Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de Córdoba, Sala

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Voces: CONTRATOS RURALES - ARRENDAMIENTOS Y APARCERÍAS RURALES CONTRATO DE EXPLOTACIÓN TAMBERA - CONTRATO DE TRABAJO - TRABAJADOR
AUTÓNOMO - RELACIÓN DE DEPENDENCIA
Partes: Molina Amanda c/ Juan Frosasco | ordinario
Tribunal: Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de Córdoba
Sala/Juzgado: quinta nominación
Fecha B.O.: 3-jul-2000
Cita: MJ-JU-M-20182-AR | MJJ20182
Producto: MJ,LJ,COR
Sumario:
1.- Se designa en modo genérico con el nombre de mediaría a la relación o vínculo que liga a dos o más
personas para la explotación de tierras o ganados, con el derecho y la obligación recíprocos de
repartirse los frutos por mitades; constituyendo ella, una modalidad del contrato de aparcería.
2.- La relación del tambero mediero con el propietario del tambo o establecimiento lácteo donde el
mediero cumple su labor con absoluta autonomía respecto al propietario del tamo, definitivamente el
mismo realiza una explotación agropecuaria aunque prioritariamente lechera, y que como tal, no la
hace cumpliendo instrucción o directiva alguna por parte del propietario del tambo. No hay contrato de
trabajo en el caso del tambero mediero toda vez, que el puede contratar y retribuir a personal por su
cuenta y transformándose entonces en auténtico empleador de ellos. Además de lo cual, no queda
exento el mismo tambero mediero de los riesgos e infortunios económicos y financieros que la
explotación lechera pueda tener y por lo cual, los mencionados riesgos que por defecto son de la
empresa son aquí del trabajador, si se lo quisiera encuadrar dentro de una relación ortodoxa de tipo
laboral y que por lo cual, resulta inaceptable. N.R.: Fuente de información:
http://www.justiciacordoba.gov.ar/site/ Sumarios oficiales del Poder Judicial de la Provincia de
Córdoba
En la ciudad de Córdoba, a los tres días del mes de julio del año dos mil, se reunieron Acuerdo Público
los Sres. Vocales de la Excma. Cámara de Apelaciones de Quinta Nominación en lo Civil y Comercial,
Dr. Abraham Ricardo Griffi, Dra. Nora Lloveras y Dr. Armando Segundo Andruet (h), a los fines de
dictar sentencia en los autos caratulados "MOLINA AMANDA C/JUAN FROSASCO ORDINARIO", venidos en apelación del Juzgado de Primera Instancia y Treinta y Una Nominación en
lo Civil y Comercial, en contra de la Sentencia Número ochocientos treinta y cuatro, de fecha nueve de
junio de mil novecientos noventa y nueve, que resolvía: "Hacer lugar a la excepción dilatoria de
Incompetencia de Jurisdicción, con costas. Regular los honorarios del Dr. Basilio Scandaliaris en la
suma de pesos (.) ($.) y los del Dr. Gustavo Daniel Calcagno en la suma de pesos (.) ($.).
Protocolícese.". Este Tribunal en presencia de la Actuaria se planteó las siguientes cuestiones a
resolver:
1°) ¿Es procedente el recurso de apelación interpuesto por la parte actora?
2°) ¿Qué pronunciamiento corresponde dictar?.
Realizado el sorteo de ley, la emisión de los votos resultó en el siguiente orden: Dr. Armando Segundo
Andruet (h), Dr. Abraham Ricardo Griffi, y Dra. Nora Lloveras.
EL SEÑOR VOCAL DOCTOR ARMANDO SEGUNDO ANDRUET (H) A LA PRIMERA
CUESTION DIJO:
I.- En contra de la sentencia N( 834 del 9.VI.99, dictada por la Sra. Juez de Primera Instancia y Treinta
y Una Nominación en lo Civil y Comercial, interpone recurso de apelación la parte actora que le fuera
concedido mediante proveído de fs. 268 vta.- Radicados los autos en la Alzada e impreso el trámite de
ley, expresó agravios la actora a fs. 277/278 vta., no siendo contestados por la demandada por lo cual se
le da por decaído el derecho dejado de usar a fs. 280; siendo contestado el traslado impuesto al Sr.
Fiscal de Cámaras Civiles y Comerciales Dr. Francisco Junyent Bas a fs. 282/285; firme el decreto de
autos (fs.285 vta.) ha quedado la causa en estado de ser resuelta.
II.- La sentencia apelada contiene una relación de causa que satisface las exigencias de los arts. 329 y
330 del CPC, razón por la cual a ella me remito a efectos de abreviar.
