Análisis contable de los recursos financieros exigibles de los partidos

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Contabilidad
El endeudamiento en la política
Análisis contable de los
recursos financieros
exigibles de los partidos
Recién celebradas las elecciones municipales y autonómicas, conviene echar un vistazo a la
salud financiera de nuestros partidos políticos. Un análisis de sus cuentas evidencia su dependencia cada vez mayor de la financiación vía créditos y préstamos. la comodidad y el volumen
con la que los obtienen ha contribuido a generar un endeudamiento excesivo. las múltiples
condonaciones de deudas y de intereses suponen además una vía de financiación irregular
Ángel Rodríguez López
Esther Fidalgo Cerviño
Universidad Complutense de Madrid
CONSULTE
E
ste trabajo de investigación tiene como
objetivo esencial desarrollar un análisis
detallado de la diferente tipología de recursos financieros exigibles que integran la estructura financiera de los partidos
políticos españoles, así como también hacer
hincapié en la composición del pasivo corriente y no corriente de nuestro sujeto contable
particular: Para ello se ha estudiado el conjunto de fuentes de financiación ajenas en forma
de préstamos y créditos utilizadas por las formaciones políticas para financiar sus inversiones y gastos específicos, en línea con lo desarrollado al respecto en las Normas Internacionales de Información Financiera (NIC/NIIF)
y el Plan General de Contabilidad 2007 (PGC
2007), pero teniendo en cuenta la naturaleza
no lucrativa (ENL) de nuestro sujeto contable
específico y la existencia desde 1998 de un
Plan Contable sectorial y específico para Entidades No Lucrativas (ENL), que se encuentra,
en la actualidad, parcialmente obsoleto con la
entrada en vigor del PGC 2007.
Es posible definir el Balance de Situación
del partido político como aquel estado contable en el que queda reflejada la situación patrimonial de la formación política correspon-
pd
diente en un momento concreto del tiempo,
sintetizando, eso sí, con carácter estático, la
"Subvenciones,
donaciones y legados
a los partidos
políticos desde
la perspectiva del
PGC 2007" en
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FICHA RESUMEN
Autores: Ángel Rodríguez López/ Esther Fidalgo Cerviño
Título: Análisis contable de los recursos financieros exigibles de los partidos. El endeudamiento
en la política.
Fuente: Partida Doble, núm. 233, junio 2011
Resumen: Este trabajo tiene como objetivo esencial desarrollar un análisis detallado de la diferente
tipología de recursos financieros exigibles que integran la estructura financiera de los partidos
políticos españoles, así como también, se hace especial hincapié en la composición del pasivo
corriente y no corriente de nuestro sujeto contable particular, en especial, a través del estudio del
conjunto de fuentes de financiación ajenas en forma de préstamos y créditos utilizadas por las
formaciones políticas para financiar sus inversiones y gastos específicos, en línea con lo desarrollado
al respecto en las NIC/NIIF y el PGC 2007, pero teniendo en cuenta como punto de partida la
naturaleza no lucrativa (ENL) de nuestro sujeto contable específico y la existencia desde el año 1998
de un Plan Contable sectorial y específico para ENL, que se encuentra, en la actualidad,
parcialmente obsoleto con la entrada en vigor del PGC 2007, a partir del año 2008.
Palabras clave: Contabilidad. Partidos políticos. Estructura financiera. Préstamos y créditos.
Condonaciones de deudas. Normas Internacionales de Información Financiera. PGC 2007.
Abstract: This paper aims essential to develop a detailed analysis of different types of required
financial resources that integrate the financial structure of the Spanish political parties, as well, is
intended to place special emphasis on the composition of the passive stream and not aware of our
particular accounting subject in particular on the study of all sources of funding outside in the form
of loans and credits used by political formations to finance their investments and specific costs, in
line with developed at international standards of financial reporting (IAS/IFRS) and the General
Accounting 2007 (PGC 2007) plan but taking into account partially obsolete with the entry into
force of PGC 2007 year 2008 (NLA) non-profit nature of our specific accounting subject and the
existence since 1998 a sectoral and NLA, that is, at present, specific accounting plan starting point.
Key words: Accounting. Political parties. Financial structure. Loans and credits. Debts
cancellations. International Standards of Financial Reporting. PGC 2007.
