Número de registro: 17075 Novena Época Instancia: Segunda Sala

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 5/2002-SS.
Número de registro: 17075
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: Tomo XV, Mayo de 2002
Página: 345
CONTRADICCIÓN DE TESIS 5/2002-SS. ENTRE LAS SUSTENTADAS POR EL
DÉCIMO TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL
PRIMER CIRCUITO Y EL SÉPTIMO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA
ADMINISTRATIVA DEL PRIMER CIRCUITO.
MINISTRO PONENTE: MARIANO AZUELA GÜITRÓN.
SECRETARIA: OLIVA ESCUDERO CONTRERAS.
CONSIDERANDO:
TERCERO. Las consideraciones sustentadas por el Décimo Tercer Tribunal Colegiado en
Materia Administrativa del Primer Circuito en la ejecutoria de siete de marzo de dos mil uno,
dictada en el amparo directo DA. 313/2001-16, en el cual se señaló como acto reclamado la
sentencia de dieciocho de agosto de dos mil, dictada por la Primera Sala Regional
Metropolitana del entonces Tribunal Fiscal de la Federación, hoy Tribunal Federal de Justicia
Fiscal y Administrativa, en el expediente 4487/00-11-01-8, en la parte que interesa, señalan
lo siguiente:
"QUINTO. ... En el segundo concepto de violación, en la parte que el quejoso identifica con
la letra B), se alega, esencialmente, que la Sala interpretó indebidamente la ley al reconocer
la validez de la resolución impugnada, no obstante que la identificación del visitador no se
dio plenamente al inicio de la diligencia. Efectivamente, en las instancias agotadas por el
quejoso se realizaron diversas manifestaciones en las que señaló su inconformidad en
relación con la identificación del visitador. En primer lugar, al interponer el recurso ante la
autoridad que impuso la sanción, alegó: ‘... que no se cumplió con el requisito de la debida
circunstanciación, toda vez que en el acta mencionada se aprecia que el verificador no se
identificó plenamente, pues tan sólo hizo manifestaciones generales en relación con que
pertenecía a la Procuraduría Federal del Consumidor y que se identificaba con credencial de
ese H. Organismo, sin que se asentaran en la misma datos que efectivamente permitieran al
visitado acreditar a satisfacción que la persona que efectuó la diligencia, tuviera las
facultades para hacerlo.’. Al resolver el recurso, la autoridad manifestó en el tercero de sus
resultandos que: ‘Del estudio del acta de visita de verificación llevada a cabo en el domicilio
de su representada, se observa que todo lo acontecido durante la diligencia del día 9 de junio
de 1999, fue expresado por el verificador, quien hace una relación cronológica de los hechos
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y circunstancias que se dieron, quedando debidamente asentado que el visitador asignado se
identificó plenamente ante el visitado, mostrando para tal efecto credencial expedida a su
favor por autoridad competente de la Procuraduría Federal del Consumidor y, para demostrar
la legalidad del acto, solicitó la designación de dos testigos de asistencia ...’. Ahora bien, en
su segundo concepto de impugnación de la demanda de nulidad, el hoy quejoso manifestó
que el visitador: ‘... en ningún momento señaló los pormenores del documento con el que
supuestamente se identificó, por lo que se viola en perjuicio de mi representada la garantía de
seguridad jurídica ...’. La Primera Sala Regional Metropolitana del Tribunal Fiscal de la
Federación estimó infundado este concepto de impugnación manifestando en sus
considerandos que en el acta de verificación quedó asentado que el visitador se identificó
plenamente ante el visitado, en términos del artículo 95 de la Ley Federal sobre Metrología y
Normalización. Para llegar a esta conclusión, la Sala tomó en cuenta los datos de
identificación que el funcionario de la Procuraduría Federal del Consumidor anotó al final del
acta de la visita, en un rubro de observaciones. El concepto de violación en estudio resulta
esencialmente fundado, porque la circunstancia de la identificación de los visitadores debe
juzgarse (sic) al momento del inicio de la visita, pues es la identificación la que permite el
acceso al domicilio. En efecto, puede considerarse acorde a la legalidad (sic) el análisis que
hace la Sala, relativo a que en un rubro de observaciones al final del acta de inicio e incluso
después de las manifestaciones finales del visitado se describan los datos de la credencial,
pues en este momento los visitadores ya se encuentran dentro del domicilio de manera
ilegítima y contraria al espíritu del artículo 16 constitucional, que nutre (sic) todas las visitas
realizadas por la autoridad administrativa. En efecto, resulta conveniente recordar que la
realización de una visita domiciliaria es un acto de molestia en el que el particular tiene que
soportar la injerencia de extraños en su domicilio, documentos y posesiones, estando de por
medio las garantías de inviolabilidad del domicilio y seguridad jurídica. En estas condiciones,
resulta indispensable que los actos de autoridad que pongan en riesgo estas garantías, como
es el caso de las visitas domiciliarias, cumplan con todas las exigencias formuladas
imperativamente por la Constitución para la práctica de los cateos, a fin de otorgar la máxima
protección al gobernado, razón por la cual todos los preceptos legales que regulen visitas
administrativas deben interpretarse a la luz del artículo 16 constitucional. Así, la primera
formalidad que se exige en la práctica de una visita es la existencia de una orden escrita que
debe entregarse a la persona con la que se entienda la diligencia e inmediatamente, sin
intervalo alguno, debe llevarse a cabo la plena identificación de los visitadores. En efecto, en
la dinámica de la visita domiciliaria, la entrega de la orden y la plena identificación de los
visitadores deben ser dos hechos inmediatamente sucesivos y mutuamente complementarios,
pues constituyen una unidad de actuación ininterrumpida. Bajo este tenor, una visita que no
obedece estrictamente estas formalidades deviene en un acto transgresor de garantías, en
virtud de que estaría violando la ley cuya interpretación debe ser conforme al artículo 16
constitucional, pues no se cumple la finalidad que persiguen estos requisitos que no es otra
sino evitar una afectación arbitraria en la esfera jurídica del particular, respetando no sólo la
garantía de inviolabilidad del domicilio, sino también la de seguridad jurídica que el
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gobernado siempre debe tener frente a la actuación de los órganos del Estado. En estas
condiciones, una visita viciada desde su inicio no es convalidable con ningún acto posterior
porque el quebranto de la esfera jurídica del individuo es instantáneo, surge y se consuma en
el momento mismo en que la autoridad se introduce en su domicilio sin identificarse
plenamente, por lo que, en consecuencia, el acto derivado de ella carece de eficacia para
generar consecuencias jurídicas en contra de un particular. Sirve de apoyo a lo anterior la
tesis jurisprudencial 2a./J. 76/2000, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, Novena Época, Tomo XII, septiembre de 2000, página 141, que es del tenor literal
siguiente: ‘VISITAS DOMICILIARIAS. NO ES NECESARIO QUE LA IDENTIFICACIÓN
DE LOS VISITADORES QUE CONSTE EN EL ACTA INICIAL, SE REITERE EN LAS
POSTERIORES. De acuerdo con la regla general establecida en la fracción III del artículo 44
del Código Fiscal de la Federación, la identificación de los funcionarios que intervengan en la
práctica de una visita domiciliaria ordenada por la autoridad fiscal en ejercicio de sus