III.- La parte actora por intermedio de su letrado apoderado Dr. Basilio Scandaliaris, destaca a modo de
explicación de la plataforma fáctica de la causa, que la misma se interpone en sede civil en virtud del
fallo de la Sala 8º del fuero del trabajo en donde, una demanda iniciada por el Sr. Frosasco -en su
carácter de propietario- en contra de la aquí actora -en su condición de tambera mediera- entendió que
ese Tribunal no resultaba competente, sino que lo era la justicia civil.- Destaca que en aquéllas
actuaciones la demandada en ellas y actora en estas, interpuso excepción de incompetencia que se
resolvió favorablemente a favor de la competencia civil para la relación del tambero mediero con el
propietario. Motivo por el cual, entre las aportes de este juicio hay un fallo que establece que la
relación es civil y en virtud de ello mi mandante ocurre ante este Tribunal por haberse desechado la
competencia laboral en sede laboral. Señala que puede asistirle razón al a quo, que atendió la excepción
de incompetencia deducida por la demandada y por la cual, las actuaciones deberían ser atendidas por
el fuero del trabajo; mas ello no impide advertir la lesión a la seguridad jurídica que se genera, ya que si
VE rechaza este recurso y admite la competencia laboral, mi mandante -dice- tendrá que iniciar la
demanda nuevamente en sede laboral, a la que el demandado interpondrá excepción de incompetencia
fundado en el fallo de la Sala 8º del Trabajo y allí se resolverá que la competencia es civil.Se pregunta el recurrente si podrá accionar contra el demandado para cobrar su acreencia, o si acaso
deberá contentarse con saber que la justicia es el ámbito de inseguridad más grande que tiene el país.Se
agravia también por la imposición en costas que ha merecido indicando que ellas deberán ser cargadas
al demandado puesto que, sabiendo de la existencia del fallo entre las mismas partes que declara la
procedencia por vía civil, interpuso esta excepción con el firme propósito de lograr este resultado o sea
de generar una situación que impida a mi mandante percibir su acreencia. A su turno el Sr. Fiscal de
Cámara Civiles y Comerciales, Dr. Francisco Junyent Bas contesta el traslado que le fuera corrido y
solicita que sea revocada la sentencia y se procesa a declarar la competencia civil de la acción
intentada.-
IV.- Corresponde analizar en esta ocasión excluyentemente lo concerniente a la procedencia -o no- de
la excepción dilatoria de incompetencia que ha sido atendida por la anterior instancia y en virtud de la
cual, se ha resuelto que las actuaciones tienen que ser resueltas en el fuero del trabajo; toda vez, que la
relación existente entre la Sra. Amanda Molina y Juan C. Frosasco es la de ‘tambero mediero'; y que la
diferencia económica que la primera reclama del segundo y como originada en dicha relación, se debe
ventilar en el fuero del trabajo.- Aparece oportuno recordar brevemente que se designa en modo
genérico con el nombre de mediería a la relación o vínculo que liga a dos o más personas para la
explotación de tierras o ganados, con el derecho y la obligación recíprocos de repartirse los frutos por
mitades; constituyendo ella, en principio, una modalidad del contrato de aparcería (cfr. Vivanco, A.;
Mediería, en Enciclopedia Jurídica Omeba, Bs.As., Bibliográfica Omeba, 1971, T. XIX, pág. 477, para
un análisis en particular del contrato de mediería de tambo puede consultarse con buen provecho
Carranza Torres, L.; Contratos agrarios usuales, Córdoba, Alveroni, 1996, pág.95 y ss).
