HERMOSILLO, SONORA A 26 DE AGOSTO DE 2014 JUSTICIA Avalan juicios contra la Comisión Federal La Corte determinó que son procedentes los procedimientos contenciosos contra la paraestatal ante el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa México, D.F.- La Suprema Corte de Justicia eliminó el candado que desde hace un lustro protegía a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) de las demandas de nulidad contra sus cortes de suministro, ajustes y cobros excesivos del servicio que presta. La segunda sala del máximo tribunal determinó ayer que son procedentes los juicios contenciosos contra la paraestatal ante el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa (Tfjfa), lo que implica abandonar un criterio que prevaleció desde 2009. Aunque no se trata de un amparo, el recurso legal ante el Tfjfa incluye la suspensión de los actos de autoridad, lo que implica que eventualmente un particular podrá demandar y congelar un corte de electricidad, por ejemplo. Desde hace cinco años, la Corte sostenía el criterio de que no procedían los amparos ni los juicios contenciosos contra la CFE, porque no eran actos de autoridad los que la paraestatal ejercía sobre los consumidores. La vía que el máximo tribunal consideraba idónea para que los usuarios se inconformaran por los servicios era la demanda por la vía mercantil, donde consumidor y empresa se encontraban en un plano de igualdad. La segunda sala ahora ponderó ahora que en un contrato de electricidad el usuario se somete a las condiciones que dicta la Secretaría de Economía, con visto bueno de la de Energía, y que derivan de la ley. Esas condiciones, según los ministros, no tienen posibilidad de negociación, aspecto que no es característico de los contratos entre particulares en un plano de igualdad. “Lo anterior adquiere mayor relevancia si se toma en cuenta que en el País la Comisión Federal de Electricidad es el único organismo que presta el servicio de energía eléctrica y, por tanto, el usuario debe someterse por completo a las disposiciones que dicten las autoridades en los contratos, pues de lo contrario no podrían obtener el servicio de energía eléctrica que en la actualidad constituye un servicio de primera necesidad”, estableció la Corte. – Agencia Reforma EL IMPARCIAL, SECCIÓN GENERAL, PAG.: 03/A, JUEVES 28 DE AGOSTO DE 2014 Resoluciones de la Segunda Sala de la SCJN 27/08/2014 CANAL JUDICIAL.- La Segunda Sala de la Corte resolvió que en materia de responsabilidad patrimonial del Estado, la nulidad del acto administrativo, no es suficiente para demostrar la actividad irregular. (Amparo directo en revisión 2278/2014). Lo anterior lo determinó al resolver diversos amparos en los que personas afectadas por el desbordamiento del canal de La Compañía, en los municipios de Chalco, Ecatepec y Nezahualcoyotl en 2010, reclaman una indemnización a la CONAGUA por las daños provocados, pues acusan a dicho organismo de no actuar para evitar este tipo de situaciones. En el caso revocó la sentencia reclamada y ordenó al tribunal competente emitir una nueva resolución, tomando en cuenta que la responsabilidad patrimonial prevista en el Artículo 113 de la Constitución solo procede por el daño que produzcan los entes estatales por su actividad irregular, es decir por incumplir con sus obligaciones legales o por el funcionamiento defectuoso de sus servicios. Indicaron que corresponde al particular acreditar el daño y la causa que lo motivo y al organismo estatal, demostrar la regularidad de su actuación. Los afectados esperan que con este fallo, se de paso a la indemnización que reclaman. “Que la carga de la prueba de que la actividad es regular es de la dependencia, y como ellos no han podido demostrar que cumplieron con sus obligaciones legales, lo cual es imposible porque no lo han hecho, pues la consecuencia inevitable es que se condene, ahora yo espero que se dé una indemnización justa, no, la siguiente batalla es esa, van a querer dar 10 mil pesos, cuando se trata de una indemnización integral por daño moral, por daño personal”, Rodolfo Herrera Moro, Representante de los afectados. La Segunda Sala aclaró que sí el juicio de origen fue promovido como juicio de nulidad y no como reclamación, para el tribunal competente no le resulta jurídicamente posible pronunciarse sobre la indemnización que se reclama por no ser la vía jurídica adecuada. Sin que esto implique que se viole el derecho de acceso a la justicia. José Luis Guerra García Resoluciones de las Salas de la SCJN 27/08/2014 CANAL JUDICIAL.