Aun aprendo - Goya en El Prado

Anuncio
Aun aprendo
Pagina 1 de 4 - D04151
Número de catálogo:
D04151
tachado, a lápiz azul: "1". Debajo de esa cifra, a lápiz azul: "6".
Próximo al margen inferior, a lápiz compuesto: "416".
Título:
Aun aprendo
Comentarios:
"La obra de Goya, desplegada a lo largo de un extenso periodo
de tiempo, conforma un conjunto de extraordinaria coherencia
conceptual. Su evolución artística desde los cartones para
tapices pintados en Madrid hasta los últimos dibujos realizados
en Burdeos, muestra el desarrollo de un pensamiento
estrechamente vinculado a las corrientes contemporáneas y
marcado por una singular personalidad. Así, a la vez que
absorbía las ideas que circulaban a su alrededor, y que
conformaban el acervo cultural de su época, fue capaz de dar
pasos de enorme trascendencia en el modo de concebir el arte y
de expresar sus propios planteamientos en los más variados
ámbitos artísticos: decoraciones palaciegas, cuadros de
gabinete, retratos individuales o de grupo, escenas de género,
pinturas de historia, estampas destinadas a difundir su visión
del mundo o en dibujos hechos para sí mismo. Goya fue
dejando en todas sus obras el rastro de su modo de pensar y
una visión del mundo que, lejos de anclarse, continuó
avanzando en el transcurso de los años, de modo que, pese a la
existencia de unos elementos constantes en su producción, es
posible advertir una evolución que abría nuevas vías de
expresión, incluso en los momentos finales de su vida, pese a la
vejez y la enfermedad, circunstancias que en la mayoría de las
personas, como fue por ejemplo el caso de su amigo Moratín
(fig. 3), habrían conllevado el abatimiento y el fin de la actividad
creativa.Y quizá sea este dibujo del Álbum de Burdeos titulado
Aun aprendo, el que mejor sintetiza este espíritu del autor en esos
postreros años de su vida, en perfecta consonancia con lo
expresado en la carta a Ferrer de 1825 (cat. n.º 96). De hecho,
este dibujo se ha convertido en una referencia recurrente en la
historiografía de Goya, que ha querido ver en él un autorretrato
simbólico en el que se expresa la voluntad inquebrantable de
desarrollo personal que le llevó a continuar materializando sus
nuevas ocurrencias en variados soportes.Si en ocasiones
anteriores los viejos que aparecían en sus obras mostraban una
visión negativa del paso del tiempo, en este dibujo se puede
apreciar un significativo cambio de perspectiva, subrayado por
el elocuente título de raíz clásica, acorde con el optimismo
recobrado en Burdeos por Goya. Sin embargo, Laurent
Matheron, en su romántica biografía del pintor publicada en
1858, recoge una anécdota que induce a considerar este dibujo,
como ocurre con el resto de su producción, desde una óptica
más melancólica. Narraba Matheron que, a poco de llegar el
pintor a Burdeos, «le fue ya imposible salir sin la ayuda de su
joven compatriota Brugada. Apoyándose en su brazo y por los
sitios menos frecuentados probaba a marchar solo, pero eran
inútiles sus esfuerzos; las piernas no le sostenían. Entonces
exclamaba montando en cólera: -¡Qué humillación! ¡A los
Fecha:
1825-1828 c.
Serie:
Álbum de Burdeos I o Álbum G, 54
Filigrana:
Cruz de san Andrés entre dos leones rampantes, variante del
escudo de armas de Ámsterdam (fragmento), 27 x 75 mm; papel
probablemente fabricado en molinos franceses, a partir de la
simplificación de la marca de agua con las tres cruces de san
Andrés en una sola [filigranas con las armas de Ámsterdam en
W.A. Churchill, Watermarks in Paper in Holland, England, France,
etc., in the XVII and XVIII Centuries and Their Interconnection,
Nieuwkoop: B. de Graaf, 1985, n. 1-70, versión con cruz única
n. 72].
