SENADO

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BORRADOR
Propuesta de enmiendas de CEOE:
“Proyecto de Ley de Protección y Uso
Sostenible del Litoral y de Modificación de la
Ley 22/1988, de 28 de julio, de Costas”
- SENADO -
Madrid, 04 de marzo de 2013
BORRADOR
PROPUESTA DE ENMIENDAS AL PROYECTO DE LEY DE PROTECCIÓN Y
USO SOSTENIBLE DEL LITORAL Y DE MODIFICACIÓN DE LA LEY
22/1988, DE 28 DE JULIO, DE COSTAS
ENMIENDA Nº 1
Artículo primero. Dos. Modificación del apartado 3 del artículo 4.
Enmienda de adición
Donde dice:
Dos. Se modifica el apartado 3 del artículo 4 que queda redactado del siguiente modo:
«Los terrenos cuya superficie sea invadida por el mar por causas distintas a las
previstas en el último párrafo del artículo 3.1, letra a), y en todo caso tendrán esta
consideración los terrenos inundados que sean navegables.»
Debería decir:
Dos. Se modifica el apartado 3 del artículo 4 que queda redactado del siguiente modo:
«Los terrenos cuya superficie sea invadida por el mar por causas distintas a las
previstas en el último párrafo del artículo 3.1, letra a), y en todo caso tendrán esta
consideración los terrenos inundados que sean navegables.»
No obstante lo anterior, en el caso de las urbanizaciones marítimo-terrestres la
delimitación del dominio público marítimo-terrestre se producirá con arreglo a
cuanto establece la Disposición adicional décima de la presente Ley”.
Justificación:
Distinguir la doble naturaleza, portuaria y residencial, que tienen las urbanizaciones
marítimo-terrestres. Coordinar la delimitación de la zona de dominio público marítimoterrestre que de estas urbanizaciones se propone en la Disposición adicional décima de
la Ley.
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BORRADOR
ENMIENDA Nº 2
Artículo primero. Nueve. Introducción de un nuevo apartado 6 en artículo 33.
Enmienda de modificación
Donde dice:
Nueve. Se introduce un nuevo apartado 6 en el artículo 33 que queda redactado del
siguiente modo:
«Reglamentariamente se desarrollará el régimen de ocupación y uso de las playas
atendiendo a su naturaleza. Se dotará a los tramos naturales de las playas de un
elevado nivel de protección que restrinja las ocupaciones, autorizando únicamente las
que sean indispensables o estén previstas en la normativa aplicable. Se regulará la
ocupación y uso de los tramos urbanos de las playas de modo que se garantice una
adecuada prestación de los servicios que sea compatible con el uso común.»
Debería decir:
Nueve. Se introduce un nuevo apartado 6 en el artículo 33 que queda redactado del
siguiente modo:
«Reglamentariamente se desarrollará el régimen de ocupación y uso de las playas
atendiendo a su naturaleza. Se dotará a los tramos naturales de las playas de un
elevado nivel de protección que restrinja las ocupaciones, autorizando únicamente las
que sean indispensables o estén previstas en la normativa aplicable. Se regulará la
ocupación y uso de los tramos urbanos de las playas de modo que se garantice una
adecuada prestación de los servicios que sea compatible con el uso común.
En todo caso, la regulación normativa que se contenga reglamentariamente sobre el
régimen de ocupación y uso de las playas será compatible con el régimen de usos y
disfrute de las mismas que la Ley reconoce para los servicios de temporada y se hará
de tal modo que no restrinja totalmente la capacidad de las entidades locales de
decidir su ordenación y régimen de usos en la ordenanza correspondiente.
Reglamentariamente se garantizará la posibilidad de que las corporaciones locales
puedan, en el ejercicio de sus competencias, determinar el régimen de los usos y
aprovechamientos de las playas ya sea mediante ordenanzas o mediante el plan de
usos de temporada de las playas de su término municipal así como la posibilidad de
que las Corporaciones Locales que hubiesen aprobado el plan de usos de temporadas
puedan otorgar las autorizaciones para el uso y explotación de servicios de
temporadas en las playas.
Reglamentariamente se determinará la competencia para señalar las zonas de baño
de las playas así como para vigilar la observancia en los lugares de baño de las
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normas de seguridad, sin perjuicio de las competencias de otras Administraciones en
materia de infracciones relacionadas con la navegación.»
Justificación:
Se estima aconsejable añadir estos párrafos en dicha Disposición con el fin de que la
remisión al Reglamento que dicho precepto permite no sea tan amplia que habilite a la
futura regulación reglamentaria a restringir o limitar totalmente el uso y disfrute de las
playas. Con ello, se intenta compatibilizar la finalidad que pretende alcanzarse en aras a
proteger mejor las playas y su régimen de usos actual con la posibilidad ya reconocida
actualmente en la Ley de que los interesados en realizar actividades o servicios de
temporada en las mismas puedan seguir prestándolos.
ENMIENDA Nº 3
Artículo primero. Doce. Modificación del apartado 1 del artículo 49.
Enmienda de adición
El texto quedará como sigue:
Doce. Se modifica el apartado 1 del artículo 49 que queda redactado del siguiente
modo:
“La adscripción de bienes de dominio público marítimo-terrestre a las Comunidades
Autónomas para la construcción de nuevos puertos y vías de transporte de titularidad
de aquellas, o de ampliación o modificación de los existentes, se formalizará por la
Administración del Estado. La porción de dominio público adscrita conservará tal
calificación jurídica, correspondiendo a la Comunidad Autónoma la utilización y
gestión de la misma, adecuadas a su finalidad y con sujeción a las disposiciones
pertinentes. En todo caso, el plazo de las concesiones que se otorguen en los bienes
adscritos, incluidas las prórrogas, no podrá ser superior al plazo máximo de vigencia
establecido en la legislación estatal para las concesiones sobre dominio público
portuario en los puertos de interés general. En los supuestos de adscripción, la
Comunidad Autónoma ostentará, a efectos del Impuesto sobre Bienes Inmuebles, la
condición de sustituto del contribuyente respecto a la porción adscrita del dominio
público marítimo-terrestre no afectada por las concesiones, sin que pueda repercutir en
el contribuyente el importe de la deuda tributaria satisfecha.
