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INICIATIVA CON PROYECTO DE DECRETO POR EL QUE SE REFORMAN Y ADICIONAN
DIVERSAS DISPOSICIONES DE LA LEY GENERAL DE SALUD, CÓDIGO FEDERAL DE
PROCEDIMIENTOS CIVILES, Y LEY ORGÁNICA DEL PODER JUDICIAL DE LA FEDERACIÓN, en
materia de donación y trasplante de órganos infantil.
Los suscritos, Rubén Fernando Velázquez López y José Luis García Zalvidea, senadores integrantes del Grupo
Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática, en la LXI legislatura, con fundamento en lo dispuesto por
los artículos 71, fracción II, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 8, fracción I, 76, 164 y
demás aplicables del Reglamento del Senado de la República, presentamos ante esta Honorable Soberanía la
siguiente Iniciativa con Proyecto de Decreto por el que se reforman y adicionan diversas disposiciones de la Ley
General de Salud, Código Federal de Procedimientos Civiles y Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación,
en materia de donación y trasplante de órganos infantil, al tenor de la siguiente:
EXPOSICIÓN DE MOTIVOS
Nuestro país, mantiene una legislación estricta entorno a la donación y trasplantes de órganos. Una de las
limitaciones legales que establece la ley de la materia (Ley General de Salud, artículo 332) es que no se podrán
tomar órganos y tejidos para trasplantes de menores de edad vivos, salvo cuando se trate de trasplantes de médula
ósea, para lo cual se requerirá el consentimiento expreso de los representantes legales del menor.
Del mismo ordenamiento, en el artículo 326 se señalan restricciones respecto al consentimiento para donar, entre
ellas la siguiente:
•
No será válido, el consentimiento tácito o expreso otorgado por menores de edad, incapaces o por
personas que por cualquier circunstancia se encuentren impedidas para expresarlo libremente.
No obstante, en atención al consentimiento tácito de los menores de edad, el artículo 332 dicta que tratándose de
menores que hayan perdido la vida, sólo se podrán tomar sus órganos y tejidos para trasplantes con el
consentimiento expreso de los representantes del menor.
En el artículo 25 del Reglamento de la Ley General de Salud en materia de Control Sanitario de la Disposición de
Órganos, Tejidos y Células, se apremia que el receptor de un órgano o tejido debe cumplir entre diversos
requisitos, el haber expresado su voluntad por escrito, una vez enterado del objeto de la intervención, de sus riesgos
y de las probabilidades de éxito.
Sin embargo, muy a pesar de la lógica, el artículo 27 prescribe que cuando por causa de minoridad o incapacidad
del receptor, éste no pueda expresar su voluntad para la realización del trasplante, éste podrá ser autorizado por
los disponentes secundarios a que se refieren las fracciones I y V del artículo 13 de este Reglamento, siempre y
cuando aquellos hayan previamente recibido información completa sobre las probabilidades de éxito terapéutico.
Nuestra legislación permite entonces que los disponentes secundarios, en su mayoría representantes legales ante la
minoridad de edad -cónyuge, concubinario, concubina, ascendientes, descendientes y los parientes colaterales hasta
el segundo grado del disponente originario; autoridad sanitaria competente, y la autoridad judicial-, suplan el
consentimiento del receptor pero no del donante de órganos, persona que se encuentra en igualdad de
circunstancias para tomar una decisión fundamental como lo es disponer sobre cuerpo. ¿Cuál es la diferencia
para autorizar o suplir el consentimiento entre el menor de edad que dona voluntaria y sin ánimo de lucro
algún órgano o tejido de su cuerpo, de aquel que lo recibe?
Entendemos sin dudas que está disposición parte de la base fundamental de nuestro derecho común, y que para
desarrollar la propuesta ante la permisión legal de los menores de edad para que puedan donar sus órganos en vida
conlleva necesariamente el estudio de dos situaciones jurídicas concretas: la voluntad o consentimiento y el
interés superior del niño.
La voluntad se define desde lo legal, como la expresión del querer de un sujeto o de varios, dirigido a la
realización de un determinado acto jurídico.1 Por su parte la concepción del consentimiento se amplia al decir que
es el acuerdo entre dos o más voluntades acerca de la producción o transformación de derechos y obligaciones2.
La voluntas, es la facultad de decidir y ordenar la propia conducta3. También es la facultad de querer, como la
potencia del espíritu dirigida hacia un fin, o bien, la potencia del alma que lleva al hombre a obrar o abstenerse,
libre albedrío, elección para actuar. Retomando la definición que en un sentido integral, la voluntad o
consentimiento nos es importante en tanto permite ser el elemento esencial de cualquier acto jurídico que permite
crear, transferir, modificar o extinguir obligaciones.
