TEMA 6 La problemática ambiental y protección del patrimonio natural y cultural. I. La problemática ambiental combina dos tipos de problemas: los naturales y los provocados por actividad atrópica. Los procesos naturales generan riesgos en España, destacando los de origen geológico, geomorfológico o atmosféricos. También la actividad humana genera problemas ambientales (desertificación o erosión). Otros problemas ambientales son la contaminación y la generación de residuos. La sociedad española ha ido desarrollando mecanismos para responder a esta problemática. 1. Los riesgos naturales pueden tener diferentes orígenes. En primer lugar, los de origen geológico o geomorfológico, que se generan por la dinámica de la actividad tectónica. Destacan los terremotos, pues la franja sur de la península es una zona de contacto entre las placas tectónicas africanas y europeas, lo que genera una elevada sismicidad (mayor grado en Granada o Canarias). También destaca el vulcanismo, localizado principalmente en el archipiélago balear canario o la inestabilidad de las vertientes, que dan lugar a deslizamientos o desprendimientos. En segundo lugar, los de origen atmosférico, provocados por las situaciones atmosféricas extremas. Destacan las sequías, que son un riesgo silencioso pero constante que se manifiesta poco a poco, provocando las restricciones de agua en los lugares afectados. También desatacan las inundaciones, que son el peligro natural que mas aparece en España y mas catástrofes ocasiona. Así como las tormentas de granizo, los temporales de frío y nieve, los temporales de viento, la olas de calor y los aludes de nieve. Y por último, los de origen tecnológico, relacionados con las centrales nucleares e industrias peligrosas. 2. Los problemas ambientales más destacados en España son la desertificación y la contaminación ambiental. La desertificación es muy significativa en España, ya que cerca de una cuarta parte del territorio corre un elevado riesgo por la excesiva presión humana. Es España, la erosión del suelo es provocada principalmente por la degradación de la vegetación, así como factores naturales y de origen antrópico. España ha publicado el Programa de Acción Nacional contra la Desertificación (PAND), que pretende determinar los factores que contribuyen este problema ambiental y establecer las medidas prácticas. Por otro lado, el número de incendios forestales ha ido aumentando, provocando daños al ecosistema y generando importantes pérdidas económicas. Para acabar con esto es necesario invertir en los medios de extinción, en sistemas de vigilancia y control y en la prevención y la sensibilización. La contaminación ambiental es un problema muy significativo en España, aunque no afecta a todas las regiones con la misma intensidad. Se diferencian tres tipos de contaminación. En primer lugar, la contaminación del aire, que se genera por la emisión a la atmósfera de gases nocivos que afectan a la capa de ozono y producen el efecto invernadero, contribuyendo al calentamiento global. Proceden principalmente de los sistemas de producción energéticos e industriales, así como de las emisiones generadas por el coche o la calefacción. En segundo lugar, la contaminación del agua, que se produce al incorporar al agua elementos inorgánicos y orgánicos perjudiciales, provocados principalmente por los vertidos urbanos e industriales y la filtración de fertilizantes y pesticidas. La calidad de las aguas ha mejorado por los planes de saneamiento y depuración. Respecto a las aguas submarinas, son de calidad alta, por lo que se ha recurrido a la extracción de aguas subterráneas. Y por último, la contaminación del suelo, provocada principalmente por el vertido de productos químicos orgánicos e inorgánicos, desechos mineros, vertidos y residuos domésticos o desperdicios ganaderos. Se localiza principalmente en los alrededores de las explotaciones mineras abandonadas. 3. Dentro de las políticas ambientales se diferencian diferentes categorías, como los parques, las reservas naturales, las áreas marinas protegidas, los monumentos naturales y los paisajes protegidos, diferenciadas según los valores que se pretende proteger y el aprovechamiento humano que se puede hacer de esa zona. La UE ha establecido programas de acción comunitaria en materia de medio ambiente. El primer programa se inicio en 1973, y hasta ahora se han elaborado otros cincos, que han ido evolucionando hasta el sexto, que se integra en la Estrategia Europea de Desarrollo Sostenible, cuyos objetivos siguen las siguiente temática, la protección del suelo y del ambiente marino, uso sostenible de pesticidas, contaminación atmosférica, ambiente urbano, uso y gestión sostenible de recursos y prevención y reciclaje de residuos. Respecto a la protección de la biodiversidad en la UE se destacan las protecciones del patrimonio natural y la biodiversidad, que se desarrollan principalmente a partir de dos normas, la directiva de aves, aprobada en 1979 con el objetivo de proteger las aves silvestres y sus hábitats, obligando a crear las Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y la directiva de hábitats, aprobada en 1992, que amplia la protección a otros seres vivos y determina que cada estado debe proponer una lista de Lugares de Importancia Comunitaria (LIC). Para lograr los objetivos propuestos en ambas directivas, la UE ha creado una red ecológica de áreas de conservación de la biodiversidad (Red Natura 2000). En cuanto al patrimonio natural español, presenta una enorme diversidad y riqueza, regulada a través de la Ley del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad. Respecto a las categorías de protección de ámbito mundial son aquellas cuya designación depende de organismos internacionales, por lo que se rigen a través de convenios y acuerdos realizados a escala mundial. España cuenta con una amplia representación de estas categorías de protección, destacando los Parques Nacionales, las Reservas de la Biosfera y los Humedales de importancia internacional. La ZEPA protege en España espacios fundamentales para la conservación de las aves silvestres y también en los humedales. La propuesta de lugares de importancia comunitaria presentada por España está organizada a partir de las cuatro regiones biogeográficas de la península ibérica y los dos archipiélagos: Alpina, atlántica, mediterránea y macaronésica. El patrimonio cultural español se caracteriza por su abundancia, diversidad y riqueza. Al principio estuvo restringido al patrimonio histórico-artístico y a los monumentos, pero actualmente se ha incorporado también la tradición popular. Se diferencia entre el patrimonio material (objetos tangibles) e inmaterial (ideas, experiencias o tradiciones). Existen diferentes categorías que han surgido a través de convenciones internaciones (Patrimonio de la Humanidad); que derivan de la legislación de ámbito estatal (bienes de interés cultural); o de la legislación específica de alguna comunidad. La convención para la protección del Patrimonio mundial, cultural y natural promovida por la UNESCO ha sido suscrita por casi todos los países. Por otro lado, la protección de los bienes culturales en España se regula a partir de la Ley del Patrimonio Histórico Español. La Ley estatal regula una figura de protección básica: el bien de interés cultural (BIC), que es un elemento catalogado del patrimonio histórico español sujeto a protección jurídica. Se clasifican en bienes inmuebles (monumentos, zonas arqueológicas y conjuntos históricos) y bienes muebles (libros, retablos, esculturas y pinturas. España tiene un patrimonio muy amplio gracias a su dilatada historia y a las numerosas tradiciones culturales que se han sucedido a lo largo del tiempo. El país cuenta actualmente con 40 lugares inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial. Se ha realizado un enorme esfuerzo para catalogar y proteger el patrimonio cultural, pero su conservación y gestión no ha crecido, por lo que puede peligrar su supervivencia, y para evitarlo debemos asumir una responsabilidad colectiva, garantizando que llegue a generaciones futuras en buen estado.