La adscripción de bienes de dominio público marítimo-terrestre a las corporaciones
locales para la construcción de nuevas urbanizaciones marítimo-terrestres en el
ámbito territorial de su competencia, o de ampliación o modificación de las ya
existentes, se formalizará por la Administración del Estado únicamente en aquella
parte de las urbanizaciones marítimo-terrestres que formen parte del dominio público
marítimo-terrestre y no ostenten la condición de dominio público afecto al servicio
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portuario de acuerdo con lo dispuesto en la Disposición adicional décima de la
presente ley. La porción de dominio público adscrita conservará tal calificación
jurídica, correspondiendo a la entidad local determinar la utilización y gestión de la
misma de conformidad con la normativa de ordenación territorial y urbanística de
aplicación y garantizando en todo caso a los propietarios de la urbanización
marítimo-terrestre una participación activa y relevante al amparo de cuanto prevé el
artículo 9.2 de la Constitución. En todo caso, el plazo de las concesiones que se
otorguen en los bienes adscritos, incluidas las prórrogas, no podrá ser superior al
plazo máximo de vigencia establecido en la presente Ley.”
Justificación: Aclarar la distribución competencial y el régimen de adscripción que es
aplicable a las urbanizaciones marítimo-terrestres en atención a la parte de dominio
público marítimo-terrestre que está afecta o no al servicio portuario, siguiendo con el
mismo criterio ya propuesto en la Disposición adicional décima.
ENMIENDA Nº 4
Artículo primero. Trece. Modificación del apartado 4 del artículo 52.
Enmienda de modificación/adición
Donde dice:
Trece. Se modifica el apartado 4 del artículo 52 que queda redactado del siguiente
modo:
«El plazo de vencimiento será el que se determine en el título correspondiente, y no
podrá exceder de cuatro años, salvo en los casos en que esta Ley establece otro
diferente. »
Debería decir:
Trece. Se modifican los apartados 3 y 4 del artículo 52 que quedan redactados del
siguiente modo:
«3. Las autorizaciones se otorgarán con carácter personal e intransferible intervivos,
salvo en el caso de vertidos, y no serán inscribibles en el Registro de la Propiedad. y
serán transmisibles por actos intervivos y mortis causa. La transmisión inter vivos
sólo será válida si con carácter previo la Administración es notificada
fehacientemente de la misma por parte del adquirente y la Administración no se
opone a la transmisión en un plazo máximo de tres meses desde la notificación por
cumplir el adquirente las condiciones establecidas en la autorización. En caso de
fallecimiento del titular de la autorización, sus causahabientes, a título de herencia o
de legado, podrán subrogarse en los derechos y obligaciones de aquel, siempre que
dentro del plazo de vigencia de la autorización, comuniquen expresamente a la
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Administración el fallecimiento y la voluntad de subrogarse en la posición del titular.
Los herederos o legatarios que se subrogaran en la posición del titular original de la
autorización podrán disfrutar de este título por el periodo de vigencia del mismo que
quede pendiente».
4. El plazo de vencimiento será el que se determine en el título correspondiente, y no
podrá exceder de cuatro años, salvo en los casos en que esta Ley establece otro
diferente. »
Justificación:
Se estima conveniente añadir la posibilidad de que las autorizaciones sean, de igual
modo que el proyecto de ley permite para las concesiones, transmitidas inter vivos y
mortis causa, más aún cuando efectuar dichas transmisiones podrá tener cierto interés a
futuro si tenemos en cuenta que con el nuevo régimen propuesto la duración de dichos
títulos autorizatorios se ve ampliado con la reforma de la Ley vigente de uno a cuatro
años con carácter general.
ENMIENDA Nº 5
Artículo primero. Diecisiete. Modificación de los apartados 2 y 3 del artículo 66.
Enmienda de supresión
Donde dice:
Diecisiete. Se modifican los apartados 2 y 3 del artículo 66 que quedan redactados del
siguiente modo:
«2. El plazo será el que se determine en el título correspondiente, que en ningún caso
podrá exceder de setenta y cinco años. Reglamentariamente, se establecerán los plazos
máximos de duración de las concesiones en función de los usos a que las mismas se
destinen.
3. Cuando el objeto de una concesión extinguida fuera una actividad amparada por
otra concesión de explotación de recursos mineros o energéticos otorgada por la
Administración del Estado por un plazo superior, su titular tendrá derecho a que se le
otorgue una nueva concesión de ocupación del dominio público marítimo-terrestre por
un plazo igual al que reste de vigencia a la concesión de explotación, sin que en ningún
caso pueda exceder de setenta y cinco años.”
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BORRADOR
Debería decir:
Diecisiete. Se modifican los apartados 2 y 3 del artículo 66 que quedan redactados del
siguiente modo:
«2. El plazo será el que se determine en el título correspondiente, que en ningún caso
podrá exceder de setenta y cinco años. Reglamentariamente, se establecerán los plazos
máximos de duración de las concesiones en función de los usos a que las mismas se
destinen.
3. Cuando el objeto de una concesión extinguida fuera una actividad amparada por
otra concesión de explotación de recursos mineros o energéticos otorgada por la
Administración del Estado por un plazo superior, su titular tendrá derecho a que se le
otorgue una nueva concesión de ocupación del dominio público marítimo-terrestre por
un plazo igual al que reste de vigencia a la concesión de explotación, sin que en ningún
caso pueda exceder de setenta y cinco años.»
Justificación: La determinación del plazo máximo de duración de cada tipología de
concesión debería realizarse ad hoc, esto es, caso por caso, tras un análisis exhaustivo
de la situación actual de la concesión, su grado de amortización actual y su viabilidad
futura. No parece lógico estandarizar máximos legales de duración en vía reglamentaria
con carácter general y en función de cada tipología de usos o destinos a los que va
dirigidos la concesión, por cuanto la situación específica de cada concesionario puede
ser muy diversa.
ENMIENDA Nº 6
Artículo primero. Dieciocho. Modificación del apartado 2 del artículo 70.
Enmienda de modificación
Donde dice:
Dieciocho. Se modifica el apartado 2 del artículo 70 que queda redactado del siguiente
modo:
«Las concesiones serán transmisibles por actos intervivos y mortis causa.
La transmisión inter vivos solo será válida si con carácter previo la Administración
reconoce el cumplimiento, por parte del adquirente, de las condiciones establecidas en
la concesión. En caso de fallecimiento del concesionario, sus causahabientes, a título
de herencia o de legado, podrán subrogarse en los derechos y obligaciones de aquel,
siempre que en el plazo de cuatro años comuniquen expresamente a la Administración
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el fallecimiento y la voluntad de subrogarse. Transcurrido dicho plazo sin que se
hubiera hecho la comunicación, la concesión quedará extinguida.»
Debe decir:
Dieciocho. Se modifica el apartado 2 del artículo 70 que queda redactado del siguiente
modo:
«Las concesiones serán transmisibles por actos intervivos y mortis causa.
