La gestión de calidad en el sector público Leticia Contreras Orozco Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Introducción a ola de cambios propuestos en los últimos años en la gestión pública ha empujado a los gobiernos a iniciar procesos de modernización y reformas en el aparato público, con la finalidad de estar en sintonía con la idea de tener gobiernos más eficientes. Por lo anterior, dichas propuestas no son fácilmente aplicables a las administraciones públicas en general, ya que son modelos de gestión surgidos en un contexto particular, además de ser reflejo del mismo. Por ello, el proceso de incorporación puede provocar cambios importantes en las organizaciones públicas, que pueden localizarse tanto en las estructuras administrativas, funciones, nuevas formas de prestar los servicios públicos, como en los valores institucionales y la cultura organizacional. En esa tónica, en los últimos años se ha marcado una tendencia en las organizaciones públicas por incorporar sistemas de calidad, en algunos casos dichos sistemas están basados en normas internacionales de estandarización, lo que puede traducirse en el reconocimiento a la calidad de productos o servicios, aunque los estándares son sólo una alternativa. Significado de la calidad en el ámbito público Desde esta perspectiva, la calidad puede entenderse como una filosofía de gestión centrada en las expectativas del cliente, a quien se provee de servicios o productos de calidad como resultado de un continuo mejoramiento de los procesos organizacionales. Éstos involucran la participación, el trabajo en equipo, la autocrítica y el reforzamiento de la identificación de los miembros de la organización con las tareas que desarrollan, pues considerar a los individuos como eje fundamental para desarrollar las actividades permite alcanzar mejores niveles de productividad. En el ámbito público, la calidad debe vincularse con buenos resultados, con procesos transparentes, con responsabilidades compartidas, con productividad, con trabajo en equipo, con mejoramiento en el desempeño y servicio al usuario. La calidad en la gestión pública se identifica con la excelencia en el servicio e implica un cambio en las relaciones humanas, en la mentalidad y en la escala de valores (Crozier, 1992). En las organizaciones gubernamentales no es fácil medir el nivel de calidad (a menos que se alcance una Año V, No. 8, enero-junio de 2014 -11- -12- certificación en algún proceso específico), además de que existen condiciones que pueden limitar la puesta en marcha de cambios para implantar la calidad; ya que es necesario lograr transformaciones que penetren en la organización. “Crear calidad dentro de una organización es casi como crear la capacidad, el compromiso y la voluntad de realizar el trabajo necesario. También se trata de crear el espacio político que permita la implantación de cambios positivos” (Ingraham, 1999: 359). En las organizaciones gubernamentales la calidad se ha reflejado en los llamados Sistemas de Gestión de Calidad ( ), los cuales comprenden un conjunto de creencias y principios diseñados para mejorar continuamente los procesos organizacionales, con la finalidad de sobrepasar las expectativas de los usuarios de los servicios (Koehler y Pankowski, 1996). En suma, la calidad se centra en la satisfacción del usuario y en buscar el mejoramiento continuo y dar a cada quien una responsabilidad. Para su aplicación en el sector público debe considerarse la posibilidad de definir la calidad de acuerdo al servicio público que se esté prestando; es decir, cada servicio resaltará las cualidades de la prestación y cuáles se identifican con una política de calidad propia. La calidad en el gobierno y el cambio A partir de los años noventa, el concepto Leticia Contreras Orozco La gestión de calidad en el sector público de calidad tiene que ver más con la forma en que se llevan a cabo los procesos; es una visión más cultural que se aleja de las características de un producto manufacturado y que trae consigo un conjunto de ideas o conceptos como son: a) Procesos, que se refieren a la forma lógica como se realizan las tareas en una organización. b) Cliente, tanto interno como externo. c) Necesidades de los clientes. d) Benchmarking, que es un estándar de excelencia si se compara un servicio con otro similar. e) Importancia del empleado, quien debe ser capaz de resolver problemas y asumir una responsabilidad. f) Cultura, el aspecto más difícil del cambio, ya que se refiere a los patrones de comportamiento que prevalecen en la organización, los cuales comprenden creencias, actitudes, valores, normas que rigen el desarrollo de las actividades en una organización (Hunt, 1993: 