- La Primera Sala de la Corte reasumió su competencia para conocer de un amparo en el que una persona cuestiona la validez del artículo 147 de la Constitución de Colima y diversos artículos de los Códigos de Procedimientos Civiles y Civil de esa entidad. (Reasunción de competencia 19/2014). Disposiciones que definen el matrimonio como la unión de una mujer y un hombre, con el fin de perpetuar la especie, excluyendo a las parejas de homosexuales. Asunto que permitirá definir si las normas impugnadas son heteroaplicativas o autoaplicativas, la procedencia del amparo contra leyes y si tales disposiciones, violan los principios de equidad y no discriminación. La Segunda Sala de la Corte, determinó que la Comisión Federal de Electricidad es autoridad cuando emite actos relacionados con la prestación del servicio eléctrico de manera exclusiva. (Amparos directos en revisión 491, 909 y 34/2014). Con lo que se interrumpió un criterio en contrario. Con ello, se considera que los contratos para el suministro de energía son de carácter administrativo, pues no se dan en un plano de igualdad y porque la comisión, no persigue un fin de lucro. Se indicó que en contra de los actos de tal organismo, proceden los recursos de revisión y el juicio de nulidad en el ámbito administrativo, sin perjuicio de que proceda el amparo cuando se cuestionen normas generales. También declararon legal el desechamiento del recurso de revisión, interpuesto contra lo resuelto en una queja por un Tribunal Colegiado de Circuito, desechando una demanda de amparo contra el procedimiento de reformas a los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución. (Recurso de reclamación 555/2014). Los ministros declararon infundado el recurso de reclamación, que cuestionaba la decisión de la Presidencia del Máximo Tribunal, de desechar el recurso. Explicaron que el artículo 81 de la Ley de amparo, no prevé en ninguno de los supuestos, la procedencia del recurso de revisión en contra de la determinación que recae en un recurso de queja, Indicaron que con ello se garantiza la vigencia de la Constitución y el sistema jurídico, sin que esto implique una violación a los principios de legalidad y acceso a la justicia. José Luis Guerra García SUPREMA CORTE REASUME COMPETENCIA PARA CONOCER DE UN AMPARO EN REVISIÓN SOBRE LA REGULACIÓN DE LOS MATRIMONIOS EN COLIMA No. 124/2014 México D.F., a 27 de agosto de 2014 La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) resolvió la reasunción de competencia 19/2014, presentada por el Ministro Jorge Mario Pardo Rebolledo. Determinó reasumir su competencia originaria para conocer de un amparo en revisión en el que una persona impugna la constitucionalidad de las porciones normativas de los artículos 147 de la Constitución Política del Estado de Colima y diversos preceptos del Código Civil y del Código de Procedimientos Civiles de dicha entidad federativa, que circunscriben el matrimonio a un solo hombre y a una sola mujer limitando dicha institución a determinados fines, lo cual, según el aquí quejoso, limita la institución del matrimonio a parejas de distinto sexo y le asigna una finalidad reproductiva, así como deja fuera a un grupo de personas, como son los homosexuales, lo cual lesiona sus derechos fundamentales. La importancia y trascendencia del presente asunto radica en la posibilidad de analizar el contenido y alcance de los artículos 1º y 4º de la Constitución Federal, en relación con los derechos a la igualdad y no discriminación en razón de preferencia sexual; a la identidad, al libre desarrollo de la personalidad y a la protección de la organización y desarrollo de la familia, a fin de contrastarlos con las disposiciones impugnadas. De esta manera, la Primera Sala podrá resolver si la regulación tanto del matrimonio como de la relación conyugal (aquél que se celebra entre dos personas de diferente sexo y éste es dable sin importar el género), son normas autoaplicativas o heteroaplicativas, así como los requisitos para la procedencia del juicio de amparo contra leyes a la luz de la reforma constitucional de dos mil once, en la que se incorpora el concepto de interés legítimo. Además, refirieron los ministros, también se podría hacer un estudio específico en relación con los artículos que regulan la relación conyugal para determinar si efectivamente se trata de una norma autoaplicativa y, de esta manera, definir si los preceptos impugnados resultan constitucionales o no. En el caso, el aquí quejoso promovió amparo en contra de diversas autoridades, entre ellas, el Congreso del Estado de Colima, por emitir las normas referidas. El juez competente sobreseyó en el juicio por considerar que éstas tienen carácter heteroaplicativas y el quejoso no acreditó su interés jurídico, debido a que