Córdoba, veintisiete de abril de dos mil seis. I) Y VISTA: La presente causa caratulada “Actuaciones Labradas por la Unidad Judicial 1° en Srio. 5608/05 con motivo del incendio ocurrido el 13/10705 damnificado: Consejo Deliberante y otros " Expte. Act/118 Año 2005".II) DE LA QUE RESULTA: “El día 13-10-05, siendo entre las 10:55 hs. y 11:00 hs., en el segundo piso del edificio “Garden Factory”, donde funcionaba el Concejo Deliberante de la Municipalidad de Córdoba, que está ubicado entre las calles Corrientes e Ituzaingó del B° Centro de esta ciudad, en circunstancias que se encontraban trabajando alrededor de 150 personas, a raíz de un caso fortuito, se produjo un cortocircuito (arco eléctrico) por la ruptura de la placa que une los conductores de la bornera correspondiente al motor de aireación Fancoil, marca Carrier, ubicado en la sala de máquina del 2 do piso, generando en el tramo de los conductores que unen dicho motor con el tablero seccional de alimentación, una elevada temperatura (900° C) causando la formación de esferillas en los conductores producto de su fundición, circunstancia esta que a la vez hizo que en el tablero seccional aludido –a consecuencia de no haberse interrumpido el suministro eléctrico al motor al no saltar la llave térmica- se registrara una temperatura semejante (900° C), lo que ocasionó que en la base del contactor ubicado en dicho tablero se iniciara una llama permanente en sus partes plásticas dada su alta combustibilidad, atento a que el mismo no cumplía con la norma IRAM 2378-1. Debido a que el citado tablero seccional estaba ubicado en la habitación contigua al motor aludido que era utilizada como depósito en el que se hallaban a la época del incendio, entre otros objetos, substancias inflamables como teener depositado en botellas de gaseosa chicas o plásticas sin estar debidamente presurizadas (tapadas), removedor para despegar alfombras, tarros de pintura, y alfombras enrolladas con restos de fana, a causa de los trabajos de pintura que se estaban efectuando, es que los gases despedidos por estas substancias habrían actuado como acelerantes haciendo que la llama se propagara rápidamente alcanzando el cielo raso y materiales de alta combustibilidad como la placa de policarbonato que lo separaba de la oficina de prensa y el nylon que cubría la tubería de aireación distribuida en el entretecho, haciendo infructuoso todo el obrar del personal de mantenimiento del Concejo Deliberante así como del propio Garden Shopping quienes trataron de apagarlo valiéndose de los matafuegos allí existentes, arrasando con la totalidad del mobiliario con que estaban equipadas las oficinas (aproximadamente 80 boxes con sus respectivos mobiliarios e impresoras, computadoras, fotocopiadoras, dispensers etc. ), y dada la alta temperatura alcanzada por el incendio, generó fisuras en las columnas (19) que servían de base a las cuatro zapatas sobre las que se alza el edificio de 17 pisos, generando defectos estructurales en la construcción de relevancia, a la vez que puso en peligro la vida de las personas que se desempeñaban laboralmente en la totalidad del complejo y la torre aludida, quienes debieron ser rescatados por el cuerpo de Bomberos pertenecientes a la Policía de la Provincia de Córdoba, los que luego de largas horas de combatir el incendio, arriesgando sus vidas, lograron sofocarlo”. III) PRUEBA: Testimonial: Pedro Francisco Cevallos (fs. 01/02), Juan Alberto Dagatti (fs. 11 y 514/517), José María Pieroni (fs. 12/13 y 488/489), Ezequiel Hugo Ocanto (fs. 14), Gustavo Martín Acosta (fs. 15/16 y 538/540), Héctor Fabián Pintos (fs. 25/26 y 485/487), Juan Carlos Ardiles (fs. 34 y 510/512), Verónica Gabriela Rodríguez (fs. 43/45 y 541/543), Eduardo Daniel Allende (fs. 51/53), Luis Tomás Bordones (fs. 54/56 y 497/498), Ricardo Rosendo Rodríguez (fs. 57/58 y 518/519), Walter Enrique Contreras (fs. 59/61), José Ovidio Navarro (fs. 63/64), Mario Alberto Montenegro (fs. 466/469), Ricardo Alberto Luchini (fs. 473/475), Alejandro Tomás Ferrer (fs. 477/479) , Walter Humberto Amuchástegui (fs. 480/482), Pablo Martín Pérez (fs. 483/484), Juan Manuel Rúbeda (fs. 521/522), Humberto Edgardo Gulino (fs.523/524), Antonio Nicolás Luna (fs. 544/545), Oscar Eduardo Morán (fs. 546/547), Diego Cristian Cortesini (fs. 550/552), Cristina Antonia Mainonis (fs. 561/563), Guillermo Germán Lucero (fs. 620); Olando Francisco Reche (fs. 637), Luis Atilio Palacios (fs. 700/700vta.). Documental e Instrumental: Acta de inspección ocular (fs. 03), croquis ilustrativo (fs. 04), Informe técnico de la Dirección de Bomberos de la Provincia de Córdoba (fs. 110/123, 286/312 y 365/375), Informe técnico sobre medidas de protección contra incendios (fs. 125), informe de la Secretaría de Protección Humana de la Municipalidad de Córdoba (fs. 158/162), documentación presentada por la empresa de telefonía móvil CTI (fs. 170/213), copia del Diario de Sesiones del 24/02/05 del Honorable Consejo Deliberante de la Ciudad de Córdoba (fs. 244/251), Informe del departamento de Estructura de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad Nacional de Córdoba (fs. 253/254), informe químico de Policía Judicial (fs. 262/263, 457), fotografía legal (fs. 266), recorte periodístico del matutino La Voz del Interior (fs. 316), presentación de la Secretaría de Protección humana (fs. 320/364), fotografía legal (fs. 378/454), planimetría legal (fs. 455), informe de la Empresa Provincial de Energía de Córdoba (fs. 491/484), actas de secuestro (fs. 504/509), fotocopia contrato de locación (fs. 568/570), fotografía legal (fs. 585/605), actas de declaraciones receptadas en el marco de la Investigación realizada por la Comisión Investigadora del Concejo Deliberante a saber: Mirta Gladys Angulo (fs. 654/656), Virginia Rosa Balista Herrera (fs. 657/658), Luis Armando Gardei (fs. 659/660), Marcela Tedeschini (fs. 661/662), Rosa Enriqueta Tabares (fs. 663/664), Luciana Andrea Martínez (fs. 665/666), María Valeria Koeter (fs. 668), José Ovidio Navarro (fs. 669/671), Analía Verónica Federico (fs. 672), Juan Alberto Dagatti (fs. 674/676), Armando Benito Lahorca (fs. 681/682), Armando Benavides (fs. 684/686), Griselda Carmen Guevara (fs. 687/688), Aldo Raúl Martínez (fs. 689/692), Norma Nilda Bustos (fs. 693/694), Silvana Edith Ocaño (fs. 695/696), Nicolás Antonio Luna (fs. 698). Carpeta de Prueba N° 1: Conteniendo en su interior: 1- Copia de planos estructurales y sistema eléctrico 2- Resoluciones Administrativas de la Municipalidad. Carpeta de Prueba N° 2: Conteniendo en su interior: Inventario de elementos existentes en el Concejo Deliberante. Carpeta de Prueba N° 3 : Conteniendo en su interior: Presentación de Supermercado Disco por destrucción de mercadería. Carpeta de Prueba N° 4: Conteniendo en su interior: Fotografías tomadas al momento de realizar el informe técnico correspondiente a los días 19, 20 y 26 de diciembre de 2005 –Ciudad de San Francisco Córdoba- Carpeta de Prueba N° 5: Conteniendo fotografías tomadas al momento de realizar el informe técnico correspondiente a los días 05, 06 y 07 de diciembre de 2005 –Ciudad de Córdoba- Carpeta de Prueba N° 6: Conteniendo en su interior: Fotografías tomadas al momento de realizar el informe técnico correspondiente al día 06/01/06 –Ciudad de Córdoba-. Carpeta de Prueba N° 7: Conteniendo los Informes Técnicos en relación a los materiales secuestrados en el lugar del hecho (Lotes n° 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7 y 8), correspondiendo el primero al elaborado por quienes fueron designados oficialmente por la Fiscalía de Instrucción, Ingenieros: Víctor E. Escribano –Director Centro de Vinculación de los Lab. del Dpto. Electrotecnia- Daniel E. Lago –Director del Laboratorio de Máquinas Eléctricas y Baja Tensión- Miguel Piumetto –Area Ensayos e Investigaciones Eléctricas Lab. de Máquinas Eléctricas y Baja Tensión- y Prof. Oscar Marchi –Responsable Técnico del Lab. De Máquinas Eléctricas y Baja Tensión- pertenecientes a la U.N.C. Facultad de Ciencias Excactas, Físicas y Naturales (fs. 1/70) y el segundo al Ingeniero César Carlos Campos, en representación de la parte querellante –Consejo Deliberante- (fs. 72/81). Carpeta de Prueba N° 8: Conteniendo un original del matutino “La Voz Del Interior”, de fecha viernes 14 de octubre de 2005, págs. A-20 y A-21, en las que se da una amplia información de datos recogidos por reporteros en la calle en momentos que se evacuaba a personas del edificio, así como opiniones recogidas a empleados y distintos figuras políticas, un croquis del edificio del centro comercial –Garden Shopping- y la Torre Garden Factory. IV) 1. Inicialmente al tomar estado público la hipótesis que el incendio habría sido provocado (no accidental) y dado a que la misma -“prima facie”- encuadraría en la figura penal prevista en el CP. art. 186 incs. 1° y 4°, obligó al Ministerio Público Fiscal a dar inicio a la investigación penal preparatoria por tratarse –supuestamentede un delito de acción pública promovible de oficio (CP., art. 71, CPP., arts. 5, 301, 328 y ss), en atención a los principios de legalidad y oficiosidad. Ahora, luego de la investigación practicada se ha arribado al estado intelectual de certeza respecto a que el hecho en cuestión no encuadra en figura penal alguna al ser producto de un caso fortuito, por lo que corresponde ordenar el archivo de las presentes actuaciones (CPP., art. 334, primer párrafo). 2. Previo abordar el análisis de la prueba colectada, se considera necesario precisar algunos puntos para su mejor comprensión: A) LUGAR EDILICIO DONDE FUNCIONABA EL CONCEJO DELIBERANTE: El ámbito espacial lo era el centro comercial denominado “Garden Shopping”, situado en la esquina de las arterias Ituzaingó y Corrientes del B° centro de esta ciudad, con ingreso principal por la última de las nombradas. El mismo comprende las cocheras ubicadas en el sub suelo (que unas 30 de ellas se alquilaban al Concejo), el hall central de ingreso ubicado en la planta baja donde existen distintos locales comerciales en alquiler, y el Supermercado Disco sito en la esquina aludida; el primer piso en el que había también locales comerciales y el Concejo Deliberante y el segundo piso ocupado en su totalidad por el Concejo Deliberante. A partir del tercer al decimoséptimo piso se erige la denominada “Torre Graden Factory” cuyos pisos son alquilados a distintos profesionales (clínicas de ojos etc.), realizándose igualmente de la más variada actividad comercial (ver fotocopias contratos de locación fs. 177/184, 187/201, 202/211 y escrituras de fs. 170/175 , 185/186, y fotografía de fs. 266) (ver Carpeta de Prueba N° 8, pág. 21 A, y 20 A.) B) OPORTUNIDAD EN QUE EL CONCEJO DELIBERANTE COMENZO A FUNCIONAR EN DICHO CENTRO COMERCIAL Y CAMBIOS QUE A POSTERIORI SE REALIZARON DESDE QUE EL PARTIDO NUEVO ASUMIO LA PRESIDENCIA: A comienzos del año 1996 se decidió el traslado del Concejo deliberante al Centro Comercial Garden Shopping, iniciándose en el mes de marzo las obras necesarias para ello, estando a cargo Juan Alberto Dagatti –Jefe de Asuntos Internos que abarca las áreas de mantenimiento, limpieza, electricidad, patrimonio, serenos y centrales telefónicas- de la planificación y distribución de las oficinas que ocuparían los concejales y empleados, tercerizando la realización de la tabiquería a la empresa “DECOR”, a otra el rediseño de los baños y a otra la instalación de los equipos de aire acondicionado que se ubicaron en los pisos segundo, tercero y cuarto, así como también el de la terraza del tercer piso. Es decir que inicialmente el Concejo Deliberante ocupó cuatro pisos (primero y segundo del Garden Shopping y tercero y cuarto de la Torre Garden Factory) debiendo –entre otros aspectos- proveerse del equipamiento necesario para asegurar la debida refrigeración y calefacción . En diciembre de 2003 por disposición de la gestión a cargo del entonces Presidente del Concejo Deliberante, Daniel Giacomino, a fin de reducir los gastos originados por el alquiler en dicho centro comercial, es que se modificó el contrato inicial acordando (3° Cuerpo ver fs. 568/570), que el Concejo Deliberante reinstalaría sus oficinas de los pisos tercero y cuarto en los pisos primero y segundo (ver 3 Cuerpo, planos de “planta del segundo” y “planta de terrazas” de Dirección de Policía Judicial de fs. 455, Carpeta de Pruebas N° 8, edición del matutino local “La Voz Del Interior”, de fecha 14-10-05, pág. 21-A ). En el citado contrato de locación, más precisamente en la Cláusula Octava (Obligaciones del Locatario), en su pto. 5°, se asume como responsabilidad por parte de las autoridades del Concejo Deliberante: “Efectuar todas las reparaciones que sean necesarias para la conservación de la unidad, sus accesorios, y aparatos cualquiera sea la causa de la cual provenga el desperfecto o rotura, debiendo asimismo dar inmediata noticia al locador de cualquier novedad que se produzca al respecto”. Obviamente, que la siguiente cláusula será la base de las responsabilidades civiles que puedan surgir, siendo de interés en los puntos que se vayan abordando, justipreciar la conducta (responsabilidad) de las autoridades del Concejo Deliberante, con el devenir de la duración del citado contrato, respecto de las decisiones asumidas en cuanto a los cambios o modificaciones realizadas, así como el debido contralor de la conducta de sus inferiores. Fue a raíz de estos cambios que Dagatti y personal a sus órdenes del área de mantenimiento (Mario Alberto Montenegro, Ricardo Alberto Luchini entre otros), tuvieron que acondicionar el segundo piso para la reubicación de las oficinas existentes así como la distribución de los empleados administrativos, duplicándose el número de oficinas llegando a un total 80 (ver Juan Alberto Dagatti, 3° Cuerpo fs. 514 y 1° Cuerpo Croquis de Verónica Rodríquez de fs. 45, entre otros). Lo dicho trajo aparejado que espacios físicos que antes eran de 4 mts. cuadrados quedaran reducidos a 2 mts. (cfr. Mario Alberto Montenegro fs. 466 vta., in fine), debiendo las mismas (oficinas) ser acondicionadas y equipadas con el “material lumínico necesario, computadoras, estabilizadores de tensión, dispensers de agua (fría y caliente), enchufes para televisores, caloventores, microondas, heladeras en algunos casos, radios, televisores, etc., llegando algunas a contar hasta con 4 computadoras, fotocopiadoras, existiendo en el área de prensa 4 televisores, equipos de audio, radio, etc., destacando que para el caso de la fotocopiadora y la oficina legislativa existía una línea independiente” (cfr. Juan Alberto Dagatti, Mario Alberto Montenegro y Ricardo Alberto Luchini fs. 514/517, 466/468 y 473/475, respectivamente, señalando que los dos últimos en aquélla época además de mantenimiento cubrían el área de electricidad). Luchini y Montenegro –sin tener título de ingenieros en electricidad, ni estudios terciarios en dicha materia- fueron quienes tuvieron a su cargo el hacer posibles ésas instalaciones, para lo cual a fin de conectar los elementos eléctricos en las nuevas oficinas o aquéllas que se modificaban bajaban las conexiones de los cables que pasaban por el techo (cielo raso), existiendo también cables canales desde donde, igualmente, bajaban conexiones para distintos aparatos eléctricos, encontrándose uno de estos cables canales sobre la pared divisoria del depósito (cfr. 3° Cuerpo Mario Alberto Montenegro fs. 467 supra). A su vez toda esta instalación debía conectarse al tablero eléctrico principal ubicado también en el segundo piso próximo a la oficina de las fotocopiadoras, para lo cual se lo equipó con llaves térmicas principales, tres llaves diferenciales y sesenta llaves térmicas individuales (cfr. Ricardo Alberto Luchini y Juan Alberto Dagatti, fs. 473 vta y 514 vta. respectivamente del 3° Cuerpo), tarea esta que también se llevó a cabo sin consultar a un especialista en la materia a los fines que asesorara respecto de su factibilidad y riesgos. Este cuadro de situación es puesto de manifiesto por Silvana Edith Ocaño, -quien presta servicios de limpieza desde las 07:00 hs. hasta las 14:00 hs.