27-32). Muchos gobiernos reconocen la necesidad de mejorar la atención a los usuarios, por eso adoptan iniciativas para demostrar la efectividad y modernización del aparato público. Así, quienes toman las decisiones en los altos niveles suponen que interpretan las necesidades de la gente. Ante el impulso que ha tenido la incorporación de la calidad en la gestión gubernamental, existen posturas que señalan que no es compatible con el sector público. Algunas de las razones son: que la calidad difícilmente es una prioridad para quienes toman las decisiones; el gobierno presta servicios, no manufactura productos; la calidad no es parte de la cultura del gobierno; los incentivos son pocos para introducir la calidad en el gobierno (Stupak y Leitner, 2001). Mientras la calidad sea introducida al sector público será necesaria una estrategia de implementación distinta a la del sector privado, acorde con su contexto; esto implica pensar en lo que se hace, cómo se hace y cómo llevar a cabo aquellos ajustes que permitan a las organizaciones públicas cambiar, transformarse. El conjunto de ideas sobre calidad que fueron introducidas al servicio público en los últimos años se ha completado con estrategias relacionadas con el establecimiento de estándares, que resaltan el rendimiento y la eficiencia. Por otra parte, las propuestas de calidad conducen hacia la construcción de una misión que sea compartida por todos los miembros de la organización. Si no se construye una misión difícilmente habrá un punto de encuentro entre todos los miembros. Para llegar a ello, es indispensable saber cuál es el sentir de la sociedad respecto de lo que hace una organización gubernamental. Considerar la calidad en el sector público debe implicar un cambio en el rol de quienes toman las decisiones, y pasar de un esquema de control a otro en el que se conviertan en facilitadores de los equipos de trabajo, asumiendo la responsabilidad de introducir los nuevos métodos laborales. No sólo los dirigentes cambian de rol, también los empleados, quienes deben asumir su responsabilidad en el manejo, cuidado y mejora de los procesos. No obstante, el sector público debe enfrentar algunos desafíos para obtener beneficios de la aplicación de los métodos de calidad como son: comprometer totalmente a los profesionales con la organización y con el mejoramiento de los procesos; desarrollar directivos que asuman el rol de líderes de calidad; desarrollar sistemas de bajo costo para medir la calidad y realimentar para mejorar los resultados (Ovretveit, 2005). El futuro de la calidad en los servicios públicos estará determinado tanto por factores externos, como por influencias internas que crecen a la par del movimiento de calidad. El sector público enfrenta dificultades para introducir la calidad, pues existen constreñimientos externos. Las relaciones que mantiene hacia el interior o con otras organizaciones son complejas; adicionalmente, el aspecto político puede ser determinante para la permanencia de los que se diseñan a conveniencia de la administración y no a conveniencia de los usuarios. Las decisiones se toman Año V, No. 8, enero-junio de 2014 -13- -14- frecuentemente con la pretensión de que los usuarios sean los beneficiarios de tales decisiones; pero es muy difícil cambiar hacia nuevos esquemas. Otra razón por la que una simple transferencia de métodos de calidad al sector público resulta complicada es que no se enfrenta a usuarios individuales, y las acciones gubernamentales se encaminan hacia un conjunto de usuarios, a la sociedad. Por su naturaleza, el sector público ofrece un reto para las técnicas de calidad basadas en criterios de competitividad, ya que difícilmente las organizaciones públicas compiten entre sí. “Las organizaciones públicas se establecen para lograr propósitos públicos definidos colectivamente por procesos políticos” (Kaboolian, 2000: 135). El ISO en el sector público En el contexto global y ante la importancia que cobran los estándares, los gobiernos no se han mantenido al margen, por eso aun cuando las certificaciones surgen en la iniciativa privada, la influencia y la difusión de la Nueva Gerencia Pública ( ) ha generado que el sector público adopte las certificaciones como parte de las reformas a la gestión. Ante la tendencia mundial por homogeneizar la calidad, se deja atrás una concepción abstracta y subjetiva, y se Leticia Contreras Orozco La gestión de calidad en el sector público transforma en operativa y objetiva a través de procedimientos de normalización y certificación como es el caso del ISO 9000 (Barba, 2002: 141). El ISO 9000 es un modelo de aseguramiento de la calidad en el desarrollo del diseño, producción, instalación y