La tradición jurídica grecorromana ha marcado reglas claras para dotar a un acto jurídico de plena validez, o por el
contrario de nulidad. Nuestro derecho heredero de esta cultura legal y filosófica, establece en la normatividad
actual las disposiciones que delimitan el actuar de las personas, en razón de la capacidad de estas frente a terceros.
Del derecho común se desprende la incapacidad natural y legal tanto de los menores de edad, como de los mayores
de edad que por causa de enfermedad reversible o irreversible, o que por su estado particular de discapacidad, ya
sea de carácter físico, sensorial, intelectual, emocional, mental o varias de ellas a la vez, no pueda gobernarse,
obligarse o manifestar su voluntad, por sí mismos o por algún medio que la supla.
El artículo 22 del Código Civil para el Distrito Federal y Código Civil Federal determina la capacidad jurídica de
las personas físicas, diferenciando entre capacidad de ejercicio y de goce. El artículo 23 de los citados
ordenamientos dicta literalmente que la minoría de edad (18 años para México), el estado de interdicción, y demás
incapacidades establecidas por la ley, son restricciones a la capacidad de ejercicio que no significan menoscabo a
la dignidad de la persona ni a la integridad de la familia; los incapaces pueden ejercitar sus derechos o contraer
obligaciones por medio de sus representantes.
Por disposición legal, específicamente del artículo 24 del Código antes citado, el mayor de edad tiene facultad de
disponer libremente de su persona y de sus bienes. Nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
parte de ello para imponerlo como requisito ante la obtención de la ciudadanía.
Bajo este orden de ideas, en numerosos cuerpos normativos se establecen restricciones para que los menores de
edad puedan realizar actos jurídicos por sí mismos y sean plenamente válidos. A través de un recorrido por los
diversos cuerpos normativos podemos vislumbrar la incongruencia que existe en la rigidez para posicionarse
respecto a algunos y la flexibilidad a muchos otros, que a nuestro parecer deben repensarse por el legislador.
Sólo por mencionar algunos casos:
•
•
(Responsabilidad penal) El artículo 18 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
establece que, será aplicable un sistema integral de justicia a quienes se atribuya la realización de una
conducta tipificada como delito por las leyes penales y tengan entre doce años cumplidos y menos de
dieciocho años de edad, es decir, son responsables penalmente y serán investigados, juzgados y
sancionados como cualquier ciudadano.
(Estado civil) El artículo 148 del Código Civil para el Distrito Federal señala que para contraer matrimonio
es necesario que ambos contrayentes sean mayores de edad; no obstante, contando con el consentimiento de
los representantes legales se suplirá tan disposición pudiendo los menores con 16 años realizar este acto.
También a petición de los representantes legales, y encontrándose la contrayente en estado de gravidez,
acreditando está situación a través de certificado médico, puede dispensarse el requisito de la edad para que
a los 14 años la mujer pueda unirse en matrimonio.
Por su parte, el Código Civil Federal (art. 147) coincide en el requisito para contraer matrimonio,
disponiendo que el hombre necesita haber cumplido 16 años y la mujer 14.
En el mismo tenor, el artículo 230 del Código Civil para el Distrito Federal permite la donación antenupcial
de menores de edad, dispensando los requisitos legales para que se realice, la cual en ningún caso podrá
otorgarse a menores de 14 años, siguiendo lo dispuesto por el artículo 148 del mismo ordenamiento.
•
•
•
(Trabajo) La Ley Federal del Trabajo permite que los mayores de 16 años puedan prestar libremente sus
servicios. También permite que los mayores de 14 y menores de 16 puedan trabajar, siempre que esta
actividad sea compatible con los estudios, y tengan la autorización de sus padres o tutores. Lo que se
prohíbe es la utilización del trabajo de los menores de 14 años.
(Capacidad para testar) El Código Civil para el Distrito Federal y el Código Civil Federal en su Capítulo
acerca de la Capacidad para testar, consideran como incapacitados para testar a los menores de edad que no
han cumplido 16 años.
(Derechos, Enfermos Terminales) La Ley General de Salud en materia de los cuidados paliativos a los
enfermos en situación terminal, concede según lo dispuesto en el artículo 166 Bis 8, que las decisiones
derivadas de los derechos señalados para los enfermos en situación terminal que sean menores de edad,
puedan asumirse por los padres, tutores, representantes legales, persona de confianza o juez. Esta
observancia implica gran importancia ya que versa en decidir sobre la continuidad de la vida y dignidad
misma del paciente.