La transmisión inter vivos solo será válida y eficaz si con carácter previo la
Administración reconoce el cumplimiento, por parte del adquirente, de las condiciones
establecidas en la concesión la Administración es notificada fehacientemente de la
misma por parte del adquirente y la Administración no se opone a la transmisión en
un plazo máximo de tres meses desde la notificación por cumplir el adquirente las
condiciones establecidas en la concesión. En caso de fallecimiento del concesionario,
sus causahabientes, a título de herencia o de legado, podrán subrogarse en los
derechos y obligaciones de aquel, siempre que en el plazo de cuatro años comuniquen
expresamente a la Administración el fallecimiento y la voluntad de subrogarse.
Transcurrido dicho plazo sin que se hubiera hecho la comunicación, la concesión
quedará extinguida.»
Justificación: Para garantizar una mayor seguridad jurídica, se estima conveniente
acotar el plazo temporal en que la Administración debe pronunciarse sobre la
transmisión que se pretende realizar para conocer a partir de qué momento exacto puede
considerarse que dicha transmisión, además de válida, adquiere plena eficacia.
ENMIENDA Nº 7
Artículo primero. Diecinueve. Modificación del apartado 1 del artículo 78.
Enmienda de modificación.
Donde dice:
Diecinueve. Se introducen tres nuevas letras, j), k) y l), al apartado 1 del artículo 78
que quedan redactadas del siguiente modo:
«j) Incurrir en prohibición de contratar, de acuerdo con el artículo 65.2 de esta ley.
k) La falta de la comunicación expresa prevista en el artículo 70.2 de esta ley en los
casos de transmisión mortis causa de las concesiones.
l) La falta del reconocimiento previo por la Administración previsto en el segundo
párrafo del artículo 70.2.»”
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Debería decir:
Diecinueve. Se introducen tres nuevas letras, j), k) y l), al apartado 1 del artículo 78
que quedan redactadas del siguiente modo:
«j) Incurrir en prohibición de contratar, de acuerdo con el artículo 65.2 de esta ley.
k) La falta de la comunicación expresa y previa prevista en el artículo 70.2 de esta ley
en los casos de transmisión mortis causa de las concesiones.
l) La falta de reconocimiento previo por la Administración previsto en el segundo
párrafo del artículo 70.2.»”
Justificación:
Ajustarse a lo previsto en la propuesta de enmienda anterior.
ENMIENDA Nº 8
Artículo primero. Veintiuno. Modificación del artículo 84.
Enmienda de modificación (se prevé la modificación en parte de la redacción del
apartado a) del punto 3 de dicho artículo)
Donde dice:
Veintiuno. Se modifica el artículo 84 que queda redactado del siguiente modo:
“1. Toda ocupación o aprovechamiento del dominio público marítimo-terrestre en
virtud de una concesión o autorización, cualquiera que fuere la Administración
otorgante, devengará el correspondiente canon en favor de la Administración del
Estado, sin perjuicio de los que sean exigibles por aquélla.
2. Están obligados al pago del canon, en la cuantía y condiciones que se determinan en
esta Ley, los titulares de las concesiones y autorizaciones antes mencionadas.
3. Para la determinación de la cuantía del canon se tendrán en cuenta las siguientes
prescripciones:
a) Por ocupación de bienes de dominio público marítimo-terrestre, la valoración del
bien ocupado se determinará por equiparación al mayor de los tres valores siguientes:
el valor catastral, el comprobado por la Administración a efectos de cualquier tributo,
o el precio, contraprestación o valor de adquisición declarados por los sujetos pasivos,
aplicables a los terrenos contiguos a sus zonas de servidumbre que tengan un
aprovechamiento similar a los usos que se propongan para el dominio público.
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En caso de no existir un aprovechamiento similar, se tomará la media de los valores
utilizados para la determinación de los cánones devengados por las concesiones
otorgadas en el dominio público marítimo-terrestre en ese término municipal.
El valor resultante será incrementado con el importe medio estimado de los beneficios
netos anuales, antes de impuestos, que sea previsible obtener en la utilización del
dominio público durante un periodo de 10 años. Si la duración de la concesión tuviera
un plazo no inferior a 10 años, esa estimación será por todo el período concesional.
La estimación de dichos beneficios se realizará teniendo en cuenta los estudios
económicos que facilite el solicitante de la concesión o autorización, así como las
informaciones que pueda recabar y las valoraciones que pueda efectuar la
Administración otorgante, directamente o por comparación con otras concesiones
existentes. En ningún caso esta estimación será inferior al 20 por 100 del importe de la
inversión a realizar por el solicitante.
(…)
Debería decir:
Veintiuno. Se modifica el artículo 84 que queda redactado del siguiente modo:
“1. Toda ocupación o aprovechamiento del dominio público marítimo-terrestre en
virtud de una concesión o autorización, cualquiera que fuere la Administración
otorgante, devengará el correspondiente canon en favor de la Administración del
Estado, sin perjuicio de los que sean exigibles por aquélla.
2. Están obligados al pago del canon, en la cuantía y condiciones que se determinan en
esta Ley, los titulares de las concesiones y autorizaciones antes mencionadas.
3. Para la determinación de la cuantía del canon se tendrán en cuenta las siguientes
prescripciones:
a) Por ocupación de bienes de dominio público marítimo-terrestre, la valoración del
bien ocupado se determinará por equiparación al mayor de los tres valores siguientes:
el valor catastral, el comprobado por la Administración a efectos de cualquier tributo,
o el precio, contraprestación o valor de adquisición declarados por los sujetos pasivos,
aplicables a los terrenos contiguos a sus zonas de servidumbre que tengan un
aprovechamiento similar a los usos que se propongan para el dominio público de
conformidad con los criterios de valoración de terrenos establecidos en el Real Decreto
1492/2011, de 24 de octubre, por el cual se aprueba el Reglamento de Valoraciones de
la Ley del Suelo.
En caso de no existir un aprovechamiento similar, se tomará la media de los valores
utilizados para la determinación de los cánones devengados por las concesiones
otorgadas en el dominio público marítimo-terrestre en ese término municipal.
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El valor resultante será incrementado con el importe medio estimado de los beneficios
netos anuales, antes de impuestos, que sea previsible obtener en la utilización del
dominio público durante un periodo de 10 años. Si la duración de la concesión tuviera
un plazo no inferior a 10 años, esa estimación será por todo el período concesional.
La estimación de dichos beneficios se realizará teniendo en cuenta los estudios
económicos que facilite el solicitante de la concesión o autorización, así como las
informaciones que pueda recabar y las valoraciones que pueda efectuar la
Administración otorgante, directamente o por comparación con otras concesiones
existentes. En ningún caso esta estimación será inferior al 20 por 100 del importe de la
inversión a realizar por el solicitante.
