SL17703-2015 - Corte Suprema de Justicia

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República de Colombia
Corte Suprema de Justicia
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
SALA DE CASACIÓN LABORAL
CLARA CECILIA DUEÑAS QUEVEDO
Magistrada Ponente
SL17703-2015
Radicación n° 69712
Acta 43
Bogotá, D.C, dos (02) de diciembre de dos mil quince
(2015).
Decide la Corte el recurso de anulación interpuesto por
el SINDICATO DE TRABAJADORES DE ALCANOS DE
COLOMBIA S.A. E.S.P. –SINTRALCANOS- contra el Laudo
Arbitral proferido el 22 de octubre de 2014 por el Tribunal
de Arbitramento Obligatorio convocado para dirimir el
conflicto colectivo suscitado entre el sindicato recurrente y la
empresa ALCANOS DE COLOMBIA S.A. E.S.P.
I.
ANTECEDENTES
1
Radicación n° 69712
El 24 de junio de 2013, la organización sindical
SINTRALCANOS presentó a la empresa Alcanos de Colombia
S.A. E.S.P. el pliego de peticiones que dio origen al diferendo
colectivo.
Surtidas las conversaciones de rigor en la etapa de
arreglo directo, las partes no llegaron a ningún acuerdo
respecto de los 79 puntos planteados en el pliego, motivo por
el cual, el Ministerio del Trabajo, ordenó la constitución e
integración de un Tribunal de Arbitramento para que
dirimiera el referido conflicto.
El Tribunal se instaló el 14 de agosto de 2014, y una
vez adelantado el trámite correspondiente, emitió laudo
arbitral el 22 de octubre del mismo año.
II.
El
Tribunal
LAUDO ARBITRAL
resolvió
«aprobar»
las
peticiones
7ª
(reconocimiento sindical), 12ª (procedimientos para despidos
y
sanciones),
17ª
(premisos
sindicales
–
comisión
negociadora), 18ª literales a y b (permisos sindicales), 19ª
(auxilios sindicales y ayuda económica para el sindicato),
24ª (cartelera), 29ª (descuentos convencionales), 43ª (en lo
relacionado con el auxilio de anteojos), 47ª (auxilio de
educación), 69ª (publicación de la convención) y 78ª
(vigencia).
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Radicación n° 69712
Las demás peticiones del pliego, esto es, la «primera,
segunda, tercera, cuarta, quinta, sexta, octava, novena décima,
once, trece, catorce, quince, dieciséis, veinte, veintiuno, veintidós,
veintitrés, veinticinco, veintiséis, veintisiete, veintiocho, treinta,
treinta y uno, treinta y dos, treinta y tres, treinta y cuatro, treinta y
cinco, treinta y seis, treinta y siete, treinta y ocho, treinta y nueve,
cuarenta, cuarenta y uno, cuarenta y dos, cuarenta y cuatro,
cuarenta y cinco, cuarenta y seis, cuarenta y ocho, cuarenta y
nueve, cincuenta, cincuenta y uno, cincuenta y dos, cincuenta y
tres, cincuenta y cuatro, cincuenta y cinco, cincuenta y seis,
cincuenta y siete, cincuenta y ocho, cincuenta y nueve, sesenta,
sesenta y uno, sesenta y dos, sesenta y tres, sesenta y cuatro,
sesenta y cinco, sesenta y seis, sesenta y siete, sesenta y ocho,
setenta, setenta y uno, setenta y dos, setenta y tres, setenta y
cuatro, setenta y cinco, setenta y seis, setenta y siete, setenta y
nueve», las negó «de conformidad con las razones de hecho y de
derecho expuestas en la parte motiva de este proveído».
III.
RECURSO DE ANULACIÓN
Persigue el apoderado del sindicato recurrente que la
Corte anule el laudo arbitral «y en su lugar se accedan a las
peticiones plasmadas por la organización sindical en el pliego de
peticiones».
Empieza el recurrente por señalar que los árbitros
negaron «oficiosamente la gran mayoría de las aspiraciones
laborales de los trabajadores, no fallaron ni en equidad ni en
justicia, olvidaron el espíritu de coordinación económica y
equilibrio social que se deben tener en cuenta en las relaciones
laborales».
3
Radicación n° 69712
En aras de demostrar esa aseveración transcribe cada
una de las peticiones del pliego presentado por el sindicato,
la
motivación
correspondiente
del
Tribunal
y,
a
continuación, esgrime los siguientes argumentos:
Peticiones 1ª y 2ª. Aduce que lo previsto en los arts.
467 y 470 del C.S.T. no es argumento para negar estas
aspiraciones, pues la norma podía ser modificada en aras de
limitar los beneficios convencionales solo a los afiliados de la
organización
sindical,
y
el
sindicato
quiere
tener
la
seguridad de que la convención aplique a todos los
trabajadores de la empresa, salvo algunos directivos.
Petición 3ª. Sostiene que lo que pretende el sindicato
con esta disposición es que se aplique la convención
colectiva por ser la norma más favorable.
Petición 4ª. Refiere que lo previsto en los arts. 67, 68,
69 y 70 del C.S.T. no es argumento para negar esta
pretensión, pues las normas jurídicas no son pétreas ni
inmodificables y lo que quiere el sindicato es tener seguridad
de que en el evento de sustitución patronal se aplique la
convención colectiva junto con las normas legales del C.S.T.
Petición 5ª. Señala que el objetivo de esta previsión es
que la empresa acepte y respete lo pactado en la convención.