facultades de comprobación debe realizarse, precisamente, al inicio de la visita y ante la
persona con quien se entienda la diligencia, describiéndose con claridad, en el acta
respectiva, el documento mediante el cual se identifiquen y, en su caso, debe asentarse la
fecha de las credenciales, y el nombre y cargo de quien las expide, para precisar su vigencia y
tener la seguridad de que esas personas efectivamente prestan sus servicios para la autoridad
emisora de la orden de visita, así como indicar no sólo el órgano, sino su titular o bien,
agregar copia fotostática certificada del documento que contenga esos datos, sin que resulte
necesario que tal identificación se haga constar en cada una de las actas parciales que con
posterioridad se elaboren, excepción hecha de los casos a que se refieren la fracción IV del
propio numeral y la fracción II del artículo 43 del citado código, pues en estas hipótesis, la
identificación de la autoridad sustituida y de los visitadores que se aumenten o sustituyan
para la práctica de la visita debe realizarse precisamente al inicio de su intervención,
haciendo constar esa circunstancia en el acta parcial que al efecto se elabore, sin que ello sea
necesario cuando no se dé el referido aumento o sustitución, en cuyo caso debe entenderse
que continuaron actuando los mismos funcionarios que iniciaron la visita y que ya se habían
identificado frente al visitado y, por lo mismo, no sólo eran de su conocimiento sino que
sabía el carácter con el que se habían ostentado y la prueba del mismo con la identificación
respectiva.’. Esta interpretación es rigorista, sin embargo, es acorde con el contenido del
artículo 95 de la Ley Federal sobre Metrología y Normalización y, esencialmente, con el del
artículo 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que protege como
una de las garantías esenciales la de la inviolabilidad del domicilio, colmándola de una serie
de requisitos que deben ser interpretados de manera estricta; de tal suerte que la
identificación del funcionario debe llevarse a cabo al inicio de la visita y de manera plena. En
efecto, en el acta de visita de verificación que obra a foja 38 del expediente principal, se
asienta que al inicio de la diligencia el verificador de la Procuraduría Federal del Consumidor
se identificó con ‘credencial vigente de esta procuraduría’ sin aportar mayores datos,
procediendo posteriormente a exhibir y entregar el oficio que ordenó la práctica de la visita.
Ahora bien, el hecho de que el funcionario encargado de practicar la diligencia se identifique
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plenamente desde el inicio, tiene por objeto que el interesado pueda cerciorarse de que esa
persona es en verdad un agente de autoridad y no un individuo privado; con ello se pretende
evitar que los particulares usurpen funciones públicas o cometan algún delito; en este sentido
la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sostenido el criterio jurisprudencial 2a./J. 6/90,
publicado en el Semanario Judicial de la Federación, Octava Época, Tomo VI, Primera Parte,
julio a diciembre de 1990, Segunda Sala, página 135, en el que se pormenorizan los
requisitos de identificación de una visita fiscal, que resulta aplicable al caso por analogía:
‘VISITAS DOMICILIARIAS. REQUISITOS, PARA LA IDENTIFICACIÓN DE LOS
INSPECTORES QUE LAS PRACTICAN. Para satisfacer con plenitud el requisito legal de
identificación en las visitas domiciliarias, es necesario que en las actas de auditoría se
asienten todos los datos necesarios que permitan una plena seguridad de que el visitado se
encuentra ante personas que efectivamente representan a la Secretaría de Hacienda y Crédito
Público y que, por tal motivo, pueden introducirse a su domicilio, por lo que es menester se
asiente la fecha de las credenciales y el nombre de quien las expide para precisar su vigencia
y tener la seguridad de que esas personas efectivamente prestan sus servicios en la secretaría,
además de todos los datos relativos a la personalidad de los visitadores y su representación,
tomando también en cuenta que mediante la identificación mencionada, se deben dar a
conocer al visitado cuestiones relacionadas con esa personalidad, para protegerlo en sus
garantías individuales, ya que de esas prácticas de inspección o visita, pueden derivar
posibles afectaciones a sus intereses jurídicos.’. Tomando en cuenta lo anterior, debe
advertirse que, en el caso que nos ocupa, los datos relativos a la identificación del funcionario
se anotaron una vez concluida la visita y realizadas las manifestaciones por parte del visitado,
en el rubro correspondiente a observaciones, lo que indudablemente se traduce en una
violación de la autoridad, puesto que el visitador detalla sus datos después de que llevó a
cabo la inspección e irrumpió en el domicilio del quejoso. La circunstancia de que los datos
se contengan en el acta inicial, no puede convalidar la violación que sucedió al inicio de la
visita pues, se insiste, la plena identificación del funcionario debe realizarse precisamente al
inicio de la diligencia; lo anterior encuentra sustento, por analogía, en el criterio
jurisprudencial 2a./J. 76/2000, que nuevamente se invoca, publicado en el Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XII, septiembre de 2000, página 141,
que es del tenor literal siguiente (quedó transcrita con antelación). En efecto, la violación
consumada al domicilio del visitado realizada por una persona que no se identificó
cumpliendo con todas las formalidades contempladas para el caso, no puede convalidarse al
intentar asentar, al final del acta, lo que por un requisito legal y constitucional debió haber
sucedido al inicio. Esto es así, porque la violación al domicilio ya se consumó, la visita ya
inició e incluso su objeto, como en el caso, ya se agotó, pues la misma se llevó a cabo en su
totalidad y esto no puede convalidarse asentando los datos de la credencial al final de la
diligencia, pues el funcionario se encuentra ya ilegítimamente dentro del domicilio del
visitado, e ingresó sin cumplir las formalidades esenciales que requiere un acto de molestia
de esta naturaleza. El respeto al domicilio de los gobernados, en tratándose de las visitas de
autoridad, es una garantía que no puede ser interpretada en el sentido de facilitar o excusar las
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deficiencias en la labor de la autoridad, cuando precisamente lo que se pretende proteger es
una garantía del más alto valor. En estas condiciones, el concepto de violación en estudio
resulta esencialmente fundado y suficiente para conceder la protección de la Justicia Federal
a Tiendas Aurrerá, S.A. de C.V., para el efecto de que la Sala responsable deje insubsistente
la sentencia combatida y dicte otra apegada a los lineamientos de la presente ejecutoria. Por
lo expuesto y fundado, y con apoyo, además, en lo dispuesto por los artículos 76 a 79 y 190
de la Ley de Amparo, se resuelve: ÚNICO. La Justicia de la Unión ampara y protege a
Tiendas Aurrerá, S.A. de C.V., por las razones y para los efectos precisados en el último
considerando de esta sentencia. Notifíquese; con testimonio de esta resolución, devuélvanse
los autos a la Sala de su origen y, en su oportunidad, archívese este asunto. Así lo resolvió el
Décimo Tercer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito, por
unanimidad de votos de los señores Magistrados Luz Cueto Martínez, Jaime C. Ramos
Carreón y presidente y ponente Rosalba Becerril Velázquez."
