País Chile Años 1999-2000

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País
Años
Chile
1999-2000
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Los medios de comunicación han
podido desarrollar su labor con algunas restricciones.
En diciembre, la Corte Suprema
de Chile declaró inadmisible un recurso de queja interpuesto en contra de una resolución que había
confirmado el sobreseimiento definitivo del proceso iniciado por requerimiento del senador vitalicio
Augusto Pinochet Ugarte contra el
director y una periodista del diario
La Tercera. De esa manera quedó
firme la resolución dictada por la
Corte de Apelaciones de Santiago
la cual, a su vez, había confirmado
lo resuelto por el ministro de Fuero
Rubén Ballesteros, quien cerró la
investigación respectiva sin haber
sometido a proceso a los periodistas referidos.
La investigación judicial que había iniciado dicho proceso estaba
referida a un titular del matutino y a
un artículo firmado con sus iniciales por la periodista Margaret
Valenzuela en el que se aludía a
declaraciones del senador nombrado sobre temas de derechos humanos.
En un acontecimiento inédito en
democracia para el periodismo chileno y en cumplimiento de una orden del Juez Suplente del Séptimo
Juzgado del Crimen de Valparaíso,
Pedro Landaeta, la periodista de los
diarios La Tercera y La Hora, Paula
Afani, fue detenida por negarse a
revelar sus fuentes de información
en relación con hechos referidos a
un proceso que investiga la red de
narcotráfico y lavado de dinero llamada Operación Océano, en el cual
se inculpan a ciertas personas por
supuestas vinculaciones con el
Cartel de Cali.
El Juez antes nombrado había
exigido de la reportera, que ésta le
proporcionara el nombre de las personas que le habían entregado copia de las declaraciones extrajudiciales prestadas en EE.UU. de
dos de los principales inculpados
en el caso.
Luego de seis horas de detención, el Magistrado Titular del Sexto Juzgado del Crimen resolvió dejar en libertad por falta de mérito a
la periodista antes nombrada.
El 6 de noviembre, la ministra
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María Antonieta Morales Villagrán
dispuso que se publicara una rectificación en la página editorial del
diario El Mercurio, en los mismos
caracteres que la nota impugnada,
con el sorprendente argumento de
que «el derecho de los particulares a rectificar debe necesariamente comprender también lo expresado en las notas editoriales, cuando
se sientan ofendidos o injustamente aludidos», y que la apreciación
de la ofensa o de la injusticia es
entregada por la Constitución y por
la ley a la persona aludida, ignorando que es ésa precisamente la función del juez. En editorial publicado en El Mercurio de Santiago el
20 de septiembre de 1998, se aludió al ministro y ex presidente de la
Corte Suprema Servando Jordán,
a raíz de un proceso contra el director y un periodista del diario La
Tercera.
El abogado del ministro Jordán
solicitó que, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 11 de la ley
16.643, sobre abusos de publicidad, se insertara una rectificación
en la misma página editorial del
mencionado diario.
Ante la eventualidad de que el
periódico fuera clausurado –sanción que contempla la ley 16.643
en caso de que no se cumpla la
determinación judicial que ordena
incluir una aclaración–, El Mercurio publicó la rectificación del abogado del ministro Jordán en la página 2, y no en la página editorial, y
apeló de inmediato contra la sentencia, fallo que está en proceso de
redacción.
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La empresa estatal Metro S.A.,
que tiene a su cargo la administración de la red de ferrocarriles subterráneo de Santiago, anunció, a
fines de julio de 1999, que distribuiría gratuitamente en las estaciones un periódico editado por la firma sueca Modern Times Group
(MTG). En el contrato suscrito el
23 de julio de ese año Metro S.A.
otorgó a MTG la concesión para
usar el espacio de la red permitiéndole asimismo la licencia de usar
la palabra «Metro», como nombre
del periódico.
En esa ocasión la Sociedad de
Fomento Fabril , identidad gremial
que reúne a las empresas industriales chilenas, incluyendo algunas
Empresas Periodísticas, interpuso
un recurso de protección en contra de Metro S.A. sosteniendo que
se estaban vulnerando algunas disposiciones constitucionales, y en
particular la que impide a toda empresa del Estado incursionar en
otros giros que no sean los específicos, salvo que sea autorizada
para ellos por una Ley de Quórum
calificado. Debe recordarse que
Metro S.A. impide la venta de dia-
rios y revistas en el interior de sus
estaciones, lo cual creaba una
abierta competencia desleal respecto de un público cautivo de
700.000 personas aproximadamente, que utilizan el servicio cada
día. A este recurso se adhirió la
Asociación Nacional de la Prensa
(ANP).
La ANP presentó por ante la Corte de Apelaciones de Santiago un
recurso de amparo económico ante
la situación planteada. El tribunal,
el 13 de enero de este año, autorizó la salida del diario Metro para
que fuera distribuido en las estaciones del ferrocarril Metropolitano,
rechazando, en consecuencia, el
recurso de amparo económico señalado.
Por su parte, la Corte Suprema
por fallo del 31 de enero de este
año, revocó el fallo prohibiendo la
circulación del diario Metro que se
estaba distribuyendo gratuitamente en las estaciones del ferrocarril
metropolitano. El tribunal acogió en
definitiva el recurso de amparo económico presentado por la ANP en
contra de la Empresa de Transporte. En la actualidad, el diario sólo
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es distribuido en las puertas de
acceso a las estaciones del ferrocarril metropolitano con el nombre
de MTG.
