piedras 1.Intrucción y La plaza..qxp

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M ANUEL C ARRASCO M ORENO
con historia
C H I N C H Ó N
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MANUEL CARRASCO MORENO
TRABAJO PREMIADO CON EL PRIMER PREMIO
-EX AEQUO- EN EL
"I CONCURSO DE INVESTIGACIÓN
SOBRE CHINCHÓN Y SU ENTORNO"
2005
CONVOCADO POR EL
EXCELENTÍSIMO AYUNTAMIENTO DE CHINCHÓN.
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Con mi reconocimiento y admiración a
don Narciso del Nero Carretero,
que tan gran labor hizo por rescatar para el futuro los
acontecimientos más importantes de Chinchón, y que ha sido la
referencia obligada para todos los que, después, hemos querido
acercarnos al conocimiento de los hechos que jalonan su historia.
Sirva este pequeño estudio como sentido homenaje a su memoria,
en tanto que se le reconocen, oficialmente, sus méritos por su labor
en favor del estudio de la historia de nuestro pueblo.
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PIEDRAS CON HISTORIA.
ESCUDOS, INSCRIPCIONES Y LÁPIDAS CONMEMORATIVAS
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ÍNDICE GENERAL DE LA OBRA:
PRESENTACIÓN.
ESCUDOS, LÁPIDAS E INSCRIPCIONES EN
MONUMENTOS Y EDIFICIOS PÚBLICOS.
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PARTE PRIMERA:
LA PLAZA MAYOR DE CHINCHÓN.
UN POCO DE HISTORIA.
FUENTES.
AYUNTAMIENTO.
OTRAS LÁPIDAS CONMEMORATIVAS.
PARTE SEGUNDA:
IGLESIA DE NUESTRA SEÑORA DE LA ASUNCIÓN.
LA CAPILLA DE LA PIEDAD.
ESCUDO DEL OBISPO DON FRANCISCO DE BOBADILLA.
LÁPIDAS E INSCRIPCIONES FUNERARIAS.
REFORMAS Y RESTAURACIONES.
PARTE TERCERA:
CASTILLO DE LOS CONDES DE CHINCHÓN.
SUS DESCONOCIDOS ORÍGENES.
LA FORTALEZA DE LOS CABRERA-BOBADILLA.
SU ARQUITECTURA.
CASTILLO DE LOS CONTRERAS EN CASASOLA.
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PARTE CUARTA:
CONVENTO DE SAN AGUSTÍN. PARADOR DE TURISMO.
CONVENTO DE NUESTRA SEÑORA DEL PARAÍSO.
CÁRCEL Y JUZGADO DEL PARTIDO.
PARADOR DE TURISMO.
IGLESIA DE NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO.
CONVENTO DE SANTA CLARA.
FUNDACIÓN DE LOS CONDES DE CHINCHÓN.
EL MONASTERIO DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN.
PERSONAJES ILUSTRES.
PARTE QUINTA:
CASA DE LA CADENA.
LA TORRE SIN IGLESIA.
ERMITA DE SAN ANTONIO ABAD.
ERMITA DE SAN ROQUE.
TEATRO LOPE DE VEGA.
SU CONSTRUCCIÓN POR LA SOCIEDAD DE COSECHEROS.
TRADICIÓN TEATRAL DE CHINCHÓN.
PARTE SEXTA:
GRUPO ESCOLAR "HNOS. ORTIZ DE ZÁRATE"
SISTEMA EDUCATIVO EN CHINCHÓN.
FRANCO INAUGURA EL GRUPO ESCOLAR.
INSTITUTO DE ENSEÑANZA MEDIA.
ASILO DE SAN JOSÉ.
TRADICIÓN BENÉFICA EN CHINCHÓN.
RESIDENCIA DE SAN JOSÉ.
LOS FESTIVALES TAURINOS.
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PARTE SÉPTIMA:
EL ESCUDO DE LA CIUDAD DE CHINCHÓN.
INTRODUCCIÓN.
EL ESCUDO DE LOS CABRERA BOBADILLA. (AÑO 1648)
EL ESCUDO DE LA CASA BORBÓN. (AÑO 1738)
EL ESCUDO SEGÚN EL INFORME DE LA REAL
ACADEMIA DE LA HISTORIA. (1925)
ESCUDOS ANTIGUOS EN CASAS PARTICULARES.
ESCUDO DE LA FAMILIA ZURITA Y MENDOZA.
CALLE ZURITA Nº 11.
ESCUDO DE LA FAMILIA ORTIZ DE ZÁRATE.
CALLE DE LA CUEVA Nº 1.
ESCUDO DE LA FAMILIA RECAS.
CALLE DEL TTE. ORTIZ DE ZÁRATE Nº 3.
ESCUDO DE LA FAMILIA LEÓN.
CALLE DE LA COMADRE Nº 5.
ESCUDO DE LA FAMILIA ÁLVAREZ GATO.
MOLINOS BAJA Nº 9.
ESCUDO DE LA FAMILIA CALVA.
CALLE GRANDE Nº 35.
ESCUDO DE LA FAMILIA LÓPEZ-ROBREDO.
CALLE MORATA Nº 47.
OTROS ESCUDOS ANTIGUOS.
CALLE GRANDE Nº 10.
CALLE GRANDE Nº 34.
CALLE BENITO HORTELANO Nº 9.
CALLE BARRANCO BAJO Nº 2.
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ESCUDOS MODERNOS EN CASAS PARTICULARES.
CALLE MOLINOS BAJA º 5.
CALLE DE MORATA Nº 6.
CALLE TTE. ORTIZ DE ZÁRATE Nº 7.
CUESTA DE QUIÑONES Nº 6.
CALLE CANTERAS. EDIFICIO MONTEHERMOSO.
PARTE OCTAVA:
INSCRIPCIONES.
LAS ÓRDENES MILITARES EN CHINCHÓN.
OTRAS PLACAS Y MURALES CONMEMORATIVOS.
Dª FRANCISCA ENRÍQUEZ DE RIVERA.
INFANTE DON LUIS DE BORBÓN Y FARNESIO
FRANCISCO DE GOYA Y LUCIENTES.
BENITO HORTELANO VALVO.
MURAL DEL CAFÉ DE LA IBERIA.
LAPIDAS FUNERARIAS.
ERMITA DE SANTA ANA.
JUAN BAUTISTA CARRASCO.
ISABEL ROLDÁN GARCÍA.
JAVIER VINADER.
MANUEL ALVAR.
PIEDRAS CON LEYENDAS.
UNA CARA DE PIEDRA.
LA COLUMNA DEL ESCUDO.
EL ARTESONADO DE LA PRINCESITA.
LA CASA DE LA CRUZ NEGRA.
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PARTE NOVENA:
AFUERAS.
FUENTES.
LA FUENTECILLA.
LA FUENTE PATA.
VALDEZARZA.
VALQUEJIGOSO.
LA VEGA DE SAN GALINDO.
LA LAGUNA DE SAN JUAN.
DESPEDIDA: EL BOLICHE DE SANTIAGO
BIBLIOGRAFÍA.
FUENTES MANUSCRITAS.
ÍNDICE ONOMÁSTICO.
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PRESENTACIÓN.
Cuando el 14 de junio de 1974 la Ciudad de Chinchón
fue declarada "Conjunto histórico-artístico", en la memoria
justificativa se destacan, entre otros valores, La Iglesia
Parroquial de la Asunción, algunas casas nobiliarias y blasonadas, el castillo de los condes, los conventos y ermitas, sus calles
con los edificios de los siglos XVI y XVII y su centro, que lo
constituye la famosa plaza trazada en óvalo irregular, en la que
pueden discernirse varias épocas, desde el siglo XVI al XIX y la
define como "uno de los más valiosos ejemplos de plazas españolas, genuina representación de arquitectura popular".
Fueron, precisamente, sus casas nobiliarias y los blasones e inscripciones que había en sus fachadas y portadas, las
que me animaron a comenzar este pequeño trabajo.
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En la actualidad, a principios del siglo XXI, cuando el
logotipo de las marcas comerciales es empleado como "escudo
de armas" por muchos jóvenes como distintivo de "uniformidad" y no de "individualidad", podría parecer anacrónico
afrontar un trabajo de recopilación y estudio de los escudos, de
las inscripciones y de las piedras que están presentes en las
casas, en las calles y en los edificios públicos de Chinchón.
Pero, a la hora de plantearme este estudio, no pensé
nunca en hacer un estudio heráldico sobre los linajes de
Chinchón, sino más bien, dejar constancia de un hecho histórico que está labrado en piedra y mármol en las fachadas de
nuestra casas como testimonio de hechos y acontecimientos
que es necesario conservar para el general conocimiento, porque es importante que la sociedad actual, así como nuestras
futuras generaciones, sepan escuchar el sordo narrar de estas
piedras que nos van a contar su historia, labrada en sus rugosas superficies, por el cincel del tiempo.
Muchas veces su testimonio será claro y tendremos
constancia de su veracidad en documentos casi olvidados en
las viejas carpetas de los archivos; otras, el moho, la humedad
y la intemperie habrán ido desvaneciendo sus símbolos y sus
letras, y sus historias tendrán que ser adivinadas, más que
conocidas, por tradiciones y leyendas que se han ido cobijando
en los recodos de la memoria popular.
Paseando por las calles de Chinchón nos vamos a
encontrar con escudos de armas que aparecen en las fachadas
y guardando la entrada de muchas de sus casas, pero también
nos encontraremos con inscripciones, y lápidas conmemorativas, de muy diversas época.
A la hora de hacer un inventario de todos ellos, se podía
optar por varias alternativas. Una, limitarse a relacionarlos y
hacer una descripción de los mismos; otra, intentar buscar su
origen y el de las familias o dinastías que representan, y, por
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último, partiendo de su ubicación, hacer una pequeña historia
del edificio y de los personajes o personas que hayan tenido
una cierta relevancia histórica en Chinchón.
Esta última alternativa era la que, a mi juicio, ofrecía
una mayor riqueza, ya que nos permitiría perfilar una curiosa
historia de Chinchón, claramente intemporal, pero que nos
ayudaría a rescatar datos, ya casi olvidados, y unirlos a las
pequeñas historias de las gentes de Chinchón, que también
contribuyeron, por diversos motivos, a conformar su verdadera historia.
Decía Iturmendi que "los blasones que adornan nuestros pueblos y viejas ciudades, son páginas de nuestra propia
historia; son, en muchos casos, precisamente, las mejores y
más gloriosas de sus páginas".
Esta cita la he tomado de libro "Chinchón desde el siglo
XV" del que es autor don Narciso del Nero Carretero, que terminó de escribir en noviembre de 1935, pero que no se publicó hasta el año 1958. A continuación él escribe:
"Contándose entre los moradores de esta población, en
el transcurso de los siglos, numerosos hidalgos, muchos fueron los que en aquellas épocas de gran preocupación nobiliaria, fieles guardianes de sus tradiciones, hicieron colocar sus
escudos esculpidos en piedra o mármol, sobra la puerta o
fachada de sus casas.
El tiempo que todo lo cambia, al materializar la vida, ha
hecho que vayan desapareciendo esos recuerdos de nuestro
pasado, unos vendidos por necesidad o codicia, otros quitados
al realizar obras y algunos destruidos por ignorancia..."
A continuación hace una relación de los que aún quedaban por aquellos años.
Han pasado desde entonces casi setenta años y curiosamente perviven la mayoría de los que él menciona y han aparecido otros nuevos. En estos últimos años hemos vivido un
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resurgir del interés por todo lo tradicional y además disponemos de medios técnicos que nos permiten recoger gráficamente y con detalle las imágenes que harán sobrevivir estos vestigios del pasado, aún en el caso de que los originales fuesen destruidos.
Ahora sólo nos resta comenzar nuestro peregrinaje por
las empinadas cuestas de Chinchón, para ir encontrando en
cada recodo de sus calles estas piedras que, si escuchamos
atentamente, nos van a contar todas las historias que llevan
dentro.
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M ANUEL C ARRASCO M ORENO
PARTE
PRIMERA
ESCUDOS, LÁPIDAS E INSCRIPCIONES EN
MONUMENTOS Y EDIFICIOS PÚBLICOS.
LA PLAZA MAYOR DE CHINCHÓN.
UN POCO DE HISTORIA.
FUENTES.
AYUNTAMIENTO.
OTRAS LÁPIDAS CONMEMORATIVAS.
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ESCUDOS, LÁPIDAS E INSCRIPCIONES
EN MONUMENTOS Y EDIFICIOS PÚBLICOS.
Y para hacer este recorrido vamos a disponer de un
vehículo excepcional: nuestra imaginación. Con ella vamos a ir
recorriendo este pueblo lleno de historias, sin tener que preocuparnos de sus cuestas ni del firme de sus calles.
Vamos a dejarla volar para planear sobre su Iglesia, su
castillo, sus conventos y sus calles. Y así vamos a iniciar nuestro recorrido tomando tierra en el centro de su monumento
más famoso:
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LA PLAZA MAYOR DE CHINCHÓN
La Plaza Mayor no es, sólo, la imagen de Chinchón. Fue
también la imagen de España, cuando en el año 1960, paseó
por todo el mundo la incomparable estampa de un día de toros
en Chinchón, que sería uno de los reclamos utilizados por la
incipiente industria turística que empezaba a exportar el sol de
España.
Tiene, además, nuestra plaza la característica de su
gran versatilidad. La plaza es "ágora griega" que congrega a los
ciudadanos para hablar de la "res pública". La plaza es el patio
grande de todas las casas de Chinchón, donde los niños juegan
y los mayores se relacionan. La plaza es corral de comedias, es
coso taurino, salón de baile en las verbenas, estadio en competiciones deportivas, paseo para mocitas en edad de merecer; es
zoco y rastrillo los sábados por la mañana, terraza gigante y
comedor de restaurantes, paso obligado de procesiones, aparcamiento para coches (¿hasta cuando?) y, siempre, punto de
encuentro para chinchonenses y forasteros.
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Y aquí, en la plaza, vamos a encontrar uno de los pocos
ejemplos en piedra del escudo de Chinchón. Pero también
vamos a descubrir una gran cantidad de inscripciones y placas
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conmemorativas que nos van a empezar a descubrir las pequeñas y grandes historias que el tiempo ha ido grabando en las
piedras de nuestro pueblo.
Un poco de historia.
Pero antes de fijarnos en cada una de ellas, vamos a
retroceder unos cuantos siglos.
La Plaza Mayor está al sur del primitivo casco de
Chinchón, donde se encuentra la ermita de San Antón, y al
oeste del barrio del Castillejo. Se debió iniciar su construcción
en el siglo XV aprovechando una explanada, formada por la
cuenca en donde confluían varios arroyos. La configuración
actual de la plaza hace pensar que su construcción se debió iniciar de forma anárquica, sin planificación previa y con materiales pobres. Pascual Madoz, en el año 1848, hace mención a que
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"para evitar la inundación de las aguas que descienden de los
cerros que la circundan por el norte, este y sur, se construyeron
dos grandes alcantarillas subterráneas, embovedadas de mampostería por donde se da salida a las aguas, sin ser vistas, hasta
muy distante de dicha plaza." Estas dos alcantarillas, son anteriores a las obras de urbanización que en el siglo XIX efectuó la
Sociedad de Cosecheros.
Desde finales del Siglo XV, al ser Chinchón cabeza del
condado, se hacían mercados y ferias de ganado, instalándose
en la plaza por ser el espacio más amplio que disponían. Desde
entonces, la plaza ha sido y es el centro comercial del pueblo.
Los soportales se debieron construir, sin duda, para que los
comerciantes pudieran ofrecer sus productos a cubierto de las
lluvias invernales y de los tórridos soles veraniegos.
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Los Reyes Católicos dieron instrucciones para que en
todos los pueblos y villas se construyeran edificios donde se
pudiese reunir el pueblo en ayuntamiento general, y siguiendo
estos consejos, en el año 1499, el Concejo compró a Juan
Tinajero, vecino de Illescas, unas casas que tenía en la plaza,
para construir el Ayuntamiento.
La evolución constructiva en casas, fachadas y balcones ha mantenido su carácter popular, realizándose modificaciones y cambios de forma espontánea por los propios vecinos
y generalmente con materiales pobres. Hasta el año 1683 no
queda totalmente cerrada, dejando sólo el acceso a las distintas
calles que confluyen en la plaza.
Y así, poco a poco se fue configurando lo que es la
actual plaza mayor de Chinchón. En el año 1713 se autoriza a
varios vecinos "para poder hacer vistas y claros, entre el edificio de José Herrera y la cárcel; en el Barranquillo que llaman
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de la plaza y en el Barranco que sube a los Espinos, dejando
capacidad para que pasen las procesiones, carros con tálamo y
coches con seis mulas". La celebración de festejos, sobre todo
teatrales y taurinos, en la plaza, motivó la construcción de
estos claros o balconadas que eran los lugares más idóneos y
cómodos para asistir a los espectáculos. A este respecto, es
oportuno destacar la peculiaridad legal que se produce en la
plaza de Chinchón, reflejada en la separación de la propiedad
de los balcones con respecto a las casas que les sirven de acceso, que tienen la servidumbre de paso, pero solamente cuando
hay espectáculos públicos en la plaza.
Precisamente por la utilización de materiales poco
resistentes como la madera y por las humedades generadas por
su ubicación en el cauce de varios arroyos han sido necesarias
continuas obras de reparación en la plaza.
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Además de las realizadas particularmente por los propios
vecinos, conocemos que en el año 1880 se realizaron por la Mojona
obras de infraestructura para la instalación de un nuevo tabloncillo
que había regalado el diestro Salvador Sánchez "Frascuelo", del que
más tarde haremos historia, para lo cual hubo de reducirse el ruedo,
que hasta entonces ocupaba la práctica totalidad de la plaza.
En un documento del Archivo Histórico, se contempla un
proyecto para la construcción de un evacuatorio publico detrás de la
Fuente Arriba, en diciembre del año 1944, con un presupuesto de
27,311,30 pesetas. No consta si estas obras se llegaron a realizar.
En el año 1966 se presenta un Proyecto de ordenación de la
Plaza Mayor y acceso a la Iglesia de la Asunción, por el Ministerio
de la Vivienda, Dirección General de Arquitectura. Sección de
Ciudades de Interés Artístico Nacional, que dirigía D. Miguel Ángel
García Lomas, que después fue Alcalde de Madrid, y a quien se le
concedió el "Ajo de Oro" de la Asociación de Amigos de Chinchón,
en el año 1971.
En este proyecto, se acomete
la ordenación de las plazuelas que
dan acceso a la plaza, se mantiene el
centro de la plaza de tierra para que
se puedan seguir celebrando corridas de toros, pero se consigue una
superficie casi horizontal en el centro que equilibre el desnivel de la
plaza.
Las fachadas de la plaza se
restauraron y consolidaron manteniendo totalmente el aspecto que
tenían y también se realizaron obras
en la Iglesia de la Asunción que se
comentarán en su capítulo.
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Las obras se ejecutan desde 1967 a 1970, siendo alcalde
de Chinchón don Baldomero Martínez Peco, y existe un escrito
de entrega provisional de las obras, fechado el 4 de marzo de
1972, en el que hace la entrega el representante del Director
General de Arquitectura y la recibe el entonces Alcalde de
Chinchón don Francisco Grau Simó, indicándose en el mismo
que esta reforma ha supuesto para el Estado una inversión de
1.455.254 pesetas.
Cuando en el año 1974 la Ciudad de Chinchón fue
declarada "Conjunto histórico-artístico", en la memoria justificativa se destaca, entre otros valores, la famosa plaza, que define como "uno de los más valiosos ejemplos de plazas españolas, genuina representación de arquitectura popular".
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Con este decreto, todos los monumentos de Chinchón
quedan bajo la tutela y conservación del Estado.
Así, en el año 1988 la Dirección General del Patrimonio
Cultural asume la necesidad de afrontar una restauración integral de este singular elemento de su patrimonio que es la plaza
mayor de Chinchón.
Se encarga el proyecto al arquitecto Salvador Pérez
Arroyo, quien también se encarga de la dirección de la obra,
junto con el aparejador Fernando Olave García. Las obras se
contratan con la empresa Rafael Vega SL., y se realizan en los
años 1990 a 1992 con una inversión total de 107.443.381 pesetas.
En la publicación "Madrid restaura en Comunidad"
editado por la Consejería de Educación y Cultura, Dirección
General de Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid.
1993, se hace una memoria de esta reforma, y por su interés, se
copian algunas de sus conclusiones:
"El origen del conjunto responde a una construcción
popular que se ha sometido a una desvirtualización paulatina
provocada fundamentalmente por el radical cambio de uso del
que ha sido objeto. La finalidad de esta restauración no sólo se
limita a una consolidación o, dicho de otro modo, a una "reparación de desperfectos", sino también, en la medida de lo posible, ha pretendido la recuperación de la verdadera identidad
del conjunto permanentemente falseada en favor de una
supuesta "tradicionalidad"....
El trabajo minucioso llevado a cabo con el maderamen
ha permitido la conservación de la mayor parte de las piezas
originales. La sustitución sólo se ha producido después de un
riguroso análisis que ha certificado la necesidad de desecharla.
Se ha recurrido preferentemente a repiezos.
El criterio para la selección del color de la nueva pintura se debía a la mencionada intención recuperadora que movía
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el proyecto. El último color -el verde- que había poseído la
plaza era muy reciente y de características desaconsejadas para
la madera. Nunca fue el color original de la plaza aunque la
memoria actual hubiera hecho de él, la seña de identidad del
conjunto.
Como la operación de limpieza obligaba a la pérdida de
la pintura existente, se realizó un análisis estratigráfico a cargo
del laboratorio de química del I.C.R.B.C. del Ministerio de
Cultura, a través del cual se conoció la composición de la pintura más antigua de la madera, realizada con azul índigo y
blanco albayalde. Sobre ella se localizaron numerosas capas de
colores tierra, siena y verde, siendo esta última la más reciente.
El color definitivamente aplicado ha sido el verde, por
motivos ajenos a la dinámica de la obra.
La realidad es que se levantó una gran polémica popular, llegando a proponerse un referéndum para que los ciudadanos de Chinchón decidiesen el color que se debía emplear
para pintar los balcones de la plaza. Esta polémica traspasó el
ámbito local, haciéndese eco la televisión. Es posible que, en
aquellos momentos, no tuviese Chinchón problemas más
importantes que decidir el color de los balcones de la plaza...
"La labor menos advertida y sin embargo más importante, ha sido la reconducción de todo el cableado de las fachadas bajo tierra. La creación y actualización de las redes
mediante su enterramiento, facilita cualquier intervención
futura o cualquier labor de mantenimiento inmediata, tanto
para sus usuarios como para los técnicos de cada especialidad.
El conjunto podrá mantener el aspecto de limpieza y orden,
permitiendo su vista sin interrupción.
Por último, hay que destacar la intervención del
Ayuntamiento en la recuperación de la imagen final del monumento con la prohibición del aparcamiento en el recinto per-
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mitiendo sólo el uso de paso. El conjunto ha podido así encontrar su aspecto original que había sido tan maltratado".
Todo esto se escribía en el año 1993. Han pasado sólo 11
años y en el año 2004 se está haciendo un estudio para nuevas
obras de restauración en la plaza. ¿No se había comprometido
el Ayuntamiento a prohibir el aparcamiento de coches en la
plaza?
Fuentes.
No es ni el lugar ni la oportunidad para contestar a esta
pregunta. Nosotros, desde el centro de la plaza nos vamos a
dirigir a la Fuente de Arriba, que en su frontal luce un espléndido escudo de Chinchón, en piedra de Colmenar.
La actual "FuenteArriba", o mejor ficho, Fuente de
Arriba, se restauró con la reforma de la plaza de 1970, pero esta
fuente tuvo distintas configuraciones.
Sin conocer cual sería su ornamentación, en un documento del archivo, del año 1816, se indica la necesidad de efectuar una reparación en la fuente pública de la Plaza y abreva-
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dero, por haberse producido un hundimiento; autorizando el
Contador General de Propios y Arbitrios del Reino a que se cobren
las exacciones correspondientes para hacer las obras, que se han de
sacar a pública subasta en el precio de mil cuatrocientos reales.
Sabemos que a finales del siglo XIX fue canalizada y ornamentada por la Sociedad de Cosecheros, como todas las demás
fuentes del pueblo. Su imagen la podemos contemplar en el telón de
boca del teatro, pintado por Luis Muriel. Además de un gran pilón
que servía como abrevadero para las caballerías, en el que vertían
sus aguas dos grandes caños de cobre, tenía un frontal de piedra,
rematado con un frontón triangular, coronado por tres bolas de piedras. En el centro del frontón, las letras S.D.C., siglas de dicha
Sociedad.
A principios del siglo XX se realizó una transformación, en
la que manteniendo el pilón formado por grandes losas de piedra en
fondo y laterales, se suprimió el frontal de piedra y se colocó una
barandilla de hierro forjado. Hay muchas fotografías de la fuente
con esta decoración.
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A mediados de
ese siglo, siendo
alcalde de Chinchón
Baldomero Martínez
Peco, se volvió a
reformar, quitando la
barandilla y haciendo
un nuevo frontal de
piedra, parecido al
primitivo, también
con tres bolas de piedra, pero sin el frontón triangular. En el
centro del frontal se
colocó el emblema de
la Falange, el yugo y
las flechas de los
Reyes
Católicos.
Como esta reforma
sólo permaneció poco
más de una década,
hay pocas fotografías de la misma, de entre ellas podemos destacar una, que fue realizada por el fotógrafo Oronoz para ilustrar una crónica sobre Chinchón de Federico Carlos Saínz de
Robles.
En el proyecto de ordenación de la plaza del año 1966
se incluyó la reforma de esta fuente, planteando una gran fuente abrevadero en sustitución de la que había, manteniendo,
una vez restaurada, el pilón y cambiando el frente de mampostería, por otro de sillería moldurada. Se emplean como materiales constructivos la piedra de Colmenar y el granito, y en el
centro del frontal, que ahora se hace rectangular y también
rematado por bolas de piedra, se coloca un escudo en piedra de
la Ciudad de Chinchón, que es que actualmente preside la
plaza. En la parte posterior se dispone un pequeño pilón para
poder llenar cántaros, y aprovechando el desnivel de la calle, se
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sitúa en el subterráneo, unos servicios públicos, bajo la plataforma
posterior de la fuente.
Enfrente, hay en la plaza otra fuente, la de Abajo, o "El
Pilar", que además tiene un gran pilón que, antaño, servía para
lavadero público. Está en un recinto cerrado al que se accede por
una puerta en la plaza. Allí, en el año 2000, se construyó la Oficina
de Turismo, remodelándose todo el recinto, conservando la fuente
y el lavadero. Éste puede ser un lugar idóneo para realizar otras
actividades, como la representación teatral que en la Semana Santa
del año 2003 organizó el grupo de teatro de Chinchón, "La
Cultural".
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Existe un documento, fechado el 1 de junio de 1810, del
Archivo municipal, en el que el arquitecto José Llorente, hace
un extenso informe sobre las reparaciones necesarias en
Chinchón, entre ellas dice sobre esta fuente:
"El lavadero y fuente que se haya entres estas casas,
(Ayuntamiento y cárcel) con entrada por la plaza, se debe aclarar la cañería y conducir el agua a la fuente hasta dejarla en
estado que fluya todo su caudal... colocando dos caños... y facilitando la salida de las aguas... y puedan las lavanderas hacer el
uso que corresponde a su destino".
A continuación también indica las obras que es necesario hacer en las otras fuentes de Chinchón, haciendo mención
al "Pocillo de Valdezarza", el sito de "Valquegigoso", la fuente
situada en el sitio del "Aulagar", y a la fuente que está situada
en la calle ancha, contigua a los huertos.
Todas estas obras serían realizadas, años más tarde,
por la Sociedad de Cosecheros de vino, vinagre y aguardiente
de Chinchón.
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AYUNTAMIENTO.
Nos situamos en el centro de la plaza. Una lápida de
mármol, va a llamar nuestra atención. Podemos leer: Casa
Ayuntamiento Año 1903.
Efectivamente, estamos frente a la casa que en el año
1499 compró el Concejo para hacer el Ayuntamiento de la Villa.
Desde entonces se fueron sucediendo las modificaciones del edificio.
En el informe del año 1810, citado anteriormente, se
indica que, aunque las casas del Ayuntamiento y de la cárcel
están en una situación de evidente ruina, lo que aconsejaría su
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demolición para hacer otras nuevas, al no disponer de fondos
para hacerlo, recomienda una serie de reparaciones que sería
urgente realizar.
Como vemos, en este documento, se hace mención a la
cárcel, que debía ser para todos los pueblos de condado, y que,
por los datos que allí se dan, estaría ubicada en la casa de la
plaza que hace esquina con la calle de Morata, donde permaneció hasta que se traslada en el año 1843 al convento de los agustinos.
La portada de piedra con reja, que ahora sirve de entrada principal al Ayuntamiento, nos dice que fue colocada en el
año 1863, y la misma debía proceder de la Iglesia de Santa
María de Gracia, que había sido destruida por los franceses.
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En el año 1876 se cerró el portal de la planta baja, para
evitar que fuese refugio de mendigos y depósito de basuras, y
se estableció el matadero junto a los corrales que existían para
encerrar los toros.
En la imagen más antigua de que disponemos, que debe
corresponder a esas fechas, nos encontramos con un edificio de
dos plantas, pero con una sola balconada, siendo el segundo
piso de altura más baja, posiblemente dedicado a cámaras o
almacenes. En la planta baja, la gran puerta sugiere que allí ya
estaban ubicados el matadero y los toriles.
La placa, que está actualmente colocada en la fachada
del ayuntamiento, nos recuerda la remodelación que se hizo
ese año, y de la cual disponemos de información documental.
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En la memoria descriptiva se indica que se efectúa la
reforma para la ampliación del edificio, con la finalidad de "la
construcción de un piso más en la crujía de la fachada y hacer
una amplia escalera a la francesa". Las columnas y la balaustrada serán de hierro fundido.
Sobre las dos balconadas se dispone un frontal en el
que se coloca la lápida que se ha reproducido anteriormente y
sobre ella un escudo de Chinchón, con las armas de los
Borbones, que era el que se utilizada en aquellos años.
El presupuesto que hace el maestro don Gerardo
Quintana, asciende a 3.399,41 pesetas.
En el año 1932 se efectúa una reforma en el ayuntamiento. Se realizan obras para la adecuación de las oficinas y
arreglo del matadero.
Era Alcalde de Chinchón D. Joaquín López y se encarga el proyecto al Aparejador don Antonio Gómez Lázaro. Se
adjudican las obras a D. Pablo Codes y el importe total de estas
obras asciende a 6.166,73 Ptas.
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En el año 1961 se efectúan obras, de nuevo, para la adecuación de las oficinas y las dependencias municipales.
En el año 1967, cuando se hace la reforma general de la
plaza, en el edificio del Ayuntamiento se proyecta la sustitución
total de la fachada, dejando un soportal en la planta baja, con
columnas de piedra, zapatas, carreras, antepechos de galería y
pies derechos de madera y aleros con canecillos.
En el año 1979 se acomete una remodelación interna en
el Ayuntamiento, para dotarle de oficinas y servicios acordes
con las necesidades que se demandaban. Durante estas obras
se traslada el ayuntamiento a unos locales en los bajos de los
pisos construidos en la calle de los Huertos. Era Alcalde de
Chinchón D. Jesús del Nero Rodríguez.
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Pero estas obras, aún siendo importantes, se quedan pronto
obsoletas, sobre todo por la nueva reglamentación en materia taurina, que obliga a que todas las plazas de toros dispongan de instalaciones sanitarias adecuadas para atender a los posibles heridos.
Durante años se instala, junto al Ayuntamiento, una Unidad de
Vigilancia Intensiva móvil durante las fiestas y festejos taurinos,
pero esto era una solución costosa y provisional, por lo que en los
años 1994-95 se hace un proyecto de reforma en el Ayuntamiento
en el que se "ha previsto la rehabilitación de las tres plantas del edificio existente, en cuya parte trasera se disponen los locales que sirven de toriles y desolladero para los espectáculos taurinos que se
producen en la Plaza Mayor.
Los despachos de técnicos, concejales y alcalde se disponen
en la primera planta a la que se accede desde una escalera que se
sitúa en el centro del solar. Los salones de plenos y archivo se sitúan en la segunda planta. En las dos últimas una galería porticada se
abre a la Plaza Mayor".
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Este proyecto se firmó siendo alcalde de Chinchón don
Jesús Hernández López, pero el inicio de las obras se retrasa,
se hacen algunas modificaciones y se realiza finalmente en los
años 1996-1997.
En recuerdo de esta remodelación se colocó, en el año
1998, una lápida sobre la escalera de acceso a la primera planta. Era concejal de obras D. José Luis Carrasco Moreno y se
encargó el proyecto y la dirección de obra al arquitecto D.
Jaime Lafuente. Fue el aparejador D. Carlos Sanz y la empresa
constructora: CYMCH S.A. El presupuesto total ascendió a
73.192.345 Pesetas.
OTRAS LÁPIDAS CONMEMORATIVAS.
En la fachada del Ayuntamiento hay otra placa conmemorativa que dice:
PEÑA TAURINA EL TENTADERO. HOMENAJE PÓSTUMO
A
D. MARCIAL LALANDA. CHINCHÓN, 19.10.1991
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D. Marcial Lalanda del Pino, que nació en Rivas
Vaciamadrid el día 20 de septiembre de 1903, fue un torero
famoso -"Marcial eres el más grande", decía su pasodoble- y
muy querido por el pueblo de Chinchón. Y con toda justicia,
puesto que el día que cumplía 12 años, debutó como becerrista
en Chinchón, y en el año 1923 torea por primera vez el festival
a beneficio de los ancianos desamparados. Desde ese año y
hasta 1942, con el paréntesis de los años de la guerra civil,
toreó todos los festivales y a partir de 1943 y hasta 1950 siguió
organizándolos consiguiendo la participación de las más
importantes figuras del toreo, como Belmonte, Pepe Luis
Vázquez, Manolete, Luis Miguel Dominguín y la rejoneadora
Conchita Cintrón.
El Ayuntamiento, en reconocimiento de todos estos
méritos le impuso la Cruz de Beneficencia, que le había gestionado, el 8 de abril de 1931 y nombró hijo adoptivo en el año
1935. En el año 1967 le fue concedida la medalla de oro de la
Ciudad y el Restaurante "Café de la Iberia" instituyó un trofeo
con su nombre para premiar la mejor faena del festival de
Chinchón. El día 19 de diciembre de 1989 recibió personalmente un homenaje con este motivo, y un año después de su
muerte, ocurrida el 25 de octubre de 1990, la peña taurina "El
Tentadero" formada por aficionados de Chinchón, colocó esta
lápida en la fachada del Ayuntamiento.
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Pero no es esta la única lápida que hay en la plaza dedicada a un torero. Bajo los soportales, entre el "Bar Flor" y el
"Rincón de Frascuelo", nos encontramos otra lápida de bronce,
realizada por Ángel Simón "Quicile", que dice:
PEÑA TAURINA EL TENTADERO. HOMENAJE PÓSTUMO
A D. SALVADOR SÁNCHEZ FRASCUELO. CHINCHÓN. 1811-89.
Y en la fachada del restaurante de la Virreina, donde
estuvo la posada del tío Tamayo, hay un mural de azulejos,
obra de Manolo Gómez Cía., que dice:
"ANTIGUA POSADA DEL TÍO TAMAYO DONDE
CONVALECIÓ SALVADOR SÁNCHEZ FRASCUELO LAS
MUY GRAVES HERIDAS QUE LE INFIRIÓ UN TORO EN
LA CAPEA QUE SE CELEBRÓ EN ESTA PLAZA EL 25 DE
JULIO 1863".
Encima de la efigie del torero hay una orla que dice:
"LOS HECHOS DEL GRAN FRASCUELO EN NUESTRA
MEMORIA ESTÁN, NOS REGALÓ UN TABLONCILLO Y A
LOS POBRES LES DIO PAN".
Aún hay en Chinchón otra placa conmemorativa dedicada al mismo torero. Ésta fue colocada por la Agrupación de
Amigos de Chinchón en la fachada de la casa que perteneció a
Frascuelo en la calle de la Amargura, con motivo del centenario de su muerte.
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Dice así:
AL MATADOR DE TOROS SALVADOR SÁNCHEZ POVEDANO "FRASCUELO", QUE VIVIÓ EN ESTA CASA.
AGRUPACIÓN AMIGOS DE CHINCHÓN. 1998.
Es normal esta proliferación de placas conmemorativas
dedicadas a Frascuelo. Su vida tiene todos los ingredientes
para hacer de su historia una leyenda y como tal se cuenta en
Chinchón. Había nacido en Churriana de la Vega, pueblecito de
Granada, el día 24 de diciembre de 1842, teniendo 20 años,
llega a Chinchón en las fiestas de Santiago, y en la capea que se
celebra esa tarde, pide permiso para torear y banderillear al
primer toro. Al poner un par de banderillas es corneado feamente por el toro y el alcalde ordena que sea llevado al hospital de los pobres.
Florentino Catalán, que era albañil y tenía un estanco
en la plaza, y que era conocido como el "tío Tamayo", dice a los
que lo portaban que lo lleven a su casa, y allí convalece de las
graves heridas.
En agradecimiento, cuando ya es famoso, compra una
posada y varias tierras a su benefactor, y él mismo se compra
una casa en Chinchón, donde alterna su estancia con otra que
compró en Torrelodones.
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Regala, como ya hemos dicho, un tabloncillo para la
plaza, similar al que tenía la antigua plaza de toros de la
Puerta de Alcalá, de Madrid. Son frecuentes sus obras de caridad en favor de los pobres, estando siempre su casa abierta
para el que necesitase pan y ayuda. Torea varias corridas a
beneficio de los necesitados, siendo la más famosa la de las
Fiestas del Rosario, el 21 de septiembre de 1880, en la se lidiaron cuatro toros de Veragua, y en la que, después de matar el
primer toro, le fue entregado un estoque con la empuñadura de
oro, que había sido costeado por suscripción popular, en cuya
hoja había una inscripción con la leyenda: "Chinchón a su hijo
adoptivo", pues, efectivamente, fue nombrado hijo adoptivo de
Chinchón, como después lo sería Marcial Lalanda.
Muere en Madrid, el día 9 de marzo de 1898 a consecuencia de una pulmonía y fue enterrado dos días después en
el cementerio de San Isidro.
Y para terminar nuestros recorrido por las placas que
hay en la plaza, nos encontramos con una que conmemora
unos hechos lamentables ocurridos en la Guerra Civil de 1936.
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En los soportales, una lápida de mármol de color gris
dice:
"D. ESTEBAN RECAS DE LA PEÑA DE 49 AÑOS DE EDAD
Y SU HIJO D. ESTEBAN RECAS PELAYO DE 18 AÑOS DE
EDAD, MUERTOS POR DIOS Y POR ESPAÑA VILMENTE
ASESINADOS POR LAS HORDAS MARXISTAS DE ESTE
PUEBLO LA NOCHE DEL 27 DE JULIO DE 1936. PRESENTES".
D. Esteban Recas de la Peña había sido Presidente de la
Sociedad de Cosecheros de Vino, Vinagre y Aguardiente de
Chinchón, Alcalde y Promotor del Sindicato de Agricultores.
Era presidente de la CEDA en Chinchón, e importante terrateniente. Sólo nueve días después de iniciarse la Guerra Civil
española, un grupo de incontrolados llegan a su casa para detenerle. Les dicen que van a trasladarles a la cárcel pero al llegar
a la plaza, en los soportales, son asesinados, en el lugar donde
está colocada esta lápida.
Es el mudo recuerdo a la sinrazón que durante tres largos años llenó España de luto y de dolor.
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En la memoria de Chinchón aún pervive ese recuerdo
que debería contribuir, pasados los años, a la concordia, a la
armonía y al trabajo en pos del progreso y el bien común.
Por ello rezamos, desde el centro de la plaza, mirando a
la fachada sur de la Iglesia. Y hacia allí nos dirigimos por la
columna de los franceses, pasando por la plaza Galaz, y subiendo por la cuesta de la torre, hasta llegar a la Iglesia de Ntra. Sra.
de la Asunción.
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2
1
de la Asunción
Manuel Carrasco Moreno
PARTE
SEGUNDA
Número DOS
con historia
CHINCHÓN
46
2
M ANUEL C ARRASCO M ORENO
PARTE
S EGUNDA
IGLESIA DE NUESTRA SEÑORA DE LA ASUNCIÓN.
LA CAPILLA DE LA PIEDAD.
ESCUDO DEL OBISPO DON FRANCISCO DE BOBADILLA.
LÁPIDAS E INSCRIPCIONES FUNERARIAS.
REFORMAS Y RESTAURACIONES.
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LA IGLESIA DE NUESTRA SEÑORA DE LA ASUNCIÓN.
En la iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción,
vamos a encontrar gran cantidad de ejemplos de los elementos
que son el objetivo de este estudio. Tenemos escudos, esculpidos
y pintados, inscripciones en piedra y pinturas conmemorativas.
Corresponden a distintas épocas y nos van a ayudar a conocer
mejor este monumento.
La capilla de la Piedad.
Corrían los primeros años del siglo XVI; la población de
Chinchón había aumentado considerablemente, por lo que la
antigua Iglesia de Santa María de Gracia era claramente insuficiente para albergar a todos los fieles. Sin duda, los clérigos de
Chinchón platearían a los condes la necesidad de construir una
nueva, que pudiese tener una doble finalidad, capilla de los condes e Iglesia parroquial.
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En el año 1534 se inician las obras de construcción del
nuevo templo. Los maestros Juan y Diego Gutiérrez son el encargado de iniciar la primera parte de la obras, ajustándose éstas en
un total de diez mil ducados, que serían sufragados por los vecinos, rentas de la Parroquia y aportaciones de los condes.
Las obras se dilataron durante casi cien años, más por dificultades en la financiación que por la envergadura de la obra.
Según la documentación de que disponemos, se fija la terminación de la Iglesia en el año 1626.
El templo se había proyectado con una planta longitudinal, en forma de cruz latina, de una sola nave y crucero poco desarrollado. Este planteamiento, característico de las iglesias renacentistas, da al espacio un efecto centralizador. En la parte sudeste del edificio se proyecta una estructura de planta cuadrada que
sería la torre. La sacristía, de planta rectangular se sitúa a continuación del brazo oeste del crucero.
El edificio tiene dos puertas de entrada, una situada en la
fachada sur, que presenta un desnivel de 1,80 metros con respecto a la calle, salvado por tramos de escaleras. Según la inscripción
que aparece en el dintel de esta puerta, que comentaremos después, la portada actual se colocó en el año 1826. La segunda puerta se encuentra en el muro oeste. Actualmente está totalmente
desprovista de elementos ornamentales y en mal estado de conservación.
En el interior, se distribuyen cuatro capillas hornacinadas.
Según una intervención arqueológica, a la que después
haremos mención, la Iglesia ha sufrido distintas transformaciones
desde su construcción hasta nuestros días. En este estudio se han
identificado distintas fases que están en relación con las numerosas reconstrucciones. Estas sucesivas reformas han supuesto unas
transformaciones que han dejado su huella tanto en el interior
como en el exterior de la Iglesia. En este se alternan distintos esti-
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los arquitectónicos combinados armónicamente, lo que dificulta
su correcta adscripción cronológico-cultural. La presencia de elementos góticos con elementos plenamente renacentistas contrasta con la uniformidad estructural del edificio. El estudio detallado
permite documentar la existencia de elementos añadidos y
muchas alteraciones de la obra original.
El estudio en profundidad del edificio, sugiere que el autor
de la Iglesia fue Nicolás Vergara el Mozo, o alguno de sus discípulos, aunque también se alude a la posibilidad de la intervención de
Alonso de Covarrubias.
Nicolás Vergara acepta las bases estilísticas de Juan de
Herrera, al desarrollar la concepción estática del espacio interior,
donde los elementos se aúnan para dirigir la atención a un punto
determinado. Para ello recurre a distintos elementos, como la
direccionalidad de la luz, alternancias de formas, tamaños y alturas y repetición de elementos. Todo esto va a determinar el trata-
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miento del muro, que se concibe como elemento plano, reducible
a líneas verticales y horizontales Esta descripción se corresponde
con la visión que ofrece actualmente la iglesia.
Es posible, incluso, que el mismo Juan de Herrera interviniese en el diseño de algunas partes de la Iglesia.
Como hemos visto, el templo es una fábrica de sillería de
arquitectura característica de los reinados de Carlos I y Felipe II.
La parte baja de la Iglesia es de estilo plateresco y la parte alta de
estilo trentino o herreriano. Acerca de esta última parte cabe
aventurar la hipótesis de que pudo ser el mismo Juan de Herrera
quien la pudo trazar. Esta hipótesis puede estar basada en el
hecho de que cuando muere Juan Bautista de Toledo, primer
arquitecto del Monasterio del Escorial, muere también don Pedro
de Hoyos, secretario de Felipe II para esta obra. Al arquitecto
fallecido, tras pequeñas intervenciones de Garpar de la Vega, le
sucede Juan de Herrera. Al secretario le sucede el tercer conde de
Chinchón, don Diego Fernández de Cabrera y Bobadilla. Por lo
tanto, la relación entre ambos debió ser muy estrecha. Tanto es así
que Juan de Herrera trabaja en el castillo de Odón, propiedad del
conde, y estando en construcción la iglesia de la Piedad de
Chinchón, y habiéndose terminado con el estilo herreriano, es
muy verosímil que fuera el mismo Herrera quien trazara la terminación del edificio.
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Escudo del Obispo Francisco de Bobadilla.
Siguiendo el objetivo que me he planteado en este trabajo,
voy a iniciar el estudio por los escudos de piedra que adornan los
dos contrafuertes de la fachada sur de la Iglesia. Son dos escudos
de armas del obispo Don Francisco de Bobadilla. Son los únicos
escudos de piedra que han sobrevivido a las distintas agresiones
que, como veremos, ha padecido la iglesia. Todos los demás que
existen son pintados en épocas recientes.
Ambos escudos son dos versiónes que contienen los mismos blasones:
Escudo cuartelado, en el primero y en el cuarto podemos
ver un águila explayada y en el segundo y tercero, un castillo.
Surmontado con sombrero de obispo.
Estos dos escudos de piedra se encuentran en un relativo
buen estado de conservación, si tenemos en cuenta que llevan
padeciendo las inclemencias del tiempo desde hace más de cuatro
siglos.
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Don Francisco de Bobadilla, obispo de Salamanca y
Arcediano de Toledo, era tío abuelo del conde don Diego.
Contribuyó con tres mil ducados para la construcción de la Iglesia
de la Piedad con la condición de que su escudo de armas se pusiera en los dos contrafuertes de la iglesia.
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Tomó el mismo nombre que su tío el, famoso corregidor Francisco
de Bobadilla que había sido designado por los Reyes Católicos, el
21 de mayo de 1499, juez pesquisidor y gobernador de las Indias,
en sustitución de Cristóbal Colón.
Llama la atención cómo los distintos hijos de los Marqueses de
Moya usaron apellidos diferentes. Desde finales del siglo XIV y
sobre todo desde la aparición de la ley de mayorazgos, la herencia
que cada hijo recibía tenía su influencia en la elección del apellido. La fundación de un mayorazgo tenía por objeto el mantener
unido un patrimonio que, en otras condiciones, a través de sucesivos repartos, habría condenado a la descendencia a un descenso
en la categoría social. Para proteger esta perduración del linaje y
para asegurar su lustre social, los testadores establecen todo tipo
de cláusulas sucesorias, que coartarán la libertad de sus herederos. Así, no solamente se prohibía a los sucesores cualquier posible enajenación del patrimonio vinculado, sino que, además, se
les imponía el uso de apellidos y armas y muchas veces, incluso,
las personas con las que habrían de casar. Todo ello nos pone en
evidencia la gran preocupación que aquellos hombres tenían por
todo lo referente al linaje.
La situación anterior finalizó con la Ley de Registro Civil de 17 de
junio 1870, que establecía, en su articulo 48, que todos los españoles serían inscritos con nuestro nombre y los apellidos de los
padres y de los abuelos paternos y maternos.
Francisco de Bobadilla fue el cuarto hijo de Andrés de Cabrera y
Beatriz de Bobadilla, comendador de la orden de Calatrava y obtuvo el arcedianato de Toledo. Fue estudioso y erudito en filosofía y
jurisprudencia. Fernando el Católico le nombró, siendo aún joven,
obispo de Ciudad Rodrigo y después de de Salamanca, en 1509,
para dar gusto a su madre. Fue ejemplar en sus costumbres,
espléndido con su familia, liberal con los menesterosos. Estuvo
presente el Concilio de Letrán en 1517 siendo muy estimado por el
papa León X. En 1527, durante el asalto a Roma, acompañó al
Papa Clemente VII por lo que obtuvo el arcedianato de Salamanca
donde murió, el 29 de agosto de 1529. Está enterrado en la
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Catedral de Salamanca. El día 12 de mayo de 1513 el Obispo
Francisco Bobadilla, había bendecido y colocado la primera piedra de la nueva Catedral cuyas obras se desarrollaron durante 220
años.
Existe una carta del obispo, fechada en Chinchón el día 29 de julio
de 1511 dirigida a Fernando el Católico en la que le comunica el
delicado estado de salud de su padre, Andrés de Cabrera.
Fue un personaje importante de la Universidad, ocupando el
cargo de maestrescola o cancelario, cargo, de origen eclesiástico y
a la sazón ya más honorífico que funcional. Cedió el cargo en 1527
a su sobrino Francisco de Mendoza y Bobadilla, en contra de la
opinión del emperador.
El Cardenal Francisco Mendoza y Bobadilla, hijo de D. Diego
Hurtado de Mendoza y Dª Isabel de Cabrera y Bobadilla, la sexta
hija de los Marqueses de Moya, y por tanto, su sobrino. Estudió en
Alcalá y Salamanca siendo Doctor en Teología y Letras. Fue
Catedrático en Evora y Coimbra, Arcediano de Toledo, Obispo de
Coria en 1535. Fue nombrado Cardenal en 1544 por el Papa Pablo
III, visita Roma en 1546, es nombrado Obispo de Burgos en 1550
y Arzobispo de Valencia
en 1556, muriendo al ir
a tomar posesión.
Estuvo casi siempre en
la Corte y está considerado como una de las
grandes figuras del
humanismo aristocrático y algo "erasmista".
Era muy culto (regaló
935 libros a Felipe II
para la biblioteca de El
Escorial), hostil al
Arzobispo Carranza,
protegió a los jesuitas y
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escribió una amplia obra teológica (destaca su doctrina sobre el
"Cuerpo Místico"). Aplicando la doctrina de Trento, fundó el primer seminario conciliar de España, organizó la curia diocesana y
ordenó una labor de estadística con criterios modernos.
El contar aquí su vida está justificado porque enfadado en 1560
por que se cuestionara la "calidad" de la sangre de su sobrino (el
conde de Chinchón) en un tribunal de Ordenes Militares, escribió
un curioso libro titulado "El Tizón de la Nobleza" dónde no deja
sin "sanbenito" ninguna de las grandes casas nobiliarias. Como
curiosidad, la mayor parte de la nobleza descendía (por los matrimonios entre ellos) de un judío converso almojarife de la reina
Urraca de Castilla llamado Ruy Capón o de una "doncella de alegre vida" llamada Isabel Droklin, manceba del obispo Pedro de
Castilla e hija de un albañil inglés y de una "espulga-manteles".
No se le pudo perseguir por lo que decía en el libro pues ninguna
de las afirmaciones que hacía era falsa. También escribió unos
"Comentarios al Libro de los Reyes" y "Sermones de tiempo".
El Cardenal firmó inicialmente como Bobadilla y Mendoza, pero
luego invirtió el orden de sus apellidos.
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Lápidas e inscripciones funerarias.
Ahora, vamos a seguir el rastro de las lápidas e inscripciones funerarias, que nos van a ayudar a conocer más datos importantes de su historia.
Como ya se ha dicho, la construcción de la Iglesia sufrió
grandes retrasos por la falta de financiación. Hubo varias reuniónes de los responsables municipales y eclesiásticos con los condes
de Chinchón. Concretamente el 23 de mayo de 1586, 22 de enero
de 1587 y otra en el mes de febrero de ese mismo año. En estas
reuniónes se convino con el conde de Chinchón y su hermano don
Andrés, arzobispo de Zaragoza, "que no pudiéndose congregar en
la iglesia vieja ni la cuarta parte de los mil trescientos vecinos que
tenía la villa y estando empezada hacía más de cuarenta y ocho
años la iglesia nueva, de cantería y muy capaz para todos los vecinos y cerca de la iglesia antigua, era tan costosa la obra que no
podía terminarse en ciento ni doscientos años con la renta de la
otra".
Como solución y con el fin de acelerar las obras, se toma el
siguiente acuerdo entre el conde, su hermano el Cardenal, el clero
y el Ayuntamiento de Chinchón: "Que los condes concluyan la
capilla mayor, con retablos, enlosados, escaños y asientos, y que
dicha capilla sea para entierro de los dos, sucesores y parientes y
no de otra persona. Que los condes tengan derecho de patronato
y puedan hacer sepulcros y bóvedas, poner túmulos, bustos, escudos y letreros y abrir puertas, ventanas tribunillas y pasadizos
desde su casa; que en esa conformidad, el pueblo, ayudado con las
rentas de la iglesia y con limosnas, se encargue de hacer el resto
de la iglesia, torre y tribuna."
La prerrogativa de usar la iglesia como enterramiento es
utilizada por distintos condes. En el presbiterio y en la cripta que
se encuentra debajo del altar mayor existieron distintos sepulcros,
en los que había colocadas losas con inscripciones alusivas a los
mismos.
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De la existencia de estos sepulcros tenemos noticias por
las contestaciones al cuestionario que había solicitado el Cardenal
Lorenzana a todos los párrocos de la Diócesis de Toledo, realizadas por el entonces párroco de Chinchón, don Miguel Ramón y
Linacero en el año 1786. Así se detallan en las Relaciones de
Lorenzana:
"A los lados de los retablos están los mausoleos de los condes, todos de mármol de colores diferentes, aunque domina más
el negro. Son de orden dórico y siguen la misma proporción que el
del retablo, pues juegan igualmente unos y otros cornisamentos.
En el de la derecha están las estatuas de los condes y en el de la
izquierda, las de las condesas, todas de estatura a lo natural, perfectamente acabadas. Debajo de cada una de ellas hay una inscripción sepulcral cuyo estilo manifiesta la cultura del siglo de Felipe
Segundo, a la letra dicen así:
D.C.M.
FERNANDO CABRERAE ET BOBADILLAE,
CINCIONIS COMITI,
ANDREE CABRERAE AC BEATRICIAE FERNANDEZ
BOBADILLAE MARCHIONUM MOIAE FILIO
QUI PARENTUM GLORIAE RARAQ. FIDEI ERGA REGES
CATHOLICOS NON INMEMOR
MAGESTATE EISD. REGIAE DIGNITATIS TOTO
PECTORE AB EIUS SUSTENTATA
SEGOVIANAS ARCES MIRA CONSTANCIA EXCELSAQ.
ET INVICTA ANIMI VIRTUTE CARLO MAXIMO ABSENTE AB
IMPETU FURENTIUM COMMUNERUM
NULLO VITAE FORTUNARUM VE PERICULO
PERTERRITUS SERVAVIT INCOLUMES
DIDACUS COMES NEPOS
AVO MAGNANIMO FORTISSIMOQ. AD POSTERITATIS
MEMORIAM. VIXIT ANNOS XLII.
SEGOVIAE VITA FUNCTUS VI ID SEPTEMB.
MDXXII.