- al hacer referencia a los problemas vinculados a la luz, diciendo que “había dos personas que metían mano en la luz, que yo les decía porqué se meten ahí si no saben nada. Gustavo Ludueña siempre arreglaba y él sí sabía, pero Dagatti lo llevaba porque le hacía falta. Luis Zárate a veces tocaba y no sabía mucho, el otro que no sabía mucho es Mario Montenegro...” (4° Cuerpo, fs. 695). Sus dichos son traídos a colación para poner de resalto la indiferencia que se tenía –por ignorancia- respecto de la problemática eléctrica que se padecía día a día los meses antes del incendio, ya que los cambios que se habían producido en el segundo piso desde que el Concejo Deliberante alquiló el edificio del Garden Shopping fueron substanciales, siendo obvio que se necesitaba del asesoramiento de un experto en la materia. Coincidiendo con lo dicho, el comentario efectuado en el matutino local “La Voz Del Interior”, bajo el título “Un espacio diseñado para sala de juegos” daba cuenta que el segundo piso del Garden había sido diseñado para albergar una sala de juegos lo que ocurrió entre 1993 a 1996 funcionando un local que respondía al nombre de fantasí “Neverland” , existiendo como único compartimiento de mampostería de todo el nivel el de los baños. Luego da cuenta de lo narrado supra es decir, que los 1.500 mts., cuadrados se convirtieron en sede del Concejo Deliberante: sala de sesiones, 31 oficinas, salas de bloques y numerosos archivos se improvisaron a fuerza de tabiques altamente combustibles. La gestión Juez comprimió aún más los espacios cuando decidió ahorrar el alquiler de dos de los cuatro pisos ... Pese a que el Viceintendente en uso de licencia, Daniel Giacomino, reiteró que toda la red eléctrica del segundo piso fue remplazada y adecuada el año pasado, son coincidentes las versiones que indican que los cortes de luz ocasionados por la sobrecarga de consumo eran constantes...“.(ver Carpeta de Prueba N° 8, cfr. pág. A-20) C) PROBLEMAS EN EL SISTEMA ELECTRICO CORRESPONDIENTE AL SEGUNDO PISO QUE COMENZARON A SUSCITARSE APARTIR DE LA REFORMA DEL CONTRATO DE LOCACION: A consecuencia de las nuevas instalaciones que debieron efectuarse en el sistema eléctrico antes aludido, y atento a que las mismas no se efectivizaron con el asesoramiento técnico de un idóneo en la materia, lo que a todas luces se hacía necesario dada su complejidad, es que comenzaron a presentarse distintos problemas en el sistema eléctrico que desembocaban en cortes de luz, ya que saltaban las llaves térmicas, lo que con el transcurso del tiempo fue agudizándose al darse con habitualidad y teniendo un promedio mínimo de 2 a 3 cortes por día, entre los horarios de 08:00 hs. a 15:00 hs, meses antes que ocurriera el incendio. No obstante este cuadro de situación, la autoridad a cargo del área de mantenimiento –Juan Alberto Dagatti- que abarcaba la electricidad, siguió insistiendo sin recurrir a expertos en la materia, lo que hizo que esta circunstancia perdurara hasta el momento de ocurrir el incendio, no obstante la designación a cargo del área eléctrica de Gustavo Ludueña, ya que no era especialista para este tipo de problmática lo que se verá reflejado cuando se aborde el informe de los técnicos oficiales. A esta afirmación se está en condiciones de efectuarla con el estado intelectual de certeza, razón por la cual el Suscripto la tuvo como una de las posibles hipótesis a valorar para contestarse el interrogante de cuál fue, verdaderamente, la razón por la que se desató el incendio en el edificio del Garden Shopping. Si bien ello es así, hubo y existen a la fecha quienes al problema eléctrico se niegan a admitirlo y en otros casos, a darle la debida dimensión que en realidad representaba, como lo es la autoridad del Concejo Deliberante constituido en querellante particular (CPP. arts. 7, 91 y ss.) (ver fs. 223/226, 2° Cuerpo), apuntando con exclusividad a la hipótesis del incendio provocado. Basta decir que el Concejo Deliberante, es un sujeto parcial por ser parte interesada en el resultado de la investigación, puesto que en caso de arribarse a la conclusión que el incendio –ya sea en forma directa o indirectatiene sus raíces de responsabilidad en sus propias autoridades o empleados, deberá hacerse cargo de la reparación de los daños y perjuicios producidos, y va de suyo que su monto –a esta altura de la investigación- no constituye una bagatela. Otro ejemplo de ello es el que fuera Jefe de Policía de la Provincia de Córdoba, el ex Comisario General Luis F. Iturri, quien previo a dicho cargo se desempeñó como Jefe de Bomberos de la Policía de Córdoba y al momento del hecho lo hacía como Asesor de Gestión de la Secretaría de Recursos Humanos de la Municipalidad de Córdoba, el cual elaboró un informe respecto de las causales del incendio (que oportunamente se abordará) (2° Cuerpo fs. 320/351). En apoyo de lo dicho vale destacar que la Secretaría de Recursos Humanos, perteneciente a la Municipalidad de Córdoba, delegó a Iturri la realización de una investigación inicial, efectuando para ello –entre otras actividades- un sumario paralelo en el que se recepcionaron declaraciones a personal que trabajaba en el Concejo Deliberante (2° Cuerpo, Verónica Gabriela Rodríguez fs. 358, Pablo Martín Pérez fs. 359/360, José María Pieroni fs. 361/362, Walter Humberto Amuchástegui fs. 363 y Luis Tomás Bordones fs. 364), en el que se advierte que brilló por su ausencia el interrogante de si existían o no en el segundo piso problemas en las instalaciones eléctricas con anterioridad al incendio, circunstancia esta que fue abordada en la investigación judicial al ser interrogados dichos testigos al respecto, oportunidad en que empezó a tomar cuerpo esta hipótesis. En esta misma posición se ubica Juan Alberto Dagatti de quien dependía –inmediatamenteesta área. La negativa de Dagatti se encuentra plasmada en sus tres declaraciones ( fs. 11 del 1° Cuerpo, a fs. 514 vta. del 3° Cuerpo, y en su nueva declaración ante la Comisión de Investigación designada por el Consejo Deliberante de fs. 674/674 del 4° Cuerpo), al guardar absoluto silencio en la primera y en la última al respecto, en tanto que en la recepcionada por ante esta Fiscalía a preguntas formuladas expresó: que sólo una vez estos problemas se manifestaron en una línea eléctrica de derivación que alimentaba aparatos de iluminación y toma corriente del sector pasillo sobre calle Corrientes del segundo piso debido a un problema con el grabador de la oficina 22 del secretario del Concejal Hernández, y nunca más volvieron a tener problemas de corte de luz (3° Cuerpo fs. 514 vta.). En contraposición de las manifestaciones de Dagatti contamos, nada más y nada menos, que con los dichos del propio personal de mantenimiento quienes –en un primer momento- tuvieron a su cargo el efectuar las modificaciones en el sistema eléctrico para la instalación de las nuevas oficinas. Así Mario Alberto Montenegro a preguntas formuladas por esta Fiscalía declaró: “....que desde hace cuatro o cinco meses –antes del incendioempezaron a tener problemas con la conexión eléctrica del segundo piso de oficinas del Consejo Deliberante. Recuerda concretamente que la semana anterior al hecho había habido unos cortes de luz y que en algunas oportunidades se producían de 3 a cinco cortes por día o por lo menos durante el lapso que duraba su turno (de 08:00 a 15:00 hs.). Que a su entender y apreciación personal los cortes se producían por sobrecarga de las líneas lo que provocaba que se sobrecalentaran las térmicas y saltaran, cortándose la luz ....” (3° Cuerpo fs. 467 in fine). Ricardo Alberto Luchini en igual sentido destacó: “....que desde hacía varios meses tenían problemas de corte de luz, pero no pude decir el motivo de los mismos. Incluso recuerda que la semana anterior al incendio vieron cortes de luz ... agrega que el tablero en algunas oportunidades presentaba temperatura no pudiendo precisar el deponente si era normal o no...” (3° Cuerpo fs. 473 vta.). Luis Tomás Bordones quien se desempeñaba en el segundo piso en la oficina de prensa dijo: “... que recuerda que la semana anterior al incendio había habido varios cortes de luz los que demoraban más o menos, lo que puede manifestar acerca de ello es que se cortaba la luz y a los minutos regresaba y que no sabe el motivo de los mismos ... que en algunas oportunidades se cortaba la luz varias veces al día, generalmente a la mañana...” (3° Cuerpo fs 497 vta.). Verónica Rodríguez, manifiesta ante preguntas formulada por esta Fiscalía que “... las tres semanas anteriores al incendio se habían producido cortes de luz incluso dos o tres por día desconociendo el motivo de ellos, lo que escuchó fue que la gente de asuntos internos creía que se producían por los dispensers de agua nuevos que habían traído ... escuchó que la gente de asuntos internos habían cambiado las llaves del tablero general para solucionar el problema de los cortes y que no saltaran las térmicas ...” (3° Cuerpo fs. 541 vta.). Este testimonio revela algo más grave aún, cual es que no obstante los problemas eléctricos que se venían registrando, se seguía autorizando la instalación de más artefactos eléctricos tales como dispensers de agua, en las distintas oficinas, sin sopesar que el sistema eléctrico estaba desbordado, lo que da a las claras la impresión que problemática eléctrica era como tierra de nadie poniendo al desnudo la responsabilidad de las autoridades que día a día las vivenciaban. Cristina Antonia Mainonis –asesora de comisión del bloque del Partido Socialista- espontáneamente manifestó: “...que desde principio de año (2005) tenían problemas de cortes de luz, que los mismos eran casi diarios y no sólo eso, sino que dos o tres veces por día, recordando que un día en particular se cortó cerca de diez veces, todos los cortes en el transcurso de la mañana, es decir en el lapso de cuatro o cinco horas ... que no conoce el motivo de estos cortes, lo que piensa es que se efectuaban por una sobre carga de líneas ... recuerda bien que la gente de mantenimiento se encontraba siempre haciendo reparaciones en el tablero ubicado en la oficina de la fotocopiadora ... de su apreciación personal puede decir que el incendio fue producto de defectos en las instalaciones eléctricas .... (3° Cuerpo fs. 561) . Diego Christian Cortesini en sintonía con lo dicho expresó: “... pensó que el incendio provenía de un tablero eléctrico ubicado en la oficina de la fotocopiadora (identificado con el n° 2), por cuanto siempre saltaban las térmicas del mismo, incluso ése mismo día siendo aproximadamente las 10:30 hs., recuerda que se había cortado la luz de los tubos fluorescentes, no obstante había vuelto enseguida...” (3° Cuerpo fs. 546). Juan Manuel Rúbeda, si bien no da la dimensión al problema eléctrico como lo hacen sus pares (minimizándolo), es patético cuando señala la conducta que ante estas situaciones asumían los encargados: “...la semana anterior al incendio, el deponente recuerda que se cortó una sola vez la luz, pero por pocos minutos, aclara que venían los encargados de mantenimiento levantaban el disyuntor y ahí nomás volvía” (3° Cuerpo, fs. 521 vta.), coincidiendo con los dichos de Silva Ocaño ya citada. O sea, esto revela que lo anormal (cortes de luz), dada su habitualidad, se tornó como algo normal ya que, simplemente, se le daba solución con solo ir y levantar el disyuntor o llave térmica que había saltado, para lograr el reestablecimiento de la luz. A colación de lo expuesto resulta de interés el testimonio de Luis Atilio Palacios –técnico electro mecánico- diseñador de tableros eléctricos e instalaciones en general, cuando expresa que: ... recuerda que hace aproximadamente dos años atrás, precisamente cuando el Concejo Deliberante se redujo a sólo dos pisos en el Edificio del Garden, fue hablado por un joven Gutiérrez quien había sido contratado por el Concejo Deliberante para instalar la red de datos informáticos ... esta persona le solicitó que lo acompañara a la sede del Concejo Deliberante a fin de inspeccionar el tablero general para determinar si reunía las condiciones básicas para conectar las redes de datos informáticos ...” constituido en el lugar y luego de observar el tablero “....puede decir que el cable alimentador que venía desde el exterior hacia el tablero principal estaba al límite de la capacidad de alimentación y tratándose de una conexión trifásica notó que las cargas estaban desequilibradas, lo que provoca calentamiento de la red y finalmente cortocircuitos. Que para él conforme su profesión el tablero no se ajustaba a las normas de la IRAM y de la AEA por cuanto debería haber tenido una capacidad del 30% libre del espacio para la aireación, con esto quiere significar que el tablero principal relevado no tenía circulación de aire ni natural ni forzada que permitiera mantener la temperatura adecuada. Que el aumento de temperatura del tablero aumenta la rigidez del interruptor, lo que provoca que las mismas actúen a mayor rango (no saltan fácilmente), razón por la que puede existir un cortocircuito y no saltar los interruptores lo que en definitiva podría originar un incendio en el lugar del corto...” (4° Cuerpo fs. 700 vta.) . Finalmente existen otros testigos que no obstante relativizar los cortes de luz, de un modo u otro los admiten como es el caso de: Pablo Martínez Pérez, 483, Juan Manuel Rúbeda 521 vta., Humberto Edgardo Gulino fs. 524, Walter Humberto Amuchástegui fs. 480 vta. etc. (3° Cuerpo fs. 483, 521 vta., 524, 480 vta. respectivamente). En coincidencia con lo hasta aquí dicho, en la Carpeta de Prueba N° 8, véase lo puesto de manifiesto en el matutito local “La Voz del Interior”, pág. 21-A, en la columna titulada “En la hoguera de las miserias humanas”, cuya autoría es atribuible al analista Francisco Guillermo Panero, el citado columnista da cuenta que en oportunidad de estar haciendo uso de la palabra el Sr. Intendente Luis Juez, fue interrumpido por un concejal opositor (sin brindar su nombre o individualizarlo) quien le salió al cruce manifestándole “...Está diciendo que fue un incendio que salió de otro lado, cuando se viene cortando la luz hace más de 15 días, cada media hora...”. En idéntico sentido surge en la pág. A20 del citado matutino, bajo el título “Un espacio diseñado para sala de juegos” en el que se da cuenta de que son coincidentes las versiones que indican que los cortes de luz ocasionados por la sobrecarga de consumo eran constantes...”. Adelantándonos al informe oficial que será abordado más adelante, se debe destacar aquí que las anormalidades en el sistema eléctrico de los tableros (general y seccional ubicados en el segundo piso) así como en las propias instalaciones ubicadas en el segundo piso del Edificio Garden, resultan evidentes ilustrándonos el mismo acerca de las violaciones advertidas a la Reglamentación para Ejecución de Instalaciones Eléctricas en Inmuebles de la AEA y el Anexo de Resolución ENRE n°207/95 (ver Carpeta de Prueba N° 7, fs. 1/70). Para concluir este punto, de conformidad a la sana crítica racional surge como necesario formularse una pregunta: ¿Atento al cuadro de situación descripto que era vox populi, cómo Iturri no ahondó en este punto planteándose como hipótesis seria que el incendio pudiera haber tenido origen a raíz de un problema eléctrico? ¿A caso la posible responsabilidad civil que de ello pudiera surgir para el Concejo y sus autoridades (recordar cláusula octava del contrato de locación, pto. 5°) era lo que –en realidad- hacía más fácil la tentación de achacarlo a manos anónimas para desligarse de la misma? Siguiendo las propias manifestaciones de quien hoy se desempeña en el cargo de Presidente del Consejo Deliberante Ing. Néstor Borello, idóneo en la materia ya que fuera titular de la cátedra Materiales y Equipos Eléctricos y Centrales Eléctricas de la de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la U.N.C., de la Universidad Nacional de Río IV, Universidad Católica de Córdoba y la Universidad Tecnológica Nacional (1° Cuerpo, fs. 161), quien previo a los estudios técnicos sabiamente dijo “es hora de que los materiales hablen”, cabe formularse la siguiente pregunta ¿A caso en el lenguaje de la electricidad el hecho que saltaran con la habitualidad señalada las llaves térmicas de un sistema eléctrico produciendo cortes de luz como los descriptos, figurativamente hablando, no se traduce en un pedido de auxilio (SOS) del sistema eléctrico denunciando que está desbordado? ¿Ante tal cuadro de situación, cuál es la conducta que se espera de una autoridad responsable y máxime idóneo en la materia? Desgraciadamente, uno se queda sin contestación lógica, más aún habiendo tenido unos meses antes una desgracia en nuestro país como lo fue Comañón. D) SISTEMA DE REFRIGERACION EXISTENTE: CARACTEISTICAS Y MODO DE FUNCIONAMIENTO: Resulta necesario a los fines de efectuar una ponderación acerca de la existencia fáctica del hecho, tener conocimiento del equipamiento de aire con el que contaba el segundo piso donde funcionaba el Concejo Deliberante. A tal fin se acudirá al informe elaborado por los técnicos oficiales obrante en la Carpeta de Prueba N° 7, coincidente con el testimonio de Juan Carlos Ardiles –Jefe de mantenimiento de la parte comercial del Garden (ver 3° Cuerpo, fs. 510/512 y del propio Juan Alberto Dagatti). Los técnicos oficiales en el citado cuerpo de pruebas al respecto señalan que “...el sistema de aire central, fue construido por la empresa CEMI S.A., con una unidad central marca CARRIER, modelo 19XL 4141, que se encuentra ubicada en la terraza del tercer piso, en una sala de máquina acondicionada a tal efecto ...” (3° Cuerpo ver fotografías de fs. 419, 420, 421 y 422) (lo resaltado me pertenece), “...Dicha unidad central distribuye para los locales en planta baja, primer piso y segundo piso el agua en caudal y temperatura adecuada para las Unidades Manejadoras de Aire, que se encontraban en los niveles descriptos (planta baja, primero, segundo y tercer pisos). “...De acuerdo con los catálogos de la firma CARRIER, el modelo de la unidad manejadora de aire a la cual pertenecían la Turbina, Motor N° 1 y Tablero N° 1, era el identificado con la designación 39LF/LH UNIT 21, preparada para el calentamiento, enfriamiento o circulación del aire ...”