(…)
Justificación:
El proyecto de ley incorpora como novedad la determinación del valor de los terrenos
ocupados, a efectos de calcular el canon, en atención al mayor de los tres valores
siguientes: valor catastral, el comprobado por la Administración a efectos de cualquier
tributo o el precio de adquisición declarado por el sujeto pasivo.
Se estima más conveniente utilizar los criterios previstos en el nuevo Reglamento de
Valoraciones del Suelo aprobado en el año 2011, por cuanto, tal y como se dispone en
el artículo 6.3 de dicha norma, el suelo deberá tasarse en la forma establecida en el
Texto Refundido de la Ley del Suelo y, concretamente, en el propio Reglamento de
Valoraciones aprobado en desarrollo de dicha Ley, según la situación del suelo y con
independencia de la causa de valoración y el instrumento legal que la motive.
Teniendo en cuenta lo anterior, no parece lógico que la normativa específica en materia
de costas disponga de nuevos criterios de valoración que se aparten de los fijados en el
citado Reglamento.
Por otro lado, el incremento del valor resultante que se prevé en la norma y que debe
calcularse en atención al importe medio estimado de los beneficios netos anuales, antes
de impuestos, que se espera obtener en la utilización del dominio público marítimoterrestre no parece justificado si se atiende a la naturaleza de la concesión, que, en todo
caso, no deja de ser un título otorgado a un tercero para que durante un periodo de
tiempo pueda utilizar de forma privativa y especial el dominio público. Atendiendo a
dicha naturaleza, el canon que debe abonar el concesionario a la Administración se
configura como el “precio” o “contraprestación” que debe pagar por el uso o
aprovechamiento especial limitado en el tiempo de dicho bien, asimilándose con ello –
con ciertas distancias- al precio o renta que pudiera pagar un tercero a un particular por
un derecho de superficie o de arrendamiento.
Teniendo en cuenta lo anterior, no parece ajustado que el cálculo del canon concesional
sea adaptado en función del rendimiento o resultado que espera obtener el
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concesionario, máxime si tenemos en cuenta que en el régimen de las concesiones
demaniales la Administración no se hace “copartícipe” o “corresponsable” del negocio
o rendimiento al que vaya destinado el bien concesionado (a diferencia de las
concesiones contractuales, en las que si bien la explotación de la concesión corre a
riesgo del contratista, se prevén expresamente en la norma de aplicación mecanismos
específicos encaminados a garantizar el equilibrio económico-financiero de la
concesión).
ENMIENDA Nº 9
Artículo primero. Veintitrés. Modificación de los apartados 2 y 3 de la disposición
transitoria primera e introducción de un apartado 5.
Enmienda de modificación
Donde dice:
Veintitrés. Se modifican los apartados 2 y 3 de la disposición transitoria primera y se
introduce un nuevo apartado 5, que quedan redactadas del siguiente modo:
“2. Los titulares de los terrenos de la zona marítimo-terrestre o playa que no hayan
podido ser ocupados por la Administración al practicar un deslinde anterior a la
entrada en vigor de esta Ley, por estar inscritos en el Registro de la Propiedad y
amparados por el artículo 34 de la Ley Hipotecaria, pasarán a ser titulares de un
derecho de ocupación y aprovechamiento del dominio público marítimo-terrestre, por
treinta años, respetando los usos y aprovechamientos existentes, a cuyo efecto deberán
solicitar la correspondiente concesión.
No obstante lo anterior, si los terrenos se destinaran a instalaciones e industrias
incluidas en el ámbito de aplicación de la Ley 16/2002, de 1 de julio, de prevención y
control integrados de la contaminación, la concesión se otorgará previo informe del
órgano ambiental de la Comunidad Autónoma en la que radique la ocupación. El
informe determinará los efectos que la ocupación tiene para el medio ambiente e
incluirá, en los casos que proceda, las condiciones que deba contemplar la concesión
para garantizar una adecuada protección del medio ambiente. Este informe tendrá
carácter determinante. Si la Administración General del Estado se aparta de su
contenido deberá motivar las razones de interés general por las que lo hace, en la
resolución por la que se otorgue o deniegue la concesión.
Si el informe del órgano ambiental autonómico no fuera remitido en el plazo de tres
meses se procederá de acuerdo con lo previsto en el artículo 83.4 de la Ley 30/1992, de
26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del
Procedimiento Administrativo Común. Todo ello sin perjuicio de las acciones civiles
que aquellos puedan ejercitar en defensa de sus derechos.
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3. En los tramos de costa en que el dominio público marítimo-terrestre no esté
deslindado o lo esté parcialmente a la entrada en vigor de la presente ley, se procederá
a la práctica del correspondiente deslinde, cuya aprobación surtirá los efectos
previstos en el artículo 13 para todos los terrenos que resulten incluidos en el dominio
público, aunque hayan sido ocupados por obras. Si bien, los titulares registrales de los
terrenos, amparados por el artículo 34 de la Ley Hipotecaria, que resulten
comprendidos en el deslinde practicado pasarán a ser titulares de un derecho de
ocupación y aprovechamiento del dominio público marítimo-terrestre en los términos
previstos en el apartado segundo de esta disposición.
5. No obstante lo dispuesto en los apartados anteriores, si los terrenos, a que estos se
refieren, hubieran sido inundados artificial y controladamente, como consecuencia de
obras o instalaciones realizadas al efecto y estuvieran destinados a actividades de
cultivo marino o a salinas marítimas se excluirán del dominio público marítimoterrestre, aun cuando sean naturalmente inundables. A estos terrenos les será de
aplicación el régimen dispuesto en la presente ley para la zona de servidumbre de
protección.”
Debería decir:
Veintitrés. Se modifican los apartados 2 y 3 de la disposición transitoria primera y se
introduce un nuevo apartado 5, que quedan redactadas del siguiente modo:
“2. Los titulares de los terrenos de la zona marítimo-terrestre o playa que no hayan
podido ser ocupados por la Administración al practicar un deslinde anterior a la
entrada en vigor de esta Ley, por estar inscritos en el Registro de la Propiedad y
amparados por el artículo 34 de la Ley Hipotecaria, pasarán a ser titulares de un
derecho de ocupación y aprovechamiento del dominio público marítimo-terrestre, por
treinta setenta y cinco años, respetando los usos y aprovechamientos existentes, a cuyo
efecto deberán solicitar la correspondiente concesión la Administración otorgará de
oficio la concesión, salvo renuncia expresa del interesado. La concesión se otorgará
por el plazo y en las condiciones establecidas en el artículo 13bis de la presente Ley.
