Hormonas que intervienen en el control del apetito

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Hormonas que intervienen en el control
del apetito
Br. Marialejandra Hernández Torres
Las ganas de comer son un instinto de supervivencia. La sensación de hambre viene
dada por insistentes señales del cerebro las cuales indica que el cuerpo necesita alimento
para así poder tener como producto energía. Aunque sea incómoda, responde a la necesidad
biológica de mantener el organismo bien nutrido. El apetito en cambio, es la placentera
expectativa de la comida que uno se dispone a disfrutar (que no siempre es lo que el cuerpo
necesita para sus fines fisiológicos). Si se puede elegir, la mayoría de las personas combina
los dos y satisface el hambre con algo apetitoso.
En efecto, las hormonas que tienen una participación dentro del mecanismo
regulador de consumo alimenticio, se pueden dividir en dos tipos de grupos. El primero,
actúa de forma muy rápida y tiene relación con cada comida que se ingiere como, por
ejemplo la grelina y PYY, mientras que el segundo actúa de forma más lenta, con el
objetivo de promover el equilibrio, en el largo plazo, de todas las reservas de grasa que hay
en el organismo como, por ejemplo la leptina y la insulina.
Estas son al menos las cuatro hormonas esenciales que influyen en el apetito,
cuando el estómago está vacío, las células de las paredes liberan una señal de hambre a la
sangre denominada grelina.
La Grelina
Es una hormona que se sintetiza fundamentalmente en el tubo digestivo (en su
mayor parte en el fundus gástrico), posee un poderoso rol sobre la homeostasis energética,
además de estimular la secreción de hormona del crecimiento (GH) en la hipófisis. Es un
péptido residual formado por 28 aminoácidos, producido principalmente en el estómago,
aunque también hay secreción desde intestino, páncreas, riñones, pulmón, placenta,
testículos, pituitaria e hipotálamo. La grelina producida por el estómago es transportada a
través del torrente sanguíneo, ligada a lipoproteínas de alta densidad y posiblemente a
albúmina.
Dicha hormona puede actuar en circuitos neuronales ya que es capaz de atravesar la
barrera hematoencefalica implicándose así en la ingesta de alimento y gasto de energía
situados en el hipotálamo y en el tallo cerebral. Se ha demostrado que la secreción de
grelina aumenta antes de comer (en ayuno) y disminuye luego de la ingesta (postprandial),
es decir que la concentración de grelina
se incrementa justo antes de la ingesta de
alimentos y disminuye al finalizar la comida. La grelina influye sobre el metabolismo de la
glucosa, del balance de energía, la función cardiovascular, la función pancreática, el
sistema inmunológico y la proliferación celular. Al incrementar la ingesta de alimento se
reduce la utilización de grasas y es así como se acumula el tejido adiposo y se gana peso
corporal.
Se han realizado investigaciones como el estudio de la grelina en conejos neonatos,
donde se comprobó la hipótesis de que la hormona estaría incrementada justo antes del
amamantamiento de los conejos y que sus niveles decrecerían después de su ingesta de
leche. Además que en condiciones de ayuno prolongado los niveles de dicha hormona se
mantendrían elevados. Dicho estudio se comprobó estableciendo una hora para la
alimentación de los neonatos por 7 días y en el día siete se tomo una muestra sanguínea a
un primer grupo justo antes de la ingesta y a un segundo grupo se dejo en ayuno
prolongado hasta llegar al día nueve donde se le tomo una muestra sanguínea y fue así
como se comprobó la elevada concentración de grelina en los conejos en ayuno ya que
tenían gran sensación de hambre.
Concluyendo, los principales efectos de la grelina sobre la ingesta de alimentos es
indicar hambre e incrementar la motivación del individuo para la búsqueda de alimento y
comer. Después de la ingesta, el páncreas segrega una hormona que inhibe el apetito y, a la
vez estimula las células para que absorban el azúcar digerido de la sangre, llamada insulina.
La Insulina
La insulina es una hormona producida por una glándula denominada páncreas. La
insulina ayuda a que los azúcares obtenidos a partir del alimento que ingerimos lleguen a
las células del organismo para suministrar energía, es una hormona polipeptídica formada
por 51 aminoácidos. La insulina interviene en el aprovechamiento metabólico de los
nutrientes, sobre todo con el anabolismo de los carbohidratos. Su déficit provoca la diabetes
mellitus y su exceso provoca hiperinsulinismo con hipoglucemia. Esta hormona parece ser
reguladora del balance energético global al igual que la leptina, en periodos de días y
semanas más que la regulación comida a comida. Las concentraciones elevadas de insulina
suprimen la ingesta de energía y estimulan el gasto energético. Según estudios bajas
concentraciones de insulina pueden suprimir el gasto energético y estimular la ingesta.
Esto se debe ya que cuando caen los niveles de glucosa, el páncreas libera glucagón,
estimula al órgano antes mencionado a producir glucosa a partir del glucógeno almacenado.
Cuando los niveles de insulina caen, la glucosa entra lentamente en la célula y aparece el
hambre. Si los niveles de insulina están permanentemente elevados, la glucosa sigue
entrando en la célula durante mucho tiempo después de la comida. Cuando los alimentos
ingeridos llegan al intestino delgado, las células segregan PYY, otra hormona que reduce
las ganas de comer.
PPY (péptido YY)
El PYY es una hormona gastrointestinal de 36 amino ácidos, perteneciente a la
familia del polipéptido pancreático y NPY. Es secretada por las células L del intestino,
localizadas fundamentalmente en el intestino distal, páncreas y Sistema Nervioso Central.
Esta hormona cumple la función de promover y mantener la pérdida de peso, ya que esta
desencadena una sensación de saciedad después de la ingesta, reduciendo el hambre y el
consumo de alimento.
Después, cuando la cantidad de grasas almacenadas aumenta, las células adiposas
liberan la hormona supresora del apetito, la leptina.
La Leptina
La leptina es una hormona producida por los adipositos o células de grasa, Esta
hormona se desenvuelve esencialmente a nivel del hipotálamo, donde existen receptores
que disminuyen el apetito y generan mecanismos que aumentan el gasto de energía, su
función es mandar información de la situación energética (alimento y reservas energéticas)
enviando una señal que le informa al Sistema Nervioso Central de la ingesta y es por esto
que actúa como un inhibidor del apetito.
Bibliografía
1. Díaz-Muñoz M, Vázquez-Martínez O. Alimentación y balance energético. En:
Escobar C, Aguilar-Roblero R, editores. Motivación y conducta: sus bases biológicas.
México, D.F.: El manual moderno;2002. pp. 169-88.
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3. http://www.alfinal.com/nutricion/ghrelin.php
4. Mijan D, Alberto. Nutrición y metabolismo en trastornos de la conducta
alimentaria. En: Editorial Glosa. España, Barcelona.
5. http://www.enplenitud.com/las-hormonas-y-su-relacion-con-el-hambre.html
6. http://www.bd.com/mexico/diabetes/main.aspx?cat=3258&id=3310
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