Calidad de las Relaciones familiares y ajuste psicológico en

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XIV CONGRESO NACIONAL DE POBLACIÓN, AGE
Sevilla 2014
“CALIDAD DE LAS RELACIONES FAMILIARES Y AJUSTE PSICOLÓGICO
EN ADOLESCENTES”
Tamara VILLALBA MORENTE
Centro de Ciencias Humanas y Sociales (CSIC)
E-mail: [email protected]
Resumen
La adolescencia es una etapa de agitación tanto física como psicológica o social (Rodrigo
et al., 2004) donde el sistema familiar juega un papel primordial. La familia representa el
eje central del ciclo vital del individuo, basado en relaciones afectivas que permiten
entender los valores, creencias, normas y formas de conducta apropiadas de la vida en
sociedad (Estévez et al., 2008).
El principal objetivo de este artículo es analizar la influencia de la estructura familiar en el
bienestar psicológico de los hijos adolescentes en España. Para ello, se examina el efecto
del tipo de familia y la influencia mediadora de las características internas del hogar,
haciendo hincapié en las relaciones familiares. Al y al cabo, unas buenas relaciones
familiares pueden frenar el efecto negativo de vivir en una familia reconstruida o
monoparental (Oliva et al., 2012).
Para estudiar el ajuste psicológico de los adolescentes se emplea una medida sobre la
satisfacción vital de los individuos, disponible en el estudio HBSC-2010 (Health Behavior
in School-Aged Children). La muestra de esta encuesta en España está compuesta por
11.111 adolescentes con edades comprendidas entre 11 y 19 años. Con el fin de conocer el
efecto que tiene el tipo de familia, pero sobre todo el funcionamiento de la unidad familiar,
se realizan diferentes regresiones lineales.
Los resultados muestran que la satisfacción con la vida es menor en los adolescentes de
familias no tradicionales (Amato, 2005). Sin embargo, esta conclusión está muy
determinada por las características de las relaciones familiares (Thomson y McLanahan,
2012), de hecho al considerar la calidad y cantidad de las mismas los efectos negativos de
vivir en este tipo de familias se reducen considerablemente. Además se prueba la
influencia específica de las relaciones tanto con los progenitores como con los hermanos, a
través de lo cual se confirma la hipótesis de compensación planteada por Noller (2005).
Esta autora postula que unas buenas relaciones con los hermanos pueden frenar los efectos
nocivos de unas relaciones paterno-filiales conflictivas.
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Palabras clave: adolescencia; estructura familiar; relaciones paterno-filiales; relaciones
con los hermanos
1. INTRODUCCIÓN
La población adolescente manifiesta importantes problemas emocionales como la baja
autoestima (Cava, 2003) o una mala percepción de su satisfacción vital (Montoya y
Landero, 2008). Por este motivo, parece necesario indagar en los factores explicativos que
producen estos problemas de ajuste psicológico en la población adolescente. En este
trabajo vamos a centrar nuestra atención en la influencia del sistema familiar, analizando
para ello la importancia de las relaciones díadas que se producen dentro de dicho sistema.
A pesar de que los niveles de bienestar psicológico puedan deberse a la inestabilidad
propia de una etapa como la adolescencia, existe también una gran influencia del sistema
social más próximo al individuo: la familia (Oliva et al., 2012). La familia representa el eje
central del ciclo vital del individuo, basada en relaciones afectivas que permiten
transmitirles unas formas de conducta apropiadas para la vida en sociedad (Estévez et al.,
2008). En esta línea, la familia debe garantizar protección y seguridad emocional a los
hijos (Carrillo et al., 2009).
2. ESTADO DE LA CUESTIÓN. LA FAMILIA COMO UN SUBSISTEMA SOCIAL
La familia juega un papel crucial en la formación del auto-concepto y la auto-estima del
individuo; es decir, en la definición y valoración que el niño hace de sí mismo (Lila et al.,
2000). Ahora bien, el proceso de construcción de la auto-estima y del sistema de valores se
ve influido no solo por el tipo de familia, sino también por su historia, composición y
funcionamiento.
Los adolescentes que viven en familias no tradicionales pueden tener un peor ajuste y
bienestar emocional derivado de las desventajas tanto económicas (Lee, 2011), como
sociales (Montoya y Landero, 2008). No obstante, hay que considerar la influencia
negativa de las transiciones familiares (Teoría de los cambios e inestabilidad familiar –
Thomson y McLanahan, 2012), como el divorcio (Civitci et al., 2009), así como, la
importancia del género del progenitor residente (Teoría de la evolución psicológica – Case
et al., 2001). Estos postulados nos llevan a plantear las primeras hipótesis de estudio:
H1. Los adolescentes de familias no tradicionales – reconstruida,
monoparental y homoparental – tienen un menor bienestar psicológico.
