San Salvador, a las doce horas con cincuenta y cinco minut

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81-2009
Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia: San Salvador, a las doce
horas con cincuenta y cinco minutos del día catorce de mayo de dos mil diez.
El presente proceso de hábeas corpus fue iniciado por el licenciado Antonio
Armando Rivera Bolaños a favor del señor Félix Ervin Santos De Paz, condenado por el
delito de homicidio simple, contra providencias del Tribunal Cuarto de Sentencia.
Analizado el proceso y considerando:
I.- El pretensor alegó que el señor Santos De Paz fue condenado por el delito de
homicidio simple a la pena de diez años de prisión, “…PERO DESPUÉS QUE YA HABÍA
SIDO PROCESADO ANTES EN OTRO TRIBUNAL POR ESE MISMO DELITO Y EN
CUYA OPORTUNIDAD LA CAUSA FUE DECLARADA FENECIDA POR NULIDAD
ABSOLUTA (…) mi patrocinado es enjuiciado por una segunda vez por la misma causa en
diciembre de dos mil tres con la misma carga probatoria en otro tribunal, configurando así
una evidente violación al principio Nom bis in idem (…) Además de ello, porque la fiscal
del caso (…) sin hacer uso de los recursos que la misma ley le franqueaba, reabrió la causa
en otros tribunales distintos al Juzgado Segundo de Instrucción de Soyapango, que ya había
declarado fenecimiento por nulidad absoluta del proceso, o sea (…) violación al Art. 17 Cn.
[Constitución] en cuanto a reabrir un juicio fenecido…” (sic).
II.- Se procedió a nombrar al favorecido Juez Ejecutor, cargo ejercido por la
licenciada Xiomara Jeanette Grande Alvarenga, quien en su informe concluyó que luego de
la revisión del proceso penal existe un doble juzgamiento en contra del favorecido ya que
“…se reabrió la misma causa y es enjuiciado por segunda vez en otro tribunal…”, y por
tanto, “…debe declararse el proceso Inconstitucional por vulneraciones a sus derechos que
se le han hecho como imputado y así mismo que se decrete la inmediata Libertad” (sic).
III.- Advierte este Tribunal que en el proceso penal seguido en contra del
favorecido, existe sentencia definitiva ejecutoriada, según consta al folio 128 del expediente
registrado bajo el número 87-2008; en atención a ello, de conformidad al criterio
jurisprudencial reiteradamente sostenido -v. gr. resolución de HC 146-2008 de fecha
4/09/2009-, se procedió a verificar si se cumplía con alguna de las excepciones que
posibilitan el conocimiento de fondo de lo argumentado; y ellas son: a) cuando durante la
tramitación del proceso se invocó el derecho constitucional; y b) cuando en el transcurso del
proceso no era posible la invocación del derecho constitucional violado.
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Al respecto, luego de haber verificado dicho proceso penal, esta Sala advierte que los
hechos alegados en el presente hábeas corpus fueron expuestos durante la tramitación del
proceso penal ante ciertas autoridades judiciales que intervinieron en dicho proceso, Juez
Primero de Paz de Soyapango y Cámara Tercera de lo Penal de la Primera Sección del
Centro. Asimismo, que las autoridades judiciales se pronunciaron en relación a lo argüido,
manifestando el primero, que procedía la presentación de un nuevo requerimiento en contra
del favorecido para no dejar impune delitos que se cometan –del folio 5 al 14; y la segunda,
que al ser la autopsia una prueba irreproducible no puede excluirse y además el
reconocimiento legal de cadáver es suficiente para establecer la existencia del delito –del
folio 17 al 19-. En otras palabras, ambas autoridades mantuvieron la situación que -a criterio
del peticionario- ocasiona un perjuicio constitucional en la esfera del ahora favorecido.