Petición 6ª. Asegura que la razón de ser de esta
disposición era ratificar la prohibición de no discriminación.
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Radicación n° 69712
Petición 7ª. Expresa que «no se acepta, en tanto que la
organización sindical si es mayoritario, representa no solo a los
trabajadores sindicalizados sino a todos los trabajadores de la
empresa, quienes además, tendrían que pagar cuota sindical por
beneficiarse de la convención colectiva, por lo que se aspira a que
se consagre como fue pedida en el pliego de peticiones».
Petición 8ª. Sostiene que la libre afiliación sindical es
un derecho consagrado en la ley y, en esa medida, con
mayor razón, debió quedar en la convención.
Petición 9ª. Señala que los argumentos de los árbitros
no son atendibles, en tanto que no era necesario acreditar la
existencia de prestaciones extralegales para que éstas
continuaran vigentes al pactarse la convención colectiva.
Añade que si existen deben continuar vigentes en desarrollo
y aplicación de los derechos adquiridos, y las que se
otorguen en el futuro deben ser para todos los trabajadores.
Peticiones 10ª y 11ª. Aduce que estas aspiraciones no
pueden depender del reglamento interno de trabajo y su
consagración busca garantizar cierta estabilidad laboral a
los trabajadores.
Petición 12ª. Refiere estar de acuerdo con lo resuelto.
Peticiones 13ª, 14ª, 15ª y 16ª. Recalca que el
razonamiento del Tribunal es eminentemente patronal y
nada atendible, pues la finalidad de las convenciones es
superar lo previsto en la ley en aras de mejorar las
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Radicación n° 69712
condiciones laborales de los trabajadores, lo cual no implica
coadministración de la empresa.
Petición 17ª. Puntualiza que el Tribunal al resolver,
modificó sustancialmente esta petición en cuanto al número
de negociadores del pliego y los viáticos para el traslado
durante el conflicto colectivo, lo que dificulta su negociación.
En tal sentido, señala que la empresa debe suministrar y
pagar viáticos a los cuatro negociadores principales y a sus
suplentes.
Petición 18ª. Asevera que el Tribunal redujo de forma
drástica los permisos y negó otros, sin ofrecer mayores
argumentos. A ese respecto, señala que «treinta días al año
para repartirlos entre doce directivos y más cuando existen
seccionales y comité, queda truncado el derecho de asociación
sindical, en cuanto no podrán reunir ni siquiera la junta directiva
para atender a sus afiliados. La cantidad de permiso se debe
ampliar como se pide en el pliego de peticiones».
Petición 19ª. Manifiesta estar de acuerdo con lo
decidido.
Peticiones 20ª y 21ª. Aduce que no son suficientes los
diez millones concedidos, pues los gastos de administración
son altos y el número de afiliados es poco, por lo que aspira
a que esos elementos sean otorgados, sobre todo cuando su
entrega es única.
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Radicación n° 69712
Petición 22ª. Señala que los argumentos de los árbitros
no son de recibo, «ni siquiera en equidad». Refiere que «si
necesitan
algunas
instalaciones
para
sus
actos,
no
es
inconveniente que les presenten las instalaciones apropiadas; por
lo que se consideramos (sic) que deben prestarlas con las
condiciones normales».
Peticiones 23ª y 24ª. Afirma estar conforme con lo
decidido.
Petición 25ª. Alega que los árbitros se refirieron
únicamente a los auxilios para la acción cultural, los cuales
«si bien están siendo concedidos extralegalmente y de manera
unilateral por la empresa, constituye un argumento de más para
que queden consagrados en la convención colectiva de trabajo y no
queden sometidos al parecer del empleador. Deben quedar
pactados en la convención colectiva de trabajo».
Petición 26ª. Señala que debió concederse de acuerdo a
los convenios 87, 98 y 135 y la recomendación 143 de la
OIT.
Peticiones 27ª y 28ª. Solicita sea concedida dentro de
los parámetros de libertad y autonomía sindical, ya que el
pliego fue aprobado por los trabajadores y por lo tanto ellos
manifiestan cómo deben pagarse las respectivas cuotas
sindicales, con independencia de lo previsto en la ley.
Petición 29ª. Afirma estar de acuerdo con lo resuelto.
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Radicación n° 69712
Petición 30ª. Señala que los mínimos legales pueden
ampliarse por medio de la convención; que, en ese sentido,
se puede ampliar el número de afiliados, «por lo que no es
impedimento que los citados artículos 405 y 406 regule la garantía
del fuero sindical, para que a partir de ellos, se pueda ampliar
esta garantía supraconstitucional».
Peticiones 31ª, 33ª y 34ª. Comienza por precisar que no
es cierto que la creación de estos beneficios corresponda a
los negociadores, pues, en efecto, fue pedida en el pliego de
peticiones; que si esta prestación fue otorgada por la
empresa, con más razón tenía que ser establecida en la
convención colectiva «y no quede en el futuro al parecer de la
empresa».
Agrega que Alcanos se encuentra entre las
quinientas empresas más rentables del país, la sexta en el
departamento del Huila y para el año 2013 obtuvo
ganancias por 49.919 millones, según el periódico La
Nación.
Petición 32ª. Asegura que a través de la convención se
puede ampliar el mínimo de derechos, por lo que es
procedente el incremento en el monto de la prima legal de
servicios.
Petición
35ª
y
36ª.
Sostiene
que
mediante
la
convención se pueden ampliar las prestaciones extralegales
no contempladas en la ley, que es lo que pretende la
organización sindical con esta previsión.
