TOCA CIVIL: 83/2015-I EXP: 477/2014. JUICIO: ESPECIAL DE CANCELACIÓN DE PENSIÓN ALIMENTICIA. APELANTE: ****************** MAGISTRADO PONENTE: ADELAIDO RICÁRDEZ OYOSA. PRIMERA SALA CIVIL DEL H. TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DEL ESTADO; VILLAHERMOSA, TABASCO, DIEZ DE MARZO DE DOS MIL QUINCE. V I S T O S; para resolver los autos del toca civil 83/2015-I, relativo al recurso de apelación interpuesto por la demandada *****************, quien se inconformó con la sentencia definitiva del siete de noviembre del año dos mil catorce, dictada por la Jueza Segundo de lo Familiar de Primera Instancia del Primer Distrito Judicial, Centro, Tabasco, en el expediente número 477/2014, relativo al Juicio Especial de Cancelación de Pensión Alimenticia, promovido por **************, en contra de ********************; R E S U L T A N D O: 1/o.- El Juez del conocimiento con fecha siete de noviembre del año dos mil catorce, dictó sentencia definitiva en el expediente número 477/2014, cuyos puntos resolutivos a continuación se transcriben: "...PRIMERO.- Ha procedido la vía. SEGUNDO.- El actor ************, probó su acción de cancelación de pensión alimenticia y los demandados ***************, no acreditaron sus excepciones. TERCERO.- Se cancela la pensión alimenticia del 40% (CUARENTA POR CIENTO), mensual de su salario y demás prestaciones que devenga como trabajador de la empresa PEMEX con ficha número 00210056, pactada mediante convenio judicial celebrado ante el Juzgado Primero Familiar del Distrito Judicial del Centro el día tres de agosto del año dos mil diez, por los ciudadanos ***************, en el expediente 477/2014, en consecuencia, gírese atento oficio a la *****************, con domicilio en la Avenida sitio Grande numero 2000 fraccionamiento Carrizal, Tabasco 2000 de esta ciudad, para los efectos de que ordene a quien corresponda se cancele los descuentos que por concepto de pensión alimenticia le fueron decretados en favor de ***************, en relación al expediente antes descrito, o en cualquier otro centro de trabajo en donde se haya efectuado dicho descuento. CUARTO.- Congruente con lo anterior y por seguridad jurídica, una vez que cause ejecutoria la presente resolución, se ordena agregar copias certificadas de la misma al expediente 841/2010, del libro índice del Juzgado Primero Familiar de Primera Instancia del Primer Distrito Judicial del Centro, en el Juicio de Pensión Alimenticia promovido por *************** en contra de ************************, debiéndose remitir para ello el oficio respectivo, para conocimiento de que la pensión alimenticia pactada en el citado expediente, fue cancelada. QUINTO.- Esta autoridad no pasa por desapercibido que, en el convenio judicial de fecha tres de agosto del dos mil diez, celebrado en el expediente número 841/2010, radicado en el juzgado primero familiar de primera instancia, relativo al juicio de pensión alimenticia promovido por **************** en contra de ****************, se advierte de la mencionada audiencia que las partes, fueron protestados, cada uno, para que se condujeran con verdad durante la diligencia, así como fueron advertidos de las penas en que incurren los falsos declarantes y los que presentan testigos falsos ante una autoridad judicial, acorde a los numerales 289 y 291 del Código Penal en vigor para el Estado de Tabasco, desprendiéndose que al dar sus generales ***********************, dijo: “…ocupación: encargado de soldador, instrucción escolar: secundaria terminada, estado civil: unión libre, con domicilio…”.Cuando el sabia que se encontraba casado con *****************, desde el ***********, y a sabiendas de tal acto jurídico compareció ante la juez primero familiar y celebrar el convenio de alimentos con *****************, en tal razón y con fundamento en el artículo 83 del Código Procesal Civil en vigor en el Estado, désele vista a la C. Agente del Ministerio Público Adscrita a este juzgado, por la posible comisión de hechos de carácter delictuoso. SEXTO.- Hágase las anotaciones correspondientes en el libro de Gobierno y en su oportunidad archívese este expediente como asunto total y legalmente concluido...”. (Sic. Visible a fojas doscientos veintiséis vuelta, y doscientos veintisiete frente y vuelta del expediente). 2/o.- Inconforme con la resolución anterior, los demandados ***************, interpusieron recurso de apelación el cual se admitió en efecto devolutivo, formándose el toca en que se actúa y habiéndose efectuado los trámites legales correspondientes, en su oportunidad se citó a las partes para oír la resolución que hoy se pronuncia y; C O N S I D E R A N D O: I.- La sentencia definitiva recurrida en lo conducente de su considerando IV, V, VI, VII, VIII, IX y X a la letra dice: “...IV.- Del análisis legal de las pruebas aportadas a los autos y concatenadas entre sí, la que juzga estima que el actor *************, ha dejado justificados los elementos de la acción que ejercita, tal y como lo exige el artículo 240 del Código de Procedimientos Civiles vigente en el Estado, por las siguientes razones. Para la procedencia de la acción de cancelación de pensión alimenticia, la parte actora tiene la obligación de acreditar la existencia de causas posteriores a la fecha en que se fijó la pensión, causas que determinen un cambio en las posibilidades económicas del deudor o en las necesidades de las personas a quien debe dar alimentos, que motiven a su cesación, pues así lo señala el numeral 340 de la Ley Adjetiva Civil en vigor, el demandante demostró con las documentales públicas consistentes en las actas de nacimiento de *************, que es el padre de éstos, y quienes cuentan con las edad de dieciocho y quince años de edad, respectivamente. Así también acreditó en el presente negocio, que con fecha ***************, contrajo matrimonio civil con *****************, bajo el régimen de sociedad conyugal, según se advierte de la documental pública consistente en la copia certificada del acta de matrimonio. V.De igual manera ****************, acreditó en el presente negocio, que actualmente su menor hija *****************, dio a luz el día **********, dicho que fue corroborado con el informe emitido por la Doctora ******************. Y con la confesional desahogada por ********************, quien al absolver las posiciones 3, 5, 6 y 7, las cuales a la letra dicen: “…3.- QUE DIGA LA ABSOLVENTE COMO LO ES, que *****************, es la persona que firmaba en el Hospital de la Mujer, como esposo de Amada Lizbeth del Ángel Agustín en el expediente clínico número 104722 de 2013 y el expediente clínico 103945 de 2013.- Calificada de legal, responde: no y aclaro que no es su esposo porque no hay acta de matrimonio, ni están juntos, pero él es el papá de la niña, y ella es madre soltera, el muchacho desde que la niña nació se hizo irresponsable, él no existe en pocas palabras en la vida de mi hija y de mi nieta, mi vive conmigo y está estudiando, es madre soltera pero está estudiando ella..”. “…5.- QUE DIGA EL ABSOLVENTE SI ES CIERTO COMO LO ES, que ************************ firmaba en el hospital de la mujer, como suegra de****************, en el expediente clínico *************y en el expediente clínico ***********.