PARTICIPACIÓN DE LA MINISTRA OLGA SÁNCHEZ CORDERO DE GARCÍA VILLEGAS EN LA CLAUSURA DE LAS JORNADAS DE ACTUALIZACIÓN JURISPRUDENCIAL “LA SUPREMA CORTE Y LA FAMILIA”, ORGANIZADO POR LA PROPIA SUPREMA CORTE, EN EL EDIFICIIO SEDE DE DICHO TRIBUNAL, EN LA CIUDAD DE MÉXICO, EL 31 DE MAYO DE 2007. PALABRAS DE CLAUSURA DEL EVENTO. Quisiera clausurar este evento reiterando una reflexión que ya he compartido con todos ustedes: asistimos en estos días a una refundación del derecho de familia, desde la interpretación constitucional. Así lo hemos constatado durante el desarrollo de estas jornadas de actualización. A través de la jurisprudencia, se han venido generando conceptos interpretativos sumamente interesantes, medios a través de los cuales se pueden plantear y podemos plantearnos (quienes nos dedicamos a interpretar la Constitución) los problemas de interpretación de una manera diferente. Eso es, ya en sí mismo, loable. Pero más aún me lo parece el hecho de que, con la organización de estos eventos, la Suprema Corte de Justicia de la Nación realice un esfuerzo de difusión que debe ser reconocido. La cultura de la legalidad que tanto pregonamos exige que cada órgano, cada familia, cada persona1, asuma el papel que 1 le corresponde desempeñar Es particularmente el aspecto personal en el que la realización de la cultura de la legalidad tiene su mejor aliado, pues sin no se da un cambio de actitud a nivel personal sobre el papel que la ley tiene y el respeto que le debemos, no podemos esperar que la sociedad en su conjunto cambie. Cabe aquí la remembranza del episodio narrado por Platón en “Critón o del deber” (Diálogos. SEP – UNAM, México, 1988) sobre la actitud de Sócrates respecto al planteamiento de eludir a la justicia ateniense que lo había hecho preso injustamente. “¿La acción que preparas no tiende a trastornar, en cuanto a ti depende, a nosotros y al estado entero? Porque ¿qué estado puede subsistir si los fallos dados no tienen ninguna fuerza y son eludidos por los particulares?” responsablemente en la sociedad, sin ambages ni temores. La cultura de la legalidad tiene que permear a todos los ámbitos de la vida y hacerse presente a través de todos los medios a nuestro alcance, porque con ella va implícito el mejoramiento global de nuestras condiciones de vida. Su eficaz establecimiento requiere de la participación, particularmente, de todas las instituciones. Sin eso, será materialmente imposible lograr el fortalecimiento de nuestra democracia, la seguridad jurídica y el bien común, fines esenciales de cualquier estado moderno de derecho. Llamar la atención de la opinión pública sobre la emisión de estas tesis de la Suprema Corte y sobre muchos otros de los temas que aquí se han tratado o se tratarán, es indispensable para que los ciudadanos tengan la seguridad de que sus derechos están siendo definidos y defendidos. Sin más, únicamente me queda felicitarlos y agradecerles su asistencia a estas JORNADAS DE ACTUALIZACIÓN JURISPRUDENCIAL “LA SUPREMA CORTE Y LA FAMILIA”, que, siendo las ___ horas del 31 de mayo de 2007, me place clausurar.