13 • • • • • • • Mora, J. (1992). Umbral anaeróbico. Determinación de éste utilizando el test en pista de Léger-Boucher. En Monografías de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. Colegio Oficial de Profesores y Licenciados en Educación Física. Cádiz. Pila, A. (1985). Evaluación de la Educación Física y los Deportes. Augusto Pila Teleña. Madrid. Rovira, J. (1996). Fútbol Sala. Hispano Europea. Barcelona. Sampedro, J. (1997). Fútbol Sala. Las acciones de juego. Análisis Metodológico de los Sistemas de Juego. Gymnos. Madrid. Siff, M.C. y Verhoshansky, Y. (2000). Superentrenamiento. Paidotribo. Barcelona. Valdericeda, F. (1994). Fútbol Sala. Defensa – Ataque – Estrategias. Gymnos. Madrid. Zatsiorski, V.M. (1989). Metrología Deportiva. Planeta. Moscú. 12 BIBLIOGRAFÍA.• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • Álvarez, J. et all. (2000). La “Course Navette” como parámetro de control de la capacidad aeróbica y de recuperación en fútbol – sala. R.E.D. XIV. 4:31-35. Blázquez, D. (1990). 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Litwin, J. y Fernández, G. (1977). Medidas, Evaluación y Estadísticas aplicados a la Educación Física y el Deporte. Stadium. Buenos Aires. Lozano, J. (1995). Fútbol Sala. Experiencias Tácticas. Real Federación Española de Fútbol. Madrid. Luque, F. y Luque, F.J. (1995). Fútbol Sala. Apuntes de Táctica. Gymnos. Madrid. Meléndez, A. (1995). Entrenamiento de la resistencia aeróbica. Principios y aplicaciones. Alianza Deporte. Madrid. 11 Intentamos valorar un desplazamiento de velocidad, mas específico, acorde con la realidad de una gran parte de los desplazamientos y la forma en que estos se realizan en el juego de fútbol sala. Consideraremos aquí también la influencia de la velocidad o tiempo de reacción. Se realiza junto con el test de velocidad en 30 m. cuando los empleamos durante la temporada. Hemos obtenido valores de entre 5’’ 94 y 7’’ 31. Anteriormente habíamos utilizados una batería de test de campo o de pista para valorar la condición física de nuestros jugadores que incluía: Abdominales en 30’’, para valorar la resistencia muscular de este grupo, Salto horizontal a pies juntos y pentasalto, en un intento de valorar la fuerza explosiva y una cierta fuerza resistencia del tren inferior, flexión de tronco desde sentado, para medir la flexibilidad, completándose con alguno de los anteriores como la velocidad en 30 y 20 m. y la Course Navette. Con el paso del tiempo, hemos comprobado, que estos test, mas relacionados con la condición física general, que con la específica de la preparación que se estaba desarrollando, no mostraban grandes diferencias. Al mismo tiempo las exigencias de tiempo y de entrenamiento, hace que sea importante ahorrar tiempo y emplearlo adecuadamente, por lo que se fueron desechando pruebas, o sustituyendo otras, para trabajar en la actualidad con las pruebas de valoración funcional en pista que hemos expuesto. OTRAS PRUEBAS Y DATOS DE INTERES. La valoración del rendimiento físico no estaría completo sino añadiéramos algunos datos que serian susceptibles de tener en consideración. Monitorizamos, gracias al empleo de pulsómetros, entrenamientos y partidos que ayudan a configurar las necesidades y el cumplimiento de las cargas y esfuerzos que de los jugadores se solicitan. Se lleva un estudio estadístico de las tiempos de actuación en los partidos, considerando los tiempos de juego y los que se encuentra en el banco de sustituciones. Es habitual la realización de entre cuatro y cinco analíticas de sangre y orina, que ayudarán a completar y explicar la situación de rendimiento concreto de cada jugador. Realizados entre 6 y 4 semanas antes de los momentos de máximos rendimientos, ayudan a corregir deficiencias o corroborar el estado de salud del jugador. El control de las horas de sueño y la percepción del descanso, los valores de la frecuencia cardiaca basal, con tres tomas semanales, ayudan a relacionar los momentos de máxima carga con los mejores procesos de recuperación. También empleamos la Escala de Evaluación del Esfuerzo Percibido de Börg, citado en Meléndez, A. (1995), que ayudarán a concretar el sentido que el jugador tiene sobre el esfuerzo realizado. 