Córdoba, veintisiete de abril de dos mil seis. I) Y VISTA: La presente

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Córdoba, veintisiete de abril de dos mil seis.
I) Y VISTA: La presente causa caratulada “Actuaciones Labradas por la
Unidad Judicial 1° en Srio. 5608/05 con motivo del incendio ocurrido el
13/10705 damnificado: Consejo Deliberante y otros " Expte. Act/118 Año 2005".II) DE LA QUE RESULTA: “El día 13-10-05, siendo entre las 10:55 hs. y
11:00 hs., en el segundo piso del edificio “Garden Factory”, donde funcionaba el
Concejo Deliberante de la Municipalidad de Córdoba, que está ubicado entre las
calles Corrientes e Ituzaingó del B° Centro de esta ciudad, en circunstancias que se
encontraban trabajando alrededor de 150 personas, a raíz de un caso fortuito, se
produjo un cortocircuito (arco eléctrico) por la ruptura de la placa que une los
conductores de la bornera correspondiente al motor de aireación Fancoil, marca
Carrier, ubicado en la sala de máquina del 2 do piso, generando en el tramo de los
conductores que unen dicho motor con el tablero seccional de alimentación, una
elevada temperatura (900° C) causando la formación de esferillas en los
conductores producto de su fundición, circunstancia esta que a la vez hizo que en el
tablero seccional aludido –a consecuencia de no haberse interrumpido el suministro
eléctrico al motor al no saltar la llave térmica- se registrara una temperatura
semejante (900° C), lo que ocasionó que en la base del contactor ubicado en dicho
tablero se iniciara una llama permanente en sus partes plásticas dada su alta
combustibilidad, atento a que el mismo no cumplía con la norma IRAM 2378-1.
Debido a que el citado tablero seccional estaba ubicado en la habitación contigua al
motor aludido que era utilizada como depósito en el que se hallaban a la época del
incendio, entre otros objetos, substancias inflamables como teener depositado en
botellas de gaseosa chicas o plásticas sin estar debidamente presurizadas
(tapadas), removedor para despegar alfombras, tarros de pintura, y alfombras
enrolladas con restos de fana, a causa de los trabajos de pintura que se estaban
efectuando, es que los gases despedidos por estas substancias habrían actuado
como acelerantes haciendo que la llama se propagara rápidamente alcanzando el
cielo raso y materiales de alta combustibilidad como la placa de policarbonato que lo
separaba de la oficina de prensa y el nylon que cubría la tubería de aireación
distribuida en el entretecho, haciendo infructuoso todo el obrar del personal de
mantenimiento del Concejo Deliberante así como del propio Garden Shopping
quienes trataron de apagarlo valiéndose de los matafuegos allí existentes, arrasando
con la totalidad del mobiliario con que estaban equipadas las oficinas
(aproximadamente 80 boxes con sus respectivos mobiliarios e impresoras,
computadoras, fotocopiadoras, dispensers etc. ), y
dada la alta temperatura
alcanzada por el incendio, generó fisuras en las columnas (19) que servían de base
a las cuatro zapatas sobre las que se alza el edificio de 17 pisos, generando
defectos estructurales en la construcción de relevancia, a la vez que puso en peligro
la vida de las personas que se desempeñaban laboralmente en la totalidad del
complejo y la torre aludida, quienes debieron ser rescatados por el cuerpo de
Bomberos pertenecientes a la Policía de la Provincia de Córdoba, los que luego de
largas horas de combatir el incendio, arriesgando sus vidas, lograron sofocarlo”.
III) PRUEBA:
Testimonial: Pedro Francisco Cevallos (fs. 01/02),
Juan
Alberto Dagatti (fs. 11 y 514/517), José María Pieroni (fs. 12/13 y 488/489), Ezequiel
Hugo Ocanto (fs. 14), Gustavo Martín Acosta (fs. 15/16 y 538/540), Héctor Fabián
Pintos (fs. 25/26 y 485/487), Juan Carlos Ardiles (fs. 34 y 510/512), Verónica
Gabriela Rodríguez (fs. 43/45 y 541/543), Eduardo Daniel Allende (fs. 51/53), Luis
Tomás Bordones (fs. 54/56 y 497/498), Ricardo Rosendo Rodríguez (fs. 57/58 y
518/519), Walter Enrique Contreras (fs. 59/61), José Ovidio Navarro (fs. 63/64),
Mario Alberto Montenegro (fs. 466/469), Ricardo Alberto Luchini (fs. 473/475),
Alejandro Tomás Ferrer (fs. 477/479) , Walter Humberto Amuchástegui (fs. 480/482),
Pablo Martín Pérez (fs. 483/484), Juan Manuel Rúbeda (fs. 521/522), Humberto
Edgardo Gulino (fs.523/524), Antonio Nicolás Luna (fs. 544/545), Oscar Eduardo
Morán (fs. 546/547),
Diego Cristian Cortesini (fs. 550/552), Cristina Antonia
Mainonis (fs. 561/563), Guillermo Germán Lucero (fs. 620); Olando Francisco Reche
(fs. 637), Luis Atilio Palacios (fs. 700/700vta.). Documental e Instrumental: Acta de
inspección ocular (fs. 03), croquis ilustrativo (fs. 04), Informe técnico de la Dirección
de Bomberos de la Provincia de Córdoba (fs. 110/123, 286/312 y 365/375), Informe
técnico sobre medidas de protección contra incendios (fs. 125), informe de la
Secretaría de Protección Humana de la Municipalidad de Córdoba (fs. 158/162),
documentación presentada por la empresa de telefonía móvil CTI (fs. 170/213),
copia del Diario de Sesiones del 24/02/05 del Honorable Consejo Deliberante de la
Ciudad de Córdoba (fs. 244/251), Informe del departamento de Estructura de la
Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad Nacional de
Córdoba (fs. 253/254), informe químico de Policía Judicial (fs. 262/263, 457),
fotografía legal (fs. 266), recorte periodístico del matutino La Voz del Interior (fs.
316), presentación de la Secretaría de Protección humana (fs. 320/364), fotografía
legal (fs. 378/454), planimetría legal (fs. 455), informe de la Empresa Provincial de
Energía de Córdoba (fs. 491/484),
actas de secuestro (fs. 504/509), fotocopia
contrato de locación (fs. 568/570), fotografía legal (fs. 585/605), actas de
declaraciones receptadas en el marco de la Investigación realizada por la Comisión
Investigadora del Concejo Deliberante a saber: Mirta Gladys Angulo (fs. 654/656),
Virginia Rosa Balista Herrera (fs. 657/658), Luis Armando Gardei (fs. 659/660),
Marcela Tedeschini (fs. 661/662), Rosa Enriqueta Tabares (fs. 663/664), Luciana
Andrea Martínez (fs. 665/666), María Valeria Koeter (fs. 668), José Ovidio Navarro
(fs. 669/671), Analía Verónica Federico (fs. 672), Juan Alberto Dagatti (fs. 674/676),
Armando Benito Lahorca (fs. 681/682), Armando Benavides (fs. 684/686), Griselda
Carmen Guevara (fs. 687/688), Aldo Raúl Martínez (fs. 689/692), Norma Nilda
Bustos (fs. 693/694), Silvana Edith Ocaño (fs. 695/696), Nicolás Antonio Luna (fs.
698). Carpeta de Prueba N° 1: Conteniendo en su interior: 1- Copia de planos
estructurales
y
sistema
eléctrico
2-
Resoluciones
Administrativas
de
la
Municipalidad. Carpeta de Prueba N° 2: Conteniendo en su interior: Inventario de
elementos existentes en el Concejo Deliberante. Carpeta de Prueba N° 3 :
Conteniendo en su interior: Presentación de Supermercado Disco por destrucción de
mercadería. Carpeta de Prueba N° 4: Conteniendo en su interior: Fotografías
tomadas al momento de realizar el informe técnico correspondiente a los días 19, 20
y 26 de diciembre de 2005 –Ciudad de San Francisco Córdoba- Carpeta de Prueba
N° 5: Conteniendo fotografías tomadas al momento de realizar el informe técnico
correspondiente a los días 05, 06 y 07 de diciembre de 2005 –Ciudad de Córdoba-
Carpeta de Prueba N° 6: Conteniendo en su interior: Fotografías tomadas al
momento de realizar el informe técnico correspondiente al día 06/01/06 –Ciudad de
Córdoba-. Carpeta de Prueba N° 7: Conteniendo los Informes Técnicos en relación
a los materiales secuestrados en el lugar del hecho (Lotes n° 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7 y 8),
correspondiendo el primero al elaborado por quienes fueron designados oficialmente
por la Fiscalía de Instrucción, Ingenieros: Víctor E. Escribano –Director Centro de
Vinculación de los Lab. del Dpto. Electrotecnia- Daniel E. Lago –Director del
Laboratorio de Máquinas Eléctricas y Baja Tensión- Miguel Piumetto –Area Ensayos
e Investigaciones Eléctricas Lab. de Máquinas Eléctricas y Baja Tensión- y Prof.
Oscar Marchi –Responsable Técnico del Lab. De Máquinas Eléctricas y Baja
Tensión- pertenecientes a la U.N.C. Facultad de Ciencias Excactas, Físicas y
Naturales (fs. 1/70) y el segundo al Ingeniero César Carlos Campos, en
representación de la parte querellante –Consejo Deliberante- (fs. 72/81). Carpeta de
Prueba N° 8: Conteniendo un original del matutino “La Voz Del Interior”, de fecha
viernes 14 de octubre de 2005, págs. A-20 y A-21, en las que se da una amplia
información de datos recogidos por reporteros en la calle en momentos que se
evacuaba a personas del edificio, así como opiniones recogidas a empleados y
distintos figuras políticas, un croquis del edificio del centro comercial –Garden
Shopping- y la Torre Garden Factory.
IV) 1. Inicialmente al tomar estado público la hipótesis que el incendio habría
sido provocado (no accidental) y dado a que la misma -“prima facie”- encuadraría en
la figura penal prevista en el CP. art. 186 incs. 1° y 4°, obligó al Ministerio Público
Fiscal a dar inicio a la investigación penal preparatoria por tratarse –supuestamentede un delito de acción pública promovible de oficio (CP., art. 71, CPP., arts. 5, 301,
328 y ss), en atención a los principios de legalidad y oficiosidad. Ahora, luego de la
investigación practicada se ha arribado al estado intelectual de certeza respecto a
que el hecho en cuestión no encuadra en figura penal alguna al ser producto de un
caso fortuito, por lo que corresponde ordenar el archivo de las presentes
actuaciones (CPP., art. 334, primer párrafo).
2. Previo abordar el análisis de la prueba colectada, se considera necesario
precisar algunos puntos para su mejor comprensión: A) LUGAR EDILICIO DONDE
FUNCIONABA EL CONCEJO DELIBERANTE: El ámbito espacial lo era el centro
comercial denominado “Garden Shopping”, situado en la esquina de las arterias
Ituzaingó y Corrientes del B° centro de esta ciudad, con ingreso principal por la
última de las nombradas. El mismo comprende las cocheras ubicadas en el sub
suelo (que unas 30 de ellas se alquilaban al Concejo), el hall central de ingreso
ubicado en la planta baja donde existen distintos locales comerciales en alquiler, y
el Supermercado Disco sito en la esquina aludida; el primer piso en el que había
también locales comerciales y el Concejo Deliberante y el segundo piso ocupado en
su totalidad por el Concejo Deliberante. A partir del tercer al decimoséptimo piso se
erige la denominada “Torre Graden Factory” cuyos pisos son alquilados a distintos
profesionales (clínicas de ojos etc.), realizándose igualmente de la más variada
actividad comercial (ver fotocopias contratos de locación fs. 177/184, 187/201,
202/211 y escrituras de fs. 170/175 , 185/186, y fotografía de fs. 266) (ver Carpeta
de Prueba N° 8, pág. 21 A, y 20 A.)
B) OPORTUNIDAD EN QUE EL CONCEJO DELIBERANTE COMENZO A
FUNCIONAR
EN
DICHO
CENTRO
COMERCIAL
Y
CAMBIOS
QUE
A
POSTERIORI SE REALIZARON DESDE QUE EL PARTIDO NUEVO ASUMIO LA
PRESIDENCIA: A comienzos del año 1996 se decidió el traslado del Concejo
deliberante al Centro Comercial Garden Shopping, iniciándose en el mes de marzo
las obras necesarias para ello, estando a cargo Juan Alberto Dagatti –Jefe de
Asuntos Internos que abarca las áreas de
mantenimiento, limpieza, electricidad,
patrimonio, serenos y centrales telefónicas- de la planificación y distribución de las
oficinas que ocuparían los concejales y empleados, tercerizando la realización de la
tabiquería a la empresa “DECOR”,
a otra el rediseño de los baños y a otra la
instalación de los equipos de aire acondicionado que se ubicaron en los pisos
segundo, tercero y cuarto, así como también el de la terraza del tercer piso. Es decir
que inicialmente el Concejo Deliberante ocupó cuatro pisos (primero y segundo del
Garden Shopping y tercero y cuarto de la Torre Garden Factory) debiendo –entre
otros aspectos- proveerse del equipamiento necesario para asegurar la debida
refrigeración y calefacción . En diciembre de 2003 por disposición de la gestión a
cargo del entonces Presidente del Concejo Deliberante, Daniel Giacomino, a fin de
reducir los gastos originados por el alquiler en dicho centro comercial, es que
se modificó el contrato inicial acordando (3° Cuerpo ver fs. 568/570), que el Concejo
Deliberante reinstalaría sus oficinas de los pisos tercero y cuarto en los pisos
primero y segundo (ver 3 Cuerpo, planos de “planta del segundo” y “planta de
terrazas” de Dirección de Policía Judicial de fs. 455, Carpeta de Pruebas N° 8,
edición del matutino local “La Voz Del Interior”, de fecha 14-10-05, pág. 21-A ). En el
citado contrato de locación, más precisamente en la Cláusula Octava (Obligaciones
del Locatario), en su pto. 5°, se asume como responsabilidad por parte de las
autoridades del Concejo Deliberante: “Efectuar todas las reparaciones que sean
necesarias para la conservación de la unidad, sus accesorios, y aparatos
cualquiera sea la causa de la cual provenga el desperfecto o rotura, debiendo
asimismo dar inmediata noticia al locador de cualquier novedad que se
produzca al respecto”. Obviamente, que la siguiente cláusula será la base de las
responsabilidades civiles que puedan surgir, siendo de interés en los puntos que se
vayan abordando, justipreciar la conducta (responsabilidad) de las autoridades
del Concejo Deliberante, con el devenir de la duración del citado contrato,
respecto
de
las
decisiones
asumidas
en
cuanto
a
los
cambios
o
modificaciones realizadas, así como el debido contralor de la conducta de sus
inferiores. Fue a raíz de estos cambios que Dagatti y personal a sus órdenes del
área de mantenimiento (Mario Alberto Montenegro, Ricardo Alberto Luchini entre
otros), tuvieron que acondicionar el segundo piso para la reubicación de las oficinas
existentes así como la distribución de los empleados administrativos, duplicándose
el número de oficinas llegando a un total 80 (ver Juan Alberto Dagatti, 3° Cuerpo fs.
514 y 1° Cuerpo Croquis de Verónica Rodríquez de fs. 45, entre otros). Lo dicho
trajo aparejado que espacios físicos que antes eran de 4 mts. cuadrados quedaran
reducidos a 2 mts. (cfr. Mario Alberto Montenegro fs. 466 vta., in fine), debiendo las
mismas (oficinas) ser acondicionadas y equipadas con el “material lumínico
necesario, computadoras, estabilizadores de tensión, dispensers de agua (fría y
caliente), enchufes para televisores, caloventores, microondas, heladeras en
algunos casos, radios, televisores, etc., llegando algunas a contar
hasta con 4
computadoras, fotocopiadoras, existiendo en el área de prensa 4 televisores,
equipos de audio, radio, etc., destacando que para el caso de la fotocopiadora y la
oficina legislativa existía una línea independiente” (cfr. Juan Alberto Dagatti, Mario
Alberto Montenegro y Ricardo Alberto Luchini fs. 514/517, 466/468 y 473/475,
respectivamente, señalando que los dos últimos en aquélla época además de
mantenimiento cubrían el área de electricidad). Luchini y Montenegro –sin tener
título de ingenieros en electricidad, ni estudios terciarios en dicha materia- fueron
quienes tuvieron a su cargo el hacer posibles ésas instalaciones, para lo cual a fin
de conectar los elementos eléctricos en las nuevas oficinas o aquéllas que se
modificaban bajaban las conexiones de los cables que pasaban por el techo (cielo
raso), existiendo también cables canales desde donde, igualmente, bajaban
conexiones para distintos aparatos eléctricos, encontrándose uno de estos cables
canales sobre la pared divisoria del depósito (cfr. 3° Cuerpo Mario Alberto
Montenegro fs. 467 supra). A su vez toda esta instalación debía conectarse al
tablero eléctrico principal ubicado también en el segundo piso próximo a la oficina de
las fotocopiadoras, para lo cual se lo equipó con llaves térmicas principales, tres
llaves diferenciales y sesenta llaves térmicas individuales (cfr. Ricardo Alberto
Luchini
y Juan Alberto Dagatti, fs. 473 vta y 514 vta. respectivamente del 3°
Cuerpo), tarea esta que también se llevó a cabo sin consultar a un especialista en la
materia a los fines que asesorara respecto de su factibilidad y riesgos. Este cuadro
de situación es puesto de manifiesto por Silvana Edith Ocaño, -quien presta
servicios de limpieza desde las 07:00 hs. hasta las 14:00 hs.- al hacer referencia a
los problemas vinculados a la luz, diciendo que “había dos personas que metían
mano en la luz, que yo les decía porqué se meten ahí si no saben nada. Gustavo
Ludueña siempre arreglaba y él sí sabía, pero Dagatti lo llevaba porque le hacía
falta. Luis Zárate a veces tocaba y no sabía mucho, el otro que no sabía mucho es
Mario Montenegro...” (4° Cuerpo, fs. 695). Sus dichos son traídos a colación para
poner de resalto la indiferencia que se tenía –por ignorancia- respecto de la
problemática eléctrica que se padecía día a día los meses antes del incendio,
ya que los cambios que se habían producido en el segundo piso desde que el
Concejo Deliberante alquiló el edificio del Garden Shopping fueron substanciales,
siendo obvio que se necesitaba del asesoramiento de un experto en la materia.
