A R T Í C U L O S D E O P I N I Ó N TOPOGRAFÍA APLICADA “Topografía aplicada a la excavación de túneles” (2ª parte) Publicamos la segunda parte de este artículo sobre topografía aplicada a la excavación de túneles, en donde se explica de una manera más pormenorizada las características más singulares del proyecto del túnel de San Gotardo entre Italia y Suiza, de una longitud de 17 km. Patricia Ortega González, Ingeniero Técnico de Obras Públicas TOPOGRAFÍA DE APOYO Al igual que cualquier obra de ingeniería, las tareas de proyecto, replanteo, construcción, medición de obra, y posible control posterior de deformaciones, de túnel, precisa de la implantación y observación de una serie de puntos de diverso tipo, que junto con el plano topográfico base, donde se ha proyectado dicho túnel, se va a denominar de forma genérica “Topografía de Apoyo”. Y ésta, se apoya tanto en la topografía externa, realizada a cielo abierto y en la topografía subterránea, realizada bajo tierra. La topografía a cielo abierto no difiere de la que se utiliza en cualquier tipo de obra, sin embargo, la topografía subterránea, o las labores del enlace de ésta con el exterior, sí requiere de métodos y técnicas de trabajo específicas que difieren bastante de los sistemas normalmente utilizados a cielo abierto. A esto hay que añadirle otro matiz. Los cuidados a tener en cuenta durante las tareas de observación de una y otra habrán de ser estrictos a fin de conseguir las precisiones exigidas, tanto en su enlace 36 como en su fiabilidad. Mientras que a cielo abierto la comprobación es fácil, bajo tierra un error no tiene comprobación inmediata y sus consecuencias pueden ser irreparables. TOPOGRAFÍA DE APOYO EXTERNA La topografía de apoyo externa, generalmente consta de los siguientes apartados: • Plano topográfico base. • Red de enlace entre bocas: triangulación, poligonal de precisión y nivelación. • Paso de línea por montera (no siempre realizable). • Perfil longitudinal por montera (no siempre realizable). PLANO TOPOGRÁFICO BASE Para poder proyectar un túnel tanto en su diseño planimétrico como altimétrico, ha de disponerse de un plano topográfico que permita estudiar y determinar las características del mismo. Sobre este plano, el ingeniero proyectista podrá definir en una primera apro- ximación la planta y rasante del túnel. Pero para efectuar este anteproyecto habrá de conocer las características geológicas de la zona por donde va a discurrir dicho túnel. Para ello y con independencia de la información geológica general de la zona que un mapa de este tipo pueda proporcionarle, es muy posible que tenga que efectuar sondeos adecuadamente situados que certifiquen y amplíen esa información previa. Estos planos base pueden ser generales de toda la zona de posible afección por el túnel, o parciales de determinadas zonas. Los planos generales suelen requerir de escalas del tipo 1/2.000, 1/1.000 o 1/500 con altimetría acorde con la escala. Los planos parciales o de detalle se realizan a escalas del tipo 1/200 y 1/100, y generalmente se realizan en la zona de acceso, esto es, en las boquillas y en los puntos de ataque de las rampas y los pozos. RED DE ENLACE ENTRE BOCAS La excavación de un túnel es una tarea que sólo puede circunscribir- A R T Í C U L O S D E O P I N I Ó N TOPOGRAFÍA APLICADA se a la sección de ataque de dicha excavación. Con independencia del método de excavación utilizado, dichas tareas son lentas y por ello se induce que lógicamente para conseguir mayor velocidad en ellas es necesario duplicar o multiplicar estos frentes de excavación. Generalmente la excavación de un túnel se efectúa desde las dos bocas a la vez a fin de duplicar la velocidad de excavación. Lógicamente, ambos frentes de excavación han de encontrarse y coincidir en un determinado punto o perfil del túnel. Para que esto suceda con una cierta exactitud y no se produzcan errores es necesario que la labor de replanteo sea precisa y exacta. Por otra parte, para conseguir lo anteriormente expresado, se induce