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Radicación n° 69712
Petición 37ª. Asegura que si esta prestación fue
otorgada por la empresa, con mayor fuerza tenía que ser
establecida en la convención colectiva, para que «no quede en
el futuro al parecer de la empresa»; que esta prestación «no se
paga en la realidad y no significa una mayor erogación para la
empresa en tanto ya se está reconociendo y pagando un bono»,
sobre todo cuando la compañía obtuvo en el 2013 ganancias
netas por 49.919 millones de pesos y es la sexta mejor
empresa del departamento.
Peticiones 38ª, 39ª, 40ª, 41ª, 42ª y 44ª. Sostiene que el
hecho de que esos beneficios estén en la ley, no es óbice
para mejorarlos.
Clarifica respecto a pretensión 42ª que el Tribunal no
decidió acerca de su parágrafo segundo, el cual es de amplia
significación económica para los trabajadores, dado que al
ser la compañía una E.S.P.D., sus trabajadores deben
recorrer toda la ciudad para atender las necesidades de
31.381 suscriptores y, para esos efectos, se movilizan a
través de sus motos y vehículos propios, incurriendo en
gastos
de gasolina y los derivados del desgaste de los
automotores. Agrega que, en caso contrario, la empresa debe
suministrar los medios de transporte para la prestación del
servicio, «razón por la que se solicita le reconozcan y paguen 20
días de salarios al mes a aquellos trabajadores que presten sus
vehículos; auxilio de rodamiento que pagan todas las empresas de
servicios públicos domiciliarios».
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Radicación n° 69712
Petición 43ª. Asegura que el hecho de que este en la ley
el auxilio de medicina, ello no es óbice para negarlo, «pues al
fin y al cabo, la razón de existencia de las organizaciones
sindicales
es
mejorar
las
condiciones
laborales
de
los
trabajadores».
Petición 45ª. Refiere que la empresa puede patrocinar
estudiantes para que estudien en el SENA, pero ello no
indica que en esa institución sean admitidos ipso facto, de
manera que «lo que se pretende es que del listado de
patrocinados, estén familiares de los trabajadores de ALCANOS» .
Petición 46ª. Asegura que la capacitación para un
mejor desempeño se puede pactar en la convención, y la ley
no lo prohíbe.
Petición 47ª. Luego de transcribir la petición, el
recurrente guarda silencio respecto a lo decidido por el
Tribunal.
Peticiones 48ª, 49ª, 50ª y 51ª. Sostiene que los árbitros
deben fallar en equidad y no en términos económicos,
máxime en este caso en donde Alcanos es una de las
empresas más rentables del país. En este contexto, señala
que estas previsiones tenían como finalidad proteger a los
discapacitados y a los menores de edad, cuyos derechos
tienen un trato especial.
Peticiones 52ª, 53ª, 54ª, 55ª, 56ª, 57ª, 58ª, 59ª, 60ª,
64ª, 66ª, 67ª y 79ª. Argumenta fundamentalmente que la
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convención pretende el mejoramiento de los mínimos, de
suerte que por medio de este instrumento se pueden ampliar
las prestaciones extralegales no contempladas en la ley. De
igual modo, sostiene que los árbitros deben fallar en
equidad, sobre todo en este caso donde, reitera, Alcanos
viene siendo una de las empresas más rentables del país.
Peticiones 61ª. Señala que esa petición es viable en
términos
de
equidad
y
con
ella
se
pretende
darle
materialidad al principio a trabajo igual, salario igual.
Peticiones 62ª y 63. Al respecto, asevera que «en el
evento que se anule el presente laudo y se accedan al
reconocimiento y pago de las primas extralegales que se piden en
el pliego de peticiones, ellas se tendrán en cuenta como factor
salarial».
Petición 68ª. Asegura que si esta prestación venía
siendo reconocida por la empresa, con más cabida tenía que
ser establecida en la convención colectiva, para que «no
quede en el futuro al parecer de la empresa». Agrega que ello no
significa
una
mayor
erogación
de
la
empresa
pues
actualmente la viene pagando.
Petición 70ª. Sobre el particular, recalca que «es una
una obligación de todo empleador el dar constancias sobre el
cargo, salario y demás emolumentos que reciba el trabajador y ello
no tiene nada que ver con el estatuto tributario».
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Radicación n° 69712
Petición 71ª. Precisa que no es cierto que se pretenda
coadministrar la empresa o atentar contra sus facultades, ya
que al sindicato como representante de los trabajadores le
compete su bienestar laboral y que se les tenga en cuenta
para los ascensos por mérito.
Petición 72ª. Manifiesta lo siguiente: «No, porque se están
colocando unas condiciones, que sea absuelto dentro de los 180
días siguiente, y no es una petición justa y en equidad».
Petición 73ª. Explica que lo solicitado es justo y
equitativo, toda vez que no solo beneficia a los trabajadores
sino a la empresa. Señala que es una obligación ineludible
de
la
empresa
ofrecer
seguridad
industrial
a
sus
trabajadores.
Petición 74ª. Refiere que lo pedido es diferente a la
petición 19ª, pues lo que acá solicita no es un auxilio para el
sindicato,
sino
para
el
fondo
de
solidaridad
de
los
empleados.
Petición 75ª. Aduce que la petición sirve para evitar
contratiempos en el futuro y en el evento que la fusión
sindical se llegue a dar.
Petición 76ª. Manifiesta estar conforme con lo decidido.