Técnica:
Lápiz negro y lápiz litográfico
Soporte:
Papel verjurado agrisado
Medidas:
192 x 145 mm
Procedencia:
Javier Goya, Madrid, 1828; Mariano Goya, Madrid, 1854;
Federico de Madrazo y/o Román Garreta, Madrid, c.
1855-1860; Museo de la Trinidad, Madrid, 5-4-1866; Museo del
Prado, 1872.
Forma ingreso:
Incorporación de las colecciones del Museo de la Trinidad a los
fondos del Museo del Prado el 22 de marzo de 1872. El Museo
de la Trinidad había adquirido en 1866 un importante lote de
ciento ochenta y seis dibujos de Goya propiedad de Román
Garreta, cuñado de Federico de Madrazo, entre los que se
encontraban trece diseños del Álbum G.
Inscripciones:
En el recto del soporte principal, margen derecho superior, a
lápiz negro: "Aun aprendo". Debajo de esa inscripción, a lápiz
negro: "54". Próximo al ángulo inferior derecho, a lápiz
compuesto: "171". En el verso del 2º soporte, centro de la hoja,
Pagina 2 de 4 - D04151
ochenta años me pasean como a un niño; es necesario que
aprenda a andar!».En este dibujo Goya recurre a elementos
presentes en la tradición iconográfica desde la Edad Media. En
las escalas de la vida del hombre, era habitual mostrar a los
viejos encorvados, apoyados en bastones, con la cabeza
agachada, de forma similar a como Goya pintó en 1792 al viejo
del cartón de La boda (Museo del Prado, P-799). Frente a este
tipo desvalido, también se sirvió del arquetipo contrario, aquel
en el que la vejez que devora toda idea de progreso se sintetiza
en Saturno, representado como un furioso viejo de largos y
encrespados cabellos blancos y cruel mirada, que devora los
jóvenes cuerpos de sus hijos (Museo el Prado, D-3941).Buena
parte de las interpretaciones del dibujo que aquí comentamos
vienen condicionadas por los referentes visuales que Goya pudo
haber utilizado. Según estos planteamientos, Goya habría sido
un artista de extraordinaria cultura visual y literaria, conocedor
de los clásicos latinos a través de las traducciones y de las
fuentes emblemáticas del Renacimiento presentes en
numerosos libros y estampas, que le habrían servido de punto
de partida para elaborar este dibujo. El título «todavía aprendo»
tiene su origen en la sentencia utilizada por Platón y Plutarco:
anchora imparo; mientras que la imagen de un viejo apoyado en
dos bastones se ha relacionado con la estampa también llamada
Anchora imparo grabada en 1536 por Girolamo Fagiuoli, en la
que se representa a un anciano en el andador de un niño (fig.
84). En la primera mitad del siglo xvi era un lugar común
representar a Cronos como a un anciano barbado, provisto de
una túnica y apoyado en dos bastones con los que camina
trabajosamente, tal y como aparece en una estampa (Londres,
British Museum, 1875,0711.26) de Marcantonio Raimondi (h.