10 • Test Course Navette. Corriendo en ida y vuelta una distancia de 20 m. al ritmo y velocidad que se marca por una señal acústica emitida por un cassette o por el empleo de un aparato especialmente adaptado. Lo utilizamos para determinar la potencia aeróbica máxima de nuestros jugadores en momentos de la planificación mas concretos, entre 5 y 6 veces. También lo empleamos con jugadores que han pasado periodos de inactividad por lesiones y queremos reintegrarlos a la situación de entrenamiento. Siendo una manera rápida y creemos que bastante eficaz de conocer el estado de sus capacidades de resistencia mas específicas para conocer su estado en relación a la programación prevista. Igual que ocurre con el test de VAM, con el test Course Navette podemos obtener el valor del consumo máximo de oxigeno de nuestros jugadores. Hemos conseguido valores de entre 9 y 13 periodos de forma habitual entre nuestro jugadores. • Velocidad en 30 m. sin señal de salida. Nos sirve para valorar la rapidez del desplazamiento en carrera, considerando que vamos expresar la capacidad de aceleración del jugador en mayor medida que su velocidad máxima, considerando que las distancias de máxima longitud que se recorren en un partido tienen los 30 m. con que desarrollamos la prueba. Tomamos el tiempos en función de que no existe una señal de salida, marcando el inicio del cronometraje sobre el primer apoyo que el jugador realiza después de la línea de salida, estando en cualquier caso, éste de pie para iniciar el desplazamiento. El objetivo es evitar la influencia de la velocidad o tiempo de reacción. Nuestros jugadores han obtenido valores de entre 3’’ 68 y 4’’ 43. Estamos en estos últimos años utilizando células fotoeléctricas para el cronometraje de estas pruebas. Estos test se realizan al finalizar los mesociclos específicos de preparación hacia el objetivo de velocidad, unas tres veces en la temporada. • Test de velocidad en 20 m. por la repetición de 4 recorridos de ida y vuelta de 5 m. de longitud ( 4 x 5 m.) Hemos realizado una adaptación del test descrito en la Bateria Eurofit, como carrera de ida y vuelta 10 x 5 m. (Blázquez, D. 1990), con una distancia menor, solo 20 m. recorridos en cuatro veces sobre la distancia de cinco metros. Se toma el tiempo desde una señal de inicio hasta que finaliza los cuatro recorridos. 9 • Test de una repetición máxima (1RM). Utilizamos este test, consistente en realizar, tras un calentamiento adecuado, una sola repetición con la máxima carga en cada uno de los ejercicios de musculación que vamos a utilizar durante el desarrollo del trabajo de fuerza. Considerando esta carga, o número de kilogramos levantados, como el cien por cien del jugador en el ejercicio, se gradúan los porcentajes de trabajo en función al objetivo. Es habitual que este test se realice de tres a cuatro veces durante la temporada, para ajustar, en la evolución del trabajo de fuerza en la programación, las cargas que el jugador es capaz de movilizar. En nuestro caso, solo lo realizamos sobre los ejercicios que utilizamos para desarrollar el tren inferior de nuestros jugadores. VALORACIÓN FUNCIONAL EN PISTA.Actualmente estamos trabajando con las siguientes pruebas: • • • • Test de Velocidad Aeróbica Máxima (VAM). Test Course Navette. Velocidad en 30 m. sin señal de salida. Test de velocidad en 20 m. por la repetición de 4 recorridos de ida y vuelta de 5 m. de longitud ( 4 x 5 m.) • Test de Velocidad Aeróbica Máxima (VAM). En la pista de atletismo señalamos distancias de 25 m. en todo su perímetro, para realizar una carrera adaptada a la velocidad creciente desde 8 Km./h. y que aumenta cada dos minutos en un kilómetro por hora, realizándose así un test progresivo y de esfuerzo máximo, hasta que el jugador, agotado, no puede continuar el ritmo que se impone desde unas señales acústicas que indican los momentos de paso por las señales de 25 m. (Mora, J. 1992). Se registra, gracias a un pulsómetro, la evolución de su frecuencia cardíaca durante la prueba y se registra su F.C. máxima. Por experiencias propias y contrastes con las pruebas con análisis de concentración de ácido láctico, hemos encontrado valores de entre el 90 % y 92% de esta F.C. Máxima como el valor del umbral anaeróbico. Solemos realizar esta prueba entre dos y tres veces en la temporada, para ajustar los valores de umbrales encontrados a través de las pruebas con análisis de láctato. Hemos obtenido valores de velocidad aeróbica máxima de entre 19 y 16 Km./h. También debemos señalar que podemos relacionar los resultados del test VAM con valores de consumo máximo de oxigeno. 