PROYECTO GANGA Evaluación global de las medidas agroambientales para aves esteparias en España (2007-2013) Informe final de resultados (versión resumen) Proyecto subvencionado por: Unión Europea FEADER ÍNDICES DE CONTENIDOS: Presentación del informe ...................................................................................................................................................................................... 3 1. Introducción ........................................................................................................................................................................................................ 1.1. Agricultura, aves y medidas agroambientales .................................................................................................................................. 1.2. El Proyecto Ganga: objetivos ................................................................................................................................................................ 1.3. Medidas agroambientales analizadas ................................................................................................................................................ 1.4. Dificultades encontradas.......................................................................................................................................................................... 4 4 4 5 7 2. Análisis ecológico .............................................................................................................................................................................................. 9 2.1. Efectividad ecológica de las medidas agroambientales ................................................................................................................ 9 2.2. Fenología reproductiva de las aves esteparias ............................................................................................................................ 14 2.3. Estudio base para una propuestas agroambiental en Canarias ............................................................................................ 18 3. Análisis socio-económico de las medidas .............................................................................................................................................. 3.1. Introducción ............................................................................................................................................................................................ 3.2. Nivel de acogida a las medidas agroambientales de estudio.................................................................................................. 3.3. Marco de funcionamiento .................................................................................................................................................................. 3.4. Factores que influyen en la acogida .............................................................................................................................................. 3.5. Aragón: Impacto económico, factores de decisión y modelización de preferencias ...................................................... 22 22 22 24 27 30 4. Discusión general y conclusiones .............................................................................................................................................................. 38 5. Propuestas ........................................................................................................................................................................................................ 42 Proyecto Ganga: Evaluación global de las medidas agroambientales para aves esteparias en España (2007-2013) Informe elaborado por: Ana Carricondo, Yolanda Cortés y Patricia Martínez (SEO/BirdLife). - El capítulo 2.1 es un resumen del informe: Mario Díaz, Elena D. Concepción, Irene Guerrero, Amanda García del Rincón, Hicham Fathi, Yolanda Cortés y Ana Carricondo. 2012. Efectividad de las medidas agroambientales para la conservación de las poblaciones de aves esteparias en España. Informe Final. IRN-CCMA (CSIC). Madrid - Elaborado en el marco del Proyecto Ganga. - El capítulo 3.5 es un resumen del informe: Eva Iglesias, María Loureiro, Isabel Bardají, María Alló y Alfonso Lossada. 2012. Análisis socioeconómico de las medidas agroambientales para la conservación de aves esteparias. CEIGRAM (UPM). Madrid - Elaborado en el marco del Proyecto Ganga. Con la colaboración de: Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos, IREC (CSIC-UCLM) Cita recomendada: Carricondo, A.; Cortés, Y. y Martínez, P. 2012. Evaluación global de las medidas agroambientales para aves esteparias en España (2007-2013): Proyecto Ganga. SEO/BirdLife. Madrid. © SEO/BirdLife, 2012 C/ Melquiades Biencinto, 34 28053 - Madrid Tel.: 91 434 09 10 www.seo.org e-mail: [email protected] Fotografías Portada: Cereal: SEO/BirdLife; Gangas: JC Atienza; Tractor: Olimpia García; Paisaje: Rafael Torralba. Fotografías Contraportada: José Antonio Martínez. Diseño y maquetación: Simétrica SL. Imprenta: Netaigraf SLL. Depósito Legal: M-37923-2012 Publicado en Madrid, en noviembre de 2012 © José Antonio Martínez PRESENTACIÓN DEL INFORME El presente informe es una versión resumida del informe técnico completo, más detallado y con información adicional, pero de estructura similar, disponible en la página web de SEO/BirdLife. La otra gran línea de trabajo del proyecto, el estudio socio-económico de las medidas, queda recogida en la tercera sección. El objetivo en este caso era identificar los factores determinantes para la participación de los agricultores en las medidas y su correcta gestión, así como analizar el impacto económico de estas ayudas sobre las cuentas de las explotaciones. Se describe aquí el nivel de acogida a las distintas medidas, la valoración del funcionamiento por parte de gestores y beneficiarios, y otros agentes implicados. Con un tratamiento más detallado, se presentan también tres casos de estudio basados en encuestas individuales a agricultores: Castilla-La Mancha, Cataluña y Aragón, y un análisis adicional en esta última región. En la sección introductoria se expone brevemente la relación entre las aves esteparias y los sistemas agrarios, su evolución y la situación actual. Tras lo cual se presentan los objetivos del proyecto y las medidas agroambientales objeto de estudio en el mismo. Dada su relevancia para el desarrollo del trabajo y el alcance de los resultados obtenidos, se resumen también las principales dificultades encontradas a lo largo de los años del proyecto. La segunda sección está dedicada a la evaluación de la eficacia ecológica de las medidas estudiadas. Es decir, se analiza la contribución de la gestión fomentada mediante estas ayudas a su principal objetivo, la conservación de las aves agroesteparias. Se describen los principales métodos utilizados, con especial relevancia de los muestreos en campo, los análisis realizados a partir de los datos recogidos, y los resultados obtenidos más relevantes en los distintos enfoques planteados: eficacia global, variabilidad entre regiones, y efectos paisajísticos. Se presenta asimismo un estudio fenológico de las especies de interés, y el trabajo realizado paralelamente en Canarias, para determinar la pertinencia de la puesta en marcha de medidas agroambientales para las aves en esta región. En la sección cuarta, se discuten conjuntamente los resultados obtenidos en ambas líneas de trabajo, planteando las posibles interacciones entre ellas y las conclusiones más relevantes en relación tanto a los objetivos del proyecto, como a la propia metodología o posteriores necesidades de evaluación. Por último, en la quinta sección, se presentan una serie de propuestas basadas en las conclusiones alcanzadas, de cara a las posibles mejoras en el diseño, gestión y/o aplicación de las medidas, en el siguiente periodo de programación. Finalmente, se plantean futuras líneas de estudio para corroborar o profundizar en algunas de las hipótesis que han quedado abiertas. 3 Los factores detrás de estas tendencias tanto en la actividad agraria, como consecuentemente en las poblaciones de aves asociadas, son diversos y complejos, por lo que la gestión de los espacios agrarios con objetivos de conservación ambiental resulta altamente difícil. No obstante, en el contexto europeo, la Política Agraria Común (PAC) ha sido y es uno de los principales elementos de influencia. Precisamente, la intensificación a partir de la década de los 60 estuvo en gran medida empujada por el apoyo de la PAC al aumento de la producción en sus primeras etapas. 1. INTRODUCCIÓN 1.1 Agricultura, aves y medidas agroambientales En Europa, los usos agrarios ocupan la mayor parte del territorio, lo que da una idea bastante clara de la importancia de esta actividad en la gestión del mismo, ya sea en términos de cohesión territorial o de conservación ambiental. En España en particular, prácticamente el 50% de su superficie (más de 23 millones de hectáreas) está ocupada por cultivos o praderas, y eso sin tener en cuenta las superficies forestales pastoreadas regularmente. Lo más destacable es que gran parte de esta superficie presenta aún un alto valor ambiental por su importancia para la conservación de la biodiversidad. No en vano, de los más de 13 millones de hectáreas incluidos en la Red Natura 2000, unos 10 millones corresponden a hábitats agrarios o han sido modelados por la actividad agrícola o ganadera. Este inicial enfoque productivista de la PAC, si bien respondió al objetivo de garantizar los suministros, derivó también en importantes impactos ambientales. Por eso, en las sucesivas reformas de esta política, aún motivadas en mayor medida por otras causas, se intentó dar respuesta también a este problema. Así, en 1992 se crearon las ayudas agroambientales, dentro de un paquete de medidas de acompañamiento a los pagos directos. Dos décadas después, estas medidas, junto con los proyectos financiados por el programa LIFE, son casi las únicas herramientas disponibles en el marco de las políticas públicas para fomentar métodos de producción más sostenibles y contribuir a la conservación de la biodiversidad en los ambientes agrarios. Sin embargo, los procesos de abandono rural y de intensificación agraria que tuvieron lugar especialmente en la segunda mitad del siglo XX conllevaron una brusca transformación del paisaje y de las prácticas que puso en peligro el delicado equilibrio alcanzado hasta entonces entre producción y conservación. 1.2 El Proyecto Ganga: objetivos En concreto, las aves esteparias, o mejor dicho agroesteparias, son tal vez el grupo más estrechamente relacionado con la agricultura, al encontrar en los cultivos herbáceos extensivos su hábitat prioritario y casi único, al haber desaparecido casi por completo las estepas naturales de las que proceden. Por este motivo, la continua reducción de las superficies dedicadas a cereal de secano derivada de su menor rentabilidad, unida a la intensificación de su gestión para optimizar los rendimientos, pone en peligro el mantenimiento de las poblaciones de estas especies. De hecho, según los datos obtenidos en los programas de seguimiento de SEO/BirdLife, son precisamente este grupo de aves las que presentan unas tasas de declive más acusado, frente a otras especies también asociadas a hábitats agrarios Los elementos del escenario estaban claros. Las poblaciones del conjunto de aves esteparias siguen disminuyendo; los sistemas agrarios de los que dependen en mayor o menor medida vienen sufriendo un continuado proceso de abandono, intensificación o transformación; y más de 15 años de medidas agroambientales no han conseguido, en general, parar estas tendencias. Es más, apenas había estudios de evaluación en España sobre el efecto real que estas medidas estaban teniendo en las zonas de aplicación. Por otro lado, la gestión de los espacios de la Red Natura 2000, y en particular la de aquellos ubicados en entornos agrarios, sigue sin consolidarse, generando tensión en la población local y no consiguiéndose el estado favorable de las especies objeto de conservación. Paralelamente, la PAC afronta una reforma que habrá de ponerse en marcha a partir de 2014, fecha en la que deberán estar además preparados los nuevos Programas de Desarrollo Rural y las correspondientes medidas agroambientales. Figura 1. Tendencia de las aves comunes ligadas a medios agrarios en España. Ante esta situación, el Proyecto Ganga, desde una perspectiva amplia, pretendía aportar argumentos e información para el debate sobre el futuro de la PAC, al menos en relación con estas medidas, y dar algunas orientaciones sobre la gestión de los espacios protegidos de carácter agrario. De manera más específica, se quería ayudar a la elaboración de la nueva etapa de programación de desarrollo rural, garantizando que las medidas que se pongan en marcha contribuyen efectivamente a detener el declive de biodiversidad, en este caso de las aves agroesteparias, a la vez que ofrecen una alternativa viable a los sistemas Fuente: Programa SACRE. SEO/BirdLife, 2011 4 marcha (Andalucía y Madrid), e incluso algunas que sí se convocaron no han tenido respuesta por parte de los agricultores (La Rioja). agrarios tal vez menos productivos o rentables, pero de gran valor natural, en particular a aquéllos situados en Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) de la Red Natura 2000. De todos los esquemas disponibles, también para moderar el esfuerzo necesario, se decidió trabajar sólo sobre aquéllos potencialmente más favorables o de mayor alcance, o con un objetivo más claro sobre las aves esteparias, seleccionando sólo una medida por región en el caso de que hubiera varias. No obstante, en el caso de Aragón se incluyeron tres de las medidas en el estudio, por tratarse de la única región en la que se han diseñado esquemas independientes para distintos sustratos posibles en los sistemas de herbáceos de secano (cultivo, barbecho, rastrojo, etc), frente a las medidas más integrales planteadas en el resto de zonas. Para ello, las líneas de trabajo se plantearon con el objetivo de obtener una visión de conjunto sobre la eficacia y el funcionamiento de las actuales medidas agroambientales dirigidas a aves esteparias en las Comunidades Autónomas (CCAA) más relevantes. En particular, se ha analizado el efecto real sobre las aves, y se han investigado los factores más importantes para un buen funcionamiento y los que determinan la decisión a participar por parte de los agricultores, con especial foco en sus vías de información. Adicionalmente, se ha buscado ampliar el conocimiento sobre la fenología reproductiva de las especies de interés, al ser este un punto clave en el diseño de las medidas, tanto para las aves como para la gestión de las explotaciones. Aunque los requisitos específicos varían de una medida a otra (tabla 1), en general se trata de conjuntos de acciones dirigidas a la extensificación del cultivo de cereal mediante la modificación del ciclo agrícola (mantenimiento de rastrojos, barbechos, siembras intercaladas de leguminosas), mantenimiento de superficies o franjas sin cultivar, la reducción del uso de fertilizantes y plaguicidas, y la adecuación de la cosecha u otras labores agrícolas al ciclo vital de las aves para disminuir la mortalidad en nidos y de adultos. 1.3 Medidas agroambientales analizadas Dentro de las medidas agroambientales de los Programas de Desarrollo Rural, con cargo al fondo FEADER para el periodo 2007-2013, cada Comunidad Autónoma ha puesto en marcha numerosos esquemas para los distintos cultivos, sistemas ganaderos y problemas ambientales de su territorio. Como se recogió en el informe “Punto de Partida” del Proyecto Ganga (SEO/BirdLife, 2011), a diferencia del periodo anterior, en el que cada región sólo podía elegir de un menú único elaborado a nivel nacional, en esta ocasión, han podido diseñar sus medidas específicas. Esto ha permitido un mejor ajuste a la realidad local de cada caso, a la vez que una gran variedad de esquemas diferentes, incluso para sistemas agrarios y condiciones agroclimáticas similares. Cabe señalar que debido a imprevistos sobre la puesta en marcha de las medidas en Extremadura y Andalucía, las medidas analizadas el primer año de trabajo no pudieron ser las agroambientales de los PDR. En la zona de Llanos de Cáceres en Extremadura se evaluó un programa de medidas compensatorias de la construcción de la autovía A-58 (Trujillo-Cáceres), y en Andalucía se optó por parcelas incluidas en el Programa de Conservación de Aves Esteparias de la Consejería de Medio Ambiente. Ya el segundo año, se incorporó la agroambiental de Extremadura, pero tuvo que descartarse definitivamente el trabajo en Andalucía. Prácticamente todas las Comunidades Autónomas con espacios ZEPA para aves esteparias o presencia de estas especies en sus territorios incluyeron una o varias medidas agroambientales dirigidas a su conservación en sus programas. Sin embargo, no todas han sido finalmente puestas en © Alejandro Vicente En Madrid, tampoco se llegó a poner en marcha la medida agroambiental prevista, y no se trabajó en las medidas compensatorias de las radiales, ya que hay un proyecto en marcha al respecto. 