. Asimismo destacan que “... el gabinete está construido en chapa galvanizada con protección mecánica, los motores y transmisiones están ubicados en un medio donde sólo circula aire filtrado, frío y deshumificado ... el motor de la unidad en cuestión es de 5,5 HP...”, debiendo el ventilador y motor –según las características de fabricación- estar apoyados en amortiguadores de goma, a fin de asegurar una operación libre de vibraciones y con bajo nivel de ruido (Carpta de Prueba N° 7, fs. 8 y croquis de fs. 9, 10 y 67; cfr. testimonio de Juan Carlos Ardiles fs. 510 / 512 del 3° Cuerpo, plano de fs. 455 e Informe de Secretaría de Protección Humana de la Municipalidad de Córdoba fs. 332 vta. –comentarios y fotografía n° 5 de fs. 333 del 2° Cuerpo). Va de suyo destacar, el hecho que al instalarse el Concejo Deliberante en el Complejo Garden Shopping en los pisos, primero, segundo, tercero y cuarto, dada la cantidad de personal que debía prestar servicios y la particularidad de que era insuficiente la ventilación ofrecida por las características arquitectónicas del edificio en cuestión ( ver 3° Cuerpo, testimonio de Mario Alberto Montenegro de fs. 467 y 2° Cuerpo, fotografía de fs. 388), toda vez, que las aberturas que daban a las calles Ituzaingó y Corrientes contaban con vidrios fijos en su mayoría y otros hasta la mitad, en tanto que la parte restante se abría con la modalidad de banderola, hizo imprescindible dotar al citado inmueble de un sistema de aire central que cubriera las exigencias. Lo dicho se agudizó cuando a fines del año 2003, a partir de la gestión del Concejal Giacomino, se tomó la decisión concentrar en dos pisos (primero y segundo) el personal que inicialmente estaba distribuido en cuatro pisos, pues, esta circunstancia duplicó las oficinas existentes –inicialmente- en el segundo piso, pasando de 40 a 80, como ya se señalara supra. En este sentido es muy claro el testigo Mario Alberto Montenegro cuando destaca, en referencia al equipo de aire acondicionado, que comúnmente era utilizado como sistema de ventilación, esto es que podía estar apagado el sistema de aire acondicionado pero funcionar el motor moviendo la turbina y haciendo las veces de ventilación, siendo este sistema –insiste- el más utilizado por cuanto en ese piso había unas 60 o 70 oficinas sin ventanas o salidas a la calle la mayoría de ellas (cfr. fs. 467). Para mayor detalle es preciso puntualizar, que el otro equipo manejador de aire que estaba ubicado en el tercer piso y que contribuía a la aireación del segundo piso, hacía aproximadamente seis meses que no funcionaba dado que tenía quemado el motor lo que hacía insuficiente al equipo del segundo piso para abarcarlo en su totalidad, no habiendo el personal de mantenimiento del Concejo Deliberante dado respuesta a este problema (cfr. Juan Carlos Ardiles fs. 510/512, del 3° Cuerpo). De conformidad a lo expuesto, es que el Suscripto, adelanta opinión en cuanto a que el equipo de aire (unidad manejadora de aire) del segundo piso, el día del hecho se hallaba en funcionamiento al menos como circulador de aire, sumándose en apoyo de esta tesitura, el hecho de que a la fecha de ocurrir el siniestro se estaban realizando trabajos de pintura, utilizando solventes (teener) para tanto para remover la pintura como para limipiar los pinceles, lo que generaba fuertes olores atento a los gases que despedía esta substancia de cuyo alto grado de inflmabilidad nadie duda y por otro lado se estaban removiendo alfombras en ése piso (salón de sesiones), debiendo agregar que se tenía el mal hábito de ordenar o permitir la limpieza de vidrios con teener (4° Cuerpo, cfr. Silvana Edith Ocaño fs. 695). Si bien algunos testigos aducen que el clima era fresco, a ésa altura del año (mes de octubre), la experiencia común enseña que si a un ambiente como el del segundo piso del Concejo Deliberante con todas las circunstancias antes anotada, desde temprano no se lo refrigera o al menos se le hace circular el aire, llegará un momento del día en que se hará insoportable para el personal permanecer en el mismo, sumando a esto que las horas de trabajo se extendían hasta la noche. A lo dicho se le suma el informe técnico oficial da cuenta que de la observación del conductor que suministraba corriente eléctrica a la citada unidad manejadora de aire “...se puede deducir que existió tensión entre la bornera del motor y el Tablero Seccional, por la evidencia de fusión del material de cobre en ciertas partes del conductor de alimentación (Lote N° 1), lo que establece que el motor tenía tensión de alimentación en su bornera” (Carpeta de Prueba N° 7, fs. 27) (lo resaltado me pertenece). Este punto será abordado con mayor amplitud a la hora de hacer referencia al informe. Así las cosas, se está –a esta altura de la investigación- en condiciones de afirmar con el estado intelectual de certeza, que el día del hecho el equipo de aire (unidad manejadora de aire) ubicado en el segundo piso, en oportunidad de desatarse el incendio, estaba en funcionamiento al menos cumpliendo la función de circulador de aire. E) UBICACION FISICA DE LA UNIDAD MANEJADORA DE AIRE EN EL SEGUNDO PISO. DEPOSITO: OBJETOS QUE EL JEFE DE ASUNTOS INTERNOS AUTORIZABA GUARDAR: La citada unidad manejadora de aire estaba ubicada en el segundo piso donde funcionaba el Consejo Deliberante, en la parte posterior de la escalera entre el núcleo sanitario y la oficina de prensa (cfr. Juan Alberto Dagatti fs. 514 vta. , del 2° Cuerpo). Este espacio físico es de reducido tamaño (aproximadamente de 2 mts. de largo por 2 mts. de alto y 1,50 mts. de ancho) (ver Carpteta de Prueba N° 7, croquis de fs. 9/10; y Fotografías de Policía Judicial –Sec. Fotografía Legal – de fs. 378/383 y fotografías de Secretaría de Protección Humana de la Municipalidad de Córdoba de fs. 335, 335, 337) y estaba delimitado en su frente por una celosía que se abría en dos hojas y tenía a la vista el radiador (ver fs. 382/383 del 2° Cuerpo), la cual permitía su ventilación, siendo en su característica coincidente con la puerta que permitía el acceso a ése espacio físico que también era del tipo celosía. Ello a los fines de permitir la circulación del aire, para la correcta ventilación tanto de la turbina como del motor que se hallaban en su interior con la cobertura metálica ya señalada (ver fotografías de fs. 389/390 y 393/394, del 2° Cuerpo). Además, en ésa habitación se encontraba el tablero de encendido de la unidad manejadora de aire (cfr. Mario Alberto Montenegro fs. 467 vta. “in fine” que remite al pto. 4° del croquis de fs. 469; Ricardo Alberto Luchini fs. 474 “in fine”), cuya electricidad le era suministrada desde el tablero seccional ubicado en el depósito contiguo. DEPOSITO: En cuanto al depósito se observa que el mismo era contiguo a la habitación en la que se hallaba la unidad manejadora de aire, siendo este un espacio físico de dimensiones (reducidas) similares a la habitación antes aludida, construida con durlok cuyo fondo o parte trasera a la que estaba adherido el tablero seccional, colindaba con la oficina de prensa del Concejo Deliberante, pared esta que estaba conformada por durlok y una placa de policarbonato transparente de aproximadamente 1 metro de alto, que llegaba hasta el cielo raso. Esta habitación inicialmente fue utilizada como pieza para los serenos y luego se le dio el destino de depósito. En cuanto a los objetos que allí se guardaban, merece destacarse que había alfombras enrolladas que pertenecían a los pisos tercero y cuarto, cuando el Concejo había estado funcionando en ellos, las cuales tenían restos de fana en su base, papeles barios, archivos, existiendo un carro de supermercado debajo del tablero seccional n° 1, el cual tenía papeles, una heladera en desuso, un ventilador grande de pie, muebles rotos, restos de madera y se está en condiciones de afirmar –con el estado intelectual de certeza- que al tiempo de producirse el incendio, y con motivo de estarse realizando trabajos de pintura en dicho piso, se guardaban substancias inflamables como teener, habiéndose observado botellas de gaseosas chicas dicha substancia, sin la debida presurización y en una oportunidad un bidón de 5 lts. de teener, siendo habitual que luego de utilizados los trapos tipo estopas humedecidos con teener para limpiar o remover restos de pintura, los mismos quedaran tirados en el suelo (frente a la puerta del depósito) evaporándose hasta que personal de servicio los levantaba y tiraba, las que despedían olor fuerte, así como tarros de pintura y removedor para despegar alfombras adheridas al piso con fana. (cfr. Declaraciones recepcionadas por la Comisión de Investigación del Consejo Deliberante: Mirta Gladis Angulo, Virginia Rosa Herrera, Luis Armando Gardei, José Ovidio Navarro, Cristina Antonia Mainonis (fs. 654/656, 657/658, 659/660, 669/670, 561/563, respectivamente). La lógica indica al Suscripto, que además de ser necesario el valerse de estopas impregnadas con teener (o solventes agurras), para remover lrestos de pintura, gotas que se caen al piso, igualmente dicha substancia (teener) se utiliza una vez concluida la tarea a fin de la limipieza de útiles de trabajo, como ser pinceles etc., para lo cual se los debe dejar reposar en un recipiente por cierto tiempo, haciendo lo dicho que los gases súmamente inflambles acusen su presencia en el ambiente resultando además de súmamente desagradables, igual de peligrosos. Véase que Juan Alberto Dagatti – Jefe de Asuntos Internos- en su tercera declaración recepcionada esta última por la Comisión Investigadora reconoce que compraban la cantidad de pintura o tiner que usaban diariamente, no compraban demás, dando cuenta que debido a que trabajó 27 años en un taller de chapa y pintura, por lo que sabe del riesgo que significa trabajar con ella. Estas manifestaciones, quedan desvirtuadas absolutamente con una pluralidad de testimonios que acusan que en el depósito se guardaba teener en bidones de 5 litros. Angulo, Herrera, Gardei y Navarro, quienes fueron coincidentes no sólo en observar la presencia de teener en el depósito, sino también en corroborar los dichos de Mainonis (en cuanto a que en el depósito había solventes, pinturas, etc.), generando certeza para este Ministerio que en el depósito en cuestión se guardaba este tipo de substancia sumamente inflamable en oportunidad en que ocurriera el incendio ya que se estaban haciendo trabajos de pintura en el segundo piso. Es por lo expuesto que se hizo necesario para Dagatti –reconocer que se utilizaba esa substancia intentando minimizar el riesgo al señalar que sólo se la adquiría en cantidad suficiente para cubrir el consumo de cada día. Esta circunstancia es de suma importancia a los fines de explicar el porqué de la aceleración del fuego, siendo coincidente –en este punto- con lo sostenido por Iturri en cuanto a que para que el incendio se propagara con la rapidez demostrada resultaba necesario que existieran substancias acelerantes, dando ello además explicación a porqué resultaron ineficaces los matafuegos existentes en el segundo piso, que habían sido recientemente, unos recargados y otros adquiridos con polvo químico triclase ABC (3° Cuerpo ver fs. 576/578 y Constancia de Inspección Municipal de fs. 571/574 y 2° Cuerpo, toma fotográfica n° 41 de fs. 408). Véase que esta actitud asumida por Dagatti, contrariaba la reglamentación para la ejecución de instalaciones eléctricas en inmuebles de la AEA y el Anexo Resolución ENRE N° 207/95 (cfr. Informe de los técnicos oficiales, Análisis y Observaciones detectadas, fs. 26 pto. 4 Carpeta de Prueba N° 7, ver Publicación del Matutino Local “La Mañana de Córdoba”, de fecha 20-10-05, “Electricistas advierten sobre irregularidades” fs. 316), debiendo sumarse que Ardiles –a cargo del mantenimiento del Garden- al enterarse que en el depósito se guardaban alfombras y papeles, fue claro en señalar que tal conducta resultaba reprochable por no corresponderse a la seguridad necesaria, ignorando dicho testigo lo que se conoció con posterioridad, esto es, que además se permitía que en el mismo se guardaran substancias inflamables (teener, solventes, removedores, pinturas). El hecho de que las substancias inflamables (teener, solventes, etc.) despedían gases al no estar debidamente presurizados los recipientes donde estaban vertidas así como por las estopas utilizadas y tarros para liempieza de pinceles etc. , surge de los dichos de: Virginia Rosa Herrera (fs. 657) quien además de señalar que en la puerta del depósito encontró en dos oportunidades una botellita de gaseosa con teener, procediendo a tirarlas directamente a la basura, así como también en otra oportunidad, procedió a retirar estopas impregnadas ocurriendo esto días anteriores al incendio. Agrega que “... el ambiente estaba pesado con ese olor...” para después rematar diciendo “...entre los días anteriores yo saqué el tiner, porque el olor era muy feo ... ” (3° Cuepro fs. 658). Luis Armando Gardei (fs. 659/660) es más elocuente en su declaración, cuando señala que “....siempre había trapos de teener, inclusive una compañera mía –Margarita Maldonado- se fue de carpeta médica porque no toleraba el olor...”, ratificando que tal circunstancia “....fue cercana a la fecha del incendio, porque habían estado pintando y dejaron trapos, olor, tarros de pinturas vacíos”. El presente testigo nos pone en alertas respecto al grado de intensidad con que se percibían los gases en el ambiente, cuando dice que “....La otra cosa que le llamó la atención era cuando trabajaban con moladora. La moladora la guardaban en la oficina de Dagatti, tiene un cable (prolongador) y se puede enchufar en cualquier lado ... yo pensé (cuando se enteró del incendio) que pudo (sic) haber sido esas chispas las que provocaron el incendio, pero luego recordé que era jueves, día de sesiones y que las personas que usaban la moladora –que eran de asuntos internosestaban el CPC”. Es decir, que la presencia de gases en dicho recinto era habitual y tan intensa que esta persona sospechó –lógicamente- que ante las chispas que despide la moladora que era utilizada en ése piso, se había producido el incendio. En cuanto a lo último destacado, véase que Gardei incurre en un error involuntario, ya que los propios testigos Montenegro y Luchini afectados a mantenimiento, reconocen que el día del incendio estaban trabajando en el Garden Shoping, en el primer piso donde existe un taller de mantenimiento (354, 466 y 355, 473 respectivamente), mencionando Luchini que “...estaba preparando una lima con la máquina moladora a los fines de concurrir al segundo piso a realizar unos trabajos de retirar un alfombrado ...” (fs. 355). Va de suyo que si estaba utilizando la moladora como describe su disco despedía chispas como efecto necesario del desgaste del material, no pudiendo el Suscripto asegurar que estuviera en el segundo piso ya que Bordones asegura haberlos ido a buscar –una vez que advirtió la presencia de fuego en el depósito- al primera piso, a la habitación de mantenimiento. Respecto a la credibilidad de sus dichos –en cuanto a los aspectos en los que pueden hallar comprometida su responsabilidad de alguna manera con el incendio resulta