El 22 de febrero pasado la Corte
Suprema, acogiendo un recurso de
queja presentado por el juez de ese
mismo Tribunal, Servando Jordán,
procedió a condenar al periodista
José Ale del diario La Tercera a una
pena de 541 días de prisión por infracción a la Ley de Seguridad Interior del Estado. El fallo fue emitido a raíz de un requerimiento del
ministro Jordán en contra de los
periodistas Fernando Paulsen
como director de La Tercera y José
Ale del mismo diario. La sentencia
sólo condenó a José Ale y absolvió
a Fernando Paulsen.
El fallo demuestra que Chile no
cuenta con un ordenamiento jurídico razonable que otorgue amplias
garantías para el ejercicio de la libertad de expresión.
Esta sentencia vuelve a colocar
en la discusión pública el Artículo
6, letra b) de la Ley de Seguridad
del Estado, considerado como
atentatorio a la libertad de información y opinión. Son numerosos los
profesionales de la información que
han sido condenados por requerimientos presentados en función de
dicho articulado, el que pretende
proteger a las autoridades del Estado ante difamaciones injurias y
calumnias; pero que en la práctica
se ha ido transformando en una
poderosa arma que afecta a la crítica informativa.
La titular del 3r Juzgado del Crimen de Concepción, Flora Sepúlveda Rivas, por resolución del 21
de febrero pasado, decretó prohibición de informar en el proceso
que se sustancia por la desaparición del joven Jorge Matute Johns.
Sin embargo, el 6 de mayo la
magistrada dejó sin efecto la referida prohibición de informar, aduciendo que no se justificaba mantenerla ya que se había dado cumplimiento a la mayoría de las diligencias decretadas el 23 de febrero, las cuales requerían la más absoluta reserva para el éxito de la
investigación del caso. El juicio antes referido se originó hace tres
meses por un caso policial que la
opinión pública ha seguido con
mucha preocupación e interés ya
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que hasta la fecha no ha aparecido
el cuerpo de la víctima.
La magistrada antes nombrada
había hecho uso de la facultad que
le confiere el Artículo 25 de la Ley
sobre abuso de Publicidad, rigiendo dicha medida desde el 23 de
febrero pasado hasta el 20 de marzo próximo, plazo en el cual los
medios de comunicación deberían
abstenerse de divulgar informaciones concernientes al respectivo juicio.
La prensa chilena ha desarrollado sus labores sin restricciones de
importancia. Existe, empero, una
proficua legislación restrictiva que
abarca desde la censura cinematográfica hasta la requisa de publicaciones y libros, además de incluir
las normas sobre insulto y desacato más graves del continente. En
función de esto, el Poder Judicial
se ha transformado en un ejecutor
de decisiones limitativas a la libertad de expresión, alimentado esto
con una jurisprudencia calificada
por muchos como anti libertad de
prensa. Como contrapartida positiva, debemos consignar la posición
del Poder Ejecutivo que ha anunciado a través de su titular a la SIP
su firme decisión de llevar adelante las iniciativas necesarias para
procurar a nivel del Parlamento la
derogación de todas las normas
restrictivas. Efectivamente, el presidente Lagos ha presentado proyectos para derogar el Artículo 6,
letra b) de la Ley de Seguridad del
Estado y eliminar la censura cinematográfica, al tiempo que pretende que a nivel del Congreso se
aprueben normas que pondrían fin
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a una serie de potestades de la
Justicia que afectan el derecho a
la información. Sin perjuicio de destacar este hecho, no se puede ignorar que muchos de estos avances deberán ser aprobados a nivel
parlamentario y se confía que con
la acción del Poder Ejecutivo los
proyectos en esa materia, muchos
allí desde hace varios años, sean
aprobados definitivamente.
Hubo una prohibición de informar
que fue levantada posteriormente
y un proceso judicial ante la Corte
de Apelaciones de Santiago contra un diario de esta ciudad. La tramitación de un proyecto de ley sobre libertades de opinión e información y ejercicio del periodismo no
ha presentado avances importantes.
A raíz de haberse encontrado a
un obrero sin vida en la localidad
de Lanco, décima región del país
el 8 de febrero, El Diario Austral de
Valdivia informó que se trataba de
un homicidio. Por este motivo el
juez de letras de San José de
Mariquina decretó una prohibición
de proporcionar información a dicho diario hasta el 20 de febrero,
de acuerdo con las facultades que
le otorga el artículo 25 de la ley de
abusos de publicidad.
El 5 de febrero, el senador Francisco Javier Errázuris entabló ante
la Corte de Apelaciones una querella, de acuerdo al artículo 6, letra
b) de la ley de seguridad del Estado contra 1) el director del diario El
Metropolitano, Enrique Alvarado; 2)
el editor de la sección negocios de
ese medio de comunicación, Javier
Ignacio Urrutia; y 3) la fotógrafa
Mireya Muñoz, por la publicación de
reportajes relacionados con la situación del notario Eduardo Pinto
Peralta, procesado por la eventual
responsabilidad que podría caberle en la falsificación de una escritura pública relativa a una empresa de propiedad del senador
Errázuris.
A principios de marzo, el ministro secretario general de gobierno,
Claudio Huepe, se reunió con los
representantes de la Federación de
Medios de Comunicación y del
Colegio de Periodistas con el fin de
tratar el veto aditivo a la ley de prensa que se encuentra radicado en la
Cámara de Diputados.
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La propuesta debería ser conocida por la sala de ese órgano legislativo en marzo, habiendo pospuesto el gobierno su aprobación para
mayo.
Este proyecto de ley de prensa se
encuentra radicado en el poder legislativo hace siete años y ante el
rechazo que el mismo sufrió en el
Congreso en agosto pasado, el
Poder Ejecutivo decidió enviar el
veto aditivo correspondiente.
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