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Aunque puede haber algún error en la transcripción de
alguna palabra, esta puede ser la traducción:
A FERNANDO CABRERA Y BOBADILLA,
CONDE DE CHINCHON HIJO DE ANDRES DE CABRERA Y
BEATRIZ DE BOBADILLA MARQUESES DE MOYA
QUIEN, NO OLIVIDADO DEL SINGULAR HONOR Y
FIDELIDAD DE SUS PADRES CON LOS REYES CATÓLICOS
Y DE LA DIGNIDAD CON QUE LLEVARON
SOBRE SU PECHO EL HONOR REAL,
CONSERVÓ INCÓLUMES LAS DEFENSAS SEGOVIANAS
CON ADMIRABLE Y SUPERIOR PERSEVERANCIA
Y CON INDOMABLE VITUD DE ÁNIMO
ESTANDO AUSENTE EL REY CARLOS V
POR EL ATAQUE DE LOS FURIOSOS COMUNEROS,
SIN ASUSTARSE POR NINGÚN PELIGRO
DE LA VIDA O DE LAS FORTUNAS.
EL CONDE DIEGO, SU NIETO,
DEDICA ESTE MONUMENTO,
PARA EL RECUERDO DEL TIEMPO FUTURO,
A SU ABUELO, HOMBRE DE HONOR Y DE GRAN CORAZON,
QUE VIVIÓ 42 AÑOS Y MURIÓ EN SEGOVIA
EL 6 DE SEPTIEMBRE DE 1522.
Además de esta inscripción transcribe las de otras cinco
más, todas ellas desaparecidas en los distintos saqueos y destrucciones que sufrió la iglesia. Continúa con la descripción de los
escudos que existían sobre los mausoleos:
"Sobre cada uno de los mausoleos de los condes está un
escudo de armas: de don Andrés de Cabrera a la diestra y otro
de los de doña Beatriz de Bobadilla a la siniestra. La parte diestra está dividida el escudo en frange y en el ángulo inferior cabra
negra con siete batallas del mismo color en campo de oro; la
parte siniestra está cuartelada. En el primero y cuarto, águilas
de plata en gules; segundo y tercero, torres pardas en campo de
plata y todo el escudo está orlado con castillos y leones por merced de los Reyes Católicos, y el timbre tiene corona. Sobre los
mausoleos de las condesas están los escudos de sus respectivas
casas de los Cerdas, Mendozas y Pachecos.
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A los lados de la gradería hay dos púlpitos y, debajo de
cada uno, una puerta para entrar en el panteón, que es embovedado muy capaz, y cuando el párroco don Miguel Ramón y
Linacero entró a servir este curato estaban los huesos de los fundadores y de sus parientes sin cajas, a causa de que las que tenían de plomo las habían quitado los enemigos del señor don
Phelipe Quinto en las guerras de Sucesión; mandó hacer provisionalmente un nicho para colocarles y últimamente se ha dispuesto un mausoleito de piedra curioso y en el centro se puso
esta inscripción":
A&O
VENERANDIS DIDACI ET AGNESIAE COMITUM CINCIONIS
CARISQ. (EORUM) GENTILITIIS OSSIBUS
SUAM AEVI LONGA VETUSTATE TURBATIS
DILIGENTER ET REVERENTER COLLECTIS
TAM B.D.S.M. OPCIONES PATRONIS
DEBOTISSIMUS HIC PRESBITERORUM COCTUS
HOC ET SUIS MOERORIS ET GRATI ANIMI MONIMENTUM
PONER DECREVIT
D.MICHAEL RAMON ET LINACERO PRAES.
FACIENDUM CURAVIT
ANNO DNI MDCCLXXXII
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Traducido, dice así:
REUNIDOS CON DISCERNIMIENTO Y REVERENCIA
LOS HUESOS, YA DESTRUIDOS POR LA ANTIGÜEDAD
Y EL LARGO PASO DEL TIEMPO,
DE DIEGO E INÉS, LOS CONDES DE CHINCHÓN Y DE SUS
FAMILIARES,
TAN BUENÍSIMOS PROTECTORES POR SU MÉRITO;
LA DEVOTÍSIMA CONGREGACIÓN DE PRESBÍTEROS
DECIDIERON COLOCAR AQUÍ UN MONUMENTO
DE TRISTEZA Y ANIMO AGRADECIDO.
DON MIGUEL RAMÓN Y LINACERO, SU PRESIDENTE,
SE CUIDO DE QUE FUESE CONSTRUIDO
EN EL AÑO DEL SEÑOR DE MIL SETECIENTOS
OCHENTA Y DOS.
Esta lápida es la única que existe en la actualidad y en un
buen estado de conservación. En las reformas que se hicieron en
la iglesia en el año 1983 sólo se conservó uno de los mausoleos de
los cuatro que existían.
"Otro nicho (ya desaparecido) donde está el cadáver del
señor don Antonio María, hijo segundo del Serenísimo Señor
Infante don Luis, se puso otra inscripción que dice así":
ANTONIO MARIAE OEXIMIAE VENUSTATIS
CUMULO
QUI COCLO DIGNUS TERRAM NONDUM
ACCAM COMPLEXIS MENSIBUS
TENUIT
DILECTISSIMO FILIO
LUDOVICUS HISPANORUM INFANS
ET
MARIA TERESI DULCISIMA CONJUX
HOC SUAE PIETATIS TESTIMONIUM
ET
MAXIMI AMORIS MONIMENTUM
D.
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Aunque hay algunas palabras que deben estar mal copiadas, la traducción aproximada, podría ser:
LUIS, INFANTE DE LOS ESPAÑOLES,
Y MARÍA TERESA, SU DULCÍSIMA ESPOSA,
DEDICAN ESTE MONUMENTO
COMO TESTIMONIO DE SU PIEDAD
Y SU MÁXIMO AMOR
A SU QUERIDO HIJO ANTONIO MARÍA
CÚMULO DE EXIMIA BELLEZA
QUIEN VIVIÓ CON DIGNIDAD
APENAS DIEZ MESES.
Como veremos después, la iglesia es incendiada y saqueada por los franceses. Son, también, profanadas las tumbas quedando el panteón en un lamentable estado. En el año 1816, antes
de realizarse las obras de restauración en la Iglesia, el Cardenal
Arzobispo de Toledo y la Condesa de Chinchón, María Teresa de
Borbón y Vallabriga, ordenaron el traslado de los restos del niño,
hermano de la condesa, al mausoleo del coro del convento de religiosas franciscanas de esta villa.
Esto se debió llevar a cabo, pero durante muchos años en
el mausoleo de la Iglesia había una calavera de un niño pequeño,
a la que solían encender unas velas. Cabe la posibilidad que el
traslado de los restos del niño no fuese completo. En el año 1983,
cuando se hizo una nueva restauración, D. Moisés Gualda
Carmena, el cura párroco de Chinchón, ordenó que fuese depositada en el panteón común con los demás restos de sus parientes.
Reformas y restauraciones.
Para poder estudiar el resto de inscripciones y escudos que
existen en la iglesia, tenemos que fijarnos en las distintas reformas y restauraciones que se llevaron a cabo, tanto en su interior
como en el exterior, la mayoría de ellas motivadas por las brutales agresiones que ha sufrido en su historia.
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18
La iglesia se considera terminada en el año 1626, aunque
con demasiadas vicisitudes y carencias. Era conde de Chinchón
don Luis Jerónimo Fernández de Cabrera y Bobadilla, que perteneció al Consejo de Su Majestad, Caballero de Santiago, Capitán
General y Virrey del Perú. Allí permaneció durante once largos
años, siendo administradas sus posesiones por don José Carvajal
y don Juan de Olavarría.
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19
Le sucede, en el año 1647, su hijo don Francisco Fausto
Fernández de Cabrera y Bobadilla, que muere en el año 1665 sin
sucesión.
Con este conde se extingue la línea masculina de los
Cabrera Bobadilla, y a partir de este momento pasa el condado
por diversas manos, llegando hasta el duque de Genzano don José
Sforza Casarini, que en el año 1738 lo vende al infante don Felipe
de Borbón y Farnesio quien en el año 1761 se lo vende, a su vez, a
su hermano el infante don Luis Antonio Jaime de Borbón y
Farnesio.
Si los primeros condes de Chinchón se habían distinguido
por ocuparse de la construcción de templos y conventos, durante
el último siglo y medio no debió ser mucho lo que los condes se
ocuparon de la iglesia.
Cuando toma posesión del condado el Infante don Luis
Antonio, nombra Capellán Mayor de la Capilla de la Piedad y Cura
propio de la Villa de Chinchón, al hermano de su bibliotecario,
don Miguel Ramón y Linacero, al que ya hemos hecho mención.
Éste, es un hombre culto e instruido; en el año 1778 adapta y traduce una obra original francesa, que él titula:
"Conversaciones familiares de doctrina cristiana entre gentes del
campo, artesanos, criados y pobres". En el año 1782 es el promotor de la remodelación y ornamentación de la Iglesia de la
Piedad. Consigue que el Conde envié a Chinchón a su arquitecto
Ventura Rodríguez, que se encarga de planificar las obras, haciendo grandes cambios en todo el templo, sobre todo en el presbiterio. El mismo párroco, describe así la Iglesia, como contestación
al cuestionario del Cardenal Lorenzana:
"Esta capilla se fundó con motivo de haberse aumentado
el vecindario por los años de mil quinientos cuarenta, habiendo
determinado los vecinos hacer a su costa y a la de partícipes en
diezmos una iglesia poco distante de la antigua para que sirvie-
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se de ayuda de parroquia, como lo es al presente, la que, en efecto, principiaron con una arquitectura gótica; pero faltando los
medios para seguirla, estuvo suspensa la obra por espacio de
cuarenta años, hasta que el conde don Diego, bajo ciertas condiciones, ofreció concluir la capilla mayor, adornarla y poner con
dotación competente capellanes que la sirviesen, siendo de cuenta de los vecinos acabar el cuerpo de la iglesia y la torre.
En efecto, el conde trajo los mejores maestros que habían
trabajado en el Escorial y en el año mil seiscientos veinte y seis
concluyeron uno de los mejores edificios que hay en el Reino. Es
de una nave y el presbiterio, magnífico en todas sus partes, porque el retablo es un precioso conjunto de arquitectura, pintura y
escultura.
Se compone de tres altos o consignaciones. El primero es
de tres intercolumnios de orden dórico; en el del medio está el
tabernáculo en figura octogonal; en cada lado se presenta una
fachada de orden corintio con frontispicio en punta; remata con
una cúpula con linterna rodeada de una balaustrada en medio
de las fachadas y sobre otros remates están las figuras del apostolado de mármol blanco. En el de la derecha hay una pintura
pasmosa del nacimiento, hecha por Alexandro Branchini, célebre
pintor de Florencia, donde vivía por los años de mil quinientos
setenta; y en el de la izquierda, una copia de la Anunciata del
mismo pintor, que hizo por la devoción particular que tenían los
condes a esta imagen.
El segundo alto es de tres intercolumnios de orden jónico;
en el del medio hay una pintura de María Santísima con el título de la Piedad, que es la advocación de la capilla; tiene a
Jesucristo en los brazos, después de haberle bajado de la cruz; en
el de la izquierda, otro de la Resurrección y aparición del Señor
a la Santísima Madre; y en el de la derecha otro de la Ascensión,
hechos todos tres por Leandro Brasis, que murió loco en
Florencia arrojándose por una ventana, después de haberse
hecho admirar por el primor de su pincel.
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21
El tercer cuerpo es de un intercolunio con frontispicio en
punta del orden corintio que se levanta solo en medio del retablo,
guarnecido a los dos lados de dos faldones que van a parara dos
acroteras, sobre las cuales hay dos estatuas de San Pedro y San
Pablo perfectamente acabadas, y en medio, un principesco crucifijo de escultura con María Santísima y San Juan al pie de la
cruz.
En el crucero hay dos altares colaterales, cuyos retablos
representan una fachada con frontispicios cerrados en punta,
todos de orden toscano. En la puerta del de la derecha, que se
abre en dos hojas, hay dos pinturas por el exterior, una de Santo
Tomás de Aquino y la otra de Santo Domingo y la de San Pedro
mártir. En el tímpano del frontispicio hay otra pintura del
Espíritu Santo, y abiertas las puertas, se descubren andanas
donde hay muchos bustos de cabezas y brazos en que se guardan
las reliquias de los santos que representan. Entre todas las de
este altar, la más insigne es una espina de la corona de Nuestro
Señor Jesucristo, que dio el Papa al Conde don Diego para cabeza de su mayorazgo, pero pidió otro breve para dejarla en su
capilla. En la principal andana hay también un crucifijo de marfil, que era del oratorio de San Pió Quinto.
En todo es lo mismo el colateral de la izquierda, excepto
en que las pinturas don de San Diego de Alcalá, de San Antonio,
de San Francisco, de San Buenaventura y Nuestra Señora de
Guadalupe y las reliquias son todas de santas. Más abajo de este
retablo y en la parte lateral está el mausoleo del Arzobispo de
Zaragoza, hermano del conde don Diego. Representa una facha
de orden dórico con frontispicio roto para recibir un escudo de
armas, que es el pendón genealógico; en medio de la fachada
está la estatua del arzobispo de mármol blanco, de estatura a lo
natural, y como las otras, todo el mausoleo es de mármoles de
diversos colores, principalmente en las metopas, triglifos y capiteles, pero domina el negro, que es de San Pablo. Debajo hay una
inscripción colocada en el año 1592.
En la parte colateral opuesta está la tribuna, que tenía
comunicación con el palacio, del cual sólo han quedado los
cimientos. Encima de la tribuna hay un escudo de armas dividi-
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do en pal; a la diestra están las de don Diego de Cabrera, y a la
siniestra las de doña Inés Pacheco, su mujer; sobre la corona tienen un águila naciente y cruz de Santiago detrás del escudo, y
por trofeos, a los lados, unas áncoras, que son las excusabarajas
que dieron los Reyes Católicos a don Andrés de Cabrera, aludiendo a que excusó barajas y turbaciones en el reino.
Debajo de la tribuna está la sacristía, que es una pieza
capaz y hermosa, desde donde se sube a la sala capitular y otras
del uso de la capilla. En los luneros que forman los cuatro arcos
que sostienen la media naranja están las armas de los
Serenísimos Señores Infantes de España.
En el ámbito de la misma iglesia hay cuatro capillas y en
la una un cuadro el retablo de un intercolunio de orden jónico
que representa la cena y es excelente; en otra que es del patronato del señor Laguna, hay otro cuadro de Santa Teresa, pintura
de Julio César Procacini, natural de Bolonia, cuyas obras son
primorosas y muy raras en España, esta pintura está en el retablo y a un lado de la misma capilla hay otro cuadro grande de
San Isidro Labrador, de la propia mano; y en otra capilla se va
a poner el cuadro grande de la Asunción y Coronación de
Nuestra Señora, que antes sirvió en el retablo mayor de la iglesia antigua, pintura de Claudio Coello."
Este cuadro de la Asunción o Coronación de la Virgen, es
el que desapareció en el año 1808, cuando los franceses incendiaron las dos iglesias. Según las crónicas de estos días, los franceses,
antes de incendiar las iglesias saquearon todo lo que de valor
había en ellas. Por lo tanto, sería lógico pensar que el cuadro de
Claudio Coello, sería una de las obras de arte que engrosarían su
botín.
Hace unos años, intentando conocer cómo podría ser este
cuadro, busqué en Internet los cuadros de Claudio Coello, con el
tema de la Virgen, y encontré dos muestras. Era normal que los
artistas hicieran varios cuadros parecidos, sobre todo cuando se
trataba de encargos similares. Había una Virgen en la Catedral de
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23
Sevilla, y otra en el "Museo de Goya" de la Ciudad francesa de
Castres. Este cuadro -La Inmaculada Concepción, Año 1676. Óleo
sobre tela de 2,10 x 1,45 m.- formó parte de la exposición que en
el año 2002 hizo la Fundación BBV dedicada a este Museo.
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24
Alrededor de la Virgen hay varios ángeles portando las alegorías de los atributos que dan a la Virgen las letanías del rosario.
Los ángeles que portan la corona de "reina" están sobre la cabeza
de la Virgen, por lo que este cuadro se podría interpretar, también
como "coronación de la Virgen".
En el catálogo de esta exposición se daban sólo datos
imprecisos sobre el origen de este cuadro y cómo llegó hasta el
museo.
Cabe la remota posibilidad que éste fuese el cuadro que
hasta finales del año 1808 presidiese el retablo de la Iglesia de
Santa María de Gracia de Chinchón. Posiblemente nunca lo sabremos. Lo que sí podríamos asegurar es que, al menos, sería muy
parecido al que ahora se puede admirar en ese pueblecito francés.
Aunque el párroco no lo menciona expresamente, posiblemente en esta restauración fue cuando se rebajaron los arcos de
las capillas laterales. El arquitecto Ventura Rodríguez, además de
darle al templo un aspecto al estilo neoclásico de la época, no
quiere asumir riesgos por la posibilidad de hundimiento y decide
recubrir con yeso todas las columnas de piedra
y se rebajan
considerablemente los arcos de las capillas laterales, para reforzar
la seguridad de los muros, de forma que diesen una mayor consistencia a la edificación. Posiblemente estas obras de consolidación
del edificio salvaron a la iglesia de su ruina total cuando llegaron
los franceses.
Porque, desgraciadamente, el esplendor que debía tener la
iglesia, según esta descripción, dura bien poco. El día 29 de
diciembre de 1808, las tropas francesas arrasan Chinchón, como
represalia por la muerte de unos soldados en la plaza del pueblo.
La Iglesia de Nuestra Señora de Gracia, el castillo y el palacio de
los condes, diversas casas del pueblo, y también, la Iglesia de la
Piedad, son incendiados y saqueados. Se pierden obras de arte de
incalculable valor, como el cuadro de la Asunción de Claudio
Coello, que no tenemos noticias si aún presidía el retablo de la
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25
vieja iglesia, o había sido ya trasladado a la iglesia de la Piedad.
Los archivos de la iglesia son pasto de las llamas y entre las cenizas quedan enterrados los vestigios históricos de nuestro pasado.
Las tumbas de los condes que descansaban en la cripta son profanadas y destruidas las lápidas que las cubrían.
Según el libro-registro parroquial de defunciones que se
inicia con las partidas de los que murieron ese día, fueron 56 los
chinchonenses asesinados por los soldados franceses, pero, años
después, hecho el recuento total de los fallecidos se llegaron a
contabilizar un total de 103 muertos, todos ellos varones. Era cura
párroco de Chinchón don José Robles, y capellán de los condes,
don Camilo de Goya y Lucientes. El notario de Chinchón, don
Gabriel González Rey levantó acta notarial de los sucesos acaecidos en aquellos luctuosos días.
Tenemos tres recuerdos gráficos de estos hechos:
El primero, un aguafuerte de Goya de la serie "Los desastres de la guerra" que tiene el número 37 y que tituló "Esto es
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26
peor", y que en una prueba retocada por Goya, antes de la tirada
definitiva, lleva detrás, de su puño y letra, la inscripción: "El de
Chinchón", dando a entender que Goya conoció directamente el
horrible episodio o que se lo contase su hermano Camilo. El desdichado protagonista, bien pudo ser Agustín Moreno, que apareció muerto en un árbol en la calle de la Reina de Aranjuez, el último día de ese año.
El segundo, una cruz de piedra, incrustada en la pared de
la cuesta que sube a la Iglesia, en la que se puede leer:
AQUÍ MURIÓ ANDRÉS BARRANCO, DÍA 29 DE DICIEMBRE
DE 1808. RUEGUEN A DIOS POR ÉL.
El tercero es un pequeño mojón de camino, colocado en el
lindazo del viejo camino de Ocaña, que hoy se llama camino del
Llano, que enlaza con la calle a la que le han puesto el nombre de
"La Cruz del Portugués"
Este nombre es precisamente en recuerdo de esta piedra,
en la que aún se puede leer:
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27
AQUÍ ARCABUCEARON
A (Ilegible)
SOLDADO PORTUGUÉS.
ESTO LO HIZO ANTONIO CASTILLO
AÑO DE 1812.
Esta fecha, ha llevado a error a muchos, pensando que los
hechos que estamos relatando sucedieron en ese año y no en el
año 1808. La fecha debe corresponder a la colocación de esta inscripción, sobre la que hay una cruz latina.
Cuenta la tradición familiar de la familia Castillo, que un
antepasado suyo había cobijado en su casa a un soldado portugués con el que entabló una sólida amistad. Allí estuvo escondido
durante los días que duró la ocupación de los franceses. Cuando
pensaban que no había ya peligro, le dieron un caballo y emprendió la huida camino de Toledo, por el camino de Ocaña. Donde
está el monolito fue alcanzado por los soldados franceses y allí
mismo fue arcabuceado.
Unos años después, su amigo Antonio Castillo se encargó
de poner la cruz y la leyenda en su recuerdo.
El estado ruinoso de los principales edificios de Chinchón
y la situación de guerra que se vivía en España, obligo a los responsables municipales, eclesiásticos y al conde de Chinchón, a
tener que tomar dolorosas decisiones. Se acordó no reconstruir la
vieja iglesia de Nuestra Señora de Gracia, de la que sólo se salvó
la torre, a la que en el año 1856 se le sustituyó el capitel de pizarra y plomo que se encontraba totalmente ruinoso, por la cubierta de teja árabe que tiene actualmente. En el año 1860 se acuerda
rellenar los terrenos que ocupaban la iglesia, que quedó totalmente enterrada en la parte suroeste de la Plazuela de Palacio, quedando vestigios de su existencia por los contrafuertes y muros que
se distinguen en las tapias de la cuesta que sube hasta esta plaza.
La restauración de la iglesia de la Piedad no se inició oficialmente hasta el año 1819, siendo realizadas las obras por el
maestro Antonio Jiménez, con un coste de medio millón de reales
y duraron 9 años.
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Sin embargo antes de esa fecha se debieron hacer obras de 28
limpieza y acondicionamiento y sabemos que en el año 1812 se
colocó en el retablo del altar mayor el cuadro que pintó Francisco
de Goya de la Asunción de la Virgen, según consta en una inscripción al dorso del cuadro:
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29
"SE COLOCÓ ESTA PINTURA EL DÍA 19 DE JULIO DE 1812,
JOSÉ ROBLES. LA
HIZO DON FRANCISCO DE GOYA, PINTOR DE CÁMARA DE S.M.D.
FERNANDO VII".
SIENDO CURA DE ESTA IGLESIA EL SEÑOR DON
En el año 1826 se colocó la portada que hay en la fachada
sur de la iglesia, que mira a la plaza. En las piedras del dintel de la
puerta existe una inscripción en la que podemos leer:
SE TRASLADO ESTA PORTADA
EN EL AÑO DE 1826
SIENDO SUS OPERARIOS VITOR
RUIZ MANUEL CODES
Y JUAN DE HEREZA
Aunque no disponemos de justificación documental, siempre se ha dicho que esta portada estaba en la puerta principal de
la iglesia vieja.
Resulta muy curioso que en la inscripción se nombre solamente a los operarios que hicieron el traslado y no figure el nombre de ninguna autoridad ni civil ni religiosa.
Si en el año 1828 se terminaron las obras de reparación,
hasta el día 15 de agosto del año 1840 no se pudo abrir al culto la
iglesia por carecer de altares, ornamentos y lo más preciso para el
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30
culto. Durante todo este tiempo, la parroquia se trasladó a la
ermita de San Antón, de pequeña capacidad, por lo que algunos
actos litúrgicos se oficiaban en la iglesia del convento de los
padres agustinos.
Cuando se restablece el culto en la iglesia restaurada, se
hace ya bajo la advocación de Nuestra Señora de la Asunción,
como se le conoce hasta la fecha.
En el año 1924 se
construyó un nuevo retablo, que es el que ha llegado hasta nuestros días.
Fue costeado por suscripción popular a iniciativa del capellán don
León Montero Frutos.
Pero, de nuevo, la
iglesia vuelve a sufrir
otra grave agresión. El 18
de julio de 1936 se inicia
la
Guerra
Civil.
Chinchón queda en zona
republicana y la iglesia
es incendiada, quemándose altares e imágenes.
La Iglesia se convierte en
garaje y taller mecánico,
aprovechando las escaleras del presbiterio para
hacer el foso de reparaciones. El cuadro de Goya, afortunadamente, es descolgado y se
traslada a Ginebra junto con otras obras de arte, por lo que no
sufre ningún desperfecto grave.
Cuando termina la guerra en el año 1939, antes de ser
colocado el cuadro en su lugar, figuró en la exposición "De
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31
Barnaba de Módena a Francisco de Goya" que tuvo lugar en el
Museo del Prado, para lo cual se hubieron de restaurar pequeños
desperfectos ocasionados en el viaje. Al mismo tiempo, es necesario iniciar una nueva restauración en la iglesia. Aunque el
incendio no había ocasionado desperfectos graves, se hace necesario enlucir los paramentos que estaban totalmente ennegrecidos. Según el gusto de la época, se pinta de blanco las paredes y de
ocre las columnas. Las obras duran hasta el año 1945, bajo la
dirección del cura párroco don Pablo Rodríguez Manzano.
De esta época es la inscripción que se encuentra en el frontal de la escalera que da acceso a la puerta principal de la Iglesia.
En esta lápida están inscritos, cincelados en tres bloques de piedra, los nombre de los caídos en la Guerra Civil Española desde
1936 a 1939. Todos estos nombres corresponden a habitantes de
Chinchón, con excepción del primero, que fue el fundador de la
Falange, y que era costumbre que encabezase todas las listas de
caídos en los distintos monumentos que se erigieron por toda
España.
Aparecen los siguientes nombres, ordenados en tres
columnas, entre las cuales están grabados es yugo y las flechas,
distintivo de la Falange, y que también aparecían en el escudo
nacional desde la época de los Reyes Católicos:
JOSÉ ANTONIO PRIMO DE RIVERA. ESTEBAN RECAS
DE LA PEÑA. ESTEBAN RECAS PELAYO. LUIS LÓPEZ LÓPEZ.
ANTONIO RECAS MARTINES. FERNANDO GONZÁLEZ PALACIOS. JOAQUÍN TORREGROSA PASTOR. ALBERTO ORTIZ DE
ZÁRATE FREIRE. FÉLIX ONTALVA PANADERO. SALES MANQUILLO ALFONSÍN. ANTONIO ONTALVA MANQUILLO.
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ISMAEL ZAZO MINGUELA. RÉGULO ÁLVAREZ TOJEDO.
EUGENIO PINTADO MONTES. MIGUEL PINTADO GARCÍA. 32
BALDOMERO DÍAZ GARCÍA. FRANCISCO DÍAZ ZORITA.
JOAQUÍN DÍAZ ZORITA. ENRIQUE VILLALOBOS MARCITLLACH. JESÚS CAMACHO SANZ DEL NEGRO. FAUSTINO
ORTEGO HORTELANO. JUAN ORTEGO CARABALLO. CÓTIDO
OLIVAR LABAJO.
También en Chinchón, se levantó un monumento, delante
de la fachada oeste de la Iglesia, conocido como "La cruz de los
caídos". Esta clase de monumentos proliferaron en toda España,
cuando terminó la Guerra Civil, y en los mismos se inscribían los
nombres de los fallecidos que habían luchado con los vencedores
de la contienda.
77
33
A este monumento, que se compone de una gran cruz con
un altar de granito gris, y que actualmente se encuentra en un
estado casi ruinoso, debería buscársele una ubicación más acorde
con su significado y la situación política actual.
En España se va a encadenar un largo período de paz, pero
la iglesia va a seguir necesitando sucesivas restauraciones, que
tienen que ser sufragadas por aportaciones de los fieles. Siendo
párroco de Chinchón don Abrahán Quintanilla Rojas, a principios
de los años 50 del siglo pasado, se hizo una suscripción popular en
la que se recaudaron 40.334,12 Pesetas. Como no había dinero
suficiente para acometer las obras se depositó en el Obispado, y
en el año 1959 el párroco don Valentín Navío López, retiró la cantidad de 15.000 pesetas para hacer una reparación urgente y
superficial del tejado.
Pero, de nuevo, los elementos se van a confabular contra
la Iglesia. Unos años después se produce un incendio fortuito, y
por causa de unas goteras en la cubierta, se hunde el tercer piso de
la sacristía, que se dedicaba a palomar. Es cura párroco de
Chinchón, don Moisés Gualda Carmena, quien, desde ese
momento, se marca el objetivo de la restauración de la iglesia y a
ello dedica todo su esfuerzo.
Mientras tanto, en el año 1961, es solicitado el cuadro de la
Asunción para formar parte de una gran exposición antológica de
Goya, en el Casón del Buen Retiro de Madrid. Algunas personas
de Chinchón se opusieron a que el cuadro saliese del pueblo, posiblemente, por temor a que no fuese devuelto y el cuadro no estuvo en la exposición, a pesar de figurar en el catálogo.
En el año 1966 se hace un proyecto de ordenación de la
Plaza Mayor por el Ministerio de la Vivienda, Dirección General
de Arquitectura. Sección de Ciudades de Interés Artístico
Nacional.
Dentro de este mismo proyecto se contempla algunas
reformas en la Iglesia de la Asunción: "la restauración del gran
arco de la fachada que da a la plaza, picando el paramento enfos-
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cado que enmarca el arco de piedra y chapándolo de sillería,
rehundida sobre el parámetro de la fachada 15 centímetros, y
haciendo un gran óculo de piedra moldurada que ordene los elementos de fachada.
Desmontar el cuerpo alto que sirve para colocar las campanas, con objeto de recrecer el contrafuerte de la derecha, hoy
sin rematar, igualándolo al simétrico de la izquierda. Una vez
demolido el cuerpo añadido a la capilla renacentista, se cubrirá
con teja curva sobre faldones de tablero de rasilla".
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Las obras se efectúan durante los años 1967 a 1970, siendo entregada, provisionalmente, la obra en el año 1974, pero sin
recrecer el contrafuerte de la derecha, tal y como se había previsto en el proyecto.
Para las restantes obras de restauración se necesitaron largos años de trabajos, lentos y laboriosos, puesto que la financiación era escasa y difícil de conseguir. Cuestaciones y suscripciones
populares, ayudas del obispado de Madrid-Alcalá y de la
Diputación Provincial de Madrid, lograron que se pudiesen llevar
a cabo una importante restauración.
En el año 1978 se termina la reconstrucción de la sacristía.
Se levanta con un piso menos, pero guardando un perfecto acabado, ya que se utilizan las mismas piedras que habían sido numeradas al hacer la demolición. El coste total de las obras asciende a
3.305.150,88 Pesetas
80
D. Moisés Gualda, el cura
párroco de Chinchón, animado por
el éxito de esta reconstrucción, se
plantea continuar con las reformas. En el interior, se descubren
las columnas de piedra, teniendo
que restaurar partes que estaban
parcialmente destruidas. Se descubren de nuevo los arcos de piedra
de las capillas laterales, dejando
libres los ventanales ojivales que
habían sido medio tapados en la
reforma anterior. Se refuerzan los
arcos interiormente con hierros
para garantizar su firmeza, y se
repasa la cubierta del tejado, quitando goteras y reponiendo tejas.
En el interior se decora el
presbiterio, y donde estaban los
mausoleos de los condes se pintan
dos inscripciones que hacen men-
81
37
ción a las bulas que concedieron los papas Paulo V y Sixto V, para
la creación de capellanías en esta Capilla de la Piedad.
En esta primera inscripción, dice textualmente,
POR BULA DE SU SANTIDAD EL SEÑOR SIXTO V, EL 19 DE
MAYO DE 1586 AÑOS, SE ERIGEN CON AUTORIDAD
APOSTÓLICA, EN ESTA CAPILLA MAYOR, SIETE
CAPELLANÍAS, UNA MAYOR Y SEIS MENORES, Y SE RESERVA AL CONDE DONDIEGO Y SUS SUCESORES, DERECHO DE
PATRONATO Y PRESENTACIÓN DE PERSONAS IDÓNEAS
PARA LAS CAPELLANÍAS, LUEGO QUE HUBIESE
CONSIGNADO EL CONDE UNA RENTA FIJA DE 1750
DUCADOS DE ORO DE CÁMARA.
En la segunda, dice lo siguiente:
82
38
POR BULA DE SU SANTIDAD SEÑOR PAULO V, DE 19 DE
SEPTIEMBRE DE 1607 AÑOS, MANDO QUE EL CONDE
CONSIGNASE LA RENTA DE 800 DUCADOS DE SUS
BIENES, DEMÁS DE LOS MIL DUCADOS DE RENTA QUE
DEJÓ EL ARZOBISPO DE ZARAGOZA DON ANDRÉS DE
CABRERA Y LOS 200 DUCADOS QUE DONA MENCÍA DE LA
CERDA, PARA ERIGIR OTRAS SEIS CAPELLANÍAS, PREVINIENDO HUBIESE UN CAPELLÁN MAYOR Y TRES
DIGNIDADES, LA UNA DE CHANTRE, OTRA DE TESORERO
Y OTRA DE MAESTRE DE ESCUELA Y QUE EN LA CAPILLA
MAYOR ESTABLECIESE ENTIERRO PARA SÍ Y SUS
SUCESORES.
Hay que resaltar que estas bulas papales autorizando la
constitución de distintas capellanías se emitieron cuando la iglesia aún no estaba terminada.
Se decoró también con una reja de forja la entrada a la
cripta y se escribió a su alrededor:
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AQUÍ YACE EL EXCMO. SEÑOR DON DIEGO
FERNÁNDEZ DE CABRERA
Y SU MUJER DOÑA INÉS PACHECO.
En el lado opuesto de esta entrada, debajo del altar mayor,
hay una inscripción, que dice textualmente:
AQUÍ YACE EL SEÑOR DON DIEGO FERNÁNDEZ DE
CABRERA, CONDE DE CHINCHÓN, DE LOS CONSEJOS
SUPREMOS DE SU MAJESTAD Y DE ARAGÓN,
MAYORDOMO TESORERO GENERAL DE TODAS LAS
REALES CÁMARAS DE LA CORONA DE ARAGÓN, SEÑOR DE
LOS SEXMOS DE VALDEMORO Y CASARRUBIOS, ALCAIDE
MAYOR PERPETUO DE LOS ALCÁCERES REALES DE LA
CIUDAD DE SEGOVIA, ALFÉREZ MAYOR PERPETUO Y
TESORERO DE LA CASA DE LA MONEDA DE DICHA CIUDAD
Y DEL CONSEJO SUPREMO DE ITALIA.
MURIÓ AÑO DE 1607 AÑOS.
BEATI MORTUI QUI IN DOMINO MORIUNTUR.
(Bienaventurados los muertos que murieron en el señor)
39
84
Se restaura totalmente la cripta, conservando la única
lápida que había quedado y se pintan dos escudos iguales y las
siguientes inscripciones:
Dicen textualmente:
AGNES PACHECO AB STIRPE "DE VILLENA"
COMITIS UXOR.
(INÉS PACHECO DE LA ESTIRPE DE VILLENA,
ESPOSA DEL CONDE)
85
41
DIDACUS FERNANDEZ DE CABRERA CINCIONIS COMES.
(DIEGO FERNANDEZ DE CABRERA, CONDE DE CHINCHÓN)
Los dos escudos, del que vemos una reproducción, representan dos leones sosteniendo un escudo con las armas de los dos
esposos, acolada la cruz de Santiago y surmontado por corona
condal.
Todas las pinturas de esta reforma fueron realizadas por el
pintor Luis Martínez.
En el año 1993 fue limpiado el cuadro de Goya por el
Instituto de Conservación y Restauración de Bienes Culturales,
recuperando la belleza de su colorido original y dando lugar a
estudios que han permitido conocer en profundidad su técnica
pictórica.
86
En el año 1999 se hizo una importante reparación en la
cubierta de la iglesia, recorriendo todos los tejados, y arreglando
sus aleros para evitar que las palomas pudiesen entrar dentro de
la cubierta, lo que ocasionaba graves problemas en su estructura.
De julio a septiembre de 2001 se lleva a cabo una intervención arqueológica en la iglesia, por las arqueólogas Alicia Torija
López y Victoria Martínez Calvo, dentro del programa para su
rehabilitación integral, que se llevará a cabo con la colaboración
de la Comunidad de Madrid y la Diócesis de Getafe. Esta primera
fase comprendía la realización de estudios arqueológicos, en los
que se estudian la solera o pavimentación original del edificio, la
determinación de la cronología y funcionalidad de diferentes
nichos que habían sido localizados, la relación entre las capillas y
la estructura general del edificio, documentación de la existencia
de revocos por debajo del suelo del siglo XIX, estudio al detalle de
la remodelación de la capilla mayor y la cripta, documentación de
los cambios de altura en el suelo y de la existencia de enterramientos. A este respecto, en este estudio se constata que "se han localizado gran número de ellos con tipologías variadas:
Enterramientos en fosa común; enterramientos revueltos y descontextualizados, que son los más abundantes y aparecen en casi
87
43
la totalidad de los sondeos
practicados; enterramientos
en posición primaria situados
bien en caja de madera, bien
directamente sobre la tierra
sin delimitación alguna, delimitadas con muretes o con
una lechada de cal que los
envuelve. Todos ellos se pueden fechar entre los siglos XVI
y XVIII".
Una vez realizados los estudios se procede a efectuar el
proyecto integral de rehabilitación y comienzan las obras.
Así, el 30 de mayo de 2003,
para evitar los posibles daños
que se podrían ocasionar por
las obras de restauración, se
traslada el cuadro de la
Asunción al Museo del Prado,
donde permanecerá expuesto,
en calidad de depósito, mientras duren estas obras.
Si hiciésemos un inventario
de las obras de arte de Arte de
la Iglesia de Chinchón, todas
ellas quedarían eclipsadas por
el incomparable cuadro de la
Asunción que pintó Goya.
No obstante, hay otros cuadros e imágenes que, con independencia de su valor artístico, forman parte de la tradición religiosa del pueblo, son objeto de la devoción popular y, por lo tanto,
dignas de ser recordadas.
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Iniciamos el recorrido por diversos cuadros que fueron
colocados, en su mayoría, a finales del siglo XX, de muy diversas
procedencias, seleccionados por el cura párroco don Moisés 44
Gualda Carmena.
A los lados del retablo del altar mayor hay dos lienzos. Al
lado del evangelio, San Sebastián, de la escuela madrileña, relacionada con Carreño de Miranda. Al lado opuesto, Santa Isabel de
Portugal, que es una copia del siglo XIX del original de Murillo
que está en el Hospital de la Caridad de Sevilla.
Sobre la puerta, a los pies de la iglesia, hay tres lienzos.
Una Inmaculada Concepción de la escuela madrileña del siglo
XVII; Jesús camino del Calvario, del mismo tiempo y escuela, y
Una visión de San Ignacio de Loyola, de la escuela sevillana del
siglo XVIII.
En la nave central, al lado de la epístola, sobre un arco de
medio punto, un cuadrito de la escuela toledana del siglo XVII con
San Jerónimo penitente. En la capilla de la Virgen del Pilar, sobre
el ático, una pintura del siglo XIX con la Aparición de la Virgen del
Pilar a Santiago. En la parte del crucero, un cuadro de los talleres
toledanos del siglo XVIII dedicado a la Verónica, y junto a él, una
Epifanía de la escuela madrileña del siglo XVIII y una Inmaculada
pintada en Sevilla, en la misma época. Junto al altar del Corazón
de Jesús, hay un lienzo del Nacimiento del Señor de la escuela
madrileña del siglo XVIII, y otro del mismo siglo representado a
San Antonio. En el ático del retablo de la Virgen de Gracia, hay
una pintura de la Virgen con el niño dormido, obra italiana del
siglo XVIII y sobre el retablo un lienzo de grandes dimensiones
con el tema del Juicio Final de la escuela madrileña del siglo
XVIII.
Al lado opuesto, sobre el retablo de la Virgen de la
Candelaria, un interesante lienzo con Santiago apóstol bautizando a la reina Lupa, obra de la escuela flamenca del siglo XVII.
Sobre la entrada de la sacristía, hay varios cuadros: Virgen
del Rosario con Santo Domingo, de la escuela toledana del siglo
XVII, la Visión de la Trinidad por San Pedro, español del siglo
XVIII, San Rafael y Tobías, escuela sevillana del siglo XIX,
Hallazgo del niño Jesús en el templo, de Sevilla y siglo XVIII; y en
el lado menor del crucero un cuadro del Ecce Homo de la escuela
madrileña del siglo XVII.
89
45
En la capilla de ese
mismo lado, presidiendo
un retablo policromado
en verde, con columnas
compuestas y rematado
por un resplandor, un
cuadro
de
Nuestra
Señora del Perpetuo
Socorro.
Sobre la puerta de
entrada del lado oeste,
una pintura de la Virgen
de Guadalupe, de la
escuela mexicana del
siglo XVIII, y sobre la
entrada del baptisterio
hay un pequeño lienzo
con San Juan Bautista,
de la escuela española
del siglo XVIII.
Toda la imaginería es
contemporánea, ya que
las imágenes antiguas fueron destruidas en las distintas agresiones
que sufrió la iglesia.
El retablo principal de la iglesia fue construido, como ya se
ha indicado, en el año 1924. Está organizado por medio de dos cuerpos, dividido en tres calles más el ático. Es de madera dorada en
unas zonas y verde en otras, y se sustenta por pilastras compuestas.
En la restauración de finales del siglo XX se decoró policromando
algunas partes del retablo, obra del pintor Luis Martínez. El primer
cuerpo tiene en su centro el tabernáculo, obra barroca del siglo
XVIII. En cuya portezuela hay un relieve con la Resurrección del
Señor. Este tabernáculo también se colocó en la mencionada restauración; antes ocupaba su lugar la imagen de la Virgen del Pilar. En
los laterales, como única decoración, están cuatro medallones con
las cabezas de los cuatro evangelistas. Debajo, sobre el zócalo, dos
bellos bajo relieves de mármol con escenas de la vida de la Virgen.
90
46
En el segundo cuerpo aparece el lienzo de la Asunción de
la Virgen de Goya, que es la titular del templo. A los lados, sendos
relieves: En la zona de la epístola, Santiago Matamoros, y al lado
contrario, San Roque cuando a los apestados, obras de principios
del siglo XX. Se remata el conjunto con otro medio relieve que
representa un Calvario.
En la primera capilla del lado de la epístola, una escultura
de la Verónica, de los talleres de Olot. Una efigie de Nuestra
Señora de la Soledad, moderna, de vestir. A los lados, Jesús
Nazareno y Cristo atado a la columna, imágenes actuales, y debajo en una vitrina, Jesús Yacente, también actual. También en esta
capilla está la efigie moderna de la Virgen del Pilar.
91
En la siguiente capilla encontramos las efigies modernas de Nuestra
Señora del Carmen, una buena talla
de San José y otra de San Antonio. A
su lado una talla moderna del Padre
Rubio, sacerdote jesuita, recientemente canonizado que también desarrollo su vida pastoral en Chinchón.
En el ático de su retablo una escultura de San Miguel del siglo XVIII.
En el crucero hay un retablo
neobarroco con una talla actual de
buena calidad del Sagrado Corazón
de Jesús, a sus lados, Santa Bárbara y
Santa Lucía de talleres castellanos del
siglo XVIII, y a los pies una escultura
de la escuela de Olot del Inmaculado
Corazón de María.
En la zona del hastial el altar de
Nuestra Señora de Gracia, patrona de
Chinchón. La imagen es obra de vestir, siguiendo los modelos de la
Virgen de Alcuza. En el lado opuesto,
el altar de Nuestra Señora de la
Candelaria, obra de vestir contemporánea.
En la primera capilla del lado
del evangelio hay una imagen actual
de la Virgen de Fátima, y una efigie
de los talleres actuales de Olot de la
Inmaculada Concepción.
En la capilla del baptisterio, una
talla moderna de Santa Rita de Casia,
y una pila bautismal de piedra.
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48
93
49
A la salida, sobre un altar y enmarcado en forma de cruz, está el
Cristo de Gracia, una obra actual, aunque imita modelos del siglo
XVI.
Y para terminar el recorrido por los cuadros e imágenes de
la Iglesia de Chinchón, vamos a terminar con otra verdadera obra
de arte:
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La imagen del Cristo Crucificado. Es una escultura tallada 50
en madera y posteriormente dorada y policromada y representa a
Jesús muerto sobre la cruz, con un cuerpo de correcta anatomía.
La cabeza tiene cabellos largos, barba, bigote, los ojos cerrados y
se inclina sobre el hombro derecho. El pie derecho monta sobre el
izquierdo y ambos están atravesados por un clavo, como cada
mano por separado. La parte de la carne está policromada para
conseguir un mayor realismo. El paño de pureza presenta plegados sencillos y planos, anudándose en la cadera derecha. Está
dorado. La cruz se estrecha por la parte inferior lo que indica que
la obra se concibió como imagen para encabezar procesiones. Está
colocada a la derecha del altar mayor, sobre un soporte de hierro
dorado y de estilo renacentista plateresco de mediados del siglo
XVI, que fue originariamente un hachero.
Esta obra de arte fue adquirida por don Moisés Gualda
Carmena en el año 1990. Procede del Alto Aragón, no pudiéndose
hacer mayor precisión de su origen. Su estilo se corresponde con
el de la escuela escultórica aragonesa de mediados del siglo XVI.
Se trata de una obra renacentista en la que se pueden apreciar
influjos del escultor valenciano Damián Forment, que trabajó
mucho en Aragón. Esta obra puede ser original del escultor belga
Arnao de Bruselas que trabajó a mediados del siglo XVI en
Aragón.
Después de hacer este largo recorrido por la iglesia y por
su historia, guiados por sus escudos e inscripciones, salimos por
la puerta sur, desde donde se puede contemplar una incomparable panorámica del pueblo.
95
3
PARTE
TERCERA
Número TRES
de Chinchón
Manuel Carrasco Moreno
con historia
CHINCHÓN
96
2
M ANUEL C ARRASCO M ORENO
PARTE
T ERCERA
CASTILLO DE LOS CONDES DE CHINCHÓN.
SUS DESCONOCIDOS ORÍGENES.
LA FORTALEZA DE LOS CABRERA-BOBADILLA.
SU ARQUITECTURA.
EL CASTILLO DE CASASOLA.
97
EL CASTILLO DE LOS CONDES
DE CHINCHÓN.
El Castillo de los condes domina el
paisaje de Chinchón. Nos invita a
cruzar todo el pueblo, bajando por
la plaza y subiendo por la calle del
Convento, pasando por los
Alamillos y por lo que, en tiempos,
fue el "pozo de las nieves", hasta
llegar a la gran explanada de la
plaza de armas. Es muy probable
que aquí nunca se celebrasen torneos donde los caballeros luciesen
sus relucientes escudos de armas.
98
4
Posiblemente, los
únicos torneos que
aquí se celebraron
fueron los deportivos,
cuando
a
mediados del siglo
XX esta plaza se
convirtió en campo
de fútbol, antes de
que el castillo fuese
restaurante y fábrica de anís.
Ahora, todos los años, se convierte en macro discoteca en las fiestas patronales y sus atarazanas son el lugar predilecto para el
paseo de los enamorados que pueden contemplar extasiados los
increíbles crepúsculos en los
que el sol, al desaparecer tras
los cerros de "las cabezas",
tiñe de púrpura los atardeceres de Chinchón.
Hemos llegado frente al
puente levadizo. Sobre la
puerta, que aún conserva la
prestancia pétrea de su noble
abolengo, luce el escudo en
piedra de los Cabrera
Bobadilla. Es nuestro objetivo, que también nos va a contar la historia que se esconde
detrás de sus piedras.
99
SUS DESCONOCIDOS ORÍGENES.
Existe escasa información sobre el castillo de Chinchón. Todo lo
publicado sobre el Castillo se va repitiendo por los distintos autores que han tratado el tema, y no he encontrado documentación
sobre el mismo. Por lo tanto, para hacer un estudio sobre el
Castillo de Chinchón nos tenemos que contentar con los datos
recogidos por otros autores, por la observación de sus ruinas y por
las deducciones que se pueden sacar de los hechos que han ido
jalonando la historia de nuestro
pueblo.
Desde el año 712
en que Tarik
entró en Toledo,
hasta el año 1082
en que Alfonso
VI se apodera de
todo el territorio
comprendido
entre Talavera y
M a d r i d ,
Chinchón estuvo
bajo la dominación musulmana.
Hasta que en el
año 1139 se rinde
el Castillo de
Aurelia (Oreja),
100
último baluarte musulmán de la zona, al Emperador Alfonso VII,
el territorio de Chinchón estuvo sufriendo las continuas escaramuzas entre las tropas cristianas y musulmanas, lo que hizo que
estas tierras quedasen prácticamente desiertas.
Desde esa fecha, los pueblos y términos municipales de Chinchón,
Valdelaguna, Villaconejos, Bayona de Tajuña (Titulcia), Seseña,
Ciempozuelos y San Martín de la Vega, quedan incorporados a la
jurisdicción de la Ciudad de Segovia, ciudad que había sido
recientemente repoblada, fuerte por sus armas y albergue de
expertos repobladores y dotada de instituciones como sus
Quiñones y sus caballeros quiñoneros que estaban dedicadas
expresamente a la protección de los nuevos ciudadanos de los
territorios recientemente repoblados.
De la existencia de estos Quiñones y sus caballeros quiñoneros en
Chinchón, tenemos constancia por la existencia de dos calles
dedicadas a su memoria. Podríamos considerar normal que esta
organización dedicada a la protección de la población dispusiese
de alguna fortaleza o guarnición para sus miembros.
Enfrente de la actual cuesta de Quiñones, subiendo por la calle
Carpinteros, existe una zona de la población conocida como el
"Castillejo". Aunque no queda ningún vestigio de la existencia de
una fortificación, podría ser un lugar estratégico para la defensa
de la población, por su privilegiada ubicación dominando toda el
área de la actual plaza mayor.
6
101
7
Otra posibilidad sería que esta hipotética fortaleza estuviera
situada en el lugar que ocupa el actual castillo de Chinchón. Es
una ubicación que domina mucho más territorio y posiblemente
el más adecuado para los fines de la defensa de toda la población.
LA FORTALEZA DE LOS CABRERA-BOBADILLA.
Cuando en el año 1480 los
Reyes Católicos segregan de
la Ciudad de Segovia los territorios de Chinchón y otras
poblaciones para crear el
Señorío de Chinchón en favor
de sus servidores D. Andrés
de Cabrera y Dª Beatriz de
Bobadilla, les autorizan a
construir un castillo de
armas. Mucha debía ser la
confianza de los monarcas en
sus fieles Marqueses de Moya,
para concederles esta prerrogativa, puesto que su política
desde que ocuparon el trono
de los Reinos de Castilla y de
León, fue la de ir debilitando
poco a poco el poder de los
nobles haciendo desmochar
sus fortalezas.
102
8
Cuando los nuevos Señores de Chinchón llegan a su dominios inician la construcción de su palacio, junto a la antigua iglesia de
Santa María de Gracia, y la de su castillo de armas, y posiblemente, eligieron el lugar donde ya existía la antigua fortaleza de los
caballeros Quiñones.
Para poder comprender los verdaderos motivos que llevaron a los
Marqueses de Moya a construir esta fortaleza, tendremos que
detenernos en los acontecimientos que se desarrollaron con motivo de la segregación de los territorios del Señorío de Chinchón, de
la Ciudad de Segovia.
Hay un interesante trabajo titulado "El romance de las Tinajas
quebradas" en el que su autora, Sofía Esquivias López-Polín, hace
un detenido estudio de los hechos acaecidos por esta causa.
El Rey Juan II y su hijo Enrique IV, primero, y posteriormente
Isabel y Fernando, habían firmado promesa de inembargabilidad
y protección para las tierras de Segovia, con lo que se comprometían a no segregar ni repartir estas tierras, para conservar la obediencia del pueblo segoviano. Sin embargo, los Reyes Católicos
deciden segregar de las tierras de Segovia los sexmos de
Valdemoro y Casarrubios, con un total de 1200 vasallos, -encargando contarlos a Francisco González de Sevilla-, para con ellas
crear el Señorío de Chinchón y cederlo a los Marqueses de Moya.
103
9
Sólo se puede entender este repentino e incomprensible cambio
de actitud de los monarcas a favor de sus servidores, y en detrimento de toda una población como Segovia, teniendo en cuenta la
mentalidad de aquella época, a finales del siglo XV, cuando los
reyes tenían un poder absoluto y los súbditos eran, realmente,
vasallos, y sólo los reyes
tenían la competencia
exclusiva para decidir lo
justo o lo injusto.
Como los marqueses de
Moya habían prestado
grandes favores a Isabel y
Fernando, siendo piezas
claves para que alcanzasen el trono de Castilla en
detrimento de doña Juana
la Beltraneja, toman la
decisión de pagarles con
una justa recompensa,
como premio a su comportamiento, sin que esto
supusiese, en su mentalidad, el más mínimo atisbo
de prepotencia o prevaricación. La Reina Isabel
tenía bien claro que esa
tierra era suya, pues se la
había regalado su padre, y
por lo tanto, tenía potestad para decidir libremente de ella.
Pero estas tierras también
eran de Segovia, que tenía
la posesión, es decir, el
derecho a usar y disfrutar
con todos los privilegios y
104
exenciones fiscales obtenidos en el curso de su historia; poseían la
tierra a título de dueño con la seguridad que una promesa sagrada, dada por los Reyes y confirmada ante los Santos Evangelios,
proporciona a sus detentadores el absoluto disfrute de sus rentas,
pechos y jurisdicciones.
Pero las tierras, ahora segregadas, eran de sus nuevos dueños, los
señores y Marqueses de Moya, que detentaban la propiedad y la
posesión, es decir, todo, a título de donación, es decir, un regalo
igual que el que en su día hiciera el Rey Juan II a su hijo el
Príncipe Enrique.
En este estado de cosas, la
decisión de los monarcas altera
los ánimos de los segovianos, que
envían una carta en las que les
piden que revoquen la segregación; los Reyes se muestran sorprendidos y enojados, porque la
merced dada a los Marqueses de
Moya fue hecha con mucha deliberación y consejo respetando los
105
11
servicios recibidos, pues era para ellos tan importante el servicio
dispensado por el matrimonio Cabrera que consideraban que era
proporcional a la donación las tierras del Señorío de Chinchón,
segregadas de Segovia. Por otra parte, su primera intención era
que fuera a "tiempo cierto", es decir, a título de empeño o prenda
hasta que se cedieran otros vasallos y otras tierras en otros lugares, como por ejemplo, en la rica y preciosa tierra de Granada.
Sin embargo, las cosas no fueron así. Los segovianos se revelaron
contra sus reyes porque consideran desproporcionado tal remuneración y no se conformaron con la segregación temporal, máxime cuando empezaron a contemplar cómo, dentro de los términos
de Odón y Chinchón, se levantaron dos fortalezas.
No tenía sentido para ellos que los Reyes Isabel y Fernando, que
fueron coronados en "su ciudad de Segovia" con tantos clamores
del pueblo les trataran tan injustamente con la segregación de tierras y vasallos.
Andrés de Cabrera y Beatriz de Bobadilla deciden construir estas
fortalezas porque son conscientes del peligro que corren de ser
atacados por los nobles segovianos, envidiosos de su favor real.
En la organización administrativa del territorio castellano hasta la
llegada de los Reyes Católicos, el
poder, tanto de la Comunidad como de
los municipios, emanaba del pueblo y
era ejercido por concejos cuyos alcaldes y demás funcionarios se elegían
democráticamente en asambleas
libres. Todos los ciudadanos eran iguales ante la Ley comunal, los pobres, los
ricos, los altos y los bajos; y sus asambleas se celebraban a campana tañida
y repicada con asistencia de todos los
vecinos, en los atrios de las iglesias, en
las plazas públicas o en torno a los
olmos centenarios.
106
12
Las comunidades tenían un fuero no escrito basado en los usos y
costumbres populares y en los acuerdos concejiles.