8 Counter Movement Jump (CMJ) con manos libres, o Test de Abalakov, con lo que conseguiremos sumar, al análisis de la fuerza explosiva y elástica del CMJ sin utilización de acción de brazos, una coordinación intermuscular mas habitual para desarrollar la capacidad de salto. De estas pruebas conseguimos datos sobre: • • • • • Capacidad contráctil. Capacidad de reclutamiento. Capacidad elástica. Capacidad intermuscular. Capacidad refleja. de la musculatura del tren inferior de nuestros jugadores que nos ayudarán a orientar el entrenamiento de fuerza adaptándolo a las necesidades del momento de planificación y las peculiaridades del sujeto. Utilizamos el test de Bosco, en los cambios de régimen del trabajo de fuerza, desde el más general con objetivos de adaptación y desarrollo muscular, al inicio de temporada, hasta los más específicos de fuerza velocidad y fuerza máxima, alternados durante la temporada, con un total de entre 4 y 5 veces durante la misma. Ahora estamos trabajando para establecer relaciones entre la valoración que realizamos con la plataforma de fuerza sobre capacidad elástica, reactiva y refleja con esfuerzos aneróbicos alácticos y lácticos (test de saltos en 15’’ y 30’’) y de éstos con la velocidad, en pruebas con salida lanzada y con salida desde parado, con o sin señal de salida, eligiendo en todos los casos, para nuestros jugadores una distancia de 20 m. como la mas representativa de la máxima distancia y la mas adaptada a las condiciones del juego en fútbol-sala. RESULTADOS TEST DE BOSCO. EL POZO MURCIA F.S. Fecha: 13 y 14 de noviembre de 2000 Test realizados por Carlos Pérez SALTOS DEPORTISTAS SJ CMJ DROP JUMP ABAL. 20 40 Índice reactividad 60 20 40 60 Capacidades Elástica Intermusc. Refleja "RICARDO" 34,4 37,4 44,9 47,7 45 43,1 2,39 1,13 0,72 3 7,5 2,8 "WALLACE" 33,4 37,9 41,2 42,5 39 38,7 2,13 0,98 0,65 4,5 3,3 1,3 'DUDA'' 33,4 37,1 41,4 43 43,7 42,8 2,15 1,09 0,71 3,7 4,3 2,3 'CATA'' 31,3 35,4 41 42,5 41,5 43,5 2,13 1,04 0,73 4,1 5,6 2,5 'JORDI'' 36,8 38,7 46,5 43,8 42,8 44 2,19 1,07 0,73 1,9 7,8 -2,5 "FRAN SERREJON" 30,9 33,5 42,2 47,1 48,7 50,4 2,36 1,22 0,84 2,6 8,7 8,2 "LIMONES" 34,6 35,5 43,7 41,2 42,5 45,9 2,06 1,06 0,77 0,9 8,2 2,2 "FRANCIS PÉREZ" 38,3 46,4 52,3 54,1 53,4 51,6 2,71 1,34 0,86 8,1 5,9 1,8 "FERREIRA" 35,2 39,7 48,7 43,5 46,5 49 2,18 1,16 0,82 4,5 9 0,3 "INZA" 35,8 39,7 47 49,1 48,2 44,9 2,46 1,21 0,75 3,9 7,3 2,1 "EDU" 35,5 38,7 50,1 47,6 48,5 47,7 2,38 1,21 0,80 3,2 11,4 -1,6 "KIKO" 38,9 43 50,1 48,8 50,7 51,3 2,44 1,27 0,86 4,1 7,1 1,2 "RUBÉN" 34,3 37,5 49,3 44 44,1 45 2,20 1,10 0,75 3,2 11,8 -4,3 7 Gracias a la elaboración del somatotipo y por medios indirectos, conseguimos valores de masa o peso graso, muscular, óseo y residual con los que controlamos diferentes objetivos dentro del trabajo de resistencia y de fuerza que desarrollamos con los jugadores. Estos datos junto con otras pruebas nos ayudan a corroborar la consecución o no de objetivos durante la planificación, como un mayor peso muscular fruto de un trabajo de hipertrofia muscular en el entrenamiento de fuerza o una disminución del peso graso fruto de un entrenamiento de resistencia. Esta valoración cineantropométrica la realizamos al inicio de la pretemporada, a la finalización de ésta, y posteriormente cuando culminamos los objetivos de los mesociclos en los que estructuramos el trabajo de planificación, otras cuatro o cinco veces durante la temporada. Ha este valoración añadimos un control de peso corporal cada dos semanas durante toda la temporada. NORMOGRAMA DE FUERZA.Para elaborar el