5 Tabla 1. Medidas analizadas en el proyecto y sus principales requisitos. Requisitos Medida/s CCAA Ana. Medidas agroambientales de los Programas de Desarrollo Rural Cultivo de alfalfa de secano – introducir cultivos de alfalfa en secano – limitaciones en las fechas de pastoreo, cosecha y labrado, pero no de superficie Cultivo de esparceta en rotación – introducir cultivos de esparceta en campos de 2-50 ha, – limitaciones en las fechas de pastoreo, cosecha y labrado Mantenimiento del rastrojo – mantener rastrojos anuales de larga duración, dejar parte de la paja sin recoger – limitaciones en las fechas de labrado; no uso de agroquímicos en rastrojos y barbechos E/S Agro sistemas extensivos de secano – superficie mínima: 2 ha; mantener en secano; dejar un 3% sin cultivar (con vegetación, en lindes o islas) – utilizar semillas sin productos fitosanitarios peligrosos e incrementar las dosis habituales – mantener el rastrojo hasta el 1 de febrero siguiente a la cosecha (para parcelas de barbecho) – limitación en la fechas de cosecha – introducir cultivos de leguminosas y/o proteaginosas en un mínimo del 15% de la superficie acogida – introducir cultivos de cereales de ciclo largo en un mínimo del 10% de la superficie acogida – compromiso voluntario adicional: 50% del barbecho tradicional semillado con leguminosas E/S Agro ecosistemas extensivos de secano – – – – – – – máximo 20% en regadío; dejar un 3% sin cultivar (con vegetación en lindes o islas) utilizar semillas sin productos fitosanitarios peligrosos e incrementar las dosis habituales mantener el rastrojo hasta el 1 de febrero siguiente a la cosecha (para parcelas de barbecho) limitación en la fechas de cosecha. introducir cultivos de leguminosas y/o proteaginosas en un mínimo del 15% de la superficie acogida introducir cultivos de cereales de ciclo largo en un mínimo del 10% de la superficie acogida compromiso voluntario adicional: 50% del barbecho tradicional semillado con leguminosas. E/S Cataluña Mejora de los hábitats esteparios de la Plana Agrícola de Red Natura 2000 – – – – – – – – – – aplicación en parcelas agrícolas de más de 2,5 ha con barbecho y cereal de invierno mantenimiento de barbechos con cubierta herbácea de al menos 2 años y altura mínima de rastrojos superficies sin cultivar, pero con cubierta, en el menos el 10% máximo 1 o 2 aplicaciones anuales de agroquímicos AAA/AAB limitaciones en las fechas de cosecha, labrado y pastoreo (según ubicación oriental/occidental) aplicación en parcelas agrícolas de más de 2,5 ha con barbecho y cereal de invierno mantenimiento de barbechos con cubierta herbácea de al menos 2 años y altura mínima de rastrojos superficies sin cultivar, pero con cubierta, en el menos el 10% máximo 1 o 2 aplicaciones anuales de agroquímicos AAA/AAB limitaciones en las fechas de cosecha, labrado y pastoreo (según ubicación oriental/occidental) E/S Extremadura Sistemas agrarios de especial interés para la protección de las Aves Esteparias – – – – superficie mínima: 3 ha limitaciones en las fechas de cosecha (no cosechar de noche) y otras labores agrícolas altura mínima de corte y dejar sin cosechar el 10% del cultivo y alrededor de los nidos. utilizar semillas sin productos fitosanitarios peligrosos E/S – – – – – – superficie mínima: 5 ha (2,5 ha de cultivo) utilizar semillas sin productos fitosanitarios peligrosos no cosechar los márgenes y dejar la paja sobre el terreno en el 50% de superficie limitaciones en las fechas de algunas labores agrícolas; no cosechar de noche introducir cultivos de leguminosas y/o proteaginosas en un mínimo del 5% de la superficie acogida compromiso voluntario adicional: semillar con veza y no tratar el 25% del barbecho en zonas de interés para el sisón S plantar un árbol por hectárea acogida mantener el rastrojo o sembrar leguminosas para abonado en verde. cumplir con un índice de barbecho de 100 dejar al menos el 5% sin cultivar (con vegetación, en franjas), y un 10% de cereal sin cosechar compromiso voluntario adicional: limitaciones de fecha para el pastoreo de rastrojos S superficie mínima: 20 ha mantener rastrojos de larga duración y superficies de reposo (barbecho) incorporar leguminosas en al menos el 5% de la superficie de cultivo, y el 25% del barbecho limitaciones en las fechas de cosecha, otras labores agrícolas y pastoreo; no cosechar de noche no cosechar los márgenes de cultivo y mantener la paja en el suelo en al menos el 25% E/S Aragón Castilla - La Mancha Castilla y León La Rioja Sistemas de extensificación para la protección de las aves esteparias Murcia Extensificación de herbáceos de secano – – – – – Navarra Ayudas Agroambientales en Zonas Esteparias – – – – – E/S E Programas específicos de conservación Extremadura Andalucía Medidas compensatorias Autovía Trujillo-Cáceres – introducir cultivos de cereal. leguminosas y/o barbechos en un 25% máx. (en ambientes de pastizales) – mantener rastrojos – limitaciones en las fechas de cosecha, laboreo y pastoreo Programa de Conservación de Aves Esteparias – introducir cultivos de leguminosas – limitaciones en las fechas de aprovechamiento E/S E Elaboración propia a partir de los PDR y las órdenes de bases reguladoras de las ayudas E: evaluación ecológica; S: análisis socioeconómico 6 © Yolanda Cortés (SEO/BirdLife) 1.4 Dificultades encontradas sobre la medida de Extremadura, pero hubo que abandonar definitivamente el trabajo en Andalucía, que no ha llegado a convocar su ayuda en todo el periodo. En el ámbito de la evaluación ecológica se pudieron buscar alternativas en ambos casos, mientras que no ha sido posible desarrollar ninguna acción de la línea socioeconómica en Andalucía. Debido al gran ámbito territorial de estudio, que ha incluido hasta 10 Comunidades Autónomas, la gestión y el manejo de la información y los recursos necesarios para el desarrollo de los trabajos han resultado enormemente complejos. Igualmente, la prolongación del proyecto durante varios años, sumada a la gran superficie cubierta, ha dado lugar a una alta variabilidad de situaciones y condiciones, en muchos casos imprevistas, que ha habido que afrontar de manera independiente. Adicionalmente a estos inconvenientes, en 2010 se puso en marcha el Plan Nacional de Fomento de Rotaciones (PNFR), dentro del paquete de ayudas directas de la PAC. Se trata de una medida similar en sus requisitos a las agroambientales de estudio, pero de carácter anual, dirigida específicamente a las explotaciones de secano con rendimientos iguales o inferiores a 2Tn/ha. La competencia de esta ayuda con las agroambientales fue especialmente fuerte en el caso de Castilla-La Mancha, donde muchos de los agricultores que en un primer momento habían solicitado la ayuda agroambiental, renunciaron a ella para pasarse al PNFR. Este hecho provocó, entre otros efectos, que algunas de las parcelas seleccionadas para el trabajo de campo no fueran finalmente válidas y fuera más difícil encontrar par- En el momento de preparación del proyecto, principios de 2009, se tomó como referencia lo establecido en los diferentes programas regionales de desarrollo rural (PDR), donde se enmarcan las medidas agroambientales, y se seleccionaron los esquemas de interés de entre las diversas ayudas previstas en ese momento. Sin embargo, a la hora de plantear el trabajo de campo en el primer año, ni Extremadura ni Andalucía habían puesto aún en marcha sus correspondientes medidas para esteparias. Ya para la segunda campaña de muestreo, se pudo trabajar 7 celas apropiadas, al disminuir también las acogidas a la medida agroambiental de estudio. cubrir por el proyecto, se unía la falta de costumbre de participar en reuniones y, en algunos casos, la falta de tiempo para participar en los encuentros convocados. Debido en gran parte a la multitud de proyectos para los que se pide la participación de los agricultores, y al hecho de que la convocatoria fuera realizada por una organización no gubernamental y no por la propia administración, muchos agricultores manifestaron falta de confianza en la utilidad de las actividades propuestas para solucionar sus problemas reales. No obstante, la principal dificultad encontrada ha sido manejar el desfase entre la información de acogida disponible y la realidad en campo, que ha llegado a ser de casi un año. Es decir, la selección de parcelas de muestreo se ha realizado casi siempre sobre datos de acogida de la campaña agrícola anterior, lo que ha requerido comprobar sobre el terreno que todas seguían presentando cultivos herbáceos de secano, y la validación posterior, una vez estaba disponible la información de acogida, de las parcelas supuestamente acogidas (o no) a las medidas. En cualquier caso, el elevado número de parcelas muestreadas en cada ocasión ha permitido mantener una muestra suficiente para la realización de análisis fiables. Además, estas fuertes variaciones han permitido tal vez obtener datos más representativos de las distintas situaciones derivadas de la alta variabilidad natural del clima mediterráneo. En algunas regiones con situaciones específicas, se encontró también cierto recelo hacia convocatorias realizadas por una organización de carácter ambiental. Profundizando en la información que se les solicitó a los agricultores, se encontró un rechazo generalizado a dar información detallada sobre su gestión o sus cuentas. A pesar de ello, gracias al esfuerzo realizado por el equipo del proyecto y a la colaboración de la administración y las oficinas comarcales en algunas regiones, finalmente se ha conseguido una amplia participación del sector agrario en todos los niveles: agricultores, organizaciones profesionales agrarias, y administración. Otro elemento imprevisto ha sido la climatología, tanto del primer como del tercer año. El primero (2010) fue muy lluvioso, mientras que el último ha sido mucho más seco de lo habitual (2012), con temperaturas algo diferentes a los patrones medios en ambos. Estas condiciones, por un lado, dificultaron el trabajo de campo en algunos casos y, por otro, provocaron retrasos y adelantos (sobre la media) en los cultivos y la fenología de las aves, influyendo en cierta medida los resultados finales. De cara a los análisis económicos, la escasez o dificultad de conseguir información detallada a nivel municipal o de explotación han condicionado las variables y valores a incluir en algunos de los modelos. Así, si bien se han podido usar datos en gran medida representativos de las zonas estudiadas, cabría afinar más los resultados si se dispusiera de información más específica del tipo de explotaciones implicadas en las medidas. © (SEO/BirdLife) Por otro lado, dentro del trabajo para el análisis socioeconómico, el mayor reto ha sido contactar con los agricultores. Al amplio ámbito de estudio que se pretendía 8 2. ANÁLISIS ECOLÓGICO entre los años 2010 y 2012. Las preguntas a las que se ha pretendido responder son las siguientes: • si las medidas suponen un aumento en la abundancia y/o riqueza de especies que se reproducen y alimentan en los campos de cultivo manejados según los requisitos de las medidas en comparación con campos control cultivados del modo habitual; • si la efectividad de las medidas varía entre zonas de estudio y entre años; • si las variaciones en la efectividad se relacionan con las diferencias regionales en el diseño de las propias medidas o con la estructura del paisaje; y • si los efectos sobre las aves reproductoras se manifiestan también en el periodo postreproductor y durante la invernada. 2.1 Efectividad ecológica de las medidas agroambientales 2.1.1 Introducción Las medidas agroambientales de la Política Agraria Común son consideradas en la actualidad como la principal herramienta para la conservación de la diversidad biológica ligada a los sistemas agrarios. Aunque se ha demostrado en diferentes entornos que estos esquemas pueden ser efectivos para la conservación de determinadas especies o grupos de especies más o menos amenazados, los resultados son variables según taxones y zonas cuando se realizan evaluaciones generales en regiones amplias (Kleijn et al. 2006, Whittingham 2007, Princé et al. 2012). Entre las medidas agroambientales más extendidas en España se encuentran las dirigidas a la conservación de las aves esteparias en cultivos de cereal de secano. Estudios previos han demostrado o inferido efectos positivos de estas medidas sobre las especies ligadas a los cultivos extensivos de cereal de Castilla-La Mancha (Kleijn et al. 2006) y Castilla y León (Martín et al. 2012), aunque también se han apuntado limitaciones de las medidas cuando se analiza la adecuación de sus prescripciones a los requerimientos de las aves esteparias (Llusia y Oñate 2005), o el efecto limitante sobre su efectividad del paisaje circundante a los campos donde se aplican (Concepción et al. 2012). 2.1.2 Métodos En esta parte del proyecto se ha analizado la efectividad de las medidas agroambientales diseñadas para la conservación de las aves esteparias en 18 regiones españolas Áreas de estudio y medidas agroambientales Los criterios de selección de las áreas de estudio fueron: que estuvieran ubicadas en zonas de interés para las este- De manera paralela se ha hecho un estudio basado en imágenes satélite para, a través del análisis entre parcelas acogidas y no acogidas a medidas agroambientales en cuanto a cobertura y estructura de la vegetación, determinar si estas medidas conllevan una mayor heterogeneidad de hábitat y si esto se relaciona o no con un mayor uso por parte de las aves. Este análisis supone el primer diagnóstico completo y riguroso a escala nacional de la efectividad de este tipo de medidas. Figura 2. Localización de las 18 zonas de estudio de la evaluación ecológica. 9 parias (zonas ZEPA preferentemente), la representatividad de los sistemas agrarios asociados –los cultivos de herbáceos de secano-, y que estuvieran aplicando medidas agroambientales dirigidas a estas especies y hábitats. El trabajo se ha desarrollado en total en 18 áreas esteparias españolas, pertenecientes a 7 Comunidades Autónomas, donde se aplican medidas agroambientales dirigidas a la conservación de las aves esteparias (figura 2). Todas excepto una (el área de Andalucía) están incluidas en zonas ZEPA definidas por su importancia para este grupo de especies. Como se ha comentado en la introducción, en el caso de las zonas de Extremadura y Andalucía se evaluaron medidas no incluidas en los PDR pero similares a las agroambientales propiamente dichas. (2005). En este proyecto se ha evaluado hasta qué punto la inclusión de las 21 prácticas definidas por estos autores como beneficiosas para las esteparias ha mejorado en el periodo actual de programación y si los resultados de esta evaluación a priori se relacionan o no con la efectividad real tras la aplicación de las medidas. Para evaluar la efectividad directa de las medidas agroambientales sobre las aves esteparias –evaluación ex-postse comparó la riqueza de especies y la abundancia total de aves entre campos apareados. El análisis se ha basado en modelos mixtos de estimación generalizada (GLMMs) y la significación estadística de los modelos se estimó mediante el Criterio de Verosimilitud de Akaike corregido (AICc). Los efectos de la estructura del paisaje sobre la efectividad de las medidas se analizaron incorporando las variables del paisaje a los GLMMs como covariantes. En 2010 se muestrearon 17 áreas, las mismas que en 2011, salvo por el área andaluza que fue sustituida por otra en Cáceres, mientras que en 2012 el trabajo se concentró en sólo 11 de las zonas, teniendo en cuenta aquéllas donde hubo mayor estabilidad de las parcelas a lo largo del estudio, de cara a optimizar el esfuerzo. Finalmente, se ha evaluado mediante técnicas de teledetección si existen diferencias en cuanto a composición y estructura entre parcelas sometidas y no sometidas a medidas agroambientales. Este aspecto se ha analizado considerando dos índices de vegetación, el LAI (o Índice de Área Foliar, que representa la proporción entre la superficie de hojas por encima del suelo y la superficie de suelo en la que crece la vegetación) y el NDVI (ver descripción más adelante). En cada zona se seleccionaron ocho pares de campos de 12,5 ha de superficie, según la metodología establecida en el Proyecto EASY (Kleijn et al. 2006), de manera que uno de los campos del par debía ser cultivado de acuerdo con las prescripciones de la medida agroambiental correspondiente (campo focal) y el otro, cercano al anterior y que actuaría como control, estaría cultivado del modo habitual. Los campos de cada par eran similares en cuanto a tamaño, tipo de cultivo y contexto paisajístico. Si las parcelas acogidas a la medida eran menores de 12,5 ha se seleccionaron campos adyacentes hasta completar el área de censo de 12,5 ha, para adecuarlas a las áreas de campeo medias de las especies consideradas. 2.1.3 Resultados Evaluación indirecta Una vez hechos los ajustes correspondientes entre las prácticas contempladas en el estudio de Llusia y Oñate (2005), los requisitos de las medidas analizadas y la normativa aplicable en el periodo de programación actual 20072013, se ha comprobado cómo las medidas analizadas difirieron significativamente en su efectividad potencial, medida como el porcentaje de prácticas deseables que incorporan (G25= 26,15, p= 0,0001). En conjunto, excluyendo a Castilla-La Mancha y Extremadura del análisis por no haber sido incluidas en el trabajo de referencia, se observa que la efectividad potencial no varió entre periodos (G21= 0,04, p=0,847). Por regiones, la efectividad potencial aumentó en Cataluña ( X21=6,73, p=0,009), disminuyó en Aragón ( X21=-5,19, p=0,023) y no mostró cambios significativos en Navarra y Castilla y León ( X21=1,64, p=0,200, y X21=-1,46, p=0,227). Métodos de muestreo y análisis Cada campo fue muestreado cuatro veces en las primaveras de 2010, 2011 y 2012, tres veces en los veranos de 2010 y 2011 y otras tres veces en el invierno de 2010-2011. Con los datos de las cuatro visitas de primavera, para cada campo se obtuvo el número de territorios establecidos de cada especie, según los criterios definidos por Bibby et al. (1992). Para definir la estructura del paisaje, en cada campaña de muestreo se anotaron los usos del suelo y las lindes de todas las parcelas situadas en un círculo de 500 m de radio centrado en cada campo focal. Esta información se incorporó a un SIG sobre el que se midieron las siguientes variables: tamaño del campo focal, longitud total de lindes con vegetación seminatural, porcentaje de superficie cultivada total, proporción de cultivos herbáceos, cultivos leñosos, vegetación seminatural y la diversidad de los tipos de cultivos o de vegetación natural (usando el índice H’ de Shannon). Las medidas con mayor efectividad potencial fueron las del programa de Cataluña, con un 59% de prácticas deseables incluidas, mientras que las de menor potencial fueron dos medidas aplicadas en Aragón para promover el cultivo de leguminosas de secano, con sólo un 12% de prácticas incluidas, aunque si se evalúan conjuntamente con la medida de mantenimiento del rastrojo, con la que son compatibles, el resultado sería del 36%. La medida agroambiental aplicada en Extremadura también presenta un grado de adecuación muy bajo, con sólo un 18% de prácticas, dirigidas casi exclusivamente a la gestión de las superficies cultivadas y en particular del momento de la cosecha, con En primer lugar se ha analizado la efectividad potencial de las medidas agroambientales –evaluación indirecta o exante- para alcanzar su objetivo de conservación de las aves esteparias, en función del grado de cobertura de cada medida respecto a los requerimientos de hábitat de estas aves, siguiendo el método descrito por Llusia y Oñate 10 Figura 3. Diferencias en la riqueza de especies y en la abundancia de aves esteparias, territoriales y totales entre campos donde se aplican medidas agroambientales y campos control en la época reproductora. Las líneas verticales indican los errores típicos de la media (n.s.: p>0,1 (*): p<0,1; *: p<0,05; ***: p<<0,001). Evaluación directa de las medidas agroambientales Como se ha comentado anteriormente, en el momento de hacer la selección de los campos de estudio para cada temporada de muestreo, no se disponía de la información de las parcelas acogidas a las medidas agroambientales en la campaña agrícola vigente, con la excepción de las zonas de Andalucía y Llanos de Cáceres, así como de las 11 áreas de muestreo de 2012 (en este caso la selección se hizo en base a las solicitudes). Con el fin de mantener el diseño apareado del muestreo, para realizar el análisis se descartaron todos los pares de campos que finalmente no se ajustaron al diseño previo. Tras este ajuste, el número de pares válidos fueron: 89 en el año 2010 (en lugar de los 136 pares que fueron censados); 96 en la primavera y 106 en verano de 2011 (sobre 136 pares censados en cada estación); y 76 en 2012 frente a los 88 censados. algunas limitaciones adicionales a los laboreos durante el periodo de reproducción. Entre esos dos extremos, Navarra presenta un esquema más equilibrado entre tipos de prácticas, y Castilla-La Mancha y Castilla y León, con esquemas casi idénticos pero más orientados a fomentar las prácticas relacionadas con el uso del suelo, presentan valores de adecuación potencial del 53, 41 y 47% respectivamente. Entre las prácticas deseables, las que más se han adoptado en el periodo 2007-2013 han sido el retraso de la fecha de cosecha (80%) y la introducción de leguminosas, grano y especies forrajeras en la rotación (70%), seguidas por la introducción de barbechos de corta y media duración (60%) y el mantenimiento de rastrojos (50%). Estas prácticas influyen sobre todo en la conservación de los sustratos agrarios más seleccionados por las esteparias, prestando menos atención a efectos directos o indirectos sobre la mortalidad mediados por cosechas nocturnas o productos tóxicos. Efectividad en la época de cría Los resultados del ajuste de los modelos de estimación generalizada mostraron un efecto global positivo significativo de la aplicación de medidas agroambientales sobre la riqueza y abundancia de aves esteparias reproductoras