Petición 77ª. Señala que el art. 65 del C.S.T. no tiene
nada que ver con lo pedido por el sindicato, pues su
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Radicación n° 69712
solicitud consiste en una indemnización por despido, no por
mora.
Petición 78ª. Asegura que la vigencia del laudo no
puede ser a partir del 1º de enero de 2013, en tanto el
sindicato para esa fecha no existía en la vida jurídica y el
pliego tampoco se había presentado, por lo que aspira a que
la vigencia del laudo sea de dos años, a partir del 24 de
junio de 2013.
IV.
OPOSICIÓN
La sociedad Alcanos asegura que el laudo fue en
equidad y el Tribunal expresamente indicó las razones de
hecho y de derecho en que fundamentó su decisión. Expone
que la negociación fue la primera que se dio entre el
sindicato minoritario recién creado y la empresa, «punto que
es fundamental para entender la actuación del Tribunal en
atención a las limitaciones que impone el artículo 458 del CST» .
Precisa que las peticiones no fueron aceptadas por la
empresa, lo que impidió un acuerdo por la vía del arreglo
directo.
Tras señalar que Alcanos es una empresa de servicios
públicos,
sometida
a
un
control
tarifario
y
a
las
modificaciones de los entes reguladores, se opone a cada
una de las peticiones del sindicato.
V.
CONSIDERACIONES
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Radicación n° 69712
Antes de abordar el estudio del recurso, considera la
Sala
indispensable
recordar
e
insistir
acerca
de
las
características que definen al recurso extraordinario de
anulación, desde dos puntos de vista: (1º) la competencia
decisoria de la Sala; (2º) los motivos que provocan la
anulación
del
laudo
y
el
carácter
dispositivo
de
la
argumentación.
(1º) Competencia decisoria de la Sala
El art. 143 del C.P.T. y S.S. prevé:
ARTICULO 143. - D. 1818/98 art. 195. Homologación de
laudos de tribunales especiales. El laudo que profiera un
tribunal especial de arbitramento, cuando el arbitraje fuere
de carácter obligatorio, será remitido con todos sus antecedentes
al Tribunal Supremo del Trabajo (hoy Sala Laboral de la Corte
Suprema), para su homologación, a solicitud de una de las partes
o de ambas, presentada dentro de los tres días siguientes al de
su notificación. El tribunal, dentro del término de cinco días,
verificará la regularidad del laudo y lo declarará exequible,
confiriéndole fuerza de sentencia, si el tribunal de arbitramento no
hubiere extralimitado el objeto para el cual se le convocó, o lo
anulará en caso contrario.
Si el tribunal hallare que no se decidieron algunas de las
cuestiones indicadas en el decreto de convocatoria, devolverá el
expediente a los árbitros, con el fin de que se pronuncien sobre
ellas, señalándoles plazo al efecto, sin perjuicio de que ordene, si
lo estima conveniente, la homologación de lo ya decidido.
A partir de una lectura de esa disposición pueden
derivarse tres (3) actuaciones que le corresponde adelantar a
esta Sala de la Corte al momento de resolver un recurso de
anulación: (I) declarar exequible el laudo, confiriéndole
fuerza de sentencia o, lo que es lo mismo, NO anularlo; (II)
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Radicación n° 69712
anularlo cuando aparezca fundado un motivo de invalidez;
(III) devolver el expediente al Tribunal cuando los árbitros
hayan omitido decidir sobre algunos puntos para los cuales
fueron convocados.
De la mano con esas tres posibilidades de orden legal
en las que puede desembocar el resultado el recurso, y de
forma
muy
excepcional,
la
jurisprudencia
de
esta
Corporación, en aras preservar la voluntad de los árbitros y,
en esa medida, salvaguardar el arbitraje como uno de los
medios eficaces y óptimos para la solución de los conflictos
colectivos, ha aceptado la viabilidad de introducir (IV) «[…]
precisos elementos que modifiquen el significado, alcance, o
entidad de una cláusula, para despojarlas de los rasgos jurídicos
o económicos que la hacen ilegal o inequitativa» (CSJ SL, 15 may.
2007, rad. 31381). Con ello, se busca conservar el contenido
esencial de algunas cláusulas, mediante la precisión,
modificación o aclaración de algunas notas o frases que, de
no existir, hacen que la disposición sea perfectamente
rescatable.
Evidentemente, para que ello sea así, debe existir un
pronunciamiento positivo de los árbitros respecto a algún
punto del pliego de peticiones, que, en aras de su asepsia, la
Corte pueda entrar a condicionar o modular para despojarlo
de los elementos que lo hacen abiertamente inequitativo o
ilegal.
De esta forma, el abanico de decisiones que puede
adoptar la Corte al resolver el recurso de anulación es un
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Radicación n° 69712
tanto restringido, pues se contrae a esas tres posibilidades
(anula, no anula o devuelve) y a una cuarta muy excepcional
(condiciona o modula). Por las mismas razones, no podría
entrar a anular una cláusula y a continuación, dictar una
decisión de reemplazo, dado que su competencia, por
disposición legal, se agota en la anulación.
Al respecto, en sentencia CSJ SL13016-2015, esta Sala
explicó:
[…] la competencia de la Corte se contrae a (i) invalidar una
determinada decisión cuando exhiba un motivo de anulación o (ii)
declararla exequible en caso contrario; o (iii) a devolver el
expediente a los árbitros cuando hayan omitido pronunciarse
respecto de un punto sobre el cual se encuentren en el deber de
hacerlo. Pero en definitiva no tiene atribuciones para dictar un
fallo de reemplazo, sustituyendo el deber de los árbitros de
decidir en equidad.