cuestionable por el Suscripto, ya que a la hora de prestar declaración por ante esta Fiscalía tanto Montenegro como Luchini (ver fs. 354, 355, 466/468 473/474. respectivamente) guardaron absoluto silencio, no tan solo en cuanto al trabajo de la moladora sino también a que en el depósito se guardaban substancias inflamables. Es más, en la declaración prestada por Montenegro ante la Secretaría de Protección Humana, este se esmeró en señalar que en dicho depósito “...no había materiales inflamables tales como alcoholes, aerosoles, naftas, kerosene u otros similares....” (fs. 354), cuando resulta indubitable que tal afirmación es falsa – a esta altura de la investigación- conforme se desprende de las declaraciones destacadas supra. Inclusive, como también se adelantara véase que la manifestación de Dagatti de fs. 675, está desvirtuada por los dichos de José Ovidio Navarro –Jefe de Seguridad y Recepción- quien afirma que “... días antes, había visto detrás de la puerta (del depósito), un bidón de 5 lts. con un poco de teener ...” (fs. 670), demostrando esto que la cantidad de teener que se guardaba en el depósito superó ampliamente el contenido propio de una botellita de gaseosa. Silvia Edith Ocaño –afectada al personal de limpieza- comenta que “...usaba mucho tiner... Una vez me mandaron a sacar tiner para limpiar con estopas la oficina que era de Ovidio (Navarro) ... El tiner lo trajo Mario Montenegro en bidón de 5 litros, que ellos también estaban usando, pusimos en estopas y el bidón quedó ahí en el lugar que estábamos limpiando. El bidón estaba lleno. Eso habrá sido una semana antes del incendio. El olor es fuerte ... a veces fragmentaban el tiner en botellitas gaseosas de 1/5 litros y se las daban a Gulino...” agregando algo que a juicio del Suscripto –una vez más refleja la existencia de gases inflamables en el ambiente, cuando refiere que una amiga suya de nombre Elsa que estaba adentro de la oficina de Corvalán cuando había empezado el incendio y “...ella me decía menos mal que vos no estabas ahí poruq podías haber explotado vos...” al (4° Cuerpo, fs. 696). No resulta ocioso repetir aquí -en lo que interesa- el testimonio de Cristina Antonia Mainonis, cuando haciendo referencia a los distintos objetos que se guardaban en el depósito expresó que “...sabe que guardaban también pintura y los solventes para pintar, esto por cuanto en una oportunidad en el mes de marzo, la deponente le solicitó a la gente de mantenimiento pintura para pintar su oficina y esta gente la sacó de ese lugar... “, agregando más adelante que “.. conforme su apreciación personal puede decir que el incendio fue producto de defectos en las instalaciones eléctricas a lo que debería agregarse que justamente ése día gente de mantenimiento había estado removiendo o sacando unas alfombras de la sala de comisiones ubicada en la parte central del piso (identificada con número 1 en el croquis), para lo que necesariamente utilizaban algún tipo de removedor, lo que sumado a los papeles, mobiliarios, tabiques de las paredes hizo que el fuego se propagara más rápido (fs. 561). Por último el testimonio de Oscar Eduardo Morán que estuvo en el segundo piso el día del hecho, manifiesta que siendo las 10:30 hs., estando presente en la oficina del Consejal Beltrán Corbalán sintió el salto de una térmica aparentemente de la luz porque se cortó la luz, luego se hizo presente en el lugar donde estaba el foco de incendio (depósito) para tratar de combatir el fuego no pudiendo hacerlo ya que las llamas estaban muy avanzadas y el humo era negro y sentía olor a pintura quemada...(fs. 546 vta. “supra”), lo que corrobora la existencia de tarros de pintura en el depósito. Así las cosas, resulta manifiesto que en el ámbito físico del depósito había una fuerte concentración de gases inflamables producto de las susbstancias allí guardadas como teener, que además no contaban con la debida presurización, pues, de lo contrario los gases nunca se habrían percibido, siendo incluso una modalidad del personal de limpieza y mantenimiento no tomar los mínimos recaudos de seguridad cuando se usaban estopas impregnadas con teener , ya que se las dejaba –más de una vez- tiradas dando olor fuerte ocurriendo otro tanto con las botellas que quedaban sin tapar evaporándose el teener, lo que generaba en un ambiente como el del segundo piso del Concejo un riesgo tremendo dado que no era un lugar que tuviera buena ventilación. F) INFORME TECNICO ELABORADO POR LA DIRECCION DE BOMBEROS DE LA POLICIA DE LA PROVINCIA DE CORDOBA: El presente informe (1° Cuerpo, fs. 110/125) fue elaborado con la premura del caso, siendo elevado a esta Fiscalía con fecha 14-10-05. En lo que importa destacar sus conclusiones fueron las siguientes: 1°- la zona de fuego se localizó en la sala de máquinas del 2° piso, más precisamente, en el interior del gabinete del equipo de aire acondicionado, sobre los conductores de alimentación del motor eléctrico, sector donde se evidencian las mayores afectaciones. 2°- El fuego se propagó desde este sector en primera instancia a los combustibles adyacentes y ubicados en planos inferiores y a posteriori a través del cielo raso y el revestimiento externo de los ductos de ventilación (2° Cuerpo, ver fotografías de fs. 307 y fs. 411/412/413) al resto del piso. 3°- Que el agente térmico gestor del siniestro estuvo representado por un proceso electrodinámico que tuvo desarrollo, en primera medida, en el interior del motor por el probable atascamiento de sus partes rodantes, ocasionando el recalentamiento de los bobinados eléctricos y de los cables conductores de energía, provocando la ignición del cobertor aislante de los conductores, produciendo en primera medida incandescencia del metal conductor y a posteriori llama sobre el cobertor, liberando además chispas y partículas incandescentes, las que tomaron contacto con los materiales combustibles situados en el interior del gabinete y 4°No se localizaron secuelas o elementos de prueba que presupongan un accionar deliberado o la participación de fuente térmica ajena al lugar, como así tampoco el empleo de algún líquido o sustancia acelerante de la combustión (ver fs. 114 vta. y 115), acompañando fotografías y croquis del lugar del hecho. Este informe, luego fue abonado en su argumentación con el informe obrante a fs. 365/376. G) INFORME TECNICO PRESENTADO POR EL SECRETARIO DE PROTECCIÓN HUMANA DE LA MUNICIPALIDAD DE CORDOBA CON EL ASESORAMIENTO TECNICO DE LUIS FELIPE ITURRI: Concomitante con el informe presentado por la División de Bomberos de la Pcia de Córdoba, con fecha 17-10-05, el titular de la Secretaría de Protección Humana de la Municipalidad de Córdoba –Dr. Daniel Maldonado- presentó por ante esta Fiscalía un escueto informe sobre las razones del incendio bajo estudio, contando con el asesoramiento de personal técnico perteneciente a dicha secretaría encabezado el asesor de gestión de la misma, Luis F. Iturri, ex Jefe de Policía de esta Provincia y ex Jefe de la División de Bomberos de igual institución. Como conclusiones iniciales se puso de manifiesto que luego de haberse hecho presente en el lugar del lugar del siniestro Iturri, en razón del relevamiento efectuado informa que: El incendio ha sido hipotéticamente intencional por las siguientes razones: a) destaca el lugar donde se originó el incendio –lugar donde se encontraba el equipo de aire acondicionado; b) el incendio en cuestión, dado su período de propagación, con llamas y elevada producción de humo, dentro del depósito, no se condice con un inicio de fuego producido en el gabinete del aire acondicionado por cortocircuito en el motor, ya que el mismo se hubiese iniciado con un proceso lento (cfr fs. 159); c) Asimismo, el personal de mantenimiento comprueba que el tablero secundario que comanda el sector se encontraba normal antes del incendio, lo que significa que las llaves térmicas no cortaron automáticamente la energía eléctrica, como hubiese ocurrido ante la producción de un cortocircuito en algún motor u otra parte de la instalación; d) el incendio tuvo su origen y desarrollo muy violento desde su comienzo, contrario a una iniciación causada, por ejemplo, por una falla de motor eléctrico, en cuyo caso el inicio hubiese ocasionado un desarrollo lento con humo, y el característico olor a quemado del barniz o material aislante de bobinados, permitiendo su detección temprana y control con los medios disponibles de lucha contra el fuego; ... f) que de inmediato de detectado el fuego, personal de seguridad y mantenimiento del Consejo, con matafuegos y una línea de mangueras, intentó extinguirlo, pero debido a la gran temperatura y al desarrollo violento del fuego con mucho humo, no pudieron lograrlo por lo que decidieron evacuar el local sin que se produjeran víctimas; g) debe destacarse además que en días anteriores al siniestro se registraron en el Concejo cortes de energía producidos por haber entrado en servicio el disyuntor diferencial, que detectó una falla en el sistema, la que fuera individualizada en un dispenser de agua, lo que significa que el sistema de protección de la instalación eléctrica funcionaba como correspondía (cfr fs. 158/161 , 1° Cuerpo). Posteriormente, se acompañó otro informe con una fundamentación más amplia consistente en la explicación respecto a las fotografías obtenidas en el lugar del hecho por las que se explicaba ya sea por la coloración del chapón metálico galvanizado protector del motor (fs. 333, 335, 336 y 337), el estado de la lana de vidrio que sirve como aislante entre la carcasa metálica (fs. 339, 343 y 345) y el bastidor de la celosía que disimulaba el radiador (fs. 329 y 331), que el fuego no tuvo su origen dentro de dicho habitáculo sino que fue externo, lo que sumado a su aceleración hacía imposible que no hubiese sido provocado. Esto sumado a las exposiciones recepcionadas como fruto de la investigación paralela efectuada por la secretaría en cuestión (fs. 354/364). H) INFORME TECNICO DE POLICIA JUDICIAL: Atento a la sospecha inicial por la que se dio inicio a esta investigación (fuego provocado), habiéndose constituido el Suscripto en el lugar del hecho y más precisamente frente al especio físico que ocupaba el depósito advirtió, aun, la presencia de una gran cantidad de rollos de alfombras en el depósito (,2° Cuerpo, fs. 309 y 327). Conforme a la sana crítica racional y dado que en dicho lugar –supuestamente- había comenzado el incendio, es que se ordenó practicar un informe a fin de establecer si se detectaban en las alfombras aludidas, la presencia de substancias acelerantes, ya que de haberse utilizado estas para provocarlo no habría existido mejor lugar para depositarlas que en los rollos de alfombras, puesto, la experiencia común indica que actuarían como un mechero de larga duración difícil de apagar. El resultado del citado informe técnico N° 416851 (Cooperación Técnica n° 164887), dio negativo en cuanto a la presencia de hidrocarburos, tanto en los trozos de alfombras, como en los restos combustionados y tierra, determinándose que la totalidad de la lana de vidrio que cubre a los conductores es incombustible, no así el papel kraff y el nylon de color negro (2° Cuerpo fs. 262/263). Vale destacar aprovechando este punto que desde un inicio de la investigación se tuvo por objeto trabajar sobre toda hipótesis que tuviera vinculación posible con el incendio. I) INFORMES TECNICOS CON JERARQUIA PERICIAL: 1. Es ante la disidencia entre los informes destacados supra (ptos. F y G), que el Suscripto consideró necesario ahondar la investigación, a fin de poder echar luz sobre la o las causas que pudieron tener incidencia en el origen del incendio. Dada su complejidad atento a que la prueba colectada había sufrido los efectos de la alta temperatura se plantó como interrogante, si a través del estudio de materiales secuestrados (chapa galvanizada que cubría el motor), dada las características adoptadas después del incendio, era posible determinar cuál de sus lados era el que había estado en contacto directo con las llamas para tomar posición respecto a si el fuego se inició dentro o fuera del mismo; si el motor y turbina secuestrados presentaban atascamiento en sus rodamientos y si las instalaciones eléctricas (tableros – principales y seccionales- y conductores) permitían efectuar una valoración sobre su incidencia o no en la causación del incendio. 2. Es a estos fines, y dada su complejidad, que el Suscripto solicitó colaboración –inicialmente- a la Policía Federal (División Bomberos) (2° Cuerpo, fs. 229), y ante su negativa (ver fs. 313), acudió a personal especializado de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la U.N.C. –Facultad de Ingeniería (área electricidad) (1° Cuerpo, fs. 141 y 146) obteniendo resultado positivo (3° Cuerpo, ver fs. 458/459/460). Antes de avanzar ingresando al tratamiento del informe oficial, es necesario destacar lo siguiente: atento a que los técnicos que intervendrían en nombre de la Facultad de Ciencias Exactas de la U.N.C. no estaban incluidos en la nómina de peritos oficiales, no podían oficiar de tales. No obstante ello, y para garantizar el carácter contradictorio propio de toda pericia (CPP., art. 308), es que se notificó tanto a la defensa oficial como a la parte querellante a fin que propusieran técnico idóneo en la materia para la fiscalización de los estudios a practicar, además de ordenar como modalidad de su realización, la presentación de un cronograma de trabajos con el debido tiempo así como la grabación y filmación de cada una de las instancias en que se iban realizando los estudios con sus correspondientes actas a fin de asegurar su transparencia (3° Cuerpo, ver decreto de fs. 496/496 vta., decreto de fs. 556 y diligencias de notificación de fs. 556 vta. –defensor de oficio- y 558, apoderado de la parte querellante e Ing. César Campos ). Finalmente es de hacer mención, que el material que fuera secuestrado del segundo piso del edificio Garden Shopping – fue debidamente precintado e individualizado en lotes y puesto bajo custodia policial en una habitación del edificio que ocupa la Policía Judicial, estando bajo la responsabilidad del Ingeniero Ramiro Ramón Ojeda (personal técnico de Policía Judicial) (3° Cuerpo, fs. 583/ 605; 4° Cuerpo, fs. 614/617 y 622/623). 