Por tanto, se ha comprobado la ocurrencia del primero de los supuestos que como
excepción habilitan el conocimiento de este Tribunal sobre el fondo de una cuestión pasada
en autoridad de cosa juzgada, ya que el licenciado Rivera Bolaños señaló dentro del proceso
la violación constitucional que alega. En consecuencia, la pretensión tiene las condiciones
de procedencia requeridas en el caso concreto.
IV.- En atención a lo planteado por el peticionario se hará una relación de la
jurisprudencia emitida por esta Sala sobre la prohibición de doble juzgamiento –non bis in
ídem- (1), los efectos de la declaratoria de nulidad (2), y la cosa juzgada (3).
1) En cuanto a la prohibición de doble juzgamiento esta Sala se ha pronunciado
señalando que tiene como objeto evitar la doble o múltiple persecución y a su vez
proporciona a la persona contra quien se siguió proceso penal, la seguridad jurídica de que
una vez dictado pronunciamiento definitivo no se volverá a enjuiciar por los mismos
motivos.
De tal forma, es importante hacer énfasis que para encontrarnos frente a un supuesto
de doble juzgamiento es preciso reunir ciertos requisitos: a) que se trate del mismo sujeto
activo; b) que sea la misma víctima; c) que se procese por el mismo delito; d) que se trate de
un proceso válido; y e) que haya recaído resolución de carácter definitivo –v. gr. resolución
de HC 67-2009 de fecha 15/03/2010-.
El principio de non bis in ídem o de prohibición de doble juzgamiento goza de
reconocimiento en el sistema jurídico salvadoreño a partir del artículo 11 de la Constitución,
el cual prescribe que “ninguna persona puede ser (…) enjuiciada dos veces por la misma
causa”; asimismo, en la legislación procesal penal se retoma esa garantía en el artículo 7 al
disponer que “Nadie será perseguido penalmente más de una vez por el mismo hecho…”.
Adicionalmente, se encuentra contenido en el artículo 14.7 del Pacto Internacional de
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Derechos Civiles y Políticos y 8.4 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos
que señalan la imposibilidad de ser juzgado por los mismos hechos sobre los que exista ya
sentencia firme.
Así, el enjuiciamiento al que alude la Constitución –para los efectos de la pretensión
en análisis- se refiere a la persecución penal por sí, de manera que lo esencial es la
existencia de un acto de autoridad mediante el cual se señale a la persona como autora o
partícipe en una infracción penal y que tienda a someterla a un proceso. Por tanto, la doble
persecución ocurre cuando se inicia un nuevo proceso habiendo otro ya concluido; pero
también cuando se desenvuelve una persecución penal idéntica a la que se quiere intentar.
De tal forma, puede sostenerse que la finalidad de la categoría constitucional en
mención es resguardar a las personas de las restricciones que provoca un nuevo proceso
penal, cuando otro sobre el mismo objeto está en trámite o bien haya sido agotado.
Para que opere la prohibición de doble juzgamiento, es necesario definir si, a partir
de los actos de autoridad realizados en cada caso concreto, puede concluirse que se ha dado
la tramitación de un proceso cuyo objeto ha sido dirimido en otro proceso ya concluido, o
bien, la sustanciación simultánea de procesos con objeto idéntico.
Por consiguiente, si un proceso ha concluido por una resolución que no decide sobre
el fondo, señalando causas que imposibiliten proseguirlo, cuando hayan desaparecido tales
obstáculos procesales, es posible iniciar un segundo proceso, sin que con ello se
contravenga el principio de non bis in ídem, pues el proceso original, por razones jurídicas,
previamente calificadas, perdería su validez, de manera que, ajustándose a las reglas
establecidas por ley, podría incoarse otro proceso –v. gr. resolución de HC 98-2007 de fecha
22/06/2009-.
2) En cuanto a la declaratoria de nulidad y sus efectos es preciso hacer mención, sin
ánimo de exhaustividad, que la misma se postula como el régimen de inexistencia exigido
por una disposición imperativa, en interés de salvaguardar los valores o principios que
consagra, de modo que elimina el valor o efecto jurídico de un acto por haberse realizado en
contravención a esa disposición imperativa o prohibitiva, denotando la eficacia normativa
de la disposición que pretende hacerse valer ante actos contrarios a ella.