Siendo ello es así, es de advertir que el recurso de anulación
propuesto por la organización sindical no puede tener éxito,
puesto que, en últimas, lo que se persigue con él es que esta Sala,
por vía del recurso extraordinario, anule parcialmente unas
disposiciones del laudo y conceda unos auxilios y beneficios no
reconocidos expresamente por el Tribunal de Arbitramento.
(2º) Motivos de anulación y carácter dispositivo del
recurso
De manera preliminar al estudio de los motivos de
anulación, conviene recordar que a partir de la entrada en
vigencia de la L. 712/2001, el antes denominado recurso de
homologación
pasó
a
ser
un
recurso
extraordinario
orientado a la anulación de los laudos arbitrales, lo que
significa que su nueva caracterización presupone dos cosas:
(i) la necesidad de concretar los motivos de anulación; y (ii) el
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carácter dispositivo de su argumentación, en cuya virtud se
deben aportar las razones de la solicitud de anulación y la
Corte debe ceñirse a las causales invocadas.
Hecha esta aclaración y revisadas también en el acápite
precedente las actividades que puede adelantar la Corte al
resolver un recurso de anulación (resultado del recurso),
conviene ahora precisar cuáles son los motivos que puede
provocar la decisión de la Sala en uno u otro sentido
(motivos de anulación).
Al respecto, el Código Sustantivo del Trabajo (art. 458),
el Código Procesal del Trabajo y de la Seguridad Social (art.
143) y la jurisprudencia de esta Sala, han establecido las
causales o motivos que pueden esgrimirse en el recurso
extraordinario, en función de lo que se persigue a través de
él, así:
(I) Anulación del laudo arbitral: legalmente los motivos
de anulación se condensan en los arts. 143 del C.P.T. y S.S.
y 458 del C.S.T., que establecen que hay lugar a la
anulación del laudo arbitral: (a) cuando el Tribunal de
Arbitramento «hubiere extralimitado el objeto para el cual fue
convocado» o, puesto en otros términos, cuando la decisión no
se circunscriba a los puntos que quedaron por fuera de los
acuerdos logrados entre las partes en la etapa de arreglo
directo; y (b) cuando afecte derechos o facultades de las
partes reconocidos por la Constitución Política, las leyes o
normas convencionales vigentes.
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Radicación n° 69712
A partir de una construcción jurídica elaborada desde
los valores y principios que inspiran el ordenamiento
jurídico del trabajo, la jurisprudencia de esta Sala ha
consensuado en la posibilidad excepcional de
anular
algunas normas dispuestas en los laudos arbitrales, cuando
(c) se exhiban manifiestamente inequitativas; con lo cual se
abre el espectro de los motivos de anulación y se incluye
una tercera de carácter excepcional.
(II)
Devolución
del
expediente
al
Tribunal
de
Arbitramento: de acuerdo con la regla prevista en el
apartado segundo del art. 143 del C.P.T. y S.S., si la Sala
«hallare que no se decidieron en el decreto de convocatoria,
devolverá el expediente a los árbitros, con el fin de que se
pronuncien sobre ellas». En este orden, es enteramente
plausible que, ante decisiones inhibitorias, el recurrente
persiga a través del recurso, no la anulación del laudo sino
su devolución al Tribunal para que éste decida un tema de
su competencia.
(III) Modulación o condicionamiento del laudo arbitral:
dado que la intención de quien recurre en estos eventos es la
de conservar la esencia de la decisión de los árbitros y
obtener la eliminación o supresión de aquellos elementos o
rastros de ilegalidad o inequidad vertidos en la cláusula, los
motivos que deben argüirse son los mismos previstos para la
anulación del laudo, pero con un enfoque aséptico, es decir,
orientado
no
a
obtener
la
anulación
total
de
las
disposiciones sino a salvaguardar su contenido primordial
mediante la modificación o supresión de aquellos aspectos
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Radicación n° 69712
accesorios que entren en contradicción con el orden jurídico
y mínimos estándares equidad.
Conforme a todo lo expuesto, cabe concluir entonces
que mientras los motivos de anulación hacen referencia a
las causales y argumentos en que se apoya el recurrente con
el propósito de obtener la invalidación del laudo o la
corrección de algunas de sus cláusulas para preservar su
vigencia y esencia (cuestión de validez), la solicitud de
devolución
en
cambio
versa
sobre
una
cuestión
de
competencia y su argumentación debe estar encaminada a
demostrar a la Corte que el Tribunal omitió pronunciarse
expresamente sobre un punto para el cual tenía plenas
facultades.
(3º) Solución al caso concreto
A la luz de las reflexiones precedentes, el recurso de
anulación, en gran parte, está mal encaminado.
3.1. En primer lugar, nótese que la pretensión del
recurrente es que la Corte anule el laudo arbitral y, en su
lugar, «acceda a las peticiones plasmadas por la organización
sindical en el pliego de peticiones». Naturalmente, esta petición
es improcedente, toda vez que, la competencia de la Sala se
extingue con la anulación del laudo o de algunas de sus
cláusulas, por lo que no puede, a continuación, reemplazar
a los árbitros y emitir un pronunciamiento en equidad.