Inmediatamente se impone señalar, que la cuestión no es de clara comprensión y en virtud de ello, es
que ha tenido soluciones claramente antitéticas dentro de la jurisprudencia como así también doctrina;
pues para algunos Tribunales y doctrinarios el nexo jurídico que vincula a ambas partes es del tipo
laboral y en función de ello, las acciones judiciales que se desprenden de los mismos tienen que llevar
el nombrado derrotero; o por caso, como otra parte lo ha comprendido, aun teniendo datos y rasgos del
fuero del trabajo no son ellos suficientes para que el mismo sea la esfera de decisión, puesto que existen
cuestiones principales que no se encuentran claramente determinadas y por lo que, su competencia es
por defecto la civil. Al Respecto y siendo suficiente a dichos efectos, se acompaña la resolución de la
Sala 8º de la Cámara del Trabajo in re "Frosasco Juan Carlos c/ Amanda Molina- Apelación" (auto Nº
201 bis del 28.IX.95) (fs. 246/248) que se ordena en la primera de las tesis indicada; y en el restante
supuesto, el traslado del Sr. Fiscal de Cámaras Civiles y Comerciales resulta desde ya, sumamente
convincente de la posición en contrario.V.- En nuestra opinión, y sin perjuicio de que exista calificada doctrina y jurisprudencia que como tal
se orienta en una tesis diferente; pues acorde a algunos rasgos que en nuestro caso asumen el papel de
ser propiamente esclarecedores en cuanto que, permiten definir una suerte de paradigma entre lo que
separa a una relación de personas regidas por las disposiciones provenientes del fuero laboral o civil; es
quizás con mayor envergadura, el carácter de autónomo o no que se le puede brindar en el caso, a la
relación del tambero mediero con el propietario del tambo o establecimiento lácteo. Acorde al opus
mismo que resulta dispuesto para el mediero, se puede concluir sin dificultad alguna, que el mismo
cumple su labor con absoluta autonomía respecto al propietario del tambo.Definitivamente el mismo
realiza una explotación agropecuaria aunque prioritariamente lechera, y que como tal, no la hace
cumpliendo instrucción o directiva alguna por parte del propietario del tambo. Como bien ha sido
señalado por el Sr. Fiscal de Cámara "Es el tambero mediero el que orienta, dirige, planifica y
desarrolla la actividad y no da cuenta de la explotación propiamente dicha sino de su resultado" (fs. 283
vta.). Se trata en consecuencia de un tipo de contrato agrario de asociación; con independencia que en
el decreto ley 3750/46 que como tal lo organiza, puedan aparecer algunas definiciones que como tal,
pueden orientar una tesis contraria a la que se acaba de nombrar (cfr. Krotoschin, E.; Tratado práctico
de derecho del trabajo, Bs.As., Depalma, 1981, pág. 144).De manera tal, que señalamos nuestro criterio sobre la doctrina entre otros atendida por Deveali, quien
sostiene con total firmeza y a la vez como dato claramente distintivo entre las relaciones afectadas a la
competencia del fuero del trabajo, el que señala que en el mencionado contrato de trabajo debe existir
el carácter en una de ellas de ser subordinado en función de la prestación personal de aquél con quien
se ha contratado (cfr. El derecho del trabajo en su aplicación y sus tendencias, Bs.As., Astrea, 1983,
pág. 822); y que aparece claramente como una nota ausente en el caso del tambero mediero toda vez,
que el nombrado puede contratar y retribuir a personal por su cuenta y transformándose entonces en
auténtico empleador de ellos. Además de lo cual, no queda exento el mismo tambero mediero de los
riesgos e infortunios económicos y financieros que la explotación lechera pueda tener y por lo cual, los
mencionados riesgos que por defecto son de la empresa son aquí del trabajador, si se lo quisiera
encuadrar dentro de una relación ortodoxa de tipo laboral y que por lo cual, resulta inaceptable.En este
mismo orden de cuestiones ha señalado Viale que el tambero mediero "no es en realidad un ‘trabajador'
en el sentido que este término tiene en el derecho del trabajo,sino un auténtico productor agropecuario,
un típico mediero, si bien con modalidades propias, y cuya inclusión en el régimen laboral le trae más
perjuicios que beneficios" (Los contrato s agrarios, Bs.As., La Ley, 1996, pág. 332).En dicho orden de cuestiones, ha sido la misma Corte Suprema de Bs.As. quien ha orientado
jurisprudencia en igual sentido, indicando que "El contrato de mediería tambera es de tipo asociativo y
no reúne los caracteres de la relación de trabajo subordinado, lo que lo excluye de la actuación del
ámbito laboral y todo lo concerniente a la operatividad y efecto de los contratos concluidos entre
propietarios y tamberos medieros deberá regirse por las normas específicas del estatuto" (cfr. ED
50-588); en el mismo orden, lo ha ratificado posteriormente destacando "El vínculo entre el propietario
del tambo y el mediero es de carácter asociativo, y no reúne los elementos necesarios para configurar
una relación de trabajo en sentido estricto, sin que la sanción de la ley 20.774 (cuyo art. 7º no derogó el
decreto ley 375/46) haya variado la situación legal existente" (CS Bs.As., 10.XI.81 publicado en
Digesto Jurídico 3, Bs.As., La Ley, 1996, T.V, pág. 704, sum. Nº 3670).La excepción de incompetencia de jurisdicción que ha sido deducida entonces, debe ser revocada.
