Roj: SAN 1349/2015 - ECLI:ES:AN:2015:1349 Id Cendoj: 28079230082015100194 Órgano: Audiencia Nacional. Sala de lo Contencioso Sede: Madrid Sección: 8 Nº de Recurso: 754/2012 Nº de Resolución: Procedimiento: PROCEDIMIENTO ORDINARIO Ponente: FERNANDO LUIS RUIZ PIÑEIRO Tipo de Resolución: Sentencia AUDIENCIANACIONAL Sala de lo Contencioso-Administrativo SECCIÓN OCTAVA Núm. de Recurso: 0000754 / 2012 Tipo de Recurso: PROCEDIMIENTO ORDINARIO Núm. Registro General: 07687/2012 Demandante: AXA SEGUROS GENERALES, S.A. DE SEGUROS Y REASEGUROS Y DE D. Anselmo Procurador: Dª. MAGDALENA CORNEJO BARRANCO Demandado: MINISTERIO DE FOMENTO Codemandado: DRAGADOS, S.A., Abogado Del Estado Ponente IImo. Sr.: D. FERNANDO LUIS RUIZ PIÑEIRO S E N T E N C I A Nº: IImo. Sr. Presidente: D. FERNANDO LUIS RUIZ PIÑEIRO Ilmos. Sres. Magistrados: Dª. MERCEDES PEDRAZ CALVO D. JOSÉ ALBERTO FERNÁNDEZ RODERA D. JUAN CARLOS FERNÁNDEZ DE AGUIRRE FERNÁNDEZ Dª. ANA ISABEL GÓMEZ GARCÍA Madrid, a nueve de abril de dos mil quince. VISTO por la Sección Octava de la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Audiencia Nacional el recurso contencioso administrativo nº 754/2012 promovido por la Procuradora de los Tribunales Dª. Magdalena Cornejo Barranco , en nombre y representación de AXA Seguros Generales, S.A. de Seguros y Reaseguros y de D. Anselmo , contra Resolución de la Secretaría General Técnica del Ministerio de Fomento, de 21 de septiembre de 2012, dictada por delegación del Ministro, desestimando la reclamación por responsabilidad patrimonial formulada por la parte recurrente. Al anterior se ha acumulado el recurso 785/12, seguido a instancia del Procurador de los Tribunales D. Ignacio Argos Linares, en nombre y representación de D. Fidel Pila Rivero, que actúa en representación de su hermana Dª. Clemencia , contra resolución de la misma fecha, desestimando la reclamación por responsabilidad patrimonial formulada por la parte recurrente. 1 Ha sido parte recurrida la Administración General del Estado, Ministerio de Fomento, representada por el Abogado del Estado. Se han personados como codemandados Dragados, S.A. , representada por el Procurador de los Tribunales D. Florencio Aráez Martínez y Electronic Trafic, S.A. , representada por el Procurador de los Tribunales D. Raúl Martínez Ostenero . ANTECEDENTES DE HECHO PRIMERO.- Frente a la resolución indicada, la parte recurrente interpuso recurso contencioso administrativo, el cual fue admitido, reclamado el expediente a la Administración y siguiendo los trámites legales, se emplazó a la parte recurrente para la formalización de la demanda. Dª. Clemencia terminó suplicando a la Sala la estimación del recurso, condenando a la administración demandada al abono de la cantidad de 908.584 euros, más los intereses correspondientes e imposición de costas a la administración. Axa y D. Anselmo terminaron suplicando a la Sala la estimación del recurso, solicitando una indemnización por importe de 272.888 euros para la primera y de 83.999,23 euros para el segundo, más los intereses legales correspondientes. SEGUNDO.- Emplazado el Abogado del Estado para que contestara a la demanda, así lo hizo en escrito en el que, tras expresar los hechos y fundamentos de derecho que estimó convenientes, terminó solicitando que se dictara una sentencia desestimatoria del recurso y, caso de estimarse el mismo, se fije la indemnización en un 10% de la cantidad reclamada, rechazando la valoración efectuada por la parte actora, con imposición de costas a la parte recurrente. Dragados, S.A. contestó a las demandas, oponiéndose a las mismas, alegando falta de legitimación de Axa al no haber aportado la póliza de seguro e instando la desestimación de la demanda e improcedencia de las cantidades reclamadas, con imposición de costas a la parte actora. Electronic Trafic, S.A. contestó a las demandas, oponiéndose a las mismas, alegando falta de legitimación de Axa al no haber aportado la póliza de seguro e instando la desestimación de la demanda y oponiéndose a la cuantía recamada, con imposición de costas a la parte actora. Ambas codemandadas alegaron la falta de legitimación pasiva de las mismas, al ir dirigida la acción contra el Ministerio de Fomento. TERCERO.