La pregunta es ¿Por qué no podrían tomar la decisión fundamental de decidir sobre su cuerpo y donar en
vida algún órgano y tejido de manera altruista y sin ánimo de lucro? ¿Por qué nuestro sistema legal en torno
a la capacidad es rígido en ciertas materias (salud) y flexible en muchas otras, como la penal?
En la Convención sobre los Derechos del Niño, se declara la obligación de los Estados parte para garantizar al niño
que esté en condiciones de formarse un juicio propio el derecho de expresar su opinión libremente en todos los
asuntos que afectan al niño, teniéndose debidamente en cuenta las opiniones del niño, en función de la edad y
madurez del niño.
Con tal fin, se dará en particular al niño oportunidad de ser escuchado en todo procedimiento judicial o
administrativo que afecte al niño, ya sea directamente o por medio de un representante o de un órgano apropiado,
en consonancia con las normas de procedimiento de la ley nacional. (Artículo 12)
El mismo instrumento legal, y en la Declaración de los Derechos del Niño éste y la realización de otros derechos
universalmente reconocidos deberá guiarse por los padres o representantes legales, en virtud de que el niño, por su
falta de madurez física y mental, necesita de protección y cuidados especiales, incluso la debida protección legal,
tanto antes como después del nacimiento.
El interés superior del niño, fomentado a partir de suscripción de diversos convenios y declaraciones
internacionales, se entiende como el catálogo de valores, principios, interpretaciones, acciones y procesos
dirigidos a forjar un desarrollo humano integral y una vida digna, así como a generar las condiciones materiales
que permitan a los menores vivir plenamente y alcanzar el máximo bienestar personal, familiar y social posible,
cuya protección debe promover y garantizar el Estado en el ejercicio de sus funciones legislativa, ejecutiva y
judicial, por tratarse de un asunto de orden público e interés social.
Tal concepto se aterriza a nuestra legislación en la Ley para la Protección de los Derechos de los Derechos de
Niñas, Niños y Adolescentes, ley de carácter general que tiene por objeto –entre otros- garantizar el libre ejercicio
del derecho que tiene los niños a la libertad de expresión; la cual incluye sus opiniones y a ser informado. El
derecho a expresar su opinión implica que se les tome su parecer respecto de los asuntos que los afecten y el
contenido de las resoluciones que le conciernen, así como que se les escuche y tomen en cuenta sus opiniones y
propuestas en atención a los asuntos de su familia o comunidad.
En nuestro derecho civil –para sus efectos- se entiende como interés superior del menor la prioridad que ha de
otorgarse a los derechos de las niñas y niños respecto de los derechos de cualquier persona, con el fin de
garantizar, entre otros aspectos el fomento de la responsabilidad personal y social, así como la toma de decisiones
del menor de acuerdo a su edad y madurez psicoemocional.
Con esto, nuestro sistema jurídico mexicano deriva que el interés superior del menor implica que en todo momento
las políticas, acciones y toma de decisiones vinculadas a esa etapa de la vida humana, se realicen de modo que, en
primer término, se busque el beneficio directo del niño o niña a quien van dirigidos.
De lo anterior, además, no se puede negar que nuestro país en los últimos años ha avanzado en la promoción y
difusión de la cultura de donación y trasplantes de órganos, ya que desde el año 2006 al 2010 se han realizado un
total de 21,101 trasplantes; pero lamentablemente la tasa de nacional de donación sigue siendo inferior a la
demanda generada; de 2006 al 2010 se reportaron 9956 casos de donación, la mayoría de estos de donación entre
personas vivas con 6516, y 3437 de donación en personas fallecidas4.
Según datos reportados por el Registro Nacional de Trasplantes, actualmente existen 13371 pacientes a la espera de
un órgano y/o tejido, siendo el de riñón el más requerido con 6584 personas; córnea con 6359; hígado 312; médula
ósea (células P. H.) 45; corazón 41; riñón y páncreas 12; páncreas 6; paratiroides 4; pulmón 3; mano 2; hueso 1,
hígado-riñón y extremidades 1.
Se señala que la distribución por género de las personas registradas en la Lista de Espera Nacional es de 44.43%
(5940) para el femenino y 55.57% (7430) del masculino. La mayor demanda se encuentra por personas entre
los 20 y 40 años, de los cuales el 20% son niños menores de quince años.
