María Esmeralda Rocha García Benemérita y Centenaria Escuela Normal del Estado Lic. Educación Especial Área de audición y lenguaje OPD ENSAYO “LA NECESARIA PROFESIONALIZACIÓN DEL PROFESORADO PARA LA COMPRENSIÓN DE LA DIVERSIDAD” Es muy común entre el profesorado emitir juicios y valoraciones sobre las competencias cognitivas y culturales de las personas excepcionales, es decir, sobre su educabilidad, olvidando que una variable importante en la educabilidad de estas personas viene determinada por la competencia cultural y por la educatividad del propio profesorado. Por ello quiero comenzar por plantear la siguiente pregunta: “qué tan importante es el nivel de profesionalidad de un maestro especialista para dar atención a la diversidad”; aunque suena simple esta pregunta, engloba un mundo de ideas que pueden o no coincidir, sin embargo en el presente ensayo pretendo demostrar que la profesionalización es el factor más importante que determina una buena o una mala atención a la diversidad. La cuestión a resolver, por tanto, desde este punto de vista, no es sólo saber si las personas con algún tipo de excepcionalidad son competentes "para aprender" en la escuela pública, sino si al profesorado que formamos en nuestras facultades de Educación lo hacemos competente en formación y en actitudes para "enseñar a aprender a otros". La escuela pública precisa de unos profesionales que hayan aprendido en su formación inicial metodologías para crear ambientes educativos en sus aulas para enseñar a aprender a otros, aprendiendo ellos a la vez. Con esto me refiero a que se necesita de un personal docente que sea competente para que de vida a los centros educativos. Dentro de este planteamiento inclusivo, la profesora DARLlNG-HAMOND (1995), plantea qué tipo de conocimientos debe poseer todo profesorado que se dedique a la enseñanza en la sociedad multicultural y apunta los siguientes: a) Un conocimiento de la materia que incluya más que las ideas básicas o procedimientos todo aquello que suponga su comprensión y la estructuración de la misma. María Esmeralda Rocha García b) Un conocimiento que permita entender y conocer las diferencias entre el alumnado: género, etnia, cultura, capacidad, etc. c) Un conocimiento pedagógico del contenido que permita abordar con fundamentación la enseñanza de cada materia a alumnado muy diverso. d) Un conocimiento amplio sobre el aprendizaje y las diferentes formas de aprender de personas diferentes. e) Un conocimiento que permita evaluar las diferencias en la forma en que el alumnado se acerca y construye el aprendizaje. f) Un conocimiento amplio de estrategias de enseñanza, que permita plantear de distintas maneras los mismos objetivos, que le permita adaptarse a situaciones diferentes, etc. g) Un conocimiento de los recursos curriculares y tecnologías educativas. h) Un conocimiento sobre colaboración, y como ésta potencia el aprendizaje entre el alumnado. i) Un conocimiento que permita reflexionar y evaluar la propia práctica. Considero que todos estos conocimientos son de vital importancia y que debemos enfocarlos también a las actitudes y valores que debemos tener como profesionales para con la diversidad. Lo que tiene que garantizar el profesorado en la escuela de la diversidad no es la verdad absoluta encarnada en su persona, sino el saber despertar en el alumnado la búsqueda de estrategias conjuntas para ir resolviendo problemas de la vida cotidiana; es decir, lo que garantiza este nuevo profesorado es un método de investigación y de indagación y no el saberlo todo. Al existir todos estos cambios, deben de surgir también nuevas funciones del profesorado en una escuela sin exclusión. En este sentido y de acuerdo a las exigencias de la cultura de la diversidad la formación y reprofesionalización de los docentes es la clave para conseguir una escuela sin exclusiones. Una formación que permita integrarse en un equipo de trabajo, ya que las exigencias pedagógicas de la escuela de la diversidad no son sólo de colaboración entre profesores tutores y profesores de apoyo, sino, principalmente, de especialistas (logopedas, fisioterapeutas, médicos, psicólogos, pedagogos, etc.), auxiliares y educadores. Estos docentes han de poseer una preparación para el trabajo cooperativo e interdisciplinar. María Esmeralda Rocha García Los nuevos planes de estudio han de ofrecer un perfil de profesorado cuya actividad fundamental no sea la de ser un mero aplicador de normas y principios, sino la de ese profesional que a través de su práctica diaria aprenda a construir y a contrastar nuevas estrategias de acción, nuevas fórmulas de búsqueda, nuevos modos de afrontar y de comprender los problemas que en una situación tan compleja como la que ofrece la escuela inclusiva suelen ocurrir frecuentemente. El profesorado como ese profesional que tiene autonomía para desarrollar su profesión. Como solución está que la Administración tome en serio que una innovación como la de la Cultura de la Diversidad precisa para su desarrollo y ejecución de unos nuevos profesionales de la enseñanza para atender los procesos que genera la misma diversidad. Teniendo en cuenta todo lo anterior y en concordancia con lo que vengo apuntando la finalidad de la escuela sin exclusiones consiste en provocar la reconstrucción del conocimiento del alumnado, con la ayuda y colaboración de un profesorado que, en palabras de GIMENO SACRISTÁN: Estén bien cultivados, dotados de sensibilidad y buen sentido pedagógico, adecuadamente seleccionados, continuamente perfeccionados, profesionalmente motivados, que puedan vivir con dignidad de su profesión y que se sientan política, familiar y socialmente apoyados en su misión, para poder lograr sistemas educativos de calidad". (GIMENO SACRISTÁN, J. 1999, p. 122). Con eso quiero cerrar este tema, como conclusión puedo señalar y reafirmar que se necesita hacer un cambio en la estructuración educativa, pero esto no implica en solo cambiar la forma de enseñar a los niños, sino también cambiar la forma de enseñar a los que en un futuro enseñaran, desde ahí comienza todo. Debemos de ser buenos profesionales, actualizarnos constantemente y tener conocimientos sobre la inclusión en las escuelas y una optima atención a la diversidad.