no demostró la aplicación de las normas cuestionadas. Inconforme promovió recurso de revisión, motivo de la presente reasunción de competencia. CFE ES AUTORIDAD CUANDO EMITE ACTOS RELACIONADOS CON LA PRESTACIÓN DEL SERVICIO PÚBLICO DE ENERGÍA ELÉCTRICA EN EXCLUSIVA No. 125/2014 México D.F., a 27 de agosto de 2014 La Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) interrumpió diversos criterios que establecían que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) no es autoridad para los efectos del juicio de amparo cuando lo que se reclama en el juicio de amparo es el aviso recibo que expide por consumo de energía eléctrica, así como el ajuste, cobro o corte del suministro. En efecto, al realizar el análisis constitucional respectivo, la Sala consideró que resultaba claro que en la suscripción del contrato de suministro de energía eléctrica el usuario se somete a las condiciones que dicta la Secretaría de Economía, con visto bueno de la de Energía, y que derivan de la ley, sin posibilidad de negociación, aspecto este que no es característico de los contratos entre particulares en un plano de igualdad, de manera que en el caso tal contrato no emerge de un plano de igualdad. Expresó que lo anterior adquiere mayor relevancia si se toma en cuenta que en el país la Comisión Federal de Electricidad es el único organismo que presta el servicio de energía eléctrica y, por tanto, el usuario debe someterse por completo a las disposiciones que dicten las autoridades en los contratos, pues de lo contrario no podrían obtener el servicio de energía eléctrica que en la actualidad constituye un servicio de primera necesidad. Derivado de lo antedicho, concluyó, los contratos de suministro de energía eléctrica no pueden considerarse como contratos entre particulares, sino como verdaderos contratos administrativos, lo que pone en evidencia que no constituyen un acto de comercio, fundamentalmente porque la Comisión Federal de Electricidad no persigue fines de lucro o de especulación comercial con el suministro de energía eléctrica, sino actúa por mandato y obligación constitucional de generar, distribuir y abastecer de energía eléctrica a todo el territorio nacional, procurando de esa manera el desarrollo económico y social del país. Por lo anterior, determinó la Segunda Sala, contra los actos que la Comisión Federal de Electricidad emite en la prestación del servicio público de energía eléctrica que otorga en exclusiva, procede el recurso de revisión previsto en el artículo 83 de la Ley Federal de Procedimiento Administrativo o el juicio de nulidad que prevé el diverso artículo 14, fracción XI, de la Ley Orgánica del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa; sin perjuicio de la procedencia del juicio de amparo cuando se reclamen normas generales. RESPONSABILIDAD PATRIMONIAL DEL ESTADO. LA NULIDAD DEL ACTO ADMINISTRATIVO NO ES SUFICIENTE PARA TENER POR ACREDITADA LA ACTIVIDAD IRREGULAR No. 127/2014 México D.F., a 27 de agosto de 2014 La Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación concluyó que del análisis al artículo 113, segundo párrafo, de la Constitución Federal, así como de su ley reglamentaria, para hacer efectivo el ejercicio del derecho a la indemnización por la actividad administrativa irregular del Estado, el legislador estableció un procedimiento específico, sentando los lineamientos y bases adjetivas que deben respetarse en aras de establecer si ha lugar al pago de daños y perjuicios al particular, precisamente, por esa actividad lesiva. En esa lógica, estableció que resulta errado que en una sentencia de nulidad se establezca que con la declaratoria respectiva se debe tener por acreditada la actividad irregular del ente estatal, pues la Ley Federal de Responsabilidad Patrimonial del Estado prevé las cargas probatorias y principios que deben observarse para ese efecto, siendo un requisito ineludible que se acredite la relación causa-efecto entre la acción u omisión que se le imputa al ente estatal y, que a su vez, éste pueda hacer valer las excepciones que prevé el citado ordenamiento legal. Lo anterior en el entendido que el artículo 20 de la Ley citada expresamente establece que la nulidad del acto administrativo no presupone por sí misma derecho a la indemnización, pues para ello resulta necesario que se lleve a cabo el procedimiento de reclamación patrimonial del Estado conforme a las reglas que establece la ley reglamentaria del párrafo segundo del artículo 113 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. De ahí que si en el caso específico el juicio de origen fue promovido como juicio de nulidad y no como reclamación directamente