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Las formaciones políticas deben
proporcionar cumplida información en la
memoria en relación a los préstamos y
créditos a corto plazo que suscriban con
las entidades financieras o crediticias
situación económico-financiera del partido objeto de análisis. En particular, en el Balance
de Situación, el patrimonio del sujeto contable
[Rivero Torre, 2009] queda proyectado desde
una doble perspectiva de la misma realidad
económica, es decir, nos suministra información tanto del destino o concreción de la diferente tipología de inversiones –Activo-, como
del origen de las diversas fuentes financieras
que han hecho posible dicha materialización
de recursos –Patrimonio Neto y Pasivo-.
Por otra parte, la adaptación contable
sectorial a las ENL de 1998 desarrolla en su
cuarta parte las diferentes normas de elaboración(1) de las Cuentas Anuales y describía
el Balance de Situación como “aquel estado
financiero que viene constituido, con la debida separación, por los bienes y derechos
que integran el activo de la ENL, y las obligaciones y los fondos propios que forman el
pasivo de la misma”.
A pesar de lo anterior, la aprobación de la
adaptación española a la Normativa Contable
Internacional (NIC/NIIIF), que se concreta en
el Plan General de Contabilidad 2007, regulado por Real Decreto 1514/2007 y su entrada
en vigor el 1 de enero de 2008, ha supuesto
un relevante cambio conceptual, normativo y
procedimental en el conjunto del sistema contable que también se ha extendido a la elaboración y formulación de las Cuentas Anuales
obligatorias, y, en especial, al Balance de Situación [Omeñaca, 2008; Ortega Carballo y
Pérez Iglesias, 2008; Rejón, 2008].
En este sentido, el PGC 2007 recoge en
su Disposición transitoria quinta que las entidades que desarrollen actividades no mercantiles y que estén obligadas por alguna
norma reguladora a aplicar adaptaciones
sectoriales del PGC, pueden seguir aplicando sus normas respectivas de adaptación,
pero también deben aplicar los contenidos
del nuevo PGC 2007 o, en su caso, del PGC
de PYMES(2), en todos aquellos aspectos y
cuestiones que han sido objeto de modificación. No obstante, deben respetarse, en
cualquier caso, las particularidades propias e
intrínsecas relacionadas con la contabilidad
específica de dichas entidades que vengan
formuladas por las normas y disposiciones
reguladoras concretas que les sean de aplicación, en nuestro caso particular, lo dispuesto en la Ley de Financiación de Partidos
Políticos de 2007(3).
PASIVO VERSUS PATRIMONIO NETO
EN el PGC 07
En primer lugar, en el nuevo modelo oficial de Balance propuesto por el PGC 07, la
estructura financiera pasa a descomponerse
ahora en dos partes bien diferenciadas: el
Patrimonio Neto y el Pasivo. Así, cuando hablamos de los recursos financieros exigibles
o Pasivo Total, hacemos mención al conjunto de financiación obtenida por el partido político cuyas características esenciales son, a
saber, la exigibilidad de obligaciones de pago frente a terceros y la dependencia financiera con respecto a dichos acreedores. En
este sentido, el Marco Conceptual del nuevo
Plan General de Contabilidad 2007 [RD
1514/2007, p 15] define el Pasivo como
“obligaciones actuales surgidas como consecuencia de sucesos pasados, para cuya
extinción la empresa espera desprenderse
de recursos que pueden producir beneficios
o rendimientos económicos en el futuro. A
estos efectos se entienden incluidas las provisiones”.
De esta definición se desprende que en el
Pasivo solamente pueden figurar las obligaciones actuales generadas como consecuencia de “sucesos pasados” que hayan ocurrido
u acontecido, de manera que no cabe aquí
incluir las “deudas probables” no acontecidas
contempladas también por la legislación sectorial de 1998. Estas últimas son calificadas
por la nueva normativa reguladora de 2007
como contingencias, de las que se tiene que
proporcionar información adecuada en la Memoria de la entidad económica.
(2) Vid. el Real Decreto 1515/2007.
(1) Vid. el Real Decreto 776/1998, pp. 83-88.
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(3) A este respecto, puede consultarse la LOFPP, 8/2007, de
4 de julio.
pd
Análisis contable de los recursos financieros
exigibles de los partidos
Por otra parte, el PGC 2007 define en su
Marco Conceptual el Patrimonio Neto como
una magnitud residual [p 15], y más específicamente como: “la parte residual de los activos de la empresa, una vez deducidos todos
sus pasivos”, en línea con lo contenido en la
normativa contable internacional (NIC/NIIF).