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H2. Las transiciones familiares vividas favorecen el desajuste emocional
en los hijos adolescentes.
H3. La convivencia con la madre después de un cambio familiar produce
una mayor estabilidad en el hogar, lo que favorece a largo plazo el
ajuste psicológico de los hijos adolescentes.
La influencia del tipo de familia va a estar mediada, entre otros aspectos por la
calidad de las relaciones que se establecen dentro del sistema familiar (Ripoll et al., 2009).
Para su estudio recurrimos a la Teoría General de Sistemas (Bertalanffy, 2006). Este
postulado teórico es utilizado desde la psicología clínica para estudiar la unidad familiar. A
través de la cual se define a la familia como un conjunto organizado e interdependiente de
personas en constante interacción que se regula por unas reglas y funciones dinámicas que
existen entre sí y con el exterior (Rodrigo y Palacios, 1998).
La idea central de esta teoría es que existe una reciprocidad y comunicación constante entre
cada uno de los subsistemas que forman el hogar (Musitu, 1994), por lo que debemos
considerar la importancia de las relaciones familiares. Al fin y al cabo, los patrones de
relación que se aprenden en la familia se constituyen como importantes predictores de la
manera en que los individuos se desempeñan en diferentes contextos sociales (Rohner,
1998).
2.1 Relaciones paterno-filiales
Durante la adolescencia, las relaciones con los progenitores experimentan importantes
cambios caracterizados sobre todo por el aumento del conflicto y discusiones con los hijos.
Estos conflictos surgen como consecuencia del choque entre las restricciones impuestas por
los progenitores y la búsqueda de una mayor libertad y autonomía por parte de los
adolescentes (Oliva y Parra, 2004).
La literatura especializada pone mucho hincapié en los estilos de crianza impuestos por los
progenitores, a través de lo cual se analiza la importancia tanto de la supervisión como del
apoyo parental (Aunola et al., 2000). En general, la combinación entre un alto control
parental y un fuerte apoyo familiar (estilo democrático) ayuda también a reducir los estados
de ánimo negativos y mejorar la auto-estima de los adolescentes (Steinberg, 2001). Por este
motivo, para este artículo consideramos las medidas de supervisión y comprensión parental
por separado, con el fin de examinar la siguiente hipótesis.
H4. La calidez de las relaciones con los progenitores, y en menor
medida la supervisión proporcionada por estos, favorece el ajuste
emocional de los adolescentes.
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2.2 Relaciones entre hermanos
Por su parte, las relaciones con los hermanos brindan un espacio de adquisición, desarrollo
y mantenimiento de habilidades sociales para niños y adolescentes, convirtiéndose en la
base de las relaciones con los pares en otros contextos sociales, como la escuela o el grupo
de amigos (Ripoll et al., 2009). Estas relaciones tienen una importancia clave en el ajuste y
bienestar emocional de los hijos. En general, si la calidez de la relación entre hermanos es
negativa, normalmente suele estar asociada con una mayor probabilidad de ansiedad o baja
autoestima (Noller, 2005). Esto nos lleva a plantear la última de nuestras hipótesis:
H5. El ajuste psicológico es mayor en los adolescentes que mantienen
buenas relaciones con los hermanos.
Las relaciones entre hermanos, al igual que con los progenitores, se caracterizan por
diversos niveles de calidez y conflicto. Por ello, también se puede establecer una tipología,
a través de la cual podemos señalar que características suponen un mayor beneficio para el
ajuste y desarrollo psicosocial de los sujetos (Ripoll et al., 2009). En el estudio de McGuire
et al. (1996) se plantea una tipología de estas relaciones a partir del grado de calidez y
hostilidad existente entre hermanos, siguiendo la misma lógica que en el estudio de los
estilos de crianza de los progenitores.
2.3 Importancia conjunta de las relaciones familiares
Estos dos tipos de microsistemas se van a encontrar interrelacionados entre sí. Algunos
autores destacan que unas relaciones paterno-filiales caracterizadas por altos niveles de
aceptación, cercanía y calidez están asociadas con relaciones positivas entre hermanos, que
mejoran el ajuste psicológico de los individuos (Ripoll et al., 2009). No obstante, otros
autores destacan que las relaciones entre hermanos pueden compensar la inestabilidad
familiar (McCoy et al., 2002) o unas malas relaciones con los progenitores (Noller, 2005).