Durante siglos, las Comunidades fueron verdaderas repúblicas
autónomas, con su propio pendón e incluso en algunos casos, con
su propia milicia. Sus funciones económicas, políticas y jurídicas
trascendían el ámbito estrictamente municipal para constituir
una federación comunal que no conocía por encima otra autoridad que la del Rey. Llegaron a tener tanta fuerza que los propios
reyes no veían con buenos ojos su pujanza y poder, y aprovechaban cualquier oportunidad para debilitarlos. Esta fue otra de las
causas que propiciaron la segregación de las tierras del Señorío de
Chinchón.
Tenemos otro testimonio de la repercusión que este hecho tuvo en
la Ciudad de Segovia. Así nos lo cuenta el historiador Garci Ruiz
de Castro: "Como supiesen nuestros segovianos que la reyna doña
Isabel avía dado al mayordomo Cabrera los dos mil vasallos, se
instaron en la casa del ayuntamiento e concertaron hazer tres
tablados; el uno en la Plaza Mayor, el otro a San Martín, el otro a
Santa Olalla. Este tablado, con sus gradas llenas de luto y sacaron
el pendón con las armas de la ciudad, lleno de luto y concurrieron
todos los de la ciudad, ansí cristianos como moros como judíos, y
un Murueña, scrivano del número, se levantó y en alta boz dixo:
sepan todos los de la ciudad y tierra y todas las ciudades, villas y
lugares de Castilla, que a noticia desta ciudad era venido como sus
altezas davan dos mil vasallos al mayordomo Cabrera, contra toda
justicia y contra las promesas reales y juramento de no enajenar
cosa alguna desta ciudad y contra las promesas reales y juramento de no enajenar cosa alguna desta ciudad de la corona real. Que
ellos no consistían en tal enajenamiento, sino que protestavan de
pedir justicia ante Dios ante el Papa y ante el emperador. Y luego
aquellos perros aullavan, davan grandes alaridos.
Derramaron cántaros de ceniza por las gradas y echavanla sobre
sus cabezas. A los niños pequeños les davan de bofetones para que
se les acordase de aquella reclamación. Luego descendieron del
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13
cadalso y llevan el pendón arrastrando por la calle asta el 2º tablado y hazían ahumadas de sarmientos, hazían el mesmo aucto, y en
el tercero otro tanto..."
El concejo mandó suspender la fiesta más importante del año, la
de San Juan de 1480. El concejo prohibió que se celebrara:
"Sepan todos quel concejo justicia e regidores juntos con los
diputados de los linajes e procurador del común ordenaron e
mandaron que ningún caballero ni escudero ni de otro cualquier
estado que sea que no cavalgue a caballo ni a mula mañana día
de Sant Juan en todo el día, ni muden las ropas que entre semana traya ni ninguna dueña, ni vistan ningunas ropas de fiesta
que qualquier ley o estado o condiçion que sean, ni vayan a huertas a pie ni cabalgando / ni manden poner lamparas, ni españadas, ni barran las calles, ni las puertas so pena de cada 600 mrs.
para las costas de la presente nesçesidat en que la dicha çibdat
sobre la defensa de sus términos lo qual mandaron a pregonar
en los lugares acostumbrados..."
La creación del Señorío de Chinchón no solo incomodó a la
Ciudad de Segovia, sino que también los Concejos que formaban
parte del nuevo Señorío vieron disminuidas sus atribuciones,
pues no solamente sus representantes eran designados por los
nuevos señores, sino que también las tierras dejaban de ser de
titularidad comunal para pasar a la propiedad de los Cabrera
Bobadilla, que con estas tierras llegaron a ser unos de los primeros terratenientes de Castilla.
108
Segovia se dispuso a enfrentarse judicialmente a la decisión de los Reyes: a campana tañida se reunieron los
integrantes del Concejo y
demás personalidades de
Segovia. Reclamaron a los
Reyes lo revocasen y si no
protestarían una, dos, tres y
cuantas veces pudieran y
debieran en defensa de su
Ciudad y Tierra.
Los segovianos recordaron a los Reyes todos los actos de vasallaje y
obligaciones mutuas: el alzamiento por la ciudad al trono de Castilla y
León; juramento de la Reina; el recibimiento al Rey Fernando y juramentos; el juramento al Príncipe Juan; la carta de Enrique IV sobre la
promesa de no enajenar jamás ni mermar sus territorios; y copias de
privilegios que la Reina Isabel juró guardar a Segovia.
Como contestación, la respuesta real les conmina a los segovianos que se aquieten en sus pretensiones y no entorpezcan la labor en
marcha.
El Concejo, reunido de nuevo a campana tañida, contestó que
no estaban obligados a guardar ni a cumplir el mandato porque aquello que se les pedía era en perjuicio de Segovia y no era un servicio a la
Corona, máxime siendo como era para hacer donación a los Marqueses
de Moya; suplicaban a los Reyes humildemente -e invocaban a Dios y
a la Justicia- una, dos y tres veces
que revocasen esa orden que
habría de manchar las reales conciencias y quebrantar tantas leyes.
Y si así se hiciera, jamás consentiría la ciudad de Segovia el despojo
buscando amparo y defensa y apelando ante quienes pudiesen, y
argumentaban así su decisión:
"Cuando los reyes y señores naturales toman a alguno lo suyo sin
justa causa de la Corona real, el
mejor remedio que el agraviado
109
tiene después de la reclamación y
contradicción, es quejarse a Dios
y al mundo públicamente del
agravio que recibe y protestar y
procurar todos los remedios que
hubiere para la defensa de sus
derechos.
Por ende, nosotros, el concejo,
justicia, regidores, caballeros,
escuderos, oficiales y hombres
buenos de la muy noble y muy
leal ciudad de Segovia, al tener noticia de que los reyes nos han
tomado todo el sexmo de Valdemoro y gran parte del de
Casarrubios, para darlo y hacer merced al mayordomo Andrés
Cabrera y a doña Beatriz de Bobadilla, su mujer, en su muy gran
servicio y con gran daño nuestro y de la Corona real, contra las
leyes de los reinos y contra las promesas y juramentos que nos
tenían hechos en contrario, sin contar con nosotros, sin justa
razón ni causa, y contra nuestra
voluntad, de lo cual muchas veces
hemos reclamado y suplicado. Por
ende no nos apartamos de nuestras
reclamaciones sino que nos ratificamos en ellas, nos quejamos a Dios y
a los Reyes nuestros Señores y protestamos no consentirlo en tiempo
alguno, sino buscar remedio contra
ello y para ello alcanzaremos tiempo y lugar oportunos y pues el presente no podemos hacer más y por
mayor muestra, señal y memoria de
nuestra queja, agravio y protestación que públicamente hacemos, nos
cubrimos de luto y otrosí cubrimos
el pendón de la ciudad y quebramos
esta tinaja y hacemos esta ahumada, todo lo cual pedimos por escrito
a Pedro García de la Torre, escriba-
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16
no público de la ciudad y a los demás escribanos rogamos sean testigos…"
También remitieron una carta a los Cabrera-Bobadilla pidiéndoles que
no aceptasen ni recibieran tales donaciones por el tremendo daño que
se causaría a la ciudad de Segovia. Otras cartas con destino a Toledo y
Madrid fueron remitidas en busca de apoyos solidarios a la causa de la
defensa de Segovia. El Concejo juró solemnemente defender los derechos de Segovia haciendo cuanto estuviese en su mano para evitar la
desmembración.
Como era de suponer, los Marqueses de Moya aceptaron esta concesión de los Reyes Católicos y apoderaron al Comendador de
Membrilla, Martín de Alarcón, para que tomase posesión y recibiera
en su nombre todos los nuevos territorios.
La segregación y desmembramiento comenzó en el lugar de
Valdelaguna el 16 de junio, personándose el escribano Francisco
González de Sevilla quien ordenó que se reuniera el Concejo para dar
lectura a la provisión real. Los alcaldes juraron que contarían los vasallos del lugar, excepto viudas, clérigos e hijodalgos. Fueron recorriendo las calles del poblado como prueba de posesión y recontando a los
vecinos "eximidos" de la jurisdicción de Segovia, alcanzando la suma
de 66 vasallos para pasar a la jurisdicción de los Reyes y de la Corona,
desposeyendo a los alcaldes y cargos de justicia de sus mandos y nombrando en su lugar a los nuevos alcaldes a los que recibió juramento.
Los nuevos cargos erigieron una "horca" como señal del nuevo señorío,
publicándose después en los atrios de la iglesia el pregón por el que
hacía saber a todos los vecinos que
desde aquel instante dejaban de
pertenecer a la Comunidad de
Ciudad y Tierra de Segovia.
De la misma manera procedió en
los demás lugares de Chinchón,
Villaconejos, Bayona, San Antón,
Eza, Villaverde, el Casar, San
Martín de la Vega, Ciempozuelos y
Seseña del sexmo de Valdemoro del
que contaron 756. Continuó por la
Moraleja de Enmedio, Moraleja la
111
17
Mayor, Serranillo, la Cabeza, Zarzuela, Tiracentenos, Sacedón,
Cienvallejos, Odón, la Veguilla Sagrilla, Brunete y Quijorna del sexmo
de Casarrubios de donde contaron 444. Algunos Concejos manifestaron su desacuerdo deseando continuar bajo la jurisdicción de Segovia,
aunque de nada sirvieron sus protestas.
Los segovianos tampoco se conforman con la decisión y al ver que no
es posible el retorno de tantas tierras y vasallos deciden protestar ante
Dios y ante el mismísimo Papa si fuera preciso. Llegado a los oídos reales, éstos toman la grave determinación de revocar la promesa de
inembargabilidad y confirmar la donación a título de perpetuidad por
siempre jamás, sin posibilidad de retornar nada, ni tierras, ni vasallos,
ni situación anterior…
Pero Segovia no se rindió fácilmente. A partir de entonces se suceden
las demandas ante la Chancillería de Valladolid, especie de Tribunal
Supremo y Constitucional a la vez, por medio de su regidor Francisco
de Porras. Pero los Reyes interrumpieron todas las tramitaciones en su
ánimo de favorecer por encima de todo a los Marqueses de Moya.
Este litigio entre los nobles segovianos y los Señores de Chinchón, se
dilataría en el tiempo hasta el reinado de Felipe II, pero todos estos
acontecimientos iban a tener importancia decisiva en la destrucción
del castillo.
112
Pasaron cuarenta años. Los
nobles castellanos habían acatado al joven monarca Carlos I
que había llegado para ser
coronado como rey de Castilla,
con la condición de que permaneciese en España. El Rey marcha de nuevo a Alemania y en
Castilla se produce el levantamiento de las Comunidades.
Padilla, Bravo y Maldonado
cercan el Alcázar de Segovia
que era el principal valuarte
real, a cuyo frente se encontraba el hijo mayor de don Andrés
de Cabrera y doña Beatriz de
Bobadilla. Al verse cercado
pide ayuda a su hermano
Fernando, señor de Chinchón,
quien no duda en acudir con
todas sus fuerzas aún a costa
de abandonar su fortaleza.
Los comuneros aprovechan la
oportunidad para vengar la
afrenta que habían recibido
años antes y destruyen, como
represalia, las fortalezas de
Odón y de Chinchón, cuya
plaza fue entregada con toda
su artillería el día 21 de enero
de 1521.
Llama poderosamente la atención el ensañamiento de los
asaltantes que arrasan los dos
castillos a pesar de no encontrar
resistencia de los sitiados.
Parecería más lógico que se
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19
hubiesen limitado a apoderarse de las fortalezas y de todo lo que
allí había, pero no hay justificación para esta destrucción como no
sea su deseo de venganza contra los Señores de Chinchón, a quienes consideraban usurpadores de sus propiedades.
No faltó quienes acusasen a don Fernando de Cabrera y Bobadilla
de cobardía por haber abandonado a sus súbditos. No lo entendió
así el Monarca quien, después de vencidos los comuneros en la
batalla de Villamar, en reconocimiento de sus méritos le concede
el título de Conde de Chinchón.
Como el Conde don
Fernando murió poco después de terminar la guerra,
su viuda doña Teresa de la
Cueva en nombre de su
hijo, don Pedro Fernández
de Cabrera y Bobadilla, inició pleito tras pleito para el
cobro de las elevadas
indemnizaciones.
114
Después de muchas alternativas, el Consejo Real dictó Sentencia
de vista favorable a la Concordia la cual fue ratificada por el rey
Felipe II en Illescas el 29 de mayo de 1593 y en San Lorenzo el 14
de julio de 1593. Habían tenido que pasar 113 años para dirimir el
pleito de los Señores de Chinchón con la Ciudad de Segovia.
No queda ninguna representación gráfica de este Castillo, si bien
podríamos deducir que era de unas dimensiones más reducidas
que el actual.
Tuvieron que pasar cerca de 70 años para que el tercer Conde de
Chinchón, Diego Fernández de Cabrera y Bobadilla, decidiera
comenzar la reconstrucción de los castillos de Odón y de
Chinchón. En su persona se reunieron los factores determinantes
para poder llevar a cabo dichas reedificaciones: fue "el hombre
más rico de Castilla y era un experto en arquitectura".
La autoría y cronología exacta de las distintas fases de las obras
son desconocidas. Su realización se puede datar entre los años
1590 y 1598, y el Conde Diego dice en su testamento que llevaba
gastados cincuenta mil ducados sin haber salido de los cimientos.
115
21
Si pensamos que este castillo se
reconstruye cuando España era
la primera potencia mundial y
"en cuyo imperio no se ponía el
sol", no parece lógica la decisión
de hacer una fortaleza defensiva
puesto que no era previsible ningún ataque enemigo.
Aparentemente, la decisión de
hacer esta fortaleza estaría motivada por un afán de notoriedad
del conde, muy entendido en
construcciones, ya que fue el
secretario de Felipe II para
encargarse de la construcción
del Monasterio del Escorial.
Además fue grande la relación
que mantuvieron, como lo muestra la correspondencia secreta de
Felipe II con el conde de
Chinchón. Son un total de 26
cartas manuscritas, redactadas
desde 1567 a 1594, donde el rey
expresa con total libertad sus
opiniones sobre temas como las
Cortes de Monzón y Tarazona, la
revuelta de Aragón, nombramientos políticos y religiosos y el itinerario de un viaje por
Cataluña. Estas cartas permiten conocer la influencia que ejerció
el conde de Chinchón en los sucesos de Aragón y en los cambios
de algunos de sus fueros.
Pero encontramos otra teoría para justificar la reconstrucción de
los castillos. El conde era una persona religiosa y piadosa, como lo
muestra sus aportaciones para la construcción de la Iglesia de
116
22
Chinchón, pero también tenía un carácter ambicioso e intrigante, y
durante su vida se granjeó enemistades y envidias de otros nobles con
los que litigó para la consecución de sus propiedades; como, por ejemplo, sus pretensiones sobre el condado de Ribagorza. Quizás ante el
temor de las represalias, el Conde de Chinchón se viera ante la necesidad de reconstruir sus antiguas fortalezas y dotarlas de artillería para
hacer frente a un hipotético asalto.
Por lo tanto, aunque la función del conjunto era defensiva, era, también residencial para los condes, al menos temporal, y tenía un claro
significado simbólico del status señorial de su propietario.
Pasa algo más de un siglo de calma y tranquilidad para Chinchón,
mientras se va desintegrando el imperio español de los Austrias, y llega
la guerra de sucesión en la que se enfrentan por el trono de España el
Archiduque Carlos y Felipe de Anjou, que después sería proclamado
rey con el nombre de Felipe V, primer representante de la dinastía
Borbón en España.
Son épocas de luchas, acuerdos y pactos entre las distintas monarquías
que gobernaban Europa. En el año 1704 toman los ingleses Gibraltar y
los españoles ponen sitio a la plaza, consumiendo en ello, sin éxito
alguno, ejército, caudales, artillería y municiones. Se llegó a tal situación de carencia que fue necesario requisar todas las armas que hubiese disponibles, para poder continuar la guerra.
Por este motivo, el Marqués de Canales, envía a Chinchón a don Artur
de Castañeda para que haga un inventario de armas y municiones que
había en el castillo del Conde, y, hechos estos trámites, "el 28 de
diciembre de 1705, Monsieur de la Mota, residente en la presente en
esta villa y en virtud de orden de S.M. por carta del Marqués de
Canales, Capitán General de la Artillería de España, fecha 25 de los
corrientes y la carta del señor Lucas Pastor, secretario de S.M. y gobernador de este Estado, también de dicha fecha, confesó haber recibido
del señor don Diego de Zurita y Mendoza, teniente de corregidor de
esta villa, por mano de don Juan Antonio de Cabrera, castellano del
Castillo : 307 balas de a diez y ocho libras, 562 balas de a ocho libras y
media, 96 balas de a cuatro libras, 1357 balas pequeñas de a libra y
media, que todas son 2312 balas. Una pieza de artillería de 2948; otra
pieza de artillería de 2944 libras, otra de 2026 libras, y otra de 2044.
Todas grabadas con las armas de los Condes de Chinchón, de bronce y
117
cuatro rollos de cuerdas para afianzarlas en las galeras. Siendo
testigos de esta entrega don Jacinto de Laiseca Alvarado, don
Ventura Díez de la Fuente y Manuel Sanz del Negro. Ante mí,
Gabriel Sanz del Negro".
El pueblo de Chinchón se alinea decididamente con Felipe V y sus
autoridades no dudan en desobedecer las órdenes del corregidor
don Antonio González de la Cava, negándose a facilitarle el trigo
que exigía para los aliados. El 11 de Agosto de 1706, las tropas del
ejercito de Archiduque de Austria, mandadas por el Marqués de
las Minas ocupan el término municipal de Chinchón, que al considerarlo territorio enemigo, no dudan en someterlo a un devastador saqueo.
Durante veintisiete días se adueñan de ganados y provisiones,
arrasan los campos, saquean el pueblo, arrancando puertas ventanas y techos de las casas, sufriendo todos los edificios, incluido el
castillo, que estaba desguarnecido de artillería, graves desperfectos. Fueron tan grandes los daños causados que los habitantes de
Chinchón solicitaron la condonación de la contribución, para lo
cual se estimaron todos los daños "en más de tres mil fanegas de
aceituna que cada una suele rendir media arroba de aceite, en
seis mil cargas de uva blanca y cuatro mil de tinta y hay veintiséis casas muy maltratadas sin puerta, ventanas ni techo" .
Posteriormente sufrió un incendio en la parte noroeste a consecuencia del almacenamiento de cáñamo.
118
Un siglo después, en 1808, durante los tres días de asedio a
Chinchón, sufrió el expolio y el incendio de la Brigada Polaca, al
mando del mariscal galo Víctor.
A partir de entonces, parte de sus materiales se aprovecharon en
la reparación de caminos, cercas y casas. Su último uso en el pasado siglo, fue como fabrica de licores, sufriendo un nuevo incendio.
En la actualidad no tiene ninguna utilización permanente. Tan
solo, en ocasiones, su patio central es utilizado para actividades
culturales, como conciertos y representaciones teatrales y algunas
fiestas privadas.
SU ARQUITECTURA.
Desde un punto de vista arquitectónico, se podría describir: El
castillo, alzado sobre un talud, está construido por dos cuerpos
cuadrangulares unidos, con esquinas rematadas en fuertes torreones cilíndricos. El cuerpo más pequeño, de cara al valle, se hizo
como refuerzo y torre del homenaje. El mayor de estos dos bloques (58x55 metros), es el cuerpo principal al que se articulan las
119
25
otras estructuras. Entre las cuatro paredes exteriores y el amplio patio
central se distribuyen dos galerías arquitrabadas con habitaciones.
Estas galerías tienen una anchura de 12,5 metros.
En el interior hay un amplio patio central y debajo de él hay bóvedas
con aljibes. En altura presenta hoy un único cuerpo o piso, rematado
por una moldura semicilíndrica, y en la torre del homenaje hay restos
de otro piso más. La parte baja de los muros exteriores tiene forma de
talud. Los muros exteriores están realizados en mampostería, caliza
concentrada y rellenos por argamasa y piedras, con marcos de vanos y
cornisa de sillería. En su parte alta, está rodeado de una cornisa de
piedra labrada que simula un cordón. Tiene dos poternas.
Es de reseñar que los aljibes a los que se ha hecho referencia, están
construidos por grandes piedras, que no eran elementos comunes en
las construcciones de estas épocas. La existencia de los mismos, sugieren la posibilidad de que estas sucesivas construcciones de las distintas fortalezas pudiesen haber utilizado como cimientos una construcción anterior, posiblemente de origen romano que existiese en el
mismo lugar y que por las características de las mimas podrían ser de
una "domus aquae" o casa del agua.
La tipología del castillo es la propia de las fortalezas de la Edad Media,
adaptada al uso de la artillería. Por ello tiene un zócalo ataludado para
prevenir la colocación de minas por los zapadores, escasa altura para
ofrecer menos blanco a los proyectiles y troneras para las bocas de los
cañones.
El grupo principal de estancias estaba en la zona noroeste, donde tenía
hermosas habitaciones. En esta área se encontraba también la cocina
por la presencia de una gran chimenea. En esta esquina se emplazaba
la que podía ser, a modo de torre del Homenaje, que se dividía en tres
120
26
cuerpos y remataba en cuatro
capiteles de pizarra. El resto
tenía dos cuerpos con abundantes y largas habitaciones.
El estilo artístico en el que se
puede encuadrar el castillo se
manifiesta principalmente en
la portada, que es manierista,
de traza severa y desornamentada, similar a las que se
pueden encontrar en los grabados de los tratados arquitectónicos del siglo XVI. Su
estilo es acorde con la cronología de su construcción que
se data en tiempos del III
Conde de Chinchón.
La construcción está rodeada de un foso artificial, salvado sobre la
portada de acceso, situada en el costado meridional, por un puente mixto en un sólo arco de medio punto de sillería y levadizo de
madera, que encaja en el marco saliente de la portada, rematada
en arco plano. La puerta está rehundida y abre bajo un arco de
medio punto. Toda la portada es de sillería almohadillada y queda
coronada con el escudo condal. Hacia el sur, hay una gran explanada, construida sobre una sala abovedada de cañón, que servía
como cuadra del castillo.
Las características de la desaparecida segunda planta son muy
difíciles de precisar. Sólo se conservan restos, por encima de la
moldura semicircular. Estos restos se reducen a muros exteriores,
por lo que no se puede determinar si se corresponden con un nivel
superior de habitaciones o no. Es posible que sólo hubiese cámaras sobre las torres, a modo de grandes garitas, unidas por un
muro de protección. La superficie de la plataforma es muy amplia
y sobre ella se podrían haber emplazado las piezas de artillería de
que dispuso el castillo. Tampoco se tiene constancia si esta segun-
121
da planta cubría totalmente la inferior,
o solamente se elevaba la parte que
correspondía a la torre del homenaje.
Esta hipótesis puede coincidir con la
teoría de don Iñigo Álvarez de Toledo
y Mencos, conde de Eril y descendiente de los condes de Chinchón, quien
nos dejó un dibujo de su versión de
cómo pudo ser el castillo de Chinchón
cuando fue construido.
Aunque realmente se elevase esta planta, las proporciones volumétricas del
conjunto conforman un edificio de
mayor desarrollo horizontal que vertical. Esta concepción de fortaleza
corresponde con las nuevas ideas renacentistas sobre arquitectura militar, en
las que se buscaba la menor exposición
superficial ante un ataque de artillería,
aunque se perdiese panorámica visual
y fuese de más fácil acceso en caso de
ser asaltado.
Todas estas características técnicas hacen pensar que, teniendo en
cuenta la estrecha vinculación del conde de Chinchón con la Corte
de Felipe II, interviniesen en esta obra arquitectos asociados a las
obras de la Corona, y especialistas en fortificaciones, conocedores
de las innovaciones introducidas en las construcciones defensivas.
La puerta de acceso da a una cámara abovedada desde la cual se
pasa al patio de armas. Sobre ellas se encuentra el escudo de
armas de los Condes, en un aceptable estado de conservación.
Este escudo de armas corresponde al condado de Chinchón, uno
de los títulos principales de la nobleza de Castilla durante varios
122
28
siglos, concretamente el utilizado por el III conde de Chinchón,
don Diego Fernández de Cabrera y Bobadilla. Esta podría ser su
descripción: Escudo sobre la cruz de Santiago, surmontado por
corona de marqués de oro con piedras y perlas con ocho florones
(Cuatro foliados y los otro en pirámide de tres perlas, visibles uno
y dos medios de la primera especie y dos intercalados de la segunda) y águila isabelina. Está cuartelado: el primer cuartel partido
con castillo almenado y león rampante, segundo cuartel también
partido con águila explayada y castillo; tercer cuartel con cabra
elevada, y cuarto, partido con castillo y águila explayada. En el
centro tiene un escudete de dos calderas y bordura de castillos y
leones. Los cuatro cuarteles hablan del linaje de los CabreraBobadilla. La cabra es de los Cabrera, las águilas y los castillos de
los Bobadilla, a los que unieron los leones y los castillos, armas
reales concedidas por los Reyes Católicos a ambos cónyuges por
igual y con los mismos derechos. Esta merced sólo se la volvieron
a conceder a Colón. Las dos calderas con asas levantadas de escudo eran el distintivo dado a los caballeros en señal de que debían
acaudillar gentes de armas y mantenerlas a su costa en defensa de
la Corona.
.
Después, de haber hecho este recorriedo por la historia del castillo, podemos pasear por las atarazanas de su plaza de armas para
disfrutar de los distintos paisajes que desde allí se pueden admirar, recomendando un paseo a la caída de la tarde de un día a
principios del otoño de Chinchón.
123
29
EL CASTILLO DE CASASOLA.
El castillo de Casasola se encuentra en el término municipal de
Chinchón, sobre un promontorio
rocoso a orillas del río Tajuña.
Para llegar a él hay que tomar la
M-404, desde Titulcia hacia
Chinchón, y pasado el puente
sobre el río Tajuña, tomar una
pista de tierra hacia la izquierda,
justo antes de comenzar a subir
desde el valle.
Es un castillo montano, es decir,
que se levanta al final de una
meseta, dominando desde allí el
terreno que se encuentra a sus
pies. De marcada disposición
defensiva y construido de mampostería irregular, consta de una
planta triangular con dos torreones circulares en los vértices de su fachada.
Existe un documento fechado de
15 de junio de 1449, que dirige el
entonces Príncipe de Asturias y
que después sería Enrique IV, a
la Ciudad de Segovia, en el que
hace mención a las reclamaciones efectuadas por los habitan-
124
tes de Chinchón, contra
Juan Contreras "el Viejo",
por haber acotado el sitio
de Casasola, porque lo
había hecho término
redondo sin guardar las
ordenanzas de la Ciudad
de Segovia, y porque había
levantando una fortaleza.
En este documento se
reconoce
que
Juan
Contreras había comprado
los terrenos limítrofes y los
había cercado para impedir que pastasen los ganados en sus tierras.
Por lo tanto se puede datar
la construcción de este castillo alrededor de este año
de 1449, y parece que la
finalidad era la defensa de
sus propiedades.
Juan Contreras, antiguo caballero quiñonero, era hijo de Juan
González de Contreras, Regidor de la Ciudad de Segovia.
El castillo, desde donde se puede contemplar una espléndida panorámica de toda la Vega del Tajuña, se encuentra bastante deteriorado, a
pesar de los esfuerzos de los actuales propietarios para conservarle.
No obstante, aún se pueden
contemplar los torreones que
parecen una prolongación de las
formaciones rocosas que los
sustentan, y su puente de entrada sobre el que se ha colocado
un escudo de piedra, moderno,
con lo que pueden ser las armas
de los "Contreras", que según un
tratado de heráldica utilizaban
los siguientes escudos:
125
Un escudo que trae en campo de plata, tres palos de azur. Bordura
de gules con ocho aspas de oro.
Más tarde trajeron este otro escudo:
Partido, 1º de plata, tres palos de
azur; y 2º de azur, un muro almenado
de plata, con las almenas hacia abajo.
Bordura general de gules con ocho
aspas de oro.
Otros traen: Cuartelado, 1º de plata,
tres palos de azur; 2º de azur, un león
rampante de oro coronado de lo
mismo; 3º de plata, un león rampante
de púrpura; y 4º de azur, un muro
almenado de plata, con las almenas
hacia abajo, y bordura de gules con
ocho aspas de oro.
Otros: Escudo cuartelado; 1° y 4°,
en campo de azur, una cruz flordelisada de plata; 3° y 4°, en campo de
gules un castillo de oro.
Pero estas viejas piedras, ya tan
desgastadas por el tiempo, también
nos van a contar una historia de
126
32
luchas y venganzas, aunque la misma
pueda quedar algo desdibujada y
teñida de leyenda.
En el año 1464 era vecino de
Chinchón Vasco de Contreras, hijo
del fundador del castillo. Un personaje polémico sobre el que hay controvertidas opiniones.
Diego de Colmenares, cronista de la
Ciudad de Segovia, al que ya hemos
hecho mención, le califica de "ilustre
ciudadano" y fiel súbdito de su rey,
por el que es capaz de luchar y poner
a su disposición todas sus fuerzas.
Por otro lado, Alfonso de Palencia,
no duda en llamarle bandido y acusarle de ladrón.
Estamos en los años en que había
una pugna por conseguir el trono de Castilla. Isabel, apoyada por
importantes personajes de la nobleza, sobre todo por el Arzobispo
de Toledo, Alonso de Carrillo de albornoz, pretende ser nombrada sucesora en detrimento de su sobrina Juana.
Enrique IV, posiblemente en represalia por lo acontecido seis
años antes en la llamada "farsa de Ávila" en junio de 1465, ordena a su fiel vasallo Vasco de Contreras, vecino de Chinchón, que
tome la fortaleza de Perales de Tajuña, al mismo tiempo que ordena a Cristóbal Bermúdez que se haga con la de Canales, ambas
propiedad del prelado toledano.
Ambos cumplen con su
cometido y, a principios del
año 1471, se dirige el
Arzobispo a Perales con 300
127
33
lanzas y 200 peones para sitiar el castillo. Viendo que no dispone
de fuerzas suficiente, pide ayuda don Rodrigo de Mendoza, hijo
del Marques de Santillana, quien acude también desde
Guadalajara con 30 lanzas en auxilio del Arzobispo. Las fuerzas
del Arzobispo y del Marqués representaban un total de más de
1500 hombres y no pudieron doblegar a de Vasco de Contreras,
que se hizo fuerte en la castillo conquistado, lo que demuestra que
éste disponía de un gran potencial bélico, que puso a disposición
de su rey Enrique IV.
Cuando Isabel I ya es reina de Castilla, en el año 1479, sin duda a
petición del Arzobispo de Toledo, ordena a los Diputados de la
Hermandad de los Reinos de Castilla y León que dicten orden de
detención y embargo de los bienes de Vasco de Contreras.
La administración del castillo fue encomendada a Pedrarías
Dávila, conde de Puñoenrostro, cuyo hijo lo compró en el año
1523. En el año 1648 se creó el marquesado de Casasola a favor de
los Dávila.
128
34
El Castillo de Casasola, fue utilizado, a finales del siglo XIX,
como alojamiento secreto de
políticos y militares para conseguir la proclamación de Alfonso
XII.
En la actualidad es propiedad de la Familia Clemente, que
ha hecho una importante repoblación forestal en la zona, manteniendo la edificación para usos
particulares.
129
4
PARTE
CUARTA
Número CUATRO
de Chinchón
Manuel Carrasco Moreno
con historia
CHINCHÓN
130
2
M ANUEL C ARRASCO M ORENO
PARTE
CUARTA
CONVENTO DE SAN AGUSTÍN. PARADOR DE TURISMO.
CONVENTO DE NUESTRA SEÑORA DEL PARAÍSO.
CÁRCEL Y JUZGADO DEL PARTIDO.
PARADOR DE TURISMO.
IGLESIA DE NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO.
CONVENTO DE SANTA CLARA.
FUNDACIÓN DE LOS CONDES DE CHINCHÓN.
EL MONASTERIO DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN.
PERSONAJES ILUSTRES.
131
3
CONVENTO DE SAN AGUSTÍN.
PARADOR DE TURISMO.
Cuando llegamos al Parador de Turismo, en la plazuela del
Rosario, junto a la Puerta de la Villa de la Plaza Mayor, debemos
fijarnos en un pequeño bajorrelieve de piedra, en el dintel de la
puerta principal, que nos indica los orígenes de este edificio.
Representa un corazón sobre el que hay una llama encendida y
traspasado en oblicuo por dos flechas. Es el emblema de los siervos de San Agustín de Hipona.
132
4
CONVENTO DE NUESTRA SEÑORA
PARAÍSO.
DEL
Eran las 3 de la tarde del día 20 de septiembre del año 1626, Fray Manuel
Sánchez, Prior del Monasterio de
Frailes Agustinos Calzados de Nuestra
Señora del Paraíso, había decidido con
toda la comunidad abandonar el antiguo convento que fundaran los primeros Señores de Chinchón, extramuros y
bajo la protección del Castillo, para
trasladarse a una casa propiedad de
García Díaz de Lianagato, en la calle de los Huertos, cerca de la
Puerta de la Villa.
Habían trasladado el Santísimo Sacramento y lo habían colocado
en la habitación principal de la casa, dentro de una arquita, y toda
la congregación comenzó a cantar el servicio de vísperas.
El corregidor Ximenez de Orozco, se presentó en la casa con una
Real Provisión del Rey Felipe IV, quien, a petición del conde don
Luis Jerónimo, prohibía la fundación de un nuevo convento.
El Prior se negó a acatar las órdenes alegando que tenía bulas de
los Sumos Pontífices y licencia del Cardenal.
Después de un poco tiempo de
litigio, el Concejo, en ese
mismo año, entregó a los frailes cien ducados para la construcción de este edificio.
Posiblemente era un presagio
del futuro que le esperaba al
edificio, pero, ya en la antigüedad sirvió también de hospe-
133
5
daje a personas importantes. El Archiduque Carlos cuando estaba
inmerso en la guerra de sucesión pernoctó en el convento, y años
después, en el mes de noviembre de 1738, fue residencia del
Cardenal don Gaspar de Molina y Oviedo, cuando llegó a
Chinchón para tomar posesión del condado en nombre del
Infante don Phelipe de Borbón.
Con fecha 21 de septiembre de 1738 hay un escrito, firmado por
don Miguel Herrero de Espeleta y dirigido al Ayuntamiento de
Chinchón, en el que se indica que "ante la solicitud de los distintos pueblos del condado para celebrar fiestas públicas por la felicidad que van a adquirir en ser vasallos de tan grande y benigno
príncipe, y deseando al mismo tiempo que estas demostraciones
no excedan de los límites de la actual posibilidad, autorizan a
Chinchón a celebrar con este motivo los siguientes actos:
Dos fiestas de toros, sin caballero, en la Plaza, y demás circunstancias al arbitrio de la villa.
Tres noches de fuegos y luminarias, moderando el gasto de los
fuegos. Dos comedias. Una mojiganga".
En otro escrito de la misma fecha se comunica que el príncipe ha
permitido que se entregue al pueblo un retrato de su Real
Persona, para que sea colocado en el lugar que se indicará.
Y el 1 de octubre de 1738 solicita al Ayuntamiento de Chinchón
que nombre una comisión que ha de recibir al Cardenal de Molina
que representará al infante en la toma de posesión del condado.
"Designó el Rey, para que en nombre de su hijo el Infante don
Felipe de Borbón y Farnesio tomara posesión de él, al príncipe de
la Iglesia don Gaspar Molina y Oviedo. Llegada la fecha señalada
salió el Cardenal de Madrid, el lunes 3 de noviembre, con escogido séquito cual correspondía a la alta representación que llevaba.
En la raya de los términos de Bayona y Chinchón, recibió los respetos de una comisión del Estado Noble de este Ayuntamiento, la
que se unió a la comitiva. Haciendo su entrada en la villa a las seis
134
6
y media de la tarde, recibiéndole en las afueras un gran número de
vecinos. Dándole la bienvenida el concejo presidido por el corregidor don José Manuel de Rozas, Cabildo de Capellanes y al frente el mayor don Antonio Álvarez Gato, y estado noble y general,
representado éste por cincuenta agricultores, presididos por sus
respectivos alcaldes, don Bernardino de Calva y Frías y Manuel
López de las Olivas, dirigiéndose acto seguido al convento de
Agustinos donde tenía dispuesto su alojamiento...."
También hay referencia a este mismo suceso en una publicación
en verso, titulada "Ya es nueva corte Chinchón", en la que
"Describense, en compendio, las plausibles fiestas que en muestra
de su amor y regocijo, hizo la Villa de Chinchón, al rendir su obediencia y posesión al Serenísimo Señor Infante don Phelipe de
Borbón, Gran Prior de San Juan, Almirante de la Mar, Conde de
Chinchón y de Odón, Marqués de San Martín, etc. Por medio del
Eminentísimo Señor D. Fray Gaspar de Molina y Oviedo,
Cardenal de la Santa Romana Iglesia, Obispo de Málaga,
Gobernador del Real y Supremo Consejo de Castilla y Comissario
General de la Santa Cruzada, por D. Diego Sánchez Agudo, natural de la misma villa, quien la dedica a S.A.R., por mano de su
Eminencia".
"YA ES NUEVA CORTE CHINCHÓN"
Del Término a la Raya (con presteza)
De Chinchón y la Villa de Bayona
La Justicia de aquella y la Nobleza
Llegó a cumplimentar a su persona;
Allí, manifestando la fineza
De su fidelidad Chinchón blasona
Ofreciendo en las aras del respeto
Su amor, su libertad, su honor y afecto.
El Cabildo del Templo de María
De la Piedad, que goza en Patronato
Su Alteza, Diputados ese día
Nominó, que su afecto rindan grato;
Demostraron la fe de quien los guía
Cumplimentado el acto breve rato
En que logran felices honras tantas
Que se elevan gustosos de sus plantas.
135
7
Admitido su noble rendimiento,
prosiguió su Eminencia la jornada
Entrando con tan grave lucimiento
En Chinchón que anhelaba su llegada;
Ufano todo el pueblo, cuanto atento
Le esperaba en la calle, bien colgada
Relox, Fuegos, campanas y festivas
Salvas, diciendo a gritos: ¡Viva, Viva!
De Gala, y lucimiento el Noble Estado
Y del General también en los cincuenta
Labradores, y Alcalde venerado
Fue el señor Cardenal que los alienta
A seguir su carroza: con su agrado
Los incita, los mueve, y los fomenta;
Pero no es menester, que en sus cariños
Hasta la aclamación se oyó a los niños.
Llegó al Templo y Sagrado de Agustino
Donde estaba dispuesto su hospedaje
Y dando gracias al Autor Divino,
Todo era pompas, galas y plumages
Los refrescos y mesas que previno
generoso estos días, maridage
Hicieron con festejo tan sabido
Que llegó a hacerle en todo más cumplido....
Su autor, como se dice, es Diego Sánchez Agudo, y está editado
en el año 1738 en Madrid, por la Imprenta de Lorenzo Francisco
Mojados. Es un pequeño libro de sólo 36 páginas, de 21x35 cm.
Contiene tres grabados de colofones y sus páginas están orladas.
De la existencia de esta publicación tenemos noticias por un escrito que remitió al Ayuntamiento de Chinchón, el día 16 de agosto
de 1985 D. Luis Sánchez Grande, ofreciendo este libro a la
Concejalía de Cultura en el precio de 25.000 pesetas.
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8
En los números 7 y 9 de la revista Fuentearriba, en el año 1996, se
reproducen dos fragmentos de este libro, indicándose que son de
autor anónimo, y en la presentación se dice "La Muy Noble y Muy
Leal Villa de Chinchón". Este título fue concedido a Chinchón por
el Rey Felipe V en el año 1739, unos meses después de estos
hechos.
En las dos narraciones se siguen contando las celebraciones que
con este motivo se realizaron durante los días siguientes y que se
prolongaron hasta el día 9 de noviembre de 1738.
Del contenido de este libro también se hacen eco Carlos Alonso y
Juan Miguel Sánchez Vigil en su libro "Toros en Chinchón",
donde reproducen algunas estrofas referidas a la corrida de toros
celebrada.
Por último, en una junta celebrada por la corporación municipal
el día 5 de noviembre de ese año, se dan instrucciones para la
organización de las fiestas que se están celebrando esos días, con
motivo de la toma del posesión, indicándose que se arregle la
plaza echando paja y grava, que se disponga para que los balcones
sean ocupados por las personas más importantes, y que se corran
los catorce toros, y si no fuese posible matarlos todos el mismo
día, que se encierren para correrlos al día siguiente, y que la otra
corrida (para la que también tenían autorización) se posponga
hasta nuevo acuerdo.
En el año 1752 había en el convento catorce sacerdotes y un lego.
137
9
Durante más de ciento setenta y cinco años los frailes se dedicaron a sus propios menesteres, de oración, evangelización y enseñanza, destacando las diferentes cátedras que enseñaban los frailes, a las que asistían distintos alumnos de la villa, sobre todo los
hijos de las familias mas humildes que no tenían medios para
pagar la educación particular.
En el año 1809, José Bonaparte ordena la total clausura de todos
los conventos, adueñándose de todos sus bienes. Esta es la primera vez que los frailes tienen que abandonar su convento. Unos
años después, el 21 de mayo de 1814, Fernando VII ordena la
devolución de los conventos y llegan de nuevo los frailes a
Chinchón.
138
CÁRCEL Y JUZGADO DEL PARTIDO.
Sólo 23 años más tarde, por causa de las leyes desamortizadoras
de Mendizábal, el día 29 de junio de 1837, al ordenarse por ley la
extinción de las órdenes religiosas, el Convento pasa a propiedad
estatal, y con él todos los objetos de valor, incluso las campanas,
alhajas y muebles.
A partir del 21 de abril de 1834 se había creado la nueva ordenación administrativa de España por demarcaciones provinciales.
Reuniendo 17 pueblos de las provincias de Segovia, Toledo y
Madrid, se conforma el nuevo partido judicial de Chinchón. Son:
Chinchón, Villaconejos, Aranjuez, Colmenar de Oreja,
Villamanrique de Tajo, Fuentidueña de Tajo, Estremera, Brea de
Tajo, Valdaracete, Villarejo de Salvanés, Carabaña, Tielmes,
Perales de Tajuña, Arganda del Rey, Morata de Tajuña,
Valdelaguna y Belmonte de Tajo.
Entre los servicios comunes del Partido estaba el Juzgado de
Instrucción y la Cárcel. Para ello se habilita una casa en la plaza
mayor, que hacía esquina con la calle de Morata, pero que no reunía las características para tan específico cometido.
139
11
En un pleno celebrado el día 22 de julio de 1840, reunidos los
representantes del partido judicial de Chinchón, acuerdan solicitar a S. A. el Regente del Reyno, el edificio del antiguo convento
de los agustinos para que se construya la cárcel del partido. Era
Alcalde de Chinchón, D. Joaquín Ortiz de Zárate.
Los acusados en este partido judicial en el año 1843 fueron 193,
de los que resultaron 20 absueltos de la instancia y 25 libremente; 146 penados presentes y 2 contumaces, 3 reincidentes en el
mismo delito, 16 de otro diferente con el intervalo de 1 a 10 años;
de los procesados 36 , contaban de 10 a 20 años de edad, 119 de
20 a 40 y 35 de 40 en adelante, en 3 se ignora la edad; 177 eran
hombres y 14 mujeres, no resulta el sexo de 2; 107 solteros y 48
casados, tampoco se sabe el estado de 38; 42 sabían leer y escribir, de los restantes no aparece justificada esta circunstancia, 3
ejercían profesión científica o arte liberal, 147 artes mecánicas; el
ejercicio u ocupación de los demás no consta.
En el mismo período se perpetraron
67 delitos de homicidio o heridas, 6
con armas de fuego de uso lícito y 2
de ilícito; 21 con armas blancas permitidas y 9 con prohibidas, 11 con
instrumento contundente y 18 con
otros instrumentos o medios ignorados.
Por estos datos, podemos deducir
que para atender esta demanda era
necesario disponer de unas instalaciones apropiadas. Así lo debieron
entender las autoridades y, con
fecha 9 de agosto de 1842, se comunica al Sr. Alcalde Presidente del
Ayuntamiento constitucional de
Chinchón, que con fecha 23 de julio
1842, el Sr. Intendente de Rentas de
140
la provincia de Madrid, por orden de la Dirección General de 12
Rentas y Arbitrios de Amortización, concede autorización para
que se construya la cárcel del partido en el exconvento de San
Agustín.
Con fecha 28 de agosto de 1842 se reúne el Alcalde de Chinchón
con el Sr. Juez de Instrucción y los representantes de todos los
pueblos que componen el Partido Judicial de Chinchón, y acuerdan nombrar una comisión para que se encargase de controlar las
obras, con un representante de cada pueblo, presidida por el Sr.
Juez de Instrucción.
Todo lo que se indica en los dos párrafos anteriores, y los datos
que se aportan a continuación, se encuentra en un Legajo, señalado con el número 70, del año 1842, titulado "Expediente formado a la construcción de Cárcel en el exconvento de San Agustín,
por cesión de S. A. el Regente del Reyno"
Existen escritos de todos los ayuntamientos en los que se
nombra su representante para formar parte de la Comisión.
Hay una "Tasación, hecha por los maestros carpinteros de esta
villa, Víctor y Vicente Ruiz de las obras que se necesitan hacer
para plantear la nueva cárcel en el exconvento de agustinos de
esta villa". Fechado el 4 de septiembre de 1842, asciende el presupuesto a 18.192 reales. Con la misma fecha hay otro documento
firmado por los mismos carpinteros titulado:"Razón de los que se
puede aprovechar de lo que hay en el convento para rebajar su
importe de la tasación de las obras de la nueva cárcel." Asciende a
un total de 6.189 reales.
El 14 de septiembre de 1842 se reúne el pleno de la comisión del
Partido y aprueba el presupuesto, indicando que las obras salgan
a subasta y que las mismas se ajusten a lo presupuestado en cuanto a calidad de la construcción ya que ésta debe ser sólida y consistente dado el destino de la misma.
Con fecha 20 de octubre de 1842, la Diputación provincial de
Madrid, comunica que ha encargado al ingeniero don Martiano
Mariano Marco Artu, un informe para la realización de la reforma
necesaria para transformar el convento de los agustinos en cárcel
nacional del Partido.
141
13
Con fecha 1º de diciembre de 1842, dicho ingeniero emite este
informe en el que indica, entre otras consideraciones;
"Se logrará la seguridad de los presos a la par que la necesaria
incomunicación entre ellos, e igualará el desahogo, ventilación y
medidas de aseo que han de menester. Ya se deduce que estarán
libres de la fetidez que desgraciadamente es tan común en nuestras cárceles y que podrán lavarse a todas las horas del día y aún
lavar sus ropas los presos del encierro general. Contendrá la cárcel departamentos para toda clase de presos según sus diferencias
en edad, sexo y categorías; enfermería y celda contigua al oratorio
con tribuna alta en éste, a fin de que con la debida separación concurran los presos a los oficios divinos. Encierros de castigo cuya
importancia y necesidad es harto conocida pues muchas veces no
se pueden evitar ni aún corregir los graves desórdenes que por
falta de ellos ocurre frecuentemente en las cárceles.
La nueva cárcel contendrá todas las oficinas y departamentos que
puede necesitar y para conseguir totalmente el objeto a que se
destina, sólo restará que se guarde en ella el régimen carcelario
que con tanto vigor reclaman estos establecimientos, pues aunque
es sabido que la disposición y forma material de tales edificios es
uno de los más poderosos medios de conseguir los más saludables
efectos a que se consagran, insuficientes serán si de ellos no se
aprovechan sus alcaides o directores".
Según este ingeniero, el total de gastos que supondrán las obras
ascenderá a treinta y siete mil doscientos reales vellón, incluidos
los mil reales que había deducido de sus honorarios.
En el Boletín Oficial de Madrid, nº 1555 de fecha Jueves, 15 de
diciembre de 1842, se incluyen parte no oficial en el que dice:
"Se sacan a subasta las obras de la construcción de una cárcel para
el Partido en el edificio que se ha cedido del ex-convento de San
Agustín de la villa de Chinchón, bajo plano levantado por el señor
ingeniero de esta provincia don Mariano Marco-Artu, y según la
142
14
suma de 37.200 reales, presupuesta por el mismo y según pliego
de condiciones que han de guardarse para efectuar dichas obras.
Se informa que el remate está señalado para el domingo 25 de los
corrientes en la salas capitulares, de 10 a 12 de la mañana".
Ese domingo, día 25 de diciembre de 1842, se celebra la puja en el
salón de sesiones del Ayuntamiento y se remata a favor de don
Matías Morales de Santa Cruz de la Zarza, avalado por don Juan
Marcitllach, en un total de 30.000 reales.
La Diputación provincial de Madrid no acepta este remate, y después de varias gestiones, en el Boletín Oficial de Madrid nº 1577
del sábado día 4 de febrero de 1843, se comunica una nueva postura para la construcción de la cárcel de acuerdo con el presupuesto hecho por los maestros de obras D. Víctor y Vicente Ruiz, para
el domingo día 12 de febrero a las diez de la mañana.
143
15
Se remata, por fin, en un total de 14.850 reales, siendo el rematante don Gregorio Briceño. De esta cantidad, se hace un reparto
de 12.569 reales entre todos los pueblos del Partido, de acuerdo
con su población. Chinchón, tenía entonces 3.891 almas, y era la
de mayor población del partido.
Con fecha 22 de agosto de 1843, se firma la diligencia de liquidación de las obras, en la que el rematante declara haber recibido un
total de 15.149 reales, y, es de suponer, que desde esas fechas
comienza a funcionar el edificio como cárcel y Juzgado de
Instrucción del Partido Judicial de Chinchón.
Pasan 47 años y nos encontramos en el Archivo Histórico otro
legajo, señalado con el número 69, que contiene un "Proyecto de
reparación de la Cárcel del Partido de Chinchón". Año 1890.
Este legajo contiene un informe, fechado el 11 de julio de 1890 y
firmado por el arquitecto 3º de la provincia don Luis María
Argentí, quien dice que la cárcel de Chinchón presenta los inconvenientes de todo edificio que no ha sido construido para el destino que se le da. Dice que en 28 de octubre de 1870 y 16 de mayo
1879 se hicieron sendos informes por los arquitectos don Cirilo
Vara y don Enrique de Vicente, respectivamente, quienes indicaban la urgente necesidad de hacer varias reparaciones, sin que
estas se llevaran a cabo. Ahora las reformas eran imprescindibles,
que aunque no darán una nueva forma al edificio, evitarán evasiones por defectos de construcción y mejorarán algo las condiciones. Para ello propone hacer tapias, arreglar tejados y reformar
varias partes del solado del edificio.
Presenta un presupuesto de 5.187,62 pesetas y pliego de condiciones.
Adjunto, registrada con la signatura 16790, hay un acta notarial
en la que D. Valerio Villalobos López, da fe de la adjudicación de
estas obras, con fecha 12 de septiembre de 1890. Se presenta una
sola puja de licitación a nombre de don Pedro Manuel Codes, por
importe de 5.180 pesetas, siéndole adjudicadas provisionalmente
las obras.
144
16
Van pasando los años y en este edificio, además de la cárcel y el
juzgado, se van acondicionando las viviendas de los guardias
municipales, del Secretario del Ayuntamiento y del personal de
los propios juzgados, llegando, incluso, a utilizarse algunas de sus
dependencias como depósito provisional de cadáveres.
En el año 1964, Chinchón deja de ser cabeza del Partido Judicial,
y el Juzgado de Instrucción y la cárcel se trasladan a Aranjuez.
Quedan en el edificio las viviendas de alguno de los guardias
municipales y el Juzgado Comarcal, siendo nombrado Juez D.
Antonio Castillo Roldán.
Años después, en el mes de julio del año 1974, se suprimiría el
Juzgado Comarcal con motivo de una reestructuración en el sistema judicial español, quedando, desde entonces en Chinchón, sólo
el Juzgado de Paz.
Estamos en los años en los que era ministro de Información y
Turismo don Manuel Fraga Iribarne. El sol de España se estaba
convirtiendo en el valor más firme para la entrada de divisas, y se
plantea la posibilidad de hacer un Parador de Turismo en
Chinchón. Nuestras autoridades piensan que este puede ser el
mejor destino para el edificio del antiguo convento de los
Agustinos.
145
PARADOR DE TURISMO.
En el archivo general del Ayuntamiento tenemos el "Expediente
de Cesión de terrenos para la construcción del Parador de
Turismo".
En la sesión del pleno de 27 de diciembre de 1968 se informa del
propósito de construir en el término de Chinchón, un Parador por
el Ministerio de Información y Turismo.
En la sesión del pleno de 23 de julio de 1969 se informa de la visita de personal del Ministerio de Información y Turismo para estudiar la posibilidad de instalar el Parador en el edificio del Juzgado
Comarcal, Cárcel y terrenos anejos, propiedad del Ayuntamiento,
ofreciendo comunicar al Ministerio e informar de los trámites
legales para formalizar la cesión gratuita.
146
En el B.O.E. nº 140 de fecha 12 de junio de 1969, se incluye un
decreto del Ministerio de Información y Turismo en el que se 18
acuerda incluir en el plan de obras de la Dirección General de
Promoción del Turismo en la segunda fase del cuatrienio de 19681971, la construcción de nueva planta e instalación de la Hostería
de Chinchón, en la provincia de Madrid.
Pero además del edificio del convento, también se ceden
otras dependencias propiedad del Ayuntamiento. Este es el detalle de los edificios cedidos gratuitamente para el parador de
Turismo.
Convento de los Agustinos.
Juzgado Comarcal
Vivienda del Guardia Emilio Magallares.
Vivienda Alguacil, Bonifacio Martínez Paris.
Vivienda Guardia Aniceto Roldán Martínez.
Almacén Mojona en los sótanos.
Despacho de "La Veloz"
Consulta del practicante.
Vivienda del Sr. Secretario.
Jefatura Local del Movimiento.
Archivos Notaría.
Depósito Provisional de cadáveres.
Nuevo calabozo.
Cárcel del Partido, en desuso y calabozos.
Antiguas Escuelas:
Biblioteca Pública Municipal.
Escuela de Prácticas del P.P.O.
Vivienda del capataz José Tolmos Salas
(Jubilado)
Antigua vivienda de don Lorenzo
(Deshabitada)
Patios escuelas (sin uso)
El Campillo:
Casa del Guarda (Deshabitada)
Antiguo taller de Zacarías Montes.
(Ocupado por la mojona)
Huertos (sin utilización)
Casa de Victoriano Vega. (Enclave dentro del campillo, para tramitar su
adquisición con los propietarios).
147
19
El valor que tenían asignados estos edificios del Ayuntamiento en
la cuenta de administración del patrimonio en el año de 1969 eras
de 211.273 pesetas.
En el Boletín Oficial del Estado nº 140, el jueves día 12 de junio de
1969, se incluye el decreto nº 1127/1969, que en su apartado a) del
artículo primero, se acuerda la construcción de los Paradores
Nacional de Calahorra, en la provincia de Logroño, Fuentes
Carrionas, en la de Palencia; Argomániz, en la de Álava; Sos del
Rey Católico, en la de Zaragoza; así como la Hostería de
Chinchón, en la Provincia de Madrid. Firma el decreto don
Manuel Fraga Iribarne y era Alcalde de Chinchón D. Francisco
Grau Simó.
En sesión extraordinaria de fecha 26 de febrero de 1971, el pleno
del ayuntamiento acuerda ceder gratuitamente al Ministerio de
Información y Turismo los terrenos necesarios para la construcción del Parador de Turismo.
En sesión extraordinaria celebrada el día 10 de marzo de 1971 el
pleno del Ayuntamiento acuerda el cambio de afección de los edificios en los que se va a construir el Parador, no siendo considerados "edificios de servicios públicos" incorporándolos al grupo de
"bienes propios."
Estos dos acuerdos se publican en el boletín oficial de la provincia
de Madrid nº 71 de fecha 24 de marzo de 1971.
La corporación municipal estaba compuesta por los siguientes
señores:
Alcalde Presidente D. Francisco Grau Simó.