IV.- Habiendo estado sujeta a la presente discusión en Alzada excluyentemente lo referido a la
excepción dilatoria de incompetencia de jurisdicción, pues de ello resulta los límites del mismo y que
orgánicamente están dispuestos por los arts. 332 y 356 del CPC.Dentro de la teoría de las
impugnaciones, bien han reconocido los autores, la existencia de un doble encorsetamiento que sufre la
labor jurisdiccional de la Alzada, siendo la primera de ellas, el reconocimiento de los límites que el
propio litigante ha impuesto con su recurso y que tan claramente reconoce el apotegma tantum
devolutum quantum apellatum y del que nuestro artículo 332 del CPC se ha hecho eco, de allí se
concluye serenamente, de que no hay efecto devolutivo más extenso que el que cabe dentro del agravio
y del recurso (C.S.J.N., Fallos 256-501; 259-237). Cuando el órgano de apelación juzga entonces,
cuestiones no propuestas o consentidas explícitamente al apelar se incurrirá en incongruencia. La
segunda limitación a la que hemos referido, se funda en que no basta que la cuestión haya sido
propuesta en segunda instancia para provocar un juicio sobre el mérito, es menester, además, que esté
contendida en los escritos que conformaron la relación procesal, así lo impone el art. 356 CPC.- De ello
resulta suficiente para concluir, que no corresponde a este Tribunal de Grado ponderar ninguna otra
cuestión, puesto que su gestión queda agotada en presente ocasión con el dictado del pronunciamiento
que revoca la sentencia anterior que había atendido a la excepción dilatoria de incompetencia de
jurisdicción; debiendo en consecuencia volver las actuaciones a la primera instancia a los fines de que
se proceda como por derecho corresponda al dictado de la resolución sobre el fondo ahora de la
cuestión debatida.V.- Las costas por las actuaciones en ambas instancias deben imponerse a la parte demandada que ha
resultado vencida (art. 130 CPC). Debiendo regularse los honorarios por las tareas en esta instancia al
Dr. Basilio Scandaliaris en la cantidad de (.) ($.)y al Dr. Gustavo Daniel Calcagno por sus labores en la
segunda instancia en la cantidad de (.) ($.) (arts.34 , 36, 37 , 80 y 120 ley 8226).EL SEÑOR VOCAL DOCTOR ABRAHAM RICARDO GRIFFI A LA PRIMERA CUESTION
PLANTEADA DIJO:
Que adhiere, por ajustarse a derecho, al voto emitido por el Sr. Vocal del primer voto.
LA SEÑORA VOCAL DOCTORA NORA LLOVERAS A LA PRIMERA CUESTION
PLANTEADA DIJO:
Que adhiere en un todo al voto emitido por el Sr. Vocal Dr. Armando Segundo Andruet (h).
EL SEÑOR VOCAL DOCTOR ARMANDO SEGUNDO ANDRUET (H) A LA SEGUNDA
CUESTION DIJO:
Propongo que:
I.- Hacer lugar al recurso de apelación interpuesto por la parte actora en contra de la sentencia Nº 834
de fecha 9.VI.99 revocándola en cuanto admite la excepción dilatoria de incompetencia de jurisdicción;
ordenando en consecuencia que vuelvan las actuaciones a la primera instancia a los fines de que se
complete como por derecho corresponda la tramitación de la causa. Con costas en ambas instancias a la
demandada que ha resultado vencida.II.- Regular los honorarios por las tareas en esta instancia al Dr. Basilio Scandaliaris en la cantidad de
(.) ($.) y al Dr. Gustavo Daniel Calcagno por sus labores en la segunda instancia en la cantidad de (.)
($.). Ordenar a la Sra. Juez interviniente a que proceda a efectuar una nueva regulación de honorarios
atento al resultado que se ha dispuesto.EL SEÑOR VOCAL DOCTOR ABRAHAM RICARDO GRIFFI A LA SEGUNDA CUESTION
PLANTEADA DIJO:
Que adhiere, por ajustarse a derecho, al voto emitido por el Sr. Vocal del primer voto.
LA SEÑORA VOCAL DOCTORA NORA LLOVERAS A LA SEGUNDA CUESTION
PLANTEADA DIJO:
Que adhiere en un todo al voto emitido por el Sr. Vocal Dr. Armando Segundo Andruet (h).
Por el resultado de la votación precedente,
SE RESUELVE: I.- Hacer lugar al recurso de apelación interpuesto por la parte actora en contra de la
sentencia Nº 834 de fecha 9.VI.99 revocándola en cuanto admite la excepción dilatoria de
incompetencia de jurisdicción; ordenando en consecuencia que vuelvan las actuaciones a la primera
instancia a los fines de que se complete como por derecho corresponda la tramitación de la causa. Con
costas en ambas instancias a la demandada que ha resultado vencida.
II.- Regular los honorarios por las tareas en esta instancia al Dr. Basilio Scandaliaris en la cantidad de
(.) ($.)y al Dr. Gustavo Daniel Calcagno por sus labores en la segunda instancia en la cantidad de (.)
($.). Ordenar a la Sra. Juez interviniente a que proceda a efectuar una nueva regulación de honorarios
atento al resultado que se ha dispuesto. Protocolícese, hágase saber y bajen.
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