Coincidiendo con lo dicho, el comentario efectuado en el matutino local “La Voz Del
Interior”, bajo el título “Un espacio diseñado para sala de juegos” daba cuenta que
el segundo piso del Garden había sido diseñado para albergar una sala de juegos lo
que ocurrió entre 1993 a 1996 funcionando un local que respondía al nombre de
fantasí “Neverland” , existiendo como único compartimiento de mampostería de todo
el nivel el de los baños. Luego da cuenta de lo narrado supra es decir, que los 1.500
mts., cuadrados se convirtieron en sede del Concejo Deliberante: sala de sesiones,
31 oficinas, salas de bloques y numerosos archivos se improvisaron a fuerza de
tabiques altamente combustibles. La gestión Juez comprimió aún más los espacios
cuando decidió ahorrar el alquiler de dos de los cuatro pisos ... Pese a que el
Viceintendente en uso de licencia, Daniel Giacomino, reiteró que toda la red eléctrica
del segundo piso fue remplazada y adecuada el año pasado, son coincidentes las
versiones que indican que los cortes de luz ocasionados por la sobrecarga de
consumo eran constantes...“.(ver Carpeta de Prueba N° 8, cfr. pág. A-20)
C) PROBLEMAS EN EL SISTEMA ELECTRICO CORRESPONDIENTE AL
SEGUNDO PISO QUE COMENZARON A SUSCITARSE APARTIR DE LA
REFORMA DEL CONTRATO DE LOCACION: A consecuencia de las nuevas
instalaciones que debieron efectuarse en el sistema eléctrico antes aludido, y atento
a que las mismas no se efectivizaron con el asesoramiento técnico de un idóneo en
la materia, lo que a todas luces se hacía necesario dada su complejidad, es que
comenzaron a presentarse distintos problemas en el sistema eléctrico que
desembocaban en cortes de luz, ya que saltaban las llaves térmicas, lo que con el
transcurso del tiempo fue agudizándose al darse con habitualidad y teniendo un
promedio mínimo de 2 a 3 cortes por día, entre los horarios de 08:00 hs. a 15:00 hs,
meses antes que ocurriera el incendio. No obstante este cuadro de situación, la
autoridad a cargo del área de mantenimiento –Juan Alberto Dagatti- que abarcaba la
electricidad, siguió insistiendo sin recurrir a expertos en la materia, lo que hizo que
esta circunstancia perdurara hasta el momento de ocurrir el incendio, no obstante la
designación a cargo del área eléctrica de Gustavo Ludueña, ya que no era
especialista para este tipo de problmática lo que se verá reflejado cuando se aborde
el informe de los técnicos oficiales. A esta afirmación se está en condiciones de
efectuarla con el estado intelectual de certeza, razón por la cual el Suscripto la
tuvo como una de las posibles hipótesis a valorar para contestarse el interrogante de
cuál fue, verdaderamente, la razón por la que se desató el incendio en el edificio del
Garden Shopping. Si bien ello es así,
hubo y existen a la fecha quienes al
problema eléctrico se niegan a admitirlo y en otros casos, a darle la debida
dimensión que en realidad representaba, como lo es la autoridad del Concejo
Deliberante constituido en querellante particular (CPP. arts. 7, 91 y ss.) (ver fs.
223/226, 2° Cuerpo), apuntando con exclusividad a la hipótesis del incendio
provocado. Basta decir que el Concejo Deliberante, es un sujeto parcial por ser
parte interesada en el resultado de la investigación, puesto que en caso de
arribarse a la conclusión que el incendio –ya sea en forma directa o indirectatiene sus raíces de responsabilidad en sus propias autoridades o empleados,
deberá hacerse cargo de la reparación de los daños y perjuicios producidos, y
va de suyo que su monto –a esta altura de la investigación- no constituye una
bagatela. Otro ejemplo de ello es el que fuera Jefe de Policía de la Provincia de
Córdoba, el ex Comisario General Luis F. Iturri,
quien previo a dicho cargo se
desempeñó como Jefe de Bomberos de la Policía de Córdoba y al momento del
hecho lo hacía como Asesor de Gestión de la Secretaría de Recursos Humanos de
la Municipalidad de Córdoba, el cual elaboró un informe respecto de las causales del
incendio (que oportunamente se abordará) (2° Cuerpo fs. 320/351). En apoyo de lo
dicho vale destacar que la Secretaría de Recursos Humanos, perteneciente a la
Municipalidad de Córdoba, delegó a Iturri la realización de una investigación inicial,
efectuando para ello –entre otras actividades- un sumario paralelo en el que se
recepcionaron declaraciones a personal que trabajaba en el Concejo Deliberante (2°
Cuerpo, Verónica Gabriela Rodríguez fs. 358, Pablo Martín Pérez fs. 359/360, José
María Pieroni fs. 361/362, Walter Humberto Amuchástegui fs. 363 y Luis Tomás
Bordones fs. 364),
en el que se advierte que brilló por su ausencia el
interrogante de si existían o no en el segundo piso problemas en las
instalaciones eléctricas con anterioridad al incendio, circunstancia esta que
fue abordada en la investigación judicial al ser interrogados dichos testigos al
respecto, oportunidad en que empezó a tomar cuerpo esta hipótesis. En esta
misma posición se ubica Juan Alberto Dagatti de quien dependía –inmediatamenteesta área. La negativa de Dagatti se encuentra plasmada en sus tres declaraciones (
fs. 11 del 1° Cuerpo, a fs. 514 vta. del 3° Cuerpo, y en su nueva declaración ante la
Comisión de Investigación designada por el Consejo Deliberante de fs. 674/674 del
4° Cuerpo), al guardar absoluto silencio en la primera y en la última al respecto, en
tanto que en la recepcionada por ante esta Fiscalía a preguntas formuladas expresó:
que sólo una vez estos problemas se manifestaron en una línea eléctrica de
derivación que alimentaba aparatos de iluminación y toma corriente del sector pasillo
sobre calle Corrientes del segundo piso debido a un problema con el grabador de la
oficina 22 del secretario del Concejal Hernández,
y nunca más volvieron a tener
problemas de corte de luz (3° Cuerpo fs. 514 vta.). En contraposición de las
manifestaciones de Dagatti contamos, nada más y nada menos, que con los dichos
del propio personal de mantenimiento quienes –en un primer momento- tuvieron a su
cargo el efectuar las modificaciones en el sistema eléctrico para la instalación de las
nuevas oficinas. Así Mario Alberto Montenegro a preguntas formuladas por esta
Fiscalía declaró: “....que desde hace cuatro o cinco meses –antes del incendioempezaron a tener problemas con la conexión eléctrica del segundo piso de
oficinas del Consejo Deliberante. Recuerda concretamente que la semana
anterior al hecho había habido unos cortes de luz y que en algunas
oportunidades se producían de 3 a cinco cortes por día o por lo menos durante
el lapso que duraba su turno (de 08:00 a 15:00 hs.). Que a su entender y
apreciación personal los cortes se producían por sobrecarga de las líneas lo
que provocaba que se sobrecalentaran las térmicas y saltaran, cortándose la
luz ....” (3° Cuerpo fs. 467 in fine). Ricardo Alberto Luchini en igual sentido destacó:
“....que desde hacía varios meses tenían problemas de corte de luz, pero no
pude decir el motivo de los mismos. Incluso recuerda que la semana anterior al
incendio vieron cortes de luz ... agrega que el tablero en algunas
oportunidades presentaba temperatura no pudiendo precisar el deponente si
era normal o no...” (3° Cuerpo fs. 473 vta.). Luis Tomás Bordones quien se
desempeñaba en el segundo piso en la oficina de prensa dijo: “... que recuerda que
la semana anterior al incendio había habido varios cortes de luz los que
demoraban más o menos, lo que puede manifestar acerca de ello es que se
cortaba la luz y a los minutos regresaba y que no sabe el motivo de los
mismos ... que en algunas oportunidades se cortaba la luz varias veces al día,
generalmente a la mañana...” (3° Cuerpo fs
497 vta.). Verónica Rodríguez,
manifiesta ante preguntas formulada por esta Fiscalía que “... las tres semanas
anteriores al incendio se habían producido cortes de luz incluso dos o tres por
día desconociendo el motivo de ellos, lo que escuchó fue que la gente de
asuntos internos creía que se producían por los dispensers de agua nuevos
que habían traído ... escuchó que la gente de asuntos internos habían
cambiado las llaves del tablero general para solucionar el problema de los
cortes y que no saltaran las térmicas ...” (3° Cuerpo fs. 541 vta.). Este testimonio
revela algo más grave aún, cual es que no obstante los problemas eléctricos que se
venían registrando, se seguía autorizando la instalación de más artefactos eléctricos
tales como dispensers de agua, en las distintas oficinas, sin sopesar que el sistema
eléctrico estaba desbordado, lo que da a las claras la impresión que problemática
eléctrica era como tierra de nadie poniendo al desnudo la responsabilidad de las
autoridades que día a día las vivenciaban. Cristina Antonia Mainonis –asesora de
comisión del bloque del Partido Socialista- espontáneamente manifestó: “...que
desde principio de año (2005) tenían problemas de cortes de luz, que los
mismos eran casi diarios y no sólo eso, sino que dos o tres veces por día,
recordando que un día en particular se cortó cerca de diez veces, todos los
cortes en el transcurso de la mañana, es decir en el lapso de cuatro o cinco
horas ... que no conoce el motivo de estos cortes, lo que piensa es que se
efectuaban por una sobre carga de líneas ... recuerda bien que la gente de
mantenimiento se encontraba siempre haciendo reparaciones en el tablero
ubicado en la oficina de la fotocopiadora ... de su apreciación personal puede
decir que el incendio fue producto de defectos en las instalaciones eléctricas
.... (3° Cuerpo fs. 561) . Diego Christian Cortesini en sintonía con lo dicho expresó:
“... pensó que el incendio provenía de un tablero eléctrico ubicado en la oficina
de la fotocopiadora (identificado con el n° 2), por cuanto siempre saltaban las
térmicas del mismo, incluso ése mismo día siendo aproximadamente las 10:30
hs., recuerda que se había cortado la luz de los tubos fluorescentes, no
obstante había vuelto enseguida...” (3° Cuerpo fs. 546). Juan Manuel Rúbeda, si
bien no da la dimensión al problema eléctrico como lo hacen sus pares
(minimizándolo), es patético cuando señala la conducta que ante estas situaciones
asumían los encargados: “...la semana anterior al incendio, el deponente
recuerda que se cortó una sola vez la luz, pero por pocos minutos, aclara que
venían los encargados de mantenimiento levantaban el disyuntor y ahí nomás
volvía” (3° Cuerpo, fs. 521 vta.), coincidiendo con los dichos de Silva Ocaño ya
citada. O sea, esto revela que lo anormal (cortes de luz), dada su habitualidad,
se tornó como algo normal ya que, simplemente, se le daba solución con solo
ir y levantar el disyuntor o llave térmica que había saltado, para lograr el
reestablecimiento de la luz. A colación de lo expuesto resulta de interés el
testimonio de Luis Atilio Palacios –técnico electro mecánico- diseñador de tableros
eléctricos e instalaciones en general, cuando expresa que: ... recuerda que hace
aproximadamente dos años atrás, precisamente cuando el Concejo Deliberante se
redujo a sólo dos pisos en el Edificio del Garden, fue hablado por un joven Gutiérrez
quien había sido contratado por el Concejo Deliberante para instalar la red de datos
informáticos ... esta persona le solicitó que lo acompañara a la sede del Concejo
Deliberante a fin de inspeccionar el tablero general para determinar si reunía las
condiciones básicas para conectar las redes de datos informáticos ...” constituido en
el lugar y luego de observar el tablero “....puede decir que el cable alimentador que
venía desde el exterior hacia el tablero principal estaba al límite de la capacidad de
alimentación y tratándose de una conexión trifásica notó que las cargas estaban
desequilibradas, lo que provoca calentamiento de la red y finalmente cortocircuitos.
Que para él conforme su profesión el tablero no se ajustaba a las normas de la
IRAM y de la AEA por cuanto debería haber tenido una capacidad del 30% libre del
espacio para la aireación, con esto quiere significar que el tablero principal relevado
no tenía circulación de aire ni natural ni forzada que permitiera mantener la
temperatura adecuada. Que el aumento de temperatura del tablero aumenta la
rigidez del interruptor, lo que provoca que las mismas actúen a mayor rango (no
saltan fácilmente), razón por la que puede existir un cortocircuito y no saltar los
interruptores lo que en definitiva podría originar un incendio en el lugar del corto...”
(4° Cuerpo fs. 700 vta.) . Finalmente existen otros testigos que no obstante
relativizar los cortes de luz, de un modo u otro los admiten como es el caso de:
Pablo Martínez Pérez, 483, Juan Manuel Rúbeda 521 vta.,
Humberto Edgardo
Gulino fs. 524, Walter Humberto Amuchástegui fs. 480 vta. etc. (3° Cuerpo fs. 483,
521 vta., 524, 480 vta. respectivamente). En coincidencia con lo hasta aquí dicho, en
la Carpeta de Prueba N° 8, véase lo puesto de manifiesto en el matutito local “La
Voz del Interior”, pág. 21-A, en la columna titulada “En la hoguera de las miserias
humanas”, cuya autoría es atribuible al analista Francisco Guillermo Panero, el
citado columnista da cuenta que en oportunidad de estar haciendo uso de la palabra
el Sr. Intendente Luis Juez, fue interrumpido por un concejal opositor (sin brindar su
nombre o individualizarlo) quien le salió al cruce manifestándole “...Está diciendo
que fue un incendio que salió de otro lado, cuando se viene cortando la luz
hace más de 15 días, cada media hora...”. En idéntico sentido surge en la pág. A20 del citado matutino, bajo el título “Un espacio diseñado para sala de juegos” en
el que se da cuenta de que son coincidentes las versiones que indican que los
cortes de luz ocasionados por la sobrecarga de consumo eran constantes...”.
Adelantándonos al informe oficial que será abordado más adelante, se debe
destacar aquí que las anormalidades en el sistema eléctrico de los tableros (general
y seccional ubicados en el segundo piso) así como en las propias instalaciones
ubicadas en el segundo piso del Edificio Garden, resultan evidentes ilustrándonos el
mismo acerca de las violaciones advertidas a la Reglamentación para Ejecución de
Instalaciones Eléctricas en Inmuebles de la AEA y el Anexo de Resolución ENRE
n°207/95
(ver Carpeta de Prueba N° 7, fs. 1/70).
Para concluir este punto, de
conformidad a la sana crítica racional surge como necesario formularse una
pregunta: ¿Atento al cuadro de situación descripto que era vox populi, cómo
Iturri no ahondó en este punto planteándose como hipótesis seria
que el
incendio pudiera haber tenido origen a raíz de un problema eléctrico? ¿A caso
la posible responsabilidad civil que de ello pudiera surgir para el Concejo y
sus autoridades (recordar cláusula octava del contrato de locación, pto. 5°) era
lo que –en realidad- hacía más fácil la tentación de achacarlo a manos
anónimas para desligarse de la misma? Siguiendo las propias manifestaciones de
quien hoy se desempeña en el cargo de Presidente del Consejo Deliberante Ing.