Enfatizando en los grupos de edad de menores que requieren de un órgano, de los cero a los cuatro años existen
154 niños en la lista de espera; de cinco a nueve años se enlistan 216; de los diez a catorce años 443; de los quince
a diecinueve años concurren 1105. Un preocupante total de 1918 pequeños que al alcance de su padecimiento
tienen como única esperanza y recurso para sobrevivir, el recibir un órgano5.
Otro aspecto que reduce las posibilidades de recibir un órgano, es que de la extracción de órganos, tejidos, células
y derivados de una persona viva sólo se puede utilizar un riñón, un segmento o lóbulo de un pulmón, un segmento
o lóbulo del hígado, sangre y componentes orgánicos menores. Sumemos a ello la desconfianza generalizada en la
población mexicana ante la donación de órganos y la falta de información que existe en torno a esta práctica.
Las personas que recurren al Centro Nacional de Trasplantes para registrarse en la Lista de Espera Nacional dan
cuenta de los procesos tardíos y llenos de incertidumbre que se viven para ser elegido como propenso receptor de
órganos. De la misma fuente de información, se dice que el tiempo transcurrido desde el registro en la base de
datos hasta que un paciente recibe el trasplante, varía dependiendo tres factores fundamentales:
•
•
•
Se debe considerar el órgano o tejido a trasplantar. Esto se evidencia ya que existen algunos órganos
con mayor de demanda que otros para su trasplante.
Si el paciente cuenta con algún donador vivo que esté dispuesto a la intervención y sea compatible, y
La institución médica y el grado de actividad que desarrolle para la obtención de órganos, así como
de su demanda de trasplantes.
Se resalta particularmente el segundo factor, pues la factibilidad que tiene un paciente para con su familia en la
recepción de un órgano -por un donante en vida- es mucho mayor a la esperanza de resultar favorecido en la Lista
de Espera Nacional. Tratando sobre el proceso tardío, sólo imaginen: el tiempo promedio de espera en el caso de
requerir un riñón o córnea es entre 24 y 30 meses, obviando que en la situación de esperar por un hígado o corazón
los tiempos suelen ser mucho más largos.
Nuestros niños, todos aquellos que se mantienen en la Lista de Espera Nacional tienen una concentrada demanda
de riñón (1035) y córnea (765); 100 niños a la espera de un hígado, y 7 por corazón, sólo por señalar los más
relevantes. En este tenor nos preocupa principalmente la escasez y disponibilidad de órganos para los menores de
edad, en virtud de que el tiempo que asiste en la espera de un órgano es fundamental para rescatar su vida.
La donación en vida, así, constituye una de las opciones más viables para combatir la escasez de órganos, sobre
todo en el plano que afecta a los niños, niñas y adolescentes que están a la espera de un trasplante.
Esta práctica generalmente no presenta ningún riesgo presente o futuro para la salud del donante; para los donantes
de riñón, el riñón que les queda aumenta ligeramente de tamaño para realizar el trabajo que desempeñaban los dos
órganos saludables. El hígado tiene la capacidad de regenerarse y recuperar su función completa, mientras que los
pulmones y el páncreas no se regeneran, pero los donantes generalmente no tienen problemas con la función
reducida4.
Además, en cualquier intervención donde concurra una donación de órganos en vida abunda en requerimientos
legales y médicos para asegurarse de no realizar la cirugía sin el consentimiento expreso del donante y la
compatibilidad comprobada del receptor con el órgano. Como mínimo, todos los donantes en vida deben estar
físicamente aptos, gozar de buena salud en general, no padecer de hipertensión, diabetes, cáncer, enfermedades de
los riñones y enfermedades cardiacas, entre otras.
Médicamente se afirma la existencia de una mayor compatibilidad entre familiares, empero está consideración, en
miles de familias mexicanas que se ven ante la dificultad de un padecimiento que requiere del obligado trasplante
de órganos, sienten negada su única alternativa cuando el familiar u otra persona compatible al enfermo es menor
de edad.
Ante lo expuesto, estamos ciertos que el tema que tratamos no es un asunto sencillo, está envestido de natural
controversia y reconocemos los efectos –positivos y negativos- que se generarán a raíz de esta propuesta. La
permisión legal para que los menores de edad puedan disponer de su cuerpo, y por tanto ser viables candidatos para
la donación de órganos precisa de detalles y amplia discusión.
Uno de los argumentos en que sustentamos la propuesta, versa en la escasez de donantes y la disparidad entre la
tasa de donación y las personas que demandan un órgano o tejido para su trasplante. Se pretende con la reforma
legal, ampliar el espectro de donantes, así como atender las necesidades específicas de los menores de edad que se
encuentran en la mayoría de las ocasiones, sentenciados a muerte, por no encontrar un órgano o tejido disponible y
ser compatible al que tienen acceso.