Cada uno de estos tipos ideales va a aportar unos beneficios o inconvenientes para el
desarrollo y ajuste emocional de los individuos. Por ejemplo, cuando las relaciones
familiares son armoniosas o afectivas, conllevan una mejor resolución de problemas o
conflictos. Sin embargo, cuando las relaciones son afectivas u hostiles favorecen la
capacidad de los individuos para atacar a otros sujetos (Noller, 2005).
Ahora bien, el establecimiento de un tipo u otro de relación no solo está determinada por
los grados de calidez y conflicto entre los miembros que forman parte del sistema familiar,
sino también por la situación familiar en la que se producen. Por ejemplo, en familias que
han sufrido un proceso de divorcio, la enorme inestabilidad familiar que las caracteriza
puede provocar que las relaciones entre los hermanos, entre los progenitores o con las
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figuras parentales sean hostiles (Civitci et al., 2009). Es especialmente en estos casos,
cuando la importancia de unas relaciones cálidas y positivas con los hermanos puede frenar
las desventajas asociadas a esta transición familiar (McCoy et al., 2002).
Al fin y al cabo, la calidad y cantidad de unas tiene una influencia directa en la calidad y
cantidad de las otras. Para establecer estas interacciones se puede recurrir a dos hipótesis
planteadas por Noller (2005): (1) La hipótesis de congruencia propone que si la relación
con los progenitores es positiva, también serán positivas las relaciones que se establezcan
entre los hijos; (2) La hipótesis de compensación propone una relación inversa, cuando la
relación con los progenitores es conflictiva, la relación con los hermanos tiende a ser más
estrecha.
3. METODOLOGÍA
En España, para examinar el ajuste psicológico de los adolescentes en España destaca
especialmente el estudio HBSC (“Health Behavior in School-Aged Children”), dirigido
desde su edición de 2001/02 por la Doctora Carmen Moreno, miembro del departamento de
Psicología Evolutiva de la Educación de la Universidad de Sevilla. Este estudio engloba un
conjunto dilatado de temas relaciones con la salud: alimentación y dieta, actividad física,
violencia y accidentes, salud positiva y ajuste psicológico (Moreno et al., 2012), por lo que
podemos afirmar que HBSC-2010 es una de las mejores bases de datos disponibles en
España para analizar la influencia de la estructura familiar en el ajuste psicológico de los
adolescentes. La muestra de la edición 2010 está compuesta por 11.111 adolescentes con
edades comprendidas entre los 10 y los 19 años, repartidas de forma equitativa entre chicos
(5.475) y chicas (5.636).
Para examinar el ajuste psicológico de los adolescentes se va a utilizar una medida sobre la
satisfacción vital, a través de la pregunta: “¿En qué lugar de la escalera sientes que estas en
este momento?”. Esta variable tiene una escala 0-10 donde 0 representa la peor vida posible
y 10 la mejor, por lo que será tratada como una medida continua en los análisis posteriores.
Por su parte, las variables independientes se encuentran repartidas en cuatro grandes
grupos: (1) estructura familiar, (2) características socio-demográficas de los adolescentes,
(3) nivel socio-económico del hogar y (4) relaciones existentes dentro del hogar (donde se
diferencia entre las relaciones con los progenitores y con los hermanos)1. Cada uno de estos
grupos corresponde con los pasos seguidos en los análisis multivariados.
1
Observar las variables en la Tabla 1 situada en el anexo.
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En el presente trabajo se emplea una regresión lineal para predecir el valor de la medida
sobre satisfacción con la vida de los adolescentes teniendo en cuenta la influencia ejercida
por una serie de variables independientes o explicativas. Las variables explicativas hacen
referencias sobre todo a la estructura familiar, ya que pretendemos responder a las
siguientes preguntas: ¿cuál es la influencia de la estructura familiar en el ajuste psicológico
de los adolescentes residentes en España? y ¿dicha influencia se debe en parte o en su
totalidad a la asociación con otros factores, como las características socio-demográficas de
los sujetos, el nivel socio-económico o el ambiente familiar?
4. RESULTADOS
4.1 Análisis univariados
Según los datos de HBSC-2010, los adolescentes residentes en España tienen una
satisfacción media de 7,88, sin embargo esta medida de ajuste psicológico varía en función
de un conjunto de factores: tipo de hogar, características socio-demográficos de los
adolescentes, nivel socio-económico del hogar y características de las relaciones familiares.