- Calificada de legal, responde: sí y aclaro porque en ese tiempo él frecuentaba a mi hija, porque su embarazo fue delicado, tenía amenaza de aborto, yo a él lo hacía responsable de llevarla al médico porque yo le decía que yo no le había hecho el niño a ella…”. “…6.- QUE DIGA EL ABSOLVENTE SI ES CIERTO COMO LO ES, que************ dio a luz a *************************************.- Calificada de legal, responde: sí y aclaro que es mi nietecita ************…”. “…7.- QUE DIGA LA ABSOLVENTE SI ES CIERTO COMO LO ES, que la hija que *************** procreó con *******************, actualmente tiene ocho meses de edad.- Calificada de legal, responde: sí y aclaro que ***********…”. Por lo que cambió su situación, de lo que se colige que el actor ya no tiene obligación de proporcionarle alimentos a su hija ************, sino que esta obligación de proporcionarle alimentos, recae en el cónyuge o concubino de ésta, tal y como lo dispone el numeral 167 y 298 del Código Civil en vigor en el Estado, que a la letra dice: “...Los alimentos de los cónyuges y de sus hijos serán a cargo de aquéllos, por partes iguales...” “...Los cónyuges deben darse alimentos en los casos señalados en este Código. El concubinario y la concubina se deben mutuamente alimentos en los mismos casos y proporciones que los señalados para los cónyuges. El concubinario y la concubina tienen el derecho de preferencia que a los cónyuges concede el último párrafo del artículo 167 para el pago de alimentos...”. Máxime que se demostró que la menor ************, procreó una hija con **************. Cabe aplicar por analogía jurídica el criterio sustentado por los Tribunales Colegiados de Circuito, bajo el rubro y texto siguiente:“...ALIMENTOS. ACREEDORA ALIMENTISTA QUE PROCREA UN HIJO, DEJA DE NECESITAR LOS. (LEGISLACION DE TLAXCALA). Cuando la acreedora alimentista (hija) procrea un hijo fuera de matrimonio, cambia la situación de dependencia económica para con el deudor (padre), puesto que en tal situación, quien tendría la obligación de proporcionar alimentos tanto a ella como a su menor hijo, sería el padre de este último, por lo tanto, en términos del artículo 166 fracción II del Código Civil del Estado de Tlaxcala, la alimentista ha dejado de necesitar alimentos; máxime si también ha alcanzado la mayoría de edad...”.VI.- Igualmente acreditó en el presente negocio, que actualmente su hijo **********************, cuenta con dieciocho años de edad, ya que así se advierte del atestado de nacimiento; amen que por la edad del demandado presupone su capacidad económica, y en autos no existe prueba de que éste estudie o se encuentre impedido para trabajar, únicos motivos por los que tendría derecho a seguir recibiendo los alimentos por parte de su progenitor. Y aun cuando el demandado ********************al producir contestación exhibió una constancia de estudio expedida por el Licenciado ****************, Director del Instituto de Capacitación y de Enseñanza Técnica Integral del Sureste, para acreditar que se encuentra realizando los estudios de preparatoria abierta, esta se encuentra a nombre de ****************, persona distinta a la del presente juicio. Y aún cuando fue desahogada la confesional del demandado**********************, éste al absolver la posición doce de la confesional la cual a la letra dice: “...12.- QUE DIGA EL ABSOLVENTE SI ES CIERTO COMO LO ES, que se encuentra estudiando la preparatoria abierta, con el nombre de *****************. Respondió: “...Si...”. Cierto es, que no aportó a los presentes autos probanza alguna donde acreditará que ********************* se encuentre cursando algún grado de estudio acorde a su edad, pues fue a este a quien se le decretó alimentos, tal y como se advierte del convenio judicial de fecha tres de agosto del año dos mil diez. VII.- De la misma forma acreditó en el presente negocio que la ciudadana *****************, no tiene la calidad de concubina del Ciudadano **************, toda vez que éste se encuentra legalmente casado con ************, desde día uno de julio de mil novecientos setenta y seis, de lo que se colige que el concubinato quedó desvirtuado con el matrimonio del promovente de la cancelación, siendo que el concubinato consiste en la unión de un hombre y mujer libres de matrimonio que viven como marido y mujer en el hogar conyugal. Cabe aplicar por analogía jurídica el siguiente criterio “...CONCUBINATO. LOS DERECHOS QUE PRODUCE ENTRE LOS CONCUBINOS SÓLO DURAN MIENTRAS LA RELACIÓN SUBSISTA. A diferencia de lo que ocurre con el matrimonio, relación civil en que los cónyuges se unen con el propósito de constituir una familia, de forma permanente, tanto así que para crearlo o disolverlo se requiere seguir ciertas formas establecidas por el derecho, y sólo puede conseguirse si lo sanciona una autoridad competente, el concubinato es la relación que se crea entre un hombre y una mujer, por el hecho de vivir como marido y esposa durante un término preestablecido por la ley, la que no puede dejar de reconocer que también de esta forma se constituyen lazos familiares de afecto y ayuda mutua, sobre todo si se procrean hijos; pero esta clase de vínculo sólo es reconocida por el derecho, mientras perdure la situación de hecho así creada. En este sentido, Marcel Planiol y Georges Ripert sostienen en el libro Derecho Civil, Editorial Harla, 3a. edición, Librería General del Derecho Jurisprudencial, París, 1946, página 8, que: "Quien vive en estado de concubinato, puede ponerle fin según su voluntad, sin que la otra persona con quien viva en este estado pueda invocar esa ruptura como fuente de daños y perjuicios.". Por tanto, los efectos que emanan del concubinato, tales como el derecho a heredar o a recibir alimentos, sólo se producen si esa relación subsiste al momento del deceso de uno de ellos, o al en que se solicitan los alimentos. CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO. Amparo directo 9374/97. Pedro Antonio López Ríos. 12 de febrero de 1998. Unanimidad de votos. Ponente: Gilda Rincón Orta. Secretaria: Georgina Vega de Jesús. Véase: Semanario Judicial de la Federación, Sexta Época, Volumen XXV, Cuarta Parte, página 96, tesis de rubro: "CONCUBINA, ACCIÓN DE PETICIÓN DE HERENCIA EJERCITADA POR LA."...”.Ahora bien, esta autoridad no pasa por desapercibido que, en el convenio judicial de fecha tres de agosto del dos mil diez, celebrado en el expediente número 841/2010, radicado en el juzgado primero familiar de primera instancia, relativo al juicio de pensión alimenticia promovido por ************en contra de ****************, se advierte de la mencionada audiencia que las partes, fueron protestados, cada uno, para que se condujeran con verdad durante la diligencia, así como fueron advertidos de las penas en que incurren los falsos declarantes y los que presentan testigos falsos ante una autoridad judicial, acorde a los numerales 289 y 291 del Código Penal en vigor para el Estado de Tabasco, desprendiéndose que al dar sus generales ****************, dijo:“…ocupación: encargado de soldador, instrucción escolar: secundaria terminada, estado civil: unión libre, con domicilio…”. Cuando el sabia que se encontraba casado con ***************, desde el **************, y a sabiendas de tal acto jurídico compareció ante la juez primero familiar y celebrar el convenio de alimentos con ***********************, en tal razón y con fundamento en el artículo 83 del Código Procesal Civil en vigor en el Estado, désele vista a la C. Agente del Ministerio Público Adscrita a este juzgado, por la posible comisión de hechos de carácter delictuoso. De lo que se colige que el aseguramiento de los alimentos decretado en favor de **************, ya no son necesarios. Cabe aplicar por analogía jurídica los siguiente criterios jurisprudencial: “…ALIMENTOS, REQUISITOS NECESARIOS PARA QUE PROCEDA LA REVOCACION O MODIFICACION DE LA SENTENCIA QUE FIJO LA PENSION. Para la revocación o modificación de una sentencia dictada por una autoridad judicial, en la que se fijó el monto de la pensión que debe pagar el deudor alimentario, es necesario que el solicitante señale con toda precisión en su demanda, la causa por la que pida tal revocación o modificación; que ésta sea posterior a la fecha en que se fijó tal pensión, y que las pruebas que aporte demuestren en forma fehaciente tal causa. TERCER TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEXTO CIRCUITO. Amparo directo 103/91. Ana Graciela Mendoza Ochoa. 