En tal sentido, se puede decir que la nulidad se refiere a la exigencia de inexistencia;
por esa misma razón la nulidad tiene efectos retroactivos, pues en virtud de la inexistencia
del acto deben eliminarse desde el inicio también las consecuencias o efectos que generó, es
decir, pretende la desaparición de las consecuencias jurídicas ex tunc (desde el momento en
que se produjeron). –v. gr. sentencia de inconstitucionalidad 30-2001 del 16/07/2004-.
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3) Sobre la cosa juzgada, el artículo 17 de la Constitución señala que "Ningún
Órgano, funcionario o autoridad, podrá avocarse causas pendientes ni abrir juicios o
procedimientos fenecidos"; esta disposición consagra la obligación de respetar la figura de
la cosa juzgada, pues prohíbe la apertura de causas fenecidas, con el objeto de garantizar a
las partes dentro de un proceso que las resoluciones judiciales por medio de las cuales haya
finalizado el mismo y que hayan adquirido firmeza, no sean alteradas o modificadas por
actuaciones posteriores que se encuentren al margen de los causes legales previsto; lo cual
salvaguarda a su vez la seguridad jurídica, obligando a las autoridades que respeten y
queden vinculadas por las resoluciones que han pronunciado y adquirido firmeza .
Con esa perspectiva, la cosa juzgada puede entenderse desde dos sentidos, uno
formal y otro material, el primero supone firmeza de las decisiones jurisdiccionales, en
cuanto que en el proceso se produce la inimpugnabilidad de la resolución y la ejecutabilidad
de la misma; conforme al segundo, el objeto procesal no puede volver a ser investigado, ni
controvertido, ni propuesto en el mismo proceso, y en ningún otro posterior, siendo ésta la
regla general.
Se hace alusión a que esa es "la regla general", porque la cosa juzgada adquiere
ciertas particularidades, como en la materia penal en cuanto a la sentencia condenatoria,
pues respecto a ésta puede nuevamente discutirse el objeto del proceso, mediante la
"revisión", claro está siempre y cuando se cumplan los requisitos legales para ello.
Pero independientemente de tales matices, lo relevante es que, en términos
generales, la cosa juzgada supone como efecto positivo que lo declarado en sentencia firme
constituye una verdad jurídica, y como efecto negativo supone la imposibilidad de que se
produzca un nuevo pronunciamiento sobre el tema decidido; de ahí el impedimento de
reproducir el proceso con un mismo objeto y respecto a los mismos imputados procesados –
v. gr. resolución de HC 183-2006R de fecha 21/11/2007-.
V.- Expuestos los fundamentos jurídicos y jurisprudenciales base de esta resolución
es procedente pasar al estudio del caso concreto.
Mediante resolución emitida por esta Sala a las catorce horas del día veintinueve de
julio de dos mil nueve, para mejor proveer, se solicitaron los procesos penales instruidos en
contra del favorecido en el Juzgado Segundo de Instrucción de Soyapango (1) y el Tribunal
Cuarto de Sentencia (2), y así consta:
1) Resolución emitida por el Juzgado Segundo de Instrucción de Soyapango a las
catorce horas del día trece de agosto de dos mil tres, mediante la que resolvió:
“DECLARACE LA NULIDAD ABSOLUTA” (sic) del proceso “… ya que hay una clara
violación a los Arts. 1, 2, 3, 11, 12, 13, 14 Cn., Art. 223, 224, 225 Pr.Pn invalidando con
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ello una parte del proceso, y ordenando la reposición de las mismas a partir de la primera
entrevista que se recibió en sede policial (…) a la señora María Magdalena Rodas de
Ramos…”. Del folio 100 al 102.
