Aunque estas anastomosis de acuerdo con Gillilan fe son evidentes, no estamos (1958) y Brihaye (1961) la denominación de vías plexiformes posteriores en que les dan estos autores. Cada una de las longitudinales posteriores sucesivas anastomosis división de las vías se constituye que establecen arterias por las las ramas de radículo-medulares posteriores como señala Tureen la región cervical, anastomóticas con la rama (1938) y además, en descendente de la arteria espinal posterior. Sin embargo, en ocasiones también participan anastomótica en la longitudinal formación posterior de de la un vía lado, ramas de división de las arterias radículo-medulares posteriores del lado opuesto, como señala en uno de sus casos Chakravorty (1971). La continuidad de las longitudinales posteriores ha Lazorthes y Gouaze Houdart (1970). Estos ¡ï'- soluciones de (1968) vías sido cuestionada y Djindjian, autores describen continuidad de dorsal, mientras que en las la vía regiones lumbar la encuentran siempre continua. - 275 - ;•' .vI anastomóticas por Hurth y frecuentes en la región cervical y En nuestros casos la vía anastomótica longitudinal posterior es continua, al igual que en los de Tureen en algunos (1938) y casos Dommisse (1975) presenta y solo desplazamientos al lado opuesto durante cortos trayectos. Otro hecho a destacar tortuosos y las asas son los trayectos arteriales (loop) en las anastomóticas longitudinales posteriores vías observadas por Turnbull, Brieg y Hassler (1966) en 12 cadáveres humanos mayores de 70 también se observan en años. Estas formaciones edades muy inferiores, como las de nuestra serie. F . 2» — sucl i c r v i l o — Las arterias radículo-medulares posteriores son las que algunos acompañan nervios las raquídeos terminales van a longitudinales a raíces posteriores y por que constituir las vías posteriores. Aunque sus de ramas anastomóticas Tanon (1908) define las arterias radículo-medulares como arterias "motrices* anteriores, y por tanto mantenemos solo el se nombre - 276 - refiere de a las arterias radículo-medulares posteriores al igual que muchos otros autores. El número de arterias posteriores es considerado radículo-medulares por Kadyi Tureen (1938) entre 11 y 23, (1889) y por con una media de 16 a 18, mientras que para Gillilan (1958) es de 12 a 16. Corbin (1961) encuentra de radículo-medulares posteriores casos y Tveten (1976) de 14 18 a 22 arterias en el 75 % de a 25, con una media 19 a 20. En nuestras observaciones, el número de arterias 12.8, siendo radículo-medulares de 6.8 para sus posteriores de medio es de el lado izquierdo y de 6 para el lado derecho. Por lo tanto podemos decir que existe if- un número mayor radículo-medulares posteriores de arterias con respecto a las anteriores, en ambos lados (p < 0.00001 para el lado izquierdo y p < 0.000001 para el lado derecho) y que las arterias radículo-medulares posteriores izquierdas son más numerosas que las derechas en el conjunto de la médula espinal (p < 0.00001). El análisis de los contradice los resultados (1975). Esta aportes regiones, presentados por autor considera dorsal y lumbar, existe por que en las Dommisse regiones un predominio en el - 277 - número de las arterias radículo-medulares posteriores del lado derecho, mientras que en la región cervical hay diferencias. Sin embargo, nosotros no hallamos predominio derecho en la región cervical (excepto en C7) y predominio izquierdo en las regiones dorsal y lumbar. Respecto al diámetro medio radículo-medulares posteriores, de las arterias Adamkiewicz (1882) solo señala que son más delgadas que las anteriores. Tveten (1938) y Corbin de 0.25 m.m. (1961) les asignan un a 0,50 m.m. estos autores ya que que oscila entre 0.35 valor Nosotros coincidimos con encontramos un diámetro y 0.55 m.m., sin medio diferencias significativas entre las regiones cervical, dorsal y lumbar alta. Sin embargo, arterias de mayor diámetro Brihaye (1961) en las describe intumescencias. Gillilan (1958) y Tveten (1976) observan una arteria de mayor diámetro en la región dorso-lumbar, que para el primero de estos autores es equivalente a la radiculares magna. Nosotros ya nos hemos referido al carácter uniforme que presenta el diámetro medio de las arterias radículo-medulares posteriores en todas las regiones, excepto en la lumbo-sacra. - 278 - Las arterias radi culo-medulares posteriores se distribuyen entre C. y L4 en nuestros resultados. La arteria que acompaña, en