Así, conviene resaltar la novedad del concepto de Patrimonio Neto y su diferenciación con
el Pasivo [Amador y Carazo, 2008]. Además,
la conceptualización del Patrimonio Neto vigente y actual del nuevo PGC 2007 sobrepasa y supera con mayor amplitud el horizonte
definido para los Fondos Propios por el derogado PGC de 1990. En este sentido, el Patrimonio Neto estaría integrado por tres componentes bien diferenciados: los fondos propios,
las subvenciones, donaciones y legados recibidos y los ajustes por cambios de valor que
se originan debido a la aplicación del criterio
del valor razonable a ciertas partidas del Balance de Situación de la entidad económica
correspondiente [Rodríguez López, 2010b].
Asimismo, en el modelo de Balance abreviado propuesto por la normativa específica
contenida en el RD 776/1998 de adaptación
sectorial del Plan Contable a las ENL, se incluyen en el Pasivo, entre otros, los siguientes componentes:
1) Acreedores a largo plazo: que recogía
todas las deudas con vencimiento superior al año.
2) Acreedores a corto plazo: que integraba
todas las deudas con vencimiento igual o
inferior al año.
3) Provisiones para riesgos y gastos: que
figuraban como un epígrafe independiente
dentro del Pasivo, englobando según el
RD 776/1998 (pp. 21-22), aquéllas cuya finalidad era cubrir gastos producidos en el
mismo ejercicio o en otro anterior, pérdidas o deudas que estén claramente especificadas en cuanto a su naturaleza, pero
que, en la fecha de cierre del ejercicio,
sean probables o ciertos pero indeterminados en cuanto a su importe exacto o en
cuanto a la fecha en que se producirán.
En consecuencia, el modelo de pasivo o
estructura financiera descrito por el RD
776/1998 quedaría obsoleto y desfasado,
siendo conveniente su actualización y adaptación a la Normativa Contable Internacional
pd
(NIC/NIFF) y al PGC 2007, en lo relativo a la
formulación de las Cuentas Anuales [Ortega
Carballo; Pérez Iglesias, 2008], puesto que
existen cambios significativos, tanto en
cuanto a la forma o modo de presentación
de la información financiera como al contenido que incluye cada epígrafe [Amador y
Carazo, 2008].
LOS RECURSOS FINANCIEROS
EXIGIBLES
De esta forma, en el nuevo modelo de Balance de Situación desarrollado por el PGC
2007, se producen cambios relevantes en relación a la estructura anterior del Pasivo con
la aparición de nuevas denominaciones y la
reestructuración de contenidos, que se estructuraría de la siguiente manera:
a) Pasivo no corriente: se trata de una nueva denominación que incluiría los Acreedores a largo plazo y las Provisiones para
riesgos y gastos a largo plazo regulados en
la normativa anterior de 1998. Todo lo contenido en este epígrafe podemos considerarlo como pasivo exigible a largo plazo.
b) Pasivo corriente: también se trata de
una nueva terminología que englobaría
los Acreedores a corto plazo y las Provisiones para riesgos y gastos a corto plazo
regulados en la normativa anterior de
1998. Todo lo contenido en este epígrafe
podemos considerarlo como pasivo exigible a corto plazo.
Asimismo, cuando nos referimos al Pasivo
Total aludimos a toda aquella financiación
ajena exigible obtenida por el partido político
vía endeudamiento, ya sea a corto o a largo
plazo, lo cual supone una situación de dependencia financiera a largo o corto plazo con
respecto a dichos prestamistas o acreedores,
además incluimos también dentro del pasivo
corriente o no corriente las provisiones a corto o largo plazo según correspondan a un plazo de vencimiento u otro.
A pesar de lo anterior, conviene aclarar
que las Provisiones para riesgos y gastos reguladas por el RD 776/1998 no son un concepto idéntico y equivalente al término Provisiones al que se refiere la nueva normativa
del PGC 07 desarrollada en la norma de registro y valoración número quince, en especial, estas últimas pueden definirse como
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aquéllas que tienen por objeto el reconocimiento contable de pasivos no financieros de
carácter no corriente(4) que surgen de obligaciones expresas o tácitas, claramente especificadas en cuanto a su naturaleza, pero que,
en la fecha de cierre del ejercicio, están indeterminadas en cuanto a su importe exacto o a
la fecha en que se producirán [Omeñaca,
2008, pp 243-248], todo ello en línea con lo
desarrollado en la normativa contable internacional y, en concreto, en la NIC 37.