Esta resolución dio origen a las tesis aisladas I.13o.A.16 A y I.13o.A.17 A, publicadas en la
página 1250 del Tomo XIII, mayo de dos mil uno, de la Novena Época del Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta que, respectivamente, dicen:
"VISITAS DOMICILIARIAS. LA IDENTIFICACIÓN DE LOS INSPECTORES QUE LAS
PRACTICAN DEBE REALIZARSE DE MANERA PLENA AL INICIO DE LA
DILIGENCIA. La identificación del funcionario encargado de practicar una visita
domiciliaria debe llevarse a cabo al inicio de la visita y de manera plena, de lo contrario la
diligencia debe estimarse viciada desde su inicio, sin que pueda ser convalidada con ningún
acto posterior porque el quebranto de la esfera jurídica del individuo es instantáneo, surge y
se consuma en el momento mismo en que la autoridad se introduce en su domicilio sin
identificarse plenamente, de tal forma que incumple las formalidades esenciales que requiere
un acto de molestia de esta naturaleza y, por tanto, carece de eficacia para generar
consecuencias jurídicas en contra de un particular."
"VISITAS DOMICILIARIAS. LAS DISPOSICIONES LEGALES QUE LAS REGULAN
DEBEN INTERPRETARSE CONFORME AL ARTÍCULO 16 CONSTITUCIONAL. El
hecho de que las visitas domiciliarias constituyan un acto de molestia en el que la autoridad
pone en riesgo las garantías de inviolabilidad domiciliaria y seguridad jurídica, hace
indispensable que en su práctica se cumpla con todas las exigencias formuladas
imperativamente por la Constitución para la realización de los cateos, a fin de otorgar la
máxima protección al gobernado frente al Estado; por esta razón, todos los preceptos legales
que regulan estas diligencias deben interpretarse conforme al artículo 16 constitucional."
CUARTO. El Séptimo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito, el
veintidós de febrero de dos mil uno, resolvió el amparo directo DA. 247/2001, promovido en
contra de la sentencia pronunciada el dieciocho de septiembre de dos mil, por la Séptima Sala
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Regional Metropolitana del entonces Tribunal Fiscal de la Federación, hoy Tribunal Federal
de Justicia Fiscal y Administrativa, en el juicio de nulidad 5254/00-11-07-9 y, en lo que
interesa, determinó:
"SEXTO. ... En su segundo concepto de violación la quejosa señala que la Sala responsable
viola en su perjuicio lo dispuesto por los artículos 237 y 238 del Código Fiscal de la
Federación, toda vez que no es cierto que en la resolución dictada el seis de enero de dos mil
por el subprocurador jurídico de la Procuraduría Federal del Consumidor, por la que se
resuelve el recurso administrativo interpuesto en contra de la diversa de fecha ocho de mayo
de mil novecientos noventa y nueve, que le impone una multa por la cantidad de trece mil
setecientos ochenta pesos, se haya expresado razonamiento alguno respecto a su agravio en el
que muestra la falta de circunstanciación del acta de visita debido a que en ésta únicamente se
hizo constar que ‘el inspector actuante al iniciar la visita se identificó con credencial vigente
expedida por esta institución’. Sin embargo, en la misma no obran datos que permitan
identificar adecuadamente a dicho funcionario, tales como la fecha de expedición de su
credencial, la autoridad que la expidió y los demás datos relativos a su personalidad que
acreditan que dicho funcionario es efectivamente un inspector de la institución referida.
Manifiesta que el requisito contenido en el artículo 95 de la Ley Federal sobre Metrología y
Normalización, al cual remite el artículo 96 de la Ley Federal de Protección al Consumidor,
consistente en que las visitas de verificación únicamente se llevarán a cabo por personal
autorizado previa identificación vigente, debe interpretarse a la luz de la jurisprudencia
intitulada: ‘VISITAS DOMICILIARIAS. REQUISITOS, PARA LA IDENTIFICACIÓN DE
LOS INSPECTORES QUE LAS PRACTICAN.’. Lo anterior obedece a que si bien dicha
jurisprudencia interpreta una disposición del Código Fiscal de la Federación, no existe razón
por la cual no deba ser aplicada por analogía a las visitas de verificación efectuadas por otras
autoridades también administrativas, toda vez que el artículo 16 constitucional, que
salvaguarda los intereses de los gobernados sujetos a dichas visitas de verificación, no
distingue entre unas y otras. Es infundado el argumento anterior. En la resolución por la que
resuelve el recurso de revisión se concluye que el acta de visita se encontraba debidamente
circunstanciada, por lo que respecta a la identificación del visitador, ya que de la misma se
desprende que el inspector se identificó al inicio de la visita con una credencial vigente
expedida por la Procuraduría Federal del Consumidor. Dicha circunstancia era la única a la
que tenía que referirse la autoridad administrativa revisora para concluir lo anterior pues,
como correctamente apuntó la Sala, el inspector de la Procuraduría Federal de Protección al
Consumidor se identificó de conformidad con los requisitos exigidos por el artículo 95 de la
Ley Federal sobre Metrología y Normalización, disposición que regula las visitas de
verificación realizadas por la Procuraduría Federal del Consumidor de acuerdo con lo
dispuesto por el artículo 96 de la Ley Federal de Protección al Consumidor, el cual establece
lo siguiente: ‘Artículo 95. Las visitas de verificación que lleven a cabo la secretaría y las
dependencias competentes, se practicarán en días y horas hábiles y únicamente por personal
autorizado, previa identificación vigente y exhibición del oficio de comisión respectivo. La
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autoridad podrá autorizar se practiquen también en días y horas inhábiles a fin de evitar la
comisión de infracciones, en cuyo caso el oficio de comisión expresará tal autorización.’. Lo
anterior es así, ya que no son aplicables los requerimientos relativos a la manera de
identificarse contenidos en la jurisprudencia citada por la quejosa, toda vez que la misma
trata sobre visitas de verificación en materia fiscal. Por consiguiente, pretender aplicar tales
requisitos implicaría asimilar las visitas de verificación realizadas por la Procuraduría Federal
de Protección al Consumidor a las efectuadas por las autoridades tributarias, a pesar de
tratarse de actos que revisten propósitos diversos y, consecuentemente, requieren de
exigencias particulares."
Esta resolución dio origen a la tesis aislada I.7o.A.132 A, publicada en la página 773 del
Tomo XIII, junio de dos mil uno, de la Novena Época del Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, que dice:
"VISITAS DE VERIFICACIÓN PRACTICADAS POR LA PROCURADURÍA FEDERAL
DEL CONSUMIDOR. REQUISITOS PARA LA IDENTIFICACIÓN DE LOS
INSPECTORES QUE LAS REALIZAN. El artículo 95 de la Ley Federal sobre Metrología y
Normalización que regula la manera en que deben practicarse las visitas de verificación
realizadas por la Procuraduría Federal del Consumidor, por disposición expresa del artículo
96 de la ley de ese organismo, establece que deberán practicarse ‘previa identificación
vigente y exhibición del oficio de comisión respectivo’. Por consiguiente, basta con que se
acredite el cumplimiento de dichos requisitos para considerar que el visitador se identificó
adecuadamente, sin que sean aplicables por analogía requisitos adicionales relativos a la
manera de identificarse exigidos en las visitas de verificación en materia fiscal, pues se trata
de actos que revisten propósitos diversos y que cuentan con exigencias particulares."