1470/82-1527/34). Más cercana en el tiempo está la estampa de
William Blake (1757-1827) que ilustraba el libro de Henry
Fuseli Lectures on Painting (fig. 85), que Goya pudo conocer, y
con la que Aun aprendo presenta ciertas similitudes formales. En
ella se muestra a «M. Angelo Bonarotti» apoyado en un bastón,
mirando penetrantemente al espectador, ante un fondo oscuro
en el que se vislumbra el Coliseo de Roma. El lema de esta
estampa es asimismo «Ancora imparo», también aplicado al
polifacético artista del Renacimiento en su biografía. Es
evidente que ninguno de los modelos propuestos coincide
exactamente con el dibujo de Goya, y sin embargo en todos
ellos es posible advertir elementos presentes en este. Estas
relaciones en cualquier caso permiten comprender la
complejidad del proceso de elaboración de la obra de Goya y su
capacidad de transformar y hacer suyos los modelos precedentes
mediante una profunda reelaboración personal.En el dibujo
Goya nos expresa en primer lugar la soledad del hombre en el
tránsito de la vida, pero también el camino de la oscuridad hacia
la luz, soberbiamente representada la primera con intensos
trazos de lápiz litográfico sutilmente matizados con unas leves
líneas oblicuas del rascador, apenas perceptibles, mientras que
la luz se muestra con la propia blancura del papel. El inestable
paso adelante, solo posibilitado por el sustento que le aportan
los dos bastones que sujeta con unas manos cuya cuidadosa
representación permite apreciar la inflamación de las
articulaciones producida por la artrosis, ayuda a expresar la
fragilidad del anciano que necesita, como la estampa de Fagiuoli
había mostrado, aprender de nuevo a caminar pese a la edad, del
mismo modo que el niño ha de hacerlo en su infancia. El
venerable rostro, circunscrito en una cabellera y una barba
encrespadas y abundantes, muestra una mirada que, como en
tantas obras de Goya, alberga el sentido final del dibujo. Los
ojos cansados dejan entrever unas pupilas que, lejos de mirar al
frente, lo hacen hacia un lado de modo melancólico. Se
produce así una tensión entre el rumbo de sus pasos y su
mirada lateral que, si queremos comprender el dibujo en clave
de autorrepresentación, expresaría esa misma tensión descrita
por Goya en la carta a Ferrer entre las carencias de la vejez y la
voluntad de continuar avanzando."J.M. Matilla, "Aun aprendo",
en J. M. Matilla, M. B. Mena Marqués (dir.), Goya: Luces y
Sombras, Barcelona: Fundación "la Caixa", Barcelona: Obra
Social "la Caixa"-Madrid: Museo Nacional del Prado, 2012, p.
314-317, n. 95
Observaciones:
El número "54" y el título "Aun aprendo" se consideran
autógrafos de Goya. La numeración "171" a lápiz compuesto en
el ángulo inferior ha sido atribuida a Román Garreta.A
diferencia del resto de dibujos del Álbum G procedentes de la
colección de Román Garreta, éste carece del sello del Museo de
la Trinidad, estampado entre su adquisición en 1866 y la
incorporación de sus fondos al Museo del Prado en 1872.
Bibliografía:
V. von Loga, Francisco de Goya, Berlín: G. Grotesche
Verlagsbuchhandlung, 1903. Reed. Leipzig: Klinkhardt &
Biermann, 1910. Reed. Berlín: G. Grotesche
Verlagsbuchhandlung, 1921.P. d'Achiardi, Les dessins de D.
Francisco Goya y Lucientes au Musée du Prado à Madrid. 1ère livraison
(Les Caprices), Roma: D. Anderson, 1908, il. CXCV.
A.L. Mayer, Francisco de Goya, trad. M. Sánchez Sarto, Barcelona:
Labor, 1925, p. 235, n. 416.
F.J. Sánchez Cantón, Guías del Museo del Prado. II. Sala de los
dibujos de Goya, Madrid: Museo del Prado, 1928, n. 416.
P. Gassier, "IV. B) Dessins au crayon noir, numérotés par Goya,
avec légendes (Bordeaux, 1824/1828)", en A. Malraux, Dessins de
Goya au Musée du Prado, Ginebra: Skira, 1947, s.p., n. 194.
F.J. Sánchez Cantón, Los dibujos de Goya reproducidos a su tamaño y
Pagina 3 de 4 - D04151
su color. Tomo II, Dibujos para Los Disparates, dibujos no grabados,
estudios para pinturas y varios, Madrid: Museo del Prado, 1954, n.
441.
J. López-Rey, A Cycle of Goya's Drawings. The Expression of Truth
and Liberty, Londres: Faber and Faber Limited, 1956, p. 143-144,
156, il. 124.
E.A. Sayre, "An Old Man Writing: a Study of Goya's Albums",
Bulletin of the Museum of Fine Arts (Boston), v. 56, 305 (1958)
117-118, il. 2.
P. Gassier y J. Wilson-Bareau, Vie et oeuvre de Francisco de Goya,
comprenant l'oeuvre complet illustré, Friburgo: Office du Livre, 1970.
Ed. en español, Vida y obra de Francisco Goya: reproducción de su obra
completa, pinturas, dibujos y grabados, Barcelona: Juventud, 1974, il.
p. 354, n. 1758.
