FEBRERO MODELO MES DEL 2011 MUSEO DEL TRAJE. CIPE Avda. Juan de Herrera, 2. Madrid, 28040 Teléfono: 915504700. Fax: 915504704 Departamento de difusión: [email protected] http://museodeltraje.mcu.es Los modelos más representativos de la exposición Mujeres sentadas de Montehermoso Fotografía de Otríz Echagüe Por Lorena Delgado SALA: "El traje regional" Domingos a las 12:30 horas Duración 30 minutos Asistencia libre y gratuita Mujeres sentadas de Montehermoso, fotografía de Ortíz Echagüe. Museo del Traje. CIPE, Madrid /MT-FD000449/ FOTOGRAFÍA ORTÍZ ECHAGÜE aerostáticos, es el encargado de las fotografías aéreas; allí tomará imágenes de los campamentos enemigos durante la Guerra. En 1911 obtiene el título de piloto de aviación (el tercero de España). Será durante esta etapa africana cuando comience la temática que caracterizará su producción y se convertirá en su seña de identidad: el repertorio de tipos raciales ataviados con su indumentaria característica. A su regreso a España, su dilatada actividad profesional se desarrolla en el mundo de la industria de la aviación y el automovilismo. En 1923 funda CASA (Construcciones Aeronáuticas S.A.) y en 1950, SEAT, la primera empresa española de fabricación de automóviles en cadena, de la cual fue presidente hasta 1976. El contraste con su actividad profesional, marcada por el progreso y la modernización, lo ofrece su afición fotográfica. La fotografía se con- José Ortiz Echagüe José Ortiz Echagüe es el fotógrafo más importante de la primera mitad del siglo XX en España. Su trayectoria ha sido reconocida en salones fotográficos, con premios y medallas, y sus imágenes forman parte de las colecciones de los museos. Nació en Guadalajara en 1886 y, tras pasar su infancia en Logroño, en 1903 ingresó en la Academia Militar de Ingenieros de Valladolid. Al mismo tiempo que completa sus estudios, su reconocida afición a la fotografía le convierte en el documentalista de los acontecimientos de la Academia, como queda demostrado al ser elegido para inmortalizar la visita de rey Alfonso XIII en 1907. Tras licenciarse se traslada al norte de África, lugar entonces prioritario para la política exterior española. Destinado en la unidad de globos José Ortiz Echagüe delante de un avión Flecha. De La Fotografía de Ortiz Echagüe, Asunción Domeño. Gobierno de Navarra, 2000. Lámina 20, pág. 61. 1 MODELO DEL MES DE FEBRERO FOTOGRAFÍA ORTÍZ ECHAGÜE vierte en una prioridad personal que le ocupa todo el tiempo de ocio, y en ella se presenta el contrapunto del progreso: sus temas se inmovilizan ante la cámara para inmortalizar la España eterna y remota al borde de la extinción. Su primera imagen fotográfica de carácter popular la realiza con dieciseis años, Sermón en la aldea (1903), e inauguraba así la producción de figuras costumbristas, con rasgos que serán característicos de su estilo: la puesta en escena, el gusto por la anécdota, la cuidada composición y la búsqueda en la precisión de los tipos populares. Sus primeras imágenes se insertan en el llamado “costumbrismo realista”, que trata asuntos de su entorno. Su estancia en África le proporciona una nueva mirada a los personajes; lo típico está al alcance de la calle, y comienza la identificación entre la tipología de un personaje, su indumentaria, su personalidad y su carácter como elementos visuales identificadores y característicos de un pueblo y una raza. De este momento datan las fotografías de la “Serie de Marruecos” (19091916). A partir de aquí su devoción será recorrer los rincones de España, como un viajero incansable, último testigo de lo que está a punto de desaparecer. De 1930 es su “Serie de Tipos y Trajes”, a la que pertenece la imagen de las montehermoseñas. Esta serie supera las 300 láminas y llega a alcanzar 12 ediciones, la primera de las cuales se publica en 1930 y la duodécima, en 19711. Su “Serie de España, Pueblos y Paisajes”, publicada en 1939, según sus propias palabras, pretende ir más allá de la mera reproducción para buscar el contraste entre los pueblos. La “Serie de España Mística” (1943) recoge la iconografía del Greco y de Zurbarán para perpetuar la imagen de las comunidades religiosas de clausura, las devociones, procesiones y romerías populares. Su última serie “Castillos y Alcázares” (1956) se relaciona con la de los paisajes como una continuación de los mismos, así como las fotos familiares y los recuerdos estarían presentes a lo largo de toda su vida y producción. La evolución de su obra está marcada por los grupos temáticos que aborda y no por cuestiones estilísticas. El tipo de temática, la técnica y la estética son constantes a lo largo de toda su producción. La fotografía. Una afición convertida en devoción A los 12 años le regalaron su primera cámara fotográfica y con ella recorrió los parajes de su infancia. Él mismo revelaba y positivaba las imágenes de paisajes y personajes que mostraban, ya desde el inicio, la misma apariencia y temática que le acompañarán a lo largo de sus 75 años de trayectoria. 2 Pág anterior: Cámara Fotográfica Photo Ésphére. De La Fotografía de Ortiz Echagüe, Asunción Domeño. Gobierno de Navarra, 2000. Lámina 13, página 53. Arriba: Sermón en la Aldea, José Ortiz Echagüe,1903. Museo del Traje. CIPE, Madrid (MT-FD000284). Ortiz Echagüe se reconoce como fotógrafo artístico, pero siempre se niega a ser identificado con el Pictorialismo. Rechaza toda imitación pictórica y, tal y como él mismo asegura: “he deseado que en mis obras no apareciera rastro de intervención manual, ya que, si con frecuencia requieren una abundante labor de retoque y afino, esta debe realizarse con todo respeto al fondo fotográfico”2. Las fotografías de Ortiz Echagüe no son espontáneas. Sus personajes posan en sesiones que son preparadas con mucha minuciosidad. Hay una recreación intencionada de la realidad con respecto a la elección de los temas y personajes populares, las composiciones, los Tipos y trajes. La fotografía artística La fotografía de Ortiz Echagüe, el mejor representante en España de la corriente fotográfica denominada fotografía artística, ha sido catalogada por la crítica como “Pictorialista”. El Pictorialismo es una técnica de la fotografía que se relaciona con la pintura por el cuidado en la elección de los motivos y las composiciones tipo “cuadro”. Tales composiciones, muy pensadas, utilizan un tratamiento explícito de la luz, proyectada sobre los modelos, y diversos recursos en el positivado de las imágenes. El fotógrafo se aleja así de una imagen objetiva para tener una mayor intervención plástica. 3 MODELO DEL MES DE FEBRERO FOTOGRAFÍA ORTÍZ ECHAGÜE A menudo los modelos se negaban a colocarse las ropas de sus antepasados, trajes reducidos ya a una mera anécdota de lo festivo, por lo que no es posible considerar a estas imágenes como documento de lo real. Algunos especialistas en indumentaria señalan que hay partes que no se corresponden con la época o el lugar y que el magnífico estado de conservación de algunas piezas apunta a su falta de uso. Se trataría pues de una puesta en escena descontextualizada de la época real de la imagen fotográfica. Esta selección de la realidad y la intervención en la imagen final convierte sus fotografías en piezas únicas, que se alejan de la esencia fotográfica, que es la capacidad de sacar copias exactas de un mismo negativo. Esto no debe ser interpretado, sin embargo, en clave peyorativa, sino que representa la manera personal y única del trabajo fotográfico de Ortiz Echagüe. Además, cada una de sus fotos va acompañada de textos poéticos que enriquecen las visiones de esa “Arcadia rural” recreada por el fotógrafo. Visión eterna y atemporal de España. Esta funcionalidad artística les ha otorgado