3. INFORME TECNICO OFICIAL ELABORADO POR LOS INGENIEROS: VICTOR E. ESCRIBANO –Director Centro de Vinculación de Laboratorios del Depto. Electrotecnia- DANIEL E. LAGO –Director del Laboratorio de Máquinas Eléctricas y Baja Tensión- MIGUEL PIUMETTO –Area Ensayos e Investigaciones Eléctricas Lab. De Máquinas Eléctricas y Baja Tensión- y PROF. OSCAR MARCHI –Resp. Técnico del Lab. De Máquinas Eléctricas y Baja Tensión- PERTENECIENTES A LA FACULTADE DE CIENCIAS EXACTAS, FISICAS Y NATURALES DE LA U.N.C. : a. El citado informe, está individualizado como Carpeta de Prueba N° 7 (abarcando de fs. 1/70), teniendo sus conclusiones respaldo en bibliografía –nacional e internacional- así como en normativa consultada (fs. 68), debiendo señalarse que los ingenieros aludidos practicaron, a la vez, estudios en centros especializados incluyendo la colaboración de otros idóneos en temas puntuales (ej. Centro de Vinculación de Materiales y Tecnología de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la U.N.C., Ing. Carlos Oldani y Sergio Elaskar; Facultad Tecnológica Nacional -Regional San Francisco- Centro de Investigación, Desarrollo y Ensayos de Máquinas Eléctricas, Ings. Omar D. Gallo y Diego Ferreira; Universidad Universidad Tecnológica Nacional –Regional San Francisco- Laboratorio de Ensayos Físicos y Químicos, Ing. Omar Gallo y Empresa TARPUY –Partner de SKF, División Rodamientos, ing. Thomas Mann) (fs. 69). Inicialmente se destacarán las conclusiones sobre cada uno de los puntos sometidos a estudio, para así dar paso a la conclusión final a la que arribaron los técnicos oficiales y posteriormente se ingresará al análisis de sus fundamentos en cuanto tengan relevancia. b. Conclusiones: *- En cuanto a la turbina, no se detectaron fallas mecánicas que hayan influenciado en el accionar del motor. *- No se han detectado atascamientos, roces o frenado del motor como así tampoco en su transmisión por medio de la polea, ya que no se verificaron signos en los rodamientos sobre alteraciones o vibraciones importantes. *- Se observa un deterioro de la base de la bornera del motor N° 1 y un evidente cortocircuito entre fases. En comparación con el motor N° 2, el cual no sufrió ninguna alteración de su bornera por el uso, es muy probable que por vibraciones, la bornera del motor en cuestión haya sufrido dicha rotura, ya que no se encontraron sistemas antivibratorios, ni amortiguadores de goma en la instalación del ventilador ni del motor como surgen de las fotos de la instalación original previo a su desarme (lo resaltado me corresponde). *- Se puede asegurar que varios sectores de la red eléctrica no cumplían importantes aspectos de las normativas de ejecución de las instalaciones eléctricas. *- Asimismo, se han observado en partes de la alimentación del Motor N° 1 (conductores del Lote N° 1), signos de fusión por arco de cortocircuito, lo que hace suponer la existencia de tensión entre Tablero Seccional (N° 1) y Bornera (lo resaltado me pertenece). *- Se detectó también la predisposición de los materiales de comando y protección de los Tableros Seccionales para generar llama y no ser autoextinguible (lo resaltado me pertenece). *- El motor N° 1, se encontraba en buen estado de funcionamiento, sin signos de sobrecarga. *- Se descarta que el fuego se haya iniciado en el interior del motor o turbina. *- Que el fuego en el Tablero Seccional fue intenso en su interior como en su exterior, pero con la particularidad del sector medio hacia arriba y hacia el exterior. Conclusión Final: “Según todas las observaciones, análisis y ensayos realizados se considera que es muy alta la posibilidad de que el fuego haya sido originado por una causa eléctrica, que pueda haber tenido origen en la bornera del Motor N° 1 y/o en el interior del Tablero Seccional N° 1 y/o en los conductores de alimentación entre bornera del Motor N° 1 y el Tablero Seccional N° 1.” De la lectura de las conclusiones apuntadas supra, se está en condiciones de afirmar con certeza, que el incendio no tuvo su origen a causa del atascamiento de los rodamientos del ventilador (fs. 28/35), ni del motor en su parte interna (ver fs. 36 y ss), descartando a la vez que el incendio se haya propagado desde el interior del habitáculo metálico (chapón galvanizado) donde se encontraban tanto el motor como la turbina. En esto ya hay una posición que toma partido –en este aspecto- por el informe elaborado por Iturri. Digo en este aspecto, pues, como se puede leer del resto de las conclusiones señaladas supra, sí se es coincidente con bomberos en cuanto a que el incendio tuvo su origen en fallas del sistema eléctrico, siendo testigo de ello las esferillas de los conductores a través de los cuales se suministraba desde el tablero seccional n° 1, electricidad al motor N° 1, lo que fue debidamente advertido. c. FUNDAMENTOS DE LAS CONCLUSIONES : En primer término, se debe detallar que los materiales secuestrados sobre los que se realizaron los estudios y ensayos, estaban clasificados por lotes, los que se componían de la siguiente manera: Lote N° 1: cable eléctrico desnudo de aproximadamente 2 mts., compuesto por cuatro hebras, retirado de la parte superior del gabinete metálico dentro del cual se alojaba el motor y la turbina manejadora de aire, siendo este cable el que conectaba el motor con el Tablero Seccional (fs. 6); Lote N° 2: cables eléctricos desnudos, que se encontraban en el tablero general del 2° piso del edificio; Lote N° 4: tres fusibles tipo NK, de cerámica, de diferentes tamaños y que pertenecían al seccionador del tablero general del 2° piso del edificio; Lote N° 5: motor eléctrico trifásico (individualizado como motor n° 1) y una caja metálica de chapa del tablero seccional que alimentaba al motor (individualizado como tablero n° 1). Trozos de cable que pertenecían a otros sectores del circuito del segundo piso del edificio, cercanos a la unidad de aire en cuestión; Lote N° 6: cuatro tramos de conductores eléctricos de diferentes longitudes y secciones, correspondientes a distintos sectores del circuito eléctrico del segundo piso del edificio; Lote N° 7: un motor eléctrico perteneciente a una unidad manejadora de aire que se encontraba en una habitación de la terraza del tercer piso (individualizado como motor n° 2) y un tablero eléctrico que alimentaba dicho motor (individualizado como tablero n° 2), y Lote N° 8: rulemanes que estaban ubicados en el eje de la turbina que era accionada por el motor n° 1 del Lote N° 5. (ver fs. 6/7 y 3° Cuerpo, fotografías de fs. 592/600). A nivel ilustrativo, resulta de interés pasar revista a los croquis elaborados por los técnicos obrantes a fs. 9, 10 y 67 de la citada Carpeta de Pruebas, pues, en ellos está descripta la ubicación de la Unidad Manejadora de aire –del segundo piso(coincidente con el pto. E), sus características físicas así como los tableros, uno a través del cual se la encendía y el otro desde el cual se le suministraba la corriente eléctrica para su funcionamiento. En lo relativo a las características del sistema de refrigeración, se da por reproducido lo resaltado al abordar el pto. D, supra, en donde se hizo referencia al presente informe (fs. 8). Respecto al Sistema Eléctrico, el citado informe comienza analizando el Tablero Princial, ubicado en el segundo piso próximo al espacio físico donde funcionaban las fotocopiadoras. Pasa revista –primeramente- a los fusibles dando cuenta que de la verificación efectuada sobre su estado, surgen evidencias sobre las condiciones de carga, mantenimiento y protección de la instalación eléctrica en general (Carpeta de Prueba N° 7, fs. 11). Así de la fotografía de fs. 11 (figura 3), se señala que el fusible de la izquierda presentaba una rajadura importante en su cuerpo cerámico, indicación de maltrato mecánico. En el (fusible) del centro, se observó una notable deformación, desprendimiento de aislante y cambio de coloración por sobrecarga o mal contacto, siendo este fusible de distinto calibre que los dos restantes, lo que no es correcto según las normas de prácticas de protección (AEA –Asociación Electrónica Argentina-, Reglamentación para la Ejecución de Instalaciones Eléctricas en Inmuebles Sección 771 y el Anexo a la Resolución ENRE –Ente Nacional Regulador de la Electricidad N° 207/95). Como dato de interés en este punto, corresponde resaltar la falta de profesionalismo con que se afrontaba la problemática del sistema eléctrico conforme fue demostrado supra al abordar el punto C, siendo esto coincidente con los dichos del testigo Palacios (4° Cuerpo, ver declaración de fs. 700/700 vta.). Tablero Seccional: Es preciso señalar que los técnicos, atento a que el tablero seccional n° 1, desde el cual se suministraba electricidad a la unidad manejadora de aire del segundo piso, por efectos de la elevada temperatura registrada en el lugar del hecho había quedado destruido no pudiendo individualizar cuales eran sus componentes (ver fs, 13 –figuras 5 y 6- y fs. 19 –figura 17), razón por la que para su reconstrucción se valieron del plano original de tableros seccionales diseñados para el suministro de electricidad a dichas unidades manejadoras de aire, las que eran coincidentes con el resultado que arrojó una inspección visual del tablero seccional N° 2 (secuestrado), que cumplía idénticas funciones infiriendo de ello que las características de sus materiales eran iguales (fs. 15, figuras 10, 11 y 12). Desde los mismos, tanto en el segundo como en el tercer piso, se suministraba electricidad a las unidades manejadoras de aire, de allí su importancia. Del citado informe, se destaca en la figura n° 4 (fs. 9), por un lado, el dibujo del diagrama de potencia y circuito de control y por el otro en la figura 5 (fs. 10), el citado tablero seccional con distribución de sus elementos eléctricos. El cambio de coloración observado, no autoriza a concluir que sea debido a un cortocircuito eléctrico o por efecto de las llamas. A los efectos de practicar el ensayo propuesto sobre un tablero –seccional- de idénticas características- a fin de verificar el comportamiento de los plásticos de estos componentes se realizaron ensayos de filamento incandescente a 900° C –según Norma IRAM 2378-1, sobre cada una de las partes más representativas, constatándose (ver figura 14 de fs. 16) que “... el elemento que mostró alta combustibilidad y llama permanente fue la parte inferior o base del contactor ... “ (ver figura 14, fs. 16), no ocurriendo ello con el resto de los componentes. (ver fs. 15/16) . Los técnicos en este punto señalan: “...esto prueba que el Tablero (seccional) N° 1, de una construcción similar a la del N° 2, contenía elementos combustibles que podrían haber originado o contribuido a la propagación de las llamas. (fs. 16). Es de resaltar que esta afirmación de los técnicos es de suma importancia a los fines de arribar a una conclusión sobre el siniestro ocurrido, pues, si bien su conclusión al respecto –como ya se señalara supra- acusa una muy alta posibilidad, atento a los testimonios de Luis Tomás Bordones y Ricardo Rosendo Rodríguez, se está en condiciones de avalarla con el estado intelectual de certeza. Efectivamente, de las declaraciones de ambos testigos surge que los mismos ocupaban –al momento del hecho- si se puede decir, un lugar de privilegio dada la proximidad que tenían con el lugar donde sa había iniciado el incendio (depósito), ya que se hallaban en la oficina de prensa del Concejo Deliberante, la que como se expresara supra, colindaba con el depósito donde se hallaba el tablero seccional N° 1, estando dicha divisoria conformada en parte con durlok, y faltando más o menos una distancia de un metro hasta llegar al cielo raso, existía una placa de policarbonato transparente que permitía ver hacia su interior, el que estando iluminado por las llamas permitían ver de donde salían estas. Bordones es claro cuando expresa: “....pudo ver a través de un acrílico ... que había fuego en la habitación destinada al depósito... en ese instante pudo distinguir que dentro de esa habitación había una caja de color claro del tamaño de un micorondas ... a la que ingresaban varios cables. Concretamente pudo ver que el fuego tomaba los cables y luego cubrió la caja mencionada ...”, finalizando -en lo que aquí importa- “... que esto que relata lo vio a través de un acrílico semi traslúcido y que nunca antes había ingresado a la habitación en la que vio el fuego, como así tampoco nunca antes había notado la existencia de esa caja ... a lo relatado lo vio sentado desde su escritorio a una distancia de dos metros ....” (3° Cuerpo, fs. 497). No hay dudas que esa caja no es otra que el tablero seccional N° 1, siendo del mismo el lugar donde salía el fuego. Con Ricardo Rodríguez, ocurre otro tanto, ya que circunstancialmente el día del hecho había pasado a hablar con su hija –Verónica Rodríguez- que trabaja en el Consejo en la oficina aludida, y en determinado momento le advierte de las llamas que se veían a través de la placa de policarbonato –a sus espaldas- y mientras su hija trataba de hablar por teléfono solicitando ayuda a bomberos él se dirigió dando la vuelta al depósito y una vez ante el mismo, estando la puerta abierta observó que el fuego salía a la altura del tablero y se expandía hacia arriba, donde van los cables hacia el cielo raso, y que no había fuego en el motor –su interior o exterior- ni en las alfombras, ni en los papeles que se encontraban en el lugar. Cuando ve eso les dice a la personas que tenían matafuegos que se acercaran más y que apuntaran al fuego, pero ellos no lo hicieron, sino que le tiraban de aproximadamente 2,50 mts., y ahí advierte que comienza a incendiarse el plicarbonato y de ahí todo el cielo raso (3° Cuerpo, ver fs. 518). Importa destacar en cuanto a este testigo, que no trabaja en el Consejo Deliberante y que el mismo es afiliado al partido radical desde los 18 años, lo que resta toda subjetividad a sus dichos, siendo coincidentes estos además con los testimonios de: Oscar Eduardo Morán, quien –en lo que importa- expresó que él junto Juan Manuel Rúbeda estaban con matafuegos y comienzan a descargar el contenido de los mismos ... en estos momentos vio que se encontraba parado en el pasillo próximo a donde se encontraba el declarante y Rúbeda un señor canoso, de aproximadamente 60 años a quien el deponente le solicitó que corriera la escalera...” (3° Cuerpo, fs. 546), Juan Manuel Rúbeda (3° Cuerpo fs. 521/522) y Silvia Edith Ocaño (4° Cuerpo, cfr fs. 696). Conductores: Cables de alimentación: En este punto el informe destaca que: De acuerdo a lo relevado en las muestras (Lote 1), existía un tramo de conductor de 6mm. cuadrados de sección para cada una de las fases y para el conductor de protección eléctrica (PE), siendo este un valor razonable para los niveles de corriente del motor. Más adelante señala que “se observaron cortocircuitos en los conductores, fusiones de material y presencias de esferillas metálicas, lo cual presupone o establece que en ellos se hayan producido chispas por cortocircuito. En este punto existe coincidencia con el informe de Bomberos, destacando que ésos nódulos o esferillas en los cables de alimentación son signos propios de la manifestación de un proceso electrodinámico (1° Cuerpo, Informe de Bomberos, fs. 114 vta., pto 23). Sigue el informe expresando que “... Según puede observarse en el material del Lote N° 1 (conductores de 6 mm ) y los conductores que llegan a la bornera del Motor N° 1 del Lote N° 5 (conductor de alimentación del motor de 2,5 mm.) se encontraron restos de uniones trenzadas, y si bien estaban entubados, ese tipo de uniones no son permitidas por normas, ya que las mismas no garantizan el mantenimiento de la temperatura máxima en casos de cortocircuito” (fs. 22 y figuras de fs. 23/25). A la hora de formular una conclusión al respecto, los técnicos efectuaron distintas observaciones (ver fs. 26 y 27) poniendo de resalto que no se respetaban las normativas tales como la Reglamentación para la Ejecución de Instalaciones Eléctricas en Inmuebles de la AEA, y el Anexo Resolución ENRE N° 207/05, considerando de mayor importancia por parte de este Ministerio señalar, aquellas que tienen vinculación directa con el siniestro investigado como ser: “.... 2) Las uniones de los conductores por retorcido de hebras son admitidas hasta secciones de 2,5 mm.. Para secciones mayores las uniones deben ser realizadas mediante el uso apropiado de borneras, lo que no se respeta en algunos sectores (ver fotografías del Lote N° 2 y partes del conductor del Lote N° 1). 3) Deben ser utilizados interruptores con apertura por corriente diferencial de fuga con corte de neutro, lo que no se observa que se haya hecho para toda la carga en el tablero principal . Sólo se observó en algunas salidas del tablero principal. Se cumplía con la conexión a tierra de los motores, pero no se pudo observar si dicha conexión también garantizaba la conexión a tierra de las partes metálicas de los conductos. Tampoco se pudo detectar si existía continuidad de los otros tableros con el tablero principal (fs. 26). 4) Que en el área frente al tablero seccional no existía un espacio libre. Además, según reglamentaciones, no se debe almacenar ningún tipo de combustible ni material de fácil inflamabilidad, así como tampoco obstaculizar el espacio físico de acceso al tablero (fs. 26). (En cuanto a este punto, véase conforme a lo destacado oportunamente supra, que resulta harto evidente su violación, ya que en el depósito inclusive se guardaben substancias inflamables como teenr, pinturas, alfombras con fana, removedores etc.). 7) En cuanto al mantenimiento de las instalaciones eléctricas, las normas establecen pautas claras y concisas, como la revisión periódica, no observando las características originales de cada uno de sus componentes. Todas la anomalías constatadas o potenciales de la instalación, detectables en el material eléctrico y sus accesorios deben ser corregidos madiante su reemplazo o reparación por personal competente. La reparación debe asegurar el restablecimiento total de las características originales del elemento fallado. En el reemplazo de los elementos solo se utilizarán aquellos normalizados por IRAM. La actuación sin causa conocida de los dispositivos de protección contra cortocircuito, sobrecargas, contactos directos e indirectos, deberá ser motivo de una detallada revisión de la instalación antes de restablecer el servicio (fs. 26/27). Como se puede advertir en este punto, la conducta de quienes estaban a cargo de área eléctrica del Concejo Deliberante estaba en franca pugna con ella, bastando remitir al punto C referido supra, en el que se puso en evidencia la problemática existente en el sistema eléctrico, dando testimonio de ello los cortes habituales de luz, a los que se les daba solución acudiendo ante el referido tablero levantando –simplemente- la térmica y todo seguía como antes (ver testimonio de Antonio N. Luna, Diego Cortesini, Luis T. Bordones, Juan Manuel Rúbeda, Mario Alberto Montenegro, Ricardo Luchini etc.). 