QUINTO. El objeto de la presente denuncia consiste en determinar si al resolver los amparos
directos números DA. 247/2001 y DA. 313/2001-16, los Tribunales Colegiados en Materia
Administrativa del Primer Circuito, Séptimo y Décimo Tercero, sostuvieron criterios
contrarios respecto de una cuestión jurídica esencialmente igual.
Para estar en posibilidad de decidir lo anterior, es necesario considerar la jurisprudencia
sustentada por el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la sesión de
veintinueve de marzo de dos mil uno, cuyos datos de identificación, texto y rubro son los
siguientes:
"Novena Época
"Instancia: Pleno
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
"Tomo: XIII, abril de 2001
"Tesis: P./J. 26/2001
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"Página: 76
"CONTRADICCIÓN DE TESIS DE TRIBUNALES COLEGIADOS DE CIRCUITO.
REQUISITOS PARA SU EXISTENCIA. De conformidad con lo que establecen los artículos
107, fracción XIII, primer párrafo, de la Constitución Federal y 197-A de la Ley de Amparo,
cuando los Tribunales Colegiados de Circuito sustenten tesis contradictorias en los juicios de
amparo de su competencia, el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación o la Sala
que corresponda deben decidir cuál tesis ha de prevalecer. Ahora bien, se entiende que
existen tesis contradictorias cuando concurren los siguientes supuestos: a) que al resolver los
negocios jurídicos se examinen cuestiones jurídicas esencialmente iguales y se adopten
posiciones o criterios jurídicos discrepantes; b) que la diferencia de criterios se presente en
las consideraciones, razonamientos o interpretaciones jurídicas de las sentencias respectivas;
y, c) que los distintos criterios provengan del examen de los mismos elementos."
De acuerdo con esta jurisprudencia, para que se considere que hay contradicción de criterios,
entre otros requisitos, es necesario que los órganos jurisdiccionales que los virtieron hayan
analizado los mismos elementos jurídicos, lo que implica también que deben partir del
análisis de los mismos supuestos porque, de no ser así, no podría hablarse de discrepancia.
En este orden, se analizará en primer término si los criterios sustentados por los Tribunales
Colegiados en Materia Administrativa del Primer Circuito, Séptimo y Décimo Tercero, al
resolver los negocios jurídicos antes transcritos, examinaron cuestiones jurídicas
esencialmente iguales.
De la lectura de la sentencia que pronunció el Décimo Tercer Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Primer Circuito, al resolver el amparo directo 313/2001, se observa que
relató y consideró lo siguiente:
1) Que la Sala responsable estimó infundado el concepto de nulidad relativo a la violación a
la garantía de seguridad jurídica, porque el visitador en ningún momento señaló los
pormenores del documento con los que supuestamente se identificó, estimando que en el acta
de visita se asentó que el visitador sí se identificó plenamente en términos del artículo 95 de
la Ley Federal sobre Metrología y Normalización (foja 84).
2) Que para concluir en este sentido, la responsable tomó en cuenta los datos de
identificación que el funcionario de la Procuraduría Federal del Consumidor anotó al final del
acta de visita, en un rubro de observaciones (foja 84).
3) La quejosa se dolió en los conceptos de violación, que la Sala indebidamente había
reconocido la validez de la resolución impugnada, no obstante que la identificación del
visitador no se dio plenamente al inicio de la diligencia.
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4) El Tribunal Colegiado de Circuito consideró fundados los conceptos de violación por lo
siguiente:
a) Que el fallo reclamado es incorrecto, porque la identificación de los visitadores debe
hacerse al momento en que inicia la visita, ya que es la identificación la que permite el acceso
al domicilio (página 85).
b) Que la visita domiciliaria es un acto de molestia en el que el particular soporta la injerencia
de extraños en su domicilio, documentos y posesiones, estando de por medio las garantías de
inviolabilidad del domicilio y seguridad jurídica, por lo que es necesario que en ellas se
cumplan todas las formalidades que marca la Constitución para la práctica de los cateos (foja
85).
c) Que todos los preceptos legales que regulen visitas administrativas deben interpretarse a la
luz del artículo 16 constitucional y, por tanto, a su inicio debe entregarse la orden de visita
escrita a la persona con la que se entienda la diligencia e inmediatamente, sin intervalo
alguno, debe llevarse a cabo la plena identificación de los visitadores; por lo que una visita
viciada desde su inicio no puede convalidarse con un acto posterior, ya que el
quebrantamiento de la esfera jurídica del individuo es instantáneo y surge y se consuma en el
momento en que la autoridad se introduce a su domicilio sin identificarse plenamente (foja
85).
d) Que como la identificación tiene por objeto que el interesado pueda cerciorarse que el
visitador es en verdad un agente de autoridad, es necesario que se pormenoricen los requisitos
de identificación (foja 89).
De la lectura de la sentencia que pronunció el Séptimo Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Primer Circuito, al resolver el amparo directo DA. 241/2001, se advierte
que en los resultandos y considerandos señaló lo siguiente:
1) Que la quejosa se dolió de la falta de circunstanciación del acta de visita, por lo siguiente:
a) En ella sólo se hizo constar que "el inspector actuante al iniciar la visita se identificó con
credencial vigente expedida por esta institución", pero que no obran datos que permitan
identificar adecuadamente a dicho funcionario, tales como la fecha de expedición de la
credencial, la autoridad que la expidió y demás datos relativos que acrediten que el
funcionario efectivamente es un inspector de la institución referida (foja 31 del expediente de
la contradicción).
b) Que el artículo 95 de la Ley Federal sobre Metrología y Normalización, al que remite el
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artículo 96 de la Ley Federal de Protección al Consumidor, debe interpretarse a la luz de la
jurisprudencia de rubro: "VISITAS DOMICILIARIAS. REQUISITOS, PARA LA
IDENTIFICACIÓN DE LOS INSPECTORES QUE LAS PRACTICAN.", porque las visitas
de verificación efectuadas por otras autoridades, también administrativas, deben salvaguardar
los intereses de los gobernados sujetos a las visitas de verificación, en términos del artículo
16 constitucional (fojas 31 y 32 del expediente de la contradicción).
2) Estos argumentos se estimaron infundados, considerando lo siguiente:
a) Que, en el caso, el inspector se había identificado al inicio de la visita con una credencial
vigente y que esa circunstancia "era la única a la que tenía que referirse la autoridad
administrativa revisora ... de conformidad con los requisitos exigidos por el artículo 95 de la
Ley Federal sobre Metrología y Normalización, disposición que regula las visitas de
verificación realizadas por la Procuraduría Federal del Consumidor" (foja 32).
b) Que no son aplicables al caso los requisitos de identificación que señala la jurisprudencia
citada por la quejosa, ya que versa sobre visitas en materia fiscal y "pretender aplicar tales
requisitos implicaría asimilar las visitas de verificación realizadas por la Procuraduría Federal
de Protección al Consumidor a las efectuadas por las autoridades tributarias, a pesar de
tratarse de actos que revisten propósitos diversos y, consecuentemente, requieren de
exigencias particulares" (foja 33).