el carácter de fondos documentales. Fueron utilizadas en los museos como piezas que ilustraban y acompañaban a la indumentaria, en un momento en el que el traje formaba parte de las colecciones artísticas y no etnográficas. Sus fotografías, que él pretendía que se convirtieran en documentos de la tradición, no son documentos de la realidad contemporánea, aunque sí de una manera de concebir esa realidad. Sus imágenes son documentos del contexto social del fotógrafo y de la visión compartida de una determinada imagen de España. encuadres, el tratamiento estético en el positivado -que busca la belleza y el contraste lumínico-, la acentuación de la riqueza del pigmento y los retoques con pinceles y muñequillas. Todo ello está encaminado a enriquecer los valores plásticos y artísticos de la obra final. En sus viajes buscaba escenarios naturales que sirvieran de fondo a sus composiciones. Una vez elegido el encuadre, contactaba con las gentes del lugar para escoger los tipos adecuados que tuvieran rasgos significativos, identificables con una determinada forma de ser, y que pudieran ser caracterizados por el traje. Hablaba con la gente, seleccionaba los modelos uno a uno, los vestía con los trajes típicos y los colocaba en el escenario, previamente preparado: en una iglesia, plaza, colina, dehesa o en el interior de un hogar. La forja de una iconografía. Su idea de España Es en el siglo XIX cuando los primeros fotógrafos en España dan testimonio de los avances constructivos, como cronistas de las obras públicas y de la modernización del país. Las imágenes de los canales, los puentes y las obras de ingeniería son el objetivo de sus cámaras. Ventera de Guisando, José Ortiz Echagüe, 1920-1930. Museo del Traje. CIPE, Madrid (MT-FD000316). 4 Estas vistas darán paso a las instantáneas de itinerarios de viajes, en las que se presta especial atención a las personas que pueblan los lugares. Laurent, en su serie de “Tipos de Razas, Costumbres y Trajes de España”, se acerca al tema popular desde una óptica diferenciada. Pero se trata de fotografías de estudio, sin ambientación ni escenario. El costumbrismo de matiz folclórico tiene sus raíces en el Romanticismo. Durante la segunda mitad del siglo XIX, la modernización de España da lugar a la toma de conciencia de la pérdida de valores y al miedo a perder la “identidad” de la cultura tradicional. Al pintor Valeriano Domínguez Bécquer se le encargan cuadros con los trajes típicos de las distintas provincias de España; valga de ejemplo La Romería de Sonsoles del MNR, que según explica su hermano el escritor Gustavo Adolfo, sirve como última oportunidad de recoger y transmitir la tradición nacional, en peligro de extinción como consecuencia de los avances del progreso. Al pueblo, depositario de todas las virtudes, se le representa no contaminado por la modernización. Esta pintura de tipos y paisajes tendrá su continuidad en el auge de la pintura regionalista de finales del XIX y principios del XX. De la misma forma, diferentes fotógrafos, desde el siglo XIX, recorrían la Península para retratar a los tipos característicos de los distintos lugares, sin que se mostrara en ellos ni la raza, ni el alma, sino sólo la mera representación de la diversidad formal entre lo regional, y como memoria visual de los trajes a punto de desaparecer. La romería de Sonsoles, Valeriano Domínguez Bécquer, 1867. Museo Nacional del Romanticismo, Madrid. El mismo año en que Ortiz Echagüe recibe su primera cámara fotográfica, 1898, se produce la pérdida de las últimas colonias españolas, lo cual supondrá una transformación del pensamiento y de las mentalidades que marcará a toda una generación de artistas y escritores. Esta crisis de la identidad colectiva va acompañada de la toma de conciencia del hecho diferencial entre las distintas regiones de España. El pueblo, incontaminado, guarda