17 de mayo de 1991. Unanimidad de votos. Ponente: Jaime Manuel Marroquín Zaleta. Secretario: Othón Manuel Ríos Flores...”.VIII.- Congruente con lo anterior, es procedente declarar probada la acción de cancelación de pensión alimenticia promovida por ***************, en base a lo que señala el numeral 317 fracción II del Código Civil en vigor, que a la letra dice: “…Cesa la obligación de dar alimentos: II.- Si el alimentista deja de necesitar los alimentos…”, consecuentemente se cancela la pensión alimenticia del 40% (CUARENTA POR CIENTO), mensual de su salario y demás prestaciones que devenga como trabajador de la empresa *****************, pactada mediante convenio judicial celebrado ante el Juzgado Primero Familiar del Distrito Judicial del Centro el día*************, por los ciudadanos **************, en el expediente 477/2014, en consecuencia, gírese atento oficio a la **************, con domicilio en ****************, para los efectos de que ordene a quien corresponda se cancele los descuentos que por concepto de pensión alimenticia le fueron decretados en favor de **************, en relación al expediente antes descrito, o en cualquier otro centro de trabajo en donde se haya efectuado dicho descuento. IX.- Congruente con lo anterior y por seguridad jurídica, una vez que cause ejecutoria la presente resolución, se ordena agregar copias certificadas de la misma al expediente 841/2010, del libro índice del Juzgado Primero Familiar de Primera Instancia del Primer Distrito Judicial del Centro, en el Juicio de Pensión Alimenticia promovido por ************** en contra de ******************, debiéndose remitir para ello el oficio respectivo, para conocimiento de que la pensión alimenticia pactada en el citado expediente, fue cancelada. X.- En cuanto hace a las excepciones opuesta por los demandados, consistente en la de falta de acción y derecho del actor para ejercer la acción, la falsedad y la de injuria, éstas resultaron improcedentes tal y como se advierte del considerando V, VI y VII de la presente resolución...” (Sic. visible a fojas doscientos veintitrés vuelta, de la doscientos veinticuatro a la doscientos veintiséis frente y vuelta, del expediente). II.- En este punto se omite la inserción de agravios que hace valer los demandados ************, por estar visibles a fojas de la tres a la cinco y de la siete a la diez frente del toca en que se actúa. III.- Previo al estudio de fondo del recurso de apelación de que se trata, cabe precisar que la competencia en todo proceso jurisdiccional atiende a un presupuesto procesal que determina la facultad del juzgador para conocer de un asunto determinado, por lo tanto, constituye la base estructural en el funcionamiento y organización de la autoridad judicial. En ese contexto, debe estudiarse aun de oficio cuando no se haya hecho valer la excepción correspondiente al ser un requisito sin el cual no puede iniciarse, tramitarse ni resolverse con eficacia jurídica un procedimiento, lo que no puede traducirse en agravio de los involucrados, sino redundar en su beneficio al evitar afectar de nulidad todo lo actuado conforme lo sanciona el numeral 21 del Código de Procedimientos Civiles vigente en el Estado, respecto a que todo lo actuado ante juzgador incompetente es nulo de pleno derecho. Así, la competencia puede determinarse en razón de la materia, la cuantía, el grado, y el territorio, según se atienda a la materia del asunto de que se trate, a la importancia pecuniaria de los intereses que se debaten, a la distribución de la facultad de conocimiento de los órganos jurisdiccionales en una primera o segunda instancia, o de acuerdo a la circunscripción geográfica delimitada. De lo anterior tenemos que esta Primera Sala Civil del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Tabasco, resulta legalmente competente para conocer del presente recurso de apelación, atento a lo dispuesto por los artículos 116 fracción III de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, relativo al Poder Judicial de los Estados, 55 y 63 de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Tabasco, 4, 22 y 25 fracción I de la Ley Orgánica del Poder Judicial del Estado de Tabasco, que establecen que las Salas Civiles que integran el Tribunal Superior de Justicia, conocerán y resolverán de los recursos de apelación interpuestos en los asuntos civiles, familiares y mercantiles, luego al encontrarnos ante un recurso de apelación en materia familiar, promovido en contra de una resolución dictada dentro del ámbito territorial donde ejerce jurisdicción esta Sala Civil y en razón de la materia de que se ocupa, por consiguiente es competente para resolver respecto al recurso de apelación en contra de la sentencia definitiva de fecha siete de noviembre de dos mil catorce. IV.- El ciudadano ***************, demandado en el juicio de cancelación de pensión alimenticia, interpuso recurso de apelación en contra de la sentencia definitiva dictada el siete de noviembre de dos mil catorce. En síntesis expuso que la sentencia impugnada le causa agravios en el resolutivo SEGUNDO y el contenido relativo al considerando IV. En opinión del apelante se violan en su perjuicio los artículos 4, 14 y 16 Constitucional, 256 bis, 317, 318, 298, 347, y 646 del Código Civil en Vigor del Estado. Asimismo dijo que le causa agravios la falta de motivación, razonamiento y fundamentación que carece la resolución de cancelación de la pensión alimenticia que de manera proporcional y sin determinar porcentaje le venía otorgando el actor al deponente, a su madre*************, y a su menor hermana ****************, consistente en el 40 % de su salario y prestaciones laborales relativo al convenio judicial celebrado dentro del expediente 841/2010. En palabras del demandado, sin fundamentación, la A Quo llegó a la conclusión, que el apelante no tiene derecho en lo sucesivo a recibir pensión alimenticia por parte de su padre aun cuando acreditó con testimoniales que sigue integrado al hogar materno y que se encuentra estudiando; omitiendo la Jueza considerar que de conformidad con el contenido de los artículos 317 y 318 del Código Civil no se dan las causas para que cese la obligación del actor de proporcionarle los alimentos, además de que la cesación de esa