Emilio Valldecabres - Hijos y nietos del exilio republicano

Anuncio
memoria histórica
Fusilados por una misma firma
familiares. La sobrina de Emilio Valldecabres,
Annik Onofra, y su madre, Juana Alberich en su
casa de Valencia.
"Querían enterrarlo en el Valle de los
Caídos"
. Comunitat Valenciana
Emilio Valldecabres nació en Quart de Poblet y
fue fusilado el 17 de enero de 1940 por haber
firmado y autorizado la ejecución del falangista
José Antonio Primo de Rivera. Sus familiares,
residentes en Valencia, aseveran que lo
despertaron de madrugada para que estampara su firma en el documento después de la muerte del
hijo del dictador. "Él no quería, pero su cargo de asesor en el ministerio le obligaba a ello. Tenía
que justificar su muerte".
Jessica F. Peña, Valencia
El homenaje a los 13 republicanos que fueron fusilados en Quart de Poblet por sus ideales durante
el franquismo ha dejado al descubierto una historia desconocida hasta el momento. Otro vecino de
la localidad, Emilio Valldecabres, también fue fusilado, pero el trasfondo político de su muerte sólo
lo conoce su familia. Hombre culto y estudioso, Valldecabres pudo marcar la historia de España al
ser la persona que firmó y autorizó la ejecución del falangista José Antonio Primo de Rivera. O eso
les habían hecho creer a sus familiares.
"Lo que no sabe nadie es que él estaba en contra de su asesinato, por ello firmó el documento de
muerte de Primo de Rivera una vez ejecutado el falangista", según explicó a Levante-EMV la
sobrina del fusilado, Annik Onofra Valldecabres desde su casa de Valencia. Su madre Juana
Alberich, cuñada de Emilio, a sus 89 años aún recuerda la historia. Para ella está muy fresca porque,
en el exilio, "nunca hemos tenido reparos en contar nuestra vida, ni nuestros ideales de izquierda y
republicanos".
Y es que según consta en la documentación a la que ha tenido acceso este periódico, Emilio
Valldecabres era asesor jurídico del Ministerio de Defensa Nacional y del propio presidente del
Gobierno hasta 1939 y un año después fue ejecutado. Su papel en el juicio fue decisivo para la
muerte del hijo del dictador que fue acusado de un delito de "rebelión militar", por el que se le
condenó a la muerte.
Valldecabres redactó un informe en el que aduce que "está claro que el condenado José Antonio
Primo de Rivera (...) habida cuenta de las contestaciones dadas a las preguntas en el juicio (...) la
pena de muerte impuesta está bien aplicada". Al parecer, según su familia, fue obligado a firmar
este informe dado su cargo en el ministerio. "Por todo lo expuesto y con sujeción al decreto de 25
de agosto de 1936, esta asesoría concluye aconsejando que no procede realizar, en relacio?n con la
pena de muerte impuesta a José Antonio Primo de Rivera, más diligencia que cumpliendo lo
dispuesto, por el fin de que se ejecute la sentencia", según consta en la documentación firmada por
Emilio Valldecabres.
Juana Alberich recuerda que llegaron a su casa unos hombres que despertaron a Valldecabres y le
obligaron a firmar. "Por eso ya estaba unido a los personajes que tenían sentenciados por haber
intervenido en mayor o menor grado en el proceso y muerte de José Antonio", añadió. Por eso
intentó huir de España. Se despidió de su madre y de su hija y emprendió un viaje a Gandia, pero
una avería en el coche "le hizo perder mucho tiempo y no llegó para salir con las personas que había
acordado partir", según sus familiares, quienes consideran que fue víctima de un sabotaje "y que su
chófer lo delató".
Entonces se dirigió al puerto de Alicante para subir al buque Stanbrook, la última opción de salida
de los republicanos rumbo al exilio. Fue allí donde se encontró con "un gran cepo donde quedó
atrapado junto a miles de republicanos más". El barco estaba bloqueado por la armada franquista,
submarinos de Mussolini y la aviación nazi. Sus compañeros le sugirieron salir del puerto antes de
la llegada de las tropas nacionales, pero rehusó hacerlo porque pensaba que le sería "muy difícil
ocultarse porque era una persona muy grande y corpulenta", añadió. Además, no consintió "que
nadie se arriesgase a darle cobijo y con estoicismo, esperó".
"Que sufra el mismo castigo"
Al acabar la Guerra Civil "era necesario que sufriese el mismo castigo", según el expediente. Fue
trasladado al campo de concentración de los Almendros, a la plaza de Tocabán, a los Castillos, a los
cuarteles de Benalúa y finalmente al campo de Albatera. Cuando los Servicios Especiales dieron
con él "fue casi una fiesta el hallazgo de esta pieza tan valiosa" en la que se había convertido
Valldecabres para el franquismo. Fue trasladado a Madrid por ser considerado una de las piezas
clave en el proceso de ejecución a Primo de Rivera. El 17 de enero de 1940 fue fusilado. Su madre
se enteró días después cuando, tras una fuerte nevada, acudió a llevarle mantas a la cárcel. Por el
camino, unos amigos de la familia le dieron la noticia de su muerte.
´Querían enterrarlo en el Valle de los Caídos´
J. F. Peña, Valencia
Tras el fusilamiento de Emilio Valldecabres por haber firmado la sentencia de muerte de José
Antonio Primo de Rivera, su madre y su hija intentaron emigrar a Argelia, donde se encontraban
sus cuñados -Onofre y Juana junto a sus hijas- exiliados españoles. Tardaron cinco años en poder
recopilar toda la documentación para poder marcharse ya que a la hija de Emilio no le concedían la
documentación necesaria para obtener el pasaporte.
Cuenta su familia que el gobierno de Quart de Poblet les ofreció una pensión porque la hija del
republicano fusilado, Marina, quedó huérfana y fue su abuela quien se hizo cargo de ella. "Ella
rechazó la ayuda porque provenía del franquismo", aseveró Juana Alberich que era la mujer del
hermano de Emilio Valldecabres.
La familia estaba muy bien considerada en el exterior, pero aún así la tragedia se cebó con esta
parte republicana de los Valldecabres. Emilio fue enterrado en el cementerio de Madrid aunque su
madre recibió una llamada en la que le informaban que su cadáver iba a ser trasladado al Valle de
los Caídos, junto al de José Antonio Primo de Rivera. "Era como un trofeo para ellos haber matado
a quien firmó la muerte de su líder", señaló la sobrina del fusilado.
Esa propuesta fue "un insulto" para la familia, se negaron al traslado del cuerpo y permaneció
enterrado en Madrid. En esta ciudad vive ahora su única hija y sus descendientes, pero en Argelia
estuvo conviviendo durante 12 años junto a su tío Onofre Valldecabres, su mujer Juana, sus dos
hijas entre ellas Annik Onofra, y su abuela.
Descargar