todas las tradiciones y es el valedor de todas las virtudes positivas, y es, al igual que el paisaje, inmutable. La intelectualidad del 98 quiere recuperar esa “identidad nacional” a través del Regeneracionismo, corriente que cristaliza en las artes plásticas, la literatura y la música mediante una estética regionalista que será capaz de transmitir el auténtico ser, plasmar los tipos y costumbres populares para captar su esencia, el alma. Ortiz Echagüe establece como objetivo prioritario de sus fotografías la captación del carácter y la personalidad del pueblo, que se manifiesta en los gestos, las poses y la indumentaria Fotógrafo del 98 La Institución Libre de Enseñanza y la mirada del 98 son los elementos claves para explicar la concepción iconográfica de Ortiz Echagüe. La Institución Libre de Enseñanza, bajo la influencia del positivismo científico, fomenta las excursiones para el conocimiento in situ de la realidad, el medio rural y el paisaje. Giner de los Ríos defiende que el paisaje y su carácter particular conforman la personalidad de los individuos que lo habitan. 5 MODELO DEL MES DE FEBRERO FOTOGRAFÍA ORTÍZ ECHAGÜE popular, participando así en la construcción ideológica sobre la identidad a través de las expresiones y miradas de sus retratados. Esta coincidencia en el interés por lo popular se plasma en la concurrencia de una serie de hitos concretos. El Marqués de la Vega-Inclán, primer Comisario Regio de Turismo y Cultura Artística Popular, instaura los premios para aquellos vecinos que se distingan con el uso del “traje típico”. En 1925 se organiza la Exposición del Traje Regional, en la que se pretende “infiltrar algo del espíritu de cada región” y cuya museografía se organiza en torno a “cuadros regionales”, encargados a artistas contemporáneos, donde se combina lo pintoresco y la escenografía. También en la Exposición Internacional de Barcelona de 1929 se construyó “El Pueblo Español”, que estaba habitado por gentes con los trajes típicos y donde el arte, el casticismo y la espiritualidad estaban representados en cada pueblo. Es por tanto el ambiente cultural donde convergen las mentalidades para la creación de esa iconografía española. La labor de documentación de la sociedad rural al borde de la desaparición fija los tipos y crea estereotipos, al igual que les sucede a otros artistas contemporáneos. Conviven en el mismo ambiente cultural pintores y fotógrafos. Imagen festiva, no modernizada, que la ciudad construye de lo rural. Ortiz Echagüe viajó a los mismos lugares en los que Sorolla buscó sus modelos para la Hispanic Society, y esta coincidencia es también visible en otros lienzos del pintor, como en Las grupas, considerado un subgénero dentro de la pintura regional valenciana, donde las parejas de jóvenes a caballo se encaminan a la fiesta. Al pintor valenciano el fotógrafo le conoció en 1916 en París, en un momento crucial en el que el artista se enfrentaba a su última gran empresa. Comparten temas e iconografía, aunque se diferencian en la concepción estética: a lo instantáneo de Sorolla se opone lo eterno e inmutable de Echagüe. Pero será también coincidente en temas y estética con otros artistas contemporáneos. Con Zuloaga, el pintor del 98 por excelencia, comparte escenarios y personajes. Las tapadas de Sepúlveda, las murallas de Ávila o los rasgos de los habitantes castellanos están presentes en cuadros y fotografías. Los tópicos raciales, las poses estudiadas y el movimiento retenido crean la sensación ante el espectador del tiempo eterno. Ambos unen personajes y Pág. anterior derecha: Valencia, José Ortiz Echagüe, 1920-1930. Museo del Traje. CIPE (MT-FD000416). Izquierda: Grupa Valenciana, Joaquín Sorolla, 1906. Museo de Bellas Artes de Valencia. Arriba centro: La oración. Segovia, José Ortiz Echagüe, 1920-1930. Museo del Traje. CIPE, Madrid (MT-FD000348).Izquierda: Retrato de Azorín, Ignacio de Zuloaga, 1941. Colección Particular. Al fondo la vista de Jadraque. Derecha: Retrato de Maurice Barrés, Ignacio de Zuloaga, 1913. Museo Lorrain de Nancy. Al fondo la vista de Toledo. Abajo izquierda: Regreso a la ciudad, José Ortiz Echagüe, 1916. Museo del Traje. CIPE, Madrid (MT-FD000320). Derecha: Mujeres de Sepúlveda, Ignacio de Zuloaga, 1909. Ayuntamiento de Irún. 6 7 MODELO DEL MES DE FEBRERO FOTOGRAFÍA ORTÍZ ECHAGÜE fabricado. Cuando Fresson cerró su negocio, Ortiz Echagüe fabricó él mismo el papel, al que denominó “carbondir”. El papel se preparaba con una fina capa de gelatina con un pigmento de color negro tratado con bicromato, que es sensible a la luz. En las partes de la imagen que recibía menos luz, la gelatina quedaba blanda y en las partes que recibía más luz, se endurecía. La copia se lavaba con agua y serrín, lo que eliminaba la gelatina blanda, que dejaba su zona blanca, y se mantenía la gelatina dura, que dejaba la suya oscurecida. De este modo, aparecía la imagen sobre el papel que, todavía húmedo, podía retocarse con pinceles, muñequillas de algodón o raspadores, con lo que se podía intervenir así en la imagen fotográfica objetiva. Tanto el revelado como el positivado forman parte de la interpretación y personalización del proceso creativo de la fotografía. Julia la bailaora, José Ortiz Echagüe, 1931. Museo del Traje. CIPE, Madrid (MT-FD000398) La utilización de la imagen fotográfica Ya desde el principio las imágenes de Ortiz Echagüe han sido utilizadas para diversos usos al margen de los puramente estéticos. Antes de la Guerra Civil española, la idea de testimonio documental de unos usos, costumbres y tipos en peligro de desaparición es la prioritaria, según el propio objetivo del artista. La documentación de lo característico regional y eterno es la idea base de sus imágenes. Durante la Guerra, entre 1936 y 1939, sus fotografías fueron utilizadas para exaltar las virtudes del pueblo en artículos periodísticos y, sobre todo, tuvieron una especial relevancia en la Exposición Universal de París de 1937, en el Pabellón Español de la República, donde compartieron espacio y discurso con el Guernica de Picasso. “El Museo del Pueblo Español envió cuatro álbumes de fotografía de Ortiz Echagüe Córdoba judía, Julio Romero de Torres, 1913. Panel del Poema de Córdoba. Museo Julio Romero de Torres. paisajes, vinculan rasgos y parajes en una relación casi mística. La relación entre el hombre y el medio es indisoluble. La tierra condiciona la forma de vida, las costumbres, el carácter y hasta la fisonomía de sus habitantes. Además de ellos, hay otros artistas con los que también existen paralelismos ideológicos y temáticos que encarnan la tradición a través de los tipos humanos, los trajes y las costumbres, lo que se ha denominado la “intrahistoria”. Es el caso de Zubiaurre o de Romero de Torres, que, desde diferentes planteamientos estéticos, comparten la esencia de lo racial. La relación con la Generación del 98 se evidencia de una manera notable en los comentarios de Azorín que acompañan a sus sucesivas ediciones. Su imagen de España es, por tanto, análoga a la de sus contemporáneos. Con ellos compartió la temática, tanto de la España “blanca” de Sorolla, como de la “negra” de Zuloaga y Regoyos. La técnica La técnica que utilizaba durante todo el proceso era manual y muy meticulosa. La cámara fotográfica era una Photo Esphere, máquina de pie de gran tamaño con un voluminoso objetivo denominado Eidoscope y una película Par Speed de Kodak. Con la máquina se obtenían unos negativos nítidos y grandes. Una vez realizada la fotografía para el positivado utilizaba un procedimiento de los llamados “pigmentarios”, que contribuían a dar efectos ambientales de carácter poético, gracias a la matización de tonos, los efectos