Néstor Borello, idóneo en la materia ya que fuera titular de la cátedra Materiales y
Equipos Eléctricos y Centrales Eléctricas de la de la Facultad de Ciencias Exactas,
Físicas y Naturales de la U.N.C., de la Universidad Nacional de Río IV, Universidad
Católica de Córdoba y la Universidad Tecnológica Nacional (1° Cuerpo, fs. 161),
quien previo a los estudios técnicos sabiamente dijo “es hora de que los materiales
hablen”, cabe formularse la siguiente
pregunta ¿A caso en el lenguaje de la
electricidad el hecho que saltaran con la habitualidad señalada las llaves
térmicas de un sistema eléctrico produciendo cortes de luz como los
descriptos, figurativamente hablando, no se traduce en un pedido de auxilio
(SOS) del sistema eléctrico denunciando que está desbordado? ¿Ante tal
cuadro de situación, cuál es la conducta que se espera de una autoridad
responsable y máxime idóneo en la materia? Desgraciadamente, uno se queda
sin contestación lógica, más aún habiendo tenido unos meses antes una desgracia
en nuestro país como lo fue Comañón.
D) SISTEMA DE REFRIGERACION EXISTENTE: CARACTEISTICAS Y
MODO DE FUNCIONAMIENTO:
Resulta necesario a los fines de efectuar una
ponderación acerca de la existencia fáctica del hecho, tener conocimiento del
equipamiento de aire con el que contaba el segundo piso donde funcionaba el
Concejo Deliberante. A tal fin se acudirá al informe elaborado por los técnicos
oficiales obrante en la Carpeta de Prueba N° 7, coincidente con el testimonio de
Juan Carlos Ardiles –Jefe de mantenimiento de la parte comercial del Garden (ver 3°
Cuerpo, fs. 510/512 y del propio Juan Alberto Dagatti). Los técnicos oficiales en el
citado cuerpo de pruebas al respecto señalan que “...el sistema de aire central, fue
construido por la empresa CEMI S.A., con una unidad central marca CARRIER,
modelo 19XL 4141, que se encuentra ubicada en la terraza del tercer piso, en una
sala de máquina acondicionada a tal efecto ...” (3° Cuerpo ver fotografías de fs. 419,
420, 421 y 422) (lo resaltado me pertenece), “...Dicha unidad central distribuye para
los locales en planta baja, primer piso y segundo piso el agua en caudal y
temperatura adecuada para las Unidades Manejadoras de Aire, que se encontraban
en los niveles descriptos (planta baja, primero, segundo y tercer pisos). “...De
acuerdo con los catálogos de la firma CARRIER, el modelo de la unidad manejadora
de aire a la cual pertenecían la Turbina, Motor N° 1 y Tablero N° 1, era el
identificado con la designación 39LF/LH UNIT 21, preparada para el calentamiento,
enfriamiento o circulación del aire ...”. Asimismo destacan que “... el gabinete está
construido en chapa galvanizada con protección mecánica, los motores y
transmisiones están ubicados en un medio donde sólo circula aire filtrado, frío y
deshumificado ... el motor de la unidad en cuestión es de 5,5 HP...”, debiendo el
ventilador y motor –según las características de fabricación- estar apoyados en
amortiguadores de goma, a fin de asegurar una operación libre de vibraciones y con
bajo nivel de ruido (Carpta de Prueba N° 7, fs. 8 y croquis de fs. 9, 10 y 67; cfr.
testimonio de Juan Carlos Ardiles fs. 510 / 512 del 3° Cuerpo, plano de fs. 455 e
Informe de Secretaría de Protección Humana de la Municipalidad de Córdoba fs. 332
vta. –comentarios y fotografía n° 5 de fs. 333 del 2° Cuerpo). Va de suyo destacar, el
hecho que al instalarse el Concejo Deliberante en el Complejo Garden Shopping en
los pisos, primero, segundo, tercero y cuarto, dada la cantidad de personal que
debía prestar servicios y la particularidad de que era insuficiente la ventilación
ofrecida por las características arquitectónicas del edificio en cuestión ( ver 3°
Cuerpo, testimonio de Mario Alberto Montenegro de fs. 467 y 2° Cuerpo, fotografía
de fs. 388), toda vez, que las aberturas que daban a las calles Ituzaingó y Corrientes
contaban con vidrios fijos en su mayoría y otros hasta la mitad, en tanto que la parte
restante se abría con la modalidad de banderola, hizo imprescindible dotar al citado
inmueble de un sistema de aire central que cubriera las exigencias. Lo dicho se
agudizó cuando a fines del año 2003, a partir de la gestión del Concejal Giacomino,
se tomó la decisión concentrar en dos pisos (primero y segundo) el personal que
inicialmente estaba distribuido en cuatro pisos, pues, esta circunstancia duplicó las
oficinas existentes –inicialmente- en el segundo piso, pasando de 40 a 80, como ya
se señalara supra. En este sentido es muy claro el testigo Mario Alberto Montenegro
cuando destaca, en referencia al equipo de aire acondicionado, que comúnmente
era utilizado como sistema de ventilación, esto es que podía estar apagado el
sistema de aire acondicionado pero funcionar el motor moviendo la turbina y
haciendo las veces de ventilación, siendo este sistema –insiste- el más
utilizado por cuanto en ese piso había unas 60 o 70 oficinas sin ventanas o
salidas a la calle la mayoría de ellas (cfr. fs. 467). Para mayor detalle es preciso
puntualizar, que el otro equipo manejador de aire que estaba ubicado en el tercer
piso y que contribuía a la aireación del segundo piso, hacía aproximadamente seis
meses que no funcionaba dado que tenía quemado el motor lo que hacía insuficiente
al equipo del segundo piso para abarcarlo en su totalidad, no habiendo el personal
de mantenimiento del Concejo Deliberante dado respuesta a este problema (cfr.
Juan Carlos Ardiles fs. 510/512, del 3° Cuerpo). De conformidad a lo expuesto, es
que el Suscripto, adelanta opinión en cuanto a que el equipo de aire (unidad
manejadora de aire) del segundo piso, el día del hecho se hallaba en funcionamiento
al menos como circulador de aire, sumándose en apoyo de esta tesitura, el hecho de
que a la fecha de ocurrir el siniestro se estaban realizando trabajos de pintura,
utilizando solventes (teener) para tanto para remover la pintura como para limipiar
los pinceles, lo que generaba fuertes olores atento a los gases que despedía esta
substancia de cuyo alto grado de inflmabilidad nadie duda y por otro lado se estaban
removiendo alfombras en ése piso (salón de sesiones), debiendo agregar que se
tenía el mal hábito de ordenar o permitir la limpieza de vidrios con teener (4° Cuerpo,
cfr. Silvana Edith Ocaño fs. 695). Si bien algunos testigos aducen que el clima era
fresco, a ésa altura del año (mes de octubre), la experiencia común enseña que si a
un ambiente como el del segundo piso del Concejo Deliberante con todas las
circunstancias antes anotada, desde temprano no se lo refrigera o al menos se le
hace circular el aire, llegará un momento del día en que se hará insoportable para el
personal permanecer en el mismo, sumando a esto que las horas de trabajo se
extendían hasta la noche. A lo dicho se le suma el informe técnico oficial da cuenta
que de la observación del conductor que suministraba corriente eléctrica a la citada
unidad manejadora de aire “...se puede deducir que existió tensión entre la bornera
del motor y el Tablero Seccional, por la evidencia de fusión del material de cobre en
ciertas partes del conductor de alimentación (Lote N° 1), lo que establece que el
motor tenía tensión de alimentación en su bornera” (Carpeta de Prueba N° 7, fs. 27)
(lo resaltado me pertenece). Este punto será abordado con mayor amplitud a la hora
de hacer referencia al informe. Así las cosas,
se está –a esta altura de la
investigación- en condiciones de afirmar con el estado intelectual de certeza, que
el día del hecho el equipo de aire (unidad manejadora de aire) ubicado en el
segundo
piso,
en oportunidad de desatarse el incendio, estaba en
funcionamiento al menos cumpliendo la función de circulador de aire.
E) UBICACION FISICA DE LA UNIDAD MANEJADORA DE AIRE EN EL
SEGUNDO PISO. DEPOSITO: OBJETOS QUE EL JEFE DE ASUNTOS
INTERNOS AUTORIZABA GUARDAR: La citada unidad manejadora de aire estaba
ubicada en el segundo piso donde funcionaba el Consejo Deliberante, en la parte
posterior de la escalera entre el núcleo sanitario y la oficina de prensa (cfr. Juan
Alberto Dagatti fs. 514 vta. , del 2° Cuerpo). Este espacio físico es de reducido
tamaño (aproximadamente de 2 mts. de largo por 2 mts. de alto y 1,50 mts. de
ancho) (ver Carpteta de Prueba N° 7, croquis de fs. 9/10; y Fotografías de Policía
Judicial –Sec. Fotografía Legal – de fs. 378/383 y fotografías de Secretaría de
Protección Humana de la Municipalidad de Córdoba de fs. 335, 335, 337) y estaba
delimitado en su frente por una celosía que se abría en dos hojas y tenía a la vista el
radiador (ver fs. 382/383 del 2° Cuerpo), la cual permitía su ventilación, siendo en su
característica coincidente con la puerta que permitía el acceso a ése espacio físico
que también era del tipo celosía. Ello a los fines de permitir la circulación del aire,
para la correcta ventilación tanto de la turbina como del motor que se hallaban en su
interior con la cobertura metálica ya señalada (ver fotografías de fs. 389/390 y
393/394, del 2° Cuerpo). Además, en ésa habitación se encontraba el tablero de
encendido de la unidad manejadora de aire (cfr. Mario Alberto Montenegro fs. 467
vta. “in fine” que remite al pto. 4° del croquis de fs. 469; Ricardo Alberto Luchini fs.
474 “in fine”), cuya electricidad le era suministrada desde el tablero seccional
ubicado en el depósito contiguo. DEPOSITO: En cuanto al depósito se observa que
el mismo era contiguo a la habitación en la que se hallaba la unidad manejadora de
aire, siendo este un espacio físico de dimensiones (reducidas) similares a la
habitación antes aludida, construida con durlok cuyo fondo o parte trasera a la que
estaba adherido el tablero seccional, colindaba con la oficina de prensa del Concejo
Deliberante, pared esta que estaba conformada por durlok y una placa de
policarbonato transparente de aproximadamente 1 metro de alto, que llegaba hasta
el cielo raso. Esta habitación inicialmente fue utilizada como pieza para los serenos y
luego se le dio el destino de depósito. En cuanto a los objetos que allí se guardaban,
merece destacarse que había alfombras enrolladas que pertenecían a los pisos
tercero y cuarto, cuando el Concejo había estado funcionando en ellos, las cuales
tenían restos de fana en su base, papeles barios, archivos, existiendo un carro de
supermercado debajo del tablero seccional n° 1, el cual tenía papeles, una heladera
en desuso, un ventilador grande de pie, muebles rotos, restos de madera y se está
en condiciones de afirmar –con el estado intelectual de certeza- que al tiempo de
producirse el incendio, y con motivo de estarse realizando trabajos de pintura en
dicho piso, se guardaban substancias inflamables como teener, habiéndose
observado botellas de gaseosas chicas dicha substancia, sin la debida presurización
y en una oportunidad un bidón de 5 lts. de teener, siendo habitual que luego de
utilizados los trapos tipo estopas humedecidos con teener para limpiar o remover
restos de pintura, los mismos quedaran tirados en el suelo (frente a la puerta del
depósito) evaporándose hasta que personal de servicio los levantaba y tiraba, las
que despedían olor fuerte, así como tarros de pintura y removedor para despegar
alfombras adheridas al piso con fana. (cfr. Declaraciones recepcionadas por la
Comisión de Investigación del Consejo Deliberante: Mirta Gladis Angulo, Virginia
Rosa Herrera, Luis Armando Gardei, José Ovidio Navarro, Cristina Antonia Mainonis
(fs. 654/656, 657/658, 659/660, 669/670, 561/563, respectivamente). La lógica indica
al Suscripto, que además de ser necesario el valerse de estopas impregnadas con
teener (o solventes agurras), para remover lrestos de pintura, gotas que se caen al
piso, igualmente dicha substancia (teener) se utiliza una vez concluida la tarea a fin
de la limipieza de útiles de trabajo, como ser pinceles etc., para lo cual se los debe
dejar reposar en un recipiente por cierto tiempo, haciendo lo dicho que los gases
súmamente inflambles acusen su presencia en el ambiente resultando además de
súmamente desagradables, igual de peligrosos. Véase que Juan Alberto Dagatti –
Jefe de Asuntos Internos- en su tercera declaración recepcionada esta última
por la Comisión Investigadora reconoce que compraban la cantidad de pintura
o tiner que usaban diariamente, no compraban demás, dando cuenta que
debido a que trabajó 27 años en un taller de chapa y pintura, por lo que sabe
del riesgo que significa trabajar con ella. Estas manifestaciones, quedan
desvirtuadas absolutamente con una pluralidad de testimonios que acusan que en el
depósito se guardaba teener en bidones de 5 litros. Angulo, Herrera, Gardei
y
Navarro, quienes fueron coincidentes no sólo en observar la presencia de teener en
el depósito, sino también en corroborar los dichos de Mainonis (en cuanto a que en
el depósito había solventes, pinturas, etc.), generando certeza para este
Ministerio que en el depósito en cuestión se guardaba este tipo de substancia
sumamente inflamable en oportunidad en que ocurriera el incendio ya que se
estaban haciendo trabajos de pintura en el segundo piso. Es por lo expuesto
que se hizo necesario para Dagatti –reconocer que se utilizaba esa substancia
intentando minimizar el riesgo al señalar que sólo se la adquiría en cantidad
suficiente para cubrir el consumo de cada día. Esta circunstancia es de suma
importancia a los fines de explicar el porqué de la aceleración del fuego, siendo
coincidente –en este punto- con lo sostenido por Iturri en cuanto a que para que el
incendio se propagara con la rapidez demostrada resultaba necesario que existieran
substancias acelerantes, dando ello además explicación a porqué resultaron
ineficaces los matafuegos existentes en el segundo piso, que habían sido
recientemente, unos recargados y otros adquiridos con polvo químico triclase ABC
(3° Cuerpo ver fs. 576/578 y Constancia de Inspección Municipal de fs. 571/574 y 2°
Cuerpo, toma fotográfica n° 41 de fs. 408). Véase que esta actitud asumida por
Dagatti, contrariaba la reglamentación para la ejecución de instalaciones eléctricas
en inmuebles de la AEA y el Anexo Resolución ENRE N° 207/95 (cfr. Informe de los
técnicos oficiales, Análisis y Observaciones detectadas, fs. 26 pto. 4 Carpeta de
Prueba N° 7, ver Publicación del Matutino Local “La Mañana de Córdoba”, de fecha
20-10-05, “Electricistas advierten sobre irregularidades” fs. 316), debiendo sumarse
que Ardiles –a cargo del mantenimiento del Garden- al enterarse que en el depósito
se guardaban alfombras y papeles, fue claro en señalar que tal conducta resultaba
reprochable por no corresponderse a la seguridad necesaria, ignorando dicho testigo
lo que se conoció con posterioridad, esto es, que además se permitía que en el
mismo se guardaran substancias inflamables (teener, solventes, removedores,
pinturas). El hecho de que las substancias inflamables (teener, solventes, etc.)
despedían gases al no estar debidamente presurizados los recipientes donde
estaban vertidas así como por las estopas utilizadas y tarros para liempieza de
pinceles etc. , surge de los dichos de: Virginia Rosa Herrera (fs. 657) quien además
de señalar que en la puerta del depósito encontró en dos oportunidades una botellita
de gaseosa con teener, procediendo a tirarlas directamente a la basura, así como
también en otra oportunidad, procedió a retirar estopas impregnadas ocurriendo esto
días anteriores al incendio. Agrega que “... el ambiente estaba pesado con ese
olor...” para después rematar diciendo “...entre los días anteriores yo saqué el
tiner, porque el olor era muy feo ... ” (3° Cuepro fs. 658). Luis Armando Gardei (fs.
659/660) es más elocuente en su declaración, cuando señala que “....siempre había
trapos de teener, inclusive una compañera mía –Margarita Maldonado- se fue
de carpeta médica porque no toleraba el olor...”, ratificando que tal circunstancia
“....fue cercana a la fecha del incendio, porque habían estado pintando y
dejaron trapos, olor, tarros de pinturas vacíos”. El presente testigo nos pone en
alertas respecto al grado de intensidad con que se percibían los gases en el
ambiente, cuando dice que “....La otra cosa que le llamó la atención era cuando
trabajaban con moladora. La moladora la guardaban en la oficina de Dagatti,
tiene un cable (prolongador) y se puede enchufar en cualquier lado ... yo pensé
(cuando se enteró del incendio) que pudo (sic) haber sido esas chispas las que
provocaron el incendio, pero luego recordé que era jueves, día de sesiones y
que las personas que usaban la moladora –que eran de asuntos internosestaban el CPC”. Es decir, que la presencia de gases en dicho recinto era habitual
y tan intensa que esta persona sospechó –lógicamente- que ante las chispas que
despide la moladora que era utilizada en ése piso, se había producido el incendio.