algunas ocasiones, a las raíces del segundo nervio raquídeo corresponde a uno de los niveles de origen establecidos por nosotros, de la arteria espinal posterior y por lo tanto no la =H consideramos como cambio Tureen un aporte (1938) radículo-medular. la señala como una En arteria radículo-medular en el 25% de sus casos. Chakravorty (1970) f • acompaña a C. muy encuentra una frecuentemente, arteria que mientras que Dommisse (1975) encuentra una mayor concentración de arterias proporción en CR, de En nuestras piezas arterias la mayor radículo-medulares posteriores se establece en C_, en D4 y entre D? Lj-L,.,. Este último territorio coincide con el y nivel de entrada de la arteria radiculares magna. F.2. 1.- Trayecto dural de las arterias radículo-medulares posteriores. La forma en que atraviesan la duramadre espinal las arterias radículo-medulares posteriores es Ferri y Frignani (1964) de dos junto al nervio raquídeo (46%) - 279 - tipos: el para primero, y el segundo por un orificio propio (54%). Ambas modalidades han observadas por nosotros aunque no hemos su proporción. No obstante sido establecido Julián (1965) y Djindjian, Hurth y Houdart (1970) solo consideran el paso por un orificio común con el nervio raquídeo. Las acompañan establecer arterias siempre radículo-medulares a las relación (Julián, 1965), raíces con pero el posteriores posteriores contingente nosotros hemos sin anterior observado un caso en el que la arteria radículo-medular posterior atravesaba la duramadre espinal junto a la raíz anterior del nervio raquídeo de D 1Q y posteriormente se dirigía hacia atrás. F.2.2.- División de terminal las arterias radículo-medulares posteriores. Los únicos trabajos en división de las los que se menciona arterias radículo-medulares posteriores son los de Corbin (1961), Julian y Lazorthes, Gouaze y la Djindjian (1973). (1965) Estos autores coinciden en que la división terminal es por medio de dos ramas: descendente. Además una ascendente Lazorthes, Gouaze - 280 - y y la otra Djindjian (1973) observan casos en lo que existen dos ramas ascendentes y dos ramas descendentes. Estas formas también, pero de división no ha diferencias regionales. las hemos sido Sin observado posible embargo, establecer consideramos como norma general, que la división de las radículo-medulares posteriores se arterias realiza de forma que siempre esté asegurada la presencia de las vías principal y secundaria, tanto en un lado como en otro. Por este motivo, en algunos casos existen dos ramos de división ascendentes y dos descendentes, incluso ramos transversales para el la e vía contralateral. F.2.3.- Arterias radículo-medulares posteriores bilaterales a un mismo nivel. La existencia de radículo-medulares posteriores, otra izquierda, a un mismo observada por Corbin (1961) dos una arterias derecha nivel y medular, y Julián (1965). la es Estos autores consideran que la distribución simétrica de las arterias es un datos al hecho radículo-medulares posteriores frecuente, pero no aportan más respecto. Nosotros hemos estudiado esta - 281 - disposición tanto en las arterias radículo-medulares posteriores como en las anteriores, y podemos afirmar que existe una clara diferencia al comparar la distribución unas y otras. Así, las arterias de radículo-medulares posteriores bilaterales a un mismo nivel se observan en todas las regiones de la médula espinal, con máximo de frecuencia en C~ y una en D^' mientras que las arterias radículo-medulares anteriores solamente en la región cervical. F - 3 . — Aar-fcesr'la.js r·aicl·i.oTj.lo — me c3.UL 1 ± o TC e m±;smo ± o ir e Las observaciones radículo-medulares anterior y nivel medular, son referidas de arterias posterior a un por muchos mismo de los autores consultados. Se puede destacar la afirmación de Lazorthes y que la arteria col. (1957 y 1958), que radicularis magna esta consideran acompañada siempre por una arteria radículo-medular posterior. Las arterias posterior, proceden radículo-medulares de un foramen intervertebral da tronco común sus dos ramas - 282 - anterior y que en el terminales (Perese y Fracasso, 1959 y Julian, 1965). Por lo tanto, la división se realiza siempre fuera del saco dural (Rudinger, 1863; Julián, 1965? Hassler, Turnbull, Brieg y Hassler, aunque Ferri Frignani (1964) y división en la nunca dentro concuerda con 1966 y propia pared de del saco Tveten, han 1966; 1976), observado la duramadre, dural. Este nuestras observaciones