, la decisión de la Corte tampoco puede ser la imposición de su propia medida de justicia, sino la anulación, o solo excepcionalmente, la modulación de las decisiones arbitrales. 24 Radicación n° 69712 En ese orden de ideas, la Corte ha sostenido que el objetivo del recurso de anulación es el de verificar la regularidad del laudo, mas no la revisión de la medida de justicia adoptada por los árbitros, de acuerdo con sus propias concepciones de equidad, aplicadas al caso concreto. Es por ello que, en definitiva, la intención del recurrente de peticiones, así que la como Corte las reexamine decisiones del su pliego de Tribunal de Arbitramento y, sobre esa base, decida nuevamente o modifique lo establecido, es absolutamente improcedente, pues, se repite, la Corte debe respetar las fórmulas construidas por los arbitradores, y no puede, so pretexto de tener un mejor criterio de equidad, imponer su propio rasero. Por lo visto, esta cláusula se dejará intacta. 3.2.2. En cuanto al punto 43º del pliego, cumple precisar que esta se encuentra integrada con dos peticiones (incisos 1º y 2º): (i) el auxilio de anteojos y (ii) el auxilio para compra de medicina prepagada. La primera de ellas la concedió el Tribunal y la última la negó expresamente en el fallo. Por tal motivo, es dable entender que los embates del recurrente nuevamente se dirigen contra las resoluciones denegatorias del Tribunal, con el propósito de que esta Sala las anule y dicte una decisión de reemplazo, en la que se conceda el auxilio para medicina prepagada. Conforme se explicó suficientemente, la competencia de la Corte se contrae a (i) anular, (ii) no anular, (iii) devolver el expediente al Tribunal o, excepcionalmente, (iv) modular los 25 Radicación n° 69712 efectos de las decisiones cuando haya un pronunciamiento afirmativo de los árbitros que amerite ser saneado para preservar su vigencia. Pero no para sustituir a los árbitros y, por esa vía, dictar fallos en equidad. En consecuencia, la decisión del Tribunal de negar el auxilio para medicina prepagada, se mantiene. 3.2.3. Por último, es de anotar que el recurrente acierta al criticar la determinación de los árbitros de fijar la vigencia de la convención por el término de dos años contados desde el 1º de enero de 2013 hasta el 31 de diciembre de 2014 (cláusula 78ª). Hay que recordar que los laudos arbitrales por regla general tienen efectos hacia el futuro, no retroactivos como lo determinó el Tribunal. Excepcionalmente, la jurisprudencia de la Sala ha aceptado que puedan tener efectos retrospectivos sus disposiciones salariales para corregir eventuales desequilibrios generados por la prolongación del conflicto colectivo y, de esa manera, cubrir periodos en los que no se materializa algún ajuste salarial, por el vacío que se produce entre la vigencia de una y otra convención colectiva de trabajo. Por ejemplo, en sentencia CSJ SL, 15 may. 2007, rad. 31381, la Sala expuso: En torno al tema de la causación de los beneficios salariales y prestacionales establecidos por los árbitros, al resolver los conflictos económicos sometidos a su decisión, se encuentra que por regla general el laudo arbitral tiene efectos hacía el futuro, esto es, a partir de la fecha de su expedición, habida consideración que la convención colectiva denunciada rige hasta 26 Radicación n° 69712 cuando se firme una nueva o se expida un nuevo laudo que haga sus veces conforme a lo dispuesto en el numeral 2° del artículo 14 del Decreto 616 de 1954 que subrogó el artículo 479 del C. S. del T. No obstante lo anterior es criterio jurisprudencial definido, desde Sentencia de Sala Plena de Casación Laboral de julio 19 de 1982, que la vigencia de los aumentos salariales pueden tener efecto