La validación del consentimiento del menor de edad para que este pueda disponer sobre su cuerpo, siempre a través
de sus representantes legales no es más que la evidencia y aplicación del derecho. No ordenamos nada nuevo, ni
contrario a lo ya establecido en nuestro sistema jurídico; los menores de edad, a los 14 años ya toman decisiones
fundamentales, son sujetos a un sin número de derechos y obligaciones como lo mencionamos anteriormente.
Otro de nuestros intereses consiste en hacer cada vez más congruente nuestra legislación respecto a la limitante de
edad, es decir, obrar en un sistema jurídico coincidente en sus causas para establecer criterios únicos para ser sujeto
de derechos y obligaciones. Cabe mencionar que con la propuesta de reforma también se prende combatir el
tráfico ilícito de órganos.
Queda claro también que nos preocupa el interés superior de los niños, niñas y adolescentes mexicanos. No
olvidamos los compromisos internacionales que ha adquirido nuestro país, la propuesta está en el marco de los
derechos humanos o fundamentales de los menores de edad.
Coincidimos y confiamos que está propuesta de flexibilidad legal, va a contribuir a incrementar las posibilidades
de vida a todos los niños, niñas y adolescentes que requieren de un trasplante. Diversas organizaciones de la
sociedad civil, pero sobre todo, las personas que se encuentran ante está difícil situación la avalan de positiva y
necesaria.
Así, la propuesta conlleva reformar el artículo 326 de la Ley General de Salud. Se dice que será inválido el
consentimiento de los menores de edad en tanto no se cumplan los requisitos estipulados en el artículo 326 BIS
(artículo creado a partir de la iniciativa), así como declarar de nulo derecho el consentimiento de interdictos para
donar sus órganos y tejidos.
A través de la representación legal, es que pensamos legitimar la decisión de los menores de edad para que puedan
expresar su consentimiento ante la donación de órganos, y por tanto sea válido. Para que el acto sea posible se
requiere el consentimiento expreso de los representantes legales (a través de instrumento público o privado) y la
resolución favorable del Comité Interno de Trasplantes y Comité de Bioética de los establecimientos de salud
donde se pretenda realizar la donación y trasplante de órganos.
Toda solicitud de intervención quirúrgica donde se realice una donación y posterior trasplante de órganos, deberá
contener el consentimiento del representante legal debidamente validado, es decir, si es a través de instrumento
público –ante notario- y privado –ante la presencia de testigos-. Si existe controversia entre los padres del menor de
edad que desea donar sus órganos y tejidos en vida, la parte controvertida recurrirá ante el juez de distrito en la
materia para que resuelva a la brevedad.
Antes de llegar al procedimiento legal ante controversia, la requisitoria se dará a conocer al Comité Interno de
Trasplantes y Comité de Bioética de los establecimientos de salud. Los dichos, una vez que tienen conocimiento
del caso, darán vista al Ministerio Público de la Federación por su carácter de representante social, y por los riesgos
y abusos que puedan existir en torno a la participación de un menor de edad en el acto.
En el proyecto de decreto se detallan los requisitos de la solicitud, los cuales son concisos y no requieren de mayor
explicación.
De suma importancia es señalar que la donación de órganos y tejidos de menores de edad en vida, sólo versa para
aquellos que tiene entre 14 y 18 años, quedando estrictamente prohibida la práctica en menores de 14. Tal decisión
podrá ser revocada en cualquier momento por el donante, y éste manifestará su aprobación o negativa tanto a los
Comités de Trasplantes y Bioética, así como al Juez.
Respecto a la minoría de edad es preciso comentar que la Convención de los Derechos de los Niños considera
como niño a todo ser humano menor de 18 años de edad, mientras que la Ley para la Protección de los Derechos de
las Niñas, Niños y Adolescentes detalla que son niñas y niños las personas de hasta 12 años incompletos, y
adolescentes los que tienen entre 12 años cumplidos y 18 años incumplidos.
En el procedimiento de validación del consentimiento, consideramos como prioridad que éste sea expedito y
sumarísimo. La autoridad judicial –Juez de Distrito- está obligado a resolver en un plazo que no exceda de los 15
días naturales, contando a partir de la fecha de presentación de la requisitoria.
La autoridad judicial conocerá principalmente sobre los conflictos del consentimiento. Dada la complejidad de la
materia, entendemos que pueden existir vicios en el consentimiento del menor de edad que quiere donar sus
órganos, aunque también puede presentarse la situación en alguno de los padres o representantes legales.