8) No se observa protección por falta de fase en el tablero seccional como se recomienda además de las protecciones adecuadas contra cortocircuitos y sobrecarga (fs. 27). Concluyendo este item, cabe señalar un dato de sumo interés, que está íntimamente ligado a la hipótesis de que el origen del incendio se haya debido a un cortocircuito. Efectivamente en las conclusiones referidas al sistema eléctrico pto. 36, se afirma que : “... Se puede deducir que existió tensión entre la bornera del motor y el Tablero Seccional, por la evidencia de fusión del material de cobre en ciertas partes del conductor de alimentación (Lote N° 1), lo que establece que el motor tenía tensión de alimentación en su bornera” (fs. 27). Con esta afirmación se quita toda duda respecto a que el motor de la unidad manejadora de aire ubicada en el segundo piso del Concejo Deliberante, estaba funcionando al momento del incendio, tirando por tierra las manifestaciones en sentido negativo que al respecto se han realizado por los testigos que estaban en el lugar al momento del hecho. Esto es –nada más y nada menos- producto de la evidencia (certeza) científica constatada a través de la fusión de los conductores de cobre al haberse formado esferillas, teniendo estas como única razón científica que por los mismos estaba pasando electricidad al momento de producirse el cortocircuito en la bornera del motor N° 1 como veremos inmediatamente. Motor Eléctrico N° 1: En este aspecto tiene relevancia lo relativo a la bornera (caja de conexiones) ubicada sobre el motor. La bornera es donde se unen a través de una placa, los conductores (cables) que traen energía, con los cables propios del motor (bobinado). En cuanto a la bornera, dice el informe, como puede apreciarse de las figuras 47 y 48 (agrego además la figura 44), se observan importantes deformaciones, rajaduras y roturas en la base aislante, además de pequeñas esferas de material conductor fundido debajo de las tuercas de conexión del bobinado. Este deterioro del soporte aislante de los bornes sugiere altas posibilidades de desarrollo de un arco eléctrico debido a un cortocircuito a masa o entre fases o por la fusión de la cubierta aislante de los cables debido a las altas temperaturas externas. Este tipo de falla podría haber ocurrido abrúptamente, antes de haber actuado las protecciones eléctricas en la alimentación (fs. 38). De su análisis surge en el informe que: “Se observa un chispazo eléctrico en la cara interior de la tapa de bornera del motor siniestrado pero no se puede asegurar que el mismo se produjo durante el incendio...”(fs. 60) (ver figura 96 de fs. 62 y 97 de fs. 63). Como conclusiones se precisan –entre otras- las siguientes: *- El estado de la caja de conexiones y de la bornera del Motor n° 1, hacen suponer que las protecciones eléctricas de su tablero de alimentación efectivamente debieron haber actuado en resguardo de la línea y del motor posteriormente a algún cortocircuito (fs. 65); *- El deterioro del soporte aislante de los bornes del Motor N° 1 sugiere altas posibilidades de desarrollo de un abrupto arco eléctrico ; *- Se descarta la producción de chispas en los conductores de alimentación en el tramo que se conecta a la bornera del Motor N° 1 y que pudieran haber sido originadas por un cortocircuito entre ellos o entre uno de ellos y masa (fs. 65). Como razón de la fisura en la placa de la bornera, los técnicos apuntan al hecho de que tanto el motor y el ventilador no habían sido instalados debidamente, ya que o se encontraron sistemas antivibratorios, ni amortiguadores de goma según surgen de las fotos de la instalación original previo al desarme (ver condiciones de instalación de fs. 8). Esto circunstancia explicaría la ruptura de la placa de la bornera ya que la misma está adherida al motor N° 1, sufriendo las consecuencias de dicha vibración. Para finalizar, se reitera, que los fundamentos reproducidos no son todos los que avalaron las conclusiones apuntadas inicialmente obrantes a fs. 66, habiendo el Suscripto optado por dejar de lado sólo aquellos cuya valoración no resulta de interés en autos, no por ser estos irrelevantes, sino porque atento a la profunda investigación practicada se despejó toda duda sobre su incidencia en la producción del incendio (ej., estudios realizados en relación al ventilador, sus rodamientos, ya que los mismos arrojaron como resultado que estaban en correctas condiciones de funcionamiento (ver fs. 28/35); estudios realizados respecto del motor eléctrico N° 1, el que salvo lo relativo su bornera ya abordado supra, tampoco presentó defectos que justificaran atascamientos, ni cortos en el bobinado, etc. (ver fs. 36, 39/61 y 65). 4. INFORME TECNICO ELABORADO POR EL INGENIERO CESAR CARLOS CAMPOS PROPUESTO POR LA PARTE QUERELLANTE: Motor N° 1: *El motor eléctrico N°1, no presenta roces ni engranamientos en sus partes tales como rotor, estator y rodamientos por lo que se descartan la producción de chispas y desprendimientos metálicos por esta causa y sobrecargas que originen inconvenientes eléctricos, que hubieran producido consecuencias térmicas (fs. 80). *- El alambre del arrollamiento del motor eléctrico N° 1 no supera los ensayos realizados por el estado en que se encuentra, no obstante, la coloración homgénea del arrollamiento indica que no hubo sobrecargas, falta de fase ni cortocircuitos que pudieran originar llama, lo que nos demuestra que la coloración homogénea de todo el arrollamiento fue producida por efecto de una alta temperatura externa (fs. 81). *Los conductores de alimentación del motor N° 1, eran de sección adecuada y al no observarse vestigios de cortocircuitos ni chispas los mismos no pudieron originar inconvenientes (fs. 81). *- Al retirar la tapa de la caja de bornes del motor N° 1 se observó que todos sus componentes estaban totalmente quemados, apreciándose indicios de arco eléctrico en la cara interior de la tapa. En el caso de haberse producido este arco, el mismo no podría haber iniciado llamas al exterior de la caja estanca (fs. 81). Tablero Seccional N° 1: *- Al encontrarse totalmente quemados el gabinete y sus componentes, no es posible determinar en forma concluyente la configuración de los mismos, ni si lo elementos constituyentes son los indicados en el plano obtenido como original de tableros seccionales. Además, los informes no permiten dilucidar si el origen del ataque térmico al gabinete fue interior o exterior (fs. 81). Motor N° 2: *- El motor N° 2, si bien presentaba falencias en la calidad del aislante del arrollamiento y del alambre, se pudo constatar que los daños producidos en el mismo fueron provocados por la alta temperatura externa (fs. 81). Tablero Seccional N° 2: *- El tablero seccional N° 2 presentaba inconvenientes técnicos eléctricos, pero es de ver que los daños que presentaba provienen de una fuente de calor externa, por lo que no puede haberse iniciado fuego en esta tablero. A pesar de los inconvenientes técnicos como que la base del contacor no cumple ensayo de llama, carecía de protección diferencial y detector de falta de fase, etc., no pude concluirse por esto que el comportamiento de este tablero haya sido igual al del tablero N° 1, ya que en este tablero N° 1, no han quedado componentes que permitan asegurar lógicamente que tenía la misma configuración de elementos que el tablero N° 2 (fs. 81). 5. ANALISIS COMPARATIVO ENTRE EL INFORME OFICIAL Y EL INFORME DE PARTE: Corresponde, ahora ingresar al análisis de las conclusiones del informe técnico (Carpeta de Prueba N° 7, fs. 80/81) efectuado por el Ing. César Carlos Campos, propuesto por la parte querellante para ejercer su función de contralor respecto a los estudios ordenados por esta Fiscalía (3° Cuerpo fs. 496) y el informe oficial, debiéndose esto al respeto del carácter del contradictorio, ya que solamente con fundamentos el Suscripto puede admitir uno u otro informe. Como ya se adelantara supra, entre estas conclusiones y las efectuadas por los técnicos oficiales existen coincidencias y a la vez disidencias fundamentales en cuanto a las razones que dieron origen al incendio. Se comenzará destacando las coincidencias y luego se abordarán las disidencias fijando posición el suscripto respecto de las últimas. Coincidencias: a) Motor n° 1: Este motor sometido a estudio no presentó roces ni engranamientos (rotor, estator y rodamientos) descartándose entonces la producción de chispas y desprendimientos metálicos capaces de originar inconvenientes eléctricos que hubieran producido consecuencias térmicas (fs. 80), lo que es conteste con la coloración homogénea del alambre de arrollamiento que igualmente indica que no hubo sobre cargas ocurriendo otro tanto (Carpeta de Prueba N° 7, fs. .81 supra). Lo dicho se corresponde con las conclusiones de los técnicos oficiales en relación a la misma unidad (motor n° 1), cuando expresan: 7) “El motor N° 1 se encontraba en buen estado de funcionamiento, sin signos de sobrecarga”. 1)” En cuanto a la turbina, no se detectaron fallas mecánicas que hayan influenciado en el accionar del motor.” 2)” No se han detectado atascamientos, roces o frenado del motor como así tampoco en su transmisión por medio de la polea, ya que no se verificaron signos en los rodamientos sobre alteraciones o vibraciones importantes”. 3) “...es muy probable que por vibraciones, la bornera del moto en cuestión haya sufrido dicha rotura, ya que no se encontraron sistemas antivibratorios, ni amortiguadores de goma en la instalación del ventilador ni del motor como surgen de las fotos de la instalación original previo a su desarme.” 8) Se descarta que el fuego se haya iniciado en el interior del motor o turbina” (Cuerpo de Prueba N° 7, fs. 66 ptos. 7, 1, 2, 3 y 8). b) Motor n° 2: Se constató que los daños sufridos lo fueron producto de la alta temperatura externa (fs. 81). Tablero Seccional n° 2: En este punto la coincidencia es parcial, ya que se descarta que el inicio del fuego haya tenido su origen en el mismo, amén de admitir que presentaba inconvenientes técnicos eléctricos (la base del contactor no cumple ensayo de llama, carencia de protección diferencial y detector de alta de fase), siendo sus daños producto de fuente de calor externa (cfr. Carpeta de Prueba N° 7, fs. 81). Disidencias: Motor n° 1: a. Guarda relación a los conductores de alimentación del motor: Concluye Campos sosteniendo que “los conductores eran de sección adecuada y que al no observarse vestigios de cortocircuitos ni chispas ellos no pudieron originar inconvenientes” (cfr. fs. 81). Crítica: Esta conclusión es cuestionable, toda vez, que la misma no se corresponde con el propio material secuestrado en el lugar del siniestro identificado como Lotes de prueba N° 1 y 5. (ver Carpeta de Prueba N° 7, fs. 6,7, 9 y 22 de pericia oficial). Efectivamente, a fs. 9 de la carpeta aludida se advierte la figura n° 1, en donde se efectúa un croquis tanto del habitáculo donde se hallaba el motor N° 1, así como de sus componentes (turbina, motor etc), los conductores (cables) a través del cual era alimentado y el tablero seccional N° 1 de donde provenía la energía. Basta observar a fs. 23 los cables (conductores) secuestrados que conforman el citado Lote N° 1. En las fotografías n° 23: 1, 2 y 3 se da cuenta de la existencia de uniones retorcidas lo que resulta cuestionable bajo los reglamentos de la A.E.A. y el Anexo de Resolución ENRE n° 207/95, que aconsejan en relación a las instalaciones eléctricas, en tanto que en las figuras n° 23: 4, 5, 6,7,8, 24:1,2,3,4,5,6, (fs. 23/25) resultan de evidencia las fusiones así como las esferas de cortocircuito presentadas en los conductores. Ante las fotografías valoradas, advierte el suscripto que la conclusión del Ing. Campos resulta viciada por falta de sustento real, en otras palabras dicha afirmación no condice con el material secuestrado y valorado. Ahora, aceptada la crítica debemos seguir con el razonamiento de los técnicos oficiales a los fines de dimensionar su significado desde punto de vista de la ciencia eléctrica. A esto lo valoramos en el informe oficial en el pto. 3.4. –Conductores: Cables de alimentación (fs. 22), cuando expresan: “....se observaron cortocircuitos en los conductores, fusiones de material y presencias de esferillas metálicas, lo cual presupone que en ellos se hayan producido chispas por cortocircuito”, estos cortocircuitos detectados permiten deducir a nivel de certeza científica “...que existió tensión entre la bornera del motor y el Tablero Seccional, por la evidencia de fusión del material de cobre en ciertas partes del conductor de alimentación (Lote N° 1), lo que establece que el motor N° 1 tenía tensión de alimentación en su bornera”. Como se observa esta diferencia entre ambas conclusiones es de un valor fundamental a los fines de avanzar en la dilucidación acerca del origen del incendio, pues, nos pone de manifiesto que al momento del incendio al tablero seccional N° 1 –ubicado en el depósito- le estaba suministrando electricidad al motor N° 1, lo que se traduce en otras palabras, que alguien previamente lo había encendido. Esto tira por tierra todos los testimonios que niegan que el motor N° 1, estuviese en funcionamiento previo al incendio ya sea como aire acondicionado o haciendo circular el aire, remitiéndonos a fines de no incurrir en innecesarias reiteraciones, a los fundamentos expuestos al abordar el pto. D (Sistema de Refrigeración Existente) que dan cuenta de la mala ventilación existente debido a las características arquitectónicas del edificio ya que las aberturas que daban a las calles Ituzaingó y Corrientes contaban con vidrios fijos en su mayoría, la superpoblación de personal instalada en el segundo piso a causa de el achicamiento del espacio físico donde funcionaba el Concejo Deliberante (de ocupar cuatro pisos se redujo solo a dos), el hecho que la unidad manejadora de aire instalada en el tercer piso para colaborar con la del segundo estaba fuera de funcionamiento desde hacía seis meses aproximadamente, por tener su motor quemado, y la altura del año en que ocurrió el siniestro (mes de octubre) fecha en la que si bien son contestes los testigos en afirmar que el día estaba fresco, ello no se torna en argumento de peso como para desatender que atento a las horas que debían trabajar los empleados en dicho piso, hacía necesario “mantener” al menos ésa temperatura agradable, pues, de lo contrario llegaría un momento de en que quines cumplían allí sus funciones laborables estarían superados por el calor y el aire enviciado. Además de la citada crítica, cabe destacar todas las observaciones que denotan irregularidades tanto en los conductores como así también con la modalidad con que fueron efectuadas dichas instalaciones (ver Informe oficial pto. 3.5 Análisis y Observaciones detectadas conforme la Reglamentación para Ejecución de Instalaciones Eléctricas en Inmuebles de la AEA y el Anexo de Resolución ENRE n° 207/95, Carpeta de Prueba N° 7, fs. 26, y lo detallado supra en el pto. C –Problemas en el Sistema Eléctrico Correspondientes al Segundo Piso que Comenzaron a Suscitarse a partir de la Reforma del Contrato de Locación), respecto de las cuales el ingeniero Campos guarda silencio no obstante las fotografías que ilustran sobre los Lotes N° 1, 5 y 2, que dan cuenta de las mismas, lo que hace refutable su labor profesional. Al respecto el informe oficial señala: “...según puede observarse en el material del Lote N° 1, (conductores de 6mm2) y los conductores que llegan a la bornera del motor N° 1 del Lote n° 5 (conductor de alimentación del motor de 2,5 mm2) se encontraron restos de uniones entrelazadas, y si bien estaban entubados, ese tipo de uniones no son permitidas por las normas, ya que las mismas no garantizan el mantenimiento de la temperatura máxima en casos de corto circuito”. Es decir que en determinado tramo un conductor de 6mm2 ha sido unido de manera retorcida con otro tramo de 2,5 mm2, lo que no es admitido ya que esta forma de unión sólo es permitida en cables de 2,5 mm2 (ver Carpeta de Prueba N° 7 fs. 26, pto. 2). Véase, por otra parte, que también guarda silencio el Ing. Campos respecto a las condiciones exigibles para la correcta instalación de los tableros ya que frente al tablero seccional n° 1, no