obligación no es automática dado a que se entiende que mientras el acreedor alimentario no tenga ingresos propios sigue dependiendo de sus padres. Por otra parte el apelante argumenta que con la constancia de estudio demuestra que está estudiando, por esa razón la obligación alimentaria por parte de su padre debe subsistir, en tanto se acredite fehacientemente que ya no necesita de los alimentos, bien porque haya dejado de estudiar, bien porque este trabajando y por ende, de su empleo obtenga los recursos propios para su subsistencia, lo cual no se da en el caso en concreto. En otro punto el apelante menciona que la Jueza no interpretó debidamente el artículo 318 del Código de Procedimientos Civiles en vigor porque le restó valor a las pruebas ofrecidas por el inconforme, consistente en la testimonial a cargo de *************** así como la constancia de estudio a su nombre y la expedida por *************, delegada municipal de************, en las cuales se hace constar que se encuentra integrado al núcleo familiar donde vive su madre, documentos que tienen carácter público puesto que fueron expedidos por servidores en ejercicio de sus funciones y por lo consiguiente hacen prueba plena. Por último el demandado señala que la A Quo indebidamente le dio valor a su acta primigenia de nacimiento a nombre de Henry Vargas Agustín, pero ignoró que cuando **************, es decir su padre, se unió en concubinato con su señora madre él por iniciativa propia, cuando el apelante contaba con ocho años de edad, lo registró como su hijo y desde ese momento adquirió los derechos alimentarios que la ley en la materia concede pero la Juzgadora de iniciativa propia sin que la parte actora así lo haya tramitado judicialmente, le resta valor a su segunda acta de nacimiento y le da preferencia a la primera, cuando lo correcto era que el actor primero promoviera la cancelación de dicha acta de nacimiento para después proceder conforme a derecho de igual modo, que este Tribunal tenga en cuenta el pie de la citada segunda acta de nacimiento que aparece la anotación “(…) La presente acta tiene referencia con la acta de reconocimiento de hijo número 00002, Libro 01, de fecha 8 de enero de 2004 realizada en el juzgado del registro civil de este lugar”. Por otro lado, *****************, en su escrito de apelación expuso que le causa agravios la cancelación de pensión alimenticia, esto es por que la Jueza suprime en lo general y no en proporción la pensión alimenticia global, que había quedado establecida en convenio judicial, sin precisar las razones y los argumentos jurídicos y los fundamentos legales de que se haya valido para dejar a la apelante y su menor hija sin derechos a recibir los alimentos. Continúo diciendo que sin fundamento la Juzgadora determinó que no tiene derecho a recibir en lo sucesivo pensión alimenticia de su concubino, aun cuando acreditó con testimoniales la relación concubinaria, violando en su perjuicio el contenido de los artículos 256 bis y 298 del Código Civil. La A Quo sin ningún fundamento o prueba que el actor haya aportado en el juicio suprimió la relación de concubinato que hasta la fecha viene existiendo entre éste y la apelante. Por otro lado la recurrente argumenta que la jueza soslaya que el Código Civil del Estado establece en su artículo 256 Bis el modo y las causas por la cuales puede darse por terminada la relación de concubinato y el actor no demostró haber cumplido con ese requisito legal, sin embargo la A Quo viola el procedimiento al dar por terminada dicha relación concubinaria sin haber agotado dicho procedimiento, únicamente y de manera unilateral toma en cuenta el dicho del actor sin que haya aportado en el juicio elemento probatorio que le permitiera demostrar ese extremo. La que apela agrega que le causa agravios a su menor hija el hecho de que la Jueza Resolutora la considere emancipada por el solo hecho de que por inexperiencia haya tenido un desliz y como consecuencia de ello un hijo, cuando la ley es clara mencionando cuales son las condiciones jurídicas para que ello se dé. Al respecto el artículo 646 del Código Civil aplicable señala que solo el matrimonio es que produce la emancipación del menor de edad y en el caso que nos ocupa esa condición no fue probada de ningún modo, ni tampoco se demostró que la menor viva en unión libre con la persona con quien tuvo su hijo En palabras de la apelante no interpretó debidamente el artículo 318 del Código de Procedimientos civiles en vigor, porque le restó valor probatorio a la constancia de estudio a nombre de su menor hija expedida por el profesor ******************, director de la telesecundaria Carlos Pellicer Cámara, y la constancia expedida por *************, *********** en las cuales se hace constar que su hija menor se encuentra estudiando y que junto con su otro hijo viven con la apelante, documentos que tienen el carácter de públicos puesto que fueron expedidos por servidores públicos en ejercicios de sus funciones. Por último la inconforme señala que no se tomó en cuenta en su escrito de contestación de demanda donde manifestó categóricamente que la suscrita y el actor continúan viviendo en concubinato, su relación sentimental y de pareja sigue vigente al sostener relaciones intimas ya que el actor la visita dos o tres veces a la semana y al no demostrarse que el actor este casado con otra mujer su concubinato es legal. Así las cosas esta Sala Civil determina que los agravios expuestos por **************** son totalmente infundados, pero relativos al escrito de ****************** son fundados y operantes. Todo lo anterior en términos de los argumentos y preceptos jurídicos que a continuación se detallan. En primer lugar es necesario hacer mención que el Código Civil del Estado, fue reformado mediante decreto 188 del primero de diciembre de dos mil catorce, publicado en el Periódico Oficial del Estado número 7546, suplemento G, del treinta y uno de diciembre de dos mil catorce. Reforma de la que se desprende la desaparición de la figura jurídica de menores emancipados. De ahí que actualmente solamente existan las personas mayores y menores de edad, pero no emancipados. Tal y como se aprecia de la derogación de los artículos 646 y 647 y de la reforma del artículo 418, todos del Código Civil en vigor. Del contenido actual de este último precepto, el artículo 418 del Código Civil en vigor, se advierte que ha sido establecido que los hijos menores de edad están bajo la patria potestad, mientras exista alguno de los ascendientes a quienes corresponde aquélla, según la ley. Una de las obligaciones que deben afrontar quienes ejerzan la patria potestad de los hijos, de conformidad con lo dispuesto por los artículos 299, 304 y 307 del Código Civil en vigor, es dar alimentos, dentro de lo cual debe comprenderse comida, vestido, habitación, médico y medicinas. Entendiendo que la obligación alimentaria que tienen los progenitores en relación con sus hijos, surge como consecuencia de la patria potestad, esto es, como resultado de un mandato constitucional expreso que les vincula a procurar el mayor nivel de protección, educación y formación integral, siempre en el marco del principio del interés superior del menor previsto en el artículo 4 constitucional y con la característica de que recae en cualquiera de los padres, es