De lo anterior, se advierte que, en el caso, se dan los requisitos que exige la jurisprudencia
26/2001 transcrita, como se explica enseguida:
1) En la especie, ambos tribunales, al resolver los juicios de amparo directo de que se trata,
examinaron el acta de una visita domiciliaria practicada por autoridades de la Procuraduría
Federal del Consumidor, por lo que partieron de cuestiones jurídicas esencialmente iguales.
2) En ambos casos, en los conceptos de violación se alegó la indebida identificación de los
visitadores, en términos del artículo 95 de la Ley Federal sobre Metrología y Normalización,
argumentando que debió practicarse a la luz del artículo 16 constitucional, pero que ello no
había ocurrido así, por no haberse asentado en el acta los datos de identificación suficientes
que permitieran conocer con certeza que se trataba de un funcionario autorizado para tal
efecto por la procuraduría mencionada, en consecuencia, se examinaron los mismos
elementos.
3) Finalmente, en las consideraciones, al interpretar las normas que rigen el acto reclamado,
se arribaron a conclusiones encontradas, como puede verse:
a) Mientras un Tribunal Colegiado de Circuito estimó que cualquier norma que regule una
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visita domiciliaria practicada por autoridades administrativas debe hacerse a la luz del
artículo 16 constitucional y, por tanto, el visitador debe identificarse plenamente y de manera
pormenorizada, de tal manera que se tenga la certeza de que éste es un agente de la autoridad
que emitió la orden y ello debe hacerse al inicio de la visita, pues de otra suerte este acto
estaría viciado desde su inicio.
b) En cambio, el otro tribunal estimó que no todas las visitas deben practicarse en términos
del artículo 16 constitucional, conforme a la jurisprudencia invocada, de rubro: "VISITAS
DOMICILIARIAS. REQUISITOS, PARA LA IDENTIFICACIÓN DE LOS INSPECTORES
QUE LAS PRACTICAN.", considerando que no son aplicables tales requisitos a las visitas
de verificación que realiza la Procuraduría Federal de Protección al Consumidor, porque
revisten propósitos diversos y requieren de exigencias particulares a las visitas que efectúan
las autoridades tributarias.
Cabe aclarar que el Décimo Tercer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer
Circuito sostuvo que la identificación de los visitadores debe realizarse al inicio de la visita y
que ésta debe ser pormenorizada, de tal manera que permita la identificación plena de quien
la va a practicar, y que el otro órgano colegiado no discrepa en cuanto al momento en que
debe realizarse la identificación, ya que en el fallo que dio origen a la tesis encontrada, se
observa que partió del supuesto de que la identificación se realizó al inicio de la visita y sólo
difiere con los criterios relativos a si las visitas domiciliarias de naturaleza diversa a la
tributaria deben regirse por lo dispuesto en el artículo 16 constitucional y a los requisitos que
deben cubrirse para estimar que la identificación es suficiente, en términos del artículo 95 de
la Ley Federal sobre Metrología y Normalización, asimilándolos a los que se exigen en
materia tributaria; consecuentemente, la litis se constriñe a determinar si las visitas
domiciliarias administrativas, de naturaleza diversa a la fiscal, se rigen por lo dispuesto en el
artículo 16 constitucional y si las que practiquen las autoridades de la Procuraduría Federal
del Consumidor, que son de índole diversa a la fiscal, deben practicarse o no a la luz del
artículo 16 constitucional y si al identificarse el visitador deben pormenorizarse los datos que
permitan la plena certeza de que es un funcionario autorizado para tal práctica, conforme al
precepto 95 de la Ley Federal sobre Metrología y Normalización.
Precisados los puntos materia de la contradicción, este órgano colegiado se aboca a estudiar
el criterio que debe prevalecer con carácter jurisprudencial.
SEXTO. Para estar en aptitud de determinar si las visitas que practique cualquier autoridad
administrativa deben hacerse a la luz del artículo 16 constitucional o no, es menester fijar si
este precepto regula a cualquier norma jurídica que otorgue facultades a esas autoridades para
regular la conducta de los particulares y cerciorarse de que se ajusta a las normas de orden
público aplicables.
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 5/2002-SS.
El artículo 16 constitucional que establece el derecho subjetivo elevado a la categoría de
garantía individual de inviolabilidad domiciliaria, en la parte que interesa al presente estudio,
establece lo siguiente:
"Artículo 16. Nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o
posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de la autoridad competente, que funde y
motive la causal legal del procedimiento.
"...
"En toda orden de cateo, que sólo la autoridad judicial podrá expedir y que será escrita, se
expresará el lugar que ha de inspeccionarse, la persona o personas que hayan de aprehenderse
y los objetos que se buscan, a lo que únicamente debe limitarse la diligencia, levantándose al
concluirla, una acta circunstanciada, en presencia de dos testigos propuestos por el ocupante
del lugar cateado o en su ausencia o negativa, por la autoridad que practique la diligencia.
"...
"La autoridad administrativa podrá practicar visitas domiciliarias únicamente para cerciorarse
de que se han cumplido los reglamentos sanitarios y de policía; y exigir la exhibición de los
libros y papeles indispensables para comprobar que se han acatado las disposiciones fiscales,
sujetándose en estos casos, a las leyes respectivas y a las formalidades prescritas para los
cateos."
El artículo 16 de la Carta Magna, en la parte que ha quedado reproducida con anterioridad,
establece la garantía de inviolabilidad domiciliaria y, congruentemente con dicha garantía,
sujeta la facultad de comprobación del cumplimiento de las disposiciones relativas a las
actividades sujetas a normas de orden público por parte de los gobernados, como potestad del
Estado mediante visitas domiciliarias al cumplimiento de los requisitos previstos para los
cateos, ya que debe entenderse que al referirse el precepto constitucional a "reglamentos
sanitarios y de policía", no se limita a la aplicación de normas en un sentido meramente
administrativo, esto es, emanadas de la autoridad administrativa en uso de la facultad
reglamentaria que prevé la fracción I del artículo 89 constitucional y que comprendan
aspectos relativos a la salud y al orden social, sino que debe entenderse que se trata de
cualquier norma jurídica que otorgue facultades a las autoridades administrativas para regular
la conducta de los particulares y cerciorarse de que se ajusta a las normas de orden público
aplicables, con la finalidad de prevenir que su actividad atente contra el orden público y el
interés social. Así lo sostuvo el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la
tesis aislada LXI/97, que se encuentra publicada en la página ciento setenta y siete del Tomo
V, correspondiente a mayo de mil novecientos noventa y siete de la Novena Época del
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, aplicable al caso, en lo conducente, y que es
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 5/2002-SS.