Concejales:
Juan Colmenar Gállegos. Jacinto Santos García. Julio García
López. José Ruiz Simón. Catalino Delgado Montero. Julio-Tomás
González Pelayo. Antonio García Carrasco. Manuel Montes
Romano.
Secretario: Enrique Asensio Aguado.
Interventor: Maria Pilar García Docio.
148
20
Según un escrito del Ministerio de I. y T. de fecha 17 de enero de
1972, los edificios cedidos gratuitamente por el Ayuntamiento de
Chinchón, tenían una superficie total de 6.809,61 m2.
Las obras del Parador son dirigidas por el Arquitecto D. Juan
Palazuelo Peña, y de esta época es el escudo de piedra que se
encuentra en la fachada, junto a la entrada principal, y que representa una cruz con sudario sobre unas rocas y un manantial, de
forma ovalada, y que es coetáneo de la edificación del convento de
los agustinos. El parador se inaugura en el año 1982.
En su interior encontramos varias pinturas originales de la época
en que fue convento, en el techo de la escalera principal, que fueron restauradas por Luis Martínez, cuando se rehabilitó para el
Parador. A la salida del huerto y jardines hay dos mosaicos en los
que se representan a San Roque y La Virgen del Rosario. Su autor,
Manolo Gómez Cía, pintor y ceramista segoviano que durante
varios años tuvo su taller en Chinchón.
149
21
De este mismo autor había unas pinturas en unas hornacinas del
claustro, junto al comedor, que representaban a unos frailes agustinos desempeñando varias profesiones, y cuyos modelos fueron
personas de Chinchón que había participado en las obras del
Parador. Estas pinturas desaparecieron recientemente, por causas que desconocemos.
Por último, en una sala junto a la subida a las habitaciones del
Parador, se encuentra depositado un sarcófago romano, que se
encontró en la Vega de Chinchón, en el sitio del Salitral, y que fue
datado por el profesor Criado del Val en la segunda centuria de
nuestra Era.
150
22
Aunque ahora desaparecido, al hablar
de restos romanos, tenemos que referirnos a una lápida que se encontró
en Chinchón, según lo describe el
párroco Ramón Linacero, en sus contestaciones al cuestionario del
Cardenal Lorenzana: "Del tiempo de
fundación de esta villa nada se puede
decir con certeza, sólo sí, que por lo
que manifiesta una lápida sepulcral
que se halló en su recinto y que en el
día sirve de dintel a una puerta de una
casa en la plaza mayor, era ya población en los tiempos de Augusto, pues
el carácter de la letra es de aquella
época y la consagración que se hace
del sepulcro a los dioses manes era
del estilo de los gentiles". Esta lápida tenía una inscripción que
después fue recogida en el tomo segundo del "Corpus inscriptionum latinarum" de Hubner, con el número 3071, y que decía:
D.M.S. (Diis manibus suis)
AEMILIUS FAUSTUS AEMILIAE
PIAE
USORI INDULGENTISSIMAE ET
SIBI VIVUS
FACIENDUM CURAVIT
Que, en castellano, quiere decir:
"- A SUS DIOSES MANES (familiares)
EMILIO FAUSTO, DISPUSO, AÚN
VIVO, QUE SE HICIERA ESTO PARA
SU PIADOSA
E INDULGENTÍSMA MUJER
EMILIA, Y PARA ÉL MISMO".
151
IGLESIA DE NUESTRA SEÑORA
ROSARIO.
DEL
Y una vez hecho el recorrido por el edificio del convento de los
agustinos, nos vamos a detener en la iglesia aneja al edificio.
Pascual Madoz nos dice: "Estando separado el local que fue iglesia y que en el año 1846 fue destinado para capilla pública,
habiéndose trasladado a él Nuestra Señora del Rosario que antes
estaba en una ermita extramuros de la población, cuya inauguración tuvo lugar el día 25 de junio".
También hace mención a esta Iglesia don Miguel Ramón y
Linacero en las contestaciones al cuestionario del Cardenal
Lorenzana, en el año 1782:
"La Iglesia del convento de San Agustín es de buena arquitectura.
El retablo mayor y el cuadro que adorna del titular son bellísimos".
La Iglesia quedo dedicada al culto desde el 24 de junio de 1846,
siendo arreglada con las limosnas que recogió Felipe Rocaberti,
mayordomo de la cofradía y ermita de la Virgen del Rosario. El
Ayuntamiento autoriza a esta hermandad para que trasladen la
imagen de la Virgen del Rosario a esta iglesia con la condición de
152
24
que en ella se diga una misa todos
los domingos y días de fiesta de
precepto.
Tal y como aconsejaba el ingeniero don Martiniano Mariano
Marco-Artu, se abre una ventana a
la iglesia desde una celda de la
cárcel para que los presos puedan
asistir a los cultos religiosos.
En la noche del 9 al 10 de octubre
de 1929 se produce un incendio
en la iglesia que destruyó el altar
mayor, pero en el que no sufrió
daños ni la imagen de la Virgen ni
el retablo. Por suscripción popular se reconstruye el altar, siendo
el hermano mayor de la cofradía
don Jesús Camacho Sanz del
Negro.
Aunque no consta en los datos
que hemos obtenido, que a la edificación de esta iglesia contribuyesen los condes de Chinchón, el
hecho es que en las cuatro pechinas de la cúpula nos encontramos
con cuatro escudos iguales de los Cabrera-Bobadilla, que comentaremos en el epílogo, dedicado al escudo de Chinchón.
Cuando el Ayuntamiento cede al Ministerio de Información de
Turismo el edificio del antiguo convento para construir el Parador
de Turismo, se queda con la propiedad de la Iglesia. Existe en el
expediente un oficio del Ministerio al Ayuntamiento de Chinchón
en el que le propone que sea el Ayuntamiento el que compre con
sus fondos la casa de Victoriano Vega que se encontraba en el
enclave del campillo y se lo ceda al Ministerio, y a cambio, ellos
arreglarán la facha de la iglesia.
153
25
La Iglesia del Rosario ha sido siempre un complemento en el culto religioso de la parroquia de Chinchón, y
en muchas ocasiones, cuando la iglesia estaba en restauración, todo el
culto se trasladaba a esta iglesia.
En esta iglesia se celebraron los
solemnes actos con motivo de la proclamación de la Constitución española de 1812, aprobada por las Cortes de
Cádiz, ya que en esas fechas la Iglesia
parroquial estaba en período de
reconstrucción después de la ruina
ocasionada por los franceses en el
año 1808. El 29 de septiembre de
1812 se celebró la ceremonia. Así lo
narraba el escribano Rubio:
"Principió una misa solemne de Espíritu Santo cantada por el
presbítero don Antonio Rodríguez, con asistencia de diácono y
subdiácono y al concluirse el evangelio los diputados Felipe
González y Blas Camacho, asistidos
por mí, el escribano, acompañaron al
señor procurador síndico Pedro Díaz,
que en la bandeja llevó la constitución hasta el púlpito, en el que la
tomó el presbítero Víctor Segovia,
que la leyó en alta y perceptible voz.
Después continuó un discurso que
dijo en el púlpito alusivo al objeto, el
dignísimo cura párroco doctor don
José Robles. Siguió la misa y acabada
ésta, el señor alcalde por el estado
general Raimundo González, recibió
juramento al alcalde de primer voto
por el estado noble don Gabriel de
Fominaya, teniendo presente el libro
de los Santos Evangelios, en la forma
154
26
siguiente: ¿Juráis por Dios y por los Santos Evangelios guardar y
hacer guardar la Constitución de la Monarquía española sancionada por las Cortes generales y extraordinarias de la nación y ser
fiel al rey? - ¡Sí juro!
En consecuencia, el referido alcalde de primer voto recibió
el siguiente juramento: ¿Ilustre Ayuntamiento, juráis por Dios,
etc? ¡Si juro!, respondieron. El mismo señor alcalde Fominaya
recibió el siguiente: ¿Pueblo y clero, juráis por Dios, etc? ¡Si juro!
Respondieron a una voz los concurrentes.
Se cantó enseguida un solemne Tedeum y reunidos el
Ayuntamiento con el señor comandante y oficialidad salieron de
la iglesia..."
Unos años después, se volvía a repetir, en el mismo escenario, una
ceremonia similar. El 2 de julio de 1837 era jurada la nueva constitución. Estos fueron los nuevos protagonistas:
"Llevando la constitución el regidor don José González Olivas,
tomando el teniente de alcalde don Fermín Ortiz de Zárate juramento al alcalde presidente don Joaquín Carretero, y éste a su vez
al clero y pueblo; prestándole después en la plaza el batallón de
milicianos ante su comandante don Cayetano Ruiz de Castañeda".
En el año 1832 "El día de la Virgen del Rosario, patrona de
Chinchón, se celebra el día 8 de octubre con grandes fiestas, corrida de novillos, fuegos artificiales, etc.".
Actualmente estas fiestas se celebran el tercer domingo del mes de
septiembre, según se dice, para que las mismas no coincidiese con
los trabajos de las vendimias que a partir de mediados del siglo
XIX debían ocupar a la mayor parte de la población, aunque las
celebraciones sean muy parecidas a las que se celebraban en los
tiempos de nuestro ilustre paisano Benito Hortelano.
Sabemos que en el año 1880, cuando Frascuelo torea un festival
en las Fiestas del Rosario, estas ya se celebran en el mes de septiembre.
155
27
Todos los actos celebrados ese año,
los conocemos gracias a un cartel de
"Fiestas y Toros" que en el año
2004 descubrió Álvaro Bravo, de la
Asociación "La Cultural" en un anticuario. El cartel fue adquirido con la
colaboración
de
todas
las
Asociaciones
culturales
de
Chinchón
y
donado
al
Ayuntamiento para su conservación. En el cartel podemos leer:
FIESTAS Y TOROS EN CHINCHÓN
Con permiso de la Autoridad y bajo su presencia
FESTIVIDAD
De Ntra. Señora del Rosario
Durante los días 19, 20 y 21 del actual
La Villa de Chinchón celebrará los tradicionales festejos dichos
días, para reverencia a su patrona.
Para mayor realce y amenidad de la fiesta, el espada
SALVADOR SANCHEZ (Frascuelo)
Propicio siempre al socorro del pobre y del desvalido, ha dispuesto, a beneficio de la localidad, una Gran Corrida de Toros y
Novillos, para cuya realización, además de trabajar desinteresadamente, no ha omitido gastos ni sacrificios de ninguna clase con
el intento de que el espectáculo alcance el mayor grado de esplendor.
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28
157
La Corporación Municipal y la Sociedad de Cosecheros juntamen29
te, corresponden a tan noble y generoso desprendimiento,
poniendo cada uno todos los medios necesarios para el mejor
complemento de la Fiesta Nacional. Al efecto, la espaciosa plaza
pública quedará convertida en hermosa plaza de toros, mediante
sólida y magnífica valla, dentro de la correspondiente contrabarrera, rodeada a su vez de fuerte y cómodos tablados, de excelentes condiciones de seguridad, completando el conjunto el pintoresco balconaje que rodea todo el recinto, con dobles y triples
galerías.
PROGRAMA DE FESTEJOS
Día 19 : Solemne Salve en el Templo de Nuestra Señora del
Rosario, con numerosas voces y orquesta de capilla formada por
distinguidos profesores de la Corte.
El Templo, engalanado interiormente, estará al exterior iluminado a la veneciana, en el pórtico interpretarán diferentes piezas
musicales la banda de la población.
Día 20: Por la mañana gran misa con la misma ostentación que la
Salve, predicando un notable orador sagrado.
De 12 a cuatro de la tarde se verificarán los dos encierros y concluido el último se correrán dos novillos según costumbre.
La prueba de ganado se verificará inmediatamente después del
encierro, corriéndose dos novillos con las prevenciones oportunas
que la autoridad señalará a su tiempo, siendo libre acceso a la
plaza.
Terminada esta parte de los festejos, saldrá la espléndida procesión de la Virgen, la carrera desde el templo a la plaza ostentará
nuevas colgaduras e iluminación general, precedida la venerada
imagen por la orquesta y cantores, lo mismo que la banda de la
localidad. La sagrada efigie va sobre deslumbrante carroza, a la
que sigue numeroso cortejo.
El programa especial de este día concluye con una extraordinaria
EXPOSICIÓN DE FUEGOS ARTIFICIALES, regalo del distinguido aficionado D. Vicente Andrés, quien ha encomendado a uno de
los mejores pirotécnicos de Valencia los trabajos, sin reparar en
los crecidos gastos que esto ocasiona.
158
30
Día 21 : De nueve a doce de la mañana CORRIDA DE NOVILLOS
para los que gustan tomar parte en la diversión, excluyéndose a
los niños y ancianos.
A las tres de la tarde, cuatro novillos lidiados en iguales condiciones.
A las cuatro en punto, verificado el despejo del redondel, dará
principio la CORRIDA DE TOROS, que consta de cuatro de la
ganadería del Excmo. Sr. Duque de Veragua con divisa encarnada
y blanca.
LIDIADORES:
ESPADA: Salvado Sánchez (Frascuelo)
Sobresaliente: Valentín Martín
Picadores:
Francisco Calderón, Francisco Gutiérrez (cuchi),
Manuel Martínez (agujetas) y Román de la Rosa.
Banderilleros: Pablo Bearriz, Valentín Martín, Victoriano
Recatero (Recaterin), Manuel Fernández, (Manolín) y Mariano
Torneros.
Puntillero: Isidro Buendía.
Las moñas serán de lujo y costeadas por varias señoras de la localidad.
El servicio de plaza como el de la corte. La cuadrilla lucirá sus
mejores trajes.
LOS PRECIOS: 2 reales por la mañana y 6 por la tarde.
Como se ve, las fiestas del Nuestra Señora del Rosario en
Chinchón prometen ser espléndidas. La autoridad tiene previsto
conveniente para que reine en toda la más completa armonía rivalizando las diferentes clases de la población en buen deseo para
corresponder dignamente a los forasteros que la honren con su
presencia.
Cuando se hacen las obras de restauración de la Iglesia parroquial
de Muestra Sra. de la Asunción, en el año 1983, se traslada a la
iglesia del Rosario el altar mayor y el tabernáculo de mármol, en
sustitución del que existía de madera.
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31
Para los actos religiosos con motivo de las fiestas del Rosario,
todos los años, se coloca en el presbiterio un gran dosel que cubre
todo el retablo, sostenido por una corona dorada, adornándose
con gran profusión de plantas y flores, durante los días de la novena, que tradicionalmente cuenta con un predicador contratado al
efecto.
En el año 2002, pagado por aportaciones de los fieles, la
Hermandad de la Virgen, presidida por Inocente Martínez
Gaitero, coloca la talla del "Cristo del Rosario" del escultor José
Sánchez, en el arco que antes daba entrada a la antigua sacristía,
que fue anexionada al edificio del parador.
160
32
El día de la fiesta tercer domingo de septiembre- se celebra la
misa mayor a las doce
del mediodía, después
del encierro de los
toros que se lidiarán
en la corrida de la
tarde. Después de la
misa la cofradía invita
a todos los asistentes a
un aperitivo mientras
la banda de música
ofrece un concierto. A
las diez de la noche,
una solemne procesión
con la imagen de la
Virgen hasta la plaza
mayor donde se canta
una salve con gran
asistencia de público
que llena los tendidos.
Al día siguiente, es tradicional la almoneda en la que se subastan
los regalos que los fieles han regalado a la Virgen, dulces típicos,
vino y aguardiente, plantas y, sobre todo, ristras de ajos de
Chinchón.
Con las fiestas del
Rosario se cierra
el ciclo festivo
veraniego
en
Chinchón,
que
había comenzado
con las fiestas de
Santiago, (25 de
julio) continuando
161
con las fiestas la de la Virgen de la Cueva (primer sábado de
Agosto), las patronales de la Virgen de Gracia y San Roque (15 y
16 de agosto), Virgen de la Cerca (Último domingo de agosto) y
Virgen
de
la
Misericordia
(Primer
domingo
de
septiembre).Después, sólo queda el Festival taurino a beneficio
del Asilo de San José, que se celebra a finales del mes de octubre.
Después de tomarnos un refrigerio sentados en el patio
central del Parador, rodeado por el antiguo claustro, bajamos por
la calle de los Huertos hacia otro convento: El Monasterio de la
Inmaculada Concepción.
162
EL CONVENTO DE SANTA CLARA.
Existe un libro monográfico, que
escribió Cecilio Serrano, editado
por Celeste Ediciones en el año
2000, titulado: "Las Clarisas de
Chinchón y su tiempo". Se lo
recomiendo a las personas que
quieran ahondar en los detalles de
su historia.
Nosotros, hemos llegado hasta
aquí reclamados por dos espléndidos escudos, que nos van a
hacer un resumen de los hechos
más importantes:
163
35
FUNDACIÓN DE LOS
CONDES DE CHINCHÓN.
Tanto don Narciso del Nero como don Moisés Gualda , atribuyen
a los primeros señores de Chinchón y Marqueses de Moya, don
Andrés de Cabrera y doña Beatriz de Bobadilla, la fundación de
este convento, pero según don Cecilio Serrano , fue su hijo
Fernando de Cabrera y Bobadilla, primer conde de Chinchón,
quien muestra su deseo de fundación y al no conseguirlo, pide a
su hijo Pedro, que se encargue de ese cometido. Ni éste, ni su
esposa doña Mencía de Mendoza y de la Cerda, los segundos condes, cumplen el encargo.
Fue, por tanto, el III Conde de Chinchón, don Diego Fernández
Cabrera Bobadilla y de su esposa doña Inés Pacheco, hija de los
Marqueses de Villena, quienes hicieron realidad el deseo de sus
abuelos, aunque tuvo que ser el V conde de Chinchón, don
Francisco Fausto Fernández de Cabrera y Bobadilla, quien lograse terminarlo.
También hay disparidad de
datos en la fecha de terminación
del convento. Los dos primeros
cronistas citados lo sitúan en el
año 1663, y el tercero, diez años
antes. Éste nos cuenta que el 28
de octubre de 1653, el señor
conde elige como primera abadesa a Juana de la Santísima
Trinidad, en el siglo, Dª. Juana
Fernández de Pacheco y de
Portugal, natural de Escalona,
hija de los Marqueses de Villena,
nieta de los Infantes de Portugal
y prima de los condes fundadores, que había profesado en el
Convento de las Descalzas
Reales de Madrid, en el año 1617.
164
36
La fundación, bajo la advocación de Nuestra Señora de la
Concepción, fue dotada para treinta y tres religiosas, reservándose el conde el derecho de presentación de doce de ellas.
En el año 1752 había en el Monasterio veintisiete religiosas de velo
negro.
165
EL MONASTERIO DE LA
I N M A C U L A D A
CONCEPCIÓN.
Arquitectónicamente, el
convento es de traza
barroca, con muros de
ladrillos y de mampostería cajeada. La puerta de
entrada a la iglesia está
en uno de los costados
con portada adintelada
de piedra, con una hornacina de ladrillos y
escudo de los Condes.
Este escudo se vuelve a
repetir sobre la entrada
a la clausura desde el
patio.
El primero de estos escudos es de mármol, y al estar totalmente a
la intemperie, está en un deficiente estado de conservación. La
corona que hay sobre el escudo está rota y los relieves bastante
desgastados. El segundo, al estar al resguardo bajo un tejadillo, y
ser de piedra, está en mucho mejor estado de conservación.
La descripción de estos escudos es la misma que hemos hecho en
el escudo del castillo, pues es prácticamente el mismo, sólo se
diferencian en algunos de los adornos que tienen cada uno.
El templo consta de una sola nave con pilastras toscanas y arcos
de medio punto, cubierta con bóveda de cañón con lunetos y crucero con cúpula rebajada. Tiene un coro bajo, a los pies del templo, con acceso por la clausura, en el que hubo una espléndida
sillería con sitiales y reclinatorios de nogal, de la época de su fundación, y un mausoleo donde reposan los restos de su fundador y
166
38
a donde fue trasladado en el año 1816 un pequeño ataúd con el
cuerpo del hijo de don Luis Antonio de Borbón, que reposaba en
la cripta de la iglesia y que había sido profanado por los franceses.
Las obras del Monasterio e Iglesia de la Inmaculada Concepción
comenzaron en el año 1597, aunque un año antes existía un proyecto y un contrato en el que el maestro de cantería Juan de
Bozarraiz, se comprometía a realizar la obra del Monasterio de
Chinchón. Este proyecto había sido realizado por Nicolás de
Vergara el Mozo, quien también participo en el de la Iglesia de la
Piedad de Chinchón y otras importantes obras, y era maestro mayor de la
Catedral y Arzobispado de Toledo.
La supervisión de la ejecución del
proyecto fue llevada a cabo por dos
hombres de confianza del conde, fray
Antonio de Villacastín, padre jerónimo del Monasterio del Escorial y el
maestro Pedro Sánchez.
De la edificación, además de las
características reseñadas anteriormente, hay que destacar el claustro,
compuesto por dos pisos; el inferior
con galerías organizadas sobre pilares
de sección cuadrada, con bases lisas y
capiteles sin molduras que sostienen
arcos de medio punto, siendo todos
estos elementos de piedra; y el inferior, con muros de ladrillo y sencillas
ventanas adinteladas con marcos de
piedra.
Durante siglos, el convento fue dotado de valiosas obras de arte. Tuvo un
precioso retablo churrigueresco, del
que aún se conserva una fotografía,
167
39
en cuyo centro había un cuadro de la Inmaculada, obra de
Francisco de Rizi, que fue incendiado y destruido en la guerra civil
del año 1936, junto con otras obras de gran valor, como lienzos,
una rica colección de ternos del siglo XVI, valiosos vasos sagrados, relicarios, etc. etc. Entre éstos podría encontrarse un cuadro
de Lucas Jordán que, según don Narciso del Nero, presidía el centro del retablo.
168
El convento que se había librado de la destrucción en las Guerras 40
de Sucesión entre el Archiduque Carlos y Felipe V, a principios del
siglo XVIII, y en la guerra con los franceses en el año 1808, sufre
todos los rigores de la guerra de 1936.
Ya antes de comenzar la contienda civil, en la semana santa de ese
año, tuvieron lugar diversos disturbios pidiendo a las monjas que
abandonaran el convento.
Unos días después de iniciado el levantamiento militar, el día 21
de julio, las monjas
tienen que abandonar
la
clausura.
Ese
mismo día el convento es incendiado y las
llamas destruyen el
precioso retablo, del
que sólo se salva la
tabla del Divino
Pastor de Alonso de
Arco. Esta pintura
está en la puerta de lo
que era el expositor
del Santísimo y, milagrosamente, sobrevive a la destrucción.
Durante unos días, las
monjas vivieron en
diversas casas particulares hasta el 29 de
julio
que
dejan
Chinchón.
Sufren
muy diversas penalidades y terminada la
guerra vuelven al convento encontrándose
con la ruina y devastación que habían
provocado los incen-
169
dios y saqueos. El convento había sido utilizado durante la guerra
41
como cuartel por los milicianos.
Con los ahorros de las monjas que habían obtenido trabajando
como criadas durante la guerra, y los donativos recibidos del
Ayuntamiento de Chinchón y de los pueblos de alrededor, consiguen acondicionar el convento y vuelven a ingresar en su clausura el día 14 de marzo de 1940.
Pero los graves desperfectos ocasionados en la iglesia que habían
llegado a dañar gravemente la estructura del edificio, hacen necesarias largas obras de reparación que se dilataron varios años
más. En principio se arregla una capilla lateral donde celebrar la
misa. Después se repara y se pintan las paredes de la iglesia, y por
fin, en el año 1995 se termina la restauración, colocándose un
nuevo retablo del siglo XVIII que
se rescata de un convento de los
dominicos de Toledo. Este retablo de madera, recubierto de
estuco y pan de oro, tiene tres
intercolumnios, el primero de
orden dórico, el segundo jónico y
tercero, que forma un frontispicio, terminado en triángulo, del
orden corintio, con un cristo de
marfil sobre un paño damasquinado. En el centro tiene una alegoría del Buen Pastor y una imagen
de
la
Inmaculada
Concepción. A los lados están las
imágenes de San Francisco de
Asís, de Santa Clara, San José y la
Virgen María.
Aún hoy se conservan algunas
obras de arte, como la, ya mencionada, tabla del Divino Pastor
firmada por Alonso del Arco.
Pintor nacido en Madrid en el
año 1652. Era un magnífico
retratista; a él se atribuye el
170
retrato de Miguel de Cervantes que ilustraba el prólogo de la edi- 42
ción del Quijote del año 1773. Cultivó, también, la pintura de historia y la de tema religioso. Aprendió el oficio junto a Antonio de
Pereda, de quien fue discípulo. Debido a ello, y por ser sordomudo de nacimiento, se le conoció en la época con el sobrenombre de
"el sordillo de Pereda. Murió en Madrid en el año 1700.
Este cuadro necesitaría una restauración después de todos
los avatares sufridos por las agresiones y el paso del tiempo.
Además, se conservan un retablito con el Crucificado y
figuras de marfil; un magnífico sagrario barroco de plata sobredorada y otros adornos de plata y un relicario en forma de tríptico
con incrustaciones de nácar y maderas preciosas.
Después también se restauró el coro, reponiendo una
nueva sillería limpiando el frontal del mausoleo, donde estaba el
sepulcro del conde, y que antes lucía bellas estatuas de mármol,
cuyos restos están, ahora, totalmente destrozadas en una dependencia del convento. En este frontal aún se conserva otro escudo
de los condes, en buen estado de conservación.
Entre los restos queda, también, una gran lápida, que sólo
ha podido reconstruirse en parte, y cuyo texto latino, con partes
que han desaparecido totalmente, dice así:
D.O.M.
HIC IACET EXCMOS.S.D. FRANCISCUS FAUSTUS FERNANDEZ
DE CABRERA ET BOBADILLA COMES DE CHINCHON, MARQULO DE SAN MARTIN DE LA VEGA, IN SACRA JACOBI MILITIA
STEGMATE CLARUS, EIUSEDENQUE IN CAMPO CRIPTANO
COMENDATOR........ PHILIPUS IV HIPANIARUM ET INDIARUM
REGIS CATOLICI A CUBICULIS IN PRIMIS, DEINDE UN SACRI
MARGARITAE FILI AGUSTISIMAE GERMANORUM IMPERATRICIS, NUPTIS AB EODEM REGE AD CAESAREAM MAIESTATEM
ORATOR........ ASIGNATUS..... HUIUS RELIGIOSISIMI CENOBI
PURISIMA DEI PARA CONCEPCIONIS DICATI........ TIBUS PARCENS A FUNDAMENTIS PIISIMUS ERECTOR HUIC TANTO
HEROE EXCMA.D.D. FRANCISCA DE CORDOBA ET VELASCO
SUA DILECTISIA CONIUS HOC MONUMENTUM DOLORIS
SIMUL ET AMORIS SIGNUM IN UTRIUSQUE SEPULCRUM CONDIDIT. OBIT KALENDAS OCTOBRIS ANNI MDCLXV
171
Al faltar varias palabras es difícil hacer la traducción. En
las partes que están completas, se puede leer:
AQUÍ YACE EL EXCELENTISIMO SEÑOR DON FRANCISCO FAUSTO FERNANDEZ DE CABRERA Y BOBADILLA, CONDE
DE CHINCHON, MARQUES DE SAN MARTIN DE LA VEGA, DISTINGUIDO CON LA INSIGNIA DE LA SAGRADA ORDEN MILITAR
DE SANTIAGO Y COMENDADOR DE LA MISMA EN EL CAMPO
DE CRIPTANA......
..... LA ESCELENTISIMA SEÑORA DOÑA FRANCISCA DE
CORDOBA Y VELASCO, SU QUERIDISIMA ESPOSA, CONSTRUYÓ
ESTE SEPULCRO, COMO MONUMENTO DE DOLOR Y AL MISMO
TIEMPO DE SU SINCERO AMOR. MURIO EL PRIMER DIA DE
OCTUBRE DEL AÑO MIL SEISCIENTOS SESENTA Y CINCO.
172
44
PERSONAJES ILUSTRES.
Además del recuerdo que hemos hecho a los
condes de Chinchón que
fueron los fundadores del
Monasterio, hay otros personajes que han tenido
relación con este edificio y
que es de justicia recordar.
En primer lugar, las
mujeres
nacidas
en
Chinchón, que llegaron a
ser
abadesas
del
Monasterio:
- Ascensión de la
Fuente. Abadesa desde
1710 a 1713.
- Mariana del Santísimo Sacramento Olivas, Abadesa de
1716 a 1719.
- Ana María de San José Carrasco, Abadesa de 1722 a 1725.
- María de Jesús Carrasco. Abadesa de 1731 a 1734.
- Casilda de Jesús Mª Rodríguez Bravo. Abadesa de 1750 a
1754.
- Josefa de Jesús Romero, Abadesa de 1761 a 1764.
- Manuela del Rosario Sancho Castillo. Abadesa de 1907 a
1921.
- Francisca de San Francisco Bendicho Rubio. Abadesa de
1926 a 1929.
- María de Jesús E. Saz Clemente. Abadesa de 1985 a 1991.
173
45
Entre los libros de lectura que tenía la comunidad de las
madres clarisas, se hallaba una crónica de la Orden de San
Francisco, escrita en el año 1725, en la que se recoge la existencia
de dos religiosos, naturales de Chinchón, que murieron en olor de
santidad:
Fray Juan de Quintarnaya que murió en el Convento de
San Diego de Alcalá en el año 1638.
Fray Tomás de Perogordo que murió en el mismo convento en el año 1720.
174
de Chinchón
5
Otros
Manuel Carrasco Moreno
C ASA
DE LA CADENA
L A TORRE
T EATRO L OPE DE V EGA
E RMITA DE S AN A NTÓN
E RMITA DE S AN R OQUE
PARTE
QUINTA
Número CINCO
con historia
175
2
M ANUEL C ARRASCO M ORENO
PARTE
QUINTA
OTROS MONUMENTOS
CASA DE LA CADENA.
LA TORRE SIN IGLESIA.
TEATRO LOPE DE VEGA.
SU CONSTRUCCIÓN POR LA SOCIEDAD DE COSECHEROS.
TRADICIÓN TEATRAL DE CHINCHÓN.
ERMITA DE SAN ANTONIO ABAD.
ERMITA DE SAN ROQUE.
176
CASA DE LA CADENA.
De nuevo damos un gran salto en el espacio y en el tiempo.
Retrocedemos a principios del siglo XVIII, y nos situamos a la
entrada de la plaza por la puerta de la Villa.
En la plaza del Convento, en la confluencia de la calle Zurita y la
calle del Convento, está la casa de la cadena.
En su puerta, dos postes de piedra, coronados por grandes bolas
sostienen una gruesa cadena que impide el paso frontal a la casa.
La colocación de estas cadenas se concedía en recuerdo de que en
ese lugar había estado un rey.
177
4
Efectivamente, el día 25 de febrero de 1706, en plena guerra de
Sucesión, llega a Chinchón Felipe V, procedente de Ocaña, acompañado por una pequeña corte, llevando como secretario a don
José de Grimaldo. Deciden pernoctar aquí y es alojado en la casa
del licenciado don Antonio Freire, (o Antonio el Feile) que estaba
junto al Convento de los Padres Agustinos.
Es una incógnita cómo pudo aceptar el rey alojarse en una casa
particular. En tiempos de guerra, como era el caso, los reyes,
cuando salían de campaña, se alojaban en los campamentos, fuera
de los pueblos y ciudades, porque allí era más fácil garantizar su
seguridad.
178
5
Cuando llegan a las cercanías de Chinchón, deciden pernoctar en
esta casa, sin duda invitados por su propietario. Para que el rey
aceptase, se tuvieron que dar, al menos, dos circunstancias.
Primero, una total confianza en el anfitrión, que posiblemente
pertenecería a alguna organización u orden militar, y que ostentaba el cargo de consejero de Indias; y segundo, que se le garantizase plenamente su seguridad. Esto último era relativamente fácil,
ya que toda la casa podía ser rodeada por soldados, al formar una
manzana completa.
Como después veremos, en el escudo que hay sobre la puerta, en
vez de blasones que indiquen una familia o dinastía, hay una
leyenda, lo que era frecuente en las órdenes militares. El nombre
Freire o Feile, no debía ser un apellido, si no, más bien, un mote
o sobrenombre, que bien podría indicar el origen del propietario,
y que podría ser de origen celta, gallego o portugués, lo que confirmaría la palabra "abraçandome" que figura en el escudo.
179
6
La idea de que el nombre de Freire no era un apellido, lo puede confirmar la referencia que se hace en las transcripciones literales de los
manuscritos de las respuestas al cuestionario enviado por el Cardenal
Lorenzana, en el año 1782, allí se dice:
"Cuando las guerras de sucesión estuvo hospedado en este convento el
Archiduque Carlos y poco después llegó nuestro rey el señor don Felipe
Quinto, quien se aposentó en otra casa frente del convento, propia de los
padres de don Manuel Díaz, consejero de indias, y en señal de este honor
tiene la citada casa una cadena a la puerta". Por tanto era Díaz el apellido de los propietarios de la casa.
La invocación a Jesús y María y el emblema de la cruz, también podrían
indicar el carácter religioso que tenían las órdenes militares.
El que en Chinchón tuviesen presencia caballeros de las órdenes militares, lo prueban también, muchas de las inscripciones que aparecen en los
dinteles de las casas. En ellas aparecen la cruz de Santiago y también la
cruz del temple, con fechas de finales del siglo XVIII. Esto lo comentaremos cuando hablemos de estas inscripciones.
La casa de la cadena, como
es conocida desde entonces,
es de estilo barroco, de tres
plantas, las dos primeras de
mampostería de piedra y la
tercera de ladrillo. Posee un
hermoso patio adintelado
con columnas toscanas en la
planta baja y un corredor en
la primera planta con pies
derechos de madera y
barandilla de hierro. En la
actualidad presenta un estado casi ruinoso.
La puerta principal tiene
jambas y dintel de piedra en
cuyo frontal existe un escudo, que es el motivo de
nuestra visita.
180
Es un escudo redondo, bien conservado, en el que una mano sujeta una cruz, y tiene la siguiente inscripción:
JHS-MARIA
ABRAÇANDOME CON
ESTA ME LIBRO DIOS
DE LA ENBIDIA
Hay que resaltar las grandes
ventanas de las plantas baja y
primera que tienen una rejería
de hierro forjado de gran
belleza. Las nueve ventanas de
la tercera planta no tienen reja
y están cerradas por contraventanas de madera.
Recientemente la casa ha sido
adquirida por la Fundación
ARAUCO, para dedicarla a
actividades
culturales.
Esperamos que este proyecto
se culmine con éxito.
7
181
8
LA TORRE SIN IGLESIA.
No existe ningún escudo, ninguna
inscripción ni lápidas antiguas en
la torre, tan sólo una pequeña
placa metálica sin ningún valor
artístico. Pero todas sus piedras y
ladrillos son testigos mudos de su
larga historia y ahora nos la van a
contar a nosotros.
Cuentan las crónicas antiguas que
las campanas de la torre tañían
para convocar a los vecinos del
Concejo al ayuntamiento general,
para que reunidos en el pórtico de
la iglesia de Santa María de
Gracia, tratasen los asuntos propios de la gobernación del pueblo.
Pero la torre a la que se hacía
mención no era la que actualmente podemos ver, aquella tuvo que
ser derruida, por estar en estado
de ruina.
"El estado ruinoso de la torre de esta iglesia, y situada en un paraje en que "además de estrechar el sitio por donde pasaban las procesiones no se oían las campanas en gran parte del pueblo" , el año
1713 se acordó hacer otra a cuenta de los bienes de propios y
limosnas de los vecinos. Duraron las obras hasta el año 1727.
Construyéndose después (1755) por Tomás de San Pedro
Calderón, el capitel que costó 21.000 reales, en el que se emplearon, entre otros materiales, 1.500 pizarras y ochenta arrobas de
plomo. A su terminación, el reloj de la villa que siempre, -desde el
primero que hubo (1579), construido por el relojero de la Puebla
de Montalbán, Gaspar de Rojas, en el precio de 22.100 maravedises-, había estado en una casilla expuesta a todos los vientos, a los
182
pies de la iglesia nueva,
se puso en dicho capitel,
con esferas a oriente,
mediodía y poniente".
Años después tienen
lugar los atroces sucesos
del año 1808 y sólo la
torre sobrevive al incendio y al saqueo, aunque
destruyen el capitel, el
reloj y las campanas. Se
acuerda, en el año 1856,
reconstruir solamente la
torre, sustituyendo el
capitel de pizarra y
plomo por el tejado que
tiene actualmente, colocándose dos años después un nuevo reloj con
una sola esfera en el
muro de mediodía.
Pasaron 36 años y el día
24 de mayo de 1890 se
coloca un nuevo reloj de
la Empresa Canseco de Madrid, que habían patentado un nuevo
sistema de relojes de torre. El Ayuntamiento pagó por el reloj
1.950 Pesetas.
En ese mismo año se debió terminar la tapia de la cuesta que sube
hasta la Iglesia, según consta en una piedra colocada en el centro
de la misma, en la que aparece gravado ese año.
Por este motivo la torre quedó sin iglesia, aunque, después, daría
servicio a su vecina parroquia, que se había quedado sin torre.
183
La torre perdió las campanas y así permaneció durante largos
años, hasta que se quitan las de la Iglesia de la Asunción en la
reforma del año 1967-68 y se trasladan a la torre. A esta circunstancia hacía mención José Manuel de Lapuerta en una poesía que
dedicó a la torre y que él titulo:
LA TORRE SIN CAMPANAS.
Una torre sin campanas,
Vieja, solitaria y pobre.
No la desdeñes, poeta:
Dale tus versos de bronce.
Versos de ladrillos rojos
Como el color de la torre.
Versos de campana herida
Que repiquen en la noche.
184
11
Para que sólo la escuchen
Los olivos desde el monte
Y las ruinas del Castillo
Y la Ermita de San Roque,
Y se calle a la mañana,
Cuando otras campanas doblen,
En la vecina Parroquia,
- vieja Capilla del Conde -.
Durante el día... ¡silencio!
Que sólo cante en la noche,
Y el aire lleve sus versos
A los olivos del monte.
En el año 1992 la Comunidad de
Madrid efectuó una restauración
del tejado, así como de toda la tapia
contigua a la torre.
185
TEATRO LOPE DE VEGA.
En nuestro recorrido imaginario por este Chinchón intemporal,
vamos a volver de nuevo a la plazuela de Palacio, y precisamente,
para visitar el solar donde estuvo el palacio de los Condes.
Allí, ahora, encontramos el edificio del Teatro Lope de Vega, construido en una parte de lo que fue este magnífico monumento de
finales del siglo XV, en el que, según las crónicas, abundaban los
mármoles y los azulejos, causando la admiración de todos sus
visitantes.
Lleva el nombre del insigne dramaturgo porque en este palacio
terminó de escribir su comedia "El Blasón de los Chaves de
Villalba", cuando acompañado de su protector el marqués de
Sarria, pasó unos días invitado por don Luis Jerónimo, hijo del III
conde de Chinchón.
186
13
Este palacio fue hundido en el año 1740, siendo conde de
Chinchón el infante don Felipe de Borbón.
El motivo de nuestra visita no es encontrar escudos de piedra,
sino placas conmemorativas y pinturas que también nos van a
hablar de su historia.
SU CONSTRUCCIÓN POR LA
SOCIEDAD DE COSECHEROS.
En el año 1871, varias personas principales de Chinchón, dirigen
una carta al administrador de la Condesa de Chinchón, interesándose por la compra de estos terrenos para construir un teatro. La
condesa vende el solar de casi seis mil metros cuadrados por el
importe de novecientos dieciséis reales, con sesenta y tres céntimos...
La construcción del teatro la inician personas particulares, posiblemente con unos objetivos comerciales, pero estos vecinos tie-
187
14
nen dificultades para continuar con las obras y la Junta directiva
de la Sociedad de Cosecheros acuerda asumir esta empresa que
iba a representar un gran empuje en la vida cultural y social para
el pueblo. Se pagan las 12.500 pesetas que habían invertido hasta
entonces los primeros promotores y se continúan las obras.
Existía un proyecto del arquitecto Fernando Arbós, al que no se
atuvieron los encargados de realizar las obras y los resultados no
fueron los esperados, ya que su aforo fue menor y algunas localidades no quedaron en las condiciones óptimas.
El coste total de la obra civil del edificio alcanzó la suma de 47.287
pesetas. Se contrató la decoración al escenógrafo y pintor Luis
Muriel, que cobró la cantidad de 2.375 pesetas y nos dejó unas
pinturas en el techo y paredes en las que se representaban al
Premio Nóbel de Literatura, José Echegaray Eizaguirre y a
Enrique
Segovia
Rocaberti.
Enrique
Segovia
Rocaberti
fue
un
ardiente político, eminente poeta y autor
dramático. Nació en
Chinchón en el año
1853 y era hijo de don
Nicolás, escribano de
actuaciones
del
Juzgado. Hizo estudios
de segunda enseñanza
y empezó la carrera de
leyes, pero la abandonó al cuarto año para
dedicarse de lleno a la
política y a la poesía.
Se afilió al partido
republicano, escribió
en el periódico El País
188
15
muchos y notables artículos, siendo, sin embargo, la poesía dramática la que le proporcionó los mayores triunfos. Entre las
muchas obras de este género que escribió, son las más notables:
La Alondra y el Gorrión, Cortarse la Coleta, La boda de mi criada,
Amnistía general y otras muchas. Tenía una excelente colección
de poesías, poemas y versos sueltos, siendo de especial mérito la
descripción en verso de los cuadros de una exposición de pinturas
de 1887, y La Guitarra. La vida irregular y agitada de periodista, le
acarreó una penosa enfermedad, de la que murió en Pinto el 18 de
febrero de 1890, a la temprana edad de treinta y siete años. Fue
coetáneo y colaborador de Leopoldo Alas "Clarín", Luis Taboada,
José Ortega Munilla, Vital Aza, Sinesio Delgado, Miguel Ramos
Carrión, Pedro Bofill, Eduardo de Palacio y José Estremera, en un
libro, recientemente reeditado, en el que se recogen una serie de
relatos cortos bajo el título de "Las Vírgenes Locas".
Luis Muriel fue, también el autor del espléndido telón de boca,
recientemente restaurado, que nos muestra una panorámica de la
plaza Mayor de Chinchón, vista desde uno de los balcones. En él
se representan dos figuras femeninas, una alada y con una corona
de laurel y una trompeta en la mano que representa a la Fama, y
189
16
otra que se vuelve hacia la plaza levantando la mano izquierda con
una corona de laurel y cintas con los colores de la República
Francesa y que sostiene con la otra un diploma. Alude, claramente, a los galardones logrados por miembros de la Sociedad de
Cosecheros para sus productos de aguardientes anisados, en la
Exposición universal de París en 1889.
El artista no pintó el telón del natural, sino que utilizó una fotografía. Como los medios técnicos de aquellos tiempos no posibilitaban hacer una panorámica de toda la plaza, se hicieron dos fotografías que se unieron en el centro, por el vértice izquierdo de la
fachada de la Iglesia. Al hacer esta unión quedó ligeramente
superpuesto el contrafuerte lateral de ese lado, por lo que la sensación de la iglesia en la pintura es de mayor esbeltez.
Para la decoración del teatro se compraron también dos cuadros
en el año 1897, que representaban los retratos de Benavente y
Zorrilla, por los que se pagaron 311 reales.
Como vemos en el programa que se reproduce a continuación, el
teatro se inaugura, el día 19 de noviembre de 1891, lo que representa un extraordinario acontecimiento cultural para la sociedad
de Chinchón.
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El programa dice así:
TEATRO DE CHINCHON
INAUGURACIÓN DEL NUEVO
TEATRO
Construido en esta Villa por la
SOCIEDAD DE COSECHEROS
Verificada el 19 de noviembre de 1891
Aureliano Serrano Ruiz, Teresiano Rubio y Eugenio Díaz, que han
tomado a su cargo la Empresa de este Teatro, deseosos de que el
éxito corone los sacrificios hechos por la Sociedad de Cosecheros,
y de que los espectáculos que se celebren sean dignos de este ilustrado público, que tanto interés ha demostrado por la terminación
del edificio, donde encontrará como descanso a sus ocupaciones
una distracción moralizadora y lucrativa, no ha omitido gasto al
esfuerzo hasta conseguir un cuadro completo de zarzuela, paro lo
cual ha cooperado con su ayuda nuestro particular amigo Sr.
Acevedo.
Pero como su inexperiencia en este asunto puede dar lugar a
alguna falta, confían que el público la dispensará con su acostumbrada benevolencia, prometiendo, para lo sucesivo, remediarla y
llenar cuantas exigencias se manifiesten por la opinión pública.
LISTA DE LA COMPAÑÍA
Director
DON ANTONIO M. ACEVEDO
Maestro Concertado y Director
DON CARLOS MURIEL
Primera Triple
DOÑA CARMEN CROS.
Otra primera tiple
Tiple Cómica.
Dª PURA AVILA
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Característica
SRA. GARCÍA.
Partiquina
DOÑA MAGDALENA MARTÍNEZ
SEÑORITA MORA
Primer Tenor Serio
DON JOSE F. TAMARGO
Primer Barítono
SR. ACEVEDO
Tenor Cómico
DON ANTONIO
POVEDANO
Bajo
DON FRANCISCO POVEDANO
Segundo Tenor
SEÑOR LORENTE.
Apuntadores: Don Francisco Martínez y D. José Navarro.
Pintor Escenógrafo
D. LUIS MURIEL.
19 Coristas de ambos sexos.- Orquesta, 5 profesores
REPERTORIO
La Tempestad, Jugar con fuego, Campanone, El anillo de hierro,
Los Magyares, Marina, El Molinero de Subiza, La conquista de
Madrid, El saldo del pasiego,Los Comediantes de antaño, El reloj
de Lucerna, La bruja, el Juramento, y otras muchas obras aplaudidas en los principales teatros de España.
Madrid: 1891.- Esc. Tip. del Auspicio.
En las Memorias que editaba anualmente la Sociedad de
Cosecheros, se recogía el estado de su activo. En la correspondiente al año 1909, que es la última en la que figura este dato, el
importe total invertido en el teatro hasta esa fecha eran 44.751,29
pesetas.
Con motivo del centenario de la inauguración del teatro, se colocó una placa conmemorativa que dice:
TEATRO LOPE DE VEGA
ESTE EDIFICIO TITULADO CON EL NOMBRE
DEL FENIX DE LOS INGENIOS
CUMPLIO SU PRIMER CENTENARIO
EL DÍA 19 DE NOVIEMBRE DE 1991
AYUNTAMIENTO DE CHINCHON
OTOÑO DE 1991
19
193
El Teatro "Lope de Vega" de Chinchón puede considerarse como
el emblema de esta Sociedad, ya que en el mismo confluyen algunos de los distintos aspectos que animaron a los fundadores de la
Sociedad de Cosecheros: la creación de riqueza y la promoción
cultural y social del pueblo; además, aún hoy, después de la restauración hecha en el edificio, aparecen los signos que identificaban a la Sociedad, y las letras "S.D.C." forman el escudo que preside los principales lugares del teatro.
El teatro pasó a propiedad del Ayuntamiento cuando en el año
1938 desapareció la Sociedad de Cosecheros.
Existe una publicación monográfica sobre esta Sociedad, de la que
es autor D. Manuel Carrasco Moreno, que bajo el título "La
Mojona, la Sociedad de Cosecheros de vino, vinagre y aguardiente de Chinchón 1853-1938" recoge su historia detallada con todas
las obras que realizó en Chinchón, durante esos años.
TRADICIÓN TEATRAL EN CHINCHÓN.
La existencia del teatro fue clave
para fomentar la gran afición teatral
que ha tenido siempre Chinchón.
Desde su construcción, el teatro va
a ser el centro de una gran actividad
cultura y teatral que se va a desarrollar en Chinchón hasta nuestros días.
Durante todas las épocas se han ido
representando obras teatrales y
musicales por grupos de aficionados,
teniendo que destacar las actuaciones de Enrique de la Vara.
194
21
Enrique de la Vara Fuentes,
nació en Chinchón el 21 de
mayo de 1911 y estudio canto en
Madrid, debutando como barítono en el año 1930. Años después, ya como tenor lírico,
actuó en los principales teatros
de España y en el año 1950 le
fue concedida la medalla de oro
del Círculo de Bellas Artes de
Madrid. Grabó, con el sello
Columbia, varias óperas famosas. Contratado para actuar en
Puerto Rico, visitó varios países
de Hispanoamérica y fijó su
residencia en Venezuela donde
siguió actuando en conciertos y
televisión. Hombre polifacético, se dedicó también a la pintura y
a la enseñanza musical, siendo un enamorado de su pueblo que en
el año 1951 le había concedido el título de "hijo predilecto".
Es también de justicia destacar la gran labor del maestro Patricio
Peco que desarrolló una importante labor tanto en la dirección
musical de las representaciones como en la enseñanza de música
a los jóvenes de Chinchón.
Posteriormente fue Pilar Montero quien tomó el relevo en la
dirección de comedias, y de esta base de intérpretes se nutrió "La
Pasión de Chinchón", que a partir del año 1963 se empezó a representar con guión de Luis Lezama. Esta labor la están desarrollando en la actualidad los grupos "Amigos del Teatro","Arco Iris" y
"La Cultural", celebrándose anualmente un certamen teatral que
lleva el nombre de nuestro paisano, el actor y director, José
Sacristán.
Hay una segunda placa conmemorativa en la entrada del teatro
que recuerda este acontecimiento y dice así:
195
22
EL EXCELENTÍSIMO
AYUNTAMIENTO
DE CHINCHON
EN HOMENAJE
A JOSE SACRISTÁN
EN EL I ENCUENTRO DE TEATRO
QUE LLEVA SU NOMBRE
JUNIO DE 1996
José Sacristán Turiégano, nace en Chinchón el día 27 de septiembre de 1937. Pasa los primeros años de su vida en Chinchón, y es
en este teatro donde ve sus primeras películas. Después se va a
trabajar a Madrid, y empieza su carrera artística, iniciándose en la
zarzuela, el teatro, la televisión y el cine.
Su trayectoria como actor es amplia y variada, y va desde películas como "Solos en la madrugada" o "Asignatura pendiente", a sus
últimos grandes éxitos en el teatro musical, como "El Hombre de
la Mancha" o "My Fair Lady", en las que muestra sus dotes de cantante.
También ha destacado como director de cine, con películas como
"Cara de acelga" y "Yo me bajo en la próxima" que también protagonizó. Para esta última escogió como escenario el Teatro Lope de
Vega, que le traía tan gratos recuerdos de su niñez.
Ha obtenido muchos galardones internacionales, y también en su
pueblo quisieron premiar su labor profesional colocando una
196
23
placa conmemorativa en la fachada de la casa, donde había nacido, en la calle Grande. En esta placa de bronce, aparece su efigie
y dice:
AQUI NACIO
JOSE SACRISTÁN TURIEGANO
27-9-37
EL PUEBLO DE CHINCHON A
SU LABOR PROFESIONAL
CHINCHON A
6 DE FEBRERO DE 1997
En el teatro se dieron sesiones de cine desde la aparición del cinematógrafo. Para ello fue necesario hacer algunas reformas estructurales, colocando un telón metálico, que además de servir de
pantalla, actuaba de cortafuegos, tal como se indicaba en las ordenanzas en materia de seguridad, y se eliminaron los palcos de la
planta baja para ampliar el patio de butacas de forma que fuese
mayor su aforo.
197
24
Durante varias décadas, a mediados del siglo XX, el cine era, casi,
la única oferta lúdica para los domingos en Chinchón. Había tres
sesiones, una infantil, a las cuatro y media de la tarde, con películas siempre "toleradas" y otras dos sesiones, a las 7 de la tarde y
a las 10 de la noche, en las que llegaban a poner películas "granas", que las autoridades religiosas desaconsejaban y la clasificación moral indicaba solo para mayores "con reparos". Había
muchas personas abonadas y en muchas ocasiones era difícil
encontrar entradas. Las carteleras de las películas se colocaban en
los soportales de la plaza y era visita obligada para conocer las
películas que se iban a proyectar ese domingo.
Después llegó la televisión, fueron cambiando las costumbres y el
teatro, poco a poco fue quedando sólo para esporádicas representaciones teatrales de aficionados y veladas de fin de curso para los
niños de las escuelas.
El poco uso y la desidia llevaron al teatro a un lamentable estado,
que pedía una imprescindible reforma.
Esta llegó, gracias a la Comunidad de Madrid, en el año 1987,
haciéndole recobrar su antigua fisonomía. Se hicieron, de nuevo,
los palcos de la planta baja, se redujo el número de butacas, se
cambió el mobiliario y se restauraron las pinturas de la sala. Se
acondicionaron los camerinos y se hizo una restauración total de
todo el edificio.
A finales del siglo XX y financiado por aportaciones particulares
que gestionó la Asociación Cultural "Amigos del Teatro" de
198
25
Chinchón, se hizo una limpieza y restauración del telón de boca
que también se encontraba en un lamentable estado debido al
poco cuidado y a las humedades a que había estado expuesto.
Gracias a esta restauración volvió a recobrar la magnífica espectacularidad que plasmó con sus pinceles Luis Muriel en el año 1891.
Dentro de la tradición teatral de Chinchón, merece un capítulo
aparte el teatro de carácter religioso. Cuentan que con motivo de
la festividad del Corpus Cristi se organizaban en la plaza representaciones de autos sacramentales, como unos de los actos que
acompañaban esta celebración en la que era protagonista la
"Hermandad de los Coronados". A esta congregación sólo podían
pertenecer los que demostraban pureza de sangre, es decir, los
que eran cristianos viejos, nos descendientes de conversos. Existe
199
en la Parroquia de Chinchón un libro con los estatutos y hermanos de esta Cofradía, aunque de la existencia de las representaciones no conozco su confirmación documental.
Siguiendo esta tradición, en el año 1963, Luis
Lezama Barañano, ideó
una representación de la
Pasión
de
Cristo.
Escribió un guión basado
principalmente en el
Evangelio de San Juan, y
se inició la representación como un Vía Crucis
por
las
calles
de
Chinchón. La representación se hizo el Sábado
Santos, al anochecer,
porque esta representación no terminaba en el
Calvario sino que lo
hacía
con
la
Resurrección. Al hacerse
cuando ya no hay luz
200
27
natural, permite iluminar los escenarios y darlos un dramatismo
más efectivo. Todos los actores son personas no profesionales.
Esta representación fue declarada de interés turístico por el
entonces Ministerio de Información y Turismo, y desde sus inicios ha sido financiada por la Obra Cultural de Caja de Madrid. A
pesar de representarse a la intemperie, no se ha dejado de representar ningún año aunque haya llovido o hecho frío.
Como sería imposible citar a todos los que han intervenido durante tantos años en la Pasión, queremos recordar a los pioneros:
Pilar Montero como directora, Antonio Catalán, como Jesucristo,
Teresiano García Marcó en el papel de San Pedro, José Luis
Magallares como San Juan, Julio García López como Pilatos, José
Carrasco haciendo de Cirineo, Aurora Montes interpretando a la
Virgen María, Tanci de las Heras como la Verónica, Juan
Colmenar y Federico Vega como los lectores, etc. etc. etc.
Miles de visitantes han sido testigos, todos los años, de la grandiosidad de esta representación que sobrecoge por su sencillez y, a la
vez, por su espectacularidad, en el escenario único de las calles y
plazas de Chinchón.
201
ERMITA DE SAN ANTÓN.
A pocos metros de la torre, por la calle de San Esteban
Baja -hay también otra calle dedicada al santo, llamada alta- llegamos a la plazuela de San Antón. El día 17 de enero, en los siglos
pasados, era una de las fiestas más importantes del pueblo.
Durante todo el día, los agricultores llevaban sus caballerías a
"dar vueltas" a la ermita del santo patrón de los animales. Y es
202
29
que, en aquellos tiempos,
los animales formaban
parte activa e importante
en la economía de las familias, aportando su trabajo
en tareas de carga, de tracción y de custodia y siendo
una fuente de subsistencia
imprescindible para su
economía.