decir, es una obligación compartida sin distinción de género. Así, el interés superior del menor ordena la realización de una interpretación sistemática que considere los deberes de protección de los menores y los derechos especiales de éstos previstos en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en los tratados internacionales y en las leyes de protección de la niñez. De este modo, el principio del interés superior del menor se consagra como criterio orientador fundamental de la actuación judicial; de ahí que conlleva ineludiblemente a que el juzgador tome en cuenta, al emitir sus resoluciones, algunos aspectos que le permitan determinar con precisión el ámbito de protección requerida. En suma, el principio del interés superior del menor debe informar todos los ámbitos de la actividad estatal que estén relacionados directa o indirectamente con los menores, lo que necesariamente implica que la protección de los derechos del niño se realice a través de medidas reforzadas o agravadas, ya que los intereses de los niños deben protegerse siempre con una mayor intensidad. Al respecto la Convención sobre los derechos del niño establece: “Artículo 1. Para los efectos de la presenta Convención, se entiende por niño todo ser humano menor de dieciocho años de edad, salvo que, en virtud de la ley que le sea aplicable, haya alcanzado antes la mayoría de edad”. Por su parte, el Código Civil en vigor en el Estado, el cual es aplicable a la presente controversia, dispone lo siguiente: “Artículo 648. La mayor edad comienza a los dieciocho años cumplidos”. De ahí que en el caso en concreto, se entienda que el derecho a los alimentos de la menor ***************** deba prevalecer, atendiendo a lo dispuesto por el artículo 4 Constitucional y 418 del Código Civil en vigor, asumiendo que al no existir más la figura de menores emancipados, se entiende que la acreedora está sujeta a la protección que le concede la constitución como menor de edad, incluso cuando en el caso concreto ha procreado una hija, por lo que debe seguir percibiendo una pensión alimenticia con cargo a los recursos económicos de su progenitor. Esta consideración es congruente con lo establecido por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en el criterio que a continuación se detalla: “INTERÉS SUPERIOR DEL MENOR. CONSTITUYE UN PRINCIPIO RECTOR DE TODAS LAS ACTUACIONES DE LOS PODERES PÚBLICOS RELACIONADOS CON MENORES. Además de su carácter tuitivo, el principio de interés superior del menor constituye un elemento hermenéutico de primer orden para delimitar el contenido y alcance de los derechos humanos de los menores y los coloca como sujetos prevalentes de derechos. Se trata entonces de considerar la especial situación en que se encuentran ciertos derechos humanos cuando el titular es un menor, atendiendo a que el derecho básico de los menores de edad es el de ser atendidos con pleno respeto a sus derechos fundamentales. Desde esta óptica, los menores son destinatarios de un trato preferente, por su carácter jurídico de sujeto de especial protección, lo que implica que son titulares de un conjunto de derechos que deben valorarse de acuerdo con sus circunstancias específicas. De ahí que el interés superior del menor constituye un principio rector de todas las actuaciones de los poderes públicos relacionados con menores”. Décima Época, Registro: 2008547, Instancia: Primera Sala, Tesis Aislada, Fuente: Semanario Judicial de la Federación, Publicación: viernes 27 de febrero de 2015 09:30 h, Materia(s): (Constitucional), Tesis: 1a. LXXXII/2015 (10a.). Por cuanto hace al derecho a los alimentos de la demandada ************ se declara que debe prevalecer, tomando en consideración lo que a continuación se expone. El ordenamiento jurídico del Estado establece categorías de quienes tienen derecho a recibir alimentos, como son los cónyuges; los concubinos; los hijos; los hermanos; los padres; el adoptante y el adoptado; así como quiénes tienen la obligación correlativa, hasta llegar al pariente colateral dentro del cuarto grado, según lo previenen los artículos 298, 299, 300, y 301 del Código Civil para el Estado. Dentro de esas categorías no existe más limitación que el obligado y beneficiario se encuentren dentro del cuarto grado y el denominador común es que exista una relación de parentesco o un vínculo jurídico, que por la especial situación del menor o mayor de edad, sea necesario que otra persona mayor de edad y con capacidad económica, le suministre los alimentos indispensables para su subsistencia. Hay entre el deudor y la madre de sus hijos -como acreedor alimentario- una situación de dependencia económica y un vínculo jurídico que se extiende por el solo hecho de haber procreado hijos aunque no se surta el supuesto del matrimonio o del concubinato; incluso, aceptar que solamente la mujer casada o que vive en concubinato tiene derecho a alimentos, tendría un efecto discriminatorio hacia otra mujer que al igual que aquélla también ha procreado hijos con el deudor alimentario y necesita alimentos. Más aún, se desconocería el derecho a los alimentos de la mujer que ha procreado hijos, lo cual viola lo previsto en los artículos 1o. y 4o. de la Constitución Política Mexicana que establece la obligación de respetar y proteger los derechos humanos, como es el derecho a los alimentos y se infringe el principio de igualdad del hombre y de la mujer; también se desconoce el artículo 1, en relación con los artículos 2, inciso d) y 13 inciso a), de la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, de la cual el Estado Mexicano es parte, publicada en el Diario Oficial de la Federación el doce de mayo de mil novecientos ochenta y uno. Así es, el derecho a las prestaciones familiares, que incluye el derecho a los alimentos sobre una base de igualdad entre hombre y mujer, y por mayoría de razón, de cualquier mujer frente a otra mujer cuyo denominador común sea el haber procreado hijos o incluso haber tenido la misma situación de una cónyuge, aunque no pueda reunir la calidad de concubina por el obstáculo jurídico de un matrimonio anterior, queda menoscabado cuando se exige por la ley o la autoridad judicial nacional al interpretarla, que exista una relación de matrimonio o concubinato, no obstante que haya procreado hijos con el deudor alimentista y se dedique al hogar y al cuidado de ellos, con lo cual no está en posibilidad real de proveerse a sí misma los ingresos económicos suficientes para satisfacer sus necesidades alimentarias. Por tanto, sobre la presunción de que la mujer es dependiente económica por dedicarse a cuidar a los hijos menores de edad que procreó con el presunto deudor alimentario, con independencia del estado civil de éste o de ella, y de que no pueda configurarse el concubinato, ni estén unidos en matrimonio civil, el acreedor y deudor alimentario, basta ese vínculo jurídico que surge de la relación padre, hijo, madre y que ésta no pueda proveerse a sí misma los ingresos necesarios para subsistir, para que se genere el derecho a los alimentos, que no se trata de otra cosa más que de satisfacer el derecho a la subsistencia. Por lo que no puede depender de que exista una relación matrimonial o de concubinato, o de que no se demuestre la disolución de un matrimonio anterior, porque no se trata de un