en los tres años de estudio. Todas las comparaciones indicaron efectos positivos de las medidas, de manera que los valores fueron mayores en los campos con medidas que en sus controles cultivados del modo usual (figura 3). Aparte de las prácticas consideradas por Llusia y Oñate (2005), en el periodo actual se han incluido otros compromisos que podrían contribuir también a la conservación de las aves esteparias a través de mejoras en el hábitat o en la seguridad y disponibilidad de alimento. Entre ellas están las prohibiciones de actividades agropecuarias durante la reproducción de las especies (50%), el incremento de la dosis habitual de semillas de cereal y el barbecho semillado con leguminosas (30%), que difieren en mayor medida de las prácticas habituales en este tipo de cultivos que las citadas anteriormente. Efectividad en verano e invierno Los análisis de los datos estivales, aunque de manera menos clara que los de primavera, muestran también un efecto global positivo de la aplicación de medidas agroam11 Figura 4. Diferencias en la riqueza de especies y en la abundancia de aves esteparias, territoriales y totales entre campos donde se aplican medidas agroambientales y campos control en la época estival. Las líneas verticales indican los errores típicos de la media. (n.s.: p>0,1; *: p<0,05; **: p<0.01; ***: p<0,001). bientales. No obstante, los resultados no fueron significativos en el caso de la riqueza de especies ni sobre la abundancia de aves en zonas ampliadas a 12,5 ha en el verano de 2011 (figura 4). Los análisis de los datos de invierno no permiten extraer conclusiones sólidas. tivas (el 26% de ellas, significativas), y entre las negativas sólo el 9% fueron significativas. En este periodo del año, se han encontrado más efectos significativos para la abundancia de aves que para la riqueza de especies (G21=40,03, p<<0,0001) y para las aves totales que para las territoriales (G21=18,86, p<<0,0001) (figura 5). Efectividad de las medidas agroambientales: variabilidad entre regiones El análisis muestra cambios significativos en la efectividad de las medidas sobre las aves reproductoras entre zonas de estudio. De las más de 170 estimas de tamaño de efecto para aves esteparias en campos focales durante la primavera de los tres años de estudio, el 83% fueron posi- Destacan algunas regiones donde los resultados son positivos significativos en las tres primaveras estudiadas considerando la abundancia de aves esteparias totales, como Secans del Segriá, El Plano, Campo Visiedo, Penillanuras o Tierra de Campiñas, mientras que no hay ninguna zona con resultados negativos significativos para Figura 5. Tamaños de efecto estandarizados de la efectividad de las medidas agroambientales para la riqueza y abundancia de aves esteparias territoriales y totales en primavera en campos focales de las 18 zonas de estudio. Las líneas horizontales punteadas por encima y por debajo del valor cero indican los valores críticos para α=0,05 (t=±1,98), siendo por tanto significativos por encima y por debajo de estas líneas. 12 pero la efectividad de las medidas sobre la abundancia disminuyó con el tamaño del campo. En cuanto a la longitud de lindes, se ha encontrado un efecto negativo sobre la abundancia de esteparias, aparentemente amortiguado por efecto de las medidas, como sugiere el hecho de que la abundancia disminuyó más rápidamente al aumentar la longitud de lindes en el entorno de los campos control que en los campos con medidas. La proporción de superficie cultivada sigue el mismo patrón: disminución de la abundancia al aumentar la superficie cultivada en el paisaje circundante, pero efectos positivos sobre la efectividad de las medidas, aunque no se han encontrado efectos de las medidas hasta que no se superaba un umbral de superficie cultivada alrededor de los campos focales superior al 9%, aumentando a partir de este valor la efectividad para incrementar la abundancia. Este umbral en torno al 10% es similar al encontrado en otros trabajos realizados en Europa aunque con un patrón opuesto, puesto que allí las medidas empiezan a ser eficaces en paisajes con al menos un 10% de hábitats seminaturales no cultivados (revisión en Tscharntke et al. 2012). En estas zonas la mayoría de las especies de aves ligadas a medios agrarios son en realidad especies ecotónicas que dependen de los medios seminaturales para colonizar los cultivos, mientras que las aves esteparias objeto de nuestro estudio están especializadas en la explotación de medios abiertos y que por tanto dependen de un mínimo de superficie abierta, cultivada, para colonizar estos medios. En cuanto al efecto negativo de la superficie cultivada sobre la abundancia, probablemente se deba a la presencia de cultivos no favorables para las aves esteparias, como los cultivos leñosos. Figura 6. Tamaños de efecto estandarizados de la efectividad de las medidas agroambientales en las 17 zonas de estudio muestreadas en la primavera de 2010, los veranos de 2010 y 2011 y en el invierno 2010-2011. Los resultados se refieren a aves esteparias totales en campos focales. Las líneas horizontales punteadas por encima y por debajo del valor cero indican los valores críticos para α=0,05 (t=±1,98), siendo por tanto significativos por encima y por debajo de dichas líneas. los tres años. No obstante, son de reseñar los efectos en general negativos de la medida evaluada en los Llanos de Cáceres, aunque sólo en un caso resultaron significativos.. En el periodo postreproductor, no hubo ningún efecto de las medidas sobre la riqueza de especies esteparias, mientras que en el caso de la abundancia el tamaño de efecto varió entre zonas, con un efecto medio positivo. En invierno, tampoco hubo efecto sobre la riqueza, mientras que el tamaño medio de efecto sobre la abundancia de aves esteparias fue prácticamente cero. Los efectos fueron significativos en la mayor parte de las áreas en verano (figura 6); en 2010 la proporción de efectos significativos negativos fue igual que la de efectos positivos (5 de 15 en ambos casos) pero en 2011 fue mucho menor (2 y 7 de 16 respectivamente). En invierno dominaron los efectos negativos, tanto significativos como totales (figura 6). Al comparar la heterogeneidad del hábitat en parcelas acogidas y no acogidas a medidas agroambientales, a través del análisis de imágenes satélite (DEIMOS-1), parece no haber grandes diferencias, pero no se ha obtenido ningún resultado concluyente. Esto podría sugerir que las prácticas requeridas por las medidas no suponen un cambio sustancial, en cuanto a los usos del suelo, respecto de la gestión habitual. Sin embargo, puede haber algún factor influyendo en el análisis, como la fecha en la que se tomaron las imágenes satélite, el tipo de medida evaluada o la presencia de parcelas inferiores a 1,2 has (unidad mínima cartografiable para el satélite por debajo de la cual la capacidad informativa es más limitada). Efectos de la estructura del paisaje y de la efectividad potencial de las medidas Los análisis realizados muestran que las zonas de estudio no sólo difieren en el tipo de medidas que se aplican en ellas y en su efectividad potencial y real para la conservación de las aves esteparias, sino que también varían en aspectos relevantes de su complejidad paisajística, como el tamaño del campo, la longitud de lindes y la proporción de superficie cultivada. Por último, la comparación del efecto real de las medidas con la efectividad potencial, estimada como la proporción de prácticas potencialmente beneficiosas para las esteparias, ha arrojado resultados contradictorios. Esto sugiere que el uso de la proporción de prácticas agrícolas incorporadas a las respectivas medidas agroambientales, según lo propuesto por Llusia y Oñate (2005), puede no ser un buen indicador de su adecuación para estas aves, probablemente por un efecto variable de las diversas prácticas listadas. Los resultados muestran efectos significativos del tamaño de los campos focales sobre la efectividad de las agroambientales para aumentar la riqueza de esteparias, de manera que las riquezas de especies fueron mayores en los campos con medidas que en los controles, pero la diferencia disminuyó a medida que aumentaba el tamaño de los campos focales. Por su parte, la abundancia de aves aumentó con el tamaño del campo focal, tanto en los campos control como en los campos con medidas, 13 duos observados, lo que permitía asignar ciertas observaciones a alguna de las categorías indicativas de reproducción segura o probable (véase Martí y del Moral 2003). Para cada especie, en cada zona, se ha calculado la proporción de individuos en las diferentes categorías de actividad en función de la fecha, agrupada en periodos de diez días. Los resultados se han complementado con información bibliográfica y con los archivos de fenología reproductiva de SEO/Birdlife. 2.1.4 Conclusiones A la vista de los resultados, las medidas agroambientales dirigidas a la conservación de las aves esteparias españolas pueden considerarse efectivas en su conjunto, puesto que tienen un efecto general positivo sobre la riqueza, pero sobre todo sobre la abundancia de estas especies durante la época de cría. Durante el verano y el invierno los efectos han sido más variados, incluyendo efectos negativos, más abundantes en la última estación. La efectividad ha variado también mucho entre regiones, de manera que en algunas zonas las medidas han tenido un efecto positivo en los tres años de seguimiento, mientras que en otras los efectos globales han sido incluso negativos sobre las variables consideradas. Para establecer las fechas de inicio y fin del periodo de reproducción se han seguido los criterios definidos por la Comisión Europea en su documento titulado Key Concepts of Article 7/4 of Directive 79/409/EEC (Comisión Europea 2010). Según este documento, el periodo de reproducción abarca la temporada de cría (etapa durante la cual una especie pone e incuba los huevos y saca adelante a los pollos, incluidas segundas o sucesivas puestas), la ocupación previa de las áreas de reproducción y el periodo posterior de dependencia de los jóvenes. Para calcular las fechas de puesta y demás variables se ha recopilado información disponible en la bibliografía respecto a cada una de las fases del ciclo reproductivo de las especies esteparias como el número de días de incubación, permanencia en el nido, días hasta el vuelo o periodo de dependencia. 2.2 Fenología reproductiva de las aves esteparias 2.2.1 Introducción El objetivo de este apartado es presentar información concreta y detallada sobre la distribución temporal del periodo de reproducción de las aves de medios agrícolas que pueda ser de utilidad a la hora de mejorar el diseño de las medidas agroambientales y sus compromisos. En concreto, una de las labores agrarias que tiene una mayor repercusión sobre las aves esteparias, considerando que todas ellas nidifican en el suelo, es la cosecha, tanto por el impacto directo de la maquinaria utilizada (pérdida de nidos y mortalidad directa de pollos y adultos), como por los efectos que tiene sobre su hábitat (aumento de la vulnerabilidad debido a la desaparición de la cubierta vegetal, pérdida de hábitat para los invertebrados…). Es por tanto necesario determinar los periodos de reproducción de este grupo de aves para establecer o sugerir las fechas de cosecha más adecuadas para minimizar sus efectos negativos. Las áreas de estudio se han agrupado en pisos bioclimáticos atendiendo a la clasificación propuesta por el Sistema de Clasificación Bioclimática Mundial (http://www.ucm.es/info/cif) para facilitar su comparación. Finalmente, se contrastan los periodos de reproducción obtenidos con las fechas fijadas para las labores agrarias, especialmente la cosecha, en las diversas medidas analizadas y analizar así su idoneidad. Fenología o desarrollo de los cultivos El índice utilizado, obtenido a partir de imágenes capturadas por el satélite MODIS-TERRA, ha sido el NDVI (Normalized Different Vegetation Index). Este índice compara la intensidad de la radiación, reflejada por la vegetación en las bandas del rojo e infrarrojo cercano, capturada por el sensor del satélite. Ello permite diferenciar la vegetación sana de otras cubiertas, como vegetación sometida a plagas, sequía, o suelo desnudo. Cada año agrícola, definido entre el 1 de octubre y el 30 de septiembre, se ha dividido en periodos de 10 días a los que se ha asignado un valor de NDVI. Los datos así obtenidos para cada año agrícola de estudio se han comparado con los registros medios (calculados para cada uno de los 36 periodos del año agrícola como la media de los valores desde 2001 hasta la actualidad). Los parámetros utilizados para definir la fenología de los cultivos en cada zona de estudio han sido: el inicio de la época de crecimiento (periodo y valor de NDVI), el final de la época de crecimiento (periodo y valor) y el valor máximo de NDVI (periodo y valor). De manera complementaria, se ha realizado un seguimiento satélite de las zonas de estudio con el objetivo de identificar posibles relaciones entre el estado de desarrollo de los cultivos y la fenología de las aves a una escala más amplia. Secundariamente, se pretendía determinar si esta herramienta podía ser usada de manera sencilla y generalizable para el seguimiento de los cultivos extensivos de secano y el establecimiento de requisitos más flexibles frente a las variaciones anuales, y ajustados a los parámetros ecológicos de las aves que los ocupan. 2.2.2 Métodos Periodos de reproducción de las aves Los datos para determinar los periodos de reproducción de las aves esteparias se han recogido durante los muestreos de campo para el estudio de la efectividad de las medidas agroambientales, principalmente en los de primavera, aunque también se han tenido en cuenta las observaciones recogidas en los de verano e invierno. Durante los recorridos de censo se registraba el sexo, edad y el comportamiento de los indivi- Por último, se han comparado las curvas de fenología reproductiva de las aves esteparias en cada una de las zonas de estudio con la correspondiente curva de NDVI de los cultivos mediante un análisis de correlación, con el fin de determinar si existe una asociación entre las dos 14 con los periodos reproductivos de las aves esteparias para las que hay información. Las zonas de estudio se muestran agrupadas por pisos bioclimáticos. El sombreado azul muestra los resultados de las observaciones recogidas en los tres años de muestreo (2010, 2011 y 2012). El sombreado verde procede de la información recopilada en la bibliografía y de los archivos de SEO/Birdlife, y sólo se indica cuando dicha información extiende el periodo reproductor resultante del trabajo de campo. Las flechas muestran el inicio o fin del periodo de reproducción en aquellas especies con datos de campo insuficientes o donde no se ha hallado información bibliográfica para esa zona en particular. Las líneas discontinuas rojas representan las fechas de siega u otras labores agrícolas establecidas en las diferentes órdenes reguladoras de cada una de las medidas agroambientales evaluadas. variables. Estudios recientes han demostrado que los efectos del clima sobre la vegetación y sobre la dinámica poblacional de diversos grupos animales son visibles tras un cierto lapso de tiempo. Por eso, y en base a análisis previos y a la bibliografía consultada, al correlacionar los índices de NDVI a lo largo del ciclo agrícola con el ciclo reproductor de las aves esteparias, se han comparado los valores de reproducción en una decena determinada con el valor promedio de NDVI de tres decenas anteriores de los tres años de estudio . 2.2.3 Resultados Fenología reproductiva de las aves esteparias A continuación (figura 7) se muestran los calendarios 1- CAMINO SANTIAGO ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SEP OCT NOV DIC ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SEP OCT NOV DIC ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SEP NOV DIC Aguilucho pálido Alondra común Avutarda Bisbita campestre Calandria Codorniz Collalba gris Perdiz Sisón común Terrera común Triguero 2- NAVA+PENILLANURAS+ CAMPIÑAS Alondra común Avutarda Bisbita campestre Calandria Codorniz Cogujada común Collalba gris Perdiz Sisón común Terrera común Triguero 3- CAMPO VISIEDO1 OCT Aguilucho cenizo Alondra común Bisbita campestre Calandria Collalba gris Collada rubia Perdiz Terrera común Triguero 1. Las líneas rojas representan el periodo establecido para realizar la siega de la leguminosa promovida por la medida agroambiental de esta zona (esparceta). 15 4- LLEIDA + NAVARRA ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SEP OCT NOV DIC ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SEP OCT NOV DIC ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SEP OCT NOV DIC ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SEP OCT NOV DIC Alcaraván común Alondra común Bisbita campestre Calandria Codorniz Cogujada común Cogujada montesina Collalba gris Collalba rubia Perdiz Sisón común Terrera común Terrera marismeña Triguero 5- CASTILLA-LA MANCHA Aguilucho cenizo Alcaraván común Alondra común Avutarda Calandria Codorniz Cogujada común Cogujada montesina Collalba rubia Perdiz Sisón común Terrera común Triguero 6- TALAVÁN Aguilucho cenizo Calandria Codorniz Cogujada común Cogujada montesina Collalba rubia Perdiz Sisón común Terrera común Triguero 7- JAÉN-CÓRDOBA 2 Aguilucho cenizo Avutarda Calandria Codorniz Perdiz Sisón común Triguero 2. La línea representa la fecha de siega establecida por la medida agroambiental del PDR. 16 8- LLANOS DE CÁCERES ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SEP OCT NOV DIC ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SEP OCT NOV DIC Calandria Codorniz Cogujada común Cogujada montesina Collalba rubia Perdiz Terrera común Triguero 9- MONEGRiILLO+BELCHITE 3 Alondra común Avutarda Bisbita campestre Calandria Cogujada común Cogujada montesina Collalba gris Collalba rubia Perdiz Sisón común Terrera común Terrera marismeña Triguero 3. Las medidas evaluadas en estas zonas no establecen fechas de siega; la medida 1.8 no permite el pastoreo ni realizar labores sobre la vegetación adventicia entre marzo y junio, periodo comprendido entre las lineas rojas. Figura 7. Periodos de reproducción de las aves esteparias en las diferentes zonas de estudio agrupadas por pisos bioclimáticos. Como se puede apreciar, en casi todas las comarcas la cosecha solapa de manera notable con el periodo reproductor de las aves esteparias. Las regiones donde esta actividad interfiere menos con la cría son las cuatro zonas de Castilla y León, las dos de Extremadura y las de la comarca de Los Monegros. En la comarca que agrupa a las dos zonas de Lleida y las dos de Navarra, la fecha establecida en la orden de la segunda comunidad es bastante más respetuosa con la reproducción de las esteparias, mientras que en la primera la siega tiene lugar aproximadamente en la mitad del ciclo. Esto mismo es lo que ocurre en las cuatro zonas de Castilla-La Mancha y, en menor medida, en la comarca que incluye a la zona de estudio andaluza. en otras dos el valor de p es muy cercano a la significación, por lo que entre el 61 y el 72% de las comparaciones muestran una asociación entre las variables. Al considerar cada año por separado, este porcentaje oscila en torno al 50%. No obstante, es de destacar que para más del 80% de las relaciones significativas el nivel de significación es muy alto, inferior a 0,01 lo cual indica una estrecha relación entre las dos variables en esas zonas. Desarrollo de los cultivos y reproducción de las aves esteparias A continuación se ha comparado el desarrollo de los cultivos en las zonas de estudio con los datos de reproducción de las aves esteparias recopilados en los tres años del proyecto (véase figura 8 como ejemplo). Siguiendo la metodología descrita, el número de zonas donde se ha encontrado una relación significativa entre la reproducción de las aves y el desarrollo de los cultivos difiere mucho entre años. Si consideramos los tres años de estudio en conjunto (tabla 2), en 11 de las zonas se ha encontrado una correlación significativa entre las dos variables y Figura 8. Ejemplo de análisis conjunto de la fenología de los cultivos y de las aves. Curvas de fenología de los cultivos de la ZEPA Tierra de Campiñas y porcentaje de aves esteparias totales con comportamientos que indican reproducción segura (datos acumulados de los 3 años). 