Discurso

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Homenaje al Pueblo y Gobierno de Noruega y décimo
noveno Aniversario del Acuerdo de Cese definitivo al
Fuego, firmado el 4 de diciembre de 1996 en Oslo,
Noruega
Palabras de apertura del
Embajador Jan Gerhard Lassen
Excelentísimo señor Presidente de la República de
Guatemala, Sr. Alejandro Maldonado Aguirre,
Excelentísimo señor Vice-presidente Juan Alfonso Fuentes
Soria,
Excelentísima Dra. Rigoberta Menchú, Premio Nobel de la
Paz,
Distinguidos integrantes del Comité de Amigos de Noruega
en Guatemala,
Excelentísimos Señores Representantes del Honorable
Gobierno de Guatemala,
Honorables Señores representantes de las Autoridades
Indígenas,
Excelentísimos Señores representantes del Cuerpo
Diplomático,
Honorables señores representantes de Organismos
nacionales e internacionales,
Honorables representantes de la Prensa,
Damas y caballeros
Primeramente debo agradecer por la iniciativa – de formar
un Comité de Amistad con Noruega en Guatemala – una
confirmación más de los lazos fuertes de amistad mutua
que se ha construido entre nuestros pueblos.
Agradezco por todas las intervenciones valorando la
presencia de Noruega.
He observado que especialmente son mujeres impulsando
esta iniciativa. Debo añadir que me ha impactado
enormemente la fortaleza de las mujeres durante mi
estadía en su país, mujeres luchando por la justicia, la
dignidad y el bienestar de su pueblo.
Deseo dejar en claro que la fuerza que forjó la
cooperación con Guatemala ha sido la solidaridad del
pueblo Noruego con el pueblo guatemalteco. Después del
terremoto en 1976 se establecieron contactos entre un
alto número de personas, ciudades y municipalidades en
Noruega y en Guatemala. Muchos ciudadanos noruegos
adquirieron gradualmente conocimientos sobre
Guatemala. Hay pocos casos como este, en el que una
amplia gama de noruegos están tan bien informados
sobre el país donde se tiene cooperación. Esto llevó a la
formalización de relaciones mediante hermanamientos de
amistad entre ciudades que siguen estando activos al día
de hoy, y de la dedicación de organizaciones de la
sociedad civil noruega. Todo esto llevó a un aumento
gradual en la dedicación del gobierno de Noruega.
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Primero mediante el financiamiento de la ayuda
humanitaria, y más tarde con el involucramiento en el
proceso de paz.
Noruega participó en el proceso de negociación y
contribuyó en el diseño de los acuerdos de paz con
elementos legales que fueron incluidos. Tres de los
acuerdos fueron firmados en Oslo.
Y a partir de 1997 se estableció una cooperación bilateral
para el desarrollo. Durante todos estos años se ha
enfocado en la colaboración con la sociedad civil – y desde
2007 con prioridad cada vez más fuerte en los derechos de
los pueblos indígenas, igualdad de género y el desarrollo
del estado de derecho.
No es solo el contacto entre gobiernos lo que genera la
cooperación democrática y efectiva. La dedicación popular
es crucial. Actúa como una fuerza impulsora y – por lo
menos en Noruega – ha contribuido a que la mayoría del
pueblo noruego vea positivo que el gobierno utilice más
del uno por ciento del producto interno bruto en
cooperación internacional.
La sociedad civil en general juega un rol muy importante
en el desarrollo de una sociedad basada en principios
democráticos. Las organizaciones cumplen el rol como
agentes de cambio mediante formulación de propuestas
de políticas más incluyentes. Además la sociedad debe
contribuir en monitorar el cumplimiento del gobierno en
asegurar el respeto a los derechos humanos y el estado de
derecho y en alcanzar las metas del desarrollo a nivel
nacional e internacional.
Las organizaciones noruegas tienen una responsabilidad
particular hacia sus socios en fortalecer su competencia y
capacidad para que sean viables, fuertes e independientes
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y para que puedan actuar en base a principios
democráticos. Las movilizaciones históricas en Guatemala
durante los últimos ocho meses son ejemplo de ello, una
movilización pacífica que gradualmente ha involucrado a
una amplia gama de organizaciones e instituciones y de
una sociedad civil de casi todas los estratos sociales y de
etnias de todos los rincones del país.
La ayuda humanitaria es importante y necesaria. Pero
para que la democracia funcione es necesario construir
instituciones fuertes e incluyentes que tengan legitimidad
en toda la población. Esto se logra solamente cuando las
personas sienten que los servicios del Estado incluyen a
todos y todas en todo el país. Es mediante reformas e
implementación de una serie de leyes, un trabajo a largo
plazo, pero necesario, que se puede lograr esto. Y la
sociedad civil no debe dejar de ejercer su capacidad y
poder de empuje en este proceso.
Esta agenda de reformas del Estado debe buscar viabilizar
el fortalecimiento de la institucionalidad pública, pero
sobre todo, garantizar la efectividad de servicios básicos y
estratégicos como la salud, la educación, la alimentación y
la nutrición, la justicia y la seguridad ciudadana. El trabajo
debe llevarse a cabo en cumplimiento a reglamentos y
normas internacionales – y en cooperación constructiva
con un sector privado responsable.
Desde ya estamos conscientes de la importancia y
necesidad de la construcción de un país pluricultural,
multilingüe y multiétnico, en el que todas y todos los
guatemaltecos puedan consolidar sus proyectos de vida.
Desde los Acuerdos de Paz de 1996 este ha sido el objetivo
del papel de Noruega. Espero que la sociedad civil en
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Noruega y en Guatemala sea capaz de seguir colaborando
en esta importante tarea.
Hay muchos noruegos agradecidos por lo que hemos
aprendido del pueblo guatemalteco. Su cultura y forma
de vivir, la responsabilidad de los pueblos indígenas en el
cuidado y manejo sostenible de los recursos naturales, y
especialmente en la lucha para lograr una sociedad más
justa y de bien estar para todos. Su ejemplo nos ha
incentivado a muchos de los noruegos comprometidos en
actividades de solidaridad y cooperación.
Para terminar. Como saben ustedes, actualmente Noruega
y otros países en Europa están enfrentando una situación
extraordinaria por la llegada de un alto número de
refugiados de países en crisis. Debido a ello, hace poco, el
gobierno de Noruega tuvo que tomar decisiones difíciles
sobre cortes y reasignaciones presupuestarias – entre ellas
la decisión de cerrar nuestra y otras cuatro embajadas
más.
Tengo la esperanza de que la importante iniciativa que
han tomado en formar el Comité de Amigos de Noruega
pueda tener una larga vida. En el tiempo que la Embajada
continuará trabajando aquí, espero que conjuntamente
podamos organizar eventos para destacar la idea y visión
en las que ha sido construida nuestra colaboración
prolongada y que formará la base de nuestros contactos
en el futuro.
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