En cuanto a lo último destacado, véase que Gardei incurre en un error involuntario,
ya que los propios testigos Montenegro y Luchini afectados a mantenimiento,
reconocen que el día del incendio estaban trabajando en el Garden Shoping, en el
primer piso donde existe un taller de mantenimiento (354, 466 y 355, 473
respectivamente), mencionando Luchini que “...estaba preparando una lima con la
máquina moladora a los fines de concurrir al segundo piso a realizar unos trabajos
de retirar un alfombrado ...” (fs. 355). Va de suyo que si estaba utilizando la
moladora como describe su disco despedía chispas como efecto necesario del
desgaste del material, no pudiendo el Suscripto asegurar que estuviera en el
segundo piso ya que Bordones asegura haberlos ido a buscar –una vez que advirtió
la presencia de fuego en el depósito- al primera piso, a la habitación de
mantenimiento. Respecto a la credibilidad de sus dichos –en cuanto a los aspectos
en los que pueden hallar comprometida su responsabilidad de alguna manera con el
incendio resulta cuestionable por el Suscripto, ya que a la hora de prestar
declaración por ante esta Fiscalía tanto Montenegro como Luchini (ver fs. 354, 355,
466/468 473/474. respectivamente) guardaron absoluto silencio, no tan solo en
cuanto al trabajo de la moladora sino también a que en el depósito se guardaban
substancias inflamables. Es más, en la declaración prestada por Montenegro ante la
Secretaría de Protección Humana, este se esmeró en señalar que en dicho depósito
“...no había materiales inflamables tales como alcoholes, aerosoles, naftas, kerosene
u otros similares....” (fs. 354), cuando resulta indubitable que tal afirmación es falsa –
a esta altura de la investigación- conforme se desprende de las declaraciones
destacadas
supra.
Inclusive,
como
también
se
adelantara
véase
que
la
manifestación de Dagatti de fs. 675, está desvirtuada por los dichos de José Ovidio
Navarro –Jefe de Seguridad y Recepción- quien afirma que “... días antes, había
visto detrás de la puerta (del depósito), un bidón de 5 lts. con un poco de
teener ...” (fs. 670), demostrando esto que la cantidad de teener que se guardaba
en el depósito superó ampliamente el contenido propio de una botellita de gaseosa.
Silvia Edith Ocaño –afectada al personal de limpieza- comenta que “...usaba mucho
tiner... Una vez me mandaron a sacar tiner para limpiar con estopas la oficina
que era de Ovidio (Navarro) ... El tiner lo trajo Mario Montenegro en bidón de 5
litros, que ellos también estaban usando, pusimos en estopas y el bidón quedó
ahí en el lugar que estábamos limpiando. El bidón estaba lleno. Eso habrá sido
una semana antes del incendio. El olor es fuerte ... a veces fragmentaban el
tiner en botellitas gaseosas de 1/5 litros y se las daban a Gulino...” agregando
algo que a juicio del Suscripto –una vez más refleja la existencia de gases
inflamables en el ambiente, cuando refiere que una amiga suya de nombre Elsa que
estaba adentro de la oficina de Corvalán cuando había empezado el incendio y
“...ella me decía menos mal que vos no estabas ahí poruq podías haber
explotado vos...” al (4° Cuerpo, fs. 696). No resulta ocioso repetir aquí -en lo que
interesa- el testimonio de Cristina Antonia Mainonis, cuando haciendo referencia a
los distintos objetos que se guardaban en el depósito expresó que “...sabe que
guardaban también pintura y los solventes para pintar, esto por cuanto en una
oportunidad en el mes de marzo, la deponente le solicitó a la gente de
mantenimiento pintura para pintar su oficina y esta gente la sacó de ese
lugar... “, agregando más adelante que “.. conforme su apreciación personal
puede decir que el incendio fue producto de defectos en las instalaciones
eléctricas a lo que debería agregarse que justamente ése día gente de
mantenimiento había estado removiendo o sacando unas alfombras de la sala
de comisiones ubicada en la parte central del piso (identificada con número 1
en el croquis), para lo que necesariamente utilizaban algún tipo de removedor,
lo que sumado a los papeles, mobiliarios, tabiques de las paredes hizo que el
fuego se propagara más rápido (fs. 561). Por último el testimonio de Oscar
Eduardo Morán que estuvo en el segundo piso el día del hecho, manifiesta que
siendo las 10:30 hs., estando presente en la oficina del Consejal Beltrán Corbalán
sintió el salto de una térmica aparentemente de la luz porque se cortó la luz, luego
se hizo presente en el lugar donde estaba el foco de incendio (depósito) para tratar
de combatir el fuego no pudiendo hacerlo ya que las llamas estaban muy avanzadas
y el humo era negro y sentía olor a pintura quemada...(fs. 546 vta. “supra”), lo que
corrobora la existencia de tarros de pintura en el depósito. Así las cosas, resulta
manifiesto que en el ámbito físico del depósito había una fuerte concentración
de gases inflamables producto de las susbstancias allí guardadas como
teener, que además no contaban con la debida presurización, pues, de lo
contrario los gases nunca se habrían percibido, siendo incluso una modalidad
del personal de limpieza y mantenimiento no tomar los mínimos recaudos de
seguridad cuando se usaban estopas impregnadas con teener , ya que se las
dejaba –más de una vez- tiradas dando olor fuerte ocurriendo otro tanto con
las botellas que quedaban sin tapar evaporándose el teener, lo que generaba
en un ambiente como el del segundo piso del Concejo un riesgo tremendo
dado que no era un lugar que tuviera buena ventilación.
F)
INFORME
TECNICO
ELABORADO
POR
LA
DIRECCION
DE
BOMBEROS DE LA POLICIA DE LA PROVINCIA DE CORDOBA: El presente
informe (1° Cuerpo, fs. 110/125) fue elaborado con la premura del caso, siendo
elevado a esta Fiscalía con fecha 14-10-05. En lo que importa destacar sus
conclusiones fueron las siguientes: 1°- la zona de fuego se localizó en la sala de
máquinas del 2° piso, más precisamente, en el interior del gabinete del equipo de
aire acondicionado, sobre los conductores de alimentación del motor eléctrico, sector
donde se evidencian las mayores afectaciones. 2°- El fuego se propagó desde este
sector en primera instancia a los combustibles adyacentes y ubicados en planos
inferiores y a posteriori a través del cielo raso y el revestimiento externo de los
ductos de ventilación (2° Cuerpo, ver fotografías de fs. 307 y fs. 411/412/413) al
resto del piso. 3°- Que el agente térmico gestor del siniestro estuvo representado por
un proceso electrodinámico que tuvo desarrollo, en primera medida, en el interior del
motor por el probable atascamiento de sus partes rodantes, ocasionando el
recalentamiento de los bobinados eléctricos y de los cables conductores de energía,
provocando la ignición del cobertor aislante de los conductores, produciendo en
primera medida incandescencia del metal conductor y a posteriori llama sobre el
cobertor, liberando además chispas y partículas incandescentes, las que tomaron
contacto con los materiales combustibles situados en el interior del gabinete y 4°No se localizaron secuelas o elementos de prueba que presupongan un accionar
deliberado o la participación de fuente térmica ajena al lugar, como así tampoco el
empleo de algún líquido o sustancia acelerante de la combustión (ver fs. 114 vta. y
115), acompañando fotografías y croquis del lugar del hecho. Este informe, luego fue
abonado en su argumentación con el informe obrante a fs. 365/376.
G) INFORME TECNICO PRESENTADO POR EL SECRETARIO DE
PROTECCIÓN HUMANA DE LA MUNICIPALIDAD DE CORDOBA CON EL
ASESORAMIENTO TECNICO DE LUIS FELIPE ITURRI: Concomitante con el
informe presentado por la División de Bomberos de la Pcia de Córdoba, con fecha
17-10-05, el titular de la Secretaría de Protección Humana de la Municipalidad de
Córdoba –Dr. Daniel Maldonado- presentó por ante esta Fiscalía un escueto informe
sobre las razones del incendio bajo estudio, contando con el asesoramiento de
personal técnico perteneciente a dicha secretaría encabezado el asesor de gestión
de la misma, Luis F. Iturri, ex Jefe de Policía de esta Provincia y ex Jefe de la
División de Bomberos de igual institución. Como conclusiones iniciales se puso de
manifiesto que luego de haberse hecho presente en el lugar del lugar del siniestro
Iturri, en razón del relevamiento efectuado informa que:
El incendio ha sido
hipotéticamente intencional por las siguientes razones: a) destaca el lugar donde se
originó el incendio –lugar donde se encontraba el equipo de aire acondicionado; b) el
incendio en cuestión, dado su período de propagación, con llamas y elevada
producción de humo, dentro del depósito, no se condice con un inicio de fuego
producido en el gabinete del aire acondicionado por cortocircuito en el motor, ya que
el mismo se hubiese iniciado con un proceso lento (cfr fs. 159); c) Asimismo, el
personal de mantenimiento comprueba que el tablero secundario que comanda el
sector se encontraba normal antes del incendio, lo que significa que las llaves
térmicas no cortaron automáticamente la energía eléctrica, como hubiese ocurrido
ante la producción de un cortocircuito en algún motor u otra parte de la instalación;
d) el incendio tuvo su origen y desarrollo muy violento desde su comienzo, contrario
a una iniciación causada, por ejemplo, por una falla de motor eléctrico, en cuyo caso
el inicio hubiese ocasionado un desarrollo lento con humo, y el característico olor a
quemado del barniz o material aislante de bobinados, permitiendo su detección
temprana y control con los medios disponibles de lucha contra el fuego; ... f) que de
inmediato de detectado el fuego, personal de seguridad y mantenimiento del
Consejo, con matafuegos y una línea de mangueras, intentó extinguirlo, pero debido
a la gran temperatura y al desarrollo violento del fuego con mucho humo, no
pudieron lograrlo por lo que decidieron evacuar el local sin que se produjeran
víctimas; g) debe destacarse además que en días anteriores al siniestro se
registraron en el Concejo cortes de energía producidos por
haber entrado en
servicio el disyuntor diferencial, que detectó una falla en el sistema, la que fuera
individualizada en un dispenser de agua, lo que significa que el sistema de
protección de la instalación eléctrica funcionaba como correspondía (cfr fs. 158/161
, 1° Cuerpo). Posteriormente, se acompañó otro informe con una fundamentación
más amplia consistente en la explicación respecto a las fotografías obtenidas en el
lugar del hecho por las que se explicaba ya sea por la coloración del chapón
metálico galvanizado protector del motor (fs. 333, 335, 336 y 337), el estado de la
lana de vidrio que sirve como aislante entre la carcasa metálica (fs. 339, 343 y 345)
y el bastidor de la celosía que disimulaba el radiador (fs. 329 y 331), que el fuego no
tuvo su origen dentro de dicho habitáculo sino que fue externo, lo que sumado a su
aceleración hacía imposible que no hubiese sido provocado. Esto sumado a las
exposiciones recepcionadas como fruto de la investigación paralela efectuada por la
secretaría en cuestión (fs. 354/364).
H) INFORME TECNICO DE POLICIA JUDICIAL: Atento a la sospecha inicial
por la que se dio inicio a esta investigación (fuego provocado), habiéndose
constituido el Suscripto en el lugar del hecho y más precisamente frente al especio
físico que ocupaba el depósito advirtió, aun, la presencia de una gran cantidad de
rollos de alfombras en el depósito (,2° Cuerpo, fs. 309 y 327). Conforme a la sana
crítica racional y dado que en dicho lugar –supuestamente- había comenzado el
incendio, es que se ordenó practicar un informe a fin de establecer si se detectaban
en las alfombras aludidas, la presencia de substancias acelerantes, ya que de
haberse utilizado estas para provocarlo no habría existido mejor lugar para
depositarlas que en los rollos de alfombras, puesto, la experiencia común indica que
actuarían como un mechero de larga duración difícil de apagar. El resultado del
citado informe técnico N° 416851 (Cooperación Técnica n° 164887), dio negativo en
cuanto a la presencia de hidrocarburos, tanto en los trozos de alfombras, como en
los restos combustionados y tierra, determinándose que la totalidad de la lana de
vidrio que cubre a los conductores es incombustible, no así el papel kraff y el nylon
de color negro (2° Cuerpo fs. 262/263). Vale destacar aprovechando este punto que
desde un inicio de la investigación se tuvo por objeto trabajar sobre toda hipótesis
que tuviera vinculación posible con el incendio.
I) INFORMES TECNICOS CON JERARQUIA PERICIAL: 1. Es ante la
disidencia entre los informes destacados supra (ptos. F y G), que el Suscripto
consideró necesario ahondar la investigación, a fin de poder echar luz sobre la o las
causas que pudieron tener incidencia en el origen del incendio. Dada su complejidad
atento a que la prueba colectada había sufrido los efectos de la alta temperatura se
plantó como interrogante, si a través del estudio de materiales secuestrados (chapa
galvanizada que cubría el motor), dada las características adoptadas después del
incendio, era posible determinar cuál de sus lados era el que había estado en
contacto directo con las llamas para tomar posición respecto a si el fuego se inició
dentro o fuera del mismo; si el motor y turbina secuestrados presentaban
atascamiento en sus rodamientos y si las instalaciones eléctricas (tableros –
principales y seccionales- y conductores) permitían efectuar una valoración sobre su
incidencia o no en la causación del incendio. 2. Es a estos fines, y dada su
complejidad, que el Suscripto solicitó colaboración –inicialmente- a la Policía Federal
(División Bomberos) (2° Cuerpo, fs. 229), y ante su negativa (ver fs. 313), acudió a
personal especializado de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la
U.N.C. –Facultad de Ingeniería (área electricidad) (1° Cuerpo, fs. 141 y 146)
obteniendo resultado positivo (3° Cuerpo, ver fs. 458/459/460). Antes de avanzar
ingresando al tratamiento del informe oficial, es necesario destacar lo siguiente:
atento a que los técnicos que intervendrían en nombre de la Facultad de Ciencias
Exactas de la
U.N.C. no estaban incluidos en la nómina de peritos oficiales, no
podían oficiar de tales. No obstante ello, y para garantizar el carácter contradictorio
propio de toda pericia (CPP., art. 308), es que se notificó tanto a la defensa oficial
como a la parte querellante a fin que propusieran técnico idóneo en la materia para
la fiscalización de los estudios a practicar, además de ordenar como modalidad de
su realización, la presentación de un cronograma de trabajos con el debido tiempo
así como la grabación y filmación de cada una de las instancias en que se iban
realizando los estudios con sus correspondientes actas a fin de asegurar su
transparencia (3° Cuerpo, ver decreto de fs. 496/496 vta., decreto de fs. 556 y
diligencias de notificación de fs. 556 vta. –defensor de oficio- y 558, apoderado de la
parte querellante e Ing. César Campos ). Finalmente es de hacer mención, que el
material que fuera secuestrado del segundo piso del edificio Garden Shopping – fue
debidamente precintado e individualizado en lotes y puesto bajo custodia policial en
una habitación del edificio que ocupa la Policía Judicial, estando bajo la
responsabilidad del Ingeniero Ramiro Ramón Ojeda (personal técnico de Policía
Judicial) (3° Cuerpo, fs. 583/ 605; 4° Cuerpo, fs. 614/617 y 622/623).
3. INFORME TECNICO OFICIAL ELABORADO POR LOS INGENIEROS:
VICTOR E. ESCRIBANO –Director Centro de Vinculación de Laboratorios del
Depto. Electrotecnia- DANIEL E. LAGO –Director del Laboratorio de Máquinas
Eléctricas
y
Baja
Tensión-
MIGUEL
PIUMETTO
–Area
Ensayos
e
Investigaciones Eléctricas Lab. De Máquinas Eléctricas y Baja Tensión- y
PROF. OSCAR MARCHI –Resp. Técnico del Lab. De Máquinas Eléctricas y Baja
Tensión- PERTENECIENTES A LA FACULTADE DE CIENCIAS EXACTAS,
FISICAS Y NATURALES DE LA U.N.C. : a. El citado informe, está individualizado
como Carpeta de Prueba N° 7 (abarcando de fs. 1/70), teniendo sus conclusiones
respaldo en bibliografía –nacional e internacional- así como en normativa consultada
(fs. 68), debiendo señalarse que los ingenieros aludidos practicaron, a la vez,
estudios en centros especializados incluyendo la colaboración de otros idóneos en
temas puntuales (ej. Centro de Vinculación de Materiales y Tecnología de la
Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la U.N.C., Ing. Carlos Oldani y
Sergio Elaskar; Facultad Tecnológica Nacional -Regional San Francisco- Centro de
Investigación, Desarrollo y Ensayos de Máquinas Eléctricas, Ings. Omar D. Gallo y
Diego Ferreira; Universidad Universidad Tecnológica Nacional –Regional San
Francisco- Laboratorio de Ensayos Físicos y Químicos, Ing. Omar Gallo y Empresa
TARPUY –Partner de SKF, División Rodamientos, ing. Thomas Mann) (fs. 69).