- Se practicaron las pruebas solicitadas que fueron admitidas por la Sala y se concedió plazo para que las partes pudieran formular escrito de conclusiones, lo que verificaron por su orden. Las actuaciones quedaron pendientes de señalamiento para votación y fallo, la cual tuvo lugar el día 11 de marzo de 2015. CUARTO.- La cuantía de este recurso es el de las cantidades reclamadas, superando la fijada para el recurso de casación. Ha sido Ponente el Ilmo. Sr. Magistrado D. FERNANDO LUIS RUIZ PIÑEIRO , quien expresa el parecer de la Sala. FUNDAMENTOS DE DERECHO PRIMERO.- No existe controversia en cuanto a la forma de producción del accidente: el día 22 de agosto de 2010, D. Anselmo circulaba por la carretera N-611 conduciendo la motocicleta de su propiedad BMW 1200GS, matrícula ....-YVG , cuando sobre las 21'30 horas, en el término Municipal de Campoo de En medio (Partido Judicial de Reinosa) en el punto kilométrico 142,200 irrumpió en la calzada un jabalí de gran tamaño, proveniente del margen derecho, no pudiendo evitar la colisión con el indicado animal. En la motocicleta viajaba de acompañante D. Clemencia que sufrió importantes lesiones, que determinaron la declaración de Invalidez Permanente Absoluta en grado de Gran Invalidez, con minusvalía del 81%. El tramo en que se produce el accidente es recto con pendiente ascendente, firme de aglomerado asfáltico que se encontraba en buenas condiciones y con doble carril en el sentido de la circulación, al tener carril de tráfico lento. La motocicleta circulaba por el carril izquierdo de los dos en el mismo sentido, saliendo el animal desde la derecha y atravesando ambos carriles. No existe huella de frenada, ni de derrape. En el atestado instruido al efecto (folio 85 y siguientes) se recoge que la vía por la que se circulaba tenía limitación de velocidad a 100 Km/h, existía señal vertical de peligro subida con fuerte pendiente (P.16b) y de paso de uno a dos carriles. No existía otra señalización. En el margen derecho se encuentra la Reserva 2 Regional del Saja y en el izquierdo el Coto S-10163, del Club Deportivo Básico Anjanes. Se refleja que el animal salvaje cruza la calzada de derecha a izquierda siendo atropellado con la rueda anterior haciendo que la motocicleta caiga al suelo y con ella sus ocupantes. Y se refleja como causa principal o eficiente "irrumpir animal salvaje en la calzada". SEGUNDO.- El concepto de responsabilidad patrimonial de la Administración, consagrado en el art. 106.2 de la Constitución Española y desarrollado por la Ley 30/92, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común, en la configuración que de esta figura ha ido construyendo la jurisprudencia, viene exigiendo para que resulte viable la reclamación de responsabilidad patrimonial de las Administraciones públicas, que el particular sufra una lesión en sus bienes o derechos que no tenga obligación de soportar y que sea real, concreta y susceptible de evaluación económica; que la lesión sea imputable a la Administración y consecuencia del funcionamiento normal o anormal de los servicios públicos y que, por tanto, exista una relación de causa-efecto entre el funcionamiento del servicio y la lesión, sin que ésta sea producida por fuerza mayor ( STS de 20/06/06 ). La naturaleza de responsabilidad objetiva impone que no sólo no es menester demostrar, para exigir aquella responsabilidad, que los titulares o gestores de la actividad administrativa que ha generado un daño han actuado con dolo o culpa, sino que ni siquiera es necesario probar que el servicio público se ha