G-175 Delito contra la Hacienda Publica

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G-175 Delito contra la Hacienda Publica
Delito contra la Hacienda Publica
Atendiendo al artículo 305 del C.P. se entiende por Delito de defraudación tributaria, aquella acción
u omisión que signifique una defraudación a la Hacienda Pública estatal, autonómica, foral o local,
eludiendo el pago de tributos, obteniendo indebidamente devoluciones, o disfrutando
indebidamente de beneficios fiscales, siempr e que el importe de lo eludido u obtenido
indebidamente exceda de 120.000 € (Ley Orgánica 15/2003, de 25 de noviembre, cuya entrada en
vigor se produjo el 1 de enero de 2004).
El delito puede cometerse tanto por acción (presentación de declaración inveraz o incorrecta) como
por omisión (no presentando declaración estando obligado a su cumplimiento).
Sobre la cuantía defraudada, si se trata de tributos o declaraciones periódicas se estará a lo
defraudado en cada período impositivo o de declaración. Si éstos son inferiores a doce meses, el
importe de lo defraudado se referirá al año natural. Sin acumulación de varios años y menos de
tributos diversos.
En los tributos instantáneos la cuantía se entenderá refererida a cada uno de los conceptos
declarados.
La cuantía defraudada es la de la cuota tributaria, no incluyendo ni intereses de demora, sanciones
administrativas o recargos de ningún tipo.
Sobre la autoría, estamos ante un delito especial propio, donde según la jurisprudencia reiterada del
TS, el autor del delito sólo puede ser el propio sujeto pasivo tributario. (Excepción de
administradores de hecho o de derecho que actúan en representación de una persona jurídica, o en
nombre o representación legal o voluntaria de otro).
Según la L.O. 15/2003, la respons abilidad que se deriva de la gestión efectiva de una persona
jurídica recae directa y solidariamente sobre la persona o personas que la gestionan.
Podrán ser responsables, a título de inductor, cooperador necesario o cómplice (artículos 27 a 29
C.P.), el asesor fiscal, quien proporcione las facturas falsas, etc.
Se trata de un delito doloso, nunca imputable a título de culpa o negligencia, lo cual comprende la
consciencia o conocimiento de los deberes fiscales y la voluntad de realizar la conducta típica.
No habrá delito en los casos de ignorancia de la ley, interpretación equivocada de la misma, error o
negligencia en la gestión empresarial, etc. Generalmente no se admitirá por los tribunales que
empresario o profesional trate de eximirse de culpa alegando desconocimiento de sus obligaciones
fiscales más elementales, mientras que si se deriva de la aplicación incorrecta de normas de cierta
complejidad la misma Administración se abstiene de denunciar y continúa el expediente por la vía
administrativa.
Sobre el plazo de prescripción, el artículo 131.1 C.P., establece que prescribirán a los 5 años los
delitos contra la Hacienda Pública, así como que el plazo de prescripción comenzará a computarse
desde el día en que se haya cometido la infracción punible.
La pena señalada en el C.P. es de uno a cuatro años de prisión y multa del tanto al séxtuplo de la
cuantía defraudada. La condena podrá imponer también la responsabilidad civil consistente en el
abono a la Hacienda de la cantidad defraudada, pudiendo atribuirse la responsabilidad directa al
autor del delito, o subsidiariamente a la sociedad mercantil en cuyo nombre actuaba el autor, o a un
cómplice (artículos 120 y 116 C.P.)
El Delito contable
Se castigan cuatro modalidades de conducta, partiendo todas ellas de q ue el sujeto esté obligado por
ley a llevar contabilidad mercantil o libros o registros fiscales, distinguiéndose entre:
a) Incumplimiento absoluto.
b) Realización de contabilidades paralelas A y B.
c) Falta de anotación operaciones o transacción económica s o haberlas anotado con cifras distintas.
d) Haber realizado anotaciones ficticias, por ejemplo, basadas en facturas falsas.
Para éstos dos últimos supuestos, basta que se hayan omitido declaraciones tributarias o que las
presentadas sean reflejo de su fa lsa contabilidad y que la cuantía exceda sin compensación entre
ellas de 240.000 €.
El delito prescribe a los tres años de su comisión y que comienza a contar desde la consumación del
delito, siendo vital, ver caso por caso para establecer cuando se realiza la comisión del delito.
En el caso de que en base a la contabilidad se hayan liquidado tributos, la comisión del delito se
produce cuando vence el plazo voluntaria para la presentación del mismo.
Aprovecho la ocasión para saludarle, atentamente,
Antonio Gavín,
Presidente
902 382 382 - 93 208 28 70 - Bailén, 136-138 08037 BARCELONA - www.a-eic.es
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