P. Gassier, Dibujos de Goya. Los álbumes, Barcelona: Noguer,
1973, p. 570-571, n. 411, il. p. 551.
J. López-Rey, "Tradition, realité et imagination chez Goya",
L'Oeil, 296 (1980) 25.
E. Lafuente Ferrari, Goya: dibujos, Madrid: Sílex, 1980, p.
250-251, n. 100.
W. Hofmann, "Aun aprendo", en Goya. Das Zeitalter der
Revolutionen. 1789-1830, Munich: Prestel Verlag; Hamburgo:
Hamburger Kunsthalle, 1980, p. 228-229, n. 179.
M. Stuffmann, Goya: Zeichnungen und Druckgraphik, Frankfurt:
Stadelschen Kunstinstitut, 1981, p. 222.
J. Camón Aznar, Francisco de Goya. Tomo IV: 1812-1828,
Zaragoza: Caja de Ahorros de Zaragoza, Aragón y Rioja, 1982,
p. 179.
J. Martín, "Sobre la fuente emblemática del dibujo de Goya
'Aun aprendo'", Boletín del Museo del Prado, XI, 29 (1990) 43-49.
Círculo de Lectores, 2002, p. 149.
A. Reuter, "Francisco de Goya en el extranjero: el viaje a Italia y
el exilio en Francia", en M. Cabañas (coord.), XI Jornadas de Arte.
El arte español fuera de España, Madrid: Departamento de Historia
del Arte Diego Velázquez, Consejo Superior de Investigaciones
Científicas, 2003, p. 42.
V. Bozal, "'Pinta que se las pela'", en Francisco Goya: vida y obra,
Alcobendas (Madrid): Tf, 2005, v. 2, p. 298, il. 119 (p. 322).
S. Pénot, "Goya und seine Zeit", en Goya. Prophet der Moderne,
Colonia: Dumont; Berlín: Staatliche Museen zu Berlin, 2005, il.
p. 362.
J. Brown, "'I Am Still Learning': Goya's Last Works,
1824-1828", en Goya's Last Works, Nueva York: The Frick
Collection; Londres: Yale University Press, 2006, p. 1 (il. p.
XVI).
L.F. Földényi, A lélek szakadéka. Goya Szaturnusza, Budapest:
Matthes & Seitz Verlag, 1994. Ed. en español, Goya y el abismo del
alma, Barcelona: Galaxia Gutenberg, Círculo de Lectores, 2008,
p. 94, 97, il. 21 (p. 96).
J. de Prada Pareja, Goya y las Pinturas Negras desde la Psicología de
Jung, Madrid: Editores Asociados para la Divulgación Literaria,
2008, p. 357-358.
J.M. Matilla, "Aun aprendo", en J. M. Matilla, M. B. Mena
Marqués (dir.), Goya: Luces y Sombras, Barcelona: Fundación "la
Caixa", Barcelona: Obra Social "la Caixa"-Madrid: Museo
Nacional del Prado, 2012, p. 314-317, n. 95
Exposiciones:
1980. Hamburgo. Hamburger Kunsthalle. Goya. Das Zeitalter der
Revolutionen. Kunst um 1980 (1789-1830).1981. Frankfurt a.M.
Städtische Galerie im Städelschen Kunstinstitut. Goya.
Zeichnungen und Druckgraphik.
2012. Barcelona, Fundación La Caixa, Goya: Luces y Sombras
V. Bozal, "Goya, dibujos de Burdeos", Reales Sitios, 128 (1996)
2-11 [7].
B. Aisenberg, "¡Atención, el artista sueña! Ideología de la
Ilustración y antimonárquica en las obras de un artista de Corte:
Francisco Goya (1746-1828)", Boletín del Museo e Instituto Camón
Aznar, LXXVIII-LXXIX (1999) 31, il. 31 (p. 60).
W. Hofmann, "San Antonio de la Florida", en Goya, Madrid:
Fundación Amigos del Museo del Prado, Galaxia Gutenberg,
Pagina 4 de 4 - D04151
Descargar