PASIVO CORRIENTE: VALORACIÓN
Y PARTIDAS CONTABLES
En virtud de los criterios establecidos a
este respecto en el nuevo Plan General de
Contabilidad 2007 [RD 1514/2007, p 43], entendemos como integrados dentro del Pasivo
corriente o exigible a corto plazo a todos los
pasivos de las organizaciones políticas partidistas englobados en la siguiente definición:
“todas aquéllas obligaciones que esperamos
liquidar en el ciclo normal de la explotación y
aquéllas con vencimiento o extinción en el
plazo máximo de un año desde el cierre del
ejercicio; en particular, aquéllas obligaciones
para las cuales la empresa no dispone de un
derecho incondicional a diferir su pago en dicho plazo. En consecuencia, los pasivos no
corrientes se reclasificarán en corrientes en la
parte que corresponda. Por último, incluiremos los pasivos financieros clasificados como
mantenidos para negociar, excepto los derivados financieros cuyo plazo de liquidación sea
superior a un año”.
Más concretamente, el Pasivo corriente
engloba a todas las deudas a corto plazo que
se generan con certeza de forma documentada, así como también las obligaciones expresas o tácitas que se consideran indeterminadas en cuanto alguna de sus características
de cuantía, monto, importe o en relación a los
plazos de vencimiento –lo que hemos denominado provisiones- siempre que su cancelación este prevista en el corto plazo [Mallo,
2008; Wanden-Berghe et al., 2008, pp 49].
Por otra parte, conviene aclarar que la
NIC 17 entiende como obligaciones tácitas o
implícitas todas aquéllas que se producen debido a las actuaciones de la entidad económica cuando como consecuencia de, una pauta
(4) A pesar de dicha definición, cuando la cancelación de la
provisión se prevea a corto plazo deben figurar en el pasivo
corriente.
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de comportamiento establecida en el pasado,
las políticas empresariales de uso público o
una declaración específica, la entidad económica haya manifestado ante terceros que
acepta un determinado tipo de responsabilidades; y en función de lo anterior, la entidad
económica haya creado expectativas ante terceros con los que deberá de cumplir sus responsabilidades y compromisos.
Podemos diferenciar en el modelo de Balance de Situación del PGC 2007 los siguientes componentes dentro del pasivo corriente
de la entidad económica:
1) Pasivos vinculados con activos no corrientes mantenidos para la venta: se
trata de un epígrafe de nueva creación –
aunque no aparece en el modelo de balance para PYMES- y recoge aquellos pasivos asociados a activos o grupos de elementos que se pretenden enajenar conjuntamente en un plazo no superior al
año, ya que las formas políticas de partido
no tienen un ciclo de explotación concreto
dada su naturaleza no mercantil.
2) Provisiones a corto plazo: en este apartado englobamos el vencimiento a corto
plazo de las Provisiones que conforman el
subgrupo 14 del cuadro de cuentas del
nuevo PGC 2007 según las definiciones
expuestas más arriba, y que desarrollamos en el epígrafe siguiente, pasivo no
corriente. En el PGC específico de 1998
se denominaban Provisiones para riesgos
y gastos, perteneciendo también al referido subgrupo 14.
3) Deudas a corto plazo: incluye todas
aquellas deudas u obligaciones financieras de las formaciones políticas cuyo vencimiento sea igual o inferior al año, así como también el vencimiento a corto de las
deudas a largo plazo, en virtud de la reclasificación correspondiente en cada momento oportuno. A este respecto, conviene recordar que las formaciones políticas
deben proporcionar cumplida información
en la memoria, en relación a los préstamos y créditos a corto plazo que suscriban con las entidades financieras o crediticias con las que mantienen relaciones
económicas. Finalmente, no incluiríamos
en este epígrafe las obligaciones y bonos
en circulación, cuyo vencimiento se produzca antes de un año, que el Plan Con-
pd
Análisis contable de los recursos financieros
exigibles de los partidos
table específico de 1998 recoge en el
subgrupo 50, -en concreto, la cuenta
(500) Obligaciones y bonos a corto plazo
–, puesto que entendemos que esta capacidad no entraría dentro de las
posibilidades y facultades de
las organizaciones políticas
partidistas.