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Radicación n° 69712
Cabe recordar que la decisión que adopta la Corte, por
oposición
a
la
de
los
árbitros,
es
estrictamente
de
regularidad o legalidad del laudo, es decir, el recurso se
desata desde un enfoque de derecho, en cuya virtud se
confrontan las disposiciones del laudo con el ordenamiento
jurídico en aras de salvaguardar las facultades y derechos
asignados a las partes y los límites que deben observar los
árbitros. Por supuesto, la equidad como principio general del
derecho también es un parámetro para la Corte, pero no
para pronunciarse sobre la viabilidad de los puntos del
pliego
de
peticiones,
sino
para
anular
o
no
anular
determinada cláusula ya previamente establecida por la
justicia arbitral.
En segundo lugar, es de advertir que, de cara a las
funciones de la Corte y su imposibilidad de reemplazar a los
árbitros, la solicitud del sindicato no conduce a nada, pues
de anularse los apartados de la resolución del Tribunal
mediante los cuales negó la mayoría de las peticiones del
pliego, simplemente el laudo quedaría vacío, por lo que en
términos prácticos quien recurre no obtendría ninguna
ventaja.
En este caso, debe recordarse que el Tribunal negó
expresamente, tanto en la parte motiva como resolutiva las
peticiones «primera, segunda, tercera, cuarta, quinta, sexta,
octava, novena décima, once, trece, catorce, quince, dieciséis,
veinte, veintiuno, veintidós, veintitrés, veinticinco, veintiséis,
veintisiete, veintiocho, treinta, treinta y uno, treinta y dos, treinta y
tres, treinta y cuatro, treinta y cinco, treinta y seis, treinta y siete,
20
Radicación n° 69712
treinta y ocho, treinta y nueve, cuarenta, cuarenta y uno, cuarenta
y dos, cuarenta y cuatro, cuarenta y cinco, cuarenta y seis,
cuarenta y ocho, cuarenta y nueve, cincuenta, cincuenta y uno,
cincuenta y dos, cincuenta y tres, cincuenta y cuatro, cincuenta y
cinco, cincuenta y seis, cincuenta y siete, cincuenta y ocho,
cincuenta y nueve, sesenta, sesenta y uno, sesenta y dos, sesenta
y tres, sesenta y cuatro, sesenta y cinco, sesenta y seis, sesenta y
siete, sesenta y ocho, setenta, setenta y uno, setenta y dos,
setenta y tres, setenta y cuatro, setenta y cinco, setenta y seis,
setenta
y
siete,
setenta
y
nueve»,
las
cuales
intenta
equivocadamente el sindicato que por esta vía le sean
concedidas, como si la Corte pudiera fallar en equidad cada
uno de los puntos del pliego.
En
tercer
lugar,
el
discurso
del
sindicato
es
extremadamente abierto, pues no se encauza por alguno de
los precisos motivos de anulación con su correspondiente
sustentación, como tampoco en él se plantea un tema de
competencia que obligue a la Corte a devolver el expediente
al Tribunal. Antes bien, parece más un alegato propio del
trámite arbitral, en el que se habilitan espacios propicios
para esbozar argumentos relacionados con lo que es más o
menos equitativo o en torno a cuál es la fórmula o
construcción más adecuada del laudo.
Y si bien, en algún apartado sostiene que el Tribunal
no se refirió al parágrafo segundo de la petición 42ª, con lo
cual pareciera que el tema se plantea desde una omisión de
los árbitros, lo cierto es que éstos sí se pronunciaron
21
Radicación n° 69712
expresamente en torno a esa disposición en los términos que
siguen:
Analizada esta petición, los árbitros de común acuerdo deciden no
acceder a ella, porque dicho beneficio se encuentra consagrado en
la ley. A su alcance se remiten los árbitros, observándose además
que se encuentra regulado en el Reglamento Interno de Trabajo.
(Art. 2 de la Ley 15/59, Decreto Reglamentario 1258/5; y la Ley
1ª de 1963).
En consecuencia, la aspiración relacionada con el
auxilio de rodamiento sí mereció una reflexión por parte de
los árbitros, quienes estimaron darle una respuesta negativa
por tratarse de un aspecto regulado en la ley y el reglamento
interno de trabajo.
3.2. En cuanto a las peticiones respecto de las cuales el
Tribunal se pronunció afirmativamente y frente a las que el
recurrente muestra algún grado de insatisfacción (peticiones
7ª, 17ª, 18ª, 43ª, 78ª), la Sala responde:
3.2.1. De cara a la petición 7ª del pliego, los árbitros
dispusieron:
RECONOCIMIENTO SINDICAL: A partir de la vigencia de la
presente Convención Colectiva de Trabajo, la empresa ALCANOS
DE COLOMBIA S.A. E.S.P., reconoce al Sindicato de Trabajadores
de Alcanos […] como entidad representativa de los trabajadores
sindicalizados de la empresa.
El sindicato no acepta esta cláusula, puesto que «la
organización sindical si es mayoritario, representa no solo a los
trabajadores sindicalizados sino a todos los trabajadores de la
empresa, quienes además, tendrían que pagar cuota sindical por
22
Radicación n° 69712
beneficiarse de la convención colectiva, por lo que se aspira a que
se consagre como fue pedida en el pliego de peticiones».
Lo resuelto por el Tribunal no vulnera ningún derecho
o facultad de las partes, puesto que ello se acompasa con la
actual condición minoritaria del sindicato (fl. 108), por cuya
virtud la convención colectiva solo les es aplicable a los
trabajadores sindicalizados. Claro está, tal previsión no
excluye la posibilidad de que el día de mañana la convención
aplique a todos los trabajadores de la empresa, en el evento
que el sindicato adquiera la condición de mayoritario o por
acuerdo entre las partes se haga extensivos sus beneficios a
la universalidad de los trabajadores de la empresa.
