xiv congreso internacional de la academia de ciencias

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XIV CONGRESO INTERNACIONAL DE LA ACADEMIA DE CIENCIAS
ADMINISTRATIVAS A.C. (ACACIA)
Título de la ponencia
Modelo de evaluación interna de la calidad para instituciones de educación superior.
Capítulo o mesa en la que se registra el trabajo:
1.- Administración de la calidad
Datos del autor y coautores:
AUTOR:
DR. ANTONIO DE JESÚS VIZCAÍNO
UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA
CENTRO UNIVERSITARIO DE CIENCIAS ECONOMICO ADMINISTRATIVAS
División de Gestión Empresarial / Departamento de Mercadotecnia y Negocios
Internacionales
Dom. Periférico Norte No. 799 Esq. Av. José Parres Arias, Módulo G-306 Los Belenes.
CP. 45100 Zapopan, Jalisco, México. Tel/Fax (33) 37 70 33 43 y 37 70 33 00 Ext. 5557
[email protected]
COAUTORES:
MTRO. JOSÉ DE JESÚS URZUA LÓPEZ
UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA
CENTRO UNIVERSITARIO DE CIENCIAS ECONOMICO ADMINISTRATIVAS
División de Gestión Empresarial / Departamento de Mercadotecnia y Negocios
Internacionales
Dom. Periférico Norte No. 799 Esq. Av José Parres Arias, Módulo G-306 Los Belenes.
CP. 45100 Zapopan, Jalisco, México. Tel/Fax (33) 37 70 33 43 y 37 70 33 00 Ext. 5557
[email protected]
MTRA. ADRIANA ALCARÁZ MARÍN
UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA
CENTRO UNIVERSITARIO DEL SUR
División de Ciencias, Artes y Humanidades/ Departamento de Sociedad y Economía,
Dom. Av. Prolongación Colón S/N Km. 1 Carretera Ciudad Guzmán Jalisco. C.P. 49000
Ciudad Guzmán, Jalisco. Municipio Zapotlán El Grande. Teléfono 01 341 575 22 22 ext.
6105. Fax ext. 6076 [email protected]
Académico a quien se dirigirán las comunicaciones:
DR. ANTONIO DE JESÚS VIZCAÍNO
[email protected]
Lugar y fecha del evento:
Escuela de Graduados en Administración y Dirección de Empresas (EGADE) del
Tecnológico de Monterrey, Monterrey, N.L. del 27 al 30 de Abril de 2010.
Título de la ponencia:
Modelo de evaluación interna de la calidad para instituciones de educación superior.
Resumen:
El trabajo que se presenta, desarrolla un proceso de evaluación de la calidad aplicable
a los programas formativos de nivel superior, en el cual se rescata la visión de los
estudiantes formados al momento de titularse a través de las interrogantes que le
formule el jurado de titulación. La
finalidad es lograr una evaluación educativa de
manera interna, respecto de la calidad del programa y perfil de egreso, al considerar
dos dimensiones como parte de este modelo, una dimensión ideal (Expectativas) y una
dimensión real (Satisfacción del estudiante) en función de las categorías académico,
administrativo, técnico e infraestructura a las que debe responder como programa
educativo y a las habilidades, conocimientos, aptitudes y actitudes que desarrolló del
perfil de egreso, cuya perspectiva y opiniones son producto de la formación que obtuvo
y de la experiencia que experimentó tanto con el programa educativo como con la
institución.
Palabras clave:
Modelo, calidad y titulación.
MODELO DE EVALUACION INTERNA DE LA CALIDAD PARA INSTITUCIONES DE
EDUCACION SUPERIOR
INTRODUCCIÓN
La evaluación de la calidad de la educación superior es un proceso que se ha
ido introduciendo en el ámbito universitario a raíz de la necesidad de desarrollar las
funciones sustantivas como es la docencia, investigación y difusión del conocimiento,
con eficiencia y eficacia y ofrecer programas educativos de excelencia académica. De
ahí que “el término “calidad” o “calidad de los servicios” era más propio – aunque no de
forma exclusiva- del sector empresarial productivo, mientras que no era habitual
encontrarlo aplicado a la Administración pública y poco o nada al sistema universitario”
(Bardisa, 2005:3).