desenvuelto de manera anómala, pues los preceptos constitucionales y legales que componen el régimen jurídico aplicable extienden la obligación de indemnizar a los casos de funcionamiento normal de los servicios públicos. Debe, pues, concluirse que para que el daño concreto producido por el funcionamiento del servicio a uno o varios particulares sea antijurídico basta con que el riesgo inherente a su utilización haya rebasado los límites impuestos por los estándares de seguridad exigibles conforme a la conciencia social. No existirá entonces deber alguno del perjudicado de soportar el menoscabo y, consiguientemente, la obligación de resarcir el daño o perjuicio causado por la actividad administrativa será imputable a la Administración. Es sabido que la responsabilidad de las Administraciones públicas, en nuestro ordenamiento jurídico, tiene su base no solo en el principio genérico de la tutela efectiva que en el ejercicio de los derechos e intereses legítimos reconoce el art. 24 de la Constitución , sino también, de modo específico, en el art. 106.2 de la propia Constitución al disponer que los particulares, en los términos establecidos por la Ley, tendrán derecho a ser indemnizados por toda lesión que sufran en cualesquiera de sus bienes y derechos, salvo los casos de fuerza mayor, siempre que sea consecuencia del funcionamiento de los servicios públicos; en el artículo 139, apartados 1 y 2 de la Ley de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común , y en los artículos 121 y 122 de la Ley de Expropiación Forzosa , que determinan el derecho de los particulares a ser indemnizados por el Estado de toda lesión que sufran siempre que sea consecuencia del funcionamiento normal o anormal de los servicios públicos, y el daño sea efectivo, evaluable económicamente e individualizado, habiéndose precisado en reiteradísima jurisprudencia que para apreciar la existencia de responsabilidad patrimonial de la Administración son precisos los siguientes requisitos: a) La efectiva realidad del daño o perjuicio, evaluable económicamente e individualizado en relación a una persona o grupo de personas. b) Que el daño o lesión patrimonial sufrida por el reclamante sea consecuencia del funcionamiento normal o anormal -es indiferente la calificación- de los servicios públicos, en una relación directa e inmediata y exclusiva de causa a efecto, sin intervención de elementos extraños que pudieran influir, alterando el nexo causal. c) Ausencia de fuerza mayor. d) Que el reclamante no tenga el deber jurídico de soportar el daño causado. En este sentido, haciéndose eco de una pacífica y consolidad doctrina jurisprudencial, la STS de 10/10/07 recuerda: « (...) Es cierto que la principal característica de la responsabilidad patrimonial es su carácter directo y objetivo, en el doble sentido de que la reclamación se formula frente a la Administración actuante sin necesidad de concretar al funcionario causante del daño, y de que la responsabilidad, y por tanto la obligación de indemnización, nace sin necesidad de que exista culpa, ni siquiera ilicitud o anormal funcionamiento de la Administración, pero ello tampoco convierte, a través de esta institución, a la Administración en una aseguradora universal de cualquier daño que sufran los particulares. La Jurisprudencia del Tribunal Supremo, así lo ha reiterado, por todas sentencia de 7 de febrero de 1.998 , 10 de febrero de 2.001 y 26 de febrero de 2.002 , al afirmar que: "para que nazca la responsabilidad patrimonial de la Administración, y que ahora 3 contempla expresamente el artículo 141.1 de la Ley de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo común , redactado por Ley 4/1999, de 13 de enero, al disponer que "sólo serán indemnizables las lesiones producidas al particular provenientes de daños que éste no tenga el deber jurídico de soportar de acuerdo con la Ley..."; es necesario que el daño sea antijurídico al no existir deber de soportarlo pues lo contrario convertiría a las Administraciones Públicas en aseguradoras universales de todos los riesgos sociales, lo que no resulta acorde con el significado de la responsabilidad extracontractual aunque sea objetiva o por el resultado, como declaró esta Sala, entre otras, en su Sentencia de 7 de febrero de 1.998 (recurso de casación 6282/93 , fundamento jurídico tercero).» TERCERO.