17 Precisamente, en cuanto a las fechas de cosecha, los resultados del análisis entre el desarrollo de los cultivos (medido a través del NDVI) y la reproducción de las aves reflejan una posible relación causa-efecto. Es decir, las variaciones interanuales en la fenología de los cultivos podrían reflejar los cambios en los calendarios de la época reproductiva de las aves en función de las condiciones meteorológicas específicas de cada año. Tabla 2. Resultados de las correlaciones comparando los valores de reproducción con los valores promedio de NDVI de los tres años de estudio. Se muestra el coeficiente de determinación r2, los grados de libertad y la significación estadística (en negrita valores de p<0,05). 2010-12 2 gl p 0,2220 0,4019 0,1703 0,7482 0,5344 0,3850 0,3331 0,5162 0,3935 0,4635 0,6309 0,0593 0,1801 0,0206 0,0736 0,0022 0,6937 0,0884 16 17 17 20 14 14 15 18 16 16 17 18 18 19 16 16 10 10 0,048 0,004 r Belchite Monegrillo Campo Visiedo El Plano Rincón del Bú Secans Segriá Bellmunt La Nava Penillanuras Camino Santiago Tierra Campiñas AEEA El Bonillo AEMN-Toledo AEMN-Cuenca Llanos Cáceres Talaván Jaén-Córdoba 0,079 0,000 0,001 0,010 0,015 0,000 0,005 0,002 0,000 2.3 Estudio base para una propuesta agroambiental en Canarias 2.3.1 Introducción El objetivo principal del proyecto Ganga es evaluar la efectividad de las medidas agroambientales dirigidas a la avifauna esteparia. Sin embargo, a pesar de las conclusiones del proyecto LIFE Hubara (LIFE03NAT/E/000046; http://www.seo.org/lifehubara/Castellano/Index_Life.htm) que demostraban la importancia de los cultivos para algunas de las especies de mayor interés presentes en las islas orientales, estas medidas no han sido aplicadas en el archipiélago canario. 0,301 0,062 0,534 0,276 0,851 0,000 0,348 La falta de significación en algunas zonas y años puede deberse a que no se ha encontrado el desfase de decenas exacto entre los valores del NDVI y la reproducción de las aves, por lo que sería necesario profundizar más en ello. Por otra parte, también puede deberse a factores de distinta índole, como a una baja detección de individuos con comportamiento reproductivo, o más probablemente a la influencia de otras variables no consideradas que pueden estar relacionadas con el índice de vegetación usado, como la cantidad y distribución de las precipitaciones o los patrones de temperatura, tanto en las zonas de reproducción como en las de invernada en el caso de las especies migratorias. Por ello, y dadas las especiales características de la avifauna esteparia que alberga y de los sistemas agrícolas tradicionales existentes, se incorporó una línea de trabajo complementario en dichas islas, con la que se ha pretendido caracterizar la avifauna existente en los hábitats esteparios y agrícolas de las islas, establecer la fenología reproductiva de estas especies e identificar los usos agrícolas que resultan más beneficiosos para ellas. El objetivo último de todo ello es determinar si sería conveniente y posible diseñar un programa de medidas agroambientales similar a los desarrollados en la península para este grupo de aves. A todo ello debe sumarse que muchas de las especies consideradas adquieren especial relevancia desde el punto de vista de la conservación por tratarse de taxones endémicos de las islas o por habitar únicamente en este archipiélago en el contexto nacional y europeo. 2.2.4 Conclusiones 2.3.2 Métodos Los resultados encontrados muestran cómo la cosecha interrumpe el periodo de cría de la mayor parte de las aves esteparias en casi todas las comarcas de estudio, por lo que sería recomendable retrasar las fechas de siega lo máximo posible para ajustarlas a la reproducción del mayor número de especies. Está demostrado que pequeños retrasos en las fechas de siega de tan sólo 7-10 días pueden hacer que disminuya el impacto de esta labor agrícola sobre algunas de estas especies, como los aguiluchos cenizos (Arroyo et al. 2002). De la misma manera, se ha comprobado que el retraso de unos 15 o 20 días en la maduración y posterior siega de la cebada con respecto al trigo tiene como consecuencia un incremento en la probabilidad de supervivencia de los pollos de aguilucho nacidos en dicho cereal (Castaño 1995). Áreas de estudio El proyecto se ha desarrollado en distintas áreas de las islas de Fuerteventura y Lanzarote identificadas previamente por SEO/BirdLife como importantes para las aves esteparias o IBA (Viada 1998, Lorenzo 2007). En Lanzarote, se seleccionaron cinco zonas de estudio: Jable de Famara, Teguise, Vega de San Bartolomé, Playa Quemada y El Rubicón, todas ellas importantes para las aves esteparias. Tres están catalogadas como zonas ZEPA, las dos restantes limitan con ZEPA y en un caso es una IBA. Por su parte, en Fuerteventura fueron cuatro las áreas de muestreo: Los Alares, Vega Vieja, Lajares y CalderetaGuisguey, las tres primeras declaradas ZEPA y la cuarta IBA y anexa a una ZEPA. 18 Método de muestreo En cada una de las zonas de estudio se seleccionaron una serie de recorridos de muestreo que incluyen dos tipos de hábitats diferentes: estepas naturales y áreas cultivadas. Los censos de aves se hicieron siguiendo una adaptación del método del transecto lineal con banda fija de 25 m a cada lado del observador, complementado con la realización de puntos de observación. En Fuerteventura, en cada zona de estudio se estableció un recorrido a pie de 3 km de longitud a modo de transecto lineal, completado con 5 puntos de observación en cada área de 15 minutos de duración. En Lanzarote se definieron dos transectos y entre 6 y 8 puntos de observación en cada área de estudio. Los muestreos se desarrollaron durante las primeras horas de la mañana y las últimas de la tarde, con buenas condiciones meteorológicas (ausencia de lluvia y viento fuerte), y preferentemente en días soleados. Sólo se registraron las aves observadas en el interior de las zonas descritas. Aunque se ha caracterizado toda la avifauna presente en las áreas de muestreo, el trabajo se ha concentrado en las especies más ligadas a los medios agroesteparios. Fenología reproductiva de las aves esteparias El procedimiento para determinar los periodos de reproducción de las especies de aves esteparias está descrito en el apartado 2.2.2. Análisis de los datos Cada una de las observaciones de aves se ha asignado a una de las dos categorías de hábitat: estepario o agrícola. Dentro de la segunda, se ha diferenciado entre: cultivos de cereal, hortalizas (batatas, patatas, calabazas…), leguminosas (garbanzos, chícharos, lentejas, alfalfa…), frutales (higueras, algarrobos, chumberas, etc., todos ellos situados normalmente en las lindes entre parcelas) o mosaico. Para determinar si existen diferencias en la abundancia y diversidad de aves esteparias entre los distintos medios (agrícola y estepario) y entre los diferentes cultivos, se ha realizado una U de Mann-Whitney en el primer caso y una Chi-cuadrado en el segundo. En la isla de Lanzarote se realizaron cuatro campañas de muestreo: invierno 2010 y primavera, verano y otoño de 2011. En Fuerteventura se han realizado las mismas campañas de muestreo que en la isla anterior, y además primavera y verano de 2012, tras realizar siembras experimentales en algunas parcelas. 2.3.3 Resultados Lanzarote En la isla de Fuerteventura, donde el abandono de la actividad agrícola es más acusado, se identificaron parcelas agrícolas en desuso con el objeto de realizar siembras experimentales durante el ciclo agrícola 2012, y testar así la respuesta de las aves a una mayor disponibilidad de cultivos. Las siembras fueron llevadas a cabo por el Cabildo de Fuerteventura, previa autorización de sus propietarios, y los cultivos seleccionados fueron: cereal (trigo y cebada), mezcla forrajera y una leguminosa de cultivo tradicional (como el chícharo). Para permitir la comparación con los datos recogidos en la anterior campaña, se mantuvieron los transectos y puntos realizados en la campaña de 2011, puesto que las parcelas de siembra fueron seleccionadas para que solaparan. Análisis de datos de hábitat En total se han detectado 52 especies de aves durante el año 2011, incluidas las ocho descritas como esteparias, y entre las que se diferencian especies nidificantes y migratorias, tanto de paso como invernantes. El primer análisis para determinar si las aves esteparias hacen un uso diferencial de los hábitats esteparios o agrícolas, ha mostrado que la abundancia de aves ha sido mucho mayor (diferencias altamente significativas) en los hábitats agrícolas (figura 9). Este hábitat en particular ha sido seleccionado significativamente por dos de las especies, la terrera marismeña y la perdiz moruna), mientras que las cinco Figura 9. Comparación de la abundancia de aves y la diversidad de las especies de esteparias en medios agrícolas y esteparios en Lanzarote (* p<0,05; ** p<0,01). 19 Figura 10. Comparación de la abundancia de aves y la diversidad de especies esteparias en los distintos tipos de medios agrícolas en Lanzarote (* p<0,05; ** p<0,01). Fenología reproductiva de las aves esteparias restantes no muestran este patrón de forma clara. Se ha excluido a la codorniz por el reducido número de datos obtenido durante los censos. En esta isla se han recopilado suficientes observaciones para definir de manera razonablemente completa el periodo reproductor de siete especies, como se puede apreciar en la figura 11. Al evaluar la posible selección de los distintos tipos de sustratos agrícolas, se ha encontrado que la abundancia de aves difiere significativamente entre los hábitats establecidos, y además es mayor en los cultivos de cereal. La diversidad de especies es también superior en este tipo de cultivos, aunque con valores muy similares a los hortícolas. Si atendemos a cada especie por separado, se ha encontrado que la ganga ortega y el camachuelo trompetero seleccionan activamente el cereal, la terrera marismeña, las leguminosas (diferencias marginalmente significativas) y la avutarda hubara, el cereal y las hortalizas (figura 10). LANZAROTE ENE FEB MAR ABR De manera general, la temporada de cría en esta isla comprende la primera mitad del año, en concreto abarca desde principios de diciembre hasta primeros de septiembre, aunque se concentra al periodo que va entre enero y junio. El periodo más largo lo presenta la especie de mayor tamaño, la avutarda hubara, seguida del bisbita caminero y del alcaraván. MAY JUN JUL AGO SEP OCT NOV DIC Alcaraván común Avutarda hubara Bisbita caminero Camachuelo trompetero Codorniz Perdiz moruna Terrera marismeña Figura 11. Periodos de reproducción de las aves esteparias en la isla de Lanzarote (los colores siguen el esquema de la Figura 7). Figura 12. Comparación de la abundancia de aves y la diversidad de las especies de esteparias en medios agrícolas y esteparios en Fuerteventura (* p<0,05; ** p<0,01). 20 Figura 13. Comparación de la abundancia de aves y la diversidad de las especies de esteparias en medios agrícolas y esteparios en Fuerteventura (* p<0,05; ** p<0,01). Fuerteventura Fenología reproductiva de las aves esteparias Análisis de datos de hábitat De la información extraída en los muestreos de campo se ha podido definir el periodo de cría de siete especies. A lo largo de las diferentes campañas de muestreo de 2011 y 2012 se han detectado 47 especies de aves, incluyendo todas las esteparias. Al igual que ocurre en Lanzarote, entre ellas se encuentran tanto especies nidificantes como migratorias, y dentro de estas últimas, de paso o invernantes en los ambientes esteparios de la isla. El calendario de reproducción obtenido es muy similar al de la isla de Lanzarote, estando concentrado en la primera mitad del año, entre enero y junio, aunque una especie, el corredor sahariano, de la que se cuenta con muy poca información en la bibliografía, lo extiende hasta incluir todo el mes de agosto. Al analizar los resultados de los censos de aves, se ha encontrado que la diversidad de especies ha sido significativamente superior en los medios agrícolas (figura 12). Este hábitat ha sido seleccionado activamente por la hubara y por el camachuelo trompetero, mientras que el corredor sahariano y la terrera seleccionaron el hábitat estepario. Los resultados obtenidos no han permitido establecer patrones concretos en el caso de la perdiz moruna, el alcaraván y la ganga ortega. 2.3.4 Conclusiones A la vista de los resultados, parece evidente la importancia de los sustratos agrícolas para el grupo de aves estudiado, probablemente relacionado con el carácter árido de las islas y el mayor desarrollo y valor alimenticio de los cultivos frente a la vegetación natural, especialmente en las épocas más calurosas y secas, como muestran algunos estudios previos (Medina 1999). También se han encontrado diferencias en el uso de los diferentes tipos de cultivos. Por un lado, la abundancia de aves ha sido significativamente superior en los cultivos de leguminosas, mientras que la diversidad de especies alcanza sus valores máximos en los cultivos hortícolas (figura 13). Sólo dos de las especies muestran una selección clara hacia un tipo de cultivo determinado, el alcaraván y la terrera marismeña, y ambas seleccionan los cultivos de leguminosas. En particular, se ha observado la selección preferente de la mayoría de las especies por los cultivos de cereales, las leguminosas y las hortalizas, variable entre islas, especies y épocas del año, a tener en cuenta en el diseño de un futuro programa agroambiental concreto. Asimismo, la respuesta de las especies de mayor interés para la conservación a este tipo de medidas también debe formar parte de las acciones futuras, por medio del seguimiento de sus efectivos y de estudios concretos que complementen las investigaciones efectuadas con anterioridad y durante el presente proyecto en ambas islas. Por último, las escasas precipitaciones caídas a lo largo del ciclo agrícola 2012 han impedido que brotaran las siembras planificadas y realizadas en el marco del proyecto en la isla. Por este motivo no ha sido posible comparar el uso de los distintos tipos de ambientes entre años de estudio. FUERTEVENTURA ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SEP OCT NOV DIC Alcaraván común Avutarda hubara Bisbita caminero Camachuelo trompetero Corredor sahariano Perdiz moruna Terrera marismeña Figura 14. Periodos de reproducción de las aves esteparias en la isla de Fuerteventura (los colores siguen el esquema de la Figura 7). 21 3. ANÁLISIS SOCIO-ECONÓMICO La evaluación socio-económica de las medidas agroambientales para esteparias en el marco de este proyecto se plantea responder a las siguientes preguntas: • Cuáles son los puntos clave en los que incidir para optimizar el funcionamiento de las medidas de estudio. • Qué factores tienen en consideración los agricultores en la toma de la decisión de participar o no en los programas agroambientales. • Cómo valoran los agricultores los distintos atributos de las medidas. • Qué efectos tienen estas medidas agroambientales sobre la rentabilidad económica de las explotaciones en las que se aplican. 3.1 Introducción Desde el punto de vista socio-económico, el indicador más utilizado para medir el éxito en la implementación de los programas de medidas agroambientales es el grado de acogida por parte de los agricultores (Barreiro et al 2009). La participación de los agricultores en los programas de medidas agroambientales es voluntaria, por lo tanto, la disposición de éstos a implicarse es un elemento indispensable para lograr la efectividad de la política. 3.2 Nivel de acogida a las medidas agroambientales de estudio A la hora de conseguir la aceptación de las medidas por parte de los agricultores, la compensación económica y los incentivos son condición necesaria, pero no es suficiente para lograr los objetivos planteados (Siebert et al 2006). En la toma de decisiones por parte del agricultor se conjugan una serie de factores intrínsecos y extrínsecos a éste. Entre los factores intrínsecos se encuentran la edad, el nivel de formación, el tamaño de la explotación o la participación en programas anteriores, y entre los factores extrínsecos el efecto de las modificaciones en la PAC, los mercados internacionales o el nivel de información que se les proporcione a los agricultores. Dos son los factores en relación al nivel de acogida de las medidas que condicionan el logro de su efectividad. Por un lado, una aplicación real mínima en campo que permita observar beneficios ambientales y por otro, la distribución espacial de su aplicación. La definición por parte de la Administración competente de la superficie objetivo, condicionada por las limitaciones presupuestarias y el grado de prioridad que se le de a las medidas de estudio frente a otros programas, es el primer condicionante. Seguidamente, las modificaciones presupuestarias dentro del período de programación pueden llevar a cerrar las convocatorias a nuevas incorporaciones y ampliaciones de superficie, antes de haberse logrado los Otros factores, menos estudiados hasta la fecha, son los vinculados a las limitaciones de la política en sí, y a la gestión que realizan las instituciones que son responsables de ellas (Laschewski et al 2004). Tabla 3. Nivel de acogida a las medidas agroambientales de estudio. Comunidad Autónoma Superficie acogida (ha) Sup. objetivo PDR (ha) % Sup acog/ Sup obj. Año de cierre (1.1) 31.633,32 (1.1) 35.000 (1.1) 90,4% (1.1) (1.8) 21.215,70 (1.8) 50.000 (1.8) 42,4% (1.8) 20105 Castilla-La Mancha 38.896,81 300.000 12,9% 2011 Castilla y León 469.056,99 No especificado --- 2010 3.773,84 10.000 37,7% 2011 ---- 10.000 --- 2011 La Rioja 0 650 0% 2011 Navarra 6.544,44 20.000 32,7% 2009 Aragón4 Cataluña Extremadura 2007 4 En Aragón se ha decidido trabajar solamente con las medidas 1.1 y 1.8, dado que representan los principales requisitos que exigen estas medidas: mantenimiento del rastrojo, rotación año y vez y cultivo de leguminosas. Se elige la medida 1.8 en vez de la 1.2 al haber más superficie acogida. 5 Durante las anualidades 2009 y 2010, la incorporación de nuevas hectáreas a la medida 1.8 de Aragón estuvo limitada a 30 y 20ha/beneficiario. 22 En los mapas (figura 15) se muestra la concentración de esta superficie en el territorio, representándose a nivel municipal el porcentaje de superficie acogida a las medidas de estudio en relación a la superficie potencialmente acogible, para dar una idea de las dimensiones del área de aplicación y de la concentración en el terreno de la superficie acogida. objetivos propuestos. Del otro lado, se encuentra la aceptación que cada medida tenga entre los agricultores. En este apartado se realiza una revisión de la acogida en las CCAA de estudio, utilizando los datos de acogida durante la anualidad 2011 (campaña agrícola 2010-2011) en comparación con la superficie objetivo planteada en los Programas de Desarrollo Rural, y teniendo en cuenta el año de cierre de la convocatoria. Tanto las dimensiones del área de aplicación, como la aplicación real de la medida y la coincidencia de ésta con Figura 15. Porcentaje acogido a las medidas sobre la superficie potencial a nivel municipal. 