Inicialmente se destacarán las conclusiones sobre cada uno de los puntos
sometidos a estudio, para así dar paso a la conclusión final a la que arribaron los
técnicos oficiales y posteriormente se ingresará al análisis de sus fundamentos en
cuanto tengan relevancia. b. Conclusiones: *- En cuanto a la turbina, no se
detectaron fallas mecánicas que hayan influenciado en el accionar del motor. *- No
se han detectado atascamientos, roces o frenado del motor como así tampoco en su
transmisión por medio de la polea, ya que no se verificaron signos en los
rodamientos sobre alteraciones o vibraciones importantes. *- Se observa un
deterioro de la base de la bornera del motor N° 1 y un evidente cortocircuito entre
fases. En comparación con el motor N° 2, el cual no sufrió ninguna alteración de su
bornera por el uso, es muy probable que por vibraciones, la bornera del motor en
cuestión
haya
sufrido
dicha
rotura,
ya
que
no
se
encontraron
sistemas
antivibratorios, ni amortiguadores de goma en la instalación del ventilador ni del
motor como surgen de las fotos de la instalación original previo a su desarme (lo
resaltado me corresponde). *- Se puede asegurar que varios sectores de la red
eléctrica no cumplían importantes aspectos de las normativas de ejecución de las
instalaciones eléctricas. *- Asimismo, se han observado en partes de la alimentación
del Motor N° 1 (conductores del Lote N° 1), signos de fusión por arco de
cortocircuito, lo que hace suponer la existencia de tensión entre Tablero Seccional
(N° 1) y Bornera (lo resaltado me pertenece). *- Se detectó también la predisposición
de los materiales de comando y protección de los Tableros Seccionales para
generar llama y no ser autoextinguible (lo resaltado me pertenece). *- El motor N° 1,
se encontraba en buen estado de funcionamiento, sin signos de sobrecarga. *- Se
descarta que el fuego se haya iniciado en el interior del motor o turbina. *- Que el
fuego en el Tablero Seccional fue intenso en su interior como en su exterior, pero
con la particularidad del sector medio hacia arriba y hacia el exterior. Conclusión
Final: “Según todas las observaciones, análisis y ensayos realizados se
considera que es muy alta la posibilidad de que el fuego haya sido originado
por una causa eléctrica, que pueda haber tenido origen en la bornera del Motor
N° 1 y/o en el interior del Tablero Seccional N° 1 y/o en los conductores de
alimentación entre bornera del Motor N° 1 y el Tablero Seccional N° 1.”
De la lectura de las conclusiones apuntadas supra, se está en condiciones
de afirmar con certeza, que el incendio no tuvo su origen a causa del atascamiento
de los rodamientos del ventilador (fs. 28/35), ni del motor en su parte interna (ver fs.
36 y ss), descartando a la vez que el incendio se haya propagado desde el interior
del habitáculo metálico (chapón galvanizado) donde se encontraban tanto el motor
como la turbina. En esto ya hay una posición que toma partido –en este aspecto- por
el informe elaborado por Iturri. Digo en este aspecto, pues, como se puede leer del
resto de las conclusiones señaladas supra, sí se es coincidente con bomberos en
cuanto a que el incendio tuvo su origen en fallas del sistema eléctrico, siendo testigo
de ello las esferillas de los conductores a través de los cuales se suministraba desde
el tablero seccional n° 1, electricidad al motor N° 1, lo que fue debidamente
advertido.
c. FUNDAMENTOS DE LAS CONCLUSIONES : En primer término, se debe
detallar que los materiales secuestrados sobre los que se realizaron los estudios y
ensayos,
estaban clasificados por lotes, los que se componían de la siguiente
manera: Lote N° 1: cable eléctrico desnudo de aproximadamente 2 mts., compuesto
por cuatro hebras, retirado de la parte superior del gabinete metálico dentro del cual
se alojaba el motor y la turbina manejadora de aire, siendo este cable el que
conectaba el motor con el Tablero Seccional (fs. 6); Lote N° 2: cables eléctricos
desnudos, que se encontraban en el tablero general del 2° piso del edificio; Lote N°
4: tres fusibles tipo NK, de cerámica, de diferentes tamaños y que pertenecían al
seccionador del tablero general del 2° piso del edificio; Lote N° 5: motor eléctrico
trifásico (individualizado como motor n° 1) y una caja metálica de chapa del tablero
seccional que alimentaba al motor (individualizado como tablero n° 1). Trozos de
cable que pertenecían a otros sectores del circuito del segundo piso del edificio,
cercanos a la unidad de aire en cuestión; Lote N° 6: cuatro tramos de conductores
eléctricos de diferentes longitudes y secciones, correspondientes a distintos sectores
del circuito eléctrico del segundo piso del edificio; Lote N° 7: un motor eléctrico
perteneciente a una unidad manejadora de aire que se encontraba en una habitación
de la terraza del tercer piso (individualizado como motor n° 2) y un tablero eléctrico
que alimentaba dicho motor (individualizado como tablero n° 2), y Lote N° 8:
rulemanes que estaban ubicados en el eje de la turbina que era accionada por el
motor n° 1 del Lote N° 5. (ver fs. 6/7 y 3° Cuerpo, fotografías de fs. 592/600).
A nivel ilustrativo, resulta de interés pasar revista a los croquis elaborados
por los técnicos obrantes a fs. 9, 10 y 67 de la citada Carpeta de Pruebas, pues, en
ellos está descripta la ubicación de la Unidad Manejadora de aire –del segundo piso(coincidente con el pto. E), sus características físicas así como los tableros, uno a
través del cual se la encendía y el otro desde el cual se le suministraba la corriente
eléctrica para su funcionamiento. En lo relativo a las características del sistema de
refrigeración, se da por reproducido lo resaltado al abordar el pto. D, supra, en
donde se hizo referencia al presente informe (fs. 8).
Respecto al Sistema Eléctrico, el citado informe comienza analizando el
Tablero Princial, ubicado en el segundo piso próximo al espacio físico donde
funcionaban las fotocopiadoras. Pasa revista –primeramente- a los fusibles dando
cuenta que de la verificación efectuada sobre su estado, surgen evidencias sobre
las condiciones de carga, mantenimiento y protección de la instalación
eléctrica en general (Carpeta de Prueba N° 7, fs. 11). Así de la fotografía de fs. 11
(figura 3),
se señala que el fusible de la izquierda presentaba una rajadura
importante en su cuerpo cerámico, indicación de maltrato mecánico. En el
(fusible) del centro, se observó una notable deformación, desprendimiento de
aislante y cambio de coloración por sobrecarga o mal contacto, siendo este
fusible de distinto calibre que los dos restantes, lo que no es correcto según
las normas de prácticas de protección (AEA –Asociación Electrónica
Argentina-, Reglamentación para la Ejecución de Instalaciones Eléctricas en
Inmuebles Sección 771 y el Anexo a la Resolución ENRE –Ente Nacional
Regulador de la Electricidad N° 207/95). Como dato de interés en este punto,
corresponde resaltar la falta de profesionalismo con que se afrontaba la
problemática del sistema eléctrico conforme fue demostrado supra al abordar el
punto C, siendo esto coincidente con los dichos del testigo Palacios (4° Cuerpo, ver
declaración de fs. 700/700 vta.). Tablero Seccional: Es preciso señalar que los
técnicos, atento a que el tablero seccional n° 1, desde el cual se suministraba
electricidad a la unidad manejadora de aire del segundo piso, por efectos de la
elevada temperatura registrada en el lugar del hecho había quedado destruido no
pudiendo individualizar cuales eran sus componentes (ver fs, 13 –figuras 5 y 6- y fs.
19 –figura 17), razón por la que para su reconstrucción se valieron del plano original
de tableros seccionales diseñados para el suministro de electricidad a dichas
unidades manejadoras de aire, las que eran coincidentes con el resultado que arrojó
una inspección visual del tablero seccional N° 2 (secuestrado), que cumplía idénticas
funciones infiriendo de ello que las características de sus materiales eran iguales (fs.
15, figuras 10, 11 y 12). Desde los mismos, tanto en el segundo como en el tercer
piso, se suministraba electricidad a las unidades manejadoras de aire, de allí su
importancia. Del citado informe, se destaca en la figura n° 4 (fs. 9), por un lado, el
dibujo del diagrama de potencia y circuito de control y por el otro en la figura 5 (fs.
10), el citado tablero seccional con distribución de sus elementos eléctricos.
El
cambio de coloración observado, no autoriza a concluir que sea debido a un
cortocircuito eléctrico o por efecto de las llamas. A los efectos de practicar el ensayo
propuesto sobre un tablero –seccional- de idénticas características- a fin de verificar
el comportamiento de los plásticos de estos componentes se realizaron ensayos de
filamento incandescente a 900° C –según Norma IRAM 2378-1, sobre cada una de
las partes más representativas, constatándose (ver figura 14 de fs. 16) que “... el
elemento que mostró alta combustibilidad y llama permanente fue la parte
inferior o base del contactor ... “ (ver figura 14, fs. 16), no ocurriendo ello con el
resto de los componentes. (ver fs. 15/16) . Los técnicos en este punto señalan:
“...esto prueba que el Tablero (seccional) N° 1, de una construcción similar a la del
N° 2, contenía elementos combustibles que podrían haber originado o contribuido a
la propagación de las llamas. (fs. 16). Es de resaltar que esta afirmación de los
técnicos es de suma importancia a los fines de arribar a una conclusión sobre el
siniestro ocurrido, pues, si bien su conclusión al respecto –como ya se señalara
supra- acusa una muy alta posibilidad,
atento a los testimonios de Luis Tomás
Bordones y Ricardo Rosendo Rodríguez, se está en condiciones de avalarla con
el estado intelectual de certeza. Efectivamente, de las declaraciones de ambos
testigos surge que los mismos ocupaban –al momento del hecho- si se puede decir,
un lugar de privilegio dada la proximidad que tenían con el lugar donde sa había
iniciado el incendio (depósito), ya que se hallaban en la oficina de prensa del
Concejo Deliberante, la que como se expresara supra, colindaba con el depósito
donde se hallaba el tablero seccional N° 1, estando dicha divisoria conformada en
parte con durlok, y faltando más o menos una distancia de un metro hasta llegar al
cielo raso, existía una placa de policarbonato transparente que permitía ver hacia su
interior, el que estando iluminado por las llamas permitían ver de donde salían estas.
Bordones es claro cuando expresa: “....pudo ver a través de un acrílico ... que
había fuego en la habitación destinada al depósito... en ese instante pudo
distinguir que dentro de esa habitación había una caja de color claro del
tamaño de un micorondas ... a la que ingresaban varios cables. Concretamente
pudo ver que el fuego tomaba los cables y luego cubrió la caja mencionada ...”,
finalizando -en lo que aquí importa- “... que esto que relata lo vio a través de un
acrílico semi traslúcido y que nunca antes había ingresado a la habitación en
la que vio el fuego, como así tampoco nunca antes había notado la existencia
de esa caja ... a lo relatado lo vio sentado desde su escritorio a una distancia
de dos metros ....” (3° Cuerpo, fs. 497). No hay dudas que esa caja no es otra que
el tablero seccional N° 1, siendo del mismo el lugar donde salía el fuego. Con
Ricardo Rodríguez, ocurre otro tanto, ya que circunstancialmente el día del hecho
había pasado a hablar con su hija –Verónica Rodríguez- que trabaja en el Consejo
en la oficina aludida, y en determinado momento le advierte de las llamas que se
veían a través de la placa de policarbonato –a sus espaldas- y mientras su hija
trataba de hablar por teléfono solicitando ayuda a bomberos él se dirigió dando la
vuelta al depósito y una vez ante el mismo, estando la puerta abierta observó
que el fuego salía a la altura del tablero y se expandía hacia arriba, donde van
los cables hacia el cielo raso, y que no había fuego en el motor –su interior o
exterior- ni en las alfombras, ni en los papeles que se encontraban en el lugar.
Cuando ve eso les dice a la personas que tenían matafuegos que se acercaran
más y que apuntaran al fuego, pero ellos no lo hicieron, sino que le tiraban de
aproximadamente 2,50 mts., y ahí advierte que comienza a incendiarse el
plicarbonato y de ahí todo el cielo raso (3° Cuerpo, ver fs. 518). Importa destacar
en cuanto a este testigo, que no trabaja en el Consejo Deliberante y que el mismo es
afiliado al partido radical desde los 18 años, lo que resta toda subjetividad a sus
dichos, siendo coincidentes estos además con los testimonios de: Oscar Eduardo
Morán, quien –en lo que importa-
expresó que él junto Juan Manuel Rúbeda
estaban con matafuegos y comienzan a descargar el contenido de los mismos ... en
estos momentos vio que se encontraba parado en el pasillo próximo a donde se
encontraba el declarante y Rúbeda un señor canoso, de aproximadamente 60 años
a quien el deponente le solicitó que corriera la escalera...” (3° Cuerpo, fs. 546), Juan
Manuel Rúbeda (3° Cuerpo fs. 521/522) y Silvia Edith Ocaño (4° Cuerpo, cfr fs. 696).
Conductores: Cables de alimentación: En este punto el informe destaca que:
De acuerdo a lo relevado en las muestras (Lote 1), existía un tramo de conductor de
6mm. cuadrados de sección para cada una de las fases y para el conductor de
protección eléctrica (PE), siendo este un valor razonable para los niveles de
corriente del motor. Más adelante señala que “se observaron cortocircuitos en
los conductores, fusiones de material y presencias de esferillas metálicas, lo
cual presupone o establece que en ellos se hayan producido chispas por
cortocircuito. En este punto existe coincidencia con el informe de Bomberos,
destacando que ésos nódulos o esferillas en los cables de alimentación son signos
propios de la manifestación de un proceso electrodinámico (1° Cuerpo, Informe de
Bomberos, fs. 114 vta., pto 23). Sigue el informe expresando que “... Según
puede observarse en el material del Lote N° 1 (conductores de 6 mm ) y los
conductores que llegan a la bornera del Motor N° 1 del Lote N° 5 (conductor de
alimentación del motor de 2,5 mm.) se encontraron restos de uniones
trenzadas, y si bien estaban entubados, ese tipo de uniones no son permitidas
por normas, ya que las mismas no garantizan el mantenimiento de la
temperatura máxima en casos de cortocircuito” (fs. 22 y figuras de fs. 23/25). A
la hora de formular una conclusión al respecto, los técnicos efectuaron distintas
observaciones (ver fs. 26 y 27) poniendo de resalto que no se respetaban las
normativas tales como la Reglamentación para la Ejecución de Instalaciones
Eléctricas en Inmuebles de la AEA, y el Anexo Resolución ENRE N° 207/05,
considerando de mayor importancia por parte de este Ministerio señalar,
aquellas que tienen vinculación directa con el siniestro investigado como ser:
“.... 2) Las uniones de los conductores por retorcido de hebras son admitidas
hasta secciones de 2,5 mm.. Para secciones mayores las uniones deben ser
realizadas mediante el uso apropiado de borneras, lo que no se respeta en
algunos sectores (ver fotografías del Lote N° 2 y partes del conductor del Lote
N° 1).
3) Deben ser utilizados interruptores con apertura por corriente
diferencial de fuga con corte de neutro, lo que no se observa que se haya
hecho para toda la carga en el tablero principal . Sólo se observó en algunas
salidas del tablero principal. Se cumplía con la conexión a tierra de los
motores, pero no se pudo observar si dicha conexión también garantizaba la
conexión a tierra de las partes metálicas de los conductos. Tampoco se pudo
detectar si existía continuidad de los otros tableros con el tablero principal (fs.
26). 4) Que en el área frente al tablero seccional no existía un espacio libre.
Además, según reglamentaciones, no se debe almacenar ningún tipo de
combustible ni material de fácil inflamabilidad, así como tampoco obstaculizar
el espacio físico de acceso al tablero (fs. 26). (En cuanto a este punto, véase
conforme a lo destacado oportunamente supra, que resulta harto evidente su
violación, ya que en el depósito inclusive se guardaben substancias
inflamables como teenr, pinturas, alfombras con fana, removedores etc.). 7) En
cuanto al mantenimiento de las instalaciones eléctricas, las normas establecen
pautas claras y concisas, como la revisión periódica, no observando las
características originales de cada uno de sus componentes. Todas la
anomalías constatadas o potenciales de la instalación, detectables en el
material eléctrico y
sus accesorios deben ser corregidos madiante su
reemplazo o reparación por personal competente. La reparación debe asegurar
el restablecimiento total de las características originales del elemento fallado.