En general, los adolescentes tienen una buena percepción sobre su vida cuando viven en
familias tradicionales, son varones, de 12-14 años, españoles, que viven con un hermano en
el hogar principal y son hijos biológicos. En cuanto a las características familiares, el ajuste
psicológico de los adolescentes es superior cuando los adolescentes viven en hogares con
un nivel socio-económico alto, con unos progenitores de nivel educativo alto, que residen
en barrios con poco riesgo de exclusión social, que tienen una buena comunicación
familiar, reciben un alto control y apoyo de las figuras parentales y que perciben como muy
satisfactorias las relaciones familiares (Tabla 1).
Para analizar la influencia de la familia se han utilizado tres clasificaciones diferentes
(Tabla 2): grandes tipos de familias, importancia de las transiciones familiares e influencia
del sexo del progenitor residente. En estudios anteriores ya se ha probado que el tipo de
familia determina la salud psicológica de sus miembros (Amato, 2005). En general, los
adolescentes que viven en familias no tradicionales valoran de forma más negativa su
satisfacción, en comparación con los adolescentes de familias biparentales-intactas. Dentro
de las familias no tradicionales destacan especialmente las desventajas de vivir en una
familia reconstruida, tal como hemos podido leer en otros artículos anteriores (Montoya y
Landero, 2008). Sin embargo, más que el tipo de familia resulta especialmente significativa
su composición e historia.
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En general, el ajuste psicológico es más positivo en los adolescentes de familias no
tradicionales encabezadas por la madre. Por ejemplo, la satisfacción vital pasa de 7,44 en
los adolescentes de familias monoparentales encabezadas por la madre a 6,64 cuando se
vive en ese tipo de familias pero encabezadas por el padre.
Tabla 2. Satisfacción vital de los adolescentes en función del tipo de familia donde viven.
N
%
8795
79,2
412
3,7
Homop arental
38
M onop arental
Satisfacción vital
S
ET ( )
7,99
1,749
0,019
6,99
2,231
0,110
0,3
7,70
1,730
0,281
1274
11,5
7,34
2,106
0,059
592
5,3
7,72
2,381
0,098
Familia (1)
Bip arental-intacta
Reconstruida
Otros tip os
Familia (2)
8795
79,2
7,99
1,749
0,019
Reconstruida con madre + p adrastro
360
3,2
7,07
2,258
0,119
Reconstruida con p adre + madrastra
52
0,5
6,49
1,984
0,275
M onop arental con madre
1112
10,0
7,44
2,023
0,061
M onop arental con p adre
162
1,5
6,65
2,520
0,198
38
0,3
7,70
1,730
0,281
592
5,3
7,72
2,381
0,098
8795
79,2
7,99
1,749
0,019
301
2,7
7,00
2,239
0,129
Reconstruida p or fallecimiento
50
0,5
6,69
1,770
0,250
Reconstruida p or otros motivos
61
0,5
7,18
2,521
0,323
M onop arental p or divorcio
836
7,5
7,35
2,038
0,070
M onop arental p or fallecimiento
178
1,6
7,33
1,834
0,137
M onop arental p or otros motivos
260
2,3
7,32
2,479
0,154
38
0,3
7,70
1,730
0,281
592
5,3
7,72
2,381
0,098
11111
100
7,86
1,870
0,018
Bip arental-intacta
Homop arental
Otros
Familia (3)
Bip arental-intacta
Reconstruida p or divorcio
Homp arental
Otros
TOTAL
Cuando analizamos la situación previa podemos destacar el efecto negativo de vivir el
fallecimiento de un progenitor. No obstante, en el caso de las familias monoparentales, la
satisfacción media de estos adolescentes es muy similar a la presentada por los que viven
en este tipo de familias por otros motivos2. Dentro de esta categoría están incluidos los
adolescentes que nacen en una familia monoparental, por lo que podemos deducir que la
ausencia de un progenitor es especialmente relevante a la hora de definir la satisfacción
vital de los hijos. Al fin y al cabo, en los casos de divorcio se tiene la posibilidad de
mantener un cierto contacto con el progenitor no residente. Sin embargo, estas
afirmaciones van a estar sujetas a una serie de características internas del hogar, por lo que
habrá que controlarlas para definir cuál es la influencia real del tipo de familia.
4.3 Análisis multivariados
4.3.1 Modelos de regresión lineal
2
Esta categoría incluye diversos casos: cuando los progenitores no viven en la misma vivienda porque uno de ellos
trabaje en otro lugar, porque el hijo no haya ha llegado a conocer a una de las figuras parentales o bien porque no se haya
contestado a esta cuestión.