Las universidades al incorporar metodologías para medir los impactos, alcances
y resultados en materia educativa, sobre todo en las Instituciones de Educación
Superior Públicas, la calidad comenzó a ser de interés institucional para garantizar
servicios óptimos y a la vez responder a los requerimientos internacionales, nacionales
o regionales que marcaban el rumbo hacia la excelencia, pero se centró y vinculó
básicamente hacia la obtención de recursos financieros para la ejecución de sus
acciones, lo que generó evaluaciones externas a las instituciones por organismos
nacionales e internacionales, quienes dan cuenta de que la institución posee los
estándares de calidad requeridos y con ello se asegura el presupuesto económico.
La experiencia en México en materia de evaluación de la calidad en las
Instituciones de Educación Superior (IES), ha propiciado que las universidades públicas
se hayan transformado a su interior y sobre todo sea un factor clave para la
permanencia y vigencia de las universidades públicas del país, por lo que se puede
asegurar que la calidad se ha asociado más al financiamiento y el recurso
presupuestario mediante la creación de proyectos a corto, mediano y largo plazo que
garanticen el desarrollo institucional, que al hecho de valorar qué calidad perciben los
propios estudiantes formados con relación al proyecto educativo y a la institución en
general.
Actualmente las universidades han continuado con dichos procesos de
transformación al interior de sus organizaciones, influenciado por condiciones internas:
recortes financieros y el aseguramiento del presupuesto como por factores externos:
lineamientos marcados en materia educativa por diversos organismos económicos
internacionales, tal es el caso del Banco Mundial (BM), como del Fondo Monetario
Internacional (FMI), pero no han realizado evaluaciones internas que permitan conocer
la opinión de los propios estudiantes que a final de cuentas son los usuarios principales
del servicio educativo que se ofrece. Por lo tanto si pretendemos evaluar la calidad de
un programa educativo, hay que precisar en este sentido que “la calidad la define y
valora, en concreto, el usuario del servicio” (Pancorvo, 2003:1), que en el caso de las
IES son los propios estudiantes.
La propuesta que se presenta es producto de un trabajo de investigación
realizado con egresados del programa de Nivelación a Licenciatura en Trabajo Social
de la Universidad de Guadalajara, México, en 120 titulaciones, del cual se obtuvo
mediante el registro etnográfico sus comentarios y aportaciones, con lo que se logró
evaluar la calidad de dicho programa educativo, a fin de retroalimentar el proyecto
curricular y tomar las decisiones pertinentes para mantener la calidad deseada.
DESARROLLO
La calidad ocupa en los tiempos actuales un lugar preponderante en el sector
educativo, tiene que ver con el buen funcionamiento de las instituciones y el
reconocimiento de su prestigio educativo, además de garantizar una formación
profesional de excelencia. Por lo tanto, invertir en la calidad educativa y sobre todo
evaluar los resultados, los procesos académicos, los alcances sociales, personales,
económicos así como productivos, debe constituirse en un criterio político a fin de
obtener la garantía de calidad que se está pretendiendo.
Si bien a nivel internacional se ha convertido en una política educativa, a través
de la cual se han transformado de manera administrativa y académicamente las
universidades, tratando de ofrecer programas de excelencia y a la vez certificar sus
procedimientos administrativos, que garantizan un adecuada funcionalidad operativa en
las acciones financieras, administrativas y técnicas que tienen que ver con el sistema
universitario, es importante ahora tomar en cuenta al propio alumno para obtener de él
su apreciación respecto a la calidad de la formación que recibió y de los servicios
institucionales.
La
propuesta que se presenta, plantea evaluar la calidad de los programas
formativos de nivel superior, tomando en cuenta las opiniones que pueden expresar los
estudiantes al momento de titularse, esto por medio de las interrogantes que le formule
el jurado durante el examen profesional o en la modalidad por la que indistintamente
opte el estudiante para titularse y obtener el grado correspondiente. En el momento de
ser replica verbal, los miembros del jurado pueden contar con una guía de preguntas
básicas para retroalimentarse en la percepción de la calidad por parte del alumno; si el
examen fuera escrito o por otra modalidad –promedio o excelencia, CENEVAL- el
alumno deberá contestar un formato específico donde se cuestionan los principales
aspectos a valorar. Ambos interrogatorios –escrito u oral- , pasan a ser sistematizados
para su análisis y apoyo a las decisiones competentes al tema de estudio.