En el reemplazo de los elementos solo se utilizarán aquellos normalizados por
IRAM. La actuación sin causa conocida de los dispositivos de protección
contra cortocircuito, sobrecargas, contactos directos e indirectos, deberá ser
motivo de una detallada revisión de la instalación antes de restablecer el
servicio (fs. 26/27). Como se puede advertir en este punto, la conducta de quienes
estaban a cargo de área eléctrica del Concejo Deliberante estaba en franca pugna
con ella, bastando remitir al punto C referido supra, en el que se puso en evidencia
la problemática existente en el sistema eléctrico, dando testimonio de ello los cortes
habituales de luz, a los que se les daba solución acudiendo ante el referido tablero
levantando –simplemente- la térmica y todo seguía como antes (ver testimonio de
Antonio N. Luna, Diego Cortesini, Luis T. Bordones, Juan Manuel Rúbeda, Mario
Alberto Montenegro, Ricardo Luchini etc.). 8) No se observa protección por falta de
fase en el tablero seccional
como se recomienda además de las protecciones
adecuadas contra cortocircuitos y sobrecarga (fs. 27).
Concluyendo este item, cabe señalar un dato de sumo interés, que está
íntimamente ligado a la hipótesis de que el origen del incendio se haya debido a un
cortocircuito. Efectivamente en las conclusiones referidas al sistema eléctrico pto. 36, se afirma que : “... Se puede deducir que existió tensión entre la bornera del
motor y el Tablero Seccional, por la evidencia de fusión del material de cobre
en ciertas partes del conductor de alimentación (Lote N° 1), lo que establece
que el motor tenía tensión de alimentación en su bornera” (fs. 27). Con esta
afirmación se quita toda duda respecto a que el motor de la unidad manejadora de
aire ubicada en el segundo piso del Concejo Deliberante, estaba funcionando al
momento del incendio, tirando por tierra las manifestaciones en sentido negativo que
al respecto se han realizado por los testigos que estaban en el lugar al momento del
hecho. Esto es –nada más y nada menos- producto de la evidencia (certeza)
científica constatada a través de la fusión de los conductores de cobre al
haberse formado esferillas, teniendo estas como única razón científica que por
los mismos estaba pasando electricidad al momento de producirse el
cortocircuito en la bornera del motor N° 1 como veremos inmediatamente.
Motor Eléctrico N° 1: En este aspecto tiene relevancia lo relativo a la bornera
(caja de conexiones) ubicada sobre el motor. La bornera es donde se unen a través
de una placa, los conductores (cables) que traen energía, con los cables propios del
motor (bobinado). En cuanto a la bornera, dice el informe, como puede apreciarse
de las figuras 47 y 48 (agrego además la figura 44), se observan importantes
deformaciones, rajaduras y roturas en la base aislante, además de pequeñas
esferas de material conductor fundido debajo de las tuercas de conexión del
bobinado. Este deterioro del soporte aislante de los bornes sugiere altas
posibilidades de desarrollo de un arco eléctrico debido a un cortocircuito a masa o
entre fases o por la fusión de la cubierta aislante de los cables debido a las altas
temperaturas externas. Este tipo de falla podría haber ocurrido abrúptamente, antes
de haber actuado las protecciones eléctricas en la alimentación (fs. 38). De su
análisis surge en el informe que: “Se observa un chispazo eléctrico en la cara
interior de la tapa de bornera del motor siniestrado pero no se puede asegurar
que el mismo se produjo durante el incendio...”(fs. 60) (ver figura 96 de fs. 62 y
97 de fs. 63). Como conclusiones se precisan –entre otras- las siguientes: *- El
estado de la caja de conexiones y de la bornera del Motor n° 1, hacen suponer que
las protecciones eléctricas de su tablero de alimentación efectivamente debieron
haber actuado en resguardo de la línea y del motor posteriormente a algún
cortocircuito (fs. 65); *- El deterioro del soporte aislante de los bornes del Motor N° 1
sugiere altas posibilidades de desarrollo de un abrupto arco eléctrico ; *- Se descarta
la producción de chispas en los conductores de alimentación en el tramo que se
conecta a la bornera del Motor N° 1 y que pudieran haber sido originadas por un
cortocircuito entre ellos o entre uno de ellos y masa (fs. 65). Como razón de la fisura
en la placa de la bornera, los técnicos apuntan al hecho de que tanto el motor y el
ventilador no habían sido instalados debidamente, ya que o se encontraron sistemas
antivibratorios, ni amortiguadores de goma según surgen de las fotos de la
instalación original previo al desarme (ver condiciones de instalación de fs. 8). Esto
circunstancia explicaría la ruptura de la placa de la bornera ya que la misma está
adherida al motor N° 1, sufriendo las consecuencias de dicha vibración.
Para finalizar, se reitera, que los fundamentos reproducidos no son todos los
que avalaron las conclusiones apuntadas inicialmente obrantes a fs. 66, habiendo el
Suscripto optado por dejar de lado sólo aquellos cuya valoración no resulta de
interés en autos, no por ser estos irrelevantes, sino porque atento a la profunda
investigación practicada se despejó toda duda sobre su incidencia en la producción
del incendio (ej., estudios realizados en relación al ventilador, sus rodamientos, ya
que los mismos arrojaron como resultado que estaban en correctas condiciones de
funcionamiento (ver fs. 28/35); estudios realizados respecto del motor eléctrico N° 1,
el que salvo lo relativo su bornera ya abordado supra, tampoco presentó defectos
que justificaran atascamientos, ni cortos en el bobinado, etc. (ver fs. 36, 39/61 y 65).
4. INFORME TECNICO ELABORADO POR EL INGENIERO CESAR
CARLOS CAMPOS PROPUESTO POR LA PARTE QUERELLANTE: Motor N° 1: *El motor eléctrico N°1, no presenta roces ni engranamientos en sus partes tales
como rotor, estator y rodamientos por lo que se descartan la producción de chispas y
desprendimientos
metálicos
por
esta
causa
y
sobrecargas
que
originen
inconvenientes eléctricos, que hubieran producido consecuencias térmicas (fs. 80).
*- El alambre del arrollamiento del motor eléctrico N° 1 no supera los ensayos
realizados por el estado en que se encuentra, no obstante, la coloración homgénea
del arrollamiento indica que no hubo sobrecargas, falta de fase ni cortocircuitos que
pudieran originar llama, lo que nos demuestra que la coloración homogénea de todo
el arrollamiento fue producida por efecto de una alta temperatura externa (fs. 81). *Los conductores de alimentación del motor N° 1, eran de sección adecuada y al no
observarse vestigios de cortocircuitos ni chispas los mismos no pudieron originar
inconvenientes (fs. 81). *- Al retirar la tapa de la caja de bornes del motor N° 1 se
observó que todos sus componentes estaban totalmente quemados, apreciándose
indicios de arco eléctrico en la cara interior de la tapa. En el caso de haberse
producido este arco, el mismo no podría haber iniciado llamas al exterior de la caja
estanca (fs. 81).
Tablero Seccional N° 1: *- Al encontrarse totalmente quemados el gabinete y
sus componentes, no es posible determinar en forma concluyente la configuración
de los mismos, ni si lo elementos constituyentes son los indicados en el plano
obtenido como original de tableros seccionales. Además, los informes no permiten
dilucidar si el origen del ataque térmico al gabinete fue interior o exterior (fs. 81).
Motor N° 2: *- El motor N° 2, si bien presentaba falencias en la calidad del
aislante del arrollamiento y del alambre, se pudo constatar que los daños producidos
en el mismo fueron provocados por la alta temperatura externa (fs. 81).
Tablero Seccional N° 2: *- El tablero seccional N° 2 presentaba
inconvenientes técnicos eléctricos, pero es de ver que los daños que presentaba
provienen de una fuente de calor externa, por lo que no puede haberse iniciado
fuego en esta tablero. A pesar de los inconvenientes técnicos como que la base del
contacor no cumple ensayo de llama, carecía de protección diferencial y detector de
falta de fase, etc., no pude concluirse por esto que el comportamiento de este
tablero haya sido igual al del tablero N° 1, ya que en este tablero N° 1, no han
quedado componentes que permitan asegurar lógicamente que tenía la misma
configuración de elementos que el tablero N° 2 (fs. 81).
5. ANALISIS COMPARATIVO ENTRE EL INFORME OFICIAL Y EL
INFORME DE PARTE: Corresponde, ahora ingresar al análisis de las conclusiones
del informe técnico (Carpeta de Prueba N° 7, fs. 80/81) efectuado por el Ing. César
Carlos Campos, propuesto por la parte querellante para ejercer su función de
contralor respecto a los estudios ordenados por esta Fiscalía (3° Cuerpo fs. 496) y el
informe oficial, debiéndose esto al respeto del carácter del contradictorio, ya que
solamente con fundamentos el Suscripto puede admitir uno u otro informe. Como ya
se adelantara supra, entre estas conclusiones y las efectuadas por los técnicos
oficiales existen coincidencias y a la vez disidencias fundamentales en cuanto a las
razones que dieron origen al incendio. Se comenzará destacando las coincidencias y
luego se abordarán las disidencias fijando posición el suscripto respecto de las
últimas.
Coincidencias: a) Motor n° 1: Este motor sometido a estudio no presentó
roces ni engranamientos (rotor, estator y rodamientos) descartándose entonces la
producción de chispas y desprendimientos metálicos capaces de originar
inconvenientes eléctricos que hubieran producido consecuencias térmicas (fs. 80), lo
que es conteste con la coloración homogénea del alambre de arrollamiento que
igualmente indica que no hubo sobre cargas ocurriendo otro tanto (Carpeta de
Prueba N° 7, fs. .81 supra). Lo dicho se corresponde con las conclusiones de los
técnicos oficiales en relación a la misma unidad (motor n° 1), cuando expresan: 7)
“El motor N° 1 se encontraba en buen estado de funcionamiento, sin signos de
sobrecarga”. 1)” En cuanto a la turbina, no se detectaron fallas mecánicas que hayan
influenciado en el accionar del motor.” 2)” No se han detectado atascamientos, roces
o frenado del motor como así tampoco en su transmisión por medio de la polea, ya
que no se verificaron signos en los rodamientos sobre alteraciones o vibraciones
importantes”. 3) “...es muy probable que por vibraciones, la bornera del moto en
cuestión
haya
sufrido
dicha
rotura,
ya
que
no
se
encontraron
sistemas
antivibratorios, ni amortiguadores de goma en la instalación del ventilador ni del
motor como surgen de las fotos de la instalación original previo a su desarme.” 8) Se
descarta que el fuego se haya iniciado en el interior del motor o turbina” (Cuerpo de
Prueba N° 7, fs. 66 ptos. 7, 1, 2, 3 y 8).
b) Motor n° 2: Se constató que los daños sufridos lo fueron producto de la
alta temperatura externa (fs. 81). Tablero Seccional n° 2: En este punto la
coincidencia es parcial, ya que se descarta que el inicio del fuego haya tenido su
origen en el mismo, amén de admitir que presentaba inconvenientes técnicos
eléctricos (la base del contactor no cumple ensayo de llama, carencia de protección
diferencial y detector de alta de fase), siendo sus daños producto de fuente de calor
externa (cfr. Carpeta de Prueba N° 7, fs. 81).
Disidencias: Motor n° 1: a. Guarda relación a los conductores de
alimentación del motor: Concluye Campos sosteniendo que “los conductores eran de
sección adecuada y que al no observarse vestigios de cortocircuitos ni chispas ellos
no pudieron originar inconvenientes” (cfr. fs. 81). Crítica: Esta conclusión es
cuestionable, toda vez, que la misma no se corresponde con el propio material
secuestrado en el lugar del siniestro identificado como Lotes de prueba N° 1 y 5. (ver
Carpeta de Prueba N° 7, fs. 6,7, 9 y 22 de pericia oficial). Efectivamente, a fs. 9 de
la carpeta aludida se advierte la figura n° 1, en donde se efectúa un croquis tanto del
habitáculo donde se hallaba el motor N° 1, así como de sus componentes (turbina,
motor etc), los conductores (cables) a través del cual era alimentado y el tablero
seccional N° 1 de donde provenía la energía. Basta observar a fs. 23 los cables
(conductores) secuestrados que conforman el citado Lote N° 1. En las fotografías n°
23: 1, 2 y 3 se da cuenta de la existencia de uniones retorcidas lo que resulta
cuestionable bajo los reglamentos de la A.E.A. y el Anexo de Resolución ENRE n°
207/95, que aconsejan en relación a las instalaciones eléctricas, en tanto que en las
figuras n° 23: 4, 5, 6,7,8, 24:1,2,3,4,5,6, (fs. 23/25) resultan de evidencia las
fusiones
así
como
las
esferas
de
cortocircuito
presentadas en los
conductores. Ante las fotografías valoradas, advierte el suscripto que la
conclusión del Ing. Campos resulta viciada por falta de sustento real, en otras
palabras dicha afirmación no condice con el material secuestrado y valorado. Ahora,
aceptada la crítica debemos seguir con el razonamiento de los técnicos oficiales a
los fines de dimensionar su significado desde punto de vista de la ciencia eléctrica. A
esto lo valoramos en el informe oficial en el pto. 3.4. –Conductores: Cables de
alimentación (fs. 22), cuando expresan: “....se observaron cortocircuitos en los
conductores, fusiones de material y presencias de esferillas metálicas, lo cual
presupone que en ellos se hayan producido chispas por cortocircuito”, estos
cortocircuitos detectados permiten deducir a nivel de certeza científica “...que
existió tensión entre la bornera del motor y el Tablero Seccional, por la
evidencia de fusión del material de cobre en ciertas partes del conductor de
alimentación (Lote N° 1), lo que establece que el motor N° 1 tenía tensión de
alimentación en su bornera”.
Como se observa esta diferencia entre ambas
conclusiones es de un valor fundamental a los fines de avanzar en la dilucidación
acerca del origen del incendio, pues, nos pone de manifiesto que al momento del
incendio al tablero seccional N° 1 –ubicado en el depósito- le estaba suministrando
electricidad al motor N° 1, lo que se traduce en otras palabras, que alguien
previamente lo había encendido. Esto tira por tierra todos los testimonios que niegan
que el motor N° 1, estuviese en funcionamiento previo al incendio ya sea como aire
acondicionado o haciendo circular el aire, remitiéndonos a fines de no incurrir en
innecesarias reiteraciones, a los fundamentos expuestos al abordar el pto. D
(Sistema de Refrigeración Existente) que dan cuenta de la mala ventilación existente
debido a las características arquitectónicas del edificio ya que las aberturas que
daban a las calles Ituzaingó y Corrientes contaban con vidrios fijos en su mayoría, la
superpoblación de personal instalada en el segundo piso
a causa de el
achicamiento del espacio físico donde funcionaba el Concejo Deliberante (de ocupar
cuatro pisos se redujo solo a dos), el hecho que la unidad manejadora de aire
instalada en el tercer piso para colaborar con la del segundo estaba fuera de
funcionamiento desde hacía seis meses aproximadamente, por tener su motor
quemado, y la altura del año en que ocurrió el siniestro (mes de octubre) fecha en la
que si bien son contestes los testigos en afirmar que el día estaba fresco, ello no se
torna en argumento de peso como para desatender que atento a las horas que
debían trabajar los empleados en dicho piso, hacía necesario “mantener” al menos
ésa temperatura agradable, pues, de lo contrario llegaría un momento de en que
quines cumplían allí sus funciones laborables estarían superados por el calor y el
aire enviciado. Además de la citada crítica, cabe destacar todas las observaciones
que denotan irregularidades tanto en los conductores como así también con la
modalidad con que fueron efectuadas dichas instalaciones (ver Informe oficial pto.