servicio; por lo tanto, para las organizaciones públicas la certificación no es una decisión comercial, sino una estrategia que implica cambios relevantes hacia su interior, en la estructura administrativa, en las rutinas, en los comportamientos. En la actualidad, las organizaciones del sector público aspiran obtener certificaciones que puedan traducirse en reconocimiento por la actuación del gobierno. La adopción de basados en la certificación ISO 9000 compromete a las organizaciones públicas a una mejora continua, que eventualmente puede resultar en la adopción de sistemas de calidad total ( ), lo cual implica una visión integral de la calidad. La base para la implementación de lo constituye el establecimiento de un sistema de calidad que involucre la estructura organizacional, responsabilidades, procedimientos y procesos (Schuurman, 1997). La dinámica del sector público no obedece sólo a la dinámica del mercado, por eso incorporar la gestión de la calidad requiere de un cambio que pueda impactar de formas diversas en las relaciones inter e intraorganizacionales. Un sistema de gestión de calidad no se refiere directamente a un producto, sino a un sistema de procesos que se ponen en operación, mediante los cuales un servicio es prestado a los usuarios. De ahí que la calidad es definida “como todas las propiedades juntas de un bien o servicio que lo hace capaz de satisfacer las necesidades de los usuarios” (Furusten, 2002: 73). La certificación ISO 9000 cubre la estructura organizacional, la responsabilidad, los procedimientos, procesos y recursos para manejar y controlar la calidad en la organización. Sin embargo, las nuevas rutinas pueden encontrar como obstáculo las prácticas tradicionales basadas en un esquema autoritario y piramidal, ya que la calidad necesita de una estructura más horizontal donde los empleados asuman su responsabilidad frente a un proceso y sean capaces de proponer mejoras. Los cambios que trae consigo la calidad en las organizaciones públicas son vistos como un proceso de innovación que transforma ciertas rutinas, pero otros aspectos pueden permanecer sin cambios. El ISO 9000 se basa en ciertos supuestos acerca de lo que es bueno para la organización. Esto se convierte en un reto para las organizaciones del sector público, ya que de inicio los procesos deben ser diseñados para satisfacer las necesidades del cliente. Asimismo, éstas serán transformadas en metas cuantificables, para asegurarse de que el proceso se cumple y que es factible la práctica de auditorías. Las certificaciones pueden incorporar cambios en las estructuras administrativas, en las tareas por desarrollar y en los comportamientos; pero a decir de Ehrenberg y Stupak (2001), la cultura puede ser más difícil de cambiar, porque las actividades del gobierno son generalmente viejas y con elementos culturales inculcados. Por esta razón y considerando que el medio ambiente es impredecible pero influye en el sector público, los autores recomiendan comenzar las nuevas prácticas en organizaciones pequeñas o en algunas partes o subunidades de las organizaciones. En la actualidad las normas ISO son aplicadas tanto en el sector privado como en el sector público, aunque en este último las organizaciones no compiten entre sí; por eso es esencial una estrategia de implementación diferente, acorde al contexto particular. Lo planteado hasta el momento permite entender que la incorporación de la calidad y de la certificación de procesos al sector público requiere de algunas transformaciones para su implementación; sin embargo, la ejecución de las nuevas prácticas también da como resultado una serie de cambios que pueden impactar en estructuras administrativas, funciones y comportamientos. Año V, No. 8, enero-junio de 2014 -15- La calidad en los gobiernos de las entidades federativas Este apartado pretende identificar si los gobiernos subnacionales han incorporado prácticas de calidad en el quehacer público. Cabe aclarar que no se intenta ahondar en los resultados obtenidos, ya que esto implicaría un estudio más profundo sobre cada uno de los gobiernos de las entidades federativas. En ese sentido, sólo interesa dejar constancia de que las prácticas relacionadas con la calidad en la gestión se han desarrollado en este ámbito gubernamental. Con base en los estudios de Martínez Vilchis (2004, 2005, 2007), la llamada Visión del ciudadano como cliente es una de las categorías que se utilizan para identificar las prácticas gerenciales en los gobiernos estatales. Tabla 1. Acciones emprendidas en materia de calidad por entidad federativa -16- Entidad federativa Programas de calidad Baja California X Baja California Sur X Campeche X Colima X Chiapas X