No obstante lo anterior, si los terrenos se destinaran a instalaciones e industrias
incluidas en el ámbito de aplicación de la Ley 16/2002, de 1 de julio, de prevención y
control integrados de la contaminación, la concesión se otorgará previo informe del
órgano ambiental de la Comunidad Autónoma en la que radique la ocupación. El
informe determinará los efectos que la ocupación tiene para el medio ambiente e
incluirá, en los casos que proceda, las condiciones que deba contemplar la concesión
para garantizar una adecuada protección del medio ambiente. Este informe tendrá
carácter determinante. Si la Administración General del Estado se aparta de su
contenido deberá motivar las razones de interés general por las que lo hace, en la
resolución por la que se otorgue o deniegue la concesión.
Si el informe del órgano ambiental autonómico no fuera remitido en el plazo de tres
meses se procederá de acuerdo con lo previsto en el artículo 83.4 de la Ley 30/1992, de
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26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del
Procedimiento Administrativo Común. Todo ello sin perjuicio de las acciones civiles
que aquellos puedan ejercitar en defensa de sus derechos.
3. En los tramos de costa en que el dominio público marítimo-terrestre no esté
deslindado o lo esté parcialmente a la entrada en vigor de la presente ley, se procederá
a la práctica del correspondiente deslinde, cuya aprobación surtirá los efectos
previstos en el artículo 13 para todos los terrenos que resulten incluidos en el dominio
público, aunque hayan sido ocupados por obras. Si bien, los titulares registrales de los
terrenos, amparados por el artículo 34 de la Ley Hipotecaria, que resulten
comprendidos en el deslinde practicado pasarán a ser titulares de un derecho de
ocupación y aprovechamiento del dominio público marítimo-terrestre en los términos
previstos en el apartado segundo de esta disposición a cuyo efecto la Administración
otorgará de oficio la concesión, salvo renuncia expresa del interesado, en los
términos y condiciones previstos en el artículo 13bis de la presente Ley.
5. No obstante lo dispuesto en los apartados anteriores, si los terrenos, a que estos se
refieren, hubieran sido inundados artificial y controladamente, como consecuencia de
obras o instalaciones realizadas al efecto y estuvieran destinados a actividades de
cultivo marino o a salinas marítimas se excluirán del dominio público marítimoterrestre, aun cuando sean naturalmente inundables. A estos terrenos les será de
aplicación el régimen dispuesto en la presente ley para la zona de servidumbre de
protección.”
Justificación:
Con el fin de equiparar a los titulares registrales de los terrenos, amparados por el
artículo 34 de la Ley Hipotecaria, y que resulten comprendidos en alguno de los
supuestos previstos en estos apartados de la disposición con aquellos supuestos
regulados en el artículo 13bis, se considera adecuado que la obtención de la concesión
por setenta y cinco años a favor de dichos titulares sea de carácter automático y de
oficio, sin necesidad de que sean los titulares los que deban instar su solicitud.
No hay fundamento para distinguir las situaciones de aquellos titulares registrales de
terrenos que ahora se ven deslindados y podrán obtener una nueva concesión por un
plazo de setenta y cinco años, de acuerdo con lo previsto en el proyecto de ley, de
aquellos otros titulares registrales de terrenos que se hallan en alguno de los supuestos
previstos en dicho artículo, esto es: (i) que se trate de titulares de los terrenos de la zona
marítimo-terrestre o playa que no hayan podido ser ocupados por la Administración al
practicar un deslinde anterior a la entrada en vigor de esta Ley, por estar inscritos en el
Registro de la Propiedad y amparados por el artículo 34 de la Ley Hipotecaria; o, (ii) los
titulares registrales de terrenos que se hayan incluidos en los tramos de costa en que el
dominio público marítimo-terrestre no esté deslindado o lo esté parcialmente a la
entrada en vigor de la presente ley y en los que se deberá proceder a la práctica del
correspondiente deslinde.
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La razón que fundamenta el hecho de que estos dos supuestos deban ser tratados de
igual forma que aquellos supuestos que afectan a terrenos que a partir de la entrada en
vigor de la reforma de la Ley de Costas resultarán deslindados se encuentra en que en
cualquiera de estas tres situaciones, a la práctica, lo que se está efectuando en todos
estos terrenos es un nuevo deslinde al que debe reconocerse los mismos efectos.
Especialmente, carece de razón el hecho de que aquellos titulares que en un futuro vean
deslindados sus terrenos por no haber sido éstos deslindados totalmente por la
Administración con anterioridad (por causas imputables a la Administración), vean
limitado su derecho a la obtención de la concesión al restringir su duración de setenta y
cinco a treinta años.
ENMIENDA Nº 10
Artículo primero. Veinticinco. Introducción de una nueva disposición adicional
décima.
Enmienda de modificación
Donde dice:
Veinticinco. Se introduce una nueva disposición adicional décima, que queda redactada
del siguiente modo:
«Disposición adicional décima.
1. Son urbanizaciones marítimo-terrestres los núcleos residenciales en tierra firme
dotados de un sistema viario navegable, construido a partir de la inundación artificial
de terrenos privados.
2. Las urbanizaciones marítimo-terrestres deberán contar con un instrumento de
ordenación territorial o urbanística que se ajuste a las prescripciones que en materia
de dominio público marítimo-terrestre se establecen en esta disposición y en sus
normas de desarrollo.
3. La realización de las obras para construir los canales navegables de la urbanización
marítimo-terrestre que dan lugar a la invasión por el mar o por las aguas de los ríos
hasta donde se hagan sensible el efecto de las mareas de terrenos que antes de dichas
obras no sean de dominio público marítimo-terrestre, ni estén afectadas por la
servidumbre de protección, producirán los siguientes efectos:
a) El terreno inundado se incorporará al dominio público marítimo-terrestre. No
obstante, no se incluirán en el dominio público marítimo-terrestre los terrenos de
propiedad privada colindantes a la vivienda y retranqueados respecto del canal
navegable que se destinen a garaje náutico individual y privado.
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BORRADOR
b) La servidumbre de protección preexistente con anterioridad a las obras mantendrá
su vigencia. No se generará una nueva servidumbre de protección ni de tránsito, en
torno a los espacios inundados.
c) El instrumento de ordenación territorial o urbanística deberá garantizar a través de
viales el tránsito y acceso a los canales, en la forma que se establezca
reglamentariamente.
4. Las obras para la construcción de los canales navegables precisarán del
correspondiente título administrativo para su realización y en ningún caso afectarán a
tramos de costa que constituyan playa o espacios protegidos, de acuerdo con lo que se
disponga reglamentariamente.»
