241924. . Tercera Sala. Séptima Época. Semanario Judicial de la Federación. Volumen 51, Cuarta Parte, Pág. 51. REPRESENTACION (LEGISLACION DEL DISTRITO FEDERAL Y DEL ESTADO DE VERACRUZ). La falta de capacidad debe ser sustituida con la intervención de otra persona capaz que es llamada en lugar del incapaz, y entonces surge la representación. En virtud de ésta un sujeto (representante) está legitimado (con legitimación indirecta) para realizar los actos que implican ejercicio de un derecho o facultad cuya titularidad corresponde a otra persona (representado). El fundamento de la legitimación del representante y la esencia de la representación misma, es el poder suficiente para participar en un acto en nombre del representado y con efectos únicamente para éste. Cuando este poder falta, quien obra como tal representante sin poderes, o excediendo los límites de éstos, no obliga al tercero interesado y es responsable hacia la otra parte del daño que ésta sufre. El poder de representación deriva de la ley (representación legal) o de la voluntad del representado (representación voluntaria) y supone siempre la previa legitimación de éste, aunque no siempre su capacidad (El mandato -una forma de representación voluntaria- supone legitimación y capacidad del representado; la patria potestad o la tutela -formas de representación legal o necesaria- suponen incapacidad del representado; las personas jurídicas son capaces y actúan mediante sus órganos o representantes, estando esta actuación regulada en la ley o en los estatutos respectivos). La representación de los incapaces tiene su fundamento en la necesidad de suplir la incapacidad de obrar de las personas. El representante está legitimado para ejercitar los derechos y facultades del incapaz, en nombre y beneficio de éste, dentro de los límites señalados por la ley, de la que deriva el correspondiente poder. Atendiendo a esta necesidad, la ley designa a las personas capaces que son llamadas en lugar de los incapaces, así, en términos generales, puede decirse que la representación de los menores no emancipados corresponde a las personas que ejercen la patria potestad (artículo 425 del Código Civil del Distrito y Territorios Federales y correlativo 354 del Código Civil del Estado de Veracruz); la de los menores e incapacitados sometidos a tutela, al tutor (artículo 449 del código del Distrito y 379 del veracruzano); y la representación del ausente se defiere según el orden establecido en el artículo 653, en relación con el artículo 658, del Código Civil del Distrito y Territorios Federales, y sus correlativos 584 y 587 del Código Civil de Veracruz. Pero es obvio que cuando los intereses del representante son opuestos a los del representado, entonces el representante legal debe ser sustituido, en cada caso, por otra persona que ejercite en nombre y beneficio del incapaz, los derechos y facultades de que éste es titular. El artículo 449 del Código Civil del Distrito y Territorios Federales (su correlativo en el Código de Veracruz es el artículo 379), establece la posibilidad legal de esta sustitución, al decir que la tutela puede tener también por objeto la representación interina del incapaz, en los casos especiales que señale la ley. Y específicamente los artículos 440 y 457 del Código Civil del Distrito y Territorios Federales (y los correlativos del Código Civil de Veracruz, los artículos 369 y 386, segundo párrafo), disponen que, cuando los intereses de las personas que ejercen la patria potestad y la tutela, respectivamente, sean opuestos a los de sus respectivos representados, el Juez nombrará a éstos un tutor "especial" que defienda sus intereses, en cada caso. Amparo directo 3840/71. José Antonio Lammoglia Aranda. 29 de marzo de 1973. Unanimidad de cuatro votos. Ponente: Ernesto Solís López. -1-