Interesa como parte de este planteamiento, hacer una evaluación interna de la
calidad del programa y perfil de egreso del estudiante, no considerando por el momento
el resto de actores educativos como son los docentes, el personal administrativo y
directivo, porque lo que se pretende es conocer exclusivamente el punto de vista del
alumno, como sujeto, actor y usuario principal de la modalidad educativa en que se
formó académicamente, sea ésta presencial o a distancia.
La evaluación se plantea desde una dimensión ideal (categorías previamente
establecidas según el Sistema de Universidad Virtual de la Universidad de Guadalajara)
para evaluar la calidad de un programa y lo que describa el perfil de egreso con relación
a las habilidades, conocimientos, aptitudes y actitudes según el proyecto curricular que
se analice, cuyas categorías y variables se contrastan con la dimensión real (opinión del
titulado), producto de su experiencia educativa tanto en la institución como con el
programa formativo. De ahí que la finalidad es lograr una evaluación educativa en forma
interna, respecto de la calidad del programa y perfil de egreso, desde la perspectiva de
los estudiantes formados.
Por dimensión ideal
se comprende las pretensiones educativas o lo que se
espera lograr como institución y programa curricular y que están por escrito ya sea en el
plan de estudios o en los modelos educativos, de las cuales se pueden extraer las
categorías para la evaluación.
La dimensión real es aquella expresión o punto de vista que externa el egresado
a través de la entrevista abierta que le efectúa el tribunal del examen de grado al
momento de titularse, en función de las categorías que contemple la evaluación, cuyas
respuestas son producto de la experiencia formativa que tuvo como estudiante y sobre
todo a su vivencia con la institución y el programa.
La siguiente tabla describe de manera más clara el modelo de evaluación de la
calidad que se propone, mismo que se puede implementar en las IES para realizar una
evaluación interna de la institución y el programa educativo.
Tabla 1.
Dimensiones y categorías para la evaluación de la calidad de las IES
DIMENSION IDEAL CATEGORIAS
DIMENSION REAL
(Expectativas
planteadas en los
documentos
institucionales)
(Lo que los estudiantes
perciben y determinan
como satisfacción de
calidad)
ACADEMICO
(Plan, programa, proyecto,
profesores, proceso educativo,
materiales y recursos)
ADMINISTRATIVO
(Procedimientos,
registros,
trámites, atención a usuarios,
venta de servicios y personal)
TECNICO
INFRAESTRUCTURA
(Instalaciones,
E
equipo,
mobiliario, y personal)
HABILIDADES
(Competencias profesionales
para el buen desempeño)
CONOCIMIENTOS
(Saberes teóricos y prácticos)
APTITUDES
(Capacidad de
apto, eficiente)
desempeño,
ACTITUDES
(Estructuras y formas
actuación profesional)
de
Vizcaíno, 2010.
El anterior modelo, se sustenta en función a lo que Pancorvo (2003) ha
expresado con relación al vínculo que existe entre expectativas y satisfacción como
usuarios, que para el caso de la educación superior que nos ocupa se refiere al servicio
educativo que se ofrece:
En servicios es bien conocida la premisa que la satisfacción del
cliente es el resultado de comparar las expectativas que éste tenía antes
de la transacción con la percepción que finalmente tiene del servicio
recibido. Si la percepción supera largamente a la expectativa, pues se
logra mayor satisfacción. Por lo tanto, hablar de calidad en servicios es
hablar de satisfacción de expectativas: una no se da sin la otra. (Pancorvo,
2003:1)
El modelo propuesto responde al hecho de que “estamos en un proceso de
internacionalización de la educación superior y significa que la mayoría de las
universidades van a actuar internacionalmente, lo que quiere decir que tenemos que
saber con qué niveles de calidad nos estamos manejando”
(Universidad Técnica
Particular de Loja, 2005:12), a nivel de programa educativo, como grupo académico, a
nivel universitario, o ya sea como institución educativa. Aunado a que en los tiempos
actuales, de acuerdo con Esther Teresa de Zavaleta, sigue siendo vigente el concepto
evaluar, ya que debe ser una acción institucional que rebase “la mera medida del
trabajo escolar; porque ahora la evaluación aspira a determinar, con la objetividad que
le sea posible, hasta qué punto se realizan con éxito las tares del ámbito educativo”
Zavaleta (1972 citado en Padula, 2005:6).