Debería decir:
“Veinticinco: Se introduce una nueva disposición adicional décima, que queda
redactada del siguiente modo:
Disposición adicional décima.
1. Son urbanizaciones marítimo-terrestres los núcleos residenciales en tierra firme
dotados de un sistema viario navegable, construido a partir de la inundación artificial
de terrenos privados.
2. Las urbanizaciones marítimo-terrestres no tienen la condición de puertos, sin
perjuicio de que en su interior puedan albergar puertos o dársenas.
3. En tanto que ámbitos de naturaleza urbanística, la construcción y gestión de las
urbanizaciones marítimo-terrestres deberán ajustarse a la normativa de ordenación
territorial y urbanística propia de la Comunidad Autónoma dónde radiquen. A esos
efectos, el instrumento de ordenación territorial o urbanística de la urbanización
marítimo-terrestre deberá respetar las prescripciones que en materia de dominio
público marítimo-terrestre se establecen en esta disposición y en sus normas de
desarrollo.
3 4. La realización de las obras para construir los canales navegables de la
urbanización marítimo-terrestre que dan lugar a la invasión por el mar o por las aguas
de los ríos hasta donde se hagan sensible el efecto de las mareas de terrenos que antes
de dichas obras no sean de dominio público marítimo-terrestre, ni estén afectadas por
la servidumbre de protección, producirán los siguientes efectos:
a)
El terreno inundado se incorporará al dominio público marítimo-terrestre. En
virtud de cuanto se establece en el artículo 49 de esta Ley, este dominio será adscrito
a las corporaciones locales para su gestión. En el caso en que se realicen actividades
de puerto deportivo las dársenas donde se practique dicha actividad podrán
adscribirse a las comunidades autónomas competentes. Los titulares de fincas
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BORRADOR
colindantes con los canales ostentan el derecho de aparcamiento de sus
embarcaciones a lo largo de la porción de canal limítrofe con sus parcelas, que será
gratuito, exclusivo, y se hará constar en el Registro de la Propiedad. El régimen de
este derecho de aparcamiento de embarcaciones será el que se especifique en la
normativa por la que se regule la urbanización marítimo-terrestre.
b)
No obstante, no se incluirán en el dominio público marítimo-terrestre los
terrenos de propiedad privada colindantes a la vivienda y retranqueados respecto del
canal navegable que se destinen a aparcamiento náutico individual y privado.
Tampoco se incorporarán al dominio público marítimo-terrestre los terrenos de
titularidad privada colindantes con el canal navegable e inundados como
consecuencia de excavaciones, que se destinen a aparcamiento náutico colectivo y
privado.
c)
b) La servidumbre de protección preexistente con anterioridad a las obras
mantendrá su vigencia. No se generará una nueva servidumbre de protección ni de
tránsito, en torno a los espacios inundados.
d)
c) El instrumento de ordenación territorial o urbanística deberá garantizar a
través de viales el tránsito y acceso a los canales, en la forma que se establezca
reglamentariamente. Asimismo, reconocerá en dichos canales un derecho de amarre
gratuito para uso y disfrute de los propietarios de las parcelas colindantes a aquellos.
e)
4. 5. Las obras para la construcción de los canales navegables precisarán del
correspondiente título administrativo para su realización y en ningún caso afectarán a
tramos de costa que constituyan playa o espacios protegidos, de acuerdo con lo que se
disponga reglamentariamente.”
Justificación:
Resulta necesario que la realidad derivada de las urbanizaciones marítimo-terrestres
quede claramente recogida en cuanto a que las mismas son una eficaz red de
comunicación entre diversos usuarios, propietarios y ocupantes de parcelas colindantes.
Desde una perspectiva práctica, la experiencia demuestra que la aplicación de la
normativa portuaria al ciudadano ocupante de las parcelas residenciales de la
urbanización marítimo-terrestre –y, por lo tanto, usuario de los canales con la finalidad
de amarraje de su embarcación a pie de parcela- genera un nivel de inseguridad jurídica
incompatible con el régimen ordinario de garantías de las que disponen los ciudadanos
de cualquier otro núcleo residencial. En este sentido, y a título de ejemplo, cabe
mencionar la especial dificultad que genera para un ciudadano medio la impugnación de
una tarifa portuaria respecto a la mayor facilidad y garantías que proporciona para este
ciudadano el régimen administrativo local ordinario –que habilita a los ocupantes de las
parcelas, sin ir más lejos, a impugnar tanto las ordenanzas como el planeamiento
urbanístico que les es de aplicación-.
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BORRADOR
Finalmente, y con carácter adicional a lo anterior, resulta oportuno añadir un segundo
inciso al tercer punto, apartado a) de dicha disposición, según el cual tampoco se
proceda a incorporar al dominio público marítimo-terrestre los terrenos de titularidad
privada procedente de excavaciones respecto del canal navegable que se destinen a
aparcamiento náutico colectivo.
La situación de los titulares de los aparcamientos náuticos colectivos antes referidos no
difiere fácticamente de la situación de los aparcamientos náuticos individuales, en la
medida en que se trata de excavaciones realizadas en fincas que constituían parcelas
edificables, por voluntad de sus propietarios, y con un régimen de uso claramente
vinculados a las edificaciones residenciales
ENMIENDA Nº 11
Artículo segundo. Prórroga de las concesiones otorgadas al amparo de la
normativa anterior.
Enmienda de modificación/adición
Donde dice:
Artículo segundo. Prórroga de las concesiones otorgadas al amparo de la normativa
anterior.
“1. Las concesiones para la ocupación del dominio público marítimo terrestre
existentes, que hayan sido otorgadas antes de la entrada en vigor de la presente ley,
podrán ser prorrogadas, a instancia de su titular, de acuerdo con lo dispuesto en el
presente artículo. La prórroga se aplicará igualmente a los titulares de un derecho de
ocupación y aprovechamiento amparado por la disposición transitoria primera de la
Ley 22/1988, de 28 de julio, de Costas, previa solicitud de la correspondiente
concesión.
2. El concesionario podrá solicitar la prórroga de la concesión desde la entrada en
vigor de la presente ley, y en todo caso, antes de que se extinga el plazo para el que fue
concedida. El plazo de la prórroga se computará desde la fecha de la solicitud, con
independencia del plazo que reste para la extinción de la concesión que se prorroga.
3. La duración de esta prórroga en ningún caso excederá de setenta y cinco años. En
función de los usos, la resolución por la que se acuerde la prórroga podrá fijar un
plazo de duración inferior, y prever, a su vez, prorrogas sucesivas dentro de aquel
límite temporal.