23 superficies declaradas por su importancia para las aves esteparias es muy variable entre CCAA. En el caso de Aragón, la concentración de la aplicación de la medida 1.1 en las ZEPA esteparias es algo mayor que en la 1.8. Tanto en Castilla-La Mancha como en Castilla y León, el ámbito de aplicación de las medidas es muy amplio, sin embargo en Castilla-La Mancha la aplicación real es muy baja, no llegando a concentrarse la superficie en ninguna ZEPA esteparia. En Castilla y León, con una elevada aplicación en el terreno, el porcentaje de superficie potencialmente acogible que finalmente está participando en la medida es elevado en algunas ZEPA esteparias. En el caso de Cataluña el área de aplicación se restringe a las ZEPA esteparias, pero la aplicación es muy baja, con lo que solamente se consiguen niveles de concentración de superficie acogida elevados en determinados municipios. Finalmente, aunque la aplicación en Navarra se realiza en todos los municipios del sur, la concentración es mayor en las zonas esteparias calificadas como ZEPA. tes regionales del sector y grupos de discusión con agricultores y 2) el análisis de la información obtenida a través de distintas técnicas de investigación social. Consulta social Las entrevistas Se ha utilizado una entrevista semi-estructurada, técnica de investigación cualitativa en la que a través de una serie de preguntas definidas con anterioridad por el equipo de investigación, se establece una conversación abierta con cada uno de los agentes, en la que se repasan los aspectos más relevantes de las explotaciones objetivo de la medida, de los agricultores y los factores que determinan su decisión de participar. En el conjunto de las CCAA se ha entrevistado a 30 agentes, de los cuales 14 pertenecen a la Administración, 12 a organizaciones profesionales agrarias, y 4 a cooperativas agrarias y otras asociaciones. Los grupos de discusión con agricultores Para recoger la opinión directa de los agricultores se han utilizado grupos de discusión con agricultores de herbáceos de secano en distintos municipios, centrando la conversación en el funcionamiento de las medidas agroambientales para esteparias presentes en la región. Los grupos de discusión son una técnica de investigación que permite obtener información que nos dibuja un retrato de las perspectivas locales de manera combinada. 3.3 Marco de funcionamiento 3.3.1 Objetivos Los objetivos de esta parte del estudio son 1) comprender el marco de funcionamiento de las medidas agroambientales dirigidas a mejorar el hábitat de las aves esteparias en las distintas CCAA del país en el período de programación 2007-2013 y 2) detectar los puntos clave sobre los que incidir para optimizar su funcionamiento, tanto desde un punto de vista técnico como político. En cada grupo de discusión se siguió una dinámica similar: breve presentación del proyecto y los objetivos del evento, debate sobre las medidas dinamizado por el personal del proyecto, toma de actas en un papelógrafo, lectura y aprobación de las mismas. Se ha trabajado en todas las CCAA con al menos una medida agroambiental de este tipo en marcha. Es decir, Aragón, Cataluña, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Navarra, La Rioja, Extremadura y Murcia. En total, se han realizado doce grupos de discusión con agricultores, al menos uno en cada Comunidad Autónoma. A estos grupos acudieron un total de 282 agricultores, obteniéndose una medida de 23,5 agricultores/encuentro. 3.3.2 Métodos Análisis de la información Para el análisis de la información se ha construido un mapa social, es decir, una representación gráfica de los gru- La metodología está compuesta por dos fases: 1) consulta social en campo, realizada a través de entrevistas a agen- 24 pos, organizaciones y colectivos de un territorio concreto y las relaciones que se dan entre ellos. administración en el proceso de definición de las medidas. Este es el caso de las organizaciones conservacionistas y de las organizaciones profesionales agrarias. Posteriormente, se ha realizado un análisis de discurso, a través del cual se ha construido un marco de funcionamiento (esquema inter-relacional) en el que se han ordenado de manera sistemática los distintos aspectos del funcionamiento de las medidas agroambientales de estudio que han sido destacados durante la consulta social. El colectivo científico juega un papel en algunos casos determinante en la definición de estas medidas, ya que las bases para la definición de los requisitos que se exigen en las medidas agroambientales se encuentran en los resultados de investigaciones científicas, aunque en pocos casos esta información es específica de la región en la que se aplican. 3.3.3 Resultados Finalmente, es la administración autonómica la que tiene la capacidad de definir la medida, limitada por los condicionantes de la política a nivel estatal y europeo. Los principales resultados obtenidos en este análisis se organizan en torno a 1) definición de los actores implicados en su funcionamiento (figura 16) y 2) puntos clave a los que prestar atención en el funcionamiento de las medidas agroambientales. Las relaciones entre los distintos agentes y su capacidad de influencia en la definición de la medida es variable entre CCAA. Actores implicados en su funcionamiento. Puntos clave a los que prestar atención en el funcionamiento de las medidas agroambientales. Las medidas agroambientales aparecen en el marco de la PAC avaladas por la demanda creciente en la sociedad de conservar e incrementar los beneficios ambientales aportados por la actividad agraria, por lo que los ciudadanos son el primer grupo implicado en el funcionamiento de las medidas. Los agricultores, como sujeto activo en la implementación de las medidas, a las que acceden de manera voluntaria, cobran una relevancia especial en el funcionamiento. El marco de funcionamiento elaborado en este trabajo (figura 17) está compuesto por cinco categorías: el marco legislativo, que viene definido a nivel europeo, y que marca los objetivos de la política agroambiental y las características generales de su funcionamiento, y también en el nivel nacional, con el programa marco de desarrollo rural, que define las bases de su aplicación en España. Las competencias de definición y gestión de las medidas corresponden a las CCAA, siendo éstos dos elementos que pueden condicionar en gran medida el correcto funcionamiento. Además, cada región tiene unas características intrínsecas Tanto la sociedad en general como los agricultores se encuentran a veces organizados en distintos tipos de asociaciones, que en muchos casos tienen interlocución con la Figura 16. Mapa social. 25 específicas, tanto ambientales como agrarias y socio-económicas, que incidirán también en la efectividad de las medidas que se aplican. Todos estos elementos condicionan el nivel de acogida que tengan las medidas, y la efectividad global que se obtengan. • La definición de los atributos de la medida (flexibilidad en la superficie acogida cada año, ámbito de actuación, prima, modulación, exigencias o requisitos) presenta gran variabilidad entre regiones y suscita ciertos debates, que se analizan con más detalle en los siguientes apartados. • La definición clara de los objetivos de las medidas es un aspecto necesario, especialmente para poder evaluar después su funcionamiento. Además, los agricultores reivindican disponer de una mayor información sobre estos objetivos para entender así el porqué de las prácticas agrarias que se les exigen. • La flexibilidad en la superficie acogida, es decir, la posibilidad de variar un porcentaje sobre la superficie inicial del contrato en las distintas anualidades del período de 5 años por el que se suscribe el contrato, presenta variabilidad entre las CCAA, desde la obligación de mantener el 100% todos los años, como es el caso de Castilla-La Mancha, hasta la obligación de mantener un 60% de la superficie del primer año en Aragón. La falta de flexibilidad en este sentido es un limitante principalmente para aquellos agricultores que trabajan parte de sus tierras en régimen de arrendamiento. • Para lograr una mayor adaptación de los requisitos y las primas a las condiciones específicas de cada explotación, se demanda una regionalización de los mismos. En las CCAA de mayor tamaño ya se contemplan regionalizaciones relacionadas principalmente con los calendarios incluidos en las medidas. Se resumen brevemente los elementos dentro de cada categoría que han sido destacados en el proceso de consulta social. Marco legislativo • Se establece la obligación de mantener el compromiso durante 5 años, sin permitir ninguna flexibilidad para una duración menor. • La fórmula para el cálculo de la prima en función del lucro cesante y los costes adicionales no permite la inclusión de un incentivo o el reconocimiento en términos económicos de los beneficios ambientales generados. • Existen otros programas a los que el agricultor puede optar, que actúan como competencia de las medidas de estudio. En este período destacan las agroambientales dirigidas a agricultura ecológica y el Plan Nacional para el Fomento de las Rotaciones en secano. • Las consecutivas modificaciones de las políticas agrarias, se perciben como inseguridad administrativa por parte de muchos agricultores. Definición de la medida • La implicación de los diferentes agentes (principalmente agricultores, científicos y administración) en la definición de la medida parece clave para su aceptación posterior. Los agricultores y sus organizaciones muestran interés en la participación en este proceso, para lograr optimizar la inclusión de las prácticas agroambientales en las explotaciones objetivo. Gestión de la medida • La solicitud de las medidas agroambientales se incluye en todas las CCAA dentro de la solicitud del Pago Único, que se realiza después de las labores de siembra. Por lo tanto, el agricultor debe confiar en que se convocarán las ayudas y realizar las prácticas agroambientales. En este sentido, en Castilla y León se hace una preorden con los requisitos que se incluirán en la agroambiental antes de que los agricultores realicen las siembras, hecho que está valorado muy positivamente por los agricultores. • El control del cumplimiento de los requisitos debe planificarse y ejecutarse en el momento adecuado, ya que algunos de los requisitos de estas medidas solo son observables en campo en determinados momentos del año. La administración regional alega en algunos casos el no tener capacidad económica para organizar controles en varios momentos. • La realización de las comunicaciones por parte de la administración a los agricultores solicitantes de las medidas, en lo relacionado a la aceptación de su participación en el programa y a las eventuales modificaciones de los requisitos durante el período del contrato, y la realización de los pagos en cada anualidad son dos puntos que han fallado gravemente en algunas regiones durante este período. • El nivel de información sobre las medidas del que disponen los agricultores es el elemento inicial que posibilita la decisión de acogerse a las mismas. Figura 17. Marco de funcionamiento. 26 Características regionales ción competente, evitándose así que en la puesta en práctica de las medidas haya incoherencias entre los requisitos exigidos y las características de las explotaciones en las que se aplican, o que perjudiquen a las prácticas ganaderas habituales en la zona compatibles con los objetivos de las medidas. • Las explotaciones agrarias de cultivos herbáceos de secano tienen en cada región algunas características diferenciales, que deben ser consideradas a la hora de definir los requisitos. En este sentido, destacan el tamaño y la forma de las parcelas, puesto que algunos requisitos de las medidas, como dejar una banda sin cosechar en el perímetro de cada parcela, tienen repercusiones muy diferentes en parcelas grandes y de dimensiones equilibradas, que en otras pequeñas y alargadas. • Los cultivos extensivos de secano han sido pastoreados tradicionalmente por ganado ovino y caprino para optimizar así el uso de los recursos, y en muchos casos se destacan conflictos que se crean con este sector debido a las limitaciones de aprovechamiento en barbechos, rastrojos y leguminosas durante determinados meses del año que imponen este tipo de medidas. • En algunas regiones, ha habido durante años expectativas de transformación de las tierras a regadío, opción que los agricultores en su gran mayoría perciben como más rentable, que han sido frustradas definitivamente con la declaración de zonas ZEPA. Esta situación en muchos casos posiciona a los agricultores en contra de las medidas agroambientales para aves esteparias. Existe una demanda de mayor información sobre los efectos ambientales de las medidas por parte de los agricultores, e incluso de los técnicos del sector. 3.4 Factores que influyen en la acogida Se han realizado tres casos de estudio en profundidad en Castilla-La Mancha, Aragón y Cataluña. En ellos se pretende recoger la variabilidad presente en el país, tanto en lo referente a los requisitos y el diseño de las medidas, como a las características de las regiones en las que se aplican. En la tabla 4 se especifican algunas de las principales diferencias entre las zonas de estudio. 3.4.1 Objetivos 3.3.4 Conclusiones Los objetivos que se plantean en este apartado son: 1) comprender qué factores influyen en la decisión de participar o no en los programas de medidas agroambientales de estudio, 2) analizar qué atributos de los contratos son mejor valorados por los agricultores, y 3) observar las diferencias entre los casos de estudio seleccionados. Para lograr la eficiencia de una política es necesario analizar todo el ciclo del funcionamiento de la misma, de manera que se puedan identificar sus límites, y tenerlos en cuenta en cualquier evaluación que se realice. Gran parte de los inconvenientes que los agricultores destacan de las medidas no se refieren a los requisitos a implementar en campo, sino a la definición y gestión de las mismas. En la mayoría de los casos en los que se refieren a la medida en sí, se podrían solucionar con un diálogo previo o proceso de participación entre los agricultores, científicos y administra- 3.4.2 Métodos Para la recogida de información en cada caso de estudio se han utilizado encuestas personalizadas a los agricultores6. Éstas se han basado en un diseño similar para poder Tabla 4. Principales diferencias entre los casos de estudio. CAT CLM Tipo de requisitos exigidos Ámbito de aplicación Conflicto social Interferencia del PNFR Nivel de acogida ARA Sobre toda la explotación Sobre cereal y barbecho Individualizados en varias medidas Toda la Comunidad Autónoma Zonas ZEPA de la Plana Agrícola de Lleida Toda RN2000 --- Expectativas de transformación a regadío frustradas Expectativas de transformación a regadío frustradas en algunas zonas Incompatibles a nivel de explotación No se aplica Incompatibles a nivel de parcela Bajo Bajo Alto 6 La encuesta para el caso de estudio de Aragón se definió conjuntamente con el equipo del CEIGRAM. Las encuestas en Cataluña y Castilla-La Mancha se definieron tomando ésta como base para que fueran comparables. 27 establecer así las comparaciones pertinentes, pero han sido adaptadas a las características concretas de cada una de las medidas implementadas y de las regiones, tras la ronda de entrevistas a agentes expertos realizada en cada una de las regiones. encuestados), en Castilla-La Mancha es minoritaria, con tan solo un 7,4%, siendo en este caso las cooperativas la principal fuente de información, con un 34,7% de los encuestados. Factores considerados para acogerse a las medidas Este aspecto solamente se valora en Cataluña y Aragón, al ser muy bajo el porcentaje de acogidos en Castilla-La Mancha. En ambos casos (tabla 6), los factores más valorados son la rentabilidad económica para la explotación y la seguridad en los ingresos que suponen las medidas. Seguidamente, las opiniones divergen entre los dos casos de estudio y en Aragón se valoran la facilidad en la gestión y el ahorro de tiempo, mientras que en Cataluña se valoran más la necesidad de estas medidas desde un punto de vista ambiental y sus efectos en la fertilidad de la tierra. Se han realizado un total de 582 encuestas, de las cuales 126 se han realizado en Castilla-La Mancha7, 93 en Cataluña y 363 en Aragón. El porcentaje de acogidos a las medidas es de un 61,29% en Cataluña, un 3,2% en Castilla-La Mancha y en la muestra de Aragón, un 25,9% participa solo en la medida 1.1, un 17,94% solo en la medida 1.8, y un 5,2% participa en ambas medidas. Los factores favorables para acogerse a las medidas de estudio han sido valorados en una escala de Likert (1-5), al igual que los atributos de los contratos agroambientales. Por otro lado, para contabilizar las respuestas sobre los factores que han frenado la acogida se ha realizado un conteo del número de respuestas. Tabla 6. Factores favorables a la acogida. FACTOR 3.4.3 Resultados CATALUÑA Media ARAGÓN Orden Media Orden Rentabilidad económica 3,05 1 4,54 2 Seguridad ingresos 3,02 2 4,56 1 Ahorro gasoil 1,83 5 2,4 7 4,07 3 Factores que influyen en la toma de decisión del agricultor El primer elemento necesario para que el agricultor pueda tomar la decisión de acogerse a las medidas es tener conocimiento de la existencia de las mismas. En la tabla 5 se aporta la información sobre el porcentaje de encuestados que afirmaron conocer bien las medidas, no conocerlas, y que éstas les sonaban, aunque no las conocieran bien. Se aprecia una clara diferencia entre las comunidades de Cataluña y Aragón, donde el conocimiento de las medidas es bastante elevado y Castilla-La Mancha, donde la mayoría de los agricultores desconocen la existencia de estas medidas. Si bien es cierto que esta información parece ser representativa de la situación en cada una de las regiones, los resultados pueden estar sesgados por el nivel de acogidos en la muestra, diferente en cada Comunidad Autónoma. Facilidad gestión 7 Sí 18,25 65,59 58,40 No 65,08 3,23 19,28 Les suena 16,67 31,18 22,31 6 3,23 4 Mejora de la fertilidad 1,87 4 3,14 5 Necesidad ambiental 2,46 3 2,82 6 En Castilla-La Mancha y en Cataluña, una vez conocida la existencia de las medidas, el principal freno a la acogida es la limitación que éstas suponen en la capacidad de decisión del agricultor para ir decidiendo las labores a realizar según vaya el año (tabla 7). los encuestados. ARA (%) 1,55 En Aragón el principal motivo para no acogerse a las medidas de estudio es la competencia con otras medidas, mientras que esto ocurre en Castilla-La Mancha en menor medida, y en Cataluña no ocurre. En el caso de Castilla-La Mancha, cuando se puso en marcha el PNFR, muchos agricultores se cambiaron a éste, al tener características muy parecidas y suponer un compromiso solamente de un año. Sin embargo, este hecho parece no estar reflejado en las encuestas realizadas, debido a que gran parte de la zona que se ha muestreado no era de aplicación del PNFR. Tabla 5. Nivel de conocimiento de las medidas agroambientales entre CAT (%) Disminución tiempo actividad Factores considerados para no acogerse a las medidas Estas diferencias en la información sobre las medidas de la que disponen los agricultores, puede estar relacionada con la fuente de información que utilizan. Mientras que en Aragón y Cataluña la principal fuente de información son las Oficinas Comarcales Agrarias (40,4% y 50,4% de los CLM (%) NP La falta de adaptación al trabajo que se realiza en la explotación es un motivo que aparece representado en las tres CCAA, especialmente en Cataluña. Las encuestas realizadas en Castilla-La Mancha han sido posibles gracias al apoyo del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC). 