En la actualidad se demanda a la educación superior, que sea de calidad, que
mejore sus procesos y que se transforme para que responda a las necesidades
sociales del entorno local, nacional e internacional, desde un modelo centrado en el
estudiante, donde se procure ofrecer una atención más individualizada, una mayor
capacidad de respuesta del servicio educativo que se ofrece, constituyéndose esto en
una exigencia competitiva.
Si se reconoce que el “proceso educativo implica diversas dimensiones que le
dan sentido en la planeación, desarrollo y evaluación como momentos principales”
(Sistema de Universidad Virtual, 2004:29)., de ahí se puede partir para considerar que
dentro del desarrollo de un programa educativo y sobre todo en un momento de
evaluación, como la presente propuesta plantea, es fundamental aprovechar el acto de
titulación como una estrategia de evaluación educativa para las Instituciones de
Educación Superior, ya que éste es un espacio académico en el que se puede
“identificar cómo se están manifestando los diferentes elementos y procesos que se
involucran en un programa educativo” (Ortíz, 2002:1) y que a final de cuentas
experimentó el estudiante durante su proceso formativo.
El acto de titulación es un momento importante, tanto para el alumno que culmina
una etapa formativa y está en condiciones de expresar todas sus opiniones sobre la
experiencia vivida, como para la institución, al recabar la información que le permita
evaluar de manera completa el producto formado y lo que éste puede expresar en
cuanto a su satisfacción e insatisfacción educativa. Es en este espacio, donde se logra
el culmen o llegada de toda la etapa formativa del plan de estudios y donde el
estudiante está plenamente formado, por lo que se encuentra en condiciones
suficientes para emitir sus opiniones, respecto al proceso formativo que experimentó a
lo largo de su formación profesional.
Un aspecto importante ha resaltar dentro de la presente propuesta es el hecho
de que se considera al alumno (egresado) como el actor principal del proceso formativo
y cuyo sujeto, dada su experiencia obtenida durante su preparación académica,
contribuye de manera significativa a evaluar la calidad de los programas de estudio.
Hay que precisar que dentro del proceso de evaluación es importante además
tener precisión en la finalidad de la evaluación, por lo que se busca primordialmente
una retroalimentación, que nos permita modificar todos aquellos aspectos operativos
del programa a evaluar. No olvidemos que la evaluación nos permite “valorar”, enjuiciar
lo que sucede, lo que acontece con relación a la operatividad de un programa.
La evaluación es un procedimiento, una forma de hacer investigación social
aplicada, es un proceso sistemático, planificado y dirigido, encaminado a identificar, a
obtener y/o proporcionar de manera válida y fiable, determinados datos o información
suficiente y relevante, sobre un juicio en particular o acerca de un valor, con relación a
los diferentes componentes que tienen que ver con un programa educativo, o respecto
de determinadas actividades que se realizan, se han realizado o se realizarán, con la
finalidad de obtener resultados concretos, a fin de que sean la base para una mejor
toma de decisiones estratégicas que nos permitan atender y mejorar los cursos de
acción del proceso educativo y del programa mismo.
La calidad interpretada desde los propios estudiantes y más en un programa de
educación superior significa que “cuando está se nota, cuando no está, también”
(Fainholc, 2004:2). Es por ello que enfocarnos en el cliente (alumno),
propiciar un
cambio cultural de hacer mejor las cosas en cada uno de los actores del proceso
educativo e incidir en un ambiente de mejora continua, nos llevará plenamente a un
proceso de aseguramiento de la calidad de las instituciones y sus programas.
CONCLUSIONES
Hay que considerar que la calidad la define y le significa a cada estudiante, como
usuario de un servicio educativo y producto de su experiencia académica.
Es fundamental que los programas de educación superior, cuiden, mantengan o
mejoren como parte de su operatividad y funcionamiento el aspecto académico,
administrativo, la parte técnica e infraestructura, a fin de lograr los objetivos educativos.