del tenor siguiente:
"VISITAS DOMICILIARIAS. LA CLAUSURA COMO MEDIDA DE SEGURIDAD Y
SANCIÓN NO VIOLA EL ARTÍCULO 16 CONSTITUCIONAL, SI EL ACTO DE
MOLESTIA CONSTA POR ESCRITO, EN EL QUE SE FUNDE Y MOTIVE LA CAUSA
LEGAL DEL PROCEDIMIENTO. El artículo 16 constitucional, en el párrafo que establece
que la autoridad administrativa podrá practicar visitas domiciliarias para cerciorarse de que se
han cumplido los reglamentos sanitarios y de policía y exigir la exhibición de los libros y
papeles indispensables para comprobar que se han cumplido las disposiciones fiscales,
sujetándose en estos casos a las leyes respectivas y a las formalidades prescritas para los
cateos, contempla como garantía individual del gobernado, la inviolabilidad del domicilio y
la de seguridad jurídica, que delimitan la facultad de la autoridad administrativa para llevar a
cabo visitas domiciliarias, pero ello no implica que la autoridad administrativa no pueda
practicarlas con el fin de vigilar y asegurarse de que se cumplan las leyes que regulan en
general la actividad de los particulares, pues para esto último, basta que cumpla con lo que
establece el primer párrafo del artículo 16, o sea, que el acto de molestia conste por escrito,
en el que se funde y motive la causa legal del procedimiento. Además, al referirse a
reglamentos ‘sanitarios y de policía’, no se está limitando esa facultad a la aplicación de
normas emanadas de la autoridad administrativa en uso de la facultad reglamentaria prevista
en la fracción I del artículo 89 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
y que tengan por contenido aspectos relativos a la salud y al orden social, en un sentido
meramente administrativo, sino que debe entenderse que se trata de cualquier norma jurídica
que otorgue facultades a las autoridades administrativas para regular la conducta de los
particulares y cerciorarse de que se ajusta a las normas de orden público aplicables, con la
finalidad de prevenir que su actividad atente contra el orden público y el interés social. De ahí
que aplicar y ejecutar el contenido de la ley en la esfera administrativa, es una función que
está encomendada a la autoridad administrativa, pues incluso se trata de un deber que le
impone la Constitución."
En cuanto a los requisitos que conforme al artículo 16 constitucional debe satisfacer la visita
domiciliaria, en general, la Segunda Sala de la anterior integración de este Alto Tribunal
sustentó la jurisprudencia que aparece publicada en la página 126, Volúmenes 193-198,
Tercera Parte, de la Séptima Época del Semanario Judicial de la Federación:
"VISITAS DOMICILIARIAS, ÓRDENES DE. REQUISITOS QUE DEBEN SATISFACER.
De conformidad con lo dispuesto por el artículo 16 constitucional, las órdenes de visita
domiciliaria expedidas por autoridad administrativa deben satisfacer los siguientes requisitos:
1. Constar en mandamiento escrito; 2. Ser emitidas por autoridad competente; 3. Expresar el
nombre de la persona respecto de la cual se ordena la visita y el lugar que debe
inspeccionarse; 4. El objeto que persiga la visita; y 5. Llenar los demás requisitos que fijan
las leyes de la materia. No es óbice a lo anterior lo manifestado en el sentido de que las
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 5/2002-SS.
formalidades que el precepto constitucional de mérito establece se refieren únicamente a las
órdenes de visita expedidas para verificar el cumplimiento de las obligaciones fiscales, pero
no para las emitidas por autoridad administrativa, ya que en la parte final del párrafo segundo
de dicho artículo se establece, en plural: ‘... sujetándose en estos casos a las leyes respectivas
y a las formalidades prescritas para los cateos’ y, evidentemente, se está refiriendo, tanto a las
órdenes de visitas administrativas en lo general, como a las específicamente fiscales, pues, de
no ser así, la expresión se habría producido en singular."
En este orden, es claro que el artículo 16 constitucional rige cualquier norma que faculte a las
autoridades administrativas a introducirse al domicilio de los particulares con el objeto de
constatar que éstos cumplan con las normas correspondientes, puesto que al aludir este
precepto a "reglamentos de policía" comprende cualquier norma jurídica que otorgue
facultades a las autoridades administrativas para vigilar y cerciorarse que la conducta de los
particulares se ajusta a las normas de orden público aplicables al caso, pero como ello debe
practicarse en el domicilio del gobernado, constituye un acto de molestia, que debe satisfacer,
entre otros requisitos, los que fijen las leyes de la materia.
Conforme a lo anterior, para resolver el segundo de los puntos de la controversia, también
resulta necesario fijar el objetivo de las visitas de verificación practicadas por la Procuraduría
Federal del Consumidor, que se encuentra plasmado en el artículo 98 de la Ley Federal de
Protección al Consumidor, señalando lo siguiente:
"Artículo 98. Se entiende por visita de verificación la que se practique en los lugares a que se
refiere el artículo 96, según corresponda y de acuerdo con lo dispuesto por la Ley Federal
sobre Metrología y Normalización, debiéndose:
"I. Examinar los productos o mercancías, las condiciones en que se ofrezcan éstos o se
presten los servicios y los documentos e instrumentos relacionados con la actividad de que se
trate;
"II. Verificar precios, cantidades, cualidades, calidades, contenidos netos, masa drenada,
tarifas e instrumentos de medición de dichos bienes o servicios en términos de esta ley;
"III. Constatar la existencia o inexistencia de productos o mercancías, atendiendo al giro del
proveedor; y
"IV. Llevar a cabo las demás acciones tendientes a verificar el cumplimiento de la ley."
Como puede observarse de este precepto, la visita de verificación tiene por objeto constatar el
cumplimiento de la Ley Federal de Protección al Consumidor, a través del examen de las
condiciones en que se ofrezcan los productos, mercancías o servicios y de los documentos e
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 5/2002-SS.
instrumentos relacionados con la actividad de que se trate; a través de la verificación de
precios, cantidades, cualidades, calidades, contenidos netos, masa drenada, tarifas e
instrumentos de medición de los bienes y servicios; a través de constatar la existencia o
inexistencia de productos o mercancías relativos al giro del proveedor. Esto es, las acciones
que realiza la autoridad mencionada implican la verificación del cumplimiento del gobernado
con las disposiciones relativas a través de la introducción al domicilio de quien administra,
almacena, transporta, distribuye o expende productos, mercancías o servicios, en términos del
artículo 96 de la Ley Federal de Protección al Consumidor, ya que este precepto faculta a la
procuraduría correspondiente a practicar "la vigilancia y verificación necesarias en los
lugares donde se administren, almacenen, transporten, distribuyan o expendan productos o
mercancías o en los que se presten servicios", por lo que sí debe realizarse al amparo del
artículo 16 constitucional, que es el que rige la garantía de inviolabilidad del domicilio.
Conforme a lo dispuesto en los artículos 29, 30 y 33 del Código Civil Federal, debe
entenderse que los lugares donde se lleven a cabo las actividades mencionadas constituyen un
domicilio, según se observa de la lectura de esos preceptos, que dicen lo siguiente:
"Artículo 29. El domicilio de las personas físicas es el lugar donde residen habitualmente, y a
falta de éste, el lugar del centro principal de sus negocios; en ausencia de éstos, el lugar
donde simplemente residan y, en su defecto, el lugar donde se encontraren.
"Se presume que una persona reside habitualmente en un lugar, cuando permanezca en él por
más de seis meses."
"Artículo 30. El domicilio legal de una persona física es el lugar donde la ley le fija su
residencia para el ejercicio de sus derechos y el cumplimiento de sus obligaciones, aunque de
hecho no esté allí presente."
"Artículo 33. Las personas morales tienen su domicilio en el lugar donde se halle establecida
su administración.