retrospectivo; exégesis que busca corregir el desequilibrio económico que eventualmente puedan sufrir los trabajadores con la prolongación imprevista de la solución del conflicto colectivo, cuando las partes no lleguen a un arreglo directo y queden avocadas a su definición por un tribunal de arbitramento, mediando incluso en algunos casos la huelga. En idénticos términos, en la sentencia CSJ SL, 4 sept. 2007, rad. 32741, se explicó: La fecha de inicio de la vigencia del laudo arbitral no es de elección de los árbitros, sino la que resulta de la expedición del fallo; ciertamente, hasta el día anterior al que se pone fin al conflicto colectivo con el laudo arbitral, como lo preceptúa el artículo 461 del C.S.T., se extiende la vigencia de las normas convencionales anteriores; la ley garantiza la vigencia continua de la regulación convencional, pero ella ha de operar sin que se sobrepongan en el tiempo la normatividad denunciada y la que se sustituye con el laudo arbitral, que es lo que acontecería de admitirse lo que en el sub lite dispuso el tribunal, de retrotraer la vigencia del laudo arbitral a una fecha anterior a su expedición. De conformidad con lo anterior el Tribunal, excedió sus facultades al señalar la fecha de vigencia del laudo una anterior a su expedición […] Esta regla ha sido reiterada en varias ocasiones por esta Sala, como de ello da cuenta las sentencias CSJ SL, 19 jul. 2011, rad. 49859 y CSJ SL, 4 dic. 2014, rad. 55501. Adicionalmente, el error del Tribunal de otorgarle efectos retroactivos a la vigencia del laudo arbitral, se torna más evidente ante el hecho de que para la fecha establecida de iniciación del laudo -1º de enero de 2013-, aún no existía un conflicto colectivo, es decir, no había una controversia 27 Radicación n° 69712 llamada a ser alcanzada y solucionada por los efectos del laudo, pues, el primer pliego de peticiones fue presentado por Sintralcanos el 24 de junio de 2014. En consecuencia, se anulará parcialmente esta disposición en cuanto a los linderos temporales que fijo el laudo para su entrada en vigor. No se anulará el término de duración de dos años establecido por el Tribunal, dado que se encuentra ajustado al máximo previsto en la ley (art. 461 C.S.T.). Ahora bien, en la medida que los extremos temporales de vigencia del laudo es un aspecto indispensable para la correcta aplicación de sus disposiciones y las buenas relaciones entre empleadores-trabajadores, lo cual implica niveles razonables de certeza, previsibilidad y seguridad acerca de la duración de los estatutos convencionales, estima la Sala necesario entrar a precisar que la vigencia de dos años del laudo inicia desde la fecha de su expedición. DECISIÓN En mérito de lo expuesto, la CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, SALA DE CASACIÓN LABORAL, administrando Justicia en nombre de la República de Colombia y por autoridad de la ley, 28 Radicación n° 69712 RESUELVE: PRIMERO: ANULAR parcialmente la cláusula 78ª del laudo arbitral proferido el 22 de octubre de 2014, para resolver el conflicto colectivo suscitado entre la empresa ALCANOS DE COLOMBIA S.A. E.S.P. y el SINDICATO DE TRABAJADORES DE ALCANOS DE COLOMBIA S.A. E.S.P. –SINTRALCANOS-, en cuanto dispuso que la vigencia del laudo iniciaría el 1º de enero de 2013. En su lugar, se precisa que la vigencia de dos años del laudo corre desde su expedición. SEGUNDO: NO ANULAR las demás disposiciones del laudo arbitral impugnadas. Cópiese, notifíquese y devuélvase el expediente al Ministerio del Trabajo, para lo de su cargo. CLARA CECILIA DUEÑAS QUEVEDO Presidenta de Sala 29 Radicación n° 69712 JORGE MAURICIO BURGOS RUIZ RIGOBERTO ECHEVERRI BUENO GUSTAVO HERNANDO LÓPEZ ALGARRA LUIS GABRIEL MIRANDA BUELVAS 30