Esta zona fue la más
antigua del pueblo y en ella
se debió construir una
pequeña ermita, allá por el
siglo XI ó XII, de estilo
románico, de la que sólo
queda el testimonio del
ábside redondeado.
Hay una placa en la
puerta, de azulejos policromados, realizada por Ángel
L. Simón, que dice así:
ERMITA DE SAN ANTÓN.
ESTA ERMITA
ANTIGUAMENTE DEDICADA A
SAN ESTEBAN
DATA DEL SIGLO XVIII,
REFORMADA EN LOS SIGLOS
XIX Y XX,
ESTA CONSTRUIDA SOBRE
OTRA ANTERIOR ROMÁNICA
DEL SIGLO XI.
1997
203
Aunque posiblemente pudiera ser la
parroquia del pueblo antes de serlo la 30
Iglesia de Santa María de Gracia, sólo
queda constancia documental de que
en el año 1808, después de ser incendiadas las otras iglesias por lo franceses, el párroco don José Robles designó
la ermita de san Antonio Abad para
parroquia provisional, compartiendo el
culto con la de los padres agustinos.
También sufrió desperfectos en
esas fechas siendo reparada seis años
después y consolidada en el año 1914
por cuestación popular y por la cofradía de San Antonio Abad y de Nuestra
Señora de los Remedios. Esta misma
cofradía realizó una nueva reforma en
el año 1997, con cuyo motivo se colocó
la placa mencionada.
Aún se sigue celebrando la fiesta y
en la almoneda se siguen subastando los regalos que se hacen al
santo. Antaño, la mayoría eran productos de las matanzas del
cerdo que se hacían en casi todas las casas. Los dulces tradicionales de ese día eran los "tostones", golosinas caseras hechas de
cañamones y miel.
204
31
ERMITA DE SAN ROQUE.
Cuentan que durante la Edad media, la peste asoló toda Europa, y
que un hombre acaudalado nacido en Montpellier, se entregó a la
curación de los enfermos, con tal celo que él mismo se contagió de
tan nefasta enfermedad. Murió, fue enterrado en Venecia, y elevado a los altares con el nombre de San Roque. Muchos pueblos de
205
España le acogieron como patrono, a 32
pesar de ser extranjero, cuando las
repetidas epidemias seguían asolando nuestras tierras.
Chinchón fue uno de ellos y en su
honor levantaron una pequeña capilla a la salida del pueblo. Pero era tan
pequeña que apenas si podían entrar
los celebrantes y algunos fieles, por lo
que en el año 1668 el Concejo acuerda ampliarla para lo que tiene que
comprar una casa que le lindaba.
Para reedificar la capilla se convocó
un concurso que fue adjudicado a
Juan de Vergara, maestro de obras de
Colmenar
de Oreja,
y las puertas
las
h i z o
Alonso
Robleño.
La ermita actual es de estilo barroco,
de mampostería cajeada con ladrillo,
de una sola nave en forma de cruz, formando una pequeña cúpula en la confluencia con el pequeño crucero.
Ha sufrido repetidas reformas, a costa
de la Hermandad de San Roque y la
Virgen de Gracia, que comparte el
patronazgo con el santo francés.
En el año 1716 el cura natural de esta
villa, don Antonio Álvarez Gato, costeó
la imagen del Santo, que fue trasladada desde Madrid por los vecinos del
pueblo, ya que el sacerdote no encon-
206
33
traba medios para traerla, por lo que estuvo depositada varios
meses en una iglesia de Madrid, donde causó admiración por la
perfección de la obra.
La Fiesta se celebra el día 16 de agosto, un día después de la virgen de Agosto, que en Chinchón se venera bajo la advocación de
Nuestra Señora de Gracia, con lo que coinciden las fiestas de los
dos santos patronos.
207
34
Con este motivo siempre se celebraron varios días de fiesta, que se
iniciaban el día 14 y terminaban el
día 18, celebrándose fuegos artificiales, bailes, encierros y corridas
de novillos; además de las fiestas
religiosas, en las que destacaban las
misas solemnes cantadas, y las procesiones.
La procesión de San Roque, a la
que procuran venir todos los chinchonenses que viven fuera, es la
más multitudinaria de las que se
celebran durante todo el año y tiene
un recorrido establecido desde la
Parroquia a la ermita del Santo
pasando por la plaza, en dos filas
interminables que ocupan todo el
recorrido, ya que cuando la imagen
del Santo sale de la Iglesia, la cruz y
los ciriales, que encabezan la procesión, ya han llegado a la plaza de
San Roque.
Esta tradición sólo se cambia cuando la Iglesia está en obras y el culto
se celebra en otra Capilla. Pero
cuentan que por el año 1745, cuando se subía, por la mañana, la imagen del Santo hasta la parroquia, el
cura don Manuel Rodríguez que
presidía la procesión intentó cambiar el itinerario, lo que provocó
una gran controversia, que obligo a
que el señor alcalde don Francisco
de la Calva tuviera que pedir la
208
intervención de don Miguel Herrero
de Ezpeleta, administrador del
Infante don Felipe, conde de
Chinchón, para que se determinasen
las condiciones que debían ser acatadas por todos.
Se hace una nueva reforma en el año
1755. El Papa Clemente XIII concede
jubileo a favor de la Ermita con fecha
5 de junio de 1761 y el Cardenal
Arzobispo de Sevilla don Francisco
Solís, concede, el 27 de septiembre
de 1767, cien días de indulgencia a
los fieles que rezasen un padre nuestro y un avemaría ante la imagen de
San Roque.
Las fiestas terminan con el
día de descanso, en el que, por la
tarde, se celebra la Almoneda en la
que se subastan los regalos que se
han hecho al Santo; ristras de ajos,
embutidos, vino, dulces y anís. Como
hemos visto anteriormente al
comentar las fiestas de San Antón,
éste era el sistema que utilizan casi
todas las hermandades para conseguir la financiación de los festejos
que organizan. Durante la almoneda
se obsequia con limonada a todos los
asistentes que pueden participar en
209
36
la subasta o divertirse con las ocurrencias de los "animadores"
que incitan con gracejo a subir las pujas. Desde aquí queremos
dejar un cariñoso recuerdo para el "Pregonero", "Machaco" y "El
Pajero" que, durante casi un siglo, colaboraron en este menester.
210
6
PARTE
SEXTA
Número SEIS
Y
Manuel Carrasco Moreno
EL ASILO
EL GRUPO ESCOLAR
con historia
CHINCHÓN
211
2
M ANUEL C ARRASCO M ORENO
PARTE
SEXTA
GRUPO ESCOLAR "HNOS. ORTIZ DE ZÁRATE"
SISTEMA EDUCATIVO EN CHINCHÓN.
FRANCO INAUGURA EL GRUPO ESCOLAR.
INSTITUTO DE ENSEÑANZA MEDIA.
ASILO DE SAN JOSÉ.
TRADICIÓN BENÉFICA EN CHINCHÓN.
RESIDENCIA DE SAN JOSÉ.
LOS FESTIVALES TAURINOS.
212
EL ASILO DE SAN JOSÉ.
El día 17 de octubre de 1931, se coloca en la fachada del Asilo de San José
una placa dedicada a Marcial y Pablo
Lalanda. Esta placa se quitó cuando
se hizo la última restauración y, desgraciadamente, desapareció junto
con la que se había colocado en
homenaje a Julio Aparicio.
Años después, posiblemente en desagravio por la desaparición de estas
lápidas, el Ayuntamiento de
Chinchón, colocó en el porche del
jardín cuatro lápidas iguales en reconocimiento a los cuatro toreros que
hasta la fecha se han encargado de
organizar los festivales taurinos.
213
4
Estas placas de mármol nos dicen que los toreros han colaborado
en el mantenimiento de esta institución, organizando los ya célebres festivales taurinos de Chinchón.
Pero antes de hablar de estos festivales, vamos a contar la historia
desde el principio.
TRADICIÓN BENÉFICA EN CHINCHÓN.
La tradición de beneficencia en
Chinchón se remonta a varios siglos.
Dentro de las fundaciones de carácter
benéfico, se pueden catalogar los
Pósitos. Eran organizaciones a las que
los fundadores dotaban con trigo, con
el que se hacían préstamos a los agricultores para la siembra. Ellos lo tenían que devolver cuando realizaban la
cosecha con un rédito de medio celemín por fanega, es decir, por cada dieciséis kilos recibidos, tenían que
devolver dos más y posteriormente, a
partir del año 1615, el tipo de interés
se estableció en el pago de un real por
fanega.
Este trigo se almacenaba y con él se
iba haciendo pan cuando había carencia y se repartía entre los "pobres vergonzantes", según se indicaba
en un acuerdo del Concejo del
año 1663. Con los beneficios
que se obtenían se compraron
almacenes o paneras, con lo
que el capital de estos pósitos
llegó a ser importante.
214
5
En Chinchón, hubo tres, el primero llamado del Rey, concejil o
público, constituido, a finales del siglo XVI, por el pueblo y administrado por el Concejo; un segundo creado por doña Mencía de la
Cerda y Mendoza, según testamento firmado en Madrid el 30 de
abril de 1597, dotado con quinientas fanegas de trigo, dejando la
administración al cura párroco, alcaldes y regidores de la Villa; y
un tercero, posiblemente el primero en su creación, creado por el
cura Beltrán del Castillo, dotado con trescientas fanegas de trigo y
administrado por el Concejo.
Estos tres pósitos se fundieron en uno solo en el año 1792 y quedó
prácticamente extinguido en el año 1836, cuando hubo que entregar trigo y dinero, a título de préstamo, a la Diputación Provincial
y a la Comisión de Armamento y Defensa para la movilización de
la milicia nacional, sin que se llegase a reintegrar estas cantidades. En el año 1855 aún se adeudaba al Ayuntamiento la cantidad
de sesenta y siete mil setecientos cincuenta y cinco reales.
También fueron varios los hospitales que se fundaron en
Chinchón por iniciativa particular.
A principios del siglo XVII el Capitán don Juan González de
Villafuerte, que fue vecino de Chinchón y residió después en la
ciudad de Potosí (Perú), fundo un hospital. D. Diego de Recio y
García, había fundado el hospital de la Misericordia para la curación de enfermos pobres. Estaba este hospital en la calle de la
Tahona, a la espalda de la ermita de la Misericordia.
Estos dos hospitales se unificaron y en el año 1782, por acuerdo de
sus patronos, y al no disponer de fondos para atender el hospital
se redujo la fundación a pagar una capellanía y hacer diversas
limosnas a los pobres y posteriormente sólo quedó dinero para
mantener la conservación de la ermita de la Misericordia.
Esta ermita de la Misericordia es del siglo XVIII y está en la plazuela del Pozo. Fue una de las propiedades eclesiásticas que fueron vendidas a particulares con motivo de la desamortización de
Mendizábal. Pasó por distintos propietarios y se dedicó a diversas
215
6
actividades hasta que en el año
1906 su propietaria doña Leonor
Carretero Sáenz de Tejada la
cedió para que continuase el culto
a la Virgen.
En esa fecha se creó la
Hermandad de la Virgen de
Misericordia que ha ido haciendo
diversas restauraciones en la
capilla. En el altar mayor, además
de la Imagen de la Virgen hay un
cuadro de Santa Lucía de la
Escuela Sevillana del siglo XVIII,
y en las pechinas que forman la
pequeña cúpula, están los cuatro
apóstoles en tablas pintadas por
Gregorio Montes, copias del
Greco.
La Fiesta se celebra el domingo más cercano al día 8 de septiembre, que es la fiesta de la Natividad de la Virgen, celebrándose,
además de los cultos religiosos, una verbena y concursos de disfraces.
En el año 1699 don Fernando de Fominaya fundó una obra pía
para la curación de pobres enfermos.
En el año 1720 don Tomás Álvarez Gato, cura párroco de
Chinchón, lego en su testamento todos sus bienes, para que con su
venta se dieran cien ducados a tres personas pobres de su familia
y el resto para vestir pobres, dejando como patronos al Capellán
mayor y al párroco de Chinchón. En el año 1813, los patronos
decidieron con las rentas de este capital sufragar los gastos de una
escuela, pagando al maestro don Luis Antonio Gómez nueve reales diarios para enseñar a veinticinco niños.
Hubo también otras fundaciones de hospitales, como el llamado
de Vallejo en el siglo XVI, que poco a poco fueron desapareciendo
y pasando sus edificios a ser de propiedad particular.
216
7
Aunque de carácter propiamente religioso, podemos citar
aquí a las cofradías o hermandades religiosas, que estaban
dedicadas a los santos venerados en la población. Podríamos
citar a las de San Juan, la
Sangre de Cristo y la Vera
Cruz, la Soledad, la Virgen de
Gracia y San Roque, y otras
muchas que, como la de San
José, han llegado hasta nuestros días. Todas estas hermandades, como su nombre indica,
hermanaban a los fieles en
torno al santo de su devoción, y
además de rendirle culto, eran
ejemplo de fraternidad y solidaridad cristiana, socorriendo
en caso de enfermedad o
pobreza a sus cofrades.
Posiblemente en estos tiempos
de retorno a las verdaderas tradiciones, sería necesario cuestionar en qué se han llegado a
convertir estas hermandades y
darles un contenido más acorde con sus orígenes y con el
verdadero sentido cristiano.
Además de las funciones taurinas con carácter benéfico, de
las que hablaremos después,
también se realizaron en los
dos últimos siglos funciones
teatrales a beneficio de las distintas congregaciones de monjas, y de distintas obras religio-
217
8
sas. Existe el cartel de una de estas representaciones teatrales que
se celebró el día 3 de noviembre de 1909 a favor del Asilo de San
José, en la que tomaron parte "distinguidas y bellas señoritas e
ilustrados jóvenes de la localidad", cobrándose 2 pesetas por la
butaca de patio.
A mediados del siglo XX se hicieron verbenas en la Plaza de
Armas a beneficio de la Pasión de Chinchón y prácticamente todas
las funciones de teatro hechas por aficionados tuvieron siempre
un carácter benéfico.
Y hecho este preámbulo vamos detenernos en la historia del Asilo
de San José, aunque ahora se conoce como:
RESIDENCIA DE SAN JOSÉ.
Estamos a principios del siglo XX. Todavía sobrevivían las ideas
altruistas y caritativas de siglos anteriores. En Chinchón había
carencia de un lugar idóneo donde recoger a los ancianos, sobre
218
9
todo, a los que carecían de medios.
El día 13 de septiembre de 1903, a
iniciativa de un grupo de vecinos,
se convoca una junta de las personas más representativas del pueblo
y acuerdan construir un asilo para
ancianos desvalidos, con los fondos
que se recaudasen por suscripción
popular.
Se crea un patronato formado por
el Sr. Alcalde de Chinchón don
Máximo Carretero de la Peña, el
señor cura párroco don Filomeno
Blanes Molina, y una junta de personas ilustres bajo la presidencia de
don Ventura del Nero Fominaya,
nombrando vocales de la misma al
médico don Quintín Sánchez Rubio
y al notario don Valerio Villalobos
López.
Se recaudan rápidamente más de
veinticinco mil pesetas y con ellas
se compra un solar situado a la salida de la calle del Santo, de una
extensión de catorce áreas que era
propiedad de don Afrodisio
Villalobos.
Se acometen las obras de construcción y es terminado totalmente el
19 de noviembre de 1904. Con
fecha de 21 de diciembre del año
siguiente se acuerda que deben pertenecer al patronato con carácter
permanente, en calidad de vocales,
el alcalde, el juez municipal, y el
presidente de la Sociedad de
Cosecheros.
219
Con fecha 3 de agosto de 1906 el Patronato cede el edificio, en 10
escritura pública, a las Hermanas de Ancianos Desamparados,
quienes se han desempeñado su caritativa labor a favor de los
ancianos de Chinchón hasta nuestros días.
En las condiciones de cesión se estipulaba: "que debían tener
siempre acogidos de ocho a veinticuatro pobres, mitad de cada
sexo, inútiles para el trabajo, que tengan más de sesenta años o
imposibilitados de cualquier edad, naturales de esta población o
con residencia en ella de quince años".
LOS FESTIVALES TAURINOS.
Las necesidades asistenciales del Asilo requieren más fondos de
los disponibles y la situación económica requiere adoptar medidas para captar fondos.
Si hemos visto que en Chinchón siempre hubo una tradición de
ayuda a los necesitados, también hubo, desde antiguo, una gran
tradición taurina.
Estas dos tradiciones se unen y se crea la tradición de los festivales benéficos. Ya hemos contado que Salvador Sánchez Frascuelo
toreó varias corridas a beneficio de los pobres en el último tercio
220
del siglo XIX. Es ahora Marcial Lalanda quien toma el testigo y
desde el año 1923 se encarga de organizar un festival taurino con
carácter permanente para garantizar la supervivencia del Asilo de
San José.
Ya hemos contado la historia de Marcial Lalanda, al hablar de su
lápida colocada en la plaza mayor.
Ahora vamos a hacer un breve resumen de los que continuaron su
labor.
Julio Aparicio, tomó la responsabilidad de la organización del
Festival de Chinchón desde el año 1953 al año 1980. Durante estos
años también llegaron a Chinchón las figuras más importantes del
toreo. Sin ánimo de hacer una lista exhaustiva, podríamos citar, a
Luis Miguel Dominguín, Antonio Bienvenida, Antonio Ordóñez,
Paco Camino, El Viti, Antoñete, y los rejoneadores Ángel y Rafael
Peralta.
En el festival del año 1964 el marqués de la Valdavia impone a
Julio Aparicio la Cruz de Beneficencia, que le había sido concedida por haber toreado más de doscientas corridas benéficas.
221
12
En el año 1958 es nombrado hijo adoptivo de Chinchón y se coloca una placa en su honor junto a la de Marcial Lalanda en la fachada del asilo.
El 5 de diciembre de 1970 la recién creada Asociación de Amigos
de Chinchón concede a D. Marcial Lalanda y a don Julio Aparicio
su primer "Ajo de Oro", distinción instituida para premiar a las
personas que se distinguiesen por sus acciones a favor de
Chinchón.
Desde 1981 se encargó de la organización del festival el rejoneador
don Manuel Vidrié de quien tomó el relevo Julio Aparicio, hijo, en
el año 1994. Para no hacer más extenso este apartado sugiero la
lectura del libro "Toros en Chinchón" de J.M. Sánchez Vigil y C.
Alonso, donde encontrarán todos los pormenores de lo que aquí
solamente se ha esbozado.
Con el paso del tiempo el resultado económico de los festivales fue
cada vez más reducido, por ello, los responsables del patronato
del Asilo decidieron, en el último tercio del siglo XX, solicitar
222
ayuda económica a la Diputación Provincial, ya que habían
aumentado considerablemente los gastos por haber aumentado el
número de los ancianos que estaban acogidos.
Hay que destacar que los festivales taurinos, además de su labor
caritativa, fueron el embrión del turismo de Chinchón. La gran
afluencia de visitantes que cada fin de semana llegan hasta aquí,
nos hacen recordar lo que antes se producía solamente el día del
Festival.
Hay también que reseñar que para la realización de estos festivales, además de la inestimable y altruista participación de los toreros era imprescindible una infraestructura organizativa en
Chinchón. Desde aquí quiero dejar constancia del trabajo, casi
desconocido que hicieron muchas personas, entre las que podríamos destacar a don Pablo Cámara, a don Pedro del Nero y muy
especialmente a don Mateo de las Heras, que además de implicarse en los trabajos de organización nos dejó unas interesantes crónicas de todos los festivales, gracias a las cuáles, se han conservado datos imprescindibles para conocer su historia.
Y como colofón de este apartado, hacer una cariñoso recuerdo a
todas las monjitas que durante un siglo se han dedicado al cuidado de los ancianos, y en representación de todas ellas, dos que
dejaron huella y recuerdo en todos los chinchonenses que las
conocieron: Sor Mercedes y, sobre todo, Sor Primitiva que murió
en el verano de 1965, después de una larga vida dedicada a sus
queridos ancianitos.
13
223
GRUPO ESCOLAR
"HNOS. ORTIZ DE ZÁRATE"
Entrando a Chinchón por la carretera que va hacia Colmenar de
Oreja, enfrente del Cuartel de la Guardia Civil, nos encontramos
con un complejo de varias edificaciones, y en el frontal del edificio central, una inscripción en la que se lee una fecha MCMLI, y
debajo GRUPO ESCOLAR, Rafael y Joaquín Ortiz de Zárate, que
son los titulares de este Centro.
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Aunque la inscripción mencionada
no tiene ningún valor artístico, y
por sí misma no merecería formar
parte de esta recopilación, sí tiene
una importante significación histórica y social.
SISTEMA EDUCATIVO EN CHINCHÓN.
La educación y la docencia en
Chinchón tienen una tradición que
merecerían que algún investigador
nos contase su historia. Sabemos, y
ya hemos hecho mención a ello en
este trabajo, que los padres agustinos tenían varias cátedras en el
convento y en especial una de latinidad en la que se podían formar
los jóvenes que querían cursar estudios de letras.
A esta cátedra también hace mención Benito Hortelano en sus
memorias, escritas en 1860.
Años antes, El 2 de octubre de 1778,
un grupo de ocho personas de
Chinchón, encabezados por el capellán mayor de la capilla del Infante
Don Luis, Conde de Chinchón, y
Cura propio de la parroquia de
Santa María de Gracia, solicitaron
al Consejo de Castilla la fundación
de una Real Sociedad de Amigos
del País de Chinchón. Estas personas, pertenecientes al clero y a la
nobleza, siguen los principios de
formar una sociedad con el objeto
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16
de socorrer a los pobres, desterrar la vagancia e instruir a la juventud de ambos sexos con el establecimiento de escuelas.
El doctor don Miguel Ramón Linacero, capellán mayor de la capilla del Serenísimo Infante don Luis, cura propio de la muy noble
y muy leal villa de Chinchón, el licenciado don Carlos de Zurita y
Mendoza, visitador eclesiástico de este partido, don Antonio de
Zárate, alcalde ordinario por el estado noble, don Bernabé
Roldán, teniente de cura, don Ventura de Ortega y Palacios, don
Francisco de Zárate, el doctor don Javier Díaz de Díaz, don Juan
de Recas, don Juan Manuel Carrasco y don Juan Ventura Díaz,
presbíteros y seculares de dicha villa, reflexionando con otros la
decadencia de la fábrica de paños de esta villa según en representación tienen propuesto al Real y Supremo Consejo de Castilla,
por decreto que este regio tribunal se sirvió librar en veinte y ocho
de enero pasado de este presente año declaró ser muy útiles todas
las propuestas hechas en ella y encargó que los individuos que han
de cuidar de estas obras de caridad se uniesen en una Sociedad
Patriótica, presentándose en las Casas Consistoriales, en la pieza
que se señalase por el Ayuntamiento y procediesen a formar sus
establecimientos, tomando el método de otras sociedades y especialmente de la Villa de Madrid, y formados se reuniesen al
Consejo sin perder tiempo por mano de don Antonio Martínez
Salazar, escribano de Cámara".
Se determina que la sociedad constituida establecerá una escuela
de hilados de lino, algodón y cáñamo, bajo la dirección de un
maestro que pedirá a la Real Sociedad de Madrid, para que enseñe todo género de hilados, con todo lo que es propio a esta manufactura, a excepción de los tejidos, en la misma escuela habrá una
maestra que enseñe los hilados de lana para la fábrica de paños de
la villa, y se evite así que los fabricantes tengan que darlo a hilar
fuera de aquí como sucede en la actualidad.
Los fundadores tienen el claro y decidido propósito de formar una
sociedad que sólo tuviese por objeto el socorro de los verdaderos
pobres, el destierro de la ociosidad y la instrucción de la juventud
de ambos sexos, creando y estableciendo escuelas de hilados de
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lino, cáñamo y lana, seraje y trenzado de esparto "a las cuáles
deberán concurrir aquellos niños y mendigos que, no siendo proporcionados para otros trabajos, pudieran exercitarse útil y cómodamente en éste, cuidando también de proveer de una manutención frugal y sana a los pobres enteramente imposibilitados".
Poco se sabe del funcionamiento que tuvo la Sociedad de Amigos
del País, y tampoco han quedado detalle de sus logros y realizaciones, posiblemente sus objetivos eran demasiado ambiciosos y las
realizaciones se pudieron quedar muy por debajo de sus pretensiones. Pero, sin duda, era un meritorio intento de dotar a nuestro pueblo de una especie de formación profesional, lo que suponía un gran avance sobre el concepto de enseñanza que había en
aquella época.
En el año 1813, los patronos de la Fundación de don Tomás Álvarez Gato, cura párroco de Chinchón, creada en el año 1720, decidieron, con las rentas del capital existente, sufragar los gastos de
una escuela para enseñar a veinticinco niños.
La Sociedad de Cosecheros construyó un aula en el año 1864, que
tenía unas dimensiones de 20 metros de larga, por 7 de anchura,
o sea, 140 m2 de superficie, con una capacidad de 1840 metros
cúbicos de aire, que fue considerada como la mejor de la provincia, en aquellos tiempos.
Por la Real Orden de 7 de febrero de 1908, se constituye en
Chinchón, la Junta Local de Instrucción Pública, con fecha 1 de
abril de 1908.
La Junta quedó formada por:
Presidente: El Alcalde de Chinchón, don Manuel Asensio Ortiz de
Zárate.
Vocales concejales: D. Juan de Dios Ortiz de Zárate y Juan
Rodríguez.
Inspector de Sanidad: D. Quintín Sánchez.
Padres de Familia: D. Arturo González, D. Juan Escanellas, Dª.
227
18
Anunciación Rodríguez y Dª. Enriqueta Palacios.
Párroco: D. Filomeno Blanes y Molina.
Farmacéutico: D. Julio García.
Se inician las reuniónes de esta Junta Local, con una periodicidad
mensual, y se encarga, principalmente de asuntos de orden disciplinarios con los maestros.
Pero esto sólo dura unos meses y a
partir del año siguiente, sólo se
hace una reunión anual dirigida a
planificar el curso escolar, fijando
las fechas de los exámenes.
Pasan los años y la Junta sólo se
reúne algunos años y de forma
protocolaria, cuando tienen que
cumplir con alguna normativa,
como la de dar posesión a los
maestros nombrados por el
Ministerio de Instrucción Publica,
sin ocuparse de los temas propiamente educativos.
El 19 de mayo de 1926, se forma
una nueva Junta Local, formada
por
Presidente: D. Esteban Recas de la
Peña.
Concejales: D. Faustino de la Peña
Susiác y D. Pedro del Nero
González.
Médico Titular: D. Daniel Barroso Muñoz.
Farmacéutico: D. Enrique Pelayo Pastrana.
Maestro Nacional: D. Miguel Sánchez Muñoz.
Cura Párroco: D. Alfonso Sánchez y Sánchez.
Padres de Familia: D. Arturo González Ortiz de Zárate, D. Teódulo
de la Peña
Fernández.
Madres de Familia: Dª. Laura Pelayo Carretero y Dª Araceli de las
Heras.
Secretario: D. Paulino Álvarez-Laviada.
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En esta reunión se acuerda que la Junta se reúna con la periodici- 19
dad reglamentaria y que es necesario hacer un censo de la población escolar, para lo que se dará instrucciones a los agentes de la
autoridad para que procedan a hacer este censo.
En la reunión de 18 de junio de 1927 se da cuenta de la cuestación
realizada en Chinchón para contribuir a la construcción de la
Ciudad Universitaria y Clínica de la Facultad de Medicina, que
había patrocinado el propio Rey. Se recaudaron un total de mil
cincuenta y siete pesetas con cuarenta céntimos.
Los propósitos de esta junta, quedan en buenas intenciones y continúa reuniéndose solamente para la toma de posesión de los
maestros.
En el año 1930 se inaugura un espacioso colegio en la casa que
había sido propiedad de la Familia Aparicio de la Peña, para trescientos niños de ambos sexos. Se nombró director del colegio de
los niños a D. Valentín López y para el de las niñas, a doña
Carmen Moreno. Este Colegio fue el resultado de la fundación que
crearon doña Fidela y doña Paula Aparicio de la Peña, secundadas
por el esposo de la segunda, don Alfredo de la Peña, destinando la
mayor parte de sus fortunas a la creación y mantenimiento de un
centro católico de enseñanza.
El colegio de los niños, que se ubicó en un nuevo edificio en la
calle que hoy se llama de los Hermanos Maristas, con vuelta a la
Ronda del mediodía, se encomendó a los hermanos maristas, y el
de las niñas, en la casa de la calle Benito Hortelano, a las hijas de
Cristo Rey. Los maristas permanecieron en Chinchón hasta el año
1936 en que fueron expulsados cuando se inicio la guerra civil. Las
Monjas de Cristo Rey, que también fueron expulsadas cuando se
inició la guerra, volvieron a su terminación, instalándose en el
edificio que antes había ocupado el colegio de los niños, y permanecieron en Chinchón hasta el año 1972.
Cuando se hicieron las obras para estos dos colegios se construyó
también una capilla que daba servicio a los dos colegios. En el año
1956, siendo coadjutor don José Manuel de Lapuerta, se habilitó
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parte del edificio de la calle Benito Hortelano para sede de los
jóvenes de Acción Católica. Años después, en el año 1967 en la
bodega del edificio se ubicó a club parroquial, llegándose a dar
cine en la capilla.
De esta época, todavía queda una pintura mural que representa
una vista imaginaria de Chinchón, obra de Tito Lozano y Manuel
Carrasco, que permanece inalterada a pesar de las varias reformas
y rehabilitaciones que ha tenido el local. Como posteriormente
veremos, después se dedicó de nuevo a la enseñanza, instalándose el Instituto.
El motivo del cierre del Colegio de Cristo Rey se debió principalmente a causas económicas. Ya en el año 1966, intentando buscar
solución a sus problemas de financiación, el Alcalde de Chinchón,
envía un escrito al Gobernador Civil, solicitando subvención para
este Colegio, argumentando que este Colegio, en el que reciben
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enseñanza 300 niños , es el único de Chinchón en que se imparte
la enseñanza media a 50 niños de la localidad.
Hay que resaltar la extraordinaria labor que realizaron estos dos
colegios, sobre todo el de los hermanos maristas, que tan sólo en
seis años marcaron a una generación de jóvenes, ofreciendo una
enseñanza muy diferente a la que se venía impartiendo en aquellas épocas.
El 14 de Abril de 1931 se proclama la Segunda República, y cambia la legislación en materia de educación. La Junta Local de
Instrucción Pública, se convierte ahora en el Consejo Local de
Primera Enseñanza, y en Chinchón se constituye el día 4 de febrero de 1932, quedando formada por los siguientes señores:
D. Ismael Zazo Minguela, en representación del Ayuntamiento, D.
Daniel Barroso, médico, y Dª. Guadalupe Rubio, D. José Álvarez
y D. José Ruiz.
A partir de este momento,
la actuación del Consejo es
mucho más participativa y
reivindicativa, interesándose por todos los aspectos de la enseñanza y
reclamando
al
Ayuntamiento se tome en
serio las cuestiones educativas. Los acuerdos de este
Consejo Local se recogen
en un libro de actas que
está en el Archivo
Histórico.
El 5 de marzo de 1932, se
crea una comisión para
que estudie la forma de
instalar una Biblioteca
infantil, en una dependencia de la escuela.
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El 16 de noviembre de ese mismo año, se informa de haber recibido una comunicación de los patronos de la Fundación de los
Hermanos Aparicio de la Peña, en la que comunican la apertura
de dos escuelas gratuitas de 1ª enseñanza, una para niños y otra
para niñas, fechada el 31 de octubre de 1932, que, como hemos
visto, había empezado a funcionar dos años antes. Esta comunicación debió ser para cumplir con la legislación vigente.
En esta misma reunión se toman distintos acuerdos, entre los que
podemos destacar:
"Que para terminar con este estado de cosas, el medio más expeditivo y eficaz es interesar al Ayuntamiento para que se acometa
la construcción de un grupo escolar capaz de instalar en él las
siete escuelas existentes y poder de este modo poner la enseñanza
nacional en un plano de igualdad siquiera en cuanto a local y
material con las de patronato. Esta es una necesidad sentida hace
muchos años en esta Ciudad y no realizada todavía por desidia y
abandono".
Se pide también al Ayuntamiento que se tomen las medidas necesarias para conseguir la clausura de los colegios clandestinos que
funcionan en casas particulares sin cumplir ningún requisito
legal.
En la sesión del día 1º de diciembre, el Presidente don Ismael
Zazo comunica que le ha sido aceptada la dimisión como concejal,
por lo que deja de formar parte del Consejo, pero que el último
acto que ha realizado es presentar en el Ayuntamiento la solicitud
de construcción del Grupo Escolar, que ha sido acogido con entusiasmo por todos.
Desde el Ministerio de Instrucción Pública se dan instrucciones
para que se inicien las clases para adultos, tomándose las medidas
para organizar clases nocturnas para mayores.
Entra a formar parte del Consejo don Esteban Recas de la Peña,
en representación del Ayuntamiento, que toma posesión del cargo
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de Presidente, y el 15 de mayo del año siguiente presenta la dimisión al Consejo por haber dejado de pertenecer al Ayuntamiento.
El Consejo continúa reuniéndose mensualmente, pero cada vez
son más frecuentes los enfrentamientos del Consejo Local de 1ª
Enseñanza y los responsables del Ayuntamiento. La situación
llega a ser insostenible y en la reunión extraordinaria del día 8 de
octubre de 1933, el presidente interino don José Álvarez
Fernández, que formaba parte del consejo como representante de
los padres, presenta su dimisión haciendo un largo discurso en el
que pone de manifiesto los graves enfrentamientos que tiene el
Consejo local con el Ayuntamiento que no cumple con sus obligaciones, como la de pagar el alquiler de los locales de las escuelas,
por lo que el propietario de una de ellas no autoriza a entrar en la
misma, ni nombra su representante en el Consejo. Asimismo,
indica que las autoridades provinciales de la Inspección tampoco
colaboran. Se hace cargo interino de la presidencia el médico, don
Daniel Barroso.
En la junta del 15 de febrero de 1934 se nombra presidente al
representante de los padres, don Enrique Recas Catalán. Pero la
situación de la enseñanza era caótica. Se había aumentado el
número de maestros pero no podían dar clase por carecer de locales. Los miembros del Consejo consiguen que el Alcalde se reúna,
el 22 de marzo siguiente, con el Inspector provincial. Le informa
que está interesado en la solución del problema, pero que no disponen de fondos para hacer las reformas necesarias.
Una representación de la Junta visita al Sr. Administrador del
Conde de Chinchón para que ceda gratuitamente un solar de su
propiedad para hacer el Grupo Escolar, y también a don Alberto
Ortiz de Zárate, quien se comprometió a apoyar esta iniciativa.
El 26 de mayo, el Ayuntamiento comunica que no va a colaborar
con el Consejo para la celebración del aniversario de la proclamación de la República, y que ha recibido un escrito del
Administrador del Conde manifestando su negativa a lo que le
habían solicitado.
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Durante todo este tiempo son constantes los enfrentamientos
entre la Inspección, los maestros, el Consejo y el Ayuntamiento,
sobre todo con motivo de la búsqueda de locales para instalar los
colegios.
Se llega a tal situación que el 2 de febrero de 1935 toda la junta en
pleno del Consejo presenta su dimisión por considerar que, en
esta situación, es un organismo inútil y despreciado por el
Ayuntamiento, a quien acusa de hacer una política caciquil, puesto que invade sus funciones y obra por cuenta propia en la contratación y traslado de las clases.
El 6 de febrero de 1936 se hace una reunión para la renovación de
toda la junta del Consejo Local de 1ª Enseñanza, y en la sesión del
día 18 de marzo de 1936, asiste el Sr. Inspector Provincial que
comunica su deseo de promocionar la construcción del Grupo
Escolar, que, de acuerdo con el estudio del censo escolar de
Chinchón, debería tener cinco secciones para niños, cinco para
niñas y tres clases de párvulos, adicionando cuatro aposentos más
dedicados a biblioteca, dos cantinas escolares y cocina correspondiente.
El 18 de julio de 1936 se inicia la Guerra Civil, aunque no se hace
mención a ello en las actas de las reuniónes del Consejo que
durante los años 1936-1937-1938 se sigue reuniendo, tratando
sólo de asuntos de índole práctico y disciplinario. La última reunión fue el día 15-10-38.
En el año 1939 termina la guerra, pero ya no se vuelve a reunir la
junta hasta el 24 de noviembre de 1942 y sólo para dar posesión a
los maestros que llegaban. Así conocemos que el 2-10-46 toman
posesión don Ramón Velasco Segovia y D. Lorenzo Nava Martín,
y el 23-10-46: Dª Matilde de la Torriente Parro.
La nueva legislación en materia de enseñanza dicta el Estatuto del
Magisterio Nacional Primario, y de acuerdo con su normativa, el
20 de abril de 1948 se constituye la Junta Municipal de
Enseñanza.
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Pertenecen a esta Junta:
Alcalde: D. Juan Rodríguez Ortiz
de Zárate.
Párroco:
don
Abrahán
Quintanilla Rojas.
Concejal: Evaristo Sáez Bravo.
Inspector
Sanidad:
Pedro
González Montero.
Frente Juventudes: Mateo de las
Heras Susiac.
Sección Femenina: Manuela
Barranco.
Madre de familia: Herminia de
Diego Ordóñez.
Padre de familia: Eulogio
Cerrillo Navarro.
Maestra: Mª Rosario Sánchez
Nieto.
Maestro:
Ramón
Velasco
Segovia.
El 10 de mayo de 1948 el Inspector de Enseñanza manifiesta al Sr.
Alcalde que las instalaciones de los colegios son malísimas y que
es imprescindible comenzar las gestiones para la construcción de
un grupo escolar. El Sr. Alcalde le dice que no lo tiene en olvido y
que cuando terminen las obras en curso se hará un grupo escolar.
FRANCO INAUGURA EL GRUPO ESCOLAR.
Existe en el Archivo histórico, un expediente completo en el que
se recoge toda la información sobre la construcción del Grupo
escolar.
En este expediente vemos cómo las primeras gestiones se iniciaron en junio del año 1949, cuando se inicia la localización de los
terrenos idóneos.
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Se compran distintas parcelas, de las que eran propietarios don 26
Juan José Recas Catalán, don Jesús Chamorro Luque, don Víctor
y doña Josefa Camacho Sanz del Negro, doña Engracia Merinero
Moreno, don Joaquín López Franco, don Silvano Villalobos
Barranco, don Afrodisio Villalobos Castellano, doña Eufemia
Castellano Fernández-Sancho y doña Luisa Sotoca Castellano,
conviniéndose el precio de 3000 pesetas por fanega. También se
compró una parcela de la que era propietaria doña María Ignacia
Álvarez de Toledo y Rúspoli, hija del marqués de Miraflores, y
condesa de Chinchón y otra de doña Laura Larroca Ortiz de
Zárate. Todos los propietarios dieron las mayores facilidades para
que se pudiese construir el grupo escolar.
Formaban parte del equipo de gobierno del Ayuntamiento los
siguientes señores:
Alcalde, don Juan Rodríguez Ortiz de Zárate; tenientes de alcalde,
don Luciano Sáez y don Martiniano Codes; concejales, don Pablo
Álvarez, don Santiago Arroyo, don Antonio Ruiz, don Manuel
Sardinero, don Juan Montero y don Pedro Catalán. Interventor,
don José Romano y Secretario, don Eulogio Cerrillo.
La población de Chinchón, al 31 de diciembre de 1950 era la
siguiente:
Habitantes de derecho: 4.975.
Habitantes de hecho: 4.880.
Población escolar de 6 a 14 años: 361 niños y 342 niñas.
Párvulos de 4 a años: 51 niños y 58 niñas.
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En la reunión del 18 de junio de 1951, que celebra la Junta
Municipal de Enseñanza, se dan instrucciones para la utilización
del nuevo Grupo escolar, solicitando se cree una escuela de formación profesional en la modalidad de "Corte y Confección".
El día 18 de julio de 1951 se inaugura, por fin, el Grupo Escolar
"Rafael y Joaquín Ortiz de Zárate" de Chinchón. Ese día se celebraba en toda España la conmemoración del 15º aniversario del
"Glorioso Alzamiento Nacional" y el Jefe del Estado, Excmo. Sr.
Don Francisco Franco Bahamonde, viene hasta Chinchón para
hacer la solemne inauguración.
En el libro de actas de las sesiones celebradas por el
Ayuntamiento en pleno, existe una, a su folio veinticuatro, correspondiente a la del día treinta de julio de mil novecientos cincuenta y uno, en la cual, y entre otros asuntos, aparece lo siguiente: "El
Sr. Alcalde don Juan Rodríguez Ortiz de Zárate, hace una detallada y entusiasta exposición acerca de la estancia en esta Ciudad, el
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día 18 de julio actual, de Su Excelencia el Generalísimo de España
DON FRANCISCO FRANCO BAHAMONDE, destacando detalles
y pormenores que denotan la certeza de que a nuestros Caudillo le
fue grata la estancia en esta población. Da cuenta, también, el
señor alcalde de la conversación sostenida con nuestro invicto
Caudillo durante el trayecto que hicieron a pie, por su expreso
deseo, desde la Plaza hasta el Grupo Escolar, durante la cual se
interesó vivamente por los problemas y aspiraciones de Chinchón,
recordando detalles y pormenores de sus antigua amistad con los
titulares del Grupo, que acreditan, a la vez que su privilegiada
memoria, sus dotes de estadista. Teniendo en cuenta que la circunstancia de haber merecido Chinchón la especial distinción de
ser visitada por S.E. el Jefe del Estado, en la fecha del 18 de julio,
ya gloriosa en la historia de España, constituye una efemérides en
la historia local de Chinchón, que es digna de ser catalogada con
los máximos honores, el señor Alcalde Presidente propuso a la
Corporación, que los aceptó por aclamación y con el mayor entusiasmo, la adopción de los siguientes acuerdos:
1º.- Crear la MEDALLA DE ORO DE LA CIUDAD, con el emblema y heráldica del escudo de armas de Chinchón, como conmemoración de la visita a esta Ciudad de S.E. el Caudillo de España,
Francisco Franco Bahamonde, en la fecha gloriosa del 18 de julio.
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2º.- Conceder la Medalla de Oro de la Ciudad a S.E. el Caudillo de
España Francisco Franco Bahamonde.
3º.- Que se coloque en el balcón principal del Ayuntamiento una
placa conmemorativa de la visita a esta Ciudad en el día 18 de julio
de 1951 del invicto Caudillo de España Francisco Franco
Bahamonde.
4º.- Nombrar hijo adoptivo de Chinchón a S.E. el Caudillo de
España Francisco Franco Bahamonde, cuyo titulo se hará constar
en un artístico pergamino".
En Chinchón, los padres de los niños que iban a estrenar el nuevo
centro estaban encantados con las instalaciones, aunque no faltaban opiniones que las estimaban excesivas. Además de las aulas
distribuidas en dos pabellones, de dos plantas, iguales; uno para
los niños y otro para las niñas, el complejo contaba con una piscina, campo de baloncesto, campo de fútbol y frontón, además de
zonas ajardinadas y amplios espacios para los juegos de los niños
en el recreo.
En el pabellón central, además de dos aulas para los párvulos en
la planta baja, se ubicaron las instalaciones del "Frente de
Juventudes", que era la rama juvenil de "Falange Española", que
en aquellos años tenía una gran presencia política y social en
España.
Sobre la cornisa de la fachada principal, años después, se entronizó una estatua del Sagrado Corazón de Jesús.
Para dar nombre a este Grupo Escolar se escogió el de los
"Hermanos Ortiz de Zárate". Éstos eran don Rafael Ortiz de
Zárate, que fue Comandante de Ingenieros y don Joaquín Ortiz de
Zárate, Coronel de Infantería, que eran hijos del coronel de
Ingenieros, natural de Chinchón, don Ramiro Ortiz de Zárate. Los
dos titulares del Grupo Escolar, murieron en batalla en los primeros meses de la guerra civil española. Aunque sus méritos eran
más de índole militar que educativos, la elección se debió, sin
duda, a que en aquellos tiempos primaban las hazañas militares.
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Para adoptar este nombre, el Ayuntamiento tuvo que pedir autorización al Gobernador Civil, y los hizo un año después, el 6 de
agosto de 1952, argumentando de este modo su decisión:
"Teniendo en cuenta que dicho Grupo Escolar ha de funcionar
bajo un título, y que para otorgarlo es norma tradicional darle el
nombre de personalidades relevantes de la Ciudad, en cuyo caso
se encuentran los Hermanos don Rafael y don Joaquín Ortiz de
Zárate, ilustres y pundonorosos militares y por esta población,
que con singular heroísmo dieron su vida por la Patria en nuestra
guerra de liberación".
El 7 de octubre de 1951 se trasladan oficialmente todas las clases
al nuevo Grupo escolar y el 24 de octubre de 1951 toman posesión
como maestros interinos don Francisco López Colmenero, don
Marcelino Esteban Maestro y don Francisco Moreno Cáceres,
para cubrir las nuevas plazas creadas en el Grupo Escolar.
El 7 de febrero de 1952 tomó posesión de cargo de Director interino del Grupo Escolar don Lorenzo Nava Martín.
Van pasando los años y, poco a
poco, el Grupo Escolar se fue quedando pequeño por el aumento de
la población infantil y por la desaparición del Colegio de Cristo
Rey. En el año 1974 se tienen que
habilitar unos locales en los bajos
del nuevo barrio del Pilar, para las
clases de párvulos. Estos locales
no reunían las condiciones mínimas para este cometido, ya que
los niños, de corta edad, tenían
que jugar junto a la carretera en
las horas del recreo, con el peligro
que ello suponía.
A finales de ese año, un grupo de
padres, encabezados por José
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31
Luis Magallares, Antonio Macias y Manuel Carrasco, crean la
Asociación de Padres de Alumnos del Colegio Público "Rafael y
Joaquín Ortiz de Zárate" y consiguen de las autoridades civiles y
religiosas, que eran los gestores de la fundación Aparicio de la
Peña, que estas clases para los niños pequeños fuesen trasladadas
a lo que antes fue el Colegio de Cristo Rey en el curso siguiente.
Esto es sólo una medida provisional y en mayo del año 1982 se
hace una ampliación del Colegio en una nueva edificación en
terrenos junto a la Ronda de Mediodía, a donde se trasladan las
clases de los niños de segundo ciclo, dejando el viejo Grupo
Escolar, para los niños más pequeños.
INSTITUTO DE ENSEÑANZA MEDIA.
El 4 de marzo de 1965 el Ministerio de Educación solicita al
Ayuntamiento un estudio para la instalación de un colegio de
enseñanza media.
El Ayuntamiento le contesta que
cede los terrenos de su propiedad
entre la calle del Generalísimo y
calle de Solares, conocido como el
Campillo, para hacer este centro,
pero, según el criterio del
Ministerio, este solar no reúne las
condiciones idóneas para este fin.
En esas fechas se inicia en
España una cierta apertura política y se autoriza la creación de
alguna clase de asociaciones. En
Chinchón se crea la Asociación de
Cabezas de Familia, siendo elegido presidente D. Francisco Grau
Simó. El principal objetivo de
esta asociación fue conseguir un
Instituto de Enseñanza para
241
32
Chinchón, ya que hasta entonces, cuando terminaban la enseñanza primara, los jóvenes tenían que desplazarse a Madrid o
Aranjuez para continuar sus estudios.
Con fecha 24 de febrero de 1967 se acuerda solicitar del Estado la
construcción de un Colegio Libre mixto de Enseñanza Media elemental. A ubicar en los antiguos colegios de la fundación Aparicio
de la Peña. En esos años, Chinchón tenía una población de 4.338
habitantes, y 350 niños entre los 10 y 14 años.
El 20 de julio de 1967 se crea el Colegio Libre de Enseñanza
Media, de Grado Elemental de Chinchón, bajo la dependencia del
Instituto Nacional de Enseñanza Media de Aranjuez, creándose
dos cátedras, una de Ciencias y otra de letras, nombrándose directora a Dª Maria Cecilia Vivero Cereijo y subdirectora a Dª
Inmaculada Ruiz Santos, y director espiritual a D. Moisés Gualda
Carmena. Se sitúa en los locales de la calle Benito Hortelano.
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En Mayo de 1968 se hace un proyecto para la construcción del
Colegio Libre adoptado, en los terrenos de la antigua estación del
ferrocarril del Tajuña, por el arquitecto don Francisco del P. Adell
Ferré, con un presupuesto de 5.644.895,60 pesetas, pero no se
llega a realizar.
Los colegios Libres adoptados eran centros docentes de grado
medio administrados por corporaciones locales, en los que se cursaban el bachillerato elemental general de enseñanza libre, tutelados por el Ministerio de Educación, para garantizar que los niveles de la enseñanza fueran semejantes a los demás centros del
mismo grado.
El 1 de junio de 1977 se firma un acuerdo entre don Jesús del
Nero, en representación del Ayuntamiento y la Fundación
Aparicio de la Peña, representada por el Sr. Cardenal D. Vicente
Enrique y Tarancón, para que en las instalaciones de la calle
Benito Hortelano nº 14 se instale un Colegio de B.U.P., el Colegio
Mixto Homologado "Santiago".
Por fin, con fecha 2 de junio de 1986, se solicita desde el
Ayuntamiento la construcción de un Centro de Bachillerato,
transformando el Centro Homologado actual en Instituto de
Bachillerato, cediendo los metros cuadrados necesarios para su
construcción de los 30.000 m2 de que se disponen en la antigua
estación del ferrocarril del Tajuña.
Por orden de 1 de Agosto de 1988. El Centro Homologado
"Santiago" de Chinchón, dependiente del Instituto de Bachillerato
243
de Aranjuez, cesa en su 34
actividad con efectos de
final del curso de 1987/88
y se dispone el comienzo
de las mismas en el
Instituto de Bachillerato
de Chinchón, para dar
cumplimiento a lo dispuesto en el Real Decreto
818/1988 del 20 de Julio.
(BOE nº 179 de 27 de julio
de 1988. Al instituto se le
da el nombre de "Carpe
Diem".
En el curso 2004/2005
cursan estudios en el centro un total de 540 alumnos de bachillerato y enseñanza media de los distintos pueblos de la comarca.
Años después, se construyó el polideportivo de Chinchón, junto al
Instituto en el terreno que antes había sido la estación del ferrocarril.
244
Para terminar este capítulo dedicado a la enseñanza, vamos a
hacernos eco de nuevos e importantes cambios en las instalaciones docentes de Chinchón. El grupo Escolar, inaugurado hace más
de cincuenta años, no reúne las condiciones mínimas exigidas por
la nueva ley de enseñanza, por lo que se precisa la construcción de
nuevas instalaciones. El viejo Grupo Escolar recogerá las actividades culturales y recreativas de Chinchón, y en sus locales se ubicarán la casa de cultura y las sedes de las asociaciones culturales de
Chinchón.
El edificio que se hará anexo a las instalaciones de la Ronda de
Mediodía, tendrá 12 aulas, 9 aseos, 1 sala de usos múltiples y una
sala de logopedia. El coste total de la obra, incluida en el PLAN
PRISMA, será de 831.222,58 Euros. Está previsto que las obras
estén finalizadas al comienzo del curso de 2005-2006.
245
7
de Chinchón
Manuel Carrasco Moreno
PARTE
SÉPTIMA
con historia
Número SIETE
CHINCHÓN
246
M ANUEL C ARRASCO M ORENO
PARTE SÉPTIMA
EL ESCUDO DE LA CIUDAD DE CHINCHÓN.
INTRODUCCIÓN.
EL ESCUDO DE LOS CABRERA BOBADILLA. (AÑO 1648)
EL ESCUDO DE LA CASA BORBÓN. (AÑO 1738)
EL ESCUDO SEGÚN EL INFORME DE LA REAL
ACADEMIA DE LA HISTORIA. (1925)
ESCUDOS ANTIGUOS EN CASAS PARTICULARES.
ESCUDO DE LA FAMILIA ZURITA Y MENDOZA.
CALLE ZURITA Nº 11.
ESCUDO DE LA FAMILIA ORTIZ DE ZÁRATE.
CALLE DE LA CUEVA Nº 1.
ESCUDO DE LA FAMILIA RECAS.
CALLE DEL TTE. ORTIZ DE ZÁRATE Nº 3.
ESCUDO DE LA FAMILIA LEÓN.
CALLE DE LA COMADRE Nº 5.
ESCUDO DE LA FAMILIA ÁLVAREZ GATO.
MOLINOS BAJA Nº 9.
ESCUDO DE LA FAMILIA CALVA.
CALLE GRANDE Nº 35.
ESCUDO DE LA FAMILIA LÓPEZ-ROBREDO.
CALLE MORATA Nº 47.
OTROS ESCUDOS ANTIGUOS.
CALLE GRANDE Nº 10.
CALLE GRANDE Nº 34.
CALLE BENITO HORTELANO Nº 9.
CALLE BARRANCO BAJO Nº 2.
ESCUDOS MODERNOS EN CASAS PARTICULARES.
CALLE MOLINOS BAJA º 5.
CALLE DE MORATA Nº 6.
CALLE TTE. ORTIZ DE ZÁRATE Nº 7.
CUESTA DE QUIÑONES Nº 6.
CALLE CANTERAS. EDIFICIO MONTEHERMOSO.
247
EL ESCUDO DE LA CIUDAD DE
CHINCHÓN
INTRODUCCIÓN:
A lo largo de este trabajo, nos hemos ido encontrando con muchas
piedras, de muy distintas formas, que nos han ido contando los
secretos de la historia de Chinchón. Un apartado muy importante
han sido los escudos de armas.
Hay una ciencia que estudia los escudos: Es la heráldica.
248
4
Etimológicamente, la heráldica es la ciencia de los heraldos. Los
heraldos eran los oficiales que dirigían torneos y dictaban sus
leyes, por lo que el verdadero origen de la heráldica es de carácter
militar.
Las obligaciones de estos oficiales se fueron extendiendo, convirtiéndose posteriormente en los llamados "Reyes de Armas", figuras que por mandato real, determinaban los escudos de armas que
pertenecían a cada familia y su derecho a usarlas.
Estos escudos de armas son denominados por los franceses blasones, tomándolo a su vez de la voz germana "blacen" (tocar la trompeta o el cuerno), pudiéndose deducir de ello que la heráldica
pudo tener sus orígenes en Alemania, con motivo de la celebración de torneos, extendiéndose posteriormente por el resto de
Europa. Estos datos hay que tomarlos, sin embargo, con las debidas precauciones.
La principal misión de estos distintivos vistosos que se colocaban
en la superficie de los escudos defensivos era, fundamentalmente
el poder distinguir en el tumulto de la batalla o en los momentos
previos al torneo, justa, etc., quien era la persona que se ocultaba
tras de ese casco o yelmo. Distintivo que pasó progresivamente a
ser un mero distintivo de orgullo y representación de una persona
o de un linaje determinado
Después, el blasón fue sinónimo de valor, lealtad y arrojo. Una
mala acción que pudiera enturbiar su limpia ejecutoria era la
mayor desgracia que podía ocurrirle a un caballero. Todo esto era
enjuiciado por el heraldo. Quien no cumplía los requisitos necesarios, no podía participar en un torneo.
Pero, para tener una visión más amplia de lo que es y ha sido la
heráldica, vamos a recoger la opinión sintética y abreviada, de
diversos autores.
"En su aspecto científico, el estudio heráldico nos hace referencia
a aquellas reflexiones en torno al fenómeno emblemático, uso
espontáneo de símbolos y figuras esquematizadas, que desde su
249
aparición a comienzos del siglo XIII, se han venido configurando
como una manifestación de primer orden de las mentalidades
individuales y colectivas, y que, con presencia continuada e
importante, nos ha dejado infinidad de testimonios en sellos,
sepulcros, documentos y objetos de todo tipo. Es importante tener
presente que la necesidad planteada en un primer momento en
los campos de batalla, donde la fisonomía de los combatientes
quedaba oculta tras los hierros de sus armaduras, dio lugar a la
utilización de unos emblemas, los heráldicos, de una forma indiscutiblemente espontánea. Ello no quiere decir que deban rechazarse otras motivaciones importantes, si bien su papel es difícilmente valorable en la actualidad".