3.5 Análisis y Observaciones detectadas conforme la Reglamentación para
Ejecución de Instalaciones Eléctricas en Inmuebles de la AEA y el Anexo de
Resolución ENRE n° 207/95, Carpeta de Prueba N° 7, fs. 26, y lo detallado supra en
el pto. C –Problemas en el Sistema Eléctrico Correspondientes al Segundo Piso que
Comenzaron a Suscitarse a partir de la Reforma del Contrato de Locación), respecto
de las cuales el ingeniero Campos guarda silencio no obstante las fotografías que
ilustran sobre los Lotes N° 1, 5 y 2, que dan cuenta de las mismas, lo que hace
refutable su labor profesional. Al respecto el informe oficial señala: “...según puede
observarse en el material del Lote N° 1, (conductores de 6mm2) y los conductores
que llegan a la bornera del motor N° 1 del Lote n° 5 (conductor de alimentación del
motor de 2,5 mm2) se encontraron restos de uniones entrelazadas, y si bien estaban
entubados, ese tipo de uniones no son permitidas por las normas, ya que las
mismas no garantizan el mantenimiento de la temperatura máxima en casos de corto
circuito”. Es decir que en determinado tramo un conductor de 6mm2 ha sido unido
de manera retorcida con otro tramo de 2,5 mm2, lo que no es admitido ya que esta
forma de unión sólo es permitida en cables de 2,5 mm2 (ver Carpeta de Prueba N° 7
fs. 26, pto. 2). Véase, por otra parte, que también guarda silencio el Ing. Campos
respecto a las condiciones exigibles para la correcta instalación de los tableros ya
que frente al tablero seccional n° 1, no existía un espacio libre estando prohibido
según las reglamentaciones almacenar ningún tipo de combustible ni material de
fácil inflamabilidad, así como tampoco obstaculizar el espacio físico de acceso al
tablero (ver Carpeta de Prueba N° 7, pto. 4 de fs. 26). En cuanto a este punto
resulta igualmente cuestionable el informe técnico de parte porque lisa y llanamente
guarda silencio en relación a un aspecto fáctico harto probado, cual es que el lugar
donde se hallaba el tablero seccional de donde salían los cables de alimentación
para el motor n° 1, había sido convertido en un depósito falto de toda circulación de
aire haciendo inútil el sistema de celosía propio de la puerta de ingreso al espacio
físico donde se encontraba el motor N° 1, además, en el que se guardaban
mobiliarios en desuso –heladera vieja- expedientes viejos y papeles varios estando
algunos ubicados en un carro de supermercado que justamente estaba debajo del
tablero seccional N° 1, rollos de alfombras que correspondían a los pisos 3 y 4 que
tenían en su base restos de fana, pintura (tarros de 20 lts.) y teener (bidón de cinco
litros asimismo en botellas gaseosas chicas, estopa y removedor para despegar las
alfombras que en ése día se estaban levantando (ver testimonio de Cristina
Mainonis 3° Cuerpo fs. 561/563). No obstante no se puede reprochar al perito de
parte el no haber hecho una valoración respecto al combustible inflamable allí
guardado (bidón de 5 litos de teener y latas de pintura de 20 litros), así como el
fuerte olor que hacía pesado el aire ya que esta circunstancia fue puesta en
evidencia por el informe de la Comisión de Investigación del Consejo Deliberante, al
interrogar a Mirta Gladis Angulo (fs. 654/656), Virgina Rosa Herrera (657/658), Luis
Armando Gardei (fs. 659/660) José Ovidio Navarro (fs. 669/670) Silvana Edith
Ocaño (fs.695/696), los que por otra parte terminan siendo coincidentes con la
testigo Cristina Antonia Mainonis (fs. 561/563)., reconociendo el mismo Dagatti –Jefe
de Asuntos Internos y mantenimiento- que él solamente autorizaba que se
depositara una botella de teener con un contenido limitado al consumo diario, lo que
a todas luces resulta desvirtuado por los dichos anteriores. No es intrascendente el
destacar que el citado testigo cuando declaró ante la instrucción, por primera vez,
guardó silencio respecto a la presencia en el depósito de botellas de teener así
como de pintura, llamando la atención que haya sido nuevamente convocado a
declarar por la Comisión Investigadora del Concejo luego de que los testigos citados
anteriormente pusieron en evidencia que en el depósito se guardaban ésas
substancias inflamables. Lo dicho transparentaba la falacia de las declaraciones de
Dagatti, en este punto, actitud de la que también se diera cuenta cuando se abordó
el tema relativo a los desperfectos eléctricos existentes en el segundo piso, a raíz de
las nuevas instalaciones efectuadas, oportunidad en que el citado testigo negó su
existencia. Se abona lo dicho haciendo remisión a los fundamentos desarrollados al
abordar el punto B –Depósito: objetos que el Jefe de Asuntos Internos autorizaba
guardar- en el que luego de la valoración de la prueba allí tratada se arribó a la
conclusión, con estado intelectual de certeza, de que ésas substancias inflamables
se guardaban en dicho depósito el día en que se desató el incendio, las que por otro
lado no contaban con la debida presurización haciéndose notoria la presencia de
gases en el ambiente. b. Lectura de la Bornera: En este punto también la disidencia
resulta fundamental por cuanto está íntimamente relacionada con el posible origen
del fuego. Al respecto el informe de parte señala que “...al retirar la tapa de la caja
de bornes del motor n° 1 se observó que todos sus componentes estaban
totalmente quemados, apreciándose indicios de arco eléctrico en la cara
interior de la tapa ... “concluyendo que “...en el caso de haberse producido este
arco, el mismo no podría haber iniciado llamas al exterior de la caja estanca”
(Carpeta de Prueba N° 7, fs. 81). Esta conclusión resulta cuestionable por parcializar
le lectura del material sometido a estudio (Lote n° 5 relacionado con el motor N° 1)
(ver Carpeta de Prueba N° 7, fs. 7). En primer lugar, hay que destacar respecto de la
bornera que está adosada al motor N° 1 (ver fotografía n° 42 de fs. 36), que resulta
de interés la apreciación tanto de su interior, esto es, la placa que permite la
conexión de los cables del tablero al motor en cuestión así como la tapa que la
cubría (ver fotografías n° 45, 47 y 48 de fs. 37 y 38 respectivamente), Más allá de las
deformaciones propias de las altas temperaturas a las que fue sometida durante el
incendio, también se observan rajaduras y roturas de la base aislante además de
pequeñas esferas de material conductor fundido debajo de las tuercas de conexión (
Carpeta de Prueba N° 7, fs. 38). En cuanto al deterioro el informe oficial destaca que
“...el soporte aislante de los bornes sugiere altas posibilidades de desarrollo de un
arco eléctrico debido a un cortocircuito a masa o entre fases o por la fusión de la
cubierta aislante de los cables debido a las altas temperaturas externas...”
agregando que “...este tipo de falla podría haber ocurrido abruptamente, antes de
haber actuado las protecciones eléctricas en la alimentación” (fs. 38). Como se
puede observar respecto a este punto Campos no explica sobre el origen o razón
de la impronta del arco eléctrico en la tapa de la bornera (ver Carpeta de Prueba N°
7,
pto. 5.2 Comparación Motor n° 1 y Motor n° 2 del informe oficial fs. 49). En
segundo lugar, véase que el Campos relativiza el hecho de la existencia en sí del
arco eléctrico, cuando basta nada más con observar las figuras n° 44, 96 y 97 (fs.
37, 62 y 63 respectivamente),
contenidas en el informe oficial para advertir su
existencia sin lugar a dudas (ver pto. 5.7 –Síntesis y Conclusiones- en relación al
motor n° 1, primer punto) (Carpeta de Prueba N° 7, fs. 65). En tercer lugar, se ve
también la parcialidad cuando el técnico de parte cierra su análisis respecto del
cortocircuito advertido en la bornera, negando que el mismo –en caso de haber
existido- haya podido iniciar llamas que alcancen el exterior por tratarse de una caja
metálica estanca, cuando en realidad, los técnicos oficiales si bien son coincidentes
en este punto, por lógica deducción se plantean cuáles fueron los efectos de ése
cortocircuito en los conductores así como en el tablero seccional N° 1 desde donde
se suministraba electricidad al motor N° 1. Esta es justamente la razón de las
esferillas apuntadas en los conductores, lo que demuestra la elevada temperatura
que llegaron a adquirir los mismos a punto tal de fundirse (esferillas de cobre), así
como –se verá más adelante- el hecho de que ante tal desperfecto eléctrico las
llaves térmicas no actuaron correctamente, pues, de lo contrario inmediatamente
habría cesado el suministro de energía al motor lo que al no ocurrir explicaría el
inicio del incendio en el tablero seccional N° 1 como consecuencia de su
recalentamiento (900° C.) . Se debe señalar que si bien en este punto los técnicos
oficiales sindicaron a esta hipótesis, en su conclusión final, como de muy alta
posibilidad, (Carpta de Prueba N° 7, fs. 66 “in fine”), para el Suscripto, tal hipótesis
alcanza el grado de certeza al estar avalada –como ya se señalara oportunamentepor los testimonios de Ricardo Rosendo Rodríguez y Luis Tomás Bordones -testigos
presenciales e independientes- que vieron que el fuego salía del tablero seccional N°
1. Así Bordones que estaba sentado en la habitación contigua al depósito (oficina de
prensa) a través de la placa de policarbonato observó que salían llamas de fuego de
una caja ubicada en la pared a la cual antes nunca había prestado atención (cfr.3°
Cuerpo fs. 497/498), en tanto que Rodríguez que se hallaba presente en la misma
oficina de prensa ya que estaba visitando a su hija Verónica que trabaja allí (oficina
de prensa), luego que Bordones sale a pedir ayuda a la gente de mantenimiento
(Montenegro y Luchini), le señala a su hija las mismas llamas las que prácticamente
alcanzaban el cielo raso y acto seguido que su hija toma el teléfono para solicitar
auxilio a los bomberos él sale de la oficina y se dirige al depósito que en dicho
momento tenía la puerta abierta y le franqueaba el ingreso una escalera, observando
que del tablero ubicando en la pared que limita con la oficina de prensa era el lugar
donde salían las llamas de fuego expandiéndose este hacia arriba en dirección de
los cables que salían del mismo hacia el cielo raso, no habiendo fuego ni en el motor
en su interior o exterior, ni en las alfombras, ni en los papeles que se encontraban en
el lugar (ver fs. 518 vta.). Al ver esto Rodríguez les solicita a dos personas que
estaban allí –Juan Manuel Rúbeda y Oscar Eduardo Morán - y tenían ambos
matafuegos que se acercaran más y apuntaran al fuego pero ellos no lo hicieron
disparando los matafuegos de una distancia de 2,50 cms.. Respecto a este último
testigo, corresponde reiterar una vez más, que al ser interrogado sobre su
orientación política dijo que estaba afiliado al partido radical, circunstancia que –a
criterio del suscripto- quita de toda sospecha a sus dichos ya que no pertenece ni al
Partido Nuevo como así tampoco al Partido Oficial. Es con lo hasta aquí afirmado
que concuerda la conclusión de los técnicos oficiales cuando, en el tercer punto,
destacan que “...se observa un deterioro de la base de la bornera del motor n° 1 y un
evidente cortocircuito entre fases ...” , dando cuenta que “...es muy probable que por
vibraciones la bornera del motor en cuestión haya sufrido dicha rotura, ya que no se
encontraron sistemas antivibratorios, ni amortiguadores de goma en la instalación
del ventilador ni del motor ....” (Carpeta de Pruebas N° 7, fs. 66). Tablero Seccional
N° 1: En este punto el informe técnico de parte destaca que: al estar quemados el
gabinete y sus componentes, resulta imposible determinar su configuración, y
tampoco si los elementos constituyentes son los indicados en el plano obtenido
como original, cerrando su conclusión señalando que los informes no permiten
dilucidar si el origen del ataque térmico al gabinete fue interior o exterior (Carpeta de
Pruebas N° 7, cfr. fs. 81).
Como se advierte el Ing. Campos no emite una
opinión científica propia de su profesión, sino que trasciende su función,
efectuando una valoración respecto a si el tablero estaba conformado o no de
acuerdo a como lo describe el plano eléctrico original, pretendiendo sembrar la
duda. Amén de lo dicho, que hace criticable en este punto su conclusión ya que ello
es una cuestión probatoria correspondiente a este Ministerio, corresponde
igualmente su cuestionamiento destacando que en el proceso penal la prueba debe
ser valorada de conformidad con el sistema de la sana crítica racional (CPP., art.
193), la que está conformada por las reglas de la experiencia común, la psicología y
la lógica con sus respectivos principios (no contradicción, razón suficiente,
derivación y tercero excluido). Igualmente debe recordarse que en el proceso penal
–en principio salvo el caso de las exclusiones probatorias- todo se puede probar por
cualquier medio de prueba, teniendo presente al respecto la prueba indiciaria para lo
cual es menester que los indicios valorados sean unívocos y no anfibológicos (Cfr.
T.S.J., Cba. , Sala Penal, “Simoncelli, Angel Fabián p.s.a Homicidio Calificado Recurso de Casación”, S. 45, del 28-07-98, “Nieto –Recurso de Casación-“, S 17,
del 09-03-05, entre otros). Es con estos parámetros con los que debemos aceptar o
no la negativa, guardando la respuesta una importancia mayúscula para con la
dilucidación del siniestro, ya que en la reconstrucción que del mismo hicieron los
técnicos oficiales se constató mediante ensayo de filamento incandescente a 900° C
–según norma IRAM 2378-1- que el elemento que mostró alta combustibilidad y
llama permanente fue la parte inferior o base del contactor ...(Carpeta de Prueba N°
7, ver fs. 15 y 16, con las fotografías n° 13 y 14). En otras palabras, se constató que
el
tablero seccional N° 1, compuesto con los elementos descriptos en el plano
original, sometido a una temperatura de 900° C que se corresponde con la
provocada por el cortocircuito de la bornera correspondiente al motor N° 1, hizo una
llama permanente en su parte inferior o base del contactor, siendo ello la razón del
inicio del incendio, sumado a lo ya dicho en cuanto a su aceleración a través de los
gases existentes en el depósito. Los técnicos oficiales dieron por cierto que el
tablero seccional N° 1, estaba conformado de acuerdo a las características técnicas
que obran en las figuras n° 4 y 5, sindicadas en el pto. 3.2 de fs. 12, pues, estas son
las mismas que se observaban visualmente al inspeccionar el tablero seccional N° 2
que cumplía idéntica función (ver 3° Cuerpo fotografía n° 65 de fs. 420), además de
ser conteste con el plano original (ver Carpeta de Prueba N° 1, que contiene copia
de planos estructurales y sistema eléctrico). Las razones por las cuales dieron por
cierta la identidad de los elementos que conformaban el tablero seccional N° 1 con
los componentes descriptos, convencen al suscripto. Obsérvese, que de acuerdo
con la experiencia común resulta necesario ante la destrucción del tablero seccional
N° 1 (Carpeta de Pruebas N° 7, figuras n° 5, 6, 7, 8 y 9 de fs. 14 y 16, 17, 18 y 19 de
fs. 20/21), acudir, para su reconstrucción a los planos eléctricos originales que
fueron elaborados y diseñados para equipar el inmueble en cuestión (Garden
Shopping), lo que fue obtenido. Se sumó a lo dicho otra circunstancia no menor, cual
fue valerse del tablero seccional n° 2 para descifrar el interrogante, obedeciendo ello
a que en el 3er piso existía otro equipo de aire idéntico en sus características
técnicas al ubicado en el 2do piso (ver figuras n° 10, 11 y 12 de fs. 15), siendo más
que lógico el deducir que si fueron instalados para cumplir idénticas funciones,
resulta lógico que deben conformarse con idénticos materiales o componentes
eléctricos. Se suma en apoyo también, el hecho que los equipos de aire fueron
instalados en un mismo tiempo y no en distintas épocas o etapas, por lo tanto la
adquisición de los materiales lo fue en el número necesario para cubrir la demanda
conjuntamente a los fines de su construcción (tableros), siendo absurdo pensar, que
dicha compra lo fue para cada equipo o tablero en forma separada y con materiales
distintos adquisición que se hace por lógica al mismo abastecedor. A lo dicho se
suma también el hecho de que fue un solo instalador quien se hizo cargo de su
colocación. Resulta absurdo pensar que un mismo instalador para conformar dos
tableros que cumplen idéntica función, a la hora de efectuar la compra de su
componentes, opta por valerse de materiales distintos. Por último corrobora lo
afirmado el análisis de ambos tableros tanto desde el punto de vista de sus
características externas (tamaño, pintura, ubicación de perforaciones en la parte
trasera para adosarlos a la pared) (ver Cuaderno de Prueba N° 7, fs. 5,6, 10 y 11;
11,18, 6 y 11 respectivamente) (fs. 13, 15, 15, 20, 13 y 15 respectivamente) así
como internas (ubicación de rieles) (ver figuras n° 9 y
12 de fs. 14 y 15
respectivamente) las que igualmente resultan coincidentes. Esta afirmación, puede
decirse que en forma directa encuentra respaldo en los dichos de los testigos
Ricardo Rosendo Rodríguez, Verónica Gabriela Rodríguez y Luis Tomás Bordones
(fs. 518/519, 541/543 y 497/498 respectivamente) ya citados, por cuanto tanto el
primero como el tercero vieron salir las llamas de fuego del tablero seccional N° 1 y
no de otro lugar. Decimos en forma directa el respaldo, pues, el mismo coincide con
el ensayo de los técnicos oficiales que dio como resultado que se encendiera una
llama en la base del contactor del tablero atento a que dicho componente no cumplía
con la norma IRAM 2378-1, al estar conformado con material plástico alta
combustibilidad inflamable. Véase que el Ing. César Campos en los fundamentos de
su informe, al referirse al tablero seccional n° 2, en el pto. 5.1.4, reconoce que dicho
tablero contenía los elementos descriptos en el plano obtenido como original
(Carpeta de Prueba N° 7, fs. 79), así como que la base del contactor no cumplía con
las normas IRAM 2378-1, al estar compuesto por material inflamable. La pregunta
que nace formularse ante este razonamiento es, cuáles son los motivos que lo
conducen a la negación de admitir que el tablero seccional N° 1 no obedecía a las
características del plano original. Nos quedamos sin contestación lógica ante tal
negativa, no pudiendo admitir que por el solo hecho de estar quemados sus
componentes se deba claudicar rotundamente a la posibilidad de identificarlos,
máximo cuando se cuenta con los planos originales de su armado. Finalmente, en
este punto también resulta refutable la afirmación de Campos en cuanto a que los
informes no permiten dilucidar si el origen del ataque térmico al gabinete fue interior
o exterior. La refutación está contestada con lo precedentemente dicho, en cuanto
explica la identidad de ambos tableros (seccional 1 y seccional 2) y su respuesta
ante un ensayo similar al cortocircuito ocasionado en la bornera del motor N° 1. Para
cerrar este punto, se advierte que aceptando que el tablero seccional N° 1, estaba
conformado con los componentes descriptos por técnicos oficiales corresponde
hacer lugar y destacar todas las irregularidades que dicho tablero presentaba de
conformidad con los Reglamentos para la Ejecución de Instalaciones Eléctricas en
Inmuebles de la AEA y el Anexo Resolución ENRE N° 207/95 (Carpeta de Prueba N°
7, ver pto. 3.5 fs. 26): a) El tipo de canalización para los conductores, debería haber
sido realizado en su totalidad, con cañerías embutidas o a la vista, o bien bandejas
portacables; b) Las uniones de los conductores por retorcido de hebras son
admitidas hasta secciones de 2,5 mm., en tanto que para secciones mayores las
uniones deben ser realizadas mediante el uso apropiado de borneras, lo que no se
respetó en algunos sectores como se muestra en las fotografías del Lote N° 2 y
partes del conductor del Lote N° 1; c) No se utilizaron interruptores con apertura por
corriente diferencial de fuga con corte de neutro en la totalidad de la carga del
tablero principal ...; d) En el área frente al tablero seccional no existía un espacio
libre, además que se violaba la reglamentación que prohíbe almacenar ningún tipo
de combustible ni material de fácil inflamabilidad. En este aspecto vemos la flagrante
violación a esta reglamentación haciendo remisón a lo dicho respecto a las
substancias inflamables allí depositadas y los gases que habitualmente existían en
el ambiente del depósito. Tablero Seccional N° 2: Como ya se adelantara supra
(ver coincidencias), la disidencia es parcial en relación a esta conclusión y
consideramos que su contestación ha sido debidamente brindada en el punto
precedente. Campos a toda costa, trata de desvirtuar el hecho de que ambos
tableros (Seccional n° 1 y n° 2), guarden similitud en su conformación, ya que
reconocerlo sería lisa y llanamente admitir que la iniciación del fuego tuvo origen en
el tablero seccional n° 1 como lo demuestra el ensayo practicado por los técnicos
oficiales (Carpeta de Prueba N
° 7, fs. 16). Como colofón de lo dicho en cuanto a
las dicidencias destacadas respecto a las conclusiones del Ing. César Campos, se
advierte que su parcialidad se hace patente siendo entendible atento a que su
actuación es producto de la concreción de un contrato de prestación de servicio
asumido con la parte querellante (Consejo Deliberante), quien –como ya se
adelantara- de acuerdo con el resultado de las actuaciones puede asumir
responsabilidad civil ante el suceso de autos, por lo que todo aquello que pueda
abrir las puertas a su responsabilidad civil tratará de ser desvirtuado como ocurrió en
el informe del citado profesional.