Resolución emitida por la misma autoridad judicial a las once horas y treinta y cinco
minutos del día tres de septiembre de dos mil tres en la que señala que transcurrió el plazo
para recurrir de la nulidad absoluta decretada sin que se hubiese impugnado, por lo que se
levantaron las órdenes de captura libradas contra el señor Santos De Paz. Folio 103.
2) Requerimiento de fecha treinta y uno de octubre de dos mil tres, presentado por la
representación fiscal ante el Juzgado Primero de Paz de Soyapango, en el que se relaciona
que se ejerce la acción penal nuevamente en contra del favorecido debido a la nulidad
absoluta decretada previamente por el Juzgado Segundo de Instrucción de Soyapango, luego
de haber efectuado la reposición de las diligencias declaradas nulas. Del folio 1 al 3.
Sentencia definitiva dictada por el Tribunal Cuarto de Sentencia a las doce horas con
quince minutos del día cinco de mayo de dos mil ocho, en la que declaró culpable al señor
Félix Ervin Santos De Paz por el delito de homicidio simple y lo condenó a la pena de diez
años de prisión. Del folio 85 al 91.
VI.- Una vez relacionada la jurisprudencia de este Tribunal y los pasajes de los
procesos penales referidos a la pretensión planteada en el presente hábeas corpus,
corresponde analizar los argumentos expuestos por el solicitante, que pueden sintetizarse en
su inconformidad con la condena decretada en contra del favorecido, ya que previamente se
había decretado la nulidad absoluta del proceso penal iniciado en su contra, la que no fue
recurrida por la representación fiscal y por tanto adquirió firmeza, imposibilitándose el
ejercicio de una nueva acción penal por los mismos hechos.
Al respecto, se ha constatado que en el proceso penal instruido en el Juzgado
Segundo de Instrucción de Soyapango se decretó nulidad absoluta por inobservancia de
derechos constitucionales del favorecido en las diligencias iniciales de investigación, y por
ello se ordenó la reposición de dichas actuaciones. A partir de ello, el Ministerio Público
Fiscal presentó nuevamente requerimiento en contra del señor Santos De Paz luego de la
reposición de las diligencias declaradas nulas; y es a partir de este proceso penal que se
emitió la sentencia condenatoria en su contra por el delito de homicidio simple.
La prohibición de doble juzgamiento fue vulnerada en razón de lo reseñado en el
párrafo anterior, ya que, a criterio del peticionario, el proceso penal previamente había
finalizado producto de la nulidad absoluta decretada, decisión que no fue impugnada y por
tanto adquirió firmeza.
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Como se relacionó en el considerando III número 1 de la presente resolución, la
garantía de prohibición de doble juzgamiento plantea una serie de requisitos para su
configuración, entre ellos, la existencia de una resolución de carácter definitivo sobre la
pretensión planteada en el proceso.
Sobre este punto, debe decirse que la nulidad absoluta es una figura procesal
diseñada para expulsar actuaciones que tengan defectos sobre los que sea imposible su
subsanación, permitiendo que la pretensión planteada pueda continuarse siempre que tales
actuaciones se repongan de acuerdo a los parámetros legalmente establecidos. No se trata
pues de una decisión que se refiera al fondo de lo controvertido, es decir, para el caso del
proceso penal, sobre la existencia del delito y la participación del imputado en el mismo.
Entonces, una vez practicado nuevamente el acto inicialmente nulo y los relacionados con
él, es posible plantear nuevamente la pretensión sin que se incurra en violación a la garantía
contenida en el artículo 11 inciso 1º de la Constitución, dado que al no haber un
pronunciamiento sobre la pretensión en el proceso declarado nulo, superado el defecto que
provocó dicha declaratoria, es posible la iniciación de uno nuevo por los hechos atribuidos.