"Hacia el siglo X, los caballeros nobles empezaron a usar determinados signos para diferenciarse unos de otros. En el siglo siguiente se redujo ya el arte de los escudos a ciertas y determinadas
reglas. En estos siglos, cuando el caballero noble se presentaba a
los canceles o barreras de la carretera, se tocaba dos veces el cuerno o trompeta para que el heraldo o Rey de Armas examinase el
escudo y demás testimonios de nobleza del caballero, y una vez
reconocidos, se le ataban dos cuernos al yelmo en señal de estar
bien probada su nobleza."
"Aunque la tradición familiar conserve hoy el antiguo escudo
heredado de sus antecesores, ello no es prueba de nobleza (aunque si secundaria, complementaria o de presunción de ella),
excepto para los que descienden probadamente de linajes procedentes de algunas regiones, como Navarra, en las que las armerías eran exclusivamente para los nobles e hidalgos.
Es conocido por otra parte el hecho de que en muchas ocasiones
los mesnaderos y criados llevaban las armas de su señor como
signo exterior de dependencia, protección frente a quienes le
ofendieran o atacaran, y otras veces era por simple vanidad y
orgullo de pertenecer a una unidad famosa o a un señor poderoso..."
"La Heráldica militar fue imitada seguidamente por la Iglesia que
la empleó como signo de diferenciación para unos menesteres
propios de su misión... De la Iglesia pasó el escudo heráldico al
uso de las mujeres, las cuáles lo aplicaron a todo cuanto concernía
con su propiedad o ajuar."
5
250
6
"Y no debe creerse que el estudio de la ciencia del blasón sea solo
útil y exclusivo para los nobles; suponerlo sería cometer un error
grave; los historiadores, los novelistas y sobre todo, los pintores,
escultores, dibujantes y arquitectos, deben saber blasonar los
escudos que se les pidan y los que encuentren a su paso."
Estas definiciones de los distintos autores, nos ponen de manifiesto la gran dificultad de precisar el origen exacto de la heráldica.
Sin embargo queda claro que su origen es individual y reservado
exclusivamente al personal que guerreaba, pasando a ser, poco a
poco y de forma casi generalizada, arbitraria, espontánea y sucesiva, la representación de un linaje familiar, un emblema eclesiástico personal, un distintivo femenino, la representación de un
municipio, de un club, etc., hasta lo que es hoy.
Ya hemos visitado, en los monumentos y edificios públicos, en las
casas particulares, esculpidos, pintados, todos los escudos que
adornan las fachadas y las portadas de nuestras casas.
Pero este trabajo no estaría completo si no dedicásemos un capítulo al escudo de la Ciudad de Chinchón. Ya le hemos nombrado
en diversas ocasiones, pero creo que es necesario detenernos en
hacer un estudio de su evolución.
Y al estudio del Escudo de la Ciudad de Chinchón y su evolución
en la historia, dedicamos este capítulo del trabajo.
Chinchón, hasta el año 1467 era un lugar o aldea, dependiente de
la Ciudad de Segovia. En ese año, el rey Enrique IV la da el título
de Villa, y a partir del año siguiente figura como cabeza del Sexmo
de Valdemoro.
En el año 1480 los Reyes Católicos crean el Señorío de Chinchón,
segregando sus tierras de la jurisdicción de Segovia, para premiar
a sus fieles servidores los marqueses de Moya.
El 20 de junio de 1505 se crea el Mayorazgo de Chinchón, según
escritura firmada en la Ciudad de Segovia, ante el escribano
Alonso del Mármol.
251
7
Por una Real Cédula de fecha 5 de mayo de 1520, Carlos I, concede a don Fernando Cabrera Bobadilla, el título de Conde de
Chinchón.
Pero tendría que pasar más de un siglo para que los responsables
del Concejo se plantearan la necesidad de tener un escudo propio,
que representase a la Villa de Chinchón.
Cuando las poblaciones querían confeccionar su escudo de armas,
unas lo hacían tomando las peculiaridades de su territorio, sus
monumentos, producciones más características o hechos memorables que ocurrieron en la población o hazañas de sus pobladores. Otras, decidían tomar su escudo de armas de las privativas de
sus señores, que por su destacada personalidad y por sus hechos
eran recordados por la historia.
EL ESCUDO DE
BOBADILLA. (1648)
LOS
CABRERA
Este es el caso de Chinchón, que el
día 15 de abril de 1648, por acuerdo
del concejo, decide "Que en las
casas de ayuntamiento y demás
partes públicas, se pinten las armas
de su excelencia, incorporando las
de su Casa Saveli a las de Cabrera y
Bobadilla, de la Casa de Chinchón".
Debemos cuestionar esta afirmación, ya que la casa Saveli no entra
a formar parte del condado de
Chinchón hasta el año 1683, a la
muerte de la VIII condesa de Chinchón, que muere sin descendencia.
En el año 1648 tenía el título el V conde de Chinchón don
Francisco Fausto, hijo de D. Luis Jerónimo, IV conde de Chinchón
252
y Virrey del Perú, y Dª Francisca
Enríquez de Rivera, conocida como
Virreina del Perú.
D. Francisco Fausto, había nacido en
Lambayeque (Perú). En el año 1642 se
le concedió el título de marqués de San
martín de la Vega, y tenía también el
título de Comendador del Campo de
Criptana en la Orden de Santiago. Se
casó con doña Francisca de Córdoba y
Velasco, hija del marqués del Fresno y
murió, sin sucesión el 3 de octubre de
1665, siendo enterrado en el Convento
de
religiosas
franciscanas
de
Chinchón, cuyo patronato había
ampliado.
Con esta decisión, el municipio quiere
reconocer la gran importancia de este
Señorío y Condado, y su contribución
a la importancia y desarrollo del pueblo, que estuvo unido a la de sus señores.
No he encontrado ninguna reproducción del escudo que utilizó el municipio desde aquellas fechas, aunque sí
tenemos muchos ejemplos, en
Chinchón, del escudo de los condes.
Existe en el archivo histórico de
Chinchón un documento, sin fecha,
que por la forma de la letra debe
corresponder a mediados del siglo
XVII, en el que se firma un contrato
entre el Concejo y Juan de Ulloa, para
que éste pinte en las paredes del
253
Ayuntamiento tres escudos al óleo, por lo cual se le pagarán cincuenta reales por cada uno. En este documento se indica que los
castillos deben ser dorados, que debe poner una corona sobre los
mismos y que deben llevar algunos adornos frutescos.
Los escudos de los Cabrera Bobadilla que existen e Chinchón,
corresponden al III Conde don Diego Fernández Carera Bobadilla
y sobre las puertas del Castillo, sobre la puerta de entrada de la
Iglesia del Convento de Santa Clara, en la entrada de la clausura
de este mismo convento y en las cuatro pechinas de la iglesia del
que fue convento de los Agustinos, actualmente aneja al Parador
de Turismo.
Sin embargo, los escudos que utilizaron los primeros señores de
Chinchón, tenían una composición diferente.
"Por autorización real, el primer señor de Chinchón, forma su
escudo de armas con los blasones de la cabra en campo de sable,
que eran las armas de su apellido, agrega el castillo y el león, con
los colores reales en los cuarteles superiores, uniéndose a éstas las
cuarteladas de águilas y castillos de Bobadilla, el apellido de su
esposa; con escudete sobre el todo de dos calderos, con la bordura de castillos y leones".
Los primeros Señores de Chinchón fueron don Andrés de Cabrera
y doña Beatriz de Bobadilla.
9
254
10
Don Andrés de Cabrera, hijo de Pedro López de Madrid o Xibaja
y de doña María Alonso de Cabrera, nació en Cuenca en 1430,
siendo bautizado en la parroquia de San Miguel. Sobre él pesó la
sombra de su ascendencia conversa. Andrés y su hermano Pedro
fueron introducidos en la corte por Juan Pacheco, marqués de
Villena, su más eterno rival por el dominio de la ciudad de
Segovia.
Fue Doncel del Príncipe don Enrique en 1451; al ser nombrado
Rey, este le nombró Camarero mayor en 1455, Mayordomo de la
Casa Real, Consejero y Tesorero en 1462. Ingresa por aquellas
fechas en la Orden de Santiago. En 1463 le conceden el "Señorío
de Moya". Poco después, en 1465, es nombrado Tesorero de
Segovia y Cuenca. En 1468 obtiene los cargos del Gobierno y
Justicia de Segovia. En 1470 alcanza la Tenencia del Alcázar de
Segovia y más tarde la Alcaldía por "juro de heredad".
255
11
La figura de don Andrés Cabrera, adquiere su verdadera magnitud como hombre de estado. Muñoz y Soliva le llamará Iris de la
Paz de España. Fue una pieza clave en aquellos días cruciales para
la historia de Castilla, y de España, en los que se estaba decidiendo la sucesión al trono. Entonces supo demostrar no sólo su hombría de bien, sino su finísimo olfato de converso que, rodeado de
enemigos, se abre camino en la selva nobiliaria, no accesible para
personas que no tuviesen instinto de supervivencia.
Recién llegado a la corte, Enríquez del Castillo, capellán de
Enrique IV, dirá de él "...el qual aunque de poca edad en los días,
era viejo en el seso e reposo: de quien el Rey se confiaba, e le daba
parte de sus secretos...".
Tenemos indicios suficientes de su talento cortesano, cuando,
solicitado por su rey en el momento crucial de la muerte del infante D. Alfonso, emite su voto favorable a la designación de Isabel
como heredera del Reino con lujo de argumentos, razones de estado, y un magnífico estilo literario sólo al alcance de personas de
inteligencia superior.
No cabe duda de su enorme capacidad de protagonismo en los
sucesos de Segovia en los años 1472 y 1473. La reconciliación de
los hermanos Isabel y Enrique, y el golpe de estado que supuso la
entronización de Isabel apenas unas horas después de la muerte
del rey su hermano, acto solemnísimo del que tenemos cumplida
referencia gracias al escribano Pedro García de la Torre, testigo de
excepción, y cuya magnífica narración dice: "E luego los dichos
corregidor e alcaldes e alguazil e oficiales e omes buenos en señal
de reconoscimiento de señorío entregaron las varas de la justicia
que en sus manos tenían a la dicha señora reyna e su alteza las
tomo e las entrego al leal Andrés de Cabrera mayordomo del dicho
señor rey don Enrique e de su consejo e justicia mayor de la dicha
cibdad de Segouia que ay estaua presente para que las tenga o de
a quien las tenga e use por su alteza el cual dicho mayordomo las
rescibio de mano de la dicha señora reyna e las entrego a los
dichos corregidor e alcaldes e alguazil que presentes estauan que
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12
primero las tenia para que las tengan en su lugar e por la dicha
señora reyna. E luego yncontinente el dicho Andrés de Cabrera
alcayde e tenedor de los alcazares e fortaleza...".
Pero no acaba aquí la presencia de don Andrés de Cabrera junto a
los monarcas. Se constata la presencia de Cabrera en varios actos
de trascendencia histórica, como las "Capitulaciones asentadas
entre los Reyes Católicos y el alcaide Abulcacim el Muleh, en nombre de Boabdil.", el 30 de diciembre de 1492 a la caída de
Granada; o el privilegio rodado, confirmando las capitulaciones
especiales del 3/12/1492, que conducen al protocolo final de rendición, o el tratado de paz entre Luis XII de Francia y los Reyes
Católicos, el 5 de agosto de 1498, o lo vemos en el entorno más
próximo de los reyes, si leemos las "Instrucciones dadas por su
Majestad el Rey a sus fieles y queridos criados James Brooke,
Francisco Marsin y Juan Stile, enseñándoles como se han de
gobernar cuando llegaran al reino de España y a la presencia de su
primo, el Rey de Aragón" en el año de 1505. Y en fin, por abreviar,
las especiales recomendaciones de protección a los Marqueses de
Moya y a todos sus descendientes que la reina Isabel dicta para su
testamento y codicilo.
Doña Beatriz de Bobadilla nació en Medina del Campo en 1440,
diez años antes que la futura Reina Isabel. Era hija del alcalde del
castillo de Arévalo y de Maqueda mosén Pedro Fernández de
Bobadilla y de María Isabel González Maldonado, por tanto, de
noble linaje como se verá en su escudo. En dicho castillo, los
infantes don Alfonso y doña Isabel pasaron parte de su infancia,
fraguándose una duradera amistad a pesar de a diferencia de edad
de diez años. Doña Isabel llamará a doña Beatriz "mi hija marquesa".
En 1467 contraen matrimonio en Alcalá de Henares, a instancias
de la princesa Isabel, entregándole como regalo de bodas el Rey
Enrique IV un documento "en blanco" sobre la jurisdicción
de…vasallos, y en 1474 es nombrada Camarera mayor y
Consejera. Todos los cronistas resaltan la excelente amistad y
confianza entre ambas y el deseo de los Reyes Católicos de favore-
257
13
cerles en todo. A pesar de que contrajeron nupcias a una edad ya
"elevada" (27 años ella y 37 él) y que sus vidas fueron itinerantes
como la de los propios Reyes, tuvieron numerosa descendencia:
Pedro, Juan (que hereda el título de marqués de Moya), Fernando
(que hereda el mayorazgo de Chinchón), Francisco, Diego, Isabel,
María, Juana, Pedro "el corsario", y Beatriz, sobre cuya existencia
existen dudas. Murió la marquesa de Moya en Madrid el 17 de
enero de 1511, a la edad de 71 años, y su esposo, el 4 de octubre de
1511, a la edad de 81 años.
Ambos están enterrados en el convento dominico de Santa Cruz
de Carboneras, en Cuenca, en una lápida sin inscripción ni ornamentos, con los hábitos de dominica y cordón franciscano, ella, y
con el hábito de Santiago, él.
Amasaron una considerable fortuna que comprendía el señorío y
posterior marquesado de Moya, la tenencia de la alcaldía del
Alcázar de Segovia por juro de heredad con sus murallas, puertas
y custodia del Tesoro real, los sexmos de Casarrubios y parte del
de Valdemoro con todas sus jurisdicciones y también la posesión
de 1200 vasallos, que se fueron incrementando sucesivamente.
Fueron agraciados con la facultad de construir cuantas fortalezas
estimaren convenientes para la defensa de sus dominios, en un
momento en que toda la nobleza se ve constreñida por la autoridad real. Es decir, mientras la mayoría de los nobles son "frenados" este matrimonio consigue elevarse por encima de los demás.
Y esto fue así, porque ellos tuvieron un papel decisivo en el apoyo
a doña Isabel, lo cual no era tarea sencilla pues Andrés de Cabrera
tuvo que navegar entre dos aguas turbulentas: mantener su fidelidad a su Rey don Enrique y abanderar a doña Isabel por encima
de la otra legítima heredera doña Juana.
En atención a los méritos de los esposos y de los servicios prestados a los católicos monarcas, el 5 de julio de 1480 les fue concedido el marquesado de Moya y al mismo tiempo les fue adjudicado
el Señorío de Chinchón al que se añadían otras villas y lugares que
hasta entonces habían pertenecido a la Ciudad de Segovia. El 20
de junio de 1505 fundan el Mayorazgo de Chinchón.
258
14
El segundo hijo de los primeros señores de Chinchón, por su activa participación en la guerra de las Comunidades, es recompensado por el Rey Carlos I con el título de Conde de Chinchón, según
Real Cédula de 5 de mayo de 1520. El primer conde de Chinchón
utiliza el mismo escudo de sus padres.
Como ya hemos dicho, son varios los escudos de los Cabrera
Bobadilla que aún existen en Chinchón, pero todos ellos corresponden a la época del III conde de Chinchón don Diego
Fernández de Cabrera y Bobadilla; de los primeros señores de
Chinchón no queda ninguno.
Al estudiar estos escudos, lo primero que nos llama la atención es
el privilegio de poder utilizar las armas reales: los castillos y leones, unidas a las propias de ambos linajes coronados por Corona
de Marqués. Es uno de los reflejos del premio obtenido por haber
asegurado la Corona de Castilla-León para doña Isabel y don
Fernando quienes dispusieron que:
"La fama y memoria de tan señalados servicios nunca
perezca…desde ahora en adelante para siempre jamás podáis
mezclar e interponer, tener, tomar y traer en vuestros escudos y
armas parte de nuestras armas en esta guisa entretalladas: que
vos Andrés de Cabrera en vuestro escudo y apellidos de Cabrera
dentro y encima de ellas hagáis dos entalles en la parte derecha
con un castillo, de oro la puerta, y las siniestras azules en campo
colorado, y en el otro lado un león rampante morado armado de
azul con corona de oro en campo blanco y en la parte de encima
un castillo y león dentro de dicho escudo y una corona en campo
azul; y vos doña Beatriz de Bobadilla que en el torneo del escudo
de vuestras armas podáis traer por orladura nuestros castillos y
leones y en la parte de encima, en medio de él, una corona de oro
en campo azul según y por la forma que van blasonados, y por
estos escudos que aquí están puestos se muestran divididas, partidas y señaladas".
259
15
Las armas de Andrés de Cabrera están partidas en franja: en el
ángulo inferior, está la cabra negra con siete batallas negras en
campo de oro. Aluden a su propio apellido "Cabrera" y al Señorío
de Cabrera que tuvieron en Galicia y en Cataluña con título de
Vizcondado.
Los dos ángulos de en medio se añadieron el castillo y el león, en
virtud del privilegio real antes citado, dado en Valladolid en 1475,
con los mismos colores que los reales. En el ángulo superior reposa una corona real de oro en campo azul - que simboliza la fortaleza de ánimo, prudencia y celo- en memoria o símbolo visible de
la hazaña particular realizada por el "buen vasallo": la de haber
asegurado la Corona de Castilla y León sobre las cabezas de los
Reyes Católicos.
Las armas de Beatriz de Bobadilla están divididas en cuarteles:
dos águilas de plata en campo rojo y dos torres pardas en llamas
en campo de plata. Las águilas simbolizan el linaje de los
Fernández Bobadilla y Maldonado, símbolo de la heroica fortaleza y sabiduría y esclarecida nobleza. Las torres con fuego son
memoria de la hazaña de Rodrigo Fernández que con gran esfuerzo y peligro quemó las torres de Alcalá de Guadaira, ganando
batalla a los moros e incluyéndola en su escudo.
Los Reyes mandaron orlar todo el escudo de castillos y leones
como prerrogativa extraordinaria pues pocas Casas experimenta-
260
16
ron más seguro el favor de los Reyes ni sabemos que a otra hiciesen más crecidas honras y favores.
Asimismo, los blasones que adornan el escudo ilustran sus armas
al describir gráficamente cómo Andrés de Cabrera y Beatriz de
Bobadilla facilitaron la sucesión de los Reyes.
El primer blasón es una guirnalda de ramos y flores que ciñe el
escudo principal con la leyenda
"cuius sertum fero, bravium
praestolor", es decir, "espero el
premio, de que traigo la corona"
El sentido, pues, de la guirnalda
en el escudo de Cabrera significa
que habiendo vencido con gran
esfuerzo todas las dificultades
en el camino por la sucesión de
los Reyes, que fue la razón de su
carrera, fue coronado por la
mano de la Justicia con ramos
que no se pueden marchitar con
el tiempo, ni la envidia, como lo
denota la guirnalda que ciñe el
escudo; y haciendo aprecio que
debía de este honor se asegura
261
en la esperanza del premio o brabio
que le corresponde por saber que a
la corona le sigue el brabio, en que
no se engañó su discurso, habiendo
recibido por esta causa tan señaladas mercedes.
Los cuatro blasones que ocupan los
ángulos exteriores del escudo acreditan también los servicios prestados y los privilegios recibidos.
El privilegio de la copa de oro, en
memoria del día de Santa Lucía, 13 de diciembre de 1474, día de
la proclamación de Isabel como Reina de Castilla al entregarle la
Ciudad de Segovia con todas sus fortalezas. Reza la leyenda "ex
data corona", significando que el oro de aquella copa era porción
de la Corona que afirmó sobre sus cabezas. Fue otorgado en
Granada el 12 de septiembre de 1500: " nuestra voluntad es daros
en el día de Santa Lucía de cada año Nos y nuestros sucesores en
nuestros Reinos para siempre jamás una copa de oro de aquellas
con que en aquel día fuésemos servidos en nuestra mesa; y aunque no se haga de esta manera, queremos y mandamos, es
nuestra merced y voluntad,
que os sea dada ese día una
copa de oro, por Nos y por
nuestros sucesores a vosotros
y a vuestros sucesores, marquesado y mayorazgo; y mandamos a nuestro Copero
mayor que os lleve a vuestra
posada dicha copa públicamente, sin impedimento ni
dilación…y mandamos a
nuestros amados hijos príncipes don Felipe y doña
Juana que guarden y cumplan lo dicho en esta carta".
262
18
Matiza Pinel la importancia del
regalo de las copas de oro ya que
éstas eran de gran estimación
para los reyes de la antigüedad,
que incluso las guardaban debajo
de la almohada y eran prenda de
amor o estimación, pues de
hecho no se conoce que ninguna
otra Casa de linaje haya sido
obsequiada con tan apreciado
galardón, que lo fue a petición del
propio Andrés de Cabrera.
Consta que este privilegio lo confirmó el Emperador don Carlos
en 1527 a petición del marido de
la tercera Marquesa de Moya; el
rey Felipe II en 1602 conmutó la
copa por su peso en oro, -de tres
marcos de oro-con el pago de
72.500 maravedíes; en época de
Felipe III y de Felipe IV consta la
entrega de las copas en manos de
los sucesores de los marqueses de
Moya.
De los escudos que aún quedan
en Chinchón, posiblemente, el
más representativo sea el que preside la entrada del Castillo. Es
un escudo de piedra que tiene un estado de conservación aceptable si tenemos en cuenta que ha estado expuesto durante tantos
siglos a la intemperie. Sobre la corona que cubre el escudo hay un
águila rampante.
Otro ejemplo de este escudo lo encontramos sobre la puerta de
entrada de la Iglesia del convento de Santa Clara. Es un escudo de
mármol, en el que se puede advertir el paso del tiempo.
Los relieves se han ido desgastando por la acción de las aguas y el
sol; falta la parte central de la corona que está sobre el escudo y su
263
19
estado general muestra los efectos de la erosión de los elementos
sobre un material tan delicado como es el mármol.
Un tercer ejemplo lo tenemos en las cuatro pechinas de la Iglesia
del antiguo convento de los agustinos, que hoy conocemos como
la Iglesia del Rosario y que está adosada al Parador de Turismo.
Los cuatro escudos son totalmente iguales, son de madera y están
policromados. Estos escudos no tienen los adornos de los anteriores, y sólo aparece más resaltada la cruz de Santiago, que también
está en los otros dos escudos.
Disponemos de un dibujo de estos escudos realizado en el año
1970 para el logotipo de la Asociación de Amigos de Chinchón,
creada en ese año.
En este dibujo podemos apreciar más nítidamente todos lo elementos del escudo; El castillo y el león de las armas de los Reyes
Católicos, la cabra sobre campo de sable del apellido de los
Cabrera, las águilas y los castillos del apellido Bobadilla,
todos ellos rodeados por la
bordura de castillos y leones.
Acolada la cruz de Santiago.
EL ESCUDO DE
BORBÓN. (1738)
LA
CASA
El escudo de los Cabrera
Bobadilla se utiliza como propio de Chinchón hasta el año
1738, cuando el condado es
comprado por el infante don
Felipe de Borbón. A partir de
entonces se añaden las armas
de los Borbón al escudo de
Chinchón.
264
20
Unos años antes, el día 25 de febrero de 1706, en plena guerra de
Sucesión, llega a Chinchón Felipe V, procedente de Ocaña. Son las
cinco de la tarde y venía acompañado por una pequeña corte, llevando como secretario a don José de Grimaldo. Deciden pernoctar aquí y es alojado en la casa del licenciado don Antonio Freire,
que estaba junto al Convento de los Padres Agustinos. El Rey no
265
21
266
acepta -según algunos historiadores- la invitación de los frailes
porque en el mismo convento se había alojado antes el archiduque 22
Carlos a su paso por Chinchón.
A la mañana siguiente todo el pueblo se echa a la calle y el rey
tiene que acercarse a la plaza mayor donde le esperaban. Allí es
aclamado por todo el pueblo como Rey. La crónica nos cuenta
que, a continuación, salió el cortejo camino de Loeches, para llegar a Caspe, donde le esperaba el mariscal de Tessé.
A partir de entonces el pueblo de Chinchón se alineó con Felipe
V, llegando incluso a negar el trigo que reclamaba el corregidor
don Antonio González de la Cava, para el ejército del Archiduque
Carlos que se encontraba cerca del pueblo.
El rey no olvidó estas muestras de lealtad y el 25 de octubre de
1738 compra el condado de Chinchón para su hijo, el infante don
Felipe. Al año siguiente, el 17 de febrero, firma en el Pardo la Real
Carta en la que concede a Chinchón el título de "Muy Noble y Muy
Leal"
A partir de entonces, se agrega esta
leyenda al blasón de Chinchón, y
queda así constituido:
Escudo cuartelado. 1º Cabeza de
cabra contornada en azur; 2º De
gules, castillo de oro rodeado de
ocho estrellas del mismo metal; 3º
León de oro, rampante, sobre gules,
y 4º Lis de oro sobre azur.
Hemos encontrado un dibujo original para la confección de un timbre
municipal con este mismo escudo,
que tiene una nota al dorso.
Reproducimos los dos:
bre de 1916,
En un escrito de fecha 14 de diciemD. Joaquín Ruiz Jiménez, ministro de la
267
Gobernación, comunica al Ayuntamiento de Chinchón, el real
decreto firmado en el palacio real, por el rey Alfonso XIII, en el 23
que concede a Chinchón el titulo de Ciudad, "queriendo dar prueba de mi real aprecio a la villa de Chinchón, provincia de Madrid,
por el creciente desarrollo
de su agricultura y su
constante adhesión a la
monarquía".
Al año siguiente, el
Ayuntamiento
de
Chinchón concede al
Ministro
de
la
Gobernación,
don
Joaquín Ruiz Jiménez el
título de Hijo adoptivo de
Chinchón, posiblemente
en agradecimiento por
haber colaborado en la
obtención de esta distinción para nuestro pueblo.
Y precisamente en el pergamino que se entregó al
Ministro con su nombramiento de hijo adoptivo,
existe un original de este
escudo, policromado. Aunque se encuentra algo deteriorado, he
logrado restaurarlo digitalmente, con lo que podemos admirarlo
con todo su colorido. En la orla que adorna este diploma se puede
contemplar una bella panorámica de Chinchón de aquellas fechas.
Este escudo, como se decía en la nota anterior, no tiene corona,
sino que está surmontado por un casco de caballero.
268
Existe en el archivo municipal 24
un boceto, sin fechar, en el
que se hace un estudio para la
confección de un escudo. Es
un dibujo a lápiz, sin terminar, que reproducimos.
Partiendo de este boceto
inacabado, he hecho una
reconstrucción de cómo
habría quedado el dibujo terminado.
Aunque el escudo así constituido adolecía de rigor por
haberse utilizado esmaltes y
figuras no académicas, y
haberse omitido referencia a
la titularidad de antecedentes
históricos, fue utilizado
durante casi dos siglos.
Como complemento a toda la
información, a continuación
se hace una relación de todos
los Señores y Condes de
Chinchón.
Año 1480.
A n d r é s
Cabrera y su mujer Beatriz
Bobadilla, marqueses de Moya
son nombrados señores de
Chinchón por los reyes
Católicos.
I
Conde.
Año
1520.
Fernando de Cabrera y
Bobadilla, alcaide de Segovia y
señor de Chinchón. Carlos I le
concedió en 1520 el título de
conde. Su hermano Juan heredó el marquesado de Moya.
269
25
II Conde. Año 1521. Pedro Fernández de CabreraBoadilla y de la Cueva, embajador en Inglaterra y Roma, mayordomo mayor y valido de Felipe II, que obtuvo el cargo de tesorero
general de la corona de Aragón, con carácter hereditario.
III Conde. Año 1576. Diego Fernández Cabrera, mayordomo de Felipe II y embajador en Roma y Viena.
IV Conde. Año 1608. Luis Jerónimo Fernández de
Cabrera y Bobadilla, virrey de Perú (1629-1639). Su mujer se hizo
célebre por al haber sido la primera europea que usó la quina y
que dio noticia de su eficacia contra las calenturas.En 1772 Linneo
dio el nombre de Chinchona al este género de plantas.
V Conde. Año 1657. Francisco Fausto Fernández de
Cabrera-Bobadilla y Osorio, primer marques de San Martín de la
Vega. Murió sin descendencia y pasó sus títulos a su prima segunda.
VI Conde. Año 1665. Inés de Castro Cabrera y Enríquez de
Ribera que caso con Alejo Cárdenas.
VII Conde. Año 1665 . Francisca Cárdenas y de Castro, que
también murió sin hijos y fue heredada por su tía.
VIII Conde. Año 1669. Francisca de Castro y Enríquez de
Cabrera, que muere sin descendencia.
IX Conde. Año 1683. Julio Savelli Fernández de cabrera y
Bobadilla, primo de Inés y príncipe de Albano y Venafro, nombrado grande de España de primera clase por Felipe V, murió sin descendencia.
X Conde. Año 1710. Juan Jorge Sforza-Cesarino, sobrino
del anterior y duque de Genzano.
XI Conde. Año 1728 . José Sforza-Cesarino y
Vendió el condado al infante Felipe Borbón.
Conti.
270
XII Conde. Año 1738. Felipe de Borbón y Farnesio, hijo de 26
Felipe V y duque de Parma. Vendió el condado a su hermano.
XIII Conde. Año 1761. Luis Antonio de Borbón y Farnesio,
infante de España.
XIV Conde. Año 1785. Luis María de Borbón y Vallabriga,
cardenal y regente durante la guerra de la independencia, paso el
condado a su hermana.
XV Conde. Año 1803. María Teresa de Borbón
Vallabriga, esposa de Godoy, duque de Alcudia y Sueca.
y
XVI Conde. Año 1828 .Carlota Luisa de Godoy y Borbón,
duquesa de Alcudia y de Sueca.
XVII Conde. Año 1886. Adolfo Rúspoli, duque de Alcudia
y Sueca.
XVIII Conde. Año 1914. Carlos Rúspoli y Álvarez de
Toledo, duque de Alcudia y Sueca
XIX Conde. Año 1935 . Camilo Rúspoli y Caro, duque de
Alcudia y Sueca
XX Conde. Año 1975. Carlos Rúspoli y Morenés, duque de
Alcudia y Sueca.
EL ESCUDO SEGÚN INFORME DE
REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA
(1925)
LA
En el año 1924, el Ayuntamiento de
Chinchón, solicita a la Real Academia
de la Historia un dictamen para adoptar definitivamente el escudo de
armas que corresponde a la Ciudad de
Chinchón.
Como contestación a esta solicitud,
con fecha 22 de enero de 1925, emite
271
27
la Real Academia de la Historia un
informe que dice lo siguiente:
La Real Academia de la Historia ha
visto con el detenido estudio que
merece
la
petición
del
Ayuntamiento de la ciudad de
Chinchón y como consecuencia de
aquel, debe consignar: Que en
heráldica generalmente el escudo
propio peculiar de las villas y ciudades, es el de un solo campo, admitiéndose el cuartelado en contadas
ocasiones casi siempre, cuando se
adopta como privativos los personales de los que fueron señores de ellas.
Los Reyes de armas distribuyeron los cuarteles en los escudos
para dar cabida a los linajes de las personas de quien ordenaban
el blasón, correspondiendo primero y tercero a los apellidos
paternos y segundo y cuarto a los de parte de la madre; unos y
otros, como lógicamente se infiere cambian y se modifican en las
sucesivas generaciones, según sean los apellidos y a veces los
mayorazgos del dueño del escudo. Cuando se da la circunstancia
que aquel a quien pertenece el blasón está investido con dignidad
nobiliaria, timbra y sur monta el escudo con la corona correspondiente a su título, ducal, marquesas, condesas; siendo tal timbre
personalísimo del titulado, sin que pueda usarlos en el blasón ningún descendiente ni aún a título de herencia; si no sucede al
mismo tiempo en la dignidad nobiliaria que denota el timbre del
escudo. Los blasones familiares tienen su origen por concesión
real como premio de señalada acción o hecho heroico o como testimonio de extraordinario servicio prestado en las ciencias o en
las letras, los del linaje de donde aquellos proceden, los conservan
y adquiere como recuerdo del hecho que conmemoran las figuras
heráldicas esmaltadas en el escudo y como estímulo de sus propias acciones para alcanzar aquel perfecto grado de nobleza a que
hace referencia las leyes de Partida al consignar: "Como quier que
el linaje es noble coasa, la bondas pasa e vence más quien las ha
ambas, este puede ser dicho en verdad rico home", al igual que
cuando establece: "e como quier que estos que la ganan por sabi-
272
28
duría e por bondad, son por derecho llamados nobles e gentiles,
mayormente lo son aquellos que lo han por su linaje antiguamente e facen buena vida".
Por lo que se refiere a los escudos
propios de las villas y ciudades,
puede afirmarse que sólo les conviene los que representan particularidades de su territorio o de sus
producciones, que los distinguen
de otros del mismo estado, o los
que conmemoran hechos de
importancia histórica ocurridos
dentro de sus confines, o los realizados por sus pobladores conjuntamente en servicio de la nación.
Es lógica consecuencia que tales
emblemas, a diferencia de los
familiares, tengan carácter de perpetuidad y el escudo en que se
esmalta les conserva, sin otras
modificaciones que las determinadas por concesiones reales, consecuencia de haber realizado los
pueblos nuevos hechos dignos de recuerdo y admiración.
Haciendo aplicación de estos principios heráldicos a la petición de
la ciudad de Chinchón, se observa que el escudo que describe
como propio de ella no le conviene como tal ciudad, desde el
momento que no integran emblemas heráldicos del personal
escudo de varios de los Señores que dicha ciudad, principalmente
del personalísimo de Don Fernando Cabrera y Bobadilla primer
conde de Chinchón a quien eligió en tal Carlos V, por su real
Cédula de 9 de mayo de 1520. Describe el Ayuntamiento de
Chinchón el escudo, a que cree tener derecho, en la siguiente
forma: Cuartelado primero: cabeza de cabra siniestrada sobre
fondo azul; segundo, castillo de oro rodeado de ocho estrellas del
mismo metal sobre campo de gules; tercero, león de oro sobre
campo de gules y cuarto, flor de lis de oro sobre campo de azur.
273
29
Respecto al primer cuartel dice, y esto es exacto, que corresponde
si bien solo en parte, al primer apellido de don Fernando de
Cabrera, hijo de don Diego, lo que no es cierto, pues el dicho Don
Fernando fue el hijo tercero de don Andrés de Cabrera, rico hombre de Castilla, Caballero
del hábito de Santiago,
Comendador de Muros y
Montemolín, Mayordomo
Mayor del Rey Don
Enrique IV, y de Doña
Beatriz de Bobadilla.
Camarera Mayor de la
Reina Católica, primeros
marqueses de Moya. El
dicho don Fernando de
Cabrera usó las siguientes
armas: Escudo partido;
primero medio partido y
cortado, el primero de
gules con un castillo de
oros, segundo de plata con
león de gules y el tercero de
sable con una cabra de oro; segundo cuartelado, primero y cuarto
águila negra en campo de oro, segundo y tercero castillos al natural en campo de plata, en todo orlado por castillos y leones y coronado con corona de conde.
Sigue el Ayuntamiento de Chinchón el segundo y tercer cuartel del
escudo diciendo son los dichos las armas de castilla y león por
haber sido la ciudad señorío de Enrique IV, en la época en que
dicho Monarca era príncipe de Asturias, la descripción hecha del
Escudo del primer conde de Chinchón convence por ser propia de
este el castillo y el león es por lo que figuran en el escudo; sin que
nada tenga que ver en este caso el señorío que pudiera ostentar
Enrique IV, cuando fuera príncipe de Asturias, inmediato sucesor
del reino.
274
30
No menos equivocadas son las consignaciones del Ayuntamiento
referente al cuarto cuartel: sobre éste debemos observar que en
1738 con aprobación de Felipe V, fue vendido el condado de
Chinchón por don Sforza Casarine Cabrera Bobadilla onceno
conde, Duque de Zenzano y Conde Santa Flora a don Felipe de
Borbón y Farnesio, infante de España, hijo de Felipe V, dicho
infante lo vendió a su vez al hermano menor don Luis Jaime
Antonio de Borbón Farnesio, Cardenal Arzobispo de Toledo y
Sevilla en 28 de mayo de 1761 quien renunció a tales dignidades
eclesiásticas para contraer matrimonio en 28 de junio de 1778 con
doña María Teresa Vallabriga Rozas y Drumend. Por tales causas
se justifica que el escudo de los condes de Chinchón la flor de lis
de la casa de los Borbones. Del matrimonio de don Luis de Borbón
y doña Teresa Villabrigas (nació María Teresa de Borbón y
Valllabriga) que casó en primeras nupcias con don Manuel de
Godoy, Príncipe de la Paz, duque de la Alcudia, y a quienes heredó su hija don Carlota Luisa Manuela de Godoy y Borbón, quien
como cuna de sexta Condesa de Chinchón adoptó como armas
para el condado las propias de su apellido paterno, escudo jaquelado de sable y gules que es Godoy.
Las consignaciones anteriores sirven para puntualizar el informe
que de esta Real Academia se solicita por el Excelentísimo Sr.
Subsecretario Encargado
del Despacho del Ministerio
de la Gobernación por su
R.O. de 8 de septiembre de
1924.
Desde luego puede afirmarse que la ciudad de
Chinchón carece de escudo
propio y ha venido usando,
desde hace mucho tiempo,
uno que más o menos arbitrariamente recuerda el de
sus antiguos señores y titulados los Condes de
275
31
Chinchón, tal hecho constituye una positiva tradición , entiende la
Real Academia de la Historia que debe conservarse si bien haciendo las oportunas modificaciones que recuerden los señoríos de
que fue objeto la ciudad y de los que de ella se titularon condes y
en tal sentido, propone que el escudo de sus armas debe ser cuartelado en las siguiente forma:
"Primer cuartel medio partido y cortado, en el primero de los tres
cuarteles resultantes un campo de gules, castillo de oro almenado,
en el segundo, en campo de plata, león de gules rampante, y el tercero en campo de sable cabra de oro levantada. Segundo cuartel,
cuartel lado primero y cuarto, águila de sable en campo de oro,
segundo y tercero Castillo al natural en campo de plata, orlado de
castillos y leones. Tercer cuartel, flor de lis de oro y campo de
azur; y cuarto cuartel, jaquelado de sable y oro, el todo armado y
coronado con corona de Conde".
Tal es el parecer de esta Real Academia que en nombre de la
misma y por su acuerdo tengo el honor de trasladar a V.E. para los
procedentes efectos.
Cuando el Ayuntamiento recibe el informe de la Real Academia de
la Historia, se lo envía al Gobernador Civil de Madrid, solicitando
autorización para utilizar sobre el escudo la corona condal en vez
del casco de caballero que se venía utilizando hasta entonces.
Con fecha 30 de enero de 1925 el Subsecretario Encargado del
Despacho del Ministerio de la Gobernación, informa a la
Secretaría del Gobernador Civil de Madrid, que por la Comisión
permanente del Ayuntamiento de Chinchón y el Delegado
Gubernativo del Partido, se ha presentado solicitud de autorización para poner sobre el escudo de armas de la ciudad una corona
condal, en sustitución del casco que se venía usando, y acompaña
el informe que se ha detallado anteriormente.
Con fecha 14 de febrero de 1925 se envía comunicación al Sr.
Alcalde de Chinchón en el que se le comunica que: "Habiéndose
conformado S.M. el Rey (q.D.g.) ha acordado resolver como en el
mismo se propone. De Real Orden lo participo a V.E. para su
276
conocimiento,
el
del
Ayuntamiento de Chinchón y
demás efectos. Lo que trascribo
a V. para su conocimiento y el
de esa Corporación. Dios guarde a V. muchos años".
Aunque no directamente ligado
con el escudo, es oportuno reseñar otro dato importante para
Chinchón, la concesión del título
de
"excelencia"
al
Ayuntamiento de Chinchón,
por el Rey Alfonso XIII.
De ello tenemos constancia por
un escrito del Gobierno Civil de
Madrid, que, por orden del
Ministerio de la Gobernación,
envía
un
escrito
al
Ayuntamiento, en la que se
comunica que con fecha 7 de
octubre de 1926, el rey Alfonso
XIII firma una real orden por la
que se concede al Ayuntamiento de Chinchón el título de
Excelencia, "Queriendo dar prueba de Mi Real aprecio a la Ciudad
de Chinchón, provincia de Madrid, por su acertada administración municipal, que tan beneficiosos resultados produce al vecindario y por su constante adhesión a la Monarquía".
La constante adhesión a la Monarquía que reconoce el Monarca,
la pudo comprobar en persona cuando visitó Chinchón, el día 13
de noviembre de 1922, con motivo de unas Escuelas prácticas que
realizó en nuestro pueblo el Regimentó de Infantería León nº 38.
Desde el año 1925 se viene utilizando este escudo, a pesar de que,
el informe de la Real Academia, no deja totalmente claro que sea
el más académico y el que realmente contendría, desde el punto
de vista de la heráldica, las armas que corresponden a Chinchón.
277
33
Hay en el Archivo Histórico de Chinchón distintas muestras de las
pruebas fotográficas realizadas sobre dibujos para la confección
definitiva del escudo. Son inicialmente en blanco y negro, y este
escudo es el que aparece, desde entonces en los membretes de los
oficios, sellos y demás documentos oficiales del Ayuntamiento.
Años después se haría un escudo en color, y también existen algunas muestras del escudo que fue utilizado comercialmente por
particulares en sus productos.
En el Ayuntamiento de Chinchón, existe un cuadro con una reproducción del escudo que preside el salón de entrada.
Recientemente, al escudo se le ha añadido una especie de silueta
de Chinchón, en la que se puede distinguir la Iglesia Parroquial y
la torre; y es utilizado como logotipo en todos los documentos,
impresos y carteles oficiales del Ayuntamiento de Chinchón.
Otro símbolo que identifica a un pueblo es la bandera. En
Chinchón no se tiene constancia histórica de que se utilizase ninguna bandera propia. El 2 de marzo de 1999 el Ayuntamiento de
Chinchón inicia un expediente dirigido a la Comunidad de Madrid
278
34
para la creación de la bandera de la Ciudad. En el mes de julio de
ese mismo año, el pleno municipal aprueba la creación de la bandera de Chinchón.
Con fecha 14 de marzo de 2002 la Dirección General de la
Consejería de Justicia y Administraciones Públicas de la
Comunidad de Madrid, firma un acuerdo en el que se autoriza al
Ayuntamiento de Chinchón, para adoptar la bandera municipal.
Según este acuerdo la bandera debe tener las proporciones de 2/3,
de paño vertical por mitad, de color rojo la parte próxima al asta
y de color azul la del batiente. Este acuerdo se publica en el boletín oficial de la Comunidad de Madrid número 71 del lunes día 25
de marzo de 2002, firmado por el presidente don Alberto RuizGallardón.
En el informe que emitió el Ayuntamiento de Chinchón, se indicaba: "El gules y el azur son los dos colores que debe llevar la bandera de Chinchón por ser los colores básicos de su escudo de
armas. El gules ha de ser del mismo tono rosa que lleva la bandera de Castilla y León por ser los colores que Cabrera y Bobadilla
llevan en sus cuarteles de leones y castillos. El azur ha de ser de
tono celeste, similar asimismo al de su escudo de armas, por ser el
color de Felipe V, rey borbón de origen francés, del de sus hijos los
infantes Felipe de Borbón y Farnesio y don Luis Antonio Jaime de
Borbón y Farnesio, Condes de Chinchón. En el centro de la bandera proponemos que lleve también el Escudo de Armas de
Chinchón".
En la respuesta de la Comunidad de Madrid, no se indica que deba
aparecer el escudo de Chinchón en la bandera por considerar que
el que se viene utilizando, no reúne las características heráldicas
correctas. Aunque esta cuestión podría tener diversas interpretaciones, considero que el escudo que se viene utilizando en
Chinchón es el que sugería el estudio de la Real Academia de la
Historia del año 1925 y no sería conveniente continuar con una
polémica estéril, dado que este ha sido el escudo que se viene utilizando desde entonces y ha sido aceptado por todos.
279
35
Aunque aún no se ha confeccionado la bandera de Chinchón, ésta
podría ser su imagen:
280
36
ESCUDOS ANTIGUOS EN CASAS PARTICULARES.
Después del largo recorrido que hemos hecho por los monumentos y edificios públicos de Chinchón, vamos a iniciar otro peregrinaje por sus calles en busca de otras "piedras con historia" que
nos cuenten el pasado de nuestro pueblo.
Lo primero que hay que indicar es que, con una sola excepción,
ninguna de las casas donde se encuentran los escudos antiguos
pertenece a las familias que ostentan la titularidad del escudo
nobiliario. Por eso, era muy difícil hacer un seguimiento de las
distintas dinastías titulares.
Pensé, sin embargo, que estos escudos también nos podían contar
la propia historia de sus casas y de las distintas familias que las
habían habitado, si se habían producido acontecimientos dignos
de mención.
Y con esta idea, vamos a comenzar:
ESCUDO DE LA FAMILIA
ZURITA Y MENDOZA.
En la calle de Zurita, en el actual
número once podemos admirar
un escudo de piedra en perfecto
estado de conservación.
Esta casa que actualmente pertenece a la familia CarrascoMoreno, fue residencia de los
Zurita y Mendoza, a quienes pertenece el escudo de armas.
Sobre la puerta principal, un escudo partido y dos veces cortado.
Primero, dos perros rampantes,
enfrentados, atados con cadena.
281
37
Segundo, tres castillos. Tercero,
castillo con un árbol a cada lado.
Cuarto, tres barras. Quinto, tres
barras y debajo la leyenda "Ave
María plena". Sexto, águila explayada con bordura de ocho flores
de lis y entre las dos anteriores,
en la punta del escudo, séptimo,
cuartel con tres bandas y encima
la leyenda complementaria de la
anterior: "Gratia". Acolada la cruz
de Santiago y timbrado por corona de marqués.
Personajes de este linaje:
D. Eugenio de Zurita y Pineda,
que en 1643 litigó y ganó en
Valladolid, la hidalguía de sangre,
siendo admitido como vecino
hijodalgo de la villa.
Juan de Zurita y Mendoza, graduado
de bachiller en la Universidad de
Alcalá de Henares y nombrado capellán mayor de la Iglesia de la Piedad el
día 12 de septiembre de 1691.
D. Antonio de Zurita y Mendoza, coronel, capitán de Reales Guardias
Españolas, casado con doña Margarita
Macleane.
Dª María de Zurita Mendoza y
Macleane, casada con don Miguel
Vázquez de Mondragón y Topete,
caballero de Calatrava, coronel de
Infantería, maestrante y natural de
Ronda, y vecino de Chinchón en el año
1784.
282
D. Carlos de Zurita y Mendoza, visitador eclesiástico de Chinchón. 38
En el año 1778, junto con don Miguel Ramón Linacero, capellán
mayor de la capilla del serenísimo Infante don Luis y conde de
Chinchón, y con otras personalidades de la villa, crearon la tercera Sociedad Económica de Amigos del País de Chinchón.
Pero esta casa tiene, también su propia historia:
En el Registro de la propiedad no existen datos anteriores a
mediados del siglo XIX, y en su primera anotación figura como
propietario don Telesforo González Carretero, y a la muerte de
éste, a sus hijos y descendientes. La casa tenía un censo a favor del
señor marqués de Chiloeches, que lo vende a Don Nicolás
Anavitarte y Salvatierra.
El 10 de marzo de 1881 la recibe en usufructo doña Fidela Aparicio
de la Peña, -cofundadora de la Fundación "Aparicio de la Peña"
para el fomento de la enseñanza en Chinchón- que la habita hasta
su muerte, pasando después en nuda propiedad a los herederos de
don Nemesio González Olivas.
El 21 de noviembre de 1933, la compra el Sindicato agrícola
"Asociación agraria de Chinchón", que presidía don Esteban
Recas de la Peña, en el precio de veintinueve mil setecientas pesetas, para su sede social y la instalación de una panadería.
Durante la guerra civil cayó una bomba en los tejados de la corraliza ocasionado algunos desperfectos.
La actividad del Sindicato continuó en esta casa después de la
guerra civil, hasta el año 1949, que es vendida, pasando por varios
propietarios.
En el año 1955 se traslada a esta casa el Cuartel de la Guardia
Civil, donde permanece hasta el año 1960.
El 13 de octubre de 1958 es comprada por D. Francisco Carrasco
y Dª Lucía Moreno, siendo, actualmente, propiedad de sus herederos.
Del apellido Zurita y Mendoza no queda ninguna familia en
Chinchón.
283
ESCUDO DE
ZÁRATE.
LA FAMILIA
ORTIZ
DE
En la calle de la Cueva, en la
fachada de la casa número uno,
nos encontramos con un escudo,
más moderno, de azulejos, que
representa las armas de la familia
Ortiz de Zárate. Esta casa es la
única que aún pertenece a los descendientes de la familia a quien
corresponde el escudo. Los actuales propietarios son los herederos
de la familia Larroca-Ortiz de
Zárate.
Son sus armas: Escudo partido en
dos. Al lado izquierdo, de oro, árbol sinople debajo de su copa
cinco panelas de gules en sotuer y debajo ondas azules; bordura
de gules con ocho aspas de oro. En la parte derecha, de gules diez
panelas de plata, colocadas, tres, tres, tres y una. En la punta fuera
del escudo esfera azul con cruz de gules en su lado izquierdo y
palo con leyenda "el mundo es así". Cimera: brazo armado de
espada.
284
Personajes de este linaje:
La familia Ortiz de Zárate se avecina en Chinchón en dos ocasiones. Por primera vez, es el caballero don Diego Blas Ortiz de
Zárate y del Barrio, hijo de don Juan y de doña Isabel, vecinos de
Orduña. Litigó y ganó en la real cancillería de Valladolid hidalguía
de sangre, presentando su ejecutoria en este concejo en el año
1690.
En el año 1762, por segunda vez, se avecina don Juan Antonio
Ortiz de Zárate y de la Cueva Cohalla, natural y regidor perpetuo
de Toledo. Proceden sus antepasados, también, de la ciudad de
Orduña. Descendientes de la casa y solar de su apellido de Zárate
en el lugar de Marquina, provincia de Álava.
Don Jerónimo Ortiz de Zárate fue corregidor de Chinchón durante dieciséis años a partir de 1709.
En el año 1865, don Joaquín Ortiz de Zárate, fue candidato a diputado provincial.
En el año 1924 se dio el nombre de "Don Ramiro Ortiz de Zárate"
a la antigua calle de Valencia, en memoria del Coronel de
Ingenieros, que era natural de Chinchón y que había fallecido ese
mismo año en Guadalajara. Había colaborado en el estudio para
la traída del agua corriente a Chinchón.
Ya se ha comentado que el Grupo Escolar de Chinchón lleva el
nombre de "Rafael y Joaquín Ortiz de Zárate" en recuerdo de los
dos hermanos.
Antonio Ortiz de Zárate Sánchez de Movellán, hijo del último,
Teniente de paracaidistas, que murió en batalla en Sidi Ifni,
(Marruecos). A la antigua calle del Santo se le dio el nombre de
Teniente Ortiz de Zárate en su recuerdo.
En el año 1936, fue asesinado en Chinchón D. Alberto Ortiz de
Zárate Freire.
Entre los firmantes de la escritura de constitución de la Sociedad
de Cosecheros de Vino, Vinagre y Aguardiente de Chinchón, figuraban don Gilberto y don Arturo González Ortiz de Zárate.
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285
41
D. Emilio Larroca Ortiz, formó parte del patronato que fundó el
Asilo de Chinchón, y fue diputado provincial.
También fue diputado provincial, por la demarcación de
Chinchón, D. Juan de Dios Ortiz de Zárate Armendáriz.
D. Juan Rodríguez Ortiz de Zárate, fue Alcalde de Chinchón, a
mediados del siglo XX.
Con el apellido Ortiz de Zárate, quedan varias familias en
Chinchón.
286
42
Hay otro escudo de piedra, de esta familia. Está
en la calle de la Cañada
nº 6, de reciente factura.
Está en la fachada de la
casa que pertenece a la
Familia
LópezGonzález, que es también descendiente de los
Ortiz de Zárate.
Otra de las ramas de
esta familia es la de los
Herederos de don Arturo González Ortiz de Zárate, que vive en la
casa de la calle de los Huertos nº 21 , en cuyo dintel de la puerta
hay una inscripción en números romanos con la fecha de la construcción de la casa: MDCCXCIV.
ESCUDO DE LA FAMILIA RECAS.
En la calle Teniente Ortiz de Zárate,
antes conocida como calle del Santo,
en su número 3, nos encontramos en
su fachada un, bien conservado,
escudo de piedra. Es el escudo de
armas de la familia Recas. Se describe así: "Escudo terciado: Cuartel
derecho, dos lobas andantes negras
sobre oro, y en el izquierdo en campo
blanco un ciprés verde, y en el campo
bajo, sobre verde, cabra de plata en
ademán de pacer, con cuernos y uñas
de oro." Está surmontado por yelmo
de caballero.
287
La casa donde se encuentra el escudo es actualmente propiedad
43
de la Familia García-Calvo-Rodríguez, y está ubicada la estafeta y
administración de Correos.
Personajes ilustres:
D. José Diego de Recas obtiene privilegio de hidalguía que le es
otorgado por Carlos III, el 18 de agosto de 1772.
El 31 de julio de 1781 el rey concede privilegio de hidalguía a favor
de don Gabriel Manuel de Recas y Ruiz del Olmo, pariente en
cuarto grado del anterior. Fue caballero de la orden de Carlos III
y alcalde de Chinchón por el estado noble los años 1792 y 1804.
Don José Ceferino de Recas que casó con doña María Felipa de la
Peña.
Actualmente viven en Chinchón varias familias con el apellido
Recas.
288
ESCUDO DE LA FAMILIA LEÓN.
En la calle de la Comadre número
cinco, tenemos un escudo de mármol rosa en un aceptable estado
de conservación.
El escudo es de un solo cuartel
con castillo mazonado, dos leones
enfrentados, encima, cruz flordelisada y otra cruz de Santiago. El
escudo está timbrado con corona
de marqués.
Este escudo recoge las armas del
apellido León, del que no tenemos información.
La casa en que se encuentra el
escudo, fue conocida como "Casa
Dusmet", porque en ella vivió esta
familia, de la que sí tenemos noticias.
D. Juan Bautista Dusmet fue el
primer vecino de Chinchón con
este apellido. Era natural de
Malines (Flandes), teniente de las
guardias walonas, hijo de don
Andrés Dusmet y de doña
Catalina Tereza, y biznieto de
Juan Dusmet que había nacido en
el año 1580 y era Coronel y gentilhombre de cámara del Duque de
Nixemboux.
Don Juan Bautista se casó el 14 de
julio de 1712 con doña Teresa
Antonia de Laiseca y Gutiérrez de
Alvarado, que era natural de
Chinchón.
289
45
Desde 1728 fue el administrador del Condado de Chinchón, con
poderes del conde Sforcia.
Otros personajes de este apellido son: Blas Manuel Dusmet,
administrador del condado de 1771 a 1778. Juan José Dusmet y
Sesma, D. Estanislao José Dusmet, Joaquín María Dusmet,
Brigadier de Estado Mayor, que murió en Chinchón en el año
1888, y don José María Dusmet Alonso, de la Real Academia de
Ciencias, que fue el último representante de este apellido en
Chinchón.
