intoxicación por monóxido de carbono

Anuncio
1.- ARTÍCULO DEL MES:
INTOXICACIÓN POR MONÓXIDO DE CARBONO
A
pesar de que todos conocemos los
peligros de este gas, la realidad es que
cada año en nuestro país fallecen
asfixiadas varias personas a causa de
inhalar Monóxido de carbono.
Estamos ante un gas que, a pesar de ser
letal, forma parte del aire que respiramos
de nuestras botellas. El mayor riesgo es
que no tiene color, no huele, ni tampoco
tiene tiene sabor, por lo que su presencia
pasa totalmente desapercibida.
Conozcamos algo más sobre la
intoxicación por Monóxido de Carbono.
EL GAS
El Monóxido de Carbono (CO), también denominado óxido de carbono, gas carbonoso y anhídrico carbonoso; es un gas
inodoro, incoloro, inflamable y altamente tóxico. Cuando se respira a niveles altos, puede causar la muerte.
Si respiramos este gas, aunque sea en cantidades moderadas, podemos morir envenenados en pocos minutos, puesto que
el monóxido de carbono sustituye al oxígeno en la hemoglobina de la sangre. Basta una pequeña contaminación de CO
en el aire respirado para que toda la hemoglobina de nuestros glóbulos rojos (la encargada de repartir el oxígeno por
nuestro cuerpo) quede transformada en lo que se denomina “carboxihemoglobina”. En esta situación el oxígeno no es
transportado por la sangre a los tejidos, ya que su lugar ha sido ocupado por el CO, una molécula que resulta mucho
más atractiva para la hemoglobina.
La combustión de propano, butano, gasolina, queroseno, carbón, petróleo o madera genera monóxido de carbono. Si la
zona en la que se produce esta combustión no se encuentra correctamente ventilada (un garaje, el interior de un coche,
casas cerradas...) la probabilidad de intoxicación aumenta notablemente.
El monóxido de carbono también está presente en el aire que respiramos cuando buceamos, en una concentración de
0,002% (o lo que es lo mismo: dos partes por millón: ppm). Se convierte en peligroso a partir de 100 ppm.
EN EL BUCEO
Conviene tener en cuenta que concentraciones muy bajas de CO pueden
resultar letales cuando nos encontramos buceando y es que este gas
sometido a presión resulta aún mucho más peligroso de lo habitual.
La legislación actual exige que la concentración de monóxido de carbono
en el aire de una botella sea siempre inferior a 10 ppm (partes por
millón).
Además tenga en cuenta que el CO puede contaminar nuestra botella si la
toma de aire del compresor no se encuentra en un lugar adecuado, o si se
produce una combustión parcial del aceite del compresor que se utiliza
para lubricar los cilindros.
CÓMO DETECTAR UNA INTOXICACIÓN
Como hemos dicho, una intoxicación por monóxido de carnbono puede
tener resultados letales. Por eso es tan importante que conozcamos cuáles
son los síntomas para así intentar frenar la inhalación de este gas antes de
que las consecuencias sean irreversibles.
Pues bien, los síntomas de que se está produciendo una intoxicación son,
principalmente:
– Dolor de cabeza.
– Aturdimiento.
– Náuseas.
– Debilidad.
Como ve no existe un signo claro y diferente que pueda ayudarnos a determinar que lo que estamos sufriendo es un
caso de intoxicación, por eso cualquier pequeña sospecha será razón más que suficiente para finalizar de manera
inmediata la inmersión.
Por lo tanto, si nota cualquiera de las cosas anteriores, intente relajarse, avise a un compañero y juntos, comiencen una
ascensión lenta y controlada.
CÓMO RECUPERARSE DE LA INHALACIÓN DE CO
La única forma de sobrevivir tras haber inhalado monóxido de carbono, será respirando oxígeno puro.
Por eso, si tenemos sospechas de haber sufrido una intoxicación mientras buceamos y una vez nos encontremos en la
superficie, deberemos buscar un lugar bien ventilado, donde nos acomodaremos y procederemos de manera inmediata a
requerir ayuda médica. Por supuesto, siempre que tengamos opción, intentaremos respirar oxígeno.
Los efectos producidos por la absorción de monóxido de carbono tiene una gran duración, pues se necesitan más de seis
horas para reducir a la mitad el nivel de CO en sangre y, hasta que no hayan transcurrido 24 horas desde la inhalación,
el organismo no habrá podido liberarse de este gas.
Por supuesto y como en todo, las consecuencias siempre dependerán de la cantidad de CO inhalado.
MEDIDAS DE PRECAUCIÓN
La intoxicación por monóxido de carbono en el buceo no es
algo habitual. Sin embargo, no está de más que tengamos en
cuenta una serie de precauciones que nos ayuden a garantizar
que todo funciona como debe.
Sin lugar a dudas, la medida más importante es la de probar el
aire. Efectivamente, antes de realizar la inmersión, pruebe el
aire de la botella que vaya a utilizar. Intente hacerlo en el
centro de buceo, mejor que justo antes de entrar en el agua (en
ese momento ya no tendrá opción de realizar ningún cambio y
la inmersión se habrá estropeado irremediablemente).
Como hemos dicho, el monóxido de carbono no tiene sabor ni
olor, pero sí puede que note el mal gusto de alguna otra
sustancia procedente también de la combustión y que pueda
acompañar a este gas.
Realizar esta prueba sólo le llevará unos minutos y le permitirá
bucear con tranquilidad...
Descargar