que es absolutamente necesario que los puntos definitorios de las dos bocas de excavación estén perfectamente enlazados, tanto planimétrica como asimétricamente. En ocasiones, a fin de conseguir mayor velocidad en los trabajos de excavación, se aumenta en número de frentes de ataque, lo que se consigue efectuando pozos o rampas auxiliares que permitan acce- der desde la superficie a la rasante proyectada del túnel. Esta red de enlace entre bocas ha de permitir conocer con toda exactitud las coordenadas espaciales X, Y, Z de los puntos iniciales de la excavación, así como los acimutes de las alineaciones rectas de entrada y salida. Para ello es necesario relacionarlos, lo cual se consigue por medio de: yectar la rasante de la galería y la diferencia de cotas entre dichos puntos. Las precisiones requeridas en estos trabajos previos estarán siempre en función de las características de la obra. El condicionante más a tener en cuenta es la longitud existente entre N y S, bocas de entrada y, por lo tanto, los resultados estarán en función de dicha longitud. • Triangulación. • Poligonales de precisión. • Nivelación por alturas. Según la figura, donde se expresa el proyecto de un túnel en planta con alineación recta entre una boca norte punto N y una boca sur punto S, que en su caso pudiera ser una alineación curva cualquiera, ambos puntos N y S, así como sus alineaciones de entrada y salida (R4, R3, N, R2, R1) ; (R5, R6, S, R7, R8), se enlazan por medio de una triangulación con dos bases medidas en los extremos de la cadena para su comprobación. Modernamente esta triangulación entre bocas es sustituida por una poligonal de precisión, siempre y cuando los condicionantes del túnel, longitud y precisiones del cierre del replanteo por ambas bocas así lo permita. El presente y futuro de este tipo de tareas es la aplicación del G.P.S. Así pues, el desarrollo de estas observaciones de apoyo no será igual para un túnel de unos cientos de metros de longitud que para un túnel de varios kilómetros. Del mismo modo los cuidados a tener en cuenta a lo largo de un replanteo no serán los mismos para un túnel excavado directamente en roca sin necesidad de revestimiento, que otro con revestimiento simultáneo a la excavación. Como ejemplo ilustrativo de lo anteriormente comentado se tiene el proyecto del túnel de San Gotardo entre Italia y Suiza, que con una longitud de 17 km. y contraído en 1973, presenta unas características muy singulares, que se detallan a continuación. Por otra parte, habrá de efectuarse entre ambos puntos una nivelación por alturas con la precisión adecuada al caso, de tal manera que se pueda determinar con toda exactitud el desnivel o incremento de cota entre ambos puntos de boquilla N y S, ya que los valores altimétricos de la triangulación o la poligonal no tendrán las precisiones requeridas en estos casos. Esta nivelación va a permitir pro- 37 A R T Í C U L O S D E O P I N I Ó N TOPOGRAFÍA APLICADA La red de apoyo consta de una triangulación combinada con poligonal, es decir, una triangulación trilaterada o triangulateración. Está compuesta de 33 puntos observados, referidos entre si por 231 visuales y 54 distancias. Se efectuaron 126 cierres de triángulos, con un promedio en los errores de cierre de 7cc, efectuándose una compensación en bloque por mínimos cuadrados y obteniéndose unas elipses de error en los puntos calculados del orden de 32 mm. de eje mayor. Con este tipo de observaciones y la correspondiente nivelación por alturas se consiguieron unos cierres del replanteo de 16 cm. en dirección, 7 cm. en longitud y 5 cm. en cota. Dicho replanteo fue efectuado por poligonales de centrado forzoso, distanciómetros y giróscopos. Paso de línea por montera Mediante la red de apoyo externa, triangulación o poligonal y nivelación por alturas, se enlazan los puntos en superficie de inicio del túnel por ambas bocas. Según la figura, supuesto un túnel en recta entre los puntos Boca A y Boca B, con unas alineaciones de entrada M-A y B-N, puntos de los