"Las que tengan su administración fuera del Distrito Federal pero que ejecuten actos jurídicos
dentro de su circunscripción, se considerarán domiciliadas en este lugar, en cuanto a todo lo
que a esos actos se refiera.
"Las sucursales que operen en lugares distintos de donde radica la casa matriz, tendrán su
domicilio en esos lugares para el cumplimiento de las obligaciones contraídas por las mismas
sucursales."
Conforme a los artículos transcritos, el lugar en que los gobernados realicen las actividades
de administrar, almacenar, transportar, distribuir o expender productos o mercancías o la de
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 5/2002-SS.
prestar servicios, constituye un domicilio legal, ya que puede ser el centro principal de los
negocios del visitado el lugar donde la ley le fija como su residencia para el ejercicio de sus
derechos y el cumplimiento de sus obligaciones o el lugar donde se halle establecida su
administración.
Los artículos 96 de la Ley Federal de Protección al Consumidor y 95 de la Ley Federal sobre
Metrología y Normalización, que facultan a la Procuraduría Federal del Consumidor para
realizar visitas de vigilancia y verificación y los términos en que éstas han de practicarse,
respectivamente, dicen lo siguiente:
"Artículo 96. La procuraduría, con objeto de aplicar y hacer cumplir la disposiciones de esta
ley, cuando no corresponda a otra dependencia, practicará la vigilancia y verificación
necesarias en los lugares donde se administren, almacenen, transporten, distribuyan o
expendan productos o mercancías o en los que se presten servicios, actuando en oficio y en
los términos que dispone esta ley y, en lo no previsto, por lo dispuesto por la Ley Federal
sobre Metrología y Normalización."
"Artículo 95. Las visitas de verificación que lleven a cabo la secretaría y las dependencias
competentes, se practicarán en días y horas hábiles y únicamente por personal autorizado,
previa identificación vigente y exhibición del oficio de comisión respectivo.
"La autoridad podrá autorizar se practiquen también en días y horas inhábiles a fin de evitar
la comisión de infracciones, en cuyo caso el oficio de comisión expresará tal autorización."
De estos preceptos, se observa que las visitas de verificación que practiquen las autoridades
de la Procuraduría Federal del Consumidor se realizan contra la voluntad del individuo que se
dedique a administrar, almacenar, transportar, distribuir o expender productos o mercancías o
de los que presten servicios en términos de lo dispuesto en la Ley Federal de Protección al
Consumidor o en la Ley Federal sobre Metrología y Normalización. El primero de los
preceptos faculta a la Procuraduría Federal del Consumidor a practicar la vigilancia y la
verificación en los lugares donde se realicen las actividades señaladas, el segundo de los
numerales transcritos regula esa facultad y señala que las visitas de verificación se llevarán a
cabo "únicamente por personal autorizado, previa identificación vigente y exhibición del
oficio de comisión respectivo".
Así, si en principio una visita domiciliaria se constituye como un acto de molestia, para
llevarse a cabo debe satisfacer ciertos requisitos, tales como que la orden respectiva debe ser
por escrito, emitida por autoridad competente, fundada y motivada; acto de molestia que
aplicado a la materia de que se trata, adicionalmente, debe contener los requisitos propios de
ésta; de ahí que por un principio lógico y de seguridad jurídica para el visitado, la autoridad
que practique la visita deba identificarse ante quien comparezca, en los términos de los
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 5/2002-SS.
artículos 96 de la Ley Federal de Protección al Consumidor y 95, 96 y 98, fracción VIII, de la
Ley Federal sobre Metrología y Normalización, que contemplan los requisitos que se deben
satisfacer con plenitud, en relación con la legal identificación, señalando textualmente lo que
sigue:
Ley Federal de Protección al Consumidor.
"Artículo 96. La procuraduría, con objeto de aplicar y hacer cumplir la disposiciones de esta
ley, cuando no corresponda a otra dependencia, practicará la vigilancia y verificación
necesarias en los lugares donde se administren, almacenen, transporten, distribuyan o
expendan productos o mercancías o en los que se presten servicios, actuando en oficio y en
los términos que dispone esta ley y, en lo no previsto, por lo dispuesto por la Ley Federal
sobre Metrología y Normalización."
Ley Federal sobre Metrología y Normalización.
"Artículo 95. Las visitas de verificación que lleven a cabo la secretaría y las dependencias
competentes, se practicarán en días y horas hábiles y únicamente por personal autorizado,
previa identificación vigente y exhibición del oficio de comisión respectivo.
"La autoridad podrá autorizar se practiquen también en días y horas inhábiles a fin de evitar
la comisión de infracciones, en cuyo caso el oficio de comisión expresará tal autorización."
"Artículo 96. Los productores, propietarios, sus subordinados o encargados de
establecimientos industriales o comerciales en que se realice el proceso o alguna fase del
mismo, de productos, instrumentos para medir o se presten servicios sujetos al cumplimiento
de la presente ley, tendrán la obligación de permitir el acceso y proporcionar las facilidades
necesarias a las personas autorizadas por la secretaría o por las dependencias competentes
para practicar la verificación, siempre que se cumplan los requisitos establecidos en el
presente título.
"Cuando los sujetos obligados a su observancia cuenten con un dictamen, certificado,
informe u otro documento expedido por personas acreditadas y aprobadas, en los términos de
esta ley, se reconocerá el cumplimiento con las normas oficiales mexicanas."
"Artículo 98. En las actas se hará constar:
"...
"IX. Nombre y firma de quienes intervinieron en la diligencia, incluyendo los de quien la
llevó a cabo."
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 5/2002-SS.
De estos preceptos se observa que los requisitos que debe reunir la identificación del
visitador son los siguientes:
a) La visita se practicará de conformidad con lo dispuesto en la Ley Federal de Protección al
Consumidor y la Ley Federal sobre Metrología y Normalización.
b) La identificación del visitador será previa a la práctica de la visita.
c) Las visitas se practicarán únicamente por personal autorizado.
d) La autorización de quien comparece a realizar la verificación debe constar por oficio.
e) La identificación se hará a través de una identificación vigente y del oficio de comisión
respectivo.
f) En el acta se hará constar el nombre y la firma de quien llevó a cabo la diligencia.
Estos preceptos dejan ver que al iniciarse la visita domiciliaria, deberá exhibirse el oficio con
que se autorice a quien se presenta para llevar a cabo la comisión y que en el acta que al
efecto se levante se debe describir con claridad el documento con el cual se identifique el
visitador, de tal manera que el visitado o con quien se entienda la diligencia, tenga la certeza
de que quien pretende llevar a cabo los actos de vigilancia o de verificación es precisamente
la persona autorizada en el oficio por la Procuraduría Federal del Consumidor para tal efecto;
consecuentemente, en el oficio deberá asentarse la fecha de expedición, el número que le
corresponda, la autoridad que lo expide, el nombre del autorizado, la persona a quien se
dirige, el lugar y el objeto de la verificación; por su parte, de la identificación deberá
asentarse el número de la credencial o documento de identificación, la fecha de expedición y
la de expiración, la autoridad que la expide y el nombre de la persona a quien identifica ese
documento; pues de otra suerte se carecería de los elementos necesarios para determinar que
quien pretende introducirse al domicilio para constatar el cumplimiento de las normas
aplicables es personal autorizado por la Procuraduría Federal del Consumidor y que cuenta
con facultades y autorización en el momento mismo de la visita, tomando en cuenta que
mediante la identificación, el visitado conoce cuestiones relacionadas con esa personalidad,
para protegerse en sus garantías individuales, ya que de esas prácticas de vigilancia o
verificación, pueden derivar posibles afectaciones a sus intereses jurídicos.