En consecuencia, no se anulará esta disposición.
3.2.2. En torno a las peticiones 17ª y 18ª, el Tribunal
dispuso conceder (i) «permiso permanente y remunerado a la
comisión negociadora por el tiempo que dure la etapa de arreglo
directo, resultante de la presentación del pliego petitorio por parte
de SINTRALCANOS. Esta comisión estará conformada por 4
integrantes de SINTRALCANOS, en calidad de principales» , y (ii)
«30 días al año de permiso sindical remunerado, para que la
organización distribuya este tiempo y escoja entre sus asociados a
quienes hagan uso de este permiso para realizar actividades que
el sindicato considere necesarias para su funcionamiento», de
igual modo, ordenó a la empresa conceder algunos permisos
remunerados para las reuniones de junta directiva y para
asistir a congresos regionales y nacionales.
23
Radicación n° 69712
Sobre
el
particular,
el
recurrente
se
muestra
insatisfecho, pues estima que debió ampliarse el número de
negociadores y los días de permiso, incluirse los viáticos y
concederse otros permisos, tal y como fue pedido en el
pliego. Sin embargo, no expone un motivo específico de
anulación, ni suministra ante esta Sala las razones por las
cuales lo resuelto por el Tribunal de alguna manera exhibe
vicios de ilegalidad.
De hecho, el discurso del sindicato es planteado en
términos de lo que considera es la medida de justicia óptima
o lo que más se merece, olvidando que precisamente esa es
labor de los arbitradores y que la Corte solo puede entrar a
anular lo laudado cuando sea contrario al orden jurídico, o
lo
dictado
sea
sin
competencia
o
manifiestamente
inequitativo. Por cierto, este último concepto no se acompasa
con simples discrepancias subjetivas en torno a grados o
niveles de equidad. Al respecto, esta Sala en sentencia CSJ
SL4391-2015 adoctrinó:
[…] la Corte ha sido insistente en señalar que las fórmulas
construidas por los árbitros, para reflejar la salida más
equilibrada y justa del conflicto colectivo, no pueden ser sujeto de
un juicio de legalidad por esta Sala, para, por ejemplo,
tergiversarlas, modificarlas o sencillamente imponer otra medida
de justicia diferente. Ello con la salvedad de que se advierta una
vulneración de derechos o facultades exclusivas de las partes,
consagrados en la Constitución o la ley, se excedan los límites de
la competencia de la justicia arbitral o se prohíje una solución
manifiestamente inequitativa, que no puede ser meramente
especulativa, sino que debe estar debidamente soportada en el
proceso, casos en los cuales, vale decir, la decisión de la Corte
tampoco puede ser la imposición de su propia medida de justicia,
sino la anulación, o solo excepcionalmente, la modulación de las
decisiones arbitrales.
24
Radicación n° 69712
En ese orden de ideas, la Corte ha sostenido que el objetivo del
recurso de anulación es el de verificar la regularidad del laudo,
mas no la revisión de la medida de justicia adoptada por los
árbitros, de acuerdo con sus propias concepciones de equidad,
aplicadas al caso concreto.
Es por ello que, en definitiva, la intención del
recurrente
de
peticiones,
así
que
la
como
Corte
las
reexamine
decisiones
del
su
pliego
de
Tribunal
de
Arbitramento y, sobre esa base, decida nuevamente o
modifique lo establecido, es absolutamente improcedente,
pues, se repite, la Corte debe respetar las fórmulas
construidas por los arbitradores, y no puede, so pretexto de
tener un mejor criterio de equidad, imponer su propio
rasero.
Por lo visto, esta cláusula se dejará intacta.
3.2.2. En cuanto al punto 43º del pliego, cumple
precisar que esta se encuentra integrada con dos peticiones
(incisos 1º y 2º): (i) el auxilio de anteojos y (ii) el auxilio para
compra de medicina prepagada. La primera de ellas la
concedió el Tribunal y la última la negó expresamente en el
fallo. Por tal motivo, es dable entender que los embates del
recurrente nuevamente se dirigen contra las resoluciones
denegatorias del Tribunal, con el propósito de que esta Sala
las anule y dicte una decisión de reemplazo, en la que se
conceda el auxilio para medicina prepagada.
Conforme se explicó suficientemente, la competencia de
la Corte se contrae a (i) anular, (ii) no anular, (iii) devolver el
expediente al Tribunal o, excepcionalmente, (iv) modular los
25
Radicación n° 69712
efectos de las decisiones cuando haya un pronunciamiento
afirmativo de los árbitros que amerite ser saneado para
preservar su vigencia. Pero no para sustituir a los árbitros y,
por esa vía, dictar fallos en equidad.
En consecuencia, la decisión del Tribunal de negar el
auxilio para medicina prepagada, se mantiene.
3.2.3. Por último, es de anotar que el recurrente acierta
al criticar la determinación de los árbitros de fijar la vigencia
de la convención por el término de dos años contados desde
el 1º de enero de 2013 hasta el 31 de diciembre de 2014
(cláusula 78ª).
Hay que recordar que los laudos arbitrales por regla
general tienen efectos hacia el futuro, no retroactivos como
lo
determinó
el
Tribunal.