granulados y la riqueza de texturas. Esta técnica de positivado era realizada por él mismo según el procedimiento al carbón directo sobre papel fresson; la llamada técnica de la impresión al carbón. Es una técnica que utiliza una clase de papel fotográfico de fabricación artesanal, iniciada por Théodore-Henri Fresson en Francia, y que sólo puede utilizarse recién 8 José Ortiz Echagüe en el proceso de positivado de una fotografía. De La Fotografía de Ortiz Echagüe, Asunción Domeño. Gobierno de Navarra, 2000. Lámina 43, Pág.135. Fotomontaje con mujer de La Alberca y miliciana. Alusión al nuevo papel asumido por la mujer española. De El pabellón español. Exposición Universal de París, 1937, Josefina García Alix. Ministerio de Cultura, 1987. Pág. 135. 9 MODELO DEL MES DE FEBRERO FOTOGRAFÍA ORTÍZ ECHAGÜE que fueron colocados en paneles a la manera de cuadros, pues eran auténticas obras maestras de la fotografía de la época”3. Los fotomontajes que se realizaron sobre la base de las fotografías buscaban, por un lado, mostrar la identidad regional de España como un país eminentemente rural y, por otro, la confrontación con la modernización y la transformación social llevada a cabo por la República. Las imágenes acompañaron a otras artes populares y folclóricas españolas también expuestas, además de a las extraordinarias obras de pintura y escultura. Estas representaciones fueron recuperadas ideológicamente por el franquismo, que las consideró ejemplo de tradición, realismo, espiritualidad, austeridad e identidad nacional4. En la actualidad, forman parte de los Fondos Documentales del Museo, a diferencia del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, donde son consideradas Fondos Museográficos. La imagen representa a tres mujeres sentadas de medio perfil, en unas sillas de madera con respaldos torneados, dejando ver los ricos interiores de las faldas así como la lujosa ornamentación del resto de la indumentaria y sus complementos. Las mujeres posan y están enfocadas con nitidez en primer plano, donde los perfiles y las siluetas se refuerzan frente al marcado desenfoque del fondo. Se coloca a las mujeres en una secuencia repetida con un marcado sentido decorativo para evocar la riqueza. Las montehermoseñas Como conclusión, las fotografías de Ortiz Echagüe muestran una determinada forma de entender la españolidad, semejante a otras manifestaciones artísticas que le son contemporáneas. La “tradición” es la palabra clave de toda su producción y la que justifica la utilización de una técnica personal que fue considerada arcaica por muchos de sus coetáneos. El sentimiento de ser uno de los últimos testigos de la realidad, que está en proceso de desaparición como consecuencia de la modernización y el progreso, constituye el fundamento de su obra. En el año 1960, la exposición Spectacular Spain, organizada por el Metropolitan de Nueva York, mezcla sus fotografías con los grabados de Goya. No hay duda de que es considerado el gran maestro de la fotografía en España. El Museo del Traje. CIPE conserva una colección de 217 copias en papel de la “Serie de Tipos y Trajes”, en su mayor parte firmadas y tituladas al pie de la foto por el propio autor. Las fotografías fueron adquiridas en 1933 con destino al Museo del Traje Regional e Histórico, creado en 1927, y que fue consecuencia de la exposición celebrada en 1925 en el Palacio de Bibliotecas y Museos. Este museo fue integrado en el Museo del Pueblo Español tras su creación en 1934, que a su vez pasó a ser Museo Nacional de Antropología y, a partir de 2004 es el Museo del Traje. Centro de Investigación del Patrimonio Etnológico. En un primer momento, su destino fue servir de apoyo documental y expositivo para la colección de trajes populares que se custodiaban en aquel Museo, finalidad que se sigue manteniendo en el actual Museo del Traje, tal