- No podemos atender la alegación que se efectúa en cuanto a la falta de legitimación activa de Axa, por una doble circunstancia: por un lado, por cuanto no se ha discutido la misma por la administración demandada, que expresamente la reconoce; y, por otro lado, por cuanto se ha aportado a autos copia de la póliza concertada, lo que despeja el planteamiento de dicha causa. En cuanto a la alegada falta de legitimación pasiva, se centra en la falta de responsabilidad de las empresas encargadas de la conservación y mantenimiento de la vía, lo que entendemos no tiene trascendencia en el presente supuesto pues dicha responsabilidad no constituye objeto del mismo, pues la acción se dirige contra la administración y no contra las empresas que constituyen la UTE, que actúan como codemandadas al haber sido de su interés la personación en autos. Conforme a la Disposición Adicional 9ª de la Ley de Tráfico , la administración titular de la vía puede ser responsable de un accidente si éste se produce "como consecuencia de su responsabilidad en el estado de conservación de la misma y en su señalización". Por su parte, el Reglamento General de Circulación, aprobado por Real Decreto 1428/2003, de 21 de noviembre, establece en su artículo 139.1: <<Corresponde al titular de la vía la responsabilidad de su mantenimiento en las mejores condiciones posibles de seguridad para la circulación y la instalación y conservación en ella de las adecuadas señales y marcas viales>>. Y el artículo 149.1 establece: <<Las señales de advertencia de peligro tienen por objeto indicar a los usuarios de la vía la proximidad y la naturaleza de un peligro difícil de ser percibido a tiempo, con objeto de que se cumplan las normas de comportamiento que, en cada caso, sean procedentes>>. Y concretamente la señal "P-24, Paso de animales en libertad. Peligro por la proximidad de un lugar donde frecuentemente la vía puede ser atravesada por animales en libertad". El formato y características de dicha señal se recogen en la Instrucción del MOPU 8.1.IC, actualizada en la Instrucción de Carreteras del Ministerio de Fomento Norma 8.1-IC. Se trata de una señal de advertencia de peligro y se dispone: "7.11.2 Presencia de animales sueltos. La posible presencia de animales sueltos (al atravesar la carretera cotos, reservas, parques nacionales, etc.) se advertirá mediante la señal P-24, complementada, en su caso, por un panel indicativo de la longitud afectada (apartado 2.2.4)". La indicada norma "se refiere a la señalización vertical de la Red de Carreteras del Estado". Ya hemos señalado que en la vía donde se produce el accidente no existía la señal P-24, ni ninguna otra que avisara de la posibilidad de la existencia de animales sueltos. No resulta controvertido en autos que la N-611, en el tramo donde se produce el accidente, linda con la Reserva Regional de Saja y con el Coto Privado de Caza Club Deportivo Básico Los Anjanes, S-10.163, que afirma la parte actora -y no resulta desvirtuadoque tienen -ambos- aprovechamiento para la caza mayor. Entendemos que lo expuesto establece con suficiencia la relación de causalidad entre la prestación del servicio y los daños sufridos por los recurrentes, por lo que procede la estimación del recurso en este extremo, debiendo declararse la responsabilidad de la administración demandada. Y a ello no es obstáculo que en el informe de ARENA (folio 78) se refleje en el apartado 46 "señalización de peligro: innecesaria (no hay peligro)", pues ya hemos reflejado que las circunstancias del tramo concreto exigían la señal P-24 ya citada. CUARTO.