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En este apartado vamos a analizar el efecto de la estructura familiar en el ajuste
psicológico de los adolescentes, controlando por una serie de variables referentes a las
características personales y familiares de los sujetos. A través de los resultados presentados
en la Tabla 3 vamos a analizar la evolución de los coeficientes asociados a cada tipo de
familia en los 5 pasos o modelos3. En general, los adolescentes de familias no tradicionales
poseen un peor ajuste psicológico, al presentar coeficientes de regresión con un signo
negativo. Aunque con una excepción, la ausencia de diferencias estadísticamente
significativas entre las familias biparentales-intactas y las familias homoparentales4.
Sin embargo, las desventajas de vivir en una familia reconstruida y/o monoparental van
descendiendo conforme se van controlando por las diferentes variables explicativas (sociodemográficas, socio-económicas, relaciones con los progenitores y relaciones con los
hermanos), por lo que podemos afirmar que las características tanto personales como de la
unidad familiar median en la influencia del tipo de familia sobre el ajuste psicológico de los
adolescentes.
La influencia de la familia es estudiada además diferenciando a las familias no
tradicionales por el sexo del progenitor residente y por su situación anterior (divorcio,
fallecimiento u otros motivos). En primer lugar, podemos destacar las ventajas de
permanecer residiendo con la madre tras una transición familiar, confirmando la Teoría de
la Evolución Psicológica de Case et al. (2001). De hecho, cuando vamos controlando por
las características internas de la unidad familiar (modelo 4) las diferencias entre las familias
monoparentales encabezadas por la madre y las familias tradicionales desaparecen.
3
Las variables controladas en cada modelo son:
MODELO 1: Tipo de familia
MODELO 2: Modelo 1 + Sexo, edad (continua), condición de inmigrante, número de hermanos y tipo de hijo.
MODELO 3: Modelo 2 + Capacidad adquisitiva familiar, estatus laboral materno, nivel educativo de los progenitores y
riesgo de exclusión social del contexto de residencia.
MODELO 4: Modelo 3 + Comunicación, supervisión y comprensión de los progenitores, así como la satisfacción con las
relaciones familiares.
MODELO 5: Modelo 4 + Facilidad para hablar con los hermanos.
4
Los resultados de las familias homoparentales hay que tomarlos con cierta cautela al poder verse influenciados por su
reducido tamaño muestral (N=38).
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Tabla 3. Comparación de la influencia de la familia en la satisfacción vital de los adolescentes en
España, según regresión lineal
Satisfacción con la vida [escala 0-10]
Familia reconstruida
Familia monoparental
Familia homoparental
Otros tipos de familias
Constante
R cuadrado ajustado
Reconstruida con madre + padrastro
Reconstruida con padre + madrastra
Monoparental con madre
Monoparental con padre
Homoparental
Otros tipos de familias
Constante
R cuadrado ajustado
Reconstruida por divorcio
Reconstruida por fallecimiento
Reconstruida por otros motivos
Monoparental por divorcio
Monoparental por fallecimiento
Monoparental por otros motivos
Homoparental
Otros tipos de familias
Constante
R cuadrado ajustado
(p<0,001***)
(p<0,01**)
Modelo 1
Modelo 2
Modelo 3
Modelo 4
Modelo 5
-1,00 ***
-0,85 ***
-0,78 ***
-0,36 ***
-0,36 ***
-0,65 ***
-0,57 ***
-0,47 ***
-0,13 *
-0,13 **
-0,29
-0,21
-0,01
0,11
0,11
-0,27 **
-0,31 ***
-0,22 **
0,05
0,05
11,24 ***
10,08 ***
5,21 ***
5,23 ***
0,091
0,124
7,99 ***
0,021
0,331
0,332
-0,93 ***
-0,79 ***
-0,73 ***
-0,31 ***
-0,32 ***
-1,50 ***
-1,27 ***
-1,15 ***
-0,69 **
-0,70 **
-0,55 ***
-0,47 ***
-0,40 ***
-0,07
-0,07
-1,34 ***
-1,21 ***
-1,02 ***
-0,58 ***
-0,59 ***
-0,29
-0,21
-0,01
0,11
0,11
-0,27 **
-0,31 ***
-0,23 **
0,04
0,04
11,23 ***
10,08 ***
5,22 ***
5,23 ***
0,093
0,126
7,99 ***
0,023
0,332
0,332
-0,99 ***
-0,85 ***
-0,79 ***
-0,31 **
-0,31 ***
-1,30 ***
-1,04 ***
-0,89 ***
-0,64 **
-0,65 **
-0,81 **
-0,72 **
-0,63 **
-0,35
-0,36 **
-0,64 ***
-0,56 ***
-0,48 ***
-0,11
-0,11
-0,66 ***
-0,43 **
-0,26
-0,13
-0,14
-0,67 ***
-0,67 ***
-0,59 ***
-0,18
-0,19
-0,29
-0,21
-0,01
0,11
0,11
-0,27 **
-0,31 ***
-0,22 **
0,05
0,04
11,25 ***
10,09 ***
5,22 ***
5,23 ***
0,091
0,124
7,99 ***
0,020
0,331
0,331
(p<0,05*)
En segundo lugar, analizamos la influencia de un divorcio o fallecimiento previo a las
familias no tradicionales, así como de la categoría denominada otros motivos para el ajuste
psicológico de los adolescentes en España. La satisfacción vital es mucho menor en los
individuos pertenecientes a familias reconstruidas por fallecimiento y en las familias
monoparentales por otros motivos. Como hemos ido observando en los otros dos tipos de
familias, cuando consideramos también la influencia de las características tanto personales
como del hogar (modelo 5), las diferencias entre unos tipos de familias y otros se reducen o
incluso llegan a desaparecer. En este último modelo, al medir la satisfacción vital destacan
las desventajas de las familias reconstruidas por fallecimiento y la ausencia de diferencias
estadísticamente significativas con respecto a los tres tipos de familias monoparentales
considerados.