Chihuahua X Durango X Guerrero Michoacán X Morelos X Nayarit Querétaro X Quintana Roo San Luis Potosí X Sinaloa X Sonora X Tamaulipas Yucatán Premios a la calidad Certificación ISO 9000 X X Fuente: elaboración propia con base en Martínez, 2007: 83. Leticia Contreras Orozco La gestión de calidad en el sector público X X X X X X X X X X X X X X X X X Dicha categoría se vincula con la calidad de diversas maneras, ya que el cliente juega un papel muy significativo a través de las sugerencias o al manifestar su opinión sobre el servicio recibido. Martínez (2007) distingue como principales acciones en esta visión: buzones y sistemas de quejas, línea telefónica de atención ciudadana, ventanillas multitrámite, guías de usuario, programas de calidad, premios a la calidad, certificación de servicios (ISO 9000), entre otros. Para fines de la investigación realizada y con base en el trabajo de Martínez Vilchis (2007), se puede señalar que en 18 entidades federativas se han emprendido acciones relacionadas con programas de calidad, premios a la calidad y certificaciones ISO 9000, como se puede apreciar en la tabla 1, donde se desprende que de las entidades indicadas, sólo Guerrero y Nayarit no emprendieron acciones específicamente en estos tres rubros. También pueden citarse otros casos como el de Nuevo León, que es analizado por Santiago Roel (1996). El autor plantea la posibilidad de una reforma en el gobierno sustentada en la calidad; para lo cual aborda conceptualmente lo que llama administración tradicional y administración de calidad, con la finalidad de exponer la necesidad de una reforma administrativa que se traduce, desde su perspectiva, en una oportunidad para los gobiernos. De la experiencia en esta entidad federativa se elaboró una guía de implementación de la calidad para los gobiernos, que busca dar respuesta sobre cómo lograr el cambio y cómo iniciar el proceso. Las certificaciones de calidad en el gobierno del Estado de México En la presente investigación se ha sostenido que la adopción de prácticas de calidad en el sector público obedece en buena medida a la difusión dada a los estándares y a la necesidad del sector público por ganar legitimidad. Como estándar internacional de calidad, el ISO 9000 prescribe métodos aceptables para el diseño, implementación y evaluación, y garantiza los sistemas de calidad; sus principios son internacionalmente acordados y reconocidos. Ello permite ganar la confianza de los clientes y mercados (Furusten, 2002). El área que primero logró un ISO en el gobierno del estado fue la Dirección General de Planeación y Gasto Público, la segunda fue el Archivo General del Poder Ejecutivo y la tercera fue la Dirección General de Personal; las dos primeras lo consiguieron durante la administración que concluyó en 1999. Aunque la adopción es voluntaria, la difusión orilló a crear ciertas condiciones de competitividad que se manifestaron en el incremento de certificaciones; éstas, Año V, No. 8, enero-junio de 2014 -17- a su vez, fueron consideradas como una inversión, no como un gasto que podría minimizar errores (Montiel, 2003). En poco tiempo el número de certificaciones aumentó considerablemente, como puede apreciarse en la tabla siguiente: Tabla 2. Certificaciones obtenidas por año en el gobierno del Estado de México Sector central Sector auxiliar 2002 2003 2004 2005 No. de procesos certificados 24 42 363 275 24 26 43 41 2* 0 16 320 234 Total 706 136 570 Año -18- * Estos dos procesos corresponden a los inicios de la certificación en la administración 1993-1999, que fueron señalados en un apartado anterior. Fuente: elaboración propia con base en el Registro de Sistemas de Gestión de la Calidad y Procesos Certificados del Gobierno del Estado de México. Leticia Contreras Orozco La gestión de calidad en el sector público Adicionalmente, es importante ubicar al número de certificaciones por año en dependencias, pues no todas participan en la misma proporción en la estandarización como se aprecia enseguida: Tabla 3. Procesos certificados por dependencia o unidad administrativa al año 2005 Dependencia / Unidad administrativa Gubernatura Secretaría General de Gobierno Secretaría de Finanzas Secretaría de Salud Secretaría del Trabajo Secretaría de Educación Secretaría de Desarrollo Social Secretaría de Desarrollo Urbano Secretaría del Agua y Obra Pública Secretaría de Desarrollo Agropecuario Secretaría de Desarrollo Económico Secretaría de Desarrollo Metropolitano Secretaría de Comunicaciones Secretaría de Transporte Secretaría del Medio Ambiente Secretaría de Turismo Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios ( )* Total No. de procesos certificados 14 19 48 14 3 43 2 11 8 3 17 1 3 1 10 