4) Deudas con empresas del
grupo y asociadas a corto
plazo: en este epígrafe, englobamos las deudas con entidades
del grupo y asociadas, que el
nuevo PGC 2007 denomina partes vinculadas, englobadas en el
subgrupo 51 del Plan contables específico de 1998. En especial, en
nuestro caso particular, no proceden
al no tener nuestro sujeto contable
entidades asociadas o del mismo grupo. Si acaso, podría entenderse como
entidad asociada a las fundaciones y
sociedades mercantiles vinculadas con
el partido político, y entidad del mismo
grupo a las que integran coaliciones y federaciones de partidos, así como también
a los grupos parlamentarios.
5) Acreedores comerciales y otras cuentas a pagar: en este apartado, podemos
englobar, entre otras, las deudas con proveedores, acreedores, seguridad social,
hacienda pública, trabajadores, etcétera
con vencimiento no superior al año derivadas de la actividad propia de la formación
política que corresponda.
6) Periodificaciones a corto plazo: podemos incluir, entre otras partidas, los ingresos anticipados de la formación política
correspondiente, es decir, los ingresos
contabilizados en el ejercicio que se cierra, pero que corresponden al ejercicio siguiente y que el RD 776/1998 recoge en
la partida (485) Ingresos anticipados.
PASIVO NO CORRIENTE:
VAlORACIÓN Y PARTIDAS
CONTABlES
A este respecto, en el Pasivo no corriente
de la formación política de que se trate, incluiremos todos los elementos de pasivo no clasificados como corrientes conforme al criterio
expuesto anteriormente para el pasivo corriente, y en concreto, a todos los pasivos con
pd
vencimiento superior al año, además de las provisiones a largo plazo.
De esta forma, es posible diferenciar en el
modelo de Balance del PGC 2007 los siguientes componentes dentro del pasivo no corriente de la entidad económica:
I) Provisiones a largo plazo: en este epígrafe, englobamos las Provisiones del
subgrupo 14 del cuadro de cuentas del vigente PGC 2007, según las definiciones
expuestas anteriormente. En este sentido,
podemos destacar según la normativa del
RD 776/1998 adaptada al PGC 2007, la
Provisión para reparaciones y conservación de bienes del Patrimonio histórico, la
Provisión para retribuciones y otras prestaciones al personal, la Provisión para impuestos y la Provisión para otras responsabilidades. El PGC 07 hace desparecer
la Provisión para grandes reparaciones y
el Fondo de reversión.
II) Deudas a largo plazo: incluye todas aquellas deudas u obligaciones de las formaciones políticas cuyo vencimiento sea superior al año. En torno a este asunto, conviene rememorar que las forma políticas de
partido deben de proporcionar cumplida información en la memoria en relación a los
préstamos y créditos a largo plazo que
suscriban con las entidades financieras o
crediticias con las que desarrollan relaciopág
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nes financieras. Además, no incluiríamos la
emisión de empréstitos del subgrupo 50
del Plan Contable específico de 1998 –en
particular, la cuenta (150) Obligaciones y
bonos- pues entendemos que esta capacidad, en principio, no entraría dentro de las
posibilidades y facultades de las formaciones políticas analizadas.
III) Deudas con empresas del grupo y asociadas a largo plazo: en este apartado, integramos las deudas con entidades del
grupo y asociadas que el nuevo PGC 2007
denomina partes vinculadas, englobadas
en el subgrupo 16 del Plan contables específico de 1998. Por otra parte, en nuestro
caso particular, no proceden al no tener
nuestro sujeto contable entidades asociadas o del mismo grupo. Si acaso, podría
entenderse como entidad asociada a las
fundaciones y sociedades mercantiles vinculadas con el partido político, y entidad
del mismo grupo a las que integran coaliciones y federaciones de partidos, así como también a los grupos parlamentarios.
IV)Pasivos por impuesto diferido: se trata de
un nuevo epígrafe que engloba las deudas
fiscales producidas por los ajustes fiscales
de las diferencias temporarias, denominadas temporales en la legislación precedente
de 1990, que en la regulación anterior no tenían apartado propio y figuraban dentro de
los “Acreedores a corto plazo”.
V) Periodificaciones a largo plazo.