- La reclamación que efectúa D. Anselmo asciende a la cantidad de 83.999,23 euros por daños personales, materiales y morales; la compañía de seguros reclama 272.888 euros por los gastos satisfechos como consecuencia del accidente; y Dª Clemencia la cantidad de 904.584 euros por los daños personales y secuelas, así como incapacidad sufrida, gastos diversos y daños morales. La Abogacía del Estado no se opone de forma concreta y pormenorizada a las referidas cantidades, sino que considera que la indemnización debería ascender, en todo caso, al 10% de lo reclamado por la existencia de una señal de peligro. Pero dicha señal no se refleja en el atestado que, como hemos señalado, sólo se refiere a la señal vertical de peligro subida con fuerte pendiente (P.16b) y de paso de uno a dos carriles, es decir, entendemos que la señal referida no permite disminuir la responsabilidad en la forma que se reclama, 4 pues el peligro específico no se encontraba señalizado. No procede aminorar la indemnización en los términos solicitados por la administración demandada. En cuanto a la cuantía de la indemnización, además y también de forma subsidiaria, la Abogacía del Estado se opone a la misma en el exclusivo sentido de que no se ajusta a los baremos establecidos por resolución de 2011, respecto del sistema de valoración de los daños y perjuicios causados en accidentes de circulación. Sí se oponen de forma pormenorizada las codemandadas. Debemos examinar las cantidades concretas objeto de reclamación. Para ello tomamos en consideración, de forma especial, el informe elaborado por D. Aurelio , que nos parece -conforme a las reglas de la sana crítica- más ajustado globalmente que los informes de parte y el judicial, que también consideramos, si bien debemos resaltar la dificultad de fijación en el presente supuesto y la lógica de las diferencias que existen entre dichos informes. Es decir, la Sala valora conjuntamente todos los informes obrantes en las actuaciones, tanto el de D. Aurelio , como los efectuados por D. Geronimo y D. Segismundo , aparte del referido a daños materiales de D. Hugo . Así, en cuanto a la reclamación efectuada por D. Anselmo , consideramos que debe establecerse 6 días hospitalarios pues contamos el de ingreso y el de salida, 46 impeditivos y 64 no impeditivos, otorgando 2 puntos por secuela psicofuncional y otros 2 puntos por perjuicio estético, lo que supone un total de 7.304,96 euros. En lo que respecta a los daños de la motocicleta y de las prendas de vestir, siguiendo el criterio de la codemandada, nos parece más ajustado el informe del perito Sr. Hugo que estableció la cantidad de 14.901,07 euros. En el que respecta al daño moral, el recurrente lo cifra en 50.000 euros, careciendo esta Sala de elementos de juicio decisivos para dicha valoración, si bien entendemos que debe estimarse la pretensión modulando dicho daño moral, en función de las concretas circunstancias del actor, en la cantidad de 20.000 euros. Por ello, concluimos que la indemnización a D. Anselmo debe ascender a la cuantía de 42.206,03 euros. En cuanto a la reclamación efectuada por AXA, que asciende a 272.888 euros, se formula oposición al entender que dichos gastos se realizan en centros sanitarios privados. Pero dicha oposición no podemos atenderla, pues lo cierto es que dicha compañía aseguradora ha acreditado suficientemente los gastos que ha tenido que afrontar como consecuencia del accidente, sin que pueda ser obstáculo a ello el carácter público o privado de la atención prestada, derivada de la póliza suscrita. Por ello, entendemos que procede establecer la indemnización a favor de AXA en la cantidad reclamada de 272.888 euros. En cuanto a la reclamación de Dª. Clemencia también consideramos sustancialmente