1 508 706 Sector central Sector auxiliar 5 15 48 14 3 5 1 11 7 1 12 1 1 1 10 1 0 9 4 0 0 0 38 1 0 1 2 5 0 2 0 0 0 508 136 570 * Se incluye al siendo organismo auxiliar por la importancia que reviste el número de certificaciones obtenidas; el resto de los organismos auxiliares quedan comprendidos en el sector correspondiente. Fuente: elaboración propia con base en el Registro de Sistemas de Gestión de la Calidad y Procesos Certificados del Gobierno del Estado de México. Al año 2005 se contaba con 706 procesos certificados, de los cuales 339 eran de tipo sustantivo y 367 de tipo adjetivo. Año V, No. 8, enero-junio de 2014 -19- La administración estatal 2005-2011 -20- En la administración 1999-2005, a partir de las condiciones que privaron en el ambiente externo, se advirtió en las certificaciones ISO 9000 una forma de gestión que podía ser una alternativa para eficientar el trabajo en la administración pública. Sin embargo, en una visión retrospectiva sobre la manera como inició la implementación de los , se reconoce la falta de un plan de acción claramente definido que guiara a todas las dependencias y organismos hacia el logro de un objetivo final: mejorar los procesos vinculados con la atención al público. Contrariamente, la obtención de una certificación bajo la norma ISO se convirtió en un fin más que en un medio para alcanzar la eficiencia, motivado por una moda generada en el ambiente externo. 1 Si bien es cierto que la administración 1993-1999 obtuvo dos certificaciones, es en la administración de Arturo Montiel cuando se registra un incremento importante en el número de certificaciones; pero en su mayoría fueron procesos de gestión interna, por lo que no hubo un gran impacto entre la ciudadanía. En el caso del gobierno del Estado de México, la implementación de los trajo ciertas dificultades al enfrentar formas tradicionales de gestión; puesto que al existir un significativo número de servidores públicos con una antigüedad laboral considerable, implicó cierta resistencia ante Leticia Contreras Orozco La gestión de calidad en el sector público la incertidumbre generada por el cambio en el modo de llevar a cabo un proceso a partir de los requerimientos de la norma ISO. Otra limitante que se enfrentó en el gobierno estatal, ante la ausencia de un plan de acción integral donde se estableciera qué se quería lograr y cómo, fue que las dependencias o unidades administrativas interesadas en implementar un recurrieron por iniciativa propia a empresas certificadoras para capacitarse, establecer su y lograr una certificación. Esto originó diferentes interpretaciones y que en algunas dependencias se contara con un por unidad administrativa, no por dependencia. El problema en la interpretación de la calidad en la gestión trajo como consecuencia que los procesos fueran entendidos como procedimientos, e incluso como actividades. Por lo tanto, las certificaciones obtenidas no reflejaban el todo, sino solamente una parte de un proceso. Además, no se pudo cumplir con la estandarización al certificar un mismo procedimiento por cada unidad administrativa. 2 Ante la tendencia de la modernización en el medio ambiente, era “importante” contar con una certificación; esto es, seguir la tendencia de la moda (Abrahamson, 1991; Brunsson, 2002); no obstante que en algunas de las dependencias o unidades administrativas con procesos certificados se llevaba a cabo la gestión tradicional y adicionalmente se trabajaba para el ; es decir, los esquemas de calidad no eran un mecanismo que eficientara las tareas, sino un símbolo que proyectaba una imagen innovadora. Durante el año 2006 se certificaron ocho nuevos procesos con base en el Registro de Sistemas de Gestión de la Calidad y Procesos Certificados del Gobierno Estatal. Asimismo, se emprendieron tareas encaminadas al mantenimiento de los y la obtención del refrendo de 18 procesos administrativos (Peña, 2006).3 La disminución en el número de procesos certificados bajo la norma ISO 9000 es notable, más de 50% de ellos no han sido recertificados. Lo anterior puede ser el resultado, como explica Brunsson (2002a), de que las modas vienen y van, y el momento en el que impulsaron con mayor fuerza las certificaciones fue en la administración 1999-2005. No obstante, a pesar de que hay indicadores formales de la continuidad en materia de certificación e implementación de , también se puede interpretar que estos rubros han dejado de ser una prioridad. La calidad en esta administración resalta el enfoque al usuario y, con base en ello, se aplica el Programa Compromiso en el Servicio, eje de la modernización administrativa en este periodo gubernamental. El programa piloto inició en abril de 2006 con el