derecho exclusivo o excluyente de una persona frente a otra, sino que resulta exigible cuando nace un vínculo de solidaridad entre personas, determinado no solamente por razones de familia o de establecer un hogar común, con voluntad de permanencia y de ayuda mutua, a través del matrimonio, concubinato, sociedad en convivencia o el parentesco, sino que es el hecho natural consistente en la procreación de hijos mutuos o adoptados, lo que motiva que la mujer se haga cargo del hogar donde viven y del cuidado de los menores, para la atención de sus necesidades, lo que genera una situación de dependencia. De tal modo que la mujer tiene el derecho a alimentos en este tipo de casos, los cuales no surgen de un específico estado civil en que se encuentran, sino de las relaciones de solidaridad y ayuda mutua que han entablado, que se reflejan en la procreación de los hijos y en la atención y cuidado de estos últimos. En tal virtud, en el caso en específico no constituye una razón válida para negar la subsistencia del derecho a recibir alimentos y la obligación de pagar alimentos, a quien como mujer tiene esa relación de solidaridad y ayuda con el deudor alimentista y que ha procreado hijos, con independencia de que exista un matrimonio previo, que impida configurar el concubinato o alguna otra institución de familia, porque no se discute la titularidad de un derecho patrimonial que derive de ese régimen a favor de uno de los cónyuges o concubinos, como es una donación, la herencia o la administración de la sociedad conyugal, que son derechos personalísimos en su goce y ejercicio por los cónyuges y concubinos, sino el cumplimiento de un mínimo deber de solidaridad entre personas que guardan un nexo que debe ser tutelado por la ley y por la autoridad judicial, por tener hijos en común. Así las cosas, la condición de mujer no casada o no concubina pero que cuida un hijo procreado con el deudor alimentista, no puede servir de base para excluirla del reconocimiento a una prestación familiar, como los alimentos, porque implica una discriminación por razón de sexo y estado civil proscrita por el artículo 1o. in fine de la Constitución Federal y los artículos enunciados de la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer. Todo lo anterior es congruente con lo expuesto en la tesis que a continuación se cita: “ALIMENTOS. LA MUJER QUE HA PROCREADO HIJOS, TIENE DERECHO A RECIBIRLOS DEL PADRE DE ELLOS, CON INDEPENDENCIA DE QUE EXISTA UN MATRIMONIO PREVIO, QUE IMPIDA CONFIGURAR EL CONCUBINATO O ALGUNA OTRA INSTITUCIÓN DE FAMILIA, YA QUE ES UN TRATO DISCRIMINATORIO EXIGIR ALGUNO DE ESOS VÍNCULOS, PORQUE ES EL MEDIO NATURAL DE LA PROCREACIÓN EL QUE ORIGINA LA NECESARIA RELACIÓN DE SOLIDARIDAD Y AYUDA MUTUA ENTRE MADRE E HIJOS Y PADRE”. Décima Época, Registro: 2002698, Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito, Tesis Aislada, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Libro XVII, Febrero de 2013, Tomo 2, Materia(s): Civil, Tesis: I.3o.C.69 C (10a.), página: 1303. Ante tales circunstancias es evidente que si la demandada *********** procreó hijos con el actor ******************y actualmente se dedica al cuidado de la menor *************, aun cuando no tenga la calidad de esposa o concubina, debe seguir recibiendo la pensión alimenticia que le fue fijada con cargo a los recursos económicos del padre de su hija, toda vez que al dedicarse al cuidado de los hijos, pues no se demostró en los autos que tenga un trabajo o que obtenga recursos económicos propios, es evidente que necesita de la ayuda y solidaridad de quien es el padre de su menor hija. Con todo lo anterior queda demostrado que la decisión judicial de primera instancia fue incorrecta y, por ende, se declaran fundados los agravios expuestos por la apelante *****************. Establecido lo anterior resta entrar al estudio de los agravios expuestos por ****************, los cuales se estiman infundados, por las consideraciones que a continuación esta Sala expone. En primer lugar es necesario exponer que en los autos principales quedó demostrado que ***************** son la misma persona, tal y como lo expone el actor en su escrito inicial de demanda, lo cual se encuentra corroborado con la contestación que al efecto hizo el demandado *****************, quien reconoció que tiene dos actas de nacimiento cada una con fecha de registro y nombre diferente. Esto también se encuentra corroborado y robustecido con la confesional desahogada en los autos principales por ***************, donde éste mismo aceptó que fue registrado el veinte de septiembre de mil novecientos noventa y tres como hijo de ****************, con el nombre de ***************************. De ello también es posible inferir que la edad actual del apelante es de más de veintiún años y no diecinueve como aseguró tener en la audiencia de pruebas alegatos, situación que se encuentra robustecida con el acta de defunción de su hija *****************, en donde manifestó que su edad, en noviembre de dos mil doce, era de diecinueve años cumplidos. Todo lo anterior de conformidad con lo establecido en el artículo 318 del Código de Procedimientos Civiles en vigor. Aunado a ello es necesario sostener que los hijos mayores de edad no pierden su derecho a los alimentos por solo haber alcanzado la mayoría de edad, si no que dicho derecho puede prolongarse en el tiempo hasta que el acreedor haya concluido sus estudios. Esto encuentra fundamento en lo dispuesto por el artículo 304 del Código Civil en vigor, el cual, a la letra señala: “Artículo 304. Los alimentos comprenden comida, vestido, habitación y asistencia en casos de enfermedad. Respecto de los menores, los alimentos comprenden, además, los gastos necesarios para su educación básica obligatoria, para proporcionarle algún oficio, arte o profesión honestos y adecuados a sus circunstancias personales; así como para su sano esparcimiento que le permitan un desarrollo integral”. Del precepto legal antes citado se advierte que los alimentos proporcionados por los padres a los hijos deben prolongarse en el tiempo hasta que estos últimos hayan cursado los estudios correspondientes para la realización de un oficio, arte o profesión; por lo que siendo conscientes de que la educación básica obligatoria (bachillerato) un ciudadano es capaz de concluirla a los dieciocho años de edad, entonces es a partir de entonces cuando comenzará a cursar estudios relativos a la obtención de un oficio, arte o profesión, en caso de que desee hacerlo, por lo que en ese sentido la pensión alimenticia deberá prolongarse por todo el tiempo que se estime necesario y prudente para costear dichos estudios. Esto es conforme con lo que ha establecido la Suprema Corte de Justicia, a través de los Tribunales Colegiados de Circuito, como a continuación se demuestra: “PENSIÓN ALIMENTICIA RESPECTO DE HIJOS MAYORES DE EDAD QUE ESTUDIAN, SU FINALIDAD. La obligación que tienen los padres de otorgar alimentos a sus hijos mayores de edad que estudian tiene como causa eficiente una necesidad que no puede ser satisfecha totalmente por su beneficiario porque se encuentra realizando estudios que, en el transcurso del tiempo, le van a proporcionar la independencia económica necesaria para ulteriormente no requerir de los mismos. De tal manera que si un hijo cuando alcanza la