y como se aprecia en la vitrina de las montehermoseñas, cuya museografía se inspira directamente en la imagen compositiva de Ortiz Echagüe. Las fotos, que en el momento de su adquisición fueron entregadas directamente por Ortiz Echagüe, son copias preparadas por el propio autor, montadas sobre un grueso cartón con passe-partout, tituladas y firmadas. Vitrina La exhibición de la riqueza de la sala “El traje regional”. Museo del Traje. CIPE, Madrid Bibliografía ALIX TRUEBA, Josefina: Pabellón Español, Exposición Internacional de París 1937, Centro de Arte Reina Sofía. Ministerio de Cultura, Madrid, 1987. DOMEÑO MARTÍNEZ DE MORENTÍN, Asunción: José Ortiz Echagüe, Editorial La Fábrica, Madrid, 2009. DOMEÑO MARTÍNEZ DE MORENTÍN, Asunción: La fotografía de José Ortiz Echagüe: técnica, estética y temática. Gobierno de Navarra, Departamento de Educación y Cultura, Pamplona, 2000. José Ortiz Echagüe: sus fotografías, Incafo, Madrid, 1978. ROSÓN, María: Mujeres: tipos y estereotipos. Fotografías de José Ortiz Echagüe. Comunidad de Madrid, Madrid, 2010. 1 José Ortiz Echagüe: Sus fotografías. Madrid: INCAFO, 1978, pág. 12. 2 Ibíd. 3 Pabellón Español. Exposición Internacional de París 1937. Madrid: Ministerio de Cultura, Centro de Arte Reina Sofía, 1987, pág. 129. 4 José Ortiz Echagüe en las Colecciones del Museo Nacional de Antropología. Madrid: Secretaría General. 10 VVAA: José Ortiz Echagüe en las colecciones del Museo Nacional de Antropología. Ministerio de Educación, Cultura y Deporte/Museo Nacional de Antropología, Madrid, 2002. VVAA: Ortiz Echagüe, Legado Ortiz Echagüe Universidad de Navarra. Tf Editores -La Fábrica, Pamplona, 1998. Vídeo RTVE.es, Ortiz Echagüe. La fuerza de la Tradición. VALDÉS FERNÁNDEZ, Manuel: “Darío de Regoyos y la pintura europea en la crisis de 1900” en De Arte, 3, 2004, pp 165-186. 11 MODELO DEL MES DE FEBRERO MODELO DEL MES. CICLO 2011 En estas breves conferencias, que tendrán lugar en las salas de exposición, se analizará e interpretará un modelo de especial importancia entre los expuestos. A los asistentes se les entregará gratuitamente un cuadernillo con el contenido de la conferencia. Domingos, 12:30 horas Duración: 30 minutos Asistencia libre ENERO: Antonio del Castillo. Vestido de fiesta, ca. 1950 Concha Herranz FEBRERO: Mujeres de Montehermoso, fotografía de Ortíz Echagüe Lorena Delgado MARZO: Joaldunak, Navarra Ana Guerrero y Américo Frutos ABRIL: Vestido, ca. 1910 Rodrigo de la Fuente MAYO: Jubón, ca. 1660 Elvira González JUNIO: Hubert de Givenchy. Vestido, ca. 1950 Marina Martínez SEPTIEMBRE: Cartel, años 20 Teresa García OCTUBRE: Violoncello, 1709 Elena Vázquez NOVIEMBRE: Chatelaine, s. XVIII Mª Antonia Herradón DICIEMBRE: Pertegaz. Traje sastre, ca. 1998 Paloma Calzadilla 12 Programación Modelo del mes: María Navajas Corrección de textos: Ana Guerrero Maquetación: Mª José Pacheco Fotos piezas del Museo: Munio Rodil En relación con los autores que estén sujetos a derechos de autor y que no han podido ser identificados hemos realizado una previsión de fondos de los mismos para poder dársela a primera petición. Lorena Delgado Bellón es Licenciada en Historia del Arte por la Universidad Complutense de Madrid. Tras su paso por el sector docente como profesora de Enseñanza Secundaria y Bachillerato, en el año 2003 ingresó por oposición en el Cuerpo de Ayudantes de Archivos, Bibliotecas y Museos y posteriormente en 2007 en el Cuerpo de Facultativo de Conservadores de Museos. Como profesional de museos ha trabajado en el departamentos de Documentación, Conservación y colecciones de los Museos Nacionales de Artes Decorativas, el Museo del Greco y el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. En la actualidad es Conservadora del Departamento de Investigación de Colecciones del Museo del Traje. Centro de Investigación del Patrimonio Etnológico.