que son conocidas sus coordenadas X, Y, Z en función del enlace realizado por medio de la red de apoyo externa, será fácil calcular el acimut de la alineación recta AB, referido a los puntos M y N, en función de sus coordenadas. Este acimut entre A y B se calculará en función de las coordenadas de proyecto de ambos puntos. Si se replantean los puntos A y B y desde A con referencia M, se prolonga la alineación recta M-A-B con el acimut calculado en función de las coordenadas obtenidas por la 38 red de apoyo, en teoría, tendría que llegarse a B. Si se excavase bajo tierra desde A hacia B con dicho acimut, y con la adecuada pendiente en función del desnivel entre ambos puntos, en teoría tendría que llegarse al punto B. Ahora bien, la realidad es bien distinta, ya que las coordenadas de los puntos A y B estarán afectadas de unos errores más o menos pequeños que darán lugar a un acimut calculado afectado de un cierto error, por lo que al prolongar dicha alineación A-B, a cielo abierto, no se llegaría a B, sino que se llegaría a un punto B´ desplazado de B una magnitud lineal transversal tal que “e”. Si a cielo abierto, en superficie, se prolongase la alineación A-B a lo largo de unos posibles puntos intermedios E1´- E2´- … - E7´, y se supone dicha prolongación exenta de errores de arrastre, aunque realmente sí se cometerán errores en dicha prolongación, está claro que el acimut O calculado entre A y B está afectado de un error E, cuyo valor será tag E = e/AB, donde “e” es el desplazamiento obtenido y AB es la distancia entre los puntos en cuestión. Pero también es obvio, que si se quiere replantear este túnel en recta con toda precisión, a de chequearse el acimut elegido para prolongar la excavación, y tener plena certeza de que manteniendo una determinada orientación acimutal de la recta MA, se llega al otro extremo de la misma, punto B. En un principio, y con independencia de los posibles errores en la prolongación de la alineación recta A-B, se puede efectuar una primera rectificación del acimut calculado, merced al valor del ángulo E anteriormente calculado. La operación anteriormente descrita es lo que se denomina el “Paso de Línea por Montera”, que a fin de cuentas es una comprobación a cielo abierto del replanteo. Si con el acimut previamente calculado y corregido del error E, se vuelve a prolongar la alineación recta AB, se llega a B con un desplazamiento “e´” menor que el anterior, lo que permitirá efectuar el cálculo de un nuevo error. Repitiendo esta operación las veces necesarias se llega a obtener el acimut de la dirección de la recta A-B que exactamente cumple con el condicionamiento de enlazar en recta A con B, con independencia de las coordenadas atribuidas a A y B. Está claro que una vez conseguido esto, a cielo abierto, si posteriormente se efectúa una excavación subterránea entre A y B con la dirección ajustada y corregida a cielo abierto, y se da a dicha excavación la adecuada pendiente, lo mismo que en superficie se ha llegado exactamente a B, también se conseguirá prolongando la alineación recta bajo tierra. Conviene resaltar que se ha considerado la prolongación de la alineación exenta de errores, lo que no es cierto, por lo tanto se ha de tener en cuenta dicho factor a la hora de evaluar a priori el posible error de llegada “e”. El conseguir un exacto valor de la pendiente de la rasante del túnel está en función de la precisión de la nivelación que se realice entre ambas bocas. Este paso de línea por montera, o en su caso, un replanteo previo A R T Í C U L O S D E O P I N I Ó N TOPOGRAFÍA APLICADA por montera, no es siempre factible, pues estará condicionado por las características del terreno en superficie. No obstante, siempre que ello sea posible, es aconsejable efectuar este paso de línea o comprobación de línea por montera, que puede evitar o paliar los errores de cierre del replaneo al realizar éste por dos frentes de excavación que en teoría han de ser coincidentes. Perfil longitudinal por montera En ocasiones, en túneles