La gran importancia explicativa de las características del contexto familiar demanda que
este tipo de variables tengan un examen más detallado. Por ese motivo, en el siguiente
apartado analizaremos cómo cambia la influencia de la estructura familiar cuando
consideramos unas buenas o malas relaciones familiares.
4.3.2 Relaciones intrafamiliares
Si consideramos a la familia como un conjunto organizado e interdependiente de personas
en constante interacción (Rodrigo y Palacios, 1998) debemos estudiar cómo son las
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relaciones intrafamiliares. Para ello, eximamos si el efecto explicativo del contexto familiar
cambia cuando diferenciamos a los adolescentes que tienen una fácil o difícil comunicación
familiar. En la Tabla 4 se han incluido los coeficientes de regresión del tipo de familia
general, de la supervisión y comprensión parental, así como de la facilidad para hablar con
los hermanos para cada uno de los modelos de regresión (completo, fácil y difícil
comunicación con las figuras parentales).
Tabla 4 Importancia de las relaciones intrafamiliares en el ajuste psicológico de los adolescentes en
España
Estadísticos
Fácil
comunicación
parental
Modelos de regresión lineal
Difícil
comunicación
parental
N
%
N
%
M odelo
completo
Fácil
Difícil
comunicación comunicación
parental
parental
TIPO DE FAMILIA (1)
(Biparental intacta)
(1,00)
(1,00)
(1,00)
-0,66 ***
-0,59 ***
-0,70 ***
-0,34 ***
-0,36 ***
-0,32 ***
5565
86,2
3058
70,3
Reconstruida
136
2,1
254
5,8
Monoparental
434
6,7
766
17,6
Homoparental
14
0,2
23
0,5
306
4,7
247
5,7
-0,18 *
Supervisión paternal - Alta
2741
42,5
546
12,6
(Supervisión parental - Media)
1596
24,7
1169
26,9
Supervisión paternal - Baja
2015
31,2
1909
43,9
Apoyo paternal - Alto
2327
36,0
312
7,2
(Apoyo parental - Medio)
1605
24,9
1025
Apoyo paternal - Bajo
2460
38,1
Es fácil hablar con los hermanos
3249
50,3
(Es difícil hablar con los hermanos)
3206
49,7
Otros tipos de familias
0,09
0,17
0,34
-0,01
-0,41 **
0,09 *
(1,00)
0,13 **
(1,00)
0,31 **
(1,00)
-0,10 **
-0,22 ***
-0,34 ***
RELACIONES FAMILIARES
(p<0,001***)
(p<0,01**)
0,22 ***
0,39 ***
0,34 **
23,6
(1,00)
(1,00)
(1,00)
2463
56,6
-0,10 **
-0,28 ***
-0,45 ***
1678
38,6
2670
61,4
0,11 **
(1,00)
0,21 **
(1,00)
0,15 ***
(1,00)
(p<0,05*)
A través de los resultados presentados en dicha tabla podemos confirmar la hipótesis de
compensación (Noller, 2005). Cuando las relaciones con los progenitores son buenas, la
importancia de las relaciones con los hermanos se reduce, aunque sigue siendo positiva
para la auto-percepción sobre la vida de los adolescentes. Así, la satisfacción con la vida de
los encuestados aumenta en 0,15 puntos cuando tienen una fácil comunicación con los
hermanos y se considera el total de la muestra, mientras que ese aumento es de 0,21 puntos
cuando se seleccionan a los adolescentes que tienen buenas relaciones con los progenitores.