No obstante lo anterior, si se trata de concesiones que ampararan ocupaciones para
usos portuarios en puertos que no son de interés general, la duración de esta prórroga
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BORRADOR
no podrá ser superior al plazo máximo de vigencia establecido para las concesiones en
la legislación estatal sobre puertos de interés general.
4. En el caso de concesiones que amparen ocupaciones para usos destinados a
instalaciones e industrias incluidas en el ámbito de aplicación de la Ley 16/2002, de 1
de julio, de prevención y control integrados de la contaminación, la prórroga será
concedida previo informe favorable del órgano ambiental de la comunidad autónoma
en la que radique la ocupación. El informe determinará los efectos que la ocupación
tiene para el medio ambiente e incluirá, en los casos que proceda, las condiciones que
deba contemplar la concesión para garantizar una adecuada protección del medio
ambiente. Este informe tendrá carácter determinante. Si la Administración General del
Estado se aparta de su contenido deberá motivar las razones de interés general por las
que lo hace, en la resolución por la que se acuerde cada uno de los periodos que
integra la prórroga, o en la resolución por la que se deniegue la misma.
Si el informe del órgano ambiental autonómico no fuera emitido en el plazo de tres
meses se procederá de acuerdo con lo previsto en el artículo 83.4 de la Ley 30/1992, de
26 de noviembre, del Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del
Procedimiento Administrativo Común.
5. Las concesiones así prorrogadas se regirán en todo lo demás, por lo dispuesto en la
Ley 22/1988, de 28 de julio de Costas.”
Debería decir:
Artículo segundo. Prórroga de las concesiones otorgadas al amparo de la normativa
anterior.
“1. Las concesiones para la ocupación del dominio público marítimo terrestre
existentes, que hayan sido otorgadas antes de la entrada en vigor de la presente ley,
podrán ser prorrogadas, a instancia de su titular, de acuerdo con lo dispuesto en el
presente artículo. La prórroga se aplicará igualmente a los titulares de un derecho de
ocupación y aprovechamiento amparado por la disposición transitoria primera de la
Ley 22/1988, de 28 de julio, de Costas, previa solicitud de la correspondiente
concesión.
2. El concesionario podrá solicitar la prórroga de la concesión desde la entrada en
vigor de la presente ley, y en todo caso, antes de que se extinga el plazo para el que fue
concedida. El plazo de la prórroga se computará desde la fecha de la solicitud, con
independencia del plazo que reste para la extinción de la concesión que se prorroga.
3. La duración de esta prórroga en ningún caso excederá de setenta y cinco años. En
función de los usos, la resolución por la que se acuerde la prórroga podrá fijar un
plazo de duración inferior, y prever, a su vez, prorrogas sucesivas dentro de aquel
límite temporal.
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BORRADOR
No obstante lo anterior, si se trata de concesiones que ampararan ocupaciones para
usos portuarios en puertos que no son de interés general, la duración de esta prórroga
no podrá ser superior al plazo máximo de vigencia establecido para las concesiones
otorgadas para la construcción y/o explotación de instalaciones náutico-deportivas
situadas en ámbitos portuarios no declarados de interés general en la legislación
autonómica que a tal efecto haya aprobado la Comunidad Autonómica o, en su
defecto, según el plazo máximo establecido en el título concesional.
4. En el caso de concesiones que amparen ocupaciones para usos destinados a
instalaciones e industrias incluidas en el ámbito de aplicación de la Ley 16/2002, de 1
de julio, de prevención y control integrados de la contaminación, la prórroga será
concedida previo informe favorable del órgano ambiental de la comunidad autónoma
en la que radique la ocupación. El informe determinará los efectos que la ocupación
tiene para el medio ambiente e incluirá, en los casos que proceda, las condiciones que
deba contemplar la concesión para garantizar una adecuada protección del medio
ambiente. Este informe tendrá carácter determinante. Si la Administración General del
Estado se aparta de su contenido deberá motivar las razones de interés general por las
que lo hace, en la resolución por la que se acuerde cada uno de los periodos que
integra la prórroga, o en la resolución por la que se deniegue la misma.
Si el informe del órgano ambiental autonómico no fuera emitido en el plazo de tres
meses se procederá de acuerdo con lo previsto en el artículo 83.4 de la Ley 30/1992, de
26 de noviembre, del Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del
Procedimiento Administrativo Común.
5. Las concesiones así prorrogadas se regirán en todo lo demás, por lo dispuesto en la
Ley 22/1988, de 28 de julio de Costas.”
6. No obstante, las concesiones para la ocupación del dominio público marítimoterrestres existentes, que hayan sido otorgadas con anterioridad a la entrada en vigor
de la presente ley y a tenor de cuanto determina la disposición transitoria primera, se
prorrogarán de oficio, sin necesidad de solicitud al efecto del concesionario, por un
plazo adicional de 75 años desde la entrada en vigor de la Ley de protección y uso
sostenible del litoral y de modificación de la Ley 22/1988, de 28 de julio, de Costas
7. Cuanto se establece en el presente artículo se entenderá sin perjuicio de la
situación de los titulares de concesiones sobre terrenos que habiendo sido incluidos
en el dominio público marítimo-terrestre deban revertirse a sus propietarios
anteriores o transmitirse a sus ocupantes en virtud de cuanto se prevé en la
Disposición Transitoria Tercera, la Disposición Transitoria Quinta y la Disposición
Adicional Décima de esta Ley”.
Justificación:
En primer lugar, se considera que a efectos de determinar los plazos máximos
concesionales y la posibilidad de prórroga de instalaciones portuarias no declaradas de
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BORRADOR
interés general, deberá atenderse a la normativa aplicable que es la autonómica (en caso
de haber resultado aprobada).
Se considera más ajustado y conforme al principio reconocido en el artículo 14 de la
Constitución que los titulares de concesiones obtenidas en un deslinde anterior al
amparo del régimen previsto en la disposición transitoria primera de la Ley de Costas –
y, por lo tanto, en una situación fáctica asimilable a la descrita anteriormente- se vean
obligados a arrastrar, por el mero hecho de la anticipación del deslinde que les afecta
respecto a la actual modificación de la Ley de Costas, el sobrecoste y la mayor
dificultad administrativa consistente en el deber de solicitar prórroga de la concesión
para situarse en el mismo punto jurídico que los propietarios aún no afectados por el
deslinde, esto es, con una concesión de un plazo de duración de setenta y cinco años. En
este sentido, la enmienda propuesta contempla la ampliación automática del plazo
concesional de quienes ya fuesen concesionarios en virtud de títulos otorgados por su
condición de anteriores titulares de derechos afectados por un deslinde.