Es trascendental el hecho de que en las instituciones educativas se propicie el
interés por realizar ejercicios evaluativos donde se conozca lo que opinan los alumnos
respecto a lo que hace académicamente y la manera como se hace. Que mejor que el
estudiante, para decir cómo lo percibe, qué calidad se está otorgando, cuáles son las
ventajas competitivas, qué desaciertos encontraron durante su formación, cuya
información puede guiar el futuro hacia la calidad y mejora continua, en razón a que él
ha estado en contacto directo con el currículum, los medios e instrumentos educativos y
herramientas, además de ser producto de todo un proceso formativo.
El examen de titulación o las modalidades de titulación, como se conoce en
algunas instituciones de educación superior, se constituye en una gran oportunidad
para evaluar, tanto el proceso educativo como el proyecto curricular de los programas
de educación superior. Esta propuesta es aplicable tanto para programas a distancia
como presenciales y los resultados que se tengan otorgarán grandes beneficios para
saber cómo nos ven los propios alumnos que formamos.
El modelo de evaluación, permite una retroalimentación oral de parte del
estudiante, una vez que concluyó todo el proceso formativo, por lo que está en
condiciones suficientes para emitir su opinión respecto de la calidad tanto del programa
como de la institución en su conjunto a diferencias de procesos de evaluación semestral
que se tengan implementados en las instituciones educativas de nivel superior, donde
se observan y detectan parcialidades del proceso educativo, que si bien permiten
corregir acciones y tomar decisiones intermedias y durante el proceso, la información
final tiene la ventaja de ser completa e integral de acuerdo al proceso vivido por el
estudiante.
La propuesta de este modelo de evaluación de la calidad en la etapa final de la
formación académica de los estudiantes, mediante la recuperación oral de su
percepción, se puede contrastar con las evaluaciones parciales a nivel semestral y
encontrar similitudes y discrepancias, que permitan tomar decisiones a nivel
institucional, para el aseguramiento de la calidad de los programas y la institución en
general, aspectos que abonan a conservar, mantener y superar las expectativas en los
procesos de certificación de proyectos educativos.
Quien mejor que el estudiante mismo, para decirnos cómo nos perciben, qué
calidad estamos otorgando, cuáles son las ventajas competitivas obtenidas, qué
aciertos y desaciertos encontraron durante su transitar en su formación, respecto de las
habilidades, conocimientos, aptitudes y aptitudes que desarrollaron, cuyo material
informativo, se convierte en una riqueza y en un faro que puede guiar el futuro hacia la
calidad y mejora continua.
La única forma de mejorar el quehacer educativo es investigándolo, evaluándolo,
a fin de conocer nuestra realidad, nuestro presente y definir el futuro,
tanto de la
institución como del programa educativo.
BIBLIOGRAFÍA
Bardisa, R. T.(2005). La evaluación de la calidad de la UNED en el marco de la
convergencia europea. Congreso sobre Calidad y Acreditación Internacional en
Educación Superior a Distancia. Loja, Ecuador: Universidad Técnica Particular de
Loja.
Fainholc, B. (2004). La calidad de la educación a distancia continúa siendo un tema
muy complejo. RED, Revista de Educación a Distancia . 12.
Ortíz, M. G. (Agosto de 2002). Propuesta de evaluación del programa de Nivelación a
Licenciatura en Trabajo Social (Documento para discusión). Guadalajara, Jalisco,
México.
Padula, P.J. E. (2005). Control de calidad y educación a distancia. Relaciones y
revelaciones. Revista Iberoamericana de Educación . 35(6), 6.
Pancorvo, J. (2003). Calidad en salud. Calidad del servicio. Revista Gerencia en Salud.
2(5).
Sistema de Universidad Virtual. (2004). Modelo educativo de U d G virtual. Recuperado
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Universidad Técnica Particular de Loja. (2005). Proceso de autoevaluación de los
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desarrollo de estándares de calidad para la educación superior a distancia en
América Latina y el Caribe”. Primer documento de trabajo Documento
introductorio (Estándares, indicadores, instrumentos y valoración) . Loja,
Ecuador.
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