El Juez, autoridad imparcial que se conduce a través de las leyes y la experiencia, además suplirá a través del
procedimiento aquí propuesto, el consentimiento ante la falta de madre o padre, tutor, o quien ejerza la patria
potestad del menor, y resolverá sobre el conflicto entre los padres del menor para autorizar la donación y
trasplante, cuando uno de ellos se oponga a la intervención.
La reforma contempla la modificación al artículo 53 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación con el
objeto de establecer la facultad para que los jueces de distrito en materia civil conozcan sobre los casos
controvertidos en materia de donación y trasplante de órganos y tejidos infantil. En resumen, la designación para
que el Juez de Distrito en materia civil intervenga en este asunto, se fundamenta en el carácter federal que tiene el
ejercitar el control y vigilancia de las donaciones y trasplantes de órganos y tejidos y células de seres humanos.
Esto también se realiza, una vez revisado el contenido del artículo 19 del Código Federal de Procedimientos
Civiles que literalmente dispone: los juzgados de Distrito tiene la competencia material que detalladamente les
atribuye la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación.
Sin mayor dificultad se conoce que la competencia por materia para validar el consentimiento es estrictamente
civil, de potestad para su regulación tanto para la federación como para las entidades federativas. Por ello, las
reglas generales del procedimiento De la Validación del Consentimiento las proponemos para su inclusión en el
Código Federal de Procedimientos Civiles, siendo éste el ordenamiento idóneo tanto en la materia como en la
competencia.
Finalmente, de la breve descripción de la situación actual ante la donación y trasplante de órganos, podemos aducir
que los menores de edad son un grupo considerado de personas que requieren de esta práctica altruista para vivir.
Normalmente en el núcleo familiar se agotan hasta los últimos recursos para salvar la vida de la persona enferma,
pero en las mismas ocasiones los padres o demás familiares no son compatibles con éstos y es necesario acudir a la
larga lista de espera; la última esperanza.
Diversos factores externos e internos como el crecimiento de la población mexicana y el avance de la ciencia y
tecnología, han impulsado el desarrollo de dichas prácticas médicas permitiendo en la actualidad la realización de
intervenciones múltiples como de Higado-Riñón, Corazón-Riñón y Corazón-Pulmón. También, el avance de
nuevas técnicas como el xenotrasplante (trasplante de órganos animales a los humanos) nos permite reconocer
nuestros limitados alcances legislativos ante la innovación y la forma de allegarnos de múltiples conceptos para
mejorar nuestra calidad de vida.
Debemos analizar o al menos revisar someramente la legislación de otros países que han avanzado en la materia.
En Canadá, su normativa permite que la donación de órganos por cualquier persona de 16 años, sea de un cuerpo
vivo a otro cuerpo vivo, o post-mortem; en España, Venezuela, Japón y Alemania, la flexibilización de los criterios
legales ha permitido la realización de donación de órganos en vida cuando el disponente es menor de edad.
Con esta medida, sobra decir que se extiende la tasa de donadores potenciales, dando un equilibrio entre las
personas necesitadas de un trasplante y los donadores de órganos.
La seguridad y salud de las personas, principalmente de nuestros niños, es nuestra esencial preocupación. Es
indispensable replantear desde la legislación esta oportunidad de ampliar la tasa de donantes potenciales de
órganos y por ende, generar una mayor cobertura para aquellos que necesitan apremiantemente de esta práctica
para sobrevivir.
Por lo anteriormente expuesto y fundado, sometemos a la consideración de esta Honorable Asamblea el siguiente:
PROYECTO DE DECRETO
Por el que se reforman y adicionan diversas disposiciones de la Ley General de Salud y del Código Federal
de Procedimientos Civiles.
ARTÍCULO PRIMERO.- Se reforman los artículos 326, 332 y 333; se adicionan los artículos 326 BIS, 326 TER
y 326 CUATER, todo ello de la Ley General de Salud, para quedar como siguen:
Artículo 326.- El consentimiento tendrá las siguientes restricciones respecto de las personas que a continuación se
indican:
•
Será inválido el consentimiento tácito o expreso otorgado por menores de edad, salvo que se acredite el
cumplimiento de los requisitos establecidos en el artículo 326 BIS.
•
•
El consentimiento expreso otorgado por interdictos o personas que por cualquier discapacidad,
trastorno físico o mental se encuentren impedidas para expresarse libremente es nulo de pleno
derecho.