LOS PRÉSTAMOS Y CRÉDITOS DE
LAS FORMACIONES POLÍTICAS
Cuando nos referimos a esta modalidad
de financiación de las organizaciones políticas partidistas, aludimos a todos aquellos recursos financieros obtenidos por el partido
político vía endeudamiento, ya sea a corto
plazo o a largo plazo, lo cual supone una situación de dependencia financiera con respecto a dichos prestamistas o acreedores, así
como la remuneración de los mismos vía intereses (Rodríguez López, 2010a). Así, los partidos políticos tienen la posibilidad y oportunidad de financiarse solicitando préstamos y
créditos a instituciones financieras o crediticias de la misma manera que lo haría cualquier empresa privada, de forma que, las entidades financieras correspondientes deberían
imponer unas condiciones homogéneas y unipág
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formes para todos los partidos políticos que
requieran de esta forma de financiación concreta [Fernández-Llebrez, 1997, p 178].
Inicialmente, los partidos políticos pueden
utilizar esta fórmula específica de financiación(5) para hacer frente a los gastos de mantenimiento y funcionamiento originados por
sus actividades ordinarias o permanentes, así
como también pueden dedicar estos recursos
financieros a sufragar los elevados y puntuales costes de las campañas electorales que
se celebran de manera periódica. Sin embargo, por lo general, las organizaciones partidistas no suelen recurrir a este tipo de operaciones para financiar sus actividades permanentes o corrientes –en las que prefieren utilizar
medios de financiación más discretos y que
generen menos dependencias y cargas financieras-; aunque sí suelen recurrir a esta fórmula financiera para la financiación de las cada vez más frecuentes y costosas campañas
electorales que suponen un desembolso importante de fondos en un momento dado que,
o bien no podrían asumir –con lo que ello supondría para el desarrollo del proceso electoral y sus posibles resultados en forma de votos alcanzados-, o les podría sumir en una
grave crisis de liquidez que hiciera peligrar su
estabilidad, funcionamiento o, incluso, su misma existencia [Rodríguez López, 2010a].
Por otra parte, la utilización del recurso al
crédito, tradicionalmente, nunca ha sido muy
relevante para las organizaciones partidistas
como fórmula de obtención de recursos financieros, hasta que hace su aparición en el sistema de financiación de partidos la financiación
pública con cargo a los presupuestos del Estado [Martínez Sospedra, 1996, p 72]. Así, la financiación pública puede ser utilizada como
aval y garantía para los acreedores puesto que
el partido político de que se trate puede hacer
(5) En el caso español, la Disposición transitoria segunda de
la Ley Orgánica 8/2007 de Financiación de Partidos Políticos permite que: “Los partidos políticos podrán llegar a
acuerdos respecto de las condiciones de la deuda que mantengan con entidades de crédito. Dichos acuerdos serán los
admitidos según los usos y costumbres del tráfico mercantil
habitual entre las partes y no les serán de aplicación los requisitos y limitaciones establecidos en los Títulos I y II de esta Ley. De tales acuerdos se dará cuenta al Tribunal de
Cuentas y al Banco de España”. Así, queda abierto, de manera evidente, el recurso de los partidos políticos a convenir
con las entidades de crédito correspondientes, todo tipo de
operaciones de condonaciones de deudas y/o de intereses
de deudas, lo que supone una vía claramente irregular de financiación, tal y como ha puesto de manifiesto, en numerosas ocasiones, el Tribunal de Cuentas español en sus diferentes Informes de Fiscalización de la Contabilidad de los
partidos políticos, vulnerando el espíritu desarrollado y asumido por la Ley 8/2007, en su exposición de motivos inicial.
pd
Análisis contable de los recursos financieros
exigibles de los partidos
frente a su endeudamiento al contar con dichas subvenciones estatales que son publicitadas de forma explícita y que pueden ser conocidas en términos cuantitativos por los prestamistas a que nos referimos.
A este respecto, la proliferación del recurso al crédito, -sobre todo de manera esporádica para financiar los gastos electorales-,
ha aumentado tanto en los últimos tiempos
que las diferentes legislaciones suelen establecer topes máximos(6) a los montantes que
pueden dedicarse del total de subvenciones
públicas estatales para la amortización o devolución de las anualidades de los préstamos que fueron concedidos a las organizaciones políticas partidistas.
Asimismo, además de la existencia de la
financiación pública, las entidades crediticias pueden solicitar otro tipo de avales y
garantías al propio partido político sobre sus
bienes patrimoniales, si los tiene, o, incluso,
si no son suficientes, pueden responder algunos de sus miembros o afiliados personalmente con su propio patrimonio de las
devoluciones y pago de intereses de dichos
préstamos [García Cotarelo, 1996, p 200].