Además, al no ser el decreto de nulidad absoluta una decisión que se pronuncie como
resultado del análisis de los hechos atribuidos dentro del proceso penal a la persona
imputada, la firmeza que adquiere no le dota de la autoridad de cosa juzgada respecto de los
hechos y la imputación efectuada, sino únicamente en relación a que los vicios que
provocaron dicha nulidad son incontrovertibles y por tanto los actos que los contienen deben
ser repuestos.
En relación a la prohibición de abrir procesos fenecidos alegada, el solicitante
insistentemente señala que el proceso penal inicialmente instruido en el Juzgado Segundo de
Instrucción fue declarado fenecido con base en la nulidad absoluta identificada sobre actos
iniciales de investigación realizados para fundamentar la imputación en contra del
favorecido. De la lectura de tal resolución se logra verificar que la autoridad judicial decretó
dicha nulidad y ordenó la reposición de los actos que adolecían de vicios insubsanables. No
hay una declaración de finalización del proceso en los términos que el pretensor señala y
que pueda contrastarse con la garantía contenida en el inciso 1º del artículo 17 de la
Constitución.
El criterio jurisprudencial de esta Sala referido en líneas previas sobre este tema, está
determinado por el carácter definitivo de la decisión que se refiera a la pretensión planteada,
porque la cosa juzgada tiene por objeto dotar a la decisión proferida sobre la cuestión
examinada, precisamente la calidad de definitiva, evitando así que pueda volver a debatirse.
No puede sostenerse entonces que la declaratoria de nulidad absoluta pronunciada por el
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Juzgado Segundo de Instrucción de Soyapango constituya un pronunciamiento sobre la
imputación planteada en el proceso penal iniciado contra el favorecido; de tal manera que en
el presente caso, como consecuencia de la declaratoria de nulidad, se ordenó la reposición
de los actos nulos como paso previo a la promoción de un nuevo proceso penal en relación a
los hechos atribuidos al favorecido.
VII.- Por ello, luego de haber analizado los elementos más importantes que se deben
tener en cuenta para calificar la existencia de doble juzgamiento, esta Sala determina que no
se configuran los requisitos señalados en el apartado III de la presente resolución para
considerar que el favorecido ha sido afectado con este vicio en el trámite del proceso penal
instruido en su contra en donde se emitió la sentencia condenatoria que le priva del derecho
de libertad personal, dado que la nulidad absoluta decretada no es una decisión sobre el
fondo de lo planteado en el proceso penal; y en esa línea, tampoco existe una reapertura de
un proceso fenecido que haya afectado la garantía de cosa juzgada.
Es así que la actuación judicial no ha transgredido garantías constitucionales que
afecten de manera directa el derecho de libertad del favorecido, impidiendo a esta Sala
estimar la pretensión planteada a favor del señor Santos De Paz.
Por todo lo expuesto, y con fundamento en los artículos 11 y 17 inciso 1º de la
Constitución, 14.7 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, 8.4 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos y 71 de la Ley de Procedimientos
Constitucionales, esta Sala RESUELVE: a) no ha lugar el presente hábeas corpus planteado
por el licenciado Antonio Armando Rivera Bolaños a favor del señor Félix Ervin Santos De
Paz, al no haberse vulnerado la prohibición de doble juzgamiento ni la garantía de la cosa
juzgada, por no constituir la declaratoria de nulidad absoluta una decisión sobre la
pretensión planteada en el proceso penal; en consecuencia continúe en la situación jurídica
en que se encuentra; b) certifíquese esta resolución y remítase junto con el proceso penal
con referencia 87-2008 al Tribunal Cuarto de Sentencia; de igual forma, remítase el proceso
penal con referencia 36-2003 al Juzgado Segundo de Instrucción de Soyapango; c)
notifíquese y d) archívese.
---J. B. JAIME---F. MELÉNDEZ--- E. S. BLANCO R.---R. E. GONZÁLEZ B.---PRONUNCIADO POR LOS
SEÑORES MAGISTRADOS QUE LO SUSCRIBEN---E. SOCORRO C.---RUBRICADAS.
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