el informe de D. Aurelio , por lo que establecemos la valoración de las secuelas y lesiones en la cantidad de 460.556,68 euros. Coincidimos con la codemandada en el sentido de que el factor de corrección solo procede respecto a las secuelas fisiológicas. También consideramos que los daños morales, considerando el exceso de 90 puntos, no es procedente, pues el cálculo correcto no llega a dicha cantidad aunque se sitúe en sus cercanías, por lo que no cabe otorgar daños morales complementarios. La reclamación que se efectúa por necesidad de ayuda de tercera persona, se sitúa en el máximo posible, pero dicha cantidad debe moderarse, al no encontrarnos en el extremo posible -tal y como señala la codemandada- de estado de coma vigil o vegetativo crónico. A juicio de la sala y dadas las circunstancias de la citada recurrente, consideramos que la cantidad a otorgar es la de 290.000 euros, teniendo en cuenta el grado de incapacidad reconocido. Además se reclaman 136.058,13 euros por perjuicios morales a familiares, concepto indemnizatorio que no estimamos debidamente justificado, máxime si tenemos en cuenta que otorgamos indemnización por los daños morales al otro actor. Por lo demás, no se aportan facturas originales de determinados gastos ni aparecen justificados los que se reclaman por gasolina y los que se amparan en óptica, farmacia y asistencias médicas, consideramos no están suficientemente justificados y podemos considerarlos incluidos en la reclamación de la aseguradora, pues no están suficientemente diferenciados y su necesidad debería estar cubierta por la póliza. La indemnización a Dª. Clemencia asciende a la cantidad de 750.556,68 euros. En cuanto a los intereses que se reclaman, la parte actora -Sra. Clemencia - no hace expresa cita de los mismos en la demanda ni en conclusiones, por lo que entendemos que dichos intereses proceden desde 5 la interposición del recurso. En cuanto al actor Sr. Anselmo y compañía de seguros reclaman los intereses desde la fecha del accidente, lo que entendemos tampoco procede, debiendo fijarse los mismos desde la reclamación efectuada en vía administrativa. QUINTO.- En virtud de lo dispuesto en el artículo 139 LRLCA, al proceder la estimación parcial de la demanda, no procede efectuar pronunciamiento impositivo de las costas causadas. VISTOS los preceptos citados y demás de general y pertinente aplicación, FALLAMOS PRIMERO.- Estimar parcialmente el recurso contencioso administrativo promovido por la Procuradora de los Tribunales Dª. Magdalena Cornejo Barranco , en nombre y representación de AXA Seguros Generales, S.A. de Seguros y Reaseguros y de D. Anselmo , contra Resolución de la Secretaría General Técnica del Ministerio de Fomento, de 21 de septiembre de 2012, dictada por delegación del Ministro, desestimando la reclamación por responsabilidad patrimonial formulada por la parte recurrente y por el Procurador de los Tribunales D. Ignacio Argos Linares, en nombre y representación de D. Fidel Pila Rivero, que actúa en representación de su hermana Dª. Clemencia , contra resolución de la misma fecha, desestimando la reclamación por responsabilidad patrimonial formulada por la parte recurrente, por su disconformidad a derecho. SEGUNDO.- Condenar a la administración a abonar a D. Anselmo la cantidad de 42.206,03 euros; a AXA Seguros Generales, S.A. de Seguros y Reaseguros la cantidad de 272.888 euros; y a Dª. Clemencia la cantidad de 750.556,68 euros. Más los intereses legales correspondientes en los términos reflejados en el fundamento cuarto de esta resolución. TERCERO.- No efectuar pronunciamiento en costas. Así por esta nuestra sentencia, que se notificará a las partes haciéndoles saber que contra la misma cabe interponer recurso de casación ante la Sala Tercera del Tribunal Supremo, con arreglo a lo dispuesto en el artículo 89 y concordantes LRJCA , lo pronunciamos, mandamos y firmamos. 6