normograma de fuerza de nuestros jugadores utilizamos: • • • Test de Bosco. Test de una repetición máxima (1RM). Test de Bosco. Partiendo de las posibilidades de valoración que la plataforma de Bosco permite, estamos utilizando un protocolo con cuatro formas de salto para valorar aspectos como la capacidad contráctil, de reclutamiento, elástica, intermuscular y refleja de las fibras musculares junto con índice de reactividad de los jugadores. Para ello realizamos los siguientes ejercicios: Squat Jump (SJ), que nos permitirá analizar la fuerza explosiva, a través de una contracción concéntrica, asociada a la capacidad de salto y aceleración, es un indicador de un elevado porcentaje de fibras rápidas (Bosco, C. 1991). Counter Movement Jump (CMJ), con el que analizaremos la fuerza explosiva con reutilización de energía elástica y aprovechamiento del reflejo miotático por una contracción concéntrica precedida de una fase muy breve de contracción excéntrica necesaria para la inversión del movimiento. Se relaciona con la capacidad de desaceleración, detenciones repentinas y cambios de direccion. (Bosco, C. 1991). Drop Jump, realizando un salto vertical después de caer desde un escalón de 20, 40 y 60 centímetros de altura. Con esta prueba analizamos la fuerza explosivo-reactivo-balística por una contracción concéntrica precedida de contracción excéntrica y una acumulación relativa de energía elástica. Se relaciona con los saltos después de una salida y caída. 6 • Determinación del umbral anaeróbico.- Este si que es un aspecto mucho mas relevante para determinar aspectos de la preparación del jugador. Nos permitirá ajustar cargas de trabajo para desarrollar los aspectos de resistencia relacionados con la potencia y capacidad aeróbicas y anaeróbicas determinantes para el rendimiento. Por ello, de una extrapolación de los valores del consumo máximo de oxígeno a valores de frecuencia cardiaca y de la realización de tomas de concentración de ácido láctico en pruebas de laboratorio con el tapiz rodante, hemos pasado a utilizar un protocolo en pista de atletismo del Test de los 4 mmol/l (García, J.M. et all. 1996) para determinar los valores del umbral anaeróbico. Consiste en correr a una velocidad determinada y creciente, se parte de 8 km/h. y se incrementa en 2 km/h. en cada palier, en una pista de atletismo de 400 mts. durante periodos o palieres de 3 minutos de duración, con una parada de recuperación entre ellos, y que sirve para realizar la toma de la muestra de sangre, de 30 segundos de duración. Consecuentemente en cada palier se corre una distancia mayor, se inicia con 400 mts. La velocidad de la carrera viene impuesta por una cinta magnetofónica en la que se ha grabado el protocolo a seguir en la prueba, y que indica mediante señales acústicas el momento en el que el jugador debe recorrer distancias de 10 metros, señaladas adecuadamente en el perímetro interior de la pista. Tras el análisis de las curvas de los valores de la concentración de ácido láctico y de la frecuencia cardiaca, registrada en un pulsómetro durante el desarrollo de la prueba, se identifican el umbral con una determinada frecuencia cardíaca del jugador. La prueba es de esfuerzo máximo, y se exige al jugador que se mantenga en la misma hasta el agotamiento y la imposibilidad de seguir corriendo al ritmo que se indica. Valores entre 165 y 180 lat/min. son frecuentes entre nuestro jugadores como umbrales anaeróbicos de los mismos. Un siguiente paso sería establecer un protocolo para determinar el umbral anaeróbico en la misma pista de juego y con acciones características y habituales durante el desarrollo de un partido, que pudiera sustituir al protocolo que realizamos en la pista de atletismo y utilizando un solo tipo de esfuerzo como es la carrera. • Valoración cineantropométrica.- Utilizando el método antropométrico de Heath-Carter, conseguimos los datos para determinar el somatotipo de cada jugador, tomando sus medidas de talla, peso, pliegue cutáneo del tríceps, subescapular, subrailiaco, cutáneo medial de la pierna, diámetro biepicondíleo del húmero, el bicondíleo del fémur, el perímetro del brazo flexionado y el de la pierna (Esparza, F. et all. 1993); y así, considerar su situación con respecto a las referencias de somatotipos previos y actuar en consecuencia según los casos (control de dietas, trabajo de desarrollo muscular, etc.). 