1 El pensamiento de Aristóteles se resume en tres palabras

IES RAMIRO DE MAEZTU
Departamento de Filosofía. Curso 2013-4
Prof. Concha García Barbero
El pensamiento de Aristóteles se resume en tres palabras: realismo sustancial racionalista.
Realismo ya que la realidad es inmanente y única. Sustancial pues es ser, la realidad es
sustancia y racionalista en tanto que la razón es el fundamento del conocimiento. A las que
habría que añadir TELEOLOGÍA, pues cualquier aspecto de la filosofía aristotélica tiende hacia
un fin: la perfección o máxima realización de la característica que le es propia.
El PROBLEMA EL CONOCIMIENTO O GNOSEOLOGÍA. Define la CIENCIA como un saber
universal, indudable y organizado. La ciencia se ocupa de lo general porque a fin de
comprender los hechos particulares tenemos que considerarlos como parte de algún modelo
general y puede ser DEDUCTIVA (general a particular) e INDUCTIVA (particular a general),
desde un conjunto pequeño de verdades primarias pueden ser deducidas lógicamente otras
verdades. El conocimiento es así sistemático porque se presenta axiomáticamente y unitario
porque todas las verdades se derivan de un conjunto simple de axiomas. Forma parte de la
Ciencia todo enunciado que establece CAUSAS, y aunque “las causas y principios de las cosas
son diferentes (al ser metafísicos), universalmente y por analogía son los mismos. La CIENCIA
puede ser teórica como la teología (ontología y la metafísica o Ciencia primera que se ocupan
de los objetos reales y la lógica, la matemática (aritmética y geometría) y naturales (la física y
las matemáticas que atienden a las propiedades de los cuerpos, la botánica, química, biología);
práctica como la ética o la política que reflexionan acerca de lo humano, o productiva como la
artesanía, el arte, la retorica, etc.
CONOCER para el Filósofo es abstraer lo universal de lo particular. El conocimiento nace de la
EXPERIENCIA SENSIBLE, pues la mente es como una tabula rasa, al nacer no sabemos nada. El
proceso de conocimiento culmina con la formación de conceptos. Hay distintos niveles de
conocimiento, el CONOCIMIENTO SENSIBLE, procedente de los sentidos da lugar a una imagen
gracias a la imaginación, la memoria y la experiencia y el CONOCIMIENTO INTELIGIBLE que
produce el conocimiento universal desde lo particular sensible mediante la abstracción.
Aristóteles distingue dos tipos de intelectos, el paciente que es el que recibe las imágenes
universales o conceptos y el agente que capta la esencia de cada imagen. Podemos afirmar
que la EXPERIENCIA según Aristóteles es el conocimiento de las cosas concretas, la CIENCIA el
conocimiento por las causas o principios y la INTELIGENCIA es el saber mismo.
Por su parte la METAFÍSICA o FILOSOFÍA PRIMERA se ocupa de estudiar las primeras CAUSAS o
PRINCIPIOS de la realidad. Pero qué es la REALIDAD. El SER se manifiesta de diez maneras
diferente denominadas CATEGORÍAS, ya que constituyen los genéros supremos de ser
establecidos de la predicación del ser, ya que son los tipos de predicados. La primera de todas
ellas es la SUSTANCIA o SER REAL y las nueve restantes son accidentes o modificaciones que se
predican de la sustancia. Las sustancias son las unidades reales del mundo, los individuos del
mundo físico y se explican cada una de estas sustancias HILEMÓRFICAMENTE, es decir, es un
combinado en el que podemos encontrar en la misma su MATERIA (hylé) aquello de lo que las
cosas están hechas y su FORMA (morphé, Idea platónica) la disposición interna de cómo está
hecha. Ambas, materia y forma son inseparables por lo que la sustancia no se puede dividir y
no hay forma sin materia, ni materia sin forma.
El SER ARISTOTÉLICO o SUSTANCIA es único, indivisible, y puede estar en POTENCIA
(posibilidad de ser) o en ACTO (ser de hecho, lo que ya es). Define SUSTANCIA como lo que no
se predica de ningún sujeto ni se encuentra en ningún sujeto por ejemplo un hombre
determinado, mientras que la sustancia segunda será la especie en la que subsiste la sustancia
primera. En su FÍSICA estudia el movimiento y los seres naturales sometidos al cambio. El
movimiento es el paso del ser en potencia al ser en Acto. Sostiene como nueva aportación que
existe la posibilidad de ser, además del ser y del no-ser, siendo las sustancias el sustrato del
cambio. El cambio puede ser sustancial: generación o corrupción, o accidental: cuantitativo,
cualitativo o locativo. La generación de los seres y los cambios se explican por sus CAUSAS.
Éstas pueden ser intrínsecas: la causa material: aquello a partir de lo cual algo cambia, y la
causa formal: estructura o plan de cambio; y extrínsecas: la causa final: aquello por lo que algo
cambia y eficiente: aquello por cuya acción se produce algo o el cambio mismo.
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ANTROPOLÓGICAMENTE, como cualquier otras sustancia, el HOMBRE de Aristóteles se
compone de forma = ALMA y materia = CUERPO, ya que aplica igualmente la teoría
hilemórfica. Ambos son inseparables, por lo que niega nuestro autor que el ALMA sea
independiente, espiritual e inmortal, mientras que sí es PRINCIPIO VITAL o télos que anima y
organiza el cuerpo. Además señala que existen tres tipos de almas: vegetativa: propia de las
plantas; sensitiva: propia de los animales; y racional: propia del hombre, quien incluye también
las funciones vegetativas y las sensitivas, a las que se suman la racionalidad, la voluntad y la
libertad. Defiende que el ser humano busca siempre la consecución del FIN o teleología que le
es propio, y ya que su característica propia es la racionalidad, su fin será la perfección de esta
cualidad.