28 Tabla 7. Factores considerados para no acogerse a las medidas. CLM (%) CAT (%) ARA (%) Libertad sobre el plan de cultivos 38,84 33,33 0,00 Calendarios 15,70 0,00 4,11 No se adapta a mi trabajo/Complica la gestión de mi explotación 10,74 13,64 5,48 Papeleo/Burocracia 10,74 0,00 0,00 Prima baja 8,26 27,27 2,74 Otras medidas 8,26 0,00 47,95 No entendía bien los requisitos 0,00 24,24 0,00 No me la han concedido / No se ha vuelto a abrir la convocatoria 0,00 0,00 4,11 Jubilación 0,00 0,00 13,70 Poco terreno 0,00 0,00 21,92 CLM CAT ARA Tabla 8. Valoración de los atributos de los contratos. ATRIBUTO Media Orden Media Orden Media Orden Prima 4,59 1 4,53 1 4,66 1 Flexibilidad 4,24 2 3,72 2 3,07 2 Multa 3,93 3 3,24 3 2,36 5 Leguminosas 2,33 5 2,89 5 2,38 4 Calendario 3,03 4 3,03 4 2,75 3 Valoración de los principales atributos de los contratos agroambientales teóricos. calendario relacionadas con los aprovechamientos, que a la obligación de incluir un porcentaje de leguminosas. Se valoran cinco atributos de los contratos agroambientales: la prima, o cantidad de dinero que percibe el agricultor por hectárea que suscribe a la medida; la flexibilidad para no tener que acoger todos los años la misma superficie; la multa o importe que el agricultor debe pagar en caso de que se detecte un incumplimiento; el requisito de incluir un porcentaje de leguminosas en las tierras cultivadas y las limitaciones al aprovechamiento durante determinados períodos de tiempo (tabla 8). 3.4.4 Conclusiones De un lado, los agricultores que han decidido participar en las medidas de estudio lo han hecho principalmente por motivos económicos. Sin embargo, en Aragón, se valoran por encima parámetros de simplificación de la gestión y ahorro de tiempo y en Cataluña otros como la necesidad ambiental y la mejora en la fertilidad de las tierras. En los tres casos los agricultores afirman darle una mayor importancia a los atributos relacionados con la gestión de las medidas, como son la prima y la flexibilidad de que se dota a la medida agroambiental, y en el caso de Castilla-La Mancha y Cataluña también a la multa. Aparecen en un segundo plano en las tres CCAA los atributos relacionados con los requisitos de las medidas a aplicar en campo. Entre ellos, los agricultores dan una mayor importancia a las limitaciones de Por otro lado, entre los que han decidido no acogerse a las medidas, aparece la competencia con otras medidas como motivo mayoritario en Aragón, mientras que en Cataluña y Castilla-La Mancha, zonas en general más productivas, el motivo ha sido no querer limitar su capacidad de decisión sobre qué hacer en campo según vaya el año. 29 go que inciden en la volatilidad de las rentas que perciben los agricultores. Uno de los factores de riesgo más importantes es la volatilidad de los mercados agrarios, siendo un hecho constatado que ésta ha aumentado considerablemente en la última década (Cramon-Taubadel 2009) y se prevé una mayor volatilidad en el futuro (OECD 2011). Además hay que añadir una alta variabilidad climática que se traduce en fuertes oscilaciones en la productividad de las explotaciones. De esta manera, aunque en la valoración de los atributos la prima y la flexibilidad aparecen como aquellos a los que los agricultores dan una mayor importancia, para los agricultores que deciden no participar en los programas agroambientales el limitante parece estar más relacionado con los requisitos a aplicar en campo que disminuyen su capacidad de decisión, especialmente en lo relacionado con los calendarios. 3.5 Aragón: impacto económico, factores de decisión y modelización de preferencias A partir de estas consideraciones, se plantea el objetivo de evaluar el impacto que tienen estas medidas en la rentabilidad económica de las explotaciones en las que se aplican. A tal efecto, se plantea un estudio comarcal en Aragón. En Aragón se han puesto en marcha varias medidas agroambientales para aves esteparias, de manera que los agricultores pueden optar a requisitos individualizados, ya sea mantenimiento del rastrojo y rotación año y vez (medida 1.1) o cultivo de leguminosas, esparceta (medida 1.2) o alfalfa de secano (medida 1.8), según las zonas. Esta situación diferencial con respecto al resto de CCAA permite analizar de manera independiente los distintos compromisos que componen la mayoría de medidas analizadas en este proyecto. 3.5.1.1. Métodos La metodología se basa en 1) la elaboración de un modelo económico para estimar el beneficio o margen de cultivo y 2) la realización de una simulación de Montecarlo para evaluar el impacto en el riesgo que afronta la explotación. Modelo económico para estimar el beneficio o margen de cultivo El modelo se aplica a nivel comarcal para captar las diferencias de rendimientos e identificar patrones espaciales en relación con la acogida. Se han incluido datos relativos a rendimientos, costes y precios (Gobierno de Aragón, INE, MARM y MINETUR, varios años) e información detallada sobre la contabilidad de explotaciones dedicadas a los cultivos herbáceos en la zona (MARM 2009), seleccionándose el cultivo de cebada como representativo del cereal en la zona. 3.5.1 Impacto económico La participación en las medidas agroambientales de estudio implica el cumplimiento de determinados requisitos (véase apartado 1.3), que repercuten en el balance económico de la explotación. Los costes asociados pueden clasificarse en tres categorías: lucro cesante, costes adicionales y costes de transacción. En base a ellos se realiza el cálculo de la prima, en función de valores medios a nivel comarcal, regional o incluso superior. El lucro cesante se refiere a la disminución de ingresos por reducción de la producción (calendarios, reducción de superficies de cultivo, limitaciones al aprovechamiento, etc.). Los costes adicionales incluyen los incrementos en los costes directos (sustitución de fitosanitarios, trabajos mecánicos, compra de semillas, etc.). Los costes de transacción hacen referencia a costes de gestión, no derivados de la aplicación en campo de los requisitos (elaboración del plan de explotación y mantenimiento del cuaderno de campo). • Margen bruto: MB = P r + PU+ SAE – (Cd- CmoCamort) • Margen neto: MN = P r +PU+ SAE – (Cd- CmoCamort) – Cind Donde P es el precio del cultivo, r es el rendimiento de la explotación, PU representa el pago único de la PAC, SAE el pago agroambiental, Cd los costes directos y Cind los costes indirectos. En el coste de la mano de obra (Cmo) se incluye tanto la asalariada como la familiar, en el cómputo de los costes de maquinaria se incluyen los costes de amortización (Camort), y los costes indirectos excluyen los relacionados con el capital, como el canon de la tierra o los intereses financieros. Calculando el porcentaje sobre la prima que suponen estos tres tipos de costes para cada una de las medidas, se obtiene que los costes incluidos en el lucro cesante son los que mayor peso tienen en el cálculo de las primas. Por lo tanto, si el territorio en el que se aplica la medida es homogéneo en sus rendimientos productivos, el impacto de la medida en la rentabilidad de las explotaciones sería similar. Sin embargo, si el territorio es heterogéneo la productividad puede convertirse en un factor decisivo en la decisión de participar o no en el programa agroambiental. Mediante el modelo se estima la rentabilidad de la explotación en su gestión habitual y al participar en las medidas. Se calcula también el impacto como la diferencia de rentabilidad con y sin medida, que puede utilizarse como indicador del incentivo económico a participar en las medidas. Para evaluar el impacto diferencial de la prima en la rentabilidad, se asume que si el agricultor decide no participar en ninguna de las medidas analizadas realizaría el cultivo Por otra parte, es importante tener en cuenta que los resultados económicos están sometidos a factores de ries30 terizar la tendencia a medio plazo, asumiendo que los ingresos de la actividad deben cubrir los costes directos, mano de obra y maquinaria para que exista incentivo suficiente para mantener la actividad. de cereal con rotación año y vez, siguiendo con las prácticas tradicionales. Se definen dos escenarios que permiten considerar la influencia de los mercados agrarios: Escenario base • Escenario base: refleja un año medio tanto en rendimientos como en precios, tomándose como referencia el período 2000-2010. • Escenario precios altos: se asume un año medio en lo relativo a rendimientos y un incremento de los precios del cereal y la paja del 30% respecto al escenario base. Los resultados obtenidos para la medida 1.1 (figura 18) indican que esta medida mejora la rentabilidad de las explotaciones marginales. Si bien la cuantía absoluta de la prima es moderada, en términos relativos su influencia es importante ya que permite revertir la situación de rentabilidad negativa a positiva en algunas comarcas, y acercar al umbral de rentabilidad a aquellas explotaciones situadas en las zonas más marginales como Zaragoza y Caspe. Evaluación del impacto en el riesgo que afronta la explotación Para evaluar el impacto de participar en las medidas sobre el riesgo que afronta la explotación, se construye un modelo de simulación de Montecarlo que permite incorporar el carácter estocástico de las variables económicas y caracterizar en términos de probabilidad sus posibles resultados económicos. Se realiza para tres comarcas tipo en función de su productividad. La evaluación del impacto en el riesgo se realiza solamente para la medida 1.1, ya que sus requisitos suponen ajustes en el patrón de cultivo habitual y no un cambio radical, permitiendo la comparación entre ambos modelos de gestión. Se observa que el impacto o incentivo a participar se encuentra condicionado por la productividad de la comarca, reduciéndose, e incluso desapareciendo, a medida que aumenta la productividad agraria de la comarca. Los resultados obtenidos para la medida 1.8 son más homogéneos entre comarcas, siendo en todas ellas positivos tanto el margen neto como el margen bruto para las explotaciones que participan en la medida (figura 19). El impacto diferencial de la medida 1.8 es mayor que en la 1.1, acrecentándose las diferencias positivas y negativas entre comarcas. De esta manera, el impacto en la rentabilidad es muy positivo en las zonas de muy baja productividad y muy negativo en las regiones muy productivas. 3.5.1.2. Resultados La rentabilidad simulada para las explotaciones tipo sin medida (véanse figuras 19 ó 20), nos ofrece una diferenciación entre comarcas, obteniéndose para algunas de ellas rentabilidades muy bajas, e incluso negativas, como es el caso de Zaragoza y Caspe, y para otras resultados positivos. Escenario de precios altos En este escenario el incentivo a participar disminuye en todas las comarcas, pasando en algunas de ser positivo a negativo. Sin embargo, en las comarcas con menores rendimientos sigue siendo positivo (figuras 20 y 21). Se entiende aquí que un margen bruto mayor que cero puede ser un umbral de referencia orientativo para carac- Figura 18. Margen bruto con y sin medida 1.1. Escenario base. 31 Figura 19. Margen bruto con y sin medida 1.8. Figura 20. Margen bruto con y sin medida 1.1. Escenario precios altos. Figura 21. Margen bruto con y sin medida 1.8. Escenario precios altos. 32 Modelo de simulación de Montecarlo minuyendo la volatilidad de las rentas. Así, en las explotaciones acogidas a la medida 1.1 la probabilidad de incurrir en pérdidas importantes es menor que en las explotaciones no acogidas. La probabilidad de tener importantes beneficios disminuye muy levemente al participar en la medida. En las siguientes figuras (22 a 24) se representa la función de distribución para el margen bruto. Cada uno de los posibles valores de este parámetro, que se representan de menor a mayor, tiene una probabilidad asociada. Eligiendo un nivel de confianza del 95%, cuando la probabilidad acumulada de la distribución alcance el 5%, ese valor indicará el valor en riesgo, que se define como la máxima pérdida esperada debida a condiciones adversas. Del otro lado de la gráfica, se encontraría el máximo beneficio esperado en condiciones óptimas. Comarca de productividad media En las comarcas de productividad media, como es el caso de Bajo Aragón (figura 23), se mantiene el mismo efecto que en las comarcas con bajos rendimientos. Comarca con productividad alta. En las comarcas con productividad alta como Hoya de Huesca (figura 24), la participación en la medida agroambiental provoca una mayor disminución de la probabilidad de tener beneficios importantes. Comarca con muy baja productividad En las comarcas de muy baja productividad, como es el caso de Zaragoza (figura 22), las medidas actúan dis- Figura 22. Función de distribución del margen bruto – Comarca de Zaragoza. Figura 23. Función de distribución del margen bruto – Comarca de Bajo Aragón. 33 Figura 24. Función de distribución del margen bruto – Comarca de Hoya de Huesca. 3.5.1.3. Conclusiones • modelizar las preferencias hacia los contratos, estudiando las características más y menos valoradas y la disposición a aceptar. Los costes que conllevan las medidas agroambientales de estudio están vinculados principalmente al lucro cesante. Además, al calcularse las primas a través de valores medios de los rendimientos productivos, se crea una situación en la que la rentabilidad de las medidas está principalmente condicionada por la productividad de las explotaciones en las que se aplican. 3.5.2.2. Factores que influyen en la disposición a participar Métodos En primer lugar, se seleccionan las variables para la construcción del modelo en base a la bibliografía existente (por ejemplo, Vanslembrouck et al 2002 y Espinosa Goded y Barreiro-Hurlé 2009). Con respecto a la renta, se incluye una variable que identifica a los agricultores con una renta inferior a 20.000€ al año (‘rentabaja’). En relación con las características de la actividad agrícola se incluye una variable llamada ‘ZEPA’, que identifica a los agricultores que declaran que su explotación se localiza en este tipo de espacio. También se identifican las explotaciones calificadas como prioritarias (‘calificación’). Se incluye además un indicador que denota si la persona encuestada se dedica a la actividad agrícola a tiempo completo (‘completo’). Asimismo, se analiza el efecto que tiene el En las regiones de baja productividad, las medidas tienen un doble efecto de mejora de la rentabilidad económica y de disminución de la volatilidad de las rentas. Además, en escenarios de incremento de los precios, para estas regiones las medidas siguen manteniendo un efecto positivo en su rentabilidad. Este efecto va cambiando de signo según aumenta la productividad potencial, y en las comarcas con altos rendimientos la participación en los contratos tiene un efecto negativo en la rentabilidad de la explotación, que se acentúa en escenarios de precios altos. Además, la suscripción del contrato provoca una disminución de la probabilidad de tener altos ingresos. Comparando los dos tipos de medida, ambas tienen el mismo impacto sobre la rentabilidad, que se acentúa para la medida 1.8. En general, las dos son más atractivas para las explotaciones con menores rendimientos, especialmente como consecuencia de calcular las primas sobre valores medios. Tabla 9. Porcentaje de la muestra representado por cada variable. VARIABLE Rentabaja 3.5.2 Factores que influyen en la participación En este punto se plantean dos objetivos concretos: • entender qué factores influyen en la decisión de participar en el contrato agroambiental, 34 22 ZEPA 53,2 Calificación 42,1 Completo 3.5.2.1. Objetivos % 70 Conoce 59,8 Hombre 82,9 Rentabilidad * hombre 38,1 Efectividad * hombre 27,4 Ambiental * hombre 14,4 porar un atributo monetario, y en este caso, se podrá estimar una disposición a aceptar (Hanley et al. 1998) por cada uno de los atributos considerados. grado de conocimiento de los encuestados acerca de las medidas propuestas (‘conoce’). En último lugar, y dado que una amplia mayoría de la muestra encuestada es masculina, se analiza el efecto de ser varón con respecto a determinadas características: creer que estas medidas son muy rentables (‘rentabilidad*hombre’), pensar que estas medidas son muy efectivas (‘efectividad*hombre’) y pensar que estas medidas son necesarias desde un punto de vista ambiental (‘ambiental*hombre’). En la práctica, se les ha ofrecido a los agricultores encuestados la opción de participar en unas medidas agroambientales teóricas, con características parecidas a las de las medidas analizadas. Los encuestados tenían la opción de elegir entre dos tipos de contrato, que conllevaban diferentes niveles para los atributos (tabla 10), o quedarse con su situación actual. Se utiliza un modelo logit, calculado con la versión LIMDEP NLOGIT 5.0. La especificación del modelo es la siguiente: El diseño del conjunto de elección fue realizado a través de un diseño factorial fraccional. Este proveía de 8 conjuntos de elección por individuo. A continuación, se utilizó este diseño de partida para mejorarlo, mostrando una eficiencia final del diseño seleccionado de un 97,60%. z = x´ß = edadiß+rentabajaiß+ZEPAiß+ambientaliß+ ambiental*hombreiß+rentabilidadi*hombreß+ efectividadi*hombreß+calificacióniß Para el análisis de las preferencias mostradas por los agricultores hacia los contratos propuestos se han seleccionado 9 variables basadas también en la bibliografía previa existente. Resultados Se obtienen como resultado que los agricultores con rentas más bajas están más dispuestos a participar en las medidas, al igual que los varones que piensan que estas medias son muy rentables, los agricultores que afirman que sus explotaciones se encuentran localizadas en una ZEPA, y los agricultores que se dedican a tiempo completo a la actividad agrícola. En primer lugar, se analizan los efectos de las variables sociodemográficas: la edad, identificando a los agricultores menores de 45 años (‘joven’) y el nivel educativo (‘educación’) diferenciando aquellos agricultores con estudios de bachillerato, formación profesional o universitaria. Adicionalmente, se incluye una nueva variable que es el producto de tener una renta anual inferior a 20.000€ al año y el atributo flexibilidad (‘flexibilidad*rentabaja’). La razón para incluirla es que durante la estimación de los modelos se ha observado que el atributo flexibilidad es negativo. Sin embargo y bajo un punto de vista racional, sería lógico pensar que disponer de una mayor flexibilidad sobre la superficie acogida debería de implicar un efecto positivo a la hora de participar en estas políticas. Finalmente, en este grupo de variables se incluye una variable dicotómica que nos indica si los agricultores encuestados trabajan tierras arrendadas (‘arrendar’). Sin embargo, la variable que identifica a aquellos agricultores varones que creen en la importancia de estas medidas desde un punto medio ambiental muestra, paradójicamente, un efecto negativo en la disposición a participar. 3.5.2.3. Análisis de las preferencias Métodos Los experimentos de elección guardan un gran parecido con el comportamiento habitual de los individuos, ya que consisten en elegir una alternativa entre un conjunto de alternativas disponibles. Adicionalmente, se puede incor- Tabla 10. Descripción de los atributos de contratos agroambientales utilizados en el experimento de elección. ATRIBUTO DESCRIPCIÓN NIVELES 30€/ha 60€/ha 90€/ha 120€/ha Prima Cuantía de la ayuda (euros por ha de cultivo) Flexibilidad en la superficie acogida Libertad para decidir la superficie acogida cada año (% admitido de variación respecto a la superficie del primer año, sin penalización alguna). 