La casa que estaba en un lamentable estado de conservación fue
adquirida a finales del siglo XX por la Fundación Arauco, realizando una cuidada y total rehabilitación de la misma.
No queda en Chinchón ninguna familia con el apellido León.
ESCUDO
GATO.
DE LA FAMILIA
ÁLVAREZ
En el número siete de la calle
Molinos Baja, y sobre la puerta principal, tenemos el escudo de Armas
de los Álvarez Gato.
Es un escudo cuartelado, de piedra y
muy bien conservado.
En el primer cuartel, águila explayada; en el segundo, partido por banda
que sale de dos dragantes y dos flores de lis a cada lado de la banda. En
el tercero, árbol con un gato al pie, y
en el cuarto, tres burelas. Sobre
todo, escudete cuartelado: 1º y 4º,
Águila; 2º y 3º, león rampante.
Acolada la cruz de Santiago y surmontado por corona de marqués.
290
Personajes de este linaje:
D. Garci Álvarez Gato.
Caballero de Alcántara, bautizado en Chinchón el 22 de
mayo de 1567. Hijo de
Fernando Álvarez de Liana y
doña Petronila Mejía y
Sarmiento. Se casó en
Chinchón el 22 de julio de
1608, con doña Francisca de
Villegas y Ramírez.
D. Antonio Álvarez Gato,
Capellán Mayor de la Iglesia de
la Piedad. En el año 1698 regaló una imagen de San Roque.
D. Francisco Álvarez Gato y
Santander.
Caballero
de
Santiago, Maestre de Campo y residente en Indias.
D. Mateo Álvarez Gato y Santander, hermano del anterior.
Caballero de Santiago.
D. García Álvarez Gato y Valencia el del Infante. Caballero de
Santiago y Marqués de Álvarez Gato.
D. García Álvarez Gato, capitán de caballos y corazas, caballero de
Santiago, lucha frente a Felipe V junto con el archiduque Carlos
en la guerra de Sucesión. En reconocimiento de estos servicios, el
archiduque Carlos, cuando es nombrado emperador con el nombre de Carlos VI, le da el título de Marqués de Álvarez Gato, por
Real Decreto firmado en Viena el 12 de noviembre de 1718.
D. Tomás Álvarez Gato. Capellán Mayor de la Iglesia de la Piedad.
Testó en Madrid el 25 de julio de 1720 ante el escribano don Juan
de Buenafox y Oliva, dejando sus bienes para que con su venta se
dieran anualmente cien ducados a tres personas pobres de su
familia, y el resto se utilizase para vestir pobres.
46
291
47
Existe una calle en Chinchón, llamada Puente de Gato, que sale de
la calle de Molinos Baja, en cuya esquina está la casa que perteneció a la familia, y en cuya fachada se encuentra el escudo.
No queda ninguna familia en Chinchón con el apellido ÁlvarezGato.
La casa donde se encuentra el escudo fue comprada por la familia
Camacho, a la que aún pertenece.
De esta familia podemos destacar a don Jesús Camacho Sanz del
Negro que fue diputado provincial por la Demarcación de
Chinchón, y que se encargó de realizar una suscripción para arreglar el altar de la iglesia del Rosario destruido por un incendio en
el año 1929. Fue asesinado en Chinchón durante la guerra civil.
La familia Camacho siguió colaborando durante muchos años con
la Cofradía de la Virgen del Rosario.
ESCUDO
CALVA.
DE
LA
FAMILIA
En el número 35 de la calle
Grande, en el centro de su
fachada, podemos admirar
un gran escudo de mármol,
pero que, desgraciadamente,
no está en buen estado de
conservación.
Este escudo corresponde a las
armas del apellido Calva.
Escudo partido. En la parte
izquierda, un león rampante
y orla de seis lagartos (que
actualmente casi han desaparecido) con leyenda intercala-
292
da:
"casa solariega de Calva valle
de" (actualmente, también, prácticamente invisible). En la parte 48
derecha, cuatro fajas, con orla de
ocho veneras y continuación ya
totalmente ilegible de lo que
podría ser la continuación de la
anterior leyenda.
Entre las personas de este apellido podemos distinguir:
Pedro Calva, natural y originario
de Revilla, en el valle de
Camargo, en las montañas de
Santander. Se avecindó en
Chinchón a mediados del siglo
XVI y se casó con María Ruiz.
Juan Calva Ruiz, hijo del anterior, natural de Chinchón, hizo
probanza de hidalguía en
Valladolid en el año 1572.
No queda ninguna familia en
Chinchón que mantenga el apellido Calva.
La casa está actualmente deshabitada.
ESCUDO DE LA FAMILIA
LÓPEZ DE ROBREDO.
En la calle de Morata, en la fachada del
número 53, nos encontramos con un
escudo de piedra en buen estado de
conservación. Es el escudo de armas
de la familia López Robredo, esta es su
descripción:
Escudo cuartelado. En el primer cuartel, de azur, castillo de plata, saliendo
293
de su homenaje brazo armado de
espada. En el segundo, de oro, cinco
49
escobas de sinople atadas de gules.
En el tercer cuartel, de plata, árbol de
sinople terrazado con tres martillos,
uno en las ramas y otro a cada lado; y
en el cuarto, de oro, una banda de
gules y en su hueco superior, león de
su color. Puesto sobre águila de oro
linguada de gules, sobre la que hay
un busto con yelmo de caballero.
Entre las personas que llevaron este
apellido, se destaca don Manuel
Gregorio López-Robredo Gómez del
Puerto, que en el año 1772 se avecindó en Chinchón. Era natural de de
Toledo y procedía de Madrid. Se casó
con doña María Nieto, natural de
Chinchón.
D. Manuel López de Robredo, era
bordador de palacio y en el año 1783,
fue alcalde de Chinchón por el estado
noble. Murió el año 1788.
D. Juan López de Robredo, su hijo, bordador de cámara como su
padre, y gran amigo personal de la familia Goya. Consiguió, tras
varias solicitudes, que le fuese concedido el uso de uniforme bordado como tenían los pintores, escultores y diamantistas de cámara, para subrayar su categoría social. En el año 1798, Francisco de
Goya le haría un retrato con su uniforme de bordados diseñado
por él mismo. En el retrato aparece con los bocetos de sus diseños
en la mano.
La propiedad de esta casa pasó de los López Robledo a Dª Clara
Carrasco Carbonero, madre del Marqués de la Corona, después a
Dª Concepción Patiño Carrasco y posteriormente a D. Gregorio
Álvarez de Miranda, cuyos herederos siguen siendo los propietarios de esta casa que aún luce una espléndida fachada.
En la actualidad no queda ninguna familia con el apellido LópezRobredo.
294
50
OTROS ESCUDOS ANTIGUOS.
Vamos a continuar nuestro paseo por las calles de Chinchón en
busca de otros escudos antiguos de los que no tenemos los titulares de las armas que representan, por lo tanto, los vamos a identificar por el nombre de la calle y número de la casa en que están
ubicados.
CALLE GRANDE Nº 10.
Subiendo por la calle Grande, en el
número 12, en la casa que actualmente alberga el "Hostal y
Restaurante Chinchón", encontramos un escudo de piedra sobre su
puerta principal. Está muy bien
conservado:
Escudo partido. En la parte izquierda, Castillo con un árbol a cada
lado, debajo, perro atado con cadena sujeta a la puerta y debajo de
éste, ondas. En la parte derecha, tres fajas. Acolada la Cruz de
Santiago, que no tiene la parte superior.
295
CALLE GRANDE Nº 34.
En el actual número 34 de la
misma calle Grande , en la casa que
actualmente pertenece a la familia
Rodríguez, y también sobre su
puerta de entrada, nos encontramos con otro pequeño escudo de
piedra, y también en un estado
muy aceptable de conservación:
Escudo ovalado y cuartelado. En el
primer cuartel, dos banderas en
sotuer, debajo, ondas. En el segundo un león rampante, en el tercero
un castillo y en el cuarte, tres tercias.
296
CALLE
BENITO
HORTELANO Nº 9.
Continuamos el recorrido por la antigua calle de
Pozuelo, y que actualmente luce el nombre de
Benito Hortelano. En su
número 5, y en el centro
de su fachada nos encontramos con otro gran
escudo de mármol.
El escudo, como la
mayoría de este material,
muestra el paso del tiempo y está deteriorado por
efectos de la intemperie.
Escudo partido. En la
parte izquierda, dos osos
rampantes enfrentados y
entre ellos un árbol
copado. Bordura de
lagartos, con leyenda
intercalada "prius-mori-quo-an-oe-dae" (prácticamente inapreciable en la actualidad). En la parte izquierda un
castillo con un león a cada lado y sobre
las almenas, corona de roble.
Esta casa perteneció al ilustre historiador de Chinchón, don Narciso del
Nero Carretero, autor del libro
"Chinchón desde el Siglo XV", que se
publicó en el año 1964, y de obligada
lectura para todos los que quieran
conocer los datos más importantes de
la historia de Chinchón.
En la actualidad está deshabitada y
sigue siendo propiedad de sus herederos.
297
53
CALLE BARRANCO BAJO Nº 2.
En la calle Barranco Alto nº 2, y
sobre su puerta principal, podemos admirar un pequeño y bello
escudo de piedra.
Escudo cuartelado. En el primer
cuartel, árbol acopado. En el
segundo, león coronado y linguado; en el tercero, partido por
banda, a cada lado, flor de lis. En el cuarto, recipiente sobre una
columna y a su izquierda un castillo. En la parte inferior del escudo y fuera de él, un castillo a cada lado. Acolada, la cruz de
Santiago.
Esta casa está deshabitada desde
hace mucho tiempo, y prácticamente en ruinas. Aunque no lo he
podido confirmar, dice la tradición
que en esta casa tuvo su sede el tribunal de la Inquisición.
Además de los escudos aquí reseñados, hubo algunos más en épocas pasadas. De los desaparecido
tenemos noticias de los que estaban en la calle de la Cueva nº 33,
en la Calle Pozuelo nº 22 y en la
calle de los Solares nº 9; pero de
ninguno de ellos nos queda representación gráfica. En la puerta de
la última casa citada existe una florida cruz de Santiago cincelada en
el dintel de la puerta, a la que después haremos mención.
298
ESCUDOS MODERNOS EN CASAS PARTICULARES.
Pero además de haberse perdido -es posible que para siempre- algunos de los escudos que hubo en Chinchón, también se han colocado
otros nuevos, (algunos de ellos antiguos recuperados de otros lugares), en las fachadas y sobre las puertas de algunas de nuestras casas.
También vamos a visitarlos, identificándoles, también, por el nombre
de la calle y el número de la casa donde se encuentran.
CALLE MOLINOS BAJA º 5.
En el número cinco de esa calle de
Molinos Baja, en su fachada, un
escudo de armas de piedra en mal
estado de conservación.
E s t e
escudo
es del
siglo
XVIII,
al igual
que la
c a s a
donde está y fue recuperado de una edificación que existió en la comarca del
Tajuña.
Fue colocado en los años 70 por sus
actuales propietarios, la familia Castillo
Vega.
Escudo cuarteado. En el primer y tercer
cuartel tres bandas en diagonal con
armiños. En el segundo y cuarto cinco
corazones de pica. En cada lateral una
rosa. Surmontado con yelmo sobre una
serpiente y en la cimera del yelmo un
perro.
54
299
55
CALLE DE MORATA Nº 6.
Escudo ovalado y partido. En la izquierda Castillo con una torre
del homenaje. En el derecho, León rampante. El escudo se apoya
sobre la cabeza de un fauno.
Ésta era una casa de labor, típica de las muchas que había en
Chinchón, fue propiedad de la familia Camacho y ha sido rehabilitada recientemente, haciéndose en ella varias viviendas. El escudo se colocó sobre la puerta cuando se hizo esta rehabilitación.
300
CALLE TTE. ORTIZ DE
ZÁRATE Nº 5.
En la antigua calle del Santo, hoy
conocida como del Teniente
Ortiz de Zárate, se ha colocado
un escudo de piedra artificial, en
la casa que fue de don Pedro
González Montero.
Es un escudo partido. En el primer cuartel, tres palmas agrupadas por una abrazadera; en el
segundo, un árbol bajo el cual
pastan dos animales, mientras
dos perros intentan subir por el
tronco. Es el escudo de armas de
la familia Rodríguez.
Pero más importante que el escudo es
el recuerdo de quien vivió en esta casa
durante gran parte del siglo XX. Don
Pedro, el médico.
Don Pedro González Montero, había
nacido en Madrid en el año 1901,
licenciándose en Medicina en el año
1924, y ganando, por oposición, la
plaza de médico de la Beneficencia
municipal de Chinchón en el año
1928. Al año siguiente es, también
contratado como médico por la
Sociedad de Cosecheros, junto con el
otro médico de Chinchón, don Daniel
Barroso, con el sueldo anual de 75
pesetas, cada uno.
Hasta el año 1969, que se jubila, fue el
médico de Chinchón. Posiblemente el
último representante del médico
56
301
rural, para el que no había horarios ni citas previas. Asistía perso- 57
nalmente a todos los partos, y nunca daba de alta a un paciente
hasta que estaba totalmente restablecido, aunque para ello tuviese que visitarlo diariamente. Su imagen, recorriendo las calles de
Chinchón, queda en el recuerdo de todos los que le conocieron.
Le fue concedida la Medalla de Plata al Mérito del Trabajo y el
"Ajo de Oro" de la Asociación de Amigos de Chinchón.
CUESTA DE QUIÑONES Nº 6.
En la cuesta de Quiñones nos encontramos con otro escudo igual que el
anterior, de la familia Rodríguez Zazo,
que es oriunda de Mostoles.
Esta casa pertenece en la actualidad a
la familia Callejo-Rodríguez, y anteriormente a la familia Carretero. Es
una antigua casa de labor en la que
hubo bodega y lagar y conserva una
espléndida fachada, con un mirador
que divisa una preciosa vista panorámica del pueblo, con la iglesia, la torre
y los cerros del Nuevo Chinchón, al
fondo.
302
CALLE CANTERAS.
EDIFICIO MONTEHERMOSO.
Frente al ábside de la Iglesia, en
la calle Canteras, esta el Edificio
Montehermoso, que actualmente
acoge "La Academia" de la
Fundación Arauco, donde exponen los pintores que forman la
"Escuela de Chinchón" dirigida por Guillermo Muñoz Vera.
Este edificio fue la casa de la familia Monterroso, y sede de la
Sociedad de Seguros "Paris", que la restauró para Restaurante y
Residencia de Empresa. Para ello se remodeló totalmente el edificio, tanto interior como exteriormente, colocándose una vistosa
rejería de hierro fundido que no tiene ninguna relación con ninguna de las rejas que existen en Chinchón.
Cuando, recientemente, se hizo la nueva rehabilitación del edifi-
303
59
cio, se colocó un
escudo cuartelado,
en el que aparece
una
cruz
de
Montesa, en el primer cuartel; un
castillo
en
el
segundo, barras en
diagonal en el tercero u un león
rampante apoyado
en un árbol, en el
cuarto. Está surmontado por casco
de caballero.
En la actualidad se
realizan diversas
actividades culturales, como ciclos
de conferencias,
exposiciones y clases de pintura.
También organiza
curso de verano en
colaboración con
la
Universidad
"Felipe II" de
Aranjuez.
Manuel Carrasco
Moreno
304
PARTE
OCTAVA
Número OCHO
y Leyendas
8
Inscripciones
1
con historia
CHINCHÓN
305
2
M ANUEL C ARRASCO M ORENO
PARTE
OCTAVA
INSCRIPCIONES.
LAS ÓRDENES MILITARES EN CHINCHÓN.
OTRAS PLACAS Y MURALES CONMEMORATIVOS.
Dª FRANCISCA ENRÍQUEZ DE RIVERA.
INFANTE DON LUIS DE BORBÓN Y FARNESIO
FRANCISCO DE GOYA Y LUCIENTES.
BENITO HORTELANO VALVO.
MURAL DEL CAFÉ DE LA IBERIA.
LAPIDAS FUNERARIAS.
ERMITA DE SANTA ANA.
JUAN BAUTISTA CARRASCO.
ISABEL ROLDÁN GARCÍA .
JAVIER VINADER.
MANUEL ALVAR.
PIEDRAS CON LEYENDAS.
UNA CARA DE PIEDRA.
LA COLUMNA DEL ESCUDO.
EL ARTESONADO DE LA PRINCESITA.
LA CASA DE LA CRUZ NEGRA.
306
INSCRIPCIONES.
En el recorrido que hemos hecho por Chinchón, nos hemos ido
encontrando con distintas inscripciones, generalmente conmemorativas, que ya hemos comentado, ahora vamos a detenernos
en otras, posiblemente, menos importantes, pero que también
nos pueden contar algún dato interesante de la historia de
Chinchón.
Son frecuentes las inscripciones en los dinteles de las puertas. En
muchos casos es sólo el año en que, posiblemente, fue construida,
pero hay otros casos en los que podemos encontrar otros signos o
inscripciones.
Suelen ser de dos clases. Militares o religiosas.
307
4
ORDENES MILITARES EN CHINCHÓN.
Fueron muchos los nacidos en Chinchón que pertenecieron a
Órdenes Militares:
D. García Álvarez Gato, bautizado en Chinchón el día 2 de mayo
de 1567. Caballero de Alcántara.
D. Francisco Álvarez Gato y Santander. (1699) Caballero de
Santiago. Maestre de Campo y residente en las Indias.
D. Mateo Álvarez Gato y Santander. (1699) Hermano del anterior.
Caballero de Santiago.
D. García Álvarez Gato y Valencia el del Infante. (1699) Caballero
de Santiago.
D. Luis Díez de la Navarra Martínez. (1636) Caballero de
Santiago.
D. Juan Dusmet y Velázquez de Lorenzana. (1788) Caballero de
Santiago.
D. Diego Fernández de Cabrera y Mendoza. (1595) Caballero de
Santiago y III Conde de Chinchón.
D. Agustín de Quiñones Benavente y Contreras. (1628) Caballero
de Santiago.
Dr. D. Juan Quiñones de Daza. (1640) Caballero de Santiago del
Consejo de S.M., Alcalde de Casa y Corte.
D. Antonio Pinillos y de la Fuente. (1700) Caballero de Santiago.
Mayordomo de la condesa de Chinchón y oficial de la Secretaría
del Consejo de Italia.
D. Francisco Javier Pinillos y Ortiz de Zárate. (1755) Caballero de
Santiago.
308
5
D. Antonio Zurita y Sánchez. (1731) Caballero de Santiago.
Teniente Coronel de Infantería.
D. Diego Zúñiga y Contreras. (1626) Caballero de Santiago.
Capitán.
D. Pedro Pascual Carrasco y Quiñones. (1800) Caballero de
Montesa.
Estos y otros que no habían nacido en Chinchón, pero que tenían
aquí su residencia, se preocuparon de grabar en piedra el emblema de su orden. Algunos en el escudo de armas, otros en el dintel
de sus puertas.
Muchas de estas muestras han llegado hasta nuestros días y, aún,
las podemos admirar.
Había quienes no podían utilizar estos signos reservados únicamente a los que pertenecían a estas órdenes, pero querían significar su alcurnia o, simplemente su devoción, y recurrían a inscripciones de carácter religioso.
Ya hemos hecho mención a los escudos en los que aparecían cruces, en la mayoría de los casos, de la orden de caballeros de
Santiago; ahora vamos a iniciar el
recorrido de estas muestras con
una que ensambla las dos características.
En el número 4 de la Plaza de
Santillán, grabada en la piedra del
dintel de la puerta hay una inscripción. Dentro de una corona de
hojas vegetales, dice: Ave María.
Año de 1781. En la parte superior
hay una cruz de la orden de los
templarios y a ambos lados del
año, dos flores de lis. Se encuentra en muy buen estado de conservación.
309
En el número 12 de la Calle Contreras nos encontramos con otra
inscripción del mismo año y que tiene también la misma cruz del
Temple.
Hay coincidencia en el año
que aparece en estas dos
inscripciones. En 1781 era
conde de Chinchón don
Luis Antonio Jaime de
Borbón y Farnesio, hermano de Carlos III, el rey de
España, y el hijo de Felipe
V, que unos años antes
había comprado el condado
de Chinchón para su hijo, el
infante don Felipe de
Borbón. Era lógico, que en
aquellos años fueran llegando hasta Chinchón distintas
familias relacionadas con la
Corte, para fijar aquí su
residencia, por su proximidad al Real Sitio de
Aranjuez.
310
7
Pero, por otra parte, no
era normal que a finales
del siglo XVIII se siguiese
utilizando el signo de los
templarios, que aunque
en España no estaban
prohibidos, sus actividades solían tener un carácter casi clandestino por su
relación con la masonería.
Debemos recordar que las
órdenes militares nacieron en el siglo XI para rescatar Tierra Santa de los
infieles y restablecer la
seguridad en las rutas de
peregrinación.
Las verdaderas causas de
las cruzadas son sociales,
políticas y económicas, y
el factor religioso fue simplemente un pretexto para arrastrar a la
guerra santa a una muchedumbre de personas de toda condición
social que se sintió fascinada por la empresa de ganar para la fe de
Cristo los Santos Lugares.
Concretamente, hablando de la Orden del Temple, sus primeros
efectivos fueron siete caballeros franceses. El grupo había jurado,
ante el patriarca de Jerusalén, los votos monásticos de castidad,
pobreza y obediencia. Estos caballeros no llegaron a Jerusalén
sólo para proteger a los peregrinos, sino también para encontrar,
guardar y llevarse algo particularmente importante, particularmente sagrado que se encontraba en el emplazamiento del templo
de Salomón: el arca de la Alianza y las tablas de la Ley.
Se cree que las tablas de la Ley son una "fórmula del Universo" y
que estas tablas, sacadas de Egipto, estaban en poder de los constructores de catedrales.
311
8
Bernardo de Claraval hizo convocar el Concilio de Troyes, en 1128,
para la fundación de una orden monástica, se le dio una dimensión universal.
Su distintivo era una cruz, aunque parece ser que no existía una
cruz, sino diversas cruces. La cruz templaria que se encuentra en
los escudos de armas de los grandes maestres y en los sellos, es un
signo derivado de la cruz celta, geométricamente compuesta por
líneas curvas aunque a veces trazada con ángulos vivos.
Originalmente la cruz se llevaba en el hombro derecho, en los últimos tiempos de la Orden, y según los reglamentos de la época, la
cruz la llevaban en el pecho y en la espalda los caballeros.
Cuando en 1291 los musulmanes conquistaron San Juan de Acre,
última ciudad cristiana de Tierra Santa, la caída del último bastión cristiano acarreó un cierto desprestigio para las órdenes militares, particularmente para el Temple.
El 14 de septiembre de 1307 circuló la orden de arrestar y entregar a la Inquisición a todos los templarios de Francia. En la requisitoria de detención de los templarios se sugiere a los oficiales del
rey la práctica de tortura para que los reos confesaran dichas acusaciones.
El concilio de Vienne acordó la suerte de los templarios
procesados. El 18 de marzo de 1314 el Gran Maestre, fue conducido junto con otros notables de la Orden, al atrio de la catedral de
París. En aquel marco solemne el tribunal dictó sentencia condenatoria. Jacques de Molay y los otros grandes dignatarios templarios fueron condenados a cadena perpetua. Aquella misma tarde
Jacques de Molay y otros treinta y seis templarios fueron quemados en la hoguera, en una isla del Sena.
Las órdenes monásticas y militares, entre ellos los Templarios,
necesitaban imperiosamente construir edificios militares, civiles y
religiosos para llevar a cabo con éxito su expansión en Europa o
Tierra Santa. La mayoría de las veces debían recurrir a mano de
obra ajena a la propia orden, contratando a gremios de obreros,
"masones", especialistas en los variados artes de la construcción.
312
La masonería nace pues como una organización de oficio que cultiva el Arte. No se trataba por lo tanto de simples operarios, sino
que dichas sociedades estaban formadas por miembros que practicaban ritos simbólicos e iniciáticos, y se estructuraban jerárquicamente en logias. Es lo que conocemos como masonería operativa.
A partir de los siglos XVI y XVII comenzaron a ser admitidos
miembros que no tenían relación con los oficios de la construcción, denominados "aceptados", cuyo número fue aumentando
paulatinamente hasta llegar a ser mayoría en el siglo XVIII.
Es esta masonería filosófica o especulativa la que, para explicar
sus orígenes, defiende celosamente su tradición templaria. La tradición interna de la Orden Masónica afirma que Jacobo de Molay,
el último maestre de los Templarios, hizo crear poco antes de ser
quemado en la hoguera cuatro grandes logias masónicas.
Es decir, defienden que la masonería se había configurado en
Tierra Santa por obra de las órdenes militares, especialmente la
del Temple.
Otro enigma digno de ser estudiado para desentrañar la presencia
de estas sociedades en la vida social, política y económica de
Chinchón.
Porque, como hemos adelantado, existen otras inscripciones y
símbolos de órdenes religiosas, como la de caballeros de Santiago
en la puerta de la calle de Solares nº 11, en la que la cruz está orla-
9
313
10
da con una cenefa y se fecha, también, en el año 1781.
En el suelo del portal de la casa de la
calle de Zurita nº 5, hay una gran piedra de grandes dimensiones que en su
día debió ser el dintel de una puerta.
Grabada en la misma hay un pequeño
escudo.
No tiene ninguna fecha, pero en el
mismo podemos ver dos llaves cruzadas bajo una cruz, que nos hace recordar los escudos papales.
En la preciosa portada que está junto
a la casa de la cadena, sí aparece el
año 1875, que parece indicar la fecha
de construcción de esta casa, aunque
desconocemos si antes estuvo en la
puerta el dintel que ahora está en el
suelo del portal sirviendo de banco.
Nos encontramos otras inscripciones
en los dinteles de las puertas de carácter religioso, en las que, además del
año, podemos ver diferentes clases de
cruces y leyendas alusivas a Jesús, la
Virgen María y San José.
Como la de la calle Benito Hortelano
nº 7 que tienen la fecha de 1731.
En el número 6 de la calle de Don
Ramiro, hay una inscripción parecida
del año 1734, pero que se vuelve a
repetir en el año 1736 de tamaño más
grande.
314
11
En la Calle de Quiñones, en su número 7, una puerta pequeña, que
no aparenta ser de una gran mansión, tiene una inscripción similar del año 1736
315
12
En la puerta de
la casa de la
calle Estepa nº
6 encontramos
otra inscripción del año
1731 y con las
iniciales
de
J.H.S. (Jesús,
H o m b r e ,
Salvador)
debajo de una
cruz.
Hay también
dinteles en los
que sólo aparece una cruz sin
inscripción
alguna como
en la calle de
Morata nº 51.
Por último, en
nuestro recorrido por las
calles de Chinchón vamos a ir encontrando dinteles de puertas en
las que sólo se pone el año en que, posiblemente, fueron construidas o remodeladas.
316
Como ejemplo, y para terminar, vamos a hacer referencia a la de
la calle de los Huertos nº 21, por la peculiaridad de que el año está
en números romanos: MDCCXCIV.
317
14
OTRAS PLACAS Y MURALES CONMEMORATIVOS.
Además de las placas conmemorativas que hemos ido descubriendo en los monumentos y edificios públicos que hemos visitado,
también hay algunas más que están dedicadas a personajes famosos y muy relacionados con Chinchón.
Dª FRANCISCA ENRÍQUEZ DE
RIVERA. VIRREINA DEL PERÚ.
En la plazuela de Palacio,
delante del Teatro Lope de
Vega, y donde antaño estuvo
el palacio de los Condes, se
colocó por la Agrupación de
Amigos de Chinchón, un
busto de bronce de la Virreina
del Perú y condesa de
Chinchón, sobre un monolito
de piedra, con una lápida que
dice así:
EL PUEBLO DE CHINCHÓN
A
Dª FRANCISCA ENRÍQUEZ
DE RIVERA, CONDESA
DE CHINCHÓN,
VIRREINA DEL PERÚ,
DESCUBRIDORA
DE LA QUINA, EN 1629.
15 DE MARZO DE 1997.
Hay también otra lápida o mural de azulejos en el bar de la plaza
que lleva el nombre de la Virreina, que reproduce la efigie de la
condesa en su tumba de alabastro.
Estas dos muestras son el reconocimiento a la figura de una mujer
que llevó el nombre de Chinchón a todos los rincones del mundo.
318
15
Vamos a recordar, brevemente, su historia:
El IV conde de Chinchón,
don
Luis
Jerónimo
Fernández de Cabrera, se
había casado con doña
Ana de Osorio Manrique
el 18 de agosto de 1621.
Muere su esposa el 8 de
diciembre de 1625 y contrae nuevas nupcias en el
año 1628 con doña
Francisca Enríquez de
Rivera.
Don Luis Jerónimo perteneció al Consejo de S. M.,
era Caballero de la Orden
de Santiago y Capitán
General. El 14 de enero de
1629 tomó posesión en
Lima del cargo de Virrey
del Perú, para el que había
sido nombrado por el rey
Felipe IV, cargo que ocupó
durante casi once años. En
este largo período, se efectuó una nueva exploración
del río Amazonas, desde
su desembocadura hasta
Quito. Realizó una expedición contra los araucanos y se encargó
de fortificar el Callao.
Cuentan las crónicas que estando en Perú, la esposa del virrey
enfermó de fiebres tercianas, llegándose a temer por su vida. Los
indígenas le ofrecen un remedio que ellos conocían: La quina. La
virreina sanó y se encargó de dar a conocer a todo el mundo este
319
16
fabuloso remedio para las fiebres palúdicas y tercianas. Muchos
años después, el naturalista sueco Linneo bautizó a la quina con el
nombre de "Chinchona", en honor a su divulgadora.
Murió la condesa en Cartagena (Colombia) el 14 de enero de 1641
cuando iniciaba su viaje de regreso a España y su esposo el conde
don Luis Jerónimo la sobrevivió seis años, sucediéndole en el condado de Chinchón el hijo de ambos, don Francisco Fausto que
había nacido el 4 de enero de 1929, en Lambayeque (Perú), durante el virreinato de sus padres.
INFANTE DON LUIS DE BORBÓN Y FARNESIO.
En la fachada de la casa
número seis de la calle de
Morata, nos encontramos
con otra lápida conmemorativa, con el trazo inconfundible de Manolo Gómez
Zía. Está dedicada al conde
de Chinchón don Luis
Antonio Jaime de Borbón y
Farnesio.
En esta placa o mural realizada en azulejo policromado, está el busto del infante
y se puede leer:
D. LUIS ANTONIO DE
BORBÓN Y FARNESIO.
1723-1785.
INFANTE DE ESPAÑA Y
CONDE DE CHINCHÓN
FUE NOMBRADO CARDENAL Y ARZOBISPO DE TOLEDO
A LA EDAD DE 12 AÑOS. RENUNCIÓ A SUS CARGOS
ECLESIALES POR UNA MUJER,
Dª MARÍA TERESA VALLABRIGA, CON LA QUE CONTRAJO
320
17
MATRIMONIO Y POR TAL MOTIVO SUFRIÓ DESTIERRO DE
LA CORTE.
LA CASA DE LOS CONDES LE DEDICA ESTE MURAL
A QUIEN POR AMOR LO DEJÓ TODO Y RECUERDA
LA COPLA DE LA ÉPOCA:
AL CONDE DON LUIS ANTONIO
LA MITRA NO LE INTERESA
CAUTIVO ESTÁ DE LOS OJOS
DE UNA HERMOSA ARAGONESA.
1995.
Esta placa de indudable atractivo artístico, tiene, sin embargo,
unos errores históricos evidentes.
Don Luis, al que le gustaba ser llamado Conde de Chinchón, había
nacido en el 25 de julio de 1727, (no en el año 1723 como se dice
en la lápida) hijo de Felipe V y de su segunda esposa Isabel de
Farnesio. Sus primeros años los pasó en Sevilla, porque allí se
había trasladado la corte para que el rey pudiese superar uno de
sus estados de postración en los que caía frecuentemente. A los
seis años regresa a Madrid y vive en el Palacio del Buen Retiro y
en los distintos Sitios Reales, bajo la tutela de su viejo ayo, el marqués Anibal Scotti, demasiado mayor para imponer ninguna clase
de disciplina al displicente infante, que no mostraba demasiado
entusiasmo por el aprendizaje.
Su madre, autoritaria y ambiciosa, se había ocupado en buscar
para todos sus descendientes honores y títulos; y como no quedaban en Europa más reinos por repartir, para el pequeño Luis
Antonio le reservó altos honores eclesiásticos y a los 7 años es
nombrado arzobispo de Toledo. El papa Clemente XII no había
visto con buenos ojos este nombramiento pero tiene que claudicar
y concederle el capelo cardenalicio y 4 años después es, también,
nombrado arzobispo de Sevilla. Estos dos cargos eclesiásticos
eran los que mayores rentas disponían en toda España.
A los veintinueve años renunció a estos honores eclesiásticos, porque su conciencia no le permitía vivir una vida que no fuese acor-
321
18
de con las altas dignidades que ostentaba. Al menos estos fueron
sus argumentos en una carta que escribe a su hermano, el rey
Carlos III, comunicándole su renuncia.
Veinte años después, cuando el conde tenía 49, se casa con doña
María Teresa Vallabriga y Rozas, en Olías del Rey el día 27 de
junio de 1776, en el Palacio de Fernardina, y en la ceremonia se
estrenó la Serenata en Re Mayor que había compuesto Boccherini
expresamente para ese día.
María Teresa tenía 17 años, por lo tanto, difícilmente pudo el
conde renunciar a su mitra por ella, cuando todavía no había nacido.
Este puede ser un ejemplo de cómo errores históricos, reseñados
en escritos o monumentos, hayan sido aceptados, pasado el tiempo, como hechos verídicos. Quede, pues, la constancia de este
error, para el conocimiento de los hechos históricos tal y como
ocurrieron.
El infante don Luis fue un hombre taciturno y melancólico como
su padre, aficionado a la caza como su hermano Carlos III, pero a
322
19
diferencia de éste, demasiado propenso a frecuentar la compañía
de toda clase de mujeres. Primero su madre y después su mujer le
tuvieron sometido a su voluntad, pero él no compartió la ambición de ninguna de ellas. Era, sin embargo, cultivado y amante de
las ciencias y de las artes y se rodeó de gran cantidad de artistas
en su palacio de Arenas de San Pedro, creando una pequeña corte
en la que se dieron cita músicos, científicos, arquitectos y pintores, entre los que podemos destacar a Francisco de Goya.
El infante se encargó de encontrar acomodo a los hermanos de sus
colaboradores y amigos. Así nombró Capellán Mayor y cura
párroco de Chinchón, a D. Miguel Ramón y Linacero, hermano de
su bibliotecario don Manuel Ramón y Linacero; y capellán, a don
Camilo Goya gracias al afecto que profesaba al pintor.
D. Luis debía haber sido el heredero del trono de España, ya que
los hijos de Carlos III habían nacido fuera del país. El rey, conocedor de la debilidad de su hermano por las mujeres, se encargó
de urdir una sofisticada trama que se plasmó en la real
Pragmática publicada el 27 de marzo de 1776. Con esta real orden,
el conde perdía todos sus derechos dinásticos al obligarle a casarse con una mujer de menor rango como era María Teresa
Vallabriga. Por lo tanto, este matrimonio tuvo poco de romántico
y bastante de alta política.
D. Luis, utilizó el título de Conde de Chinchón, en vez de otros de
mayor rango, y se preocupó de los asuntos del pueblo. Envió a su
arquitecto personal, Ventura Rodríguez, para que se encargase de
la restauración de la Iglesia.
Falleció en Arenas de San Pedro el día 7 de agosto de 1785.
Fue el padre de don Luis María de Borbón, Cardenal de Sevilla y
Regente de España, que tuvo protagonismo en la promulgación de
la Constitución de Cádiz de 1812 y firmó el decreto de disolución
de la Inquisición. También ostentó el título de conde de Chinchón.
Su otra hija, doña María Teresa de Borbón y Vallabriga, que se
casó con Manuel Godoy, es la más famosa de las condesas de
Chinchón, gracias al incomparable retrato que le hizo don
Francisco de Goya.
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20
FRANCISCO DE GOYA Y LUCIENTES.
En la calle de la Iglesia, en la fachada de la casa número 7 se colocó, por la Asociación Juvenil Francisco de Goya" con motivo de las
Segundas Jornadas Culturales, "Otoño 90", una placa de azulejos
policromados, obra de Ángel Luis Simón, "Quicile", que dice así:
AQUÍ VIVIÓ EL
GENIAL PINTOR FRANCISCO DE GOYA Y LUCIENTES
CUANDO VISITABA A SU
HERMANO CAMILO,
CAPELLÁN DE LOS CONDES DE
CHINCHÓN.
A. JUVENIL F. DE GOYA
CON EL EXCMO. AYUNTAMIENTO DE
CHINCHÓN.
Existen diversos testimonios de las múltiples visitas que el genial
pintor de Fuendetodos hizo a este pueblo, aunque no está probado que viviera en esta casa don Camilo Goya, y aquí le visitara su
hermano Francisco. Sí está probado, en cambio, que el Capellán
de los condes compró una casa junto a la plaza de San Antón. En
el legajo catalogado con el número 9427, del Escribano don José
Marcos de Elespe y Castañaga, correspondiente a los años
1802,1803 y 1804, encontramos una escritura según la cual, don
Camilo Goya adquiere la casa, por subasta, con fecha 28 de abril
de 1802.
324
21
No considero necesario
hacer aquí una reseña biográfica del pintor, por ser
suficientemente conocida
por todos. En cuando a su
relación con Chinchón,
recomiendo el libro "Goya
en Chinchón" del que son
autores Carlos y Raúl
Alonso, en el que los interesados podrán encontrar
un estudio pormenorizado
de la estancia y relación
que don Francisco tuvo
con Chinchón.
Sólo dejar constancia que
el nombre de Goya quedó
ligado a Chinchón cuando
pintó el impresionante
cuadro de "La Asunción"
que preside el altar mayor
de la Parroquia, y sobre todo, cuando realizó el retrato de doña
Teresa de Borbón, la Condesa de Chinchón, que ha paseado el
nombre de nuestro pueblo por todo el mundo, en la infinidad de
exposiciones en las que ha tomado parte, hasta su compra por el
Museo del Prado, donde ahora se exhibe.
325
22
BENITO
VALVO.
HORTELANO
En la fachada del número
12 de la calle Benito
Hortelano,
podemos
admirar una placa de
mármol, con adornos de
bronce, que tiene un
busto y una inscripción
que dice así:
EL PUEBLO DE
CHINCHÓN
A SU ILUSTRE HIJO
BENITO HORTELANO
*3 ABRIL 1819 + 13
MARZO 1871
Entre los adornos de
bronce se puede ver el
escudo de Chinchón que se utilizaba en la fecha en que fue colocada la placa que coincidió con el centenario del nacimiento de
Benito Hortelano.
326
23
En esta casa nació nuestro
ilustre paisano de familia
de agricultores, y a ese oficio se dedicó hasta cumplir
los
dieciséis
años.
Totalmente autodidacta, y
después de probar en distintos oficios, se dedicó al
periodismo y a la edición de
periódicos, implicándose
políticamente con el partido liberal, apoyando al
general
Esparteros
y
luchando contra Narváez.
Colaboró
con
Jaime
Balmes en la publicación de
varios de sus libros, y conoció a la poetisa cubana
Gertrudis
Gómez
de
Avellaneda.
Las intrigas políticas -había
participado activamente en
la fallida revolución del 7
de mayo de 1848- y los vaivenes económicos le aconsejaron abandonar España y en el año 1849 se embarcó rumbo a Buenos Aires,
donde alcanzó notoriedad en el campo del periodismo y de la edición. Publicó revistas como "La España" y tratados de tipografía,
siendo uno de los fundadores de la Sociedad Tipográfica
Bonaerense.
En el año 1860 escribió sus "Memorias" que publicó la Editorial
Espasa Calpe en el año 1936, en las que nos dejó sus recuerdos de
niñez en su Chinchón natal y un resumen de su ajetreada vida,
digna de un hombre prototipo del siglo XIX.
Murió en Buenos Aires el día 13 de marzo de 1871, cuando le faltaba un mes para cumplir los 52 años.
327
328
EL MURAL DEL CAFÉ DE LA IBERIA.
Entrando por la puerta de la plaza al Café de la Iberia, en la planta baja, junto a la escalera que nos lleva a los comedores y al patio,
podemos admirar un precioso mural de cerámica policromada, en
el que su autor, Manolo Gómez Zía, que firma con el sobrenombre
de "El peregrino", plasmó una estampa de ficción en la que unos
personajes históricos, de distintas épocas, todas ellos relacionados con Chinchón, se asoman a dos balcones de la plaza, acompañados por varias personas contemporáneas.
Podemos ver a la Condesa de Chinchón, a Francisco de Goya y
Lucientes, al torero Salvador Sánchez "Frascuelo", a Manuel
Godoy y a Beatriz de Bobadilla.
Junto a ellos, están, don Moisés Gualda Carmena, que fue cura
párroco y don Luis de Lezama, el sacerdote creador de la Pasión
de Chinchón. Están los dueños del Restaurante, Rufino Nieva y su
esposa Pilar. Está el propio autor con su capa de peregrino,
Alfredo Rodríguez, Tito Lozano, decorador y pintor, Eduardo
Carretero, escultor, Francisco Solórzano, publicista, y Carlos
Alonso, pintor y escritor.
329
Carlos Alonso Herreros, había nacido en Madrid y llegó a
Chinchón, donde encontró su inspiración y siempre se consideró
de esta tierra. Pintor detallista y gran dibujante, experimentó nuevas técnicas, creando una serie de fachadas de casas de Chinchón
llenas de encanto y personalidad.
Cultivo otras facetas artísticas, como la poesía, y nos dejó dos
obras literarias de indudable valor histórico: "Toros en Chinchón"
y "Goya en Chinchón".
Promovió y colaboró en actividades en favor de la promoción cultural y artística de su pueblo de adopción, dirigiendo la revista
"Fuente Arriba" y su "Rincón del Arte" se convirtió en visita obligada para todos los que llegaban a Chinchón con inquietudes
artísticas.
Fue autor, junto con Manolo Gómez Zía, del plano de Chinchón:
"Topographia de la Villa MCMLXXXVII"
Murió en el año 1996 y descansa en Chinchón, el pueblo que él
escogió.
En la parte inferior izquierda, junto a Beatriz de Bobadilla, está el
escudo de los Cabrera Bobadilla.
26
330
LAPIDAS FUNERARIAS.
Ya hemos hecho mención a algunas lápidas funerarias en el transcurso de este trabajo, cuando hablábamos de la época romana, o
de los caídos en las guerras de 1808 y 1936.
Para terminar este trabajo, quiero dejar abierto una nueva vía de
estudio, como podría ser la catalogación e investigación de las
lápidas del cementerio, de cuyo resultado podría salir una historia entrañable de las distintas familias de Chinchón.
Pero esto requeriría mucho tiempo de estudio minucioso y su posterior contraste con los datos del Registro Civil, que ahora sobrepasa al objetivo que me he marcado en esta investigación.
Por ello, sólo para dejar constancia de las posibilidades que ofrecerían, en este trabajo, sólo he querido dejar una muestra, fijándome en unos pocos ejemplos; los que, a mi juicio, ofrecen unas
características artísticas dignas de mención.
Para ello nos dirigimos hacia el cementerio, y a la entrada nos
encontramos con la ermita de Santa Ana, que ha sido restaurada
recientemente.
331
LA ERMITA DE SANTA ANA.
La Ermita de Santa Ana fue empleada durante años como lazareto y se encontraba en un estado de ruina.
En el año 2003 se inauguró la nueva ermita restaurada por el
Excelentísimo Ayuntamiento de Chinchón, con la participación de
la Fundación de los Nobles Oficios y de las Bellas Artes de
Chinchón y de la Asociación "La Cultural".
El proyecto lo realizó el arquitecto don Ángel Luis Camacho y las
obras se realizaron bajo su dirección y del arquitecto técnico don
Fernando Pérez, que actuaron desinteresadamente.
Se colocó una imagen de Santa Ana donada por su autor, el escultor don Eduardo Carretero.
En las tapias del cementerio se han colocado unos bajorrelieves
representando las estaciones del Vía Crucis, también donadas por
su autor, el mismo escultor.
332
En la entrada del campo santo, hay una lápida en el suelo, que hay
que pisarla necesariamente al pasar. Es la tumba del doctor don
Filomeno Blanes Molina, que fue cura párroco arcipreste de esta
villa, que murió el 15 de octubre de 1909. A él hemos hecho mención como miembro de la junta local de Instrucción pública.
333
JUAN BAUTISTA CARRASCO.
Enfrente de la entrada del cementerio hay un mausoleo de piedra
en muy buen estado de conservación.
En él que hay labrado una especie de escudo en el que se puede
leer:
+
HIC JACET
D. JOANNES BAPTISTA
A CARRASCO
CINCIONIS OPPIDO NATUS
OBIIT
ALHAMA
ARAGONENSI
DIE XXIX MENSIS JULII
A.D.
MDCCCLXII
R.I.P.
334
31
La traducción es:
AQUÍ DESCANSA
DON JUAN BAUTISTA CARRASCO,
NACIDO EN LA CIUDAD DE CHINCHÓN.
MURIÓ
EN ALHAMA DE ARAGÓN,
EL DÍA 29 DEL MES JULIO
DEL AÑO DEL SEÑOR,
1862.
DESCANSE EN PAZ.
Ya de época moderna, vamos a detenernos en dos tumbas que son
obra del escultor D. Eduardo Carretero.
ISABEL ROLDÁN GARCÍA.
En la primera, que hizo el
artista para su esposa
Isabel y para él mismo;
además de un bajo relieve
en el que se puede admirar el busto de los dos, sus
nombres: ISABEL Y
EDUARDO, y los símbolos del oficio de escultor,
hay sobre la lápida una
inscripción que dice:
DA NOBIS DÓMINE
BEATI OCCURSUS
QUI IN AETERNUM
PERMANET PACEM
EL LAETITIAM.
Una traducción
libre, puede ser:
335
32
CONCÉDENOS, SEÑOR,
UN FELIZ ENCUENTRO
DEL UNO CON EL OTRO
EN EL QUE PERMANEZCA
ETERNAMENTE
LA PAZ Y LA ALEGRÍA.
En la parte posterior del frontal
hay un mosaico policromado, del
que es autora Isabel, que durante
su vida cultivó este arte.
Eduardo Carretero e Isabel
García, se afincaron en Chinchón
y aquí el escultor ha desarrollado
parte de su amplia y reconocida
obra. Entre las mismas, por ser,
posiblemente la más conocida,
podemos destacar el busto monumental de Ramón y Cajal que
está colocado en los jardines del gran Hospital de Madrid, que
está dedicado al Premio Nóbel de medicina español.
En este año 2004 le ha sido concedida la medalla de honor de la
Real Academia de Bellas Artes de Nuestra Señora de las Angustias
de Granada. En el acto de entrega de este galardón se hizo mención a lo que de él había escrito, otro ilustre vecino de Chinchón,
don Manuel Alvar:
"El arte del escultor es sólo el arte de labrar el silencio en los torsos, en los volúmenes de la forma, en las maderas talladas como
gritos ahogados, en las muchachas que contemplan la perfección
de su desnudez... sólo la escultura de Eduardo Carretero es un
largo camino hacia el silencio. Hablar de su arte sólo puede hacerse sin palabras. Lo demás está en los tratados de retórica que
ahora de poco sirven".
336
33
JAVIER VINADER.
El otro sepulcro es de Javier Vinader, otro artista que eligió
Chinchón como residencia y donde realizó parte de su obra pictórica.
En el frontal de la tumba, en
bajorrelieve, se puede ver su
retrato, y varios símbolos
como son una gaviota, un
tronco, una cruz y una representación de su casa en
Chinchón. Debajo, una inscripción en la que se puede
leer:
EL TRONCO LE DIJO A LA
GAVIOTA
ENSÉÑAME A VOLAR
Y LA GAVIOTA LE DIJO
AL TRONCO
ENSÉÑAME A ESPERAR.
Sobre la lápida, y también cincelado en la piedra,
sólo:
JAVIER VINADER.
MANUEL ALVAR LÓPEZ.
Más que por la belleza del monumento, nos detenemos en esta
tumba por la importancia del personaje.
Don Manuel Alvar, filólogo y académico de las Reales Academias
Españolas de la Lengua y de la Historia, había nacido en
337
Benicarló, provincia de Castellón el 8
de julio de 1923. Durante toda su vida
se dedicó a desentrañar los misterios
de nuestra lengua, y alcanzó la excelencia que fue reconocida por infinidad de premios y títulos que recibió en
todo el mundo, llegando a presidir la
Real Academia de la Lengua.
Un día pasó por Chinchón y quiso
vivir aquí para el resto de su vida y
pidió descansar aquí, también, para la
eternidad.
El 25 de noviembre de 1989 fue nombrado hijo adoptivo de Chinchón, y en
el discurso que pronunció ese día nos dejó, con palabras que sólo
él era capaz de escribir, el por qué, un dialectólogo, como le gustaba llamarse, había escogido Chinchón, para quedarse:
"El dialectólogo que vio estas tierras desde el azul del cielo, ahora
se ha acostumbrado a mirar el cielo desde la hondura de la tierra,
cuando el relente aún no ha dejado el reposo de la hoja, ni el humo
empieza a denunciar la vida, ni el gañido de los perros se amortigua. Viendo las rayas blancas marcando el azul transparente, la
vida del dialectólogo se hace más larga porque sabe que vivir es
amar a todas estas cosas que, acaso, a los demás no dicen nada y
que aquí le permiten vivir, con sus amigos, con sus libros y, lo que
importa más, consigo mismo".
El Ayuntamiento de Chinchón dio su nombre a la nueva Casa de
Cultura que se hizo frente al Monasterio de las Madres clarisas, en
lo que fue el matadero municipal.
Murió en Madrid, el día 13 de
agosto de 2001 y descansa en
Chinchón. Cumpliendo sus
deseos, su familia ha donado su
extraordinaria biblioteca al pueblo de Madrid, para que sirva de
base para la investigación lingüística española, a la que él contribuyó de forma decisiva.
338
35
PIEDRAS CON LEYENDAS.
Haciendo el recorrido por todo el pueblo nos hemos encontrado
con escudos, lápidas, inscripciones, monumentos, murales... piedras, en fin, que hemos intentado ir clasificando para que nos
contasen sus historias, dándoles un cierto orden que guardase
una cierta coherencia.
Pero en el recorrido, nos hemos encontrado con ejemplares de
muy difícil catalogación, pero con unas peculiaridades curiosas,
que he pensado debería mencionar, aunque sus historias estén
más cerca de la leyenda que de los datos contrastables.
UNA CARA DE PIEDRA.
En la pared sobre el arco de lo
que fue la posada, en el número cinco de la calle de Morata, y
actualmente es el Museo
Etnológico, y la casa rural
"Posada del Arco" está la cara
de un hombre, con grandes
bigotes y barba pronunciada
que vigila el precioso patio de
columnas.
El paso del tiempo ha ido desdibujando sus facciones y no
puede ya darnos detalles de su
origen, por lo que tendremos
que contentarnos con lo que
nos contaron nuestros antepasados.
Nos cuentan que, hace mucho tiempo, pensaban que detrás de
esta cara estaba enterrado un tesoro que habían escondido allí
para evitar la rapiña de los franceses. Un día, por fin, se decidieron a comprobarlo y no hallaron nada detrás de aquel rostro enigmático.
339
Nos contaban también, que hacía
muchos, muchos años, un maestro
cantero que había venido a trabajar
en la restauración de la Iglesia y
estaba alojando en la posada, que
era demasiado aficionado al vino y a
la jarana, nunca tenía dinero suficiente para pagar su pensión, y se
ofreció a inmortalizar en piedra al
abuelo Vicente, el patriarca de la
familia Carrasco, que desde entonces vigila la posada, con su gesto de
malestar, porque nunca le gustó la
obra del artista.
340
37
Posiblemente,
nunca
sabremos su verdadera
historia, pero de todas las
historias que me contaron,
a mí la que más me gustó
es la que decía que esa
cara perteneció a un bravo
soldado que murió guerreando contra los franceses y
su joven esposa mandó
esculpir su rostro y ponerlo sobre el arco del patio
para estar siempre en su
presencia.
LA COLUMNA DEL ESCUDO.
Es la primera columna de los soportales de la plaza; la que está junto al arco
del barranco. Es una columna desgastada por el roce de tantas manos que
se han apoyado en ella al entrar en lo
soportales. Su piedra está reluciente y
suave y allí podemos ver, apenas insinuado, el bosquejo de un escudo en el
que sólo se puede apreciar una corona,
la cruz de Santiago a la que está acolado un escudo cuartelado, en el que
apenas si se llega a distinguir un castillo, unas franjas oblicuas y un dibujo
que bien podría ser una flor de lis.
341
Dicen que esta columna, como sus
hermanas de los soportales era del
castillo de los condes, y cuando se
colocó en la plaza ya tenía el escudo
a medio labrar.
Hay otra versión, según la cual,
hace muchísimos años, una fría
mañana de un día de invierno
alguien advirtió que iban apareciendo trazos labrados en la columna, que poco a poco y en días sucesivos iban conformando lo que
parecía un escudo. Aunque los vecinos, incluso con la colaboración de
los serenos, intentaron descubrir al
furtivo artista, nadie supo nunca su
identidad. Pasados unos meses, el
escudo quedó inconcluso, como
está en la actualidad, pero ya nadie
intentó terminarlo.
Se llegó a decir que habían intervenido fuerzas paranormales y que
era obra del maligno, pero yo, más
bien, creo que es atribuible a algún
frustrado artista con anhelos de
trascendencia histórica.
EL ARTESONADO DE LA PRINCESITA.
Subiendo por la calle del Barranco
Alto, a la derecha, en el número 12,
hay un caserón con puerta y balcones dintelados de piedra, que perteneció a una rica familia de la nobleza.
342
39
El amplio portalón de puertas dobles, por el que podían entrar lo
carruajes, da acceso a un portal con suelo empedrado y a un patio
circundado por corredores. A la izquierda una ancha escalera de
grandes peldaños de madera, tiene en el techo un artesonado de
escayola policromada en azul en el que se puede leer: "AVE
MARIA GRATIA PLENA". Como hemos visto, esta leyenda aparece también en el escudo de la familia Mendoza.
Nos cuentan que esta casa se hizo como hogar para una joven muy
devota de la Virgen María, que en su tiempo fue conocida como la
"princesita".
Aún hoy se conserva el artesonado en un aceptable estado.
343
40
LA CASA DE LA CRUZ NEGRA.
En el número cuatro del otro Barranco, el bajo, y en un estado de
total ruina, hay una casa en la que recientemente, al desprenderse el enfoscado de la fachada, han aparecido unas pinturas de
color negro.
Estas pinturas representan una cruz y diversas rayas negras que
enmarcan puerta y ventanas de la casa. El efecto tétrico es evidente, y no parece lógico que nadie pintase de esta forma su propia
casa. Por lo tanto, habría que pensar que esta casa debió cumplir
una finalidad determinada, que pudiese justificar este tipo de
decoración.
Al hablar de los escudos, hemos citado que en el número 2 de esta
misma calle, la casa contigua a la que ahora nos ocupa, dice la tradición que fue la sede de los miembros de la Inquisición en
Chinchón.
Aunque he intentado buscar algún dato a este respecto, no he
encontrado ningún documento sobre este asunto. No obstante,
344
41
sabemos que según el censo de Floridablanca, que Chinchón en el
año 1786, tenía una población de 4.260 habitantes, entre los cuáles había 1 cura, 1 beneficiado, 1 teniente de cura, 2 sacristanes, 76
acólitos, 20 ordenados a título de Patrimonio, 6 órdenes menores,
33 hidalgos, 8 abogados, 4 escribanos, 22 estudiantes, 203 labradores, 616 jornaleros, 14 comerciantes, 12 fabricantes, 18 artesanos, 322 criados, 3 empleados con sueldos del rey, 4 con fuero
militar, 2 dependientes de la Inquisición, 4 demandantes, un convento de agustinos con 14 personas, un convento de clarisas franciscanas con 28, y el Hospital de la Misericordia.