…
Artículo 326 BIS.- Para que los menores de edad puedan disponer sobre sus órganos, es indispensable el
consentimiento expreso de sus representantes legales, así como de la resolución favorable de los Comités
Internos de Transplantes y Bioética de los establecimientos de salud donde se pretenda realizar la donación
y trasplante.
El Comité de Bioética deberá dar vista al Ministerio Público de la Federación de cualquier solicitud de
donación en vida, donde el donante sea un menor de edad.
En el caso de que se presente controversia, los interesados podrán recurrir ante la autoridad judicial
correspondiente.
Artículo 326 TER.- La requisitoria que se interponga ante los Comités Internos de Transplantes y de
Bioética de los establecimientos de salud para tales efectos, deberá contener cuando menos:
I.- El consentimiento de la madre o padre, tutor, quien ejerza la patria potestad del menor, persona de
confianza o representante legal, el cual se reconocerá a través de instrumento público o privado;
II.- La señalización del órgano, tejido, células y derivados, objeto de la donación;
III. Que el órgano, tejido, células y derivados, objeto de la donación, tengan por destino trasplantarse a los
ascendientes y parientes colaterales hasta el segundo grado del menor donador, previa comprobación
médica de compatibilidad con el receptor;
IV.- Contar con dictamen médico actualizado en el que se acredite el favorable estado de salud físico y
psicológico del menor donador, así como el grado de riesgo al que será sometido el mismo por la
intervención quirúrgica ante el trasplante;
V.- La opinión del médico de cabecera del receptor y del donante, así como la vertida por dos médicos
ajenos al caso, avalando o no la decisión de la donación.
VI.- Las demás que dispongan el presente y otros ordenamientos;
Estas reglas no serán aplicables para menores de 14 años, ni para aquellas personas que cumpliendo el
rango de edad autorizado manifiesten ante los Comités Internos de Transplantes y de Bioética o Juez, su
negativa ante la donación, aún y cuando se atiendan los requisitos anteriormente establecidos. El menor de
edad donante en cualquier momento puede revocar su decisión.
El juez competente en la materia podrá suplir dicho consentimiento, sólo en el caso de que el menor de edad
donante no cuente con el consentimiento de la madre o padre, del tutor o quien ejerza su patria potestad, o
bien se encuentre ante falta de éstos.
Artículo 326 CUATER.- Para que sea válido el consentimiento tácito otorgado por menores de edad, sólo se
necesita la autorización de la madre o padre, tutor o quien ejerza la patria potestad, una vez confirmada la
pérdida de la vida del disponente.
Artículo 332.- La selección del donante y del receptor se hará siempre con prescripción y bajo control médico, en
los términos que fije la Secretaría de Salud.
Se deroga.
…
…
Artículo 333.- Para realizar trasplantes entre vivos, deberán cumplirse los siguientes requisitos respecto del
donante:
I. Ser mayor de edad, salvo que se acredite el cumplimiento de los requisitos establecidos en los artículo 326,
326 BIS, y 326 TER, así como estar en pleno uso de sus facultades mentales;
II. …;
III. …;
IV. …
V. …, y
VI.- …
a) …
b) …
c) …
ARTÍCULO SEGUNDO.- Se adiciona un Título Tercero al Libro Tercero del Código Federal de Procedimientos
Civiles, denominado De la Validación del Consentimiento, para quedar como sigue:
TÍTULO TERCERO
DE LA VALIDACIÓN DEL CONSENTIMIENTO
CAPÍTULO ÚNICO
EN MATERIA DE DONACIÓN Y TRASPLANTE DE ÓRGANOS
Artículo 543 bis.- Corresponde al Juez de distrito conocer de las controversias que se susciten en materia de
donación y trasplante de órganos de menores de edad, en términos de lo dispuesto por los artículos 326, 326
BIS y 326 TER de la Ley General de Salud.
El Juez conocerá y resolverá de los casos controvertidos que versen sobre la existencia de vicios en el
consentimiento del menor de edad donante; de la suplencia del consentimiento ante la falta de madre o
padre, tutor, o quien ejerza la patria potestad del menor; del conflicto entre los padres del menor para
autorizar la donación y trasplante; y los demás que se susciten.
Artículo 543 bis1.- Toda contienda judicial que se motive en las anteriores causales, deberá contener además
de los requisitos establecidos para la presentación de cualquier demanda, los documentos señalados en el
artículo 326 TER de la Ley General de Salud.
La acción deberá ir acompañada además del domicilio de los médicos que intervengan en el caso para
recibir notificaciones.
Artículo 543 bis 2.- El Comité de Bioética de los establecimientos de salud que tenga conocimiento sobre
cualquier situación que pudiere menoscabar los derechos fundamentales de los menores de edad, deberá
informar de inmediato al Juez de distrito correspondiente.