5 Una vez caracterizados los esfuerzos y las necesidades de preparación del jugador de fútbol – sala, podemos comenzar a establecer las pruebas que nos podrán ayudar a controlar los diferentes aspectos de esta preparación y el momento en el que sería susceptible su utilización. CONTROL DEL RENDIMIENTO FÍSICO EN FÚTBOL – SALA.Para realizar este control del rendimiento físico he seguido un protocolo que ha sido expuesto por Chirosa, L.J. et all.(1999) y que esta compuesto por: • • • Valoración morfofuncional en laboratorio. Normograma de fuerza. Valoración funcional en pista. Cada uno de estos aspectos a controlar han sido resuelto en distintos momentos de mi trabajo en este equipo con diferentes herramientas, vamos a concretar las que se utilizaron y las que ahora estamos utilizando. VALORACIÓN MORFOFUNCIONAL EN LABORATORIO.Para esta valoración partimos de la necesidad de evaluar los siguiente parámetros referentes a los jugadores: • • • • Consumo máximo de oxígeno. Determinación del umbral anaeróbico. Valoración cineantropométrica. Consumo máximo de oxígeno.- Conociendo los valores del consumo máximo de oxígeno de nuestros jugadores podremos situar sus valores de capacidad aeróbica, podríamos decir, de su resistencia. Aspecto este bastante inespecífico, donde su utilidad en un deporte como el fútbol – sala, y en el que la mejor capacidad aeróbica del jugador estará mas relacionada con las posibilidades de una mejor y más rápida recuperación. En un inicio esta valoración se realizó con una cicloergometría con protocolo de carga contínua y de máximo esfuerzo. Posteriormente la sustituimos por una valoración en tapiz o cinta rodante, bastante mas específico por utilizar la carrera como forma de esfuerzo. Se siguieron protocolos de carga contínua, como el de Bruce (García, J.M. et all. 1996), y posteriormente de carga díscontínua, como el de Taylor (García, J.M. et all. 1996). Actualmente, solo utilizamos estas pruebas como una mas de las que se realizan en el protocolo del reconocimiento de aptitud de nuestros jugadores, sin especial relevancia para el control del rendimiento físico de los mismos durante la temporada. Entre nuestros jugadores hemos encontrado valores entre 69 y 55 ml/km/min. 4 Para los contactos, las necesidades de fuerza estarán definidas por exigencias en el desarrollo de fuerza combinada con manifestaciones máxima dinámica y explosivo – elástica. No podemos finalizar este perfil fisiológico sin atender al puesto mas específico del juego de fútbol – sala, el de portero. Las ocasionales intervenciones del mismo, y no por ello poco importantes, clasifican sus esfuerzos como de potencia anaeróbica aláctica en lo que a la resistencia se refiere, y en cuanto a fuerza, nos remitiremos a los mismos aspectos que los que se han indicado para los jugadores. Entiendo que todos comprendemos que las necesidades en cuanto a flexibilidad y/o movilidad de los jugadores están en relación con el mejor desarrollo de las ejecuciones técnicas que se exigen, ya no solo en los gestos específicos del deporte del fútbol – sala, si no también por las que se deben desarrollar durante el entrenamiento de acondicionamiento físico y de preparación técnica y táctica. La consideración de capacidad complementaría para el desarrollo de las hasta ahora tratadas y su necesario trabajo para cumplir su papel preventivo y terapéutico para las lesiones, deben ser consideraciones a tener en cuenta por el preparador para guiarle en su mejor desarrollo. El trabajo de velocidad viene expresado por el objetivo último de la preparación. Todos esperamos que los esfuerzos repetidos ocasionados por las diferentes acciones del juego se manifiesten con la consecución del objetivo del mismo, conseguir el gol. Pero esperamos de las acciones de los jugadores una realización acorde con su nivel de preparación en cada momento. Los aspectos de