Por otra parte, aunque en principio todos
los partidos políticos deben tener las mismas
posibilidades de conseguir esta financiación
ajena, puesto que la concesión de estos créditos no debe regirse por la rentabilidad monetaria, ya que los partidos son entidades
sin ánimo de lucro y, consecuentemente, el
dinero que reciben no debe revertir de manera multiplicada. No obstante, la experiencia práctica parece indicar que algunos partidos políticos tienen más facilidad que otros
para conseguir este tipo de financiación, lo
cual supone la existencia, de facto, de cierta
discriminación que atentaría contra el principio de igualdad enunciado anteriormente [Álvarez Conde, 1994, p 26].
En efecto, la realidad nos dice que los
partidos mayoritarios –a pesar de que, por
otro lado, pueden estar fuertemente endeudados- consiguen un trato de favor en este ámbito al ser evaluados por las entidades finan(6) En concreto, para el caso español, la Ley Orgánica
3/1987 de Financiación de Partidos Políticos, especifica
taxativamente en su artículo 9 que: “Solo podrán resultar
comprometidos por los Partidos Políticos hasta el 25 % de
los ingresos procedentes de la financiación pública contemplada en los apartados b y c del artículo 2.1, para el pago
de anualidades de Amortización de operaciones de crédito”.
pd
CUADRO 1
DEUDAS VENCIDAS PENDIENTES DE PAGO PARTIDOS
POlÍTICOS EN ESPAÑA(7)
2004
2005
Amortización del Principal
12,5
11,9
Intereses de la deuda
7,7
7,6
Total Deuda
20,2
18,5
Fuente: Elaboración propia a partir Informes Fiscalización TC (2004-2005).
cieras, como si de otro cliente se tratara, de
manera favorable, en relación a su capacidad
para devolver los préstamos, incurriendo,
además, en menores índices de riesgo de impago o morosidad (Rodríguez López, 2010a).
De esta forma, este posible trato de favor
discriminatorio perjudicaría no sólo a los partidos políticos de ámbito más reducido, sino
también a aquéllos que no gozan de las simpatías o preferencias de determinadas entidades crediticias por no acercarse, posiblemente, al mismo espectro ideológico que las mismas. Todo ello supondría una distorsión y
desviación de fondos financieros hacía determinados partidos políticos que cuentan con
mayor respaldo de las entidades prestamistas
(García Cotarelo, 1996).(7)
Además, conviene resaltar de forma significativa que, en ocasiones, se utiliza la concesión de préstamos y créditos por parte de las
entidades financieras para enmascarar o encubrir donaciones privadas (Holgado, 2003, p
189), puesto que dichos créditos y préstamos
nunca terminarán de ser reintegrados por los
partidos políticos a quienes fueron concedidos, transformándose, de hecho, la masa patrimonial, en términos contables, de pasivo
exigible a patrimonio neto, esto es, se trataría
de una condonación de deudas o de intereses de deudas por parte de las entidades financieras acreedoras. En efecto, lo anteriormente expuesto cobra más importancia en el
caso de que las donaciones provengan de
personas jurídicas – particularmente empresas o entidades crediticias- cuyo objetivo es
la maximización del beneficio y la generación
de rentabilidad económica y financiera, por lo
que parece difícil, dada su naturaleza, que
éstas no quieran obtener algún tipo de contraprestación a los fondos efectivamente donados a la formación política de que se trate.
(7) Las cifras vienen expresadas en millones de euros.
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El recurso al crédito ha aumentado
tanto que suelen establecerse topes a los
montantes de las subvenciones públicas
que pueden dedicarse a la amortización o
devolución de los préstamos
En este sentido, uno de los inconvenientes
del modelo tradicional de financiación basado
en donativos privados (García Cotarelo ,1996,
pp 198-199) es la posible influencia que los
donantes pueden realizar, potencialmente, en
relación a los objetivos programáticos e ideológicos globales del partido, intentando presionar, de alguna manera, a la organización partidista, para conseguir determinados tipos de
contraprestaciones particulares y sectoriales,
una vez que el partido se encuentre en la situación de acceder a tareas de gobierno
Finalmente, algunos autores, como García
Cotarelo (1996, p 201), argumentan la posibilidad de que, a través de una regulación legal en
la materia, las entidades financieras estuvieran
obligadas a conceder préstamos a los partidos
políticos a un tipo de interés preferencial inferior
al de mercado, con lo que se generaría una
nueva modalidad de financiación indirecta de
partidos políticos, que podría también ser sostenida o subvencionada con ayudas públicas.