Lo anterior es así, porque aunque tal requisito se encuentra consignado en dispositivos
legales de leyes secundarias como son la Ley Federal de Protección al Consumidor y la Ley
Federal sobre Metrología y Normalización, éstas se ajustan al precepto constitucional que
garantiza tal seguridad, por lo que resulta claro que el señalado requisito de la identificación
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 5/2002-SS.
sólo se colma cuando se asientan pormenorizadamente los datos necesarios que reflejen que
el gobernado está frente a legítimos representantes del organismo público que los comisiona
y, por ende, que están facultados para introducirse en su domicilio y practicar la visita,
requisitos que, obviamente, deberán constar en el acta circunstanciada que al efecto se
levante; de ahí que con independencia de que sean similares los requisitos de identificación
que contempla el Código Fiscal de la Federación a los que prevén los ordenamientos legales
mencionados, éstos deben cubrirse en acatamiento a las normas legales referidas.
En conclusión, se tiene que cualquier visita domiciliaria que se practique por autoridades
administrativas debe hacerse bajo la luz del artículo 16 constitucional, ya que al aludir a
"reglamentos de policía", debe entenderse que se trata de cualquier norma jurídica que
otorgue facultades a las autoridades administrativas para regular la conducta de los
particulares y cerciorarse de que se ajusta a las normas de orden público aplicables y prevenir
que su actividad atente contra el orden público y el interés social.
Conforme a lo anterior, es claro que la regla establecida en el artículo 95 de la Ley Federal
sobre Metrología y Normalización, que autoriza a las autoridades de la Procuraduría Federal
del Consumidor a realizar visitas de vigilancia y verificación en los lugares donde se
administren, almacenen, transporten, distribuyan o expendan productos o mercancías o en
aquellos en que se presten servicios, la identificación de los funcionarios que intervengan en
la práctica de una visita domiciliaria ordenada por autoridades de la Procuraduría Federal del
Consumidor, en ejercicio de sus facultades de vigilancia y verificación, debe realizarse al
inicio de la visita y ante la persona con quien se entienda la diligencia, describiéndose con
claridad, en el acta respectiva, el documento mediante el cual se identifiquen y el oficio que
los autoriza a practicar la visita; en su caso, debe asentarse la fecha de expedición y la de
expiración de las credenciales, el órgano de la dependencia que la expide, el nombre y el
cargo de quien la expide, el nombre y cargo de la persona a cuyo favor se expide el
documento con que se identifica; asimismo, la fecha de expedición del oficio, el número que
le corresponda, indicar el órgano y el titular de la dependencia, el nombre del autorizado, la
persona a quien se dirige, el lugar y el objeto de la verificación o, en su caso, entregarle al
visitado copia de ambos documentos, para tener la plena certeza de que quien va a realizar la
visita está autorizado por la autoridad que emite el mandamiento y que está facultado para
realizar el acto de molestia.
En atención a lo expuesto, esta Segunda Sala considera que, en términos del artículo 195 de
la Ley de Amparo, debe prevalecer el criterio que a continuación se precisa y regir con
carácter de jurisprudencia, quedando redactado con el siguiente rubro y texto:
VISITAS DOMICILIARIAS. REQUISITOS PARA LA IDENTIFICACIÓN DE LOS
INSPECTORES DE LA PROCURADURÍA FEDERAL DEL CONSUMIDOR QUE LAS
PRACTICAN. Los artículos 96 de la Ley Federal de Protección al Consumidor y 95 de la
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 5/2002-SS.
Ley Federal sobre Metrología y Normalización establecen, respectivamente, que las
autoridades de la Procuraduría Federal del Consumidor están facultadas para realizar visitas
de vigilancia y verificación, en los lugares donde se administren, almacenen, transporten,
distribuyan o expendan productos o mercancías, o en aquellos en que se presten servicios, y
que tales visitas se llevarán a cabo únicamente por personal autorizado, previa identificación
vigente y exhibición del oficio de comisión respectivo. Del análisis de los numerales citados,
en relación con el artículo 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se
concluye que la identificación de los funcionarios que intervengan en la práctica de una visita
domiciliaria ordenada por dichas autoridades en ejercicio de sus facultades de vigilancia y
verificación, debe realizarse al inicio de la visita y ante la persona con quien se entienda la
diligencia, describiéndose con claridad, en el acta respectiva, el documento mediante el cual
se identifiquen y el oficio que los autoriza a practicarla y, en su caso, asentarse las fechas de
expedición y de expiración de esas identificaciones, el órgano de la dependencia que las
emite, el nombre y el cargo de quien las expide, así como el de la persona a cuyo favor se
otorga el documento con que se identifica; asimismo, la fecha de expedición del oficio, el
número que le corresponda, el órgano y el titular de la dependencia, el nombre del
autorizado, la persona a quien se dirige, el lugar y el objeto de la verificación o, en su caso,
entregarle al visitado copia de ambos documentos para tener la plena certeza de que quien va
a realizarla está autorizado por la autoridad que emite el mandamiento y facultado para
realizar el acto de molestia.
Por lo expuesto y fundado, se resuelve:
PRIMERO. Es procedente la denuncia de contradicción de tesis a que se refiere este
expediente.
SEGUNDO. Sí existe contradicción entre las tesis sustentadas por el Séptimo y el Décimo
Tercer Tribunales Colegiados en Materia Administrativa del Primer Circuito al resolver,
respectivamente, los juicios de amparo directo DA. 247/2001 y DA. 313/2001-16.
TERCERO. Se declara que debe prevalecer, con carácter de jurisprudencia, el criterio
sustentado por esta Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, redactado en
el último considerando de esta resolución y que coincide, sustancialmente, con lo sostenido
por el Décimo Tercer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito.
Notifíquese; remítase de inmediato testimonio de esta resolución a los Tribunales Colegiados
de Circuito contendientes y la tesis de jurisprudencia que se establece en la presente
resolución a la Coordinación General de Compilación y Sistematización de Tesis de este Alto
Tribunal, para su publicación en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, y hágase
del conocimiento del Pleno, de la Primera Sala y de los Tribunales Colegiados de Circuito y
Jueces de Distrito, en cumplimiento a lo previsto en el artículo 195 de la Ley de Amparo; y,
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 5/2002-SS.
en su oportunidad, archívese el toca.
Así lo resolvió la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por unanimidad
de cinco votos de los señores Ministros: Juan Díaz Romero, Mariano Azuela Güitrón, Sergio
Salvador Aguirre Anguiano, Guillermo I. Ortiz Mayagoitia y presidente José Vicente
Aguinaco Alemán. Fue ponente el Ministro Mariano Azuela Güitrón.
Nota: El rubro a que se alude al inicio de esta ejecutoria corresponde a la tesis 2a./J. 26/2002,
publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XV,
abril de 2002, página 572.
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