ENMIENDA Nº 12
Disposición adicional quinta. Reintegro del dominio de los terrenos que dejan de
formar parte del dominio público marítimo terrestre.
Enmienda de modificación/adición
Donde dice:
“Aquellas personas que, en el momento de la entrada en vigor de la Ley 22/1988, de 28
de julio, de Costas, eran propietarias, con título inscrito en el Registro de la Propiedad,
de terrenos que pasaron a formar parte del dominio público marítimo-terrestre por
aplicación de aquélla, sus causahabientes, o aquellas que acrediten ostentar el último
título legítimo sobre dichos terrenos serán reintegrados en el dominio de los bienes que
por aplicación de la presente ley dejen de formar parte del dominio público marítimoterrestre, una vez revisados los correspondientes deslindes, de acuerdo con la
disposición adicional segunda.
El texto quedará como sigue:
“Aquellas personas que, en el momento de la entrada en vigor de la Ley 22/1988, de 28
de julio, de Costas, eran propietarias, con título inscrito en el Registro de la Propiedad,
de terrenos que pasaron a formar parte del dominio público marítimo-terrestre por
aplicación de aquélla, sus causahabientes, o aquellas que acrediten ostentar el último
título legítimo sobre dichos terrenos serán reintegrados en el dominio de los bienes que
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por aplicación de la presente ley dejen de formar parte del dominio público marítimoterrestre, una vez revisados los correspondientes deslindes, de acuerdo con la
disposición adicional segunda. Dicho reintegro se llevará a cabo garantizando la
ausencia de cargas u ocupantes.
No obstante lo anterior, aquellas personas que puedan probar ante la Administración
la concurrencia de las circunstancias descritas en esta disposición, podrán recuperar
el dominio de sus bienes sin esperar a la citada revisión de los correspondientes
deslindes.”.
Justificación:
Se estima conveniente suprimir el inciso en el que se indica “en el momento de la
entrada en vigor de la Ley 22/1988, de 28 de julio, de Costas” y que se contiene en
dicha disposición. La razón que justifica la supresión de dicho inciso es la necesidad de
extender el régimen previsto en dicha disposición a aquellos propietarios de terrenos
que hubieren perdido su condición de dominio público marítimo-terrestre que requieren
ser reintegrados en su dominio a favor de los que eran sus titulares originales -tras la
revisión del deslinde que sea practicada- incluso con anterioridad a la entrada en vigor
de la Ley de Costas.
ENMIENDA Nº 13
Disposición transitoria quinta. Inclusión de una nueva disposición transitoria
quinta.
Enmienda de adición
El texto debería decir:
Disposición transitoria quinta. Adaptación de las urbanizaciones marítimo-terrestres
existentes a las previsiones de la presente Ley
“1. La Administración del Estado y, en el ámbito de sus competencias, las
Comunidades Autónomas, adaptarán el régimen de las urbanizaciones marítimoterrestres a las previsiones de la presente Ley en el plazo máximo de dos años desde su
entrada en vigor.
2. A los efectos señalados en la Disposición Adicional 5ª y, en el plazo máximo fijado
en el punto anterior, se revertirá la condición de propietarios de los terrenos que dejen
de formar parte del dominio público marítimo-terrestre por disposición de esta Ley en
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el ámbito de las urbanizaciones marítimo-terrestre a aquellas personas que acrediten
ostentar título legítimo sobre dichos terrenos.”
Justificación:
Dada la especial conflictividad jurídica existente en las urbanizaciones marítimoterrestres de la costa española, se estima conveniente añadir una disposición que
determine la obligación de que la Administración proceda a adaptar el régimen aplicable
a aquellas en atención a lo dispuesto en esta ley de reforma.
ENMIENDA Nº 14
Disposición final primera. Modificación del Real Decreto Legislativo 2/2001, de 5
de septiembre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Puertos del
Estado y de la Marina Mercante
Enmienda de modificación
Donde dice:
Uno. Se modifica el artículo 181, letra e), que queda redactado en los siguientes
términos:
«e) Cuando el titular de la concesión o autorización sea un club náutico u otro
deportivo sin fines lucrativos: 30 por ciento de la cuota correspondiente a la tasa
asociada a los espacios terrestres, los de agua y a las obras e instalaciones, destinados
exclusivamente a la realización de actividades náuticas, a cuyo efecto deberá incluirse
en el título de otorgamiento un plano en el que se determine la superficie, obras e
instalaciones dedicadas a dicha finalidad. En el caso de que disponga de atraques
otorgados en concesión o autorización, al menos un 80 por ciento de los mismos
deberán estar destinados a embarcaciones con eslora inferior a doce metros para
poder aplicarse esta bonificación.»
Dos. Se modifica el artículo 212.2 que queda redactado como sigue:
«2. Los sustitutos designados en este precepto están solidariamente obligados al
cumplimiento de las prestaciones materiales y formales derivadas de la obligación
tributaria, pudiendo la Autoridad Portuaria dirigirse indistintamente a cualquiera de
ellos.»”
Debería decir:
Uno. Se modifica el artículo 181, letra e), que queda redactado en los siguientes
términos:
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«e) Cuando el titular de la concesión o autorización sea un club náutico u otro
deportivo sin fines lucrativos: 75 30 por ciento de la cuota correspondiente a la tasa
asociada a los espacios terrestres, los de agua y a las obras e instalaciones, destinados
exclusivamente a la realización de actividades náuticas, a cuyo efecto deberá incluirse
en el título de otorgamiento un plano en el que se determine la superficie, obras e
instalaciones dedicadas a dicha finalidad. En el caso de que disponga de atraques
otorgados en concesión o autorización, al menos un 80 por ciento de los mismos
deberán estar destinados a embarcaciones con eslora inferior a doce metros para
poder aplicarse esta bonificación.»
Dos. Se modifica el artículo 212.2 que queda redactado como sigue:
«2. Los sustitutos designados en este precepto están solidariamente obligados al
cumplimiento de las prestaciones materiales y formales derivadas de la obligación
tributaria, pudiendo la Autoridad Portuaria dirigirse indistintamente a cualquiera de
ellos.»”
Justificación:
En tanto que el artículo Primero. Veintiuno, por el que se plantea la modificación del
artículo 84 de la Ley, prevé en su inciso séptimo que las actividades náutico-deportivas
celebradas sin ánimo de lucro reciban una bonificación en el canon a satisfacer de un
75%, se propone en coherencia que la tasa que regula el presente precepto también
reciba la misma proporción de bonificación.
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