existía un espacio libre estando prohibido según las reglamentaciones almacenar ningún tipo de combustible ni material de fácil inflamabilidad, así como tampoco obstaculizar el espacio físico de acceso al tablero (ver Carpeta de Prueba N° 7, pto. 4 de fs. 26). En cuanto a este punto resulta igualmente cuestionable el informe técnico de parte porque lisa y llanamente guarda silencio en relación a un aspecto fáctico harto probado, cual es que el lugar donde se hallaba el tablero seccional de donde salían los cables de alimentación para el motor n° 1, había sido convertido en un depósito falto de toda circulación de aire haciendo inútil el sistema de celosía propio de la puerta de ingreso al espacio físico donde se encontraba el motor N° 1, además, en el que se guardaban mobiliarios en desuso –heladera vieja- expedientes viejos y papeles varios estando algunos ubicados en un carro de supermercado que justamente estaba debajo del tablero seccional N° 1, rollos de alfombras que correspondían a los pisos 3 y 4 que tenían en su base restos de fana, pintura (tarros de 20 lts.) y teener (bidón de cinco litros asimismo en botellas gaseosas chicas, estopa y removedor para despegar las alfombras que en ése día se estaban levantando (ver testimonio de Cristina Mainonis 3° Cuerpo fs. 561/563). No obstante no se puede reprochar al perito de parte el no haber hecho una valoración respecto al combustible inflamable allí guardado (bidón de 5 litos de teener y latas de pintura de 20 litros), así como el fuerte olor que hacía pesado el aire ya que esta circunstancia fue puesta en evidencia por el informe de la Comisión de Investigación del Consejo Deliberante, al interrogar a Mirta Gladis Angulo (fs. 654/656), Virgina Rosa Herrera (657/658), Luis Armando Gardei (fs. 659/660) José Ovidio Navarro (fs. 669/670) Silvana Edith Ocaño (fs.695/696), los que por otra parte terminan siendo coincidentes con la testigo Cristina Antonia Mainonis (fs. 561/563)., reconociendo el mismo Dagatti –Jefe de Asuntos Internos y mantenimiento- que él solamente autorizaba que se depositara una botella de teener con un contenido limitado al consumo diario, lo que a todas luces resulta desvirtuado por los dichos anteriores. No es intrascendente el destacar que el citado testigo cuando declaró ante la instrucción, por primera vez, guardó silencio respecto a la presencia en el depósito de botellas de teener así como de pintura, llamando la atención que haya sido nuevamente convocado a declarar por la Comisión Investigadora del Concejo luego de que los testigos citados anteriormente pusieron en evidencia que en el depósito se guardaban ésas substancias inflamables. Lo dicho transparentaba la falacia de las declaraciones de Dagatti, en este punto, actitud de la que también se diera cuenta cuando se abordó el tema relativo a los desperfectos eléctricos existentes en el segundo piso, a raíz de las nuevas instalaciones efectuadas, oportunidad en que el citado testigo negó su existencia. Se abona lo dicho haciendo remisión a los fundamentos desarrollados al abordar el punto B –Depósito: objetos que el Jefe de Asuntos Internos autorizaba guardar- en el que luego de la valoración de la prueba allí tratada se arribó a la conclusión, con estado intelectual de certeza, de que ésas substancias inflamables se guardaban en dicho depósito el día en que se desató el incendio, las que por otro lado no contaban con la debida presurización haciéndose notoria la presencia de gases en el ambiente. b. Lectura de la Bornera: En este punto también la disidencia resulta fundamental por cuanto está íntimamente relacionada con el posible origen del fuego. Al respecto el informe de parte señala que “...al retirar la tapa de la caja de bornes del motor n° 1 se observó que todos sus componentes estaban totalmente quemados, apreciándose indicios de arco eléctrico en la cara interior de la tapa ... “concluyendo que “...en el caso de haberse producido este arco, el mismo no podría haber iniciado llamas al exterior de la caja estanca” (Carpeta de Prueba N° 7, fs. 81). Esta conclusión resulta cuestionable por parcializar le lectura del material sometido a estudio (Lote n° 5 relacionado con el motor N° 1) (ver Carpeta de Prueba N° 7, fs. 7). En primer lugar, hay que destacar respecto de la bornera que está adosada al motor N° 1 (ver fotografía n° 42 de fs. 36), que resulta de interés la apreciación tanto de su interior, esto es, la placa que permite la conexión de los cables del tablero al motor en cuestión así como la tapa que la cubría (ver fotografías n° 45, 47 y 48 de fs. 37 y 38 respectivamente), Más allá de las deformaciones propias de las altas temperaturas a las que fue sometida durante el incendio, también se observan rajaduras y roturas de la base aislante además de pequeñas esferas de material conductor fundido debajo de las tuercas de conexión ( Carpeta de Prueba N° 7, fs. 38). En cuanto al deterioro el informe oficial destaca que “...el soporte aislante de los bornes sugiere altas posibilidades de desarrollo de un arco eléctrico debido a un cortocircuito a masa o entre fases o por la fusión de la cubierta aislante de los cables debido a las altas temperaturas externas...” agregando que “...este tipo de falla podría haber ocurrido abruptamente, antes de haber actuado las protecciones eléctricas en la alimentación” (fs. 38). Como se puede observar respecto a este punto Campos no explica sobre el origen o razón de la impronta del arco eléctrico en la tapa de la bornera (ver Carpeta de Prueba N° 7, pto. 5.2 Comparación Motor n° 1 y Motor n° 2 del informe oficial fs. 49). En segundo lugar, véase que el Campos relativiza el hecho de la existencia en sí del arco eléctrico, cuando basta nada más con observar las figuras n° 44, 96 y 97 (fs. 37, 62 y 63 respectivamente), contenidas en el informe oficial para advertir su existencia sin lugar a dudas (ver pto. 5.7 –Síntesis y Conclusiones- en relación al motor n° 1, primer punto) (Carpeta de Prueba N° 7, fs. 65). En tercer lugar, se ve también la parcialidad cuando el técnico de parte cierra su análisis respecto del cortocircuito advertido en la bornera, negando que el mismo –en caso de haber existido- haya podido iniciar llamas que alcancen el exterior por tratarse de una caja metálica estanca, cuando en realidad, los técnicos oficiales si bien son coincidentes en este punto, por lógica deducción se plantean cuáles fueron los efectos de ése cortocircuito en los conductores así como en el tablero seccional N° 1 desde donde se suministraba electricidad al motor N° 1. Esta es justamente la razón de las esferillas apuntadas en los conductores, lo que demuestra la elevada temperatura que llegaron a adquirir los mismos a punto tal de fundirse (esferillas de cobre), así como –se verá más adelante- el hecho de que ante tal desperfecto eléctrico las llaves térmicas no actuaron correctamente, pues, de lo contrario inmediatamente habría cesado el suministro de energía al motor lo que al no ocurrir explicaría el inicio del incendio en el tablero seccional N° 1 como consecuencia de su recalentamiento (900° C.) . Se debe señalar que si bien en este punto los técnicos oficiales sindicaron a esta hipótesis, en su conclusión final, como de muy alta posibilidad, (Carpta de Prueba N° 7, fs. 66 “in fine”), para el Suscripto, tal hipótesis alcanza el grado de certeza al estar avalada –como ya se señalara oportunamentepor los testimonios de Ricardo Rosendo Rodríguez y Luis Tomás Bordones -testigos presenciales e independientes- que vieron que el fuego salía del tablero seccional N° 1. Así Bordones que estaba sentado en la habitación contigua al depósito (oficina de prensa) a través de la placa de policarbonato observó que salían llamas de fuego de una caja ubicada en la pared a la cual antes nunca había prestado atención (cfr.3° Cuerpo fs. 497/498), en tanto que Rodríguez que se hallaba presente en la misma oficina de prensa ya que estaba visitando a su hija Verónica que trabaja allí (oficina de prensa), luego que Bordones sale a pedir ayuda a la gente de mantenimiento (Montenegro y Luchini), le señala a su hija las mismas llamas las que prácticamente alcanzaban el cielo raso y acto seguido que su hija toma el teléfono para solicitar auxilio a los bomberos él sale de la oficina y se dirige al depósito que en dicho momento tenía la puerta abierta y le franqueaba el ingreso una escalera, observando que del tablero ubicando en la pared que limita con la oficina de prensa era el lugar donde salían las llamas de fuego expandiéndose este hacia arriba en dirección de los cables que salían del mismo hacia el cielo raso, no habiendo fuego ni en el motor en su interior o exterior, ni en las alfombras, ni en los papeles que se encontraban en el lugar (ver fs. 518 vta.). Al ver esto Rodríguez les solicita a dos personas que estaban allí –Juan Manuel Rúbeda y Oscar Eduardo Morán - y tenían ambos matafuegos que se acercaran más y apuntaran al fuego pero ellos no lo hicieron disparando los matafuegos de una distancia de 2,50 cms.. Respecto a este último testigo, corresponde reiterar una vez más, que al ser interrogado sobre su orientación política dijo que estaba afiliado al partido radical, circunstancia que –a criterio del suscripto- quita de toda sospecha a sus dichos ya que no pertenece ni al Partido Nuevo como así tampoco al Partido Oficial. Es con lo hasta aquí afirmado que concuerda la conclusión de los técnicos oficiales cuando, en el tercer punto, destacan que “...se observa un deterioro de la base de la bornera del motor n° 1 y un evidente cortocircuito entre fases ...” , dando cuenta que “...es muy probable que por vibraciones la bornera del motor en cuestión haya sufrido dicha rotura, ya que no se encontraron sistemas antivibratorios, ni amortiguadores de goma en la instalación del ventilador ni del motor ....” (Carpeta de Pruebas N° 7, fs. 66). Tablero Seccional N° 1: En este punto el informe técnico de parte destaca que: al estar quemados el gabinete y sus componentes, resulta imposible determinar su configuración, y tampoco si los elementos constituyentes son los indicados en el plano obtenido como original, cerrando su conclusión señalando que los informes no permiten dilucidar si el origen del ataque térmico al gabinete fue interior o exterior (Carpeta de Pruebas N° 7, cfr. fs. 81). Como se advierte el Ing. Campos no emite una opinión científica propia de su profesión, sino que trasciende su función, efectuando una valoración respecto a si el tablero estaba conformado o no de acuerdo a como lo describe el plano eléctrico original, pretendiendo sembrar la duda. Amén de lo dicho, que hace criticable en este punto su conclusión ya que ello es una cuestión probatoria correspondiente a este Ministerio, corresponde igualmente su cuestionamiento destacando que en el proceso penal la prueba debe ser valorada de conformidad con el sistema de la sana crítica racional (CPP., art. 193), la que está conformada por las reglas de la experiencia común, la psicología y la lógica con sus respectivos principios (no contradicción, razón suficiente, derivación y tercero excluido). Igualmente debe recordarse que en el proceso penal –en principio salvo el caso de las exclusiones probatorias- todo se puede probar por cualquier medio de prueba, teniendo presente al respecto la prueba indiciaria para lo cual es menester que los indicios valorados sean unívocos y no anfibológicos (Cfr. T.S.J., Cba. , Sala Penal, “Simoncelli, Angel Fabián p.s.a Homicidio Calificado Recurso de Casación”, S. 45, del 28-07-98, “Nieto –Recurso de Casación-“, S 17, del 09-03-05, entre otros). Es con estos parámetros con los que debemos aceptar o no la negativa, guardando la respuesta una importancia mayúscula para con la dilucidación del siniestro, ya que en la reconstrucción que del mismo hicieron los técnicos oficiales se constató mediante ensayo de filamento incandescente a 900° C –según norma IRAM 2378-1- que el elemento que mostró alta combustibilidad y llama permanente fue la parte inferior o base del contactor ...(Carpeta de Prueba N° 7, ver fs. 15 y 16, con las fotografías n° 13 y 14). En otras palabras, se constató que el tablero seccional N° 1, compuesto con los elementos descriptos en el plano original, sometido a una temperatura de 900° C que se corresponde con la provocada por el cortocircuito de la bornera correspondiente al motor N° 1, hizo una llama permanente en su parte inferior o base del contactor, siendo ello la razón del inicio del incendio, sumado a lo ya dicho en cuanto a su aceleración a través de los gases existentes en el depósito. Los técnicos oficiales dieron por cierto que el tablero seccional N° 1, estaba conformado de acuerdo a las características técnicas que obran en las figuras n° 4 y 5, sindicadas en el pto. 3.2 de fs. 12, pues, estas son las mismas que se observaban visualmente al inspeccionar el tablero seccional N° 2 que cumplía idéntica función (ver 3° Cuerpo fotografía n° 65 de fs. 420), además de ser conteste con el plano original (ver Carpeta de Prueba N° 1, que contiene copia de planos estructurales y sistema eléctrico). Las razones por las cuales dieron por cierta la identidad de los elementos que conformaban el tablero seccional N° 1 con los componentes descriptos, convencen al suscripto. Obsérvese, que de acuerdo con la experiencia común resulta necesario ante la destrucción del tablero seccional N° 1 (Carpeta de Pruebas N° 7, figuras n° 5, 6, 7, 8 y 9 de fs. 14 y 16, 17, 18 y 19 de fs. 20/21), acudir, para su reconstrucción a los planos eléctricos originales que fueron elaborados y diseñados para equipar el inmueble en cuestión (Garden Shopping), lo que fue obtenido. Se sumó a lo dicho otra circunstancia no menor, cual fue valerse del tablero seccional n° 2 para descifrar el interrogante, obedeciendo ello a que en el 3er piso existía otro equipo de aire idéntico en sus características técnicas al ubicado en el 2do piso (ver figuras n° 10, 11 y 12 de fs. 15), siendo más que lógico el deducir que si fueron instalados para cumplir idénticas funciones, resulta lógico que deben conformarse con idénticos materiales o componentes eléctricos. Se suma en apoyo también, el hecho que los equipos de aire fueron instalados en un mismo tiempo y no en distintas épocas o etapas, por lo tanto la adquisición de los materiales lo fue en el número necesario para cubrir la demanda conjuntamente a los fines de su construcción (tableros), siendo absurdo pensar, que dicha compra lo fue para cada equipo o tablero en forma separada y con materiales distintos adquisición que se hace por lógica al mismo abastecedor. A lo dicho se suma también el hecho de que fue un solo instalador quien se hizo cargo de su colocación. Resulta absurdo pensar que un mismo instalador para conformar dos tableros que cumplen idéntica función, a la hora de efectuar la compra de su componentes, opta por valerse de materiales distintos. Por último corrobora lo afirmado el análisis de ambos tableros tanto desde el punto de vista de sus características externas (tamaño, pintura, ubicación de perforaciones en la parte trasera para adosarlos a la pared) (ver Cuaderno de Prueba N° 7, fs. 5,6, 10 y 11; 11,18, 6 y 11 respectivamente) (fs. 13, 15, 15, 20, 13 y 15 respectivamente) así como internas (ubicación de rieles) (ver figuras n° 9 y 12 de fs. 14 y 15 respectivamente) las que igualmente resultan coincidentes. Esta afirmación, puede decirse que en forma directa encuentra respaldo en los dichos de los testigos Ricardo Rosendo Rodríguez, Verónica Gabriela Rodríguez y Luis Tomás Bordones (fs. 518/519, 541/543 y 497/498 respectivamente) ya citados, por cuanto tanto el primero como el tercero vieron salir las llamas de fuego del tablero seccional N° 1 y no de otro lugar. Decimos en forma directa el respaldo, pues, el mismo coincide con el ensayo de los técnicos oficiales que dio como resultado que se encendiera una llama en la base del contactor del tablero atento a que dicho componente no cumplía con la norma IRAM 2378-1, al estar conformado con material plástico alta combustibilidad inflamable. Véase que el Ing. César Campos en los fundamentos de su informe, al referirse al tablero seccional n° 2, en el pto. 5.1.4, reconoce que dicho tablero contenía los elementos descriptos en el plano obtenido como original (Carpeta de Prueba N° 7, fs. 79), así como que la base del contactor no cumplía con las normas IRAM 2378-1, al estar compuesto por material inflamable. La pregunta que nace formularse ante este razonamiento