CONCLUSIONES
En conclusión, a pesar de que las formaciones políticas deben proporcionar cumplida información en la memoria(8), en relación a los préstamos y créditos a corto plazo que suscriban
con las entidades financieras o crediticias con
(8) Sobre este asunto puede consultarse la Ley Orgánica
8/2007 de Financiación de Partidos Políticos, artículo catorce, apartado cinco: “.la Memoria presentada por el partido
político, debe acompañarse de un apéndice o anexo en el
que figure de manera detallada todas las condiciones contractuales referidas a la existencia de préstamos o créditos
que las formaciones políticas puedan potencialmente mantener con diferentes entidades financieras. A este respecto,
deben de identificarse, de manera específica, en el apéndice o anexo referido, los siguientes aspectos: la entidad financiera o crediticia que concede el préstamo; el importe total concedido; el tipo de interés que se va a aplicar en la
operación; el plazo de amortización; el saldo vivo de deuda
pendiente de amortizar a cierre del ejercicio de que se trate;
y, en general, cualquier contingencia relevante en relación al
cumplimiento de las clausulas y condiciones pactadas en la
operación financiera”.
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las que mantienen relaciones económicas, las
múltiples y reiteradas condonaciones de deudas y de intereses de deudas otorgadas a las
formaciones políticas a lo largo del tiempo por
aquéllas, suponen una vía de financiación claramente irregular y discriminatoria, que deberían
computarse por su valor razonable como donaciones privadas realizadas por personas jurídicas, pasando a formar parte del Patrimonio Neto del partido político y no integrándose dentro
del Pasivo total, como es el caso actual para
este tipo específico de operaciones.
Asimismo, en lo que respecta a los recursos
financieros exigibles o Pasivo, podemos afirmar
que la obtención de créditos y préstamos por
parte de los partidos políticos procedentes de
entidades financieras o crediticias constituye
una fuente de financiación en aumento progresivo para sufragar tanto los gastos corrientes de
sus actividades ordinarias como, sobre todo, los
gastos puntuales o esporádicos derivados de
las diversas citas electorales a las que concurren las organizaciones políticas partidistas. Dicha situación de financiación de gastos electorales utilizando este tipo de medios financieros
se acentúa en el caso de que las formas políticas de partido se enfrenten a crisis de liquidez
en vísperas de la celebración de un proceso
electoral concreto [García Cotarelo, 1996; Martínez Sospedra, 1996].
Como consecuencia de lo anterior, podemos deducir que este tipo de financiación ajena ha contribuido a generar, en la actualidad,
un endeudamiento excesivo para las formaciones políticas que, al contar con la comodidad y el volumen de captación de recursos
que este tipo de financiación ofrece, han disparado sus gastos por encima de las posibilidades reales que tienen, en la práctica, de
devolver dichos préstamos y créditos, superando, en condiciones normales, unos niveles
de riesgo financiero aceptables. De esta manera, hasta los partidos políticos mayoritarios
que mayor éxito alcanzan en las consultas
electorales tienen serias dificultades para hacer frente a las devoluciones y amortizaciones de los préstamos recibidos con los consiguientes problemas que dicha carga financiera conlleva para los mismos(9).
Así, para intentar frenar este crecimiento
desmesurado de los gastos de las formacio(9) Si no tuviéramos en cuenta las operaciones irregulares
de condonación de deudas e intereses de deudas apuntadas más arriba.
pd
Análisis contable de los recursos financieros
exigibles de los partidos
nes políticas, tal y como hemos podido comprobar en el caso español, los legisladores
han intentado establecer límites máximos para las cantidades de fondos públicos estatales
que pueden utilizarse periódicamente para
amortizar estos préstamos y créditos y afrontar el pago de intereses, aunque, en la práctica, los partidos políticos tienden a saltarse,
en general, de manera sistemática el cumplimiento real y efectivo de los límites previstos.
Finalmente, se plantea el problema de la
desigualdad en el reparto de los recursos finan-
cieros por parte de las entidades crediticias o financieras que genera tratos de favor discriminatorios entre los diferentes partidos que concurren a solicitar los referidos préstamos y créditos [García Cotarelo, 1996, pp 200- 201], en virtud de la diferente adscripción ideológica y filosófica de las citadas entidades económicas. ❚
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