J. TESTIMONIOS QUE APUNTAN A LA INTENCIONALIDAD DEL
INCENDIO:
1. Entre las declaraciones colectadas por la Comisión Investigadora
designada por el Concejo Deliberante, existen quienes plantean la sospecha de que
el incendio habría sido provocado intencionalmente. Concretamente a algunos les
llama la atención actitudes del Concejal Guillermo Kraisman así como personas de
su entorno (punteros políticos), días previos a que ocurriera el incendio. Las
sospechas, estribarían, en que la semana previa al hecho de la oficina de este
Concejal
habrían retirado gran cantidad de papeles, biblioratos, cajas etc, a tal
punto que parecía una mudanza, personas inclusive desconocidas, que acudían a
su oficina n° 6; el hecho que se retiraba habitualmente tarde, violando lo establecido
en un memorandum del Concejo que exigía el retiro –como máximo- a las 21:00 hs.
.(cfr. Mirta Gladys Angulo, Luciana Fernández, María Valeria Koeter, Luis Armando
Gardei, José Ovidio Navarro y Juan Alberto Dagatti, (4° Cuerpo, fs. 654, 665, 668,
659, 669 y 674 respectivamente). Respecto a estas manifestaciones, como ya se
expresara supra en
puntos anteriores, el Suscripto no las considera
vinculadas con la producción del incendio, ya que a esta altura de la
investigación se tiene certeza que el incendio se inició en el tablero secciona
n° 1, por fallas eléctricas (cortocircuito en la bornera del motor n° 1, a raíz de la
ruptura de su placa). Asimismo, véase que a la par la Comisión recepcionó otros
testimonios de personas que desempeñan tareas en el Consejo, como Armando
Benavidez –personal de maestranza- y Carmen Guevara, quienes son contestes en
señalar que había otros concejales que hacían lo mismo (retirarse tarde). Benavides
destaca que el
concejal Fernández
se quedaba hasta las 23:00 hs.,
ya que
realizaba reuniones los días miércoles, ocurriendo otro tanto con Kraisman, quien
algunas veces se hacía presente a las 21:00 hs., era muy relativo en sus horarios,
no respetando el memorando que establecía que no se podía quedar nadie más de
las 21:00 hs., aclarando que la noche previa al incendio en la que estuvo de
guardia, no recuerda haber visto a nadie en el Concejo (fs. 685). Carmen
Guevara hace lo propio nombrando entre los concejales que se quedaban hasta
tarde, al Concejal Berrotarán, el Sr. Hack, Kraisman, y del bloque Radical a veces
(fs.688). Es decir, que no solo Kraisman era quien no acataba el citado
memorandum. En relación a la testigo Angulo, debe decirse que la comprenden las
generales de la ley, ya que ella expresa que había tenido un entredicho con
Kraisman por lo tanto ni siquiera la dirigía la palabra. Justamente esta testigo es
quien –supuestamente sensibilizada- plantea la sospecha más puntual contra este
concejal cuando alude a que la noche previa al incendio, cuando Kraisman se
retiraba del Consejo manifestó a su colaborador Reartes “...que estaba invitado a un
asado con un gran fuego”, y dirigiéndose a Gardei le dice “ya nos vamos me voy a
comer un gran asado” (fs. 655), como si estas frases fueran el preanuncio de lo
posteriormente ocurrido el día jueves 13 de octubre. El Suscripto además de la
razón dada inicialmente, no advierte que de la manifestación señalada pueda
inferirse –ni siquiera como indicio- que Kraisman tuviese relación alguna con
el incendio. Por el contrario, merece destacarse una vez más, que Kraisman,
no fue quien autorizó a que en el depósito se guardaran substancias
inflamables como teener, solventes, pinturas., tampoco era quien resultaba el
responsable que personal de mantenimiento luego de realizar su tarea dejara
estopas impregnadas con teener en la puerta del depósito, al igual que botellas
de gaseosas con teener abiertas, las que obviamente al evaporarse, hacían
desagradable el estar allí respirando dichos gases con el consabido peligro
que ello acarreaba, más aún, cuando era evidente que el sistema eléctrico
estaba desbordado saltando todos los días, en más de una vez, las llaves
térmicas. A los fines de evitar reiteraciones innecesarias me remito a lo dicho en los
puntos C y E. No resulta ocioso destacar aquí que conforme la Carpeta de Prueba
N° 8, en la que consta la publicación del matutino local “La Voz Del Interior”, de
fecha 14-10-05, en la sección “Sucesos” de la página 21-A,
entre autoridades
políticas consultadas el día del incendio, figura el Concejal Guillermo Kraisman quien
textualmente destacó “Veníamos advirtiendo en el Concejo que un siniestro
como éste podía ocurrir. Y ocurrió", en tanto que el Presidente de la UCR., Carlos
Becerra en forma coincidente se expresó: “Denunciamos el autismo del Gobierno
municipal que puso en riesgo a tantos cordobeses en el edificio Garden”.
Se ha dejado para el último el análisis de las declaraciones del taxista Aldo
Raúl Fernández quien compareció en forma espontánea y voluntaria ante la
Comisión Investigadora designada por el Concejo Deliberante. De sus dichos – en
síntesis- surge que un par de días antes tuvo la oportunidad de conducir a 3
pasajeros –en apariencia sospechosos- los que durante el trayecto, si bien hablaban
en forma codificada, dieron pistas de que por encargo previo remuneración
generarían un incendio en el Garden Shoppin, mediante alcohol de fuego sin dejar
ningún rastro o huella (4° Cuerpo, fs. 689, 690691). Es de opinión el Suscripto,
que a las mismas no corresponde darles crédito alguno. Damos razones: En
primer lugar, se repite lo dicho supra en cuanto a la certeza arribada respecto a que
el incendio tuvo su origen a raíz de fallas eléctricas dejando de lado la
intencionalidad. En segundo lugar, la negativa a darles crédito a estas
manifestaciones resulta de efectuar su análisis bajo la lupa de la sana crítica racional
(CPP. 193). Efectivamente, choca con la experiencia común, la psicología y la
lógica, el aceptar que personas confirmen, sueltos de cuerpo, en el interior de
un taxi manejado por un desconocido, llevar a cabo una empresa delictiva con
los detalles que acto seguido se destacarán, pues, toda vez que ellos bastaban
para que el taxista –si procedía como un hombre mínimamente responsable en
un sistema democrático- hubiese abortado su plan acudiendo inmediatamente
a la autoridad policial dando cuenta de lo escuchado. En cuanto a que
hablaban en código, resultan contradictorios los dichos del testigo, pues,
reconoce que en oportunidad de pasar frente al edificio del Garden Shopping
efectuaron manifestaciones tales como “...todo lo que será esto mañana no ...
todo lo que se quema no se construye rápido, no quedan huellas” ... “ ya está
todo arreglado, no te hagás problema, el trabajo hay que hacerlo”, sumado a
la exhibición de la suma de 40 billetes de $100 alojados en una billletera. ,
“...bueno si está todo seguro y no hay ningún tipo de problemas el trabajo
contálo (sic) con nosotros, pero te pido que me des ahora algo de plata” ...
“todo lo que se empieza con alcohol de fuego no deja rastros...” (4° Cuerpo,
fs. 689 y 690). Lejos de hablar en código destacaron dónde iba a ser el lugar en
el que desarrollaran su cometido delictivo, (Garden Shopping), así como la
conducta criminosa a realizar, esto es ocasionar un incendio
mediante la
utilización de “alcohol de fuego”, para que no se dejaran huellas y el monto
pactado para llevar adelante la operación ($4.000) (40 billetes de $ 100).
Asimismo, uno se pregunta cómo pudo el testigo Martínez dar una
aproximación de que en la billetera había como 40 billetes de $100, máximo
que dicha exhibición fue rápida efectuada desde quien iba adelante hacia los
que iban atrás, y él se hallaba en la necesidad de prestar atención a la
conducción del taxi. Pero lo que llama más la atención, es que habiendo
tomado conocimiento de lo narrado y diciéndose conocido del Concejal
Berrotarán, se haya quedado tan solo con la intención de hablarlo (ya que
conocía el número de su celular) no logrando su cometido por el sólo hecho
de que la casilla de mensajes de Berrotarán estaba llena (fs. 691 “in fine”). La
pregunta del millón es: ¿acaso no atinó a recurrir a la autoridad policial para
ponerla en alerta de algo de tamaña importancia?. El suscripto se queda sin
contestación lógica ante este interrogante, a más de las críticas ya señaladas
supra. Finalmente, porqué recién con fecha 17-03-06, se presenta ante la
Comisión Investigadora del Concejo, para transmitir o brindar estos datos,
habiendo transcurrido cinco meses desde que tuvo conocimiento de ellos.
¿Porqué no lo hizo en forma inmediata –aún luego del incendio- ante la
autoridad policial o judicial, ya que era “vox populi” el inicio de las
investigaciones al efecto de averiguar la verdad de lo sucedido? Nuevamente
el Suscripto se queda sin respuesta para explicar tamaña incongruencia en su
proceder, ya que su manifestación de que puso en conocimiento de lo ocurrido
al Concejal Berrotarán aconteció cuando éste ya formaba la Comisión
investigadora. Por lo expuesto, carecen del mínimo asidero sus dichos.
K: CONCLUSIONES FINALES: De conformidad a las conclusiones a que se
han ido arribando supra, sobre puntos esenciales de la presente investigación, el
Suscripto está en condiciones de afirmar que cuenta con al estado intelectual de
certeza requerido por la ley adjetiva local (CPP., art. 334), para ordenar el archivo de
las presentes actuaciones, toda vez,
que el hecho investigado (incendio en el
Garden Shpping) no encuadra en figura penal, habiendo sido producto de un caso
fortuito.
Efectivamente, se dice caso fortuito ya que el cortocircuito producido en la
bornera del motor n° 1, correspondiente al equipo forzador de aire ubicado en el
segundo piso donde funcionaba el Concejo Deliberante, lo fue producto de una
fisura o ruptura de su plaqueta, la que se originó como consecuencia de las
vibraciones sufridas por no estar debidamente instalado el equipo forzador de aire
compuesto por su motor y ventilador. Se constató por parte de los técnicos oficiales,
la falta de antivibradores, o tacos de goma o amortiguadores, en abierta
contradicción con las exigencias técnicas aconsejadas para su instalación por parte
del fabricante.
A su vez, este cortocircuito cuya fotografía quedó estampada en la tapa de la
bornera aludida, fue lo que generó una alta temperatura en los conductores
(aproximadamente de 900° C), que le suministraban electricidad al motor n° 1 los
que a su vez provenían del tablero seccional n° 1 ubicado en el depósito del
segundo piso. De ello dan cuenta las esferillas (bolitas de cobre) formadas en
tramos de los citados conductores, producto estas, de la fundición del cobre, no
existiendo –científicamente- otra razón para que dichas esferillas se produjeran, ya
que la alta temperatura registrada producto del incendio, no causa ese efecto en los
conductores. Basta con observar los distintos tramos de cables secuestrados en el
lugar del incendio que conforman los distintos lotes , para confirmar lo aquí dicho.
Asimismo, las esferillas aludidas, son el testimonio, científicamente irrebatible, de
que desde el tablero seccional ubicado en el depósito, le estaba suministrando
energía eléctrica al citado motor, estando por ende encendido. A consecuencia de lo
dicho y por no haber saltado debidamente las llaves térmicas del tablero seccional
aludido, es que sus componentes sufrieron igual temperatura (900° C.), y atento a
que el contactor instalado en su base no respondía a las exigencias de las normas
IRAM 2378-1, hizo llama permanente en su parte plástica . Si bien –como se
destacó oportunamente- la conclusión de los técnicos oficiales respecto a esta
hipótesis fue avalada con un estado intelectual de una muy alta posibilidad, para el
Suscripto la misma alcanzó el rango de certeza, ya que resulta avalada por los
dichos de dos testigos que vieron que el fuego salía del tablero en cuestión y no de
otro lugar (Ricardo Rosendo Rodríguez y Luis Tomás Bordones), mereciendo ambos
plena credibilidad en sus dichos, ya que desde distintas perspectivas coincidieron en
la misma afirmación .
Ahora queda hacer referencia a si debe admitirse o no el hecho de que el
incendio se propagó en la forma que lo hizo por contar con la ayuda de acelerantes.
Como ya se expresara, se cuenta con prueba testimonial contundente para tener por
cierto que en el depósito existían, al momento del incendio, substancias acelerantes
como teener – entre otras más- en cantidad suficiente y sin la debida presurización,
de la que emanaban gases altamente inflamables los que, sin lugar a dudas,
colaboraron para que la llama que se había iniciado en el contactor, rápidamente
ganara el cielo raso convirtiéndose en algo imparable, siendo esta la razón del
porque resultó infructuoso el actuar de Juan Manuel Rúbeda y de Oscar Eduardo
Morán,
al
intentar
extinguirla
valiéndose
de
los
matafuegos
ubicados
en
proximidades del depósito.
V. En consecuencia de lo expuesto y normas legales citadas RESUELVO:
Ordenar el archivo de las presentes actuaciones atento a que el hecho investigado
no encuadra en figura penal. Notifíquese.
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