la pero aspecto ya que no hemos comprobado, en algunas ocasiones, la división de las arterias radículo-medulares a partir de un tronco común que llega hasta el interior del saco dural. Los niveles medulares donde observamos una mayor frecuencia de dos arterias radículo-medulares, anterior y posterior, son Cg y C7> I>3 y D4 y Dg a DIQ. Estos datos no han sido señalados anteriormente más que de forma parcial por Tveten (1976), también que en la región la Chakravorty (1971) cervical. proporción radículo-medulares anterior y nivel es de 56 - 283 - Destacamos arterias posterior a un en el lado izquierdo lado derecho. de y mismo y de 28 en el IF - ei ei 1 SL 3 gin at;s -t o mó -fc ± c aus u. d. dl n a. 1 ir ± o :po La sistematización vías anastomót icas de las colaterales de las longitudinales posteriores justificada desde el punto está de vista morfológico ya que pueden establecerse ordenes arteriales definidos y por lo tanto no estamos de acuerdo con Gillilan (1958) cuando afirma que las clasificaciones de arterias del plexo posterior realizadas por las Voris (1928) en el Virginian opposum carecen de interés en el hombre. La primera referencia que hemos encontrado de colaterales de las vías anastomót icas longitudinales posteriores describe posticae es la de anastomosis situadas por respectivamente, de las Adamkiewicz (1882) laterales delante y y cuando anastomosis por fila radicularia detrás, dorsalis. Estas anastomosis se establecen entre colaterales de las vías longitudinales posteriores. Posteriormente, Tureen (1938) y Corbin (1961) clasifican en dos tipos las colaterales de las anastomóticas longitudinales posteriores, aunque - 284 - vías la denominación difiere de colaterales posteriores uno de a otro Tureen o autor. Las internas de Corbin, se dirigen transversalmente al lado opuesto, uniendo ambas vías otras colaterales externas de son Corbin, adelante, por directamente o Kadyi con longitudinales posteriores. las laterales las cuales el cordón se lateral y a través de de la cadena colaterales homónimas Tureen dirigen se Las o hacia anastomosan lateral de procedentes de la vía longitudinal anterior. Otros autores han descrito solamente dirección de estas arterias colaterales. Este es caso de Djindjian, Hurth y Houdart (1970) y la el Tveten (1976) al señalar arterias transversales, oblicuas y horizontales en la superficie posterior de la médula espinal. Nosotros hemos clasificado las vías anastomóticas por su territorio las colaterales longitudinales de distribución expuestas (Tureen y Corbin) no posteriores en los medulares, ya que las clasificaciones se de cordones anteriormente ajustaban a nuestras observaciones. Las colaterales para el cordón posterior pueden - 285 - ser: arterias medianas póstero-mediales, posteriores, arterias arterias póstero-laterales arterias posteriores contralaterales y (anastomót icas o no anastomót icas ). Las colaterales para el cordón lateral pueden posteriores y pre-1 igamentosas posteriores. Estas arterias tienen ser: post-1 igamentosas el mismo significado que las colaterales descritas a propósito de la vía anastomótica longitudinal anterior . u. 1 at ;s v í at lon^±-fctj.c3L± — i o at. j n SL. 1 e js > (Excepto el asa anastomótica del cono medular). En la t» í & superficie medular se consideraba una serie de arterias de disposición circunferencial que unían las vías diferentes anastomóticas longitudinales en segmentos medulares. Estas los arterias constituían la "vasa corona" de Adamkiewicz (1882). Gillilan (1958) describe las anastomosis que se establecen entre ambas vías - 286 - longitudinales posteriores por medio de arterias de diámetro pequeño y mediano, y entre estas vías posteriores la vía anterior (1938) y Corbin por medio (1961) de arteriolas. establecen anastomóticas longitudinales están por sus. colaterales. Otros refieren a plexos piales sin sistematizar Hassler, 1966; sus que Di Chiro, vías unidas entre cambio en la superficie ramas Tureen las autores, en (Turnbull, Doppman y y sí se medular, Brieg Ommaya, y 1967; Garcin y Kondot, 1968 y Tveten, 1976). Según Dommisse (1975) las anastomosis entre las vías longitudinales posteriores son más abundantes en las regiones de las intumescencias. En este punto estamos de acuerdo con el autor. Las anastomosis entre las vías longitudinales posteriores, pueden establecerse por medio de finas arterias que en su conjunto se disponen en mallas plexos y también por