Centro de Servicios Administrativos Toluca y se formalizó a finales de ese año, debido a que en ese lapso tuvo modificaciones por los resultados de las mediciones de satisfacción del usuario que se realizaron con base en principios de calidad. Esto determinó emprender acciones de mejora que luego permitirían la creación de otros centros de atención a la ciudadanía.4 Dicho programa incluye estrategias y líneas de acción, mediante las cuales se busca impulsar una cultura de calidad, innovación y mejoramiento de la atención al público. Hasta el momento, los resultados más visibles de este programa han sido los Centros de Servicios Administrativos. Actualmente, además del de Toluca, están en funciones otros cuatro en los municipios de Ecatepec, Tlalnepantla, Naucalpan y Nezahualcóyotl. La opinión del usuario es uno de los elementos que favorecen la mejora continua y la calidad en el servicio. Este es un indicador de los cambios en la orientación de las ideas de calidad; es decir, un servicio puede ser mejorado aunque no se implemente un o no se cuente con una certificación. La idea de calidad en la presente administración — aun cuando no se desvincula por completo de los y de las certificaciones — basada en estándares, pasa a segundo plano y se pone mayor énfasis en el enfoque al cliente o usuario, lo cual involucra una serie de factores como Año V, No. 8, enero-junio de 2014 -21- actitudes y capacitación de los servidores públicos, oficinas confortables, agilidad en trámites, diferentes mecanismos para la prestación de un mismo servicio, así como mecanismos de difusión e información para la ciudadanía. Notas Información obtenida en entrevista realizada el 7 de julio de 2009 a la subsecretaria de Administración del gobierno estatal y anterior directora general de Innovación, Elizabeth Vilchis Pérez. 1 Los ejemplos citados en la entrevista por la subsecretaria de Administración del gobierno estatal refieren que en un proceso de control de gestión sólo se certificó el control del turno de la correspondencia; es decir, sólo un procedimiento, no el proceso. En el caso del (importante por el número de certificaciones obtenidas, como se observa en la tabla 3), señala que recibió la certificación del proceso de consulta externa por clínica; o sea, no aplicaba el mismo proceso para todas las clínicas en el estado. Esto rompe con la idea de estandarización de la certificación. Otro ejemplo es el caso de los tecnológicos de estudios superiores en donde los procesos certificados fueron: inscripción, reinscripción y titulación, pero cada tecnológico cuenta con su certificación en lugar de aplicar un mismo proceso en todas las instituciones. 2 -22- Leticia Contreras Orozco La gestión de calidad en el sector público La recertificación de 307 procesos obedece a que había un trabajo ya realizado para lograr la renovación de la certificación obtenida y, por lo tanto, el no seguir adelante implicaba perder el trabajo ya hecho. 3 La información sobre la evaluación ciudadana y la creación de centros de atención fue obtenida en entrevista efectuada a la subsecretaria de Administración del gobierno estatal y anterior directora general de Innovación, Elizabeth Vilchis Pérez, el 7 de julio de 2009. Bibliografía Barba, Antonio (2002), Calidad y cambio organizacional: Ambigüedad, Fragmentación e Identidad. El caso del de , México, -. 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Profesora-investigadora en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma del Estado de México, donde ha impartido Teoría de la Administración Pública, Metodología de las Ciencias Sociales, Administración Municipal, Teoría de la Administración y la Organización, Gerencia Pública, así como talleres de investigación y Seminario de Tesis. Entre sus publicaciones más recientes se encuentran: “La calidad en el gobierno de Vicente Fox. Una aproximación desde la perspectiva institucionalista”. Revista Buen Gobierno. No. 5. 2008; “La calidad en la gestión como factor de cambio institucional en las organizaciones gubernamentales del Estado de México”. Convergencia. Vol. 17. No. 53. . 2010; “El proceso de institucionalización de la calidad en la gestión pública del gobierno del Estado de México 1999-2009”. Revista Espacios Públicos. No. 31. . 2011; “La administración electrónica en los municipios de Toluca y Metepec, Estado de México”, Estado, Gobierno y Administración Pública. Revista Chilena de Administración Pública. 2012. Su libro más reciente se titula: La Nueva Gestión Pública, la gestión de calidad y el cambio institucional en el Gobierno del Estado de México 1999-2009. Porrúa / , 2012. -24- Leticia Contreras Orozco La gestión de calidad en el sector público