LA MORAL O ÉTICA aristotélica es teleológica y eudemonista, esto es, el fin último consiste en
realidad la tarea propia del hombre LA ACTIVIDAD INTELECTUAL que podrá consolidar en una
VIDA PRÁCTICA CONTEMPLATIVA para la cual es autosuficiente. Sólo esta vida o actividad
racional, dedicada al conocimiento le permite alcanzar la virtud, alcanzar la perfección en su
ser natural y ser plenamente FELIZ, porque esa vida se caracteriza por desarrollar lo que le es
específico: su razón. Por ello la VIRTUD ARISTÓTELICA consiste en la EXCELENCIA de aquello
que es propio, así es que siendo término medio no la identifica con la mediocridad, sino que
por su valor intrínseco, la virtud constituye siempre un EXTREMO DE PERFECCIÓN y la mayor
excelencia a la que aspira el hombre. No somos virtuosos ni viciosos por naturaleza sino que la
virtud y el vicio se consiguen ejercitándonos en ellos. Distingue dos tipos de virtudes: las
ÉTICAS, que establecen cómo actuar para ser feliz, siguiendo el HÁBITO voluntario y libre que
consiste en la búsqueda de un TÉRMINO MEDIO, definido entre el exceso y el defecto,
RELATIVO A NOSOTROS determinado por la razón y la prudencia. Estas dos determinados le
llevan a Aristóteles a distinguir otro tipo de virtudes las DIANOÉTICAS o INTELECTUALES que
determinan cómo actuar para alcanzar la sabiduría, esto es, el perfeccionamiento del
entendimiento en relación al conocimiento de la verdad, lo que supone ciencia, prudencia y
saber. La virtud moral más importante es la JUSTICIA, el dar a cada uno lo suyo, distinguiendo
por primera vez entre una justicia distributiva y equitativa e introduciéndonos en su contexto
político. Pero no olvidemos que la ecuación para resolver la búsqueda de la Felicidad y de
nuestro FIN como seres humanos se concreta: en llevar a cabo las virtudes éticas, las
intelectuales en una vida contemplativa y tener los bienes exteriores: casa, seguridad, que nos
permitan llevar a la excelencia nuestra racionalidad.
LA SOCIEDAD Y POLÍTICA. El hombre aristotélico es un animal cívico= de polis por naturaleza,
un animal social. Así la POLÍTICA es la ciencia práctica más importante ya que su FIN es la
búsqueda del bien común (JUSTICIA = igualdad proporcional=felicidad). Defiende un
ORGANICISMO SOCIAL, El ESTADO = la polis cívica es anterior por naturaleza a los individuos,
familias y aldeas que la forman, esto es, sólo en la POLIS o ESTADO éstos distintos niveles
sociales encuentran fundamento y legitimación. Así señala que un animal cívico carece de
sentido fuera del TODO social, y la polis es el único lugar donde el hombre puede alcanzar su
perfección individual y el BIEN COMÚN.
Indica Aristóteles que sólo existen gobiernos que sean aceptables frente a los que considera
inaceptables. Los primeros serían los que buscan el Bien Común, entre los que se encuentran
la monarquía, la aristocracia y la democracia, siendo los inaceptables sus opuestos: la tiranía,
la oligarquía y la demagogia que persiguen fines egoístas. Finalmente considera que LA
REPÚBLICA sería su elección política si bien afirma que el mejor Estado es aquel que llene las
necesidades de cada una de las POLIS.
EL PROBLEMA DE DIOS. Aristóteles explicó el movimiento del mundo por el PRIMER MOTOR
INMÓVIL en cinco tesis: parte de la premisa inicial de que todo lo que se mueve es movido por
otro; segundo considera que este hecho implica que la capacidad de moverse requiere una
CAUSA eficiente o Motor; tercero señala que es imposible que exista una cadena infinita de
motores, ya que todo motor es a su vez movido por otro, lo que supone que no se explica de
hecho el inicio de la serie de movimientos; y cuarto llega a la conclusión de que existe un
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Primer motor inmóvil, que es indudable, acto puro (nunca ha estado en potencia) e inmaterial.
Quinto y final: Este primer motor inmóvil mueve por la vía de la eficiencia y de la finalidad
porque es causa final mueve eficientemente, porque todos los seres aspiran a su perfección,
porque se sienten atraídos amorosamente por él. La actividad de este THÉOS o primer motor
es pensarse a sí mismo, un pensamiento intuitivo en el que no puede distinguirse el sujeto del
objeto, lo que significa que ha elaborado una TEOLOGÍA estrictamente natural y racional. Este
théos no piensa el universo ni es su creador, ya que la MATERIA PRIMA es eterna, no
engendrada. Su Cosmología se establece pues con este PRIMER MOTOR INMÓVIL y la
distinción entre dos mundos: mundo celeste: delimitado por las estrellas fijas, el movimiento
perfecto y circular y un elemento el éter, y el mundo terrestre: geocéntrico, con movimientos
lineales y los cuatro elementos materiales: aire, agua, fuego y tierra, aceptando la tesis
platónica del carácter divino del cosmos, sobre todo de su región más noble: el mundo celeste.
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