Cuando diferenciamos a los adolescentes que tienen buenas y malas relaciones con sus
progenitores también nos interesa examinar cómo cambia el efecto tanto del tipo de familia
como de la supervisión y comprensión parental. En general, cuando existe una difícil
comunicación con los progenitores, la satisfacción vital de los adolescentes de familias
reconstruidas es aún más baja, con respecto al modelo completo. En el modelo con la
muestra total, los adolescentes de familias reconstruidas tienen una satisfacción vital de
CAMBIO DEMOGRÁFICO Y SOCIO TERRITORIAL EN UN CONTEXTO DE CRISIS
717
XIV CONGRESO NACIONAL DE POBLACIÓN, AGE
Sevilla 2014
0,66 puntos menos, en comparación con los adolescentes de familias tradicionales. En
cambio, cuando se consideran solo a los adolescentes con una difícil comunicación con los
progenitores, su satisfacción vital desciende 0,70 puntos cuando pertenecen a familias
reconstruidas, en comparación a los adolescentes de familias biparentales-intactas. Estos
resultados nos permiten afirmar que las relaciones familiares suelen ser más conflictivas en
las familias reconstruidas (tal y como nos argumentan otros autores como Arranz et al.,
2010) y por lo tanto, perjudican más al ajuste psicológico de los hijos adolescentes.
La comunicación que se mantiene con los progenitores también modifica las características
del apoyo y supervisión proporcionado por las figuras parentales. En general, cuando la
comunicación familiar es difícil se potencia el efecto de la supervisión y comprensión
parental. Por lo que podemos concluir que las relaciones con los progenitores van a tener
una influencia muy grande no solo en el ajuste psicológico de los hijos adolescentes, sino
también en otras dimensiones de su bienestar al determinar de forma directa los estilos de
crianza existentes en el hogar.
5. CONCLUSIONES
A lo largo de este artículo se ha estudiado la influencia de la estructura familiar en el ajuste
psicológico de los adolescentes, haciendo especial hincapié en varios aspectos de su
tipología: transiciones familiares y composición del hogar. Sin embargo, la adolescencia es
una etapa de múltiples transformaciones donde el individuo necesita del apoyo familiar
para afrontar su redefinición del “yo” dentro de una sociedad. Por ese motivo, hemos
considerado pertinente examinar el efecto de las relaciones que se establecen dentro del
sistema familiar.
A través de los análisis realizados podemos confirmar las hipótesis inicialmente
planteadas, así como contestar a las dos preguntas formuladas. La satisfacción vital autopercibida es mayor en los adolescentes de familias tradicionales (hipótesis 1). Ahora bien,
dentro de las familias no tradicionales destacan negativamente las producidas por el
fallecimiento de un progenitor (hipótesis 2) y las encabezadas por el padre (hipótesis 3).
Sin embargo, no siempre vivir en una familia no tradicional (reconstruida, monoparental y
homoparental) resulta negativo para el desarrollo y bienestar de los hijos adolescentes. Al
realizar los diferentes modelos de regresión lineal, donde se han controlado por un
conjunto de variables explicativas, se observa un descenso en las diferencias presentadas
entre los adolescentes de familias tradicionales y no tradicionales. Este resultado nos
CAMBIO DEMOGRÁFICO Y SOCIO TERRITORIAL EN UN CONTEXTO DE CRISIS
718
XIV CONGRESO NACIONAL DE POBLACIÓN, AGE
Sevilla 2014
permite confirmar el efecto mediador de las variables controladas, destacando
especialmente la influencia de las relaciones paterno-filiales (hipótesis 4) y de la
comunicación establecida con los hermanos (hipótesis 5). A partir de la naturaleza de estas
relaciones se ha podido confirmar la hipótesis de compensación planteada por Noller
(2005): cuando las relaciones con los progenitores (o entre ellos) son conflictivas, las
buenas relaciones con los hermanos pueden reducir los efectos negativos para el ajuste
psicológico de los individuos pertenecientes al sistema familiar.
En definitiva, se establece una relación fuerte entre el tipo de familia de los adolescentes y
su satisfacción vital, del mismo modo que se prueba que parte de esa relación está
explicada por las características internas de la unidad familiar. Sin embargo, para la
realización de este artículo nos hemos encontrado con algunas importantes limitaciones,
sobre todo relacionadas con el tipo de fuente de datos empleada. A pesar de que el estudio
HBSC-2010 sea muy rico en variables referidas a la percepción del individuo, a través de
las cuales podemos evaluar su bienestar psicológico, no contamos con información
longitudinal. Por ejemplo, una base de datos de este tipo nos permitiría establecer el efecto
real de una transición familiar como el divorcio o el fallecimiento de un progenitor.