ante el Tribunal responsable –conforme al derogado artículo 18 de la Ley Federal de Responsabilidad Patrimonial del Estado–, no resulta jurídicamente posible que el órgano que lo resuelva realice pronunciamiento alguno respecto a la indemnización por la actividad administrativa irregular del Estado, al no ser la vía instituida para ello. En el entendido que lo anterior de manera alguna implica que se menoscabe el derecho humano de acceso a la justicia pronta y completa tutelado por el artículo 17 de la Constitución General de la República, pues tal derecho no llega al extremo de que los justiciables puedan soslayar los requisitos procedimentales que señala la ley reglamentaria del artículo 113 constitucional para efectos de obtener una indemnización por la actividad administrativa irregular del Estado, ni mucho menos que deban resolverse dos procedimientos de distinta naturaleza en la misma vía, pues lejos de beneficiar a los particulares, tal criterio conllevaría a menoscabar el principio de seguridad jurídica y a que se contravengan, desde luego, los principios y valores que dan forma al sistema de responsabilidad patrimonial del Estado establecidos por el Poder Revisor de la Constitución y cuyo ejercicio, se insiste, se encuentra subordinado a las formalidades que la ley secundaria establece para ello. La Corte y la batalla judicial previa a las elecciones 2015 AGOSTO 27, 2014 Desde hace varias semanas, las diversas fuerzas políticas y la opinión pública se preparan para el proceso electoral del 2015 -empiezan a saltar encuestas, a trazarse estrategias, definir discursos, etcétera-. Sin embargo, antes es necesario librar otra batalla no menor: la definición de las reglas electorales que marcara el rumbo precisamente de estas elecciones. En efecto, como se sabe, en los últimos meses hubo una reforma político-electoral que cambió varias de las condiciones del escenario electoral. No obstante, no pocas de estas nuevas reglas han sido impugnadas ante la Suprema Corte por los mismos partidos políticos. El punto más delicado es que en este caso lo que decidan los ministros tendrá un particular impacto en la dinámica políticoelectoral, pues el tiempo está encima: el proceso electoral inicia formalmente en octubre de este año y de ahí que no haya tiempo para corregir aquellos aspectos legislativos que en su caso declare inconstitucional la Suprema Corte. En febrero de 2014, después de meses de negociación por parte de las tres principales fuerzas políticas –PRI, PAN y PRD- se aprobó una nueva reforma constitucional en materia político electoral. Esta reforma tuvo dos ejes orientadores: en primer lugar, acotar el poder ilimitado que los gobernadores de las entidades federativas ejercían, ya fuese directamente o a través de los Congresos locales vía los mecanismos de designación, en los Órganos Electorales Locales y, en segundo lugar, abaratar el costo de las elecciones en México. Para ello, la nueva reforma constitucional dio un giro de timón en la configuración de la institucionalidad electoral. Además de incluir la posibilidad de reelección para diputados, senadores y alcaldes en el plano federal y local y añadir principios –debatibles- como la paridad de género en candidaturas, la reforma terminó con la existencia del Instituto Federal Electoral para dar paso al Instituto Nacional Electoral que, como su nombre lo indica, será el órgano encargado de la organización electoral y la fiscalización, por mencionar sólo algunas de sus facultades más relevantes, tanto en el plano federal como en el plano local[1]. Esta reforma constitucional, tal como lo señalaban sus artículos transitorios se completó con la posterior promulgación –en vía rápida- de tres nuevas leyes generales: La Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales –que sustituyó al Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales-, La Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral y la Ley General en Materia de Delitos Electorales[2]. Lo cual implicó a su vez que la mayoría de las entidades federativas adecuasen sus marcos normativos locales para armonizarlos con las nuevas disposiciones. Y aquí empieza precisamente la parte interesante. La Constitución en su artículo 105 faculta a “los partidos políticos con registro ante el Instituto Nacional Electoral, por conducto de sus dirigencias nacionales, [a presentar acciones de inconstitucionalidad] en contra de leyes electorales federales o locales; y los partidos políticos con registro estatal, a través de sus dirigencias, exclusivamente en contra de leyes electorales expedidas por el órgano legislativo del Estado que les otorgó el registro”. En