potencia y capacidad anaeróbica aláctica de la resistencia, como forma y duración en que se utilizan las fuentes energéticas, expresan esa necesidad de preparación con el objetivo de conseguir la mayor rapidez de acción, siempre sin menoscabo de la perfección técnica y la continuidad de las propuestas tácticas. En los aspectos de periodización y planificación de la preparación física es necesario considerar el modelo de competición que se sigue y, acorde con el mismo, los objetivos que el equipo persigue. La Liga Nacional de Fútbol – Sala, en su competición de División de Honor, ha seguido hasta la actualidad un modelo de liga regular, hasta la temporada anterior de 18 equipos, de 16 equipos para la temporada actual, con un play – off final al que acceden los ocho primeros clasificados. Otros objetivos de la programación se pueden establecer en función del intento de acceder a otras competiciones como la Copa de España, competición que se juega por el sistema de concentración, hacia mediados de la segunda vuelta, y por sorteo entre los ocho equipos primeros clasificados al finalizar la primera vuelta en la liga regular. Esta temporada el ganador de la competición de liga, jugará la competición europea con un sistema de liga en grupos y una eliminatoria final. 3 • Potencia anaeróbica aláctica. Necesaria en la realización de esfuerzos de muy corta duración, entre 0 y 6 segundos, y de muy alta intensidad y velocidad de ejecución, cambios de dirección, esprines, fintas, regates, etc. • Capacidad anaeróbica aláctica. Surge ante la necesidad de mantener esfuerzos como los descritos anteriormente durante un tiempo algo mayor, entre los 6 y los 30 segundos. Situaciones estas que se producen durante el desarrollo de contraataques y defensas de los mismos desarrollados de forma constante y con alta intensidad. • Potencia anaeróbica láctica. Necesaria para mantener esfuerzos de alta intensidad con una duración de entre 30 segundos y un minuto. Siendo estos los habituales en el desarrollo del juego. • Capacidad anaeróbica láctica. Que servirá como puente de unión con la potencia aeróbica, cuando los esfuerzos se realicen por encima del umbral anaeróbico del jugador, con una intensidad media – alta y con duraciones de entre 1 y 3 minutos. Los lanzamientos, por la forma en que se producen durante el desarrollo del juego, significan en el jugador la necesidad de desarrollar en resistencia aspectos de: • Potencia anaeróbica aláctica. Los saltos, tienen para el jugador unas necesidades en resistencia idénticas a las de los lanzamientos: • Potencia anaeróbica aláctica. Con los contactos, por el escaso número y la forma en que estos se producen, las necesidades en cuanto a la capacidad de resistencia, estarán definidas por exigencias en: • Potencia y Capacidad anaeróbica aláctica. Fuerza: Los desplazamientos que se producen establecen necesidades de desarrollar un tipo de fuerza combinada con manifestaciones máxima dinámica y elástico – explosivo – reactiva. Los lanzamientos, necesitarán desarrollar un tipo de fuerza anisométrica y pliométrica con manifestaciones elástico – explosivo – reactiva. Los saltos, tienen para el jugador necesidad de desarrollar idénticos tipo de fuerza que para los lanzamientos, mientras que a la manifestación elástico – explosivo – reactiva de la misma, habrá que sumar una manifestación elástico – explosiva. 2 forma intermitente y con pausas de recuperación incompletas activas y pasivas de duración variable (Álvarez, J. et all. 2000). Díaz-Rincón, J.A. (1997) señala que aproximadamente la duración de los esfuerzos más cortos y más largos que se suelen dar en Fútbol Sala son de entre un tiempo de unos 6 – 7 segundos y 70 – 80 segundos. En Díaz-Rincón, J.A. y col. (2000) se indica que la F.C. máxima puede llegar a 190 pul/min. y que la F.C. media es de 160 pul/min, que los esfuerzos suelen ser de intensidad máxima y sub-máxima, localizados en el tren inferior y que la duración de los esfuerzos intensos continuados puede oscilar entre los 2 y 6 segundos. De esta forma se definen las acciones que durante el desarrollo del juego tienen lugar y que