mayoría de edad (supuesto en el que la propia ley establece la presunción de que una persona puede disponer libremente de su persona y de sus bienes), demuestra su interés en alcanzar su independencia económica a través de sus estudios y sus padres se encuentran en la aptitud de proporcionarle alimentos, sin poner en peligro su propia subsistencia o la de otros acreedores alimentarios, deben otorgarlos”. Novena Época, Registro: 168297, Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito, Tesis Aislada, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXVIII, Diciembre de 2008, Materia(s): Civil, Tesis: I.3o.C.712 C, página: 1063. No obstante lo anterior, en los casos donde el debate se centre en el derecho a recibir alimentos de hijos mayores de edad, los juzgadores deben ponderar, a la luz de las características particulares de cada caso, las exigencias derivadas del conjunto normativo que integra el régimen de alimentos previsto en el Código Civil, lo cual presupone un estudio cuidadoso de las pretensiones enfrentadas y del grado en que se satisfacen las cargas probatorias, a fin de tomar en cuenta tanto la necesidad de preservar el derecho de los acreedores a recibir los recursos necesarios para hacerse de los medios para ejercer una profesión u oficio, sin considerar la mayoría de edad como un límite infranqueable, como las normas que limitan y condicionan ese derecho con el objeto de evitar demandas caprichosas o desmedidas. La decisión del juzgador siempre debe mantener el equilibrio entre las necesidades de los acreedores y las posibilidades de los deudores que inspira y articula la regulación legal de la institución alimentaria. Dentro de los límites que han de analizarse respecto al derecho a los alimentos de los hijos mayores de edad encontramos los siguientes: a) Los hijos que hayan rebasado la mayoría de edad, por ese hecho y tomándose en cuenta las circunstancias particulares implicadas, están obligados a demostrar la necesidad de obtenerlos, dado que su afirmación hace imprescindible que justifiquen ser estudiantes; b) Una vez que acrediten estar estudiando, también deberán demostrar que el grado de escolaridad que cursan es el adecuado a su edad, o bien que tienen una incapacidad física tal, que los hace depender económicamente de sus padres. c) Deben encontrarse integrados al núcleo familiar, en el sentido de que no han contraído matrimonio o se hayan unido en concubinato, puesto que tales elementos presuponen una independencia de la persona. De suerte que, la sola afirmación de que necesitan todavía la ministración de alimentos no es causa suficiente para dejar de observar que están en plena edad para allegarse sus alimentos, a fin de satisfacer sus necesidades; entonces, atento a lo previsto por el artículo 307 del Código Civil del Estado, en cuanto a que los alimentos han de ser proporcionados a las posibilidades del que debe darlos y a las necesidades de quien debe recibirlos, no sería jurídico ni equitativo condenar a quien ha tenido el carácter de deudor alimentista, para que los suministre a sus descendientes que ya han rebasado la referida mayoría de edad, sin que siquiera comprueben que realizan estudios que corresponden a su edad, o que son incapaces físicamente o que ha surgido en ellos una circunstancia incapacitante. En el caso en concreto cabe entonces señalar que le asiste la razón a la juzgadora, quien una vez revisado el material probatorio que obra en autos, constató las circunstancias especiales del caso y resolvió en consecuencia conforme a Derecho, puesto que tal como quedó expuesto en párrafos que anteceden la edad real del demandado ************************* es de más de veintiún años cumplidos y en los autos principales solo exhibió una constancia de estudios que acredita que está cursando estudios básico a nivel bachillerato en la modalidad de escuela abierta, cuando en esta etapa de su vida ya debería de haberlos concluido. Por otro lado, se probó con el acta de defunción de ************, fallecida el seis de noviembre de dos mil doce, que dicha menor es hija del demandado *******************, quien es la misma persona que ************, y su madre es ******************. De ahí que además de ser mayor de edad, actualmente ya ha procreado hijos, lo que presupone su independencia económica. Ante tales circunstancias es evidente que se encuentra en dos de los supuestos de cancelación alimenticia para los hijos mayores de edad, pues a pesar de haber acreditado que se encuentra estudiando, sus estudios no son acordes a su edad; además de que ha procreado hijos, siendo ya mayor de edad. Contrario a lo manifestado por el apelante, todo lo anterior da constancia de que si hubo un cambio en la circunstancias que sirvieron de base para la fijación de la pensión alimenticia, por lo que procede la cancelación de la pensión alimenticia en términos de lo dispuesto por los artículos 340 del Código de Proceder en la materia y 317 fracción II del Código Civil en vigor. Sirve de apoyo a lo anterior la tesis que a continuación se transcribe, la cual, también da constancia de que la juzgadora de primera instancia no se excede en sus facultades, sino que aplica los criterios utilizados por el máximo Tribunal del País para resolver la presente controversia, a saber: “ALIMENTOS PARA HIJOS MAYORES DE EDAD. SU PROCEDENCIA REQUIERE QUE ÉSTOS ACREDITEN QUE EL GRADO DE ESCOLARIDAD QUE CURSAN ES EL ADECUADO A SU EDAD. La obligación de proporcionar alimentos a los hijos mayores de edad no desaparece por el solo hecho de que lleguen a ella, en virtud de que su necesidad no se satisface automáticamente por la realización de esa circunstancia, toda vez que al igual que los hijos menores de edad, tienen la presunción de necesitar los alimentos. Sin embargo, los hijos mayores deben acreditar que se encuentran estudiando y que el grado de escolaridad que cursan es adecuado a su edad, pues atendiendo a que los alimentos deben ser proporcionados en razón a la necesidad del que debe percibirlos, no sería jurídico ni equitativo condenar al padre o deudor a proporcionar alimentos al hijo mayor que estuviera realizando estudios que no corresponden a su edad y situación. En conclusión, ante la controversia respecto a la procedencia o subsistencia del pago de alimentos para un hijo mayor que manifiesta encontrarse estudiando, éste debe demostrar, además de la calidad de hijo y de que el deudor tiene posibilidad económica de sufragar los alimentos que le reclama, que efectivamente se encuentra estudiando y que el grado de escolaridad que cursa resulta adecuado o corresponda a su edad”. Novena Época, Registro: 187332, Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito, Tesis Aislada, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XV, Abril de 2002, Materia(s): Civil, Tesis: I.3o.C.307 C, página: 1206. Por lo que ahora, independientemente de haber demostrado que está estudiando, no puede prolongarse su derecho a recibir una pensión alimenticia, aun cuando pueda necesitarla, toda vez que perdió su derecho al dejar pasar los años en los que no estudió y, como consecuencia, su formación educativa se encuentra desfasada; es decir, no son acordes con su edad y, por ende, se encuentra dentro de una de las causas de extinción del derecho a recibir alimentos, como ya se explicó