este contexto, los partidos políticos, en ejercicio de dicha facultad y a partir de la promulgación de cada una de las etapas de reforma han presentado, hasta el momento, 54 acciones de inconstitucionalidad ya sea contra de algunas de las leyes generales arriba mencionadas o, bien, en contra de sus legislaciones locales[3]. En el plano federal, los partidos PAN, PRD, PT y Movimiento Ciudadano presentaron cada uno sendas impugnaciones buscando invalidar diferentes artículos de las leyes generales, mientras que en el plano local los partidos políticos locales también han promovido recursos contra las modificaciones o nuevas legislaciones de cada una de las entidades federativas. Los temas y los artículos que se buscan invalidar varían entre los diferentes recursos pero principalmente versan sobre los siguientes temas: distribución del financiamiento a los partidos políticos, facultades de los Órganos Públicos Electorales, fiscalización de la transferencia de votos cuando se trata de coaliciones y paridad de género. La cantidad de recursos presentados es de suyo reveladora, además de evidenciar que las voluntades políticas continúan centradas en las reglas de acceso al poder (la noria electoral como la llama Lorenzo Córdova), también refleja que, aunque el entramado constitucional contó con la votación necesaria para ser aprobado, las reformas legales y sus armonizaciones locales –que no necesitan transitar por un proceso legislativo tan exigente como el de las reformas constitucionales- no contaron con el mismo aval. Así, tenemos que estas modificaciones, cuya implementación afecta de manera sustantiva las facultades de los poderes locales, gozaron de poco consenso entre las autoridades –y los partidos políticos- nacionales y locales. Por otra parte, y dejando de lado el tamiz político, estos recursos presentan varias particularidades en el plano jurisdiccional. En primer lugar, vale la pena recordar, que la Suprema Corte no es la máxima autoridad jurisdiccional en materia electoral. Tal como lo señala el artículo 99 de la Constitución, con excepción única justamente de las acciones de inconstitucionalidad, la última facultad de revisión en la materia la realiza el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Así, tenemos que en esta ocasión, la Suprema Corte deberá pronunciarse –con apoyo de opiniones consultivas hechas por el propio TEPJF- sobre temas especializados, fundamentales para el funcionamiento del nuevo sistema electoral y con una larga trayectoria conceptual y jurisdiccional en nuestro país, en los cuáles no tiene conocimientos profundos. Aunado a esto, la Suprema Corte se encuentra corta de tiempo para definir cada una de las impugnaciones ya que el Proceso Federal Electoral de 2015, donde se renovarán la Cámara de Diputados así como las Asambleas Legislativas de 17 entidades federativas, arranca en octubre de 2014. Esto implica además que de corroborarse la inconstitucionalidad de alguna de las leyes impugnadas, éstas no podrán ser reformadas, dada la prohibición de reformar las leyes electorales 90 días antes de iniciar un proceso electoral. Así, tenemos que estas leyes controvertidas podrían estrenarse con áreas de no aplicación pero sin nuevas directrices en la materia. Lagunas jurídicas que, de verificarse, abonarían a minar la certeza que debe regir un proceso electoral. En síntesis, parece que nos encontramos ante un escenario delicado. Con independencia de la resolución de la Suprema Corte en cada uno de los casos, la combinación entre leyes electorales con legitimidad controvertida, y posibles problemas de legalidad, puede poner en severos problemas a las principales instituciones que deberán aplicarlas: el Instituto Nacional Electoral y el Tribunal Electoral. A poco más de un mes de arrancar la primer prueba del ácido de esta nueva reforma electoral todavía no tenemos certidumbre sobre con qué reglas jugaremos. Difícil saber qué ficha mover. Paula Sofía Vázquez. Abogada por la UNAM, especialista en derecho electoral. Twitter: @pauletta_sofia __________________ [1] Para mayor información sobre los contenidos específicos de la reforma electoral, ver aquí. [2] La reforma también contemplaba la expedición de la aplazada ley reglamentaria del artículo 134, relativa a publicidad oficial, pero que no fue aprobada en este primer paquete de reformas. [3] El citado artículo establece que los actores facultados para presentar este tipo de recursos cuenta con 30 días para hacerlo. De este modo, aunque el plazo para presentar impugnaciones contra las leyes generales ya está agotado, los plazos de las entidades federativas siguen vigentes en algunos casos.