Además, con esta información podríamos ver cómo evolucionan las relaciones diadas
dentro del sistema familiar cuando se producen cambios internos en su estructura. Al fin y
al cabo, las transformaciones producidas en la unidad familiar exigen a sus miembros un
proceso de adaptación, que les permita establecer de nuevo un equilibrio interno dentro del
sistema.
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721
XIV CONGRESO NACIONAL DE POBLACIÓN, AGE
Sevilla 2014
Tabla 1. Satisfacción vital de los adolescentes en función de las características socio-demográficas y
familiares de los adolescentes
N
%
Chico
5475
49,3
Chica
5636
50,7
12-14 años
3095
15-16 años
3236
17 o más años
Satis facción vital
S
ET ( )
7,92
1,860
0,025
7,81
1,878
0,025
27,9
8,59
1,718
0,031
29,1
7,49
1,845
0,032
1446
13,0
7,29
1,817
0,048
Esp añoles
9285
83,6
7,91
1,817
0,019
Inmigrante de 1ª generación
1089
9,8
7,51
2,125
0,064
Inmigrante de 2ª generación
652
5,9
7,78
2,048
0,080
85
0,8
7,61
2,227
0,242
0 hermanos
1751
15,8
7,73
1,910
0,046
1 hermano
6346
57,1
7,95
1,781
0,022
2 hermanos
1927
17,3
7,83
1,852
0,042
3 o más hermanos
979
8,8
7,56
2,272
0,073
N/C
108
1,0
8,10
2,219
0,214
Biológico
10946
98,5
7,86
1,865
0,018
Adop tivo
165
1,5
7,82
2,201
0,171
Alta
4693
42,2
8,09
1,750
0,026
M edia
5315
47,8
7,79
1,884
0,026
Baja
959
8,6
7,19
2,144
0,069
N/C
144
1,3
7,70
1,906
0,159
Alto
1648
14,8
7,95
1,654
0,041
M edio
1311
11,8
7,96
1,778
0,049
Bajo
4794
43,1
7,85
1,923
0,028
Inactivas
2240
20,2
7,96
1,770
0,037
Buscando emp leo
697
6,3
7,60
2,011
0,076
N/C
421
3,8
7,29
2,418
0,118
Secundaria o menos
5457
49,1
7,58
1,904
0,026
Terciario
3240
29,2
7,73
1,714
0,030
N/C
2414
21,7
8,68
1,762
0,036
Riesgo bajo
3315
29,8
8,35
1,565
0,027
Riesgo medio
4382
39,4
7,84
1,790
0,027
Riesgo alto
2064
18,6
7,33
2,187
0,048
N/C
1350
12,2
7,56
1,992
0,054
Fácil
6455
58,1
8,31
1,606
0,020
Díficil
3684
33,2
7,23
1,977
0,033
972
8,7
7,31
2,223
0,071
Alta
3334
30,0
8,50
1,567
0,027
M edia
2821
25,4
7,90
1,757
0,033
Baja
4057
36,5
7,44
1,926
0,030
No tiene o no ve a al menos un p rogenitor
568
5,1
7,07
2,246
0,094
N/C
331
3,0
7,62
2,210
0,121
Alto
2697
24,3
8,76
1,504
0,029
M edio
2689
24,2
8,01
1,686
0,033
Bajo
5043
45,4
7,40
1,896
0,027
N/C
682
6,1
7,14
2,221
0,085
Sexo
Edad
Condición de inmigrante
N/C
Número de hermanos
Tipo de hijo
Capacidad Adquisitiva Familiar
Status laboral materno
Nivel educativo de los progenitores
Riesgo de exclusión en contexto social
Facilidad para hablar con los progenitores
N/C
Supervisión parental
Apoyo de los progenitores
Satisfacción con las relaciones familiares
349
3,1
4,77
2,791
0,149
M edia
2252
20,3
6,66
1,809
0,038
Alta
8409
75,7
8,31
1,543
0,017
N/C
101
0,9
7,74
2,353
0,234
Fácil
5026
45,2
8,04
1,804
0,025
Difícil
1651
14,9
7,33
2,084
0,051
No tiene o no ve a esa p ersona
2952
26,6
7,77
1,827
0,034
N/C
1482
13,3
8,05
1,801
0,047
11111
100
7,86
1,870
0,018
Baja
Relación con ambos hermanos
TOTAL
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