arterias de diámetro mayor o que adoptan la forma de imágenes poligonales o lineales, en la superficie posterior Según nuestra de la clasificación de médula espinal. las colaterales de las vías longitudinales posteriores, las anastomosis se establecen entre las arterias contralaterales. - 287 - posteriores En el cordón lateral que comunican las posterior. Unas formadas por las pre y diámetro son de pequeño diámetro y ramas terminales de las unen y otras son directamente longitudinales. Estas arterias en aquellos casos arterias vías longitudinales anterior post-1igamentosas y se observan las están arterias de mayor las vías no son constantes en que existen, y pueden verse y en cualquiera de las regiones medulares. No hay mención de ellas en la literatura consultada. - 288 - saNOismoNoo COMCLUSIONES. 1_. - La muestra de especímenes estudiada contiene médulas espinales humanas, normales, 53 pertenecientes a individuos con una edad media comprendida entre 32 y 34 años. Tanto por estudiadas, como por la puede inferir, de el número de médulas edad de los individuos, nuestro estudio, el plan organización de la irrigación arterial de la se de médula espinal. 2_. - La técnica de inyección selectiva en cada una de las arterias, que en una situación paravertebral pueden irrigar a la médula espinal, constituye nosotros, el método más fiable para para obtener la replección completa del árbol arterial medular. 3.- De los utilizados bario, etc. ) distintos (Rhodopas, productos, látex creemos que el natural, clásicamente sulfato látex natural material de elección pera la técnica de múltiples. - 290 - es de el inyecciones 4_. - El conjunto í asegurada su de la médula irrigación espinal humana arterial por tiene 3 vías principales. Sin t anastomóticas embargo, la longitudinales irrigación intraneural se establece segmentariamente en cada nivel medular. 5.- ARTERIAS ESPINALES ANTERIORES. 5.A.- Se establece la clasificación de los orígenes de las arterias espinales anteriores nacidas en arterias vertebrales. origen: Tipo I, anteriores, una Se consideran presenta derecha dos y la tres tipos arterias otra derecho y la o Ic o equilibrado, de predominio presenta una sola arteria III en el anteriores cuál se Ib o espinales ambas originan de de predominio izquierdo. Tipo arterias una En establecemos espinal anterior, y una. o de izquierda. relación al diámetro de estas arterias el subtipo las II, Tipo espinales anastomosis transversal intervertebral. 5.B.- La arteria espinal 41.9 % de los casos anterior derecha es en predominante o espinal anterior. - 291 - única el arteria 5.C.- La unión anteriores, de las derecha dos e arterias izquierda, espínales se realiza preferentemente en la unión bulbo-medular. 6.- VIA ANASTQHOTICA LONGITUDINAL ANTERIOR. 6 ._A_, - El origen de la vía anastomótica longitudinal anterior se establece siempre por una anastomosis de tipo término-terminal que espinal anterior con la establecen la arteria rama ascendente del primer aporte radículo-medular anterior. Caudalmente, vía está formada las ramas de por las división esta sucesivas anastomosis terminal de las de arterias radículo-medulares anteriores. 6.B.- La vía anastomótica longitudinal anterior continua, desde la cono Su medular. región bulbo-medular diámetro presentando disminución no del mismo, es hasta es el uniforme, frecuentemente, en los niveles D4 a DQ. 6.C.- La vía anastomótica presenta desdoblamientos más del 90 % de longitudinal en la región cervical en los casos y en el 33 % también en las regiones dorsal e incluso lumbar. - 292 ff i-1: anterior 7.- ARTERIAS RADICULO-HEDULARES ANTERIORES. 7.A.- Las arterias radículo-medulares anteriores distribuyen, preferentemente, medulares C, a C?, coinciden también entre los niveles . Estos con los diámetros se niveles medios más significat ivos. 7.B.- Las arterias radículo-medulares anteriores, bilaterales en un mismo nivel, solo se observan en la región cervical, con un máximo de frecuencia en V 7.C.- Atendiendo terminal de anteriores, a la morfología los se aportes establecen en la división radículo-medulares diferencias regionales (cervical, dorsal y lumbar). 7.D.- La arteria radiculares magna se sitúa de manera constante entre los segmentos medulares D0 o L_, con máxima presentación (33.3 el 80 % izquierdo ill de y los no casos está se %) a nivel Dq. En localiza siempre en acompañada arteria radículo-medular posterior (36.6 %). - 293 - a el de lado una