El Juez cuenta con veinticuatro horas para integrar el expediente con los documentos turnados y correr
traslado de éste al Ministerio Público de la Federación, así como al Centro Nacional de Trasplantes, a fin de
que en un plazo de dos días naturales presenten contestación y opinión sobre el caso particular.
El Ministerio Público mantendrá participación activa en las diligencias judiciales que al efecto se produzcan.
Artículo 543 bis 3.- En caso de que la acción fuere obscura o si subsistiera alguna irregularidad con el
cumplimiento de los requisitos establecidos, el Juez prevendrá a los interesados para que en un término de
dos días hábiles subsanen los defectos de la misma.
Artículo 543 bis 4.- El Juez en cualquier momento podrá citar a las personas que considere conveniente para
que informen bajo protesta de decir verdad, sobre los hechos, dictámenes médicos y demás situaciones
expresas u omisas en la requisitoria.
Artículo 543 bis 5.- El menor de edad donante, así como la persona receptora del órgano, tejido, célula y
derivados, serán escuchados por el Juez, determinando para ello audiencia pública en la que se citará a
todos los interesados. A petición de parte la audiencia podrá ser privada.
En el caso de que el receptor del órgano, tejido, célula y derivados, por su evidente estado de salud no pueda
asistir ante el juez, éste acudirá para recibir su declaración en el lugar en que se halle.
Artículo 543 bis 6.- El Juez citará a los interesados a la única audiencia pública indefirible autorizada para
desahogar las pruebas ofrecidas por las partes. Una vez realizada esta diligencia judicial, se oirán o
presentarán alegatos por escrito y en el mismo acto se dictará la resolución que corresponda.
Artículo 543 bis 7.- En la presente actuación judicial será admisible toda clase de pruebas, excepto aquellas
que fueran contra el derecho, la moral y las buenas costumbres.
Artículo 543 bis 8.- El Juez está obligado a resolver en un plazo que no exceda de los 15 días naturales,
contando a partir de la fecha de presentación de la requisitoria.
El juzgador conducirá su resolución procurando el interés superior del niño, garantizando en todo momento
que no se vulneren los derechos humanos de los menores de edad.
Artículo 543 bis 9.- En casos de excepción, cuando esté en peligro la vida del receptor, el juez conocedor de
la causa, por la urgencia, podrá autorizar de inmediato la medida que se requiera.
Artículo 543 bis 10.- Ante la resolución favorable o negativa del Juez de distrito proceden aquellos recursos
ordinarios de apelación. La autoridad de alzada correspondiente buscará que el procedimiento sea lo más
expedito posible.
ARTÍCULO TERCERO.- Se adiciona una fracción séptima al artículo 53 de la Ley Orgánica del Poder Judicial
de la Federación, recorriendo su enumeración a la actual, para quedar como sigue:
Artículo 53. Los jueces de distrito civiles federales conocerán:
I. …
II. …
III. …
IV. …
V. …
VI. …
VII. De las controversias que se susciten en materia de donación y trasplante de órganos de menores de
edad, en términos de lo dispuesto por los artículos 326, 326 BIS y 326 TER de la Ley General de Salud, y
VIII. …
TRANSITORIOS
Primero.- El presente decreto entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Diario Oficial de la
Federación.
Segundo.- Se derogan todas las disposiciones que contravengan lo dispuesto en el presente decreto.
Suscriben
SEN. RUBÉN F. VELÁZQUEZ LÓPEZ
SEN. JOSÉ LUIS GARCÍA ZALVIDEA
Dado en el Salón de Sesiones del Senado de la República, a los catorce días del mes de Septiembre de 2010.
1 De Pina, Rafael, Diccionario de Derecho 35ª edición, Ed. Porrúa, México, D. F., 2006.
2 Idem.
3 Diccionario de la Real Academia Española.
4 Para su consulta: http://www.trasplantesyvida.org/como_financiar_un_trasplante.php
5 Datos generados a través de la solicitud de información No. 0001200194810 emitida por la Unidad de Enlace del
Centro Nacional de Trasplantes y de la Comisión Coordinadora de Institutos Nacionales de Salud y hospitales de
Alta Especialidad, con el oficio No. UE/3719/2010, México, D.F, 30 de julio de 2010.
6 La cifra de menores de edad registrados en la Lista de Espera Nacional es una suma de los datos proporcionaos
por el Centro Nacional de Trasplantes en la citada solicitud de información. Para su consulta:
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