0% 40% Multa adicional por encima de la devolución de la prima Sanción en caso de incumplimiento de las normas establecidas en la ayuda, que además de la devolución de la prima puede conllevar al pago de una cantidad adicional (euros/ha) 0€/ha 200€/ha Cultivar leguminosas en un porcentaje de la superficie acogida Obligación de incluir el cultivo de alfalfa o esparceta en un porcentaje variable de la superficie declarada 0% 20% Prohibición de laboreo o aprovechamiento de barbecho durante algunos meses del año Prohibición de realizar labores en el barbecho algunos meses del año Ninguna restricción 1 Abril al 1 Agosto 35 Tabla 11. Porcentaje de la muestra representado por cada variable. VARIABLE Tabla 12. Resultados del modelo logit condicional ampliado. % VARIABLES Coeficientes Err. Std. Prob|z|>Z* Atributos Joven 21,5 Educación 21,8 Prima 0,021*** 0,001 0,000 Arrendar 52,3 Flexibilidad -0,006*** 0,002 0,004 Conoce 59,8 Multa -0,002*** 0,000 0,000 Hombre 82,9 Leguminosas -0,008** 0,004 0,034 Rentabilidad * hombre 38,1 Restricción -0,105*** 0,015 0,000 Características sociodemográficas Efectividad * hombre 27,4 Ambiental * hombre 14,4 Joven 21,5 Educación Sindicato -0,686*** 0,205 0,002 -0,267 0,213 0,217 Ambiental*hombre -0,744** 0,339 0,030 Sindicato -0,775*** 0,208 0,000 Características de las explotaciones y de las medidas Flexibilidad*rentabaja Otro aspecto condicionante es el grado de conocimiento de los encuestados acerca de las medidas propuestas (‘conoce’). También aquí, se incluye en el modelo efecto de ser hombre con respecto a determinadas características: creer que estas medidas son muy rentables (‘rentabilidad*hombre’), pensar que estas medidas son ecológicamente muy efectivas (‘efectividad*hombre’), y pensar que son necesarias desde un punto de vista ambiental (‘ambiental*hombre’). Arrendar 0,007* 0,006 0,077 -0,464** 0,185 0,035 Conoce 0,544** 0,203 0,023 Rentabilidad*hombre 2,314*** 0,313 0,000 Efectividad*hombre -1,109*** 0,190 0,000 Desviación estándar de los parámetros aleatorios Por otra parte, un aspecto de potencial interés es la influencia del capital social, que se recoge como el hecho de formar parte de un sindicato o similar (‘sindicato’). Flexibilidad 0,006*** Multa 0,002*** 0,000 0,000 Leguminosas 0,008** 0,004 0,034 Restricción 0,105*** 0,015 0,000 N Log-likelihood R2 Pseudo Finalmente, también se tendrán en cuenta las características de los contratos propuestos a los agricultores; es decir, la cuantía de la ayuda (‘prima’), la libertad para decidir la superficie acogida cada año (‘flexibilidad’), la sanción en caso de incumplimiento de los requisitos de la medida acogida (‘multa’), la obligación de incluir el cultivo de alfalfa o esparceta en un porcentaje variable de la superficie declarada (‘leguminosas’) y la prohibición de realizar labores en el barbecho algunos meses del año (‘restricción’). 0,002 0,004 1452 -1086,082 0,279 Por último, se estima un modelo de parámetros aleatorios. Se ha especificado en la estimación que los atributos restricción, flexibilidad, leguminosas y multa son aleatorios y siguen una distribución triangular a una cara; por el contrario, el atributo prima se mantiene fijo5. Resultados En el modelo logit condicional se obtiene que incrementos en la prima producen incrementos en el nivel de utilidad asociada a la medida, mientras que los incrementos en cualquiera del resto de atributos produce una disminución en la utilidad, en término medio. Modelos empleados En primer lugar se estimó un modelo logit condicional simple, que permite calcular la probabilidad de que un determinado agricultor seleccione un contrato agroambiental concreto, siendo esta elección condicional sobre los atributos de la elección (Greene 1997 pp. 913-914; Maddala 1983, pp. 42), que en este caso son la prima, la flexibilidad, la multa, la inclusión de leguminosas y las restricciones en el calendario. Con el modelo logit condicional ampliado (tabla 12) se complementa este resultado con los siguientes puntos: • Los agricultores más jóvenes prefieren no participar en este tipo de contratos, al igual que aquellos que trabajan tierras arrendadas. Además, los varones que piensan que estas medidas son efectivas en términos ecológicos, prefieren no participar en estos programas. En segundo lugar, se calcula un modelo logit condicional ampliado, donde se han incluido el resto de variables sociodemográficas y las características de las explotaciones explicadas anteriormente. 5 Se opta por esta especificación, luego de estimar diferentes modelos en las que los parámetros aleatorios siguen diferentes distribuciones y comparar los diferentes estadísticos como el log-likelihood, el pseudo R2 de McFadden y el criterio AIC (criterio de información Akaike), con el fin de quedarse con el modelo que mejor ajusta (Hess (2010)). 36 Tabla 13. Disposición a aceptar los atributos de los contratos económicos. DAA(€) Err. Std P|z|>Z* Restricción 4,913 0,688 0,000 3,565 6,261 Flexibilidad 0,264 0,092 0,004 0,083 0,445 Leguminosas 0,352 0,166 0,034 0,027 0,676 Multa 0,102 0,017 0,000 0,069 0,136 ATRIBUTO Intervalo de confianza del 95% 3.5.2.4. Conclusiones • Un mayor conocimiento de las medidas aumenta la probabilidad de participar en los contratos agroambientales, así como, para los hombres, la rentabilidad económica percibida. • Por otro lado, los individuos que tienen rentas bajas muestran valoran positivamente una mayor flexibilidad sobre la superficie que dedican a acoger las medidas. Los factores económicos son los que más peso tienen en la decisión de acogerse a las medidas de estudio. De hecho, la magnitud de la prima es el único atributo que los agricultores discriminan positivamente. Además, aquellos agricultores que tienen rentas más bajas y los que las entienden como rentables, es más probable que participen en este tipo de contratos, reduciéndose esta probabilidad si las tierras que trabaja el agricultor son arrendadas. Con el modelo de utilidad aleatoria se mantiene el signo y la significatividad de todas las variables. Por otro lado, aunque el hecho de que la explotación esté situada en zona ZEPA (o más bien que el agricultor sea consciente de ello) hace que el agricultor tenga una mayor probabilidad de participar en este tipo de contratos, paradójicamente aquellos agricultores que opinan que las medidas son efectivas desde un punto de vista ecológico tienen menos probabilidad de participar en las medidas. Estimación de la disposición a aceptar (DAA) Se mide en este punto la disposición de los agricultores a aceptar una determinada cantidad de dinero por tolerar una pérdida o renunciar a un beneficio. Como resultado se obtiene que el atributo que más esfuerzo supone aceptar a los agricultores son las restricciones en el aprovechamiento durante determinadas épocas del año (tabla 13). Para el resto de atributos, los valores de la DAA son muy bajos. © (SEO/BirdLife) Más allá de las motivaciones económicas, y analizando el resto de atributos de los contratos, son las restricciones de aprovechamiento en determinados momentos las que tienen un mayor rechazo entre los agricultores. 37 4. DISCUSIÓN GENERAL Y CONCLUSIONES aplicando estas medidas. En el otro extremo, es llamativo el efecto negativo observado en las parcelas de los Llanos de Cáceres donde se aplica la medida compensatoria, un resultado que habría que interpretar con más detenimiento, ya que estudios previos en la zona, en el marco de varios proyectos LIFE, afirmaban un efecto positivo de la puesta en cultivo de parte de los pastizales, la práctica que se fomenta a través de este programa. En el caso de Aragón, aunque el efecto general de las tres medidas analizadas es positivo pero moderado, ha podido aislarse el efecto del cultivo de esparceta (véase informe detallado), con un resultado positivo mucho más contundente. En el caso de Andalucía y Cataluña los resultados han sido también positivos en general, siempre con el mismo patrón de mayor efecto en la abundancia. Por su parte, la medida Castilla-La Mancha presenta un efecto menor, y en la zona de Extremadura donde se ha analizado la medida agroambiental del PDR no se observa ningún efecto claro. El planteamiento del Proyecto Ganga ha sido analizar las medidas agroambientales dirigidas a la conservación de las aves esteparias en los sistemas de cereal de secano desde una perspectiva integral, aunando la evaluación ecológica y el estudio socio-económico, y empleando diversas aproximaciones. Asimismo, se ha planteado un análisis comparado entre los distintos esquemas y regiones pero sin pretender un estudio exhaustivo de cada una de las medidas. Tras estos años de trabajo, se puede afirmar que las medidas analizadas son global y mayoritariamente efectivas desde un punto de vista ecológico, mientras que la respuesta socio-económica ha sido muy variada entre regiones, destacando la influencia de la correcta gestión administrativa, la importancia de un proceso de retroalimentación entre todos los agentes implicados y la regionalización o zonificación de las medidas. Igualmente, se observa cierta relación entre varios elementos de ambos análisis. Tabla 15. Eficacia media estimada. COMUNIDAD AUTÓNOMA Evaluación ecológica En cuanto a la evaluación ecológica, el principal obstáculo para determinar la efectividad de las medidas es su falta de objetivos ambientales específicos. Los programas establecen objetivos de aplicación en número de contratos o superficie acogida, pero no en relación con el efecto ambiental pretendido, en este caso sobre las aves esteparias. Andalucía (programa específico) ++ Aragón ++ Castilla-La Mancha Si bien el nivel de acogida puede considerarse un indicador del éxito administrativo, y da información sobre sus implicaciones a escala territorial, no puede considerarse suficiente para valorar la efectividad ambiental. Ante la ausencia de objetivos concretos, el efecto ecológico de este tipo de medidas se ha venido midiendo (véase revisión en SEO/BirdLife, 2011) como las diferencias en el número de aves o especies observadas entre parcelas acogidas o no a las medidas, estimando un efecto positivo si las cifras son significativamente mayores en los campos donde se aplica la gestión requerida por las medidas frente a los que tienen una gestión convencional. Efectividad* + Castilla y León +++ Cataluña ++ Extremadura (compensatoria) - Extremadura (agroambiental) ¿? Navarra +++ Igualmente, los resultados varían entre épocas, con mayoría de efectos positivos pero menos significativos en verano y menos positivos en invierno. En cualquier caso, es destacable el mantenimiento en gran medida de la efectividad en la época post-cosecha, lo que puede derivarse en parte de la adecuación de algunas de las prácticas requeridas en esta época, como el retraso de las fechas de cosecha, el mantenimiento del rastrojo durante más tiempo o las limitaciones a los laboreos en los barbechos. La diferencia entre zonas en tamaño de efecto sobre la abundancia podría estar relacionado, además de con las variables paisajísticas citadas, con otros factores como el grado de intensificación en el área de estudio. En algunas zonas, incluso, podría estar influyendo la aplicación de otras medidas, como el PNFR, que conllevan prácticas también beneficiosas, y por tanto una mayor disponibilidad de hábitat favorable para las aves también fuera de las parcelas acogidas a la medida agroambiental de estudio, reduciendo así el efecto de atracción de estas últimas. Los análisis realizados arrojan, como se ha mostrado, un resultado global positivo para la efectividad ecológica en el periodo reproductor, especialmente sobre la abundancia de aves esteparias (aves totales y territorios), y no tanto sobre la riqueza, corroborando lo encontrado en estudios anteriores (ej. Kleijn et al. 2006 o Geiger et al. 2010). Bajo este efecto positivo global, se observa una importante variación entre zonas de estudio, determinada en parte por variables paisajísticas como el tamaño de los campos, la abundancia de lindes y la proporción de cultivos herbáceos. Agrupando los resultados por Comunidades Autónomas (tabla 15), destacan como más efectivas las medidas de Navarra y Castilla y León, siendo esta última una de las que lleva más tiempo y con más continuidad En el caso del menor efecto general sobre la riqueza, éste podría explicarse, al menos parcialmente, por el hecho de haber trabajado casi exclusivamente en zonas ZEPA designadas precisamente por su valor para las aves 38 esteparias, con alta proporción de cultivos herbáceos extensivos. Es decir, el hábitat agrario de estudio ya se supone en gran medida favorable para estas especies, al menos estructuralmente. Derivado de lo anterior, cabe pensar que las medidas implican la mejora de calidad del hábitat mediante la reducción de molestias, o el aporte de recursos adicionales, lo que explicaría la mayor abundancia. Sin embargo, el conjunto de aves esteparias generalmente sigue utilizando todo el espacio ocupado por cultivos herbáceos con unas condiciones favorables suficientes. Por otro lado, dado el enfoque más amplio del proyecto, no se ha entrado a valorar de manera independiente el impacto o efecto de cada una de las prácticas requeridas por las medidas, aunque sí se puede inferir la especial importancia del cultivo de leguminosas y el ajuste de las fechas de cosecha para conseguir unos resultados más positivos. Lo que queda claro es que la proporción de prácticas agrícolas incorporadas a las respectivas medidas agroambientales, según lo propuesto por Llusia y Oñate (2005), parece no ser un buen indicador de su eficacia real (medida en los términos descritos), tal vez por no considerar las posibles diferencias en el valor para las aves esteparias de las diversas prácticas listadas. La evaluación realizada aquí permite conocer el efecto local de las prácticas fomentadas por las medidas, en cuanto a la respuesta de las aves presentes, determinándose una eficacia positiva si se demuestra la selección preferente por las parcelas gestionadas conforme a los requisitos agroambientales. Pero el efecto a escala global y sobre la evolución de las poblaciones, que dependerá también de la magnitud de la aplicación de la medida entre otros factores, debe estimarse de manera complementaria mediante censos de larga duración en todo el espacio. Como ejemplo, puede señalarse el caso de Castilla y León, donde a los resultados positivos obtenidos en esta evaluación para la actual medida agroambiental, se suman los altos niveles de acogida y la relación de ésta con la evolución positiva de algunas de las especies prioritarias de conservación, como la avutarda (Martín et al, 2012). De las dos prácticas citadas como aparentemente más importantes, es precisamente la limitación en la fecha de cosecha (y otros aprovechamientos en la época de reproducción) la que resulta más compleja. Hasta ahora se han establecido fechas fijas durante todo el periodo de compromiso, pero esto lleva a no considerar las posibles variaciones interanuales de la fenología tanto de los cultivos como de las especies. Los análisis realizados a partir de los datos de campo y del tratamiento de imágenes satélite han mostrado una relación entre la evolución anual de los cultivos y los periodos reproductivos de las aves esteparias, que permitiría estimar con antelación las fases críticas de la reproducción. Convendría por tanto profundizar en este aspecto e intentar establecer un mecanismo para determinar en cada año el momento más adecuado para la cosecha, de manera que se optimizara el rendimiento de los cultivos garantizando la menor afección a las aves. Existen ya algunos ejemplos en otros países que vinculan la floración de plantas representativas de las zonas de interés con la fenología de las aves, usando esta relación para determinar las fechas óptimas de las labores agrarias en el marco de programas agroambientales cada año. La metodología utilizada en este estudio mediante el índice NDVI ha dado resultados halagüeños, por lo que se puede apuntar al uso de seguimientos satélite de la evolución de los cultivos como posible herramienta para determinar las fechas óptimas de cosecha cada año en este caso. Este método tiene la ventaja añadida de que permitiría una gestión sistemática de todo el ámbito de aplicación sin tener que hacer un seguimiento exhaustivo en campo, algo particularmente importante en zonas amplias como son muchas de las ZEPA esteparias. Flor de esparceta © Arturo Bobed No obstante, de cara a facilitar la compatibilización entre rendimientos óptimos y molestias mínimas a las aves, sería recomendable fomentar variedades concretas que presenten una maduración más tardía. Esto permitiría que la mayor parte de los pollos de las especies esteparias hayan volado o alcanzado la mayor autonomía posible en el momento de la cosecha, aumentando su probabilidad de supervivencia, sin originar pérdidas en la producción. En este sentido, cabe señalarse la cebada frente al trigo, o variedades locales de este último, pero habría que tener 39 también en cuenta en el diseño de las medidas y el cálculo de las primas los posibles incrementos en el riesgo de daños por condiciones climatológicas adversas. cipalmente ligadas a sus rendimientos productivos potenciales, establecen distintas formas de buscar la rentabilidad en la gestión de la explotación. De esta manera, aparece un gradiente en cuyos extremos se pueden encontrar dos maneras de enfrentar la gestión de explotaciones de cultivos herbáceos de secano. De un lado, las menos productivas, con problemas para alcanzar la rentabilidad incluso con el apoyo público, y del otro, explotaciones más productivas cuya rentabilidad varía en mayor medida en función de las variaciones de precios en los mercados agrarios. Por último, aunque no se ha estudiado directamente en este proyecto, las restricciones al aprovechamiento ganadero merecen una especial atención en varios sentidos. Si bien parece acertado limitar la entrada de ganado durante la época reproductora, debería facilitarse fuera de ella. El pastoreo de las rastrojeras o los cultivos forrajeros, además de mejorar la fertilidad del suelo, favorece la presencia de invertebrados asociados de gran valor alimenticio para las aves en determinadas épocas. Igualmente, los abrevaderos u otros puntos de agua para el ganado benefician a las aves esteparias, en particular en zonas exclusivamente de secano o sin fuentes naturales próximas. Tabla 16. Nivel de acogida sobre superficie objetivo. COMUNIDAD AUTÓNOMA Aragón Paralelamente, los trabajos realizados en Canarias han podido constatar el interés de los cultivos para las aves esteparias en las islas más orientales del archipiélago. Por este motivo, y en función de los resultados obtenidos, como medida general se recomienda fomentar los cultivos tradicionales en cada zona, favoreciendo los mosaicos agrarios frente a los monocultivos. Sería recomendable la recuperación de gavias y otros terrenos agrícolas, al menos en las zonas ZEPA más favorables para las especies esteparias, aumentando la superficie destinada al cultivo de cereales, leguminosas y hortalizas, así como la conservación y/o plantación de higueras y otros frutales en las lindes. Necesariamente, el programa agroambiental a aplicar debería acompañarse con un seguimiento intensivo en las primeras fases para comprobar la respuesta de las aves y la viabilidad agronómica, e ir mejorando su diseño. Castilla-La Mancha Superficie acogida (ha)* % Sup acog/ Sup obj. (1.1) 31.633,32 (1.2) 5.300,81 (1.8) 21.215,70 (1.1) 90,4% (1.2) 66,3% (1.8) 42,4% 38.896,81 12,9% 469.056,99 ---- 3.773,84 37,7% ---- ---- La Rioja 0 