de gran longitud, o cuando se precisa de una mayor velocidad de perforación, es necesario, tal y como se ha comentado en un apartado anterior, duplicar o multiplicar los frentes de excavación y para ello es preciso la excavación de pozos o rampas de acceso a la rasante de excavación desde uno o varios puntos de la superficie. Para ello es necesario conocer el perfil del terreno en superficie, o lo que es lo mismo, el perfil de montera, definiendo como montera la intersección del plano vertical de la planta del túnel con el terreno. Cuando el túnel es en recta, el mismo paso de línea por montera delimitará ese perfil por montera. Cuando no sea así, es necesario replanear el túnel o parte del mismo a cielo abierto a fin de proyectar estos pozos o rampas. Es obvio decir que en cualquier caso este perfil puede conocerse a partir del plano base, y que tan sólo es necesario replantear en superficie el punto elegido para iniciar el pozo o la rampa, lo que habrá de ejecutarse con sumo cuidado para una vez nivelado, poder determinar con toda exactitud la profundidad del pozo o la dirección espacial de la rampa, la cual permita acceder al punto del túnel proyectado. En la figura se puede apreciar un túnel en recta, con su paso de línea por montera. El perfil longitudinal por montera se obtendría a cielo abierto a lo largo de las estaciones, N, R3, R4,..., R5, R6, S. Este perfil por montera adecuadamente señalizado, replanteado y observado permite proyectar un pozo o rampa desde la superficie a la rasante de excavación proyectada. Parece conveniente poner de manifiesto lo siguiente. Si al perforar un túnel desde dos boquillas de ataque, el acimut de las direcciones de perforación no es coincidente, se producirá un error de cierre transversal. Por otra parte, si las pendientes de estas direcciones de perforación no son coincidentes en el punto previsto para su encuentro, se producirá un error de cierre en cota vertical. Estos errores, por supuesto, siempre van a producirse pero serán admisibles hasta unos ciertos límites de tolerancia, fuera de los cuales sus consecuencias serán irreparables, dando lugar a la típica anécdota del error de cruce, que suele comentarse en estas obras. En vista de la figura, supuesto un túnel en recta W-E con pendiente recta continua, puede darse el caso que de forma realzada se expresa, donde un error en acimut da lugar al cruce de la galerías excavadas en el teórico perfil de encuentro o cale. Por otra parte, un error en el cálculo de la pendiente de la rasante o en la determinación de la cota de W y E da lugar al cruce en el plano vertical de las galerías excavadas. CÁLCULO DEL REPLANTEO DE UN TÚNEL El diseño de la planta y el alzado de un túnel, con independencia del técnico que la efectúe, siempre en función de una serie de condicionamientos de todo tipo, se realiza siguiendo los mismos procesos que si la obra fuese a cielo abierto. Pero el gran problema que presentan este tipo de obras es que su construcción ha de realizarse bajo tierra. En superficie, a cielo abierto, es más fácil controlar el replanteo de una obra, y se pueden efectuar rectificaciones, pero en una galería subterránea es muchísimo más difícil, de tal manera que un error en el replanteo puede en su caso no se detectado hasta el momento del cale, cuando la rectificación de un posible error ya no puede efectuarse. Por otra parte, se está en la obligación de trabajar en condiciones difíciles ya sea por la angostura de las galerías, por el polvo, la humedad, el agua, y otros factores que obligarán a estacionar de forma atípica y a efectuar el replanteo combinando distintos métodos o sistemas, que permitan obtener un cierto índice de fiabilidad y precisión en los trabajos. El cálculo del replanteo de un túnel o de una galería subterránea no tendrá mayor problema que si la obra fuese a cielo abierto. No obstante, habrán de aplicarse los métodos más adecuados al caso, en función de los condicionamientos constructivos, que anteriormente ya han sido comentados. 39