Excepcionalmente,
la
jurisprudencia de la Sala ha aceptado que puedan tener
efectos retrospectivos sus disposiciones salariales para
corregir
eventuales
desequilibrios
generados
por
la
prolongación del conflicto colectivo y, de esa manera, cubrir
periodos en los que no se materializa algún ajuste salarial,
por el vacío que se produce entre la vigencia de una y otra
convención colectiva de trabajo. Por ejemplo, en sentencia
CSJ SL, 15 may. 2007, rad. 31381, la Sala expuso:
En torno al tema de la causación de los beneficios salariales y
prestacionales establecidos por los árbitros, al resolver los
conflictos económicos sometidos a su decisión, se encuentra que
por regla general el laudo arbitral tiene efectos hacía el futuro,
esto es, a partir de la fecha de su expedición, habida
consideración que la convención colectiva denunciada rige hasta
26
Radicación n° 69712
cuando se firme una nueva o se expida un nuevo laudo que haga
sus veces conforme a lo dispuesto en el numeral 2° del artículo 14
del Decreto 616 de 1954 que subrogó el artículo 479 del C. S. del
T. No obstante lo anterior es criterio jurisprudencial definido,
desde Sentencia de Sala Plena de Casación Laboral de julio 19 de
1982, que la vigencia de los aumentos salariales pueden tener
efecto retrospectivo; exégesis que busca corregir el desequilibrio
económico que eventualmente puedan sufrir los trabajadores con
la prolongación imprevista de la solución del conflicto colectivo,
cuando las partes no lleguen a un arreglo directo y queden
avocadas a su definición por un tribunal de arbitramento,
mediando incluso en algunos casos la huelga.
En idénticos términos, en la sentencia CSJ SL, 4 sept.
2007, rad. 32741, se explicó:
La fecha de inicio de la vigencia del laudo arbitral no es de
elección de los árbitros, sino la que resulta de la expedición
del fallo; ciertamente, hasta el día anterior al que se pone fin al
conflicto colectivo con el laudo arbitral, como lo preceptúa el
artículo 461 del C.S.T., se extiende la vigencia de las normas
convencionales anteriores; la ley garantiza la vigencia continua de
la regulación convencional, pero ella ha de operar sin que se
sobrepongan en el tiempo la normatividad denunciada y la que se
sustituye con el laudo arbitral, que es lo que acontecería de
admitirse lo que en el sub lite dispuso el tribunal, de retrotraer la
vigencia del laudo arbitral a una fecha anterior a su expedición.
De conformidad con lo anterior el Tribunal, excedió sus facultades
al señalar la fecha de vigencia del laudo una anterior a su
expedición […]
Esta regla ha sido reiterada en varias ocasiones por
esta Sala, como de ello da cuenta las sentencias CSJ SL, 19
jul. 2011, rad. 49859 y CSJ SL, 4 dic. 2014, rad. 55501.
Adicionalmente, el error del Tribunal de otorgarle
efectos retroactivos a la vigencia del laudo arbitral, se torna
más evidente ante el hecho de que para la fecha establecida
de iniciación del laudo -1º de enero de 2013-, aún no existía
un conflicto colectivo, es decir, no había una controversia
27
Radicación n° 69712
llamada a ser alcanzada y solucionada por los efectos del
laudo, pues, el primer pliego de peticiones fue presentado
por Sintralcanos el 24 de junio de 2014.
En
consecuencia,
se
anulará
parcialmente
esta
disposición en cuanto a los linderos temporales que fijo el
laudo para su entrada en vigor. No se anulará el término de
duración de dos años establecido por el Tribunal, dado que
se encuentra ajustado al máximo previsto en la ley (art. 461
C.S.T.).
Ahora bien, en la medida que los extremos temporales
de vigencia del laudo es un aspecto indispensable para la
correcta aplicación de sus disposiciones y las buenas
relaciones entre empleadores-trabajadores, lo cual implica
niveles razonables de certeza, previsibilidad y seguridad
acerca de la duración de los estatutos convencionales,
estima la Sala necesario entrar a precisar que la vigencia de
dos años del laudo inicia desde la fecha de su expedición.
DECISIÓN
En mérito de lo expuesto, la CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA, SALA DE CASACIÓN LABORAL, administrando
Justicia en nombre de la República de Colombia
y por
autoridad de la ley,
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Radicación n° 69712
RESUELVE:
PRIMERO: ANULAR parcialmente la cláusula 78ª del
laudo arbitral proferido el 22 de octubre de 2014, para
resolver el conflicto colectivo suscitado entre la empresa
ALCANOS DE COLOMBIA S.A. E.S.P. y el SINDICATO DE
TRABAJADORES DE ALCANOS DE COLOMBIA S.A. E.S.P.
–SINTRALCANOS-, en cuanto dispuso que la vigencia del
laudo iniciaría el 1º de enero de 2013. En su lugar, se
precisa que la vigencia de dos años del laudo corre desde su
expedición.
SEGUNDO: NO ANULAR las demás disposiciones del
laudo arbitral impugnadas.
Cópiese, notifíquese y devuélvase el expediente al
Ministerio del Trabajo, para lo de su cargo.
CLARA CECILIA DUEÑAS QUEVEDO
Presidenta de Sala
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Radicación n° 69712
JORGE MAURICIO BURGOS RUIZ
RIGOBERTO ECHEVERRI BUENO
GUSTAVO HERNANDO LÓPEZ ALGARRA
LUIS GABRIEL MIRANDA BUELVAS
30
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