0% Navarra 6.544,44 32,7% Castilla y León Cataluña Extremadura *Según datos para 2011, año en que todas las medidas dejaron de convocarse para nueva incorporación o ampliación de superficie. Casillas sin datos por falta de información. Estos dos tipos de explotaciones también responden de manera diferente a la opción teórica de participar en programas agroambientales para aves esteparias. Tras las motivaciones económicas, en Aragón, en general menos productivo que el área de estudio de Cataluña, se priorizan motivos como la simplificación de las prácticas agrarias y la disminución del tiempo dedicado a la actividad, mientras que en Cataluña se priorizan motivos de necesidad ambiental o beneficios indirectos para las explotaciones como la mejora de la fertilidad de la tierra. Evaluación socio-económica Desde un punto de vista social, es necesario conseguir acogida la por parte de los agricultores de las medidas de estudio, algo que por diferentes motivos se ha conseguido de manera muy variable en las distintas CCAA (tabla 16). Una vez lograda dicha acogida, se puede considerar como un éxito el nivel de satisfacción que alcancen los agricultores con respecto a la inclusión de las prácticas agroambientales en la gestión de la explotación. A estas diferencias en las motivaciones, se une el hecho de que económicamente la acogida es más rentable para las explotaciones situadas en zonas menos productivas, situación que se mantiene en escenarios de subida de precios del cereal, como se ha demostrado en el caso de estudio de Aragón. Este hecho es en principio extensible al resto de regiones, debido a que en todas ellas los principales costes considerados en el cálculo de las primas están vinculados con el lucro cesante, y las primas se calculan generalmente con valores medios Para lograr la acogida de los agricultores, es necesario prestar atención durante su diseño también a sus efectos sobre las economías de los agricultores, así como en las preferencias que ellos manifiestan, y las motivaciones que les mueven en la decisión de participar o no en los programas, en la medida en que todo esto pueda convivir con los objetivos ambientales de las medidas. De manera recurrente, en el ámbito de trabajo de este proyecto, y en concordancia con la función productiva de la actividad agraria como la principal, la prima aparece como el atributo de los contratos más valorado por los agricultores, y la búsqueda de la rentabilidad económica como la principal motivación para acogerse a ellas. Sin embargo, las diferencias regionales y entre explotaciones dentro de una misma región, prin- Para lograr optimizar el beneficio ambiental de las medidas de estudio es pertinente definir un ámbito de aplicación localizado en aquellas áreas donde la conservación sea prioritaria, especialmente en situaciones de limitaciones presupuestarias. Teniendo en cuenta lo anterior, una vez definido el ámbito, la rentabilidad económica, o dicho de otra 40 manera el incentivo que suponen las medidas para las distintas explotaciones, debería ser lo más equitativo posible para favorecer una acogida homogénea en la zona. Por lo tanto, sería necesario regionalizar el cálculo de la prima hasta el nivel que sea posible, en función de la heterogeneidad productiva del área de aplicación. © José Antonio Martínez Además, en el actual período de programación, debido a las limitaciones de la fórmula del cálculo de la prima, se han utilizado en cierto modo los costes de transacción como vía para poder incrementar las primas, de manera que las medidas fueran atractivas para los agricultores. Esto se une al hecho de que las explotaciones menos productivas obtienen mayores beneficios económicos por participar en estos programas. Por tanto, en un escenario de mayor coherencia de la política, convendría recuperar el concepto de incentivo en el cálculo de la prima, justificado por el esfuerzo que supone renunciar a parte de la libertad de decisión y sustituir unas prácticas agrarias consolidadas por las que marcan los contratos agroambientales, e incluso valorando en términos económicos el beneficio ambiental que generan. De esta manera, se establecería un cálculo de la prima más transparente y coherente. predisposición a acogerse a las medidas de extensificación. Son también los agricultores de rentas más bajas los que prefieren acogerse a estos programas y los agricultores a tiempo completo. Especial importancia tiene el hecho de que los agricultores que trabajan tierras en régimen de arrendamiento prefieren no acogerse a las medidas, debido a que no tienen la seguridad de poder contar con las mismas tierras durante todo el periodo de compromiso requerido, algo a considerar en el establecimiento de las condiciones de este tipo de ayudas, tal vez permitiendo cierta flexibilidad en los casos que sea posible. En lo que respecta a los requisitos sobre las prácticas agrarias que incluyen las medidas, el principal freno a la acogida es la reducción en la capacidad de decisión sobre las labores que realizan en campo, especialmente en lo relacionado con las limitaciones a los aprovechamientos durante determinadas fechas, destacando la importancia de flexibilizar las medidas en la medida de lo posible. Por otro lado, y de cara a mantener en el tiempo el correcto funcionamiento de las medidas, aparece como necesaria la implicación del conjunto de los actores en el diseño de las mismas, así como en la retroalimentación posterior para posibles modificaciones, coincidiendo con lo apuntado por varios artículos en relación a otras políticas ambientales (ej. Raymond et al 2010). Este hecho cobra además especial importancia en el caso de los agricultores, como sujetos de su puesta en práctica, que conocen de primera mano cómo encajan las prescripciones agroambientales en la gestión del conjunto de la explotación. Se solucionarían así, además, los problemas detectados en relación a la adaptación a las características específicas de las explotaciones y a su complementariedad con el sector ganadero extensivo. Más allá de la decisión de los agricultores y de las prácticas específicas que incluyen las medidas de estudio, un frente que destaca en la búsqueda del buen funcionamiento de las mismas es la adecuada gestión por parte de las administraciones públicas, siendo la puntualidad en los pagos, una buena comunicación, y la correcta información a los agricultores elementos a los que se debe dar prioridad. En vista de los resultados de este trabajo, destaca la gestión de Castilla y León, avalada por el proceso de aprendizaje seguido durante varios períodos de programación. Respecto a la correcta información a los agricultores, la falta de información sobre la existencia de las medidas parece haber sido determinante en los bajos niveles de acogida en algunas regiones como Castilla-La Mancha. El hecho de que un incremento en el nivel de información con el que cuentan los agricultores conllevaría un incremento en el nivel de acogida ya fue apuntado por Barreiro y Espinosa Goded (2007). En este sentido, parece que las Oficinas Comarcales Agrarias pueden desempeñar un papel muy relevante en aportar esta información, que claramente es el primer paso para posibilitar la decisión de acogerse a las medidas. A esto se añade que, según los resultados de este trabajo, los agricultores que entienden que las medidas de estudio son efectivas para la conservación de las aves esteparias, tienen menor disposición a participar en los programas agroambientales. Esto podría derivar de la percepción por parte de los agricultores de una cierta relación inversa entre beneficios para las aves o el medio ambiente y los beneficios económicos, o que necesariamente siempre implican una reducción de la producción. En cualquier caso, un funcionamiento más participativo de los programas permitiría a los agricultores obtener de primera mano la información necesaria para la comprensión de la relación entre las prácticas agrarias exigidas y sus beneficios para la biodiversidad, teniendo así la oportunidad de debatirlas y hacer propio el objetivo de las mismas. Como se ha comentado en el desarrollo del trabajo, hay otros factores que influyen la acogida, relacionados con las características individuales de los agricultores. En este caso, se ha realizado un análisis específico para Aragón, corroborándose lo encontrado por Potter y Lobley (1992) sobre que son los agricultores de mayor edad los que tienen más 41 5. PROPUESTAS la aplicación de las medidas, y potencialmente estimar un umbral de acogida mínimo o detectar otros factores de influencia, es necesario complementar la evaluación con un seguimiento a escala de zona de las poblaciones de las especies de interés. Sobre la evaluación – Establecer objetivos ambientales claros, preferentemente cuantitativos para facilitar una evaluación rigurosa. – Desarrollar metodologías apropiadas para la evaluación en época invernal Como ya se ha planteado en ocasiones anteriores, a la hora de afrontar un estudio de evaluación de efectividad de una medida, sería fundamental contar con el objetivo concreto que se pretende alcanzar. Idealmente, un objetivo cuantitativo (% de variación, valores absolutos finales, etc.) permitiría presentar los resultados de manera mucho más clara en cuanto al progreso realizado hacia la meta propuesta. Esto es especialmente relevante en el caso de actuar sobre espacios de la Red Natura 2000, donde la legislación establece la obligación de definir objetivos cuantitativos para las especies de interés de conservación. Las medidas analizadas incluyen requisitos relacionados con la gestión de los cultivos y la explotación a lo largo del año, más allá de la época reproductora, por lo que el trabajo de campo y los análisis correspondientes han intentado evaluar también el efecto de las medidas en verano y en invierno. Sin embargo, en particular durante la época invernal, las aves presentan unos patrones de distribución distintos, con movimientos migratorios y altas concentraciones de algunas especies, que exceden la escala de trabajo. Son pocos los estudios previos que han incluido estas épocas, y los resultados obtenidos en este proyecto, específicamente para el invierno, parecen recomendar una aproximación metodológica más ajustada a las características de esta época. No obstante, se puede asumir que no siempre sea posible o necesario plantear metas numéricas para las medidas agroambientales en sí, pero entonces debería establecerse al menos un objetivo cualitativo sobre el que poder contrastar los resultados de la evaluación (por ejemplo, aumentar las poblaciones o frenar el declive de determinadas especies). – Definir un ámbito de aplicación coherente con el objetivo ambiental de las medidas Complementar la evaluación de efectos a nivel parcela con seguimiento a escala de zona de aplicación Una vez definido el ámbito de aplicación se debe intentar conseguir un nivel de aplicación homogéneo en el mismo, para lo cual parece imprescindible que el incentivo económico sea similar para todos los agricultores. Como se ha visto, al usar valores medios que no recogen adecuadamente la heterogeneidad productiva potencial en las regiones en las que se aplica, se deriva La metodología usada para evaluar el efecto en campo permite conocer la respuesta de las aves a escala local de parcela y puede considerarse la forma más apropiada para medir el impacto aislado de las prácticas aplicadas. Sin embargo, de cara a una valoración completa de Guisantes © Rafa Torralba – Sobre las medidas 42 Sobre el marco regulatorio en que los agricultores con explotaciones con mayores rendimientos pueden perder el interés por participar. Consecuentemente, es necesario regionalizar el cálculo de la prima en función de la diversidad productiva de la zona de aplicación. – – Recuperar el concepto de incentivo en el cálculo de las primas En el marco regulatorio actual, el cálculo de la prima de las medida agroambientales solo incorpora elementos que justifican los costes teóricos de las prácticas requeridas sin permitir una remuneración adicional por el valor ambiental que generan. Para conseguir niveles de prima más atractivos de prima se llegan a incluir requisitos que no responden a las necesidades de las especies objetivo. Por lo tanto, para garantizar la aplicación homogénea en las zonas de interés y evitar un diseño artificioso se propone la recuperación del concepto de incentivo en el cálculo de las primas. Decidir en cada caso el objetivo específico de conservación, en base a información sólida sobre el estado de las poblaciones de las especies prioritarias. Además, las medidas deberán diseñarse de manera adaptada a las condiciones sociales y ecológicas de cada una de las zonas, teniendo en cuenta también el efecto que se busca con ellas. En este sentido, debe plantearse la reflexión en cada caso sobre si es necesario aumentar las poblaciones para asegurar su viabilidad, o solo garantizar su mantenimiento ante la amenaza de pérdida del hábitat agrario apropiado, en el marco del plan de gestión del espacio, si se está trabajando en zonas ZEPA. Para ello es importante contar con información sólida del estado de conservación de las poblaciones de las especies prioritarias. – – Integrar las medidas agroambientales en los planes de gestión de las ZEPA en coherencia con los objetivos específicos del espacio en cada caso. Esto debe plantearse en el actual debate sobre la reforma de la PAC, pero no es sólo cuestión de mejorar el cálculo de las primas. Las propuestas presentadas para la futura política agraria plantean la creación de un pago diecto asociado a una serie de prácticas dirigidas a la sostenibilidad ambiental básica de la actividad agraria (“greening” o pago verde), incluyendo su contribución a la conservación de la biodiversidad global. En este sentido, algunas de las prácticas más genéricas requeridas en las medidas agroambientales analizadas (como la diversificación de cultivos o la creación de lindes) pasarían a formar parte de este nuevo pago verde, aplicándose por tanto a gran escala y contribuyendo así a frenar y revertir el declive de las aves ligadas a los medios agrarios, , tanto las más amenazadas, como las más comunes cuya situación también es preocupante (figura 1). Lograr un proceso participativo y en la definición y funcionamiento de las medidas, a través de estructuras cercanas a los agricultores. El logro de los objetivos ambientales debe conseguirse de la mano de los agricultores. A tal efecto, es necesario crear espacios de participación y aprendizaje mutuo en el diseño de las medidas con los agricultores, científicos y conservacionistas, que debe ser liderado por la administración pública que las desarrolla, y cercano al territorio, por ejemplo a través de las oficinas comarcales agrarias. De esta manera se facilitaría además una mayor y más directa información a los agricultores, tanto en lo que respecta a los fundamentos de las medidas agroambientales, como sobre sus posibles modificaciones y cualquier duda que pueda surgir, agilizándose así el proceso y facilitando que perduren en el tiempo. – Aún así, las medidas agroambientales dirigidas a la conservación de la biodiversidad en general y de las aves esteparias en particular seguirán siendo fundamentales para fomentar una gestión más dirigida de las explotaciones, aunque será necesaria una reformulación de las mismas y probablemente una mayor orientación a la protección de las especies más amenazadas y en las zonas prioritarias, como es el caso de las ZEPA de la Red Natura 2000. Precisamente, en estos espacios el objetivo obligatorio es la recuperación o conservación de las especies por las que fueron declarados, y en el caso de las zonas de carácter agrario, las medidas agroambientales son una de las herramientas clave, que deberán coordinarse con el resto de herramientas o medidas en el marco del correspondiente plan de gestión. Buscar el equilibrio entre la idoneidad de las prácticas para las aves y la complejidad de su aplicación. En cuanto a los requisitos específicos de las medidas, se debe buscar el equilibrio entre las prácticas favorables para las aves y la viabilidad agronómica de las explotaciones, evitando compromisos demasiado complejos que disuaden a los agricultores de participar. – Utilizar las herramientas disponibles para flexibilizar en la medida de lo posible las limitaciones de calendario en los aprovechamientos. De cara a compatibilizar al máximo los beneficios para las aves con la producción agronómica, existen herramientas, como el análisis de imágenes satélite desarrollado en este trabajo, que pueden permitir flexibilizar más y adaptar a las condiciones anuales los intervalos de tiempo en los que está limitado el aprovechamiento agrario y ganadero en las medidas agroambientales, principal escollo para la aceptación y aplicabilidad de las mismas. Por tanto, desde la perspectiva de la conservación de especies y la coherencia política, deberá prestarse especial atención a una correcta articulación de los diferentes elementos en el marco de la futura PAC: condicionalidad, “greening” y medidas agroambientales. Y de éstos con los objetivos de conservación y la gestión de los espacios de la Red Natura 2000. 43 Gobierno de Aragón. 2009. Anuario estadístico agrario de Aragón. Servicio de planificación y análisis. Informe inédito. REFERENCIAS Gobierno de Aragón. 2010. 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Para la evaluación socio-económica: Ángel Arredondo, Silverio Cerradelo (TRENCA), Nicolás Ferrer, Elena de Prada y el equipo técnico de CIMAS han realizado las encuestas a los agricultores y han colaborado en los encuentros participativos. Agradecimientos: A Carlos Martín, miembro del equipo inicial del proyecto, que contribuyó al diseño del mismo; a Óscar Magaña, Javier Gómez, Almudena de Prada, Abel Barral y Estela Herguido y Angelina Borobia, por su ayuda en el tratamiento de los datos. A Luis Tirado y Maite Ríos (Delegación SEO/BirdLife de Aragón), Juan Antonio Lorenzo y Cristina González (Delegación SEO/BirdLife de Canarias), y Cristina Sánchez, Jordi Prieto y Albert Cama (Delegación SEO/BirdLife de Cataluña), por su apoyo en diferentes fases del proyecto. Al equipo técnico de DEIMOS Imaging SL por su asesoramiento en el uso de imágenes satélite. Al personal técnico de las administraciones competentes en las diferentes comunidades autónomas, por su colaboración en el suministro de información y en diferentes fases del proyecto. © José Antonio Martínez Por último, agradecemos especialmente su colaboración a los cientos de agricultores que han participado en los diferentes encuentros y en la realización de las encuestas. 47 SEO/BirdLife trabaja desde hace décadas en la agricultura. Con el fin de demostrar y divulgar la importancia de esta actividad para la conservación de las aves en España, bajo la línea de acción “Sembramos Naturaleza”, se llevan a cabo proyectos demostrativos y campañas informativas, así como gestión directa en reservas propias. Además, se trabaja con las administraciones responsables para promover el apoyo público a los sistemas agrarios de mayor valor natural, en favor de las aves y los agricultores. El proyecto Ganga, desarrollado por SEO/BirdLife entre 2009 y 2012, ha contado con una subvención del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente y el Fondo Europeo Agrario de Desarrollo Rural (FEADER) a proyectos piloto (ARM/1288/2009), en el marco de la Red Rural Nacional. Esta publicación es un resumen divulgativo de los principales resultados del proyecto. Las personas interesadas en profundizar en la información presentada aquí pueden consultar una versión más extensa y detallada del informe final de resultados en la página web de SEO/BirdLife.