Como vemos, entre los habitantes de Chinchón estaban censados
también 2 dependientes de la Inquisición, lo
que no hace suponer
que aquí desarrollarían sus funciones y,
posiblemente,
Chinchón sería la sede
de la Inquisición para
toda la comarca.
Aunque no disponemos de datos fehacientes, la decoración de
esta casa nos podría
sugerir que junto a la
casa de los responsables de la Inquisición
podrían estar las
dependencias de servicio, como las dedicadas a cárcel, interrogatorios, etc. Y la decoración que ahora ha
aparecido en esta casa
podría considerarse
normal si esa era la
dedicación de esta
casa.
346
Manuel Carrasco Moreno
9
PARTE
NOVENA
Número NUEVE
con historia
CHINCHÓN
347
2
M ANUEL C ARRASCO M ORENO
PARTE
NOVENA
AFUERAS.
FUENTES.
LA FUENTECILLA.
LA FUENTE PATA.
VALDEZARZA.
VALQUEJIGOSO.
LA VEGA DE SAN GALINDO.
LA LAGUNA DE SAN JUAN.
DESPEDIDA: EL BOLICHE DE SANTIAGO
BIBLIOGRAFÍA.
FUENTES MANUSCRITAS.
INDICIE ONOMÁSTICO.
348
FUENTES:
Chinchón siempre tuvo una importante riqueza acuífera.
En los patios y portales de muchas de sus casas podemos encontrar profundos pozos donde manan abundantes y frescas aguas.
También son numerosos los manantiales que aún siguen ofreciéndonos sus aguas, la mayoría de ellas dulces y potables, como ya
narraba Pascual Madoz: " En la de San Roque hay una fuente de
aguas potables de donde se surte gran parte de la población, su
sobrante se recoge en un pilón para abrevadero de ganados y
caballerías en donde cae otro manantial de agua más gruesa; asimismo existen 450 pozos de aguas buenas, medianas y gruesas en
otras tantas casas y varios de ellos para uso de algunos vecinos;
como también cuatro manantiales pequeños en casas particulares."
Esta riqueza, a la que ahora no se da demasiada importancia, era vital para la población hasta que llegó el agua corriente a
Chinchón el día 15 de mayo de 1934. Por eso, la Sociedad de
Cosecheros se ocupó de sanear y canalizar esta gran cantidad de
fuentes y manantiales. Estas obras de canalización y acondicionamiento de las fuentes se realizaron en el período de 1853 a 1896;
y aunque no tenían un coste demasiado elevado, representaban
un beneficio inmediato para el pueblo.
Las fuentes más conocidas son: Fuente de las Cárcavas,
Fuentecilla, Fuente Pata, Valquejigoso y Valdezarza.
Vamos a visitar algunas:
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4
FUENTECILLA.
En la Plaza de San Roque, esta la Fuentecilla. En el año
1896 la Junta directiva de la Sociedad de Cosecheros acuerda que
"se hagan las obras necesarias en las cañerías y depósitos de la
fuente de la calle de los Huertos, denominada Fuentecilla, para
que sus aguas salgan limpias y en buen estado para el consumo
del vecindario".
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Aunque se han realizado posteriormente varias reformas,
en el frontal de la fuente aún podemos ver las siglas de esa sociedad y la fecha en que se realizó la obra: 1897.
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FUENTE PATA.
Dejamos atrás la Fuentecilla, y tomamos el camino que
discurre a espaldas del Monasterio de las madres clarisas, conocido como del Aulagar. Bordeando las faldas de los montes que
domina el castillo, la senda serpentea entre olivares, viñedos y
barbechos en los que aún podemos encontrarnos algún pequeño
rebaño de ovejas, vigiladas por un viejo pastor que se cobija bajo
la sombra de un olivo, mientras escucha su transistor.
Dejamos atrás, a la izquierda, la antigua tenería y a poco
más de un kilómetro, cuando el camino se empina hacia el
Montecillo, hay una pequeña explanada en cuyo centro había una
frondosa acacia, que daba su sombra a un pequeño manantial de
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7
aguas perennes que
desciende de los montes. Es la Fuente Pata,
también
conocida
como la Fuente de
Perico Pata. En el año
1878, la Sociedad de
Cosecheros reconstruyó esta fuente, como
reza una inscripción
puesta en el frontal,
que corona una bola de
piedra:
SE RECONSTRUYÓ
POR
LA SOCIEDAD DE
COSECHEROS
AÑO DE 1878
El viejo árbol lo
incendió un rayo y después se colocaron varias mesas de piedra
con sus correspondientes asientos, donde se pueden acomodar los
visitantes para dar cuenta de sus meriendas.
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8
Desde allí podemos
admirar un bello paisaje
del pueblo, donde la iglesia, la torre y el castillo
parecen flotar sobre las
copas de los olivos. A la
izquierda, los montes del
Nuevo Chinchón, nos
ocultan la sierra de
Madrid, que en los días
claros nos podrían ofrecer sus cimas cubiertas de
nieve.
Nos cuentan que la
Sociedad de Cosecheros
invitó a visitar la Fuente
Pata a D. José Canalejas,
que siendo presidente del
Gobierno de la Nación
hizo una visita privada a
su amigo personal y condiscípulo de don Arturo
González Ortiz de Zárate.
Allí pronunció, un entrañable discurso que ha
sido trasmitido oralmente por la familia de nuestro paisano, en el que ensalzaba las obras que estaban llevando a
cabo la Sociedad, en la canalización de fuentes y en el arreglo de
calles y caminos. D. José Canalejas fue asesinado en el año 1912,
y está enterrado en Madrid, en el Pabellón de Hombres ilustres en
un precioso mausoleo de mármol blanco, obra del artista valenciano Mariano Benlliure.
Antes de volver, nos inclinamos sobre el caño de bronce de
la fuente para beber su agua, siempre fresca, que nos ayudará a
rehacer el camino de regreso.
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VALDEZARZA.
Por la carretera de
Valdelaguna, pasado el Cuartel
de la Guardia Civil, sale a la
izquierda un camino estrecho y
polvoriento que nos va a llevar
hasta nuestro destino.
El paisaje es ahora plano
y árido. Los barbechos y los rastrojos se suceden formando rectángulos pardos y marrones, a la
espera de la sementera y con la
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10
añoranza de su verdor primaveral, que aún tardará meses en llegar. A lo lejos, la línea del horizonte se quiebra con las edificaciones de la fábrica de cemento en los altos de Morata. De pronto, el
camino se hace rojo, se precipita por una pronunciada pendiente
y el paisaje cambia súbitamente. Nos encontramos con un valle
cuyas laderas están alfombradas de matorrales, que conservan
durante todo el año sus verdes de variadas tonalidades. Las zarzas, las jaras y las carrascas, se mezclan con los álamos, los robles
y con las notas puntiagudas de algunos cipreses. Estamos en
Valdezarza.
En cualquier época, los caminos estarán mojados por las
abundantes aguas que manan de los manantiales que recogen las
aguas que se han ido acumulando en las laderas de los montes en
las épocas de las lluvias.
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11
Nada más llegar nos vamos a encontrar con una pequeña
fuente que se apresura a decirnos que fue canalizada allá por el
año 1862, un pilón cercano nos dice que fue hecho en el año 1885
y un poco más adelante hay una fuente con un majestuoso frontón de piedra que nos recuerda que todas estas obras fueron
hechas por la Sociedad de Cosecheros de Vino, Vinagre y
Aguardiente de Chinchón, aunque la fecha no la tiene muy clara
por aquello del paso inexorable del tiempo.
Junto a ella un pilón que antaño servía de lavadero, y que
aunque ha sido varias veces restaurado, presenta un desolador
aspecto de ruina y abandono. Posiblemente, al perder la finalidad
para la que fue construido, algunos desaprensivos pensaron que
no era necesario cuidarlo.
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12
Aquí en Valdezarza, se celebra todos los años la romería de
la Pascua de los hornazos. El día de Pascua de Resurrección, los
amigos formando cuadrillas, las familias, las peñas y todas las
gentes amantes de la naturaleza y el buen yantar, si el tiempo no
lo impide, se reúnen para comer. Hay que madrugar para coger
un buen sitio, al ser posible cerca de alguna de las fuentes, y allí se
preparan las viandas y se pasa un día de campo en armonía y compañerismo.
Cuando el tiempo no lo permite la comida se hace en las
casas, pero siempre procurando reunirse con los amigos para
comer, de postre, el hornazo, que es una torta de pascua, cocidas
al horno, sobre la que se pone uno o varios huevos cocidos.
Si llegas a Valdezarza podrás, antes de volver, saborear las
finas aguas de sus fuentes, que siempre están frescas y cristalinas.
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VALQUEJIGOSO.
Por el camino que sale a la izquierda de la plaza de armas
del Castillo de los Condes, nos encaminamos hacia la última fuente que vamos a visitar. Está en Valquejigoso, aunque este paraje es
conocido popularmente como "los pinos", porque, a mediados del
siglo XX, fue repoblado con
estos árboles, que desde
entonces han alcanzado ya un
tamaño considerable.
Un poco antes de llegar se colocó una placa de
bronce por la Consejería de
Medio Ambiente de la
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Comunidad de Madrid y el Excelentísimo Ayuntamiento de
Chinchón, en la que podemos leer: Parque Forestal
"Valquejigoso" 1998. Esta placa está manchada de pintura roja, y
es el símbolo del abandono en que se encuentra todo el paraje.
De las dos fuentes que existían, una ha quedado seca y la
otra está en un lamentable estado, aunque todavía podemos leer
la lápida que puso la Sociedad de Cosecheros, que dice:
"SE REEDIFICO POR LA SOCIEDAD DE COSECHEROS.
Año de 1877.
Hay también varios pilones que antaño servía de abrevaderos para el ganado y el viejo lavadero rodeado de un techado,
que también muestra las huellas del paso de gentes desaprensivas
que no saben respetar la naturaleza, ni los bienes comunes.
Junto a este lavadero hay un precioso ejemplar de castaño
de indias (Aesculus hippocastanum) que ofrece su tupida sombra
a los que se acercan hasta allí para hacer un descanso en su paseo
o para merendar, porque a "los pinos" se puede venir a pasar el
día, y para eso se han colocado unas mesas de madera y se han
construido barbacoas para preparar las comidas.
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Ya de vuelta hacia el pueblo, a la caída de la tarde, podemos divisar el incomparable espectáculo del ocaso del sol detrás
de los rojos cerros de las cabezas, que hoy puebla la urbanización
del Nuevo Chinchón.
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16
LA VEGA DE SAN GALINDO.
Pascual Madoz, en su libro "Madrid: Audiencia, Provincia,
Intendencia, Vicaría, Partido y Villa" editado en Madrid en el año
1848, nos informa que existía una ermita llamada de San Galindo,
que fue en lo anterior monasterio de monjas y población; otro castillo fortaleza titulado Casasola, que da título al marquesado del
mismo nombre.
"En la Vega del Tajuña había cinco despoblados, que en lo
anterior componían otras tantas poblaciones llamadas Heza,
Villaverde, Monasterio, Casasola y San Juan. De la primera existen las ruinas de un torreón y escombros de su población, la que
se trasladó e incorporó a esta de Chinchón por los años de 1700 a
1706, y en este archivo obra su acuerdo del día en que se verificó
la incorporación.
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17
El poblado de Villaverde fue más antigua su destrucción,
pues sólo hay memoria de una ermita que tuvo título de Nuestra
Señora de Villaverde; el de Monasterio aparece también muy antiguo, habiendo sólo noticias de que el monasterio de monjas se
trasladó a la ciudad de Toledo, donde con el nombre de
Concepción Franciscas, las que han conservado, hasta su extinción, el derecho de percibir los diezmos de aquel despoblado en
donde existe la referida ermita de San Galindo, y próximo a ésta,
en eminente cerro, las ruinas de un castillo que tuvo el nombre de
Valderradela; el de Casasola, sólo conserva el castillo de su nombre.
En la población de
San Juan, solo quedaban,
(en el año 1848), los cimientos de una ermita, los vestigios de su población en el
sitio llamado el campanario
y 10 corrales para ganado
lanar con sus cuevas y casas.
Atraviesa la vega el
río Tajuña que pasa a 1
legua de la villa, marchando
entre N., E, y S., y lleva bastante agua desde noviembre
a mayo, es muy frecuente el
desbordarse y causa bastante daño lo más del tiempo, y
también se advierte en la
vega falta de riego: tiene 4
puentes
denominados
puentes de Heza, de San
Galindo, de Casasola y
Molincaído, los 3 primeros
de madera y mezquina construcción, pero el último
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bueno, construido en el año 1840 sobre la fábrica de piedra sillería en que están los dos ojos que sirven de presa para dar agua a
los cauces que riegan el trozo de la vega titulado San Juan; sobre
dichos ojos están los dos arcos rebajados de bóvedas de piedra de
Colmenar; todos los reparos se costean del común, en el referido
trozo de la Vega de Villaverde y sobre su caz hay 4 molinos harineros de dominio particular; el uno de 3 piedras y los 3 de a dos".
También cruzan la vega seis arroyos y barrancos llamados
Valdelorente, Valdemolinos, Valdelaspozas, Valle, Valtaraoso y
Calabas.
Por otra parte, Paulino Álvarez-Laviada en su "Chinchón
histórico y diplomático", publicado en el año 1931, nos dice que
en la vega del Tajuña existían varios asentamientos, conocidos
como los lugares de Eza, Villaverde, el Monasterio, que llaman
San Galindo y San Juan. No se sabe a ciencia cierta hasta que año
fueron habitados, pero se conoce que en el año 1462 aún lo estaban los de Eza y Villaverde.
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19
De todos estos asentamientos, tan sólo quedan vestigios,
en la actualidad, del sitio de San Galindo, en donde aún existen las
ruinas de lo que fue una ermita.
Está totalmente abandonada y se ha construido una casa
particular adosada a sus muros.
Hemos investigado los orígenes del nombre de San
Galindo.
Si buscamos en el santoral no nos será fácil encontrarnos
con un santo con dicho nombre. El único existente cambió su
nombre a Prudencio y es mas conocido por dicho nombre. Nació
en España y pasó a Francia huyendo de la invasión musulmana.
Se le reconocieron brillantes cualidades por la corte carolingia y
murió siendo obispo de Troyes el 6 de abril de 861. Se le consideró el más grande poeta cristiano de su tiempo e importante polemista contra diversos herejes. Fueron algunas de sus opiniones
sobre la predestinación las que le impidieron conseguir un mayor
reconocimiento por parte de la Iglesia. Ya en el siglo XIII se le
consideraba santo y en 1625 aparece por primera vez en una lista
de santos reconocidos, aunque no todos le reconocen tal categoría.
El nombre de Galind, Galindo, Galíndez, etc. fue característico de zonas del Alto Aragón en el s. IX y se extendió con posterioridad. Sin embargo, no consta "San Galindo" o "Sangalindo"
como apellido.
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Aunque existe en el pueblo de Campisábalos una obra pía
por la fundación de un hospital que "la fundo el cavallero llamado San Galindo" y existe también el pueblo llamado "Casas de San
Galindo" -hay constancia de que antiguamente se le conocía sólo
como "Casas de Galindo"-, no queda claro si realmente existió un
santo llamado así o fue un caballero caritativo que por sus actos
era considerado como santo por sus coetáneos. Es significativo
que no existan más ermitas que la que hay en Chinchón dedicada
a esta advocación.
Cerca de esta ermita, hay un puente sobre el río Tajuña
que ha sido restaurado recientemente y que fue construido en el
año 1864 por la Sociedad de Cosecheros de Vino, Vinagre y
Aguardiente de Chinchón.
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LA LAGUNA DE SAN JUAN
A lo largo del río Tajuña, en su cauce ancho y plano en el
tramo bajo del río se distribuyen varias lagunas. Uno de los rasgos
que más caracteriza a estas lagunas es la estacionalidad de sus
aguas, con caudales máximos en la época invernal y mínimos en
los meses de agosto y septiembre. Tienen una masa de agua de
poca profundidad y extensión, estando sus márgenes rodeadas de
un amplio cinturón de carrizo.
Tradicionalmente se ha aceptado la existencia de cuatro
lagunas: San Juan, Casasola, San Galindo y Dehesa de Villaverde,
pudiéndose ampliar la relación a una quinta denominada Dehesa
de Bayona.
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La laguna de Casasola es un carrizal que rodea una diminuta cubeta de agua dulce de carácter temporal, con una profundidad máxima de un metro. Se halla en la margen izquierda del
Tajuña. El camino de acceso a la laguna comunica la carretera
comarcal 404, con el camino vecinal que va de Chinchón a la
comarcal de Morata de Tajuña a Titulcia.
La laguna de San Galindo, se sitúa en la margen derecha
del río Tajuña y consta de una lámina de agua, de contorno redondeado, posiblemente conseguido de una forma artificial. A pesar
de su reducida superficie, poco más de media hectárea, en sus
aguas se ven ánades con frecuencia. El camino de acceso a la laguna comunica la carretera comarcal de Morata de Tajuña a Titulcia,
con Chinchón.
En la margen izquierda del Tajuña, se halla el Carrizal de
la Dehesa de Villaverde. Apenas existe lámina de agua que se
encuentre desprovista de carrizo. El camino de acceso a la laguna
comunica la comarcal 300 con los campos de labor de los alrededores.
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23
El de la Dehesa de Bayona, es un pequeño carrizal, cuyo
interés es puramente testimonial.
La de San Juan es la mayor de las cinco lagunas. Su profundidad oscila entre 70 centímetros y 2 metros, dándose la
mayor profundidad en los canales. Tanto éstos como el escalón,
son el resultado obtenido tras "excavar" los sedimentos del fondo
de la laguna. Acoge un buen número de aves acuáticas y palustres.
El camino de acceso a la laguna es de tierra y comunica la comarcal 404, con la carretera local que va de Titulcia a Villaconejos.
El sistema de regadío en la vega del Tajuña ha ocasionado,
desde antiguo, grandes problemas a los agricultores debido, principalmente, a la escasez de agua en las estaciones cálidas y al mal
estado de las acequias que hasta la fecha son de tierra sin canalizar, lo que supone una gran pérdida de agua y un coste muy elevado en su limpieza y conservación.
Con fecha 6 de octubre de 2004, se aprobó una resolución
de la Secretaría General de Prevención de la Contaminación y del
Cambio Climático, sobre la evaluación de impacto ambiental del
proyecto "Mejora de la red de riego de la Comunidad de Regantes
de Chinchón mediante tubería a presión".
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El proyecto, cuyo objeto es mejorar y optimizar el riego de
1.250 ha. pertenecientes a la Comunidad de Regantes de
Chinchón, consiste en la sustitución de nueve caces de la red primaria, treinta y nueve caceras secundarias y cincuenta y nueva de
la terciaria por tuberías de diámetros comprendidos entre 315
mm y 4.000 mm en una longitud de 92.050 m y entre 900 y 1.200
mm en una longitud de 4.000 m.
Para la realización del mismo, la Consejería de Medio
Ambiente de la Comunidad Autónoma de Madrid, había elaborado un informe, el 31 de marzo de 2004, en el que establecía que
la actuación no suponga un efecto perjudicial para la fauna que
alberga el espacio protegido denominado "Refugio de Fauna
Laguna de San Juan" así como las Zonas Húmedas "Laguna de
Casasola" y "Laguna de San Galindo".
La Laguna de San Juan está situada en la margen izquierda del río Tajuña, y forma parte de un antiguo complejo palustre
entre los ríos Jarama, Tajuña y Tajo. Ha sido recuperada y regenerada en el año 1987 y declarada Espacio Natural Protegido. Es
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25
un humedal de forma aproximadamente triangular, con una
extensión de unas 5,2 hectáreas y la profundidad de sus aguas
tiene de uno a dos metros, en las zonas más profundas, y su fondo
es bastante regular y está surcado por canales comunicados que
hacen que exista una ligera corriente.
Sus aguas provienen de las escasas lluvias de invierno y
primavera, la descarga de la capa freática, las aguas que le llegan
de los taludes que la circundan y de los esporádicos desbordamientos del río Tajuña.
Tiene una total ausencia de árboles y su vegetación está
dominada por carrizos, la anea o espadaña, con plantas trepadoras y algo más apartados de las orillas, lirios amarillos; abundando la caña, el junco y trébol blanco, con acederas, poleos y mentas
que se mezclan con pastizales de gramíneas y plantas acuáticas
como la ova o la hierba lagunera.
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26
En cuanto a su fauna, nos encontramos con culebras viperinas, galápagos leprosos, gallipatos, tritones, ranas verdes y
sapos. También la Laguna de San Juan es refugio de aves invernantes, como chocines, petirrojos, tarabillas y zorzales, y también
como refugio de aves de paso, como grullas, andarríos, patos
cuchara, garzas reales y cigüeñuelas. En ella también podemos
encontrar nidos de abejarucos, cernícalos vulgares, collalbas
negras, martines pescadores, carriceros, ruiseñores comunes y
aguiluchos laguneros, habiendo algunos que son exclusivos de
esta laguna como son zampullines, porrones y fochas comunes.
La Laguna de San Juan ha tenido varios propietarios.
La Laguna de San Juan había sido, hasta el año 1857, propiedad del municipio de Chinchón y el Ayuntamiento subastaba el
aprovechamiento de la misma. Existen dos expedientes en el
Archivo Histórico en los que se especifica: "Subasta de la masiega,
espadaña, junquillo y carrizo que producen las lagunas de San
Juan, Dehesa Vieja y sus desaguadores, rematadas en los años que
a continuación se expresan en las cantidades siguientes".
En estos expedientes se recogen las subastas desde el año
1841 al año 1857, y se indica que "a partir de este año no se volvió
a arrendar". Posiblemente porque dejó de pertenecer al ayuntamiento. Los importes que figuran van desde los 813 reales del año
1849 a los 10.100 reales del año 1853.
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27
En el año 1856 es
nombrado ministro de
Hacienda Pascual Madoz,
quien sólo permanece en
el puesto durante seis
meses, pero impulsa una
ley desamortizadora que
llevaría su nombre. Con
esta ley se privatizan bienes propios municipales y
entre los bienes afectados
por esta ley, en Chinchón
se encontraba la Laguna
de San Juan.
El 21 de abril de 1881
se firmó una Escritura de
cesión otorgada por don
Joaquín Carretero y Peral
a favor de la Sociedad de
Cosecheros ante don
Valerio Villalobos López.
Exponen: "Que en pública subasta en este Juzgado de Primera
Instancia y en el del distrito del Barquillo de Madrid, escribanía
de don Fulgencio Fernández, en once de agosto de mil ochocientos setenta y uno, en virtud de las leyes de desamortización quedó
rematada en el último de dichos juzgados en favor del señor
Carretero una finca perteneciente a los propios de esta villa comprendida en dichas leyes desamortizadoras, la cual según el anuncio inserto en el Boletín General de ventas de Bienes nacionales de
doce de julio de dicho año, es el siguiente:
"Número cinco mil setecientos setenta y cinco del inventario: Un terreno inculto llamado Laguna de San Juan, sito al punto
nombrado Vega de San Juan termino de esta villa, procedente de
sus propios, de segunda clase de secano y riego inundado conteniendo bastantes aguas, carrizo pinguillo y masiega, su cabida
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doce fanegas equivalentes a cuatro hectáreas, diez áreas y ocho
centiáreas.
Que en la subasta celebrada en Madrid quedó rematada en
favor del Señor Carretero como mejor postor en la suma de veintiséis mil once reales y al interesarse en dichas subasta lo hizo en
nombre y por encargo de la mencionada Avecindad de Cosecheros
y para ésta."
Como acabamos de ver la "Avecindad de Cosecheros", que
no tenía personalidad jurídica para contratar, delega en D.
Joaquín Carretero Peral para que en su nombre licite en la subasta del Juzgado y así adquiere la laguna por la suma de veintiséis
mil once reales. Éste era un precio bajo y con su compra hicieron
un buen negocio, además de evitar que este paraje privilegiado
pasase a manos particulares.
Esta laguna además del valor ecológico, por lo que es valorada en la actualidad, en aquellos tiempos era fuente de riqueza,
ya que en ella abundaban las plantas acuáticas, como cañizos,
cañaverales, masiega, etc., además de ser un sitio privilegiado
para la caza y la pesca.
La Sociedad de Cosecheros, como antes había hecho el
Ayuntamiento, también arrendaba esta laguna. Tenemos constancia de un expediente completo de subasta a celebrar para el
arrendamiento de la Laguna de San Juan del 1933 a 1937. El
importe inicial de licitación para el arrendamiento era de 750
pesetas anuales.
Se especificaba que se podía utilizar para:
Aprovechamiento de la masiega, junquilla y carrizo. Una de las
condiciones era que el arrendatario debería dejar segar el carrizo
necesario para la construcción de Cabañas o chozas para los guardas jurados municipales.
En la subasta celebrada el día 18 de junio de 1933 se adjudica a D. David Sáez Roldán, en el precio de 855 pesetas anuales.
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En el año 1938, cuando desaparece la Sociedad de
Cosecheros, la Laguna de San Juan, junto con sus demás propiedades, pasan a propiedad del Ayuntamiento.
En el año 1940 se arrienda la Laguna a D. Cecilio López
Vega y D. Víctor Bravo López por un año en el precio de 500 pesetas.
En la actualidad es un atractivo más para todos los amantes de la naturaleza, siendo visitada por gran cantidad de personas
que, en excursiones organizadas o de forma individual puede disfrutar de este ecosistema privilegiado.
En los alrededores también se puede admirar una gran
sima que está sobre los cerros cercanos a la laguna. Aunque hay
que subir una empinada cuesta, merece la pena subir hasta allí
para admirar toda la vega del Tajuña que se divisa desde Morata
hasta Bayona de Titulcia. También en los montes cercanos se
puede ver una pequeña puerta de piedra encaramada en los escarpados riscos, que es la entrada a lo que llaman la "Cueva de la
Mora". Aunque desde allí se puede admirar mejor el paisaje de la
vega, no es recomendable subir por el peligro que supone para los
no habituados al deporte del alpinismo.
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30
DESPEDIDA:
EL BOLICHE DE SANTIAGO.
Y hemos terminado el recorrido
por Chinchón, donde
las piedras nos han ido
contando, la historia
grande y las pequeñas
historias de nuestro
pueblo. Ahora nos
despedimos, pero al
salir, nos va a despedir
otra piedra que también tiene su historia,
una historia apropiada
para la ocasión, porque es una historia de
caminos.
N u n c a
Chinchón estuvo bien
comunicado con el
exterior; aún hoy
nuestra carretera que
viene desde Madrid
tiene fama de complicada y con muchas
curvas. En el primer
tercio del siglo XVIII
la situación debía ser
mucho peor, como en
el resto de España.
376
31
Carlos III, siguiendo los dictados que propugnaba la
Ilustración da órdenes para dotar al país de una infraestructura
viaria que fuese el punto de partida del progreso, y así se comienza la construcción de una red radial de caminos con el centro de
Madrid, que cubriera toda la geografía española. Sucesivas disposiciones fueron completando el decreto anterior, concediendo
prioridades y dictando normas sobre la circulación de carruajes
por las carreteras.
En el mapa de comunicaciones de Tomás López del año
1773, podemos ver que ya estaba finalizado el camino real hasta
Aranjuez. Este era el camino que se utilizaba para venir a
Chinchón. Desde Pinto partía en diagonal un camino que pasaba
por Ciempozuelos, seguía Bayona (Titulcia) y llegaba a Chinchón.
En el archivo Municipal de Chinchón se conserva una resolución
del Supremo consejo, fechada en 1771, sobre las obras de reparación y mejoras del puente del Molincaido, que dificultaban la
comunicación con Bayona y, consiguientemente, con la Corte.
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32
Otro camino discurría junto al río Manzanares hasta
Perales del río desviándose ligeramente hacia San Martín de la
Vega donde finalizaba. Cuando se fueron ejecutando las indicaciones previstas en el plan radial de carreteras, este camino a San
Martín fue ensanchado, reparado y se prolongó su trazado
siguiendo un antiguo camino de carros y caballerías que vadeaba
el río Jarama, por el sitio conocido como "El vado de la Gitana", o
se cruzaba con una barcaza, para subir a Valderromeroso,
Casasola del Monte, las Jaras y descender a la Vega del Tajuña,
atravesando ésta junto a la laguna y ermita de San Galindo; luego
cruzaba el río por el puente de palos dejando a la izquierda, en lo
alto del Salitral, las ruinas de Valderradela, para subir las cuestas
hacia Chinchón.
Otro tercer camino salía de Madrid hacia el sureste, pasaba por Vallecas, Vaciamadrid, Arganda y Perales de Tajuña en
dirección a Valencia.
Con este camino, cuando fue construido el Puente de
Arganda sobre el río Jarama, se unió el nuevo camino costeado
por la villa de Chinchón, según se detallaba en sesión de 22 de
marzo de 1843 de "haberse concedido a esta villa el arbitrio de
medir los líquidos, para con su importe hacer un camino al puente nuevo de Arganda, cubiertos que sean los salarios de médico y
cirujano".
Al trazado de estos caminos y de la existencia de esta barcaza, hace mención el último de nuestros testigos pétreos.
En el sitio que llaman del "Ventorro", a la entrada (o salida) de Chinchón, está colocado un gran mojón de piedra de base
cuadrada, terminado en pirámide, en el que hay grabado la
siguiente leyenda:
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33
AÑO 1772
REINANDO CARLOS
III SE
HICIERON ESTOS
CAMINOS
CON DIFERENTES
ARBITRIOS ASEGURANDO LA
RENTA DE CARROS
Y POR
ORDEN DE S.M. SE
PUSO LA BARCA EN
EL JARAMA
QUEDANDO SU PRODUCTO PARA LA
CONSERVACIÓN
DE ESTE CAMINO
REAL.
379
34
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Chinchón. Madrid, 1998.
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Borbón. Historia
16. Año XX. Número 232. Agosto de 1995.
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del País de
Chinchón". Anales del Instituto de Estudios
Madrileños. Tomo XXXVI (1966)
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- GARCIA GUTIERREZ, Pedro F. y MARTINEZ CARBAJO,
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- GONZALEZ DORIA, Fernando. Diccionario heráldico y nobiliario. Editorial Bitácora. 1994.
- GRAU SANZ . Mariano. Segovia, regalo de príncipes; Así fue
coronada Isabel
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el huracán de las Comunidades "Polvo
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- GUALDA CARMENA, Moisés. Guía de la Provincia de Madrid.
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- MADOZ, Pascual: Madrid: Audiencia,Provincia, Intendencia,
Vicaría, Partido
y Villa. 1848.
- MARAVALL, J.A. Las comunidades de Castilla. Alianza editorial, Madrid, 1981
- MARTIN GALAN, Manuel y SANCHEZ BELEN, Juan A.:
Ejecución de las transcripciones literales de los manuscritos de las
respuestas al cuestionario enviado por el Cardenal Lorenzana, de
los resúmenes coetáneos y de los resúmenes de Tomás López,
acerca de los términos
de la actual provincia de Madrid.
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- NERO, Narciso del: El Estado Noble de Chinchón. Aparte de la
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- PEREZ-SANCHEZ, Alfonso E. GOYA, Caprichos, Desastres,
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- REVISTA FUENTEARRIBA. Número 5 y 6. Época II. AgostoSepbre.1963.
- REVISTA FUENTEARRIBA. Número 7 y 9. Época III. 1996.
- REVISTA FUENTEARRIBA. Número 25. Época III. Diciembre
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- ROMERO ROMERO, C., TABAR ANITUA, F. Y RUBIO SOTÉS,
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Madrid.
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- SÁNCHEZ AGUDO, Diego. Ya es nueva Corte Chinchón.
Imprenta de Lorenzo Francisco Mojados. Madrid 1738.
- SÁNCHEZ VIGIL, Juan Miguel y ALONSO HERREROS, Carlos:
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LA PROVINCIA. Tomo octavo. Madrid. 1890.
382
37
FUENTES MANUSCRITAS.
- Archivo Histórico de Chinchón:
- Signaturas números: 15.080, 15.813, 15815, 15814,
15816, 164-14, 157-4, 16.866, 15.835, 17.366, 184-24, 125-8,
15.687, 17.369, 126-12, 100-L7, 319, 48, y otras.
Legajo nº 9427.Escribano José Marcos de Elespe Castañaga.
- Archivo Central de Chinchón:
Signaturas 1083-26, 582-3, 582-2, 582-1, 581-2, y diversos documentos del archivo General.
383
38
ÍNDICE ONOMÁSTICO.
A
ACEVEDO, ANTONIO M.
ADELL FERRÉ, FRANCISCO DE
ALARCON, MARTIN DE
ALFONSO VI
ALFONSO VII
ALONSO DE CABRERA, MARIA
ALONSO HERREROS, CARLOS
ALONSO SÁEZ, RAÚL.
ALVAR, MANUEL
ÁLVAREZ, JOSÉ
ÁLVAREZ, PABLO
ÁLVAREZ GATO, ANTONIO
ALVAREZ GATO, GARCI
ALVAREZ GATO, GARCIA
ÁLVAREZ GATO, TOMAS
ALVAREZ GATO Y SANTANDER, FRANCISCO
ALVAREZ GATO Y SANTANDER, MATEO
ALVAREZ GATO Y VALENCIA, GARCIA
ÁLVAREZ-LAVIADA, PAULINO.
ALVAREZ DE LIANA, FERNANDO
ALVAREZ DE MIRANDA, GREGORIO.
ÁLVAREZ DE TOLEDO Y MENCOS, ÍÑIGO.
ÁLVAREZ DE TOLEDO Y RUSPOLI, MARIA IGNACIA
ÁLVAREZ TOJEDO, RÉGULO
AMSBURGO, CARLOS DE
ANAVITARTE Y SALVATIERRA, NICOLAS
ANDRÉS, VICENTE
ANJOU, FELIPE DE
APARICIO DIAZ, JULIO
APARICIO MARTÍNEZ, JULIO
APARICIO DE LA PEÑA, CARMEN
APARICIO DE LA PEÑA, FIDELA.
ARBOS, FERNANDO
ARCO, ALONSO DEL
ARGENTÍ, LUIS MARÍA.
ARROYO, SANTIAGO
ASENSIO AGUADO, ENRIQUE
ASENSIO ORTIZ DE ZÁRATE MANUEL
ATIENZA, JULIO
AVILA, PURA.
384
39
B
BALMES, JAIME
BARRANCO, MANUELA
BARROSO MUÑOZ, DANIEL
BEARRIZ, PABLO.
BELMONTE, JUAN.
BENAVENTE, JACINTO
BENDICHO RUBIO, FRANCISCA DE SAN FRANCISCO
BERMÚDEZ, CRISTÓBAL
BIENVENIDA, ANTONIO
BLANES MOLINA, FILOMENO
BOBADILLA, BEATRIZ DE
BOBADILLA, FRANCISCO.
BONAPARTE, JOSÉ
BORBON, ALFONSO (ALFONSOXIII)
BORBON Y FARNESIO, CARLOS (CARLOS III)
BORBÓN Y FARNESIO, FELIPE.
BORBÓN Y FARNESIO, LUIS ANTONIO JAIME DE
BORBÓN Y VALLABRIGA, ANTONIO MARÍA.
BORBÓN Y VALLABRIGA, LUIS MARÍA.
BORBÓN Y VALLABRIGA, MARÍA TERESA.
BOZARRAIZ, JUAN DE
BRAVO, JUAN.
BRANCHINI, ALEXANDRO.
BRASSIS, LEANDRO.
BRAVO LÓPEZ, VÍCTOR
BRICEÑO, GREGORIO.
C
CABRERA, ANDRÉS DE
CABRERA, JUAN ANTONIO.
CABRERA Y BOBADILLA, FERNANDO.
CABRERO, FRANCISCO.
CADENAS Y VICENT, VICENTE DE
CALDERÓN, FRANCISCO
CALVA, PEDRO
CALVA Y FRIAS, BERNARDINO DE
CALVA RUIZ, JUAN
CAMACHO, BLAS.
CAMACHO MOLINA, JUAN LUIS
CAMACHO SANZ DEL NEGRO, JESÚS
CAMACHO SANZ DEL NEGRO, JOSEFA
CAMACHO SANZ DEL NEGRO VITOR.
CAMARA, PABLO
CAMINO, FRANCISCO (PACO)
385
40
CANALEJAS, JOSE
CARLOS I.
CARRASCO, JUAN BAUTISTA
CARRASCO, JUAN MANUEL
CARRASCO, MARIA DE JESUS
CARRASCO CARBONERO, CLARA
CARRASCO MORENO, JOSÉ LUIS,
CARRASCO MORENO, MANUEL
CARRASCO NIETO, FRANCISCO
CARRASCO Y QUIÑONES, PEDRO PASCUAL
CARRASCO SAEZ, JOSE
CARRETERO, EDUARDO
CARRETERO PERAL, JOAQUÍN.
CARRETERO SAENZ DE TEJADA, LEONOR
CARRILLO DE ALBORNOZ, ALONSO DE
CARVAJAL, JOSÈ
CASARINE CABRERA BOBADILLA, SFORZA
CASTAÑEDA, ARTURO
CASTELLANO FERNANDEZ-SANCHO, EUFEMIA
CASTILLO, ANTONIO.
CASTILLO, BELTRAN DEL
CASTILLO ROLDÁN, ANTONIO.
CASTILLO ROLDAN, JESÚS
CERDA Y MENDOZA, MENCIA DE LA
CERRILLO NAVARRO, EULOGIO.
CATALAN, PEDRO.
CINTRÓN, CONCHITA.
COELLO, CLAUDIO.
CODES, PABLO
CODES, MANUEL
CODES, MARTINIANO
COLMENAR GÁLLEGOS. JUAN
COLMENARES, DIEGO DE
COLORADO CASTELLARY, ARTURO.
CONTRERAS, JUAN (EL VIEJO)
CONTERAS, VASCO DE
CORDOBA VELASCO, FRANCISCA
COSTA Y TURRELL, MODESTO
COVARRUBIAS, ALONSO DE
CRIADO DEL VAL, MANUEL.
CROS, CARMEN
CUEVA, TERESA DE LA
CH
CHAMORRO LUQUE, JESUS
CHAPARRO, PEDRO.
CHENEL, ANTONIO (ANTOÑETE)
386
41
D
DELGADO MONTERO, CATALINO.
DIAZ, EUGENIO.
DIAZ, MANUEL
DÍAZ, PEDRO.
DIAZ DE DIAZ, ANTONIO
DÍAZ DE LIANAGATO, GARCÍA
DÍAZ GARCÍA, BALDOMERO
DIAZ VALLES, JOAQUÍN
DÍAZ ZORITA, FRANCISCO
DÍAZ ZORITA, JOAQUÍN
DIEGO ORDOÑEZ, HERMINIA DE
DÍEZ DE LA FUENTE, VENTURA.
DIEZ DE LA NAVARRA MARTINEZ, LUIS
DOMINGUÍN, LUIS MIGUEL.
DUSMET, BLAS MANUEL
DUSMET, JUAN
DUSMET, JUAN BAUTISTA
DUSMET ALONSO, JOSE MARÍA
DUSMET Y SESMA, JUAN JOSE
DUSMET Y VELAZQUEZ DE LORENZANA, JUAN
E
ECHEGARAY, JOSE
ELESPE CASTAÑAGA, JOSE MARCOS
ENRIQUE IV
ENRIQUE Y TARANCÓN, VICENTE
ENRIQUEZ DE RIVERA, FRANCISCA
ESCANELLAS, JUAN
ESQUIVIAS LOPEZ-POLIN, SOFIA
ESTEBAN MAESTRO, MARCELINO
F
FELIPE II
FERNANDEZ, MANUEL (MANOLÍN)
FERNÁNDEZ DE CABRERA Y BOBADILLA, ANDRÉS.
FERNÁNDEZ DE CABRERA Y BOBADILLA, DIEGO.
FERNÁNDEZ DE CABRERA BOBADILLA, FCO. FAUSTO
FERNÁNDEZ DE CABRERA Y BOBADILLA, LUIS JERÓNIMO.
FERNANDEZ DE CABRERA Y BOBADILLA, PEDRO.
FERNANDEZ DE CABRERA Y MENDOZA, DIEGO
FERNANDEZ DE PACHECO Y PORTUGAL, JUANA.
FERNANDO EL CATOLICO.
387
42
FOMINAYA, FERNANDO DE
FOMINAYA, GABRIEL DE
FORMENT, DAMIÁN.
FRAGA IRIBARNE, MANUEL.
FRANCO BAHAMONDE, FRANCISCO
FREIRE, ANTONIO
FUENTE, ASCENSION DE LA
G
GARCIA, JULIO.
GARCÍA CARRASCO, ANTONIO
GARCÍA DOCIO, MARÍA DEL PILAR.
GARCIA GUTIERREZ, PEDRO F.
GARCÍA LÓPEZ, JULIO
GARCÍA LOMAS, MIGUEL ANGEL.
GARCIA MARCO, TERESIANO
GARCIA ROLDAN, ISABEL
GARCIA DE LA TORRE, PEDRO.
GODOY, MANUEL
GODOY BORBON, CARLOTA
GOMEZ, LUIS ANTONIO
GOMEZ DE AVELLANEDA, GERTRUDIS
GÓMEZ LÁZARO, ANTONIO.
GÓMEZ ZÍA, MANUEL.
GONZÁLEZ, FELIPE.
GONZÁLEZ, RAIMUNDO.
GONZALEZ CARRETERO, TELESFORO
GONZÁLEZ DE LA CAVA, ANTONIO
GONZALEZ DORIA, FERNANDO.
GONZÁLEZ MONTERO, PEDRO.
GONZALEZ DE CONTERAS, JUAN.
GONZÁLEZ DE LAS OLIVAS, JOSÉ.
GONZALEZ ORTIZ DE ZÁRATE, ARTURO
GONZÁLEZ ORTIZ DE ZÁRATE, GILBERTO
GONZÁLEZ PALACIOS, FERNANDO
GONZÁLEZ PELAYO, JULIO-TOMÁS
GONZÁLEZ REY, AGUSTÍN.
GONZÁLEZ SEVILLA, FRANCISCO
GONZALEZ DE VILLAFUERTE JUAN
GOYA LUCIENTES, CAMILO.
GOYA LUCIENTES, FRANCISCO.
GRAU SANZ, MARIANO.
GRAU SIMÓ, FRANCISCO.
GRIMALDO, JOSE DE
GUALDA CARMENA, MOISÉS.
GUTIERREZ, FRACISCO, (CUCHI)
GUTIERREZ, JESÚS Y DIEGO.
388
43
H
HERAS, ARACELI DE LAS
HERAS MONTES, TANCI DE LAS
HERAS SUSIAC, MATEO DE LAS
HEREZA, JUAN DE
HERNÁNDEZ LÓPEZ, JESÚS.
HERRERA, JOSÉ.
HERRERA, JUAN DE
HERRERO DE ESPELETA, MIGUEL
HORTELANO VALVO, BENITO
HOYOS, PEDRO DE
I
ISABEL I DE CASTILLA (ISABEL LA CATOLICA)
ITURMENDI,
J
JIMÉNEZ, ANTONIO.
JORDAN, LUCAS
JUAN II
JUANA (LA BELTRANEJA)
L
LAFUENTE, JAIME.
LAISECA ALVARADO, JACINTO.
LAISACA Y GUTIERREZ DE ALVARADO, TERESA ANTONIA.
LAPUERTA Y QUINTERO, JOSE MANUEL.
LALANDA DEL PINO, MARCIAL.
LARROCA ORTIZ DE ZÁRATE, EMILIO
LARROCA ORTIZ DE ZÁRATE, LAURA
LEZAMA BARAÑANO, LUIS
LINNEO, CARLOS DE
LÓPEZ JOAQUÍN.
LOPEZ, TOMAS
LOPEZ, VALENTÍN.
LOPEZ COLMENERO, FRANCISCO
LOPEZ FRANCO, JOAQUÍN
LÓPEZ LÓPEZ, LUIS
LOPEZ DE MADRID, PEDRO
LÓPEZ DE LAS OLIVAS, MANUEL
LOPEZ ROBLEDO, JUAN
LOPEZ ROBLEDO, MANUEL
389
44
LÓPEZ VEGA, CECILIO
LOPEZ-ROBLEDO GÓMEZ DEL PUERTO, MANUEL GREGORIO
LOZANO RUBIO, BENITO.
LL
LLORENTE, JOSÉ.
M
MACIAS BENDICHO, ANTONIO.
MADOZ, PASCUAL.
MAGALLARES RUIZ, EMILIO.
MAGALLARES RUIZ, JOSE LUIS
MALDONADO, FRANCISCO.
MANQUILLO ALFONSÍN, SALES
MARCITLLACH, JUAN,
MARCO ARTU, MARTIANO MARIANO
MARTIN, SANTIAGO (EL VITI)
MARTIN, VALENTÍN
MARTIN GALAN, MANUEL
MARTINEZ, FRANCISCO.
MARTÍNEZ, LUIS.
MARTÍNEZ, MAGDALENA.
MARTINEZ, MANUEL (AGUJETAS)
MARTÍNEZ CALVO, VICTORIA.
MARTINEZ CARBAJO, AGUSTÍN F.
MARTÍNEZ GAITERO, INOCENTE.
GUTIERREZ MARCOS, JAVIER.
MARTÍNEZ PARÍS, BONIFACIO.
MARTÍNEZ PECO, BALDOMERO.
MARTÍNEZ SALAZAR, ANTONIO.
MEJÍA Y SARMIENTO, PETRONILA
MENDOZA, RODRIGO DE (MARQUES DE SANTILLANA)
MENDOZA Y BOBADILLA, FRANCISCO
MENDOZA Y DE LA CERDA, MENCIA.
MERCEDES, SOR
MERINERO MORENO, ENGRACIA
MOLAY, JACQUES DE
MOLINA Y OVIEDO, GASPAR.
MONTERO, JUAN
MONTERO FRUTOS, LEÓN.
MONTERO ROLDAN, PILAR
MONTES LÓPEZ, ISABEL.
MONTES PAÑOS, AURORA
MONTES RECIO, ZACARIAS.
MONTES ROMANO, GREGORIO
390
45
MONTES ROMANO, MANUEL
MORALES, MATÍAS
MORENO, AGUSTÍN.
MORENO, CARMEN
MORENO, MARIO (CANTINFLAS)
MORENO BRAVO, LUCIA
MORENO CACERES, FRANCISCO.
MOYA NIETO, ENCARNACIÓN.
MUÑOZ VERA, GUILLERMO.
MURIEL, CARLOS.
MURIEL, LUIS.
N
NARVAEZ
NAVA MARTIN, LORENZO.
NAVARRO, JOSÉ.
NAVIO LÓPEZ, VALENTÍN.
NERO CARRETERO, NARCISO DEL.
NERO FOMINAYA, VENTURA DEL
NERO GONZALEZ, PEDRO DEL
NERO RODRÍGUEZ, JESÚS DEL
NIETO, MANUELA
NIETO, MARÍA
NIEVA, RUFINO
O
OLAVARRIA, JUAN
OLAVE GARCÍA, FERNANDO.
OLIVAR, ISIDORO.
OLIVAR LABAJO, CÓTIDO
OLIVAS, MARIANA DEL SANTISIMO SACRAMENTO
OLMEDO ALVAREZ, JULIO
ONTALVA MANQUILLO, ANTONIO
ONTALVA PANADERO, FÉLIX
ORDOÑEZ, ANTONIO
ORONOZ.
ORTEGO HORTELANO, FAUSTINO
ORTEGO CARABALLO, JUAN
ORTIZ DE ZÁRATE, FERMÍN.
ORTIZ DE ZARATE, JERÓNIMO
ORTIZ DE ZÁRATE, JOAQUÍN
ORTIZ DE ZÁRATE, JOAQUIN
ORTIZ DE ZÁRATE, JUAN DE DIOS
ORTIZ DE ZÁRATE, RAFAEL.
ORTIZ DE ZÁRATE, RAMIRO.
391
46
ORTIZ DE ZÁRATE ARMENDARIZ, JUAN DE DIOS
ORTIZ DE ZÁRATE FREIRE, ALBERTO
ORTIZ DE ZARATE DEL BARRIO, DIEGO BLAS
ORTIZ DE ZARATE DE LA CUEVA, JUAN ANTONIO
OSORIO MANRIQUE, ANA DE
P
PACHECO, INÉS.
PADILLA, JUAN DE
PALACIOS, ENRIQUETA.
PALAZUELO PEÑA, JUAN.
PALENCIA, ALFONSO.
PARDO DE GUEVARA. EDUARDO.
PASTOR, LUCAS.
PATIÑO CARRASCO, ANUNCIACIÓN
PATA, PERICO
PECO, PATRICIO
PELAYO CARRETERO, LAURA
PELAYO PASTRANA, ENRIQUE.
PEÑA, ALFREDO DE LA
PEÑA, MARIA FELIPA DE LA
PEÑA FERNANDEZ TEODULO DE LA
PEÑA SUSIAC, FAUSTINO DE LA
PERALTA, ANGEL Y RAFAEL.
PEREZ, FERNANDO
PÉREZ ARROYO, SALVADOR.
PEREZ-SANCHEZ, ALFONSO
PEROGORDO, TOMÁS (FRAY)
PINILLOS DE LA FUENTE, ANTONIO
PINILLOS ORTIZ DE ZÁRATE,
FRANCISCO.JAVIER
PINTADO GARCÍA, MIGUEL
PINTADO MONTES, EUGENIO
POVEDANO, ANTONIO Y FRANCISCO.
PRIMITIVA, SOR
PRIMO DE RIVERA, JOSÉ ANTONIO
PROCACINI, JULIO CÉSAR
Q
QUINTANA, GERARDO.
QUINTANILLA ROJAS, ABRAHÁN
QUINTARNAYA, JUAN (FRAY)
QUIÑONES BENAVENTE CONTRERAS, AGUSTIN DE
QUIÑONES DE DAZA, JUAN
392
47
R
RAMON Y LINACERO, MANUEL
RAMÓN Y LINACERO, MIGUEL.
RECAS, JUAN DE
RECAS, JOSE CEFERINO DE
RECAS, JOSE DIEGO DE
RECAS CATALAN, ENRIQUE
RECAS CATALAN, JUAN JOSE
RECAS MARTINEZ, ANTONIO
RECAS DE LA PEÑA, ESTEBAN.
RECAS PELAYO, ESTEBAN.
RECAS Y RUIZ DEL OLMO, GRABRIEL MANUEL
RECATERO, VICTORIANO (RECATERIN)
RECIO GARCIA, DIEGO
RIZI, FRANCISCO DE
ROBLEÑO, ALONSO
ROBLES, JOSÉ.
ROCABERTI, FELIPE.
RODRIGUEZ, ANTONIO.
RODRIGUEZ, ANUNCIACIÓN
RODRÍGUEZ, JUAN
RODRIGUEZ, MANUEL
RODRÍGUEZ, MANUEL. (MANOLETE)
RODRÍGUEZ, VENTURA.
RODRIGUEZ BRAVO, CASILDA DE JESUS MARÍA
RODRIGUEZ FREIRE, ALFREDO
RODRÍGUEZ MANZANO, PABLO.
RODRIGUEZ ORTIZ DE ZÁRATE, JUAN
ROJAS, GASPAR DE
ROLDÁN MARTÍNEZ, ANICETO.
ROMANO, JOSE
ROMERO, JOSEFA DE JESUS
ROMERO ROMERO, C.
ROSA, ROMÁN DE LA
ROZAS, JOSÉ MANUEL DE
RUBIO, GUADALUPE
RUBIO, TERESIANO
RUBIO SOTÉS, F.
RUIZ, ANTONIO
RUIZ, MARÍA
RUIZ, VICENTE
RUIZ, VICTOR
RUIZ DE CASTAÑEDA, CAYETANO.
RUIZ DE CASTRO, GARCI.
RUIZ JIMENEZ, JOAQUIN
RUIZ SANTOS, INMACULADA.
RUIZ SIMÓN, JOSÉ.
393
S
SACRISTAN TURIÉGANO, JOSÉ.
SAEZ, LUCIANO
SAEZ BRAVO EVARISTO
SAN PEDRO CALDERÓN, TOMÁS DE
SÁNCHEZ, JOSÉ.
SANCHEZ, MANUEL (FRAY)
SANCHEZ, PEDRO
SANCHEZ AGUDO, DIEGO.
SANCHEZ BELEN, JUAN A.
SANCHEZ GRANDE, LUIS
SANCHEZ NIETO, ROSARIO.
SANCHEZ RUBIO QUINTÍN
SÁNCHEZ VIGIL, JUAN MIGUEL
SANCHO CASTILLO, MANUELA DEL ROSARIO
SANTOS GARCÍA, JACINTO
SANZ DEL NEGRO, GABRIEL.
SANZ DEL NEGRO, MANUEL.
SÁINZ DE ROBLES, F. CARLOS.
SANCHEZ MUÑOZ, MIGUEL
SÁNCHEZ POVEDANO, SALVADOR. (FRASCUELO)
SANCHEZ Y SANCHEZ, ALFONSO.
SANZ, CARLOS.
SARDINERO, MANUEL
SAZ CLEMENTE, MARIA DE JESUS.
SEGOVIA ROCABERTI, ENRIQUE
SERRADOR Y AÑINO, RICARDO:
SERRANO, CECILIO.
SERRANO RUIZ, AURELIANO.
SFORZA CASARINI, JOSÉ.
SIMÓN, ANGEL LUIS. (QUIZILE)
SOLORZANO, FRANCISCO
SOTOCA CASTELLANO, LUISA
T
TABAR ANITUA, F.
TAMARGO, JOSÉ F.
TARIK
TINAJERO, JUAN.
TOLEDO, JUAN BAUTISTA DE
TOLMOS SALAS, JOSÉ.
TORIJA LÓPEZ, ALICIA.
TORNEROS, MARIANO.
TORREGROSA PASTOR, JOAQUÍN
TORRES CATALAN, ANTONIO
TORRIENTE PARRO, MATILDE DE LA
48
394
49
U
ULLOA, JUAN DE
V
VALLABRIGA Y ROZAS, MARIA TERESA
VARA, CIRILO.
VARA FUENTES, ENRIQUE DE LA
VÁZQUEZ, PEPE LUIS,
VEGA, VICTORIANO.
VEGA, GASPAR DE LA
VEGA Y CARPIO, LOPE DE
VEGA CHAMORRO, FEDERICO.
VEGA GARCIA, GLORIA
VELASCO SEGOVIA, RAMÓN
VENTURA DIAZ, JUAN
VERGARA, JUAN DE
VERGARA, NICOLÁS (EL MOZO)
VICENTE, ENRIQUE DE
VILLACASTIN, ANTONIO DE
VILLALOBOS BARRANCO, SILVANO
VILLALOBOS CASTELLANO, AFRODISIO
VILLALOBOS LOPEZ, VALERIO.
VILLALOBOS MARCITLLACH, ENRIQUE
VINADER, JAVIER
VIÑAS ROY, SIMÓN.
VIVERO CEREIJO, MARIA CECILIA
X
XIMENEZ DE OROZCO.
Z
ZAZO MINGUELA, ISMAEL
ZORRILLA, JOSE
ZUÑIGA Y CONTRERAS, DIEGO
ZÁRATE, ANTONIO
ZURITA Y MENDOZA, ANTONIO
ZURITA Y MENDOZA, CARLOS
ZURITA Y MENDOZA, DIEGO.
ZURITA Y PINEDA, EUGENIO
ZURITA Y MENDOZA, JUAN
ZURITA MEDOZA Y MACLEANE, MARIA
ZURITA SANCHEZ, ANTONIO
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