aproximadamente se resumen de la siguiente forma: • • • • Un jugador de campo recorre unos 6 Km. por partido, un portero unos 3 Km. Los desplazamientos a máxima velocidad (mas de 7 m./sg.) suponen un 2% del total, en torno a unos 100 m. Los desplazamientos a una velocidad sub-máxima (entre 5 y 7 m./sg.) suponen un 15% del total, en torno a unos 900 m. Que el 26% de los desplazamientos tienen un ritmo de velocidad cercana a esfuerzos de potencia aeróbica o resistencia mixta (entre 3 y 5 m./sg.), unos 1.500 m. El resto de la distancia se recorre a un ritmo lento (entre 1 y 3 m./sg.). Hernández, J. (1999) Realiza una media de entre 8 y 15 lanzamientos. Salta en altura, para cabecear o controlar el balón, entre 2 y 6 veces. Realiza varios contactos con el contrario. Aquí podemos establecer un perfil fisiológico en cuanto a las necesidades de los dos componentes fundamentales del acondicionamiento físico del jugador, resistencia y fuerza. Resistencia: Los desplazamientos que se producen durante el desarrollo del juego de fútbol – sala, en cuanto a duración y forma de los mismos, establecen necesidades de: • Potencia aeróbica. La solicitación del sistema cardiovascular va a ser en muchos momentos cercana a la máxima del deportista,….., obtuvimos unas medias de 166 + 11 pulsaciones por minuto y una solicitación cardiovascular media siempre superior al 85% de la frecuencia cardíaca máxima del deportista. Estos valores nos reflejan la gran exigencia de este deporte donde una adecuada capacidad aeróbica y de recuperación serán determinantes en su práctica (Álvarez, J. et all. 2000). Este aspecto de la resistencia se expresa en la necesidad de cubrir tiempos de participación en esfuerzos con duraciones de entre 2 minutos y los 20 minutos máximos de un período, en los cuales y por medía puede participar un jugador. 1 CONTROL Y EVALUACIÓN DEL RENDIMIENTO FÍSICO EN FÚTBOLSALA.Juan José García Pellicer. Facultad de Educación. Universidad de Murcia. Preparador Físico de A.D. El Pozo Murcia Turística. División de Honor de la L.N.F.S. Resumen: Las características de los esfuerzos que se realizan durante el desarrollo de un partido de fútbol – sala, junto con las peculiaridades de la competición de este deporte definen las necesidades en cuanto a la preparación física de los jugadores. Una vez que caracterizamos dichos esfuerzos, nuestro objetivo principal será describir herramientas que nos permitan realizar un control y evaluación de nuestro trabajo de acondicionamiento físico durante todas las fases de entrenamiento y competición. Sobre la base de lo realizado en seis años de trabajo se exponen las reflexiones y propuestas para evaluar y controlar el que realizamos en la actualidad. LA PREPARACIÓN FÍSICA EN FÚTBOL – SALA.Las necesidades en cuanto a preparación física en fútbol – sala vienen expresadas por las características de los esfuerzos que en este deporte se realizan. Un partido de fútbol – sala suele tener una duración entre 75 – 85 minutos de juego total (Álvarez, J. et all. 2000), aunque he tenido oportunidad de registrar partidos con una duración de entre los 90 y los 100 minutos de tiempo total, incluidos los quince minutos de descanso entre los dos períodos de juego. Hernández, J. (1999) registro, en un trabajo realizado en partidos de División de Honor, tiempos de intervención en situaciones de desplazamiento de entre 55 y 67 minutos para jugadores de campo y de 60 minutos para el portero, de tiempos máximos de duración de un partido entre 89 y 70 minutos. En cualquier caso, reglamentariamente el juego se desarrolla durante dos periodos de 20 minutos de duración de juego efectivo y real, durante los cuales se pueden realizar todos los cambios entre jugadores que se deseen, aspecto este que permite un nivel de intensidad en el juego muy elevado. Por otro lado, en Díaz-Rincón, J.A. y col. (2000) se señala que en la competición la participación media de los jugadores que más participan es de 25’ a 35’ por partido. Es un deporte que se identifica como un tipo de esfuerzo fraccionado e interválico basado en una serie de esfuerzos máximos y submáximos dados de