es, cuáles son los motivos que lo conducen a la negación de admitir que el tablero seccional N° 1 no obedecía a las características del plano original. Nos quedamos sin contestación lógica ante tal negativa, no pudiendo admitir que por el solo hecho de estar quemados sus componentes se deba claudicar rotundamente a la posibilidad de identificarlos, máximo cuando se cuenta con los planos originales de su armado. Finalmente, en este punto también resulta refutable la afirmación de Campos en cuanto a que los informes no permiten dilucidar si el origen del ataque térmico al gabinete fue interior o exterior. La refutación está contestada con lo precedentemente dicho, en cuanto explica la identidad de ambos tableros (seccional 1 y seccional 2) y su respuesta ante un ensayo similar al cortocircuito ocasionado en la bornera del motor N° 1. Para cerrar este punto, se advierte que aceptando que el tablero seccional N° 1, estaba conformado con los componentes descriptos por técnicos oficiales corresponde hacer lugar y destacar todas las irregularidades que dicho tablero presentaba de conformidad con los Reglamentos para la Ejecución de Instalaciones Eléctricas en Inmuebles de la AEA y el Anexo Resolución ENRE N° 207/95 (Carpeta de Prueba N° 7, ver pto. 3.5 fs. 26): a) El tipo de canalización para los conductores, debería haber sido realizado en su totalidad, con cañerías embutidas o a la vista, o bien bandejas portacables; b) Las uniones de los conductores por retorcido de hebras son admitidas hasta secciones de 2,5 mm., en tanto que para secciones mayores las uniones deben ser realizadas mediante el uso apropiado de borneras, lo que no se respetó en algunos sectores como se muestra en las fotografías del Lote N° 2 y partes del conductor del Lote N° 1; c) No se utilizaron interruptores con apertura por corriente diferencial de fuga con corte de neutro en la totalidad de la carga del tablero principal ...; d) En el área frente al tablero seccional no existía un espacio libre, además que se violaba la reglamentación que prohíbe almacenar ningún tipo de combustible ni material de fácil inflamabilidad. En este aspecto vemos la flagrante violación a esta reglamentación haciendo remisón a lo dicho respecto a las substancias inflamables allí depositadas y los gases que habitualmente existían en el ambiente del depósito. Tablero Seccional N° 2: Como ya se adelantara supra (ver coincidencias), la disidencia es parcial en relación a esta conclusión y consideramos que su contestación ha sido debidamente brindada en el punto precedente. Campos a toda costa, trata de desvirtuar el hecho de que ambos tableros (Seccional n° 1 y n° 2), guarden similitud en su conformación, ya que reconocerlo sería lisa y llanamente admitir que la iniciación del fuego tuvo origen en el tablero seccional n° 1 como lo demuestra el ensayo practicado por los técnicos oficiales (Carpeta de Prueba N ° 7, fs. 16). Como colofón de lo dicho en cuanto a las dicidencias destacadas respecto a las conclusiones del Ing. César Campos, se advierte que su parcialidad se hace patente siendo entendible atento a que su actuación es producto de la concreción de un contrato de prestación de servicio asumido con la parte querellante (Consejo Deliberante), quien –como ya se adelantara- de acuerdo con el resultado de las actuaciones puede asumir responsabilidad civil ante el suceso de autos, por lo que todo aquello que pueda abrir las puertas a su responsabilidad civil tratará de ser desvirtuado como ocurrió en el informe del citado profesional. J. TESTIMONIOS QUE APUNTAN A LA INTENCIONALIDAD DEL INCENDIO: 1. Entre las declaraciones colectadas por la Comisión Investigadora designada por el Concejo Deliberante, existen quienes plantean la sospecha de que el incendio habría sido provocado intencionalmente. Concretamente a algunos les llama la atención actitudes del Concejal Guillermo Kraisman así como personas de su entorno (punteros políticos), días previos a que ocurriera el incendio. Las sospechas, estribarían, en que la semana previa al hecho de la oficina de este Concejal habrían retirado gran cantidad de papeles, biblioratos, cajas etc, a tal punto que parecía una mudanza, personas inclusive desconocidas, que acudían a su oficina n° 6; el hecho que se retiraba habitualmente tarde, violando lo establecido en un memorandum del Concejo que exigía el retiro –como máximo- a las 21:00 hs. .(cfr. Mirta Gladys Angulo, Luciana Fernández, María Valeria Koeter, Luis Armando Gardei, José Ovidio Navarro y Juan Alberto Dagatti, (4° Cuerpo, fs. 654, 665, 668, 659, 669 y 674 respectivamente). Respecto a estas manifestaciones, como ya se expresara supra en puntos anteriores, el Suscripto no las considera vinculadas con la producción del incendio, ya que a esta altura de la investigación se tiene certeza que el incendio se inició en el tablero secciona n° 1, por fallas eléctricas (cortocircuito en la bornera del motor n° 1, a raíz de la ruptura de su placa). Asimismo, véase que a la par la Comisión recepcionó otros testimonios de personas que desempeñan tareas en el Consejo, como Armando Benavidez –personal de maestranza- y Carmen Guevara, quienes son contestes en señalar que había otros concejales que hacían lo mismo (retirarse tarde). Benavides destaca que el concejal Fernández se quedaba hasta las 23:00 hs., ya que realizaba reuniones los días miércoles, ocurriendo otro tanto con Kraisman, quien algunas veces se hacía presente a las 21:00 hs., era muy relativo en sus horarios, no respetando el memorando que establecía que no se podía quedar nadie más de las 21:00 hs., aclarando que la noche previa al incendio en la que estuvo de guardia, no recuerda haber visto a nadie en el Concejo (fs. 685). Carmen Guevara hace lo propio nombrando entre los concejales que se quedaban hasta tarde, al Concejal Berrotarán, el Sr. Hack, Kraisman, y del bloque Radical a veces (fs.688). Es decir, que no solo Kraisman era quien no acataba el citado memorandum. En relación a la testigo Angulo, debe decirse que la comprenden las generales de la ley, ya que ella expresa que había tenido un entredicho con Kraisman por lo tanto ni siquiera la dirigía la palabra. Justamente esta testigo es quien –supuestamente sensibilizada- plantea la sospecha más puntual contra este concejal cuando alude a que la noche previa al incendio, cuando Kraisman se retiraba del Consejo manifestó a su colaborador Reartes “...que estaba invitado a un asado con un gran fuego”, y dirigiéndose a Gardei le dice “ya nos vamos me voy a comer un gran asado” (fs. 655), como si estas frases fueran el preanuncio de lo posteriormente ocurrido el día jueves 13 de octubre. El Suscripto además de la razón dada inicialmente, no advierte que de la manifestación señalada pueda inferirse –ni siquiera como indicio- que Kraisman tuviese relación alguna con el incendio. Por el contrario, merece destacarse una vez más, que Kraisman, no fue quien autorizó a que en el depósito se guardaran substancias inflamables como teener, solventes, pinturas., tampoco era quien resultaba el responsable que personal de mantenimiento luego de realizar su tarea dejara estopas impregnadas con teener en la puerta del depósito, al igual que botellas de gaseosas con teener abiertas, las que obviamente al evaporarse, hacían desagradable el estar allí respirando dichos gases con el consabido peligro que ello acarreaba, más aún, cuando era evidente que el sistema eléctrico estaba desbordado saltando todos los días, en más de una vez, las llaves térmicas. A los fines de evitar reiteraciones innecesarias me remito a lo dicho en los puntos C y E. No resulta ocioso destacar aquí que conforme la Carpeta de Prueba N° 8, en la que consta la publicación del matutino local “La Voz Del Interior”, de fecha 14-10-05, en la sección “Sucesos” de la página 21-A, entre autoridades políticas consultadas el día del incendio, figura el Concejal Guillermo Kraisman quien textualmente destacó “Veníamos advirtiendo en el Concejo que un siniestro como éste podía ocurrir. Y ocurrió", en tanto que el Presidente de la UCR., Carlos Becerra en forma coincidente se expresó: “Denunciamos el autismo del Gobierno municipal que puso en riesgo a tantos cordobeses en el edificio Garden”. Se ha dejado para el último el análisis de las declaraciones del taxista Aldo Raúl Fernández quien compareció en forma espontánea y voluntaria ante la Comisión Investigadora designada por el Concejo Deliberante. De sus dichos – en síntesis- surge que un par de días antes tuvo la oportunidad de conducir a 3 pasajeros –en apariencia sospechosos- los que durante el trayecto, si bien hablaban en forma codificada, dieron pistas de que por encargo previo remuneración generarían un incendio en el Garden Shoppin, mediante alcohol de fuego sin dejar ningún rastro o huella (4° Cuerpo, fs. 689, 690691). Es de opinión el Suscripto, que a las mismas no corresponde darles crédito alguno. Damos razones: En primer lugar, se repite lo dicho supra en cuanto a la certeza arribada respecto a que el incendio tuvo su origen a raíz de fallas eléctricas dejando de lado la intencionalidad. En segundo lugar, la negativa a darles crédito a estas manifestaciones resulta de efectuar su análisis bajo la lupa de la sana crítica racional (CPP. 193). Efectivamente, choca con la experiencia común, la psicología y la lógica, el aceptar que personas confirmen, sueltos de cuerpo, en el interior de un taxi manejado por un desconocido, llevar a cabo una empresa delictiva con los detalles que acto seguido se destacarán, pues, toda vez que ellos bastaban para que el taxista –si procedía como un hombre mínimamente responsable en un sistema democrático- hubiese abortado su plan acudiendo inmediatamente a la autoridad policial dando cuenta de lo escuchado. En cuanto a que hablaban en código, resultan contradictorios los dichos del testigo, pues, reconoce que en oportunidad de pasar frente al edificio del Garden Shopping efectuaron manifestaciones tales como “...todo lo que será esto mañana no ... todo lo que se quema no se construye rápido, no quedan huellas” ... “ ya está todo arreglado, no te hagás problema, el trabajo hay que hacerlo”, sumado a la exhibición de la suma de 40 billetes de $100 alojados en una billletera. , “...bueno si está todo seguro y no hay ningún tipo de problemas el trabajo contálo (sic) con nosotros, pero te pido que me des ahora algo de plata” ... “todo lo que se empieza con alcohol de fuego no deja rastros...” (4° Cuerpo, fs. 689 y 690). Lejos de hablar en código destacaron dónde iba a ser el lugar en el que desarrollaran su cometido delictivo, (Garden Shopping), así como la conducta criminosa a realizar, esto es ocasionar un incendio mediante la utilización de “alcohol de fuego”, para que no se dejaran huellas y el monto pactado para llevar adelante la operación ($4.000) (40 billetes de $ 100). Asimismo, uno se pregunta cómo pudo el testigo Martínez dar una aproximación de que en la billetera había como 40 billetes de $100, máximo que dicha exhibición fue rápida efectuada desde quien iba adelante hacia los que iban atrás, y él se hallaba en la necesidad de prestar atención a la conducción del taxi. Pero lo que llama más la atención, es que habiendo tomado conocimiento de lo narrado y diciéndose conocido del Concejal Berrotarán, se haya quedado tan solo con la intención de hablarlo (ya que conocía el número de su celular) no logrando su cometido por el sólo hecho de que la casilla de mensajes de Berrotarán estaba llena (fs. 691 “in fine”). La pregunta del millón es: ¿acaso no atinó a recurrir a la autoridad policial para ponerla en alerta de algo de tamaña importancia?. El suscripto se queda sin contestación lógica ante este interrogante, a más de las críticas ya señaladas supra. Finalmente, porqué recién con fecha 17-03-06, se presenta ante la Comisión Investigadora del Concejo, para transmitir o brindar estos datos, habiendo transcurrido cinco meses desde que tuvo conocimiento de ellos. ¿Porqué no lo hizo en forma inmediata –aún luego del incendio- ante la autoridad policial o judicial, ya que era “vox populi” el inicio de las investigaciones al efecto de averiguar la verdad de lo sucedido? Nuevamente el Suscripto se queda sin respuesta para explicar tamaña incongruencia en su proceder, ya que su manifestación de que puso en conocimiento de lo ocurrido al Concejal Berrotarán aconteció cuando éste ya formaba la Comisión investigadora. Por lo expuesto, carecen del mínimo asidero sus dichos. K: CONCLUSIONES FINALES: De conformidad a las conclusiones a que se han ido arribando supra, sobre puntos esenciales de la presente investigación, el Suscripto está en condiciones de afirmar que cuenta con al estado intelectual de certeza requerido por la ley adjetiva local (CPP., art. 334), para ordenar el archivo de las presentes actuaciones, toda vez, que el hecho investigado (incendio en el Garden Shpping) no encuadra en figura penal, habiendo sido producto de un caso fortuito. Efectivamente, se dice caso fortuito ya que el cortocircuito producido en la bornera del motor n° 1, correspondiente al equipo forzador de aire ubicado en el segundo piso donde funcionaba el Concejo Deliberante, lo fue producto de una fisura o ruptura de su plaqueta, la que se originó como consecuencia de las vibraciones sufridas por no estar debidamente instalado el equipo forzador de aire compuesto por su motor y ventilador. Se constató por parte de los técnicos oficiales, la falta de antivibradores, o tacos de goma o amortiguadores, en abierta contradicción con las exigencias técnicas aconsejadas para su instalación por parte del fabricante. A su vez, este cortocircuito cuya fotografía quedó estampada en la tapa de la bornera aludida, fue lo que generó una alta temperatura en los conductores (aproximadamente de 900° C), que le suministraban electricidad al motor n° 1 los que a su vez provenían del tablero seccional n° 1 ubicado en el depósito del segundo piso. De ello dan cuenta las esferillas (bolitas de cobre) formadas en tramos de los citados conductores, producto estas, de la fundición del cobre, no existiendo –científicamente- otra razón para que dichas esferillas se produjeran, ya que la alta temperatura registrada producto del incendio, no causa ese efecto en los conductores. Basta con observar los distintos tramos de cables secuestrados en el lugar del incendio que conforman los distintos lotes , para confirmar lo aquí dicho. Asimismo, las esferillas aludidas, son el testimonio, científicamente irrebatible, de que desde el tablero seccional ubicado en el depósito, le estaba suministrando energía eléctrica al citado motor, estando por ende encendido. A consecuencia de lo dicho y por no haber saltado debidamente las llaves térmicas del tablero seccional aludido, es que sus componentes sufrieron igual temperatura (900° C.), y atento a que el contactor instalado en su base no respondía a las exigencias de las normas IRAM 2378-1, hizo llama permanente en su parte plástica . Si bien –como se destacó oportunamente- la conclusión de los técnicos oficiales respecto a esta hipótesis fue avalada con un estado intelectual de una muy alta posibilidad, para el Suscripto la misma alcanzó el rango de certeza, ya que resulta avalada por los dichos de dos testigos que vieron que el fuego salía del tablero en cuestión y no de otro lugar (Ricardo Rosendo Rodríguez y Luis Tomás Bordones), mereciendo ambos plena credibilidad en sus dichos, ya que desde distintas perspectivas coincidieron en la misma afirmación . Ahora queda hacer referencia a si debe admitirse o no el hecho de que el incendio se propagó en la forma que lo hizo por contar con la ayuda de acelerantes. Como ya se expresara, se cuenta con prueba testimonial contundente para tener por cierto que en el depósito existían, al momento del incendio, substancias acelerantes como teener – entre otras más- en cantidad suficiente y sin la debida presurización, de la que emanaban gases altamente inflamables los que, sin lugar a dudas, colaboraron para que la llama que se había iniciado en el contactor, rápidamente ganara el cielo raso convirtiéndose en algo imparable, siendo esta la razón del porque resultó infructuoso el actuar de Juan Manuel Rúbeda y de Oscar Eduardo Morán, al intentar extinguirla valiéndose de los matafuegos ubicados en proximidades del depósito. V. En consecuencia de lo expuesto y normas legales citadas RESUELVO: Ordenar el archivo de las presentes actuaciones atento a que el hecho investigado no encuadra en figura penal. Notifíquese.