ampliamente. Por otro lado resulta inexacta la afirmación del recurrente en el sentido de que la sentencia definitiva carece de fundamento y motivación. Es errónea su apreciación, en principio, porque gracias a que se detallaron todas las consideraciones que llevaron a la juzgadora a resolver en la forma en que lo hizo resultó posible que él pudiera hacer valer los agravios antes resueltos, en cuanto a la valoración de pruebas, los argumentos utilizados para cancelar el derecho a los alimentos y los fundamentos que se utilizaron. En segundo lugar, de la simple lectura de la resolución impugnada se advierte que la juzgadora fue específica al detallar la valoración de todas y cada una de las pruebas, al señalar los fundamentos de derecho que sirvieron de base para la valoración, así como para la determinación de la procedencia de la acción y, posteriormente, en mencionar los argumentos que la condujeron a la conclusión judicial a la que arriba. De ahí que no exista falta de fundamento o motivación, sino que por el contrario se dio cumplimiento a lo establecido en los artículos 324 y 325 del Código de Procedimientos Civiles en vigor. Por todo lo anterior es evidente que no le asiste la razón al apelante, que los agravios resultaron infundados. En consecuencia, se MODIFICA la sentencia definitiva del siete de noviembre del año dos mil catorce, dictada por la Jueza Segundo de lo Familiar de Primera Instancia del Primer Distrito Judicial, Centro, Tabasco, en el expediente número 477/2014, relativo al Juicio Especial de Cancelación de Pensión Alimenticia, promovido por **************, en contra de **************, para quedar de la siguiente manera: “SEGUNDO. El actor ***************** probó parcialmente su acción de cancelación de pensión alimenticia y los demandados ******************* probaron sus defensas, no así *********************** TERCERO.- Se cancela la pensión alimenticia del 13.33% (TRECE PUNTO TREINTA Y TRES POR CIENTO), mensual de su salario y demás prestaciones que devenga como empresa****************, trabajador pactada de mediante la convenio judicial celebrado ante el Juzgado Primero Familiar del Distrito Judicial del Centro el día tres de agosto del año dos mil diez, por los ciudadanos*****************, en el expediente 84/2010, en consecuencia, gírese atento oficio a la *******************, con domicilio en *****************, para los efectos de que ordene a quien corresponda se cancele el descuento que por concepto de pensión alimenticia fue convenido a favor de *************************, en relación al expediente antes descrito, o en cualquier otro centro de trabajo en donde se haya efectuado dicho descuento. CUARTO.- Congruente con lo anterior y por seguridad jurídica, una vez que cause ejecutoria la presente resolución, se ordena agregar copias certificadas de la misma al expediente 841/2010, del libro índice del Juzgado Primero Familiar de Primera Instancia del Primer Distrito Judicial del Centro, en el Juicio de Pensión Alimenticia promovido por ***************** en contra de ***************, debiéndose remitir para ello el oficio respectivo, para conocimiento de que la pensión alimenticia pactada en el citado expediente, fue modificada. (…) SEXTO. Se absuelve a las demandadas ************ de todas y cada una de las prestaciones que les reclamó el actor en su escrito inicial de demanda. SÉPTIMO: Hágase las anotaciones correspondientes en el libro de Gobierno y en su oportunidad archívese este expediente como asunto total y legalmente concluido”. Quedan intocados el resto de los puntos resolutivos de la sentencia definitiva impugnada. Por lo expuesto y fundado y con apoyo en lo dispuesto por los artículos 351 y 361 del Código de Procedimientos Civiles en vigor, es de resolver y se; R E S U E L V E: PRIMERO. Es competente esta Primera Sala Civil para conocer y decidir en el presente recurso de apelación. SEGUNDO. Resultaron infundados los agravios expuestos por *************** no así los de *****************, los cuales se estimaron fundados y operantes. Todo en virtud de los argumentos, consideraciones y fundamentos que obran en el presente fallo. TERCERO. Se MODIFICA la sentencia definitiva del siete de noviembre del año dos mil catorce, dictada por la Jueza Segundo de lo Familiar de Primera Instancia del Primer Distrito Judicial, Centro, Tabasco, en el expediente número 477/2014, relativo al Juicio Especial de Cancelación de Pensión Alimenticia, promovido por ***************, en contra de ****************, para quedar de la siguiente manera: “SEGUNDO. El actor ******************probó parcialmente su acción de cancelación de pensión alimenticia y los demandados *****************probaron sus defensas, no así ***********************. TERCERO.- Se cancela la pensión alimenticia del 13.33% (TRECE PUNTO TREINTA Y TRES POR CIENTO), mensual de su salario y demás prestaciones que devenga como trabajador de la empresa ********, pactada mediante convenio judicial celebrado ante el Juzgado Primero Familiar del Distrito Judicial del Centro el día tres de agosto del año dos mil diez, por los ciudadanos ******************, en el expediente 84/2010, en consecuencia, gírese atento oficio a la *************, con domicilio en*****************, para los efectos de que ordene a quien corresponda se cancele el descuento que por concepto de pensión alimenticia fue convenido a favor de **********************, en relación al expediente antes descrito, o en cualquier otro centro de trabajo en donde se haya efectuado dicho descuento. CUARTO.- Congruente con lo anterior y por seguridad jurídica, una vez que cause ejecutoria la presente resolución, se ordena agregar copias certificadas de la misma al expediente 841/2010, del libro índice del Juzgado Primero Familiar de Primera Instancia del Primer Distrito Judicial del Centro, en el Juicio de Pensión Alimenticia promovido por ************* en contra de ***************** debiéndose remitir para ello el oficio respectivo, para conocimiento de que la pensión alimenticia pactada en el citado expediente, fue modificada. (…) SEXTO. Se absuelve a las demandadas ****************de todas y cada una de las prestaciones que les reclamó el actor en su escrito inicial de demanda. SÉPTIMO: Hágase las anotaciones correspondientes en el libro de Gobierno y en su oportunidad archívese este expediente como asunto total y legalmente concluido”. CUARTO. Quedan intocados el resto de los puntos resolutivos de la sentencia definitiva impugnada. QUINTO. Notifíquese personalmente esta resolución y hecho que sea, remítase con copia autorizada de la misma el expediente principal al juzgado de su procedencia y en su oportunidad, archívese el presente toca como asunto concluido. Cúmplase. ASÍ LO RESOLVIERON Y FIRMAN POR UNANIMIDAD DE VOTOS LOS CIUDADANOS LICENCIADOS BEATRIZ MARGARITA VERA AGUAYO, MARTHA PATRICIA CRUZ OLÁN Y ADELAIDO RICÁRDEZ OYOSA, MAGISTRADOS QUE INTEGRAN LA PRIMERA SALA CIVIL DEL TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DEL ESTADO, SIENDO PRESIDENTA LA PRIMERA Y PONENTE EL TERCERO DE LOS NOMBRADOS, ANTE LA LICENCIADA ELOÍSA DEL CARMEN GARCÍA SOLÓRZANO, SECRETARIA DE ACUERDOS DE LA SALA CIVIL, QUE AUTORIZA Y DA FE. ESTA RESOLUCIÓN SE PUBLICÓ EN LA LISTA DE ACUERDOS DE FECHA:__________________________________________CONSTE. LIC.ARO/CMPC/iamm.